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Dios y la nueva física (La Fe y la Nueva Física) Nancy Pearcey Newton * Einstein * Heisenberg Determinismo, Indeterminismo y Reduccionismo “El aborto ignora la causa y trata el síntoma: en vez de sugerir una salida del aislamiento al que se enfrentan las madres, ofrece una salida de la maternidad.” (Nancy Randolph Pearcy, miembro del Instituto de Periodismo Mundial) «La idea del milagro se nos ha hecho imposible debido a que entendemos la naturaleza como un decurso legítimo, y por ello tenemos que entender el milagro como un acontecimiento que quebranta este continuo legítimo. Pero esta idea no es ya aceptable para nosotros» (citado en Shubert Ogden, Christ Without Myth, pág. 33). «Es demasiado tarde para despachar la cuestión diciendo que "los milagros son imposibles". Hoy la ciencia adopta una postura más humilde de lo que era característico en tiempos anteriores. La Naturaleza no es un "sistema cerrado" y los milagros ya no son "intrusiones" en un "orden establecido"» (Vincent Taylor, The Formation of the Gospel Tradition, pág. 135). ¿Qué tiene que ver la física con la religión? «Nada», dirían muchos; y hasta cierto punto tienen razón. La física es una ciencia y no puede decirnos nada acerca de la realidad no material - como detalles acerca de la existencia de Dios. Sin embargo, las dos citas que encabezan este artículo muestran que la ciencia juega un papel en la discusión religiosa, porque son pocas las religiones cuyas declaraciones se limiten al ámbito de lo espiritual: dan un marco general para la totalidad de la realidad. Por cuanto las

Dios y La Nueva Física, 1

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Dios y la nueva física (en inglés God and the New Physics) es un libro de divulgación científica de 1984 escrito por el científico inglés Paul Davies.El libro trata fundamentalmente sobre cosmología, aunque menciona otras ramas de la ciencia, como son: física, matemáticas, neurología y filosofía aunque también trata del rol de la religión en la sociedad.En este libro, Davies sostiene que la ciencia proporciona en la actualidad un camino más seguro que las religiones tradicionales para llegar a Dios. Claro está que el dios al que llega poco tiene en común con el Dios personal creador del cristianismo; se trata más bien de una idea que presenta coincidencias con el panteísmo

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Dios y la nueva fsica (La Fe y la Nueva Fsica)Nancy PearceyNewton * Einstein * HeisenbergDeterminismo, Indeterminismo y Reduccionismo El aborto ignora la causa y trata el sntoma: en vez de sugerir una salida del aislamiento al que se enfrentan las madres, ofrece una salida de la maternidad. (Nancy Randolph Pearcy, miembro del Instituto de Periodismo Mundial)La idea del milagro se nos ha hecho imposible debido a que entendemos la naturaleza como un decurso legtimo, y por ello tenemos que entender el milagro como un acontecimiento que quebranta este continuo legtimo. Pero esta idea no es ya aceptable para nosotros (citado en Shubert Ogden, Christ Without Myth, pg. 33).Es demasiado tarde para despachar la cuestin diciendo que "los milagros son imposibles". Hoy la ciencia adopta una postura ms humilde de lo que era caracterstico en tiempos anteriores. La Naturaleza no es un "sistema cerrado" y los milagros ya no son "intrusiones" en un "orden establecido" (Vincent Taylor, The Formation of the Gospel Tradition, pg. 135).Qu tiene que ver la fsica con la religin? Nada, diran muchos; y hasta cierto punto tienen razn. La fsica es una ciencia y no puede decirnos nada acerca de la realidad no material -como detalles acerca de la existencia de Dios.Sin embargo, las dos citas que encabezan este artculo muestran que la ciencia juega un papel en la discusin religiosa, porque son pocas las religiones cuyas declaraciones se limiten al mbito de lo espiritual: dan un marco general para la totalidad de la realidad. Por cuanto las enseanzas de la religin son dirigidas a personas que viven en el mundo natural, no puede evitar hacer algunas declaraciones acerca del mundo al describir la forma en que sus seguidores han de creer y vivir.Por ejemplo, el hinduismo ensea que el mundo fsico es una ilusin. La mayor parte de las formas de pantesmo ensean que el universo es eterno. El cristianismo ensea que el universo es creado, y por ello real (no una ilusin) pero finito (no eterno). Cada concepcin del mundo, incluyendo cada concepcin religiosa del mundo, incluye alguna filosofa de la naturaleza. A este nivel, puede interactuar con lo que aprendemos acerca del mundo mediante las ciencias naturales.Por otra parte, la fsica no est limitada tampoco de manera estricta a declaraciones cientficas. Lo que creemos acerca del mundo fsico tiene implicaciones para los mundos orgnico, social y mental, por cuanto todos estos descansan sobre el fsico.La fsica no se puede separar de otros campos del conocimiento humano, porque las teoras cientficas son siempre formuladas desde dentro de la concepcin general que el cientfico tiene del universo. As, como escribe F. S. C. Northrop, cada teora cientfica reposa sobre presuposiciones filosficas, adems de fsicas. Reposa sobre presuposiciones acerca de lo que es la materia y de cmo la podemos conocer -sobre lo que los filsofos llaman ontologa y epistemologa. Cuando una teora es verificada, sus presuposiciones filosficas se consideran asimismo verificadas.A su vez, estas presuposiciones filosficas generan una mentalidad personal y social, prosigue diciendo Northrop -una mentalidad que puede ser muy diferente de, y en ocasiones incompatible con, la religin, tradicin o valores de quien sea.En resumen, no se pueden aplicar los instrumentos de la moderna fsica sin introducir, ms tarde o ms temprano, su mentalidad filosfica, y esta mentalidad, al capturar a la juventud cientficamente instruida, trastorna las antiguas lealtades morales familiares y tribales.Northrop trata en esta seccin acerca de los problemas que surgen con la introduccin de la ciencia moderna en sociedades no occidentales. Pero esta descripcin se ajusta tambin al curso gradual del secularismo en la cultura occidental, en su gradual arrinconamiento de la influencia del cristianismo en nombre de la ciencia.Las conclusiones filosficas a que llegan los cientficos pueden ser o bien compatibles o bien incompatibles con la perspectiva cristiana de la naturaleza y de la esencia humana. Los lectores de esta revista, con su inters en el debate creacin/evolucin, saben ya cun cierto es esto en la biologa y en las ciencias histricas. En este artculo examinamos la transicin de la fsica newtoniana a la relatividad y a la mecnica cuntica. La cuestin que tenemos ante nosotros es, qu impacto tiene -si lo tiene- la revolucin en la fsica sobre la fe cristiana?La mquina newtoniana del universoLa visin newtoniana del mundo no fue la visin personal de Newton. Newton mismo era un devoto cristiano y crea que las leyes naturales que l describi haban sido establecidas y eran sostenidas por Dios. No se habra sentido cmodo en lo que los historiadores llaman la Edad Newtoniana con su escepticismo religioso y su visin mecanicista del mundo.El mecanicismo es la filosofa de que toda la realidad est gobernada nicamente por fuerzas mecnicas. Mantiene que el mundo es como una gran mquina y que puede ser entendido enteramente en trminos de leyes de causa y efecto. Todo el universo est determinado por el movimiento de sus partculas. Uno puede, en principio, predecir de manera exacta el comportamiento futuro de cualquier sistema conociendo su actual estado.La filosofa mecanicista domin el pensamiento de Occidente durante tres siglos. Se extendi a todos los fenmenos, incluyendo la vida, el pensamiento humano y las emociones, y la actividad de Dios en el mundo. Condujo a una crtica destructiva de la Biblia que alcanz su punto culminante en el siglo XIX.Si el universo es una mquina, es imposible que ocurra nada que no sea explicable por ley natural. Las leyes de la naturaleza son inviolables; no admiten excepciones. Tal como escribi Buchner en Force and Matter: Las leyes naturales son inmutables. ... En nuestro da podemos decir, con la ms absoluta veracidad y con la mayor de las certidumbres cientficas: No hay nada de milagroso en el mundo.El concepto de Darwin de evolucin permiti que el mecanicismo se extendiese a toda la realidad. Darwin afirm que no slo los procesos fsicos, sino tambin los procesos de la vida estn totalmente determinados por causas naturales. Los conceptos del cristianismo tradicional -alma, voluntad moral, ngeles, Dios- fueron relegados a lo imaginario, y en muchos pases europeos se desarroll una hostilidad abierta contra la religin. La fuerza y la materia deban ser consideradas las realidades ltimas. El cuerpo no necesita alma, y el universo no necesita a Dios.La crtica bblicaLa crtica bblica del siglo diecinueve acept los decretos de la filosofa mecanicista. Comenz con la presuposicin de que el orden fijo de la naturaleza no puede ser alterado. La teologa liberal resultante fue un intento de tener religin sin lo sobrenatural.Uno de los ms destacados representantes de esta clase de crtica es Rudolf Bultmann. Tan recientemente como 1958, escribi:El hombre moderno reconoce como realidad slo aquellos fenmenos de acontecimientos que son integrables dentro del marco del orden racional del universo. No reconoce los milagros porque no concuerdan dentro de este orden legtimo.Y porque el hombre moderno no reconoce, el telogo se ha de librar de ello. Si, como dice Bultmann, un hecho histrico que involucra una resurreccin de los muertos es totalmente inconcebible, nosotros debemos idear un concepto no sobrenatural de la resurreccin. De esta manera la idea que tiene el crtico liberal de la ciencia conduce a una reformulacin de doctrinas cristianas distintivas.Una religin de la naturalezaEl mecanicismo afect asimismo las teoras sociales: si las acciones humanas estn controladas por la ley natural, desaparecen los conceptos de libre albedro, pecado y responsabilidad moral. Surgi una cantidad de teorizadores (entre ellos Marx y Freud) que expusieron que la voluntad y la eleccin son ilusiones, y que estamos totalmente controlados por fuerzas econmicas, biolgicas, u otras.De hecho, el mecanicismo devino un dogma que todo lo abarcaba. Ernst Mach, un eminente fsico del siglo diecinueve, se quejaba: Podemos ver que los fsicos estn bien de camino a convertirse en una iglesia. Hasta los no cientficos, escribe Jerome Frank, llegaron a aceptar el determinismo cientfico como la totalidad de la realidad: as es como lleg a ser una fe, una religin.El fin del determinismoLa revolucin de la fsica en el siglo XX fue de esta manera nada menos que la destruccin de una fe.Durante los trescientos aos en los que el determinismo newtoniano domin el pensamiento de Occidente, hubo, desde luego, algunas voces disconformes. La ms destacable era la de la iglesia, que reconoci pronto la amenaza que significaba para sus doctrinas.De vez en cuando fueron surgiendo retos de otros sectores, como los vitalistas, romnticos e idealistas. Pero ninguno de ellos pudo detener la introduccin de la filosofa mecanicista en todas las reas del pensamiento. La oposicin, a fin de cuentas, proceda de fuera de la ciencia -de la religin y de la filosofa. Y se interpretaba como oposicin a la ciencia misma.En el siglo veinte, por primera vez, el modelo del universo como una enorme mquina fue atacado por los mismos cientficos. Dice Bertrand Russell: Por primera