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Dioses y Héroes de Irlanda

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Dioses y Héroes de Irlanda

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  • Dioses y hroesde Irlanda

    Santiago Oviedo

  • Introduccin................................................................. 3La cultura cltica......................................................... 9

    Nuestra lectura de los celtas................................... 9Los celtas en la historia......................................... 13La cada de los celtas............................................ 16Los lenguajes clticos ........................................... 19La antigua sociedad cltica................................... 20Los guardadores de la tradicin............................ 23La supervivencia de la mitologa cltica ............... 28La naturaleza de la mitologa cltica..................... 36

    Los Tuatha D Dannan............................................. 43El Libro de las Invasiones ..................................... 43La Segunda Batalla de Magh Tuiredh .................. 50La llegada de los goidelios.................................... 58La retirada de los Tuatha D................................. 62Los dioses pervivientes......................................... 65

    El ciclo pico del Ulster............................................ 73El perro del herrero................................................ 73El cerdo de Mac Da Th ....................................... 79Los amores de CChulainn................................... 84Las tragedias celtas............................................... 90La razia del toro de Cooley ................................... 94La muerte del hroe ............................................ 101

    El ciclo heroico de Leinster ................................... 105Los caballeros andantes de Ern......................... 105El origen de Fionn ............................................... 111Los compaeros de Fionn................................... 115La fuga de Diarmaid y de Grinne...................... 117Los fenianos sobrevivientes................................ 122

    Colofn ..................................................................... 125Bibliografa............................................................... 129Acerca de.................................................................. 132

    NDICE

  • Introduccin

    La flota de los hijos de Mldesde nuestra Espaa de aire claro

    tom con ira no hace falta mentirla llanura de Irlanda en un da.

    Libro de la Invasiones

    En los ltimos aos se produjo en los pases de origen sajn un fenmeno interesante: larevalorizacin de la cultura cltica. Con reediciones de obras del siglo pasado y la publicacinde nuevos libros sobre el tema, el material en ingls sobre la cuestin lleg a una cantidadatpica que en algunos casos tuvo su paralelo en las traducciones al espaol, en una suerte deneorromanticismo.

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  • Tal situacin pudo haber tenido su origen en la difusin de los libros de Tolkien con todo eltrasfondo cltico que subyace en ellos y en el redescubrimiento de una cultura quiz msparecida a la actual que la romana clsica o la medieval. La computacin, los multimedia y lasredes informticas permiten el acceso a un entorno mgico y medianamente catico pese a suaparente homogeneidad.

    El concepto de aldea global no alcanza para abarcar las diferencias regionales que enltima instancia no atentan contra la multiconectividad que permite la tecnologa. Hoycualquiera puede comunicarse con otro punto del globo sin perder su identidad.

    Del mismo modo, la unidad de los celtas de la antigedad era ms cultural que racial.Aquellos pueblos a los que los griegos y los romanos conocan como celtas tenan sin dudadistintos orgenes, pero a los ojos de los observadores externos posean suficientes aspectoscompartidos en lenguaje y nomenclatura, instituciones sociales y polticas y, en general, elmodo de vida para identificarlos como una nacin reconocible. En lo que concierne a losceltas de la Europa continental se debe seguir los comentarios de Posidonio y sus versadossucesores, pues las comunidades sobre las que escriban haca tiempo que se habanfusionado con otros grupos socioculturales. Pero el resto de los celtas insulares excepto unospocos tristes casos y sus tradiciones diferenciadas (que son importantes por su extensin yantigedad), no slo revelan una estrecha afinidad entre las culturas de los celtas de Irlanda y

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  • de Britania. Tambin corroboran algunos de los ms sorprendentes comentarios fidedignoshechos por los autores clsicos acerca de los celtas continentales. Ms an, con el paso deltiempo se advierte una destacable consistencia en los comentarios de los observadoresextranjeros al escribir sobre los celtas. Por eso, aun cuando indudablemente la nocin popularacerca de ellos reflejada en la literatura moderna fue coloreada por el romanticismodieciochesco y decimonnico con su sensibilidad por lo neblinoso, la magia y la melancola, notuvo su origen en ese perodo.

    De hecho, muchos de los atributos adscritos a los celtas elocuencia, genio lrico,temperamento voltil, prodigalidad, bravura temeraria, entusiasmo, espritu de contradiccin ycosas as merecieron abundante espacio, apareciendo en los relatos de los autores clsicosde dos milenios atrs. Y frecuentemente, al leer los comentarios de los nobles isabelinos acercade los nativos irlandeses, se tiene la extraa sensacin de haber visto mucho de eso antes;para ser ms precisos, en Posidonio y sus continuadores. Todo lo cual parece sugerir que unarepresentacin etnolgica tergiversada, una vez que surgi, nunca muere... o alterna-tivamente que abstracciones como el carcter cltico y el temperamento cltico pueden enltima instancia tener alguna base cierta. Nunca existi una nacin celta, pero el trasfondocultural, idiomtico e ideolgico subyaca en los mitos regionales. As, el ciclo britano o sea elde la isla de Gran Bretaa tuvo su apogeo en la Bretaa francesa (la Pequea Bretaa,

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  • luego de que la mayora de los celtas de Gales y de Cornualles migraran hacia el continentedurante las invasiones sajonas). Pero al mismo tiempo tambin era una re-presentacin delciclo irlands de Fionn, que a su vez continuaba reelaborando las historias del Libro de lasinvasiones.

    En ltima instancia, todo el conjunto de leyendas se orienta a justificar las conquistas de lastribus anteriores por parte de las nuevas y la lucha contra las siguientes. En el imaginariomedieval, lo primero pas a ser la lucha del santo guerrero contra el dragn la cosainnominada, lo primitivo, segn Mircea Eliade y lo segundo lo era la lucha contra la magia delos recin llegados. Pero en las culturas clticas haba algo ms, algo que no puede dejar deafectar al lector moderno inmerso en una crisis cultural y religiosa ambas facetas heredadasde un Imperio Romano herido de muerte y de un Cristianismo cada vez ms fosilizado: elpostulado de que la raza tiene su origen en un dios de la muerte (el Dis Pater, que nombrabaCsar), en un concepto totalmente entrpico que resulta evidente en ms de una leyenda. Porotro lado, el hroe es tal por hacer lo que debe pese a las circunstancias. El final de todosiempre es lo mismo, pero lo ms importante es el acto (y esto tambin est relacionado con elconcepto escandinavo vikingo de la vida). El nombre, la fama, eran lo ms importante. ElDestino puede ya estar escrito, pero parafraseando el pensamiento de san Agustn lotrascendente es la actitud. Cuando Oissin marcha a la tierra del oeste con la hija del dios de los

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  • muertos y luego por aoranza regresa a Irlanda, haba dejado de pertenecer a la historiacronolgica. Al romper en forma inconsciente una obligacin, envejece sbitamente y no puederegresar con su esposa. Haba roto el puente con el kairs, con el tiempo macrocsmico. Seencuentra con san Patricio y le relata las historias de los fianna y, cuando el santo le ruega quese convierta a la nueva religin, la rechaza. No puedo creer que el Cielo est cerrado para losfianna ni que el mismo Dios no estara orgulloso de llamarse amigo de Fionn. Y si no fuera as,de qu me sirve la vida eterna donde no se caza, ni se corteja hermosas mujeres, ni seescuchan las canciones y los relatos de los bardos? No, ir con los fianna, ya sea que estnsentados a la mesa del festn o sobre su fuego.

    Este concepto es muy trascendente. Los druidas, que eran quienes conocan el sentido delos relatos, haca tiempo que ya haban desaparecido. Pero el trasfondo pervivi y no se perdicon la posterior evemerizacin de los ciclos legendarios ni con su vulgarizacin, cuando lashistorias comenzaron a ser transcritas por los monjes copistas que no evitaban las glosas omodificadas por el pueblo comn, que las transform en cuentos populares. En ciertastradiciones, el culto a los muertos sigue siendo importante. Desde el Halloween norteamericano(el antiguo Hallows Eve, la cltica festividad de Samhain) hasta la hispnica Fiesta de Todoslos Santos y Espaa tambin perteneci al mundo cltico. Quiz por eso mismo tampocosea accidental que se est tratando de importar aquel Halloween a estas tierras luego de que

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  • se perdiera la tradicin de las hogueras de San Juan, que coincidan con el ciclo agrario y sesincretizaban con ciertas ceremonias precolombinas. Porque, en definitiva, las leyendas clticasposean ese sentido cosmognico que hoy se trata de paliar a travs de posturas ecologistas oen el buceo de filosofas orientales burdamente occidentalizadas: el sentido de pertenencia yunidad con el entorno, con el mundo. Con uno mismo.

    Santiago Oviedo

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  • La cultura clticaNUESTRA LECTURA DE LOS CELTAS

    Soy el viento sobre el mar; (por la profundidad)soy la ola del ocano; (por el poder)soy el bramido del oleaje; (por el terror)soy el fuerte toro de los siete combates; (por la fuerza)soy un guila sobre una roca; (por la astucia)soy una lgrima del sol; (por la claridad)soy la ms bella de las plantas; (por la pureza)soy un bravo jabal salvaje; (por el valor de caudillo)soy un salmn en el agua; (por la velocidad)soy un lago en la llanura; (por la grandeza)soy un hbil artista; (por el don)soy un hroe gigantesco que blande la espada; (para la venganza)puedo cambiar mi forma como un dios.

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  • Esta versin del poema que Amerghin recita al desembarcar en las costas de Irlanda y suglosa posterior es una adecuada introduccin a la rama irlandesa, o galica, de la mitologacltica y captura las imgenes literarias de varios de los temas principales de los relatos de unacultura que se nos presenta en la imaginacin como una aristocracia pagana que pasaba losdas cazando y luchando y las noches celebrando, bailando y haciendo el amor. Durante esasfiestas, los mitos y leyendas eran relatados por poetas profesionales llamados bardos.

    Cul era el tema y la forma de esas primitivas expresiones de la cultura celta que nosobrevivieron por la simple razn de que los bardos se basaban en la memorizacin de latradicin oral? El escritor romano Amiano Marcelino, en el siglo IV d.C., declaraba que los celtasde la Galia se haban civilizado (quera decir: romanizado) para esa poca pero que mantenansus tradiciones de la filosofa religiosa drudica y musicales: Los bardos celebran las valienteshazaas de los hombres famosos en versos picos con el acompaamiento de los dulcestaidos de la lira. Otras fuentes, as como las mismas posteriores versiones escritas de esosmitos, apoyan los dichos de Amiano, aunque pico y lira eran probablemente losequivalentes grecorromanos de los trminos que empleaban los celtas, sean cuales fueren. Lamsica original y mucho de la poesa pica desapareci cuando los mitos fueron registrados porlos escribas cristianos. De todos modos, algunas de las historias, que versan principalmente

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  • sobre las heroicas proezas de los guerreros celtas, han sobrevivido y constituyen el ncleo de laliteratura que hoy llamamos mitologa cltica.

