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Curso
Los trastornos de la comunicación, el lenguaje y el
habla
Docentes:
Elaime Maciques Rodríguez
Ronald Soto Calderón
Coordinador
Daniel Comin
2016
Curso: Los Trastornos de la comunicación, el lenguaje y el habla Derechos reservados y protegidos - 2016
Módulo I
Fundamentos y generalidades de los aspectos anatómicos y neurofisiológicos
del lenguaje y la comunicación humana.
Clase1: Introducción
La forma en que nos comunicamos con otros y con nosotros mismos, determina la calidad de nuestras vidas. Anthony Robbins
Curso: Los Trastornos de la comunicación, el lenguaje y el habla Derechos reservados y protegidos - 2016
Contenido de la clase
A manera de introducción…………………………………………………………………..……..….4
Desarrollo del lenguaje y de la interacción comunicativa……………………………………….….……..5
Teorías del desarrollo del lenguaje………………………………………………………………..………..10
Condiciones necesarias para la adquisición del lenguaje……………………………….……….……..20
Aspectos básicos del desarrollo del lenguaje …………………………………………………….22
Bibliografía……………………………………………………………………….………..…………..34
Curso: Los Trastornos de la comunicación, el lenguaje y el habla Derechos reservados y protegidos - 2016
1.1. A manera de introducción
En la actualidad la respuesta desde algunas instituciones educativas públicas o privadas, así como
desde los diversos espacios en los que se brinda respuesta a diversas situaciones relacionadas con
el lenguaje, existen profesionales en el área del lenguaje a quienes les refieren los niños y niñas que
presentan alguna condición relacionada con en el desarrollo del lenguaje. Y en este sentido el
profesional terapista del lenguaje, fonoaudiólogo u otro profesional competente en el tema del
desarrollo del lenguaje, es quien se encarga de evaluar al niño y la niña e indicar si requiere algún
tipo de apoyo para de esta manera, favorecer el proceso de comunicación y el acceso al aprendizaje
de la lectura y la escritura.
Algunas instituciones cuentan con estos terapeutas quienes son las personas encargadas de encargados de
brindar los apoyos a los niños y las niñas que así lo requieran ya que presentan problemas de lenguaje. No
obstante, esta situación no se presenta en la mayoría de las instituciones educativas y lo común es la
docente o el docente del aula regular al identificar problemáticas derivadas de las dificultades en el desarrollo
del lenguaje del estudiantado, se convierta en la persona mediadora y deba recomendar y realizar la debida
derivación un profesional calificado, y además promover actividades que le permitan al estudiante con esta
condición recibir el apoyo necesario, para que esta dificulta no altere su proceso de aprendizaje. Y en este
sentido es quien envía un mensaje de alerta a los padres y madres de familia o encargados acerca de lo que
ha observado en el aula. En este sentido, el profesional de la educación cumple con su tarea de derivación
para ofrecer una mejor oportunidad a la persona, y promover el acceso al aprendizaje del estudiantado con
problemas del lenguaje.
Por lo tanto, la tarea aquí propuesta propone que el personal docente a partir de una observación e
interacción con el estudiantado, pueda inferir que podría estarse presentando una desviación en el patrón del
desarrollo del lenguaje en alguno de los estudiantes que asisten a su nivel de enseñanza, situación que podrá
entonces ser abordada de manera adecuada para favorecer el desarrollo integral del estudiante.
Ante esta situación no todos los padres y madres de familia cuyos hijos e hijas presentan algún tipo de
dificultad de lenguaje están anuentes a que sea atendido por un profesional en el área, lo cual podría
derivarse alguna de las siguientes situaciones:
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Desinterés y poco conocimiento, en este sentido consideran que el lenguaje de sus hijas o hijas
mejorará cuando crezcan y sean mayores.
Poca disponibilidad de tiempo para poder llevar a sus hijos o hijas a que se les brinde el apoyo
requerido.
Dificultades económicas que no les permite a las familias solventar el pago de estos servicios de
apoyo.
Sin embargo, si diversos profesionales (informados y conocedores del tema) desde la educación pudieran
desarrollar un proceso preventivo en sus lugares de trabajo, se podría estimular que estudiantes con esta
condición de manera sistemática la calidad en su lenguaje. Lo cual favorecería la interacción social, el
desarrollo de la comunicación y el aprendizaje de la lectura y la escritura. Esto solo podría ser llevado a cabo
por profesionales que desarrollen una actitud adecuada, y que tengan y interés y participen en procesos
formativos relacionados con esta tarea de prevención de situaciones que alteren el desarrollo del
estudiantado, principalmente en el aspecto del lenguaje, y que desde su labor de aula, promueva actividades
variadas para favorecer la calidad en el lenguaje y la comunicación en sus estudiantes, de una manera
adecuada.
1.2. Desarrollo del lenguaje y de la interacción comunicativa, desde el nacimiento hasta la edad escolar.
1.2.1. Lenguaje en el ser humano
El lenguaje es una herramienta que ha sido desarrollada por el ser humano para de alguna manera poder
expresar mediante diversas manifestaciones orales, corporales, o silencios sus necesidades, intereses,
intenciones, sentimientos, entre otros. Y así como desde tiempos muy remotos los seres humanos han
buscado la forma de poder expresarse y satisfacer esa vinculación humana con las demás personas, y
hacerse comprender; esto ha requerido por lo tanto, que se generen diversos recursos o modalidades de
lenguaje, que para efectos de su comprensión ha sido necesario la elaboración de códigos, signos, gestos o
figuras, que le dan contenido al lenguaje.
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Con respecto a lo enunciado anteriormente, es importante mencionar que históricamente se han dado
situaciones que han generado en el ser humano el interés, sino la necesidad por desarrollar formas diversas
del lenguaje, que le permitieran de alguna manera la comunicación, no solo interactuar con las personas que
convivía, sino poder extender sus formas de pensamiento, organización, construcción, su cultura, y en fin,
poder extender su visión de mundo y formas de transformación de la convivencia. Un ejemplo de lo anterior,
es lo propuesto por Lord Brain (1987) cuando menciona que en el evento de la Torre de Babel, los obreros
sufrieron pues,
… toda la tierra tenía un mismo lenguaje y una sola manera de hablar. El mismo autor asocia el
desarrollo de la civilización con la descomposición del lenguaje único, que se cree que fue el
resultado directo del hombre al hacer los ladrillos y construir la simbólica Torre de Babel (p. 13).
Cita que nos podría evidencia además de la posible
presencia de dificultades del lenguaje, y de la
comunicación, y en esa misma línea, se evidencia
la importancia que tenía en ese tiempo la
comunicación, ya que no fue una decisión de unos
cuantos la construcción de tal torre, como obra
majestuosa, sino de toda una la ciudad, y se
habían enfocado en lograr su objetivo, y por lo
tanto, ser reconocidos por ello, pero hubo una
confusión en su lenguaje, y por ende, era posible la
comprensión entre ellos, y lo que una persona
hablaba no era comprendido por las demás
personas.
Si el ejemplo propuesto se lleva a la
época actual, se podría decir, que la
persona que habla e mismo idioma o la
persona que no está en sintonía con las
otras, difícilmente logrará su objetivo, ya
que para ello deberá hacerse comprender
y de esta manera, lograr un acuerdo.
