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sumario : El 19 de Julio en las Colectividades. — Por qué se perdió Asturias. Las minas de Mercurio de Almadén. — Evasión de 25 antifascistas del Africa Occidental. — Contri- bución de los Trasportes al triunfo del pueblo. — Cómo se gestó la traición en la M a- rina de Guerra. — Recuerdos dramáticos de la evacuación, de Toledo. — Cómo trabaja S.I.A. — La Iglesia afianzó sus privilegios en la república. — Basil Zaharoff. — La mu- jer nueva en la España de hoy. — La mate midad bajo el signo de la revolución. — De las milicias al ejército popular. — Alborea en plena guerra el cinema revolucionario. — La destrucción de Guemica. — La Sanidad.— La Telefónica. Ricardo Sanz, en el puesto de Durruti. — Diario de la Guerra, por Gonzalo de Reparaz. 3 FusOamipnt« de can»p»»Inos www.federacionlibertaria.org

Documentos Históricos de España Año i, n° 03, diciembre de 1937

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s u m a r i o : El 19 de Julio en las Colectividades. — Por qué se perdió Asturias. — Las minas de

Mercurio de Almadén. — Evasión de 25 antifascistas del Africa Occidental. — Contri­bución de los Trasportes al triunfo del pueblo. — Cómo se gestó la traición en la M a ­rina de Guerra. — Recuerdos dramáticos de la evacuación, de Toledo. — Cómo trabaja S.I.A. — La Iglesia afianzó sus privilegios en la república. — Basil Zaharoff. — La mu­jer nueva en la España de hoy. — La mate midad bajo el signo de la revolución. — De las milicias a l ejército popular. — Alborea en plena guerra el cinema revolucionario. — La destrucción de Guemica. — La Sanidad.— La Telefónica. — Ricardo Sanz, en el

puesto de Durruti. — Diario de la Guerra, por Gonzalo de Reparaz.

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NUESTROS PROPOSITOSn O C U M E N T O S HISTORICOS DE ESPAÑA se propone fundamental!

mente lo que indica su nombre: documentar, para ahora y para futuro, la verdad estricta con respecto a los m agnos acontecimiento! que se desarrollan en España.

Esa verdad que ha sido tergiversada, que ha sido omitida o eludiJ da de las informaciones oficiales y de las agencias noticiosas al servidif de la burguesía, será d ivu lgada ampliam ente por DOCUMENTOS HIS TORICOS DE ESPAÑA.

• El predom inio de los políticos y de las clases burguesas en la acl tualidad, les han proporcionado los m edios de información internario| nal, el dinero para la propaganda en el exterior y, sobre todo, el do minio sobre la censura, con la cual se hacen todos los esfuerzos em pequeñecer y den igrar la form idable obra realizada por los trabajo dores, por sus organizaciones sindicales C. N. T. y U. G. T., por la anarquistas y las Juventudes Libertarias.

• Bajo la presión de las potencias extranjeras, se realiza una verdaí dera exterm inación del movim iento revolucionario social, que fué el < salvó a España del triunfo fascista el 19 de julio, en las jornadas (jlo¡ riosas de Barcelona y de Madrid, en el cuartel de la Montaña.

• Los trabajadores han demostrado en España su capacidad con tructiva: han organ izado las industrias, han puesto en marcha, efirie temente, todos los transportes, han impulsado todas las actividades útij les, han organ izado el abastecim iento en los momentos más difídlei han creado la nueva producción para la guerra; todo sin influencia dd Estado, sin depender de sus antiguos amos, ba jo el contralor de lasor| gan izaciones obreras. Han constituido las form idables colectividade< agrarias que son orqullo, por su perfecto funcionamiento, del espíritj libertario que las anima. Todo ello se desconoce, se pretende destruifj elim inando las conquistas de la revolución.

• El movim iento libertario ha evidenciado en España su enorme i pacidad, poniendo en práctica sus ideales, hasta entonces consideré dos utópicos e irrealizables. El comunismo libertario no es ya üna fwl mulación teórica o un anhelo inalcanzable. En España se ha establef cido en numerosísimas localidades, en alaunas de las cuales aun sitb siste este régimen, por no haber llegado los desmanes de la contrarre volución, demostrando ante el mundo su factibilidad, a la vez que su perfección como sistema de convivencia y de trabajo.

• Muchos otros aspectos de enorme interés son desconocidos a tro vés de las informaciones oficiales o tendenciosas. DOCUMENTOS HIS TORICOS DE ESPAÑA, ded icará preferente atención a los problema aue hemos esbozado, para aportar sobre ellos la m ayor informaáói documentada, que contribuya a l conocim iento total de los mismos.

DOCUM ENTOS HISTORICOS DE ESPAÑA, no será una publico ción al estilo de los Boletines O ficiales, conteniendo solamente Deere tos o copias de pergam inos antiguos. En nuestro concepto, más socio lóg ico que bib liográfico, cuando es necesario documentar los hecho ocurridos en el transcurso de una revolución — máxime si tiene los proyecciones de la de España — no se puede hacer historia con copia de decretos, aunque éstos tengan en determ inadas circunstancias n importancia.

• Por ello, DOCUM ENTOS HISTORICOS DE ESPAÑA, será una re vista interesante. En sus páginas, los lectores encontrarán amplia infor m ación de todos los aspectos de la guerra y la revolución.

5tRYICIDiiePHDRACAHDt E5PMU

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La Salvación d e ESPAÑA Está en M a n o s del PuebloMIENTRAS las potencias fascistas han sellado un

pacto de mutua colaboración, las potencias llamadas democráticas que ven seriamente ame­nazados sus intereses en el Oriente han abando­nado a España a cumplir un plan prefijado, cual nueva victima propiciatoria. El plan que está llegando a sus fases definitivas ha creado la des­moralización en la retaguardia y la vanguardia, la que tratan de neutralizar o anular los sectores libertarios y todas» las fuerzas verdaderamente antifascistas El gobierno Negrín, que sigue la crientación franco-inglesa, principalmente la trai­dora política de los británicos que en todos lostiempos quisieron tener la hegemonía político - jurídica de los pueblos, para tras ella apuntalar sus intereses económicos y conseguir concesiones provechosas, ha sido el instrumento para lograr la materialización del programa completo de entre­gas que alcanzan desde el orden militar hctsta el económico y político Desde el tiempo en que Largo Caballero dejó e* gobierno y cón él lrr C. N. T. y U. G . T., se ha ido cumpliendo, con ritmo tranquilo para no provocar la reacción de las organizaciones que hacían la guerra al mismo tiempo que la revolución, la imposición inglesa da anular las con­quistas del pro­letariado .

Y el proceso contrarrevolucio­nario que las potencias demo­cráticas impusie­ron a Negrín, so pera de negarle su ayuda, — que nosotros afirmamos ■ que no ha pasado de ser de orden moral, sentimen­tal o dialéctico, porque no existe un sólo caso a señalar q u e pruebe la deci­dida acción de­mocrática con­tra las actitudes prepotentes del fascismo internacional — ese pro­ceso, que el pueblo español está sufriendo mien­tras sostiene su heroica lucha: comenzó por la eli­minación de la U. G . T. y C. N . T del gobier­no y de Largo Caballero como jefe del gabinete; siguió llevando una guerra despiadada contra las conquistas proletarias como son las colectivida­

P U B D C A O iO N M E N S U A L D IC IE M B R E DE 1937.Adm in istra tor: JU A N P E R E Y R A , O lavarria 738. Buenos Aires, Rep. Arger.tin.-!

Capital, 20 cts. Interior, 25 cts Suscripiiön por 12 numeros $ 2.50

des; eliminó al Consejo de Defensa de Aragón que estaba reconocido por el gobierno y cumplía una función indispensable; consiguió la reunión de las Cortes para dar oportunidad de regreso a elemen­tos conservadores como Pórtela Valladares y Mau­ra, que huyeron cuando estalló la guerra y el pri­mero llegó a solidarizarse con el traidor Franco; exige ahora la eliminación de los comunistas, qua dentro de poco será otro de los objetivos cumpli­do, ya que serán reemplazados en el gobierno y en los puestos de comando de la guerra; y, fra­casado el "abrazo de Vergara", proyecta ahora la reimplantación de la monarquía, última aspi­ración que se quiere realizar tras un pacto igno­minioso y criminal

La diplomacia inglesa, sutil, traicionera y antiprcletaria, mueve todos los hilos de esta Ira. ma. Inglaterra quiere, indudablemente, no perder su influencia en el Mediterráneo y sus intereses en la península, pero tampoco quiere y esto es fun­damental para ella, aún teniendo que perder al­go, que los conquistadores sean las tuerzas pro­badamente revolucionarias de España. EnUe el fascismo y la democracia obrera, anticapitalista y antimperialisla, el imperio británico ha elegido

y cree que es preferible y más fácil de enten^ derse con el pri­mero Falta la eliminación del Partido Comu­nista para lo­grar cumplir el postrer objetivo de la reimplan­tación de la di­nastía borbóni­ca . Negrín, para favorecer esto propósito ha de­clarado q u e piensa gobernar "iuerte" y prosi. gue en sus me­didas de liqui­dación de la guerra y de la revolución. La españoles. Está Largo Caballera

suerte está echada' para los echada desdo que so eliminó c y a las centrales sindicales de la dirección de la guerra y de la orientación del gobierno. Les pro- codimientos contrarrevolucionarios materializados por el gobierno Negrín a instancias de Inglaterra han creado la desmoralización de los que luchan

(Continúa en la página 0)

DOCUMENTOS HISTORICOS DE ESPAÑA 1—81

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EL 19 DE J U L I OLA R evo lu c ión española es em inen­

tem en te cam pesina . Del cam po le lle ga su v ita lid a d . E n A s tu ­ria s se ha cert ificad o , donde e l vue- lo revo lu cion ario s iem pre ha cu lm i­nado sobre el resto del p a ís . Y , ju s­tam ente. en A s tu rias , ?s donde se fu n dó lo m ejo r, lo m ás fra g a n te del esp íritu cam pesino. A s tu r ia s jx > d r ía - n ioa dec ir, fu e la t ie r ra de prftn isión. p a ra a lgunas reg ion es españolas.

N o e3 m en ester reco rd ar — v iven en la m em oria de todos — los m o­v im ien tos revo lu cionarios del cam pe­sinado extrem eñ a y andaluz, que o fr e c e trad ic ión de s ig los .

Cuando adviene e l 19 de Julio, y re co rre con su cam pana jubilosa, a g ita d a en arrebato , los pueblos de España, L eva n te , que en tan tas es­peras ha acariciado e l sueño c o le c ti­v o de su liberación , sa lta presto, con ag ilid a d adolescen te -— el pueblo es s iem pre joven — , y se dispone a ls g ran ob ra de estructu rar una econo­m ía revo lu c ion aria .

E l enem igo trad ic ion a l del p ro le ­ta r io y sem ip ro le ta r io cam pesino so silueta, adrede, para la escopeta del personaje s im bólico que es Juan el ca zador.

E l cura, el cacique, el te rra ten ien ­te, la gu ard ia c iv il, todos aquellos e lem en tos sobre los que descansa lin a v ie ja p o lít ica v ic ia d a y ru inosa, desde e l punto de v is ta nacional, in ­d ign a desde el ángu lo de la d ign i­dad hum ana; an tih istórica , anacrón i­ca, “ de p res tado ” , sem icolon ia l, re ­tó rica , d em agóg ica , rom a, etcétera , « t e . — para que e l le c to r añada su. persona! y particu la rís im o ad je tivo — , se v iene abajo en los cen tres v i ­ta les del pais. donde la clase trab a ­ja d o ra de la ciudad y el cam po, a r ­ticu lan su acción y vencen, de una v e z y para siem pre, a l s istem a ca­p ita lis ta .

Los cam pesinos de L evan te , en­cuadrados m ayorita ria tn en te en los S ind icatos de la C . N . T . , se en­fren tan con el fenóm eno revo lu c io ­n ario y hacen cara a los problema.- de la gu erra . Su sentido de la res­ponsabilidad aún no ha sido va lo ra ­do. Q u izá se necesita perspectiva h is tó rica . E i cam pesino, con el m i­liciano, constituye él soporte de nues­tra ges ta an tifa sc is ta .

Los cam pesinos de L evan te , sin v a c ila r un solo m om ento — lo t ie ­nen bien a rticu lado en la teo ría — , ponen manos a la obra, y estructu ­ran una econom ía soc ia lis ta . 51 así r.ace la c o le c t iv id a d .

L a C o lectiv idad encuentra fa c ilid a ­

des sumas desde la hora de su na­cer . Desde su diseño y em peño, constituye una fo rm a natu ra l de creación de riquezas . L as unidades de producción burguesa, que a rr i­ban ul puerto segu ro de sus manos, com o justo retorno, fa c ilitan el hecho c o le c tiv is ta . N o hay más que d err i­bar a lgunas lindes y tra b a ja r con a le g r ía . L a gran fam ilia soc ia lizada es pronto fe l iz . L a conven iencia del traba jo en rég im en socia lista , su p la s tiflca en la sonrisa, que decora los pueblos de L evan te , tan nuevos ahora, precisam ente por ia sonrisa, que parecen recién nacidos.

Y com o organism o, lóg icam en te

Abre PuertasHistóricas ala Creación

e Iniciativa Campesinanecesario, para la producción y d is­tribución de tan enorm es fru tos , en función revo lucionaria , nace la F ed e ­ración R eg ion a l de Cam pesinos de L e v a n te .

E s un producto natura l de la R e ­volución . Los S indicatos de O fic ios Varios, al con tacto con e l 19 de Ju­lio, se tran sform an en órganos de la nueva econom ía . L legan a encauzar e l desorden económ ico, del cual son causa los penosos m om entos de la gu erra y el abandono de las tie rra s i'*n m anos pro letarias, sin, reservas económ icas que hay que im p ro v i­sar.

R em itim os al lector a la consulta del núm ero de F R A G U A S O C IA L correspondiente a l 8 de Junio pasa­do, en el que se publica un rep o rta ­je sobre e l particu la r.

Son cen fenares las Co lectiv idades que h oy o frecen su realización en cam pos de L e va n te .

Con la t ie rra y los instrum entos de trab a jo ; incautados a los fascistas,

S3 o rga n iza la exp lo tac ión comunal. E n casi todos los pueblos se calca 'a an écdota . P r im eros pasos de in­qu ietud y f e . E l p re ju ic io y la des­con fian za que Inspiran, en algunos. 13 nuevo, el ensayo; el noble íesói: de los m ejores y m ayorm en te dota­dos de responsabilidad . L a primera cosecha, los p rim eros trueques. A p a rt ir de aquí, y a es todo facilida­des . E l m ov im ien to financiero , el volumen, en. caja, en cada Colectivi­dad, suma tan a ltas cantidades, que los cam pesinos com prenden, por pri­m era vez, la r iqueza .

L a m ayoría del cam pesinado po­bre, que en razón a su estado social aparece de an tiguo incurso en el S ind icato y en el sueño co lec tivo (le liberación , se sum a espontáneamente a la C o lec tiv id ad . Todos, absoluta­m ente todos aquellos que puedan pre­sen tar una trad ic ión sind ical. Los que no entran, y rea lizan el sabotaje con tra la g ran fa m ilia colectivista, son los “ nuevos” , los em boscados tras un ca rn e t. Pequeños propietarios, m inadores de la g ran obra socia', represen tan tes, en el ag ro , de las fu erza s políticas del F ren te Popu­la r .

U n a p o lít ica burguesa, antisocia­lis ta en consecuencia, llevada a ca l» por el actual m in is tro de Agricu l­tura, ha fom en tado la oposición a las rea lizac iones co lec tiv is tas , al favore­cer, incondicionalm ente, v ie ja s for­m as económ icas. L o cual v iene a de­m ostrarnos cóm o va con tra los inte- i eses revolucionarios, por encim a y aparte la c ircunstancia política, el s istem a cap ita lis ta , superv iv ien te en el fa lucho dem ocrático de) Fren lo P op u la r.

E l 19 de Julio advino para liberar a la clase trab a jad o ra de esclavitud económ ica e indign idad humana, que era la herencia legad a por padres e h ijos, desde el "s iem p re ” de nuestra h istoria .

A d v in o el 19 de Julio con este de­s ign io . E l cam po se o rga n iza en Co­lectiv idades .

Las C o lectiv idades poseen va tal fu e rza p rose litis ta y e jem p la r que. hora a hora, se com p le ta el mana ag ríco la en los predios regionales (!e E sp añ a .

N a d ie podrá con tra ellas, como nadie podrá con tra el 19 de Julio, fecha in icia l de la nueva K ra h:?- tórica de y para la clase trabaja­dora .

Jaime Espina(D e “ F ra gu a S oc ia l” , de Vnlen-

cia, del 1» de M ayo de 19371 .

EN LAS COLECTIVIDADES_ _ _ _ _ _ DOCUMENTOS HISTORICOS DE ESPAÑA

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EL CONSEJO DE A S T U R IA S Y LE O N EXPLICA LAS CAUSASf'L sábado 6 de Noviem bre se reunió el. Consejo

de Asturias y León, bajo la presidencia de Belarmino Tomás, y con la asistencia de to­dos los Consejeros integrantes a excepción de los del Partido Comunista aue no concurrieron a la sesión.

Ln la reunión se trataron asuntos relacionados con la evacuación de. Asturias y se cambiaron impresiones sobre otras cuestiones de interés, suspendiéndose la reunión a la una y media de la tarde, para seguirla a las seis.

Reanudada a d i­cha hora, se facilitó al tinal la siguiente nota:

El Consejo de A s ­turias y León se ría reunido por según da vez desde su sa­lida de Gijón para tratar de resolver problemas que d i­cho Consejo tiene planteados v que no trata de eludir en ningún momento No pretende salvar responsabilidades ;

aceptadas quedan ante los hombres y

■ crite la Historia la-:• que a nosotros nos ' pudieran correspon­

der Convencidos, después de la perdi­da de nuesfia re­gión. de que el Con­sejo iio tiei.e razón ds existencia, hemos no sin antes vig ilar nuestras obligaciones y hace vaier nuestros derechos, si los tuviéramos, y nues­tra verdad.

Asturias no fue vencida por el fascismo De­fendió primero y corno pudo, su territorio. Cayó luego por el acotam iento material de sus hom­

bres, así como por la carencia de material da guerra. Esto és cierto. Para demostrarlo, hemos de concretarnos a tomar literalmente tal acta da la reunión del Consejo del día 20 del actual, las palabras que ante dicho Consejo, y en dicho dia, pronunció el señor coronel Prada. Son é:.;ta¿;

"Informo de que la situación de Asturias sa agrava de día en día. Manifestó que él había ya comunicado al Gobierno que, de pasar el

enem igo la línea de Sella, la situación sería muy compro­metida y desespera* da si los facciosos lograban llegar1 a Villaviciosa. D a cuenta de la baiu moral de nuestro* combatientes, a gra ­vada por el sentir pesimista de la r^ta* guardia. Pone e jem ­plos que dan fuerza a sus impresiones. Dice aue él comuni­có al Gobierno fci necesidad de recibir- material de <mr*rra urgentemente, y la precisión de que í>s- te material llegara a tiempo, va aue, d llegar tarde las ar­mas, que :;e esp eta ­ban no servirían pa-» ia nuda.

Explica a r'-níi- t marión cómo redu­jo frente >ara

i ; i . A N ' l l l A N Q V l ' i T A . —

acordado disolverlo, pero

A l IC lA . N O . darle más eficacia. Todo esto lo t¡h.o <í<,

pleno acuerdo con la Comisión de Guerra Es­tima que no es posible resistir rnáa, y que, si e j posible evacuar parte del Ejército, propone ha­

cer un repliegue en veinticuatro horas para re­

concentrar las tropas en los pueblos de Avilé d.

Cangas y G ijón . El se comprometa a tlwv.urlo a

DOCUMENTOS H ISTO RICO S DE ESPAÑA

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ift.R

i*

El Mieto de Frandseo Ferrer Guardia, XdemiSleado @oq su Abuelo, en Ideas, en la Vida y en la Muerte

De "Solidaridad Obrera” ; 11 de mayo de 193?$

Con respeto nos inclinamos ante todos los caldos en las pasadas jornadas.: y es que la muerte se remonta por encima de las humanas miserias. Ante la visión de los que yacen para siempre, la conciencia va depurándose de las morbosidades morales creadas por la pasión.

Para todos los que han ■ dado su vida, quedará perenne el recuerdo, que nosotros, ni para los vivos ni para los que murieron, establecem os jerarquías, preferencias en el aprecio.

¡■Empero considerarnos que es digna de ser '«m a rc a d a la coincidencia de estos dos hombres: § abuelo y nieto que, por la libertad del pueblo dieron su sangre.5; Francisco Ferrer Guardia cayó acribillado a balazos, víctima de la reacción negra dei¡ ’ clericalismo. Estos días ha caído, también atravesado por el piorno homicida., el nieto del que !;fundó la Escuela M oderna. Ambos pensaban en una humanidad feliz; abuelo y nieto perecieron «n im bado el pensamiento por la fecundante idealidad.j: La herencia idealista del abuelo supo recogerla el nieto y cobijarla en su pecho hasta¡;el supremo trance; hasta ese momento en que la consistencia de las ideas que el individuo ats- xsora se pone a prueba a costa de lo más preciado que se puede amar: a costa de la vida.

cabo, y para ello sólo necesita saber en el tér­mino de dos horas, el número de barcos dispo­nibles, capacidad de los mrsmos y puertos en^ que se encuentran. Esto puede hacer hoy. Mañana será tarde. Nos. ha derrotado 1a aviación y p re­tender resistir es inútil. No cabe más que el re ­pliegue, si se quiere salvar parte del Ejército .

Así informó el señor coronel Prada, jefe del Estado M ayor del Norte, til Consejo de Asturias .y León, el día 20 de Octubre de 1937, a las dos i y m edia de la mañana.

Después de este informe tan claro y terminan­te (problema que había sido tratado ya días an­tes por la Comisión de Guerra, juntamente^ con los Jefes del Estado Mayor, Señores Prada, Fran ­co, Linares, Galán, Ciuta y otros). El Consejo de 'Asturias y León acordó la evacuación de Astu­rias, autorizando al señor coronel Prada para que realizara ésta en lo que se refería al Ejér­cito, aceptando el ofrecimiento que se había he­cho, y ordenando por otra parte, aquellas medi­das de índole civil que estimó oportunas. Este acuerdo se tomó por unanimidad.

Aquel día, a las ocho de la noche, salió dei puerto del Muse! el Consejo de Asturias y León en un barco pesquero (el "Abasca l” ), de cua­renta toneladas, en compañía de varios milicia­nos y oficiales, sin víveres y sin agua, recalando cuarenta y seis horas después en Douamez, en la rada de Bífest.

Sobre las razones que tuvo el Consejo para declararse soberano (razones de aislamiento y de índole psicológica), el Consejo prepara un informe que ha de elevar al Gobierno de la R e­pública y hasta tanto que éste lo autorice, no cree oportuno decir palabra alguna.

Cábenos también asegurar a los asturianos que este Consejo, que ya no tiene razón de ser, no ha de disolverse mientras no resuelva todos los problemas que la evacuación de Asturias ha planteado. Con esta nota, (volvem os a repetir -

■lo), no pretendemos justificar conductas ni con­cluir responsabilidades. Queremos sencillamente

decir nuestra verdad y evitar que maduren en el terreno de la confusión los infundios que prepa­ran aquellos que al huir de Asturias tratan ds borrar las huellas de su traición enturbiando las aguas claras de la conducta de ios demás".

Al terminar ]a reunión, Belarmino Tomás nos manifestó lo siguiente:

“ Fué primordial preocupación de! Consejo ve; la manera de atender a los refugiados de Astu-, rias. Para ello se nombró una Comisión dei seno del Consejo, que radicará provisionalmente en la Delegación Comercial de Asturias, en Barcelona, y que atenderá a ias necesidades de los refu. giados.

Por otra parte el Consejo hará urgentes gss- ; ’ iones cerca del Gobierno para resolver aquellos; problemas que plantea el Ejército evacuado.

Sobre las manifestaciones que andan hacien­do en "la calle unos cuantos traidores que huye­ron de Asturias, pretendiendo justificar su co­bardía, diciendo que el propio Consejo estaba al tanto de sus planes, me interesa - dijo Be iarmino Tomás — desautorizar rotundamente ta­les manifestaciones. Estas personas, que han de­sertado de su puesto, y que incluso algunas de ellas han huido llevándose valores del Estado, de lo cual tienen conocimiento ios Ministerios respectivos, fueron los principales responsables ’ del decaimiento de nuestra retaguardia, a pesar de la nota que en su día, y para evitarlo, dió el Con­ejo

Nos interesa hacer constar que el Consejo <íe Asturias y León, y, por lo tanto, las Organizacio­nes que lo integran, sigue perfectamente compe­netrado y dispuesto a compartir la responsabili­dad de sus actos.

Respecto a otras cuestiones que tratamos, no debo hablar, pues en un informe que elevare­mos al Gobierno donde las consignaremos, y q las cuales no podemos reíerirnosen tanto éste no

ias conozca f nos autorice para divulgarlas".— ( Del Boletín de información CÑT-FAI, eat- ■

.tado en Barcelona con fecha 11!1111937)—

4—84 DOCUMENTOS HISTORICOS DE ESPAÑA

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LAS RICAS MINAS DE MERCURIO de ALMADENLa guerra que sostenemos es

i una da las tantas guerras de rapiña

Nos quieren quitar nuestra tierra, nuestros minerales

y la libertad

Almadén es la principal fuente de mercurio del mun­

do, no superada

WO es m enester rep e tir que las gu erras de conquistano son más que robos lega lizad os p o r la fu erza .

Asaltos a las r iquezas a jenas por m edio de e jé rc ito s y escuadras. Abusos de poder, de p reparac ión y de tra ic ión .

La guerra que en E spaña sostenem os en la ac tu a li­dad, es, sencillamente, una de tan tas gu erras de rapiña. Mejor dicho, de tr ip le rapiña. N o s qu ieren qu ita r la t ie ­rra, los minerales y la lib ertad .

Habláramos de uno de los principales ob je tivos, com o se dice ahora, de! ataque de que nuestro pueblo es v íc t i­ma. De las m inas de m ercu rio de A lm adén , las m ejores

. del mundo en su género .

Almadén pertenece a la p rov in c ia de Ciudad R ea l y está situado a su ex trem o Suroeste, casi en la con ver­gencia de las p rovinc ias de Cáceres y Córdoba.

La zona que com prende estos ya c im ien tos de m ercu . rio es una superfic ie cuyas ondulaciones oscilan en tre los 500 y los 700 m etros sobre el m ar, es decir, ap rox im ad a­mente, la altura de la m epeta caste llana.

La profundidad m a yo r a lcan zada en las labores ha sido de 337 m etros repartidos en doce pisos que se e x ­plota actualmente, si b ien se está, em pezando e l piso 13 a unos 28 m etros m ás de profundidad, sum ando un to ta l de 365 metros desde la superfic ie. C ifr a fá c il de recordar por ser este número el de los dias del año: 365. E n fo r ­ma que, respecto al n ive l del m ar, el fondo de esta m ina todavía cs'.á unos 250 m etros m ás a lto .

Que se haya llegado a la profund idad indicada del piso 13 de 365 m etros no qu iere d ec ir que e l m in era l v a ya aumentando en riqueza, pues la m ayor riqueza de este criadero se encuentra desde los 170 m etros a los 260. eí decir 90 m etros los m ás im p ortan tes y lu ego sigue la proporción de m in era l com o en las zonas superficiales', aproximadamente, lo cual es un dato im portan tís im o en el orden m inero de exp lotación .

La ley media de los m in era les traba jados en A lm a - din varia entre el 6 y e l 8 por c ien to de m ercurio. E s decir que una tonelada del c inábrio produce de 60 a 80 kilos de mercurio.

La producción es desigual y responde m ás pronto a ias oscilaciones del m ercado m undial de esta substancia que a las.irregu laridades de la exp lo tación .

¡n 1925 la exp lo tación fue da 22.593 toneladas1926 „ ,. „ 30.008.1927 „ ., „ 50.1201928 ., ,. ., 48.5071929 „ „ .. ,. 33.2781930 „ .. • „ ,. 19.7401931 „ „ .. 29.6761932 ,. ,. „ 10.9711933 „ „ „ 10.0371934 „ .. „ 20.235

Sumando en c titos 10 años la producción española de mercurio, asciende a la ex trao rd in a ria c ifra de 278.165 toneladas.

Podemos tam bién, tratándose de producción, ind icar la cifra Ue la extracc ión to ta l desde 1904, es dec ir duran­te 30 años la cual asciende a S .524.899 fran cos que re ­

presentan unas 2.847.163 toneladas de m eta l, y que de­m u estra pa lpab lem en te la riqu eza del p r im er criadero del mundo que no ha sido igu a lado p o r n ingún otro .

L o verdaderam en te in teresan te es la h isto ria de es­tas ricas m inas españolas, ea hx que va s iem pre apare ­jad a la cod ic ia extran jera . N o es ésta la p rim era v e z que cuesta san gre la defensa de estos criadores de m ercurio ; o tra s la ha costado ya a lo la rg o de los s ig los pasados.

D esde la dom inación rom ana ex is ten n otic ias ' de los yac im ien tos de A lm ad én . L a an tigu a ciudad de Sisapón ha sido célebre por las m inas de m ercu rio y ha dado nom bre a la reg ión que se llam aba "S isap on ova” c u y a j ru inas se hallan cerca de V aldeazogu es, a unos 10 k i­lóm etros a l N o r te de A lm adén .

L o s cartag in eses exp lo taban estos yacim ien tos, de los cuales obten ían e l A rgen tu m v ivu m con m ayor abun­dancia que en n ingún o tra reglón .

L os escritos de T eo fra s to , 332 años antes de C risto y los de V itru b io dem uestran que y a eran conocidos estos yac im ien tos de donde se e x tra ía el berm ellón que se llevaba a G rec ia y Rom a.

E n tiem pos de la dom inación árabe las m inas fu e ­ron exp lotadas, s i b ien ei único docum ento que se r e fie ­re a e llo es la crón ica del m oro R asls; y m ás m oderna­m ente, o tra crónica, la del h istoriador La fu en te , en la cual describe ei pa lacio de los ca lifas de M ed ina Zahara, en el que ex is tía una fuen te de azogue, p rocedente de A lm adén .

D e esta época árabe existen testim on ios curiosísi­mos en la reg ión de A lm adén . P o r ejem plo, el m ism o "nombre del pueblo, en árabe A l-m aden , s ign ifica "la M ina. E l albañil, a -la r ife . Los caños, alúdeles. Los hornos, X a- becas. E l m ercurio, ázoe, etc. etc.

