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HERMANOS DE LAS ESCUELAS CRISTIANAS CIRCULAR 455 15 de Septiembre de 2007 Documentos del 44° Capítulo General “Ser Hermanos hoy: ojos abiertos, corazones encendidos” Consejo General Via Aurelia – Roma, Italia

Documentos del 44° Capítulo General2.2 Realismo místico Este es el realismo místico lasaliano, como decía el H. Michel Sauvage (CL 55, 105-125), ése que tantos Hermanos nuestros

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HERMANOS DE LAS ESCUELAS CRISTIANAS

CIRCULAR 45515 de Septiembre de 2007

Documentos del44° Capítulo General

“Ser Hermanos hoy:ojos abiertos, corazones encendidos”

Consejo GeneralVia Aurelia – Roma, Italia

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Maquetación e infografía:José A. Warletta, fsc

Fotos no creditadas:Roch Dufresne, fscJosé A. Warletta, fscPaul WolfingJames Joost, fscSECOLI y DistritosArchivo Servicio de Publicaciones

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Septiembre 2007

Hermanos de las Escuelas CristianasCasa GeneraliciaVia Aurelia 47600165 Roma, Italia

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Índice

Introducción 5

1. Vida interior 9

2. Vida comunitaria 18

3. Asociación para el servicio educativo de los pobres 23

4. Servicio educativo de los pobres 29

5. Pastoral de vocaciones de Hermanos y de Lasalianos 36

6. Acompañamiento de los Hnos. jóvenes en comunidad 40

7. Hermanos Jóvenes en el Instituto 43

8. Gobierno y animación 46

Mensaje del 44º Capítulo General a los Hermanos 56

Mensaje del 44º C. G. para la Familia Lasaliana 58

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Introducción

“Ser Hermanos hoy: ojos abiertos, corazones encendidos”

“He oído sus gritos. Yo os envío”(Cf. Ex 3, 7-10)

El acontecimiento bíblico del Éxodo ha sido el icono y la inspiración del 44º Ca-pítulo General. Este relato ha llevado a los Capitulares a estar atentos a lo que nos-otros, los Hermanos, tenemos que dejar atrás para dirigir nuestras miradas a losnuevos horizontes que se abren ante nosotros. También, en la perspectiva delÉxodo, hemos sido conscientes de las muchas necesidades que existen de formatan diversa en nuestro mundo. Tanto los Hermanos como el conjunto de los la-salianos dedicados a la misión educativa, estamos llamados a afrontar esta rea-lidad de modo que el Reino de Dios, proclamado y realizado en Jesús, transformeel mundo en un lugar de esperanza, justicia, paz y comunión entre las personas.El 44º Capítulo General nos desafía a nosotros, Hermanos, y a todos los que tra-bajan en la Misión educativa lasaliana, a “oír el grito” de los oprimidos y a refle-xionar sobre el modo en que debemos prepararnos y renovarnos para vivir esteÉxodo al comienzo del siglo XXI, dirigidos hacia nuevos horizontes.

Nuestras discusiones capitulares y los documentos emanados del intercambioquieren ayudarnos, personal y comunitariamente, a desencadenar “un procesoirresistible de conversión” (H. Álvaro Rodríguez, Superior General) caminando, to-dos los Lasalianos, en la realización de nuestra misión educativa.

Con este fin, los Capitulares han estudiado en grupos y han discutido en laAsamblea General algunos aspectos importantes denuestra vida.

La necesidad de una auténticaVida Interior y Vida Comunita-ria nos desafía, en nuestromundo de hoy, a ser hombresde fe y oración, viviendo nues-tra fraternidad con la sencillez

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del Evangelio, para escuchar, personal y comunitariamente, la llamada del Evan-gelio a seguir a Jesús en su vida y su misión siendo signos fraternos de esperanzaen el mundo.

La creciente relevancia de la Asociación para el Servicio Educativo a los Pobresnos desafía a comprender mejor nuestro voto de asociación como expresión denuestra consagración y nos llama a impulsar nuestra misión educativa en cola-boración con todos los lasalianos.

La necesidad del Servicio Educativo a los Pobres nos desafía en nuestra misióneducativa y evangelizadora entre los pobres y entre todos los destinatarios denuestra misión a crear un mundo más fraterno y justo, especialmente en el ser-vicio directo de los pobres y de aquellos cuyos derechos humanos son violadosde muchas formas.

La importancia de la Pastoral Vocacional de Hermanos y de los demás Lasa-lianos nos desafía a promover vocaciones lasalianas, y sobre todo vocaciones deHermanos, de modo que podamos fortalecer el testimonio e inspirar el valor dela fe, la fraternidad y el servicio para asegurar la vitalidad de nuestra misión edu-cativa.

La responsabilidad en el Acompañamiento a los Hermanos Jóvenes en Comu-nidad, fruto de una necesidad que se ha manifestado cada vez con más fuerzaa lo largo del Capítulo, nos desafía a alentar y acompañar a los Hermanos más jó-venes –y también a otros-, sobre todo en su crecimiento espiritual, su vida comu-nitaria y su ministerio.

Los jóvenes Hermanos presentaron el documento“Hermanos Jóvenes en el Ins-tituto”, expresando sus esperanzas y temores y su deseo de encontrarse regu-

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larmente a nivel internacional. Este documento fue admitido por la Asamblea Ca-pitular.

La necesidad de desarrollar estructuras que animen nuestra misión y a todos losque nos dedicamos a ella, con un espíritu fraterno, de servicio y de libertad, entodos los niveles del Instituto, motivó una profunda reflexión sobre el Gobiernoy la Animación.

Así como el Dios del Éxodo le dijo a Moisés, refiriéndose a aquellos que elevabanun grito de vida y esperanza, “Yo acudiré en su ayuda”, así también el 44º CapítuloGeneral presenta este horizonte a los Hermanos del Instituto y a todos los quetrabajan en su misión. Y el 44º Capítulo General lo hace con la convicción de que,en el camino hacia este horizonte, Dios nos dirige a nosotros las palabras que ensu momento le había dirigido a Moisés: “Yo estaré contigo” (Ex 3, 12).

El título de estos documentos que resume un tema muy frecuente del Capítulo,se refiere al misterio pascual del nuevo Éxodo de Jesús y del Éxodo que vivimoscon él. Jesús hizo con los dos discípulos el camino de Emaús. Sus ojos estabanabiertos y sus corazones encendidos mientras compartían el pan con Él al finaldel día, porque descubrieron que había estado con ellos durante todo el camino(Lc 24, 31-32). Nosotros también necesitamos abrir los ojos y encender los cora-zones para hacer de la presencia de Jesucristo una realidad en nuestras vidas yen nuestro mundo. Es significativo que la fiesta de Pentecostés se celebrara du-rante nuestro Capítulo. Caminamos en esperanza, llenos del Espíritu de vida y depaz del Señor resucitado que nos envía a ser sus testigos por todo el mundo.

Fraternalmente en San Juan Bautista de la Salle

H. Álvaro Rodríguez Echeverría, Superior General

y Hermanos del Consejo General:

H. Thomas Johnson, Vicario GeneralH. Alberto Gómez BarrusoH. Claude ReinhardtH. David HawkeH. Edgar Genuino NicodemH. Gabriel SoméH. Jacques d’HuiteauH. Jorge Gallardo de AlbaH. Robert Schieler

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IntroducciónLlamamos vida interior a un aspectofundamental de la vida de todos loshombres desde el cual, conscientes desu vocación y misión en el mundo, vi-ven de modo sencillo una relación per-sonal con Dios. Esta relación es un diá-logo, fundado en la gracia, que semanifiesta en un amor a todas las per-sonas, los seres vivos, las cosas y elmundo.

Nuestras preocupaciones en torno anuestra vida interior como Hermanos ya las dificultades de la vivencia de nues-tra consagración en los contextos con-temporáneos, han sido reunidas en unúnico desafío y un único horizonte quenos invitan a trabajar en múltiples lí-neas de acción para desencadenar pro-cesos irrefrenables de conversión quenos ayuden a res- ponder a loque Dios pide de nosotros a ni-vel, personal, co- munita-rio, distrital, re -gional y detodo el Insti-tuto.

Lo esencial es man-tener vivo el espírituque nos es peculiar: el

espíritu de fe y celo. Estamos llamadosa examinar si realmente vivimos delEspíritu y si efectivamente somos mo-vidos por la doble pasión por el Diosde la salvación y por aquellos a quienesÉl nos envía. Lo más importante detodo es que seamos hombres interio-res.

1. Desafío: En este mundo,ofrecer profundidad espi-ritual

1.1 Cambio de época

Vivimos formando parte de un mundoglobalizado que hace crecer las relacio-nes entre las personas, la concienciade nuestra pequeñez, la in ter de -pendencia, el respeto y la toleranciapor la diferencia. En él, el ambiente ylos movimientos del pensamiento con-tradicen la noción de mundo que,hasta hace poco tiempo, nosera familiar: se va- lora espontá-neamente más los senti-mientos que la voluntad, la

impresiónque la in-teligencia,

el cuerpo que

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1. Vida interiorSer Hermanos hoy y mañana,

hombres interiores en la simplicidad del evangelio

Asif Akbar

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el espíritu, la pluralidad que la unidad,lo temporal que lo eterno.

Éste es un tiempo en el que atravesa-mos una nueva secularización que des-plaza los últimos significados religio-sos. Salvación, perdón, redención osacrificio, ya no son palabras que pue-dan tener una correlación histórico so-cial, sino que han perdido completa-mente su significatividad para elcomún de las personas.

Esta lógica cultural nos lleva a vivir deun modo fragmentado, haciéndonosexperimentar de otra manera tiempo yespacio, relaciones interpersonales e,incluso, el valor de la persona.

1.2 ¿Reflejo o profecía?

Los Hermanos somos personas denuestro tiempo. Nuestro Dios es Señorde la Historia y toda cultura es tambiénPalabra suya. Allí nos habla, allí lo bus-camos y lo encontramos. Pero nuestrapresencia como personas consagradasquiere ser asociación para participarde un signo que hoy es contracultural.Sin embargo, no siempre podemos es-capar de la influencia de los valoresdominantes: las dinámicas del consu-mismo, la superficialidad, el vacío exis-tencial y la increencia como muchosde nuestros contemporáneos.

El desinterés de muchos Hermanos porlos estudios teológicos, religiosos o ca-tequísticos es un emergente peligrosode esta situación. Además, somos

conscientes de la tensión que se hacreado por la distancia entre lo quedecimos en nuestros documentos y loque vivimos. Hemos descuidado la ora-ción mental y la lectura espiritual.Nuestros retiros se parecen demasiadoa cursos o talleres.

Muchas veces, esta claudicación antelos aspectos no evangélicos dominan-tes del estilo cultural contemporáneo,se ve agravada por muchos problemasque tienen sus raíces en nuestra afec-tividad, tales como adicciones, deseosde reconocimiento, sentimientos deomnipotencia, deseos redentores, ac-tivismo, obsesión perfeccionista o nar-cisismo.

Es innegable que este ambiente cultu-ral del que formamos parte plantea exi-gencias a la dimensión apostólica denuestra consagración religiosa y almodo en que vivimos nuestra misióncompartida con otros agentes educati-vos y pastorales.

1.3 Sueño posible

Debemos encarar un serio proceso derenovación espiritual que nos lleve,como personas y como comunidades, areducir la distancia entre los documen-tos y la vida para encarnar una espiritua-lidad visible, creíble y profética:

– Alimentando la dimensión contem-plativa de nuestra vida, que nos llevea vivir la pasión por Dios en la pasiónpor este mundo.

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– Promoviendo una formación másvinculada con la vida de los Distritos,más personalizada, en el contextomultirreligioso –e increyente a lavez– en el que vivimos.

– Trabajando sobre nuestro propiomodo de vivir personal y comuni-tariamente para volver a ser losHermanos pobres que son busca-dos por los pobres.

– Creando comunidades que seanreferencia espiritual para niños, jó-venes y adultos.

– Recreando las mediaciones parafortalecer los vínculos fraternos.

– Desencadenando procesos de re-novación espiritual en todo el Ins-tituto.

2. Horizonte: Hermanosespiritualmentesignificativos encomunidades proféticas

2.1 Ojos abiertos

San Juan Bautista de La Salle fue unhombre que se dejó impactar y se con-movió ante la situación de abandonode “los hijos de los artesanos y los po-bres” al contemplar el designio salva-dor de Dios (Cf. Regla 11). Es estamisma espiritualidad de ojos abiertosla que nuestro Instituto necesita culti-var en el comienzo del siglo XXI. Unaespiritualidad que comprende que el

mundo, las culturas, las ciencias y lasartes, la vida de los pueblos y de laspersonas, especialmente si son pobres,son palabras con las que Dios nosllama, nos interpela, nos busca, semuestra a sí mismo.

2.2 Realismo místico

Este es el realismo místico lasaliano,como decía el H. Michel Sauvage (CL55, 105-125), ése que tantos Hermanosnuestros han vivido. Una espirituali-dad encarnada en cada una de nues-tras tierras y en el momento presente.Una manera de sentir y ver la realidadcon una mirada creyente que nos llevaa obrar, junto a nuestros Hermanos yotros educadores y agentes pastorales,del modo en que creemos que puederesultarle más agradable al Dios pre-sente y activo en la historia. Una sensi-bilidad que nos lleva a descubrir quelos derechos de los hombres, especial-mente los de los niños, son derechosde Dios.