    Los mitos pueden decirnos muchas cosas acerca de las sociedades, antiguas o modernas.De todos modos, antes de que podamos comenzar a comprender la naturaleza de la mitologacltica, debemos en primer lugar dejar de lado nuestra propia concepcin moderna sobre losceltas.

    Hacia fines del siglo dieciocho y en parte del decimonoveno la principal referencia sobre losmitos clticos estaba en los textos romanos: provean una nostlgica fuga de la Edad Industrialhacia una poca regida por lo natural y lo mgico, poblada por heroicos guerreros ydoncellas hermosas. Todos los poetas y pintores redescubran su propio pasado cltico: Irlandase fijaba en leyendas precristianas tales como los relatos de CChulainn y de los fianna (ofenianos); Gales tena la heroica saga de Pryderi en el Mabinogion; el poeta escocs JamesMacpherson (1736-1796) forj sus Baladas osinicas, asegurando que eran las traducciones deun poeta galico del siglo XIII llamado Ossian; Inglaterra resucit las leyendas del Rey Arturo entrabajos tales como el poema de Tennyson, Los idilios del rey. El Romanticismo imbuy a losmitos con sus propias nociones romnticas y frecuentemente retuvo aquellos elementos delcristianismo medieval que haban sido agregados en las primeras versiones escritas.

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  • La visin romntica del crepsculo cltico contina influyendo en nuestra percepcin.Tambin nosotros precisamos de imaginarios y la palabra cltico invoca misteriosos paisajesiluminados por la Luna, con sacerdotes drudicos vestidos de blanco que realizan extraosrituales y preparan pociones mgicas. El arte cltico se mantiene en boga, especialmente en lajoyera, puesto que tiene un encanto abstracto particular a la vez que implica la atraccin de unpasado desconocido. La literatura cltica contiene un hechizo similar: el narrador nos saca deun universo de gente aparentemente real y nos coloca en fantsticas tierras de hadas y demonstruos; su habilidad es tal que casi no notamos la transicin. Es fcil ser embrujado porsemejante cultura.

    Debemos preguntarnos si los mismos celtas conceban a su religin como un misterio y a lospoemas como un escape del mundo real. Las respuestas no llegan fcilmente: los celtas noescribieron su historia. En cualquier caso, debemos aprehender sus costumbres y sucomportamiento de manos de los autores griegos y romanos contemporneos; aunque la visinque tenan de los celtas era tan mtica como la nuestra, por estar basados en la presuncin deque los celtas eran brbaros incivilizados. Sin embargo, los arquelogos han confirmadoalgunas de las observaciones ms drsticas de los escritores clsicos: efectivamente pareceque los celtas practicaban sacrificios humanos y que eran afectos a la caza de cabezas. Los

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  • arquelogos tambin aumentaron nuestro conocimiento acerca de cmo vivan, adoraban yenterraban a sus muertos.

    LOS CELTAS EN LA HISTORIALas ms tempranas referencias a los celtas tienen lugar en la literatura griega del 500 a.C.,aproximadamente. Para el siglo cuarto antes de Cristo, los celtas se contaban entre las cuatronaciones perifricas del mundo conocido, junto con los escitas, los indios y los etopes y nosin motivo, pues ya haban comenzado a entrometerse, violenta y dramticamente, en losasuntos de los grandes centros de influencia poltica y cultural del Mediterrneo. Desde supatria originaria, que comprenda el sur de Alemania y parte de Bohemia, se desplazaron conexplosiva energa hacia los lmites orientales y occidentales de la Europa continental ydesafiaron el creciente poder de Roma. A finales del siglo V, el rea celta de asentamiento sehaba extendido considerablemente ms all de sus lmites originales y, a lo largo de sucesivasmigraciones, ya parecan habitar una extensa rea geogrfica que se extenda desde los tramossuperiores del Danubio en Europa oriental hasta Francia y Espaa. La datacin arqueolgica delos hallazgos clticos no slo confirma los relatos sino que tambin nos informa del pasadoprehistrico de los celtas. Ya hacia el 1000 a.C. existi una cultura protocltica diferenciada enel Danubio superior. De todos modos, algunos arquelogos arguyen actualmente acerca de una

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  • extensa y gradual celtizacin de culturas que ya existan en el norte y oeste de Europa durantela Edad de Bronce; de ese modo, la Britania cltica podra datar desde fechas tan tempranascomo el 1500 a.C., cuando la cultura de Wessex tena las caractersticas sociales heroicasque concuerdan con los ms primitivos mitos clticos irlandeses.

    Pronto los celtas de Hallstatt en Europa oriental estaban explotando hierro paraherramientas y armas y expandan sus territorios, primero a travs de Europa hacia Francia y lapennsula ibrica, segn afirman los primeros historiadores griegos. Luego comenz un periodode expansin mucho ms rpida. Hacia el 400 a.C., tribus galas hicieron incursiones en la Italiaetrusca y romana y mientras el grupo principal se asentaba para dar forma a lo que seraconocido como Galia Cisalpina, otros avanzaron en expediciones de pillaje a lo largo de lapennsula y casi tuvieron xito al sitiar Roma en el 387 a.C. La cultura cltica de ese periodo esconocida como de La Tne, a causa del asentamiento suizo en el que se descubrieronelementos tpicos de la sociedad celta del siglo V a.C. Muchos arquelogos la ven como laprimera cultura cltica autntica y, ciertamente, se es el pueblo que nos es descrito con elnombre de celtas por los historiadores clsicos. Su presencia militar en la Italia septentrionaldurante los siglos quinto y cuarto a.C. es testimoniada por el mtico relato romano del sitio galode Roma, que fue frustrado aparentemente por los gritos de alarma de los gansos sagrados, ypor algunos relieves funerarios etruscos que describen batallas contra guerreros celtas. En el

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  • este, una posterior expansin fue directamente hacia el sudeste de Europa, el Bltico y Turquaoccidental. Se introdujeron en los Crpatos y en los Balcanes y su presencia est atestiguadadesde la primera mitad del siglo cuarto, cuando Alejandro Magno recibe embajadores celtas ensu corte. La impresin general es la de un fermento de movimiento continuo, tanto en busca debotn y de servicios mercenarios como, sencillamente, de un lugar donde afincarse. En el 279a.C. tribus clticas intentaron saquear el santuario griego de Delfos, siendo dispersados por unamilagrosa nevada enviada por el dios Apolo. Al ao siguiente, tres de esas tribus conocidascolectivamente como glatas (un equivalente a la expresin general Keltoi/Celt) cruzaron alAsia Menor y se establecieron en la regin an conocida como Galacia.

    Para esa poca, la mayor parte de Britania perteneca al mundo cltico. La primeramigracin que puede ser definida confiadamente como cltica tuvo lugar en el siglo quinto a.C.,otra afluencia importante tuvo lugar en el siglo III y la fase final se concret con la llegada de losbelgas en la primera parte del siglo I a.C. Irlanda presenta un problema an ms complicado yse propusieron fechas completamente diferentes para la llegada de los primeros celtas. Comocuestin de hecho, sin embargo, los registros arqueolgicos slo permiten hablar con perfectaseguridad de los celtas en Irlanda desde el siglo III a.C. en adelante, aunque existe una fuertepresuncin de que se les podra adjudicar asentamientos ms tempranos.

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  • LA CADA DE LOS CELTASHace dos mil trescientos aos, la energa y los recursos de los celtas podan suponerseinextinguibles. Dueos de una vasta rea que se extenda desde Galacia en el este hastaBritania, y probablemente Irlanda, en el oeste, podran haber parecido idealmente ubicadospara establecer un imperio o una confederacin perdurables. De hecho, los celtas habanalcanzado el apogeo de su poder y a partir de ah entraron en un periodo de rpida decadenciaque en retrospectiva parece haber sido casi inevitable. La misma facilidad y extensin de susconquistas acarreaba las semillas de su ruina. La distancia debilitaba las vas de comunicaciny fomentaba la desintegracin. En algunas regiones los celtas gobernantes eran una minora enel medio de la poblacin indgena, al tiempo derrochaban potencial humano en aventurasmercenarias.

    Julio Csar y otros escritores de los siglos primero antes y despus de Cristo nos brindangrficas descripciones de la cultura y costumbres clticas tal como eran vistas por los no celtas.El primer hecho en destacarse es que haba poca unidad entre ellos: estaban divididos en tribusaristocrticas regidas por caciques que parecan estar luchando constantemente entre s. Detodos modos, se debe recordar que probablemente los romanos avivaban las divisiones tribalesnativas para facilitar sus invasiones. La Galia cltica se convirti en una provincia romana luego

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  • de la conquista de Julio Csar en el siglo I a.C. y Britania vivi lo mismo bajo el imperio deClaudio en el 43 d.C. Irlanda nunca fue invadida por Roma y por eso sus mitos tendieron apreservar la primitiva cultura cltica prehistrica con ms detalle.

    Los griegos distinguan entre los celtas orientales, a los que llamaban Galatoi (glatasoriginarios de la Galia), y los celtas de Europa occidental, a los que identificaban como Keltoi.Los romanos hicieron una distincin mayor de los Celt al llamar Galli (galos) a los celtasfranceses y Belg (originarios de los que hoy es Blgica) y Britanni (britanos) a los celtasbritnicos. Estos ltimos como ya se seal podran tener su origen en las frecuentesvlkerwanderungen de la prehistoria europea: celtas de dialecto goidlico habran llegado a lasislas britnicas donde conquistaron a los primitivos habitantes ibricos o de origenmediterrneo, empujndolos a las menos frtiles regiones del norte y del oeste; posteriormente,los mismos belgas se vieron empujados desde el continente por las nuevas oleadas migratoriasy reprodujeron la historia de conflictos e interrelaciones. As, durante la dominacin romana lasislas exhiban los siguientes genotipos: los britanos (la segunda raza cltica) habitaba la partesur de la isla con excepcin del extremo oeste, mientras que los goidelios de la primeraocupaban la mayor parte de Irlanda, la Isla de Man, Cumberland, las Tierras Altas Occidentales,Cornualles, Devon y el norte de Gales. Al norte de los Montes Grampianos vivan los pictos, que

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  • probablemente eran beros ms o menos goidelizados; restos de las razas aborgenes como lasque an permanecan sin mezcla en el sur de Gales y en algunas partes de Irlanda.

    En suma, los pueblos clticos carecan del sentimiento de cohesin y de la disposicin por laorganizacin centralizada que podra haber consolidado a esas tribus dispersas en un imperio ouna confederacin. Si con el paso del tiempo llegaran a desarrollar esas cualidades, es unacuestin de especulacin pura; de hecho, pronto se vieron fuertemente presionados: en el nortepor los germanos, en el este por los dacios y en el sur por los romanos. El fin del tercer siglomostr una firme recesin de la influencia cltica y cien aos despus slo quedabanfragmentos de sus vastos dominios y el entorno cltico comenz a ser asociado de un modoespecial con la Galia, donde los celtas preservaron su independencia e identidad hasta lasconquistas de Csar.