A I conqu istar A lfo n so V I I los pueblos de esta co ­m arca en 1151, tu vo que apoderarse de A lm adén , del cual h izo cesión a los llam ados caballeros tem plarios, los cuales, viendo que no podían sostenerse con tra los árabes, que en frecuen tes incursiones les m olestaban y cercaban, c ed ie ro n , todo e l te rr ito r io de C a la trava a Sancho I I I y con él las m inas de A lm ad én .

E n 1168 o tro rey, A lfo n so V l f f h izo cesión de estos lugares a o tra orden, a la de C a la trava , la que pasó a poseer las m inas de A lm adén .

S iguen los cam bios y recam bios de prop iedad de e.v tas fam osas m inas hasta 1492 en que A lm ad én se hace v illa por p r iv ile g io de los llam ados R eyes Católicos-

K-n todo este tiem p o las m inas sor exp loradas por arrendam ien to que la ron sab id a .O rd en de C a la tra va h a­ce ?■ particu lares, en tre los que pueden citarse , ya , e x ­p lotadores ita lianos 1C7, que hace más de 500 años tom a- io n el ap eritivo de lo que ahora qu ieren tra ga rse por com pleto. A rren dadores fu eron entonces M icer F ra n c is ­co da la C heretia , genovés, M icer H ila r lo D anoii y M ice r L om e ly , ita lia n o s .

Kn 1525 se re g is tra un caso in teresan te en )o» an a­les del enchufism o, com o decim os ahora, a lrededor de lo.» benefic ios de estas m inas.

E l E m perador C arlos I, recib ió un an tic ipo de 200

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LA SALVACION DE ESPAÑA ESTA EN MANOS DEL PUEBLO ( v i * * a* i* p&g. i«.)

contra la invasión fascista en España. Los único a que han enfrentado y tratan de elevar esa moral resentida por la acción disgregadora del gobierno, que ha provocado el divorcio y la desinteligencia entre los sectores antifascistas, son las fuerzas en ­cuadradas en la Confederación Nacional del Tra-

| bajo, primera en la lucha contra el fascismo y ú l­tima en abandonar los puestos de vanguardia en la lucha de todos los frentes, que han lanzado la consigna terminante y angustiosa: O TODOS UNI­DOS A LA VICTORIA O DESUNIDOS A LA MUER­TE COLECTIVA. No hay pues en España otra ga ­rantía de oposición a los siniestros propósitos enunciados que las fuerzas proletarias de la CNT. las de la UGT que siguen a Largo Caballero y e l sector libertario en general, nucleado en la FAI y

en las Juventudes Libertarias.

f Y ya es bastante. La trayectoria firme, decidi- 'da y sobre todo responsable de las organizacio­nes anarco-sindicalistas, que nunca fueron factor d e discordia ni hicieron caso a las provocaciones hechas en cumplimiento de planes contrarrevolu­cionarios, son la esperanza actual de España de que los planes británicos secundados por el go ­bierno Negrín no se cumplirán íntegram ente. La Confederación Nacional del Trabajo, prestigiada mundialmente por su franca, decidida y leal con­tribución a la guerra antifascista, que desde sus momentos iniciales trabajó incansablemente por lograr un frente antifascista que galvanizara a io ­dos los sectores en un propósito preponderante: ganar la guerra y posibilitar un entendimiento, para hacer también la revolución transformadora,

no permitirá en ningún momento que España sea entregada a la voracidad imperialista, "dem ocrá­tica '' o totalitaria. El propósito indispensable para la victoria, que patrocinó siempre la C. N, T, — todos los partidos y organizaciones en un sólo bloque antifascista — cuenta ahora hasta con e!

m il ducados de unos su jetos llam ados Ja im e y Marcos- E u g g a r , a ios cuales, d icho rey , les ced ió en usu fructo p a ra que se resarciesen de este dinero, va r ia s ren tas de la H ac ienda P ú b lica y entre e llas la m ina de A lm adén , la cual exp lo ta ron a m ansalva , desde 1525 hasta 5545, v e in te años de rriomió. en cu ya época consiguen éstos un con tra to p a ra asegu ra r el p orven ir de sus h ijos y de sus n ietos y s iguen exp lo tando las m e jo res m inas (lo m e r­cu rio del mundo, m edian te la en trega de 4 .500 qu in tales m étricos de m in era l a l año, com o quien dice las v iru tas del carp in tero , un s ig lo más, o se¿\ hasta 1645. en que pasa la m tna a ser exp lo tada por la llam ada R ea l H a ­cienda.

E n 1775 hubo un gran incendio en la m in a . K n el m ism o año se construyeron dos hornos m ás que form aban 16 que son los que actualm en te existen.

E n esta época, 1776 entraron a d ir ig ir la m ina p rácticos a lem anes — o tra recom endación y la des­cu idaron de ta l m anera que en 1791 se en cargó de la d irecc ión e l cé lebre Juan A n ton io O aban illas y D ie­g o Casasola técn icos españoles, por fin .

E n 1800 se in sta ló m áqu ina de va p o r aum entando con e llo la producción.

E n 1810, la in vasión fran cesa d ificu ltó g ra n d e ­m en te la exp lo tación — no obstan te h acer en su fa v o r

apoyo de lo comuinistas que, amenazados de ser desplazados del gobierno, se han convertido en paladines de la unidad, después de haber recha­zado repetidas veces las invitaciones de la organi­zación coníederal y hasta de haber contribuido, con actitudes y procedimientos criticables, a que no se lograra. Si se logra crear un frente antifas­cista sólido y potente será la C N .T ., indiscutible­mente, a la que le corresponderán mayores méri­tos, porque durante todo el lapso de la guerra trabajó incansablemente por lograrlo Y este frente, necesario y urgente, lograría también uncí vieja aspiración que Largo Caballero y la C.N.T. también, procuraron encauzar: que el pueblo es* pañol conquistara su libertad de acción, sin tute- lajes extranjeros, para orientar la guerra y la vida política española Este es el escollo más impor­tante que podría oponerse a los propósitos entre- gcdores de Negrín, de los ingleses, que esbozaron el criminal propósito de un acuerdo para restituir España a manos de los monárquicos. Mientras esto no se logre, la guerra en España se seguirá deslizando por la pendiente que conduce a la de­rrota .

Fero nosotros, y con nosotros, el proletariado del mundo, a pesar de la gravedad que ha adquiri­do la intervención del bloque “ democrático" en España, confía aún en la potencialidad y enver­gadura revolucionaria de ese heroico pueblo y de sus organizaciones rectoras. Es la última esperan­za que nos queda a los que seguimos sobresal- tados y con avidez escudriñadora, aunque man­teniendo la serenidad necesaria para juzgar los hechos, de que la voracidad imperialista, ' ‘demo­crática" o totalitaria, no logrará que el pueblo es­pañol sirva intereses ajenos, ni el sometimiento a propósitos bastardos, antiespañoles y contrarrevo­lucionarios. Esta es nuestra suprema esperanza. Lo contrario que admitimos es la derrota sin com­ponendas, con heroísmo, con d ign idad .

tos in vasores todo lo posib le p a ra que se desarro lla ra y p rodu jera ren tas que 1c eran m uy necesarias para soste­nerse. En este año se posesionó del pueblo e l General V íc to r, con un e jé rc ito de 36.000 hombres, haciéndose fu erte en el cas tillo de R etam ares y en la V illa de A lm a­dén. hasta 1812 en qtie partieron d e fin itivam en te .

En 1036 vino a t u b a r la tranqu ilidad de la región la gu erra ca r lis ta siendo cercada la v illa de Almadén por los facciosos que causaron muchos daños e hicieron muchas v íc tim as y su fr ir a los vecinos, m ineros casi to­dos. toda suerte de vejaciones.

E n 1838 tom aron el pueblo los carlis tas y esto d ió lu ga r a la fo rm ac ión de una m ilic ia para la de­fensa de la v il la y m inas.

D espués de 1840 se peorgan izó e l trab a jo y se rep itieron va r io s d irectores y se h icieron muchas prue­bas de m e jo ra con va r ia d a suerte, hasta que en 1874

hubo o tro ataque con asesinato del d irector, ataque r.ue consistió en so liv ian ta r a los m ineros con la ex­cusa de que los p rogresos m ecán icos les qu ita rían e l tra­bajo, cosa de la que después se v ió la falsedad.

Y ahora, después de esta serie h istó rica de Almadén, que está ja lon ada de sangre y de sinsabores, no os ex­trañ ará lo que os decía a l p rincip io , que A lm adén es un nuevo ob je tivo de la gu erra actual.

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Episodios de la Luelsa Contra los Facciosos

I m p r e s i o n a n t eE V A S I ONNO fué una sorpresa, n i mucho m e­

nos, para nosotros, el m ov im ien ­to faccioso in iciado en toda E spaña el 39 de Julo dt-l pasado año. En el ambiente se cern ía y a desde hacía mucho tiempo. P e ro por lo que a Canarias respecta, y m uy p a rticu la r­mente a Santa C ru z del T en erife , aunque la ad verten c ia le fu é hecha a las autoridades por nuestra o r­ganización. nada o m u y poco se h i­zo para con tra rres ta rlo .

En la m añana a que hacem os re ­ferencia, la p laza am aneció tom ada militarmente, sin que hubiese nadie pus pudiera ev ita rlo . N o ten íam os ?rmas, y con p iedras e ra estúpido luchar cen tra los fusiles del enem i­go-

Desde ese m om en to com enzaron las detenciones de cam aradas s ign i- '.icados y las clausuras de d istin tos Sindicatos. Sin em bargo , a pesar de la superioridad del enem igo, no ha­bíamos perdido la esperanza de re ­cuperar. m edian te un hábil golpe: <¡e mano, lo que tan v illan am en te eos había sido arrebatado.

A ese e fecto , en la m añana ,1s) 20, a !as doce de dicho dia, tedo as- taba preparado para ven d er cara !a vicia. P ero un tra idor, desconocido hasta el m om ento por nosotros, h izo abortar el go lp e .

La noche an terio r, un escaso nú­mero de com pañeros, apoyado por ia guardia de Seguridad , h izo frer. te a las fu erzas facciosas, en cuya ir.ten.ona hubo des m u ertos: uno be los nuestros y o tro de Irs insu rrec­tos. Pero an te !a superioridad del número, hubo que d es istir del buwi prepósito c¡ue an im aba a nuestros compañeros: ven cieron los m ás fu e r­tes.

Y he aquí que com ienzan con inu­sitada intensidad las detenciones de camaradas, sin d istinción de edad r i ■sexo: los apaleam ientos, ¡a le y de fugas y todo ese co r te jo de crue lda­des en que tan to se d istinguen tas émulos de H it le r y M ussolin i.

Canarias, pues, quedaba desde aquel m om ento som etida a la bárba­ra tirania de los facciosos .

En casi todas las islas, y m uy p ar­ticu larm en te en L a s Pa lm as, L a P a lm a y G om era, hubo m ov im ien tos que aún h cy no cesan; porque la re­beldía no puede c lau d icar. P e ro l le ­vam os s iem pre nosotros la peor p a r­te. -

Aunque en C anarias ex is te una cantidad considerable de alem anes, no se c rea por e llo que son 1<>3 do­m inadores: los fascis tas de a llí, un i­dlos a toda la carroña m on jil, que es l*i dom inante, son los que mandan y los que com eten toda clase de fech o ­rías.

E n una cárcel flo tan te , com pues­ta de tres buques, p reparada de »in­

ocu ltos en el m is te r io c iertos hecho* de nuestra vida durante e l d es tie rro y los duros castigos a que se nos tu ­vo som etidos, im puestos por los m a l­d itos portadores de la cru z y la espa­da. sím bolo, en todo tiem po, de re ­fin ad a crueldad y t iran ía .

Se nos condenó a trab a jos fo r za ­dos, haciéndonos trab a ja r s;r. ten er en cuenta ni la edad nt los »nerprias fís icas de cada cual. Incom un icación abso lu ta . N a d a pod íam os saber co ­m o no fuese lo que a nuestros v e r ­dugos, los carceleros, les in teresara . Se p retend ía , con n otic ias tendencio­sas, dep rim ir nuestro esp ir ita : pero el op tim ism o era nuestro com pañero de deportación .

Cada t r fs meses, ap rox im adam en ­te, se nos tras ladaba de sitio , en cu­y o tras lado se nes h acía trabaja.* h asta dentro del agu a y c a rga r con enorm es pesos por pendientes em p i­nadísim as, c o fa que hacíam os sin 1a m ás leve p rotesta . A lgu n os cam ara­das hasta se p en n itian can ta r “ a i­res de la t ie r ra ” .

Con pequeños in terva los de dos » tres semanas, se iban llevando a al-

1

de Ve i n t i c i nc o A n t i f a s c i s t a stem ano, con lo que se hace resa ltar la p reparac ión p royec tada por los enem igos del pueblo, fu im os encar­celados centenares de cam aradas. Se nos daba un tra to b ru ta l y soez y por lecho ten íam os las tab las de las in fec tas y m alolien tes bodegas. A ll í p erm anecim os hasta e l 17 de A g e s ­to, en cuya fech a se nos deportó a tre in ta y s ie te cam aradas a las t ie ­rras inhósp itas del A fr ic a O cciden ­ta l (R ío de O ro ), donde acáso pen ­saren nuestros verdugos que no po­d ríam os sop orta r las inclem encias del c lim a insalubre de la c itada po­sesión esp añ o la .

EN EL DESTIERRO. — SUM AN

MILLARES LOS FUSILADOS

Perm ítasenos, pues, describ ir, s i­quiera.. sea a grandes rasgos, nues­tra odisea en e! destierro , aunque nada s ign ifiqu e si se la com para con la m onstruosidad de! m ov im ien to in ­surreccional que siem bra do cad áve ­res e l suelo español.

^ «c e s a r lo es. pues, que no Queden

gunos com pañeros, m uchos de los cuales eran fusilados.

N o conocem os e l núm ero de ca í­dos a m anos de las hordas facciosas, pero suponem os que pasan de. dos m il, sólo en T en e r ife . En toda la re ­g ión es posib le que pasen de c in c » m il los asesinados.

UNA FECHA GLORIOSA PARA NOSOTROS: EL 14 DE MARZO

DEL AÑ O EN CURSO

E sta g lo r io sa fech a v ien e a poner lérm ino, aunque de una m anera c ir ­cunstancial, a nuestro cau tiverio . Puede m uy bien f ig u ra r este ac to en ¡as páginas de la H is to r ia , si no co­m o a lg o hero ico : por lo m enos com o un caso de osadía .

N u es tra s vidas, sin n ingún v a lo r para, nuestros adversar ios — pues se había ordenado nuestro fu s ilam ien ­to .— qu isim os venderlas a eleva-jo precio. Y a l e fecto , puestos de acuer­do con los cam aradas soldados da iruarnición en e l "F u e r te ” , a la una de la mr.ñana del c itad o d ía éram os

Desde el Africa OccidentalDOCUMENTOS HISTORICOS DE ESPAÑA 7—87

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dueños de la s itu ac ión . Sólo hubo que lam en tar la m uerte de un solda­do y un com pañero h erido : que ocu ­rr ió al in tim ar a l je fe de la fo r ta le ­za, ccm o y a hem os dicho, a los ca ­m aradas citados, F e ra p agó la cuen­ta que ten ia pendiente con nosotros.

N u es tra nob leza o estup idez — m ás p rop iam en te debe aceptarse lo se­gundo— lle g ó al lim ite de respetar las v idas de nuestros enem igos; ene­m ig o » que darían m u y buena cuen­ta de nosotros s i cayéram os en sus ga rra s de chaca les. P e ro y a está hecho y nada se puede rem ed ia r.

S im u ltáneam en te nos apoderam os 'del va p o r “ V ie ra y C la v io ” , va p o r do leyen da, y a que fu é él e l que nos condujo a l des tie rro y el que, de una m anera c ircu nstancia l, nos d evo lv ía la lib ertad . E l barco acababa de l le ­g a ;• y ten ía a bordo abundantes p rovis iones .

E stab a a lg o a le jad o del puerto, esperando p o d e r ' fon d ea r den tro de la bahía cuando la m area lo perm i- tie rra . H a c ía él se d ir ig ió un d eter­m inado núm ero de com pañeros, de an tem ano preparados, y al lle g a r a b ordo e in tim a r al cap itán a que h i­c iera en trega del barco, éste no opu- po la m enor resistencia , pues, sin onda, com prendió que ta i desatino se. r ía inútil.

H em os de hacer constar que toda l-i tr ipu lac ión era a fe c ta a nosotros.V que, adem ás, dos cam aradas o f i ­c ia les se pusieron desde el p rim er m om en to a nuestra d isposición, pues estaban dispuestos a co rre r nuestra p rop ia suerte, según propias m an i­fes tacion es . L es dem ás fueron con­ven ien tem en te v ig ilados, y , entra paréntesis , fu im os tam bién unos im ­béc iles al perdonarles la vida. Con dos de los nuestros, deportados, que oran p ilotos y con la cooperación de jos o fic ia les que se nos sum aren, h i­c im os rumbo a D akar. A rrib a m os e l día 17, sin novedad. En este pu erto fu im os m uy bien recibidos, ta n to por los francesas com o por los natura les del país, pues todos nos co lm aban de agasa jos.

E l barco era nuestra casa, pues en *1 com íam os y dorm íam os, sa 't?n do e, tie rra s iem pre que lo ten íam os por con ven ien te .

Lam en tam os que todos los com pa­ñeros que con nosotros com partieron la v id a del des tie rro no hubiesen po­d ido acom p a fn rn cs en éíS.a para nos­o tros gran epopeya . E gro ya teda es irrem ed iab le . . *

H e aquí a grandes rasgos d iseña­da la odisea de unos deportados que, con la cooperación de los cam aradas soldados, pudim os escapar de las g a ­rras de los chacales a l sarv'.c 'o del t ia id o r F ran co .

•Valencia , en ab razo fra tern o , nos h a recog id o en su regazo . E n ella, si fuese necesario, lucharem os hasta el fin , si e l destino se opone a que re ­to rn em os de nuevo a la t ie r ra don­de han quedado trozos de nuestra vida- •

EL CARBON VEGETAL PUEDE SUSTITUIR A LA GASOLINA

i)n Interesente Estudio Realizado en BarcelonaL as inqu ietudes de lo * hom bres destacados de nuestra o rgan izac ión r.o

pueden pasar in ad ve rt id a s . l in a de e lla » es la preocupación del camaraca SantU lán, en lo que a fe c ta a l p roblem a de los carburantes, de tan difícil solución en la.s c ircu n stan cia » por que a travesam os.

Sabíam os qu * Santillán , con v isión c la ra de estos prob lem as de la eco­nom ía cata lan a había em pezju lo a con fia r a los serv ic ios técn icos que de su D epartam en to dependen, la Im p lan tac ión de nuevas industrias o de nue­vos proced im ien tos industria les hasta hoy desconocidos o inexisten tes en Cataluña, y tam poco ignorábannos que p a ra la consecución do sus fin es ha­b í » ordenado la form ac ión de Com isiones in tegradas por un catedrático de la E scuela de In gen ieros , un Ingen iero de los serv ic ios de industria, un técn ico del L a b o ra to r io de E nsayos e In ves tiga c ion es de la G eneralidad y uno o m ás técnicos espec ia lis tas de la industria p r iv a d a . M ás concreta­m ente supimos después (¡ríe e l cam arada con sejero de E conom ía había dadu orden de. hacer estudios sobre los carburantes, a fin de h a lla r la solución del p rob lem a que p resenta la fa lta de g a so lin a . E sto indu jo a l inform ador

a en trev is ta r a un técn ico espec ia lis ta de los que com ponen la Comisión c itad a . D icho técnico es e l in gen iero A n ton io K obert, uno de los elem ento! de va lía m ás desfalcado de nuestra ju ventud c ien tífic a .

E L “GAS F O R E ST A L» Q U E H A D E S U S T IT U IR A LA G A S O LIN A

A n ton io I ío b e r t se p res ta a responder a nuestras p regun tas.— ¿Q u é m isión es la encom endada a estos grupos designados por el

cam arada S an tillá n ? — le pregun tam os.— L a lab or de esta Com isión — nos d ice — consiste en rea liza r estu­

dios, p ra c tica r en rayo* y , en d e fin itiva , e lab ora r un p royecto tócnlcoeconó- m ico de la industria . E l consejero, en v is ta de esos proyectos , resolverá sobre !a rea lizac ión p ráctica de los m ism os.

— y m ás concretam en te , ¿cu á l es la labor que pesa sobre la Comisión de que fo rm a » p a rte?

— L a Com isión tinno a su ca rgo el estudio de un p rob lem a in teresan­t ís im o , Toda.'» las naciones que no d isponen de yacim ien tos p etro lífe ros , >« han preocupado lie sustitu ir la. gaso lin a por otros carburan tes de origen naciona l. En España se ha tra ta d o y a e l p rob lem a. A p a r te de los p royec­tos, no realizadon, de d estilac ión de carbones y de obtención de gasolina s in tética , el In s titu to F o re s ta l de M adrid hace y a tiem p o que v iene pre­ocupándose de ap rovech ar el carbón v e g e ta l para la obtención del “ gas fo res ta l", que sustituye a la gaso lin a . M u y recien tem ente, el d irec to » rio dicho institu to, ha rea lizado pruebas o fic ia les en B arcelona y en Valencia, con un cam ión que consum ía rjns de carbón en v e z de g a so lin a .

LA TR A N SFO R M A C IO N NO ES CCSA R A P ID A . — U M A T E R IA P R IM A

— ¿ E sa tran sform ación que p retendéis puede e fec tu a rse en poco t iem p o?

— N o es cosa rápida, ni sencilla . N i F ran cia , ni B é lg ica , ni siquiera Ita lia , tan in teresada en bastarse a sí misma, por razones m ilitares, lo han logrado rea liza r in teg ra lm en te , aunque van en cam ino de e llo . Pern no hem os de pensar «ó lo en el fu tu ro in m ed ia tam en te p róx im o. L os plañe» económ icos abarcan s iem pre un período de varios años. líu s la mismo, cuando decid ió Industria lizar ráp idam en te el país, f i jó la rea lizac ión de lo» planes en etapas de cinco afl;>s.

— ¿C u á l es la m a teria p rim a de este “ gas fo res ta l" , y qué facilidades h ay para su adqu isición ?

— L a m a te r ia p rim a es el producto de. los bosques. L a tran sfor­m ada en carbón . N u es tro patr im on io fo res ta l, m etód ica y d iscretam ente aprovechado, puede p roporc ion ar com bustib le su fic ien te . P e ro hay que e v ita r que una exp lo tación desordenada e In in te ligen te d es tru ya una rique­za natu ra l cuya reconstrucción sería lenta y d ifíc il. í^os páram os y estepa« de C a stilla son e l e jem p lo de adonde puede lle va r la ta la im prem editada de los bosquC3 .

Y después de la.* p recedentes m anifestaciones, nuestro am ab le comuni­can te nos despide con e s ta « pa labras:

— L a i'roducción de carburantes naciona les es una p ieza m uy Impor­tan te del p lan — que S an tillán expuso ya en sus obr.is económicas* — , con­ducente a ob tener una au tarqu ía que nos independice, p o lít ica y económ i­cam ente, del e x tra n je ro . E m piezan ya a echarse los c im ien to* . En pe remes que en un fu tu ro p róx im o podam os con tem p lar e l coronam ien to del esplén­dido ed ific io . B arcelona, 21 3 1937.

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Se ha resuelto poner ,. a total disposición de

la guerra, los ! trab '¡adores y los materiales en existencia ¡

LÁ CONTRIBUCION DE LOS TRASPORTES AL TRIUNFO DEL PUEBLO

Un acuerdo del reciente Pleno de los obreros del Trasporte de la C. N. T. que se efectuó en VALENCIA

Nunca los Sindicatos de1 Trans porte de España afectos u la Con­federación Nacional del Trabajo han rechazado su colaboración a lo causa antifascista. Siempre han puesto a disposición de la guerra y de la revolución, todas aquellas dis­ponibilidades. con que contaban, ta¡: toen material como en personal. Ja­más han negado facilitar medio- conducentes hacia una armonio en­tre el frente y la retaguardia por e! alto concepto que tienen de la lu ­cha que el pueblo está manteniendo frente al fascismo internacional.

Admitiendo que todo esto, y re ­conociendo la importancia que paro ganar la guerra tiene el transporte, va que este es la parte esencialisi ma para que en los frentes de com ■ bate puedan tener la máxima m ov i­lidad. desplazándose ios compañe­ros que luchan en la vanguardia con la premura necesaria que es tiemp• • v las circunstancias reclaman en to- * dos los momentos, así como también ict necesidad que hay de que la re ­taguardia pueda ser abastecida cok aquellos medios ríe transporte im ­

prescindibles. el pleno de Federa­ciones celebrado en Valenda el pri­mero de octubre dictó el siguiente acuerdo;

1 .o — En las características Puer­to y Estaciones, ofrecemos nuestro colaboración leal y aceptamos todas cuantas eventualidades acarres ¡c guerra, facilitando nuestra ayuda moral y material para la misma, en el bien entendido que esto no puede mermar ni hacer vejación de núes tros principios ideológicos, sino qu¡ tienden a no obstaculizar en nado el desenvolvimiento de la guerra y coadyuvar a la obra que es común a todos los antifascistas.

2.o — En las características di­versas de arte rodado y particular ■mente en las de tracción a sangre y mecánica, los sindicatos del Ramo de los Transportes afectos a la C . N . T . , no opondrán resistencia alguna, ■iiempre que su personalidad sea respetada, a la requisa de materia!, narage, etc., cuando del persona! auxiliar de los mismos se encargue d Gobierno, corriendo a su cargo el pago de los jornales que estos tra­

bajadores devenguen.3.0 — Los Sindicatos del Trans­

porte aceptarán y ofrecerán a la con sa antifascista, ajustándose a los de~ cretas publicados por el M inisterio de Defensa Nacional, el personal que por sus condiciones físicas y de competencia profesional, sea apio para desempeñar el cargo a que si le destinan.

A S P E C T O S IN D IC A LY C O N S T R U C T IV O1.0 — Establecer un nexo efecto

vo de relación entre las Federacio­nes Regionales y el Comité Nacio­nal de la Industria y éstas, a la ves con los sindicatos y colectividades de cada región.

2.0 — Mantener, hasta donde al- cancen nuestras posibilidades, las colectividades creadas y las que pu­dieran crearse, siempre y cuando na sean un lastre para la economía y un perjuicio para la guerra.

Federación Regional de Levante. Federación Regional del Centro y Federación Regional de Cata• hiña. Octubre de 193?.

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CUANDO LAS MILICIAS CONFEDERALES PENETRARON EN LA CASA DE CAMPOSIE T E de n oviem bre de m il n ove­

cien tos tr e in ta y seis. A las puertas de M adrid la canalla fascis­ta . En las barriadas — en tise ra , en e l pnente de S egov ia , en la Casa fie Cam po, en e l C arabanchel — , tr in ch eras de m edio m etro , b a rr ica ­das im provisadas, m ilic ian os cansa­dos de re troced er y un pro letariado heroico . D esdo e l cen tro de ia c iu ­dad. donde y a caen los obuses, se escucha e l tab le teo de las am etra ­lladora*» y el estam pido de las bom ­b as de mano- Se ha constitu ido — al m arch arse e l G obierno — una Jun ta de D efensa . IS"o cuenta, con e le ­m en tos ; no tiene soldados. J’ero t ie ­n e obrero », pero tiene S indicatos, p ero tiene la decisión inquebranta W e de m o rir an te* de d a r Tin paso a t r ís P e Jos suburbios de la ci'J- sí&rl saben, a g ob iad a » ba jo el peso «le sus m odestos a juares, grupos de wsHjere» persegu idas por la guerra. D esde los A ten eos y los S indicatos l'"> ian — con picos, con palas, con p isto las o con p ied ras — m illa res y m illa res de obreros prestos a fo r ­m ar dique que con ten ga ta ava la n ­cha fascista . E l G obierno em pieza a Instalarse en V a lencia . E n I-ega- n ís se reúne e l A yu n tam ien to fa s ­c is ta de M adrid . F ra n co v is te de g a ­la a sus guard ias civiles, a sus m o­ros, a sus terc iarios- E l c ie lo se m an­cha con la som bra n eg ra de los a v io ­nes alem anes. E l “ gen era lís im o” d i­ce a los period istas ex tran je ro s :

— E n tra ré en la ciudad sin d is­p a ra r un t ir o , . .

En B u rgos, en Salamanca., en t a ­ra go za y en S ev illa se han levan-♦ id o y a los arcos triun fa les . E l m un­ido «'la va sus ojos exp ectan te » en Ma- * rW . ¿C u án to podrá res is tir? ¿T.'n d ía, dos, tres. ? N a d ie lo cabe. En nuestras calles, un solo g r ito , una ?«>!&, frase, una ¡tola a firm a c ió n : " : ? fo p a sa rá s !”

Eu ía cercan ía , estrechando e l ce.1“- rr> dc Teruel, hay va tio s bata llones ron federa ie* . E n e llos están los hé roes del cuarte l de la M on tañ a y r!", A lca lá , de O uada la jara , de Somn- f ie r r a y de Oredos. Todos com baten c:-n ardor, con entusiasm o, con fA. p e ro su pensam iento no está en A r a ­gón , sino en Madrid- M adrid está en p eligro . Y con M adrid, I». re vo ­lución y la guerra. Son bata llones aguerridos . luchadores heroicos, hom bres de tem p le acerado. A ll í es­tán e l F e rre r y e l Orobón, e l Juve­n il y ei M ora. N a d ie les ordena n a­da, "nadie les in vita a correr a M a ­drid. P e ro e llos saben dónde está su deber*

E l siete, de noviem bre C ipriano M era les hab la:

— M adrid está en p eligro . H a y que defenderle- P e ro a M adrid no se va

Eduardo de Guzmán, di , rector de "C A S T IL L A \ L IB R E ” , escribe sobre el

N O V IE M B R E DE M A D R ID

EN 1936.

a conqu istar laureles, sino a m orir. Quiénes m e siguen?Todos, sin excepción ninguna dan

un paso al fronte. F'cro no pueden venir todos. A lan os han de -quedar guardando el frente de Albarracfn. Al se eligen centurias, Kutotal. mil hombres. Mil hombres quellenen a morir no la defensa de Ma­drid. A su frente, Mera, Pala-eios. San7. Dorninguey., Arenas, ‘‘el Ne­gus” , Va.J1e. . .

Kn Tarancóu. reorganizándose, está otro batallón confedera!: el Si- giienza- Sus hombres se han batido con heroísmo en tierras do Alcarria. A su cabeza, están Feliciano Beni­to y Villanueva. El 7 de noviembre contem?)lan la huida vergonzosa do los milicianos de cuota — los mis­mos que insultaban a los auténticos milicianos — en futra desordenada haclr. el Levante feliz. Benito y V i­llanueva establecen un cordón en la carretera:

— Por aouí no huve ningón cobar­de. Madrid necesita!...