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2.3 Seducidos

Como en la vida de La Salle, la cons-trucción de esta sensibilidad y de esteimpulso apostólico, no es algo que re-sulte espontáneo en nosotros (Cf. Re-gla 81). Requiere una formación quenos lleve a enamorarnos de Jesús, En-carnación de Dios, esplendor de sufuerza salvadora en el Misterio Pascual.Un enamoramiento que vivimos comoentrega personal, consciente y respon-sable, al Espíritu de Jesucristo, que viveen la Iglesia y en el mundo. Un estarenamorados que es siempre disponibi-lidad y búsqueda, espíritu de discerni-miento, sobre todo en tiempos de per-plejidad e incertidumbre, como son losnuestros. Estar enamorados y, en unúnico movimiento, abiertos en adora-ción a Dios y en amor servicial a loshombres y a toda la creación.

2.4 Oración: imperativoexistencial

En esta formación, la oración mentalocupa un lugar destacado, que llevó anuestro Fundador aseñalarla como elprimero y princi-pal de los ejerci-cios diarios(Cf. Regla69; 73). Estaoración no esposible comoactividad coti-

diana si no hay en nosotros, los Herma-nos, preguntas activas acerca del sen-tido de la vida que se conecten conrespuestas que hablan de Dios demodo simbólico o metafórico.

Una vida de oración cotidiana requieretambién que seamos conscientes denuestra propia inconstancia en la ad-hesión al bien, a la verdad y a la belleza.Un Hermano que rece todos los díasrequiere autocontrol del cuerpo y lamente; un sentido de presencia per-sonal arraigado; una autoestima sana;una progresiva unificación de las sen-saciones, las emociones, los afectos,las ideas, los valores y las decisionesen torno a un proyecto de vida de fe; yuna creencia en Jesucristo que se abretanto a un desarrollo doctrinal perso-nalizado como a una relación de adhe-sión amorosa. Sólo así viviremos la ora-ción como un imperativo existencial yno como una infantil dependencia dehorarios y estructuras exteriores.

2.5 Comunidades de oración

Por esta misma razón, ne-cesitamos comu-nidades en lasque la vida deoración sea posi-

ble. Comuni-dades en las

que los Her-manos poda-

mos cultivar,“juntos y por aso-

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Andy Lim

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ciación”, nuestra relación con el Diosde Jesús. El encuentro cotidiano conDios en el Pan y la Palabra es el ca-mino. Palabra de Dios que no estáencerrada en la Escritura sino queestá libre y activa en la vida de lospueblos y las personas.

Nuestra oración cotidiana tendrá quedesarrollarse, entonces, como unejercicio de lectura orante de la Pala-bra de Dios. Un tipo de lectura quenos lleva a descubrir, por un lado, larelación religiosa que hay entre la his-toria y la situación socioeconómicade nuestros pueblos –encarnada enla vida sencilla de la gente con la quevivimos-; y, por otro, las narracionesbíblicas (Cf. MR 1-2 y 6). Y encontrarqué relación tienen ambas con nues-tra propia vida de consagrados, asocia-dos para buscar juntos la gloria de Diosen el ministerio educativo y evangeliza-dor. Así, la Escritura será, de un modorenovado, nuestra primera y principalregla (Cf. Regla 6).

2.6 Ser más y tener menos

Queremos ser más hombres de con-templación, de relación amorosa conDios, con los otros y con toda la crea-ción, porque allí donde está nuestrotesoro está nuestro corazón.

Necesitamos, por consiguiente, revisarnuestro estilo de vida. Muchas comuni-dades y muchos Hermanos tenemosdemasiadas cosas, hacemos demasia-das cosas, queremos demasiadas cosas,

algunos ambicionamos demasiado po-der, estamos demasiado llenos de nos-otros mismos.

De este modo, nuestra vida se vuelveextraña a los pobres (Cf. Regla 32) y de-masiado semejante a la de los ricos.De este modo, no somos significativosni para unos ni para otros.

La espiritualidad lasaliana es una espi-ritualidad de sencillez. Realismo mís-tico significa conciencia de los límitesde la posibilidad, una conciencia res-ponsable acerca de lo necesario, de lorealizable, de lo deseable. Una concien-cia humilde, mesurada. Necesitamosconstruir una mirada participativa y decomunión acerca de los bienes mate-riales, una mirada consistente con elestilo de pobreza que nuestra Regla

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nos invita a vivir.

2.7 Éxodo y resistencia

Esta es una espiritualidad de Éxodo.Somos los esclavos que tenemos quedejarnos liberar por Dios. Somos losesclavos que tenemos que arriesgarnuestras falsas seguridades para atra-vesar los riesgos del desierto confiadosen la Presencia del Dios de las Prome-sas y en la Ley nueva que nos proponepara ser libres.

No somos liberados para reproduciruna nueva situación de esclavitud. So-mos liberados para ser profetas de unmundo nuevo. Por eso, la nuestra tam-bién es una espiritualidad de resisten-cia. Nuestras comunidades –y cadaHermano- tenemos que aprender adecir “no”, a decir “basta”, a decir “estono es lo nuestro”, a decir “no en nuestronombre”. Y a construir alternativas.

2.8 Comunidades alternativas

Como comunidades de fe estamos lla-mados a colaborar en la construcciónde más comunidades de fe (Regla 51 a),nuevas islas de esperanza y de creativi-dad. Comunidades alternativas, es de-cir, comunidades que buscan aseme-jarse a la primera comunidad deJerusalén y a la comunidad de nuestrosorígenes lasalianos. Comunidades deadultos que puedan servir de referen-cia para otros adultos, para jóvenes yniños, por la calidad de su vida interior.

Grupos donde los jóvenes puedan ha-cer un camino de crecimiento que loslleve a ser también referencia paraadultos, jóvenes y niños. Grupos de ni-ños que sean promesa de alternativapara la vida de la Iglesia y la sociedad.Comunidades alternativas, ámbitoseclesiales de rostro humano en nuestrasociedad y nuestra Iglesia que, muchasveces, no lo son tanto (Cf. Regla 17 c. d).

2.9 Llamados

Estamos llamados a construir comuni-dades de Hermanos en las que bus-quemos con alegría los momentos deoración comunitaria. Y esto tiene quever menos con la novedad de los esti-los que con la seriedad de la actividad,aunque sea innegable la necesidad detomarnos un tiempo para revisar loque hacemos al elaborar los proyectoscomunitarios.

Estamos llamados a ser el rostro hu-mano de Dios. El Dios de la historia nosha llamado en este tiempo para mani-festar a los hombres, especialmente alos pobres, su presencia en estemundo desde el trabajo educativo.

Estamos llamados a ser compañerosde los demás en sus propios caminosde espiritualidad. Necesitamos Herma-nos y comunidades que vivan con au-tenticidad evangélica. ¡NecesitamosHermanos y comunidades que desen-cadenen un proceso irrefrenable deconversión que nos ayude a respondera lo que Dios pide de nosotros!

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3. Líneas de acción3.1 Alimentar la dimensión contempla-

tiva de nuestra vida personal y comu-nitaria, que nos lleve a vivir la pasiónpor Dios en la pasión por este mundo.Algunos ejemplos pueden ser:

– Estar atentos para descubrir el sen-tido religioso de la cultura, so-bre todo iniciándonos en elmundo de los símbolosy en el pensamientosimbólico quenos permitatrascender lapura experienciasensible hacia elmisterio.

– Ser más creativos en la ora-ción personal y comunitaria,en la lectura espiritual, ennuestras celebraciones comu-nitarias y sacramentales de unmodo más afectivo y más fes-tivo.

– Preferir modos de retiro más contem-plativos que instructivos.

– Revalorar los espacios y tiempos des-tinados a la plegaria, al silencio y laoración mental.

3.2 Promover una nueva formación,inicial y permanente, en el contextomultirreligioso e increyente a la vez,para saber vivir en tiempos de incer-tidumbre, es decir,

– más personalizada;

– más vinculada a la vida de los Distri-tos;

– que integre lo corporal, lo afectivo, locognitivo, lo ético, lo espiritual y loreligioso;

– que una en la lectura de la Biblia lainterpretación de la realidad y la de

la comunidad, para discernir lossignos de los tiempos;

– que incluya enlos proyectospersonales losmodos en quela Lectio Divina,el silencio, eldominio de sí y

la humildad pue-den alimentar y ayudar a

profundizar la vida interior decada Hermano.

3.3 Trabajar sobre nuestropropio modo de vivir personal y

comunitariamente para volver aser los Hermanos pobres que son

buscados por los pobres. Algunaspistas pueden ser:

– Vivir entre los pobres.

– Formarnos integrando la experienciade contacto con los pobres.

– Revisar nuestro estilo de vida en vis-tas a una vida más simple en el tener,el desear, el aceptar y el planificaractividades.

– No obsesionarnos por las últimas no-vedades, aprendiendo a decir basta.

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– Buscar nuevas formas de comuniónde bienes.

3.4 Crear comunidades que sean refe-rencia espiritual para niños, jóvenesy adultos, para lo cual será necesario,entre otras cosas:

– Sostenerlas como ámbito de discer-nimiento espiritual.

– Compartir la experiencia de Dioscomo un modo de enriquecer la vidaespiritual de cada Hermano y detoda la comunidad. Esto debe serprioritario y deberá constar en losproyectos comunitarios.

– Abrir los espacios y tiempos comuni-tarios de oración paracompartir con otraspersonas.

– Manifestar la visibili-dad de la comunidadde los Hermanos endistintos grupos.

– Animar grupos de fe yde reflexión en losque puedan susci-tarse preguntas exis-tenciales.

– Crear comunidadesde fe de docentesadultos con protago-nismo propio y cola-borar con las que yaexisten.

3.5 Recrear las media-ciones para el for-

talecimiento de los vínculos frater-nos. Por ejemplo:

– Encontrando un compañero espiri-tual con el que los Hermanos pue-dan “desafiarse” mutuamente en subúsqueda de una vida interior másauténtica.

– Identificando e imitando Hermanosque pueden servir de iconos de au-tenticidad evangélica.

– Previendo en el proyecto comunita-rio momentos especiales de encuen-tro, que nos afirmen en la valoraciónde nuestros Hermanos.

– Fortaleciendo la responsabilidad quecada Hermano tienerespecto a las exigen-cias ideales de su vidainterior y de la de losdemás.

– Buscando en comuni-dad caminos para re-descubrir la Regla, demanera que puedan le-erla con nuevos ojos einterés renovado, pararezar con ella, deján-dose desafiar por susinspiraciones vivifican-tes.

3.6 Desencadenar pro-cesos de renovación es-piritual en todos los ni-veles del Instituto; loque implica, entre otras

iniciativas:

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– Organizar en las Regiones o los Distri-tos, antes del próximo encuentro in-tercapitular, un coloquio/ta-ller sobre la vida interior.

– Crear un proceso par-ticipativo en todoslos niveles del Insti-tuto que convoquea todas las comuni-dades a integrar lainvitación del Capí-tulo hacia la autentici-dad evangélica.

– Diseñar recursos sobre Espiritua-lidad lasaliana para los Hermanos de

todas las edades. Las estructuras delInstituto responsables de la forma-

ción y los estudios lasalianostrabajarán en este sentido.

– Poner en marcha unproceso que nosayude a los Hermanosa redescubrir la prác-tica del discerni-miento lasaliano en

nuestra vida cotidiana.El H. Superior invita a

Hermanos expertos en es-tudios lasalianos a colaborar

para hacerlo posible.

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IntroducciónDios nos precede en las realidades delmundo y de la Iglesia en las cuales elInstituto está hoy presente.

1. Este es nuestro mundo y atraviesanuestras vidas personales y nuestrascomunidades religiosas. Se caracterizaparticularmente por un predominio delos sentimientos sobre la voluntad, delas sensaciones sobre la inteligencia,por una lógica de lo arbitrario y de labúsqueda del placer sobre una moralascética y prohibitiva. Es un mundo enel cual se concede la primacía a la sen-sibilidad, la emoción y al instante pre-sente.La vida humana se vive con fre-cuencia como un lugar en el que seexperimenta una libertad sin límites,donde el hombre ejerce o cree poderejercer su imperio y su creatividad sinreferencia alguna a Dios. Y así, a travésde este mundo, es como oímos el in-menso deseo de reconocimiento y derespeto, reivindicado por las personas,los grupos humanos, los pobres, losjóvenes: un deseo de fraternidad.

2. La Iglesia también cam-bia lentamente antenuestros ojos:después delConcilio Vaticano

II los cristianos han expresado clara-mente su voluntad de convertirse enagentes, de participar plenamente enla Misión común, en la diversidad deministerios y en las nuevas formas departicipación y decisión. Se ha ido con-solidando una forma de vivir y conce-bir la Iglesia-Pueblo de Dios en la quetodos nos sentimos enviados almundo. En este contexto, la Vida Reli-giosa está llamada a vivir “la pasión porCristo, pasión por la humanidad”: unanueva fraternidad se está constru-yendo.

3. En nuestro Instituto vivimos las mis-mas esperanzas, impulsados por los Co-laboradores y Asociados laicos, en todoslos contextos en los que estamos pre-sentes; es algo que se ha manifestadovisiblemente desde hace treinta años.Nuestros compañeros lasalianos sonsensibles a nuestra forma de estar pre-sentes y al estilo educativo que hemosdesarrollado; junto a nosotros descu-bren una fraternidad que les atrae y a la

cual muchos quieren aso-ciarse, viviendo su profesión

como vocación.

Sin duda al-guna, y como

lo declaró el42º Capítulo Ge-

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2. Vida comunitaria

Jean Scheijen

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neral, hemos “recibido un carisma defraternidad” que, en nuestra situaciónde religiosos Hermanos (Cf. V.C. 60),responde a las nuevas expectativas delmundo y de la Iglesia, en la que Diosnos quiere testimonio y constructoresdel Reino.