    Pero eso tampoco le puso un fin a la decadencia. En el siglo I a.C. la Galia fue dominada porCsar e incorporada al Imperio Romano y un siglo despus le sigui el sometimiento deBritania. Cuando en el siglo V se colaps el Imperio de Occidente, el idioma galo estaba casiextinguido; el dialecto que se sigue hablando en la Bretaa es de un origen diferente y fuereintroducido por las migraciones galesas y crnicas de los siglos quinto y sexto. En la mismaBritania, la presencia romana desapareci en el siglo V slo para ser seguida por la anglosajona

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  • y desde entonces el rea de soberana y lenguaje cltico se redujo en forma continua; hoy larama cltica britnica slo sobrevive en Gales y en Bretaa.

    Durante esa poca Irlanda disfrut de una seguridad casi completa frente a las agresionesexternas; sus habitantes hablaban un idioma cltico que los lingistas llaman goidlico y que esconocido en su forma moderna como galico. Se sabe por Tcito que el general romanoAgrcola en algn momento se haba interesado por ella y proclam que el pas poda serconquistado por una sola legin y unos pocos auxiliares. Pero el plan de Agrcola nuncafructific e Irlanda no sufri mayores intrusiones hasta la llegada de los vikingos en el siglo IX yde los anglonormandos en el XI. En consecuencia, el orden social irlands y el sabio sistemaque mantenan permaneci inmune a asaltos violentos hasta mucho despus de que Irlanda sevolviera un pas cristiano y el irlands fuera un lenguaje escrito. Esto debe ser tenido en cuentacomo una de las causas de la destacable continuidad y del carcter conservador de la tradicinirlandesa erudita.

    LOS LENGUAJES CLTICOSLos celtas paganos hablaban un idioma indoeuropeo que los relacionaba en la prehistoria conlos griegos, los romanos y los indios. De todos modos, no existen registros de las lenguasantiguas, excepto breves inscripciones del periodo romano y referencias de los autores clsicos

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  • a los nombres clticos. Cuando los mitos clticos fueron finalmente escritos en el periodo de laalta Edad Media, los idiomas variaban de acuerdo con el territorio de origen del autor: por esolos mitos irlandeses fueron registrados en irlands antiguo, pero la forma galesacontempornea de la lengua cltica no habra sido entendida por los escritores irlandeses.Parecera que, para la poca de la invasin romana, cualquier unidad cultural formalproveniente de un lenguaje cltico nico haba desaparecido: los celtas de Irlanda hablabangoidlico, mientras que los celtas britnicos hablaban britnico. Las lenguas britnicasparecen haber estado relacionadas con la que empleaban los galos. Alrededor del siglo quintode nuestra era hubo invasiones y movimientos poblacionales en los territorios clticosoccidentales que condujeron a cambios lingsticos: el lenguaje goidlico irlands penetr enEscocia para luego convertirse en el escoto-galico; el ingls anglosajn ingres en el sur deBritania, empujando al britnico a la Bretaa francesa.LA ANTIGUA SOCIEDAD CLTICACsar brinda un relato de la vestimenta cltica del siglo primero a.C., que consistaprincipalmente en una blusa con mangas, pantalones ajustados alrededor de los tobillos y unmanto sujetado sobre un hombro con una fbula. Nos dice tambin que los celtas vivan enoppida o pueblos cercados, algunos de los cuales han sido identificados con las casi tres mil

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  • colinas fortificadas de la Edad de Hierro del sur de Gran Bretaa; tambin existieron similaresen Europa y Galacia. La evidencia arqueolgica permiti la reconstruccin de los edificios de unoppidum, como en el caso de Butser Hill, en Hampshire, Inglaterra. Generalmente eran edificioscirculares con muros de madera y techumbre de paja, rodeados por una empalizada; las salasde banquetes de los mitos parecen haber sido rectangulares, aunque eso puede ser unaadaptacin medieval de la historia original.

    En su mayor parte, los celtas eran una sociedad guerrera regida por reyes, reinas yaristcratas guerreros, y los mitos no dicen nada de las clases inferiores. Cultivaban cereales,arreaban el ganado y aprendieron el uso de la moneda de los griegos y de los romanos. Loscuchillos, dagas, puntas de lanzas, hachas y espadas estaban hechas de bronce o de hierro.Los escudos eran redondos y tambin parece que tenan una especie de lazo con una piedracon forma de martillo atada en un extremo, al que usaban como las boleadoras de los indgenasy gauchos de Argentina. Sus carros de guerra tenan gruesas ruedas de madera armadas conhojas de bronce; eran arrastrados por dos o cuatro caballos y tenan la capacidad suficientepara llevar a varios guerreros, que rompan las lneas enemigas lanzndoles dardos e hiriendo aquienes estaban a su alcance con los filos de las ruedas.

    Los rituales religiosos jugaban un importante papel para mantener la jerarqua social de loscaciques y de las tribus; los mitos frecuentemente presentan y refuerzan el sagrado poder de

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  • los sacerdotes drudicos y parece que los bardos tenan un respeto igual. Las principalesfestividades se relacionaban con el progreso del Sol y el calendario agrcola, considerndose dems importancia los equinoccios que los solsticios. Hacia el equinoccio de primavera secelebraba Beltene y hacia el de otoo, Samhain. Tambin era importante el solsticio de verano,pues cerca de esa fecha tena lugar un festival consagrado al dios Lugh.

    Por su parte, tanto los mitos como las referencias histricas reflejan el orgullo cltico delapercibimiento para la batalla: Los britanos se tien con tintura vegetal azul para parecer msterrorficos en la batalla. Llevan los cabellos largos y sus cuerpos estn afeitados excepto en lacabeza y el labio superior (Csar, La guerra de las Galias, V). Herodiano, que escribi en elsiglo III d.C., agregaba: Cuando no usan ropa, llevan adornos de hierro en la cintura y en elcuello a los que consideran tanto decorativos como un signo de riqueza..., se tatan los cuerposcon diseos abstractos y de toda clase de animales. Diodoro de Sicilia, un contemporneo deCsar, describe a los celtas como altos y musculosos, de piel plida y cabellos rubios queaclaran artificialmente lavndoselo con agua de cal; se lo recogen desde la frente hasta la puntade la cabeza y hacia la nuca... por ende el cabello se vuelve tan duro y grueso como la crin delos caballos. Las representaciones clsicas de los celtas coinciden con los estereotiposliterarios y los arquelogos han encontrado tatuajes en piel preservada de los celtas.

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  • Csar cuenta poco de las mujeres celtas, excepto que eran compartidas por grupos de diezo doce hombres. Para los romanos y nosotros esto podra parecer brbaro, pero tambinpodra implicar un sistema matriarcal en el que la mujer demostraba su importancia social atravs del nmero de amantes. En realidad, las mujeres celtas de alto rango ostentaban unacuota de poder desconocida por las de su contraparte clsica, como lo atestigua la reinaguerrera Boudicca (Boadicea), quien condujo la rebelin del siglo I d.C. contra los invasoresromanos en Britania. Aunque se debe tener en mente que los mitos clticos probablementeeran siempre relatados desde el punto de vista masculino, los personajes femeninos de lamitologa cltica difcilmente tienen el aspecto sojuzgado y desdibujado de las de los mitosgriegos, lo que podra sugerir que a diferencia de la Atenas clsica las mujeres libresformaban parte de la audiencia del bardo.

    LOS GUARDADORES DE LA TRADICINEs evidente que en las reas clticas de las que tenemos mayores datos, el cultivo de laliteratura, la enseanza y en los primeros tiempos la religin, descansaban en un altamenteorganizado sistema de clases profesionales. De los autores griegos y latinos (cuya informacin,como ya se seal, deriva principalmente del gegrafo griego Posidonio) se puede deducir quehaba tres de esas clases: los druidas, los bardos y entre ello un grupo que es llamado de

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  • distintas formas en los diferentes textos pero que parecen haber sido mejor conocidos con eltrmino galo vtis, emparentado con el latino vatis, que dio origen a nuestro actual vate. Losdruidas tenan el ms alto nivel social y, aun cuando sus poderes y funciones pueden haber sidoobjeto de un variado grado de tergiversaciones por los distintos escritores desde Julio Csarhasta nuestros das, su influencia debe de haber sido de todos modos considerable. Oficiabanen los sacrificios, tomaban y hacan cumplir las decisiones legales y dirigan un complejosistema de educacin propio. Los vates son generalmente presentados como expertos en laadivinacin, pero no es posible hacer una distincin rgida entre sus funciones y las de losdruidas y algunos pueden argumentar que no constituan una clase separada sino una divisinsubordinada del orden drudico. Los bardos eran la clase ocupada principalmente en laliteratura y en vista del carcter heroico de la sociedad cltica apenas resulta sorprendenteque las fuentes clsicas los describan principalmente como cantantes de poemas de alabanza.

    Este esquema, atestiguado por los autores clsicos, est sustancialmente confirmado por latradicin irlandesa. Nuevamente se encuentra una triple divisin que aqu comprende a losdruidas (druidh), filidh y bardos (baird). Como en el caso de la Galia, vuelve a ser difcil distinguirrigurosamente entre las clases intermedias y los druidas; en realidad, para el siglo VII los filidhya eran virtualmente los nicos herederos de los privilegios y funciones drudicas quesobrevivieron a los primeros siglos del cristianismo. Mientras los druidas principales

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  • representantes de la religin pagana soportaron el peso de la oposicin de la Iglesia hastadesaparecer como una organizacin distinguible, los filidh tuvieron xito al establecer un modusvivendi con las autoridades eclesisticas, lo que le otorg a los dos cuerpos separadas perocomplementarias esferas de autoridad y les permiti a los filidh continuar con varias de susviejas funciones y prerrogativas e incorporar muchas de las que haban correspondidoformalmente a los druidas. As los filidh (cuyo ttulo es frecuentemente traducido como poetas)en realidad eran mucho ms: videntes, maestros, asesores de gobierno, testigos de contratos ycuando en el siglo XVII el orden nativo finalmente colaps bajo el poder del gobierno inglsla fuerza de sus stiras conserv un efectivo poder de sancin social.

    Pero como poetas tambin extendieron el alcance de sus ocupaciones a costa de los baird.Los bardos irlandeses estuvieron una vez estrechamente asociados con la composicin de lapoesa de alabanza, como su contrapartida gala, pero gradualmente los filidh expandieron supropio rol hasta que pudieron reclamar el virtual monopolio de esa importante funcin social. Laconsideracin de los bardos se resinti y a travs de la mayor parte de la historia literaria deIrlanda fueron presentados como una clase inferior de versificadores, narradores de cuentos yentretenedores. En Gales, en cambio, el trmino bardd sobrevive con acrecentada dignidad enel periodo histrico, siendo usado como un ttulo comn para los poetas doctos que secorresponden con los filidh irlandeses.

