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¿Qué implica el regreso a Lacan? Psicología. La pregunta fundamental que guió todo el quehacer lacaniano es la que hoy se soslaya: ¿qué es el psicoanálisis? Retomarla sería esencial. Por Eva Tabakian compartir tamaño a+ a- enviar imprimir comentar Imágenes Jacques Lacan. Su “retorno a Freud” significa que los lectores se preocupen por saber de primera mano qué es lo que Freud dice y quiere decir. Etiquetado como: Edición Impresa MÁS INFORMACIÓN Relanzar el psicoanálisis Lacan comienza su enseñanza enarbolando una consigna que lo localiza por fuera del psicoanálisis de su época, el ya famoso “Retorno a Freud”. Con este objetivo toma

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  • Qu implica el regreso a Lacan?

    Psicologa. La pregunta fundamental que gui todo el quehacer lacaniano es la que hoy se soslaya: qu es el psicoanlisis? Retomarla sera esencial.

    Por Eva Tabakian

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    Jacques Lacan. Su retorno a Freud significa que los lectores se preocupen por saber de primera mano qu es lo que Freud dice y quiere decir.

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    Relanzar el psicoanlisis

    Lacan comienza su enseanza enarbolando una consigna que lo localiza por fuera del psicoanlisis de su poca, el ya famoso Retorno a Freud. Con este objetivo toma

  • como punto de partida lo que denomina la experiencia germinal de Freud que constituye el origen del psicoanlisis y consiste en revelar el elemento estructural del proceso psicoanaltico: la reconstitucin completa de la historia del sujeto. Pero no entiende la historia como el simple pasado sino como el pasado historizado en el presente.

    En cambio, el freudismo se orientaba hacia la relacin analtica en el presente ( hic et nunc ) lo que implica la readaptacin del sujeto a la realidad, tomando el Yo del analista como medida de esto real. Con el retorno, Lacan retoma la posicin de Freud acentuando el peso que tiene tal concepcin del pasado y dejando de lado la vivencia y lo vivencial que tantas veces se desliza en algunas concepciones y que lleva a las conclusiones de la Ego Psichologie que entrona una psicologa del Yo, desconociendo las coordenadas que Freud estableci en una de sus obras ms importantes, El Yo y el Ello . Entonces opone al aqu y al ahora del freudismo la rememoracin, entendida como funcin simblica de la memoria. De modo que incluye en su lectura de Freud y sus seguidores la misma lgica temporal que el fundador del psicoanlisis estableci como fundamento de la operacin psicoanaltica.

    En una conocida entrevista que Paolo Caruso le hizo con motivo de la publicacin de sus Escritos , el mismo Lacan define lo que entiende como retorno. All dice que su retorno a Freud significa simplemente que los lectores se preocupen por saber efectivamente y de primera mano qu es lo que Freud dice y qu quiere decir, y la primera condicin para ello es que lo lean con seriedad aplicando la crtica freudiana a los textos de Freud. De este modo se llegan a descubrir muchas cosas. Dice tambin que como se sabe, la mayor parte de lanzas las he roto contra los crculos dirigentes de la Sociedad Psicoanaltica Internacional, que despus de la guerra me han colocado en una situacin muy especial. Mi oposicin es categrica, agresiva, y se acenta ante una teora y una prctica totalmente centradas en las doctrinas llamadas del Ego autnomo, que dan a la funcin del ego el carcter de una esfera sin conflictos, como se le llama. Este ego, en sustancia viene a ser el ego de siempre, el ego de la psicologa general, y en consecuencia, nada de lo que pueda discutirse o resolverse a partir de l es freudiano. Simplemente, es una manera subrepticia, dogmtica y autoritaria, no de incluir el psicoanlisis en la psicologa general como pretenden, sino de llevar la psicologa general al terreno del psicoanlisis, y en definitiva de hacer perder a ste toda su especificidad. Aqu me veo obligado a hacer un resumen poco preciso. En este punto refiere a lo que se denominaba en ese momento el grupo de Nueva York, constituido por personajes que provienen directamente del ambiente alemn: Heinz Hartmann, Loewenstein, Ernest Kris, a los cuales se enfrentar con todo el rigor de la lectura propia hacindolos responsables de la desviacin de la teora freudiana. Dice que se han aprovechado de la gran dispora nazi para imponer en Amrica, con toda la autoridad que derivaba del hecho de proceder de aquel lugar benemrito, una cosa absolutamente adaptada a una sociedad que, en este aspecto, estaba esperando que los Magos la intimidaran. Para sus teorizaciones encontraron incluso muchas, tal vez demasiadas, facilidades, caminos demasiado trillados por una tradicin, para no extraer beneficios extraordinarios de carcter personal. En una palabra, se trata de una traicin muy clara a los descubrimientos originales y peculiares de Freud. Esto nos ensea que no basta leer a Lacan insistentemente para poder seguirlo como l hizo con Freud, porque lo que est en juego en el seguirlo no es saberlo mejor ni poseer versiones ms o menos autnticas. Slo se puede tener acceso a su palabra cuando se establece una relacin tal que permita aprender qu hay para pensar en ella. En este sentido originario, slo podrn seguirlo aquellos que puedan someterse a su recorrido. Y este recorrido

  • Lacan lo encara desde una lectura de El Yo y el Ello rompiendo con la tradicional interpretacin de los psicoanalistas del momento.