Muchos coches tienen que dar la vuelta. Otrns pasan. abandonando prevla-mentc unas armas que otra* manos más dianas qu^ la« suya« uti­lizarán para defender la lindad d°l peligro*

K1 día 8 el ha,tallen en pl^no. de acuerdo con el Comité d^ Defensa, parte para 1.a defensa de Madrid.

1£t 1* de noviembre e* un día er5 Mr« para Madrid Los fascistas, su perada va la sorpresa de la resis­tencia heroica de las barriadas, bus­can por la Casa de Campo el camino «leí centro de Madrid. 1 ¿as bajas su­fridas en dos dias de combate du­rísimo han sido cubiertas con cre­ces. Nuevas banderas del Tercio, nuevas hordas de moros, millares de guardias civiles, de requetés y de falangista* pretenden avanzar, pro­te id o s por la cortina de fuego que forman los a.vione»* y artillería de Madrid no tiene todavía defensas. No tiene armas. Los hombres que ocupan los parapetos llevan cuaren­ta y ocho horas de pelea, constante, rotos los nervios por el cansancio y el sueño. ¿Podrá contenerse el empuje fascista? ¿Llegarán a tiem ­po los refuerzo«?

E ! d ía 9 tam bién las M ilic ia s con ­

fedéra les a trav iesan M adrid . Son dos mil hom bres decid idos a todo. Son cuatro m il m anos que aprieta!» nerviosas los fusiles. Son cinco bata* Ilones d ispuestos a d isputarle su presa al fascism o- En sus ojos se lee una voluntad inquebrantab le; flotan al a ire sus pañuelos de co lores vivo*. D elan te de ellos una bandera ro.ia y negra, Detrás. v ibrando en el am­b ien te d ram á tico de la ciudad, el fi- na! de una estro fa entonada por bo­cas v ir iles :

.po r el tr iun fo de la Confede­ración . . . ”

Los hombres bajan por el paseo de. San V icen te, por la D efensa de la V illa . \.'nos tras o íros penetran en la Casa de ('am p o . Oe.ii.pan »w puestos de com bate en la. carretera de Castilla , jun to al lago, en la Cuesta de las Perd ices, en las es tr i­baciones dol Oa ra b ila *. **n A ra ’'*» c a . . . P ron to las canelones &e cho­can entre el d ia logar frenético dr J^s fusiles. F/s el í) de noviembre de 1936.

H ace hoy un año justo que !»«. M ilic ias con federa les balaron de A l­ba rracín y subieron de T a ranean pa­ra defender M adrid en oeligro* Hae*> un año que. cantando “ A las barri­cadas” , penetraron en la Casa de Cam po. M ás de la m itad de aquellos hem bres no v iven ya . P ero los qn^ quedaron están tod av ía a llí. Y el fascism o no pasó.

A quellos hom bres oue dieron un y>aso ai fren te en A !b a r ra d n : aque­llos o tros que, a. fas órdenes de! Ce»mi té de Defensa. finieron d**sd!e Ta raveón : las M ilic ias oonf^ 'derale« de Im. bandera roja \ n^s-r«, convirtieron la, Ca^a de Campo en •inmenso r« mentarlo de moros, do leg-joti ortos, de rivilone-* v renuetés. Cayeron m ucres. C avo D om ínguez. Cav^ Vrenas. Ca.v<s "e l ’fv^sr^js*’- Cave?0" «entenares ' «‘enhenaros d*5, héroes "n^nímos, Poro M^di^d se salvó.

Cínr'a.no M~rji monda bov un cn«r po de K jSrcito, T:‘<í'Heia’'‘ <' Ben ito e?» ec-jvíisarío d^l m ism o. Ru$ebio Kürz- fiiri^ií'» una b rigada , R p m ín . otr^ . V a lle es com isario de D ivisión . Al guno de aquellos Ba.tallo?>es ha ser- \ ido de. base y solera para formar unidades del E jérc ito , que se cubrie­ron de g lo ria en cien b ata llas destín las, P o s de e llos — el S igüenza y H F e rre r — form aron la y,9 P^igadr, (>nf ocupa los m ismos puestos que ocup^ron un ano atrás, Y a.l frojde dpt las fuerzas de aquel so>rtor. si fren te de una D ivisión heroica, el e° n^andante Pa lac ios, et m ism o que bajase con las M ilic ia « desde Alba- rracín un d í» trá g ic o de noviembre píira luchar y vencer en la. Casa df Ca.m po. . .

M adrid , N ev. 9 de 103*.

10—90 DOCUMENTOS HISTORICOS DE ESPASA

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Faltó energía para desbaratar la criminal asonada fascistaAN'TK todo, sí-anos p erm i­

tido el brevísim o c o ­mentario fine queremos de­dicar, por ahora, al reciente decreto de M arina y A ir - creando la Kseuela N ava l P op u la r .. S O L ID A R ID A D OBRERA, en su número co­rrespondiente al 5 del pasado marzo, insistía en la u rgen ­cia de altrir la Kscuela X a- val, con facilidad de acceso Helia de los nuevos núcleos di marinos entusiastas. "K s- limúlense las especialidades.

Marina —• decíamos nuestro editoria l— . tr ia

Marina digna.A los veinte días, ap rox i­

madamente. se ha publicado el decreto creando la Escue­la Naval Popular. N o es que pretendamos atribuirnos la

jfeiclativa. Sin duda, era una idea u el ambiente de las Jbras 21 rea Sisar por la lie -

—ípóblica y r. perfeccionar por , la Revolución. "1ol M arina -décínnos nosotros— tiene |ambién que salir', como «!

[• lluevo Ejército, del pueblo” . Por lo tanto, lia fie pareoer- P.08 h?en la creación de '.a

£ Bscuela Naval Popular. .Sin .embargo. tenemos el temor íe que. al dar forma y \ ita-

líidad al nuevo organismo, no | 83 le imprima 3a orientación

moderna y revolucionaria Imprescindible. ¿Qué Cuer­pos, mi A fíen tros técnicos van a informar acerca do le*

IfFtiUipJes aspectos que o fr e ­ce, la organización de mía nueva,F^uela Nava l Popu­lar? M ás concretam ente wün: ¿qué personas van a intervenir en el!a? Segura - tóente $$ intentará des lum ­brar a los cabos y a la m o­linería eon una perspectiva ¡éso] ¿V'ida. Se i n t e n t a r ¿í

Srvtamhi¿n una nueva felon ía contra los resignados y cH- eaces Cuernos auxiMares. . *

(.Estaal parecer in c u lta d e s ­confianza nuestra tiene m o­tivos serios y fundamentales.

[He rquf unos ejemplos Hn- I rúente»: Wn el M inisterio de prMarhia y Aire tiene destino Lalgún jefe que estuvo suma* |jfla<lo por sospechoso do des- I afecto al régimen, y cu va su- ’ marino no ha sido aún ter- f minado ni resuelta, y a lgú a l tiro que, desaparecido en los '■ 4ía* difíciles de noviem bre.I Ka vuelto a hacer acto de [ presencia. ¿Cómo fiarnos de

la buena fe de un Estado pfayor de Marina, supremo I organismo técnico que ha de

in form ar en el expediente de organización de la Kscuela Nava l Popular, del cual han huido hace días dos o fic ia ­les sin que, hasta ahora, .se sepa su paradero? V ivam os, pues, atentos a toda la ac­tuación de los m arinos del Cuerpo General, de los que,

rio de. M arina la organ iza­ción de la U. M. R. A. (l 'n ió n M ilita? Republicana A n tifa s ­c ista ). que nacía dispuesta a com batir a la ir. M. K. (Cu lón M ilitar Kspa ñola >, cuna del actual m ovim iento m ilitar rebelde. Sus primero.-, nasos fueron los de auní*r

c u

TiÁiCloiMARINAII ERRA

sinceramente, no esperamos una labor noblemente revo ­lucionaria.

La idoa do la traiciónT.a M arina de guerra espa­

ñola se escudaba en la ne­cesidad de mantener una d isciplina fé rrea pr,»*! s os te ­ner la inm ovilidad contra H progreso. Cuando la R epú­b lica concedió algunas lim i­tadísimas ven ta jas a) perso­nal m odesto de la Marina, la perm anente dictadura d^l Cuerpo General j»e si nt ió quebrantada y el odio de ( Iri­ses se exteriorizó , en fo r ­mar? distintas, por parte de los individuos del Cuerpo g e ­neral. T,a idea de la traición nació en el m ismo momento er. que se enarboió la bande­ra de la J te pública en los buques de la Kscuadra y en los Ars'. aales, Pero a la tra i­ción organízida. de los m ari­nos autócratas y despóticos se ¿v.lró a l paso debidam en­te. a partir sobre todo de! m ovim iento de octubre de 1^34. Kn esta* fecha histó­rica se inició en el M in ú te ­

los propósitos políticos y de 1 _» que, sin estarlo, podían form ar parte de dicha o rga ­nización. Kl am biénte repu­blicano y revolucionario', en los Cuerpos Auxiliares y en la m arinería era grande.I ’ron lo adqu irió la Tr. M. R. A* volum en considerable. Al llegar las elecciones de fe- brero» y ante, los resultados de é.-tas. "se procuró colocar en los puestos cercanos al m inistro y al subsecretario, a persona! cuyo izqu ierd i■%- «10 estaba fuera de duda, pero esto «ó lo se consiguió en una. mínima, parte debido a las debilidades que desde el princip io m ostró eJ (!o - b ierno Casares Quiroga. que no se decidió a atacar a fondo a los elementos de de­recha.

MI entonces . minfst.ro do M arina, don José G iral, no hacía el m enor cas© a.-*la* «sugerencias que. a través de los elementos afines, se le hacían llegar so-brt personal y sobre reform as en ia M a­rina. Todo continuaba como

en tiempos de Ja Monarquía,

y se dieron los siguientescasos:

K 1 capitán general, je fe de la Base Nava l P rincipa l de Cartagena, don Juan. C erve- ra (actual je fe de) Tetado M ayor Centra! de la A rm ada fasc is ta , solam ente tué de­

puesto de su cargo euand-.> lo pidieron en m anifesta­ción los elem entos de iz ­quierda. de Cartagena, y e.'O oue so sabía estaba com pro­metido en el m ovim iento de­rechista que se preparaba..

Rt alm irante Ha^as, cono­cidísim o como elem ento aco­rnó d,a 11 c \ ó aparentem ente ñero v irtualm ente m onárqui­co y presente en el banque­te celebrado en Ceuta por elementos del Terc io y de-* mái-i fuerzas coloniales en ' honor .de la M arina, y a.1 cual as-stió sólo la ofie-a li* rT.q/1, y en donde se prom e­tí.'ron ayudarse mutuamente ambas oficialidades, espe­cialm ente K dM Cuerpo g*- neral. recib ía me.ior acogida, del m inistro qué los elemen­tos de izqu ierda del M in iste­rio, y además era su opinión m ejor atendida, no sabemos r i ñor miedo o con sinceri­dad.

K 1 contralm irante» don Manuel Ru iz de Ata un Cae- tu a l’ j^ fe de la base de Ctf- d iz ). era. je fe de la Sección del Personal cuando el en­tierro deí a lférez Reyes y re ­comendó a sus a fines (o f i ­ciales del Cuerpo Genera?, Intendencia. Cuerpo Jurídico y dem ás) as istir a dicho en­tierro de uniform e; as:stió é! en persona y cuando co ­menzó el *1 i roteo, tom ó parte en él, según referencias. FA hecho era tan escandaloso, que fué llam ado por G iral y destituido. Max a. los qu in­ce día * fué nombrado para un destina d¿. la. Junta do Reglam entos dentro del M i­n isterio y con posterioridad (y a pesar de l is reiteradas advertencias de los elem en­tos ap iigos del F ren te Popu­lar). nombrado je fe del a r ­senal de La Carraca, donde estaba cuando se inició m ovim iento y en el que, na­tural mente, tomó parte a c ti­vísima.

Los elementos leales no se desanimaron

Tx»s elementos leales no se desanimaban a. pesar de todo y fueron colocando personal

DOCUMENTOS HISTORICOS DE ESPAÑA 11—91

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RECUERDOS DRAMA TICOS DÉ LA EVACUACION DE TOLEDOr v O M IN G Ó , 27 de S ep tiem bre de 193t¡. Sol radiante. Toledo, inundado de luz, míen- ” tras en sus ancestra les ca lle ja s se resp ira la m uerte. Z ocod over: un montón de escombros, de lo que fu é A lcá za r , escom bros que vom itan fu ego y plom o, pues que eras ellos, debajo, se hallan los asesinos m ilita res fascistas, que esperan hoy mis- no su l ib e ra c ió n . .. Obuses que esta llan en la ciudad, d isparados por el enemiga lesde T orr ija s , desde B a rg a s . . . P e ro lle g a un m om ento en que el cielo se aver­güenza, e l sol c ie rra los o jos y e l h orizon te se cubre. . . ; Pob re T o ledo !

E xodo de m ilic ianos, que no pueden res is tir al enem igo que se acerca, .porque no tienen cañones, no tienen am etra lladoras, no tienen av iac ión . . Qué tristeza! ¡Con lo caro que nos ha costado To led o y ten er que abandonarlo!

— ¡P e ro lo, recuperarem os un d ia i — g r ita un com batiente, lleno de fe, al aban­donar nuestros parapetos de la p laza de Zocod over.

E xodo tam bién de la población c iv il, que huye an te el avance del enemigo.,. D ecid idam ente, el fa sc ism o está solo. ¡N a d ie qu iere c on v iv ir con e llos ! Prefieren perderlo todo, pasar privaciones y m iserias, huir, antes de v e r su To ledo maculado p or la bota m ilita r de los t r a id o r e s . . .

A l a ta rd ecer de este dom ingo, la pob lación está A la s cu atro do la tarde, los m ores han entrado en la p la za de Toros. E l grueso de las fu erzas enem igas no ta rdarán en lle g a r . Y a a las ocho de la noche, los si­tiados del A lc á za r, hostiles a sus invasores. D e pronto, y cuando ya se creía que el ú ltim o m ilic iano había abandonado la ciudad, desgarran e l s ilencio un centenar de explosiones, que causan m uchcs m uertos en tre la canalla fascista . Son bombas de m ano lanzadas con g ra n ac ie rto .

L a s tropas cercan inm ediatam en te la casa de donde han .sido lanzadas las bom­bas. A l l í están, atrinchera/dos, un cen tenar de com pañeros com batientes de la F. A . J... que se hab ían negado a ser evacuados, p re fir ien do m orir defendiendo Toledo — in de fen d ib le— a v iv ir con, la vergü en za de haberlo perd iSo.

E l je fe de las fu erzas facciosas m anda d isp a ra r con tra la casa, y los nuestros responden con o tra d esca rga . Se in ic ia un tiro teo fo rm id a b le . Dos soldados fascis­tas van cayendo por d e c e n a s ... Entonces, e l je fe que m anda las fuerzas grita l íe s atrin cherados:

— . R en d ios y se os resp e ta rá la v id a !U n a v o z poten te de la Sasa-forta leza . una v oz que pudo oírse en lo más apar­

tado de la ciudad, g r itan d o esten tóream en te :- - ¡ . L a F . A . I. sabe m orir, pero no aprendió a ren d irse !!Y un puñado' de bom bas de m ano hacen otra, v e z exp losión en m edio Ue sol­

dadesca facc iosa .E ntonces antes de a van za r ordena el rep liegu e y hace s it ia r la c a s a . . .P oco antes de am anecer la casa e ra destru ida eon p royec tiles de m ortero.Cuando los facc iosos p en etra ron en e lla se encontraron con unos sesenta cadá­

veres entre los escom bros. Quedaban v ivos, heridos, tr e in ta y s ie te compañeros, que fu eron a llí m ism o pasados a. cuchillo por los m o ro s . ..

' T o ledo ha ca ído. P e ro e l honor de los anarqu istas resp landecerá con esta ges­ta g lo r iosa de un cen tenar de b ravos. .

“ ;L A F.A .L SABE M O R IR . PERO ^ a rm a n d! NO A P R E N D IO A R E N D IR SE !* G U E R R A

de M arinería afecto y tras­ladando al desafecto: coso que filé útilísim a como se Verá después. Y 'tam bién, aunque costó grandífe es­fuerzos. pudo destinarse a la estación Rad io de la Ciudad L inea ! a Benjam ín Balboa, el resu ltado de cuyo destino a dicha estación fué com o des­pués se vló. de gran utilidad para el régimen.

E x is tía entonces un N ego ­ciado de Reglam entos en el M in isterio de M arina creado para recop ilar todas las d is­posiciones de M arina: ya fiuo ten ía fama,- hasta en el A lcubilla, de ser caótica su legislación. A estos efectos, •d Cuerpo General creó e! su­sodicho N egociado ; pero, ou izás los imponderables, h i­cieron fine sus funciones se trasm utaran y de lo que e fectivam ente s irv ió fu i de enlace para toda la o rgan i­zación de la rebellón m ilitar m cuanto a M arina se re- fier<*. pues üió la “ casuali­dad” de que en los prim e­ros días de ju lio fueron lla ­g a d os por ese negociado In­ri ivlduos del Cuerpo General, Especialistas en funciones de Estado M ayor. Da ese nego­ciado de Reglam entos sa lie ­ron en aquellos días para las bases, escuadra y f lo t illa s de destructores las órdenes term inantes y concretas pa- r >. la actuación de la M a­rina de guerra en la suble­vación. P ero todo el •‘tecni­cism o” fracasó ante el esp í­ritu de las dotaciones.

Demasiado tardeA mediados de julio, cono-

r-ida ya la resistencia a 'a obediencia y la indisciplina ex isten te en las fuerzas a r ­madas y, sobre todo, en -1 E jé rc ito de A frica, se hizo tina selección de los e lem en ­tos más fie ies existentes en el M inistcro y so procuró, ¡entonces!, variar, algunos mandos. M as como y a esta- b i próxim a la sublevación de los rebeldes fascistas, p recip itada por. acon teci­m ientos (asesinato del te ­n iente Castillo, contestado eon la m uerte de Calvo t o ­to lo ), surgió una. de las más claras desobediencias. «1 pretender re levar el co­mandante de un destructor. L os demás o fic ia les de la f lo t illa (o fic ia les del Cuerpo General, se entiende, «Je des­tru ctores ) am enazaron a l je ­fe de la misma, con tralm i­rante N avia-O ssorio , con no obedecerle, y éste fué. llam a­do por G ira l a M adrid. «Ion- de tuvo que con fesar su im ­potencia. Fué re levado y sus­titu ido por don .Tuan M uñoz Delgado, que había sido sub­secretario durante el bienio

negro, el cual no llegó a lom ar ‘ posesión. A l misino tiempo, en el acorazado "Jaim e I ” , que se encontra­ba por el Cantábrico, ocu­rrían cosas que no estaba:; claras, y fué nombrado co­mandante del m ism o el ca­pitán de navio G arcía d ¡l Valle, yendo a darle pose­sión del mando, el je fe de! personal, contralm irante Za- ran.doza. Caso insólito, pues pudo hacerlo el jefe, de la base del Ferro l, pero — ¡en ­tonces! — ya no se fiaban mucho del personal del Cuer­

po General, en su totalidad.

Los acontecim ientos se su­

cedían con vertig inosa rap i­dez. y lleg6 *'! 17 d*» julio. Acuella, noel)'.; fueron llam a­dos los elementos fieles, y.\ aleccionados, y s » pernocti en el M inisterio. en espera de, lo m íe sobreviniese.

Como se sospechase de lo ­do el persona! que no estaba comprendido entre esos ele­mentos, no se - perm itió 'a entrada en el M inisterio a ninguno. V solamente, y por insistencia de ta superiori­dad. se autorizó la entrada de los je fes de sección. Esta m edida hubo q^ie derogarla, y «ó lo se le perm itió la es­tancia a¡ je fe de Estado M a ­

yo:- alm irante Palas y n los o fic ia les de campaña. Todt» los demás fueron expulsado? del edificio, a pesar de sil insistencia en permanecer en él. Y esta autorización fui. también solic itada por I» superioridad, pues los ele­mentos leales sabían la trai­ción que se a lbergaba en ios que quedaban. L a snpericri- dad. por desgracia; haél» más caso del traidor Salas que. de toda una legión de elementos modestos, pero ab­solutamente fie les al rígi- men.

(D e "So lidaridad Obrara”, de Ab ril 2 de 193?.}

12—92 DOCUMENTOS HISTORICOS DE ESPAÑA

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LAS TAREAS QUE REALIZA TIENEN GRAN UTILIDADJJEMOS hecho un bre­

ve viaje, a Gandía para visitar dos estable- mientos — una Casa de ancianas y un H ogar in­fantil — que acaban de pasar a manos da S.I.A .

En las primaras horas de la Revolución, orga- nizaciones, partidos, gru­pos aislados de camara­das hubieron de hacerse cargo a toda prisa de ins­tituciones que la conmo­ción natural de los suce­sos dejó abandonadas.

Con un esfuerzo titáni­co de la voluntad, las o r­ganizaciones han venido atendiendo simultánea­mente a la lucha y los es. fablecimimtos de Asis­tencia Social, hasta que creada S. I. A. — la ad­ministración de solidari­dad más perfecta conoci­da — comienza a hacerse cargo de estas institucio­nes.

En Gandía, la juven­tud revolucionaria, en la cue predomina e! ele­mento anarquista, corrió a incautarse de Tin asilo, antiguo convento, en el que s? albergaban 40 an­cianos y 18 niñas.

Su primer cuidado fus

separar a las niñas de las ancianas, instalándolas en un chaiet alegre, de amplias ventanas apaisa­das, lleno de sol, con te­rrazas y jardines abier­tos al aire vivificador del mar no lejano, y donde la población infantil ha ido aumentando hasta contar treinta y dos huéspedes de los dos se­xos.

El régimen del esta­blecimiento es el de H o ­gar, creado por Federica Montseny a su paso por el M inisterio de Asisten­cia Social.P O R U N A IN F A N C IA F E L IZ

En adelante será Soli­daridad Internacional Antifascista quien se cui­dará de la atención de ímbas instituciones. Con su secretario da Ocupa­ción y Asistencia Social, acodados en el pretil de- la terraza, hemos hecho la distribución ideal de

da una alameda donde los chicos, a la sombra, puedan descansar de la agitación del juego. Y hemos visto por antici­pado, con ojos felices, los cuerpecitos dorados de sol chapotear en el agua y las figuras ágiles salir, en actitud de vuelo, al encuentro de la pelota.

E L V E R D A D E R A C O N C E P T O D E L A A S IS T E N C IA , S O C IA L

De regreso, mientras la noche va ahumando los cristales del coche que corre ' hacia V a len ­cia, ayudándonos así a conservar aquella visión

'de paz en medio de los azares de la guerra, nos ha dicho el camaradafde S. I. A .:

— En lo externo tal vez, lo que has visto no difiera mucho de otras instituciones semejantes; !o notable tíe S. I. A. es

N A D A DE F A L S A C A R ID A D N I DE GESTOS F IL A N T R O P IC O S :

S O L I D A R I D A D ■'

los terrenos anexos al H ogar Infantil, que tiene este nombre defintivo es­crito en su fren te : V I ­D A N U E V A .

— Aquí— hemos dicho, como soñando — la pis­cina, más allá el campo de deportes, a la izquier­

la altura moral de su la­bor. La solidaridad en l j España antifascista co­menzaba a degenerar, co­mo la caridad de ayer, en arma política de este o el otro partido. Contra tal concepto de la solida­ridad se levanta S. I. A.

LA INSTITUCION INDISPENSABLE PARA EL PUEBLOy restablece las cosas a sus verdaderos término:;. N o basta amontonar ni­ños. ancianos o inváli­dos en casas más o me­nos bonitas y cómodas, hay que darles este bien­estar generosamente, sin obligarles a hipotecar sus ideas o sus senti­mientos, sin pensar en la propaganda da un par­tido o de una organiza­ción; generosamente, por ellos mismos, sin ense­narles a venerar el nom­bre del donante.

Solidaridad Interna­cional Antifascista prac­tica la verdadera solida­ridad. la que ha de dar una fisonomía nueva a ia asistencia social, ver­tiendo en ella no el cálculo cerebral frío o el calor ingenuo pero igno­rante. sino un sentimien­to más alto, compuesto do cerebro v corazón juntam ente: Corazón an­cho, generoso, que no mide lo que da, y cerebro ordenador v constructor, que hace eficaz y prácti­ca aquella generosidad ilimitada.

De " l'n ib ru j” , No. 12 del 2 de O ilitb rc de 1937.

DOCUMENTOS HISTÓRICOS DE ESPAÑA 13—93

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Solidaridad Internacional j \ ntif ascistaTres Letras que

Implican ese Enunciado

Habla el Consejero General de la S.I.A., Pedro Herrera

HA C E poco S . I.- A . era para nosotros tres le tras en igm ática s que a lgun a v ez habíam os leído por ca ­

sualidad en e l m em brete ele un sobre, en el anun­c io de una convoca toria , confundidas, en íin , en esa m u ltip lica c ión a lfa b é tic a de los an agram as que deno­m inan h ay a casi todos los o rgan ism os o fic ia les y no o fic ia le s del an tifa sc ism o.

i P e ro S . I . A . ha com enzado bruscam ente a despejar eu in cógn ita . S . I . A . tien e unos estatu tos aprobados por la D irecc ión G enera l de Seguridad, .un dom icilio soc ia l en Valencia , y una actuación in teresante que ya conocen mueftos de los que, por su desgracia , han sen­tid o en su p rop ia carne la herida del fascism o c r im i­nal .

E l S ecre ta rio gen era l de la m ism a, com pañero H e rre ­ra , nos exp lica así la génesis de la S . I . A . :

— N u es tra O rgan izac ión ha logrado reun ir en una sola entidad un g ra n núm ero de com isiones, que, sin cohesión a lguna en tre sí, se hab ían creado, tan to en te ­r r ito r io nacional com o m ás a llá de nuestras fron teras, p a ra a ten der a las v íc t im as del fasc ism o .

Q u ieto que entiendan bien — dice el S ecre ta rio sre- n e ia l de la S . I . A . — que no se t r a ta exc lus ivam en ­te de o rga n iza r un fren te de ayuda a España, sino de c rea r una o rgan izac ión poderosa de ayuda m utua entre los an tifa sc is tas del mundo, que no ha de ser o tra cosa c ircunstancia l que dure lo que la gu erra española, sino una o rgan izac ión perm anen te que ag lu tin e den tro da sus cuadros a los com pañeros an tifa sc is ta s de todas las tendencias; que estreche y un ifique todas las ac tlv id a - . des en una d irecc ión única: con tra rres ta r e l dolor y la desolación que v a sem brando el fasc ism o sin m ira r a qué o rgan izac ión n i a qué ter.d ln c ia pertenece el dam ­n ificad o .

— Bueno cam arada H e rre ra ; p ero ya ex iste a lgo de e s o , . .

— A l parecer, s í; en realidad, no — a ta ja ráp idam en­te — . B a jo una capa de neu tra lidad flu y e s iem pre un in terés de partido, d ifíc il de d isim u lar por un lado, y p o r otro, su so lidaridad carece de ese a lto tono que na de darle nuestra o rga n izac ión . L a solidaridad p ra c ti­cada hasta ah ora se d ife ren c ia apenas de la c lásica ca ­ridad rea lizad a antes del d iecinueve de ju lio . N osotros huim os exp resam ente de eso, y ponem os en p rim er té r ­m ino la d ign idad humana, sustituyendo todo lo que pueda parecerse a una lim osna por un apoyo rea l oite se traduzca en hechos reales, .sin que e l dam nificado ten ga que ex ten d er la m ano. P o r e jem p lo , ahora ten e­dnos iu i g ru po de com pañeros que se han evad ido de G a lic ia ; sor. hom bres fuertes, en plen itud de facu ltades para p rodu cir; luego de atenderles en aquellas necesi­dades peren torias que no adm iten espera, nuestro p r i­m er cu idado es procu rarles traba jo , y esto es p rec isa­m en te tam b ién lo que e llos p re f ie r e n ,

— ¿ P ro y ec to s ?— M uchos; pero tú sabes, que som os enem igos de !a

p ropagan da si no es de cosas rea lizad as . P royectos , muchos, te rep ito . P e ro p re fe r im os h ab lar d¿ ellos

La S. I. A. es una Creación del ProletariadoUn noble propósito de ayuda

a la niñez y la ancianidad______ __ i

EN estos días estam os recog ien do el fru to de un año de esfuerzos ilim itados y agob iadores . Una ofen­

s iva gen era l y v igo rosa ha dejado estupefactos, pri­m ero, y ha hecho retroceder, después, precipitadamente, a loa e jérc itos fa sc is ta s .

C re ían e llos que eternam en te habían de h a lla r ante si la m ism a in experien c ia y el ir-ismo ingenuo concep­to de la lucha. Y lo creían, porque en su ceguera, se han negado a reconocer el va lo r o rgan izador, las apti-' tudes ordenadoras del pueblo íbero .

D e ahí su asom bro ante nuestro E jé rc ito competente, ya. en tá c t ica y e s tra teg ia y con una d isciplina qi’.e sobrepasa el toque de corneta y el “ un, dos” de los sol- dad itos de p lom o. U n a d iscip lina de dentro afuera, con m óv iles propios, com unes a l soldado raso y al gene­ra l .

P a ra ellos, "c re y e n tes " en D ios, esto ha de ser un m ilagro , p o r m ás que les p a rezca con trad ictoria esta pred ilección de D ios por los a teos .

U no de estos "m ila g ro s ” es S . I . A . N o rebusques en la m em oria, querido lector . N o encontrarás por U m ism o el s ign ificad o de estas tres le tras ; pero nosotros estam os d ispuestos a ayu darte . S . I. A . se escribe con todas las le tras: S o lidaridad In tern ac ion a l Antifascista, y rep resen ta uno de los esfuerzos m ás considerabas por o rga n iza r e l au x ilio y la ayuda m utua entre todos los an tifa sc istas de! mundo.

U n fren te único de lucha se. ha propugnado desde el princip io de la gu erra ; un ificación absolu ta de activi­dades, una sola o rgan izac ión de la solidaridad, e? la c lave del tr iu n fo . En este aspecto, S . I . A . , es una conqu ista m ás. N ad ie la conoce hoy; m añana la cono­cerá todo el m undo. Es una o rgan izac ión perfecta ca­paz de ile g a r hasta el ú ltim o rincón.

P o r e l in terés m undial que o fre c e la revolución es­pañola a todos los que sienten la lib ertad com o una ne­cesidad para v iv ir y desenvolverse, tan to individual com o co lec tivam en te , ha sido España la residencia ele­g id a por ei C om ité In te rn ac ion a l. E ste C om i’ é ?s el encargado de a r ticu la r las re laciones de las Seceior.es N acion a les creadas en cada pafs, que. a su vez, esta­blecen la unidad de acción de todas las Agrupaciones Loca les .