vez en la historia, el determinismo est siendo desafiado por hombres de ciencia sobre bases cientficas. El reto provena de la teora de la relatividad y de la mecnica cuntica.Tal como lo explica Sir Arthur Eddington: No se trata meramente de unos nuevos descubrimientos acerca del contenido del mundo: involucran cambios en nuestra manera de pensar acerca del mundo. Lo que no est claro es exactamente cmo cambian nuestra manera de pensar. Est extensamente aceptado que niegan el determinismo, al menos en reas limitadas (en lo supe rpido y lo supe pequeo). Se sigue debatiendo qu otras consecuencias podramos extraer de la nueva fsica acerca de la naturaleza humana y de la teologa.Parece que todava no se ha dicho la ltima palabra. El propsito de este artculo es informar al lector acerca de las cuestiones suscitadas por la nueva fsica, y de la gama de respuestas que se estn ofreciendo. No entraremos en detalles cientficos. Hay muchos y buenos libros sobre relatividad y mecnica cuntica disponibles al nivel del hombre de la calle. Ms bien nos concentraremos en los aspectos de estas teoras que parecen tener consecuencias filosficas de inters para los cristianos.La creacin de la materiaLa materia es eterna. As lo enseaba Aristteles en los comienzos de la filosofa occidental en la antigua Grecia. Sus argumentos fueron avivados a lo largo de los siglos siguientes siempre que la enseanza cristiana acerca de la creacin se debilitaba. Incluso los grandes pensadores de la Iglesia, como Toms de Aquino, enseaban que aunque aceptamos la creacin por la fe, la razn nos ensea que la materia ha de ser eterna.Esta idea consigui la posicin de dogma cientfico, sin embargo, cuando se formul la ley de la conservacin de la materia. Se volvi en una poderosa arma en manos de los que se oponan a la religin cristiana. Los escritos de Buchner son una buena ilustracin de ello:Actualmente, la indestructibilidad o permanencia de la materia es un hecho cientfico firmemente establecido.... Aquellos que hablan de una fuerza creadora independiente o sobrenatural que ha hecho evolucionar el universo fuera de s misma o de la nada se enfrentan con el primero y ms sencillo axioma de una perspectiva filosfica de la naturaleza.Einstein escribi E = mc2, y de repente dej de ser deshonroso hablar de un comienzo para la materia.La masa, segn descubri Einstein, puede ser creada en base de la energa. De hecho, se trata de una mera forma de energa. Es cierto que la energa es simplemente una fuerza impersonal, y no el Creador personal de la Biblia. Es cierto que la equivalencia de la masa y de la energa ha llevado a los cientficos a la cosmologa del Big Bang, y no a la creacin divina. Pero la teora de Einstein ha dado origen al menos a un clima intelectual ms hospitalario para la afirmacin cristiana de que hubo un origen ltimo del universo fsico. La idea de un principio ya no es ridiculizada como contraria a la razn y a la ciencia.Relatividad - No RelativismoEinstein neg los conceptos de Newton de tiempo y espacio absolutos. A velocidades sper rpidas, el tiempo se enlentece y el espacio se contrae. En resumen, el tiempo y el espacio son relativos.El efecto de la relatividad sobre la fsica ha sido devastador. Al contraerse el espacio, lo mismo sucede con todos los instrumentos de medicin. La constancia de una escala de medicin es la pea sobre la que se haba edificado toda la estructura de la fsica, escribe Eddington, y esta pea se ha desmoronado.El efecto de esto sobre otras reas de pensamiento ha sido el de apoyar el relativismo -el rechazo de toda norma absoluta o universal de verdad y moralidad. Jaki se refiere a que no pocos filsofos de la ciencia se apoyaron deseosos en esto como la prueba suprema de que todo era relativo. A nivel popular es comn encontrar personas que piensan que la teora de Einstein da soporte al relativismo.Esta extensin de la teora de la relatividad, sin embargo, carece totalmente de justificacin. Einstein tena sus propios absolutos. l enseaba, por ejemplo, que la velocidad de la luz es la misma para todos los observadores en todo lugar y en todo tiempo. Nigel Calder escribe en Einstein's Universe:Muchas veces se dice de Einstein que l sostena que todas las cosas son relativas. No era as. Relatividad es de hecho un nombre totalmente inadecuado para esta teora. Einstein consider llamarlo de la forma opuesta: Teora de la Invariancia. l descubri lo que era absoluto y fiable a pesar de las aparentes confusiones, ilusiones y contradicciones producidas por movimientos relativos o por la accin de la gravedad.Un nuevo espacio absolutoAcontecimientos muy recientes sugieren que Einstein puede haberse equivocado, a fin de cuentas, al rechazar el espacio absoluto. La ciencia newtoniana inclua el concepto de un ter impregnando todo el universo. El ter constitua el punto de referencia ltimo para todo movimiento, el espacio absoluto e inamovible. El experimento de Morley-Michelson se cita en todos los libros de fsica como prueba de que no existe tal ter. Como resultado, los cientficos llegaron a la conclusin de que no hay base fsica para el espacio absoluto ni para el movimiento.Pero ahora se ha encontrado una nueva base fsica para un marco de referencia absoluto: es la radiacin de microondas de 3(o) K distribuida uniformemente por el espacio. En la reunin de 1984 de la Asociacin Americana para el avance de la ciencia, Divisin del Pacfico, Robert Gentry discuti esta nueva evidencia. Cit un artculo de V. F. Weisskopf, que haba escrito:Es cosa notable que estemos ahora justificados en hablar de movimiento absoluto y que podamos medirlo.... La radiacin de 3(o) K representa un sistema de coordenadas fijo. Tiene buen sentido decir que un observador est en reposo en sentido absoluto cuando la radiacin de 3(o) K aparece con las mismas frecuencias en todas direcciones. La naturaleza ha provedo un marco de referencia absoluto.La significacin ms profunda de este concepto -concluye diciendo Weisskopf- no est todava clara.Con todos mis respetos a mi eminente colega -replica Gentry- sugiero yo que el significado de este hecho no es en absoluto ignoto.... Est ahora claro que la existencia de la radiacin csmica de microondas falsa de manera esencial los postulados fundamentales de la teora de la relatividad.El mismo ataque a la relatividad se encuentra en Thomas Barnes Physics of the Future. Los cosmlogos emplean como un marco de referencia absoluto la radiacin de microondas que se supone que "baa" el universo. Cita a Martin Harwit, autor de Astrophysical Concepts: Es interesante que la presencia de un campo de radiacin as nos permita determinar un marco de reposo absoluto.Muchos podrn sentirse sorprendidos de que las teoras de Einstein no sean aceptadas por todos los cientficos. Los que deseen ms informacin sobre este tema pueden consultar el libro de Barnes para una lista parcial de cientficos que mantienen una actitud crtica ante la teora de la relatividad. Barnes propone soluciones alternativas a problemas modernos en la fsica, en base de un enfoque newtoniano.El incierto universoLa ley causal bsica de la fsica newtoniana es que el desarrollo de cada sistema mecnico aislado queda determinado por su estado inicial. Su conducta futura puede ser predicha de manera precisa siempre y cuando uno conozca su actual posicin y velocidad.Es esta informacin la que es imposible obtener en la microfsica, en base de la mecnica cuntica.Un electrn puede estudiarse slo cuando es excitado por un rayo de luz. Pero el electrn es tan sensible que la energa de la luz es suficiente para perturbar su curso. Esto suscita un problema:Si al estudiar el electrn empleamos luz de onda larga y baja energa, la perturbacin ser pequea y la velocidad del electrn apenas si cambiar; pero la imagen ser tan imprecisa que no podremos determinar la posicin del electrn. Por otra parte, si empleamos luz de una longitud de onda corta y de mayor energa, de manera que podamos precisar la posicin del electrn, su movimiento se hace impredecible.Esto significa que cuando con mayor precisin podamos determinar su posicin, con tanta menor precisin podremos determinar su velocidad, y cuando con mayor precisin podamos determinar su velocidad, con tanta menor precisin podremos determinar su posicin.Por cuanto el estado de una partcula es determinado a la vez por su posicin y velocidad, nunca podremos conocer su estado de manera precisa. Y por cuanto no estamos seguros de lo presente, no podemos predecir el futuro en base de leyes causales estrictas. Esto significa la cada del determinismo clsico y el surgimiento del indeterminismo o incertidumbre.Podemos an hacer predicciones acerca de la conducta de grandes grupos de tomos. Pero estas predicciones son meramente estadsticas -suposiciones acerca de lo que es ms probable que suceda. El mejor ejemplo conocido proviene de la desintegracin radiactiva. Podemos calcular la tasa de desintegracin para cualquier elemento radiactivo determinado, pero se trata meramente de una media estadstica del tiempo necesario para que los tomos se desintegren. Por lo que respecta a los tomos mismos, no hay ninguna ley conocida que determine cundo un tomo determinado se desintegrar.La perspectiva de la realidad que nos ha legado la mecnica cuntica es muy diferente de la gran mquina newtoniana. La historia no es la ejecutoria mecnica de un movimiento de relojera, dice Hans Riechenbach en Atom and Cosmos; es mucho ms parecida a una partida continuada de dados, de modo que cada paso separado se corresponde con una nueva tirada. El mundo no es causal, sino estadstico; en nuestro conocimiento no tenemos certidumbres, sino slo probabilidades.CAMBIO MICROSCPICO -LEY MACROSCPICAQu significa la anarqua de las partculas al nivel microscpico para los objetos que encontramos normalmente al nivel macroscpico? En la prctica, nada.La mecnica cuntica no afecta a nuestra observacin de los acontecimientos en el mundo de los asuntos cotidianos. Como observa Barnes, la tecnologa se sigue basando en la fsica newtoniana. La ley causal queda suspendida slo dentro del mbito desde luego circunscrito de las partculas atmicas.Pero la teora cuntica desde luego suscita cuestiones. Puede mantenerse el determinismo para grandes cuerpos cuando las partculas de las que estn constituidos estn indeterminadas? Estas partculas pueden jugar papeles decisivos. Son precisamente la clase de acontecimientos que tienen lugar en los nervios y en el cerebro, observa Bronowski, y en macromolculas que determinan los rasgos que heredamos (por ejemplo, las mutaciones).Adems, aunque la fsica clsica sigue siendo pragmticamente vlida, los principios que antiguamente la apoyaban se han desmoronado. Las leyes estadsticas, es cierto, siempre han jugado un papel en la fsica, como en la descripcin del comportamiento de los gases. Pero la presuposicin era que las leyes estadsticas que describan la conducta de las grandes agregaciones de molculas se derivaban de leyes que regan la conducta de las molculas individuales. Lo novedoso en la mecnica cuntica es la sugerencia de que las leyes estadsticas son finales, que los acontecimientos individuales no estn regidos por ley, sino por el azar.Si en el pasado la presunta legitimidad de los comportamientos individuales era el apoyo de la ley estadstica, qu es lo que la sustenta ahora? El problema lo suscita el matemtico y filsofo Bertrand Russell:Pero si el tomo individual es anrquico, por qu habra de darse esta regularidad en los grandes nmeros?.... La teora de la probabilidad est en un estado muy insatisfactorio, tanto con respecto