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  • El paralelo entre los sistemas de enseanza irlandeses y galos no es meramente de ttulos ode jerarquas; tambin se extiende a detalles de prctica y de organizacin interna. De acuerdocon Csar, los druidas galos eran tanto maestros como discpulos: como desconfiaban de lapalabra escrita, memorizaban ingentes cantidades de poesas y algunos continuaban susestudios por ms de veinte aos. En Irlanda, el currculo de estudios de los filidh se extenda porun periodo de al menos siete aos y, por lo dems, las observaciones de Csar son tanrelevantes como para la Galia. Tambin deca que los druidas galos tenan al frente a uno queostentaba la autoridad de jefe de todos ellos y que, en cierta poca del ao, se reunan enasamblea en un lugar sagrado en el pas de los Carnutos que era considerado el centro de laGalia. De modo parecido, los druidas irlandeses y sus sucesores, los filidh tenan un lderelegido de entre ellos mismos y estaban estrechamente asociados en la tradicin con Uisnech,el ombligo de Irlanda, el lugar donde se encendi la primera hoguera y (segn se cree) el sitiode una gran asamblea (mrdhil Uisnigh).

    Estrabn da la pauta de que la esencia del sistema era netamente pancltica y otrasevidencias lo confirman. Probablemente el druidismo exista en Galacia tanto como en Irlanda,Britania y Galia y una de las palabras clave del ritual religioso nemeton, lugar sagrado,empleada con mayor frecuencia para sealar un bosque sagrado, figura repetidamente entoponmicos de las regiones clticas. Segn ese gegrafo, el consejo de los glatas se reuna

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  • en asamblea en un lugar conocido como drunemeton, el santuario del roble, que esclaramente anlogo al locus consecratus, lugar consagrado, donde se congregaban losdruidas galos.

    En un nivel ms generalizado, se encuentran instituciones anlogas entre otros variadospueblos del grupo lingstico indoeuropeo. El sacerdocio privilegiado de los druidas tiene sucontrapartida en los brahmanes de la India y los pontfices romanos y se ha demostrado quevarias de esas rdenes sacerdotales preservaron elementos comunes de la terminologareligiosa indoeuropea. Lo que es an ms importante: conservaron, especialmente en las reasperifricas de la India y de Irlanda, muchas instituciones culturales y tradiciones que llevan lainambigua marca de un origen comn. Aun en el siglo VII, los filidh irlandeses continuabanusando giros que encuentran sus ms cercanos paralelos en los textos sagrados de losbrahmanes indios; no puede haber ms elocuente testimonio de la conservacin de la tradicinerudita irlandesa.

    LA SUPERVIVENCIA DE LA MITOLOGA CLTICALos mitos clticos se preservaron en dos grupos de tradiciones: unos fueron registrados porescritores cristianos y sobrevivieron desde el siglo VII en adelante; otros siguieron vivos en elfolclore oral de las reas clticas. La aparente primaca de los mitos de Bretaa e Irlanda es

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  • debida a la falta de material sobreviviente de otras regiones importantes del mundo cltico,aunque frecuentemente se puede observar la pervivencia de temas clticos en los cuentospopulares europeos.

    Las fuentes ms antiguas son las que se refieren a los celtas continentales especialmentea los de la Galia y a los de la Britania romanizada. Desgraciadamente, tienen serios defectos.La literatura gala, al ser puramente oral, desapareci con el idioma; se sabe por Csar que losdruidas de la Galia consideraban impropio volcar sus enseanzas por escrito y en este aspectoest sustancialmente confirmado por la evidencia irlandesa. Como resultado y desde que lamitologa implica narrativa de uno u otro tipo, la mitologa gala, propiamente hablando, estperdida sin posibilidades de recuperacin. Se conserva, por supuesto, un considerable cuerpode evidencias residuales pero, puesto que su naturaleza es alusiva antes que descriptiva o bienporque es citado de segunda mano, el estudioso moderno se encuentra frecuentemente en laincmoda situacin de tener que trabajar de la ambigedad a lo desconocido.

    Las evidencias son de tres tipos: inscripciones votivas tales como las que aparecen en losterritorios ocupados por los romanos, representaciones plsticas de las divinidades clticas yobservaciones de autores clsicos. En las dos primeras categoras, el mayor cmulo de materialcorresponde al periodo romano y consecuentemente suscita difciles problemas deinterpretacin. Por ejemplo: las esculturas galas se desarrollaron bajo la influencia grecorro-

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  • mana y no es tarea fcil determinar con precisin hasta qu punto esa influencia no afect losmotivos de la escultura as como su forma. En cuanto a los autores clsicos, hay una discusinentre los expertos acerca de cunto valor se les debe dar a sus testimonios. La mayor parte deellos derivan de informacin de fuentes anteriores; incluso Csar, que tuvo mejores opor-tunidades que los otros de familiarizarse con la situacin gala, est lejos de transmitir suspropias experiencias y observaciones. Y no hay dudas de que todas ellas estaban influenciadasen mayor o menor medida por las formas y los conceptos de la religin y mitologa clsicas.Estas consideraciones llevaron a muchos estudiosos a descartar la evidencia clsica, lo queacaso sea un exceso de escepticismo. No se debera olvidar que un gran nmero deobservaciones hechas por los autores clsicos acerca de costumbres y de organizacionessociales clticas est corroborado por la literatura irlandesa de un modo tan estrecho quealgunos primitivos relatos irlandeses casi podran haber sido escritos para ilustrar esoscomentarios sobre los celtas continentales (y pocos estudiosos abrigaran seriamente esaposibilidad). La evidencia clsica, entonces, merece consideracin, pero debe de ser tratadacon extrema cautela.

    Por contraste, el testimonio registrado de la literatura irlandesa es posterior en ms de unmilenio pero tiene una cualidad conservadora que tiene ms peso que la disparidad temporal.(El idioma irlands, pese a la tarda fecha de los documentos, parece en algunos aspectos ms

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  • conservador que el galo y por eso mismo puede preservar ms fielmente los mitos.) Latranscripcin de la tradicin oral irlandesa comenz a fines del siglo VI pero el tiempo y losincursores vikingos demostraron ser una implacable combinacin y slo unos pocos fragmentosmanuscritos sobreviven del periodo anterior al 1100. Luego lleg el primero de un nmero degrandes compilaciones manuscritas, con las que se conserv un cmulo material variadoreferido al pasado irlands. Esos manuscritos son relativamente tardos pero fueron compiladosde fuentes anteriores y muchos de los tems individuales que contienen pueden ser datados porsus trasfondos lingsticos en varios siglos antes al del imperante en ese momento. Pero, sintener en cuenta su fecha de composicin, est ms all de toda duda que esos textos contienenun vasto caudal de temas precristianos.

    Entre los relatos que formaban una parte importante del repertorio de los filidh hay variosque se relacionan explcitamente con el mundo sobrenatural y por ese motivo los estudiososmodernos suelen referirse a ellos como el Ciclo Mitolgico. Pero se es un ttulo bastanteengaoso desde que, en realidad, la mayora de la narrativa irlandesa primitiva es mitolgica enmayor o en menor grado. Hay mucho que decir sobre el sistema nativo de clasificacin, el cualagrupa los ttulos individuales no por ciclos sino por temas: saqueos, abigeatos, galanteos,batallas, viajes, aventuras, raptos, etc. Pero por cuestiones de brevedad, las historiassobrevivientes pueden ser divididas en tres grandes categoras: historias miscelneas adju-

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  • dicadas a los reinados de varios soberanos, histricos y prehistricos (aunque esa distincintiene poca relevancia para la historicidad del contenido); el ciclo de los ulates (Ulaid) u hombresdel Ulster, con el rey Conchobhar mac Nessa y el joven hroe CChulainn y, finalmente, el ciclode Fionn mac Cumhaill y las bandas de guerreros errantes conocidos como fenianos (fianna).

    El resto sustancial ms antiguo de la mitologa irlandesa es un manuscrito llamado Libro dela vaca parda, que contiene el conocido como Tin B Chuailgn (La razia del ganado deCooley), o sea la saga de CChulainn. Corresponde al ciclo del Ulster, que fue la literatura demayor prestigio en el periodo primitivo; es literatura heroica por excelencia y se ocupa de lasactividades y virtudes que tipifican a las sociedades heroicas de cualquier parte. El escritorcristiano (autor sera un trmino incorrecto, pues implicara una creacin original) fue un talMaelmuri, de quien los historiadores saben que fue asesinado en 1106 por incursores vikingosen la catedral de Clocmacnois. El curioso ttulo deriva de un manuscrito perdido anterior, escritoen el siglo VII (sobre el cuero de su vaca favorita!) por san Ciaran.

    Ms voluminoso, aunque menos antiguo, es el Libro de Leinster, que se dice compilado en laprimera parte del siglo XIl por Finn mac Gorman, obispo de Kildare, e incluye hechos quecomplementan al Libro de la vaca parda.

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  • Un poco menos importantes desde el punto de vista de los estudiosos son el Libro deBallymote y el Libro amarillo de Lecan, que corresponden a fines del siglo XIV, y los Libros deLecan y de Lismore, atribuidos al XV.

    En contraste, el ciclo de Fionn (o fiannaigheacht, como es frecuentemente llamado)corresponde a la regin de Leinster y era ms popular entre los niveles ms bajos de lasociedad y, por consiguiente, menos estimado por los filidh; de hecho, slo desde el siglo XIluna divisoria de aguas en la historia y cultura irlandesas cobr magnitud en los registrosliterarios. De todos modos, sus races se entierran profundamente en el pasado pagano. Lamayor satisfaccin de los fianna, y su principal actividad, era la caza y este solo hecho le da alciclo un carcter totalmente diferente al de los relatos del Ulster. Es predominantemente unaliteratura del aire libre que se extiende a lo largo y a lo ancho del cambiante paisaje de Irlanda ydebido a eso se convierte en un vehculo conveniente para numerosas composicionesnaturistas.

    A esa variada coleccin de relatos se puede agregar el material seudohistrico y, enparticular, el LeabharGabhla, El libro de las invasiones, y el Dinnshenchas, La historia de loslugares. El primero es una recopilacin del siglo XIl que aparenta describir las distintasinvasiones a Irlanda desde los tiempos del Diluvio (y aun antes!). Es flojo como historia perobastante consistente como mito. El Dinnshenchas, que tambin pertenece al duodcimo siglo

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  • en su forma definitiva, es una coleccin de conocimientos onomsticos que explica losnombres de lugares bien conocidos de Irlanda. Si el Leabhar Gabhla es la prehistoriamitolgica del pas, el Dinnshenchas es su geografa mtica.

    La Biblioteca de los Abogados (hoy Biblioteca Nacional de Escocia), en Edimburgo por suparte, conserva manuscritos escoceses pertenecientes en algunos casos al siglo XIV, aunqueen la mayora de los casos son de los siglos XV y XVI. Corroboran los documentos irlandeses,hacen agregados a la saga de CChulainn y le otorgan ms importancia al otro ciclo mitolgico(que relata las no menos maravillosas hazaas de Finn, Ossian y los fenianos). Asimismo,tambin incluyen relatos de otros personajes ms viejos incluso que Finn y CChulainn: losTuatha D Danann, la antigua tribu divina.