E l C onsejo In tern ac ion a l de S . I . A . está presti­g iado por nom bres conocidos m undialm ente, com o sen: Federica M ontseny, por España; Andersson. poi Sue­c ia ; d octor P ie rro t , por F ra n c ia . E m m a Goldm an, por In g la te rra , R od o lf R ocker, por Estados Unidos; Luigi Berton i. por Su iza ; Juan L aza rte , por A rgen tin a ; Jorge Forteza , por U ru gu ay, y Eugen R elg is , por Rumania,

Asom b ra la m agn itud de la labor rea lizada por 11:1 g ru po de cam aradas que en el silencio más anónimo, f i ja la v is ta tan sólo en la necesidad de dar a la solí-' daridad an tifa sc is ta una e ficac ia que no ta rdará muchos d ías en ser dem ostrada .

i D e "F ra g u a S oc ia l” - V a lencia - i » de M ayo de 393? i

cuando podam os con tarte las realidades tangibles, y r'u crcaa que vam os a ta rd a r mucho en con tárte las. '

Lucia Sánchez Saomil

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AFIANZO SUS P R I V I L E G I O SLA IGLESIA

EN LA REPUBLICAAlcalá Zamora Hizo Todo lo Posible per la Causa Clerical

EL prim er serio con tratiem po que tu vo e l G obierno p rov is ion a l en. las C o r­tes Constituyen tes, lo o r ig in ó la cuestión re lig io sa . H a s ta to p a r con la Ig les ia , todo iba b ien . L os con flic tos de orden público se encargaba

lie resolverlos la fu e rza pública, se p egaba a d iestro y s in iestro , s in m ir a ­miento alguno, se escam oteaba la obra revo lu c ion aria s in que surgiese la más pequeña d iscrepanc ia en e l Gobierno, hasta que en el P arlam en to , al redactarse e l artícu lo 24 de la Constitución , en e l que se re s tab 'e c ia la disolución de las órdenes re lig iosas, la incau tación de sus bienes y la su­presión to ta l del presupuesto del clero, su rg ió la p ro tes ta a irad a de A lc a lá Zamora, en cuya actitu d le s igu ió M aura, que hasta entonces estaba unido politicamente a N ic e to .

E l con flic to adqu irió serios cara cteres . Las derechas m onárqu icas que aparecieron en e l p r im er P a r la m en to de la Repúb lica , em boscadas en ei grupo llam ado ‘ 'a g ra r io ” , e tiqu eta con la que se cubrieron todos los en e ­migos de5 rég im en , se pusieron al lado de don N ic e to . L os partidos repu­blicanos que habían vo tad o el artícu lo 24, que hubiese resu elto de un go lp e en España e l p rob lem a c lerica l, expulsando todas las órdenes relig iosas, incautándose de sus bienes, im pid iéndoles la enseñanza y extinguien<j¿> to ­talmente el presupuesto de cu lto y clero , vac ilaron , desdiciéndose de lo d i ­cho y con tribuyendo con su actitu d a crea r la más seria d ificu ltad que ha tenido durante los ú ltim os c inco años, la R epú b lica burguesa.

Hubo d iscrepancia den tro del G ob ierno. A lc a lá Z am ora se negaba .1 toda solución. E l qu ería una R epúb lica va tican ista , rodeada de curas y de frailes, de banqueros y fin an c ie ros y grandes hom bres de n egoc ios . E ’. régimen burgués, con todos sus a tribu tos y p r iv ile g io s . Y a lo d ijo en V a ­lencia al dec lararse republicano unaño antes de e leva r lo a la p res iden ­cia del C o n se jo . ¿ Qué extrañ arse ahora que se adoptase una actitud cié protesta fren te a la solución que el Parlam ento p ropon ía en la cues­tión re lig iosa?

Azaña era e l m in is tro que menos intervenía en las discusiones sobre la cuestión re lig io sa . C ada vez que el tema se tra ta b a con c ie rta v io len ­cia, don N ice to m ira b a fija m en te a Azaña y éste ba jaba la v is ta com o diciendo: " ¡T ie n e usted razón, don X iceto!" L a form ac ión cu ltu ra l de Azaña era para don N ic e to un '-.nte- cedente va lios ís im o . E l m in is tro (li­la Guerra se hab ía educado en el colegio de los A gu stin os riel E sco ­rial. Entre los fra ile s pasó sus m e­jores años m ozos . Nunca se había distinguido por sus exa ltac ion es en materia re lig io sa . A za ñ a no era. pues, un an tic le rica l y hasta si le apuraba::, ni s iqu iera un la ico .

‘'SOLUCION DEL PROBLEMA RELIGIOSO

Cuando el p res iden te del Consejo tíel Gobierno p rovis iona l "r e ía que tenía dom inada la situación, en una sesión nocturna hab ilitada para d is­cutir el candente tem a que dividir, de manera tan profunda las op in io ­nes de la Cám ara , de p ronto A zañ a pide la palabra. Y cuando N ice to creía a su m in istro de la C-uerra en­tregado a los p rob lem as m ilita res y ajeno por com pleto a las cuestiones

UN ARTICULO DE S. CANO VAS CERVANTES

re lig iosas, A za ñ a pronuncia un d is­curso que produce la m a yo r im p re ­sión y sorpresa, y presentando una enm ienda que fu é aceptada y que pasó a fo rm a r p a rte de la C onstitu ­ción, com o el a r tícu lo 2<> de la m is­m a y en ia cual se daba una solu­ción al p rob lem a, a l parecer sa iis- fac toria , pero que dejaba las cosas c-n el m ism o o en peor estado que antes de rechazarse el conten ido del a r ticu lo 24.

E l artícu lo 26 considera a toda« las A sociacion es re lig io sas com o so­m etidas a una L e y especial, y qu ‘- reproducim os ín teg ro para conoci­m ien to del lector, y parque sa c o n ­ten ido ha de ser ob je to de un m ed i­tado estudio, que lle va rá a s:u ánim o e l convencim ien to de la m ix t if ic a ­ción, de! frau de de que ha sido ob­je to el país, dejando subsistente un prob lem a que, com o el re lig ioso , e x i­g ía soluciones ta jan tes , extirpando de ra iz un p rob lem a que tan honda­m ente ha pertu roado la v ida ue U gociedad española . D ice asi:

A r t . 2tí. T odas las con fesiones re lig io sa s serán consideradas com o A soc iac ion es som etidas a una ley espec ia l.

E l E stado, las regiones, las p rov in c ias y los M unicip ios no

m antendrán , fa vo recerán ni au­x ilia rá n económ icam ente a las Ig les ia s , A soc iac ion es e In s titu ­ciones re lig io sa s .

U n a le y espec ia l regu la rá la to ta l extin c ión en un p lazo m á­x im o de dos años, del presupuesto del c le ro .

Quedan d isueltas aquellas ó r­denes re lig io sas que es ta tu ta r ia ­m en te im ponían, adem ás de les tro> vo tos canónicos, o tro espe< c ia l de obed iencia a au toridad dis­tin ta de la le g ít im a del E s tad o . Sus ‘b ienes serán naciona lizados y a fectad os a fin es benéficos y d ocen tes .

Las dem ás órdenes re lig iosas se som eterán a una ley especia l vo tad a por estas C ortes C onsti­tu yen tes y a justadas a las s i­gu ien tes bases:

1» D isolución de las que. por sus activ idades, con tituyan un p e­lig ro para la seguridad del E s ­tado .

2» Suscripción de las que de­ban subsistir en un R t _ js tro es­pec ia l dependiente del m in isterio de Justic ia .

3» In capacidad de adqu irir y con serva r por sí, o por persona in terpuesta, m ás b ienes que los que, p rev ia ju stificac ión , se des­tinen a su v iv ien d a o al cum p li­m ien to d irecto de sus fines p r i­v a tiv o s .

4J P roh ib ic ión de e je rce r la in ­dustria, e l com erc io o la ense­ñanza .

5’ Sum isión a todas las leves tr ibu tarias del país.

C'í O b ligación de ren d ir anual­m ente cuentas al E stado de la in ­versión de sus bienes en relación con !.»• fim -r de la A sociación .

L 03 bienes de las órdenes re li­giosas podrán ser nac iona lizados.

LA PRIMERA CRISIS DE LA REPUBLICA

L.’ . discusión que produ jo 1:i ap ro ­bación de esta enm ienda, adqu irió caracteres de gran bata lla parhimen- ta r ia . Puestos de acuerdo los p a rt i­dos republicanos gubernam entales, quedó aprobada y pasó • fo rm ar parte de la C on stitu c ión .

A l te rm in a r en las p rim eras hora* de la m añana del s igu ien te día la em ocionan te sesión, se anunció que el G obierno estaba en cris is . A lc a lá Zam ora, segu ido de M aura, abnndo-

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La industria Ladrillera fué C o le c t iv iz a d a en GranollersEL HECHO FACILITO LA PROSECUCION DEL TRABAJO Y SU INTENSIFICACION. SE MODERNI

ZAR AN LOS METODOS DE LABOR

f A industria lad rille ra , antes del 19 de Ju lio del 36, pasaba por una crisis producida, entre o tra s causas, por e l desp lazam ien to de la producción que

se e fectu aba en d iec is ie te hornos. E sto im p lica un m ayor costo en la obra producida. P o r o tro lado, el ego ísm o patrona l, con su escuela de la compe- ien c ía y el engaño en tre ellos. Y por ú ltim o, en e l nuevo s istem a de cons­trucción oe los cem entos arm ados. Resum en: incom petencia, ego ísm o y des- lea lta d en la patron a l e industria a rru in ada por la fa lta de dem anda de la obra producida. Con esta herencia, y vencido e l fascism o en Cataluña, los obreros lad rilleros se d ispusieron a incautarse de la industria y co lec tiv i­za tln.

L a p rim era d isposición que se tomó, fu é la desaparic ión de los d iec i­s iete hornos, concen trando e l trab a jo en la fá b r ic a (b ó b ila i de Palou , am i­norando «le ese m odo el gas lo que ocasionan los acarreos de todas clase?. He im pusieron la dism inución de jornal, pues de 17 pesetas con seten ta y cinco cóntim os que cobraban, lo redu jeron a 10 pesetas, s a c r ific io inmenso

ante la ca res t ía de !a v id a . Han constru ido esta im p ortan tís im a fáb rica , su­p er io r a la y.', constru ida en Palou . L a cantidad en pesetas de la prim era, p u e ie rnuy bien f ija rs e en ciento cincuenta m il pesetas y e l de la segunda en unas cien m il pesetas- P rev is o res con tra lluvias, h ielos, etc., han cons­tru id '’ unos inm ensos cubiertos, anexos a las fáb rica s en las que se pueden e laborar m iles y m iles de p iezas sin tem or a que sean destru idas por la in tem p erie y sus e fectos.

A pesar del odio patrona l a los anarcos ind ica lis tas; a las luchas p lisa­das y o tros incidentes, ios an tiguos patronos form an parte de la colectividad. H an sido acogidos, con v iv ien do y traba jando com o an tiguos cam aradas. A s iete ex patronos, que por su anc.ianidad.no pueden trab a ja r , les pasan cinco pesetas d iarias. Adem ás, a todos los com pañeros en ferm os se les pasa

la sem ana in tegra , sin lim ites en el tiem p o .K sta co lec tiv idad tiene en los fren tes de com bate trece com pañeros, y

h:i e on tiiou ído para los hosp ita les de sangre, co lec tiv izac ion es agraria s, etc . con unas m il doscientas pesetas. T ienen estab lec ida una v id a de relación con todos los de la m ism a clase en C ata lu ña en genera l, y en particu lar con los de la cvsmarca del Valléa.

P o r últim o, tienen en p royec to la instalación en las fábricas, de m a­qu inaria m odernísim a para hacer buena la consigna de “ a menos esfuerzo Inima'Ki, m ayor producción."

(I>el periód ico “ A c ra c ia ” , N o , 337, 33 de a gos to de 1987).

donación del Poder. Se ib a a d a r un caso curioso de- ten er que reso lverse una crisis sin que e x is tie ra e l poder m od erador. E l p residen te del C on ­ce jo cum plía las funciones de p re s i­den te de la R ep ú b lica hasta que la C on stitu c ión no estuv iese votada . rS e encargó de so lu cionarla e l p res i­dian B esteiro , a quien donosam ente se le d ió e l c a lif ic a t iv o de Julián I . Cuando todo el mundo esperaba que e l su stitu to de A lc a lá Z am ora fuera. A le ja n d ro Lerrou x , que había obte­n id o c inco actas y una votac ión nu­tr id ís im a en las e lecciones p a ra las. C on stitu yen tes , se v ió con sorpresa que el p res iden te de la C ám ara , d es ­pués de c e leb ra r las n ecesarias con ­sultas, nom braba je fe del C onsejo a M anuel A za fia , m in istro de la Gue­rra . F irm a n te de la proposic ión que hab ía pasado a fo rm a r p a rte de Ir- Constitu ción , com o artícu lo 26.

PRELIMINARES DEL PUGILATO , LERROUX - AZAÑ A

1 L o s am igos de L e rro u x no salían de su asom bro. ¡N oso tro s tenem os m a yo r núm ero de diputados, en la m ayoría , que A za fia ! ¿ P o r qué se le da e l P od e r? E l m ism o N ic e to no ac e rta b a a com prender lo sucedido. L a m an iobra a cred itab a a su au tor d e hom bre ducho para la in tr ig a p o ­l ít ic a . A z a ñ a aparec ió en escena cuando e l p rob lem a re lig io so presen­ta b a una m a yo r com ple jidad en el P a r la m en to y la solución dada p e í él, consegu ía dos fina lidades bien d istin tas, pero que sa tis fa c ían por igu a l a las derechas com o a las iz- au ierdas. L a cuestión re lig io sa que­daba subsistente y se cubrían las aparien cias an te la opinión de i z ­qu ierda . E l clero, durante do» años, segu ir ía cobrando tre in ta m illones de pesetas por anualidad; las ó rd e­nes re lig io sas quedaban subsistentes <:ii espera de una L e y que regu la ría su v id a lega l, y respecto a los jesu í­tas todo el mundo sab ía que eran lo su fic ien tem en te poderosos para im ­ped ir la d isolución de la Com pañ ía . P o r este lado las derechas quedaron satis fech as, y en cam bio. las Izqu ie r­das, cubrieron el exped ien te an te las m asas revo lu cionarias, adoptando de­term inaciones, cuya solución d e ja ­ban al tiem po . E l p o rven ir se en ­c a rg ó de d em ostra r la ficc ión qui­lo s izqu ierdas llevaron a cabo en aquel m om ento en que se reso lv ía el p o rven ir de la R epúb lica burguesa. A z a ñ a se a lzó con !a p residencia del Consejo, in iciándose la orientación con servadora burguesa de tip o a jili- ob reris ta , que fu é la ca ra cterís tica d e l rég im en republicano, fen ec ido en A ta ra za n a s al em pu je de la F . A . 1. y de la C . N . T . el 19 do ju lio .

L a exp licac ión de por qué Le rro 7 x hab ía dejado paso a A za ñ a a la p res iden cia del C onsejo de m in is­tros, aprovechándose del revu elo pro ducido por la cuestión re lig iosa , ia exp licó por aquellos días José A n ­cha, e l am igo incondicional de L e ­rrou x y hom bre de con fianza e r sus em presas com erc ia les . R och a fu é

durante la R epú b lica e l depositario de todos los secretos de don " A le ” . L o que él decía, en relación con pensam iento del ji-fe. se acep taba co­m o si fueran las m ism as palabras de L e rro u x .

N osotros , decía R och a a uno.", cuantos ín tim os, hem os dejado paso a A za ñ a p a ra g a s ta r el ú ltim o v a ­lo r que podría oponerse a l encum bra­m iento de m i je fe . N o conven ía que A le jan d ro fuese a la presidencia del C onsejo p o r una cuestión re lig io s a . C o n o este hom bre caerá" m u y pron­to, nos hem os aprovechado de sus am biciones p a ra encaram arlo en el G obierno y hacer después que so ca ída sea a lg o estrep itoso , el b a ta ­cazo de A za ñ a fo rm a ra época . Ef* cuestión de dos o tres meses a lo sum o. L a R epúb lica som os nos­o tros . ¿ N o han v is to ustedes la can­tidad de ac ta s y votos que ha te ­nido nuestro P a r t id o y espec ia lm en ­te nuestro je fe ? C inco a c ta « y 35 000 vo tos sobre los dem ás candidatos r e ­

publicanos, que fo rm ab an la coa li­ción en M adrid , es e l resu ltado de nuestra po lít ica . E l país está cor; n oso tros .

Un chusco, am igó te ín tim o de R o ­cha, le in terru m pió d iciéndole:

— ¡M ira , Pepe, no hables mucho de esto de los vo tos , que ya sabes lo que dicen por ah í: Que no son vo ­tos, sino basura!

Rocha, im perturbable, con su ha­bitual im pasib ilidad, con testó :

— Sí, sí. basura. Todos esos votos son oro, de la m e jo r buena le y . E l tiem po se en cargará de dem ostrar que los únicos hom bres capaces do sa lva r Ja República , som os nosotros. L a política radical dará a la na­cien te R epúb lica un destacado m a­t iz .

E l escandaloso a f fa ir e riel Stra- perlo. se en ca rgó años después de con firm a r los va tic in ios de Rocha, fig u ra destacada del radica lism o le- r ro u x is ta .

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UN CONOCIDO TRAFICANTE escribe DE ARMAS Y MUNICIONES ¿mezcua

BASIL ZAHAROFFControlaba la Sociedad Española de Construcción Naval, Desde Julio, 1918

La Constructora Naval fue un soport'.)■ de la monarquía y. sobre todo, después de la intervención de sir Basil, una Cámara oscura, de toda suerte de combinaciones políticas y plutocráticas.

EN uno fie nuestros an terio res rep o rta jes aludíam os •a sir Basil Z a h a ro ff. usuario, en p rop io beneficio, de los yac im ien tos au ríferos de R oda lqu ila r, rique­

za natural que a borbotones desem boca en el e x tra n ­jero. Y anunciábam os la posib ilidad de con traem os nuevamente al fen ec ido ya, y trá g icam en te célebre personaje, y hoy. s igu iendo e l p lan de rep o rta je s a dar. para descubrir la carcom a y m iser ia de nuestro antiguo régim en , hem os de con ectar in tim am ente el tipo, con una cuestión tan trascenden ta l com o Ja del armamento, construcción Ue buques de gu erra y m er­cantes, en nuestro país fun dam ento y sostén de la so­beranía en el orden in te rn a c io n a l.

Un bosquejo do, an tecedentes personal?», m ás que un diseño b iog rá fico , p rec isa p a ra s itu a r al su jeto, del que incumbe la disección, en cuanto a sus a c t iv id a ­des. H om bre taciturno, reservado, de ca rá cter en é rg i­ca, tem peram en to norteño, de insospechadas reacc io ­nes, de o rigen posib lem ente gr iego , poro nacionalr/ado inglés y con todos ics honores, hasta, v e ra :, colm ado de" títu los honoríficos que no se p rod igaban en el R e i­no U n id o .

Sir Basil Z a h a ro ff, y a antes de 3914. en que la guerra, europea díó a la inhum ana industria bélica la máxima im p ortan c ia económ ica. - in teresaba en las grandes fa c to r ía s K rupp , con tro lab a la Skoda austro- húngara, las W ic lters y A rm s tro n g inglesas, participa- tía en la Colt am ericana y en lx Sciinairier fran cesa .

Se calculaba, cuando rec ien tem en te traspasó, que la fortuna de s ir B asil Z a h a ro ff e ra saneada y una de- las más cuantiosas de E u ropa .

LOS MANEJOS DE ZAHAROFFZaiiaro ff. no pod ía desentenderse de !a im portanc ia

que en el orden in ternaciona l, en un p orven ir no le jano, a lcan zaría España, y puso la p roa Je su nave especializada en el "a ífn rdn je ” con v is tas a nuestra Península.

En agosto de 3908, m od ificad a a l s igu ien te año, ¿se constituyó en M adrid la Sociedad E spañ o la de Cons­trucción N a va l, cuyo objeta , teóricam en te , eran l is trabajos y obras navales, c iv iles e h id ráu lica » y e l e je i cicio de industrias au x ilia res o s im ilares de dichas construcciones. L a v id a de d icha sociedad se deslizaba lánguida y paupérrim a, com o lo dem uestra el que s;ts beneficios se lim itaban , com o en 1912 y 3913, a unas 36Í>.000 pesetas, hasta que lle gó s ir Basi! Z a h a ro ff. v:¡ junio de 193 8, a tom a r posiciones, y en d iciem bre de 1922, a incautarse del verd ad ero con tro l de d icha ¡sa­ciedad, con e l p re tex to de ap o rta r a e lla el tecn ic ism o y secretos ( ? ) de construcción ú tiles a la M arina y a r ­tillería naval de las casas W ick e rs y A rm stro n g , um­versalm ente con ocidas.

Eué a p a r t ir de la ú ltim a de las fech as c itadas cuan­do la Sociedad E spañola de Construcción N a va ] p.lcan- zó un cap ita l de 60.000.000 de pesetas, d istribu idas en81.000 acciones de d is t in t ivo b lanco y 39.000 acciones

de d istin tivo ro jo , estas ú ltim as in tegram en te *n m a ­nos de s ir B asil Z a h a ro ff y de su legión, no por ap or­tación de e fe c t ivo , s ino por su concurso, tecn ic ism o y e sp ec ia lizac ión .

L a en trada de estos elem entos en la im pulsación de la C on structora N a va l, se dem ostró por el m ayo i des­a rro llo que a lcanzaron los estab lec im ien tos y fa c to r ía s de Sestao y N erv ión de B ilbao , de Reinosa en S an tan ­der. de San Carlos en San Fernando y de M a ta go rJ -l en Cádiz, coincid iendo todo e llo en una vo rá g in e d » em isiones de ob ligac ion es y bonos que, en 31 de d ic iem ­bre de .193-1. llegaban a la respetab le c ifra de 90.000.000 de pesetas, que el m odesto ren tista de buena fe h ab ía absorbido, por las in teresadas o fic in as de banqueros, ju zgán do lo com o sólido papel do ah orro .

L a gesta, m ecán ica o técn ica ue las fa c to r ía s y rs - tiíle ro s de Sociedad E spañola de Construcción N a va l, la p roclam an a v o z en g ’ ito, y c ie rtam en te en fo rm a poco sa tis fac to ria , la construcción de los ú ltim os bu­qu e* para la Com pañ ía T ra sa tlán tica “ .Juan Sebastián E lca n o ", “ M a ga lla n es " y "M arqu és de C om illa s ", quu costaron el cuádruple del p recio que astille ros es tran • je ro s cu a lificados o frec ieron para buques idóneos, pero de m ayores tonela je , ve loc idad y rad io de. acción .

LOS MANEJOS DE LA CONSTRUCTORA N A V A LSerían in su fic ientes m uchas colum nas de S O L ID A ­

R ID A D O B R E R A para enunciar y d em ostra r som era­m ente las enorm idades técn icas y económ icas consu­m adas en el “ lab o ra to r io " que, en Sagasta , 2“ , de M a ­drid. tenia, con su loca l social, la Sociedad Española, rio Construcción N a v a l. A l Sí, se fo r jab an los p liegos do condiciones, se “ con ven cían ” técn icos de G uerra y M a ­rina., de que los m étodos y s istem as de la C on struc­tora . eran los m ás “ e ficaces '’ , y a llí, p recisam ente, m anos expertas, in te ligen c ias equ ilib radas y sev ic ias sublim adas, depauperizaban a! e ra r io público, absor­biendo sin recip roc idad e fic a z las m ayores partidas de los presupuestos de G uerra y M arin a .

Y com o botón de m uestra, se d ijo que el “ lab o ra to ­r io ” de la C on stru ctora N a va !, no sólo p rac ticab a e ¡ “ coqueteo” en la m áxim a escala, sino que ejercía et vu lga r, derecho del “ p a ta leo ", cuando a lgu ien se cru­zaba en su cam in o . D íga lo si no lo ocu rrido en la p r im avera de 1930, cuando la Cam psa. en cum plí m ien ­to cíe siU con tra to con el Estado, se. p ropon ía con stru ir en B arcelona y en los terren os de la zon a neutra, una re fin e r ía para el re fin o de 250.000 ton e ladas de pro­ductos al año, A l e fecto , se ab rió un concurso, presen­tando condiciones las m ás renom bradas firm a s am en - canas, la más cu a lificad a de las cuales o frec ió !a cons­trucción de una factoría modernísima para un refino 'hasta 350.000 toneladas, p la zo de construcción dos años, por 100. 000.000 dé pesetas papel; pero com o la C on structora N a va l, sin an tecedentes técn icos q-j? la acred ita ran , ni h isto ria l en la construcción de re fin e ­rías, h ab ía o frec id o la construcción p o r p lazo in d e fin i­do, sólo para 250.000 toneladas, y por la fr io le ra de

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S4 .000.000 m alones de pesetas oro, p a ra no con traria r b la C on structora N a va l, e l Consejo de la Cam psa, con e l asenso del m in is tro de H acienda, renunció a la cons­trucción , p retex tan do que no pod ía evid en c iarse la in ­fe r io r id a d del u t illa je nac iona l.

Y no 3e d iga que todo ocu rría p a ra b en e fic ia r a l ac­c ion is ta de buena fe , a l Juan E sp añ o l que hab ía in ­v e r t id o sus ahorros en acciones de la C onstructora N a ­va ), y a que esta sociedad, con m ás de 170.000.000 de pesetas en tre cap ita l, reservas y ob lig a c io ­nes en c ircu lación, lo que rep resen ta una form idab le m asa de m aniobra, e l año que repa rtió m ayor u tilidad* sus accion istas, fu é en 1919, d istribuyendo 40 tese­la s por acción .

C on structora N a va l era un soporte de la M onarqu ía y sobre todo, después de la in terven ción de s ir Bas'.l, una cám ara oscura de tod a suerte de com binaciones de políticos , p lu tócra tas y banqueros; no en balde I03 m a­lic iosos suponían consangu in idad en tre A lfo n so de E orbón y la duquesa de M arch en a. Todos, con unani­m idad inusitada, va tic in aban el hundim iento de un ré ­g im en carcom ido, y en los años del 27 a l 30. las com ­b inaciones y los encargos a la C on stru ctora se m u lti­p lica ron de ta l modo, que se observaron en el resu l­tado del balance, habiendo a lcanzado en todos los c i­tados años, una c ifra superior a 6 .000.000 de pesetas. P e r o . . . a p a rt ir del a fio 31, los soportes y apoyos in­con fesab les se desnatu ra lizaron , v a r ia ro n de postura, dem ostrándo lo los resu ltados económ icos de los e je rc i­c ios que fueron de pérd ida ascendente, unos 4.000.000 ra d a año de ios 31 y 32, y unos 11.000.000 m illones d « pérd ida en los años 33 y 34.

Ks tan sin precedentes lo ocu rrido en Sociedad Es­pañ o la de Construcción N a va l, es ta l el e fe c to descon­certan te y desm ora lizador que produce el análisis (je sus balances y estados de cuentas, que no podemos m e­nos de hacer una som era d isección de] ú lt im am en te d i­fundido, o sea e l correspond ien te a l 31 de d iciem bre Je 1934, y obsérvese cóm o:

En el a c tivo d ec la ra poseer la Com pañía, e n t r j as ­tilleros , ta lleres , m a teria l industria l y m óvil, con más los gastos de instalación , por unos 168.000 000 de pe­setas, y , ;oh asom bro! por “ in vers iones en el t ia o a jo entre m anos” . 270.000.000 m illones de pesetas. H a y que recon ocer ser m uy inaudito y sin precedentes, h<;clio de que la partida de "tra b a jo s entre m anos” , supere en mucho al v a lo r de los inm uebles, as tille ros y com ­p licado y costosísim o m a teria l m ecán ico y m aquinaria de unas can teras industria les bastan tes para la cons­trucción de buques de a lto bordo, de gu erra v poten te a r tille r ía de m arin a .

LA ELOCUENCIA DE LOS BALANCES DE LA CONSTRUCTORA NAVAL

T ero h ay a lg o "m ás d ifíc il to d a v ía " , o sea de m ucha m a yo r gravedad , com o es que en el balance que sobro la m archa analizam os, e l 31 de d iciem bre de 1934, e x is ­te en el pasivo la pa rtida que tran scrib im os lite ra l­m en te : “ P la zos cobrados a cuenta del trab a jo entre m a n o s . . . , 334.400.290'67 pesetas” ; en fo rm a de q-:e l e í “ p lazos cobrados” a cuenta del “ trab a jo entr^ m a­nos". to ta lizan en 5 7 .19 3 .799’ 19 pesetas la d iferencia en tre la obra rea lizada pero aun “ en tre m anos” y la r íe c l iv a p erc ib ida . N o d e ta lla C on stru cto ra N a v a l co­m o apéndice o ac larac ión a ta les m arav illa s qué clase <!c trab a jo s y por encargo y cu en ta de quién eren Iris que ten ía “ ea tre m anos” y de q i;ién los había cobrado anticipadam ente, porque si lo h iciera, se dem ostra ría que eran los M in is terios de la G u erra y M a ina. de los que se nutría, y cuya ign oran c ia o debilidades por s i­tas presiones politieps, exp lo taba con ta l hab ilidad. U n a g ra n defic ien c ia , es de observa r en les balances de la C on stru ctora . S ilen c ia las prim as, de inca lcu lab le cuantía, sa tis fech as a la W ick e rs y a la A rm s tro n g per p r iv ile g io de construcción , todos e llos en desuso, por anticuados c in e ficaces .

Com o colo fón a la c r ít ica del balance de 1934, an ota ­m os que en la rú b rica "P a s iv o ” hace f ig u ra r las acc io ­nes en cartera , cuando es clemen:«al. en contabilidad.

que el cap ita l s igno no desem bolsado, ha. de figu ra r en el a c t iv o . En las o ligarqu ías, la ign oran c ia y la petu­lancia se han herm anado.

E s corr ien te y norm al en todo con tra to con el Es­tado o sus servic ios, sean de O bras Púb licas, Guerra, A p rov is ion am ien to o M arina , que la casa adjudicata- r ia del serv ic io , p res te una ga ran tía , que es la que responde el d ía de m añana de la ca lidad y cond iciona d e l serv ic io p restado u obra rea lizad a . P ues biMi, en e l balance que diseccionam os, f ig u ra en el a c tiro tan sólo una partida por fianzas, que im p o rta unos tres m illones de pesetas, o sea, d ivu lgán d o lo lo suficiente para que esté a l a lcance del m ás p ro fa n o : “ Construc­to ra N a v a l hab ía dado una fian za de 3 .370.000 pese­tas para rea liz a r obras y p res ta r servic ios, de cuya cuan tía hab ía percib ido y a m ás de 334.000.000 de pe­setas, no habiendo in vertido en ellos can tidad sunerior a 277.000.000.