a la lgica como con respecto a las matemticas; y yo no creo que haya alquimia mediante la que se pueda producir una regularidad en grandes nmeros en base de un puro capricho en cada caso individual.Russell concluye diciendo que podra ser que la regularidad de los cuerpos en gran escala slo puede explicarse si suponemos que a fin de cuentas s hay leyes de comportamiento individual que todava no hemos descubierto.Es el azar la realidad ltima?Russell nos ha conducido a un debate que sigue vigorosamente vigente entre los fsicos y los filsofos: Es el azar la realidad ltima, o se trata simplemente de que hay leyes que todava no hemos detectado?Hasta el fin de su vida Einstein mantuvo la postura de que la mecnica cuntica es una disciplina para representar nuestra ignorancia, no una presentacin de la situacin en su verdadera realidad. Las partculas atmicas no son ellas mismas indeterminadas; slo parecen ser as debido a que nuestro conocimiento de las mismas es limitado. Einstein expres su objecin, as: Dios no juega a los dados.Los filsofos cristianos Sproul, Gerstner y Lindsley estn de acuerdo con l. En su libro Classical Apologetics argumentan que no hay justificacin para el salto de decir que no conocemos la causa del comportamiento de las partculas atmicas a decir que no hay causa. Peor que carente de justificacin: es una arrogancia. Supone omnisciencia: deberamos conocer todas las posibles causas para saber que en este caso no hay ninguna causa que est operando.Werner Heisenberg, principal postulante de la Indeterminacin, mantiene que hay una contingencia ltima que subyace ineludible en el centro de la cuestin. La determinacin exacta del movimiento y posicin de los electrones no slo es prcticamente imposible, tambin es tericamente impensable. Bien, si la ciencia an no puede determinar con exactitud la posicin y movimiento de los electrones, estn los cientficos autorizados para decir que no hay causa ltima? Ni primera causa ni postrimera! Esa postura supondra omnisciencia, y eso delatara que hay una arrogancia de altura inalcanzable. Las partculas atmicas ocupan un lugar y horita mismo estn movindose. Dejemos que los cientficos continen en su labor abnegada: averiguar todas las posibles causas que estn operando. Sus teoras son una parte esencial de su trabajo. Del conjunto, algn da no muy lejano, frutecer la verdad. La crisis de la causalidadArthur Koestler escribe acerca del trastorno filosfico que acompa a la revolucin en la fsica al surgir la relatividad y la mecnica cuntica. Lleg a designarse como la crisis de la causalidad.Percy Bridgman enuncia la cuestin, con gran energa: Siempre que el fsico penetra en su anlisis, a nivel atmico o electrnico, encuentra accin para lo cual no puede asignar causa alguna, nunca puede asignar una causa; si el principio de Heisenberg es correcto, el concepto de causa carece de significado. Esto significa nada ms y nada menos que se ha de abandonar la ley de causa y efecto.Desde una perspectiva de pensamiento analtico, la esencia de una cosa ha de encontrarse en los componentes ms pequeos de los que est constituida. De este modo, en la historia intelectual de Occidente, cuando los pensadores se alejaron de Dios como explicacin final del universo, se volvieron a la diseccin de la materia para descubrir la clave de la estructura y del origen del universo. Desde el Renacimiento -escribe Koestler- La Causa ltima haba ido desplazndose gradualmente de los cielos al ncleo del tomo, del nivel de lo sobrehumano al nivel subhumano.Con el surgimiento de la mecnica cuntica, esta Causa ltima se disolvi en el azar pursimo.La revista Science Digest lo expresa de manera grfica: El universo de sentido comn de causa y efecto est edificado sobre las arenas del reino de lo subatmico en el que cada partcula individual, como los electrones y los protones, actan de una manera totalmente caprichosa.Fsica y FeQu efecto tiene este trastorno filosfico sobre nuestro pensamiento? Cmo afecta a nuestro concepto de ley natural? De libertad humana? De Dios y de los milagros?Las respuestas que se dan a estas preguntas varan mucho tanto entre cristianos como entre no cristianos. Exploraremos algunas de ellas con brevedad para dar materia de reflexin al lector.Orden en el UniversoLa nueva fsica ha tendido a conducir a una filosofa de la ciencia conocida como operacionalismo. Sus seguidores dicen que no podemos describir la naturaleza tal como realmente es. La ciencia pura es meramente un mtodo para dominar y emplear la naturaleza. Segn el Operacionalismo, la verdad objetiva no es conseguible mediante la ciencia (pura o mesclada). Tal como escribe Heisenberg:... cada proceso de observacin produce una gran perturbacin. Ya no podemos referirnos al comportamiento de la partcula con independencia del proceso de observacin. Como consecuencia final, las leyes naturales formuladas matemticamente en la teora cuntica ya no tratan de las partculas elementales mismas, sino de nuestro conocimiento de las mismas.Heisenberg concluye que no podemos hablar de la realidad objetiva de las partculas atmicas, sino slo acerca de cmo interactan con nuestros instrumentos de medicin. Esa es la verdad cientfica!Cul es la respuesta cristiana a esta nueva perspectiva de la ciencia? El filsofo Gordon Clark, autor de The Philosophy of Science and Belief in God, cree que este desarrollo es beneficioso para el cristianismo. Los cientficos estn ms dispuestos en la actualidad a admitir que la ciencia no descubre verdades finales y absolutas. Jordan escribe, en Science and the Course of History, acerca de un cambio de actitud entre los cientficos, de la arrogancia a la humildad. Koestler escribe acerca del derrumbamiento de la arrogante confianza en s mismo que tena el cientfico del siglo XIX. Eso tambin es la verdad!Otros cristianos son menos optimistas. El Operacionalismo, lo mismo que el Indeterminismo, contempla el mundo como bsicamente desordenado. No hay ningn orden universalmente vlido de la existencia, ni hay ningn orden de ley estructurando nuestra experiencia. Somos nosotros los que hemos de imponer el orden sobre el mundo. La ciencia no refleja la estructura del universo. Se trata meramente de normas de factura humana para manipular el mundo con xito.36Esta perspectiva respecto al orden y la ley es contraria al concepto cristiano de la naturaleza. Histricamente, los cristianos han mantenido que existe un orden, una legitimidad, erigida en la creacin. Es un orden objetivo, esto es, no creado por la mente humana e impuesto sobre la creacin, sino intrnseco en la creacin. La firme conviccin de que un Dios racional producira un mundo ordenado e inteligible fue lo que inspir a los primeros cientficos y dio origen a la ciencia moderna.Si abandonamos esto, dnde quedar la ciencia? Sobrevivir aparte de la conviccin de que hay una legitimidad que se puede descubrir en la naturaleza? Barnes teme que el abandono de la ley de causa y efecto, del orden y de la inteligibilidad, ser perjudicial para la ciencia.37Barnes est asimismo preocupado acerca de las consecuencias sociales de estas ideas. Como lo explica el filsofo Henk Hart en The Challenge of our Age, estn teniendo lugar trastornos paralelos en todas las reas de la vida y de la cultura. Se niega toda base de una ley-orden universal. En consecuencia, se desafan todas las tradiciones, se ponen a prueba todos los principios, no hay verdad permanente.En esta clase de situacin, advierte Hart, quedarn en la estacada las bases de la sociedad.38Una morada para los hombres libresLos que trabajan en las ciencias de la vida y en las sociales han modelado sus campos de estudio desde hace mucho tiempo en base de las ciencias exactas, preeminentemente la fsica. Qu sucede cuando aplican analogas de la nueva fsica a la vida y a la naturaleza humana.La mayora de ellos han dado buena acogida al impacto de la mecnica cuntica. Se sintieron alentados, como escribe el terico poltico Matson, por el fin del modelo mecnico que pareca convertir toda la existencia en automatismos.39 La fsica newtoniana condujo a lo que el filsofo de la ciencia Karl Popper llama la pesadilla del determinista fsico. Si los tomos de nuestros cuerpos siguen leyes tan inmutables como los movimientos de los planetas, entonces nuestra sensacin interna de capacidad de eleccin es una ilusin.40Despus de la mecnica cuntica ya no se puede justificar el empleo de la ley fsica como evidencia en contra de la libertad humana.41 Los tomos individuales de los que estn constituidos los cuerpos mayores actan libres de la ley natural. Jordan aplica esto a las ciencias biolgicas:La vida orgnica participa de la misma libertad y espontaneidad que los fsicos han descubierto en la raz del ser material.... Podemos decir que el intento de demostrar que el hombre es una mquina, con el fin de negar su libre albedro, ha quedado refutado por los innegables hechos de la ciencia.42Con el abandono del modelo determinista por parte de los fsicos, ya no tenemos que mantener una teora determinista de la actividad mental con la idea de hacerla ms conforme a nuestro conocimiento de la materia inorgnica. As argumenta Eddington. Con el surgimiento de la Indeterminacin, la ciencia, con ello, retira su oposicin moral al libre albedro.43Quien lo expresa de la manera ms lrica es Sir James Jeans:Los antiguos fsicos nos mostraban un universo que pareca ms una crcel que una morada. La nueva fsica nos muestra un universo que parece como si pudiese ser una morada apropiada para hombres libres, y no un mero refugio para brutos.44El azar no es libertadOtros pensadores no estn de acuerdo. Russell argumenta que los seres humanos siguen cayendo bajo la aplicacin de la fsica newtoniana, como todos los cuerpos grandes.45Otro argumento comn es que la mecnica cuntica habla de acaecimientos sin causas. Un acto incausado no est ms cerca de una conducta libre y responsable que un acto determinado.46 La mecnica cuntica admite una gama de variacin aleatoria que es estrictamente inexplicable, escribe Michael Polanyi, qumico y filsofo. Sin embargo, el juicio humano es cualquier cosa menos una eleccin al azar estrictamente inexplicable.47 Cuando se introduce un elemento de azar en la accin humana, como cuando tomamos decisiones precipitadas o cuando nuestra capacidad de razonar est daada, esto tiende a excusarnos de la responsabilidad, en lugar de hacernos ms responsables.48El azar no puede explicar ms la originalidad y creatividad humana que la necesidad. Decir que este ensayo que tiene el lector ante s es resultado de azar es difcilmente ms creble que decir que fui fsicamente predeterminado a escribirlo.49El verdadero punto del debate no est entre determinismo e indeterminismo, sino en el reduccionismo. Reducimos las cosas a las caractersticas de sus tomos? Vemos, tal como lo expresa Koestler, la Causa ltima en el tomo? Ambos lados del argumento acerca del libre albedro son reduccionistas. Suponen que la conducta se puede explicar en trminos fsicoqumicos. Si los tomos estn determinados, igual sucede con las personas. Si los tomos son indeterminados, igual sucede con las personas.50 Como cristianos, parece que necesitamos una manera de pensar acerca de la naturaleza humana que tenga en cuenta lo fsico pero que no reduzca a los seres humanos a los tomos que los constituyen.51Dios contra la mquinaAlgunos cristianos han aceptado bien dispuestos la mecnica cuntica como medio de ajustar a Dios en nuestra imagen del mundo. En los das del determinismo clsico, escribe Richard Bube, el concepto cristiano de la providencia se torn