50
LAS SOCIOLOGÍAS DEL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO Teresa González de la Fe y Jesús Sánchez Navarro Universidad de La Laguna RESUMEN. En los últimos años se han desarrollado diversas corrientes de sociología del conocimiento científico, rivales de la sociología de la ciencia mertoniana, que compar- ten un evidente «parecido de familia» no tanto fruto de sus semejanzas internas, que las tienen, cuanto de su común origen en los cambios habidos en sociología, producto de la crítica al funcionalismo, como en filosofía de la ciencia, resultado de las críticas al neo- positivismo. Estas semejanzas se articulan en torno a cinco principios que permiten orga- nizar la exposición de los distintos enfoques: el Strong Programme de Bloor, Barnes, etc., y algunas de sus interpretaciones; el programa relativista de Collins o Pinch; los trabajos constructivistas de los estudios de laboratorio realizados por Latour, Woolgar o Knorr- Cetina; la propuesta de análisis del discurso científico de Mulkay, Gilbert y seguidores, y, por último, la etnometología del trabajo científico llevada a cabo por autores como Garfinkel o Lynch. Finalmente, se esbozan algunas reflexiones críticas en torno a varios problemas generales que presentan estas variaciones teóricas de la sociología del cono- cimiento. 1. INTRODUCCIÓN Desde los años setenta han venido desarrollándose una serie de estudios sociológicos del conocimiento científico radicalmente alejados del Paradigma para una Sociología del Conocimiento, de Merton, que en su día dio ímpetu a esta rama de la sociología decaída después de Mannheim. Un punto prin- cipal de diferencia afecta a cómo se consideran las relaciones entre la ciencia y las sociedades en que ésta se produce y funciona. Heredera de la sociología 43/8S pp. 75-124

Documat LasSociologíasDelConocimientoCientífico 249199 (1)

Embed Size (px)

DESCRIPTION

LasSociologíasDelConocimientoCientífico

Citation preview

  • LAS SOCIOLOGASDEL CONOCIMIENTO CIENTFICO

    Teresa Gonzlez de la Fe y Jess Snchez NavarroUniversidad de La Laguna

    RESUMEN. En los ltimos aos se han desarrollado diversas corrientes de sociologadel conocimiento cientfico, rivales de la sociologa de la ciencia mertoniana, que compar-ten un evidente parecido de familia no tanto fruto de sus semejanzas internas, que lastienen, cuanto de su comn origen en los cambios habidos en sociologa, producto de lacrtica al funcionalismo, como en filosofa de la ciencia, resultado de las crticas al neo-positivismo. Estas semejanzas se articulan en torno a cinco principios que permiten orga-nizar la exposicin de los distintos enfoques: el Strong Programme de Bloor, Barnes, etc.,y algunas de sus interpretaciones; el programa relativista de Collins o Pinch; los trabajosconstructivistas de los estudios de laboratorio realizados por Latour, Woolgar o Knorr-Cetina; la propuesta de anlisis del discurso cientfico de Mulkay, Gilbert y seguidores,y, por ltimo, la etnometologa del trabajo cientfico llevada a cabo por autores comoGarfinkel o Lynch. Finalmente, se esbozan algunas reflexiones crticas en torno a variosproblemas generales que presentan estas variaciones tericas de la sociologa del cono-cimiento.

    1. INTRODUCCIN

    Desde los aos setenta han venido desarrollndose una serie de estudiossociolgicos del conocimiento cientfico radicalmente alejados del Paradigmapara una Sociologa del Conocimiento, de Merton, que en su da dio mpetua esta rama de la sociologa decada despus de Mannheim. Un punto prin-cipal de diferencia afecta a cmo se consideran las relaciones entre la cienciay las sociedades en que sta se produce y funciona. Heredera de la sociologa

    43/8S pp. 75-124

  • TERESA GONZLEZ DE LA FE Y JESS SNCHEZ NAVARRO

    del conocimiento fundada por Marx y Mannheim, la sociologa de la cienciamertoniana, desarrollada principalmente en los EE.UU., se centraba en laestructura social de las comunidades cientficas, viendo de qu forma lasactividades de los cientficos pueden entenderse como adecuacin a las nor-mas que las guan normas que forman el ethos cientfico y como activi-dades que se ven favorecidas por tipos concretos de ordenamiento socialtales como las sociedades liberal-democrticas. Por su parte, las distintas ver-siones de la nueva sociologa del conocimiento cientfico, surgidas con pos-terioridad y como oposicin a la sociologa de la ciencia mertoniana y desarro-lladas fundamentalmente en Europa, no slo consideran la ciencia como unproducto del entorno social, sino que, adems, tratan de aplicar a las dis-tintas actividades, procesos e instituciones cientficas los mismos mtodosde investigacin que a otros grupos sociales.

    Si bien en general se coincide en que la ciencia es nuestro conocimientoms vlido, fiable y poderoso, cuya progresiva complejidad y sofisticacinha hecho que sea manejado slo por colectivos de especialistas, el desacuerdoradica, sin embargo, en lo que se entiende por carcter social de la ciencia.La sociologa de la ciencia mertoniana, al igual que la del conocimiento deMannheim y que la filosofa neopositivista, mantena una distincin tajanteentre el conocimiento cientfico y el resto de los conocimientos y creenciasencontrados en la cultura *, de tal forma que la relacin de los factoressociales con la ciencia era de un tipo distinto de la existente con otros cono-cimientos, razn por la cual la sociologa de la ciencia no haba de entraren el estudio de los contenidos del conocimiento cientfico.

    La imagen mertoniana de la ciencia dej de ser predominante debidoa cambios habidos tanto en la filosofa de la ciencia como en la sociologa apartir de los aos sesenta. En efecto, la sociologa de la ciencia de Merton esta-ba concebida segn la filosofa neopositivista de la ciencia y la crtica a estasposiciones en filosofa, originada por los trabajos de epistemlogos comoQuine o Sellars y de filsofos e historiadores de la ciencia como Kuhn,Lakatos, Feyerabend, etc., dieron lugar al cuestionamiento de la distincinentre contexto de descubrimiento y contexto de justificacin y a resaltarla importancia de los factores psicolgicos y sociolgicos en la explicacinde los procesos de cambio y establecimiento de disciplinas y teoras cient-ficas, ms all de las condiciones puramente internas (racionalidad, apoyo enla evidencia, etc.) que los historiadores y socilogos solan poner en susexplicaciones.

    En estrecha conexin con los cambios habidos en las concepciones filo-sficas de la ciencia, en sociologa se dieron desarrollos tericos importantescomo resultado, en gran medida, de las crticas al funcionalismo provenientes

    1 La posicin de Mannheim es ambigua por cuanto en su obra mantiene las dos pos-

    turas, aunque mayormente se inclina por la separacin. Sobre esto, cfr. J. R. Brown (1984).

    76

  • LAS SOCIOLOGAS DEL CONOCIMIENTO CIENTFICO

    de diversos frentes tericos 2. Desde el flanco macro u objetivista de lasociologa un punto general de .crtica fue el rechazo a su hincapi en laintegracin de la sociedad a distintos niveles, as como al postulado de queesta integracin provena de las normas y valores comunes de una cultura,para sealar, por el contrario, a los distintos conflictos existentes en lassociedades y a las dimensiones de poder ligadas a stos. En el otro polo, lacrtica a la concepcin sobresocializada del hombre3 sostenida por losfuncionalistas hizo recaer el acento de los socilogos en las dimensiones acti-vas o creadoras de los individuos en la produccin y reproduccin de susmundos sociales en situaciones concretas y cotidianas, lejos de las abstrac-ciones de los sistemas y estructuras en los que los individuos reales eransustituidos por roles, status, expectativas, etc. La crtica al funcionalismotrajo consigo, pues, una pluralidad de enfoques tericos y de investigacinque desafiaban la concepcin normativa del orden social y la sustituan,sobre todo en los enfoques microsociolgicos, por lo que se ha llamado elgiro cognoscitivo, que otorga primaca a los razonamientos prcticos porlos cuales los agentes sociales (no meramente actores como en la concep-cin funcionalista) se representan e interpretan los valores y las obligacio-nes, lo que supone atender a los usos del lenguaje y sostener una imagende los individuos como sujetos activos y conocedores 4.

    Estos enfoques sociolgicos, cuando se orientan hacia la investigacindel conocimiento y la accin de los cientficos, no suponen un programa deinvestigacin nico ni claramente definido que circunscriba la sociologa delconocimiento cientfico5, sino ms bien son un conjunto de estudios que,en opinin de Knorr-Cetina y Mulkay, permiten decir que por primera vezlos cientficos sociales estn inmersos en una investigacin sistemtica de lasactividades tcnicas, los juicios y las interpretaciones de los cientficos natu-rales y los tecnlogos desde una perspectiva ampliamente sociolgica6.Las tendencias metodolgicas ms destacadas de estos estudios, a juicio deestos autores, seran: 1) la importancia creciente del lenguaje para la inves-tigacin sociolgica; 2) el moverse hacia una metodologa situacionalistaque permita tratar el curso concreto de la conducta humana; y 3) el rechazode la teorizacin separada del estudio emprico de las complejidades de laaccin social7.

    2 Sobre las crticas al funcionalismo hay demasiada literatura desde diversas alternati-

    vas tericas y metodolgicas. No obstante, cfr. Giner (1974) y Eisenstadt y Curelaru (1976),para un listado de las crticas y alternativas ms importantes.

    3 Wrong (1961).

    4 Cfr. Knorr-Cetina (1981), pp. 3 y ss.

    5 Como se ver ms adelante, las divisiones entre micro y macrosociologa, sociologa

    objetiva vs. subjetiva, cuantitativo vs. cualitativo, etc., as como algunas de las crticashechas al funcionalismo, se reproducirn en el mbito de la sociologa del conocimientoy de la ciencia.

    6 Knorr-Cetina y Mulkay (eds.) (1983), Introduction.

    7 Ibid. El Strong Programme se separa en algunos aspectos de estos puntos, lo que le

    ha hecho objeto de numerosas crticas, como se ver ms adelante.

    77

  • TERESA GONZLEZ DE LA FE Y JESS SNCHEZ NAVARRO

    Pero hay que tener en cuenta que estas tendencias estn informadaspor presupuestos tericos que difieren entre s respecto a cmo debe enten-derse lo social en sus relaciones con lo cientfico y respecto a cul es laestrategia de anlisis ms adecuada para mostrar el carcter social del cono-cimiento cientfico. Y aunque comparten algunas caractersticas generales, queexpondremos ms adelante, lo cierto es que las diferencias afectan tanto alas filosofas de la ciencia 8 como a las teoras sociolgicas que estn a subase. Adems, el carcter polmico que este campo de la sociologa hatenido, no slo frente a posiciones ms tradicionales en filosofa y en epis-temologa 9, sino tambin entre los diversos enfoques, ha hecho surgir enmuy pocos aos una amplia literatura a la que hay que sumar las investiga-ciones empricas o histricas concretas realizadas por los diferentes autoresdesde sus distintas perspectivas.