    Hay bastante evidencia que indica que tambin Gales hered una rica tradicin mitolgicapero, desafortunadamente, est pobremente documentada. Como Irlanda, Gales tuvo susgrandes compilaciones manuscritas, las ms viejas de las cuales datan del siglo XIl, pero noconservaron tanta cantidad de las pocas pretritas como sus contrapartidas irlandesas. Eso esespecialmente cierto con la literatura en prosa y los relatos sobrevivientes ms antiguosCulhwuch y Olwen y Las cuatro ramas probablemente fueron escritos en el siglo XI. Loscuatro relatos, o ramas, del Mabinogi o Mabinogion, que es el ttulo que le dio Lady CharlotteGuest en 1849 a la versin inglesa de una coleccin de once relatos galeses conservados en

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  • manuscritos anteriores: ellos eran El libro blanco de Rhydderch (c. 1300-1325) y El libro rojo deHergest (c. 1375-1425). Mabinogi significara, segn algunos estudiosos, un relato de lainfancia: esto es una narracin mtica de la concepcin, nacimiento y primeros aprendizajes deun hroe cltico. El trmino Mabinogion (al que Lady Guest crey incorrectamente un plural)implicara entonces que todos los once relatos pertenecen a ese gnero. En realidad, slo lascuatro primeras ramas corresponden a un Mabinogion original; las otras siete historiaspertenecen a otras cuestiones y sencillamente sucedi que estaban agregados en losmanuscritos originales. Sin embargo, constituyen una de las ms importantes fuentes de lamitologa britnica. En ellos abundan temas y motivos mitolgicos y sus personajes son losantiguos dioses de Britania. De todos modos, ellos representan los meros restos de unatradicin reconstruida sobre un flojo marco narrativo por un talentoso autor que estaba menosinteresado en conservar las fuentes que en producir una efectiva pieza de literatura. Tambinhay una cantidad considerable de cuestiones mitolgicas desparramada en los remanentes dela literatura medieval, pero es evidente que cualquier similitud con una mitologa integrada habadesaparecido mucho antes de que la literatura vigente fuera registrada. Lo que qued es unembrollo de ancdotas, alusiones, situaciones y personajes que bajo un atento escrutiniocomienzan a mostrar gradualmente el familiar perfil de paradigmas mitolgicos en el ambientebritnico.

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  • Las evidencias galesas resultan de un gran inters por su estrecha relacin con el gran ciclocontinental de la novela artrica. Las tradiciones literarias galesa y bretona proveyeron lamayora de los elementos clticos incorporados en los romances de Chrtien de Troyes y susseguidores y no poco de la perdurable fascinacin de esas historias es debida a sucaracterstica esencialmente mitolgica. El Arturo original bien puede haber sido un personajehistrico, pero el Rey Arturo del relato medieval y su squito superan la dimensin de lo humanoy comparten muchos de los rasgos mitolgicos del hroe irlands Fionn mac Cumhaill y susfianna.

    Al mismo tiempo, el Libro negro de Caermarthen (mediados del siglo XIl), el Libro de Aneurin(fines del XlII) y el Libro de Taliesin (S. XIV), forman con el Libro rojo lo que recibe el nombre deCuatro antiguos libros de Gales. Los tres primeros son ms pequeos y contienen poemasatribuidos a los grandes bardos tradicionales del siglo sexto: Myrddin, Aneurin y Taliesin.

    Por otro lado, los cuentos folclricos clticos sobreviven en versiones escogidas registradasde labios de narradores de cuentos y cantantes por estudiosos interesados. Desgraciadamente,con la llegada de la televisin incluso a las ms remotas reas del mundo cltico, la tradicinfolclrica oral est desapareciendo. Aunque muchos de esos relatos folclricos son senci-llamente historias divertidas para ser contadas por y para la comunidad rural, hay algunos queconservan los altos mitos y leyendas de la antigua clase gobernante cltica.

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  • LA NATURALEZA DE LA MITOLOGA CLTICAHablar de mitologa cltica no es referirse a una unidad cerrada sino meramente reconoceruna relacin tangible basada en una herencia comn. Lo que se conoce de la mitologa de losceltas continentales a duras penas sugiere una sostenida correspondencia con la de Irlanda oGales y eso no puede ser debido enteramente a la desigual documentacin. Incluso entre losceltas insulares las diferencias son, a primera vista, mucho ms evidentes que las similaridadessubyacentes. Esto no es muy sorprendente por un nmero de razones: los distintos pueblos encuestin no derivaban de una nica comunidad de celtas continentales; durante los ltimos dosmil aos sus organizaciones culturales y sociales haban evolucionado de modo diferente; en elcaso de Britania y de la Galia pero no en el de Irlanda haban estado condicionados por lapresencia fsica de Roma durante un periodo de siglos y, finalmente, se puede presumir conseguridad que todos asimilaron mucho del pensamiento religioso y de las costumbres de loshabitantes preclticos de las respectivas regiones.

    Estas consideraciones van mucho ms all de la explicacin de las grandes discrepanciasentre las tres ramas visibles de la mitologa cltica. Pero ellas mismas son insuficientes paraexplicar la falta de unidad y de orden dentro de cada rama individual. En cambio, se ha afirmadoque esa incoherencia simplemente refleja la estructura descentralizada de la sociedad cltica,

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  • en la que cada tribu funcionaba como una unidad poltica independiente, infirindose que laautonoma poltica iba a la par con la autonoma religiosa y que cada tribu tena sus propiosdioses especiales que podan o no ser comunes con los de las tribus vecinas. Esa podraser una de las causas de lo que se ha dado en llamar el carcter anrquico y local de lamitologa cltica, aunque sus efectos bien podran estar exagerados por una defectuosadocumentacin que en cualquier caso data de una poca de drsticos reajustes, cuando lascostumbres religiosas nativas estaban expuestas a la influencia de sistemas de gransofisticacin y prestigio.

    Siendo los celtas notoriamente ricos en paradojas, quiz no sea sorprendente descubrir queesa independencia local caracterstica de su organizacin poltica es en cierto aspectocontrapesada por un altamente desarrollado sentido de afinidad cultural entre las clases cultas.Actualmente sabemos que lo que le daba a los celtas tal unidad no era un origen racial comnsino una cultura y un entorno compartidos. Los etngrafos clsicos los identificaban se puededecir que no infaliblemente por el idioma, las caractersticas comunes y el modo de vida, ascomo por la ubicacin geogrfica y an se puede sentir algo de esa coherencia cultural en lasanalogas destacables (tanto en las ideas como en la expresin) de las literaturas de Irlanda yde Gales. La que es todava mayor hasta el punto de que la orden drudica existi en todo elmundo cltico y de que su organizacin parece haber sido esencialmente la misma en todas las

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  • reas. El culto del lugar al cual sus miembros le adjudicaban tal importancia resume susolidaridad profesional y asiduo fomento de una unidad ideolgica que trascenda las divisionespolticas entre cada nacin o conglomerado de tribus. Esa facultad de combinar unidad condiversidad, fuerzas centrpetas con centrfugas, no es menos evidente en la mitologa. Ah lasapariencias presentan una variedad azorante. La nomenclatura se renueva constantementeaun cuando los conceptos subyacentes permanecen inalterados. Los mitos se multiplican envariantes narrativas infinitas pero los temas son constantes y, hasta donde se puede juzgar, engran medida comunes en todo el universo cltico. Por ejemplo, el tema de la soberana divinaque es un elemento tan permanente y tan fundamental en la tradicin irlandesa tambin erafamiliar en Britania y Bretaa, aunque la mayora de la literatura a la que all dieron origen esslo conocida por alusiones ocasionales. Esa homogeneidad subyacente justifica que se hablede una mitologa cltica antes que de varias. se es un rasgo persistente y en ningn lado seevidenci ms claramente que en la Irlanda posnormanda, donde los filidh conservaron unasorprendente unidad cultural en un medio de inestabilidad y lucha poltica.

    Los bardos eran sacerdotes y maestros as como entretenedores y la conducta de lospersonajes mticos y legendarios provea a los celtas, tanto hombres como mujeres, con idealesque aseguraban la continuidad de la sociedad guerrera. Por eso, los temas recurrentes de lamitologa cltica nos informan acerca de las preocupaciones de esa sociedad. A travs de los

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  • mitos es evidente un amor por la belleza y la descripcin fsica: cuando CChulainn entra a labatalla, por ejemplo, su colorido ropaje, las joyas brillantes y el cabello erizado son smbolosvisuales de su jerarqua de hroe. Las heronas demostraban su categora elevada ydescansada llevando el cabello trenzado con intrincados arreglos y resaltando su lozana pielblanca con riqusimas joyas.

    Para los celtas, el mundo de la naturaleza era un lugar extrao e inexplicado; por eso lossucesos mgicos tendan a suceder fuera de la fortificacin, por ejemplo durante una cacera.En varias de las historias los animales y las aves hablan y las divinidades clticasfrecuentemente representan las fuerzas de la naturaleza. De cualquier modo, hay un importanteaspecto religioso que frecuentemente es pasado por alto cuando se leen los mitos clticos: losestudiosos han demostrado que en otras culturas los mitos tienden a ser explicacionesnarrativas de rituales religiosos histricamente atestiguados. Por lo tanto, es ms como quealgunos de esos relatos fueron originalmente explicaciones mticas de misterios o bsquedasreligiosas. As, las visitas al Otro Mundo podran reflejar un rito de transicin original en el quelos celtas pasaban de la niez a la adultez en un periodo de ausencia fuera de la comunidad. Lafilosofa drudica estimulaba la creencia en la inmortalidad y los mitos celebraban esa idea: elamor persista ms all de la tumba bajo la forma rboles entrelazados sobre los tmulosfunerarios; las cabezas de los hroes muertos conservaban poderes sobrenaturales. Tales

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  • creencias eran un consuelo para la sociedad guerrera, donde la mayor gloria de los hroes eramorir en la batalla.

    Por otro lado, varios elementos en los mitos supervivientes parecen el reflejo de una anterioredad heroica prehistrica de la cultura cltica y es por eso que los celtas de los das de Csarprobablemente vean a sus ancestros mticos con tanta nostalgia romntica como la de susadmiradores del siglo diecinueve. De cualquier modo, los mitos tambin contenan represen-taciones legendarias de personajes histricos verdaderos como en el caso del emperadorromano del siglo IV d.C. Magno Mximo, que aparece como Macsen Wledig en el Mabinogion.Este ejemplo histrico sugiere que figuras mticas como Pwyll y Branwen, aunque desconocidaspor la historia, tambin podran haber existido en algn momento de la prehistoria como seresreales cuyos hechos se destacaron de tal modo que fueron preservados tanto por la poesabrdica como por la memoria popular.

    El universo mtico permaneci como una parte tan integral de la sociedad cltica que,cuando lleg el cristianismo, los mitos orales no pudieron ser destruidos. En cambio, fueronfrecuentemente cristianizados o se les dio un fin cristiano: los dioses se volvieron Dios; lossacerdotes druidas de la vieja religin fueron reemplazados por los santos de la nueva. Lamaravilla ms grande de esas historias es que sobrevivieron durante tantos siglos y proveyeronuna encantadora ventana al rico y variado pasado del occidente celta. Esos mitos ahora son

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  • nuestros como habitantes de un mismo mundo e, incluso, algunos tomaron un sesgo especialen la pampa hmeda argentina y deberamos leerlos, sentir y aprender de ellos antes depasrselos a nuestros hijos.