La comunidad religiosa es un signo, untestimonio de la gran Koinonía trinita-ria de la que el Padre ha querido hacerpartícipes a los hombres en el Hijo y elEspíritu Santo. En su estructura, en susmotivaciones y en sus valores, la comu-nidad religiosa hace públicamente vi-sible y continuamente perceptible eldon de la fraternidad, concedido porDios a toda la Iglesia. Por ello tienecomo tarea irrenunciable y como mi-sión ser y aparecer como referencia deintensa comunión fraterna (Cf. Vida fra-terna en comunidad Nº.2e).

Recordamos con verdadera emociónlas palabras de Blain sobre el origende nuestro nombre y de nuestra iden-tidad (Cf. Regla 53):

«De esta forma, su “ser” Hermano de lasEscuelas Cristianas y Gratuitas, se tornóen el nombre oficial de los hijos de De LaSalle. De ahora en adelante no les lla-maremos de otra manera. Este nombrees el apropiado porque define su estadoy señala las tareas de su vocación. Estenombre les recuerda que la caridad quehizo nacer su Instituto debe ser su almay su vida; la que debe presidir todas susdecisiones y conformar sus deseos…Este nombre (Hermanos) les recuerda

cuan grande es su tarea, la dignidad desu estado, y la santidad de su profesión.Esto les dice que siendo Hermanos entreellos, deben darse pruebas recíprocas detierna pero espiritual amistad; y que,considerándose como Hermanos mayo-res de los que vienen a escuchar sus lec-ciones, deben ejercer este ministerio decaridad con corazón caritativo» (BlainCL 7 p. 241).

4. Convocados desde nuestros oríge-nes a vivir la fraternidad en comuni-dad, creemos que esta dimensión denuestra identidad nos lleva a:

«Ser Hermanos hoy»,

hombres de fraternidad,según los siguientes compromisos:

Hombres de fraternidad entre nosotros,inspirados en la oración de Cristo:“Padre, que sean uno como tú y yo

somos uno…” (Cf. Regla 48).

Hombres de fraternidadcon los educadores que comparten

con nosotros la misión.

Hombres de fraternidadcon los jóvenes y los adultos,

especialmente los pobres.

Hombres de fraternidad en la Iglesia.

Este mundo, la Iglesia, los adultos y losjóvenes junto a los que caminamos, noslanzan el desafío de la fraternidad y nosinvitan a nosotros y a nuestras comuni-dades a vivir con más autenticidad.

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Nuestra respuesta a este desafío es lafraternidad lasaliana, vivida de una ma-nera renovada.

Nota: El orden de los desafíos quiereresponder al planteamiento pedagó-gico del Éxodo (Ex 3, 6-10). La comuni-dad abre sus ojos y oídos a la realidad,se constituye en pueblo de la alianza yes enviada a la misión.

1.1 Desafío: respondercomunitariamente a lasnecesidades de nuestromundo

Testigos del sufrimiento y la injusticiaen el mundo, nuestro desafío es res-ponder comunitariamente a las nece-sidades de los niños y jóvenes, espe-cialmente de los pobres.

1.2 Horizontes1.2.1 Ser comunidades de discerni-

miento donde se vive una vida sen-

cilla en solidaridad con los pobres.

1.2.2 Ir, con corazón samaritano, aaquellos lugares donde no existeeducación elemental y donde la pa-labra de Dios es menos proclamada.

1.3 Líneas de acción1.3.1 Situar a los pobres, especial-

mente los jóvenes, en el centro denuestros proyectos comunitarios yeducativos, para conocer mejor susrealidades y para responder a las di-versas necesidades locales. Por ejem-plo: alumnos con dificultades en losestudios, niños de familias desestruc-turadas, emigrantes, drogadictos,huérfanos, los niños por nacer y susderechos, y otras formas de pobreza.

1.3.2 Crear comunidades lasalianascomprometidas en el servicio de ni-ños, jóvenes y adultos en dificultad.

1.3.3 Animar a las comunidades lasa-lianas para que se informen y se for-men juntas acerca de los aconteci-mientos sociales y a comprometerseen actividades pastorales de la Igle-sia y/o en otros movimientos huma-nitarios.

2.1 Desafío: ser comunidadesque invitan a seguir a Jesús

Nuestro desafío es ser comunidadesacogedoras, levadura de fraternidad ennuestro mundo, que ofrezcan un rostrohumano de la Iglesia e inviten a un se-guimiento creativo y radical de Jesús.

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2.2 HorizontesCrear comunidades de Hermanosque sean visibles, creíbles y fraternas,donde se comparte la vida y la fe conjóvenes y adultos, y que sean ger-men de fraternidades lasalianas.

2.3 Líneas de acción2.3.1 Que los Distritos y las Regiones

colaboren en constituir comunida-des internacionales lasalianas quesean signos de fraternidad y de lamisión universal de la Iglesia. (Cf. Ser-vicio educativo a los pobres, 6.3.1).

2.3.2 Las comunidades propician tiem-pos para compartir la fe entre losHermanos, testigos visibles, vivos yactivos de Jesucristo. De esta maneraserán signo para los jóvenes quebuscan profundizar su vida espiritualy podrán invitarles a optar por la vidaconsagrada (Cf. Pastoral de vocacio-nes, 1.3.1).

2.3.3 Abrir la comunidad a los lasalia-nos que buscan crecer en la fe paraque en el compartir con los Herma-nos puedan profundizar su espiritua-lidad y su comprensión del valor dela misión.

3.1 Desafío: vivircomunitariamente lamisión

Consagrados a la Santísima Trinidad,nuestro desafío es vivir en comunidad

“juntos y por asociación” para la misión(Cf. MD 39, 3).

3.2 Horizontes

Vivir comunitariamente el voto de aso-ciación para el servicio de los pobres,dedicados a una misión que no seagota en el quehacer solidario y quebrota de la vida en comunidad, la cualse enriquece con los dones y talentosde todos los Hermanos.

3.3 Líneas de acción.3.3.1 Acoger comunitariamente a los

necesitados y entregarles gratuita-mente nuestro tiempo y nuestrasenergías.

3.3.2 Favorecer la colaboración entrediferentes comunidades y obras parareforzar el espíritu de asociación yresponder mejor a la misión.

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4.1 Desafío: construir unaauténtica fraternidad

En este tiempo en que el hombrebusca una vida de espiritualidad y depertenencia más profunda, nuestrodesafío es vivir una auténtica vida fra-terna en comunidad.

4.2 HorizontesPercibimos la comunidad como un lu-gar donde se comparte la vida y la fe,nos conocemos y compartimos la pre-sencia gozosa de unos para con otros,superamos el individualismo, conti-nuamos nuestra formación perma-nente y experimentamos el amor mise-ricordioso de Dios (Cf. Regla 50).

4.3 Líneas de acción4.3.1 Crear en la comunidad un am-

biente que ayude a construir la amis-tad, el respeto, la tolerancia y el apoyomutuo, que facilite tiempo personal ycomunitario para la oración, el des-canso y el ocio, así como la correcciónfraterna. Se dará más importancia a lapersona del Hermano que a las es-tructuras y reglamentos.

4.3.2 El Hermano Director participaráen programas de formación del Ins-

tituto o de otras instancias para cum-plir su ministerio comunitario comoanimador de la comunidad.

4.3.3 Realizar creativamente el proyectocomunitario anual en una actitud dediscernimiento, dando la importanciaa la presencia del Hermano en la co-munidad como requisito imprescindi-ble para construirla. Cada Hermano,igualmente, revitalizará su proyectopersonal anual y compartirá su situa-ción e itinerario personal con la comu-nidad.

Estos son momentos adecuadospara dialogar sobre el uso de los me-dios tecnológicos y demás mediosmateriales con los que contamos, demodo que no interfieran en nuestravida comunitaria.

4.3.4 Tratar con especial atención yafecto a los Hermanos mayores, enfer-mos, solos y a todos los que puedansufrir algún tipo de dependencia.

Descubrir creativamente activida-des para los Hermanos mayores,adaptadas a sus posibilidades, paracontinuar en el ejercicio del ministe-rio de la presencia entre los niños yjóvenes, especialmente los pobres,así como entre los colaboradores la-salianos.

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IntroducciónLos últimos 40 años han supuesto parael Instituto una auténtica experienciade Éxodo impulsado por los CapítulosGenerales que se han sucedido desde1966. Muchos Hermanos, y con ellosmuchos otros Lasalianos, hemos vividode forma muy gozosa esta peregrina-ción hacia nuestras fuentes, pero tam-bién con incertidumbres en muchoscasos. Hemos caminado apoyándonosen la reflexión que la propia Iglesiapostconciliar ha hecho en ese mismotiempo, también ella en búsqueda desus raíces.

El Concilio Vaticano II en la Constitu-ción Lumen Gentium, Cap. 2, puso lasbases para comprender la composi-ción de la Iglesia utilizando la imagen“Pueblo de Dios”. Desde esa imagen secomprende el concepto de “Comu-nión” desarrollado por los Documen-tos eclesiales en el período postconci-

liar. “La eclesiología de comunión es laidea central y fundamental de los Do-cumentos del Concilio” (ChristifidelesLaici, 19, Juan Pablo II, 1987).

Desde su raíz evangélica, la Iglesia pre-senta hoy su identidad como “misteriode comunión” (Christifideles laici, 8),donde “la comunión es misionera y lamisión es para la comunión” (Christifi-deles laici, 32; Vita Consecrata, 46).

La Iglesia–Pueblo de Dios ha recupe-rado para todo el pueblo los carismasque tradicionalmente se considerabanexclusivos de los Institutos religiosos.“Debido a las nuevas situaciones, no po-cos Institutos han llegado a la convicciónde que su carisma puede ser compartidopor los laicos. Estos son invitados, portanto, a participar de manera más in-tensa en la espiritualidad y en la misióndel Instituto mismo. Se puede decir quese ha comenzado un nuevo capítulo ricode esperanzas, en la historia de las rela-ciones entre las personas consagradasy el laicado” (VC, 54, párrafo 2º. Cf. Con-gregación para los Institutos de VidaConsagrada, Caminar desde Cristo,

2002, Nº. 31).

De modo aná-logo, a partirde nuestras ra-

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3. Asociación para el servicioeducativo de los pobres

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íces fundacionales, los Hermanos he-mos redescubierto nuestra identidadde consagrados a la luz de nuestroVoto de Asociación para el servicioeducativo de los pobres, y desde ésteintentamos “clarificar nuestra miradasobre los otros votos” (43º. CapítuloGeneral, Circ. 447, Los Hermanos, Iden-tidad y Formación, Orientación 3).

Así expresamos la consagración quehemos hecho de nosotros mismos a laTrinidad, dedicándonos, “juntos y porasociación”, a la educación humana ycristiana de los niños y jóvenes, espe-cialmente los pobres.

Los Hermanos vivimos hoy nuestraconsagración en este nuevo contextode “Pueblo de Dios”, al lado de otrosmuchos que participan en el carismalasaliano y que se sienten impulsadosa asociarse para la misma misión, perodesde diferentes vocaciones o estadosde vida (Cf. Regla 146).

Los desafíos a los que debemos res-ponder hoy, ya no vienen sólo de losdestinatarios últimos de nuestra mi-sión, los niños y jóvenes pobres, sinotambién de los que comparten la mi-sión con nosotros. A través de ellos nosllegan las llamadas que el Espíritu nosdirige para “ser Hermanos hoy”:

– La llamada a ser hermanos con ellos yvivir la fraternidad como un signopara todos los educadores lasalianos.

– La llamada a ser mediadores paraellos y con ellos de la luz con la que

Dios “ha iluminado los corazones delos que Él ha elegido para anunciarsu palabra a los niños” (MTR 193,1).

– La llamada a ser para ellos y con elloscorazón, memoria y garantía del ca-risma lasaliano y promover las nue-vas estructuras de comunión para lamisión, como lo propone la Asam-blea Internacional 2006 Asociadospara la Misión Educativa Lasaliana,Orientación fundamental 8.

1.1 Desafío: la centralidaddel Voto de Asociación enla identidad de losHermanos

La experiencia de asociación vivida enlos últimos años, como también nues-tra comprensión cada vez mayor delvoto original de asociación, nos retan aser más conscientes de la centralidadde dicho voto y a testimoniarlo ennuestra vida como Hermanos y ennuestra misión educativa. Nos senti-mos, pues, desafiados a vivir evangéli-camente la asociación, primero entrenosotros.

1.2 Horizontes1.2.1 Los Hermanos recuperamos la

inspiración y la motivación originalde nuestro voto de asociación para elservicio educativo de los pobres. Vi-vimos nuestra identidad de consa-grados como un signo profético de laidentidad de la Iglesia, que es miste-

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rio de comunión. La comunión de losHermanos es fuente y fruto de la mi-sión que realizan (cf. ChristifidelesLaici 32.4).

Conscientes del significado de nues-tra consagración, los Hermanos nosofrecemos a toda la Familia Lasalianacomo guías de comunión y de espi-ritualidad para dar fundamentoevangélico a toda la misión desarro-llada por los educadores lasalianos.

1.2.2 La comunión misionera de lavida trinitaria es la fuente de la frater-nidad ministerial que caracterizala vida de los Hermanos.Mediante nuestra con-sagración para la Glo-ria de Dios, los Her-manos somos unrecuerdo constanteen la Familia Lasa-liana del amor deDios que nos reúne yde su especial interéspor “los hijos de losartesanos y de lospobres”.