    Estos rasgos hacen que la exposicin sistemtica y detallada de cada unade las posiciones y de sus diferencias sea una tarea imposible en el marcode un trabajo como ste. Por esta razn, limitaremos nuestra tarea al anlisisdel Strong Programme y de algunas de sus interpretaciones. Y en relacina l trataremos otras variantes que, en lo general, puede decirse que lo ma-tizan y lo corrigen, como es el caso del programa relativista, de los estudiosde laboratorio, de los anlisis del discurso cientfico o de la etnometodologadel trabajo cientfico. Antes expondremos, con fines de contraste, una su-maria visin y evaluacin de la sociologa de la ciencia mertoniana.

    2. CARACTERSTICAS DE LA SOCIOLOGADE LA CIENCIA DE MERTON

    La sociologa de la ciencia norteamericana, de mano de su fundador,Robert K. Merton, admite que si bien las ideologas y utopas son influidaspor los intereses de las clases y estratos sociales, las ciencias son autnomasrespecto de las influencias directas de estos intereses y visiones parciales queson el resultado de las distintas posiciones que ocupan los individuos en lasociedad y del deseo de conservarlas o alterarlas. Por ello, considera quela investigacin sociolgica ha de centrarse en las actividades de los cient-

    8 Esta afirmacin hay que matizarla en el sentido de que, si bien todos adoptan una

    posicin crtica respecto al neopositivismo, el campo de las filosofas postpositivistas de laciencia es tan plural, casi, como el de las teoras sociolgicas.

    9 Hay un aspecto de los estudios sociales sobre ciencia que hemos dejado explcita-

    mente de lado, pero que juega un papel tambin importante. Nos referimos a los proble-mas filosficos que el cuestionamiento de la racionalidad y la postulacin del relativismo yel constructivismo han suscitado. Tambin, la reaccin defensiva por parte de los filsofosde la ciencia, custodios hasta ese momento de la definicin y anlisis del conocimientocientfico, quienes vieron seriamente en peligro su actividad. Esta amenaza, as como lacarencia de un enfoque uniforme por parte de la sociologa, es lo que ha motivado losdiversos planteamientos naturalistas por parte de la reciente filosofa de la ciencia;sobre esto puede verse Snchez Navarro (en prensa).

    78

  • LAS SOCIOLOGAS DEL CONOCIMIENTO CIENTFICO

    fieos, pero no en el contenido de la ciencia, que queda como tarea exclusivade lgica y de la filosofa.

    De todas formas, Merton no defiende a ultranza el carcter incontami-nado de las ciencias naturales respecto a las sociedades en que surgen, pues,como demuestra su propio trabajo Ciencia, Tecnologa y Sociedad en el si-glo XVII 10, las estructuras sociales y, sobre todo, las necesidades econmicasy militares juegan un papel importante en el desarrollo de la ciencia al igualque lo jug la tica calvinista. Es por esto que Merton propone dos objetivosparticulares para la sociologa de la ciencia: i) estudiar los diferentes modosde interdependencia de la ciencia y la estructura social, tratando la cienciamisma como una institucin social diversamente relacionada con las otrasinstituciones de la poca; y ii) hacer un anlisis funcional de esa interde-pendencia, con especial referencia a las cuestiones de integracin y de malaintegracin n .

    En este sentido, Merton analiza cmo determinados ordenamientos socia-les interactan con la ciencia al favorecer determinadas investigaciones y pres-cribir otras. El foco principal del anlisis es la tensin entre el cdigo pol-tico de lealtad al Estado y el cdigo tico de la ciencia, lo que Mertonllama el ethos de la ciencia y que define como un complejo de tono emo-cional de reglas, prescripciones, costumbres, creencias, valores y supuestosprevios que se supone que atan al cientfico. [...] Este ethos, como loscdigos sociales en general, es apoyado por los sentimientos de aquellos aquienes se aplica 12.

    Lo que interesa, pues, es el estudio del ethos cientfico como parte de laestructura institucional de la ciencia, pues esto permite analizarla como unaactividad que se regula mediante normas a fin de ver cules ordenamientossociales favorecen la realizacin de esas normas o son compatibles con ellas.Las normas que han de regir en las comunidades de cientficos dice Mer-ton son las de universalismo (las pretensiones de verdad se someten acriterios impersonales preestablecidos), comunismo (los logros de la cienciason propiedad comn), desinters (los cientficos no han de perseguir en susinvestigaciones fines personales) y escepticismo institucionalizado u organi-zado (los resultados de la ciencia se consideran siempre revisables en funcindel desarrollo de la misma), cuya prctica culmina en la autonoma de laciencia respecto a los ordenamientos sociales y polticos dentro de los quese desarrolla. Si la estructura social general de la que la ciencia forma partepermite que estas normas se cumplan en la comunidad cientfica, la cienciaprogresar; si no, se estancar. Es decir, si la sociedad en general diceMerton se orienta por normas y valores similares y correspondientes conlos de la ciencia, sta avanzar ms que en las sociedades donde sus normas

    10 Merton (1970).

    11 Merton (1968), p. 619.

    12 Ibid., p. 627, n. 16.

    79

  • TERESA GONZLEZ DE LA FE Y JESS SNCHEZ NAVARRO

    se contradigan con las de la comunidad cientfica y se reprima al ethos cien-tfico.

    Al asumir las concepciones epistemolgicas del neopositivismo, la socio-loga de la ciencia mertoniana reuna tres caractersticas que constituiran elpunto de ataque de sus crticos:

    1. Se centraba en los procesos de descubrimiento e invencin del cono-cimiento cientfico, pero no atenda a los contenidos resultantes de estos pro-cesos. La razn de ello era que estableca una separacin tajante entre esosprocesos de descubrimiento esencialmente sociales y susceptibles de an-lisis emprico y los procesos de justificacin del conocimiento, cuya natu-raleza era fundamentalmente epistmica y objeto de anlisis lgico, de maneraque los primeros no influan en los segundos. As, la organizacin del cono-cimiento cientfico, su racionalidad y su validacin seguan normas y proce-dimientos objetivos e independientes de los factores sociales, psicolgicos,etctera, que intervenan en el descubrimiento.

    2. Como consecuencia de lo anterior, sus anlisis eran estticos. Se limi-taba a estudiar las redes de influencias entre cientficos, su organizacin in-terna, la distribucin de recompensas, etc., pero se desentenda de la evolu-cin y el cambio cientfico porque consideraba que el desarrollo de la cienciaera objetivo y autnomo y, por tanto, ajeno al anlisis sociolgico.

    3. Por ltimo, se desentenda de los procesos de formacin de creenciasde los cientficos. La ciencia vena a convertirse en algo dado, dotado de unpatrn nico y resultante de la actividad de unos cientficos ideales a modode sujetos epistmicos abstractos. Su organizacin en comunidades cientfi-cas, los mecanismos especficos de aprendizaje, etc., no afectaban a la validezo aceptacin del conocimiento cientfico resultante.

    Los contenidos de la ciencia, as, constituan una especie de caja ne-gra 13 para el anlisis sociolgico. Podan estudiarse tanto las relaciones inter-nas entre los cientficos como las repercusiones sociales y culturales de laciencia, pero el conocimiento cientfico como tal era autnomo, suprasocial,dotado de caractersticas como objetividad, racionalidad, intersubjetividad,verdad, etc., independiente de influencias externas y desarrollndose progre-sivamente segn reglas internas i4.

    13 Whitley (1972), p. 63.

    14 Somos conscientes del carcter esquemtico de nuestra caracterizacin de la sociologa

    de la ciencia de Merton y del olvido de los desarrollos a que dio lugar p. ej., Barber(1952), pues nuestro inters se centra en desarrollos posteriores y opuestos a ella. Detodas formas, para una visin ms en detalle de la sociologa de la ciencia mertoniana,vanse, entre otros, Ben-David y Sullivan (1975); los trabajos editados por Blume (1977)y Mulkay (1980), que contiene una detallada bibliografa; tambin, Medina (1982). Unadefensa reciente de la sociologa de la ciencia mertoniana es Gieryn (1982).

    80

  • LAS SOCIOLOGAS DEL CONOCIMIENTO CIENTFICO

    3. EL ORIGEN DE LAS SOCIOLOGASDEL CONOCIMIENTO CIENTFICO

    La crisis de esta imagen de la ciencia en los aos sesenta y setenta con-tribuye poderosamente a la aparicin de distintos estudios de sociologa delconocimiento cientfico que se presentan como rivales a la sociologa de laciencia y tienen como punto fundamental el rechazo de la consideracin delconocimiento cientfico como caja negra y su apertura al anlisis socio-lgico. Tres circunstancias juegan un papel esencial en este proceso: el cre-cimiento de la sociologa como disciplina, la influencia de los desarrollos post-positivistas en filosofa de la ciencia y la abundancia de estudios empricosdisponibles.

    En efecto, hay que tener en cuenta el desarrollo alcanzado por la socio-loga como disciplina acadmica en Europa y la ampliacin de su mbito deaplicacin a nuevos dominios sin reconocer las autolimitaciones que antesse imponan 15. Puede decirse que los estudios sociolgicos, llamados delconocimiento cientfico precisamente para resaltar el cambio de enfoquerespecto a la sociologa de la ciencia americana 16, se desarrollan durante losaos setenta, principal aunque no exclusivamente, en Gran Bretaa, dondeno exista una figura como la de Merton, ni tampoco escuelas de investiga-cin sociolgica de la ciencia hasta la creacin de las unidades de estudiosde la ciencia en diversos departamentos de sociologa que reunan a socilo-gos, cientficos naturales, historiadores, etc., para estudiar la ciencia comoun fenmeno social17. Estos desarrollos tomaron al principio un carctercuasi revolucionario 18, pues parecan prometer un tipo de perfeccin so-ciolgica debido a que la investigacin emprica llevada a cabo poda tenerconsecuencias tericas profundas 19.

    Estas consecuencias tericas profundas afectaban tanto a la concepcinde la tarea sociolgica como a la de la ciencia. Ambos aspectos estn estre-chamente relacionados, y de ah el carcter crtico o central de esta especia-

    15 Sobre la lgica interna de este desarrollo de la sociologa que lleva a la multipli-

    cacin de sus especialidades y campos de estudio, vase R. Collins (1986). Esta expansinse aprecia en el caso del estudio de la ciencia, donde la sociologa se presenta como nicadisciplina capaz de describir y explicar empricamente los procesos de produccin y acep-tacin del conocimiento cientfico, rechazando como espreo cualquier otro posible enfo-que, como el filosfico. Se llega incluso a considerar que los anlisis lgicos de la estruc-tura de las teoras elaborados por la filosofa de la ciencia tradicional y las caracterizacio-nes epistmicas de la ciencia son meramente normas cannicas acerca de cmo los cient-ficos deben presentar pblicamente los resultados de sus investigaciones y no un conoci-miento acerca de su estructura y funcionamiento real; de ah que deban ser estudiadassociolgicamente junto con las desviaciones que respecto a ellas mantiene la prctica real.Sobre esto, vanse Giere (1984) y Harr (1986), cap. 1.