E llo b astar ía para cu a lifica r y d egradar todo un ré­g im en y un s is tem a . ¿S e benefic iaban los accionistas con e l tra s iego y m anipu lación de ta les c ifra s astro­nóm icas? No, porque hem os v is to que fu é en e l afio 1919 cuando se re tr ib u yó al acc ion ista con 40 pesetas, el m áxim o d ividendo a lcanzado.

¿ Es que C onstructora N a va l, siendo com o eriv tan fu n g ib le y averiab le el m a teria l sobre el que operaba, hacía grandes re se rvas? T am p oco . Porqu e en el pro­p io año 1919, el que podría ca lifica rse de o ro de su v ida económ ica e industrial, sólo pudo lle va r a fondo de reserva 1.153.000 p esetas .

EL 19 DE JULIO LEVANTO LA TRAMPA

L a realidad es que se esqu ilm aba al país y se ope­raba en parásito del e ra rio público, a benefic io ex­clus ivo de v ivos, paniaguados, y de la técn ica ( ? 1 o habilidad ex tran je ra , com o lo p roclam a que en el Con­sejo de Adm in is trac ión de Sociedad E spañola de Cons­trucción N a va l, com puesto de trece personas, eran to ­dos banqueros, menos los s igu ien tes honorables ciuda­danos ex tran je ros : com rnander Charles V . C raven , ea- p ita in Thom as E w an s Crease, sir E ustace Tennyscn y E yn cou rt: y com o je fe de equipo, aunque siem pre eii ú ltim o puesto, com o corresponde al e fica z tram oyista, s ir B asil Z a h a ro ff.

En el p royec to de presupuestos para el e jerc ic io eco­nóm ico de 1936. que pe publicó en la “ G a ce ta " <;<* M adrid del d ía 18 de octubre de 1935, destaca en el presupuesto de G uerra una partida para arm am ento? y o tro m ateria l, p or 56.000.000 de pesetas, y o tra para bases n ava les y defensa de costas y fron teras, por18.000.000, y en el presupuesto de M arina, figurar- unos 82.000.000 de pesetas para los serv ic ios de tic fensa nacional, au torizados espec ia lm en te . L s p arte de estos serv ic ios y atenciones deb ía prestarlo.» com o de costum bre, la C on stru ctora I ;ava l. e im por­taban. en junto, 156.000.000 de pesetas, que las caja? del Tesoro, una v ez más, estéril e in e ficazm en te , hu­bieran vert id o en la simn s ir^ fon d o de Saga.sta. 27.

Y . m ien tras t a n to . . . , los políticos, en treten iendo a! pueblo en la p laza (léase P a r la m en to ), con “ luz y ta­q u íg ra fo ” , com o gustaban de decir, para, d esv ia1- la atenc ión de lo que se operaba en la :;ombra y m?3 a llá de la t in ta ta q u ig rá fic a .

D e s ir Ba.sil, com o de D eterd in g . Hginn-íman, Roí- schild, L a tza rd . e tc ., ten ia el buen pueblo una ¡d e* se­m ejan te a la de A li-B a b á o de o tros personajes de las “ M il y una noches".

E ra necesario que algu ien, desde el pa lacete de la ca lle de A lca lá , con fesara que no ten íam os e jérc ito , que en defensa nacional estaba todo por hacer, y ni asi se despertaba de su le ta rg o ca ta íép tico el e s p ír it i na­ciona l.

H a sido preciso el 19 de ju lio , para que quedara al desnudo la realidad vergon zosa de la Ib er ia atenarada en todos íu s resortes v ita les , con todas sus posib ili­dades taponadas y rigu rosam ente c o n t ro la d a . . . , como .-i tem ieran el despertar y 2a libo-tad del león sim ­bólico .

18—98 DOCUMENTOS HISTORICOS DE ESPAS’A

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:cv¿fc.> 'to n >. ttotpfe <ir i» mo)*f «c>4.-:ÍÍíX , , y t,'«** fH f’2«**éh *l> &>:<'.<*}, ( ,

Lfl ÍÍ1UJER N U E V A E N - L f í ESPAÑA DE HOY

«, HEROICA MUJER DE MADRID -\YUDA A SOSTENER LA GUERRAr

¡ En las horas difíciles de la in- i vista villa, el aporte de la m u-. jer a ia lucha constituyó un to -1

¡ r.ificsníe ejemplo de bravura.

TOBO EL QHÚ D I S P O N I B L E PARA MAORID

Una madre perseguida por la , muerte y con el terror al ias* i cismo en las pupilas, ve nacer a su retoño en el camino.

M H A D Iv ID c'¿í.‘ en p e lig r o ! K esu en t r l g r ito de a le rta en todas partes. * " I,o repiten tos hom bres y las m in e ra . de ta la España. S ilba e:i los án- KUlo.i ¿o las <t s :ir con el u lu lar del v ien to que nos trae hasta Cataluña, has- te Barcelona ¡n is im , en oleadas, e l sabor fe rru g in oso de la Kangre de núes- t “o hermanes, d erram ada a to rren tes en las trincheras de la C iudad M á r­tir. ¡Madrid necesita a y a ;la ! L a s hordas m ercen arias de H lt le r y M ussolln ! so tantin con fu ria con tra e l p rim er baluarSp de la L ib ertad .

L::~. anarqu istas han lanzado sa s s v f :a consigna y las com pañeras de I'. Agrupación de Majare.-, L ib re «, con el corazón henchido de cora je , tom an un puesto de responsabilidad jun to a las hom bres. Jóven es lib ertarlos , rai- litanten do la O . N . T . , hom bres y m ujeres anarqu istas se desparram an )>ov las elr,d«<í?s y los pueblo-, p idiendo arm as, a lim en tos y hom bres para Madrid. 1.a A grupación M u leros U b re s a fro n ta con la m áx im a generosidad y valentía la p a -te que !* corresponde en e l es fu erzo y e l sa c r ific io que la gravedad del m o a iea 'o re.elam a.

• Esta hora de p e lig ro debe un ir de verdad a hom bres y m ujeres, a todos l(i3 antifascistas para s a lv a r a M adrid , que es E spaña y Cataluña. ¡C o r ra ­mos en socorro de M adrid , m u jeres !

. • • •1 A mujer que en estos instan tes iu zca una jo ya , es una m u jer irresoonsa-

ble. N eces itam os ‘ orlo el oro d isponib le para adqu irir arm as. M uchos hombres, m ujeres y niños han ca ído ba jo la m etra lla del enem igo. M iles y millones de vidas están en g ra v e p e lig ro . S i toda.s las m u jeres de Cata luña entregaran el oro que poseen, con ju rarían ese p e lig ro y habrían term inado las incursiones m o rt ífe ra s de los av iones y los barcos fascistas.

I>o menos quo toda m u jer puede y debe hacer, para co labora r en la lucha contra el fascism o, es e n tre ga r para los fondos de la gu e rra los pendientes que adornan sus orejas.

* * *

JO R NAD A te rr ib le ! T ra s los p .-ypetos, la » heroicas m u jeres de M adrid, van y vienen ba jo una llu v ia nu trida de balas, a lcanzando m uniciones

a los milicianos, as istiendo a los heridos. E sta llan los obuse» y la « g ran a - tisis. El olor tv san i're y a pó lvo ra se enrosca y ap rie ta los sentidos- I a s mujeres de M adrid no se detienen. Unas caen heridas, o tra s p a ra no le ­vantarse más. l 'n sold ido del pueblo se desm orona destrozada, la f-en te ; casi sin in tervalo , su fusil s igu e d isparando. I na m ano de m u jer no ha dado tiempo a que e l arm a lle g a ra a l suelo.

I

JU N T O s i borde de la ca rre te ra ,

tendida sobre la hierba, m ía mu­je r ap r ie ta las m andíbulas de dolor. L lo ra du lcem ente. H a dado a luz. L e ha nacido t i h ijo en el tra ye c to an ­gustioso de la fu g a ob ligada. Q u iere la va r con lá g r im as ca lien tes el te ­rro r que la m asacre de su pueblo, de íu fa m ilia y de su hogar, le de­jó en las pupilas. ;Que el n iño no sepa nada! ¡Q ue su a lm a incólum e no se m anche cen la som bra in fa ­mante. de la m aldad a jen a ! Que no entre en la vida, con la e s t igm a a g o ­biante de los h orrores de la lucha!

Su pensam ien to to rtu rado burea la fu en te del consuelo. Se es fu e rza por abstraerse en el verde acogedor de la colina, por acu rrucarse tn el nido tib io del sol. por s u m erg ir le en la tranqu ilidad de) ¡«m en so c ie ­lo y acerca la c r ia tu ra al a rru llo m onocorde de su corazón : “ Que m í niño sea un hom bre sano, un hom ­bre bueno, no un ta rado por el te ­r r o r !"

¡M a d re ! ¡M ad re de todcs los hom ­bres que o:tá.n naciendo en p lena au­ro ra lib e rta r ia ! ¡M u je r nueva de la nueva E spaña!

N I N A(D » “ T l f r r t y l,lh ^ rtn d # 4 » Jln rrr lo nfi, m iv lfm tirc de 1BÍ17.)

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DOCUMENTOS HISTORICOS DE ESPAÑA 19— 99

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FEDERICA MONTSENY FUE LA IMPULSORA

DE ESTA ENTIDADN

O recordam os d e qu ién es e s ta fra s e : " L a obra es e l hom bre” ; p ero h oy hem os cons­

ta ta d o la c e r te za d e l con ten ido a l v is ita r la ( ’asa de M atern id ad de V é le z Rubio. L a casa d e M a tern id ad de V é le z R ub io es e l doctor C a rreras .

E s e l d oc to r C arreras, con su corazón ab ie r ­to a la efusión , con su sen tido d e solidaridad, con su concep to d e la nueva con v iven cia so ­c ia l. E s sobre todo, ca lo r humano, tan con ­tra r io de lo que fueron hasta el d ía los es tab le ­c im ien tos o fic ia les . V é le z R ubio no es un con ­ju n to de d isposiciones fr ía s y reg lam en ta rias e ino todo e l corazón de un hom bre sensible puesto a l serv ic io de una a lta cínica.

UN ESPIRITU DELICADO Y VIVAZ

l a M atern idad de Vt*'ez R ub lo enriquece con fison o m ia p rop ia el con junto de creaciones d e nuestra R evolución . N a c ió por la necesi­dad dp ap a r ta r a las g es tan tes m adrileñas del am bien te trá g ic o de la ciudad heroica , y a l m ism o tiem p o p a ra a ten der deb idam ente a

los cu idados de a lim en tación , reposo y otros ex trem os im posib les d e a lcan zar en la vida feb r il de la lín ea de fu ego que es la cap ita l d e !a República :

f o r en ca rgo del M in is te r io de Sanidad, re ­g en tad o entonces por F ed e r ica M on tseny, re ­c o rr ió el d oc to r C arreras a lgu n as p rovincias buscando e l lu g a r m e jo r de la Repúb lica , has­ta que con la paz de este va lle , a l que se a r r i­ba com o a un oasis, después d e haber corrí-

La Casa de Maternido, pasado T u e rto Lum breras, p o r un paisa je im ponente de desolación.

L a M atern idad es tá in sta lada en un an tigu o con ven to ; pero cuánto cariño, cu án ta tern u ­ra , qué exqu is ito cuidado se ha puesto en bo­rra r e l aspecto dem asiado au stero de las es­tan cias m onacales para darles esta fison om ía de hospedería a le g re con atisbos de casa de fam ilia -

I.o p rim ero que nos im presiona es e l com e­d or ; rasgados ven tanales sobre e l ja rd ín claus­tra l, b lancas m esas de m árm ol para cuatro p lazas con la nota d ecora tiva de sus ram itos cam pestres. U n zóca lo de cerám ica m a lva , do re fle jo s casi tornasolados. ¡Q u ién se acuerda de aquel com edor do las m on jas ! ¿ A l t a r ? Sí, un a lta r in vertido , transform ado en gran ch i­m enea señoria l por e l gen io a r tís tic o d e C a ­rreras, aunque sus colum nas salom ónicas den gu ard ia a un disim ulado radiador.LOS CHICOS EN VELEZ

E l cam po de deportes es am plio y variado i fron tón , “ tenn is” .

Juegan unos chicos grandes y fuertes.— D octo r, ayúdem e a sa lir de e s ta perp le­

jidad . ¡E s to s ch icos no han nacido aquí, diablo.’K1 doc to r C arreras r íe con toda su alm a.— M ire, las gestan tes son evacuadas con to ­

dos sus hijos. ¿C óm o podíam os pensar en de­ja r a los h ijos sin m a d re? ¿S om os hombres nuevos o n o? ¿Ten em os o no conceptos nue­vos de las cosas? Con este p roced im ien to m a­tam os dos pá jaros de un tiro. Reducim os la resistencia de las em barazadas a abandonar su h oga r y sacam os a los niños de M adrid, que tam bién es preciso. A s í se exp lica la p re­sencia de esta m uchachada en V é lez Rubio. Acom pañan a sus m adres los h ijos hasta de

ca to rce años. E l réginu se desenvuelve a base de l ; a independencia que lí í ic io permlt/en.

— ¿ T e ro estos chicos cuela en la edad m á s . ,

— N o siga , 110 siga . ¿ usted, a m iga m ía ? Eos m era preocupacin . Veng

E sca le ras a rr ib a so i esco lares, decoradas grí lias policrom adas, narra tres ce ¡'d itos y o tros am

— ¿C óm o pudo pensai de los n iñ os? ¡Q ué disp

LAS MADRES Y LOE n e l ja rd ín hay selí

b iertas por gasas inmaci dejas que ocu ltaran la cados. L es dan- guardia

¡S e is nenes! Seis troclt c ía y e l am or — éste de la com pañera d e Cal

R E PA P A R E C ID O EIS

(D e Valencia. <

20— 100 DOCUMENTOS HISTC

ISíú www.federacionlibertaria.org

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dad de VélezRubioien del estab lec im ien to e célu las fam ilia res con las condiciones del ed i-

i apartados d e la es-

, Quién le h a con tado a a ha sido nuestra p ri-

! « .nos enseñan la » nulas aciosam ente ron lám i- indo la h isto ria de los algos de la in fancia , r que nos o lvidásem os ja ra te !

>S CHIQUITINES3 «m it a s blancas, cu- culadas. Son com o han- o fe r ta de fru tos deli- dos “ nurses” .

tos de v id a que la cíen- que a rd e en los ojos

:ras — vienen d ía a

'A J EV’ LA R E V IS T A

del 2 10 1937) j

d ía d isputándole a la m uerte.— E s m arav illo so — nos d ice La v o z a rd ien ­

do — ; este chiquitín d e los o jos azu les es un verdadero resucitado.

— N o v iv e n i sos iega — d ice en v o z ba ja a nuestro lado una de las a lb ergad as — ; de d ía i ' de noche es tá pend ien te de todo.

N o lo ponem os en duda.— ¿Q u é capacidad tien e es te estab lec im ien ­

to ?— Tresc ien tas p la za s.

— ¿ Y cóm o andan p or aquí de a rtícu los a l i­m en tic ios ?

— P erfec tam en te . C om o esto está a lg o a p a r­tado no ha llegado aun la escasez. Com en cuan to qu ieren . L os “ m eniis” son sencillos, pero abundantes.

E stam os ahora en el despacho d e l adm in is­trador, y éste abre un d ia rio a l a za r. L eem os: D ía . . . C om ida : Carne con patatas, Ensalada. F ru ta . — Cena: A r ro z con conejo . Ensalada, Melón-

— E l desayuno y la m erienda — n o « e x ­p lica — son a base de leche, ap a rte los casos de sobrea lim entación .

4AS SOBRE LAS MADRES Y LOS CHICOSH acem os una fo to del p ar ito r io — la sa la

«F e d e r ic a MontefcCny” , en honor a la funda­dora de la institución .

— jQ ué grac iosa m uñeca!N o * sorprende la risa de la “ d irec to ra ” .— ¡S i es una v irg e n !E n e fecto , es una v irg en con vertid a en p in ­

toresca payesa, que adorna la rep isa de la sa la .

K s delic ioso, nos o lv idam os de los números, do los datos técnicos, de los cálcu los fr íos, pa-

EL MAXIMO CUIDADO SE PRODIGA HACIA TODOS LOS NIÑOS

ra en frascarnos en es te baño de v ida cordia l.T ocam os los b íceps de un m uchuchote de

doce años.— E stán fu ertes estos d iab lillos.

— Tenem os un exce len te p ro fe so r de cu ltu ra f ís ic a ; e lig e los ju egos , ordena las a c t i­v idades de los muchachos. V a * » * * v e r la g ran ja .

PARA QUE LO LEA UN PADRE

H ace un ra to llevam os pegada a nosotros la son risa s im p á tica y la m irada curiosa de un m oza lbete . C a rre ras m e llam a la atención so­bre él.

— E s un u\trav lado de la re tirada de M á ­laga .

L e in terrogam os. Se llam a Ju lio Sedeño R u lz, tiene trece años. N os cuenta que v iv ía en, la ca lle del Cañón, núm ero 11, en M á laga , de donde sa lió con su padre en e l d ía trág ico- C er­c a de A lm e r ía pudo ve rse com p le tam en te lib re.

“ C orre , corre , co rre ” . . . L o s niños acom ­pañan la canción con graciosos adem anes. A s e ­gu ra r ía que todos los o jitos ven co rre r la lie ­bre delant-e del cazador.

¡ “ T e escapaste, h iciste bien” ! Los nenes res­p iran con satis facción .

E stas voces, estas d iv inas voces in fan tiles nos han llenado un m om ento de paz in terio r, ha­ciéndonos o lv id a r la canción que los obuses entonan a llá le jos y los niños perd idos en las ca rre te ra s de España, pa ladeam os con fru ic ión esa g o t ita de fe lic idad que es la esperanza.

)RlCOS DE ESPAÑA 21— 101

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fe«: '¿X pniini* í. y »

i l i l l Ü X A F . ¿ L i iI h h I

LAMA

. 22— 102 DOCUMENTOS HISTORICOS DE ESPAÑA

S&ttdicalteüd !a ftichtstria!

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id a m e n te m iran las c ifra s tde la pro­ducción sin preocuparse quiénes han sido los que han consegu ido aum en­ta r lo producido, en relación con años an teriores, e l m ila g ro lo han rea li­zado-las co lectiv idades a g ra r ia s sur­g idas al ca lo r de la revo lu ción E l cam po español es'.aba surgido on las oscuridades de una econom ía par ce la ria uncida a los señoritos de la ciudad p rop ie ta rios del cam po, y so­lam en te la revolución , la lucha a r ­m ada con tra la burguesía que ven i­mos sosten iendo descíe hace m ás de qu ince m eses ha sido cap az de li­b erta r a los cam pesinos de la tu te ­la de los grandes terra ten ien tes y la no m enor tu te la que e jerc ían in­

d irectam ente sobre los pequeños p ro­p ie ta rio s y colonos. E sta esclavitud de s ig las ea la que ha desbordado a las m asas cam pesinas ob ligándo­las, er» uso de su prop ia defensa, a c o le c tiv iza r las tie rras de los g ran ­des la tifu n d is tas y terra ten ier. es N o han hecho ni m ás ni m enos que lo que el p ro le ta riado industria l ha hecho con las fáb r ica s y, ta lleres en ir;o de un p er fe c to derecho que, sin aparecer en la “ G aceta ", lega liza ron los trab a jad ores con la sangre v er­tida en defensa de la libci\~d.

N o querem os suponer que se p re­tenda d esarticu lar l?s co lectiv idades agrícolas-

(D e “ C a stilla U b r e " . S KI 1937).

L as CifrasPRUEBAN

Los Resultados Positivos de la Colectividades

E N G E N T E ha sido el esíu erzohan ten ido que rea liz a r los t r a ­

bajadores cam pesinos para levan tar una buena parte de la econom ía que por la sublevación quedó desarticu ­lada. A muchos les p arecerá de en­caso va lo r y hasta den igran te, por cuanto en la reo rgan izac ión de la econom ía, sobre todo en la patito agríco la , los cam pesinos han les io ­nado In tereses económ icos de índole privada , que sus p rop ie ta rios jam ás podrán perdon ar ;P e ro bueno hu­b iera sido que los cam pesinos, en la reorgan ización de la econom ía a g r í­cola, hubieran ten ido en cuenta los in tereses de los que ven ían gozando de la ren ta de tie rras y fin cas que no trab a jab an ! N a d a de eso tu v ie ­ron en cuenta, porque p rivaba a la econom ía de Inmensas riquezas que de n ingnna fo rm a pod ían esta r pa­ralizadas, siendo esto cerrado para los m iserab les traba jadores a g r íc o ­las. E ra necesario poner en tensión todas nuestras fu erzas económica** :>ara que a los heroicos soldados que guarnecen las tr incheras de la lib er­tad no les fa lta sen los alimento.? no- cesarlos, y los cam pesinos rom p ien ­do los m oldes de la econom ía p r iv r - da, a justaron un nuevo s is tem a 'd e exp lotación c o le c tiva que v ien e dan­do excelen tes resu ltados y ha au­m entado considerab lem ente la p ro ­ducción.

E l prop io M in is tro de A g r icu ltu ­ra. respecto a las C o lectiv idades agríco las, ha ten ido que reconoce! su im portanc ia y e fec t iv id ad com o sis­tem a de producción. Según las es­tad ísticas del M in is te r io de A g r ic u l­tura, la ú lt im a cosecha ha supera­do las c ifra s an teriores. ¿ A qué se d ebe? Si el cam po está escaso de brazos, porque la ju ven tud cam pe­sina se encuentra en las tr incheras; si los m edios m ecán icos de produc­ción que se han in ’ro d u c 'd o en el cam po son escasos tam bién , no ca-

. be nada m ás que m ira r a las colec­tiv idades que en su inm ensa m a yo ­ría fo rm an el nuevo s is tem a de e x ­p lotación, su rg ido en las jo rn adas con tra la reacción y e l cap ita lism o que v ien e v iv ien d o nuestro pueb lo . P o r mucho que les pese a Í03 que

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DE LAS MILICIAS 4L EJERCITO De “Fragua Social”

del lo. de Mayo 1937.

P O P U L A R M. González InestalHACE un año que el m ilita r ism o español, a l serv ic io de

los viejos va lo res trad icionales, enem igos del pue­blo, se levantó en con tra del G obierno, tam b ién trad i­cional, que al p reten d er rem ozarse tím idam en te lim ita ­ba sus ambiciones desm edidas.

Un año durante e l cual, los traba jadores españoles han dado una dura lecc ión a todos sua enem igos . A sus enemigos y al mundo, decid ido y a a no poner d ificu l­tades eficaces a l avance a rro llad or del fascism o.

Muchas cosas hem os aprendido en los doce meses

COMPONENTE DE LA C. N. T. EN EL , ESTADO M A Y O R CENTRAL f e ESCRIBE SOBRE 4

LAS EXPERIENCIAS M ILITARES DE UN ARO DE LUCHA ARMADA

pasados; a mucho3 hom bres nes ha sido dable conocer; fenóm enos in­creíbles hemos presenciado, a los cuales aún nos resis tim os a darles veracidad. D e en tre estos ú ltim os, queremos destacar uno, e l que in te ­resa al fin de este trab a jo : la con ­versión de nuestros hom bres, de nuestros m ilitan tes, de pac íficos obreros en belicosos m eliciancs.

DE O B R E R O A M IL IC IA N O

GRAND E es la ges ta que e l pueblo español está escrib iendo con su

sangre. Todo lo g ran de que es el h e­cho de que un pueblo desarm ado, con sólo su idea lism o gen eitiso y su anticipado sa c r ific io de la vida, sin preparación especia l a lguna, n eu tra ­lizara prim ero y rech azara después en lucha v io len ta a un en em igo p re­parado para ei com bate, dotado de todos los m edios y en posesión ade­más del fa c to r in ic ia tiva , y, por Jo tanto, sorpresa. Sólo una cosa hay que pueda serle equ parada U n a f i ­gura colectiva, que lien?* toda la historia de nuestra gu erra y de nuestra época: el m ilic iano.

Surge espontáneo y en todas p a r­tes con cara cterís ticas m u y p a rec i­das. E n el N o rte , en e l Sur, en el E ste y en e l C en tro . E n todas p a r­tes los llam am ien tos de las o rga n i­zaciones hechos, y a fu e ra por la ra ­dio, por la P ren sa o personalm ente, hallan la m ism a con testación : m o ­v iliza c ión en m asa desde los puntos m ás cén tricos a los m ás apartados rincones. En la España, h oy lea l, y en la p arte ocupada por los fa c c io ­sos. e l llam am ien to fu é in te rp re ta ­do de la única m anera que pod ía serlo : com o un s ign o de debilidad, m e jo r dicho, de im potenc ia para los Poderes constitu idos, que deb ía ser suplida con la in terven c ión v io len ta y v ig o ro sa del p ro letariado .

Im poten tes para so foca r la suble­vación Jes el m om en to de reco r­d a r lo ), los Poderes se dec laran en qu iebra. E l arm azón d e fen s ivo del Estado dem ocrático , pese a la m a­yo r ía p a rla m en ta ria de izqu ierdas nacida el 1(5 de F ebrero , se ven ia ab a jo estrep itosam en te , a l fa lla r le su punta l: el E jé rc ito , la P o lic ía y

los cuerpos c o e rc it iv o s que se co lo ­caban en buena p a rte fre n te a. él ,

E ra e l fasc ism o que, a l fin . se de­cid ía a dar e l go lpe, an te unos po­deres vac ilan tes, venc idos de an te ­mano, sin conciencia del p e lig ro que les acechaba, corrom p idos p o r una e tapa de in m ora lidades y rep res io ­nes que a le ja ron de e llos a lo ún i­co bueno, puro y v ita l que sob rev ía : e l p ro leta riado . E ra llegad o e l m o ­m ento de h acer bueno lo que habían constitu ido p rom esas sin cuento en m illa res de m itinea y ju ram en tac io ­nes den tro de la in tim idad ín ^ tem a de las A sam b les genera les .

E l sen tim ien to trá g ic o de la v ida y la conciencia del m om en to lan za ­

ban fu e ra de sus ta lleres , fáb r ica s

y obras a los trab a jad ores que, v i­

g ilan tes , salían a la calle d ía y n o ­

che d ispuestos a o fren d a r su v id a

para im p ed ir la v ic to r ia d e l fa sc is ­

mo. L le ga d o el m om ento suprem o,

a fa lta de arm as opon ía a l en em i­

go la m u ra lla de sus cuerpos, e l

Cuatro aspectos de Jas luchas de Jos pri eros momento# en lo* frentes de Aragón

DOCUMENTOS HISTORICOS DE ESPAÑA 23— 103

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Con las improvisadasco ra je a lt iv o de qu ien renuncia a todo, hasta a la v ida , por tr iu n fa r.

P o r eso, com o si de antem ano hu­b ie ra ex is tid o una c ita , todos ¡os trab a jad ores y en todas partes , acu­d ían a lo s puestos de p eligro . A los cuarte les , a los puntos de concen­tra c ión d e l enem igo . H ab ía que b i- t ir lo s porque a llí se encontraban adem ás, las a rm as con las que el e s fu erzo com ún pod ía y deb ía f e ­cundarse.

E n los cu arte les se triun faba . M u ­chos de los nuestros m ord ían e l po l­v o en ellos, pero se conseguían dos cosas a cual m ás p rec iosa : d esterra r e l m iedo un tan to m ís tico de las m u ltitudes h ac ia las fu erzas a rm a ­das, a las cuales se c re ía a lg o así com o invencib les, y a la v e z a las. arm as, para con e lla s l le va r al tr iu n fo fu e ra dei ám bito en que la lucha se hab la in iciado.

P o r la in tu ic ión de esta necesidad, lo s hom bres que hasta e l d ía an te­r io r e ran sim ples trab a jad ores en el m ás a lto sen tido c iv il de la palabra, se con vertían en m ilic ianos, en hom ­bres que por su volun tad abandona­ban tran sito riam en te sitó trabajo.1' p a ra m arch ar h ac ia donde el p e lig ro llam aba. S in p lan preconcebido, es c ie rto ; p ero n i por la calidad de los com batien tes n i por la velocidad con que se d esarro llaban los acon te­cim ientos, se p od ía p ed ir o tra cosa. A p a r t ir de este m om ento, la in tu i­ción sup lía a la técn ica y la im p ro ­v isación a l cálculo.

D e cua lqu ier m anera, querem os d e ja r sen tada una oosa; ésta : entre ¡o m ucho que h a y que aprender en este p eríod o su rge la f ig u ra g iga n te del m ilic iano, que aun no pode­m os ap rec ia r por fa lta de la p ers ­p ec tiv a h istó rica . Quien desarm ado y sin experienc ia , conquista las a r ­m as, haciendo dejación de su p ro ­p ia v id a ; qu ¡en en m an ifies ta in fe ­r io r id ad técn ica acude a los lugares de p e lig ro , renunciando a cuanto de p rec iado pud iera haber en su ex is ten cia ; quien, pese a esta r ro ­deado por la tra ic ión , la es tu ltic ia y la m a la fe , p rosigu e su idea sin desan im arse, m erece pasar a la h is­to r ia com o la f ig u ra m ás acusada y g ig a n te de esta lucha.

L A S M IL IC IA S

I A lucha, en la m edida en que se " a la rga , v a im pon iendo sus e x i­

gencias. E l enem igo, a llí donde ha lo g ra d o tr iu n fa r de la acción co le c ti­v a de los traba jadores, ha con serva ­d o sus cuadros y asp ira a • lleva rlos a llá donde son necesarios para ensan­char la base de su dom inio.

E sto im pone la ob ligac ión im p e ­ra tiv a de ag lu tin a r las nuevas fu e r ­zas com batientes. A las m asas a r­m adas del en em igo sólo se las pue­de com batir por o tras m asas a rm a ­das.

E l E stado ca rec ía de la autoridad m ora l y de la consistencia orgán ica p ara llena r ese com etido de carác­te r in m ed ia to . Sólo las o rga n iza c io ­nes p artic ip an tes en la lucha an ti­fa sc is ta reunían estos requ isitos.

posible que no lleguen a compren­der jam ás, tod-i la fecundidad del g es to creador del proletariado.

P o rqu e sin Jas m ilic ias, los faccio- I pos hubieran tardado m uy pocé | tiem po en ser dueños de la situa­ción .

¡O ja lá en m a te r ia de armamentos se hub iera dado m argen al desarro­llo de la in ic ia tiva popular, y segura­m ente y a la gu erra hubiera tocado a su f in !