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Y esto es algo que el ser humano provoca desde que nace, para así satisfacer sus necesidades y ponerse en
sintonía con todas las personas con las cuales
interactúa.
Por otro lado, no podemos abandonar la idea
de lo narrado en la historia con respecto a las
necesidades percibidas por el hombre, grupo
que hizo del dibujo su medio de comunicación
en los diversos espacios del lugar en el cual
habitaba, a saber suelo, paredes, troncos,
piedras, en fin todos aquellos medios físicos que le permitían grabar en ellos mensajes e ideas.
No obstante, las ideas anteriores, no circunscriben al
lenguaje en sus diversas manifestaciones como una
habilidad exclusiva del ser humano, ya que hay
investigadores que han compartido la idea de que “algún
tipo de lenguaje” puede darse en los animales,
principalmente caracterizado por la emisión de sonidos y
que de alguna manera, llevan un mensaje para la especie que comparte estas manifestaciones, aun cuando
sea incompresible para el ser humano, y según Lord Brain (1987, p. 15) “… entre los animales, el nivel
más alto de comunicación social parece haber sido alcanzado por los chimpancés.” Sin embargo, hay
estudios que han demostrado que ningún chimpancé ha logrado lo que un ser humano recién nacido
logra, principalmente en lo relacionado con formas de comunicación.
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Esto nos lleva entonces a ir de alguna manera proponiendo una serie de ideas relacionadas con conceptos
básicos relacionados con el lenguaje y la comunicación, en el ser humano y que nos permitirán comprender
los aspectos relacionados con las dificultades del lenguaje en algunas personas o grupos diagnósticos.
1.2.2. Definición de lenguaje
Para nuestros efectos, el lenguaje es considerada la forma de expresión de los seres vivos, el cual puede
representarse por medio de sonidos, gestos, formas, figuras y escrituras los cuales permiten exteriorizar,
indicar, manifestar o dar a entender en caso de ser compartido con las otras personas, deseos, necesidades,
intereses, sentimientos, estados de ánimo, intenciones y afecciones, entre otros. Y por lo tanto se comparte
con Linton citado por Rodríguez (2000, p.19) que “El lenguaje es de las primeras cosas que se aprende y
una vez adquirido se convierte en la llave que nos permite el acceso al resto de la cultura”.
Por lo tanto, es necesario recordar que el lenguaje es un medio que permite la comunicación entre dos o
varias personas que comparten un código, y quienes comparten ideales, pero que no se reducen al uso de la
palabra hablada, sino que se traducen a dibujos, movimientos corporales, en fin, a manifestaciones propias
del ser humano en interacción. Por otro lado, Acosta y Moreno (2001, p. 2) citan a Owens, quien define
lenguaje como “(…) un código compartido socialmente o un sistema convencional para la
representación de conceptos mediante el uso de símbolos arbitrarios y reglas que gobiernan la
combinación de esos símbolos”.
En este sentido, se puede mencionar que el lenguaje no es solamente un medio de comunicación, sino que
es un sistema, o sea, de alguna manera el lenguaje puede verse como una forma de conocimiento en sus
componentes fonológicos, semánticos, sintácticos y pragmáticos, y es a partir de estos componentes que el
ser humano está facultado para poder adquirir una lengua, y su correspondiente utilización en las
interacciones comunicativas con las demás personas, tanto en lo que respecta al lenguaje oral como de
manera escrita o gráfica caracterizados ambos por sus unidades denominadas signos o símbolos, lo cual
refuerza la idea desarrollada anteriormente con respecto al uso de los dibujos o gestos y sonidos como
formas de comunicación, y en este sentido, aun cuando se ha observado comunicación en algunos animales,
te invitamos a reflexionar con respecto a si desde tu
comprensión del concepto de lenguaje,
¿Se puede decir que los animales también tienen lenguaje?
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En resumen, podríamos mencionar que el lenguaje en el ser humano, engloba todos los medios que este
utiliza para sostener y tomar parte en una comunicación y se engloba en la capacidad o facultad del ser
humano relacionado con el conjunto de sonidos y palabras que le permiten sus procesos de abstracción,
conceptualización y por ende, promover los espacios comunicativos en los cuales intercambia información,
sentimientos, necesidades, entre otros, sin abandonar la idea de que la forma en que nos comuniquemos, y
por lo tanto, hacemos uso del lenguaje, estarán permeados por nuestros referentes teóricos y proceso de
desarrollo, y de esta manera, al asumir este conocimiento como guía, los procesos comunicativos serán más
fluidos y efectivos.
1.2.3. Definición de habla
Se hace necesario el señalar que si bien el habla es importante la adquisición del lenguaje con todos los
factores que éste conlleva, no puede ser considerado como el único elemento necesario para que las
personas cuenten con la facultad de manifestar sus ideas, intenciones, necesidades, intereses, sentimientos
entre otros.
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Y en este sentido, aun cuando muchas veces se utilizan como sinónimos, no lo son, ya que el habla hace
referencia a la capacidad que tienen las personas de articular palabras y es el elemento mediante el cual se
expresa la lengua, como un sistema lingüístico. Se comparte con Soto (2002, p.7) la idea de que el habla
“(…) puede considerarse la reproducción del lenguaje, para lo que se utiliza el tracto vocal, músculo
oral y el aparato fono articulador.” Y en este sentido Soto (2002) cita a Melgar quien hace referencia a que
“(...) El habla humana se compone de una sucesión de unidades de sonidos característicos o
fonemas. Estas unidades de sonido las produce el mecanismo de la producción del habla y se
representan convencionalmente mediante combinaciones de letras” (p. 7).
Al hacer referencia al habla se implican los aspectos anatómicos y fisiológicos requeridos para poder hablar, y
que serán abordados en otra lección del Módulo. Bueno después de haber aclarado estos dos conceptos te
invitamos a que reflexiones sobre lo siguiente:
Producto del cuestionamiento anterior es que proponemos las siguientes teorías acerca del desarrollo o la
adquisición del lenguaje.
1.3. Teorías del desarrollo del lenguaje.
Ante la interrogante de ¿el ser humano, adquiere o
desarrolla el lenguaje? la mayoría de las posiciones
teóricas de varios autores han sido resumidas en las
siguientes tendencias:
1. El innatismo
2. El conductismo
3. Enfoques pragmáticos
El Lenguaje ¿se adquiere o se desarrolla? Justifica tu respuesta
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Ya desde la propuesta teórica de las tendencias, se podría decir que para dar respuesta a la pregunta es
necesario comprender el marco teórico desde el cuál nosotros consideramos la adquisición o desarrollo de
habilidades del ser humano, o sea, todo depende de la forma en que nosotros concebimos los procesos de
aprendizaje de la persona, y a partir de ella situamos nuestra respuesta. Y en este sentido, nuestras
posiciones estarán determinadas muy probablemente desde las siguientes posiciones:
1.3.1. Innatismo
Durante muchos años, la explicación conductista acerca del desarrollo del lenguaje fue relativamente poco
cuestionada, y fue Chomsky según mencionan Acosta y Moreno (2001) quien provocó una revolución en la
teoría lingüística, ya que atacó las propuestas de Skinner, y a la vez destacó la importancia de las estructuras
cognitivas en el desarrollo del lenguaje.