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  • Los Tuatha D DannanEL LIBRO DE LAS INVASIONESLos celtas no dejaron ningn mito nativo de la creacin del mundo, aunque sera extrao quecarecieran de uno. Csar deca que los druidas galos se interesaban tanto en el poder de losdioses como en la naturaleza del universo material y puede ser que haya odo de segundamano sobre esa cosmogona. Si as fuera, naturalmente se debera buscar evidencia en latradicin irlandesa pero desafortunada e inexplicablemente la misma es deficiente en esteaspecto. Los monjes eruditos que a fines del siglo sexto y en el sptimo se abocaron a compilarun registro del pueblo irlands y de sus orgenes no eran meros amanuenses de la tradicinnativa; el propsito que los guiaba era el de acomodar aquella tradicin en el marco provisto porla Biblia y los primeros historiadores cristianos como Eusebio y Orosio. Con ese fin lamanipularon e injertaron en la descripcin cristiana de los orgenes humanos. Adn se volviancestro de los irlandeses tanto como del resto de la humanidad, aunque el dios Donn tampocofue olvidado.

    La re-escritura de la tradicin fue efectuada progresivamente durante los siguientes sigloshasta que, finalmente en el siglo XII, se complet en la seudohistoria intitulada Leabhar

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  • Gabhla ireann, El libro de la conquista de Irlanda, comnmente conocido como Libro de lasinvasiones. La conquista del ttulo se refiere indudablemente a la llegada de los goideliospero, en el universo de la compilacin, en realidad es la ltima de una serie de seisinmigraciones. La primera de ellas precedi en cuarenta das al Diluvio y fue conducida porCesair, hija de Bith, hijo de No. Todos perecieron en el Diluvio excepto Fintan, que sobrevividurante varias edades y a travs de las sucesivas invasiones con las formas de salmn, guila yhalcn para ser invocado en consecuencia como testigo de los sucesos del pasado de Irlanda.Sin embargo, hay quienes sostienen que este episodio es una interpolacin tarda del siglo X,tanto por la referencia al Diluvio cristiano como por el hecho de que Cesair podra ser la formairlandesa del nombre griego Circe, la hechicera de la Odisea. No obstante, un manuscritoperdido del siglo XI relataba los mismos hechos protagonizados por Banbha, una diosaepnima, y si bien el documento es posterior podra tratarse del mito original del descubri-miento de la isla por una divinidad.

    Luego o en primer lugar, segn fuera el caso vinieron Partoln y sus seguidores(veinticuatro hombres y veinticuatro mujeres). Se los considera llegados del Otro Mundo yhabran desembarcado un 1 de mayo, fiesta de Beltene, consagrada a Bil, dios de la muerte.Tuvieron una batalla la primera que tuvo lugar en Irlanda contra una raza de demoniosconocidos como Fomor, criaturas malignas y monstruosas que cambiaban de formas ante los

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  • golpes de las olas, algunas con un solo pie y un solo ojo, otras con cara de cabra o de buey.Partoln abri cuatro llanuras antes haba una sola, sin rboles ni pasto, salpicada por treslagos y surcada por nueve ros y durante aquel tiempo brotaron siete nuevos lagos. Tambininstituy varias tareas y costumbres por primera vez: se construy la primera casa dehuspedes; se destil la primera cerveza; se establecieron las primeras garantas legales ycosas por el estilo. Por ltimo, exactamente trescientos aos despus, l y su gente fueronbarridos por una plaga. Como en el caso anterior, qued un sobreviviente que sera testigopresencial de los futuros hechos histricos bajo la forma de distintos animales Tuan macCairill, lo que sirve de mayor fundamento para los que sostienen el carcter apcrifo de lahistoria de Cesair.

    La tercera invasin fue dirigida por Nemed, cuyo nombre deriva de la palabra cltica quesignifica sagrado. En ese tiempo se formaron otros cuatro lagos y se abrieron doce llanuras.Es evidente que tanto sta como las anteriores invasiones eran consideradas como las que ledieron a la tierra irlandesa definicin e identidad geogrficas. Se puede decir en un sentidomitolgico que al crear los elementos fsicos y darles un nombre los traan a la existencia. Sinimportar cuntos detalles de esas invasiones pueden ser una invencin posterior, al menos eseconcepto parece primigenio.

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  • Los recin llegados derrotaron a los Fomor en cuatro batallas consecutivas, pero luegoNemed y veinte mil de los suyos murieron por una plaga y los sobrevivientes cayeron bajo eldominio de sus enemigos. Cada ao, en la fiesta de Samhain el primero de noviembretenan que pagar un tributo de las dos terceras partes de sus granos, leche y nios. Al findesesperados se alzaron contra sus amos y atacaron su isla fortificada con una torre devidrio, pero slo los treinta hombres de la tripulacin de un barco sobrevivieron a la batalla. Unaparte de ellos se fue a Grecia y la otra al norte del mundo.

    Evidentemente, no ha dejado de sealarse la simetra general entre los destinos de lospueblos de Partoln y de Nemed. Algunos aventuran que sera la misma leyenda en lasinterpretaciones de los celtas y de los nativos ibricos, siendo goidlica la variante de Nemed ynativa la de Partoln puesto que la p inicial del nombre es completamente ajeno a las formaslingsticas del celta antiguo.

    Los prximos dos asentamientos en Irlanda derivan supuestamente de los restos del pueblode Nemed. Los que fueron a Grecia se multiplicaron y eventualmente volvieron a Irlanda,donde formaron los pueblos conocidos como Fir Bolg, Fir Gailioin y Fir Domnainn. En esteinstante no hay nuevas menciones de formaciones de lagos o de aperturas de llanuras; la tierrahistrica de Irlanda ya era una realidad y adecuadamente las principales innovacionesadjudicadas a los Fir Bolg son de carcter sociopoltico. Dividieron al pas en cinco, con lo cual

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  • instituyeron las provincias (en irlands, coigedh una provincia literalmente significa unquinto); ellas comprendan Ulster, Leinster, Munster y Connacht que representaban loscuatro puntos cardinales junto con Meath, que consista en una regin alrededor de la colinade Uisnech. Esta divisin, como sealaron algunos estudiosos, reproduce un conceptoquntuple del mundo que es ms o menos universal y est especialmente testimoniado en laIndia y en China. Los Fir Bolg tambin introdujeron la monarqua y la nocin de su carctersagrado. Uno de sus reyes, Eochaidh mac Eirc, era el prototipo del gobernante justo: Ningunalluvia cay durante su reinado, sino slo el roco; no hubo ao sin cosecha. La mentiradesapareci de Irlanda durante aquel tiempo y l fue quien primero estableci ah el imperio dela justicia. As se configur la armona fundamental para el concepto de la monarquasacra que existe entre la rectitud del gobernante y la prosperidad de su reino. Igualmente, elhecho de que Eochaidh fue el primer rey muerto por un arma es un indicador del nuevo ordende la aristocracia guerrera.

    En vista del rol asignado a los Fir Bolg en la creacin del sistema social irlands clsico,quiz resulta significante que sean los primeros colonizadores del Leabhar Gabhla que plantanun pie si bien bastante incierto en la historia. Los Gailioin son identificados con los Laighin,que le dieron el nombre a la provincia de Leinster, los Fir Bolg dominan el Ulster y los FirDomnainn estn especialmente testimoniados en Connacht y sin dudas estn relacionados con

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  • los dumnones de Britania. Parece claro que en esta etapa la historia y la mitologa se fusionanen el marco de la antigua leyenda de la invasin y en esas tribus se representaba a los nativospreclticos. Los futuros goidelios los vean con recelo por los curiosos ritos mgicos quepracticaban en las inaccesibles fortalezas de las colinas, en medio de tormentas y en montaasneblinosas.

    Los siguientes invasores pertenecan a los Tuatha D Danann, los Pueblos de la diosaDanu, restos de la raza de Nemed que se haban vuelto hbiles en las artes del druidismo y dela magia durante su paso por las islas del norte del mundo. Sin embargo, segn las versionesms antiguas (menos cristianizadas o no evemerizadas), los dananos no estaban emparenta-dos con aqullos y habran llegado desde las Islas del Oeste sin naves, en medio de unagigantesca nube oscura que produjo un eclipse u oscurecimiento de tres das. Entre sus lderesestaba el anciano y en cierto modo bufonesco Daghda, el buen dios, decano de los TuathaD, tambin conocido como Eochaidh Ollathair, el Gran Padre Eochaidh, o Ruadh Rofhessa,el Poderoso de Gran Conocimiento. En varias ocasiones se lo reconoce como el mximo diosdel druidismo, seor del Otro Mundo y de su abundancia eterna. Su arma era una porra que conun extremo quitaba la vida y con el otro reviva lo muerto; era el equivalente del martillo de Tor ydel vajra o relmpago de Indra. Oghma a veces calificado como grianainech (del semblantesolar) o trnfher (campen, literalmente: el fuerte) tiene similitudes con el Hrcules

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  • mediterrneo pero tambin se le adjudica la invencin de las letras del ogham, el sistemasecreto de escritura irlands. Goibhniu es el herrero divino; junto con Luchta, el carpintero, yCreidhne, el broncista, construan las infalibles armas de los dioses, pero tambin era conocidopor sus dotes teraputicas. Al mismo tiempo, tambin es el husped o provisor de la FledhGhoibhnenn, la Fiesta de Goibhniu en el Otro Mundo, en la que los participantes alcanzan lainmortalidad a travs de una bebida mgica. Fruto de una unin ilcita de un da que dur nuevemeses, Oengus o Mac ind g, es el hijo del Daghda y una suerte de Apolo. Es el dios joven,testarudo y algo tramposo. Busc durante aos a una doncella que slo haba visto en un sueoy le quit con un juego de palabras el mejor palacio subterrneo a su padre. Nuadha, por suparte, cumple el papel del hroe perseguido por el destino que tan caro resulta al pensamientomitolgico cltico y ser el rey de Irlanda que tendr que dejar su puesto en dos oportunidades;aparentemente sus atributos y el culto que se le ofreca lo relacionaban con el mundo acutico.

    Los Tuatha D Danann llevaban con ellos cuatro talismanes: la piedra de Fl, proveniente dela mtica ciudad de Falias, que gritaba cuando la tocaba un rey legtimo (la misma fue plantadaen la ciudad real de Tara; luego pas a Escocia, de donde los ingleses la llevaron a la abada deWestminster sitio de la coronacin de los reyes de lnglaterra hasta 1996, en que fuedevuelta a Escocia); la lanza de Lugh fabricada en Gorias, que aseguraba la victoria; la espada

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  • de Nuadha forjada en Findias, de la que nadie poda escapar indemne, y el caldero de Daghdatrado de Murias, del cual nadie se apartaba insatisfecho.