D e cualqu ier m anera, lo indudable os que superam os los m om entos ini­c ia les de la lucha, g ra c ia s a las mi­licias , que para ron el avance arro­llad or de M o la hacia M adrid ; de V eor legu i hac ia San Sebastián du­rante mes y m ed io ; de Queipo hacia Jaén, C iudad L ib re y M álaga ; de O abanellas hacia V a len cia , Castellón y Cataluña. G racias a ellas las or­gan izac ion es fu eron creando en la retaguard ia , órganos com plementa­rios que durante nueve meses man-

Milicias, los ObrerosCada una ten ía e l p res tig io necesa­rio sobre sus propios a filiad os y é s ­tos se encontraban liga d os y a a ella por ideo log ía , por razones de trad - ción y por una d isc ip lina p racticad ! durante, m uchos años en la lucha con tinuada con tra e i cap ita lism o y sus secu aces .

De ahí que las m ilic ias fueran cris ta lizan do en m ilic ia s de o rg a n i­zación y de partido . P rsc isam :n t? en esta época fu é cuando se pus") a prueba la capacidad de las o r g a ­n izaciones y la capacidd de s a c r ifi­c io de los traba jadores. E lla s debie- ron im p rov isa r las m ilic ias, darles una m ora l c o le c tiva que sup liera la d isc ip lin a ro ta con la sublevación del E jé rc ito . E lla s h icieron com pren d er a l p ro le ta riado el p ro fundo ab 's- mo que ex is tía en tre la r evolución y el p illa je . E lla s fu eron creando las industrias de gu erra . E lla s fu e ­ron seleccionando les m andos en tre los m ás capaces. E llas organ izaban e l abastec im ien to de los fren tes. E lla s daban unidad a la gu erra por m edio de la nacien te y p res tig iosa Com andancia de M ilic ia s.

Los que. sec ta rios o incapaces do com prender el a lcance trascendí nt-í: de los m om entos que hem os v iv id o y v iv im os aún, p o r tener e l cerebro cuadricu lado y ser in capaces de ha- car o tra cosa que se rv ir serv ilm en te los m andatos de gen tes a jenas a núes tro m ovim ien to, y de com prenderlo, se han pasado la v ida censurando, y censurarán aún, el esfu erzo de supe­ración que son las m ilic ias, no com ­prenden n i han com prendido, y es

El mismo general Miaja testimonia que, en sus días más aciagos, e l ejercito de Madrid pudo comer gracias a la organización d e la i n ­

tendencia de la C. N. T.

tu vieron a tos hom bres en el fren­te, m ora l, económ ica e instrumer.- taime n te.H A C IA E L E J E R C IT O P O P U L A R| A S m ilic ia s populares cu m p liera « su m isión h istó rica , cem o la cum p lirá el E jé rc ito Popu lar. Ins- t rumer to fu eron de nuestra defen­sa a c t iv a m ien tras la necesidad y la experien c ia creaban las condicioné p rev ias p a ra ser m ejoradas con el E jé rc ito Popu lar.

E s ta necesidad nace cuando el enem igo, bien arm ado, encuadrado y a leccionado p er ¿1 fascism o interna­ciona l, con v ierte un levantam iento un tan to caó tico en una gu erra r e

-gu ia r .E n el orden orgán ico no bastan ya

a g regad os hum anos lim itados por la capacidad o la cuquería reclutadora de cada o rgan izac ión o partido ; ne­cesitábam os una fó rm u la uniforme en la m ov ilizac ión y em pleo de los com batientes. E ra u reciso saber a cada m om en to el núm ero y estado de cada unidad, para, conocer con g a ra n tía la fo rm a en que podría ser u t il iz a d a .

P oro no bastaba con la intuición en la conducta de los .mandos, ni la m ora l d ifusa, donde em necesaria la técn ica y la d isc ip lina con las cua- le h acer fren te a l enem igo venta­josam ente, y c o r ta r los e fectos del in stin to de. conservación exasperado p or e l m al em pleo de los hombres en d ife ren tes acciones. A la técnica d e fic ien te de nuestros mandos, había que darle unidades lig e ra s de movi­m ien tos fá c iles y flex ib les , que per­m itieran su m ov ilizac ión y empleo con v en ta ja y ga ran tía .

T od os e íto s prob lem as y otros muchos que no h im os de apuntar por no hacernos in term inab les, die­ron v id a al E jé rc ito P o p u la r . . .

24— 104 DOCUMENTOS HISTORICOS DE ESPAÑA

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El Estado carecía de la autoridad moral y de la consistencia orgá­nica para encarar la lucha armada. Sólo las organizaciones anti­

fascistas lo consiguieron.

JDL E J E R C IT O P O P U L A R Y E L M A N D O U N IC O

EL Mando único «a el com plem en ­to forzoso de todo e jé rc ito en

movimiento cuando se tra ta de ac­tuar en grandes planos y a base de »randes unidades. D e a llí que ín t i­mamente v incu lada a la id ea de Ejército popular, fu e ra la de M an ­do único. M ando (m ico sobre lo 1-; hombres y las cosas, sobre las p ro ­pias organizaciones y p o r encim a de sus intereses de m om ento. Be ne­cesitaba algu ien o a lg o que a rticu ­lara todos estos fa c to res , que p erm i­tiera que las a ltern a tivas de un fren te fueran con trarrestadas por acc io ­nes tácticas. Se im pon ía a rticu la r flanes estra tég icos que encauzara ! el esfuerzo común. H ab ía que supe­ditar la in ic ia tiv a p articu la r a las necesidades genera les , rac ion a liza r el empleo de hom bres, arm as, m u­niciones. m edios de transporte . P r e ­cisaba cen tra liza r la in fo rm ac ión en un órgano capaz de s¡icar partido de ella, conjugando los d iversos fa c to ­res que debían ser u tilizados. D e ­bíanse. en un » palabra, u t iliza r to ­dos estos e lem entos a llí donde acon ­sejara la posesión de todos estos da­tos, y esto sólo pod ía hacerse con ventaja cuando un órgano , el M an ­do, tuviera la potestad sobre los hom bres y las cosas.

EN la van gu ard ia desde e l p rim er momento, los m ilitan tes már.

destacados de la C N . T . y el g ru e ­so de sus a filiados, se encon traron frente a los sublevados.

Ellos form aron un m uro incon­movible de carne revo lu c ion aría que se lanzó en ava lan ch a en c o n t r i de los cuarteles y los lu gares de la

Batieron eizona leal donde los facciosos se ha­bían hecho fu ertes . E llos lucharon en vanguard ia en la M ontaña, en Guadalajara, en Carabanche!, en Cataluña, en L eva n te , en Anda hi­ela, etc. y bien sellado deja ron su paso con la san gre de los m ejores.

De la C. N . T . fueron los m il it a r ­les que en Cata luña pagaron su m is caro tributo en los in icios de la l a ­cha. Con federados eran una p ro ­porción de 75 por 100 los tra b a ja ­dores que en G u ipúzcoa arrancaron de manos de los m ilita res las o v ­inas y las em puñaron después pai i oponerse a su avance, después d- haber tom ado por asa lto al G ran C a ­sino, el hotel M a r ía C ris tin a y los cuarteles de L oyo la . C on federados hubo desde el p rim er d ía en torno a los cuarteles de G ijón, y con fe ­derados eran en gran parte los quo acudieron a p ro te g e r la p rov in c ia contra el fascism o tr iu n fan te en I;* llanura caste llana, y por fin , con­federados en gran p roporc ión fo r ­maban entre los m ilic ian os en M á la ­ga y A n da lu cía entera . L a s m il i­cias form adas y a jx>r la C. N . T.

de la fo rm a regu la r en que lo per­m itían las c ircunstancias, fueron acudiendo a los lugares de m ayor p e lig r o .

M adrid pudo e v ita r un asedio te rrib le g ra c ia s a las m ilic ias confÁ; dera les que, en la Calum na del R<> sal, acud ieron a p ro te g e r las presa.- de L o zo yu e la ; y G u ada la ja ra fui- p ro teg id a en S igü en za por m ilic ias lib erta ria s . E n todas partes donde desesperadam ente se lan zó el fasc:s rno con tra M adrid , encon tró en Ja'; p rim eras f ila s m ilic ias pertenecien ­tes a la C. N . T .

En la tom a del cuarte l de S im an ­cas, en la defensa desesperada de Ir Un, en e l avance h ac ia e l A ragón faccioso, en el cerco de Teru el, en la d efen sa del cam ino de M á laga de Toledo, de Jaén, de Guadix, en e l a taque a M a llo rca , in terven ían m ilic ias con federales.

Si qu isiéram os podríam os c itar nom bres de unidades in tegradas y mandadas por- con federados que el d ía an ter io r habían abandonado e l ta ller, la obra, la fá b r ica y la o f i ­cina, ta l v ez sin pensar que e l íu- turo les deparaba la suerte de sol dados o de puestos sobre los cua­

les había de g ra v ita r la responsa­b ilidad de m andar m uchos hom bres al com bate ; m ás que nadie tien e d e­recho a e llo la C. N . T ., de la cual puede asegurarse que desde e l p r i­m er m om ento luchan en los fren tes m ás hom bres que de los restan tes partidos y o rgan izac iones. M erece

Ejércitodestacarse este hecho, pues los hom bres de la C . N . T ., ap a rte de nu­tr ir las m ilic ias p rop iam en te con fe ­derales, form aban en todas partes, aun en aquellas patroc inadas por or­gan izac iones de o tras tendencias, in ­cluso de los partidos que m onopo­lizan para si las g lo r ia s de todos los com batientes, com o si de g lo ­rias propias se t r a t a r a . ..

M erece hoy, cuando por e l es­fu e rzo común se ha ido a la o rg a ­n ización re la t iva m en te p e r fe c ta del E jé rc ito popular, d estacar la a c t iv i­dad creadora de la C. N . T . Su o r­gan izac ión de los tran sportes y ln In tendencia , pese a la caren cia ab­soluta- de profesionales, no ha aid.i superada aún, ni su espontaneidad en la im prov isac ión de una indus­tr ia de guerra , que n i el E stado su­po c rea r entonces ni ha logrado su­pera r to d a v ía ,

P le g a d o al

E l E jé rc ito de M adrid , en sus días aciagos, pudo com er, s irv a de tes ti­m onio e l p rop io g en era l M ia ja , g ra ­cias a la In ten den cia con federa l.

Su capacidad de o rga n iza c ió n le perm itió , en escasam ente dos m e­ses, tran s fo rm ar en soldados cerca de 50.000 con federados del E jé r c i­to del Centro, y así podríam os ex - * tendernos indefin idam en te , porque en Cataluña, la C. N , T ., fu é e l c r i­sol en que se fund ieron los va lo res c iv iles p a ra trocarse en gen ios m i­lita res y lo m ism o en L e va n te y en. lodos los fren tes m ilita res .

L a C. N . T . fu é p rec isam en te e l p rim er o rgan ism o que im buido de responsabilidad, hab ló de la n ecesi­dad de la d iscip lina, d e l encuadra- m iento de las m ilic ias , de su tran s- ro rm acíón en verdadero E jé rc ito , y de M ando U nico, del cual ta n to h a­blaron a lgunos sec tores cuando asi conven ía a sus in tereses p a rticu la ­res .

P e ro la C N . T . pese a todos, tran sfo rm ó en E jé rc ito sus m ilic ias , p recon izó y s igu e precon izando e l Mando ♦Unico, y hoy, tran scu rrido un año de lucha en que m ás de m edio m illón de hom bres se bate en los frentes, puede en orgu llecerse de que una buena parte p roceda de sus Sindicatos, y que e l m odelo — hom ­bres y u n id ad es— del E jé r c ito po­pu lar son p rec isam en te lo s p roce ­dentes de la C. N . T ,

Ese es e l balance de un año. P o ­drán co rre r la tin ta , la in s id ia e In ­sinuarse la m a lic ia m ás o m enos v is ­tosa. P od rá hab larse de F ren te P o ­pu lar y n eg a r tod a pos ib ilidad de F ren te A n t ifa sc is ta . L o que nadie podrá hacer es b o rra r la profunda huella d ejada por los hom bres de la C. N . T . en su lucha con tra e l fa s ­cismo, ú lt im a fo rm a y b a lu a rte fiel cap ita lism o. '

ADVERTENCIA |

Accediendo a múltiples re­querimientos de nuestros lec­tores, que desean coleccio­nar DOCUMENTOS HISTO­RICOS DE ESPAÑA, encua­dernando por tomos la Re­vista, agregamos desde esto número, aparte de los folios correspondientes al mismo, la numeración total pertenecien-" te a las páginas publicadas desde la edición inicial.

F a s c i s m oDOCUMENTOS HISTORICOS DE ESPAÑA 25— 105

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Page 28: Documentos Históricos de España Año i, n° 03, diciembre de 1937

Alborea en Plena Guerra el Cinema Revolucionario

EN “ S em á fo ro ” , apuntaba H ig in io R u iz, que p a ra e l nuevo te a tro de

la revo lu c ión precisaban los ensa­yos de un tea tro esperim en ta l; y en ese criso l hab ian de fo rm arse to ­dos: au tores, d irec tores de escena, ac to res y escen ógra fos .

P a ra el c inem a de la revo lución que aún no ha nacido, es necesaria una norm a an á loga . Un cinem a ex ­perim en ta l, apoyado p or quienes con tro lan la industria del cine, sin duda, a rtis ta s del láp ic y del pincel, deseosos de asociarse con sus poten ­c ias y vocac iones a la nueva c rea ­c ión que a lborea en eZ te r r ito r io de la E spaña que qu iere redim irse.

Y lo s balbuceos de ese c inem a ex ­perim en ta l, concretados y pesados escrupu losam ente por I03 com po­nen tes de una escuela que debía crea rse inm ediatam en te , debian ap ar­tarse, situarse deliberadam ente, al m a rgen de las producciones consi­deradas “ industria les” . A s is tir íam os así a la c im en tac ión de una p rom o­c ión revo lu c ion aria que, al m adurar, d otase de d irectores, etc-, a un c i­n em a cien veces m ás p rodu ctivo co­m o industria, de ca lidad a rtís tica su­p er io r y de una in tención socia l y hum ana m ás en consonancia con los h orizon tes que se abren an te los o jos ansiosos del pueblo ibérico.

L a m ism a fo rm a p a rt icu la r de producirse e l hecho revo lu cion ario en C ataluña, por e jem p lo , p lan tea una serle de p ro b le m a -S de o rga n iza ­c ión y acop lam ien to de d ifíc il reso ­lución a gusto de todos. N o obstan ­te, la s inceridad y buena fe de los que y a tra taban de hacerlo o trab a ­jaban . s im plem ente, según se les o r ­denaba, puede lle g a r a im ponerse y, e n e fe c to , es necesario que se im ­ponga.

Se h a hab lado con c ierto desdén de aquellos cam aradas que cuando se tr a tó de f i lm a r en los fren tes de bata lla , se o frec ieron volun tarios, sin vac ilac ion es, con e l b aga je p r in ­c ipa lís im o que la m ism a pa lab ra “ v o lu n ta r ia ” im p lica , con la m áxim a vo lu n tad y la m áx im a dejación de todo lo am able, reposado y tran qu i­lo que les o fr e c ía una situación co ­m o la de la B arce lon a postrevo lu - c ion aria . D e ja ron fa m ilia , posibles s illones en c írcu los o C a fés de la ciudad, etc. Fu eron a l fren te e h i­c ieron cuanto pudieron. L a exp erien ­c ia de e llos era necesaria, por lo que fu eron im portándo les b ien poco eso que m uchos e tern os fracasados lla ­m an fracaso . P ero , por e s ta vez, no cabe e l d ec ir que fracasaron . V a ­m os a d em ostra rlo

N a d ie ha hab lado de lo penoso de

UNA CRONICA DE

“LES”la m isión que algunos hom bres fu e ­ron a cum plir por tie rra s de A ra gó n . N a d ie p arece recordar que sobre los heraldos del c inem a soc ia lizado p e ­saba la trad ic ión de un c inem a de m ón itas y to reros chulapones, de un c inem a del qu iero y no puedo, o del “ n i qu iero n i puedo” , que aun es peor. Se les rec ib ió en los fren tes de com ­bate con chungas, m alas in tenciones y la incom prensión m ás abso lu ta de lo que su in ten to s ign ificaba . Y en la re tagu ard ia , los cóm odos, los que se in fe c tan con el ven eno de un ca ­fé pésim o y de un co to rreo peor aún tam bién cayeron com o coyotes ham ­brientas sobre aquellos que abando­naron la p ersp ec tiva c iudadana p a ­ra conocer, cuanto menos, a l v erd a ­dero pueb lo que actúa en la re vo ­lución española. Y , cuando se ju z­gó la lab o r de estos gu err ille ro s del p re-c lnem a revo lu cionario , era d e­m asiado p ron to ; sólo los prim eros fo to g ra m a s se habían encadenado aprisa y corriendo para serv irlo s a U vorac idad del público barcelonés; e ra aún cuando los m ilic ianos no querían deja rse “ r e tra ta r ” , o se de­jaban del p eo r m odo posible, dem os­trando que se dejaban re tra ta r . P o ­co a poco se fu é rom piendo el h ie ­lo. Cuando en el fren te v ieron que aquellos hom bres que llevaban un aparato , a l parecer ca ja de f r iv o l i ­dades, no esquivaban sus cuerpos al p eligro , n i sus m anas al trabajo , ni su cu ltu ra — poca o mucha, la que ten ían —•, el fren te prem ió a los pri­m eros gu err illeros del c inem a de la revo lu ción con su am istad, con su com prensión y con su cam aradería .

Cualqu iera de los que hem os ido allá, tenem os a llí cuando querem os, puestos de responsabilidad que no a todos se les con fía . Y d igo esto, con le g ít im o o rgu llo : a F o rch e t se Je o fre c ía e l m ando de 500 hom bres, ñor e jem p lo : los dem ás gozam os de la estim ación de cuantos nos han tratados. H erm anam os un instrum en­to fr ív o lo - - así ha sido s iem pre en E spaña e l c ine — - de la re ta gu a rd ia con los oue luchan en ia v rn gu a i d i" san grien ta . A cercam os el cine h1 pueblo. ¿ N o tra ta ron "e llo s ” , ssiem-

10 de Diciembre de 1036!

pre, de acerca r el pueblo a l cine... con m iras al n egoc io de taquilla?. y nos tra ta n de ineptos, los que nada h icieron nunca; los que vendie­ron sus p lum as y sus hambrientas ilusiones a l p r im e r postor que ase­gu rab a por a lgunos d ías un cocido! Cuando en los d ías que han de ve­nir, se qu ieran an im ar anécdotas de los m om en tos revo lu cionarios que

v iv im os, ¿ a qué fu en te documental se recu rrirá ? ¿ Dónde encon trar los tipos que han sido y que van mu­riendo por tie rra s de E sp añ a? ¿En dónde los pa isa jes de la guerra, los pueblos, las casas, los h éroes? Ya hoy en dia, se recu rre a nuestros descartes.

N u es tra m isión ha sido la más espinosa, la m ás dura y d ifíc il, la de los que cam inan por una senda de ab ro jos para que o tros la con­v iertan en c a r r e te ra . . , con el traba­jo de unos peones esclavizados, tal vez. Y despreciab le nuestra modesta obra, no e;;. S om acarrera h a traído unos fo to g ra m a s bellís im os, bien en­focados, ap tos p a ra un buen mon­ta je. dado « I d inam ism o cinem ato­g rá fic o y el sentido del r itm o que presid ió su d irección ; P orch e t nos ha dado “ S ié tam o” , abundante en retablos de epopeya ; “ ¿’ a r ie te ” , emo­cionante docum ento cóm o se ha­llan fundidos en ("sta revolución e jem p la r m ilita res leales, soldados del pueblo y gu err ille ros im provisa­dos- Porch et, nos dará e l documen­ta l de Huesca, pleno de verism o, en el que aparecen, com o en otros, g i­gan tescas f ig u ra s del m ovim iento insurgente que se a lza contra el mundo fascista . Y o , he tra tado de que el pueblo, fuese a c to r en el nue­vo cinem a. Y o les h¿ dado pequeñas anécdotas del dia, para que las v i­viesen ellos, logrando, a veces, que se in teresasen en ellas, com o si en realidad no hubiese un curioso ob­je t iv o d ispuesto a perpetuar sus gesíos . sus expresiones únicas, que ningún acto r podrá nunca mejorar. A l f in a liza r m i “ docum ento” - - que :!-íí p retend í lH m a rle — he hallado oue m e d isgu staba en absoluto, que no era eso lo que yo qu ería hacero qu is iera haber hecho, y p a ra que conste lo digo, ahorrándom e discul­pas. Y a tendré tiem po de disculpar­me con nuevas obras.

Kn fin , esperam os a que nuestros criricos ocasionales realicen . Espe­ram os y deseam os que nos superen. N o creem os que lleguen a. hacerse querer del pueblo que lucha, tanto com o nosotros lo hem os logrado en

-r, penoso é::odo por tierras de Avagó::.

26— 106 DOCUMENTOS HISTORICOS DE ESPAÑA

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La Destrucción de GuernicaLos ejércitos que invadieron Euzkadi, son los ejércitos de Ignacio de Loyola

.

ERAMOS Hiños todav ía , cuando por p rim era v ez no3 llevaron a G uern ica . E ra esta v illa , especie <ie

altar civil ile un cu lto m u y a rra igado en el esp í­ritu de los vascos:- su lib ertad p o lít ica . A l lle ga r a Guernica. sentim os una gran em oción, una em oción que no se nos ha podido borrar nunca. A llí, an te mues­tra vista, estaba la Casa de Juntas, con sus ed ific ios del Archivo, su can illa , sus verdes jard in es fes ton ean ­do el sagrado lu g a r . V , sobre todo, cen trando y p re­sidiéndolo todo, el A rb o l, e l fam oso A rbo l, ba jo cuyas sombras se sentaron c ien tos y cien tos de "señ ores " a fletar la v ie ja ley — “ le g i z a r ra ” — , que se sucedió ¿le generación en g en e ra c ió n .

El Arbol m ágico se p resentó a nuestra im aginacióninfanti'. como flo r id o y resp lande __ T1- m r,( mmi « u n.cíente. Asi habíam os o ído habla de t'l a nuestros abuelos, en i «•ocina baztanesa; asi a nuesti. padre, guerrillero lib era l en 1 giierra carlista.

En los jardines de la D ipu tacir je Navarra s í conserva un rutof.

, Usl Arbol de Guernica, y de efc na aprendimos, en Pam plona,

, tespjtar y am ar a á~uel hij<|¡tenpre con el deseo de que 11.- Sarii un dia de v er el árbol au téntico, que a su v e z es h ijo cié lirimbgénito. m uerto de v ie jo - uño 1S92. P a ra buscar el A rh r primitivo tendríam os que remoti tamos si s iglo X IV .

fe Después, hemos v is itado a Guor- P ni:a varia.; veces — s iem pre qui ' hemos tenido ocasión — , y auj . cuando nuestro candor emotiv> de la primera v is ita no se rcpili- jamás, vimos s iem pre el m agn i

«fleo roble sim bólico con un respe \ lo y una unción- innegab les. T e- j j n a s p e c to d e la i nía aquel arbusto, para todo ¿que![ ‘ que sintiera dentro de su sangre el h ervor secu lar de í;Una raza m ilenaria , com o la nuestra, un eco que pare- > cia hablarnos en tre los encajes s iem pre reverdec idos de

sus ramas fragan tes, de a lg o superior a nosotros.

\ ¡Ya no existe G uern ica ! ;Y a se ha tronchado el A r - ! bol majestuoso, a cuyo pie se han arrod illado m iles. fmiUone's de vascos en el sucederse del tiem po !

Unos m ilitares que han creído in te rp re ta r a España i — nombre de destrucción en la Pen ínsu la y en A m éri- .ca —, encargaron a los cóm plices de i ; crim en — a le ­manes e ita lianes — que destru yeran este re lica rio , es-

Ue santuario c iv il, exponente bellís im o de que. lo s vas- •eos, antes de crear al D ios de los ca tó licos , y a habían adorado al D ios que s irvo las fu erza s de la N -itu ra le- ja. Estos asesinos m ercenarios, a sueldo de la. T r a i­ción, han obedecido d iestram ente y le ga ro n con sti m e­tralla la. tarde del 2t> de ab ril de 1037 — fecha h istó ­rica para la p a tr ia vasca — . el pU íbl.i d> G uern ica.

r-convirtiendo en ruinas todo el tem p lo li> )»ral que allí se levantaba.

Porque Guernica era sím bolo de !a lib ertad m al que les pesara a algunos naciona listas, com o L o yo la es sím ­bolo de la reacción . M uchos de estos -n ac ion a lis tas se acercaban más a L o y o la que a Guernic^a. P e ro ahora habrán podido v er que L o yo la se a lzó en E ;i'.kad i, p re­cisamente, contra G uern ica Que Ign ac io de L o yo la e « la antítesis del A rb o l y lo que el A rbo l s ign ific a . La s"

subordinación a la Ig le s ia cató lica , que el vas lu iam o do A ran a G o iri h izo en su p rogram a, corrom p ió to ta lm en ­te su pu reza de origen , porque e l verdadero o r ig en de los vascos hay que buscarlo, si se busca en lengu a éus­cara, no después, sino antes de Jesucristo .

L os e jé rc ito s que Invaden hoy a Euzkad i, son lo « e jérc itos de Ign a c io de L o y o la . A q u e l m iserab le cap itán de los R eyes C ató licos , hubiera, hoy, com batido ju n to a F ran co . En su v ida m ilita r no h ay escrúpu lo ». Y cuan ­do cae herido en las m urallas de Pam p lona , fren te a los e jé rc itos de C arlos V, no com bate e l im peria lism o ni defiende las libertades vascas, que entonces las re ­p resentaba e l re ino de N a va rra , s ino que qu iere v en ga r una pasión de su v ida de cortesano m ilita r, la m ism a

que a l fin le hace caer, en la cu- -ación de su herida, en e l e s ta ­lo m orboso an ím ico que lo tran s­form a de m ilita r en fundador de a C om pañ ía de Jesús.

N ad ie in te rp re ta estos sen ti­mientos abstractos de los sím bo­los com o los poetas, que son adi­vinadores y filó so fo s a la v e r y que tienen e l don, cuando son verdaderos poetas, de hacer h a ­blar a las cosas m uertas, con su verdadero len gu a je .

Pues b ien ; hubo un poeta , un bardo pura esencia popular, ei gran Ip a rragu irre , a u to r del “ G u em ik ak o A rb o la ” , que, cuan­do habla en la le tra de su him no del A rb o l santo, d ice ; “ Que lo* fru tos de tu som bra se extiendan por todo el M undo” . Con lo que resu lta que el anhelo de libertad que in sp ira el g ran A rb o l, n o Bo­lam en te se circunscribe a- la l i­bertad de lo » vasco», « i i io que qu iere que esa lib ertad sea un be-

obra del fascismo n c fic io de la H um an idad en tera . En rea lidad — y esto ya lo hem os sosten ido muchas veces — , e l^h im no de Ip a rra gu irre es la p r im era can­ción a la lib ertad del M undo — la P r im e ra In te rn ac io ­nal — que se ha can tado por las m u ltitudes.

P e ro y a no queda n i Casa de Juntas n i banco? donde se sen taron los leg is ladores , n i A rch ivo , ni A rbo l. ni\ v illa . V is ta G uern ica ahora, desde los m on­tes de A r re c h a v a la g a o G anguren, debe ser una te r r i­ble desolación . L a m uerte caba lga sobre sus lom os, co­mo un g ra jo m onstruoso. M urieron los sím bolos, c a y e ­ron los a lta res . E l rio B u trón debe de lle va r lá g rim as y sangre, en v e z de a gu a . M as esto no puede im p o r­ta r a una ra za que tan tas veces se ha rehecho, com o el com prom iso de apresar la v ic to r ia f in a l. C a ig a o no Guern ica ba jo la m etra lla alem ana, G uern ica ex is te en el corazón de los vascos, y ocu rra lo que ocurra , E uz- kadl ha sa lvado aquello que nadie puede m a ta r : sus inquebrantab les propósitos de ser un pueblo l ib r e . . .

L a lib ertad — decía C aste la r — es una jo y a que cuesta m uy ca ra . E xa c to . A l pueblo éuscaro esta l i ­bertad que ahora ha pretend ido d is fru ta r al am paro de un rég im en com prensivo, le está costando rios de san­gre , ríos de lág rim as y ríos de sacrific io s ; pero d e todo ese coágu lo sangu inolento y ru inoso está haciéndose la fu tu ra naciona lidad. A s í h icieron estos m ilita res m is ­mos las nacionalidades lib res de A m ér ic a . Porqu e una libertad, está v is to que no se puede d is fru ta r si es re ­ga lad a . T ien e que esta r teñ ida en sangre y en lo d o ... .

Ezequiel Endériz

DOCUMENTOS HISTORICOS DE ESPAÑA 27— 107

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Entrevista ai jefe de la 26a. División Un forjador de la ofensiva de Aragón

El EL PUESTO M D U B R O i l

UN despacho am plio , soleado fren te a la

lu z que p en etra en é l a tra v é s d e un balcón in ­m o rta liza d o por e l verbo s incero y cá lid o de Du- rrn tl. Y en la pared cen­tra l, nuestro héroe, en- 1--------------vu e lto en ia g lo r ia in ­d escr ip tib le de una bandera que paseó su g r it o (jo L ib e r ta d por toda Espa­ña, m ancillada por la bota san grien ­ta de un m ilita r ism o telón , em papa­d a en sanare, pero resurgiendo- lenta y firm em en te en un n im bo de g lo r ia Inaccesib le a cuantos no tu vieron el sub lim e v a lo ru le luchar ( t a r a ap rox i­m arse a e lla o a sa in m orta l esp í­r itu tío S a c r if ic io .

■r¿ L a bandera, R o ja y N e g ra del P ro le ta r ia d o !

E n las paredes la tera les del des­pacho, lim p ias, desnudas de toda 01- oam en tación a r t ific io sa , d estaca la probidad de unos ca rte les que, reco ­mendándonos nuestras ob ligaciones revolucionarias, tienen , con la fu erza persuasiva del consejo in te ligen te , la suavidad de un bálsam o. ¡B á lsa m o de am or y com prensión para las a l­m as que se a g ita n huérfanas de ru­ta !

' ‘E s ta r sin m ancha no es esta r sin defectos” , m urm ura persuasivo uno de los ca rte le s . O tro es m ás en é rg i­co: “ C orazón encadenado, esp íritu l i­bre” . Y un ú ltim o, re flex ivo , sano, com o la s doctr inas del hom bre qu • nos p reced ió en este s illo , a firm a :

“ E l S ilen c io es el Sol q ie madura los fru tos del A lm a ’ .

H a y en esta o fic in a , la o fic in a donde tra b a ja Kit-ardo San/,, el co ­m andante je fe de la 2(ía. D ivisión Cantes Colum na D u rru ti;; a lgo que, huyendo de todo cuanto oueda pare­cer burocracia , in cita a la re flex ión y sob recoge p rec isam en te por su so­briedad y sen c illez .