1.3 Líneas deacción

1.3.1 Animar encareci-damente a los Her-manos a profundizaren los estudios lleva-dos a cabo en los últi-mos años sobre elvoto de asociación

para el servicio educativo de los po-bres y seguir promoviendo dichosestudios. En especial, cuidar en la for-mación inicial y permanente que elvoto de asociación para el servicioeducativo de los pobres sea el eje decomprensión de la identidad del Her-mano y la perspectiva desde la cualse consideran los otros votos.

1.3.2 Con vistas a expresar mejor laconsagración específica del Her-mano y la centralidad en ella del votode asociación para el servicio educa-tivo de los pobres, el Gobierno del

Instituto dará los pasos nece-sarios para la siguiente mo-

dificación de la Regla, nº25:

1.3.2.1 En la 2ª partede la fórmula de votos,recuperar las palabras“y hago voto”, que co-rrespondían a la fór-mula original de losHermanos:

“Y a este fin yo,… pro-meto y hago voto deunirme…”

1.3.2.2 En la 3ª parte dela fórmula de votos, elvoto de asociación parael servicio educativo delos pobres pase a ocu-par el primer puesto,encabezando así la listade los cinco votos.

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“Por lo cual, prometo y hago voto deasociación para el servicio educativode los pobres, castidad, pobreza, obe-diencia y estabilidad en el Instituto…”

1.3.3 Las comunidades, Distritos, Dele-gaciones y Regiones profundizan enlas consecuencias de la centralidadde nuestro voto de asociación parael servicio educativo de los pobres,en los niveles personal, comunitario einstitucional, así como en la manerade situarnos en la misión y en nues-tras relaciones intercomunitarias.

2.1 Desafío: la funciónespecífica de losHermanos en la asociacióncon los demás Lasalianos

Desde el Capítulo General de 1966-67hasta nuestros días, el contexto eclesialy lasaliano en que nos situamos losHermanos ha ido cambiando sustan-cialmente, desafiándonos a asumirotro modo de presencia, a vivir y a des-arrollar la asociación para el servicioeducativo de los pobres con loshombres y las mujeres queparticipan en la espiritua-lidad, en la misión y enel carisma lasalia-nos.

Este nuevo con-texto eclesial ylasaliano nosdesafía a los Her-manos a vivir la

asociación para el servicio educativo delos pobres de un modo abierto, inte-grados con los otros Lasalianos, espe-cialmente con quienes desean aso-ciarse, y a preguntarnos cuál es el papelespecífico que, como consagrados, he-mos de realizar para apoyar la labor detodo el conjunto en la misión lasaliana.

2.2 Horizontes2.2.1 El carisma lasaliano se ha con-

vertido en lugar de encuentro demuchos educadores creyentes quedescubren el valor de su misión através del itinerario y la espirituali-dad de Juan Bautista de La Sallemostrando juntos de este modo, enla Iglesia y para el mundo, un rostrode Evangelio.

Vemos igualmente con gozo queeducadores de otras religiones o sinafiliación religiosa, encuentran eneste carisma una fuerte inspiraciónque les motiva para vivir su tareaeducativa.

2.2.2 Los Hermanos nos situamos hoysobre la base común del ca-

risma lasaliano junto aotros muchos cre-

yentes y no creyen-tes. Descubrimos

aspectos nue-vos en nuestrai d e n t i d a dcomo cristia-nos consagra-dos así como la

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Stephanie HofschlaegerPixelio.de

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complementariedad en la misióncomún con otras vocaciones. He-mos tomado conciencia de nuestraresponsabilidad de ser corazón,memoria y garantía del carisma la-saliano para todos los otros Lasalia-nos. Al mismo tiempo nos alegra-mos cuando otros Lasalianoscomparten esa responsabilidad.

Cobra así una gran importancianuestra labor como mediadores yacompañantes de cuantos partici-pan en la misión lasaliana, para ayu-darles a recorrer su itinerario comoeducadores lasalianos.

2.3 Líneas de acción2.3.1 El 44º Capítulo General hace suyas

las Áreas prioritarias 6.1 y 6.2 de laAsamblea Internacional 2006, “Aso-ciados para la Misión Educativa Lasa-liana”, referidas al “Discernimiento delas diversas experiencias de asociación”(Área prioritaria 6.1) y a promover “ladimensión comunitaria” (Área priori-taria 6.2). Encarga a la Comisión In-ternacional de la Asociación o a la ins-tancia que tome sus funciones en lanueva estructuración, que realice elseguimiento y coordinación de dichasrecomendaciones.

Donde sea posible, y previo el discer-nimiento del Distrito o de la Delega-ción, para dar mejor respuesta a lasnecesidades de la misión, facilita laapertura de comunidades de Her-manos y otros Lasalianos compro-

metidos en la misión.

2.3.2 En la línea del área prioritaria7.1.1 de la Asamblea Internacional2006, elaborar una Guía que articulelos elementos esenciales, bíblicos,teológicos, lasalianos y pedagógicosde la formación y el acompaña-miento, con el fin de orientar los pro-gramas de formación conjunta paratodos los miembros de la Familia La-saliana. Dicha Guía podría incluir laposibilidad de utilizar los sistemasinformáticos de comunicación.

2.3.3 Incorporar y garantizar en losprogramas de formación lasaliana lasexperiencias directas de servicioeducativo a los pobres.

2.3.4 Con el fin de desarrollar la inves-tigación lasaliana en el campo de laasociación para el servicio educativode los pobres, ampliar el papel delos servicios ofrecidos por los “Estu-dios Lasalianos” para la formación deHermanos y otros Asociados, muyespecialmente organizando de aquíal próximo Capítulo general, una o

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dos sesiones internacionales de estu-dios lasalianos para Hermanos y Aso-ciados.

3.1 Desafío: las nuevasestructuras de laasociación para la misiónlasaliana

Las estructuras actuales de la asociaciónpara la misión lasaliana deberían reflejarmejor la variedad y complementarie-dad de identidades de quienes partici-pan hoy en la misión y el carisma lasa-liano, desde diversas perspectivasplurirreligiosas y multiculturales. Elpuesto del Hermano en estas estructu-ras necesita responder mejor a lo que seespera de él en un modelo de “Iglesia-Pueblo de Dios” e “Iglesia-Comunión”.Nos urge renovar, adaptar y crear nue-vas estructuras con el fin de asegurar elmejor servicio a la misión y el buen des-arrollo de la asociación en toda la Fami-lia Lasaliana donde los Hermanos poda-mos ocupar nuestro lugar.

3.2. HorizonteCaminamos a diferentes velocidadeshacia un nuevo modelo de Familia La-saliana a nivel local, regional y mundial,en el que la corresponsabilidad, la co-

legialidad y la toma de decisiones com-partidas en la misión, y la vivencia deidentidades propias pero interdepen-dientes, sean una realidad que viva-mos con gozo. Contamos con las es-tructuras de animación y gobiernodonde la misión es impulsada por to-dos los asociados, la espiritualidad la-saliana es compartida y enriquecida, ydonde los Hermanos desempeñamosnuestro propio papel.

3.3 Línea de acciónEl gobierno del Instituto tomará la ini-ciativa de construir, en el plazo de losdos próximos años, el posible modelode Familia Lasaliana en línea con lasnuevas formas de vida presentes en laIglesia, siguiendo en esto la orienta-ción (área prioritaria 8.2.1) de la Asam-blea Internacional 2006. Establecerácontactos con los responsables de losotros Institutos Lasalianos de vida con-sagrada y los grupos y movimientoslaicales lasalianos en los diversos ámbi-tos y, en comunión con ellos, desarro-llará las estructuras que parezcan másconvenientes para encarnar hoy confidelidad creativa el carisma lasalianoen la “Iglesia-Pueblo de Dios” e “Iglesia-Comunión” (Ver Informe del HermanoSuperior General, J 1 y 2; pág. 21-22).

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Introducción“Impresionado por la situación de aban-dono de los hijos de los artesanos y de lospobres, Juan Bautista de La Salle, des-cubrió, a la luz de la fe, la misión de suInstituto como respuesta concreta a sucontemplación del designio salvador deDios” (Regla 11). Dios ha sido tan buenoque ha hecho de esta obra para el ser-vicio educativo de los hijos de los arte-sanos y de los pobres, una obra cada

vez más plural y di-versificada.

Esta obra seha acrecen-tado de ma-nera notableen el mundo

e n t e r o .

Hoy, somos 80.000 educadores y másde 5.000 Hermanos y, juntos, anima-mos la Misión Lasaliana que da vida amás de un millón de niños, jóvenes yadultos.

Históricamente, la Misión Lasaliana sedirigía con prioridad a los económica-mente pobres. Progresi vamente, el des-arrollo económico, nos ha dirigido másbien, a las clases medias. Estamos, puesinvitados a intensificar nuestros es-fuerzos con vistas a desarrollar propues-tas que favorezcan la educación en lajusticia y a reforzar acciones para el ser-vicio directo de los pobres.

Damos gracias a Dios por los Herma-nos y por todos los Lasalianos que,cualquiera que sea su inserción o nivelde compromiso, ponen todo su cora-zón en una opción por los pobres, tra-tando de construir, por su práctica edu-cativa y evangelizadora, un mundomás justo y solidario.

Esta realidad llena de gozo a algunosHermanos y suscita interrogantesen otros, en cuanto a su papelespecífico como Hermanos enel interior de la Misión. El 42ºCapítulo General señaló que losHermanos somos “corazón, me-

moria y garantía del carisma lasa-

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4. Servicio educativo de los pobres

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liano” (Circular 435, pág 43). Vivimoscomo consagrados “juntos y por aso-ciación al servicio educativo de los po-bres” y hacemos profesión pública deello.

Nuestra reflexión se inscribe en la delos Capítulos Generales precedentes(42º y 43º), y se apoya en la Reunión In-tercapitular de 2004, y en la AsambleaInternacional “Asociados para la MisiónEducativa Lasaliana” de 2006. El servi-cio educativo de los pobres es hoy, másque nunca, de gran actualidad y siguesiendo un elemento esencial para losHermanos y para todos los Lasalianos.El esfuerzo solicitado a cada uno denosotros está en la línea de la conver-sión de la mente y del corazón (Circular412, pág. 48).

Aunque escribimos este documentopara los Hermanos, tenemos muy pre-sentes a todos aquellos y aquellas conquienes nos hemos asociado para vivirla única Misión Lasaliana, sin importarel contexto social y las formas de com-promiso.

Recordamos con la mente y desdeel corazón los rostros de tan-

tos niños, jóvenes yadultos que

son paranosotros

la razón

de nuestra vida y de nuestra vocación.Ellos son la imagen de un Dios que nosllama a la fraternidad y a la solidari-dad.

“Cuando decimos: Señor, muéstranostu rostro, el Señor nos responde: Mira elrostro de tu hermano empobrecido, mirala realidad en que vives inserto, mira lossignos de tu tiempo. ” (Ser Hermanoshoy, 2.2.b)

1.1 Desafío: nuestraconversión a los pobres

La realidad nos desafía, tanto a los Her-manos como a las comunidades, sobreel estilo de vida que llevamos y que,generalmente, no nos satisface, ya queexisten riesgos de consumismo y deacumulación de bienes. Este estilo devida nos va llevando, insensiblemente,a una lejanía respecto al mundo de lospobres.

Por otra parte, la comprensión de larealidad de este mundo exige de nos-otros una formación adecuada en elcampo social, político, económico, re-ligioso y otros. Una formación limitadaen estos campos, es un obstáculo a lahora de tomar decisiones personales ocomunitarias para acercarse al mundode los pobres.

Finalmente, a pesar de todo, la conver-sión a los pobres sigue siendo un des-afío. Hoy se trata de una cuestión deconciencia y de decisión personal, co-munitaria e institucional.

John Cardwell

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1.2 HorizonteSoñamos con Hermanos y comuni-dades que, en proceso de Éxodo, uni-das de todo corazón a Jesús y suEvangelio, caminen al encuentro delpobre, allí donde sea necesario.

Un horizonte de Hermanos y comu-nidades cuyas puertas estén abiertaspara acoger al hambriento de pan,de compañía, de espiritualidad, decultura, de consuelo, de experienciade Dios... Soñamos con Hermanos ycomunidades encarnadas en el medio,viviendo con sencillez y comprometi-das con las miserias humanas.

1.3 Líneas de acción1.3.1 Incluir en la formación inicial y

permanente de los Hermanos pro-gramas que permitan una mayorcomprensión y un compromiso sig-nificativo en el servicio educativo delos pobres; y, también, para entendermejor el hecho político, religioso ylas causas de las estructuras socialesinjustas. Que los programas de for-mación permanente estén contem-plados en los proyectos comunita-rios y sean evaluados cada año.

1.3.2 Favorecer la participación de Her-manos de todas las edades en accio-nes de voluntariado en favor de laeducación de los pobres: periodosdeterminados al servicio de los po-bres, ayuda a marginados, excluidos,minusválidos, apoyos diversos, etc.

1.3.3 Promover el cambio de ubicaciónde la vivienda de algunas comunida-des para que estén más próximas a lagente de condición modesta, y vivancomo ellas (Regla 32 y 60).

2.1 Desafío: renovación denuestras obras educativas

Para los Hermanos y para todos los La-salianos es un desafío estar realmenteconvencidos de que el servicio educa-tivo de los pobres es parte constitutivade nuestra identidad, de nuestra vo-cación y de la Misión Lasaliana. Siguesiendo un desafío, la transformaciónde nuestras obras educativas en ins-trumentos de educación para los po-bres, de defensa de los derechos delos niños y de educación para la justiciasocial (Cf. AI-2006, Área prioritaria 5.1).

