“Viajemos por el reino fungi”

.

Incapaces de producir su propio alimento,

todos los hongos toman sus elementos

nutritivos de los cuerpos de otras plantas y

animales, ya sean vivos o muertos.

Los hongos se alimentan de materia orgánica en

descomposición ya que son grandes

descomponedores. Se alimentan mediante la

ABSORCIÓN de materia orgánica ya elaborada

que pueden tomar de otros organismos vivos o

de sus restos en descomposición.

En cuanto al tipo de nutrición, estos organismos desprovistos de clorofila e incapaces de sintetizar los glúcidos que

necesitan para vivir, han desarrollado tres sistemas de vida:

1) Los saprobios, que pueden descomponer residuos orgánicos para alimentarse. Este es el caso de los hongos comúnmente hallados sobre troncos muertos, como los

"Pleurotos" u hongo ostra, e incluso el más conocido "Champiñón".

2) Otros son parásitos y extraen las sustancias orgánicas que necesitan de un hospedador al que debilitan y a la larga lo

matan.

3) El tercer modo de vida es el de los hongos simbióticos, que

extraen las sustancias orgánicas de un hospedador, pero que

en contrapartida le procuran cierto número de ventajas. Los

más conocidos son los "Boletos" y las "Trufas".

A diferencia de las plantas y de

los animales, los hongos no

forman embriones. En cambio

los hongos se reproducen por

pequeñísimos y ligeros

paquetes reproductores

llamados esporas, que son

extraordinariamente móviles, a

pesar que en su mayoría

carecen de medios de

autopropulsión. Los hongos

tienen una capacidad

reproductora prodigiosa y

esporas de gran movilidad, lo

que asegura que se encuentren

en todos los ambientes

terrestres, y explica el inevitable

crecimiento de hongos en todo

emparedado regazado y en

recipientes de comida sobrante.