insostenible. Y explica:Un mundo que responde a lo largo del tiempo a las leyes inexorables de la naturaleza tom el puesto del concepto de un mundo sostenido por el poder soberano de Dios. Como mucho, Dios qued reducido a una causa inicial... que haba iniciado la inmensa maquinaria del universo, y que luego se haba echado atrs y la haba dejado a s misma para que siguiese su curso.52Los cristianos y los no cristianos por un igual han pensado que la indeterminacin, en palabras de Heisenberg, crea una apertura hacia conceptos como la mente o el alma humana o la vida o Dios.53 Uno de los esfuerzos ms ambiciosos por apropiar la mecnica cuntica para la visin cristiana del mundo es W. G. Pollard, Chance and Providence.54 Pollard es un fsico que contempla la indeterminacin del mundo atmico como el lugar donde se puede ejercer el control providencial de Dios.Sir James Jeans es de nuevo el ms lrico. Escribiendo acerca de la nueva visin no mecanicista de la realidad, concluye:El universo comienza a parecerse ms a un gran pensamiento que a una gran mquina. La mente ya no aparece como un intruso accidental en el reino de la materia; comenzamos a sospechar que deberamos aclamarla como creadora y gobernante del reino de la materia....Prosegua argumentando que por cuanto el universo tiene la apariencia de un gran pensamiento, ha de ser un pensamiento en la mente de un Gran Matemtico.55Aunque el entusiasmo de Jeans es digno de encomio, se deben suscitar objeciones teolgicas. La Biblia no presenta la creacin como mental, como un pensamiento en la mente de Dios. La doctrina de la creacin implica que el mundo fsico es real, que forma parte del orden creado.56Los lmites de la cienciaSi nos hemos de guardar de conclusiones metafsicas exorbitadas, la mecnica cuntica desde luego parece mostrarnos los lmites de la ciencia. Ya no podemos emplear la ciencia para argumentar en contra de los milagros, del libre albedro o de la existencia de Dios.En la poca newtoniana, escribe James Moore, los cientficos pensaban que la ley natural les permita prescribir lo que poda y lo que no poda suceder.... En la actualidad, los cientficos admitirn que nadie conoce lo suficiente acerca de la ley natural para poder decir que cualquier acontecimiento sea necesariamente una violacin de la misma. Las leyes son meramente nuestra descripcin estadstica de los acontecimientos naturales, no prescripciones inmutables acerca de lo que es posible.57Bultmann haba argumentado que las personas modernas, que emplean la electricidad y los otros productos de la ciencia moderna, no pueden aceptar los milagros. John Warwick Montgomery responde que precisamente porque somos personas modernas s podemos aceptar los milagros:Para nosotros, en contraste a las personas de la era newtoniana, el universo ya no es un campo de juego cerrado, seguro, predecible en el que conocemos todas las reglas. Desde Einstein, ningn hombre moderno ha tenido derecho a excluir la posibilidad de acontecimientos debido a su previo conocimiento de la ley natural.58Ya no podemos excluir los milagros sobre una base puramente filosfica, con meramente decir que son contrarios a la ciencia y a la ley.CONCLUSINEvidentemente, siguen quedando muchas cuestiones en pie acerca de la nueva fsica y de su significado para nosotros. No debera sorprendernos que siga habiendo tanta agitacin y desacuerdo cuando recordamos que estas ideas han estado ah slo desde comienzos de nuestro siglo. La gente sigue an tratando de decidir cmo reaccionar ante la sorprendente originalidad de una teora cientfica que en realidad hace patentes los lmites y la insuficiencia de la ciencia.59No est claro an si la indeterminacin es una caracterstica perteneciente al orden natural o slo una expresin de nuestra actual ignorancia. Varios fsicos creen que es slo cuestin de tiempo antes que lleguemos ms all del Principio de Incertidumbre. Esto significa que sera un error edificar en base de este principio una apologtica cristiana tocante a la libertad humana o a los milagros divinos.60 Posiblemente, el mejor consejo para los cristianos sea que se contine trabajando sobre las cuestiones suscitadas por la nueva fsica, mientras nos mantenemos abiertos a nuevos desarrollos.REFERENCIAS13 Arthur Smethurst, Modern Science and Christian Belief (Nashville: Abingdon Press, 1955) va demasiado lejos al identificar a Dios con la energa de los fsicos. Escribe l:Si la perspectiva cristiana es verdadera, ciertamente deberamos esperar encontrar la evidencia del Espritu Santo en la esfera fsica precisamente en seales como la energa y actividad dinmica que se indican en la moderna fsica. Si la energa es la base esencial de todo el mundo material, esto es para el cristiano una clara manifestacin del activo y creador Espritu de Dios en el mbito de lo fsico.Para el extremo opuesto, vase Barnes (nota N(o) 20), que ni siquiera acepta el principio de Einstein de la equivalencia de la masa y de la energa. 14 Para un relato desde una perspectiva no cristiana de cmo la ciencia ha llegado a un paralelismo con las enseanzas de la religin acerca del principio del universo, vase Robert Jastrow, God and the Astronomers [Dios y los astrnomos] (NY: Warner Books, 1978). 23 J. Bronowski, The Common Sense of Science (Cambridge: Harvard University Press, 1955), pg. 68. El argumento ms poderoso para la influencia directa de las leyes cunticas a todos los niveles de complejidad es el de Pascual Jordan, Physics of the Twentieth Century (New York: Philosophical Library, 1944), pgs. 150 ss. 37 Entrevista personal. En Physics of the Future, Barnes escribe:En tanto que los avances en tecnologa han ido constantemente adelante, es cosa de opinin respecto a la direccin de la curva de los verdaderos avances en los fundamentos de la fsica moderna desde alrededor de 1940. l conclua que [la mayor parte de los Premios Nbel dados en las ltimas dcadas] se haban dado a fsicos viejos, cuyo trabajo merecedor del premio haba sido hecho con mucha anterioridad al momento en que les fue otorgado. La conclusin era que el progreso en los descubrimientos fundamentales reales en fsica est de capa cada. (pg. 1)La conducta del electrn muestra azar, no libertad. Desde luego, tanto la libertad como el azar resultan en impredecibilidad, pero tienen poca cosa ms en comn. Difcilmente atribuiramos libertad a una ruleta simplemente porque no podemos predecir dnde se detendr. Un quebramiento de la causalidad no da por s mismo un concepto significativo de libertad; la accin incausada sera catica y aleatoria, y no en absoluto aquello que nosotros significamos por eleccin responsable.Cita, D. MacKay: Si se introdujere un elemento de azar en la cadena de control de mis acciones, esto tendera a excusarme de responsabilidad acerca de ello en lugar de acreditarme con responsabilidad por ello. (nfasis en el original).51 Herman Dooyeweerd, un filsofo holands de este siglo, expres una filosofa cristiana de niveles o etapas modales que hace un buen trabajo para representar cmo las etapas superiores (mente, voluntad, espritu) reposan sobre las etapas inferiores (fsica, qumica, vida bitica), y que sin embargo no son reducibles a las mismas. Barbour (nota n(o) 50) desarrolla una teora similar de niveles. Este texto se puede reproducir libremente para fines no comerciales y citando la procedencia y direccin de SEDIN, as como esta nota en su integridad.SEDINLo que dicen del libro de Pearcey, Verdad Total:Hace casi cinco siglos, Martn Lutero se sublev contra aquellos que insistan en que haba que dejar la Buena msica en manos del Diablo. Nancy Pearcey demuestra en este libro que la Buena cultura no solo no est reida con el cristianismo sino que adems ha sido esencial en su creacin, preservacin y difusin. Se trata de un mensaje relevante en una poca en que, lamentablemente, muchos desean dejar la cultura en manos del Diablo. Dr. Csar Vidal, Historiador, Escritor, ColumnistaVerdad Total, de Nancy Pearcey, es el mejor libro que he lido en muchos aos sobre la importancia de la cosmovisin. Se funda en una investigacin meticulosa; est excelentemente escrito y documentado. Es lectura obligatoria para los cristianos que se toman en serio su fe y desean entender los tiempos y sazones en que vivimos. La cultura secular ha tomado cautiva la iglesia. En vez de ensear la iglesia a las naciones, la cultura secular ha discipulado a la iglesia. Si deseamos que nuestro pas experimente una transformacin positiva, es necesario entender qu hace falta para librar a la iglesia de sus trabas a fin de llegar a ser lo que Dios desea de ella para edificar a las naciones. Darrow L. Miller, Autor y cofundador de Alianza para el discipulado de las naciones (ADN)ASOMBROSA profundidad de anlisis de cosmovisin MAGNFICAMENTE ELABORADO MEJOR TRABAJO hoy disponible de anlisis cultural desde un puento de vista cristiano. James Sire, Autor, El Universo de al ladoCONVINCENTE Y EXCEPCIONAL. Libro raro y extenso que deja a uno con ganas de seguir leyendo. Publishers WeeklyUn libro de IMPORTANCIA INUSITADA escrito por una autora de CAPACIDAD POCO comn. Phillip Johnson, UC Berkeley, del PrlogoESPLNDIDO, COMPRENSIVO, MAGNUM OPUS Cada pgina rebosa de incisivos puntos de vista. Ralph Winter, U.S. Center for World Mission"MARAVILLOSA LUCIDEZ... Pearcey explica de qu modo la ciencia moderna reafirma el cristianismo y por qu ms cristianos deberan ser conscientes de ello" Michael Behe, autor de la Caja negra de Darwin"ABRE NUEVOS HORIZONTES en anlisis de cosmovisin. Las aplicaciones ms perspicaces desde Francis Schaeffer" Gene Edward Veith, Editor Cultural World Magazine."TODOS SE BENEFICIARN ENORMEMENTE de las ideas contenidas en este libro...Pearcey nos conduce a un testimonio ms verdadero y ms digno en un mundo cada vez ms securalizado" J.I. Packer, profesor de Teologa, Regent College. ACERCA DE LA AUTORANancy Randolph Pearcey es profesora de la Houston Baptist Universuty, donde dirige el Francis Schaeffer Center for Worldview and Culture. Es miembro del Centro para la Ciencia y la Cultura del Discovery Institute y editora general del Informe Pearcey. Ha sido profesora de la Universidad de Biola, en el Francis A. Schaeffer Word Journalism Institute y en la Universidad Bblica de Filadelfia. Varias de sus obras han sido galardonadas. Es autora de varios trabajos, como The Soul of Science (el alma de la ciencia) y el galardonado con la medalla de oro de ECPA y ahora... Cmo viviremos entonces?Cientficos hallan prueba de la existencia de Dios."En el principio cre Dios los cielos y la tierra" (Gnesis 1:1).La hegemona darwinista en las ciencias naturales podra verse amenazada por un revolucionario movimiento de vanguardia que ve en la naturaleza una concepcin o diseo inteligente, y adems, un Artfice. Hace 15 aos, el qumico Charles Thaxton qued atnito ante la gran acogida que tuvo en mbitos cientficos un libro que escribi junto con otros dos cientficos sobre la evolucin qumica. Thaxton --profesor adjunto de la universidad Charles, de Praga-- esperaba que a lo menos la obra provocara una reaccin negativa, si es que no pasaba inadvertida. (Desde entonces se ha convertido en uno de los pedernales de lo que se ha dado en llamar el movimiento de Diseo Inteligente). El libro, Cientficos hallan prueba de la existencia de Dios, est en ingls. Los autores: Charles B. Thaxton, recibi su doctorado en qumica por la Universidad Estatal de Iowa. Becario postdoctoral de la Universidad de Harvard durante dos aos, donde estudi la historia de la ciencia. Tuvo una cita postdoctoral en los laboratorios biolgicos en la Universidad de Brandeis