DISCURSO DE INAUGURACION

DOCTOR ALFONSO OCAMPO LONDOÑORector ICESI

Al iniciar este seminario quiero, ennombre de la Universidad ICESI y de /acomunidad, agradecer la presencia deustedes, que han tenido /a voluntad dequerer prepararse mejor en la tareaformativa del hombre colombiano. Estohabla ya elocuentemente de sus cuali­dades y de su deseo de superación, quedebe ser el que siempre debe tener unapersona y en especial un maestro o pro­fesor.

Queremos desde hoy tratar el temadel Espíritu Empresaria/, que sin dudaes uno de los elementos más importan­tes para alcanzar unas altas metas dedesarrollo y de progreso.

La Universidad, cuya definición pue­de aplicarse a todo el sistema educati­vo y a cada escuela o colegio, "es unainstitución de la comunidad, dedicada ala conquista del conocimiento, la solu­ción de los problemas, /a apreciacióncrítica de las realizaciones y la forma­ción de hombres y mujeres a un alto ni­vel cultural, espiritual, científico, ético ytécnico. Docencia, investigación y ser­vicio o extensión, tan entrelazados en­tre sí que para poder cumplir uno solo

de estos objetivos es necesario cumplirlos otros dos y llegar a un concepto in­tegral de trinidad. La investigación es bá­sica para enriquecer los conocimientosy la docencia; el servicio o extensión opráctica, para probar la realidad de di­chos conocimientos, volver la docenciamás relevante y mejorar la comunidaddonde opera, y la docencia, para impar­tir los conocimientos que vienen de tiem­pos anteriores, mejorados por la inves­tigación, servicio que los pone al día yes la prueba de su relevancia".

Las instituciones educativas no pue­den sustraerse a los problemas de la co­munidad y deben estar inmersas en ellospara ayudar a solucionarlos, pues sonen su esencia entidades de la comuni­dad y no instituciones aisladas o feudosinexpugnables. A la comunidad debensu razón de ser y a ella se deben porcompleto y tienen que responder anteella por sus actos, pero también la co­munidad debe velar por el bienestar ybuen funcionamiento de éstas, que sonbásicas para su progreso.

Es importante este deseo de periec­cionamiento, concepto que para muchos

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será nuevo, pero de sus enseñanzas de­pende gran parte lo que es y será Co­lombia en el futuro. Este deseo de me­joramiento continuo en todas las perso­nas, una pasión por la excelencia, peroen especial en los educadores, es nosólo importante sino que es un deber éti­co de todos, y en especial de los maes­tros y profesores. No podemos, los edu­cadores, impartir un conocimiento queesté atrasado o sin relevancia para elmundo exterior que va a ser el de suseducandos.

Si no se hace así los vamos a con­denar a ser ineficientes y a arrastrar unaexistencia, no sólo de pobreza y pocacalidad de vida, sino sin meta espiritualy cultural para el porvenir.

El "Espíritu Empresarial o emprende­dor" es una disciplina para "proveer elclima en el cual hombres de imagina­ción se nutran. Para que con la totali­dad de sus habilidades puedan trabajarcreativamente dentro de la trama de lasorganizaciones y del medio ambiente enque operan. La necesidad que hay esde hombres que sean innovativos, quetengan la capacidad de traducir las ideasy descubrimientos en acción, que seanreceptivos e iniciadores del cambio, quetengan alta tolerancia a la ambigüedade incertidumbre y tengan la voluntad detomar riesgos" (Howard Johnson, delM.I.T.).

Cuando decimos que una persona esemprendedora queremos expresar quees alguien que hace cosas, es decir, queno se queda sólo con la idea sino que lahace realidad. Este es un problema muycolombiano, pues cuando decimos algoo presentamos un proyecto, creemosque con sólo enunciarlo ya lo hemos he­cho y se nos queda la mayoría sin ha­cer. Es necesario inculcar a los colom­bianos que no sólo "hay que decir, sinoespecialmente hacer".

Es pues una persona que "ante losproblemas u obstáculos es capaz de

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encontrar nuevas soluciones, nuevassalidas que difieren de las habituales ode las desgastadas por el uso, es decir,con capacidad de salirse de las normasrígidas impuestas, de romper esquemas,de eliminar las barreras personales y cul­turales que habitualmente nos amorda­zan y condicionan. Con esta palabra sequiere expresar que es una personacreativa e innovadora, por lo cual se hanconsiderado como sinónimas. Además,cuando examinamos la historia de laHumanidad y de la Civilización vemosclaramente que ésta es el resultado deun largo ejercicio de la creatividad" (Edi­torial M: 1. Junio de 1988).

Los educadores tenemos la obliga­ción de formar hombres y mujeres em­prendedores, con una personalidad, ac­titudes y características diferentes, quedeben incluir las de: creatividad, inno­vación, capacidad investigativa yanalí­tica, flexibilidad, deseo permanente detrabajar, con una pasión por la excelen­cia y de perfeccionarse continuamentey de manera independiente, es decir,que aprenda a aprender, con deseo delogro y capacidad de vencer el temor deenfrentar riesgos. Todo ello dentro deuna formación integral, espiritual, éticay de responsabilidad social.

Hay que inculcarles, además, el de­seo de organizar empresas para crearsu propio empleo y el de otros, o si en­tra en una organización ya formada lohaga con espíritu creativo e innovador,dar todo lo que pueda de sí y propicieno sólo su perfeccionamiento sino tam­bién su ampliación y creación de mayorriqueza, todo lo cual es una tarea de tras­cendencia nacional e internacional.

El Espíritu Empresarial y el conceptoemprendedor no es sólo para los em­presarios sino para todas las personasy organizaciones, y ahora muy especial­mente para las entidades públicas y eltercer sector, que está creciendo nota-

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blemente, que es el de las Organizacio­nes no Gubernamentales u ONGS.Cada escuela, cada colegio, cada uni­versidad. y toda entidad de servicio so­cial debe ser una institución emprende­dora y con ello va a poder cumplir consu verdadero objeto social con el cualestá comprometida. No es pues tan sólopara las empresas o corporaciones conánimo de lucro y para los directivos, sinoque debe ser una forma de ser y de granimportancia para poder volverlas másproductivas, y en esta tarea los educa­dores tenemos un papel fundamental enla formación de los hombres de hoy yde mañana.

Queremos que Colombia se convier­ta en una tierra de esperanza para to­dos los colombianos, pero nos estamosdebatiendo ahora en serios problemas,no sólo en el lado político sino p'or susproblemas socioeconómicos internos enuna buena parte de nuestro territorio. Engran medida esto es debido a que nohemos creado o formado los dirigentesque necesitamos. que nuestro liderazgoha fallado. Da vergüenza que muchas

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partes de esta bella tierra estén en unestado de pobreza o semipobreza, ro­deadas de grandes recursos naturalesque no hemos sabido aprovechar debi­damente o los estamos destruyendo.

Habitamos una tierra bella y fértil,pero no parece que hayamos formadodebidamente los recursos humanos dig­nos de la tierra que hemos heredado yque posiblemente la vamos a entregarpeor que cuando la recibimos.

Esta es la tarea que todos los educa­dores debemos realizar y la obligaciónque tenemos, para que de verdad nospodamos llamar educadores. La podre­mos cumplir si formamos gente capaz yemprendedora y si le inculcamos un ver­dadero espíritu de superación. que estambién la esencia del que hemos de­nominado "Espíritu Empresarial".

Quiero agradecer su presencia y con­fío que lo que vamos a plantear y a ana­lizar les sirva para su propio mejoramien­to y su deseo de superación, que handemostrado con creces al venir a estasjornadas.

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