Las teorías innatistas fundamentadas en los postulados de Chomsky ponen énfasis en las habilidades
innatas del niño y niña para el aprendizaje del lenguaje. Estas teorías conciben al ser humano como
constructor creativo de su propia lengua, y que la va modificando conforme vaya creciendo. Concibe además
a la persona con un conocimiento implícito de su propia lengua, lo cual le permite producir fases de acuerdo
con la forma de su lengua. Las personas proponentes de esta posición eliminan la concepción de que el niño
o niña aprenden mediante variables tales como: asociación, frecuencia, semejanza y reforzamiento.
Según los proponentes de esta posición teórica teoría, las personas están predeterminadas para
aprender, después del nacimiento. De alguna manera ponen énfasis en que el lenguaje es universal y
que, por estas razones, está biológicamente programado (del Río y Vilaseca 1994; Diez-Itza 1992).
Con relación a las ideas anteriores, quienes proponen la teoría ponen énfasis en que en los seres
humanos existe una universalidad en las secuencias de adquisición de las diferentes lenguas, al
respecto Lennenberg, mencionado en Río y Vilaseca, "... la idea de que la capacidad para el lenguaje
estaba preestablecida en el cerebro humano, y destinada a emerger a medida que el organismo
madura biológicamente" (1994, p. 17).
Se puede extraer de los comentarios anteriores, que lo propuesto estaba en correspondencia con las
ideas expresadas por Chomsky, y las cuales hacían suponer que se aceptaban los principios innatistas
como solución a la respuesta planteada en el inicio de este apartado, acerca de la adquisición del
lenguaje.
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Según comenta Nieto (1998) en relación con la teorías innatistas, "... el niño aprende el idioma propio
de sus ancestros por un simple fenómeno hereditario" (p. 5). Lo anterior podría tener
fundamento en el sentido de que se comprueba que aun cuando el niño o la niña aprende a
hablar fundamentalmente por medio de sus experiencias auditivas, él o ella no logra retener todo
lo que oye, y no lo repite de la igual forma como lo oye, sino que lleva a cabo un proceso de
asimilación que le permite apropiarse de todos aquellos conceptos que se refieren a las palabras
y posteriormente los utiliza desde su individualidad, e interacción con las personas del entorno
en el que comparte. De esta manera, según comenta la autora antes citada "... esto solo es
posible porque desde el momento de su nacimiento está "programado", para aprender a hablar;
esto es, posee una base genética para el habla" (Nieto, 1998, p. 5).
Siendo coherente con las ideas anteriores, y las
propuestas desde el innatismo, se podría inferir
que el lenguaje se origina por las influencias
externas del ambiente; siendo que la persona
formula una teoría de la gramática basada en
componentes o estructuras del lenguaje universal.
Chomsky comparte la idea de que en todas las
personas se presenta lo que él denomina
Dispositivo de Adquisición del Lenguaje (DAL), y explica que este dispositivo innato "programa el
cerebro de los niños para analizar el lenguaje que escuchan y extraer de él las reglas de la
gramática. Al utilizar estas reglas, los niños pueden construir sus propias oraciones" (citado en
Papalia y Wendkos, 1998, p. 229). Es importante mencionar que esta propuesta teórica también ha sido
reforzada por las experiencias con personas sordas o deficientes auditivas, quienes han desarrollado
sus propios modelos comunicativos mediante el uso de signos, aun cuando no haya cerca de estas
personas modelos a quienes imitar; no obstante, hay un aspecto interesante que las personas
representantes de este enfoque no han podido explicar, y este hace referencia a las diferencias
individuales que se dan en las personas, no solo en los aspectos relacionados con la fluidez del
lenguaje, sino también en cuanto a la asignación de significados a las palabras, y al uso del lenguaje.
Curso: Los Trastornos de la comunicación, el lenguaje y el habla Derechos reservados y protegidos - 2016
Lo cual se ve afectado por diferentes elementos, entre ellos: la necesidad de que para que una persona
desarrolle su lenguaje, siempre requiera que alguien esté con ella, lo cual debería motivar a analizar
más a profundidad este enfoque, principalmente en el caso de personas con serios compromisos
comunicativos, y personas con condiciones asociadas o no a discapacidad en quienes este proceso
siempre se convertiría en un déficit.
A manera de resumen,
para Chomsky, las
personas están dispuestas,
o predispuestas para el
aprendizaje del lenguaje, y
esto es sólo un efecto del
desarrollo maduracional.
Por lo tanto, el lenguaje se
origina por las influencias
externas del ambiente y
que la persona formula una
teoría de la gramática basada en componentes o estructuras del lenguaje universal. Así, la gramática
universal se relaciona con el conjunto de reglas innatas que permite traducir combinaciones de ideas o
de palabras, y su lingüística se considera dentro de una teoría de la adquisición individual del lenguaje y
de esta manera pretende brindar una explicación profunda de las estructuras y principios del lenguaje.
Entre las personas proponentes de este enfoque teórico se pueden mencionar a Chomsky, Lenneburg,
Mc. Neil, entre otros.
1.3.2. Conductismo
Según mencionan Acosta y Moreno (2001) citando a Skinner, este sostiene que la conducta del ser humano
se rige por el principio de estímulo y respuesta, y por lo tanto, el lenguaje es considerado una conducta más, y
la conducta verbal es producto de conexiones entre estímulo y respuesta en las cuales participan las
personas. Y con respecto a lo anterior, Skinner añade a esta teoría la noción de refuerzo, de tal manera, que
el lenguaje es producto del reforzamiento social de una respuesta producida al azar.
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De lo propuesto en el párrafo anterior se deduce que desde este punto de vista el aprendizaje del lenguaje se
enmarca en el paradigma de la triple relación de contingencia desde el cual existe un estímulo, una respuesta
y una consecuencia:
Estimulo
E
Respuesta
R
Contingencia
C
Así, cuando el niño o niña
pronuncia dos sílabas como
“ma” y “ma” y “pa” y “pa” y los
padres y madres de familia u
otras personas le entregan
una consecuencia positiva, o
sea es reforzada la conducta,
con diversas manifestaciones
como sonrisas, caricias, u
otros estímulos reforzantes,
entonces estos sonidos van a ser asociados con la presencia de una persona que entrega un objeto o una
actividad (como reforzador) y entonces la emisión de la palabra adquiere significado y la consecuencia
entregada incrementa la presencia de la conducta de emitir palabras por parte del niño o la niña. De esta
manera se produce el aprendizaje del lenguaje.
Se extrae de las ideas anteriores que desde este enfoque, las personas tienen una estructura interna con
poco efecto sobre sus acciones, pues está guiada por acontecimientos externos. Por lo tanto, la adquisición
del lenguaje es un proceso de formación relacionado con el entorno y las consecuencias de este, y no un
proceso en el que el organismo constituye estructuras internas con base en su interacción con el ambiente.
En síntesis la adquisición del lenguaje es producto de la influencia del entorno sobre la conducta de los niños
y las niñas, y se fortalece en el historial del reforzamiento de cada persona.
Según cita Diez-Itza
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Busca en alguna base de
datos, investigaciones sobre
experiencias de desarrollo del
lenguaje realizadas desde el
enfoque conductual, y extrae
ideas que justifiquen la puesta
en práctica de principios
conductuales.
