Discurso del ex Presidente del Uruguay J. Mujica

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Mayo de 2013

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  • Palabras del Presidente de la Repblica, Jos Mujica, en su audicin radial por M24, correspondiente al 10 de mayo de 2013.

    Es un gusto, amigos, saludarlos por este espacio con el que procuramos llegar a una audiencia, parte de la cual hace mucho tiempo nos acompaa. Y hoy en primer trmino tenemos que agradecer a los trabajadores que componen la FOEB, es decir los trabajadores del complejo de las industrias de la bebida, que, en el marco de sus luchas salariales, oportunamente terminaron acordando por asamblea una frmula en la cual quedaron comprometidos a juntar un valor importante que iba a ir en beneficio del INAU, para los nios ms dbiles, menores de cinco aos, y para apoyar al Plan Juntos, que tiene la intencin de ir construyendo viviendas para los sectores ms desheredados, particularmente a esa cantidad de madres con hijos que quedan solas frente a la vida, all en los estratos ms humildes y pospuestos de nuestra sociedad.

    Ayer la direccin sindical en pleno se hizo presente formalmente en la Torre Ejecutiva e hizo entrega de los documentos que reconocen ese compromiso y su cumplimiento. Y dejaron claro que tienen voluntad poltica de impulsar actitudes de ese tipo en futuros convenios. Y esto se suma a una actitud concreta que hace un tiempo asumieron los trabajadores del SUNCA que concurrieron cinco o seis sbados consecutivos en nmeros de 50 u 80 trabajadores a dar una mano con su oficio, desinteresadamente, para ayudar a levantar estas humildes viviendas. Por eso, en un mundo donde lo que sobran son intereses, a veces muy legtimos, pero que naturalmente anda muy escaso el sentido solidario y menos el filantrpico, estas actitudes deben ser reconocidas, estimuladas, no solo por lo que dan, sino que establecen algunos de los escalones mejores de los valores humanos.

    Recordemos que no vamos a cambiar el mundo con estas actitudes, pero que tampoco nos cruzamos de brazos ante problemas que no podemos resolver y algo hacemos. Dos cosas, en la prctica de acordarse de los que quedan en el fondo de la fila, hay tambin un reconocimiento de lo que nos queda por hacer. Pero en todo caso hay que afirmar esto: Usted que lo critica hgalo mejor, organcese como pueda, con quien quiera, y lleve adelante actitudes ticas de este tipo. Por ese lado tal vez podamos ir cultivando una sociedad mejor, porque no nos desentendemos o le tiramos toda la responsabilidad a otro, sino que asumimos ser parte, instrumento y responsables de las actitudes que tienden a mitigar nuestros problemas ms graves y ms hondos. Por eso, nuestro agradecimiento a los trabajadores en general y muy en particular a este gremio, la FOEB, y recordar, oportunamente, lo que pudieron arrimar los trabajadores organizados de la direccin sindical del SUNCA.

    Entrando un poco en otro tema, queridos amigos, hay un poquito de derrotismo en la visin de alguna gente; est cumpliendo efecto la larga campaa meditica que todo lo ve negro. Mientras agranda los edificios de sus empresas, mientras multiplica su patrimonio, se encarga de sembrar mediticamente una visin de qu horrible, qu dificultades que vamos a tener, etctera. No compartimos para nada; yo dira que es una especie de pesimismo electorero. Por supuesto, no ha de extraarnos en la visin interesada que pueden tener seores empresarios que defienden la de ellos,

  • en un mundo en que el que no llora no mama. Y el peor error que puede cometer un empresario es reconocer que le va bien, o muy bien, porque se expone a que le pidan aumentos desmesurados, y entendemos perfectamente ese conservadorismo declarativo del sistema empresarial, es una manera de proteger su caja y as debe ser entendido.