2.2 Horizontes Soñamos que la renovación de nues-tras obras educativas actuales se haga

31

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no tanto con criterios de éxito o deprestigio social, sino en función de la fi-delidad a nuestra vocación y a nuestraidentidad de “embajadores de Jesu-cristo” para anunciar el evangelio a lospobres.

Soñamos que, en unión con asociadosy demás lasalianos, continuemos tra-bajando por la educación de los po-bres, la defensa de los derechos de losniños y la educación en la justicia.

Soñamos con la renovación de nues-tras obras educativas actuales para quesean «islas de creatividad» y agentes decambio social.

2.3 Líneas de acción2.3.1 Asumimos y hacemos nuestra la

llamada de la AI-2006 a renovar lasobras existentes (5.1.a) y a crear otrasnuevas (5.1.b) para el servicio educa-tivo de los pobres.

2.3.2 Promover en las universidadeslasalianas políticas y acciones queestén en línea con la opción efectivapor los pobres y la educación en lajusticia.

3.1 Desafío: Solidaridadpara la equidad

Reconocemos que, en la red de obraslasalianas, las respuestas educativasque damos a las necesidades y losrecursos económicos necesarios, sondesiguales. Nos sentimos desafiadosa diseñar estrategias efectivas de so-lidaridad para la equidad e igualdad

educativa.

3.2 Horizontes 3.2.1 En un mundo globalizado que

acentúa las injusticias, soñamos conser un signo profético que puedaaportar relaciones fraternas y solida-rias entre las diferentes partes de lared lasaliana.

3.2.2 Soñamos con una red de obraslasalianas que pueda ofrecer a todosun servicio de educación integral dela persona.

3.3 Líneas de acción3.3.1 Impulsar los intercambios de

Hermanos y de los demás Lasalianos

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para aprovechar las experienciaseducativas y de formación que sedan en Regiones y Distritos.

3.3.2 Desarrollar hermanamientos en-tre las Regiones, los Distritos y lasobras de la red lasaliana. SECOLI po-dría asumir la promoción y coordina-ción de dichos procesos.

4.1 Desafío: el derecho de losniños a la educación

Reconocemos que, para el Instituto, si-gue siendo un gran desafío preocuparsedel derecho de los niños a la educación,aportando respuestas educativas acce-sibles a todos y dotadas de recursos eco-nómicos. Debemos encontrar recursoseconómicos propios y buscar ayudaspúblicas y privadas.

4.2 Horizontes 4.2.1 Soñamos con un Instituto

que defienda la dignidad de lavocación educadora y el ejer-cicio de la profesión do-cente, y que intervienetambién en foros públicospara hacer oír su voz enestos temas.

4.2.2 Soñamos con un Ins-tituto capaz de dar res-puestas a las necesida-des educativas de losniños y de los jóvenesque tienen pocos recur-sos. Un Instituto que es-

tablece relaciones y colabora con di-versas instancias (políticas, sociales,religiosas...), que trabajan para resol-ver los problemas de la educación delos pobres. Un Instituto que reconocecomo parte integrante de su misión,crear conciencia de que la educaciónes un derecho de todo niño. Un Insti-tuto que reivindica la contribucióneconómica del Estado para que ga-rantice a los padres la libre elección demodelo educativo.

4.2.3 Soñamos con una red de obraslasalianas al servicio educativo de lospobres, que comparte propuestaspedagógicas, busca recursos y hacealianzas con movimientos educati-vos afines, con ONGs o con otras Ins-tituciones, para conseguir un mayor

impacto en la sociedad en la quevivimos y contra las estructuras

generadoras de pobreza.

4.3 Líneas de acciónAsumimos y hacemos nuestra

la orientación 8.3.1 de la AI2006:

“La Asamblea invita alas instancias locales,

intermedias e inter-nacionales a poten-ciar y crear estruc-turas para facilitarel intercambioglobal de recur-

sos humanos,financieros y

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Thomas M. Perkins

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de conocimiento, incluyendo, pero no li-mitándose, a la educación, capacitación,redes, recaudación de fondos, apoyo fi-nanciero y programas de voluntariado.Esto puede realizarse entre individuos,obras e instituciones educativas, a travésde redes y relaciones informales o estruc-turales”.

5.1 Desafío: un compromisosolidario

Mirando el mundo, reconocemos que,sin dejar de atender la pobreza econó-mica en sí, existen hoy nuevas realida-des y nuevas pobrezas que nos des-afían. Todas estas situaciones, yaconsideradas por la AI-2006, en suOrientación nº 1, piden de nosotrosuna respuesta.

5.2 Horizontes Soñamos con Hermanos y Lasalianosque continúen participando en laconstrucción de un mundo más justo ysolidario. Hermanos que apoyen ac-ciones y colaboren en progra-mas, movimientos, estructu-ras e iniciativas educativas,que respondan a nuevas oantiguas formas de po-breza.

5.3 Líneas deacción

5.3.1 Asumir yhacer nuestra la

orientación nº 1 de la Asamblea In-ternacional 2006.

En particular, los Hermanos:

– participan, eventualmente en re-lación con las universidades lasalia-nas, en programas de formación parael acompañamiento de “los niños, losjóvenes y las familias que viven en si-tuación de riesgo, especialmente alos jóvenes expuestos a situacionesextremas” (Cf. AI-2006, 1.1.2);

– animan a los educadores y a los jó-venes a formarse sobre bioética, de-rechos de los niños, respeto de lavida, salvaguarda de la creación…

5.3.2 Promover desde los Distritos ylas comunidades la acogida, el envíoy el acompañamiento de VoluntariosLasalianos.

5.3.3 Diseñar, impulsar, adaptar ocrear propuestas pedagógicas, pas-torales y catequísticas que sean res-puestas reales a situaciones de po-

breza de hoy.

5.3.4 Los Herma-nos, junto con losjóvenes y adultosde las obras edu-cativas y universi-

dades lasalianas,continúan la sensibili-zación y el compro-

miso con la promo-ción de la justicia(Cf. Regla 14).

Brett Mulcahy

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6.1 Desafío: losmovimientos migratorios

Reconocemos que, mirando a nues-tro mundo, un desafío importantepara el Instituto y la red de obras la-salianas hoy consiste en dar res-puesta a los problemas que provo-can los movimientos migratorios(dentro de los países y a nivel inter-nacional) y sus consecuencias paralos niños, jóvenes y familias (niñosde la calle, huérfanos, etc.).

6.2 Horizontes Soñamos que, para manifestar la frater-nidad universal, el Instituto y la red deobras lasalianas aporten respuestaseducativas adaptadas a los problemasrelacionados con los movimientos mi-gratorios y sus consecuencias. Y queofrezcan una palabra pública de con-cienciación y denuncia en este tema.

6.3 Líneas de acción6.3.1 Crear y/o reforzar en cada Región

o Distrito implicado al menos dos co-

munidades lasalianas interdistritales(Hermanos y laicos), para responder alas cuestiones planteadas por los mo-vimientos migratorios, tanto en lospaíses de origen como en los paísesde acogida. Que este proceso se vivadesde una espiritualidad de Éxodo(Cf. Vida comunitaria 2.3.1).

6.3.2 Que las comunidades y la red deobras lasalianas, particularmenteaquellas que están próximas a pro-blemas migratorios, elaboren pro-gramas y respuestas educativas enfavor de las personas implicadas.

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IntroducciónNuestro compromiso como Hermanoscon la vida y con la vitalidad del Insti-tuto y su misión, nos mueve a involu-crarnos de forma directa en la pastoralvocacional.

El “desamparo humano y espiritual” delos hijos de los pobres en el mundo dehoy, nos hace tomar conciencia de lanecesidad que tenemos de responder asus carencias educativas, sin importar laedad y condición de cada Hermano. Deahí que siga siendo necesario buscarcauces que hagan posible el suscitar lavocación y el acompañar a los jóvenesen su discernimiento vocacional al servi-cio de la Iglesia, sea cual sea la orienta-ción de la llamada de Dios en sus dife-rentes culturas y condiciones. Tenemosque ser profetas, agentes de esperanzaen nuestras actividades pastorales yeducativas. Compartimos con otros La-salianos comprometidos enla misión, el ministeriode la pastoral voca-cional, conscientesde promover yacompañar juntoslas vocaciones.

Hay muchas razonesque convierten la

pastoral vocacional en una realidaddesafiante. Los retos vienen a la vezdel exterior: las familias, la sociedad y laIglesia, y del interior: la manera comoentendemos y vivimos nuestra vida,individual y comunitariamente. Es ne-cesario escuchar la llamada que Diosnos dirige para transformar nuestrasvidas y adaptarlas a las circunstanciascambiantes del Instituto, de la Iglesia ydel mundo. Los desafíos que se pre-sentan en la vocación renuevan la es-peranza en el futuro y en la misión delInstituto. Expresamos confianza enDios que continúa llamando a hom-bres y mujeres para vivir y servir comolasalianos comprometidos, y nuestraconvicción de que la vocación de Her-mano de las Escuelas Cristianas es tanrelevante y vital hoy como lo ha sidosiempre en cualquier período de la his-toria del Instituto.

1.1 Desafío: dar a conocerlo que somos

La realidad de laIglesia y del mundode hoy nos desafía aconocer y a dar a co-nocer la naturalezaprofética de la voca-ción de Hermano de

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5. Pastoral de vocaciones deHermanos y de Lasalianos

Artem Zhushmansxc.hu

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las Escuelas Cristianas y del carismalasaliano.

1.2 Horizontes1.2.1 Deseamos un Instituto de Her-

manos preparados para los nuevostiempos, con conciencia de suidentidad como religiosos consa-grados y consecuentes con suscompromisos.

1.2.2 Soñamos con Hermanos y La-salianos que viven su vocaciónbautismal en la Iglesia y en la socie-dad, comprometidos en el servicioeducativo de los pobres.

1.3 Líneas de acción1.3.1 Abrir nuestras comunidades a

los jóvenes que quieran profundizarsu experiencia espiritual, su discerni-miento vocacional y tener una mejorcomprensión de nuestra misión, conel fin de ofrecerles un espacio ade-cuado que les permita vivir estas in-quietudes y conocer mejor quiénessomos.

1.3.2 Hacer visible, a través de las ac-ciones educativas y pastorales, enasociación con otros Lasalianos,nuestra vocación específica al servi-cio de la Iglesia.

1.3.3 Privilegiar, desde el Centro delInstituto, la pastoral juvenil y voca-cional y promover encuentros y acti-vidades para desarrollarla y poten-ciarla, a través del movimientojuvenil lasaliano.

1.3.4. Quienes revisen la Guía de For-mación tendrán en cuenta las expe-riencias y prácticas en el discerni-miento y acompañamiento de lasvocaciones en todos los niveles de laformación.

2.1 Desafío: suscitar yacompañar la vocacióncristiana

La realidad de nuestra sociedad nosdesafía a trabajar los valores cristianosy hacer propuestas evangelizadorasque culminen en el seguimiento de Je-sús. “Merced a la evangelización y a laeducación de la fe, ayudan a los jóve-nes a encontrar su vocación en la Igle-sia” (Regla 82).

2.2 Horizontes2.2.1 Soñamos con grupos (niños, jó-

venes, jóvenes lasalianos, volunta-rios…) que vivan los valores de la fe,la fraternidad y el servicio, y que ten-

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Sam

Blo

omfie

ld –

sxc.

hu

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gan itinerarios de acompañamientosuficientemente prolongados.

2.2.2 Deseamos familias que partici-pen en la creación de un ambientepropicio para suscitar valores cristia-nos, donde sea posible el plantea-miento vocacional.

2.2.3 Soñamos con Hermanos y Lasa-lianos comprometidos con la pasto-ral juvenil y vocacional, que encar-nen profundamente el carismalasaliano.

2.3 Líneas de acción2.3.1 Establecer programas, a través

de las Regiones y Distritos, “que ayu-den a comprender y a profundizar lafe cristiana, en el contexto de creen-cias, valores, textos e iconos, comu-nes a las diferentes religiones, cultu-ras y tradiciones” (AI 2006 4.1 a).

2.3.2 Proponer, desde el Centro del Ins-tituto, itinerarios que favorezcan elacompañamiento de los jóvenes coninquietudes vocacionales, involu-crando en este proceso a sus padres.

2.3.3 Impulsar, desde el Centro delInstituto, el desarrollo de propuestasconcretas para los niños y jóvenesque les permitan desarrollar su capa-cidad de solidaridad, buscando losmedios para que el compartir de di-chas experiencias les lleve a un plan-teamiento vocacional.

3.1 Desafío: apostar porcomunidades evangélicas

A pesar del envejecimiento y el posi-ble desánimo ante las pocas vocacio-nes en algunos sectores del Instituto,los Hermanos queremos apostar poruna comunidad donde se transparen-ten la esperanza y la confianza en laobra de Dios.

3.2 Horizontes3.2.1 Los Hermanos elegimos vivir en

comunión fraterna como signo de lapresencia de Dios.

3.2.2 Los Hermanos nos enriquecemosmutuamente en nuestra vocación,siendo unos para otros modelos de fi-delidad y guías espirituales por nues-tra pasión y compromiso en la vidaconsagrada y en la misión.

3.3 Líneas de acción3.3.1 Cada Distrito, Subdistrito y Dele-

gación establece un equipo de Her-manos y de otros Lasalianos cuya mi-sión sea el despertar y acompañarlas vocaciones entre los jóvenes.