    A su arribo le exigi a los Fir Bolg una batalla o el gobierno y as sobrevino la Primera Batallade Magh Tuiredh, en la que los Fir Bolg fueron derrotados. Pero los Tuatha D no disfrutarondurante mucho tiempo de su primaca sin ser desafiados: pronto se vieron obligados a combatircontra los viejos enemigos, los Fomor.LA SEGUNDA BATALLA DE MAGH TUIREDHAdems de las referencias del Leabhar Gabhla, hay un relato pico independiente de estabatalla que es una de las ms importantes fuentes de la mitologa irlandesa, lo que llev aalgunos especialistas a pensar en la existencia de una suerte de extrapolacin. Sin embargo, enl se registran los orgenes y el desarrollo del conflicto.

    Durante la Primera Batalla en la que los Fir Bolg fueron derrotados, Nuadha, rey de losTuatha D, perdi una mano y puesto que los defectos fsicos eran incompatibles con el antiguoconcepto de la soberana era necesario que fuera reemplazado. La eleccin recay y aprimera vista podra parecer bastante extrao sobre Bres, el Hermoso, hijo del rey fomorElatha, que se haba criado con la gente de su madre, los Tuatha D. De todos modos, pronto elreinado de Bres se volvi tirnico el pas cay bajo el yugo de los reyes de los Fomor. El

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  • Daghda se vio obligado a cavar los cimientos y a construir una fortaleza para Bres y Oghma ajuntar lea. An ms, Bres careca de lo que caracteriza a todo rey verdadero: la generosidad.Los jefes de los Tuatha D se quejaban de que sus cuchillos no tenan manchas de grasa porl y, por ms frecuentemente que lo visitaran, sus alientos no tenan aroma a cerveza. Nohaba diversiones en la casa real; ni poetas, ni msicos, acrbatas o bufones. Al final, el justocastigo fue adelantado y as sigui sucediendo con frecuencia en la tradicin irlandesa porlos versos de un poeta. Cuando Coirbre, poeta de los Tuatha D Danann, fue recibido por Brescon escasa hospitalidad, se veng con una stira salpicada de magia la primera que secompuso en Irlanda y nada sino la ruina estuvo sobre Bres desde esa hora. Los lderes delos Tuatha D reclamaron que renunciara al reinado y l escap para reclutar entre los Fomorun ejrcito que lo apoyara.

    Mientras tanto, el sanador DianCcht le haba adaptado a Nuadha una brazo de plata, con loque fue repuesto en su soberana y de ah en ms fue conocido como Nuadha Airgedlmh,Nuada de la Mano de Plata.

    Luego viene el episodio de lo que es un preludio a un curioso cambio de roles: la llegada deLugh, el Brillante emparentado tanto a los Tuatha D como a los Fomor a la corte deTara en el medio de una fiesta. El portero le pregunt por sus habilidades, pues nadie podaentrar al palacio si no sobresala en alguna actividad, y Lugh se present sucesivamente como

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  • constructor, herrero, guerrero, arpista, fili, hechicero, sanador, escanciador y broncista, slopara recibir por respuesta que ya tenan al mejor. Sin embargo, l pregunt si haba alguien quecombinara todos esos conocimientos y como naturalmente no era as se le permiti entrar y fueconocido como (sam)ildnach, poseedor o hbil en muchas artes (juntas). ApenasNuadha tuvo pruebas de la competencia politcnica de Lugh, abdic del trono con la esperanzade que los llevara a la victoria contra los Fomor. Bajo la direccin de Lugh, se inician lospreparativos y cada uno de los artesanos y de los magos de los Tuatha D compromete supropia contribucin particular: el herrero, la confeccin de armas prodigiosas; el hechicero, elechar las montaas de Irlanda sobre los Fomor; el escanciador, ocultarles las aguas de loslagos y de los ros; el druida, arrojar sobre ellos tres lluvias de fuego para privarlos de dostercios de sus fuerzas y del valor y volcarles sobre los cuerpos orina de humanos y caballos.

    Una vez comenzada la batalla, la matanza fue generaliza da en ambos bandos. Pero entanto que los muertos de los Fomor continuaban as, los de los Tuatha D eran arrojados auna fuente sobre la que DianCcht y sus tres hijos cantaron conjuros y a travs de la magia eranvueltos a la vida, aunque mudos. Lugh tambin contaba con el recurso de sus poderes mgicos:mientras se mova alrededor de los hombres de su ejrcito sobre un solo pie y con un solo ojoentonaba un encantamiento para darles fuerza y valor. As asuma la postura caracterstica deun hechicero y un aspecto que reproduca la forma monstruosa que la tradicin le adjudicaba a

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  • los Fomor. Luego se enfrent al temido Balar del ojo malfico. Un ojo de ste era tan grandeque hacan falta cuatro hombres para levantarle el prpado y, cuando quedaba descubierto, suponzoosa mirada destrua un ejrcito. Pero tan pronto como Lugh vio el ojo abierto dirigidocontra l, le lanz un hondazo que lo hizo salir por la nuca de Balar con lo que llev ladestruccin a los seguidores de aqul. Los Fomor fueron derrotados y expulsados parasiempre de Irlanda. El mismo Bres fue capturado y trat de salvar su vida con la promesa deque, primero, el ganado de Irlanda siempre dara leche y, segundo, que habra una cosechacada tres meses. Ambas ofertas fueron rechazadas pero finalmente fue perdonado comorecompensa por informar sobre las pocas apropiadas para arar, sembrar y cosechar.

    sta es en esencia la historia de la Segunda Batalla de Magh Tuiredh. Es obvia suimportancia mitolgica, pero no tanto su significado. Hay quienes afirman que la partefundamental del relato es el mito de la muerte de Balar por Lugh y que el resto fue agregadoartificialmente a ese ncleo; ese argumento se ve respaldado por el hecho de que la tradicinde la oposicin entre una deidad establecida primitiva y un rival ms joven y verstil eraevidentemente familiar en Irlanda. Por otro lado, es cuestionable que una narracin como la dela Batalla de Magh Tuiredh pueda ser plausiblemente reducida a ese tema elemental y sepuede objetar legtimamente que no se ha tenido en cuenta otro conjunto de tradicionescomparables de teomaquias dentro del campo indoeuropeo que estn claramente documen-

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  • tadas. Se ha sealado ms de una vez, por ejemplo, la analoga entre los Tuatha D y losFomor, por un lado, y los Devas y los Asuras de la India, por el otro. En ambos casos lospoderes demonacos libran una lucha continua contra los dioses y el orden csmico que stosgobiernan, aun cuando en la tradicin irlandesa esa contienda fue registrada como que tuvo unalocalizacin histrica y se consideraba firmemente que se haba desarrollado sobre el suelo dela isla. En tiempos ms recientes, el problema de la Segunda Batalla se insert discreta perobastante firmemente en el marco de los estudios de estructura comparativa de los mitosindoeuropeos desarrollados por Georges Dumzil y eso condujo a ciertas sugerencias agudas yplausibles en vista del significado ntimo del relato.

    El ncleo de las ideas de Dumzil sobre la mitologa indoeuropea reside en la teora de lastres funciones. stas, sostiene, son las bases de una clasificacin tripartita que se manifiestatanto en la mitologa como en la organizacin social. La primera funcin se relaciona con laadministracin del universo y tiene dos aspectos: uno mgico-religioso y otro racional y jurdico.En el contexto indio, se personifica en la casta de los brahmanes y los dos aspectos se asignanrespectivamente a los dioses Varuna y Mitra. La segunda consiste en el ejercicio de la fuerzafsica, de naturaleza primaria pero no nicamente guerrera. Se encarna en los chatrias o castade los guerreros y su representacin divina est dada por el dios lndra. La tercera comprendetodas las manifestaciones de la nocin de fertilidad: prosperidad, salud, fecundidad de las

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  • plantas y de la vida animal, paz, voluptuosidad y peso numrico. Se personifica en los vaisias ocasta de granjeros y identificada por una cantidad de divinidades entre las que se destacan losAshvines. Pero este sistema interno, sostiene Dumzil, no es meramente indio o indoiranio, sinoindoeuropeo. Su esfuerzo permanente fue el de demostrar su vigencia en las distintassociedades y tradiciones de la familia indoeuropea y aunque en este aspecto sus inves-tigaciones no tuvieron un xito parejo, el cmulo de datos demuestra ms all de toda duda queel reconocimiento formal de una especie de clasificacin tripartita basada en diferenciacionesfuncionales es una caracterstica inherente de la herencia indoeuropea.

    Entre los celtas, la estratificacin de la sociedad india tiene un estrecho paralelismo en laprimitiva clasificacin de los druidas, la nobleza guerrera (flatha) y los hombres libres (b-airigh),que a su vez se corresponden con la divisin de Csar de la sociedad gala en druidas, quites yplebe. Por otro lado, la divisin tripartita del panten indio no ofrece un paralelismo tan obvioentre las divinidades irlandesas, aunque se podra sealar que los registros existentes delprimitivo sistema social irlands es ms autntico e inadulterado que el de sus dioses y esferasde actividades. Aun como sobrevive la tradicin, los dioses irlandeses no carecen de funcionesdefinidas, pero todava falta una demostracin clara de que constituyen (o constituyeron) unajerarqua de tres niveles distintos.

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  • De hecho, en todo caso y respecto al punto de vista de Dumzil sobre los Tuatha D y laSegunda Batalla de Magh Tuiredh, slo hace falta demostrar una real diferenciacin entre lasdeidades de la tercera funcin y el resto, puesto que en varios estudios separados sostuvopersuasivamente que en el sistema tripartito hay un dualismo inherente que tiende a unir las dosfunciones ms altas en oposicin con la tercera. Ese dualismo dio nacimiento a un mito quepuede ser rastreado en varias ramas de la tradicin indoeuropea y que relata cmo los diosesde la funcin ms baja fueron admitidos en la comunidad de los ms altos slo luego de unalucha en la que cada bando haba tratado de destruir al otro. En la tradicin escandinava, porejemplo, est el caso de la lucha entre los Ases y los Vanes y su posterior reconciliacin; losAses combinan a los dioses de la primera funcin (representados por Odn) y de la segunda(Tor), mientras que los Vanes personifican la tercera (Njrd, Frey y Freya). Del mismo modo, laSegunda Batalla de Magh Tuiredh no sera sino un reflejo del mito indoeuropeo; los Tuatha Dcuando llegaron a lrlanda no posean todas las capacidades necesarias para estableceruna sociedad. En sus lderes tenan la magia drudica (el Daghda), el nimo guerrero (Oghma),la totalidad de las artes y de los oficios (Lugh) y las importantes tcnicas de la medicina y de laherrera (DianCcht y Goibhniu) pero carecan totalmente de la tercera funcin en su aspectoms necesario: la agricultura. Como contrapartida, recay sobre sus oponentes, los Fomor,

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  • suplir esa carencia y eso est compendiado en el acuerdo por el que se le garantiza la vida aBres a cambio de los secretos de la prosperidad agrcola.