B e todas las gu erras nacidas a l ca ­lo r d e l Pueb lo , su rg ieron cap itanas Jseroicos, cam peones ju stic ie ros que. Riendo inm ensam ente lib res por tem ­peram en to , d ieron a la causa todo Cuanto de elfos pod ía s o l ic i t a r e . S a ­c r ific a ro n la in m ed ia ta consecución f e sus m ás caros idea les a las nece­sidades de la gu erra , y m uchos de e llos cayeron sin g o za r la «« lo r ia a que se habían hecho acreedores, en ­vu e ltos en e l lábaro sagrado de una fr a s e .q u e condensaba todos sus an­helos : L ib e r ta d .

N o c ita rem os n om bre«. P ero nos

**Nuestros hombres son de los que no reíro-| l ceden nunca. En lo que va de la guerra no i hemos perdido ni un sólo palmo de terreno'3\

fe lic ita rem os de que la C on fed era ­ción N ac ion a l del T rab a jo , la que perd ió a A seaso en las duras luchas de ju lio en B arce lon a y a D urruti en las trá g ic a s jornadas del M adrid, a tacado por todas partes, h aya en­con trado hom bres com o C ipriano .llera , R ica rd o Sanz y otros, muchos o tros , que son la continuación, en esencia, de la lab or que aquéllos in i­c iaron .

N u es tra sa tis facc ión es haber con ­v iv id o eon e llos cuando eran perse­gu idos sañudam ente y verles hoy — pueblo del P ueb lo .— , luchando en puestos de ta l responsabilidad, que la H is to ria , ese libro, fr ío ju ez de los s ig los, habrá de r e c t if ic a r rotunda­m en te sus pág in as pasadas.

L as . jo rn adas trá g ic a s del 19 do ju lio sorprendieron a R ica rdo San/, trab a jan d o en B arce lon a ; jun to con G arc ía O liver, en una fá b r ica in sta­lada en e l núm ero 130 de la ca lle V ila m a r i. Am itos, jun to con Aseaso. A u re lio Fern án dez, Jo ver, O r t lz y o lio s , com ponían e l G ruño An arqu is ­ta de D urru ti, que actu aba desde el año 1022.

L as necesidades de la R evo luc ión lleva ron a todos estos com pañeros a puestos de m áxim a responsabilidad, cuando ya vencida la m ilita rada en C ata lu ña y tras la pérd ida ir rep a ra ­ble de F ran cisco Aseaso, se in ició I í e tap a con s tru ctiva en pro de un m e­jo ram ien to socia l inap lazab le y de un e jé rc ito que fu era capaz de d e rro ­tar, eon entusiasm o p rim ero y con e lem entos técn icos m ás tarde, a la i hordas sa lva jes del fascism o Interna- « ion a i, in teresado en la aven tu ra es­palaba.

San:: fue nom brado in spector g e ­nera l de las M ilic ias tle Cataluña, c a rgo que desem peñaba cuando m u­rió D urruti. y fu é designado por el C om ité N ac ion a l de la Ó . X . T . pa­ra sustitu irle en el m ando <1e la g lo ­riosa colum na con federa ! y an ar­qu ista.

* * *

E n la ex Colum na D urruti, la" m i­lita riza c ión no ereó un p ro b lem a . La

e lección de R ica rdo Sanz p a ra su stitu ir a l malo­g ra d o caud illo satisfizo a los com pañeros, y es­to , unido a la autodisci­p lina que todos acepta­ban com o una ineludible

--------------1 necesidad de gu erra , hi­zo que en la 26a. Divi­

sión ningún p rob lem a de descomposi­ción in te rn a v in ie ra a tu rbar su orga­n ización ni re la ja ra aquella moral com ba tiva que ad m iro al Mundo al In ic iarse la m arch a de las t ie s a s li­b ertarias sobre e l A ra gó n esclavizado,

• * *T ra s su m esa-despacho, Ricardo

Sanz nos fía recib ido efusivam ente, ilum inando su ros tro s im pático , de hom bre fu e rte y enérg ico , una sonri­sa de sa tis fa cc ión . R ico , el comisa­r io de la D iv is ión , m ás a ten to a los prob lem as de la m ism a que a nues­tra v is ita , pone an te e l comandante un m ontón in gen te de papeles y. es­pera que ésto los fírm e .

D eseosos de no esto rb a r su tarea, tíos re tiram os a un án gu lo del des­pacho y observam os e l tra b a ja r se­gu ro y firm e de Sanz, despachando o fic io s y m ás o fic io s que para »es ­otros, p ro fan os en ese su nuevo arte de gu erra , son “ tabú” tem ido y odiado por lo que de m onótonos lic­úen .

— ¿C óm o han respondido los hom­bres de la 26a. D iv is ión en las últi­mas operacion es? — le hem os pre­gu ntado.

— ¡M e jo r que n ad ie ! — nos respon­de v ivam en te Sanz — . As í, sin ta­pujos ni fa lsas m odestias. Nosotros, nuestros ¡K o ib res , ¡,»;i los que no re- t roce den nunca. L e s que en tado lo, que va de gu e rra no hom o* perdido un palm o de terren o . H em os demos­trada que ¡os que han sido más des­p restig iados y com batidos, son 1:: ¡;cntc m ás bien o rgan izad a y discipli­nada que en traron y respondieron m agn íficam en te en los com bates.

— ¿ Y ¡as dem ás arm as del E jército tiel E s to?

— B ien . 1.a av iac ión y la artillería r iva liza ron en acierto ::, si bien la !’.<•- tuación de la p rim era fué, en unas- ira s ú ltim as acciones, ale.o mu.v no­tab le y d igno de ser destacado.

— • V ahora ?— Consolidam os las posiciones to­

m adas y esperam os órdenes del A l­to M ando. D eseam os ;,ue rápida­m en te se nos ponga en la situación de m edios de cóm ba le que tienen

PE D R O M A S VALOfS . — Cuartel Genere! de la 26a. División, 15 de Noviembre 1937.

28— 108 D O C U M e Wt ~OS~~HÍSTORICGS DE ESPAÑA

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Page 31: Documentos Históricos de España Año i, n° 03, diciembre de 1937

LOS OFICIALES QUE LUCH AN E N LOS FRENTES SURGIERON DE LAS/ ESCUELAS POPULAR ES DE GUERRA

Del Boletín de Información C N T — F A I, No. 21, de Barcelona, 1 3 110 1937 ;]

LOS mandos de nuestro E jé rc ito deber, preocuparnos mucho. L a o fic ia lid ad es una de las cosas p rim or­

diales que han de e s ta r en re lación d irec ta con la or-

I ganizacíón de nuestro E jé rc ito . Sin buenos m andos la guerra no se puede ganar. T od os sabem os que los Je­fes y oficiales del v ie jo E stado, en su inm ensa m ayoría ,

i nos hicieron traic ión . Unos se pusieron al lado de Fran- f co desde los prim eros momentos- O tros esperaron la oca- ‘ sión propicia para escaparse a las f ila s facciosas. F o ­

cos, muy pocos, s igu ieron siendo lea les a nuestra cau­sa. Nuestras m ilic ias nacieron sin o fic ia lid ad . L a o fic ia ­lidad y los m andos se crearon a m edida que se hac ía la guerra. Pero no e ra esto su fic ien te . Se p recisaba que nuestro E jé rc ito tu viese adem ás de aquellos o fic ia l? ;' que nacían en e l cam po de bata lla , los que fu eran nece­sarios para o rga n iza r las nuevas d ivis iones y b rigadas. Esta fué una de las d ificu ltades con que tropezam os des­de el com ienzo de la o rgan izac ión técn ica del E jé rc ito Popular. P a ra rem ed ia rlo fu é prec iso crea r las Escuela.': Populares de G uerra. E } com pañero G arc ía O liver, M i­nistro entonces de Justicia , fu é e l encargado de la o rg a ­nización de las Escuelas P opu lares de G uerra. T en ía la

' experiencia de haber sido el que en Cata luña consigu ió la creación de o tra s Escuelas de G uerra, de donde sa lie ­ron muy buenos o fic ia les. D esde los p rim eros m om entos, estas escuelas, den tro de las d iversas ram as de nuestras armas, dieron un m a gn ific o resu ltado. L a m a yo r ía de es­tos o ficiales son los que en estos m om entos luchan en los diversos fren tes de com bate. L a m ayoría de las B r i­gadas y divisiones tienen una o fic ia lid ad com petente, de­bido en buena parte a l resu ltado de esas escuelas.

Todos sabem os cóm o se o rgan izaron . E l a va l p o lítico y sindical p erm itía e l ingreso. E s decir, que todo probado antifascista ten ía derecho den tro de la capacidad nece­saria que se e x ig ía para su ingreso, a ser o fic ia l de nues­tro E jérc ito Popu lar. D e esta m anera lo s cuadros de o f i ­

ciales se nutrían de la clase popular, p a ra que de esta m anera la com penetración en tre clases, soldados y o f i ­c ia les fu ese verdadera . H o y poseem os una o fic ia lid ad cada d ía más idónea para los menesterc.3 de la gu erra . Todas las o fen sivas se han hecho con esta o fic ia lidad , que, ju n to con los o fic ia les fo r jad os en las trincheras, lian sabido dar a nuestro E jé rc ito una estructuración ca­la día m ás perfecta-

N o se deb ía haber perd ido el esp íritu de aquellas es­t e la s que nac ieron ba jo la d irección de nuestro compa^ .ero G arc ía O liver. P o r eso debem os preocuparnos del

problem a y v e r e l m odo de que nuestros cuadros sean ..ida d ía m ás com pletos.

D e esta m anera se dará a la vez, una m a yo r rapidez, •a que los asp iran tes a Ingresos en las p lazas que se convoquen p a ra estas escuelas tendrían la preparación iccesaria, y no sucederá com o ahora, que a l i r m uchachos ,;ue tienen los conocim ien tos e lem en ta les necesarios, no

ueden cubrirse las vacan tes n i llenar las con voca torias con la precis ión y la ag ilid a d que requ iere a l ten er que o rga n iza r un E jé rc ito de la m anera m ás rápida posible, y a que e l enem igo que tenem os en fren te no v a c ila en atacarnos en todos los sentidos. D e no hacerlo así nos exponem os a das cosas: a re tra sa r la o rgan izac ión de nuestros cuadros de o fic ia les , o a que éstos no posean los conocim ientos necesarios para poder d ir ig ir a los soldados.

P o r todo e llo creem os que no se puede perder de v is ta la fo rm a en que se o rgan izaron los cursos de las escue­las populares de G uerra en las p rim eras convocatorias, y que tan m a gn ífic o resu ltado nos dieron. Com o prueba de ello, ah í están los nuevos o fic ia les luchando en todos los fren tes . N o sernos nosotros los que indicam os ese verdadero éx ito de las p rim eras E scuelas de G uerra ; bas­ta que se consulte a todos los Je fes que hayan ten ido a su3 ói’denes o fic ia les de aquellas prom ociones, p a ra que nos podam os dar todos por satis fechos.

otras unidades y que sería (la r a nuestros m uchachos un a lic ien te m ás para conseguir la v ic to r ia f in a l. Kis­to es de una im periosa necesidad.

— ¿C óm o ves la gu erra?— Tenem os grandes posib ilidades

Je triunfo, porque poseem os e l entu- »iasino de los de aba jo , m ien tras nuestros enem igos, caren tes de esto, han de sostenerse por e l te r ro r y por la fu erza . N o podrán resistirnos mucho tiem po.

Su a firm ación queda flo ta n te en el aire, com o una v ib ración fu erte y em otiva. L o s o jos c la ros de San/, parecen perderse en e l in trincado l a ­berinto de los pensam ientos, y son­ríe.

— D e la A lia n za de las Juventudes últimam ente rea lizada , ;, crees que lograrem os pos itivos resu ltados ?

— Es la lla v e del tr iu n fo . A esto te contestaré con las m ism as p a la ­bras que pronuncié en M adrid a p rin ­cipios de este año, en un in itin o r­ganizado por las Juventudes L ib e r ­tarias, y en e l cual tom é parte . D ije

en é l que no m e con form aba so la ­m ente con la a lianza, sino que con­sideraba que tan to las o rga n izac io ­

nes sindícale.» com o los organism os espec íficos debían lle g a r incluso a ia fus ión . L o d ije an te las necesida­des de la gu erra , que actu a lm en te es- <ún p lan teadas con las m ism as c a ­racterís ticas . Es, a m i entender, la fo rm a m ás contundente de ga n a r la gu erra y consolidar la R evo lu c ión .

Con estas palabras ha term inado nuestra charla con R ica rd o S an z. L a s m ú ltip les ob ligaciones de su ca r­go nos cortan bruscam ente, y tras un apretón de m anos « e m arch a ha* l i a donde precisan de su decisión y en e rg ía para reso lver altgún p rob lem a urgen te, di ciándonos aún:

— Saluda a los com pañeros d e r e ­tagu ard ia . Y d iles que pueden corf* f ia r en nosotros, pero que nosotros les ex ig irem os tam bién que c u m p la « en todo m om ento su deber, p a ra sej* dignos de los que aqu í o frendan a l ideal todas las com od idades d u d ad a* ru s la v id a incluso.

V el coche, A ra g ó n adelante, s3 p ierde vert ig in oso e n ír e una nubef b lanca de polvo y de s o l . . .

DOCUMENTOS HISTORICOS DE ESPAÑA 29— IOS — .■ >

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Page 32: Documentos Históricos de España Año i, n° 03, diciembre de 1937

SINTESISde la Acción SANITARIADesarrollada en el Centron de Julio de 1936. Corren por M adrid los rum ores

que con firm an la sublevación de F ran co en la zona m arroqu í, con fiad a en p ro tectorado a E spaña. Un

m ov im ien to de inqu ietud se apodera de todos. Desde este m om ento, nadie duerm e ya . T odo el mundo v ig i ­la . E n los lu ga res de traba jo , en los S indicatos, en los c ircu ios políticos , en los cafés, ss com entan las noticias que se f iltra n por todas las rendijas, aunque hay un m arcado in terés por parte del G obierno de Casares Q u iroga por ocu lta rlo . E l pueblo se da cuenta de la s ituación , y busca a rm as. N ad ie las da. Avanzan, las horas y am anece el día 38 najo el s igno del n erv ios is ­m o . T ranscu rren las horas, in term inables, m orta les por la an gu stia que p resag ia el choque y no se tienen lf-s a rm as para el com bate, inm inente, fa ta l, duro, ya que los con ju rados están b ien pertrechados con casi todo el m a teria l de gu erra del E stado, en sus m anos.

Los traba jadores andan de s llá para acá, pidiendo, inquiriendo, rem oviéndo lo todo, sin descansar. Esperan que a l fin se les dé arm ag para la p e le a . N o saben do tá c t ica de gu erra : m uchos ni s iqu iera m an e ja r un fu ­sil. p ero no im p o r ta . Con unas exp licaciones para su m anejo , tendrán bastan te para ca za r a esa casta de p riv ile g ia d os que por su am bición 3e levan tan en arm as con tra e l pueblo, a l serv ic io de la rea c c ió n . Es inútil cuanto hacen, cuanto clam an, cuanto buscan. Todas las p uertas están cerradas a cal y canto, no h ay con­fia n za en en trega rles fus iles , pues el G obierno cree que podrá hacer fren te a !a s itu a c ión . E l pueblo, con su in tu ición m arav illosa , ha barruntado, m e jo r que los gobernantes, la im p ortan c ia del m ov im ien to en m a r­cha.

A m an ece el d ía 19 con algunos elem entos c iv iles a r ­m ados p or las ca lles. Se ha sab ido que la gu arn ic ión de M adrid se ha sublevado, se cree que van a sa lir de los cuarte les a la calle para dar la b a ta lla . L a m a yo ­r ía de las arm as son escopetas y p is to la s . P oco s fusiles son los que h ay en m anos de los “ p r iv ile g ia d o s " p er­tenec ien tes p. las agrupaciones p o lít ica s . L os trab a jad o ­res, en su inm ensa m ayoría , recorren las calles m or­diéndose de rab ia las entrañas, porque qu ieren pelear y no se les da con qué. D e pronto, una n o tic ia . Se va a cañonear el cuarte l de la M on tañ a . En pocos segun­dos corre todos los ám bitos de U cap ita l. *Los e lem en­tos de la C . N . T . y da la F . A . T .. con gran nú­m ero de o tra s colectiv idades, acuden a la Dlaza de E s ­paña, donde se va a s itu a r la a r tille r ía , con tra el :uar- te l. Se espera la acción para, en el m om ento oportuno, lanzarse a.l asa lto en trom ba . N o tienen más <iue su.; b razos y sus pechos que oponer al enem igo . Irán al asa lto p a ra tom ar las arm as y no so lta rla s ya hasta ven cer.

T od o preparado, cuando los facciosos dicen que no sa en tregan , en m edio de una intensa em oción, los c o r a ­zones pugnando por sa lir de todos los pecho?, em pieza su acción la a r t ille r ía . P ro n to se onarbola bandera b lanca por los cobardes que d irigen el m ov im ien to den­tro del cu arte l de la M on taña. Se in ic ia el asalto, y una tra ic ión fa cc io sa s iega v idas de los que entran con­fiad os en el cu arte l. L a tra ic ión no am ilana a los b ra ­vos de la C on federación y a los de la F . A . I ., que em pujan p a ra adentro, acom eten con tra los m ilita res tum bando algúnos. p a ra s iem pre, lib ertando a los so l­dados presos por no querer secundar a los fascistas, y saqueando casi todo el a rm am en to . Del asa lto a .1ich‘ i

cuarte l salieron arm ados los lib erta rios m adrileños.L os anarcosind ica listas y los anarqu istas requisan

m agn íficos coches y cam iones, y salen por las ca lles de M adrid , siendo acogidos por e l pueblo con ovaciones deliran tes, que expresan la a le g r ía y esperanza en es­tas fu erza s agu erridas en pie de com bate . M ucho de­bieran haber aprendido de estas m an ifestac iones espon­táneas los que estaban en el deber de re coge r la lec­ción .

SE PRETENDE REORGANIZAR LA SANIDAD

Pasados algunos días, com o todo había fa llado , m e­nos el pueblo, éste se lan za a orfran izarlo todo en fo r ­m a que pudiera hacer fren te a las necesidades de la gu erra . N o pod ía escapar esta organ izac ión o re o rga ­n ización , m e jo r dicho, a la San idad. D esgrac iadam en te , en ios cuerpos san itarios de am bos sexos, hab ía muchos fasc is tas y s im patizan tes con esta m odalidad crim inal, y no podía ni debía esta r la Sanidad en manos no ad ic­tas al rég im en ni a la R evolución , que em pezabr. con los prim eros tiros . P o r eso, los san ita rios lea les com en­zaron a h acer le cargo de la sanidad.

F-l C o leg io O fic ia l de M édicos fu é incautado por el F ren te A n tifa sc is ta , de i?u a l modo, el C o leg io O tlc ia l de P ra c tican tes y el de Com adronas, e tc . Loa fu n cio ­narios públicos de Sanidad crearon en sus respectivos estab lec im ien tos del Estado, sus C om ités A n tifa sc is tas , con represen tación de todos los P a rt id os y O rga n iza c io ­nes sindicales, ten iendo sus reuniones en la p rop ia D i­rección gen era l de Sanidad, y si no de derecho, de he­cho. de acuerdo con el d irec to r se h ac ia la revis ión de todos los ca rgos p a ra ap a r ta r los indeseables y adm itir a los a fe c t9s. E l G obierno había declarado que era ne­cesario señalar a cuantos se cohsideraban enem igos del régim en , y ni cortos ni perezosos, m édicos, o ractican - trs. com adronas, en ferm eros, estudiantes, fa rm a céu ti­cos, veterin a rios, todo lo me.ior y m ás sano se puso a tra b a ja r <:e m anera incansable, hacer el espurgo y con­f ia r a m anos exp ertas y lea les el cuidado de los h er i­dos y de los en ferm os. Se corr ió el rum or de que a l­gunos heridos habían sido liqu idados por m edio de in ­yecciones m o rt ífe ra s ; pero nosotros que, com o p ro fe ­sionales in te rven ir mos. no pudim os reco ge r la prueba de sem ejan te rum or. Adem ás, que para todo pro fosirij na!, el d iagn óstico de cualesqu isr envenenam ien to u otro n roced im ien to anorm al en los tra tam ien tos, es f á ­c il. E ran las fan tas ías nropias de la nerviosidad, la in ­segu ridad de a lm a en el pueblo inqu ieto por su suerte. P o r todas partes, veían ia m uerte, y el rum or de los envenenam ien tos por m edio de las inyecciones, no era o tra cosa que una de las tan tas m an ifestac iones que determ ina la duda. Conviene recordar que. a ra iz de los sucesos de O ctubre, que proclam aron a A s tu rias in­m orta l, el rum or de los caram elos envenenados costó a lgunas v ic tim as en M adrid .

EN LA DIRECCION GENERAL DE SANIDAD

En la prop ia D irecc ión gen era ! de Sanidad se edft* braron las p rim eras Asam bleas de constitución d? la o rgan izac ión san itaria , con la represen tación de todas las fu erzas an tifascistas, dependientes de dicho depar­tam en to . N o era esta o rgan izac ión del F ren te P opu lar que tr iu n faba en las e lecciones de F eb rero d tl 1936.

A q u e l fren te po lít ico hab ía sido rebasado por los acon-

30— 110 DOCUMENTOS HISTORICOS DE ESPAÑA

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LAS O R G A N IZA C IO N E S HUBO DEPURACION EN EL P U E B LO C O LA B O R O APORTARON V A L IO S A TODOS LOS ORDENES EN ESTA TA R E A CO M O

DE LAtecimientos. L a Con federación N acíona) del T rab a jo y la Federación A n a rqu ista Ibérica , que no pertenecían al

: Frente Popular, tu vieron su represen tación en ¿ra e ia a la aportación que habían llevado a la lucha con tra el fascismo, y a su sentido de la liora que les perm itió

r/. ver, desde los p rim eros m om entos, la necesidad de in ­tervenir en la d irección de la lucha y en la reconstruc­ción de la nueva E spaña que nacía .

Ante la num erosa represen tación que acudía, a las reuniones, y el ca lor so focan te de Ju lio en M adrid , £<? acordó, y asi se liizo , tras ladar las reuniones al desapa­recido Institu to N a c ion a l de H ig ien e, en la M oncloa. donde en su am plia au la de cursillos se estaba más fresco y había más capacidad para todos. Quien com o

■el que suscribe p erten eció a aquella o rgan izac ión y tu ­vo el honor de ser ag rac iad o con un ca rgo en el C om i­té F.jecuUyo, tendrá s iem pre el recuerdo de aquellas

: reuniones, donde sus com ponentes sólo m an ifestaban un en la Sanidad Española, que lo m ism o en la m onarquía en la Sanidad española, que lo m ism o en m onarquía que en República había sido n ido de tra fican tes de lo Sanidad, por lo que se estre llaban todos los buenos de­seos de republicanos y soc ia lis tas sinceros. Es justo sentar en este trabajo , a los e fectos de la ju s tic ia , dos nombres: el v e te r in a r io N is ta l, socia lista , y al m édico déla Lucha An titubercu losa , Fuente H ita , de los que tengo los m ejores recuerdos por su labor serena y pon­derada, no exen ta de una verd ad era en erg ía . L legam os H ser unos verdaderos am igos, aunque nynca nos hab ía­mos conocido, por la coincidencia en todas las cu estio ­nes que se suscitaban. Fu en te H ita es del P a rt id o I z ­quierda R epub licana.

i LAS PRIMERAS DIFICULTADESLos com prom isos, h ijos de la am istad y la pasión po­

lítica, hicieron su aparic ión en los prim eros m om entos. Las listas depuradoras su frían verdaderas m utilaciones antes de aparecer en la "G a c e ta " . T od as las artes eran empleadas para ju s tific a r adhesiones a l rég im en , m en­tidas. N u estra labor e ra casi nu la. P o r v ia de paren ­tesco sanguíneo-politico, se traba jaban los destinos, se conseguía, la reposición de m uchos que habían ap are ­cido en la “ G ace ta ” , destitu idos.

El Com ité E jecu tivo de los funcionarios públicos de Sanidad no obró en ningún caso con la pasión dei ren ­cor. A nadie persegu ía de m anera ilíc ita . Su actuación es el m ejor expo líen te de su conducta . Sin em bargo . . . Por su ca rá cter de nacional, ante las reclam aciones de provincias!, consu ltaba todos los casos con el F ren te P o ­pular y con los C om ités C on fedéra les a fin de eme d i­jeran su palabra, responsable, ava lada con los sellos oficial“ « . Opinaba el Consejo C entra l, que nadie podía aportar e lem entos de ju ic io m ás segu ros que los m is­mos de la localidad, per conocerse la labor y la conduc­ta de cadn uno. A n te Ja prueba, ei Consejo E jecu tivo proponía, lo más conven ien te a l d irec to r gen era l de .Sa­nidad. el que desidia, o d eb iera decidir, en ú ltim a ins­tancia. De alli no podía, pasar nuestra actuación . N o tenia el Consejo ca rá c te r lega l para, reso lver, aunque «<• le había concedido, extram uros legales, el ca rá c te r de proponente.

Aquellas m utilaciones en. las lis tas de señores a. apar­tar de la Sanidad, com enzaron a, en fr ia r nuestro entu­siasmo. Fuen te H ita , y N is ta l, hom bres de conducta acrisolada, incapaces de com eter ninguna, villan ía , cons­cientes de su responsabilidad, em pezaron a. sen tir en sus corazones an tifa sc istas la herida de la duda de un v e r ­dadero saneam iento.

EL CONCEPTO DE RESPONSABILIDADLa Sanidad es una cosa tan im portan te, que no podía

tratarse con las a legría s de que hacían g a la los p erte ­

necientes a l partido de, m asas, con v is tas al p roselitis­m o. P o r su función, por la responsabilidad de ku fu n ­ción, *h u reo rgan izac ión ten ia que hacerse de manera, responsable y ¿ e f ic a z . E l hecho de teuer ei títu lo de m édico no da capacidad para ser un analista, ni un buen c iru jano, ni un buen c lín ico para e l d iagnóstico , e tc . H ab ia que s ituar a cada uno en !a especialidad que por su labor se había capacitado, en aquellas p lazas vacan ­tes por la rev is ión . Las am istades no podian pesar an te la im portancia del p rob lem a. H ab ía ’ tam bién que m e­ditar, antes de dar pasos en firm e, antes do, separar de los serv ic ios san itarios a los que habían entrado por eposición al serv ic io de la Sanidad del E stado, pues s i el rencor personal actuaba, posib lem ente nos quedaría^ mos sin los e lem entos necesarios para una verdadera reorgan izac ión de la Sanidad en todas sus ram as. E ste c r ite r io fu e expuesto por quien esto firma-, v com par­tido por los dos cam aradas m encionados y casi toda la A sam b lea .

P o r lo expuesto, se colige, que el anarqu ista que r e ­presentaba a la C . N . T . en el C om ité E jecu tivo , in ­terp retando la responsabilidad que su organ izac ión te ­nia, actuaba sin más m iras que las dol in terés genera# por la gu erra y por la. R evo lu c ión . E l p roselitism o tenr dria que ser e l resu ltado de la e fic a c ia de nuestra cori Jucta re c ta y sin dob leces. H om bres avezados a laa 1<* chas, curiosos que hab íam os estud iado los fenóm enos <Í las revo luciones inglesas, francesas, rusas, e tc ., sabía* mo.s que la a le g r ía p rose litis ta es no más que fu ego de v iru tas sin consistencia en el tiem po y en el espacio . Que los hechos m ás elocuentes que las palabras, cuan­do se tiene una h istoria a prueba de todas las ad vers i­dades, son los que habrían de dec ir la ú ltim a palabra .

ERRORES LAMENTABLES

P o r lo que fuera , que no es nuestro p ropós ito hacer cargos en la breve síntesis de nuestra actuación en la Sanidad del Centro, ya que conven iencias de la O rga n i­zación rne tra je ron a V a len cia a fin es de Septiem bre, se com etieron errores de bu lto en la reorgan izac ión de la San idad. L a p o lít ica cobró bastante v ig o r on ésta labor. Los hom bres corcho, que los h ay en la Sanidad rom o en todas 1as ram as de las activ idades humanas, osos hom bres que flo tan en todas las s ituaciones, con su habilidad caracterís tica , quedaron para, estorbar, v i­cio con gèn ito en ellos, procurando sa lva r sus in tereses. El doc to r Pascua no pudo con e llos ni nad ie puede. Usan ta les mañas, tienen ta l don de gen tes, que sorben °1 seso al m andatario o je fe de tu rno. ¡A ta! Fero hay muchos que les conocen por haber su frido sus iras, pe­ro sus opin iones no pesan ni valen en las a ltu ras don­de se v ive equivocado, por el a r te de la h ipocresía , la m e jor a rm a de los astu tos que. saben s im u lar la de­fensa de los in tereses genera les, cuando en realidad lo que defienden son los propios, sosten idos por una red ue agradec idos inconscientes e incondicionales.

En M adrid, g ran pulpo político, figu ra b a la cabeza y sus tentácu los se extendían y succionaban toda la m e­jo r sangre de las p rovin c ias españolas, en m onarqu ía com o on R epúb lica . Los In tereses creados por unos cu an to« im pidieron que !a Sanidad española, en sus d i­versos ram as, fo rm a ra un Cuerpo con sus escala fones correspondientes, com o en el resto de los em pleados del Estado, con los m ism os derechos e iguales deberes. h% inmensa, m a yo r ía de los em pleados de esta institución , eran funcionarios a los e fectos dr| descuento, p ero sin derechos pasivos y o tras ven ta jas que el E stado con ce­de a sus em pleados. Se da el caso insólito de que je fe s de sección con m ás de vein tic inco años de serv ic io , tu- vieran ocho m il pesetas anuales, en tan to que m oder­nos. por haber ten ido la suerte de o p ta r en estos

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afios. antes del 19 de Julio, a p lazas de d iez m il pese­tas, recien tem ente dotadas y creadas, se colocaban d e­lan te con t¡na postergación eviden te de fam osos in v e s ­tigadores . no popularizados, porque v iv ían apartados di- la poiit.íca, en frascados cr; su labor de in vestigación , ena lteciendo i a c iencia ante ei mundo c ien tífico que les conoce y adm ira , hasta el punto de ven ir a estudia» sus m étodos.

P a ra nosolros nada de esto pasaba desapercib ido, En nuestro pian de reorgan izac ión entraba el deseo de ha­cer , jueU cla en todo y a todos. L iis hom bres corcho, aunque tuvieran un carnet político o sindical c(tre les a va la ra tum o de izqu ierdas, serían sacados de la d irec ­ción, donde el papeleo y el trám ite todo lo em barazaba y. todo ¡o im pedía, ai ese todo no serv ía p a ra asegu rar m e jo r sus in tereses y los de ¡os pan iaguados.