    16 H. Collins (1983).

    17 Esto fue llevado a cabo principalmente, como seala Mulkay (1980), para tender

    puentes entre las culturas humanstica y cientfica, ampliamente segregadas entre s.18

    As es como los califica Ben-David (1981), p. 54.19

    H. Collins (1983), p. 265.

    81

  • TERESA GONZLEZ DE LA FE Y JESS SNCHEZ NAVARRO

    lidad, porque las concepciones de la ciencia que se mantengan afectan a laconcepcin de la sociologa como parte de la actividad cientfica general ocomo pretensin de ser ciencia20. Igualmente, los descubrimientos de lossocilogos sobre la actividad de los cientficos afectan reflexivamente a laactividad de la sociologa y puede conducirla a situaciones aparentementeparadjicas como es la del relativismo que persigue a la sociologa del cono-cimiento desde sus orgenes 21.

    Dado el carcter marcadamente pluralista de los desarrollos tericos dela sociologa, as como las profundas discrepancias metodolgicas que desdesiempre han existido en esta disciplina, era lgico que la sociologa del cono-cimiento cientfico las reflejara en sus distintos desarrollos. Paralelo al alcan-ce macro del funcionalismo o de la historia social de la ciencia de cortemarxista, tal como la practicada por Bernal o los Rose, puede sealarse elStrong Programme de sociologa del conocimiento propuesto en Edimburgo.Igualmente, los desarrollos micro, marcadamente empiristas, tienen su para-lelo en los estudios de laboratorio y en diversos anlisis de los mecanismossociales envueltos en la actividad de los cientficos y reflejan concepcionesdistintas de la sociologa y de la forma de llevar a cabo el anlisis sociolgicoinfluidas por el giro hermenutico o interpretativo, el nfasis en lo cuali-tativo frente a lo cuantitativo, las preocupaciones metatericas, etc.

    La segunda circunstancia es la influencia ejercida por ciertos desarrollosfilosficos que afectan a la concepcin de la ciencia como conocimiento neu-tral, a la univocidad de la interpretacin de los hechos y de la evidenciadisponible y al papel del contexto a la hora de analizar la naturaleza delconocimiento22. En efecto, los cambios habidos en la concepcin filosficade la ciencia como resultado de la crtica al neopositivismo tuvieron unarelevancia fundamental para el establecimiento y desarrollo de los estudiossociolgicos del conocimiento cientfico, en especial las tesis de la indeter-minacin de la traduccin y la infradeterminacin de la teora por los hechosde Quine, las tesis de Duhem-Quine-Hesse sobre el holismo y la estructura

    20 Es por esto, como seala Mulkay (1980), que no es sorprendente que los socilogos

    en general aceptaran acrticamente la filosofa neopositivista, dado que les proporcionabaargumentos legitimadores de su propia actividad. Esto, a su vez, reforzaba la posicin deque la sociologa del conocimiento no haba de entrar en el mbito de los contenidosde la ciencia.

    21 Esta situacin paradjica consiste en suponer que el relativismo (as como la refle-

    xividad, etc.) autorrefuta las proposiciones de la sociologa del conocimiento, pues si todoconocimiento est socialmente mediado, tambin lo est el generado por el socilogo.

    el ms seguro de que disponemos, y la mayor parte de la epistemologa contempornea harenunciado ya a las posiciones fundamentalistas, que son las que dan origen a los ataquescontra el relativismo.

    22 Las influencias son numerosas e incluyen conceptos como juegos de lenguaje y

    la nocin de seguir una regla de Wittgenstein; la no neutralidad de la experiencia y sudependencia de la teora, el constructivismo y la inconmensurabilidad de Kuhn; las co-munidades cientficas de Polanyi; los programas de investigacin cientfica y las heurs-ticas de Lakatos, etc.

    82

  • LAS SOCIOLOGAS DEL CONOCIMIENTO CIENTFICO

    reticulada del conocimiento, as como la continuidad entre la imagen ma-nifiesta y la imagen cientfica del mundo y el constructivismo de Sellars.Tambin fue de fundamental importancia la obra de Kuhn (cuya repercu-sin para la sociologa de la ciencia mertoniana fue mnima), dado que ofre-ca una visin alternativa de la relacin entre los factores epistmicos, socia-les y morales de la ciencia 23, as como la posibilidad de ofrecer una perspec-tiva distinta para enfocar el tradicional problema de la sociologa del cono-cimiento, es decir, el de las relaciones entre el conocimiento y la sociedad.

    La tercera circunstancia es la gran cantidad de investigaciones empricase histricas acumuladas sobre la ciencia como sistema social, que abarcandesde los anlisis de instituciones cientficas hasta los estudios internos sobrelos sistemas de control de publicaciones y los mecanismos de informacindentro de estas instituciones.

    Como resultado de la combinacin de estos tres factores podemos decirque se construye una nueva imagen de la ciencia que, aunque no es uniformeni coherente, puede considerarse como articulada en torno a cinco principios-gua, cuya mayor o menor observancia puede servirnos de hilo conductorpara organizar nuestra exposicin de algunas de las principales lneas de inves-tigacin de la nueva sociologa del conocimiento cientfico. Estos cinco prin-cipios son:

    1. Se rechaza la separacin entre los procesos de descubrimiento ylos de justificacin y validacin del conocimiento resultante. Muy al contra-rio, los primeros, y con ellos los factores sociolgicos, psicolgicos, etc., in-fluyen en los segundos e incluso en la forma en que se organiza el conoci-miento cientfico. De ah que el estudio emprico de los procesos de pro-duccin y formacin de creencias sean fundamentales para el estudio de laciencia. Pero, adems, esos estudios abarcan tambin los contenidos resul-tantes, con lo que el conocimiento cientfico se abre a los estudios sociol-gicos (y, en general, a los estudios cientfico-sociales). Los procesos de pro-duccin del conocimiento cientfico, los contenidos resultantes y su evalua-cin son considerados fenmenos naturales y susceptibles de investigacinemprica. Este sera el Principio de Naturalizacin.

    2. Se niega que existan criterios absolutos y fundacionales que garan-ticen la verdad o la racionalidad. Aunque los juicios y decisiones de loscientficos se reclamen racionales y sus afirmaciones pretendan ser verda-deras, tanto la nocin de verdad como las de progreso y racionalidad sonrevisables y relativas a comunidades, pocas y contextos concretos. Tambinlas normas y valores que guan la actividad cientfica son cambiantes y rela-tivos, pues son producto de procesos sociales dentro de la comunidad cien-tfica as, la produccin, al desarrollo y el cambio del conocimiento cien-tfico no son procesos autnomos ni objetivos, sino resultado de negocia-

    23 Mulkay (1980), pp. 10-12.

    83

  • TERESA GONZLEZ DE LA FE Y JESS SNCHEZ NAVARRO

    ciones y procesos de interaccin social entre cientficos. Lo que se entiendapor ciencia, su validez y aceptabilidad, al igual que los mtodos utilizados,son cuestiones relativas. Este es el Principio de Relativismo.

    3. De la misma forma, las representaciones cientficas no provienen di-rectamente de la realidad, ni son un reflejo literal de sta. No puede espe-rarse siquiera una interpretacin idntica de los mismos fragmentos de evi-dencia, pues la experiencia no es neutral, sino dependiente y vara segnel contexto, los aprendizajes, los esquemas compartidos y los procesos decomunicacin en que se produzca. De ah que el conocimiento y, en ciertomodo, la realidad se consideren socialmente construidos. Este es el Principiode Constructivismo.

    4. La actividad cientfica no es llevada a cabo por sujetos epistmicosideales, sino por comunidades concretas organizadas socialmente. En estesentido los cientficos son criaturas humanas y sociales sujetas a los mismostipos de explicacin que cualquier otro grupo. Y el conocimiento que pro-ducen es en buena medida resultado y reflejo de la forma en que se organizandentro de esas comunidades. Este es el Principio de Causacin Social.

    5. Finalmente, el conocimiento cientfico no difiere sustancialmente deotros conocimientos, salvo quiz por su mayor eficacia y efectividad. De ahque posea una funcin instrumental y pragmtica, puesto que lo que se pre-tende con l es conseguir ciertos fines o satisfacer ciertos intereses; por estarazn, su produccin y aceptacin est fuertemente condicionada por su capa-cidad para cumplir esa funcin. Este es el Principio de Instrumentalidad.

    Se sigue de estos principios que el estudio de cmo se genera y cmofunciona la ciencia ha de hacerse atendiendo a la prctica real de los cien-tficos, a los procesos internos de comunicacin que se dan entre ellos, a laorganizacin que adoptan las comunidades en que se inscriben y dentro delas cuales tienen lugar los procesos de socializacin y adquisicin de habili-dades y competencias por parte de los cientficos individuales y a las rela-ciones de esas comunidades con la sociedad en general.

    El reto era, sin embargo, cmo utilizar la nueva imagen de la cienciapara abrir la caja negra y analizar sociolgicamente los contenidos de lascreencias cientficas. La solucin tena que ser un programa lo suficiente-mente sugerente y prometedor para enfrentarse al programa mertoniano.

    4. EL STRONG PROGRAMME DE SOCIOLOGADEL CONOCIMIENTO

    Una respuesta en este sentido lo constituye el Strong Programme (SP, apartir de ahora), que considera las creencias cientficas estrechamente conec-tadas con las controversias, acciones y decisiones cotidianas de los cientficosy busca, al mismo tiempo, establecer una teora general y un programa de

    84

  • LAS SOCIOLOGAS DEL CONOCIMIENTO CIENTFICO

    investigacin que unifique y d cuenta de los numerosos estudios realizadossobre casos concretos que pasaran a convertirse en sus aplicaciones 24.

    El SP se desarroll a mediados de los aos setenta en la Science StudiesUnit, de Edimburgo, de la mano de Bloor y Barnes 25. Su inters fundamen-tal se centra en el estudio de la gnesis, elaboracin y aceptacin de lascreencias cientficas; en este sentido, acepta abiertamente los cinco principiosantes citados de naturalizacin, constructivismo, relativismo, causalidad einstrumentalidad. El supuesto bsico es que todo conocimiento est deter-minado socialmente y que incluso lo que se considere conocimiento en unmomento dado est mediatizado por la sociedad en que se genera 26.

    Adems, puesto que los juicios de los cientficos son falibles, la verdadrevisable y no hay criterios absolutos que garanticen las pretensiones deverdad a travs del tiempo y de las distintas comunidades, no es posibledar cuenta de los juicios y decisiones de los cientficos en trminos de normasepistemolgicas y de racionalidades abstractas. Por el contrario, slo sedispone de normas y procedimientos de decisin relativos a perodos e ins-tituciones particulares que pueden ser descritos mediante anlisis sociol-gicos. En este sentido el conocimiento cientfico constituye un sistema decreencias articulado que cambia y evoluciona segn lo hace la comunidadque lo elabora y la sociedad entera en que esa comunidad se incluye27.Como consecuencia de este falibilismo y de la aceptacin de los cinco prin-cipios, el SP se reserva dos tareas fundamentales 28:

    i) Describir cmo (y si es posible por qu) en pocas distintas grupossociales distintos seleccionan diferentes aspectos de la realidad como objetode estudio y explicacin cientfica.

    ii) Describir cmo se construyen socialmente la observacin, los expe-rimentos, la interpretacin de los datos y las propias creencias cientficasen la doble vertiente de construccin por parte de la comunidad y construc-cin por parte de la sociedad (o de los grupos sociales relevantes que influyenen la comunidad cientfica).