durante tres aos. Fue coautor con Nancy Randolph Pearcey, Luz a travs de un prisma: un nuevo enfoque de la historia de la ciencia (1993). Editor acadmico para un suplemento de biologa de secundaria, de Panda y el pueblo (Haughton, 1989). Es Presidente de conexin de , una corporacin sin fines de lucro en Julian, California. Ha dictado conferencias dentro de los Estados Unidos y Europa. En enero de 1992, se traslad con su familia a Praga, Checoslovaquia. Durante 1992 acudi a citas con la Universidad Tcnica Eslovaca, en Bratislava, Checoslovaquia, y con el Instituto de Biomathematical de Craiova, Rumania. Posee membresas en la American Chemical Society, la American Association for the Advancement of Science y es miembro de la American Institute de qumicos y la afiliacin de Scientific American. Walter L. Bradley, recibi su doctorado en ciencia de los materiales de la Universidad de Texas. Particip como investigador principal (contrato, ms de tres millones de dlares) y ha sido consultado por muchas grandes empresas. Ha publicado ms de 90 artculos destacados en revistas tcnicas. Ha colaborado con la Estacin Experimental Research Fellow, de Texas, desde 1982. Ahora es profesor y director del departamento de ingeniera mecnica en la Universidad de Texas A & M. Roger L. Olsen recibi su licenciatura en Ciencias de grado en qumica en 1972 y su doctorado en geoqumica en 1979. Ambos ttulos otorgados por Colorado School of Mines. El Dr. Olsen ha trabajado para Colorado School of Mines como un instructor en qumica/geoqumica. En el Rockwell International como qumico. En D'Appolonia Consulting Engineers International Technology Corporation como Geochemist de proyecto. A dictado conferencias y seminarios y ha publicado ms de 30 artculos. Miembro de la American Chemical Society, Sigma Xi y del Instituto de investigacin de materiales peligrosos. Experto reconocido en los campos de la geoqumica y qumica ambiental. Vicepresidente actual de la Oficina de Denver, Colorado de Camp Dresser McKee, Inc., Consulting Engineers, y ms The Mystery of Life's Origin (El misterio del origen de la vida), xito de ventas entre los textos universitarios. Introdujo la hiptesis de la concepcin inteligente en la naturaleza, y seala las graves incongruencias del darwinismo. En aquel momento, una amplia mayora de cientficos consideraba que dichos conceptos eran impensables y sin duda poco empricos, no solamente porque el diseo o concepcin inteligente sugera que la evolucin no constitua el proceso aleatorio y catico que le atribuan la mayora de los bilogos, sino que an ms difcil de aceptar-- indicaba la probable existencia de un diseador --tal vez, Dios-- autor de dicho diseo. La idea de que un diseador o artfice pudiera representar la mano que mueve la naturaleza, era un concepto que ningn especialista que se preciara de tal quera introducir en el esquema cientfico de las cosas. "Cre que nadie aceptara el libro. Cuando lo escribimos, nuestra postura era completamente marginal", cuenta Thaxton a Insight. "Los materialistas a ultranza no toleran la idea de que la naturaleza est dotada de inteligencia", dice. "Despus empec a recibir llamadas de cientficos y matemticos que s la aceptaban". Hombres y mujeres representantes de diversas ramas de la ciencia llegaban a las mismas conclusiones que Thaxton describe en The Mystery of Life's Origin. Al igual que Thaxton y sus coautores, estos cientficos obtenan a diario datos en sus laboratorios y trabajos cientficos que no hallaban explicacin dentro del modelo tradicional de evolucionismo darwiniano. Dichos datos eran susceptibles de una explicacin ms convincente --y cientfica-- mediante el argumento de que las entidades naturales de gran complejidad --por ejemplo, la molcula de ADN-- fueron concebidas para hacer lo que hacen en vez de evolucionar aleatoriamente, fruto de la casualidad, segn los postulados del evolucionismo de Darwin. El argumento de Thaxton en favor del Diseo Inteligente, reducido a su mnima expresin, puede formularse de la siguiente manera: La molcula de ADN, origen de la vida, constituye un mensaje. Se trata de informacin codificada en una hlice doble. No se asemeja a un mensaje; lo es en s mismo. La molcula misma es un diseo complejo e intrincado que lleva implcito un mensaje. Thaxton alega que los humanos sabemos por experiencia que donde hay un mensaje, ste tiene que haber sido emitido por una inteligencia. Ningn otro argumento basta para explicar la existencia del mismo. No recibimos cartas de un remitente aleatorio y errante. Ello, por tanto, implica que el ADN --un mensaje-- es fruto de una concepcin inteligente. "Sabemos por experiencia que cuando hay diseo, tiene que haber un diseador". De Stephen Goode, Separata de Insight, 4 de abril de 1999 Loius Pasteur(1822-1895), qumico francs que fund la micro biologa, dijo: "Cuanto ms estudio la naturaleza, ms fascinado me quedo con el Creador". El gran fsico, Sir Isaac Newton (1642-1727), escribi: "Este hermoso sistema compuesto por el sol, los planetas y los cometas, nicamente podra proceder del consejo y dominio de un ser sumamente poderoso e inteligente". El Dr. Arthur Compton (1892-1962) --premio Nobel de fsica--, dijo: "Para m, la fe tiene origen en la nocin de que un ente supremo cre el universo y al hombre. No me resulta difcil tener esa fe, pues resulta incontrovertible que donde hay un designio, hay inteligencia. Un universo que se desenvuelve ordenadamente atestigua de la veracidad de la afirmacin ms majestuosa que se haya pronunciado: "En el principio, Dios" La mente de DiosMariano ArtigasPublicado en Revista Nuestro Tiempo, n 467, mayo 1993, pp. 116-124.En 1988, Stephen Hawking public su libro Historia del tiempo, un best seller que combina la divulgacin cientfica con una filosofa no muy rigurosa. En la conclusin del libro, Hawking se pregunta si podremos encontrar una teora que explique completamente el universo, y concluye con estas palabras: si descubrimos una teora completa, con el tiempo habr de ser, en sus lneas maestras, comprensible para todos y no nicamente para unos pocos cientficos. Entonces todos, filsofos, cientficos y la gente corriente, seremos capaces de tomar parte en la discusin de por qu existe el universo y por qu existimos nosotros. Si encontrsemos una respuesta a esto, sera el triunfo definitivo de la razn humana, porque entonces conoceramos el pensamiento de Dios (en ingls, the Mind of God significa no slo el pensamiento, sino el plan de Dios).The Mind of God es, precisamente, el ttulo de un nuevo libro de Paul Davies, publicado en Londres en 1992. No se trata de una casualidad. El libro comienza recogiendo el prrafo de Hawking, e intenta responder a las preguntas que plantea: podemos comprender por qu existe el universo y por qu existimos nosotros?, proporciona la ciencia una respuesta a estas preguntas ltimas acerca de la existencia?Davies es profesor universitario de fsica. Recientemente se ha trasladado desde Gran Bretaa a Australia, y ensea ahora en la Universidad de Adelaida. Es un autor prolfico, ya que esta obra hace el nmero veinte entre sus libros publicados. Tiene oficio como divulgador. Su lenguaje es sencillo y directo, en la medida en que lo permiten los temas que trata. No esquiva los temas difciles; ms bien los busca y se recrea en ellos. Pasa revista a las cuestiones cientficas actuales, analizando sus connotaciones filosficas y sus relaciones con los problemas teolgicos.La pregunta central que Davies se hace es si nuestra existencia es un simple accidente, un resultado casual de los procesos csmicos, o si ms bien hemos de pensar que responde a algn propsito. Su respuesta es que la auto-conciencia no puede ser un detalle trivial, un subproducto menor de fuerzas carentes de propsito: nuestra existencia responde a algn tipo de plan.Los lmites de la cienciaPara valorar la respuesta de Davies conviene tener presente su trayectoria intelectual. En 1983 public un libro titulado Dios y la nueva fsica, donde sostena que la ciencia proporciona en la actualidad un camino ms seguro que las religiones tradicionales para llegar a Dios. Claro est que el dios al que llegaba poco tena en comn con el Dios personal creador del cristianismo; se trataba ms bien de una idea que presentaba coincidencias con el pantesmo. Davies aluda al pantesmo como si fuera una idea generalizada entre los cientficos; sera la creencia vaga de muchos cientficos de que Dios es la naturaleza o Dios es el universo. Y sugera que, si el universo fuese el resultado de unas leyes necesarias, podramos prescindir de la idea de un Dios creador, pero no de la idea de una mente universal que exista como parte de ese nico universo fsico: un Dios natural, en oposicin al sobrenatural.En aquel libro, Davies se mostraba dispuesto a responder, ciencia en mano, a los grandes interrogantes de la existencia humana. Algo parece haber cambiado en los diez aos que han transcurrido desde entonces. Ahora, aunque Davies afirma que no pertenece a ninguna religin institucional y que nunca ha tenido una experiencia mstica, tambin afirma que la ciencia no puede responder a los interrogantes ltimos; aade que ese tipo de respuestas slo pueden provenir de experiencias msticas que trascienden el mbito de la especulacin cientfica, y defiende la existencia de algn plan superior capaz de explicar la vida humana.Todo esto quiz pueda parecer trivial, sobre todo a un creyente, pero no lo es cuando se presenta como el resultado de un extenso anlisis llevado a cabo por una persona que, como Davies, no encuentra fcil afirmar la existencia de un Dios personal creador. Una cosa es afirmar en general que ciencia y religin constituyen dos mbitos diferentes, sea cual sea la posicin que se adopte ante la religin, y otra cosa muy diferente es encontrar un cientfico que intenta llevar la ciencia hasta sus lmites, analizando en concreto las variadsimas respuestas que se proponen en la actualidad acerca de las cuestiones ltimas, y tomando parte en un verdadero combate intelectual en el que se discuten detalladamente los argumentos en favor y en contra de las distintas soluciones.Al igual que en otros libros anteriores, los razonamientos de Davies pueden llevar al psiquiatra a quien no posea una estructura mental slida, ya que se extienden a las interpretaciones ms inslitas. Se trata de reflexiones en voz alta en las que Davies manifiesta sus perplejidades, que no son pocas ni pequeas. Su inters radica precisamente en que muestran que un cientfico como Davies, nada comprometido con posiciones religiosas convencionales y dispuesto a admitir la parte de verdad que se encuentra en cualquier propuesta por extraa que parezca, afirma ahora con pleno convencimiento que no resulta viable atribuir la existencia humana al simple juego accidental de fuerzas naturales.La racionalidad del mundoTodava se encuentra difundido el clich segn el cual la ciencia elimina todo misterio en la vida humana, proporcionando respuestas que haran intil cualquier pregunta que se site ms all de los confines cientficos. La realidad es otra. En efecto, el progreso cientfico abre panoramas cada vez ms asombrosos, comenzando por la existencia misma de la ciencia. Davies escribe: El xito del mtodo cientfico para desvelar los secretos de la naturaleza es tan deslumbrante que puede impedirnos ver el milagro cientfico mayor de todos: que la ciencia funciona . Es cierto. El progreso de la ciencia supone que la naturaleza posee una racionalidad inscrita en sus estructuras y procesos, y que somos capaces de conocerla, aunque sea de modo limitado. Y