“... (Skinner) parte de los principios metodológicos conductistas, de acuerdo con los cuales las explicaciones de la conducta han de basarse en datos observables, y no se
deben postular constructos mentalistas, para establecer un principio universal según el cual todo comportamiento debería poder ser explicado considerando sólo las
condiciones estimulares externas” (1992, p. 41).
El autor antes mencionado
comenta que el aporte de
Skinner toma importancia ya
que por primera vez se
explica desde la teoría
conductual el desarrollo del
lenguaje verbal, y que sigue
una línea muy coherente con
sus principios, de tal manera que puede aplicarse al desarrollo del lenguaje, y de alguna manera se han
propuesto experiencias prácticas para el aprendizaje y adquisición del lenguaje en diversas poblaciones
con dificultades del lenguaje. Y en este sentido para Skinner, los factores externos a la persona y la
forma en que esta última ve reforzados sus intentos comunicativos se convierten en procesos
condicionantes, responsables directos del desarrollo evolutivo de cada persona, y esto no es ajeno al
desarrollo del lenguaje. Al igual que muchas conductas, el lenguaje de las personas es aprendido
entonces por imitación, razón por la cual a menudo hay niños y niñas que cometen errores en sus
intentos comunicativos, ya que no son corregidos adecuadamente o tienen modelos con dificultades
comunicativas.
Las teorías conductistas han sido muy cuestionadas, sin embargo, reciben un reconocimiento indudable
en el diseño del tratamiento de determinadas perturbaciones del lenguaje, ya que la mayor parte de las
dificultades del lenguaje han sido tratadas con procedimientos de
Análisis Conductual Aplicado y hay muchas experiencias al
respecto. Te invitamos a realizar la siguiente indagación:
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Se pueden mencionar como proponentes de este enfoque teórico a: Hull, Skinner, Staats, Osgood, entre
otros.
1.3.3. Enfoques pragmáticos Se comparten estos enfoques desde Soto (2002) quien menciona que con relación a estos enfoques se
encuentran dos tendencias:
Interaccionista cognitivo, según la cual el niño o
la niña deben dominar la estructura conceptual
del mundo físico y social para adquirir el
lenguaje, según aspectos señalados por Piaget.
Interaccionista social, en la que el niño o la niña
deben dominar las convenciones y las reglas
socioculturales para adquirir el lenguaje, aspectos
generales desarrollados por Vigotsky.
1.3.3.1. Enfoque cognitivo
Se debe advertir que Piaget no desarrolló ninguna teoría propiamente dicha sobre la adquisición del
lenguaje, ya que según él este era tratado en sus relaciones con el pensamiento, como un objeto más
de conocimiento por parte del niño o de la ni;a. Todas estas relaciones están mediadas por la función
simbólica, de la que el lenguaje constituye una importante manifestación, que lo convierte en un pilar
importante del pensamiento.
del Río y Vilaseca comentan que
para Piaget las estructuras del lenguaje no venían dadas por el medio ambiente, ni estaban preestablecidas ya desde el nacimiento, sino que las estructuras eran
construidas por el niño con su propia actividad, seleccionando de la experiencia y construyendo a partir de ella estructuras conceptuales que darían paso posterior a las
lingüísticas (del Río y Vilaseca 1994, p. 18)
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Según Piaget, citado por Diez-Itza (1992), el lenguaje se desarrolla al pasar la persona por las diferentes
etapas del desarrollo. Aunque la persona posee capacidad innata para aprender lenguaje, este debe
interiorizar las estructuras lingüísticas por procesos de asimilación, acomodación y nivelación. Así, la
persona y el ambiente interactúan para que se desarrolle el lenguaje. Es importante, por otra parte,
anotar que el lenguaje está determinado, según este enfoque, por el desarrollo cognitivo, en el sentido
de que hay aspectos del lenguaje que el niño o la niña no será capaz de dominar hasta que no haya
alcanzado el nivel correspondiente de control cognitivo. Macnamara, citado por Diez-Itza , comparte las
ideas que se generan dentro de este enfoque sobre el desarrollo del lenguaje y comenta
... el niño empieza comprendiendo el mundo y busca luego los medios lingüísticos para expresar esta comprensión; el desarrollo del lenguaje se basa en su cognición, en su
comprensión no-lingüística del mundo, así los rasgos o propiedades de los objetos que llaman la atención del niño aparecen antes en su vocabulario (1992, p. 64).
Todas estas ideas permiten determinar la importancia que le da Piaget a los aspectos del desarrollo del
lenguaje desde sus funciones preverbales, y a la forma que el lenguaje adquiere a partir de los dos
años, lo cual sería parte del desarrollo sensoriomotor de la persona, lo que se contrapone con las ideas
innatistas sobre el desarrollo del lenguaje. Por otro lado, los aspectos antes mencionados logran
conjugarse con la función simbólica y la representación, y se constituyen en el punto de partida de la
comunicación simbólica. A manera de resumen, se puede decir, según Diez-Itza comentando a Piaget,
que “... el desarrollo del lenguaje estaría determinado por el desarrollo cognitivo en el sentido de que
habrá aspectos del lenguaje que el niño no será capaz de dominar hasta que no haya alcanzado el nivel
correspondiente de control cognitivo” (1992, pp. 56-57). Por todo lo anterior, se considera necesario que
los niños y niñas alcancen los diferentes estadios de desarrollo para llegar al lenguaje, en términos
piagetianos se relaciona con la conciencia interna que el niño o la niña haya desarrollado y será ésta la que le
permitirá construir su autonomía para desenvolverse social y emocionalmente.
Para Johnston y Johnston (1989) en términos piagetianos, se debe mencionar que:
1.... la conducta verbal permite la representación de muchos actos muy rápidamente; 2.... la
conducta del lenguaje puede tener un espectro más allá del aquí y ahora, y 3.... el lenguaje
permite al niño o niña manejar diversos elementos y acciones de una vez (p. 51).
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Otros autores que comparten y han desarrollado investigaciones en este enfoque son Sinclair, Cromer,
Macnamara.
1.3.3.2. Enfoque sociocultural (enfoque funcional)
Para las personas proponentes de este enfoque, el lenguaje tiene un origen social y comunicativo, como
procesos de intercambio y transmisión del conocimiento en el medio. Vigostky, propone que el lenguaje
y el pensamiento tienen un origen diferente. Para él, el lenguaje es una herramienta que modifica el
desarrollo cognitivo, que cumple una función de amplificador e introductor de factores sociales. Al
respecto comenta Diez-Itza “El desarrollo intelectual y lingüístico se produce, en un medio comunicativo
y social como resultado de procesos de intercambio y transmisión de conocimiento en dicho medio”
(1992, p. 65). Cuando el lenguaje es utilizado en forma funcional, o sea, que se empiezan a dar las
combinaciones entre lenguaje y pensamiento, se favorece la acción de la persona, ya que ella puede
organizar la forma en que se comportará en diferentes momentos y situaciones; de esta manera, podrá
dar solución a estos. El lenguaje se convierte en un medio para interpretar y regular la cultura. También
tiene un carácter predecible por la acción recíproca que se establece entre madre o padre de familia e
hijo o hija, o sea que la adquisición del lenguaje se da en un contexto de un diálogo de acción en el que
aborda la acción conjunta por el niño o la niña y por una persona adulta.