    Lo que se pretende es demostrar empricamente, mediante el anlisis delos elementos que afectan a la produccin y evaluacin de conocimiento cien-tfico, que existen redes de expectativas e intereses que determinan las

    24 Shapin (1982) incluye una exhaustiva relacin de anlisis histricos reivindicados en

    favor de la interpretacin instrumental del SP.25

    La formulacin inicial est en Bloor (1973) y (1976), cap. 1; pero tambin la re-coge Barnes (1974) y (1977), aunque de forma ms moderada.

    26 Esta afirmacin se encuentra tambin en otros autores ajenos al SP. Por ejemplo,

    Mendelsohn (1977), pp. 2-3, afirma que la ciencia es una actividad de los seres humanosen accin e interaccin, una actividad social, por tanto. Su conocimiento, sus enunciadosy sus tcnicas han sido creadas por seres humanos y desarrolladas, alimentadas y conforma-das entre grupos humanos. El conocimiento cientfico es por ello fundamentalmente social.

    27 Barnes (1974), cap. 4.

    28 Shapin (1982), pp. 159 y ss., y (1980), pp. 130 y ss.

    85

  • TERESA GONZLEZ DE LA FE Y JESS SNCHEZ NAVARRO

    creencias que guan la observacin y que afectan tambin a los resultadosde la ciencia y a su evaluacin. La afirmacin ms fuerte es que estas expec-tativas y estos intereses dependen en buena medida de factores socialesexternos. De ah que la racionalidad de los juicios cientficos no slo searelativa a pocas y comunidades distintas, sino que depende tambin de ele-mentos sociales ajenos a la propia actividad cientfica, entendida sta en suaspecto estrictamente cognoscitivo 29. Las reglas metodolgicas acerca de cmollevar a cabo correctamente observaciones, experimentos o interpretacionesde la evidencia y los procedimientos de seleccin de creencias son relativosy construidos socialmente 30, por lo que ni la realidad, ni la lgica, ni loscriterios supuestamente impersonales del mtodo experimental determinanlas creencias producidas por los cientficos, ni sus evaluaciones sobre ellas,siendo necesario mostrar cmo y por qu se producen estas creencias yevaluaciones sealando las conexiones contingentes y empricas entre el cono-cimiento y los intereses de los diversos grupos sociales en su trabajo intelec-tual y social31.

    4.1. La interpretacin radical del SP

    Aunque, como veremos ms adelante, hay interpretaciones ms mode-radas del SP, la ms completa y la considerada ms representativa es lainterpretacin radical de Bloor, que se basa en cuatro puntos program-ticos 32:

    i) la necesidad de dar explicaciones causales; lo que interesa explicarson las causas y condiciones que producen creencias o estados de cosas;

    ii) el postulado de imparcialidad respecto a lo que se considera en unapoca determinada conocimiento verdadero o falso, racional o irracional;ninguna de estas dicotomas ha de darse por supuesta, sino que requiereexplicacin;

    iii) el postulado de simetra por el cual todo el conocimiento, con in-dependencia de su xito o fracaso, ha de someterse a los mismos tipos deexplicacin;

    iv) el postulado de la reflexividad de las explicaciones respecto a lapropia sociologa del conocimiento cientfico.

    A partir de estos cuatro principios, Bloor concibe el SP como un pro-grama de investigacin encaminado a la construccin de una sociologa del

    29 Bloor (1976), p. 142; Barnes (1977), cap. 3; Brannigan (1981), pp. 79-86.

    30 Para Bloor (1973), ni siquiera las matemticas estn libres de esta dependencia.

    31 Shapin (1975), p. 239, y (1982), p. 240. Tambin, Bloor (1986*) y Barnes (1982),

    907207.32

    Bloor (1976), pp. 4 y ss.

    86

  • LAS SOCIOLOGAS DEL CONOCIMIENTO CIENTFICO

    conocimiento que ha de ser cientfica segn el modelo de la ciencia natural.De ah que, para l, la naturalizacin no consista slo en el recurso a estudiosempricos, sino fundamentalmente en la construccin de una teora generalsobre las conexiones causales entre los factores sociales y los cognoscitivosy en la bsqueda y contrastacin de leyes que recojan esas conexiones cau-sales 33. Esta teora general dara explicaciones segn el modelo de ley decobertura, lo que supone la utilizacin de una nocin fuerte de causalidad 34.As, habra lazos causales conectando las formas de control social de unasociedad, sus usos de la naturaleza, su conocimiento cientfico y las activi-dades y acciones de los cientficos individuales. Por eso todas las creenciashan de explicarse como fenmenos sociales con independencia de su supuestaverdad o falsedad sin limitar, como se haca tradicionalmente, las expli-caciones causales a los casos de creencias consideradas falsas o errneas.Los mismos tipos de causas explicaran tanto las creencias evaluadas favo-rablemente como las rechazadas, pues a fin de cuentas los propios criteriosde evaluacin son construidos socialmente.

    Pero, adems, Bloor lleva esta naturalizacin fuerte hasta sus ltimasconsecuencias al exigir explcitamente el requisito de reflexividad. Es nece-sario que la Sociologa del Conocimiento aplique sus teoras a s misma, puesde otro modo sera un conocimiento fundacionalista y entrara en contra-diccin con sus afirmaciones generales acerca del conocimiento cientfico35.Para Bloor, esto no implica circularidad desde el momento en que tambinasume el relativismo derivado de los principios de simetra e imparcialidad:una cosa es que las propias afirmaciones de la sociologa del conocimientosean causadas por intereses y factores sociales y otra, muy distinta, que esolas haga falsas 36. La verdad y la falsedad son cuestiones internas a un con-texto, a una comunidad con sus recursos e intereses propios y a las normas yreglas de evaluacin que construya. El xito de una teora depende en ltimainstancia de la habilidad de sus partidarios para demostrar su superioridaden trminos de los ideales, normas y mecanismos cientficos aceptados por lacomunidad, y esta habilidad est relacionada con el control de los recursos

    33 Bloor (1976), p. 3, dice de la sociologa del conocimiento cientfico que sus ideas

    estarn en el mismo lenguaje causal que las de cualquier otro cientfico. Su inters serlocalizar las regularidades y principios generales que parecen estar funcionando dentro deldominio de sus datos. Su propsito ser construir teoras que expliquen estas regulari-dades.

    34 Bloor (1973), p. 173, afirma que la sociologa del conocimiento debe localizar cau-

    sas de la creencia, esto es, leyes generales que relacionen creencias con condiciones quesean necesarias y suficientes para determinarlas. En su (1976), p. 4, debilita esta exigen-cia, limitndose a las condiciones que generan creencias o estados de conocimiento, perosigue manteniendo la naturalizacin fuerte.

    35 Si la sociologa no pudiera aplicarse de una forma total al conocimiento cientfico,

    eso significara que la ciencia no podra conocerse cientficamente a s misma. Bloor(1976), p. 40.

    36 Bloor (1976), cap. 2, discute extensamente esta cuestin.

    87

  • TERESA GONZLEZ DE LA FE Y JESS SNCHEZ NAVARRO

    cognoscitivos, simblicos y econmicos de esa comunidad 37. Si esos recursosse hubieran organizado de otra forma y los mecanismos de aceptacin hubie-sen sido distintos, la evaluacin de la teora habra sido diferente. De estaforma se combinan en la interpretacin radical del SP un relativismo episte-molgico con un relativismo metodolgico 38.

    De todo ello se sigue que el estudio del conocimiento cientfico ha dellevarse a cabo sin supuestos epistmicos preconcebidos, e incluso la determi-nacin de qu sea ciencia en un momento dado ha de hacerse sociolgica-mente. Conocimiento cientfico ser lo que una cultura o un grupo socialconsidere como tal39; de ah la importancia de estudiar los procesos socialespor los que se concede o se cambia tal atribucin de cientificidad. Del mismomodo, la forma en que se distinga entre ciencia y no ciencia es objeto deexploracin sociolgica para el SP.

    Todo esto hace que Bloor tenga que elaborar una teora de la cienciay, a la larga, del conocimiento en general40. La ciencia sera una estructuraglobal articulada en la que todos sus componentes se sustentan mutuamentey que tendra que dar una visin del mundo operativa y coherente. Sin em-bargo, al rechazar la posibilidad de un acceso directo y neutral a la realidad,la operatividad se limitara a la coherencia de la teora consigo misma.En efecto, aunque nuestros inputs sensoriales provengan de la realidad, soninterpretados y construidos por la red de conocimientos y creencias en quese integran. De este modo, la experiencia interpretada por la teora se usaslo para fijar la coherencia y consistencia internas, ya que la conexin conla realidad viene fijada por la propia teora, que establece sus propias rela-ciones con los fenmenos que ella misma interpreta. Como el mismo Bloordice: Todos nuestros conceptos, clasificaciones y teoras son formas deinduccin estructuradas socialmente y convencionalmente canalizadas, porlo que la estabilidad que se da en un sistema de conocimiento provieneenteramente de las decisiones colectivas de sus creadores y usuarios. Se derivade la proteccin activa de la red 41. Sin embargo, esto no implica un conven-cionalismo absoluto. Aunque lo que se entienda por ciencia ha de relativi-zarse a los distintos grupos sociales y su caracterizacin se haga en trminosde consenso social, el conocimiento cientfico tiene un fuerte componente

    37 Bloor (1976), pp. 32-38, aplica este supuesto al caso de Lavoisier y Liebig.

    38 Bloor (1976), p. 142; Branigan (1981), p. 78. Para un intento de definir con preci-

    sin el relativismo, vase Bloor y Barnes (1982), pp. 27-28.39

    Bloor (1976), p. 3.40

    Para ello, Bloor recurre a varios elementos. Adems del supuesto metodolgico de losprogramas de investigacin tomados de Lakatos y de las influencias kuhnianas, en su(1976) incorpora los esquemas de clasificacin y control de Douglas (1970) y (1975) yBernstein (1971); en su (1982) aade la estructura teticulada de Hesse (1974^ Y ensu (1983) elabora una teora social del conocimiento haciendo explcitas las influenciaswittgensteinianas que haba tenido desde el principio. De ah el carcter filosfico de lainterpretacin radical del SP y el malestar que produce tanto a los filsofos como a lospropios socilogos.

    41 Bloor (1982), pp. 305 y 280.

    88

  • LAS SOCIOLOGAS DEL CONOCIMIENTO CIENTFICO

    instrumental y pragmtico al ser una respuesta al medio mediante la obser-vacin de regularidades y la formulacin de leyes 42. La ciencia sera nuestraforma de adaptacin a las exigencias de las estructuras naturales y socialesen que estamos inmersos, y eso hace tan importante su funcin de predic-cin, manipulacin y control. Como todas las sociedades humanas tienennecesidades e intereses vitales que satisfacer, los cuales condicionan decisi-vamente las creencias que generan y aceptan, diferentes necesidades e inte-reses conducen a sistemas de creencias distintos e influyen tambin en laaparicin de desacuerdos o en la construccin del consenso. Igualmente, tam-poco implica un determinismo sociologista extremo, ya que se admite quepueden intervenir otros tipos de causas adems de las sociales, como son lasinfluencias empricas, las condiciones de operatividad y de coherencia inter-na, etc. Pero, en cualquier caso, estas otras causas son, cuando menos, diri-gidas y estructuradas por las sociales, por lo que los procesos sociales bsicosque estn a la base de la produccin y aceptacin del conocimiento cientficopueden y deben ser analizados sociolgicamente43. Las creencias, cientficaso no, aceptadas o rechazadas, cognoscitivas o metodolgicas, se consideranresultado de causas materiales (en el sentido de no espirituales).