esto no es nada trivial, sobre todo si tenemos en cuenta que la organizacin del mundo en el que vivimos es enormemente sofisticada y singular.Los avances de la ciencia proporcionan una imagen del mundo que resulta casi fantstica, si no fuera real. Segn la antigua imagen mecanicista, que todava sigue gozando de cierta popularidad, la materia se compondra de partculas cuya nica propiedad sera el desplazamiento y el choque. La ciencia actual, por el contrario, descubre un mundo microfsico en el cual las partculas se agrupan espontneamente formando pautas organizadas que hacen posible, a su vez, la formacin de otras pautas de mayor complejidad, hasta llegar al alto nivel de organizacin propia de los vivientes. En 1989, Davies escribi: Es uno de los milagros universales de la naturaleza que enormes reuniones de partculas, que slo estn sometidas a las fuerzas ciegas de la naturaleza, sin embargo son capaces de organizarse a s mismas en pautas de actividad cooperativa. Efectivamente, es tan asombroso que resulta lgico preguntarse si, en realidad, ese comportamiento responde solamente a fuerzas ciegas.Esta es la pregunta que una vez y otra aparece a lo largo de los anlisis de Davies. En efecto, la asombrosa racionalidad de la naturaleza exige una explicacin nada trivial, sobre todo si se tiene en cuenta nuestra capacidad de conocerla, o sea, la existencia de mentes auto-conscientes como las nuestras que son capaces de plantear, con xito rotundo, un dilogo con la naturaleza que conduce a conocimientos cada vez ms profundos y coherentes. Afirmar que todo ello es un puro hecho accidental, fruto de simples casualidades y de leyes ciegas, no resulta nada satisfactorio.La explicacin del ordenQuienes reducen nuestra comprensin de la realidad a las explicaciones que proporcionan las ciencias, se ven obligados a explicar cmo surge la prodigiosa organizacin de la naturaleza, de acuerdo con las leyes cientficas, a partir de estados ms primitivos. En definitiva, deben explicar el todo mediante la suma de las partes.Sin duda, pueden encontrarse muchas explicaciones de ese tipo, sobre todo si las partes no son elementos meramente pasivos. Cuando se combinan, en las condiciones adecuadas, tomos de hidrgeno y oxgeno, lo que resulta no es una simple yuxtaposicin de tomos: los tomos interactan y producen un compuesto que posee propiedades verdaderamente nuevas o emergentes. Si tenemos en cuenta que, en contra de lo que afirmaba el mecanicismo, no existen elementos puramente pasivos, parecera posible explicar la organizacin de la naturaleza mediante sucesivas combinaciones, en niveles de creciente complejidad, de componentes y procesos.De hecho, esta idea se encuentra ampliamente difundida en la actualidad: la naturaleza sera el simple resultado de combinaciones que produciran resultados de todo tipo, entre los cuales slo sobreviviran aqullos que fuesen capaces de adaptarse funcionalmente a las circunstancias. Se trata del esquema bsico propuesto por Darwin para explicar la evolucin biolgica, que sera capaz de explicar asimismo la evolucin csmica y, en general, todos los procesos naturales. Qu lugar queda aqu para ulteriores preguntas de tipo metafsico?Davies afirma repetidamente que, al menos, existe un tipo de preguntas que no encuentran respuesta adecuada en ese esquema. Se trata de las preguntas acerca de las leyes que se encuentran en la base de todos esos procesos y los hacen posibles. Por qu existen precisamente esas leyes y no otras? De hecho, hoy da sabemos que nuestra existencia es posible porque las leyes y las magnitudes bsicas de la fsica poseen unos valores extremadamente ajustados.Podra replicarse que, al fin y al cabo, esa situacin no tiene nada de particular porque, en otro caso, nosotros no existiramos; dicho de otro modo, resulta lgico que las leyes bsicas sean tales que permitan nuestra existencia, puesto que, en otro caso, no estaramos aqu. Sin embargo, esta respuesta no convence a Davies, y es lgico que as sea, porque no proporciona ninguna explicacin: simplemente acepta el mero hecho de nuestra existencia y de las condiciones que la hacen posible.Las ciencias explican, en cierta medida, como surge el orden de la naturaleza a partir de ciertas condiciones antecedentes. Pero siempre encontramos, en ltimo trmino, situaciones iniciales y leyes bsicas que exigen una explicacin, a menos que estemos dispuestos a afirmar un proceso infinito que no explica nada. Adems, lo que debemos explicar no es sin ms un cierto orden, sino un grado verdaderamente fabuloso de organizacin en diferentes niveles que se entrecruzan y se complementan.Una manera de evitar el misterio es afirmar que nuestro mundo es slo una parte de un universo mucho ms amplio en el que se producen todo tipo de situaciones posibles. Bajo esta perspectiva, nuestra situacin, por muy privilegiada y singular que nos parezca, sera slo una entre otras muchas que se dan o pueden darse en otras partes del universo o, como dicen otras teoras, en universos paralelos al nuestro. De hecho, algunos fsicos sostienen la teora de muchos mundos (many-worlds) segn la cual, en virtud de las peculiaridades de la fsica cuntica, existe toda una serie de universos paralelos al nuestro. Otros afirman que nuestro mundo podra ser el nico lgicamente posible y, por tanto, tampoco habra que admirarse de su singularidad.Davies no piensa que estas teoras resuelvan el problema. Por una parte, porque no son cientficamente contrastables: si se postula la existencia de otros universos inobservables, no se adelanta nada; ms bien sucede lo contrario, ya que se introducen complicaciones innecesarias que caen fuera de toda posible comprobacin. Tampoco parece posible demostrar que nuestro universo sea el nico lgicamente posible, y todos los indicios apuntan, por el contrario, hacia la existencia de un orden contingente.Esta nocin es crucial. Davies escribe: Parece, pues, que el universo fsico no tiene que ser como es: poda haber sido de otro modo. En ltimo trmino, el supuesto de que el universo es a la vez contingente e inteligible es lo que proporciona el motivo de la ciencia emprica. Ya que, sin la contingencia, seramos capaces, en principio, de explicar el universo usando solamente deducciones lgicas, sin recurrir a la observacin. Y sin la inteligibilidad, no podra existir la ciencia. Cierto. Entonces, deberemos preguntarnos por la explicacin ltima de ese orden contingente.Davies analiza las diferentes posibilidades. Podra suceder que no existiese una explicacin; pero esto significara el colapso de la racionalidad, que viene avalada, entre otros motivos, por la existencia y el progreso de la ciencia. Por otra parte, encontramos la explicacin clsica propuesta por el tesmo, segn la cual existe un Dios personal creador que proporciona el fundamento ltimo de la racionalidad.Existe un plan superior?Los razonamientos de Davies parecen acordes con la afirmacin caracterstica del tesmo. Sin embargo, opina que esta posicin se enfrenta a una objecin demasiado seria: si Dios existe, debe ser nico, infinito, perfecto, y necesario: poseyendo en s mismo su razn de ser, debe ser imposible su no-existencia; pero, en ese caso, cmo se compagina la necesidad divina con la contingencia del mundo?, no debera admitirse que, si Dios es necesario, tambin lo debera ser el universo, como resultado de la accin divina? Y en ese caso, cmo se compaginara la necesidad del mundo con la contingencia que observamos, y ante todo, con la creatividad de la naturaleza y con la libertad humana?Sin duda, el problema es serio y ha ocupado a mentes ilustres a lo largo de la historia. Davies no le ve solucin. Por ese motivo, piensa que la nica posicin testa que evitara las dificultades mencionadas sera lo que suele denominarse teologa del proceso. Se trata de una doctrina que remite a Alfred North Whitehead, cuyo impacto es especialmente notable en el mundo anglosajn. En pocas palabras, afirma una especie de dios dipolar que en parte es necesario e independiente del mundo, pero en parte se ve envuelto en las vicisitudes contingentes del mundo. Davies confiesa que la idea le resultaba difcil de asimilar, pero aade que le lleg a resultar aceptable cuando consider su paralelismo con algunas situaciones que estudia la fsica cuntica.La alusin a la fsica cuntica remite a discusiones nada fciles acerca de la interpretacin de esta teora; ni siquiera existe unanimidad al respecto entre los cientficos. Adems, no es difcil advertir que la idea de un dios dipolar resulta ms bien contradictoria.Las dificultades que Davies advierte en el tesmo pueden solucionarse por otro camino, utilizando una distincin que es empleada frecuentemente por los cientficos, por ejemplo, cuando discuten las teoras de la evolucin. Suelen decir que deben distinguirse el hecho y su explicacin: el proceso evolutivo sera un hecho bien establecido mediante pruebas paleontolgicas, de anatoma comparada, de gentica y de bioqumica, y la explicacin del proceso, sin embargo, incluira muchos problemas controvertidos. La distincin entre los dos aspectos permitira sostener que las incertidumbres acerca de la explicacin no afectan a la afirmacin del hecho central. En nuestro caso, la situacin sera anloga: existen suficientes argumentos para afirmar la existencia de un Dios personal creador, cuya naturaleza y relaciones con el mundo, sin embargo, resultan un tanto misteriosas para nosotros.En realidad, este modo de razonar no es novedoso. Durante siglos, los filsofos han distinguido dos tipos de preguntas: la que se refiere a la existencia de algo (la cuestin an sit, o sea, si algo existe), y la que se refiere a su naturaleza (la cuestin quid sit, o sea, qu es, cul es su modo de ser). Son dos preguntas que, si bien se encuentran relacionadas, pueden distinguirse. En las ciencias, esto ocurre continuamente. Nadie duda de la realidad de las partculas subatmicas, a pesar de que encontramos dificultades, que por el momento son insalvables, cuando intentamos determinar su naturaleza; esas dificultades no impiden que poseamos muchos conocimientos bien comprobados acerca de las partculas, y que podamos utilizarlos como base de una tecnologa muy sofisticada.Un punto crucial, en nuestro caso, consiste en saber si la existencia de un Dios necesario, que parece requerida para comprender cmo es posible el universo, es compatible con la contingencia de ese universo. Si no lo fuese, entonces la existencia de Dios conducira o bien a afirmar que el universo es tambin necesario, o bien a una contradiccin. Pero, por qu se debera afirmar que un Dios necesario tendra que producir un universo igualmente necesario, no contingente?En realidad, no existe motivo para afirmarlo, y ms bien existen motivos para sostener lo contrario. En efecto, no puede existir algo que sea absolutamente necesario y que no sea Dios mismo. Cualquier cosa que Dios produzca, contendr elementos contingentes porque, en caso contrario, se identificara con Dios.Es posible argumentar racionalmente que Dios existe; que no slo es libre, sino soberanamente libre, ya que no est determinado por nada fuera de s mismo; que no acta de modo arbitrario; que es infinitamente perfecto. Si intentamos comprender completamente el ser divino, encontramos lmites que resultan lgicos: un dios que cupiese perfectamente en nuestra mente no podra ser el Dios verdadero. Sin embargo, podemos comprender que la necesidad divina no implica que Dios cree necesariamente, ni que slo pueda crear un nico universo.El misterio y la msticaDavies tiene razn al afirmar que el Dios personal creador