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DISCURSO EN LA GUERRA David Mallols Tomás

Discurso en la guerra

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Versos de un largo verano.

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DISCURSO EN LA GUERRA

David Mallols Tomás

1

I

amplio la estrechez

al recorrer recordando el pasillo

que conduce al banco

de cuerpos tendidos por un hilo infatigable,

soportando a un lado

y al otro,

incansable y a veces

incomprensible peso del alma

donde las lágrimas descansan

cada vez más

en un suelo desinfectado

anulado

por precaución,

para no manchar la fragilidad y el equilibrio

que mantiene el cuerpo

vivo;

vivo por gratitud

condenado a la suerte de la probabilidad

de un sí

de un no

y el pasillo

y el cuerpo

congelando un instante

de duda perpetua

2

II

no pienso, tan siquiera

en el desahogo mordido

que recibo a ciegas

de aquella desmedida

naturaleza de su cuerpo.

no pienso, y pudiera

en fisuras provocadas

por la envidia desgastada

del que soy al que no.

no pienso, y debiera

en la agonía de la pasión.

no pienso, y será verdad

3

III

poco importa la fiebre

y nada huele peor

que la espera sinuosa

el tú yo por qué

en un sucedáneo amanecer

hasta en eso mentimos

semejanzas de pares invertidos

nada huele peor.

terror en las manos

amparando el vientre

descubriendo los pasos de su aliento

analizando el aire

buscando ambiguo

la costumbre del sofá

4

IV

son diez pasos

principio y fin

desde y hacia él

diez suspiros

el intervalo de alientos

pues selecciona a los hombres

bajo la fe de estética

razón

extracto de papel manchado

en diez

diez aires involuntarios

cargándonos

de sulfuro

uno al otro

infectados

como hermanos de diez pasos

a tiempo corto la cabeza cae violenta

hacia los bajos externos

del cuerpo febril y angosto

y por el suelo que piso

la enfermedad dibuja

otro vómito

5

V

desprendimiento

de palabras

tu boca como un barranco

6

VI

solo quedan los cuerpos

melancólicos

arañados

por un tiempo que parpadea

sobre los alientos

y las voces

que gravitan en el aire

la memoria

Bajo esta resurrección

no consigo huir

de la noche?

todavía amanece

en las alcantarillas?

inquietante laberinto de incógnitas

miedos

7

VII

ando cansado

de respirar el aliento

de un campo de ausencias

invisibilidad presente

materia volátil de mi desencanto

si lo orgánico se aleja

es solo porque sueño con deseos

suspendidos

en la claridad de la niebla

ahora

que lo ahuyento todo

braceando fuertemente el espacio vacío

es el miedo

que se desencaja

cae

al barranco de mis cementerios

y cuando asoma la noche

y pienso en mis huesos

quebrados

me emborracho de exterior

en mi interior

y siento

otra vez

a mis gritos huir

en inútil desbandada

8

VIII

recojo

un poco de impulso

en la tarde ambigua

retención pausa

abajo

donde a penas llego

qué ganas de bañarme

en ti

y sin embargo

aquí me ato a sonidos

huracanes de silencio

dormidos suspiros

deseos proyectados desde una bandeja de camarero

y la carretera

que llegando a su fin

me indica los dos lados del desierto

la arena fértil

asoma un bosque en su horizonte

anhelos de árboles

altos

como los sueños de gigantes

me levanto

sigo en mis huesos

en el febril cemento

del aliento

la memoria

9

IX

uno a uno

los viejos van cayendo

por encima de sus arrugas

quedan retazos rincones

de la sombra

tan larga como los cabellos del día

la eternidad muere todos lo días

pasos cortos

anuncian la procesión

a golpes de ojos profundos

como el corazón entre los pulmones

porque algunas veces

solo somos músculos

algún hueso

no hablo de ti ni de mí

si no de la distancia

entre el blanco y el negro

el desprendimiento inocente

de la mala risa

sobre la velocidad

ojos atentos

atentos ante la fertilidad

amenaza incontrolable

o tal vez maravillosa

pero tan delicada como un arañazo

y repito

no hablo de ti ni de mí

solo del cómo

mi consecuencia

10

delante mía

jugando

a la altura del ahora

me dirá letalmente

tú eres

11

X

poco a poco

se empieza

se va la herida

poco a poco

hablo delicado

por miedo a ti

susurro

casi silencio

amo delicado

cuidado

la herida se cierra

todo empieza

poco a poco

te amo

12

XI

evasión contraída

cesión de mi sangre

al limbo de la carretera

todavía siento la esperanza

como la rótula de los días

13

XII

qué hay de nosotros

pares unidos por sendas

cruzadas carreteras

inertes puras

y vírgenes metáforas

espíritus desmayados

en febriles cuerpos

qué hay de nosotros

simplemente

en nuestros pares

perdidos en la hierba

de un bosque en arena de la playa

qué hay de nosotros

en nosotros

separados por franjas

eternas

misterio y esperanza

en un solo aliento

qué hay de nosotros

cuando las entrañas que eyaculamos

con solo mirarnos a los ojos

no pueden perderse

como el lastre

que cae inerte al mar

14

XIII

desde aquí

el arañazo de los días

es eterno

aun sabiendo

que la moral de la noche

cicatriza

así es

como el tiempo

va muriendo bajo mi piel

como un niño en el bosque

15

XIV

ser contradicción

huir del sudor

podrido de nuestros padres

para bañarnos en el nuestro

ser molesto

hacerlo todo

o no hacer nada

nunca

ser fantástico

saltar sobre las antenas

que pueblan los pájaros en el blanco de los edificios

ser amargo

confundir miserias

16

XV

es la velocidad de la carne

la que asoma

su latido infantil

al diván de la violencia

17

XVI

respirar dentro de un horno en llamas

la casualidad de las brasas

llaman al espíritu muerto

que se agarra a nuestros pies

como nubes esclavas

18

XVII

anoche

calló el agua

mi garganta

se inundó de gritos

blasfemé

me reí de las sombras

curioso

como un niño destripando insectos

19

XVIII

el animal bífido

que alumbró mis noches

ha caído bajo la guillotina

-condena del tiempo

ausencia austera

de su impulso-

no se puede hacer nada

nada

para salvar la cabeza muerta

ahora es un peso que barre las calles

en busca de otros vacíos

el cemento es un juez severo

para el animal bífido

por mucho que sonría

sobre los pechos desconocidos

largo final de vida

para el final bífido de mi pasado

largo escaparate de carnes

descuento en entrañas

para el animal bífido

larga vida

para mi grito en la noche

en el agua

20

XIX

la mirada

es una forma de estar

un órgano latente que puede resbalar

caer

adormecerse sobre los pies

de una monotonía mordida

esa es su única amenaza

sus restos las migas

es la esperanza

la que hace escribir palabras

más allá de los cuerpos

la que espanta

insectos podridos buscando la ventana

esa es la esperanza de la mirada

la que invita

a la caprichosa eternidad

ser humana

son suspiros de ojos

como heridos en combate

los que caen en cascada

por los muros de las calles

sombras largas

que transforman la ausencia

en todo

21

septiembre 2009

Barcelona