    4.2. Los intereses

    Estas causas se han identificado de distintas maneras y se habla defines instrumentales, valores, etc. Pero en todos los casos se consideraque son el resultado de procesos de articulacin e interaccin de intereses.Los intereses son de diversos tipos y actan como causas ltimas que con-dicionan y estructuran las creencias, decisiones y evaluaciones de los cien-tficos.

    En principio se habla de dos grandes categorizaciones de los intereses 44:los instrumentales y los ideolgicos o sociales en general. Los interesesinstrumentales se centran en la prediccin, manipulacin y control del medioy, en gran medida, se les puede considerar primarios, pues el conocimientoes adaptativo y est orientado a la supervivencia y subsistencia. El conoci-miento cientfico cumple esa funcin de manera especfica mediante la pre-diccin, manipulacin y control, que guan los distintos intereses cognos-

    42 Bloor (1976), p. 17.

    43 Cuando los hombres piensan sobre la naturaleza del conocimiento, lo que estn

    haciendo es reflejar indirectamente los principios de acuerdo con los cuales est organi-zada la sociedad. Realmente estn manipulando tcitamente imgenes de la sociedad.Bloor (1976), p. 45. Bloor (1982) insiste ms sobre este tema.

    44 El conocimiento crece bajo el impulso de dos grandes intereses: un inters abierto

    en la prediccin, manipulacin y control, y un inters encubierto en la racionalizacin y lapersuasin. Nuestra definicin de determinacin ideolgica la ha identificado como elmodo de operacin de este segundo gran inters. Barnes (1977), p. 38. Igualmente, enShapin (1980), pp. 130 y ss., y Barnes (1984) o Bloor (1986 a).

    89

  • TERESA GONZLEZ DE LA FE Y JESS SNCHEZ NAVARRO

    citivos y epistmicos especializados tales como la bsqueda de leyes efec-tivas, la elaboracin de conceptualizaciones poderosas, etc.; y tambinproporcionan a la ciencia sus caractersticas centrales: el empirismo y labsqueda de regularidades. Incluso los criterios de evaluacin que las comu-nidades especializadas aplican a las creencias que producen estn determi-nados por ese inters primario. As, los intereses instrumentales actancomo principios sin contenido, universales y primarios a la hora de producirconocimiento, aunque la forma concreta que adopten vare de una culturao poca a otra. Son abstractos, pueden adoptar distintas formas y ser satis-fechos de distintas maneras y mediante sistemas clasificatorios y estructurastericas diferentes.

    Por su parte, los intereses ideolgicos o secundarios son interesessociales especficos y relativos a la organizacin social concreta donde segenera el conocimiento. Estos intereses son secundarios porque no estnexplcitos y los criterios y mecanismos por los que asignan valores a creen-cias y a estructuras cognoscitivas permanecen ocultos. Y aunque intervienentambin en la generacin de creencias, su papel es ms fundamental en suevaluacin y aceptacin, as como en las controversias y en la produccinde consenso; son intereses encubiertos dirigidos a la racionalizacin y per-suasin, es decir, a la determinacin social e ideolgica en sentido amplio.En general, estos intereses son de tres tipos: a) intereses profesionalescreados que afectan a grupos dentro de la comunidad cientfica y son inter-nos; b) intereses comunitarios que afectan a la comunidad cientfica conrespecto al contexto cultural; y c) intereses sociales generales de la comu-nidad con respecto a la sociedad en general45.

    Los intereses profesionales, que tambin se pueden entender como inte-reses personales o individuales, estn relacionados con las habilidades y com-petencias especficas adquiridas por los cientficos a travs de los procesosinternos de socializacin en las comunidades cientficas 46. Al integrarse enlas comunidades mediante la educacin y el aprendizaje, los cientficos noslo aprenden cmo comportarse dentro de la comunidad, sino que adquie-ren tambin habilidades especializadas y asumen como garantizadas ciertascreencias y normas de accin y evaluacin, ignorando otras o dejndolas enun segundo plano. De esta forma, surgen grupos de especialistas que recibenlas inversiones sociales y comunitarias de recursos econmicos, reconocimien-to y prestigio, etc.; esos grupos pretenden explotar y hacer prevalecer suscompetencias tcnicas especializadas, mostrar su importancia y necesidad parala actividad cientfica y extender su campo de aplicacin como una forma deampliar el grupo y su influencia y conseguir ms inversiones. De ah que lashabilidades profesionales acaben convirtindose en conjuntos de intereses

    45 Barnes (1981), pp. 324-328; Barnes y McKenzie (1979), pp. 54 y ss.; Shapin (1979),

    pp. 139-141 y 167-172; Bloor (1982*), pp. 307-308.46

    Shapin (1982), pp. 164 y ss.

    90

  • LAS SOCIOLOGAS DEL CONOCIMIENTO CIENTFICO

    creados dentro de la comunidad47. Estos intereses dan lugar a controversiasdentro de la comunidad acerca de la naturaleza de los fenmenos, la formade interpretar la evidencia, la aceptabilidad de las asunciones, etc.48, y conec-tan las disputas tcnicas sobre la naturaleza e interpretacin de los fen-menos, los mtodos y las lneas de investigacin seguidas con la adquisicinde medios de investigacin y con la credibilidad y reconocimiento del trabajocientfico. En todos los casos existiran estrategias para defender y apoyarintereses profesionales.

    Los intereses comunitarios 49, por su parte, estn relacionados con la iden-tificacin, cohesin y delimitacin de las comunidades cientficas y con sureconocimiento social dentro del contexto cultural general. Entre las espe-cialidades cientficas se dan relaciones jerrquicas de prestigio e influenciaque pueden cambiar a lo largo del tiempo y que dan lugar a conflictos oacuerdos interdisciplinares, por lo que los intereses comunitarios puedenentenderse, en cierto sentido, como generalizaciones de los intereses profe-sionales. Los intereses comunitarios estn conectados con la pretensin de lascomunidades, en cuanto organizaciones sociales, de persistir, reproducirse ycrecer dentro de un medio social ms amplio y en competencia con otrasorganizaciones alternativas; y la manera de lograrlo es conseguir y aumentarel reconocimiento social, mejorar su posicin en la escala jerrquica y obtenermedios crecientes de financiacin.

    En estos procesos influyen elementos externos que provienen tanto delcontexto cientfico como del contexto cultural general, pues con frecuenciaciertos compromisos y asunciones metodolgicos, filosficos, etc., de unacomunidad favorecen o chocan con los de otra o con supuestos culturalesexternos. Los intereses comunitarios juegan un papel importante en la gene-racin de acuerdos o desacuerdos entre comunidades y entre stas y otrosgrupos sociales. Algo semejante ocurre con la comunidad cientfica en gene-ral, que se presenta dentro de la sociedad como cohesionada y diferente deotras instituciones sociales y de sus productos culturales. De ah que se hablede la ciencia como una actividad unitaria dotada de caractersticas propiasy de mtodos especficos de investigacin, experimentacin y seleccin decreencias, etc. En este sentido amplio, los intereses comunitarios articulan yconectan las comunidades cientficas y sus intereses profesionales con otrosgrupos e instituciones y con los intereses sociales en general mediante meca-nismos autorregulativos internos de control social (sistemas de referees, core-sets de validacin experimental, reglas estndares sobre la presentacin de

    47 Ciertamente, estos intereses profesionales estaran basados, a su vez, en intereses es-

    trictamente personales, es decir, en las razones concretas que llevan a cada cientfico par-ticular a pretender aumentar el valor de sus capacidades y criticar el valor de las de losotros, pero no es necesario atomizar las comunidades hasta ese punto.

    48 Pues segn como se entiendan estas cuestiones las investigaciones correspondientes

    se asignarn a un grupo en virtud de sus competencias especficas.49

    Shapin (1982), pp. 169 y ss.

    91

  • TERESA GONZLEZ DE LA FE Y JESS SNCHEZ NAVARRO

    resultados, etc.), que tienen un papel importante en la conclusin de disputasy en la obtencin de consenso. Lo que se pretende es que la comunidadmantenga su organizacin especfica, produzca resultados al menos tan apre-ciados socialmente como los que haba generado hasta ese momento, satis-faga sus compromisos con el sistema social y se diferencie de otras institu-ciones culturales con las que coexiste y compite en la bsqueda de prestigioe influencia. De esta forma los intereses comunitarios se presentan comointermediarios y son fundamentales a la hora de explicar los cambios revolu-cionarios en la ciencia.

    Finalmente, los intereses sociales generales50 son el tipo ms represen-tativo de intereses ideolgicos. Funcionan como determinantes macrosocialesen los procesos de generacin y, sobre todo, de aceptacin de creencias cien-tficas. Incluyen intereses econmicos, ideolgicos y polticos, sea de la socie-dad en general o de los grupos dominantes en ella, y tienen una estrecharelacin con la profesionalizacin de la ciencia y con su reconocimiento social.A travs de ellos se introducen los factores sociales externos en el conoci-miento cientfico y por eso se considera que el conocimiento reproduce, enmayor o menor grado, la estructura de la sociedad que lo produce51. El re-curso a estos intereses a la hora de explicar los juicios y decisiones de loscientficos constituye la caracterstica ms distintiva del SP.

    Los intereses sociales actan en un doble sentido: mediante la utilizacinen la ciencia de patrones, modelos y actitudes culturales externas que funcio-nan en el pensamiento social y poltico y mediante el uso social de la natu-raleza. El primer caso ocurre cuando ciertas creencias cientficas y explica-ciones de los fenmenos se inspiran o son influidas por concepciones sociales,polticas, etc., sostenidas en la sociedad en general. El segundo, mucho msfuerte, consiste en el uso ideolgico de la naturaleza y del conocimientocientfico que pretende explicarla para el control y la persuasin social.Este uso social de la naturaleza no se limita simplemente a la utilizacinpor la sociedad o por grupos sociales especficos de las concepciones de lanaturaleza producidas por la ciencia, sino que se extiende a la evaluacinde las creencias cientficas en virtud de su capacidad para ser usadas comoinstrumentos que permitan satisfacer intereses sociales ms amplios. As,ciertas creencias cientficas, leyes o sistemas de clasificacin pueden ser eva-luados favorablemente y mantenidos por su utilidad para el control, la ma-nipulacin y la persuasin social.

    Los tres tipos de intereses profesionales, comunitarios y sociales gene-rales no son independientes, sino que actan interconectados y estructurn-dose mutuamente, siendo el conjunto de estos intereses ideolgicos codeter-minante de los procesos de conocimiento cientfico. Pero, adems, la dis-

    50 Shapin (1980), p. 131, y (1982), pp. 175 y ss. Bloor (1986) y Shapin y Schaffer (1986)

    analizan la influencia de estos intereses en la teora de la materia, especialmente en Boyle.51

    Esto los diferenciara de los estudios marxistas ortodoxos.