Así, el lenguaje inicial se constituye en una estructura básica pragmática. Y por lo tanto, es una forma
de comunicación con las personas del entorno, principalmente con las personas adultas. Sin embargo,
hay un momento en que se presenta el habla egocéntrica, según comenta Diez-Itza la cual “... tiene su
origen en el habla social, aún no individualizada, y es el preludio de la endofasia, es decir, de la
internalización de esta en un habla interior” (1992, p. 67).
Entre los teóricos que comparten este enfoque se pueden mencionar Bronckart, Wallon, Saussure,
Mead, Bruner, Halliday, entre otros.
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1.3.3.3 Interactivismo
Esta teoría explica la adquisición del lenguaje centrando su interés en la funcionalidad de éste, a la
intencionalidad de la comunicación a su uso social, a las reglas que rigen la conversación de los interlocutores
y a la influencia del contexto.
Esta teoría trasciende al
como los niños y niñas y
personas adultas se
transforman en “hablantes
competentes”; y además
da mucha importancia al uso
que ella hace del lenguaje en
las distintas situaciones y
contextos.
A esta teoría le interesa
conocer cómo aparece o
evoluciona esta capacidad
en los niños y en las niñas y cuáles son las características ambientales, sociales y culturales que lo favorecen.
Los aportes de Brunner citado por Acosta y
Moreno (2001) señalan, en relación con la
adquisición del lenguaje, que junto al
mecanismo de aprendizaje establecido por
Chomsky, existe también un sistema de
apoyo para la adquisición del lenguaje
basado en la interacción de las demás
personas con el niño y la niña en
diferentes contextos que ayuden a éste a
aprender los mecanismos que posteriormente regularán toda su comunicación. De esta forma, esta teoría no
solo relaciona el mecanismo innato para el aprendizaje del lenguaje sino también el papel de guía
desempeñado por el adulto en este proceso.
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1.4. Condiciones necesarias para la adquisición del lenguaje.
Para que el niño o niña adquiera el lenguaje oral son necesarios varios factores, entre ellos:
1.4.1 Sistema fono articulatorio: Para un buen desarrollo incluye:
1.4.1.1. Labios y dientes superiores e inferiores. Los movimientos labiales participan directamente en la
articulación y contribuyen en la resonancia de la voz. Así mismo, la ausencia de piezas dentales o
malformaciones repercuten en la articulación del lenguaje y el timbre vocal.
1.4.1.2. La lengua: es un órgano musculoso, con gran capacidad de movimiento y muy sensible. Dentro de
sus funciones, además de su capacidad para masticar y deglutir los alimentos, está también su capacidad
para articular los sonidos del lenguaje.
1.4.1.3. La boca: es un espacio de resonancia, amplifica la voz y permite la pronunciación de la palabra
hablada. Como parte del sistema respiratorio conduce el aire que entra y sale de los pulmones y como
parte del sistema digestivo sirve para la masticación y deglución de los alimentos.
1.4.1.4. El paladar: se divide en dos; paladar óseo que es la parte anterior y dura del techo de la boca, el velo
del paladar que es un músculo suave y está en la parte posterior, permite que la voz y la articulación se
escuche en forma clara.
1.4.1.5. Fosas nasales: es una cavidad grande y alargada que actúa como resonador de la voz para los
sonidos nasales como m, n y ñ.
1.4.1.6. La faringe: es un conducto en el fondo de la boca que une a èsta con las fosas nasales, la laringe y
el esófago, permite la amplificación de la voz por ser una cavidad de resonancia.
Es importante señalar que enfoques teóricos antes mencionados nos permitirán una mejor
comprensión del desarrollo o adquisición del lenguaje en las personas, sin embargo, es importante
que cada persona interesada en la temática se cuestione acerca de su posicionamiento con
respecto a la génesis del lenguaje, para de esta manera, poder desarrollar una aproximación
metodológica lo más adecuada a sus ideas, y facilitar de esta forma experiencias y/o actividades a
los estudiantes, para que desarrollen destrezas comunicativas que les permita una interacción en
su entorno.
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1.4.1.7. Laringe: es un órgano formado por músculos, ligamentos y cartílagos ubicados en la parte anterior y
central del cuello. Aquí se produce la voz cuando entran en actividad los dos músculos vocales llamados
“cuerdas vocales”. Una falla en alguno de estos músculos, impediría que el lenguaje se produzca
adecuadamente, tal es el caso de una malformación congénita la cual impediría que se cierre completamente
los huesos del paladar duro; tal situación produce el paladar hendido el cual provoca trastornos en el
desarrollo del lenguaje infantil. Además cuando el frenillo, ligamento ubicado en la parte inferior de la lengua,
es muy largo, la pronunciación de algunos sonidos que requieren levantar la lengua como la /l/, /r/, /rr/ se hace
difícil.
1.4.2. Sistema Auditivo: es esencial que se haya desarrollado en forma adecuada, ya que todos los
estímulos sonoros entran a nuestra conciencia por medio de éste quien a la vez interpreta el mensaje. Por
medio de la audición se adquiere el lenguaje, se aprende diferentes sonidos, vocabulario, gramática,
inflexiones de voz, en fin “el mundo lingüístico propio del medio en que se nace y de otros idiomas que
se pueden aprender” (Cruz, 2001, p. 185). Cuando se presentan trastornos auditivos desde el grado leve
hasta la sordera total, el individuo tiene dificultades en la comunicación oral. De ahí que es recomendable
detectar los problemas auditivos a una temprana edad a través de una prueba de audiometría.
1.4.3. La Estimulación: otro factor importante en la adquisición del lenguaje es la estimulación que el niño o
niña recibe de su entorno. Si los adultos que rodean al infante utilizan un vocabulario amplio, hacen buen uso
del idioma, le hablan constantemente al bebé aunque éste no esté todavía en capacidad de responder,
“contará con mejores recursos lingüísticos que los desarrollados en un ambiente en donde se habla
mal y no existe el hábito de la lectura” (Rodríguez, 2000, p. 26). En este mismo sentido (Berryman, 1994,
p. 818) afirma que “los niños y niñas que crecen en un hogar en donde se conversa, se discuten ideas,
se intercambian opiniones e información, naturalmente tienden a desarrollar un lenguaje más rico y
habilidad para expresar oralmente sus experiencias”.
1.4.4. Desarrollo cognoscitivo: el niño o niña debe aprender inicialmente los sonidos del idioma que utilizan
las personas que lo rodean, ya que cada idioma se caracteriza por tener sonidos particulares. Para esto es
necesario la atención del niño a esos sonidos, para que los guarde en su memoria, aprenda a producirlos y
finalmente a agruparlos de acuerdo con a las reglas del idioma.
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1.5. Aspectos básicos del desarrollo del lenguaje
Nadie discute hoy que el nivel de desarrollo que una persona puede alcanzar, no depende sólo de la
herencia, sino también de la influencia que recibe del ambiente. El lenguaje aparece en todos los niños
sin discapacidad en períodos de tiempo similares, aun cuando se den diferencias en el aspecto
progresivo, que dependerá de la persona y de su interacción con el entorno. Es importante aclarar que
el entorno puede favorecer o entorpecer el desarrollo lingüístico, dependiendo del tipo de influencias que
reciba la persona de él; en este sentido, las influencias pueden considerarse desde el punto de vista
afectivo o emocional y desde los aspectos intelectuales y/o auditivos, y los factores socioculturales.