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3.3.2 Cada Región y Distrito establecemedios para ayudar a los Hermanosy comunidades a mejorar la calidadde sus vidas y de su testimonio, a tra-vés del acompañamiento. Se prestaráespecial atención a los Hermanosque se encuentran en situacionesde debilidad y desánimo.

4.1 Desafío: presencia ytestimonio comunitarioentre los jóvenes

Asumimos el desafío de mejorar nues-tra presencia y nuestro testimonio co-munitario entre los jóvenes, especial-mente los pobres. Esto nos llevará avivir en autenticidad y a vitalizar nues-tra misión.

4.2 Horizontes4.2.1 Soñamos que los Hermanos y las

comunidades aceptamos con gozola responsabilidad de la pastoral delas vocaciones para Hermanos y otro

tipo de vocaciones en la Iglesia, sindejar esta labor sólo a los que estándirectamente encargados.

4.2.2 Soñamos con Hermanos que,asociados a los Lasalianos, trabajanjuntos para dar testimonio de su fra-ternidad y crean espacios para el ser-vicio educativo de los pobres.

4.3 Líneas de acciónLas comunidades, los Hermanos y losotros Lasalianos, se comprometen a:

4.3.1 Rezar por las vocaciones de ma-nera que todos se involucren en lapastoral vocacional (Cf. R. 84).

4.3.2 Invitar y recibir a los jóvenes ensu comunidad: “Venid y lo veréis” (Jn1, 39).

4.3.3 Emplear los medio y el lenguajeapropiado de los jóvenes al promo-ver la vocación (DVD, sitio Web…).

4.3.4 Elaborar, junto con los demás La-salianos, proyectos adecuados paraayudar a los jóvenes en su discerni-miento vocacional.

4.3.5 Asegurar el acompañamientodurante todo el proceso vocacionaldel Hermano.

4.3.6 Fortalecer los lazos de estimay afecto que les ayuden a madurarcomo personas y como religiosos.

4.3.7 Participar y colaborar con laIglesia local en acciones de pasto-ral vocacional.

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IntroducciónTodos los Hermanos a lo largo de nues-tra vida estamos necesitados de seracompañados y somos llamados aacompañar a otros. Lo que presenta-mos a continuación se dirige a todoslos Hermanos aunque nos refiramosespecíficamente a los Hermanos jóve-nes. Llamamos Hermanos jóvenes aaquellos que se encuentran en el perí-odo comprendido entre la Primera Pro-fesión y los primeros años posterioresa la Profesión Perpetua.

Actualmente, entendemos por acom-pañamiento la mediación para perso-nalizar los procesos formativos. Esteacompañamiento es complejo y se re-aliza en distintos niveles: personal, co-munitario, distrital. Incluye todos losaspectos, desde la vida interior hasta laprofesional.

La Regla de los Hermanos nos recuerdaque es todala comu-

nidad la que debe prestar particularatención a los Hermanos jóvenes (Cf.Regla 54), aunque especifica tambiénel papel que tiene el Hermano Visita-dor, el Hermano Director de comuni-dad y la Comisión de Formación (Cf.Regla 96a).

1. Desafío: madurar laconciencia de laimportancia delacompañamiento

Los Hermanos jóvenes son siempre unsigno esperanzador porque suponensavia nueva, creativa y dinámica paranuestra asociación en la misión educa-tiva evangelizadora que se nos ha con-fiado. Constatamos que, en su mayoría,estos Hermanos están abiertos alacompañamiento y dispuestos a losdesafíos que se les propongan. SonHermanos que desean asumir actitu-des generadoras de vida en medio delos niños y jóvenes, especialmente los

pobres. Confiamos plenamente enellos y aceptamos las invita-ciones que nos hacen para re-novar la vida de comunidad yla misión.

En los procesos comunitariosy de servicio en la misión, los

6. Acompañamiento de los Hermanosjóvenes en comunidad

Rodrigo Vieira

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Hermanos jóvenes experimentan,como todos los demás, las tensionespropias de quienes desean encarnarlos ideales del carisma del Instituto y,al mismo tiempo, se enfrentan a difi-cultades debidas a motivaciones vo-cacionales que a veces son contradic-torias y no suficientemente discernidasen etapas previas. Estos conflictos, enocasiones, generan evasiones o ape-gos de diversa índole.

Además, las dificultades para soñarjuntos y dialogar, el individualismo o lafalta de atención al otro, que se dan enalgunas comunidades, hacen que losHermanos jóvenes experimenten so-ledad, aislamiento y desencanto por laVida Consagrada, particularmente eneste período en el que es tan impor-tante la integración afectiva.

Experimentamos el desafió de sercompañeros unos de otros y de lograrla síntesis de las dimensiones que con-forman la identidad del Hermano (Cf.Regla 10), participando en el proyectocreativo de nuestro Distrito o Delega-ción. De aquí la importancia de que lasopciones distritales sean claras paraque el Hermano joven entre en diálogocon ellas

2. HorizonteSoñamos que los Hermanos jóvenesfortalezcan el deseo de ser acompaña-dos y asuman su responsabilidad per-sonal en el proceso de consolidaciónde su identidad lasaliana.

Queremos un acompañamiento simul-táneamente exigente y fraterno queasegure el crecimiento y el don gozosode cada Hermano, que dé prioridad a lavida interior, a la calidad de las relacio-nes comunitarias y a la dimensión afec-tiva como sostén de nuestra vocación.

Soñamos con comunidades dondecrezcamos en la corresponsabilidad dehacernos cargo los unos de los otros enla realización personal, vinculada alproyecto por el Reino de Dios, y dondenos animemos en el empeño por man-tener vivo el encanto de ser Hermanosen asociación para el servicio educa-tivo de los pobres.

Soñamos con un Distrito enriquecidopor la calidad de los lazos de amistadque configure una verdadera cultura dela compañía. En ella se logrará el climaen el que los procesos de acompaña-miento se verán como algo natural.

3. Líneas de acción3.1 En las Regiones, Distritos y Delega-

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ciones, capacitar Hermanos para elacompañamiento de procesos hu-manos y religiosos, que puedan ayu-dar a los Hermanos Visitadores en elacompañamiento de los Hermanosjóvenes.

3.2 Enfatizar, desde el comienzo de laformación inicial, el contacto con larealidad del Distrito o Delegación,asegurando la participación de losHermanos jóvenes en la formulacióny desarrollo de proyectos creativospara la misión y las comunidades.Esto tiene particular importancia enlos lugares donde los jóvenes se for-man en el extranjero.

3.3 Cuidar la calidad de la vida comu-nitaria en la que se integran los Her-manos jóvenes; y asegurar en estascomunidades la complementariedadde las edades, a la vez que se favore-cen las relaciones y el intercambioentre iguales.

3.4 Acompañar, desde las diversas es-tructuras encargadas de la forma-ción, a las comunidades donde hayHermanos jóvenes, de tal maneraque se favorezcan en ellas experien-cias configuradoras de la identidad yprocesos de discernimiento para re-alizar una síntesis vital entre consa-gración, vida de comunidad y asocia-

ción para el servicio educativo de lospobres.

3.5 Favorecer en cada Región, Distritoy Delegación, y a nivel de Instituto, elencuentro entre los Hermanos jóve-nes como ámbito de intercambio deexperiencias y de ayuda en la conso-lidación de su identidad. Dichos en-cuentros deberán ser sistemáticos,periódicos y estar vinculados a pro-yectos de servicio educativo.

3.6 Ayudar a los Hermanos jóvenes adespertar su responsabilidad especí-fica y personal de compromiso en lacomunidad “mediante el don gozosode sí mismos al servicio de los de-más” (Regla 49) como camino haciala plenitud humana y cristiana.

3.7 Prestar atención al ambiente en elque los Hermanos jóvenes viven ytrabajan, tomando conciencia deque las condiciones institucionales,estructurales e incluso físicas, pue-den ser determinantes para el acom-pañamiento y desarrollo de relacio-nes saludables en la comunidad y enla misión.

3.8 El Centro del Instituto velará paraque haya más Hermanos de votosperpetuos que puedan realizar elservicio de acompañar en los secto-res más jóvenes.

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IntroducciónCon 774 Hermanos menores de 40años en el Instituto de los Hermanosde las Escuelas Cristianas (2006), laoportunidad ofrecida a 13 Hermanoscapitulares jóvenes de participar en el44º Capítulo General es significativano sólo para los Hermanos participan-tes, sino para todos los Hermanos.

Agradecidos tanto por esta oportuni-dad de participación como por la posi-bilidad de reunirnos con otros Herma-nos jóvenes de todo el Instituto,nosotros, los Hermanos capitulares jó-venes, hemos celebrado varios en-cuentros para abordar diversos temasy sentirnos comunidad durante el Ca-pítulo. En estos encuentros surgieronlos temas más importantes para nos-otros: Vida Comunitaria, Vida Consa-grada y Espiritual, Pastoral Vocacional,Servicio Educativo de los Pobres,Asociación para el ServicioEducativo de los Pobres,Identidad del Hermanoy Formación. Cons-cientes de quenosotros, Her-manos jóvenes,somos parte ac-tiva en el Capí-

tulo y en sus Grupos Temáticos, nues-tra intención ha sido ofrecer nuestrareflexión sobre estos temas a través denuestra representación y participaciónen los Grupos Temáticos.

Los Hermanos jóvenes vemos el futurodel Instituto como algo nuestro. Nosapasiona e ilusiona “soñar” con algonuevo. “Lo que ha de venir” encierraun conjunto de misterios y sensacionesque nos invitan a vivir el futuro enclave de aventura y riesgo. Es un futuroque nos empuja e interpela, nos arras-tra y nos motiva. Y no sólo porque estéen juego nuestra vida sino porque sen-timos que está en juego la vida de mu-chos niños, jóvenes y familias que, mu-chas veces, viven en situación deopresión. Nuestro futuro y su futuro seentrelazan en un tiempo que es el deDios.

El mundo de las comunicacionesen el que vivimos nos hace ver

el Instituto como algo máscercano. Por eso, parti-

cipamos de la ideadel H. Álvaro de ser

“Hermanos sinfronteras”; Her-

manos que seilusionan porestar cerca de

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7. Hermanos Jóvenes en el Instituto

Paul Schubert & Karin SchmidtPixelio.de

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los más pobres junto a otros Lasalia-nos; Hermanos que viven en comuni-dades de relaciones fraternas signifi-cativas; Hermanos que fundamentan ydan sentido a su vida desde una ora-ción viva y profunda.

Y todo esto lo queremos vivir “juntos ypor asociación”. Presentamos nuestranecesidad de “juntarnos”, nos sentimosasociados unos con otros desde la visi-bilidad del “estar juntos”, del compartirnuestras experiencias, sentimientos,esperanzas y temores. Desde este com-partir, queremos seguir recorriendojuntos nuestro Éxodo hacia el servicio

educativo de los pobres, necesitadosy excluidos de nuestras sociedades.

1. Desafío: compartir vida ymisión

Vemos positivamente que el Insti-tuto favorezca cada vez más la aper-tura entre las diferentes Regiones yDistritos. Los Hermanos jóvenesapreciamos esta apertura porquenos resulta muy importante juntar-nos para compartir las diferentes ex-periencias. Esto es positivo para nos-otros no sólo a nivel personal: seríatambién una aportación enriquece-dora en relación con varios aspectos,como la vida comunitaria, la vida deoración, la asociación, el servicio edu-cativo de los pobres. Deseamos esta-blecer vínculos de unidad entre nos-otros dentro de la diversidad.

2. HorizonteDeseamos vivir la unidad entre nos-otros para caminar juntos, como Her-manos, hacia el futuro. Entendemosque estas relaciones mutuas serán muypositivas de cara a nuestra formacióncontinua.

3. Líneas de acción3.1 Que en cada Región, se concrete

un encuentro entre los Hermanos jó-venes cada dos años que incluya ac-tividades apostólicas en sectoresdesfavorecidos. En este mismo sen-tido, que un año antes del próximo

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Capítulo General haya una reu-nión internacional de repre-sentantes de Hermanos jóve-nes de las diversas Regionescon el fin de expresar nuestrasesperanzas y sueños en rela-ción con los años venideros.

3.2 Sugerimos al Her-mano Superior y suConsejo crear co-munidades mi-sioneras inter-n a c i o n a l e sinspiradas en laidea de las “islasde creatividad”.C o m u n i d a d e sque transparentensignificativamente

la vida fraterna, la oración y la mi-sión, en cercanía a los pobres.Queremos que sean comunida-des de aprendizaje de dinamis-mos comunitarios, de formas deoración, de misión significativa.No queremos que esta pro-

puesta esté reservada sola-mente a los Hermanos jó-

venes. Queremos queesté abierta a todos losHermanos del Insti-tuto; puede ser un es-pacio en donde unopueda pasar dos o

tres años. Estas co-munidades deben es-tar abiertas a la pas-toral vocacional.

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Introducción Una de las misiones del Capítulo Gene-ral es tomar en cuenta las necesidadesdel Instituto hoy en lo que se refiere agobierno y animación, y para ello tratarde que ciertas estructuras existentesevolucionen o se modifiquen substan-cialmente.

Somos conscientes de que las estruc-turas no tienen sentido si no están alservicio de los Hermanos y de la misióndel Instituto. No podrán desempeñarese papel si las personas que tienen laresponsabilidad no están animadas deespíritu fraterno, servicio y libertad.