    92

  • LAS SOCIOLOGAS DEL CONOCIMIENTO CIENTFICO

    tincin entre intereses instrumentales y sociales ideolgicos es simplementemetodolgica, pues de hecho se dan conjuntamente y no es lcita su separa-cin 52 por dos razones. Primera, porque lo que se considere adecuado parala prediccin, manipulacin y control de la naturaleza puede diferir en con-textos, pocas y grupos sociales distintos e incluso es posible que sistemasde creencias diferentes satisfagan igualmente el mismo inters primario;en este caso, los intereses ideolgicos secundarios son quienes estructurana los instrumentales y evalan favorable o desfavorablemente la potencia ins-trumental de las clasificaciones cientficas mediante el uso social de la natu-raleza. Segunda, porque lo que se intenta predecir, manipular y controlar esel medio tanto el natural como el social y cultural; de ah que los inte-reses instrumentales estn inextricablemente unidos con los ideolgicos y que,en cierto sentido, puedan considerarse como parte de ellos 53.

    Los intereses sociales actan como condiciones de coherencia de la redterica de la ciencia, es decir, como condicionantes externos que conducena mantener estables ciertas partes de la estructura cultural54. En la inter-pretacin radical de Bloor, el uso social de la naturaleza, como uno de lostipos de los intereses sociales generales, sera la causa determinante de laforma y aceptacin del conocimiento cientfico, determinara la conducta delos individuos en la invencin y generacin de creencias y sera la causade que los sistemas de creencias aceptados reflejen la estructura de la socie-dad que los genera y sustenta. Los intereses sociales que confluyen en eluso social de la naturaleza determinan causalmente, y no slo estructuran,el conocimiento e incluso los intereses primarios instrumentales 55.

    52 Bloor (1982) y (1983), p. 303. Tambin, Shapin (1980), p. 131, y Barnes (1982),

    pp. 209 y ss.53

    Bloor (1982), pp. 307-308; (1981), p. 203; (1984), p. 302. Esto no supone sacrificarunos intereses a otros, puesto que ambos se pueden satisfacer conjuntamente. Cfr. Bloor(1982), p. 283; (1982 b), p. 322. Lo que indica es que incluso los primarios tienen carctersocial [Bloor (1984), p. 303].

    54 Bloor (1982), p. 283, dice que ciertas leyes son protegidas y convertidas en estables

    debido a la asuncin de su utilidad con fines de justificacin, legitimacin y persuasinsocial. Puesto que estas actividades se entienden como fines para satisfacer intereses, po-demos decir que los intereses son condiciones de coherencia. Y puesto que los interesesconstituyen y se derivan de estructuras sociales, no sorprender encontrar que tomar lanaturaleza para uso social crea identidades entre conocimiento y sociedad.

    55 Por eso afirma Bloor (1982), nota 88, que la similaridad de estructuras entre co-

    nocimiento y sociedad es ella misma el efecto del uso social de la naturaleza. Esta es lacausa real. A medida que los intereses varan, hemos visto que varan los patrones derelacin social resultantes y tambin los patrones resultantes de conocimiento. Si no hu-biera expresiones de los intereses a travs del uso social de la naturaleza, entonces quizno se generara ninguna homologa entre estructuras sociales y cognoscitivas. Si vara lacausa, vara el efecto; si se quita la causa, se quita el efecto.

    93

  • TERESA GONZLEZ DE LA FE Y JESS SNCHEZ NAVARRO

    4.3. Las interpretaciones moderadas del SP

    Esta interpretacin radical de Bloor, quien parece haberse convertido enla bestia negra de los partidarios de una racionalidad epistmica, ha dadolugar a numerosas polmicas con filsofos y epistemlogos 56. Estas polmicashan difuminado la existencia dentro del SP de otras interpretaciones msmoderadas. En principio pueden establecerse dos variantes: una dbil deBarnes anterior a sus colaboraciones con McKenzie en 1979 y una inter-media en la lnea del modelo instrumental de Shapin, que incluira tam-bin a Barnes y McKenzie con posterioridad a 1979 57.

    Barnes parte de una forma de naturalizacin ms dbil y niega la posi-bilidad de construir teoras generales y leyes causales acerca de la conexinentre factores sociales y cognoscitivos 58, proponiendo en su lugar el anlisisde casos concretos como una forma de estudiar empricamente la interven-cin de los factores sociales en el conocimiento. Las razones son metodol-gicas: una teora general de tal calibre es demasiado ambiciosa y exigirauna teora de la racionalidad natural y una teora social del conocimiento delas que no se dispone. Por eso, est ms interesado en el anlisis de casosespecficos y en el desarrollo de la teora de los intereses, que permitira elenlace entre la teora del conocimiento y un programa general de investiga-cin sociolgica59; la elaboracin de teoras o leyes generales sera, a losumo, un paso posterior resultante de la investigacin emprica 60.

    Para Barnes, el nico supuesto de partida es que el conocimiento estguiado por intereses 61 y el anlisis de casos concretos tiene que identificarlosen cada situacin. Tambin a diferencia de Bloor, Barnes separa claramentelos intereses primarios e instrumentales, a los que llama legtimos, de los

    56 Vase, p. ej., la polmica con Laudan en la Conferencia de Toronto: Bloor (1981),

    Laudan (1981); el nmero especial de Studies in History and Philosophy of Science, 13(1982), dedicado a la Sociologa del Conocimiento, y las recopilaciones de Hollis yLukes (eds.) (1982) y Brown (ed.) (1984).

    57 Pueden, sin embargo, establecerse otras distinciones segn los aspectos a los que se

    conceda importancia. Por ejemplo, Manier (1980) distingue slo una versin fuerte, la deBloor, de otra modesta, la de Barnes, en funcin de la forma de entender la reflexividad;Yearley (1982) distingue una etapa ms moderada de Barnes y otra ms radical segn laforma de concebir los intereses instrumentales, etc. Otro tanto ocurre con Shapin y sumodelo instrumental, que se encuentra a medio camino entre el SP y el Programa Re-lativista de Collins. El propio Collins y la Escuela de Bath, que aqu definimos como PR,han sido considerados por Chubin y Restivo (1982) como una versin blanda del SP.

    58 Es cierto que no se proponen leyes o condiciones necesarias que enlacen el conoci-

    miento y el orden social y que no se presentan instrucciones abstractas para la investiga-cin y explicacin de cuerpos de conocimiento. Barnes (1977), p. 85, y (1982), p. 115.

    59 Barnes (1974), p. 8; (1977), p. 63, y (1981), p. 324.

    60 No deja de ser curioso el paralelismo entre las posiciones respectivas de Bloor y

    Barnes y las sostenidas por Parsons y Merton respecto a la teora general de la accinfrente a las teoras de alcance intermedio.

    61 El conocimiento no puede ser entendido ms que como el producto generado por

    hombres que operan en trminos de un inters en la prediccin y el control conformadopor lo especfico de su situacin. Barnes (1977), p. 24.

    94

  • LAS SOCIOLOGAS DEL CONOCIMIENTO CIENTFICO

    sociales ideolgicos. El conocimiento est ideolgicamente determinadoslo cuando es creado o sostenido por intereses ideolgicos encubiertos 62.Debido a esto, en las investigaciones empricas es conveniente identificarprimero los factores tcnicos y los intereses cognoscitivos legtimos, paraanalizar luego su relacin con los intereses ideolgicos sociales. Es cierto queen la realidad ambos se dan siempre juntos, pero es posible separarlos meto-dolgica y contextualmente con el fin de determinar mejor sus relaciones y,en un segundo paso, fijar sus conexiones identificando causas y efectos inde-pendientemente 63.

    De este modo, Barnes debilita la nocin de causalidad utilizada por Bloor:los intereses sociales son condiciones necesarias, pero no suficientes, paraexplicar la gnesis y aceptacin de las creencias cientficas. Es cierto que losfactores sociales estructuran y encauzan los intereses cognoscitivos instru-mentales, pero no los determinan estrictamente, pues siempre tiene que haberun contacto con la realidad 64. Dicho contacto con la realidad hace que losintereses instrumentales tengan una cierta autonoma y que sean los mismosen todos los casos, aunque condicionados por circunstancias y factores sociales.

    Como se ve, el constructivismo y el relativismo de Barnes son ms mo-derados que en el caso de Bloor. Barnes mismo achaca el determinismo fuertea un entusiasmo sociologista que no est completamente justificado 65. La in-fluencia de los intereses sociales generales permite explicar fenmenos socia-les, pero no puede dar cuenta de las acciones individuales o de los procesosespecficos de invencin de creencias. En estos casos los intereses socialesactan como marco, pero la prioridad explicativa la tienen los intereses ins-trumentales y profesionales. La combinacin de todos ellos es lo que dalugar a la racionalidad natural y a la objetividad de las acciones de los indi-viduos concretos 66; de ah que la conexin entre factores sociales y cognos-citivos sea tan compleja que slo pueda estudiarse empricamente caso porcaso sin presuposiciones tericas de principio.

    En el caso del modelo instrumental de Shapin, el Barnes posteriora 1979 y McKenzie67, tampoco se busca establecer una teora general, ni

    62 Barnes (1974), pp. 130-139 y 128.

    63 Barnes (1974), pp. 138 y 145; (1981 ?), p. 490. En su interpretacin ms fuerte

    posterior a 1979 mantiene que ambos intereses, y con ellos la ciencia y la ideologa, sonseparables como contextos de uso, aunque la distincin sea injustificada e imposibledesde un punto de vista social (1982, pp. 199 y ss.).

    64 Barnes (1977), p. 28, y (1974), cap. 4.

    65 Ocasionalmente, el trabajo de que disponemos da la sensacin de que la realidad

    no tiene nada que ver con lo que es socialmente construido o negociado para que cuentecomo conocimiento natural, pero seguramente podemos asumir que esta impresin es unsubproducto accidental del anlisis sociolgico superentusiasta y que los socilogos ensu conjunto reconocern que el mundo restringe de alguna manera lo que se cree queexiste. Barnes (1974), p. 7.

    66 Barnes (1976), p. 118.

    67 Shapin (1982), p. 196; Barnes (1980) y (1981); Barnes y McKenzie (1979);

    McKenzie (1978) y (1981).

    95

  • TERESA GONZLEZ DE LA FE Y JESS SNCHEZ NAVARRO

    fijar leyes causales fuertes, pero se asumen algunos principios-gua para lainvestigacin que tambin se centra en casos histricos. En esta interpre-tacin el componente relativista es ms fuerte que el causal. As, se con-sidera que la produccin y evaluacin del conocimiento est guiada por finese intereses instrumentales e ideolgicos, pero sin prioridad causal fuerte deunos sobre otros. Ambos interactan y son inseparables porque quien pro-duce el conocimiento cientfico es una comunidad entera y no un individuo,y lo que sta acepte o considere razonable es una cuestin social. Los inte-reses sociales estructuran y guan los procesos de conocimiento, la raciona-lidad natural y la evaluacin de las creencias 68, relativamente a un contextoy una comunidad. Eso hace que los intereses instrumentales no sean siemprelos mismos, como en la versin dbil anterior, sino que son mltiples ypueden variar69, con lo que los intereses sociales pueden llegar a ser cons-titutivos del mundo como en la interpretacin radical de Bloor.