contiene aspectos misteriosos: no podra ser de otro modo. Sin embargo, no se trata de misterios arbitrarios, sino, si puede hablarse as, de misterios razonables.Por la va de la razn, podemos llegar hasta la afirmacin de Dios y de sus principales atributos. No es poco. Es suficiente para orientar la vida entera en sus aspectos bsicos. Pero no llegamos, y resulta lgico que as sea, a comprender perfectamente el ser divino, que nos aparece envuelto en el misterio.Para explicar esta situacin, Chesterton propuso una comparacin sugerente. El Sol es tan potente que no podemos mirarlo directamente; sin embargo, posee luz propia y la irradia, de modo que vemos todo lo dems gracias a esa luz. De modo semejante, Dios nos resulta misterioso, pero todo resulta inteligible a su luz.Davies es consciente de los problemas y tiene la valenta de afrontarlos. En su ltima obra, reconoce abiertamente los lmites de la ciencia para resolver las cuestiones ltimas acerca de la vida humana. Afirma, y tiene razn, que la ciencia emprica siempre trabaja sobre unos supuestos que ella misma no puede probar. Uno de esos supuestos es la racionalidad del mundo y del hombre. Davies advierte, con razn, que la fundamentacin de esa racionalidad nos lleva a un mbito que se encuentra ms all de las posibilidades de la ciencia. Ms an: el progreso cientfico muestra, con un detalle casi increble, que esa racionalidad es mucho mayor de lo que podra parecer a primera vista. Todo ello conduce a Davies al asombro, que siempre ha sido la puerta de la genuina filosofa.Pero Davies se queda, por el momento, en la puerta. Los caminos que se abren a partir de esa puerta le parecen metafsicos, y no ve cmo se podra proseguir la argumentacin racional cuando uno se instala en ellos. Slo ve una salida: lo que denomina la experiencia mstica, que se encontrara en las antpodas del pensamiento racional. Segn Davies, los caminos del misticismo no conducen a conclusiones inequvocas, sino que llevan a conclusiones diferentes, de acuerdo con la personalidad de cada uno: hay quien llega a afirmar un Dios personal, y hay quien no llega.Davies se sita en el segundo grupo, y explica por qu. Yo siempre he deseado creer que la ciencia puede explicar todo, al menos en principio, escribe. Y aade: Personalmente, preferira no creer en sucesos sobrenaturales. Aunque es obvio que no puedo probar que nunca sucedan, no encuentro una razn para suponer que suceden. Mi inclinacin es suponer que las leyes de la naturaleza son obedecidas siempre. Sin embargo, el atesmo pragmatista no le convence, ya que implica admitir que el universo es algo dado, un hecho que no admite explicacin ltima, y esto parece poco razonable, e incluso absurdo.Davies afirma que, cuando buscamos explicaciones ltimas, tropezamos con los lmites de la misma racionalidad que nos impulsa a buscarlas: una teora completamente racional es imposible, porque siempre habremos de admitir algunos supuestos. Si deseamos ir ms all -aade-, hemos de adoptar un tipo de explicacin diferente de la explicacin racional. Es posible que el camino mstico conduzca hacia ese tipo de comprensin. Personalmente, nunca he tenido una experiencia mstica, pero tengo la mente abierta acerca del valor de tales experiencias. Quiz ellas proporcionan la nica ruta que va ms all de los lmites de la ciencia y la filosofa, el nico camino posible hacia lo Ultimo.Con respecto a sus anteriores obras, Davies ha recorrido un largo camino, lleno de incertidumbres que subsisten hasta la actualidad. Es imposible prever cules sern sus pasos a partir de aqu. Entre otros motivos, porque somos libres. La accin de Dios, omnisciente y todopoderoso, no slo respeta la actividad libre de la persona humana, sino que la hace posible. Dios nos ha creado para que podamos participar de su perfeccin y bondad, pero slo podemos alcanzar la felicidad a travs de nuestra actividad libre. Por eso se ha dicho que Dios habla suficientemente bajo para que quien no quiera orle no le oiga, y suficientemente alto para que quien quiera orle pueda hacerlo. La racionalidad del mundo es uno de los caminos que Dios utiliza para manifestarse a nosotros; la ciencia no llega por s sola a la afirmacin de Dios, pero su progreso ampla considerablemente nuestro conocimiento de la racionalidad del mundo y, por este motivo, constituye una base idnea para llegar al conocimiento de su Creador.Dios y la nueva fsicaEste blog ha sido creado sin nimo de lucro, no est adscrito a AdSense y no me reporta ningn tipo de beneficio econmico o de cualquier otra ndole. El nico inters que me gua en este proyecto es la divulgacin, el intento de llevar al gran pblico un aspecto del debate ciencia-fe que, considero, no es suficientemente conocido, pero que, no por esto, debe ser obviado si pretendemos construirnos un criterio global y objetivo sobre un tema de candente actualidad.Todos los prrafos aqu reproducidos son propiedad intelectual nica y exclusivamente de sus autores. Siempre que sea posible se indicarn los ttulos de los libros o revistas de donde fueron extrados, as como el nombre y credenciales acadmicas de esos mismos autores. En algunos casos se proporciona al lector enlaces a libreras on line donde pueden adquirir sus obras. Al final del blog encontrarn una amplia bibliografa referente al debate ciencia-fe, donde se incluyen tambin todas las obras de divulgacin consultadas en la progresiva elaboracin del sitio.Slo los textos escritos en las entradas en caracteres grises son artculos de opinin de mi autora. Si desean reproducir stos en otros blogs o pginas web, indiquen, por favor, mi nombre o el lugar del que proceden. Gracias."La afirmacin de la concepcin determinista de que Dios se haba quedado sin trabajo en una naturaleza que segua su curso regularmente, ha perdido ahora su fundamento... No afirmamos que la accin de Dios en la naturaleza se haya hecho cientficamente visible o demostrable ... sino que, en lo que concierne a la fe religiosa, la nueva fsica ha negado aquella negacin: ha probado que son errneas aquellas concepciones de la vieja ciencia que haban sido aducidas antes como pruebas en contra de la existencia de Dios". Pascual JordanMatemtico y fsico terico alemnClebre por sus aportaciones a la Mecnica cuntica y a la Teora cuntica de campos.

Dios, Hawking, los fsicos y la metafsicaEn este antiguo post sobre la fsica de dimensiones superiores recordaba unas palabras de Michio Kaku despidiendo su famoso libro "Hiperespacio": "Algunas personas buscan un significado a la vida a travs del beneficio personal, a travs de las relaciones personales, o a travs de experiencias propias. Sin embargo, creo que el estar bendecido con el intelecto para adivinar los ltimos secretos de la naturaleza da significado suficiente a la vida".Desde entonces ha llovido mucho. Stephen Hawking hizo unas declaraciones sobre la ciencia y Dios, indicando que ya no es necesario para explicar el origen del Universo. Me han sorprendido mucho pues desde que el hombre descubri, ya en la antigua Mesopotamia, que la naturaleza se rige por una serie de leyes ms o menos complejas el papel de Dios ha dejado de ser crucial, en cierta forma. Digo en cierta forma porque cmo demostramos que no ha sido l el que ha creado esas leyes? Son leyes "per se"? El hecho de que lleguemos a conocerlas a la perfeccin hace que Dios no sea necesario para explicar el origen de Todo, ni siquiera el origen de esas leyes? La cuestin principal creo que sigue siendo la misma que para los mesopotmicos. Sobre los fsicos y la metafsica paso a reeditar un antiguo post . En el post el propio Hawking llega a identificar las leyes naturales con el "pensamiento de Dios". n saludo.El post anterior acababa con unas reflexiones filosficas del fsico Michio Kaku sobre el sentido de la vida. Aunque a algunos no les guste demasiado, los fsicos son tambin personas y suelen pensar, ms de lo que parece, en temas trascendentales. Esa aproximacin a la persona fue la que me decidi a acabarlo as.Por otra parte, en el libro de Michio Kaku, poco antes de esas reflexiones se citan unas palabras del propio Stephen Hawking ( cuando crea que la gran unificacin de las interacciones fundamentales estaba prxima a llegar, al final del siglo XX ): Si descubrimos una teora completa, con el tiempo debera ser comprensible en sus principios generales para todo el mundo, no slo para unos pocos cientficos. Entonces todos nosotros, filsofos, cientficos y simples personas normales, deberamos ser capaces de tomar parte en la discusin acerca de la cuestin de por qu nosotros y el universo existimos. Si encontrramos la respuesta a ello, sera el triunfo final de la razn humana- pues entonces conoceramos la mente de Dios.Bien conocida es, tambin, la famosa frase atribuda a Einstein, sobre la mecnica cuntica: Dios no juega a los dados. Otra frase suya relacionada con su apreciacin de las claves que llevan al entendimiento de las leyes fsicas deca: Dios es sutil, no malicioso ( es impresionante). Finalmente, en otra de sus reflexiones deca: Creo en el Dios de Spinoza que se manifiesta en la ordenada armona de lo que existe, no en un Dios que se preocupa del destino y de las acciones del ser humano.Roger Penrose, uno de los fsico-matemticos ms eruditos y creativos del mundo roza la metafsica al ocuparse exhaustivamente del problema filosfico de la conexin mente-cuerpo. En su famoso libro La nueva mente del emperador, recorre la teora de la relatividad, la mecnica cuntica y la cosmologa persiguiendo esta trascendente cuestin. Se revela como un filsofo de primera fila, que no teme abordar problemas que los filsofos contemporneos despachan calificndolos de sin sentido.El eminente fsico David Bohm, tuvo una estrecha relacin con el filsofo Krishnamurti que influy de una manera decisiva en la formulacin de su teora fsica sobre el orden plegado-desplegado y el paradigma hologrfico. Su interpretacin apstata de la mecnica cuntica.En uno de los ltimos post comentaba, tambin sobre este aspecto de Dirac: Para Dirac, Dos deba ser un gran matemtico y con las matemticas que conocemos nos acercamos a conocer un trocito de su creacin. Curiosamente, Dirac era un gran ateo. Al respecto, Pauli escribi bromeando en sus memorias: "Si entiendo correctamente a Dirac, l dice: no hay Dios, y Dirac es su profeta".Paul Davies, profesor de matemticas aplicadas en el King`s College de Londres y catedrtico de fsica terica en la Universidad de newcastle, tiene todo un libro dedicado a "Dios y la nueva fsica".Finalmente, creo que los fsicos que han llegado a entender en profundidad la armona y belleza que encierran las leyes naturales no pueden dejar de pensar en una cierta transcendencia, crean o no crean en Dios. Sienten que la grandeza de los misterios que tratan de sondear traspasan lo puramente fsico.Metafsica, ttulo dado por el filsofo peripattico Andrnico de Rodas al conjunto de 14 libros del filsofo griego Aristteles que, cuando fueron recopilados y editados por aqul (c. 70 a.C.), se encontraban despus de (la) fsica (en griego, meta (ta) physica). Su contenido versa sobre lo que el propio Aristteles defina como primera filosofa: el estudio del ser (aquello ms general y comn que comparten todas las entidades y cuyos rasgos son universales). Es una de las principales obras de la antigua filosofa griega y constituye una de las ms influyentes de toda la historia de la filosofa occidental. Su ttulo da nombre a una de las principales ramas filosficas, la metafsica.Sobre la polmica que ha desatado Hawking he ledo una frase interesante, precisamente, de un telogo:" La ciencia