Teniendo en cuenta los documentosproporcionados, en parti-cular el informe del Her-mano Superior y de suConsejo, junto con el in-forme de la Asamblea In-ternacional 2006,de las notas de losHermanos y de la propiaexperiencia de los Capi-tulares, el Capítulo ha de-limitado cuatro camposde acción que exigen re-flexión y toma de decisiones:

– Las estructuras de go-bierno, del Consejo Gene-

ral, las Regiones y los Distritos.

– La gestión económica del Instituto.

– La misión educativa lasaliana: su des-arrollo y el hecho de que sea com-partida entre distintos agentes, haceque surjan nuevas estructuras y nue-vas relaciones.

– El estudio de la propuesta revisadade la Regla.

I. Las estructuras degobierno

1. Desafío: una evolución quepide otro modo degobierno

Hoy nos enfrentamos afenómenos externos e

internos que influyen enel Centro del Instituto,

las Regiones y losDistritos.

1.1 El número de Re-giones ha disminuido

considerablemente, pa-sando de 11 a 6, y

puede ocurrir que dentrode poco no haya más que 5.De ahí se deriva una comple-jidad creciente y campos de

8. Gobierno y animación

Linda Bucklin

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acción más amplios para cada Región.

1.2 Es indispensable mantener unequilibrio dinámico entre la unidad yla diversidad en el Instituto. Por elloes necesario establecer una mejorcomunicación entre el Centro y lasRegiones así como entre las perso-nas responsables de las Regiones.Esto se hace indispensable en unmundo en mutación rápida queexige proactividad y flexibilidad.

1.3 En cierto número de Distritos seconstata:

– Una fuerte tendencia hacia la dismi-nución del número de Hermanos.

– La falta de medios materiales y hu-manos.

– Un número reducido de Hermanos, yen consecuencia la dificultad de en-contrar Hermanos para asegurar losservicios de gobierno, administra-ción y animación.

2. HorizonteFrente a esta situación, nuestro deseoes que las estructuras de gobierno pro-muevan la unidad dentro de la rica va-riedad existente en el mundo lasaliano.

3. Líneas de acción

3.1 Modelo de gobierno3.1.1 Un nuevo modelo de Consejo

General

El 44º Capítulo General decide un

cambio importante en la configura-ción y la composición del ConsejoGeneral.

En el entorno del Superior General:

– Un Vicario General. – Tres Consejeros Generales que resi-den en Roma y constituyen con elVicario General una comunidad per-manente en torno al Superior Gene-ral.– Cinco Consejeros Generales paralas Regiones. Son plenamente Con-sejeros Generales aunque residanhabitualmente en la Región que tie-nen a cargo.

3.2 El Consejero General parauna Región

Se trata de un Consejero General ele-gido por el Capítulo. Tiene “por misiónasistir al Hermano Superior General enel gobierno y animación del Instituto”(Regla 120).

Lleva a cabo esta responsabilidad asu-miendo la que prevé la Regla para elRegional (Regla 127e): “Fomenta las re-laciones entre los Hermanos Visitadoresde la Región y los sostiene en su misión.Asegura la vinculación entre la Región yel Hermano Superior General. Vela porla aplicación de las decisiones tomadasy de los proyectos adoptados para elconjunto de la Región. Desarrolla la co-operación y la interdependencia dentrode la Región y entre ésta y las demás Re-giones”.

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3.2.1 Necesidades y funciones delConsejero General para una Re-gión en relación con el Centro delInstituto

3.2.1.1 Necesidades

– La comunicación en el interiordel Consejo y con las Regiones.

– La eficacia en el trabajo.

– Una presentación clara de lasgrandes orientaciones del Insti-tuto.

– El tratamiento de las situacionesconflictivas.

– La atención a los medios huma-nos disponibles para la misión, enparticular de los Hermanos.

– Mantener el equilibrio entre elbien general (del Instituto) y el bienparticular (de la Región y de losDistritos).

3.2.1.2 Funciones

– Asegurar la unidad del Instituto.

– Servir de puente entre las Regionesy el Centro del Instituto tratando so-bre todo de que haya una buena co-municación.

– Asumir algunas responsabilidadesdel Consejero General habitual.

– Reunirse por lo menos dos vecespor año en Roma con todo el Con-sejo.

3.2.2Necesidades y funciones en rela-ción con las Regiones

3.2.2.1 Necesidades

Parece importante que cada Regiónpueda pronunciarse sobre sus nece-sidades en relación con la funcióndel Consejero General para la Re-gión. En efecto, las Regiones son di-versas y su situación puede suscitardiferentes expectativas en relacióncon el Consejero General para la Re-gión, no tanto sobre su persona sinosobre sus funciones. Una primeraocasión para manifestar estas nece-sidades es el momento del Capítuloen el que cada Región presenta de 3a 5 nombres de posibles ConsejerosGenerales para la Región.

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Lo más pronto posible, la instanciade reflexión y decisión propia decada Región:

– precisará más las necesidades a lasque el Consejero General para la Re-gión debe responder,

– adaptará los Estatutos de la Regióna la nueva situación,

– concretará el lugar de la comuni-dad del Consejero General de la Re-gión y la logística necesaria para sumisión.

Estos elementos se presentarán alSuperior General y su Consejo parasu aprobación.

3.2.2.2 Funciones

Las siguientes funciones son comu-nes a todos los Consejeros Generalespara las Regiones, sea cual sea la Re-gión.

– Asegurar el respeto a la subsidiari-dad y el cuidado de la interdepen-dencia respecto a las otras Regiones.

– Responder a las necesidades espe-cíficas de la Región.

– Ayudar al gobierno de un Distrito sifuese necesario.

– Asistir a los Distritos en la elecciónde sus responsables.

– Ayudar a los Distritos, en colabora-ción con los Visitadores, en la imple-mentación de las orientaciones y lí-neas de acción del Capítulo General.

– Acompañar a los Hermanos Visita-

dores de la Región que está a sucargo y ejercer la autoridad delegadapor el Hermano Superior General, encaso de necesidad.

Si una Región tiene una Delegación,el Consejero General para la Regiónserá su Delegado.

3.2.2.3 Perfil

– Capacidad para establecer una co-laboración y una sinergia en la Re-gión.

– Respetar la diversidad y saber pro-mover la unidad.

– Talento en lo referente a la adminis-tración y a la organización.

– Capacidad para comunicar y tra-bajar en equipo.

– Conocer la Región.

– Dominar al menos una segundalengua.

– Capacidad de mediación más quede autoridad.

– Capacidad de tomar distancia, in-formarse, discernir y decidir.

– Una buena salud.

– Tener experiencia en lo relacionadocon asuntos de gobierno.

3.3 Procedimiento para lanominación del nuevoConsejo General

Este procedimiento tiene como finali-dad permitir un discernimiento para la

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formación del futuro Consejo General.

Después de la elección del SuperiorGeneral

3.3.1 El Capítulo procede a realizardos sondeos para facilitar que apa-rezcan nombres para la constitucióndel Consejo General, incluido el Vica-rio.

– 1er sondeo: cada Capitular escribeen una lista 10 nombres de Herma-nos como máximo y no necesaria-mente Capitulares. El resultado delsondeo no se comunicará inmediata-mente.

– 2° sondeo: cada Región se reúnepara indicar de 3 a 5 nombres deHermanos como máximo que seríanidóneos para ella en el desempeñodel cargo de Consejero General de laRegión. Estos Hermanos puedenpertenecer a la Región o no. Este en-

cuentro permitirá igualmente a laRegión precisar sus necesidades conrelación a la figura del Consejero Ge-neral para la Región.

– Estos sondeos son publicados si-multáneamente en dos listas separa-das. El número de votos no se indica,pero los nombres son publicados enel orden de votos obtenidos.

3.3.2 Después de la publicación delos sondeos, los Hermanos cuyosnombres aparecen podrán expresarsu reacción. Los que no la expresen oque se declaren disponibles podránredactar una breve reseña sobre susexperiencias anteriores (CurriculumVitae) siguiendo un formulario quese establecerá. Para el primer son-deo, si hay nombres de Hermanosno presentes en el Capítulo que seencuentran entre los diez primeros,estos Hermanos serán contactados

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para que puedan expresar su reac-ción y hacer llegar su C. V. Para elsondeo efectuado por las Regiones,si se produjera el caso, las misma Re-giones se aseguran de la disponibili-dad de dichos Hermanos.

3.3.3 Entonces se aplicará el artículo112b de la Regla: “Con el fin de prepa-rar la elección del HermanoVicario y de los otros miem-bros del Consejo General,el Hermano Superior re-cientemente elegido re-úne las informacionesque cree útiles y las trans-mite a los capitulares. Si lojuzga oportuno, puedeproponer algún sondeodentro del Capítulo, y pre-sentar luego a los electoreslos nombres de los Herma-nos que conceptúe idóneospara el cargo”.

3.3.4 Después se procede ala elección del HermanoVicario.

3.3.5 Seguirá la elección de los Conse-jeros Generales para las Regiones,Región por Región. Todos los Capitu-lares que tienen derecho a voto par-ticipan en esta elección.

3.3.6 La elección de los ConsejerosGenerales que residen en Roma, quetiene lugar después, se hace una trasotra para así tener en cuenta posibi-lidades complementarias.

3.4 Los Secretariados

Para ayudar al Superior General y suConsejo se organizan los Secretariados.El Superior General y su Consejo deter-minan su número y misión, y nombrana sus responsables.

Con relación a los Secretariados nosparece preferible mantener la dife-

rencia entre la responsabili-dad de gobierno y la de refle-xión y organización. Estoposibilita a los Secretariosdesarrollar más librementesu reflexión y su trabajo en lamedida en que esto permitepercibirla no como trabajode gobierno, y de disponerasí de una instancia de arbi-traje, en caso de divergen-cias sobre conceptos al in-terior de un Secretariado ode Secretariados.

3.5 Reuniónintercapitular

El Hermano Superior y su Consejo or-ganizarán una reunión intercapitular,en la que participarán los responsablesde las unidades administrativas del Ins-tituto (Distritos, Regiones, Centro delInstituto), para poner en común las ex-periencias y realizaciones significativasen relación con la implementación delas orientaciones del Capítulo Generaly prever los desafíos a enfrentar du-rante los próximos años.

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3.6 Nombramiento delHermano Visitador

El Capítulo desea que se respete la li-bertad de los protagonistas (nomina-dos y Superior). Por ello pide que losCapítulos de Distrito tengan en cuentaeste punto en el proceso de nomina-ción que determinen (Cf. Regla 134a).El medio adecuado es que las papele-tas de la última votación de sondeopara el nombramiento para HermanoVisitador deben permanecer secretas yser enviadas a Roma sin escrutar.

En caso en que un Distrito tenga difi-cultades para presentar tres Hermanosque puedan ser Visitadores, el Conse-jero General de la Región velará para laimplementación de las recomendacio-nes 32 y 33 del 43º Capítulo General.

II. Economía y finanzas

1. Desafío: búsqueda de laautosuficiencia a todos losniveles

Los siguientes hechos deben tomarseen consideración y requieren la bús-queda de soluciones:

1.1 El desequilibrio en cuanto a losrecursos financieros entre los dife-rentes Distritos y Regiones para lle-var adelante la misión lasaliana y laformación para la misión.

1.2 La financiación de las nuevas es-tructuras de la misión educativa lasa-

liana. (Por estructuras se entiendeaquí las instancias permanentes opuntuales al servicio de una sinergiaentre los actores de la misión educa-tiva lasaliana).

1.3 La necesidad de identificar los re-cursos financieros necesarios y ha-cerlos circular entre los Distritos te-niendo en cuenta las legislacionesde los países.

1.4 En algunos sectores faltan admi-nistradores preparados y procedi-mientos administrativos modernos.

2. HorizontesEl Capítulo fija como objetivos de lospróximos años el logro de:

2.1 La autosuficiencia económica a ni-vel del Instituto, Región y Distritos.

2.2 Una gestión económica solidaria,evitando mantener la dependenciade unos sectores respecto a otros.

2.3 La captación de recursos prove-nientes de fuentes externas al Insti-

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tuto para las obras y estructuras alservicio de la misión.

3. Líneas de acción3.1 El Ecónomo general y el Consejo

Económico Internacional promove-rán la política de austeridad presu-puestaria y se continuarán reinvir-tiendo los intereses del patrimonioestable del Instituto para alcanzar laautosuficiencia económica.

3.2 La ayuda a los Distritos y sectoresque carecen de recursos suficientesse dedicarán prioritariamente a pro-yectos que conduzcan a la autosufi-ciencia económica.

3.3 Garantizar que en los Distritos sediferencien claramente los bienes yrecursos que pertenecen a la misiónde los que son patrimonio del Dis-trito, como comunidad de Hermanos.

3.4 La financiación de toda iniciativay de las estructuras permanentes opuntuales en el marco de la misióneducativa lasaliana será objeto de re-flexión y de decisiones previas. Estalínea de acción se aplicará a todoslos niveles del Instituto.

3.5 En los Distritos y Sectores dondesea necesario se garantizará la for-mación para asegurar una adminis-tración, gestión y contabilidad profe-sionales.

3.6 Se buscarán recursos externos alInstituto, a todos los niveles, para elfinanciamiento de su misión.

III. La misión educativalasaliana

1. Desafío: avanzar en elcompartir la misión

El año 2006 tuvo lugar la Asamblea In-ternacional cuya preparación y reali-zación constituyeron momentos fuer-tes en el proceso de desarrollo delcompartir la misión.

El Capítulo, teniendo en cuenta la si-tuación en la que nos encontramos,juzga necesario tener en cuenta, parasuperarlos, los obstáculos siguientes:

1.1 Ausencia de una estructura formalpara los colaboradores y asociadosseglares, sobre todo a nivel interna-cional. En consecuencia, surgen pre-guntas sobre los modos de repre-sentación y de las responsabilidades.