    Como tambin enfatiza Isidoro Vegh, en ese tiempo, Lacan se vio obligado a recordar que en El Yo y el Ello, cuando Freud habla de la funcin de sntesis del Yo, habla de lo que el Yo quiere lograr pero no de lo que logra, y por eso habla de los vasallajes del yo y no del seoro del Yo. A partir del instintivismo kleiniano, se volva a poner como ltimo determinante a los instintos que tenan que ver con lo biolgico sin advertir la importancia que Freud estableci entre pulsin e instinto.

    El instinto est determinado por el objeto que le conviene, la comida de las hormiguitas por ejemplo (no hay huelga de hormiguitas) y en cambio la pulsin es aquello que, originado tambin en el cuerpo, es lo que hace que pasemos de la comida al men. Cuando tenemos esa libertad del men tambin la oportunidad de desorientarnos y lo nico que all nos puede orientar es lo que llamamos la articulacin simblica. Es decir lo mismo que nos desorienta, el lenguaje y la palabra, es la oportunidad para volver a orientarnos.

    Lacan tuvo que recordar eso fundamental a los psicoanalistas: el descubrimiento fundamental de nuestro maestro es el inconsciente y el inconsciente est estructurado como un lenguaje y el ser humano produce sntomas precisamente porque el lenguaje atraviesa el cuerpo y esa determinacin del sntoma es lo que permite que el psicoanlisis opere deshaciendo el sntoma tambin a travs de la palabra. Es decir que Lacan requiere del retorno para volver a los conceptos fundamentales del psicoanlisis, los conceptos de Freud, que fueron desvirtuados por los analistas que lo sucedieron.

    En este momento de la historia del psicoanlisis, se vuelve a repetir la misma situacin. En el caso de Lacan agravado por la modalidad oral de su enseanza y por la transcripcin de la misma en manos de una Escuela que impone su propia impronta y acentuacin. De este modo se establecen distintos perodos en su enseanza, generalmente tres, en los que se distinguen referencias especficas. El primero apunta al retorno a Freud, su deuda al estructuralismo y la lingstica, y una relacin fundamental con el pensamiento de Heidegger. El segundo alude fuertemente a lo simblico, la metfora paterna y el establecimiento de los conceptos fundamentales del psicoanlisis: el Inconsciente, la pulsin, la transferencia y la repeticin. Y finalmente el tercero a toda la temtica de lo Real como elemento ltimo de su triloga (Imaginario, Simblico y Real), la institucin de la topologa como modo de pensarlo y el Goce en contraposicin o complementariedad con el deseo y el placer.

    Esta divisin que en algn momento el mismo Lacan aval puede pensarse de distintos modos. Como una progresin en la cual una etapa supera a la otra, en el sentido de las ciencias naturales, o como un proceso de pensamiento en el cual una se resignifica en la otra y produce un nuevo saber acerca del inconsciente que fundamenta la teora y la clnica. Hay tambin una modalidad en la que se ve una escisin entre el psicoanlisis clnico, poltico y epistemolgico y se privilegian lecturas de una u otra orientacin sin tener en cuenta que ninguna se sostiene sin la otra.

    Esto tiene su origen en la misma modalidad en la que se gest la publicacin de sus seminarios, nica fuente de acceso a su palabra, fuera de los escritos que l mismo edit. El establecimiento de esos seminarios ha sido pensado de distintas maneras,

  • desde la restitucin de un sentido que se habra perdido en la estenografa de las clases que dict, hasta una puntuacin que reforzaba el poder institucional de una Escuela que se fund en su nombre despus de que l hubiera disuelto la suya.

    Esta marca institucional-familiar, hereditaria y legitimada tambin comprende una posicin y una interpretacin de la palabra lacaniana. El hecho de que esta legitimacin anule de alguna manera otras lecturas y comprensiones ha llegado evidentemente a un nudo en el cual los otros participantes se encuentran en una situacin de exclusin. Como plantea Michel Sauval en su artculo El testamento de Lacan: durante esos 20 aos de espera hubo intentos, de parte de algunos de los asistentes al seminario, de dar cuenta de esa enseanza. Pero, obviamente, medidos con la vara de las exigencias de un ejercicio de transcripcin fiel que pudiera alcanzar la pretensin de llevar la firma del propio Lacan, estos intentos no podran sino desecharse, por la sencilla y estricta razn de que nunca pretendieron ser ms que el resumen o versin que los firmantes podan testimoniar de esa enseanza oral a la que haban asistido. Que yo sepa, ninguno de ellos pretendi redactar un texto que pudiera ser firmado por Lacan.

    Despus de muchas escisiones y confrontaciones, el curso de la disputa podra pensarse en trminos de quines son o no discpulos de Lacan, es decir quines pueden o no seguir su palabra ms all de la cercana o familiaridad con su persona. Este concepto de discpulo que tan bien trabajara Kierkegaard da la medida de la lectura que hoy en da se hace de la obra de Lacan porque pone en juego un concepto de fidelidad que va ms all de las convencionales posiciones en juego. Ser fiel a su palabra significa hacerse cargo de lo que hay que pensar en ella, y con esto volvemos a los conceptos fundamentales y su fundamentacin. Entonces cuando se plantea el retorno a Lacan sera conveniente poner sobre la mesa la pregunta que gui todo el quehacer lacaniano: Qu es el psicoanlisis?, pregunta que hoy se deja de lado en tanto es la cuestin del ser la que a partir de aqu habla para siempre.

    La pregunta por lo que es el psicoanlisis implica poder pensar ms all de estar a favor, en contra de las instituciones psicoanalticas. Queda abierto el espacio para debatir en torno a lo que quiz sea un problema para nada carente de historia: el de la palabra al fin revelada y el poder que la promesa de su enunciacin supone.