es atea y sera un milagro que pudiera probar la existencia o inexistencia de Dios".Publicado por Salvador Ruiz Fargueta a las 1:06 p. m.Desde un punto de vista estricto el problema reside, como siempre, en la definicin de los conceptos:qu se entiende por "Dios"?Coincido con annimo en la necesidad de afinar la definicin de "Dios"; creo que la afirmacin de Hawking queda mejor definida as: "ya no es necesario un Dios personal para explicar el Universo", o sea un "alguien" creador. Pero claro, si pensamos en un ente impersonal, algo as como una mente universal, entonces todo lo conocido y todo lo que an no conocemos quedara englobado en esa mente, Hawking incluido. Un hipottico creador debera ser enorme en todos los sentidos, dada la inmensidad del Universo, y supongo que tambin intemporal (de otro modo quedara limitado en el espacio), y con tales caractersticas difcilmente podra tener una "personalidad", estara ms all de cualquier concepto, pues un concepto es una idea limitada en el espacio y el tiempo. Con una definicin as seguramente que la ciencia poco tendr que decir, pues la trasciende (de paso contestando a la cuestin de JL Salgado sobre la trascendencia).Sobre lo que se entiende por Dios, creo que se podra escribir, y de hecho se ha escrito, durante cientos de aos. Sobre lo que comento de Hawking me remito a lo que comento en el segundo prrafo.Cuando observamos la belleza y simplicidad de las leyes naturales nos descubrimos hablando de Dios, de algn Dios en el que sin embargo decimos no creer.Sobre lo que se entiende por Dios, creo que se podra escribir, y de hecho se ha escrito, durante cientos de aos. Sobre lo que comento de Hawking me remito a lo que comento en el segundo prrafo.Cuando observamos la belleza y simplicidad de las leyes naturales nos descubrimos hablando de Dios, de algn Dios en el que sin embargo decimos no creer.Os dejo una reflexin del genial matemtico Paul Erds:"Pasarn millones de aos hasta que lleguemos a alguna comprensin, y an entonces no ser completo, porque nos enfrentamos al infinito."Los esfuerzos del ser humano, de la ciencia por alcanzar la ltima razn, el timo principio que explique nuestra existencia y la del resto del Universo, me recuerda a Aquiles inentando alcanzar a la tortuga: por mucho que se esfuerce, nunca la alcanzar. Tal vez debamos aceptar que hay preguntas que desbordan por completo la capacidad de respuesta de este conglomerado de neuronas, que es nuestro cerebro.Por qu aceptarlo a priori? En todo caso, tener la mente abierta a todas las posibilidades, y en particular tambin dudo de la existencia de una "ltima razn". Pero el afn de encontrarla, el camino que lleva hacia ella, es el que nos hace avanzar y nos hace humanos. Por cierto, excelente blog, lo leo desde hace un buen tiempo y lo admiro profundamente. Saludos!La bsqueda de conocimiento en muchos casos se reduce a una simple bsqueda de poder o control. El problema, como bien cuestiona la pelcula Matrix, es qu es el control?. Conocer cmo funciona el universo sin la necesidad de Dios es realmente la bsqueda de tener potestad sobre el flujo de la vida y la naturaleza, algo que escapa a nuestro entendimiento, puesto que ni siquiera entendemos qu es en verdad.Y para concluir, pienso que a Dios se le puede comprender tanto desde el punto de vista (flexible) de la fsica, o fsicas (tanto ms cuanto ms correlacionada est la teora sobre las cuatro fuerzas del Universo) como del punto de vista iluminativo de la meditacin, que en materia de misticismo y divinidad, le lleva miles de aos a la Fsica, y de la que siempre nos olvidamos nosotros, los tan fanticamente racionales, si me permiten la paradoja, de los occidentales. Los grandes cientficos y me refiero a los grandes tericos, sino especficamente a personas que han desarrollado su conocimiento y han hecho los experimentos mas trascendentales para la humanidad, como los que hicieron el trabajo sobre el genoma humano, ellos mismos a terminar el estudio concluyeron que Dios existe..Dios ha creado el universo.En este trabajo de Fsica , aparte de calcular la masa del bosn de Higgs ms ligero, la densidad de bariones del universo,la densidad de energa del universo, el ratio de bariones-antibariones/ fotones, la energa del vaco y con total exactitud la constante de Hubble dependiente de una inflaccin natural del espacio-tiempo por cambio de escala; se demuestra que debe de existir un Creador que de cuenta del origen de las leyes matemticas del universo, previas a la existencia del mismo.Soy un humilde lector de fsica y de metafsica, y a travez de muchos aos de lectura e informacin de ambos,y con algunas experiencias propias de la metafsica, tengo una teoria muy sencilla sobre el comienzo y la creacin del universo.En la religin catlica se dice que el hombre es el reflejo de dios, y si esto es as, somos el reflejo del UNIVERSO mismo, porque yo creo(y muchas otras personas)que el universo es VIDA, y que nosotros somos hijos de dios, o sea del universo.Si el universo es la base de la creacin de todo lo que existe, galaxias, estrellas, planetas, asteroides, cometas, etc. etc., hasta llegar a las partculas mas pequeas, y que la mayora de los estudiosos de la fsica creen que se inici con una gran explosin, el BIG BANG, es razonable pensar que la energa acumulada para que se produzca esa explosin, tiene que haber sido provista por otros universos, digamos ya adultos.Entonces veamos en que nos parecemos los humanos al universo, en que dos personas adultas, hombre y mujer,efectuan el coito, y en el lugar que la naturaleza eligi, se unen, produciendo la explosin, que da el inicio de una nueva vida.Y otro parecido puede ser que el universo (NUESTRO DIOS), tuviera conciencia que es la cabeza de un cuerpo, pero que no puede manejar a su antojo a ese cuerpo, ya que el mismo depende de la energa que el propio universo fu recibiendo de su entorno, y que este permiti su ingreso de acuerdo a sus necesidades y gustos.El ser humano es igual, porque reconoce que tiene un cuerpo, y lo alimenta con sus necesidades, y por otras que no lo son, y as tambin, si seguimos con el mismo pensamiento, es fcil creer que el universo no tiene control sobre todo lo que hay en su interior, como tampoco lo tenemos los humanos.Yo tengo la idea que cuando el universo era joven, se form el sistema solar y junto con el la tierra y todos los planetas, al principio, como se sabe, la tierra no tena seres vivos, como lo conocemos ahora, y cuando estos surgieron, el universo era joven, y por lo tanto lleno de energa para gastar, la tierra era igual, y ambos eran primitivos y no tenan la conciencia y el conocimiento que se tiene de adulto, me imagino al universo como cuando eramos nios, y lo nico que queriamos hacer era jugar, y rompiamos todos los juguetes, y aqu en la tierra estaban los primeros seres vivos, salvajes, compitiendo para sobrevivir.As, despus de muchos millones de aos, llegamos a lo que es hoy, con un universo adulto, no viejo, igualmente que la tierra, y todavia con mucho por delante, y verdaderamente, no creo que los humanos, que somos parte de este momento de la creacin, estemos en la tierra por siempre, ya que la evolucin de la misma, junto con la del universo, continuarn efectuando cambios en la energa de sus cuerpos, y a menos que nos adaptemos a la misma, no podriamos sobrevivir.Tal vez con la MEDITACIN, u otras prcticas de la metafsica, donde los hilos que nos conectan con el universo todo, puedan trasladar hacia nosotros la nueva energa, para que podamos adaptarnos a ella.-Hay un Dios?Existe Dios? Hay pruebas? El siguiente artculo ofrece razones honestas y directas para creer en la existencia de Dios...Por Marilyn AdamsonNo te gustara que alguien te mostrase -de una manera simple- la evidencia de la existencia de Dios? Sin forzar nada ni frases como "solo tienes que creer". Bien, aqu presentaremos algunas de las razones que sostienen que Dios existe.Pero, primero consideremos esto. Refirindose a la existencia de Dios, la Biblia dice que hay personas que han visto suficiente evidencia, pero que ellos han suprimido la verdad acerca de Dios. En cambio, para aquellos que quieren saber si Dios est all, dice, "Me buscarn y me encontrarn, cuando me busquen de todo corazn". Antes de ver los hechos que manifiestan la existencia de Dios, pregntate, "Si Dios existe, quisiera conocerlo?" Aqu entonces, estn algunas razones a considerar...Dios existe? La complejidad de nuestro planeta apunta a un Diseador quien deliberadamente no slo cre nuestro Universo sino que lo sustenta hoy en da.Muchsimos ejemplos de diseo de un Dios, un sin fin. Aqu, unos pocos:La Tierra... su tamao y gravedad, perfectos. Su envoltura de nitrgeno y oxgeno que se extiende a 80 kilmetros sobre la superficie de la Tierra, ideal. Si la Tierra fuese ms pequea, sera imposible que tuviese atmsfera, como es el caso del planeta Mercurio. Si fuera ms grande, su atmsfera contendra hidrgeno libre, como Jpiter. La Tierra es el nico planeta equipado con una atmsfera compuesta por una mezcla adecuada de gases que dan sustento a las plantas, animales y seres humanos... que se sepa.La Tierra est ubicada a la distancia adecuada del sol. Las temperaturas, aproximadamente varan desde -35 C a 50 C. Si estuviese un poco ms lejos del sol, nos congelaramos. Si estuviese ms cerca, nos quemaramos. Incluso una pequea variacin -una fraccin- en la posicin con respeto del sol hara imposible la vida sobre la Tierra. La Tierra permanece a una distancia perfecta del sol mientras rota alrededor de l a una velocidad cerca de 107.000 kilmetros por hora. Esta tambin rotando sobre su eje, permitiendo que la superficie entera sea calentada y enfriada cada da.Nuestra luna tiene el tamao y la distancia de la Tierra perfectos para su atraccin gravitacional. La Luna crea las mareas y los movimientos de los ocanos de tal manera que sus aguas no se estanquen, y al mismo tiempo evita que estas mismas inunden los continentes.El agua, incolora, inodora y sin sabor, aun as, ningn ser viviente puede sobrevivir sin ella. Las plantas, los animales y los seres humanos estn compuestos en su mayora por agua (dos tercios del cuerpo). Ahora veamos porque las caractersticas del agua son nicas y especiales para la vida:El agua tiene los puntos de ebullicin y de congelamiento inusualmente altos. Nos permite vivir en un ambiente de temperaturas cambiantes, mientras mantiene a nuestros cuerpos a una temperatura de 37 C. El agua es un disolvente universal. Esta propiedad del agua permite que los elementos qumicos, minerales y nutrientes sean transportados a travs de los conductos sanguneos a todo el cuerpo.El agua es tambin qumicamente neutra. Sin afectar la composicin de las substancias, el agua hace El agua tiene una nica tensin superficial que permite que en las plantas pueda fluir hacia arriba a pesar de la gravedad, lo que lleva agua y nutrientes vitales hasta la copa de los rboles ms altos.El agua se congela de arriba hacia abajo, y flota de tal manera que los peces pueden sobrevivir en el invierno.Noventa y siete por ciento del agua de la Tierra esta en los ocanos. Pero en nuestra Tierra, hay un sistema diseado que remueve la sal del agua y luego la distribuye por todo el globo. La evaporacin toma el agua de los ocanos, deja la sal, y forma nubes que son fcilmente movidas por el viento para que dispersen agua sobre la tierra, para la vegetacin, los animales y las personas. Es un sistema de purificacin y abastecimiento que sustenta la vida del planeta, es un sistema de reciclar y reusar agua.6El cerebro humano...