1.2 Por diversas razones, ciertos secto-res del Instituto no tienen programaspara los asociados ni tampoco Con-sejo de la Misión. Quienes los hanpuesto en marcha tienen una expe-riencia muy escasa sobre el particular.

1.3 De cara a los Colaboradores y Aso-ciados se están utilizando modelos deestructuras propios de la vida religiosapara las nuevas realidades emergen-tes. ¿Podemos imaginar otros?

1.4 El financiamiento y la autoridadde las Asambleas locales, regionalese internacionales no están claros.

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2. HorizonteEs importante llegar a una forma deasociación adecuada y respetuosade todos los actores lasalianos, Her-manos, Asociados y otros Lasalianos,para que puedan vivir en intensa yestrecha unión en el servicio educa-tivo de los pobres. Dicha unión debeestar fundada en el carisma de SanJuan Bautista de La Salle.

3. Líneas de acción3.1 El 44º Capítulo General acoge

con agrado el trabajo realizado por laAsamblea Internacional 2006, que seencuentra en el documento “Asocia-dos para la misión educativa lasa-liana” y solicita a todos los nivelesdel Instituto (internacional, regional,local) tener en cuenta las conclusio-nes de esta Asamblea Internacionalen los planes de acción de los próxi-mos 7 años.

3.2 El 44º Capitulo General adopta laslíneas de acción que siguen:

3.2.1 A nivel local (Sector/Distrito), sos-tener y animar el seguimiento deldesarrollo de estructuras con votodeliberativo (AI-2006 8.1.1).

3.2.2 Que las Regiones mantengan yestablezcan (según las posibilidadeslocales) las estructuras/consejos convoto deliberativo entre el nivel locale internacional (AI-2006 8.1.2).

3.2.3 El Centro del Instituto estudiará

la posibilidad de establecer unnuevo Consejo Internacional de laAsociación Lasaliana para la Misión,de acuerdo con la propuesta hechapor la Asamblea Internacional 2006(AI-2006 8.2.1).

3.2.4 Que se tome en cuenta la peti-ción de una segunda Asamblea In-ternacional antes del próximo Capí-tulo General ordinario (AI-2006 8.2.2).

3.2.5 Que sea constituido por el Centrodel Instituto, en relación con el Con-sejo Internacional de la AsociaciónLasaliana para la Misión, un grupode trabajo que trate de cumplir loque sigue a continuación para pre-parar la segunda Asamblea Interna-cional y presente un informe al Supe-rior y al Consejo sobre:

3.2.5.1 La comparación y evaluaciónde las estructuras existentes de Aso-ciación para la Misión a todos los ni-veles con el fin de elaborar recomen-

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daciones para su desarrollo futuro(AI-2006 8.2.1).

3.2.5.2Una investigación jurídica ycanónica referente a cuestiones re-lacionadas con el surgir de nuevasestructuras lasalianas, con el fin deofrecer recomendaciones paraguiar este surgimiento (AI-20068.2.1).

IV. Propuesta respecto ala Regla

Que bajo la autoridad del HermanoSuperior General y su Consejo unaComisión lleve a cabo, en diálogocon el Instituto, una revisión de laRegla. Si el Superior General y su Con-sejo lo ven oportuno convocarán unCapítulo General extraordinario o unasesión especial del Capítulo Generalordinario de 2014, para que se sometaa consideración la propuesta revisadade la Regla.

ConclusiónEl gobierno, las finanzas y la misióneducativa lasaliana pueden parecerdominios distintos. Y en efecto lo son,pero distinción no significa separación.

Lo que los une es la preocupación porcolocar todos nuestros recursos huma-nos y materiales al servicio de aquellospor los que la aventura lasaliana co-menzó en el siglo XVII y continúa cua-tro siglos más tarde: los jóvenes “aleja-dos de la salvación”, tanto desde elpunto de vista temporal como eterno.

Lo que los une es también que recla-man nuestro compromiso, imagina-ción, tenacidad y paciencia para que launidad en la diversidad no sea sólo unsueño sino un campo de trabajo per-manente.

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Queridos Hermanos:

Terminamos el 44º Capítulo General y, como Capitulares, estamos impacientes porcompartir con vosotros los frutos de intensas semanas que hemos vivido en co-munidad en el Centro del Instituto. La diversidad de nuestros orígenes, culturasy situaciones, lejos de poner en peligro nuestra unidad, la ha enriquecido y nosha abierto a una escucha más atenta. Nos gustaría que pudierais vivir una expe-riencia similar donde os encontráis, descubriendo la riqueza de los que viven ytrabajan con vosotros, y reconociendo la ayuda que nos ofrecen para buscar jun-tos lo que Dios espera de nosotros hoy.

Este 44º Capítulo General, de estilo “alternativo” como lo había deseado el 43º Ca-pítulo, nos ha hecho entrar en el ritmo bíblico inspirado por el episodio bíblicodel Éxodo y de Emaús para discernir en la fe lo que Dios le pide a nuestroInstituto hoy. Esto nos ha hecho escuchar las llamadas del mundo, de la Iglesia,de la Vida Consagrada y de nuestro Instituto, comprometido en la educación hu-mana y cristiana, especialmente de los pobres (Cf. Regla 3).

Gracias a vosotros que, por vuestra oración, vuestras notas, vuestras reflexionescompartidas y vuestro estudio de los documentos, nos habéis ayudado fraternal-mente a escuchar las necesidades de nuestro tiempo. Queremos continuar convosotros esta búsqueda de los signos de Dios en nuestras vidas y nuestras comu-nidades, en los cambios culturales y en nuestra asociación para el servicio edu-cativo de los pobres (cf. Regla 39). El Capítulo General se termina, pero en realidades un principio: Hermanos, Comunidades, Distritos, Regiones, Centro del Instituto,todos tenemos que buscar cómo renovar nuestra vida, como también lo habuscado este Capítulo a la luz de Emaús: “Ser Hermanos hoy: Ojos abiertos, co-razones encendidos”.

Bajo expresiones que os parecerán a veces familiares y a veces un tanto descon-certantes, esperamos que percibáis los desafíos a los que hemos decidido respon-der, sobre todo la urgencia de una conversión al Espíritu de Jesús. Este nos em-puja a renovarnos en profundidad para vivir la misión que nos es confiada y que

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Mensaje del 44º CapítuloGeneral a los Hermanos

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tenemos que realizar en el mundo y en las situaciones que nos corresponden. Estaurgencia ha hecho que pongamos al comienzo de las Actas del Capítulo el in-forme sobre la “Vida interior”.

Se trata de un desafío mayor: profundizar nuestra vida interior, vivir movidos porel Espíritu en comunidades fraternas, impulsados por la pasión por Cristo y la pa-sión por la humanidad, haciendo que nuestros actos sean acordes a nuestras pa-labras. La importancia de la vocación lasaliana para el mundo y la Iglesia de hoy,y el cuidado de la continuidad de la misión exige una pastoral vocacional lasa-liana, y principalmente de Hermanos: ¿sabremos, todos y cada uno, rezar einvitar a rezar por las vocaciones, informar, preguntar, suscitar, acompañar, abrir-nos a las nuevas formas de asociación, afirmar nuestra identidad?

Hay mucha tarea para nuestra misión compartida: los nuevos desafíos de los de-rechos del niño; de la vida, desde su comienzo hasta su fin; de los problemas cre-ados por los movimientos migratorios; de la verdadera solidaridad entre las na-ciones… Junto a otros lasalianos, comprometidos con nosotros en el servicioeducativo y evangelizador de muchos jóvenes, especialmente de los pobres, bus-camos afrontar los desafíos que nos encontramos. El hecho de ser un Instituto in-ternacional nos debe llevar a coordinar nuestros esfuerzos y a tener también unapalabra pública

El consenso al que hemos llegado ha querido tener en cuenta a la vez la unidaddel Instituto y nuestra gran diversidad, desarrollando horizontes hacia los cualesqueremos caminar juntos y grandes Líneas de Acción -a veces con algunas suge-rencias para no quedarnos en simples ideas generales- en vez de propuestas, alas cuales estábamos acostumbrados desde hace años. La flexibilidad de su apli-cación para conseguir los horizontes no resta importancia al hecho de que sondecisiones tomadas por el Capítulo General con una amplísima mayoría, y portanto, nos comprometen a todos.

Cada uno, y todos juntos, somos llamados a ser Hermanos hoy, asociados entre nos-otros en comunidades y como Cuerpo del Instituto, y con un gran número de aso-ciados y otros compañeros, comprometidos en el servicio educativo de los pobres,niños, jóvenes y adultos, con quienes nos encontramos en el ministerio.

¡Sea cual sea tu edad, Hermano, da lo mejor de ti para la vitalidad del Instituto (Cf.Regla 145) según tu propia situación! Cuando tu corazón se ha abierto a la llamadadel Señor, Él te ha llenado de dones para responderle (Cf. Regla 35c). Los Capitulareshan intentado hacerlo antes de invitarte: ¡ábrete hoy al soplo del Espíritu!

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Mensaje del 44º CapítuloGeneral para la Familia

Lasaliana¡Queridos miembros de la Familia Lasaliana, recibid nuestro saludo fraternodesde Roma!

Terminamos el 44º Capítulo General y los 111 Capitulares, venidos del mundo en-tero y preparados ya para volver a los diversos lugares donde compartimos la mi-sión lasaliana con vosotros, queremos comunicaros el lugar que habéis tenido yque tenéis en nuestro corazón, nuestros pensamientos y nuestras decisiones.Nuestro saludo se extiende también a todos lo que, desde diversas pertenenciasreligiosas y distintas referencias culturales, encuentran también en San JuanBautista de La Salle una luz y un apoyo en el compromiso de su vida por unmundo de solidaridad y de paz, donde todos pueden encontrar lugar en el reco-nocimiento de sus derechos más fundamentales, porque todos son hijos e hijasde un mismo Padre.

Nuestro Capítulo General se ha centrado particularmente en lo más específico denuestra vida de Hermanos, puesto que ésta es su primera misión. En esta ocasión,no estaba compuesto más que por Hermanos, a diferencia de los dos últimos Ca-pítulos. Y sin embargo, habéis estado constantemente presentes en las decisionesy orientaciones que hemos tomado.

Por una parte, a causa de las asambleas que se han celebrado a lo largo de los úl-timos años en los Distritos y las Regiones, que han confluido en la Asamblea in-ternacional 2006, Asociados para la Misión educativa lasaliana, cuyo Informe, des-pués de la presentación por parte de tres de los principales organizadores de estaAsamblea, ha sido una referencia constante para nuestros trabajos. Y más que unareferencia: el 44º Capítulo General ha aceptado este Informe para el Instituto delos Hermanos de las Escuelas Cristianas; llama al Centro del Instituto y a todos lossectores del mismo a dar, cada uno según sus responsabilidades, un impulso alas Orientaciones fundamentales y a las Áreas prioritarias propuestas por laAsamblea Internacional.

Por otra parte, porque la oración y el interés manifestado por muchos de vosotrospor nuestro Capítulo nos han obligado a esforzarnos para responder a vuestrasexpectativas.

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Y finalmente, y sobre todo, porque el compromiso de vida de muchos de vosotros,podemos decirlo, ha sido un claro testimonio de la dignidad de la persona y de sutrabajo y más aún del valor del ministerio de los que están comprometidos en lamisión lasaliana. Este testimonio ha sido también para los Hermanos y las Comu-nidades una llamada a vivir con más profundidad nuestra vocación específica.

Un icono bíblico ha dado unidad especialmente a todo nuestro recorrido: el deMoisés cuando escucha a Dios que le llama por su nombre y le envía al serviciode su pueblo oprimido. “He oído sus gritos. Vete, yo te envío”. Nosotros, también,queremos vivir “la pasión por Cristo y la pasión por la humanidad”, viviendonuestra vocación propia como educadores y suscitadores de la fe de los que nosson confiados, especialmente de los niños y de los jóvenes cuyos derechos fun-damentales son desconocidos. Como red internacional, podemos mucho más delo que hacemos. “Los pobres son nuestros maestros y serán nuestros jueces”, escribíael H. Álvaro.

Las tareas de la misión compartida no faltan: además de los derechos del niño yel respeto de la vida, hemos recordado particularmente los desafíos que nos plan-tean los movimientos migratorios, los que descubrimos en tantas familias, la ne-cesidad de una solidaridad verdadera entre las naciones, el desafío de una ver-dadera esperanza para el mundo que conocemos, etc. Contamos con todosvosotros para afrontar estos retos, cada uno según su edad, su estado, su situacióny sus convicciones personales. ¿Vosotros también escucháis las llamadas, explí-citas o calladas, de aquellos con los que trabajáis concretamente, con sus pobre-zas intelectuales, morales, espirituales, afectivas…? Os invitamos a continuar y aresponderlas con nosotros. Las vocaciones lasalianas, y entre ellas la vocación delos Hermanos, son indispensables en nuestra misión común de educación abiertaa la trascendencia: los jóvenes lasalianos lo decían en el segundo Simposio deRoma, en julio de 2006. Todos podemos contribuir por medio de la oración y, se-gún nuestra situación, por medio de la llamada y del acompañamiento de estasvocaciones que la Iglesia necesita.

Hemos descubierto un poco mejor lo que necesitamos dejar detrás de nosotrospara levantar nuestras miradas hacia nuevos horizontes. Y os invitamos a conti-nuar caminando con nosotros, apoyándonos en la promesa recibida por Moisés:“Yo estaré contigo” (Ex 3.12).

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