    Pero en el Uruguay es obvio que tiene que influir la crisis europea, larga, larvada, que nos cierra mercados o nos hace las cosas imposibles. Es imposible vender comida de pescado altamente preparado a los precios que ofrece Europa hoy, porque no cubre los gastos. En varios rubros de nuestra economa estamos padeciendo la crisis europea. Pero la crisis europea, por la magnitud de Europa, tambin influye indirectamente en alguno de nuestros clientes regionales o de otras partes del mundo. Estamos en un mundo interconectado y es natural que ciertas cosas se reflejen. Es cierto que tenemos en jaque la competitividad por esa tendencia que tiene el dlar, y es cierto, muy cierto, que el equipo econmico est muy preocupado y est discutiendo en sus entraas algunas medidas que colaboren a mitigar estos fenmenos que son objetivos de nuestra economa. Pero guarda!, histricamente, crecer al 3 y al 4 % es un indicativo muy interesante, y el ritmo de inversin que lleva el Uruguay es muy alto, y esto habla de la confianza, en el fondo. Porque quien no confa, no invierte, y ms all de las palabras o de las declaraciones periodsticas, quien invierte toma una decisin de riesgo que no es antojadiza. Parte de una visin lo ms real posible y, al hacer inversin, obviamente que est arriesgando.

    Tenemos un nivel histrico de inversin que nunca hemos tenido. Una cosa es lo que declaran los empresarios y otra cosa la actitud concreta que asumen los empresarios en materia de inversin. Todava este ao, y parte del otro, va a ser muy fuerte la inversin pblica. En estos das se lauda, por ejemplo, la adjudicacin de las obras y el complejo que significa en Puntas de Sayazo, la regasificadora, y nadie alude a que es una inversin de ms de mil millones de dlares, a cargo de las empresas que puedan beneficiarse con esa adjudicacin. Y estas cosas, naturalmente, en un pas de nuestras dimensiones, tienen repercusiones laborales innegables. Y no me quiero detener en lo que est pasando en la industria de la construccin, en las viviendas de clase media tipo, comunes y corrientes, que hay una verdadera explosin, y en otros ndices que estn por all.

    No veo ninguna razn para el pesimismo. Tampoco veo razn para creernos que podemos tirar manteca al techo, y como tal, tendremos que tener aumentos salariales cautos, que no se olviden de los ms dbiles y que sean ms prudentes con los ms fuertes y que estn en relacin a lo que podemos crecer y no a los deseos. Y en ltima instancia, esa prudencia creemos que va a ser compensada, porque en definitiva, cuando se ha tenido un perodo de crecimiento importante, hay que asimilarlo, pero sobre todo hay que asegurarlo.

    Por eso no acompaamos para nada esa visin. Y cuando decimos que el equipo econmico va a tomar algunas medidas, no son medidas en el sentido de cambios de carcter esencial, sino, si se quiere, retoques, en una coyuntura donde la competitividad nos est jaqueando, y donde la acumulacin de

  • reservas que estamos obligados a realizar, tratando de defender el precio del dlar, se transforma en una cifra fantstica, pero es tambin la expresin de un fantstico esfuerzo que est haciendo el pas. Seguramente que en estas cosas tendremos que sumar algunos otros instrumentos, y esa es preocupacin del equipo econmico.

    En otro orden de cosas, pensamos sinceramente que estamos en el marco de una cosecha que est demostrando, primero, que es positiva, como es el caso de la soja, y ha sido y es el caso del maz, pero que est desnudando que esta crisis positiva de crecimiento nos est creando una crisis en la caminera, en los puertos, en fin, en el conjunto de apoyos logsticos y de infraestructura que tiene que tener un crecimiento de carcter productivo. Las cosas se dieron as y es bueno sacar la leccin, porque en definitiva las decisiones que se fueron tomando nos han hecho perder en parte un ao, que pudiera haberse utilizado en la mejora de la caminera por lo menos profunda.

    Lo pasado, pasado y pisado. Ahora es la cuestin del porvenir, y el porvenir se llama suturar la cuestin de los caminos, implementar en todo lo que se pueda el transporte fluvial y dar un salto en la reconstruccin del ferrocarril. Los prximos meses van a estar precisamente empeados en semejante esfuerzo.