    Puede esperarse, entonces, que en sociedades y grupos diferenciados losconjuntos de intereses en contraste den lugar a propuestas de conocimientodiferentes: las creencias cambiaran con los cambios de intereses70. De estaforma, la relacin entre ambos elementos es muy estrecha, pero dado sucarcter cambiante segn contextos, comunidades y organizaciones sociales,no pueden establecerse leyes generales. Los intereses son contingencias nece-sarias que siempre subyacen a las creencias, pero cuan fuerte sea la relaciny qu intereses acten es cuestin de estudio emprico 71. De ah la afirma-cin de Shapin: La mera asercin de que el conocimiento cientfico "tieneque ver" con el orden social o que "no es autnomo" no es muy interesante.Debemos especificar ahora con precisin cmo tratar la cultura cientficacomo un producto social. Necesitamos descubrir la naturaleza exacta de loslazos entre las descripciones de la realidad natural y las del orden social 72.

    4.4. Crticas al SP

    Como se ha visto, el SP, especialmente en la interpretacin radical deBloor, constituye un intento serio y ambicioso de construir una teora socio-lgica que explique las creencias, acciones y decisiones de los cientficos.En realidad, ms que una teora general es, como su nombre indica, un

    68 Barnes (1982), pp. 208 y 218; Barnes y McKenzie (1979), p. 66; Barnes (1979),

    p. 258.69

    Barnes (1981), pp. 329-330, y (1982), pp. 204 y ss.; Barnes y McKenzie (1979),p. 52.

    70 Barnes (1981), pp. 324-328. Tambin para Shapin (1982), p. 179, la accesibilidad

    y comprehensividad de determinados tems culturales vara para diferentes grupos situa-dos de forma distinta en la estructura social y en diferentes lugares y tiempos.

    71 Barnes y McKenzie (1979), p. 79; tambin, Barnes (1984), pp. 218-220, y Shapin

    (1975), p. 240.72

    Shapin (1979), p. 42.

    96

  • LAS SOCIOLOGAS DEL CONOCIMIENTO CIENTFICO

    programa de investigacin, en el sentido lakatosiano73, general y abstractoque incluso pretende tomar como evidencia disponible los anlisis histricosde la historia social de la ciencia y los estudios sobre la ciencia contempo-rnea realizados por el Programa Relativista, al igual que los estudios delaboratorio del Programa Constructivista.

    Precisamente esta naturaleza general est a la base de las crticas de quees objeto por parte de los Programas Relativista y Constructivista que vere-mos ms adelante. En ambos casos se rechaza la pretensin del SP de serel marco terico general en que se incluyan sus anlisis y estudios micro-sociolgicos aduciendo que tal marco general es necesariamente vaco. El ca-rcter programtico, general y presuposicionista lleva al SP a buscar explica-ciones vagas y ad hoc de los procesos de construccin de las creencias cien-tficas sin entrar en el anlisis detallado de cmo se construyen socialmentede hecho las creencias, el consenso y los fenmenos. Su ambigedad es muchomayor porque al pretender una naturalizacin fuerte de la sociologa delconocimiento cientfico da prioridad a los supuestos tericos, sesgando conello los estudios empricos. Esto hace que sus investigaciones concretas seanfundamentalmente histricas e interpretativas en lugar de estudios descrip-tivos de la actividad cientfica contempornea y den prioridad a los estudiosmacrosociolgicos sobre los microsociolgicos.

    Otro problema relacionado con la ad-hocidad de sus explicaciones es laubicuidad de los intereses. Si se parte del supuesto de que toda actividadcientfica est guiada por intereses sin ms precisiones ni pruebas, cualquieranlisis concreto estar sesgado por esa suposicin y la teora resultar infal-sable. Pero, adems, al no establecer una correlacin precisa y concreta de lasconexiones entre intereses, acciones y creencias, el papel causal asignado alos intereses y el supuesto de que el conocimiento cientfico refleja la estruc-tura social se convierten en peticiones de principio poco justificadas. El pro-blema se acenta cuando se concede el papel fundamental a los interesessociales generales a travs del control y uso social de la naturaleza. Como se-ala Woolgar, tenemos ahora una concepcin sobreinteresada del cientficoen la moderna sociologa de la ciencia que, dada la forma en que realizasus anlisis, se asemeja a la concepcin mertoniana, pero en lugar de normasahora tenemos intereses 74.

    Pero los puntos ms discutibles y discutidos son dos de los requisitos que73

    Esto no resulta sorprendente, pues Bloor trabaj durante bastante tiempo los tex-tos de Lakatos y utiliz el principio dialctico de pruebas y refutaciones de ste ensu (1978). El SP tendra, as, un ncleo central (la teora de los intereses, el carcter yorigen social de las creencias cientficas, el principio de instrumentalidad, etc.); unaheurstica positiva (los cuatro principios de causalidad, simetra, imparcialidad y reflexi-vidad) y otra negativa (insuficiencias del internalismo, etc.), y un cinturn de proteccincambiante y modificable (la relacin concreta entre intereses cognoscitivos y sociales, etc.).Una exposicin completa de los programas de investigacin cientfica est en Laka-tos (1978).

    74 Woolgar (1981), p. 375.

    97

  • TERESA GONZLEZ DE LA FE Y JESS SNCHEZ NAVARRO

    Bloor incorpora al SP: el de causalidad y el de reflexividad. El primero seconsidera o excesivamente fuerte o un truismo, ya que si lo que se afirmaes que las creencias cientficas estn causalmente determinadas por factoressociales, entonces la afirmacin es muy fuerte y debera ser demostrada, noincluida como un postulado. Si, por el contrario, lo que se afirma es queen la construccin de las creencias cientficas intervienen de alguna manerafactores sociales, entonces es un truismo indiscutible y no es necesario insis-tir en l. Algo semejante ocurre con la reflexividad, el monstruo, comola llama Woolgar75, que en un sentido fuerte conducira a la circularidad,mientras que en un sentido dbil se limitara la conveniencia de contextua-lizar los estudios sociales de la ciencia relativizndolos al momento y a lasociedad en que se llevan a cabo.

    Estas crticas han llevado a dar prioridad a los estudios descriptivos fren-te a los explicativos; a los anlisis microsociolgicos sobre los macrosociol-gicos, y a pasar del estudio terico de la construccin social de las creenciasen abstracto al estudio emprico de las actividades cientficas concretas y delos procesos especficos mediante los cuales se alcanza el consenso y se cons-truyen los hechos. En esta direccin se desarrollan las otras lneas de inves-tigacin sociolgica de la ciencia que exponemos a continuacin.

    5. EL PROGRAMA RELATIVISTA

    El Programa Relativista (PR, en adelante) lo desarrolla la Escuela de Bath,especialmente Collins y Pinch, junto con autores como Pickering o Harvey,entre otros. Aunque algunos76 lo consideran una versin blanda del SP,Collins, que a veces lo llama Programa Radical77, lo cree metodolgicamenteprioritario al SP, dado que el PR asume slo los principios de simetra eimparcialidad y deja aparte los de causalidad y reflexividad, ya que es unacuestin emprica a determinar en cada caso si el conocimiento cientfico estdeterminado causalmente por factores sociales o stos son simplemente unacondicin necesaria pero no suficiente. De la misma forma, la reflexividadse reduce a relativizar los estudios sociales del conocimiento cientfico aun contexto cultural y a la descripcin de cmo se llevan a cabo 78. Por eso,se compromete fuertemente con el relativismo y slo en segunda instancia

    75 Woolgar (1982), p. 489.

    76 Chubin y Restivo (1983).

    77 Collins (1981).

    78 El mtodo es reflexivo en el sentido de que se muestra y es accesible, l mismo,

    a la observacin participante. No hay la menor razn por la que las observacioneshechas desde el punto de vista de un observador interpretativo/participante no debieranser u replicables" por aquellos que estn preparados para adquirir las habilidades nativasrelevantes. La metodologa de este libro debera, por tanto, ser considerada como unams del dominio de metodologas pertenecientes a la ciencia [Collins (1985), pp. 171-172].

    98

  • LAS SOCIOLOGAS DEL CONOCIMIENTO CIENTFICO

    con el constructivismo. Hablando de la disputa acerca de las ondas gravita-torias, Collins afirma: Hacer esto exige que, al menos para los propsitosde construir la explicacin, se tome una actitud relativista con respecto alfenmeno cientfico bajo investigacin. Llevar adelante la explicacin exigela asuncin de que el fenmeno mismo no dicta el resultado del debate;de otro modo el fracaso de la faccin derrotada la incredibilidad del fen-meno desacreditado parecer tan natural que no requiera explicacin. La ac-titud apropiada para llevar a cabo este tipo de investigacin es asumir queel mundo natural no constrie en ninguna forma lo que se cree que existe 79.Es, pues, un relativismo tanto de las creencias como de la experiencia, quetambin sera socialmente construida.

    El PR presenta bastantes semejanzas con la versin dbil de Barnes y lainstrumental de Shapin, aunque afirma que es ms interesante el estudio decasos y procesos de la ciencia contempornea, especialmente de la fsica, quede casos histricos. Lo que le interesa al PR es saber cmo se produce dehecho el conocimiento cientfico y cules son las influencias sociales que in-tervienen en ese proceso; y para ello el anlisis de los casos actuales estms libre de interpretacin que los casos histricos, al tiempo que es undominio de estudio ms apropiado para la sociologa y sus mtodos. Los an-lisis histricos son tambin interesantes, pero han de ocupar un lugar secun-dario. Esto supone que en lugar de intentar explicar la construccin y desa-rrollo de las creencias cientficas en general se centra en tres aspectos con-siderados metodolgicamente ms relevantes: a) los estudios de los mtodosde experimentacin y replicacin cientfica y la forma en que sus resultadosson determinados y construidos socialmente; b) las controversias y su reso-lucin como fuentes de la aceptacin del conocimiento; y c) las cienciasmarginales (fringe sciences).

    Esto afecta igualmente a la teora de los intereses. En la actividad cien-tfica juegan un papel importante numerosos factores que van desde el cono-cimiento tcito asumido por la comunidad o el grupo de investigacin a losintereses cognoscitivos y sociales, pasando por los compromisos y el prestigiode los individuos, etc.80. Por eso, es precipitado reducir de antemano todoslos factores sociales intervinientes a intereses, so pena de vaciarlos de conte-nido o convertirlos en elementos ubicuos y ad hoc. Ms an, el PR buscaesas influencias sociales dentro de la comunidad cientfica, dejando en unsegundo plano los intereses sociales generales, el uso ideolgico de la ciencia

    79 Collins (1981 b), p. 54. Comprese con la cita de Barnes de la nota 65.

    80 Sobre el conocimiento tcito habla Collins (1974); sobre los intereses cognoscitivos y

    la coherencia con el conocimiento establecido, Pickering (1981) y (1984); sobre los com-promisos y el prestigio, Harvey (1981), etc. En Collins (1981 ), nota 17, aparece unalarga lista de acciones polticas que pueden influir en el curso de una disputa y quevan desde presionar a los editores de revistas para que acepten o rechacen artculos enfavor o en contra de una de las posiciones en conflicto hasta intentar aislar acadmica-mente al rival o influir en la asignacin de fondos econmicos.