De esta manera, para un ser que acaba de nacer y por lo tanto tiene su sistema nervioso inmaduro,
plástico y moldeable, el entorno resulta de importancia esencial para su desarrollo, pues el niño se ve
inmerso en un buen número y una buena calidad de experiencias iniciales que lo incorporan al medio en
que interactúa. Por lo tanto, el niño o niña, al nacer, presenta una conducta de llanto, que se considera
como una respuesta refleja al dolor, lo cual le provoca tener que realizar por sí mismo(a) la función
respiratoria. Posteriormente, el niño o la niña continúa con la conducta de llorar por varias semanas,
como respuesta a algún malestar que percibe; esto es lo que Eisenson (1972) denomina "llanto
indiferenciado"; ya que es casi imposible distinguir el motivo del malestar del niño (a). Ya hacia los dos
meses, el niño va a emitir dos tipos de respuesta: emergen los sonidos de susurro, y el llanto va a tener
un carácter diferente.
En el continuo del desarrollo del lenguaje, hacia los tres y seis meses, surgen los balbuceos. Para
muchos autores, entre ellos Eisenson (1972), este "estadío" es crucial para el desarrollo posterior del
lenguaje, pues ya este balbuceo cae bajo el control del refuerzo, actividad que puede ser fuente de
posibles trastornos del lenguaje. También apunta este autor que el niño comienza una edad de ecolalia
hacia los ocho o nueve meses de vida, imitando las palabras del adulto.
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Hacia el año ya el niño articula las primeras palabras y alrededor de los dieciocho meses va a formular
frases de estructura muy simple; sin embargo, a partir de este momento, la adquisición y evolución del
lenguaje va a tener un comportamiento acelerado. Y es muy posible que hacia los tres o cuatro años
sea capaz de utilizar la mayoría de las estructuras sintácticas básicas. Cuando el niño tiene una edad de
dos años aproximadamente aparece la fonación. Y aunque el niño puede decir algunas palabras como
"mamá" y "papá" y parezca que conoce algunas palabras fundamentales, no por eso se puede decir
que el niño habla, sino cuando a la fonación se le une el lenguaje como medio de expresión, de
comunicación y de cambio psicológico con los demás. Sólo durante el período comprendido entre los
veinticuatro y treinta y seis meses, el niño descubre el sistema prefabricado de signos sonoros que le
ofrece su medio social. Así, el niño va a emitir sonidos en las diferentes situaciones cotidianas, sonidos
que encuentra regularmente cuando estas situaciones se producen en su interacción con los demás.
Estos sonidos pasan a ser representativos hacia el final del primer año, apareciendo en forma paralela
al valor afectivo a los mismos. La carencia de este factor afectivo puede ser un elemento que
predisponga a un retraso en la aparición del lenguaje, y de la pobreza de vocabulario en niños que vivan
en instituciones, o en ambientes restrictivos o carentes de estímulos, pudiéndose convertir también en
un elemento más de las regresiones verbales que se dan en niños que provienen de ambientes
caracterizados por graves carencias afectivas.
Entre uno y dos años, el vocabulario infantil pasa de 7 a 200 palabras. Pero éstas se hallan muy lejos
de tener el mismo valor que en el adulto. Es aquí donde se evidencia que la palabra en boca del niño
tiene una significación más amplia que el de una frase entera. Hay autores que hablan de un estadio
palabra-frase (Stern, por ejemplo), el cual abarca la primera mitad del segundo año, y en el que se da
una función completa de los momentos objetivos y subjetivos. Después del período anterior, a la palabra
frase le sucede la prefase de dos y luego tres vocablos. Entra el niño en este momento en la primera
edad interrogatoria. Hacia los veinte meses se da ya la frase gramatical, que consiste en expresar un
juicio, y se orienta al relato. Durante esta etapa, el niño se designa a sí mismo en tercera persona,
como un objeto exterior.
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Ya en el tercer año, el vocabulario continúa extendiéndose y precisándose, las formas gramaticales se
diferencian, va abriéndose paso a algunas relaciones y la disposición de las frases se perfeccionan.
Aparece la edad del ¿por qué?, la cual tiene más una orientación finalista que causal; el niño busca una
relación que puede existir entre el objeto de su pregunta y sus necesidades o temores, y no una
explicación objetiva.
A partir de este momento, el dominio lingüístico se configura por la progresiva adquisición y dominio de
a. Nivel de vocabulario correcto y comprensión oral.
b. Capacidad de expresar conceptos por escrito.
c. Capacidad lectora y grado de asimilación de texto leído.
1.5.1. Desarrollo del lenguaje oral en personas
1.5.1.1. Comprensión del lenguaje
Hacia el final del primer año, los bebés "normales" comienzan a aprender el significado de las palabras y
sus relaciones con los objetos y acontecimientos familiares. También es en esta época cuando
comienzan a obedecer instrucciones sencillas al ser éstas acompañadas de gestos y/o mímica.
1.5.1.2. Aparición del lenguaje
Durante el primer año se da, además de los ruidos que expresan las emociones, un balbuceo que
comparte el uso de combinaciones vocálicas y consonánticas, que cada vez logra un mayor grado de
complejidad. Hacia el final de este período, el niño utiliza una jerga con entonación como la de una
conversación. Es importante anotar que la naturaleza de la relación que existe entre el balbuceo y el
lenguaje, es todavía tema de especulación.
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En 1972, Ricks describió la aparición del lenguaje en los niños "normales", observó que las primeras
palabras, a excepción de los sonidos (pa-pa, ma-ma) aparecían repentinamente en las vocalizaciones
de los niños, y que además estos estaban asociados a algún acontecimiento definido y sorprendente
para el niño. En la mayoría de los casos que se observaban, los sonidos aparecían ante los estímulos
pertinentes. En este sentido, se daba la denominada "etiqueta sonora" (Ricks, 1972), que no se
modificaba y, consistía en un sonido repetitivo, para llegar a semejarse, posteriormente, a la palabra
utilizada por el adulto; sin embargo, muchas veces era normal que los padres adoptaran la propia
pronunciación que utilizaba el niño.
Después de que la etiqueta sonora era utilizada por el niño, al poco tiempo solía generalizarse. Esto
sugería entonces que el niño estaba formando su propio esquema conceptual o de clasificación, el cual
a menudo era diferente de cualquier esquema adoptado (Wing y otros, 1989; Ricks, 1972). De esta
manera, la etiqueta sonora servía para designar a cualquier objeto o animal que tuviera las
características a que se refería aquella. Por ejemplo: "guau-guau", para designar a cualquier animal de
cuatro patas. Jesperson (1922) describió unas generalizaciones similares las cuales fueran hechas por
niños que habían sido observados.
El uso de estas etiquetas con celo y entusiasmos se notaba fácilmente (Ricks, 1972; Wing y otros,
1989). De esta manera, si un adulto emitía un sonido (ya conocido y emitido por el niño), el niño se
ponía inmediatamente alerta, y realizaba “barridos” visuales en torno a él para ubicar el objeto y emitía
posteriormente el sonido. Quizás lo que motiva a los padres en el uso de las etiquetas sonoras es que
el niño las utiliza como una poderosa recompensa. Ricks (1 975), realizó otra investigación donde grabó
a los padres emitiendo las etiquetas sonoras de sus hijos y extraños imitando a los padres, los niños
mostraban mayor entusiasmo, reacción y alerta, cuando escuchaban las grabaciones hechas por los
padres.