    Esa interpretacin deja muchos cabos sueltos que no fueron advertidos por Dumzil. Enprimer lugar, la batalla termina con el sometimiento completo de los Fomor, no en unareconciliacin y fusin con los Tuatha D como implicara el mito y, en segundo trmino, losFomor son retratados constantemente en la tradicin irlandesa como demonios, no comodioses (su nombre significa literalmente demonios de abajo, es decir demonios inferiores o, talvez, submarinos, como podra explicarlo otra etimologa). Una respuesta propuesta es que esasinconsistencias con el postulado del protomito son en realidad secundarias y derivadas de suactual contexto. Cuando la batalla de los dioses fue incluida en la seudohistoria de lasinvasiones y se oscureci su significado primario, los oponentes de los Tuatha D fueronconfundidos con los Fomor, los tradicionales enemigos del orden csmico, y a su vezocasionaron un cambio en las consecuencias del combate. Se puede aducir en favor de esteargumento que los Fomor de la Segunda Batalla tienen lazos familiares con los Tuatha D yque son descritos en trminos ms apropiados para estos ltimos que para los monstruososFomor de otros textos. Eso mismo sugiere intensamente que los oponentes de los Tuatha Den esta batalla en particular son tambin dioses.

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  • La interpretacin de Dumzil de la Segunda Batalla de Magh Tuiredh no est libre decontroversias, pero en cualquier caso es altamente plausible y tiene el no poco considerablemrito de recuperar orden y propsito de un caos aparente. Ms all de su tesis central, searguye la existencia de un sistema de dioses coherente heredado del pasado indoeuropeo locual algunas veces fue discutido y ah reside mucho de su importancia para el estudio de lasmitologas irlandesa y cltica.

    LA LLEGADA DE LOS GOIDELIOSEn el esquema del Leabhar Gabhla todo lo precedente no es sino un medio de conducir a lallegada de los Hijos de Ml, cuyos descendientes los goidelios seran en lo sucesivo elpueblo dominante de Irlanda. El origen erudito de esta invasin es obvio: los Hijos de Mlllegaron a Irlanda desde Espaa porque se crea que Hibemia el nombre latino de Irlandaderivaba de Iberia, en tanto que el nombre de su padre (Ml Espine) no sera sino la expresinlatina miles Hispaniae, soldado de Espaa, con ropaje irlands. Pero, pese a esa transparentefabulacin, hay mucho en ese relato que evidentemente es tradicional.

    El caso es que Bregon haba construido en su pas una alta torre desde la cual en unanoche de invierno, cuando el aire es tan puro que la vista de un hombre puede llegar mslejos su hijo Ith vio la silueta de Irlanda. Deseando conocerla, se embarc y cuando arrib le

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  • pareci deshabitada. Luego se encontr con los tres sucesores de Nuadha que no se ponan deacuerdo en cmo dividirse la isla y le pidieron que arbitrara. Obren de acuerdo a las leyes de lajusticia, fue lo nico que atin a decir y cometi el error de ensalzar los dones del pas. Eso lespareci preocupante a los hijos de Oghma, nietos de Daghda, quienes decidieron matarlo atraicin.

    Cuando los ocho hijos de su sobrino Ml, hijo de Bil, supieron de aquel acto, decidierontomar venganza y se embarcaron con otros treinta y seis jefes y sus tropas.

    Los Hijos de Ml desembarcaron en el sudoeste de Irlanda en la fiesta de Beltene (1 demayo), pero uno de ellos se ahog antes de hacerlo, al caer desde un mstil. Otro de sus hijos,el poeta Amerghin Rodilla Blanca, puso su pie derecho sobre el suelo irlands mientras cantabaun poema en el que como Krisna, el avatar de Visn en el Bhagavad-Gita- proclamabasubsumir en l a todos los seres en una invocacin pantesta que tambin era un reto para losmoradores de la isla.

    Habiendo desafiado a los Tuatha D Danann, los milesios se dirigieron a Tara. En el caminose encuentran con tres divinidades epnimas de Irlanda Banbha, Fdla y riu y cada unade ellas obtiene la promesa de que la isla llevara su nombre. Al fili Amerghin, que le asegurque el suyo sera el principal por pedirlo en tercer lugar, riu le predijo que Irlanda lespertenecera a los milesios para siempre, pero a Donn, el hijo mayor de Ml que se haba

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  • dirigido a ella con poca cortesa, le anunci que ni l ni sus hijos obtendran beneficios de laisla.

    En Tara, los Hijos de Ml encontraron a los tres reyes de los Tuatha D Mac Cuill, MacCcht y Mac Grine, los esposos de las tres diosas, y los emplazaron para que rindieran elpas. En su lugar, los dioses reclamaron una tregua y sometieron sus condiciones al juicio deAmerghin. La decisin del poeta fue que los milesios se reembarcaran para retirarse ms allde la novena ola (lo que para los celtas constitua un lmite mgico), pero cuando trataron devolver a desembarcar los Tuatha D crearon un viento drudico que los empuj mar afuera. Enla tormenta se ahog el hijo mayor de Ml con tres de sus hermanos, cumpliendo con la profecade riu, y luego fue sepultado en un islote al sudoeste de la costa de Irlanda que desdeentonces se conoce como Tech nDuinn, La casa de Donn; como consecuencia de ello, con elpaso del tiempo Donn (El Oscuro) asumi el papel de seor de los muertos de los irlandeses yen la tradicin popular moderno se revela como un dios de facetas contrastantes: benigno yterrible, creador de tormentas y generador de naufragios, protector del ganado y de lascosechas. Luego Amerghin se alz y se dirigi directamente a la tierra de Irlanda con otropoema:

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  • Yo invoco la tierra de Irlanda.Gran playa del mar frtil.Frtiles montaas trepadas.Trepados bosques por la niebla.Niebla de las cascadas.Cascadas de lagos en la baha.Bahas de los pozos de las colinas.Pozos de tribus reunidas.Reunin de los reyes de Tara.Tara de la colina de tribus.Tribus de los Hijos de Ml.

    Inmediatamente, el viento ces y el mar se aplac. Los milesios llegaron a la playa y leinfligieron a los Tuatha D una derrota definitiva en Tailtiu, el lugar del festival anual instituidopor Lugh, en el que los tres hijos sobrevivientes de Ml Eber, Eremon y Amerghin mataron alos tres reyes de los Tuatha D Danann. Luego de eso, Eremon el segundo hijo de Ml esnombrado soberano de Irlanda, pero el tercero (Eber) insiste con sus seguidores en que se

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  • haga una divisin por partes iguales y luego de un ao los hermanos se enfrentan entre s. Alfinal, Eber es muerto en batalla y Eremon reafirma su mandato.

    Como antes, no se puede decir con seguridad cunto de esa relacin es invencinseudohistrica; es ms fcil decir cul no lo es. Amerghin, Donn y sus otros hermanos sontotalmente mticos y es digno de destacar que el primero es quien como vidente y comorbitro tiene prioridad sobre todos los otros Hijos de Ml. l es quien asegura el desembarcoapaciguando a las divinidades de Irlanda y el que simboliza los inicios de sus colonias alproclamarse la corporizacin de toda la creacin. Y tanto en su invocacin a Irlanda as comoen la trada de diosas epnimas casadas con los reyes de Tara se descubre la elocuenteexpresin de uno de los temas dominantes de la tradicin irlandesa: la personificacin de latierra como una diosa que est unida en matrimonio con el rey legtimo.

    LA RETIRADA DE LOS TUATHA DPese a su derrota, los Tuatha D an conservaban el poder de sus artes mgicas y privaron alos goidelios de granos y de leche hasta que los obligaron a llegar a un acuerdo. Entonces sedecidi que el pas sera dividido en dos partes: la mitad inferior para los Tuatha D y la superiorpara los goidelios. De ese modo los Tuatha D se retiraron bajo tierra y el Daghda le adjudic acada uno de sus jefes un sdh o tmulo encantado, y a lo largo y a lo ancho del territorio tales

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  • tmulos son vistos o lo eran hasta hace muy poco como los lugares de las especialesmoradas del pueblo de las hadas. Ya a fines del siglo sptimo un clrigo bigrafo de sanPatricio se refera a los sdh o dioses que moran en la tierra (side aut deorum terrenorum), conlo que evidentemente daba por sentada la tradicin que ubicaba a los dioses nativos bajo lasuperficie de la tierra.

    Ese estilo de vida sirve para explicar cmo los miembros de los Tuatha D llegaron aestablecerse firmemente en el paisaje irlands, viviendo en estrecha cercana con loshabitantes humanos que antes y siempre fueron conscientes de sus presencias. Lo suyo es lootro, la cara oculta de Irlanda que tiende cada vez ms a reflejar las caractersticas de la visible.Ellos tienen sus reyes locales y provinciales y toda su organizacin social se asemeja a la de lacomunidad humana. Tienen las mismas lealtades locales, las mismas disensiones internas yescaramuzas, y seguramente como esto lo sugiere su divinidad no los vuelve perma-nentemente invulnerables ni los exime de la muerte violenta. Aunque, paradjicamente, lacualidad que ms claramente los mantiene aparte es la inmortalidad, por virtud de la cual vivensin pena, sin dolor, sin muerte..., sin edad, sin la corrupcin de la tierra. Si ah hay unacontradiccin, no es una que requiera ser resuelta con argumentos racionales. Una de lascaractersticas del otro mundo con la que juegan constantemente la imaginacin irlandesa ygalesa es con la relatividad del tiempo y del espacio; las perspectivas se invierten, lo breve se

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  • vuelve largo y lo largo breve cuando se cruza la tenue frontera entre lo natural y lo sobrenatural.Sin duda las violentas muertes de algunos miembros de los Tuatha D deben ser vistas desdeuna ptica similar. En todo caso, est claro que los narradores de cuentos irlandeses no vennada fuera de lugar en la ocasional mortalidad de un dios inmortal dentro de ese contexto mticodonde los opuestos se combinan y entrecruzan.

    El otro detalle que distingue conspicuamente a los seores de los sdh de los reyes y hroesmortales es su control de la magia y eso antes que la nocin de divinidad es lo quecaracteriza sus roles en la mayora de la literatura primitiva. En ese aspecto, el relato literarioantiguo y el moderno cuento folclrico son uno. La suya es una contrapartida mgica eidealizada del mundo natural en la que raramente se entremeten los mortales si no es porinvitacin o por accidente. Recprocamente, la gente de los sdh normalmente no interviene enlas cuestiones humanas y la idea de que los humanos puedan invocarlos como deidades estcasi totalmente ausente.

    Pero sera imprudente asumir precipitadamente que siempre fue as. Hay que tener enmente por lo menos dos consideraciones. En primer lugar, y pese a que la actitud de losredactores monsticos hacia las tradiciones del paganismo nativo era notablemente liberal, deningn modo tena siempre el mismo grado de nfasis y haba algunas cuestiones que nopermitan mucho compromiso; las splicas y las adoraciones a las deidades nativas habran

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  • sido unas de sas. Un himno del siglo octavo declara que, hasta que san Patricio predic elEvangelio, el pueblo irlands adoraba a los dioses de los sdh; el santo conoca sus prioridadesy, presumiblemente, tambin lo hacan los clrigos literatii de los siglos posteriores. La segund