    99

  • TERESA GONZLEZ DE LA FE Y JESS SNCHEZ NAVARRO

    y el control social de la naturaleza, que eran tan fundamentales para el SP81.Su inters bsico es demostrar la naturaleza social de la racionalidad

    cientfica y la insuficiencia de los mtodos de control y replicacin instru-mental para dar cuenta de los resultados de las investigaciones de la cienciay, con ello, detectar y estudiar las estructuras, factores y mecanismos socialesque subyacen a la construccin del conocimiento* cientfico 82. Tales elemen-tos se aprecian claramente cuando se producen crisis y discontinuidades enlas actividades rutinarias de laboratorio o cuando surgen controversias ydisputas que posteriormente se resuelven por consenso; de ah su intersen el anlisis de las controversias y de su resolucin, as como de los fac-tores sociales que intervienen en ellas 83.

    Esto los lleva a centrarse en los estudios microsociolgicos, rechazandolos enfoques macro. El mtodo empleado es el anlisis descriptivo y profundode las disputas y negociaciones de grupos pequeos y especializados de cien-tficos que son representativos de la comunidad 84. En estos casos, se recurrea entrevistas con estos cientficos, aceptando sus descripciones de las pol-micas y del trabajo de laboratorio. La atencin se centra, adems, en lasciencias duras, especialmente la fsica, bajo el supuesto de que los factoressociales que influyan en ellas, tradicionalmente consideradas las ms objeti-vas y empricas, se darn tambin en las restantes. Al mismo tiempo, y comocontraste, analizan las ciencias marginales en las que estas influencias socialesson ms evidentes y las utilizan como fuentes de ideas y sugerencias paralos otros casos.

    Para el PR, la ciencia tiene caractersticas distintivas 8D, la principal de81

    Pero no se niega que existan; slo se seala la enorme dificultad que entraa de-tectar tales elementos en la actividad cientfica contempornea, como seala Collins(1983), p. 276.

    82 As, Collins (1985), p. 84, afirma: no sabemos si hemos construido un buen de-

    tector hasta que hemos intentado y obtenido el resultado correcto. Pero no sabemoscul es el resultado correcto hasta... y as cid infinitum. Lo que quiere probarse es queel hombre juega una parte activa en ver regularidades ms que registrarlas pasivamen-te y que no es la regularidad del mundo la que se impone a nuestros sentidos, sinola regularidad de nuestras creencias institucionalizadas la que se impone al mundo.Ibid., pp. 75 y 148.

    83 Collins (1981) insiste en este punto basndose en la naturaleza fundamentalmente

    social de los juicios y decisiones de los cientficos. Dado que la intervencin de elemen-tos sociales se aprecia ms claramente en las controversias cientficas y que stas no si-guen un modelo nico, los anlisis han de hacerse caso por caso. Afirmaciones semejan-tes se encuentran en Collins (1975) y (1981 b), Harvey (1981), etc. Al mismo tiemporechazan el estudio etnogrfico de las prcticas concretas de laboratorio, porque se cen-tra en aspectos demasiado detallados y microscpicos y su estrecho campo les hacedifcil dar cuenta de la amplia base social del conocimiento legtimo. Collins (1985),nota 7.

    84 Son los que Collins (1981 c) y Pinch (1981) llaman los cort-sets, encargados de la

    evaluacin de experimentos e investigaciones y de fijar la interpretacin de los resulta-dos, la existencia de ciertos efectos o su magnitud, la adecuacin de un mtodo teri-co, etc. Un estudio detallado sobre su papel en los experimentos sobre neutrinos se en-cuentra en Pinch (1986).

    85 Pese a toda su falibilidad, la ciencia es la mejor institucin que tenemos para

    generar conocimiento sobre el mundo natural, afirma Collins (1985), p. 165.

    100

  • LAS SOCIOLOGAS DEL CONOCIMIENTO CIENTFICO

    las cuales es el mtodo de control experimental y de replicacin, es decir,la capacidad de repetir y reproducir experimentos: se considera conocimientoobjetivo lo que los cientficos consideran replicable 86. El problema es quela misma nocin de replicabilidad est socialmente determinada, ya que nohay similaridad absoluta, sino grados de semejanza, con lo cual el margende error aceptable, la interpretacin de los resultados y la identificacin deuna rplica de un experimento pueden variar y varan de hecho. Cada nuevoexperimento est abierto a interpretacin y en cada nivel es necesario tomaralgunas decisiones arbitrarias desde un punto de vista cognoscitivo respectoa qu sea una rplica vlida, por lo cual el mtodo experimental caracters-tico de la ciencia no puede cerrar los debates. Muy al contrario, la clausurade una controversia es una decisin social que no est forzada por los hechos,sino por mecanismos de consenso. En este sentido, el conocimiento acep-tado es construido socialmente y, en buena medida, es resultado de con-venciones socialmente determinadas mediante argumentacin87. As, en lasdisputas entre cientficos se utilizan estrategias y recursos sociales de persua-sin, por lo que la explicacin de estos procesos de decisin sera semejantea la de las acciones en otras esferas sociales. Los mecanismos de consenso son,sin embargo, muy variados y dependientes del contexto en que se producen.A veces se habla de los intentos de preservar la mayor cantidad de acuerdosprevios sobre la interpretacin de resultados experimentales o de interesesen conservar el conocimiento tcitamente aceptado; otras veces intervienenmecanismos de poder internos a la comunidad como el apoyo en revistas auna interpretacin, el ocultamiento de resultados que podan ser desfavora-bles, etc. De ah que Harvey88 llegue a afirmar que no tenemos accesodirecto a la naturaleza. Enfrentamos la realidad a travs de las prcticasexperimentales en que somos socializados, prcticas que se localizan en uncontexto social... As, nuestro conocimiento sobre el mundo no puede seraislado del contexto social en el cual ese conocimiento es generado. El resul-tado de todo esto es una desmitificacin de la ciencia.

    Lo caracterstico del PR frente al SP y frente al programa constructivistaes que sus anlisis de los factores sociales que intervienen decisivamente enla construccin del conocimiento cientfico no salen del interior de la comu-nidad cientfica 89, a la que reifica y considera dotada de una estructura social

    86 Por eso, Collins (1985), p. 19, considera la replicabilidad como la contrapartida

    cientfica institucionalizada de la estabilidad de la percepcin y el criterio de demar-cacin del conocimiento objetivo.

    87 El mundo natural tiene un papel mnimo o inexistente en la construccin del

    conocimiento cientfico. Collins (1981 a), p. 3. Nada fuera de la conducta lingstica,conceptual o social puede afectar al resultado de estos argumentos. Collins (1975),p. 220. Ntese la diferencia con Barnes al respecto.

    88 Harvey (1981), p. 161.

    89 Slo puede darse cuenta satisfactoriamente de los propsitos y motivaciones del

    cientfico si incluimos la discusin detallada de su contexto social localizado. Harvey(1981), p. 140.

    101

  • TERESA GONZLEZ DE LA FE Y JESS SNCHEZ NAVARRO

    organizada, pero tampoco se restringen a la prctica real de-laboratorio, nitoman en cuenta el contexto de argumentacin real de la prctica cien-tfica.

    6. EL PROGRAMA CONSTRUCTIVISTAY LOS ESTUDIOS DE LABORATORIO

    Precisamente el inters en esto ltimo es lo que dio origen al programaconstructivista (PC, en adelante), entre cuyos principales practicantes se en-cuentran Latour, Woolgar, Knorr-Cetina, etc., si bien entre ellos hay dife-rencias.

    El PC, asumiendo igualmente el principio del relativismo, est ms inte-resado en los procesos de construccin del conocimiento y especialmente delos hechos. Lo que le interesa es demostrar la naturaleza socialmente con-tingente de tales procesos y la forma en que se construye conocimiento sis-temticamente organizado a partir de actividades aparentemente muy desor-denadas. Para ello se dedica al estudio del trabajo de laboratorio, porqueste es el factor dominante en la generacin de conocimiento, al menos enla ciencia actual, porque la organizacin de la actividad de laboratorio hacems visible su naturaleza social. Adems, las descripciones de los cientficosy sus argumentaciones pblicas encubren las prcticas reales que stos siguenen su trabajo cotidiano, prcticas que slo pueden ser correctamente estu-diadas mediante el trabajo de campo dentro del mismo laboratorio.

    El PC parte de dos supuestos bsicos: que la produccin y validacinde conocimiento no tiene lugar en comunidades reificadas, sino precisamenteen los laboratorios; y que la construccin de hechos y conocimientos cien-tficos (la ciencia, en suma) es una actividad productiva, estructurada y con-trolada, que se lleva a cabo en organizaciones con divisin del trabajo yasignacin de tareas, se dirige a diversas audiencias y no difiere sustancial-mente de la forma en que funcionan otros centros de trabajo.

    Los hechos cientficos son construidos por seres humanos que se or-ganizan y trabajan en un medio cambiante y se orientan en la bsqueda delxito 90. En este sentido, los cientficos siguen fines personales a corto plazoy los cambian con gran flexibilidad siempre que cambian las circunstancias.Para los constructivistas, la actividad cientfica es una forma de trabajo quetransforma el desorden natural y social en orden91; y al hacerlo as construyecontextual y socialmente objetos de conocimiento.

    De ah su inters en dar descripciones de las estrategias individuales y delas interacciones entre ellas que permiten manufacturar conocimiento92.

    90 Knorr-Cetina (1981 a), p. 4.

    91 Latour y Woolgar (1979), pp. 30-38.

    92 Knorr-Cetina (1981a), pp. 81-83.

    102

  • LAS SOCIOLOGAS DEL CONOCIMIENTO CIENTFICO

    Lo importante es la investigacin localizada, descriptiva y emprica de losprocesos de construccin porque la actividad de los cientficos en el trabajode laboratorio no difiere de otras actividades cotidianas 93 y muchas de susestrategias y decisiones son oportunistas; no hay razn, pues, para buscarexplicaciones que recurran a estructuras sociales subyacentes. La naturaleza delos procesos de produccin del conocimiento cientfico es, pues, constructiva,indeterminada y oportunista. Es cierto que esta naturaleza queda oculta por laaparente facticidad' y coherencia de las descripciones de los cientficos acercade sus actividades y resultados y por la sistematicidad de sus informes tc-nicos. Pero lo que interesa es mostrar lo que realmente ocurre en los laborato-rios y cmo se pasa de la prctica real a esas descripciones 94.

    Los cientficos no estn en contacto directo con la realidad, sino con frag-mentos desordenados de informacin a partir de los cuales y mediante laseleccin de problemas, aparatos e informacin apropiada, construyen hechosy generan nueva informacin que propagan mediante informes con el fin deganar credibilidad y xito. De esta forma transforman un mundo natural,desorganizado y previo 95 en un mundo ordenado y socialmente construido.Igualmente, las relaciones sociales dentro del laboratorio se van construyendoa partir de presiones a corto plazo, estrategias cambiantes segn las circuns-tancias e intereses desorganizados y no estructurados. La distribucin flexiblede habilidades, pericias y procedimientos y el control global de las tareas enel laboratorio permiten alcanzar una cierta organizacin, pero sta es tan con-tingente y limitada que no hace posible detectar la existencia de estructurassociales subyacentes ni, mucho menos, de estructuras macrosociales que ladeterminen%. De ah que lo relevante sea la descripcin de esos procesosde construccin y no su explicacin 97.

    93 Los misteriosos procesos de pensamiento empleados por los cientficos en su

    tarea no son muy diferentes de las tcnicas emplea