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1.5.1.3. Desarrollo gramatical
Hacia los cinco años, los niños son capaces de utilizar las estructuras gramaticales básicas, aunque
continúen ampliando su vocabulario y aumentando la complejidad de su lenguaje a lo largo de su
infancia. Algunos lingüistas sugieren que los niños llegan a adquirir dominio y competencia lingüística
pues el cerebro humano tiene una capacidad intrínseca para extraer reglas a partir del lenguaje,
escuchando como parte de la experiencia cotidiana (Brown, 1965; Lenneberg, 1967; Mc. Neill, 1966).
Estos investigadores precisan que en cada etapa del desarrollo, el niño extrae un conjunto de reglas, de
manera tal que cada etapa es algo completa en sí misma, y no una versión incompleta de la gramática
de los adultos. Así, en un momento determinado el niño alcanza la etapa en que las reglas son las
mismas que las adoptadas por los adultos, con aquellos que el niño interactúa durante su desarrollo.
Las etapas de adquisición de la gramática son parecidas entre los niños sin discapacidad, sugiriendo
esto que el cerebro humano está organizado para extraer cierto tipo de reglas, que posiblemente sean
fundamentales para cualquier lengua humana. El rápido desarrollo del lenguaje en los niños sin
discapacidad, y su capacidad para usar un conjunto de reglas cada vez más complejas, origina un
número infinito de frases nuevas usadas o escuchadas por ellos. Ello se acerca más a las teorías
mencionadas anteriormente que a las de Skinner (1973), quien argumenta a favor de la mayor
importancia del condicionamiento en el desarrollo de las destrezas humanas. Un ejemplo de la dificultad
que se da para explicar la adquisición lingüística, que se basa en el condicionamiento operante, es la
facilidad con que los niños aprenden a usar los pronombres personales "tú" o "yo" en forma apropiada,
ya que esto no es posible ser adquirido por una imitación directa, porque produciría una inversión
pronominal que es observable en el lenguaje de los niños con autismo (Wing y otros, 1989).
1.5.1.4 Desarrollo del lenguaje interiorizado
Sheridan (1969) apuntaba los comienzos de la interiorización de la lengua en los niños "normales" hacia
los doce meses en el mismo momento en que comienza a comprender unas pocas palabras
contextualizadas.
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En esta etapa, el niño muestra que comprende el uso de algunos objetos reales cotidianos, y los utiliza
para sí mismo, por ejemplo, cuando lleva el chupón hacia su boca, cuando se peina sólo con un cepillo
o peine para el cabello. Para Wing y otros (1989), Sheridan (1969), el desarrollo posterior del lenguaje
interiorizado se puede observar en relación con la complejidad de sus juegos, que cada vez se hacen
más complejos, lo que revela el grado de simbolización y abstracción que el niño puede alcanzar y
hasta qué grado logra comprender los diferentes acontecimientos -nuevos para él- y cómo los contrasta
con sus experiencias pasadas que almacena de forma codificada, y de esta forma usa la comparación
como base de una acción adecuada.
En los niños mayores y las personas adultas, este lenguaje interiorizado no se revela ya en el juego,
pero puede juzgarse en la conversación, por medio de la observación de su conducta y por medio del
conocimiento de los intereses de una determinada persona (Wing y otros, 1989; Diez-Itza, 1992).
1.5.2. Etapas del desarrollo del lenguaje
1.5.2.1. Pre lingüística
Esta etapa se ubica entre el nacimiento y los doce
meses aproximadamente, y está caracterizada
principalmente por relaciones sensoriomotrices
con el entorno en el cual interactúa. Está
relacionada directamente con aspectos de
alimentación, y en el ámbito reflejo también se
inician las respuestas a elementos sonoros, y
desde los 8 meses aproximadamente se
establece la relación auditivo-vocal.
Comunicación con el
adulto
• Llanto, gorjeo
• Sonrisa, balbuceo
Tienen su base
• Autoimitación
• Facilita adquisición del lenguaje por imitación
Importante
• Se combina movimiento y sonido
• Las relaciones entorno -niño
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Su madre se convierte en
el principal referente con el
entorno. El niño en un
inicio responde
indiferenciadamente a las
voces que escucha, pero
posteriormente empieza a
identificar a quienes se
dirigen a él por el tono de
voz y otros elementos;
identifica su nombre y ya
hacia el año reconoce algunas partes de su cuerpo y objetos que le son comunes. Comprende
expresiones como ¡no!, toma, dame, ven, mira, entre otros. En los aspectos de expresión utiliza el
llanto, sonidos, risa, balbuceo (no imitativo). Hacia
los 8 meses se inicia un balbuceo imitativo, y hacia
el final del año emite sus primeras palabras,
generalmente papá y mamá.
En lo que respecta a la articulación, sus primeras
voces son inarticuladas, y emite voces que semejan
fonemas; sin embargo, después de que aparecen
las primeras palabras, se dan más repetidamente los
estereotipos fonemáticos.
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1.5.2.2. Etapa inicial o primer desarrollo sintáctico
La persona está entre
doce y treinta meses
aproximadamente. En esta
etapa la persona va
adquiriendo mayor
independencia en los
aspectos motores, y una
mayor especialización en la
utilización de los diferentes
sentidos, principalmente el
auditivo, ya que se interesa
más por atender al
estímulo auditivo,
discriminarlo y tratar de ubicarlo. Distingue más sonidos, ruidos y voces. Ya hay un mayor
conocimiento de partes de su cuerpo, de objetos comunes, de animales y de algunos verbos. En
este sentido, la comprensión está más evolucionada. Hacia el final del período, ejecuta órdenes
simples, y comprende algunos adjetivos e identifica canciones infantiles. Comprende el concepto
mío.
En esta edad el uso de una jerga lingüística es común, y aparece el habla ininteligible, inicia el uso
de ademanes y gestos, y hace uso de algunas interjecciones, principalmente cuando estas son
utilizadas en relación con las acciones que lleva a cabo. Sin embargo, al final de esta edad,
confunde palabras o entiende erróneamente, por ejemplo, vaso por leche, silla por mesa, entre otros.
Hace uso de artículos para acompañar a los sustantivos. Puede crear nuevas palabras pero dentro
de su lógica. Continúa desarrollando y formando estereotipos fonemáticos, y su habla no es del todo
inteligible. Y busca siempre la aprobación de los mayores. Ya en esta edad, inicia frases y produce
las primeras combinaciones sustantivo-verbo y sustantivo-adjetivo.
Extensión o restricción
del significado
Holofrases• Transmiten más de lo que las palabras significan
Desarrollo sintáctico
• Habla telegráfica
• Hiperregulación verbal
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1.5.2.3. Etapa intermedia o expansión gramatical
La edad que corresponde a esta etapa está entre los dos y los siete años, en este sentido se puede
hablar de una etapa de imitación, que va de los dos a los tres años, una etapa de preescolar de los
tres a los cinco años y una etapa de fin de preescolar e inicio de escolar, que va de los cinco a los
siete años. Durante la etapa de la imitación los niños distinguen onomatopeyas y voces por su
timbre, tono, velocidad, ritmo e intensidad.
Evoluciona su comprensión, mejora su vocabulario y lo usa acertadamente, inicia la comprensión de
plural y ya comprende órdenes con diferentes verbos. Utiliza modos y tiempos verbales, usa
artículos y pronombres mío, tuyo, tú, yo, entre otros, y adverbios y verbos que denotan nociones
espaciales, así como nombrar a parientes. Emplea frases cortas, combinaciones sustantivo-verbales
y sustantivo-adjetivales, y usa imperativos. Su habla es inteligible en aproximadamente el 75 y 90
por ciento. Comete algunos errores articulatorios.
En la etapa de preescolar, su discriminación auditiva mejora, y distingue palabras con un mismo
número de sílabas, se ubica ya en la edad de los ¿por qué?, su comprensión del significado propio y
figurado de las palabras ha evolucionado, ya comprende palabras interrogativas; ¿quién?, ¿para
qué?, aún cuando no capte todo el significado. Es una etapa donde se presenta mucho monólogo,
tanto individual como colectivo. Se da un enriquecimiento de su lenguaje interior, juega mucho con
las palabras y usa formas de cortesía. Su construcción gramatical y conjugación verbal mejoran
mucho. Su articulación es mejor, aún cuando persisten algunos errores mínimos en fonemas más
complicados, por ejemplo, /s/, /rr/, /d/, /l/, /r/ entre otros. Muchos niños ya articulan bien desde los
cinco años.
En la etapa fin de preescolar e inicio de la escolar, el niño ha evolucionado mucho en su desarrollo
motor y en sus destrezas perceptuales; por lo tanto, ya está listo para iniciar los procesos de lectura
y escritura. Ya ha establecido funcionalmente la lateralización cerebral, o sea, ya se organizan las
funciones cerebrales en los hemisferios: en el derecho se controlan los procesos cognitivo-prácticos
y en el izquierdo se elabora la información recibida.
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Ya en el ámbito auditivo, la discriminación fonémica fina se ha desarrollado, y ya comprende
términos abstractos que le van a permitir adentrarse en procesos lógicos y de razonamiento; ya se
dan muchas experiencias de comparación y, por lo tanto, su comprensión de contrarios es bastante
buena, tanto en forma concreta u objetiva como abstracta. Ya el niño ha desarrollado su lenguaje
interior, y logra de alguna manera independizarse del exterior. En esta edad su lenguaje es
socializado, esto debido a la serie de interacciones que le permite su desarrollo neuromotor. Realiza
actividades de denotación y connotación, las cuales le permiten analizar y establecer características,
diferencias y semejanzas entre láminas. Su construcción gramatical está en sus etapas iniciales, y
la enriquecerá según sean sus experiencias de aprendizaje y su desarrollo cognitivo, lo mismo que
de la influencia del entorno.
Ya en la etapa de las últimas adquisiciones o consolidación final, que se refiere a personas que
están entre los siete años y más, en todo lo que se refiere a su desarrollo neuromotor, ya la persona
tiene una noción consolidada de su esquema corporal, por lo tanto, ya ha desarrollado la abstracción
de los movimientos y las posturas, y tiene consolidada también la noción espacio-temporal, la
derecha-izquierda tanto en relación con su cuerpo como con el espacio. En el aspecto auditivo, la
discriminación fina y la función integración fonémica alcanzan el máximo desarrollo. Su comprensión
del lenguaje escrito ha mejorado y, por lo tanto, puede comprender e interpretar los cuentos, las
fábulas, las leyendas, realiza críticas propias a lo que lee dependiendo de su desarrollo lógico y su
capacidad de razonamiento. Al estar en edad de poder producir creativamente, es importante su
desarrollo en las categorizaciones y abstracciones superiores.
La expresión escrita ya es parte de sus formas de expresión, ya hace un mejor uso de las
conjunciones, preposiciones, adverbios, en las conjugaciones verbales que emplea, y su vocabulario
es tan amplio y rico, como hayan sido también las interacciones y experiencias brindadas en el
entorno. En lo que respecta a la construcción gramatical, hay dominio de estructuras sintácticas
complejas, y se consolida la estructura gramatical del habla. En lo que respecta a la articulación ya
ésta es correcta, aún en palabras difíciles, largas o sin significado, y en los trabalenguas.
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Después de los quince años, el desarrollo del lenguaje depende mucho del nivel cultural, intelectual,
social y ocupacional de la persona, y de la riqueza de las interacciones en los diferentes entornos en
los que se desenvuelve.
Como se puede ver, el desarrollo del lenguaje va a depender de diferentes influencias, según se ha
podido percibir en los datos antes descritos. De esta manera, los aspectos como la base innata, el
movimiento y la afectividad, en interacción con el desarrollo neuromotor, el desarrollo auditivo, el
desarrollo psíquico y el desarrollo verbal y todo estos, actuando en forma dinámica con las
influencias afectivas y lingüísticas del entorno, es lo que permite a las personas el desarrollo y
adquisición del lenguaje que le facilitan la interacción y la realización de actividades y experiencias
en su medio.
1.5.2.4. Desarrollo de los fonemas que constituyen el habla
El desarrollo de los fonemas del habla se ha dividido en varias etapas; sin embargo, es importante
aclarar que pueden existir diferencias individuales. Por lo tanto, algunos niños podrán necesitar de
ayuda para ajustarse a los procesos de desarrollo de los fonemas. El orden que se da está graduado
de lo más simple a lo más complejo, y el docente debe tener cuidado y observar muy detenidamente
los actos comunicativos de estudiantes para detectar alguna dificultad.
El docente debe tener cuidado de hablar de retrasos o de problemas de lenguaje. El proceso de
observación permite determinar alguna sospecha sobre dificultades en el habla y, por lo tanto, el
niño debe ser referido para su diagnóstico a especialistas en terapia de lenguaje.
Muchas veces se exageran las observaciones y los padres pasan momentos de angustia por
pseudodiagnósticos emitidos por personas que no conocen sobre el tema; por lo tanto, es
importante mantener una actitud de atención, pero no emitir juicios que puedan generar problemas a
los estudiantes y a los padres de familia.
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Primera etapa: Fonema vocálico a
Segunda etapa: /p/, /m/
Tercera etapa: /t/, /k/
Cuarta etapa: /u/, /e/*, /i/ *, /o/ * más complicados
Quinta etapa: /b/, /d/, /g/, /n/, /ñ/
Penúltima etapa: /f/, /s/, /ch/, /z/, /j/, /l/, /ll/, /v/, /x/, /r/
Última etapa: /rr/
Este orden de aparición de los fonemas, permite ir observando el desarrollo del lenguaje en las
personas con las cuales se trabaja, e ir detectando aquellos fonemas en los cuales presenta mayor
dificultad, para de esta manera contar con un historial que facilite dar respuesta específica en el área
del lenguaje, en el caso de que existiera alguna dificultad.
Se recomienda que para efectos de tomar esta guía de aparición de los fonemas en los niños, se
conozca también el desarrollo integral del niño. Siempre es importante conocer los antecedentes que
tiene la persona, y cómo estos pueden afectar el desarrollo el lenguaje.
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