En esta, tarea, que e ra d ifíc il de d esarro lla r, una ins­tituc ión que tien e ca rá cter in ternaciona l, se lanzó des­a fo radam en te a una labor de absorción, com o insp ira da que está por el partido de. masas, que busca la uni­dad m a rx is ia uor la absorción de los dem ás. Los hos­p ita les de sangre de la C . N . T . y sus c lín icas de u r­gen c ia em pezaron a p ersegu irlas ba jo m il p retextos , en tan to que. a i S . R . 1. se le daban todas las ga ran tía s de d esen vo lv im ien to . E l boicot, la in fo rm ac ión tenden­ciosa. el descréd ito aprovechando algún e rro r o acción recusable, es lo que se m anejaba en con tra de la íabor san ita ría de la C on íed crac ión . N o se ten ia en cuenta ¡o m a lo que ellos hacían, las continuadas quejas de que c ía n ob je to nuestros d etrac to res . P e ro por encim a de lodo, nuestros hosp ita les iban adelante, desarrollando una la!>:»r san ita ria que, a p esar de ser h ija de la im ­provisación, rendía m áxim os fru tos , ea superación cons­tan te . A l que no se com portaba com o la m ora l nuestra ex ige, ::e le ap artab a del ca rgo , cosa que hubiésem os querido v e r en o tros sectores, s iem pre a la caza de p o ­siciones para p rep ara r el te rren o para un fu tu ro de m onopolio . Son los apasionados <? insp irados en las tácticas del go lpe de E stad o. En la Sanidad, com o e:¡ todas partes, em pezaron su fu n estís im a labor, a ! am ­paro o fic ia l. Y a se notan los a rrep en tim ien tos de nues­tros a fin es por haber dejado hacer, y se disponen a po­n er rem edio y deshacer los e rrores com etidos, en cuan­to la ocasión se les d ep a re .

L a lucha que hubo de sostenerse para segu ir ade lan ­te, nosotros la sabem os. V iendo nuestras resistencias para sa lir a puerto segu ro con nuestros hosp ita les y con nuestras c lín icas, concib ieron la m an iobra de au­m en tar el núm ero de cumas con vistas, a la capacidad de nuestros ed ific ios , para cerra rlos . P e ro se requ isa ban o tros nuevos y el aum ento de las cam as era casi au tom á tico . D e noche, sin tem or a. los continuos pa­queos. salían nuestros muchachos por las barriadas y por las ca rre te ra s en busca de loca íes que reun ieran las condiciones nuevas, ex ig idas para h osp ita lizac ión de he­ridos. Y cuenta, com pañero lector, que com o no fe pod ía ir con tra los h osp ita les de san gre de la C . N . T p o r sus instalaciones, dada la o rgan izac ión ex ig en te d ■ nuestros san itarios, que les acondicionaban en form a p ara nna as istencia lo m ás p er fe c ta posib le, com o "0 la ten ían í-.>s que en la som bra m aniobraban, se recv.rr"** a l tru co del aum ento de cam as, por si éstas eran au ­m en tadas m ed ian te e! am ontonam ien to, y así ten er el p re tex to -para cerrarnos los hospitales, p o r la carencia o’ s h igiene, por el exces ivo núm ero de heridos en un reducido lo c a l.

T odo esto ocurría por la irresponsabilidad, y así K-!es ex ti ano que el enem igo co rr iera m ien tras tanto y i p lacer por el te rr ito r io leal, p lantándose a las puertas j de M adrid . L o más trág ico es, con serlo lo pasado, que estam os en el f in del p rim er afio de gu erra , fecha que m arca la cu rva más peligrosa, y aún se sigue el aís­len la de la in tr ig a po lítica , del zancadilleo , de la des- íeaitad, de las am biciones m al contenidas, por el mono- I polio de la v ic lo r ia a v er si puede cobrarse ésta con I el prem io (Te er ig irse en los rectores únicos de la vi- f da del p a is . 1

RESUMENLas condiciones especiales de España están eterno*

lia n d o que su ca rá cter no es aprop iado para som eten«; a una d ictadura de h ierro , d ir ig id a por un individuo ni p a rt id o . Cuando en un partido u organ izac ión , alguien lía pretendido im poner sus m aneras personales, en se­gu ida v ino la escisión, quedando reducido el partido a imas pandillas. D e ah í que, sa lvo el P a rt id o Socialista, que por la constancia y en erg ía del m aestro Pablo Ig les ias , d em ócrata por exce lencia , que supo establee« toda una escuela, dem ocrática , aquí no habia nada mil que ta ifa s de am biciosos, aparte, unos cuantos políti­cos de buena fe, que se ap artab an de la política, as­queados. T a les los Costa y a lgún o tro .

E l tiem po v a sentando las cosas y el pueblo trabaja­dor va conociendo a los “ perros del horte lan o” que di- j ficu ltan la acción verdadera y de con junto que hay que rea liza r con tra e l enem igo , p a ra acabar rápidamente con la gu erra , por reparos a la R evo lu c ión que nada ni nadie puede y a e v ita r . N i en el orden san itario , ni en ningún otro orden . L a v ie ja fó rm u la dem ocrática del individualism o, ha sido superada p or e l nuevo concepto socia lista , consistente en la cooperac ión , en el sistema soc ia lizado . Las C o lectiv idades no son o tra cosa que una de las form as del socialism o, com o las Cooperati­vas de producción, de d istribución y de consumo. Son | agrupaciones cAie descansan en eí ap oyo mutuo, en don­de e l ind iv idualism o nada tiene que hacer. Quien se pronuncia por el repa rto de tie rras, v a con tra la teoría | m arx ista , asi com o aquellos que form an las Cooperati­vas con indiv idualistas, en la m ayoría de los casos ex­p lotadores del sudor a jeno .

N osotros, consecuentes con nuestras ideas, para fa­c ilita r e l trán sito a una v id a sin esclavos, y consideran­do que la lucha actual de nuestro pais no es exclusi­vam en te nuestra, sino de todas las fu erza s antifascistas, buscamos todos los puntos de con tacto que nos puedas unir para la reconstrucción de la nueva España, sin se­cundas intenciones, p ero dispuestos a que no se recor­ten los vuelos de la. R evo lu c ión . De ahi nuestro em­peño en la A lia n za de las dos C en tra les Sindicales, don­de se resumen los in tereses com unes del pueblo traba­jad or. Y com o la Sanidad es una de las ram as más im portan tes de un pais, por tra ta rse de la salud suya, ésta no puede escapar a una reo rgan izac ión completa, de la que d esap arezca e l in d iv idua lism o com ercia l, para«em p la za r lo por- e l estím u lo y el celo p reven tivo que

< ,'ite i a m a yo r ía de las en ferm edades y cure con la !".ayor e fic ien c ia las d ec la radas. Es d ec ir : que en el or- .icn san ita rio se c ree une, m o ra l tan a lta que sea un hecho Jo que hoy es no m ás que un tóp ico : el sacerdo­cio da la M ed ic in a . Tenem os, por fortuna, m édicos lo su fic ien tem en te abnegados para ech ar los c im ientos de ess. m oral, que puede y debe co locarse a la cabeza i t la Sanidad del mundo.

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Q w e M i C L

I

DATOS QUE SU A U TO R REVELA, PO R HABER

SIDO CONSEJERO DE EMBAJADA

a) EL PECADO DE ESPAÑA.

HEMOS com etido un d e lito gTavc: haber nacido sin p erm iso de la Gran B re ta ñ a . I>a dueña de los

mares y, por tan to , de las tierras, porque el dom inio de aquél da e l de éstas (gran verdad política y e s t r a ­tégica que los gobernantes españoles ignoraron siem pre, y que n i en estos criticas m om entos tienen m uy p re ­sente), gob ierna el con tinen te euro­peo, cabeza ahora del M undo, con un arte diabólico. N o ap arece in te rv i­niendo en negoc io a lguno in tern ac io ­nal, y, realm ente, su mano, ocu lta, muy oculta, está en todos. L a cabe- u de! Mundo la obedece inconscien­temente, vo lv iéndose hacia donde ella quiere. A s í llevam os unos tres siglos y m edio: desde ,1a d erro ta de la armada de F e lip e I I con tra Isa ­bel I, suceso d esgrac iado de enorm e trascendencia, y cuya ral/, está, no en el propósito del R ey C a tó lico de vengar la m uerte de M a r ía S tu art, como dicen las H is torias , sino en el robo de España de un m illón de du­cados por la re ina a quien llam an Virgen los ingleses, que cuando se ponen a ello, son unos iron istas f o r ­midables. T e ro al cabo de esos tres siglos y medio, dos hechos nuevos han venido a ’d esv ia r los cam inos de la Historia: uno, que E uropa ha de­jado de ser cabeza del M undo; otro, qu» más de trescien tos años de ri- fluezn y de w isk y han trastornado la cabeza de In g la te rra , y la an tigua ■ranerioridad de su p o lít ica tiende a bajar de nivel, al m ism o tiem po que su jue«;o se va descubriendo.

La ley de ese ju c^o . es esta : .opo­ner unas a o t r js las d iversas P o ten ­cias eurooeas, de m odo que no haya ninguna tan p reponderan te que p u e­da .-sumir la d irección del Continen­te; impedir que ninguna de e llas lo ­gre adquirir ta l poder naval que sea un peligro m ira el suyo.

Para su ietar a esa lev, la vid.'i in- h » prom ovido , dcscubier-

Inglaterra veta el triu n fo del pueblo español

Teniendo c:: nuestro poder , una enorme cantidad de traba­jos del insigne hombre de cien- cía que firm a esta página, to­dos ellos importantísimos, ya que documentan los hechos mát salientes ocurridos desde el es­tallido del movimiento faccioso, damos preferencia a este ar­ticulo, que data del 16 de di­ciembre de 1936 . ,5'tí principal valor reside, precisamente, en el hecho de que ya en aquella1, fecha, Gonr.alo de Reparas de-\ nitnciaba las maniobras de In *! glaterra contra el pueblo espa-j iíol, actitud ratificada a través de todos los acontecimientos 5» confirmada actualmente p o r abierta gestión del gobierno británico en favor de Franco. |

ta o encub iertam ente. In fin ita « gu e ­rra s : con tra España, con tra F ran cia , con tra Rusia, con tra A lem a n ia ; pero s irv ién dose m ás que de e jé rc ito s p ro ­pios, de los a jenos.

V ic to r io sa s iem pre, en cad a T ra ta ­do de .paz se lle va b a lo m e jo r de las colon ias de los vencidos. C o lecc io ­nándolas, fo rm ó su inm enso Im perio c o lo n ia l. E l conde R nven tlov, alem án, en un lib ro poco le ído en España, a d ­jud icó a la Gran B re tañ a el t itu lo de “ V am p iro d e l C o n tln en t«" , m u y m e­recido.

E l V am p iro , y a v ie jo y gastado, se m etió a p ro feso r de v irtu d y puso tienda de pac ifism o, ded icándose ¡t asocia r a la s naciones, todas e n fe r ­mas, después de ta n to tiem po de des­asociadas y d iscordantes, y, por ta n ­to. im poten tes .

S ie .'iio im potentes, podía reun irías

LA INDIGNACION DE GRAN BRETAÑA POR

EL M OVIM IENTO DEL PUEBLO

y, asum ida por é l la P res idencia , d i­r ig ir la s y exp lo ta rla s en m ano jo .

V fundó la Sociedad de Naciones,o sea, e l fá se lo in ternaciona l, pues fa s c io y m ano jo es lo m ism o.

b ) EL VIRUS DEL VAMPIRO.

E l V am p iro s e g re g a un v irus co ­rro s ivo d isg rega n te de tod o organ is ­m o nacional por é l con tam inado. P r o ­duce revo luciones h ac ia la d em ocra­c ia o hacia e l absolu tism o, según conviene al con tam in ador. L a con ta ­m inación tien e veh ícu los adecuados: sociedades secretas que m aneja en la som bra y que e l v u lg o c ree indepen­dientes, suponiendo cándidam en te que trab a jan por e l b ien púb lico . In s ­tru m en to d irec to r de esta m áqu ina es e l IN T E L L IO E N C E S E R V IC E , á r ­bol frondoso cuyas ra íces están en Londres,' p ero cu yo ra m a je se ex tien ­de por todo el G lobo . D ispone de una P ren sa poderosa, que, m in tiendo m u­cho, ha lo g ra d o fa m a de v e ra z e in ­corru p tib le . E sta es la m a yo r de sus m en tiras. M ás d ecen te que la fra n ­cesa, c ie rtam en te ; pero no cas ta y pura. Con sus d irec to res rea aquella m áxim a d e D israe l, e stad ista in s ig ­ne (e s gran necedad n ega r los m é­ritos del en em igo ) y m u y conocedor de su pueblo: “ C r.lri hom bre tiene su p rec io ” .

Com préndese, dados estos an tece­dentes, que In g la te r ra se h aya a lz a ­do con el m onopolio de las revo lu c io ­nes. S i sa lta una que no sea o b ra suya, m uestra lu ego una e s trañ eza hostil.

— ¿ Cóm o ? ¿ Qué es eso ? — exc la ­m a ir r ita d a — . ¿ P o r qué se m e te rá ese en cam isa de once v a ra s ? Su in ­trom isión m e perju d ica . R estab lezca? m os e l orden en bien de la H u m an i­dad.

In g la te r ra no tra b a ja nunca p a ra e lla . S iem pre se sa c r ific a por la H u ­manidad, lo m ism o cuando le va n ta su vox poderosa y d o lo rid a en fa v o r do >» ; pobres an trop ó fagos d e l C on go

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(¿ a c ia 1906), que cuando excom ulga a l cacao portugués de Santo Tom é, por s er obra n efan da del trab a jo es­c la v o . P e ro lu ego n ecesita ue los b elgas y da los portugueses, y los an tropó fagos pasan a ser unas bes­tia s m erecedoras de to ta l exterm in io, a l m ism o tiem po que e l cacao lusi­tano asciende a Ja ca te go r ía de m an­ja r suculento y o rtod oxo .

la . ob ra m aes tra d e l V am p iro flu ­ía cam paña un iversa l para echar s o ­b re A lem a n ia , exc lus ivam en te , la cul­p a de la gu erra del 14, por é l urdida aprovechando e l íuribuudo bellcisnn; de los reaccion arios franceses (r e c o r ­dem os que p a ra a r ra s tra r a Franci:- a la guerrti, fu é prec iso asesinar a «Taurés) y la cod ic ia de los príncipe* y po líticos rusos. D irec to r de la obra, fu é E du ardo V I I , que pasó largo tiem po por tan lis to com o ton to era su sobrino G u illerm o I I , pero a l que. v is to los resu ltados t ¡ « su obra, ha­b rá que j>oner por tan ton to com o él L o m i.m io d igo del m agno politice fran cés D cleassé, y de to rn ea ré , C íe m onceau, T ard ieu y de cuantos p re­pararon aquel desastroso negoc io que sa lió m a l y del qu e .la trem enda gqe ir a quo en nuestro suelo se in icia es Ja tr is te consecuencia.

Sospecho, com pañero lector , tu in ­credulidad an te lo quo vas leyendo. i*ero 110 dudes un punto de lo que te (lig o ; es la pura verdad . A m i no me So ha contado nad ie. L o sé por m í m ism o. D e a lg o m e habia de s erv ir haber s ido e l consejera técn ico del 'm h ajador de E spaña en P a r ís los años dec isivos de la tenebrosa ma ­n iobra (1899-1908) P lum as ign oran ­tes* o vena les esparcieron por e l rnun- 'o la calum nia de la cu lpab ilidad de A lem an ia prestando enorm e serv ic io al V a m p iro . P e ro con d ec irte que «C :¡5 do ju lio d e l 13, un año an tes de esta lla r la gu erra , publiqué en un p e ­riód ico do L a Pa/ (B o llv ia ) el tra ta ­do secreto fran co in g lés declarando los puertos en que habían de desem ­barcar las fu erza s au x ilia res .b r itá ­nicas y e l núm ero de éstas, tendrás bastante p a ra tu convencim iento. P u erto s : los de ('a la is , B ou logn e y ’Dunquerque. F u erzas : seis d ivisiones. ¡F a lta b a n doce m eses y d iez días pa­ra que los a lem anes v iolasen la neu­tra lidad b e lg a !

A q u e lla v io la c ión ind ignó a In g la ­terra , o lv id ad a del robo de la escua­d ra danesa cap tu rada en p lena paz por la in g lesa poco m ás de tin s ig lo an tes . A p lau so gen era l a cog ió la sa­lida de John B u ll d is frazado de Q u i­jo te . L a verdad del caso e ra que la p lu tocrac ia inglesa , ven c ida por le. a lem ana en ln lucha económ ica, ape­laba a las a rm as p a ra m a ta r a l com ­p etido r. A éste, com o sus negocios iban p rósperam en te, no le convenía la p e lea que la ob lig ab a a sacar d« las fáb rica s a m illones de obreros que ganaban para A lem a n ia m iles de m i­llones (le m arcos, y lleva rlo s a perder en los cam pos de b a ta lla la p ro ve ­chosa v id a . P o r eso los teu tones no deseaban la gu erra . Quien aun lo du­

de, lea el in fo rm e de! a g regad o m ili­ta r de la E m ba jad a fran cesa en B e r­lín, de m arzo del 14. E s tá pn el L ib ro A m arillo lranoés. ¿ S e qu iere m ejor testim onio ?

D ecid ió ei con flic to la a lian za de la p lu tocracia n orteam erican a con la fran co in g le sa . In ten tó p rim ero aqué­lla entenderse con la a lem ana : pero ésta la rechazó a ltan eram en te . E l g e ­neral vencedor no fu é F och ; fué P ier- pont M organ .

M urieron doce m illones de hom ­bres. O tros doce cayeron heridos o quedaron inútiles por m u tilación o en ferm edad . P e ro «1 d óla r, la lib ra y el fran co vencieron al m arco, y re ­sultó tam bién probado que la lucha entre las p a tr ia s era líc ita y g lo r io sa ta n to com o nefanda y d es tru cto ­ra la lucha en tre las clases. L le va r ile la fá b r ica a l cem en terio al t r a b a ­jador para aum entar las ganancias de la fá b r ica v ino a ser e l idea l de !a nueva c iv ilizac ión para vencedo­res y vencidos.

E stos quedaron pensando en e! d esqu ite . L a m onstruosa ^ tie rra pa­rió e l m onstruo de V ersa lles , y ést( engendró dos h ijos a Im agen y sem e­jan za de am bos: H it le r y M ussolin í. A l Im p er io Ingléis, vencedor, le re zu ­m aba la solKírbia por todos los poros de su inm enso cuerpo . “ N u estro Im ­perio se extien de ahora de P o lo a Po lo ” — exc lam aba gozoso “ T he T i ­mes” . Y Cham berla in , no menos u fa ­no, añ ad ía : “ D esde hoy no Se hará en e l m undo sino lo que qu iera In ­g la te r ra ” .

P a ra que no so n o tara el qu erer de In g la te rra , ap rovechó ésta le idea de W ilson , e i gran a m igo de P lerp on t M organ , y m ontó su tin g lado encu­bridor que, con tan to éx ito para ella, hasta ahora, funciona en G inebra .

c ) UN CASO DE LA ACCION DEL VIRUS REVOLUCIONARIO

BRITANICO.

L a gu erra estuvo, Inesperadam en­te. ¡i punto de acabar en con tra de la Gran B re ta ñ a . Supo Buehnnan. su em ba jador en Rusia, que e! Z a r bus­caba la paz con A lem a n ia . L a sospe­cha bastó para p roceder luego a Ih Invección del v iru s . S u lfiló una co­rrían te lib era l natrió tiea y gu errera que fué creciendo dé K odziauko a Korensld , o sea. de constitucional a re vo lu c ion a ria . Sa lló le al Zar un sus­titu to : e l G ran Duque N ico lás , erie- m igo irreductib le de los ‘ entones, p a r­tidario, por tan to, de la gu erra hasta el ap lastam ien to del Im perio 'Term ánico: tip o com o creado por » i o s para se rv ir ¡ti. Im o c r io inglés ?ín esta tra m o ya gastó Buchanan tre in ta m illones de fran cos oro . P ero resu ltó que habiendo ro to el dique po lít ico p a ra d e ja r paso a un chorrl- to revolucionarlo , se v ino aba jo de ,,vo loe a] im pulso de un torren te arro- H edor. Los tre in ta m illones de Bu- ehanan lio s irv ieron para n réparar el tr iu n fo de In g la te rra , sino p a r» a llan ar e l cam ino de Len in . ;E ! virus

habia te*>ido e fec to s contrarios de. Ilo s esperados ! I

I-a sorpresa y la có lera de ln^la- Ité rra no pueden describirse. Para Id estru ir la revo lu ción rusa reunió Iludas sus fu erza s y las de sus coro- Il iirsas. C a í:tro invasiones sufrió el Ian tigu o aliado, a quien los invasores Idebían e l inm enso serv ic io de habe: Isacrificado tres m illones de hombres Ipara sa lvarles del p e lig ro alemán. IP e tro g rad o estuvo en i*el*gro, exac- Ilam en te com o lo ha estsdo Madrid. IP ero e l heroísm o ruso triun fó de la Ip ira te r ía cap ita lis ta , com o ahora Itr iu n fa rá el heroísm o ib érico . i

In g la te r ra está fu rio sa porque ve Iperdido e l m onopolio de la fabrira- Ición de revo luciones. ¡Después do IBusca, E spañ a ! ¡E s to es intolerable! I

d) LA FURIA DE INGLATERRA I CONTRA LA REVOLUCION

N a cid a sin su perm iso, ha de mo- I i-Jr a sus m anos. P o r eso dijo a I F ran cia , a l v e r sublevado a nuestro I E jé rc ito : “ S i ayudas al Gohlerno es- I pañol, no cuentes con m igo cuando te I acom etan A lem a n ia e I ta l ia ” . Fran- I cía, sum isa, aceptó la su tileza de la I N O IN T E R V E N C IO N . E n tre los do» com pinches so repa rte la culpa de I olio se quedaran por a llá nuestras ar­mas y m uniciones, m ien tras los fac­ciosos le s recib ían abundantes vis P o r tu g a l. C ien m il v idas nos ha cos­tado esta m iserab le conculcación di nuestro d erech o . N o lo olvidaremos nunca.

P o r tu g a l no se hubiera, m etido n con traband ista si In g la te rra no se to hubiera p e rm it id o . E l Portu ga l de O liv e ira S a la za r ps un perro qu? gu ard a la puerta de la Península y que tien e dos am os m uy diversos, y aun opuestos en tre si, pero en este caso coinclden tes: el F O R E IN G OF­F IC E . cabeza «leí cap ita lism o judai- c ¡¡protestante, y el V aticano, cabeza del ca tó lico . S i hubiera habido diver­g en cia en vez de coincidencia, y el F O R E IN G O F F IC E hubiera eontf- r-ido al p o t o , el an im a l no nos hu­b iera m ord ido y no pensaría, como me con sta que piensa, en mordemos mucho más. lo que, no im pide ni Im­ped irá a Edén m en tir a la fa.t dpi mundo a firm an do quo no ha hecho nada m a lo .

N e d ie c reyó en Europa oue «nos cuantos ro jos pudieran res is tir a sus fu erzas de m ar y t ie r ra sublevadas, v las dos grandes potencias democrá- tieo-bancarias m enos que nad ie. Pe­ro no les asestó la segu ra victoria de los facciosos. V a se arreglarían con e llos cuando estuviesen en Ma­drid . L o esencial era. e v ita r la ee- rpindi?. parte del escándalo ruso. nem , cr. O cciden te! ¡Q u é horror' “ P o r suerte — pensaban los nrinci- ne.les cerebros de la acé fa la A lb tón — sin mucho esfuerzo podrá evitarse, ta l d esgrac ia . F ran co tr iu n fa rá drt populacho revo lu c ion a r lo .

En esta ilusión v iv ie ron hasta qne las d errotas de1, gen era l rebelde le depreciaron más de lo que está el

(C on clu ye en la pág. 36 >

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Aspectos de la Lucha Contrala Explotación Extranj eraFormidable Labor de los Trabajadores Antifascistas j

MADRID NO QUEDARA INCOMUNICADO

ANTE la contingencia de tiue M adrid , por los ofectos destructores del inaudito y sa lva je bom bardeo a que

le han sometido, pudiese quedar aislado en su heroica defensa—me dicen los eam aradas de la Telefónica-— . te­nemos instalada tina em isora de tipo especial míe com u­nica Barcelona con Madrid, Valencia y Bilbao, Dos ‘apa­ratos receptores de radio no pueden captar su onda; sólo !«« cuatro estaciones provistas de igual d ispositivo se- oeto recogen las emisiones.

Ksla emisora ha dado ya su fruto. I)tas pasados, Madrid quedó incom unicado por línea d irec ta ; pero en todo momento estuvo al habla, por esa em isora, con B a r­celona y Valencia . L os fa sc is ta s pues, no consegu irán nunca el e fecto deprim ente y fa ta l de tener a M adrid aislado.

También se ha previsto el caso de que, por un bombar­deo aéreo, B a r­celona quedase incomunicada: objetivo d ifícil, porque el edi­ficio de la T e le ­fónica está pro­tegido contra las bombas. P e ro si ante un p rob lem áti­co bombardeo por aviones fil personal de la T e le fón ica tuviese que abandonar los p isos altos, h ay un cuadro supietorio a l que se pasarían las corhunicaciones, y el servicio p rosegu ir ía con absolu ta norm alidad.

MARTIRES Y HEROES

—Entre los prim eros figu ra Francisco Badía C.iro lia, celador, de serv ic io en Palm a de M allorca. K ) je fe de aquella Central, tipo asqueroso del delator nato, co- i.ooía las Ideas de los empleados y hacía confidencia!, u los criminales usurpadores del feudo de Mareh. Por osas confidencias, fui- apresado nuestro com paflero r.a- J!a Cartilla. escondido durante algflu tiempo, y el .día » de septiembre le fusilaron.

Caso de audacia y adhesión a nuestra causa >.-s el ito-un compañero celador de. A yerbo, detenido por con­fidencias de la fam ilia , — ¡do casta le viene al gait'o...'— de la fam osa telefon ista prem iada por P.erc-nguer eon >:» brazalete, por haber delatado el alzam iento de Oo- !¡tn y García Hernández. I.a guard ia c iv il le detuvo en /yerbe, llevándole a la cárcel de Huesca, donáe p er­maneció trece días incomunicado. L'na vez vendado, le «indujeron a una p laza: cuando le quitaron la venda. *c bailó ante su com pañero V illagrasa, rodeado de un piquete de falangistas. L e preguntaron si conocía a Vj- llagrasa y le am enazaron con darle igual trágico fm. i¡ no servia a l fasc io : ante sus ojos horrorizados, tras

de martirios y suplicios, fusilaron a ViWagrasa.. Des­

pués condujeron a la prisión a nuestro com pañero de A je rb e. Kn lo sucesivo, durante el d ía le obligaban a trabajar, pasando la noche en la cárcel, hasta que su prisión quedó reducida a guardias de v is ta en e l ed i­fic io de la C en tra l dé allí. T rabajando en Apíés, pudo sumarse a los nuestros, y con su aparato de cam paba comunicó con Igr iés y Forn illos, fac ilitando el avance di- nuestros luchadores; sus datos sirvieron para, la toma de esos pueblos. l>e esta manera, al restitu irse a nues­tras fitas, en que hoy com bate trabajando en la línea de fuego, vengó el crimen com etido ante sus ojos es­pantado* en la persona de V illagrasa.

UN BANQUETE QUE HIPOTECO LA SOBERANIA NAC IO NAL

—i Q u l m otivos tan poderosos puede haber p a ra queno os hayáis in

cautado to ta l­m en te de este s e rv ic io públi­co?

M e lo e xp li­can a grandes rasgos. E l re : p orte ro p rocu ­rará. recogerlo y expon erlo al lector, aunque

problem a de la te le fón ica lia y a ’ sido estudiado y a en nuestros apuntes h istóricos, con m a yo r com petencia-

L a soberanía nacional se vendió por el b íblico pía to <1* lentejas, traducido del símbolo a la realidad po un banquete. E l an fitrión de tal banquete fué e l extran j-»ro; el principal comensal, P rim o de R ive ra : el costo medio m iliíín de pesetas; los postres, sendas concesio- i.cs de acciones liberadas para ei Borbón y e l D ictador... Acabado el banquete, la Em presa norteam ericana ob ­tuvo autorización para em itir acciones preferentes, qu>- pronto se pusieron al mercado. Y con d inero de los ‘■»pañoles, pues el extran jero se agotó con el banquete, com enzó la Compañía. De esta manera «e h ipotecó la soberanía nacional, que decían intangible y sagrada. A la Idea francesa de que el listado es e l monarca, había sucedido la. idea universal do los d ictadores: “ la nación es m ía". T así, podían venderla por un banquete, pon v.us postres.

LO QUE NOS A TA AL EXTRANJERO

E:t virtud de un contrato privado, la Com pañía T e - If fón ica Nacional de España, que no es nacional apenan, rf* casi de España, depende de la poderosa entidad n o r ­team ericana International Teleplm n and Telegraph, sin­tetizada por las in iciales I. T. T „ que. tiene registrado c:t e l Mundo el sistem a de comunicación automática.

t L 'n contrato leonino obliga a la T ele fón ica a pro­veerse de la 1. T . T. a » fondtv. d<s m ate iia l y <js ase- sor;*m !ei«to técnfaio. X a ayuda ,f|nanc!efc¿ consiste en fa c ilita r num erario para el desenvolvim iento. .Por lo 3 préstamos, recibe la I. T. T . un interés del 7 por ciento

En el número anterior, publicamo» las dos notas previas correspondientes a un trabajo dividido en tres partes con respecto a la Telefónica. El presente artículo ha aparecido en “Solidaridad Obrera” , de Barcelona, de fecha 6 de febrero de 1937.

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Dificultades de los primeros meses de luchaBiual. Y a lgo más. Cuando se pone al m ercado una «m i­sión de obligaciones, la X. T. T . las adquiere en firm e, » un precio que e lla m isma f i ja : seguidamente, las pone al mercado al tipo aproximado de cotización de las otras obligaciones en el momento de la em isión; por inte procedim iento, aparte del 7 por ciento, la I. T. X, ha llegado a tener un m argen de beneficio del 20 por ciento.

4’ or la asesoría técnica, la I. T. T. cobra una comi- fión del 5 por ciento del ingreso to ta l de la. Tele fón ica, r iás un 10 por ciento del Ingreso bruto. T od o « los su e l­dos del personal norteam ericano, cobrados en oro o en moneda a la par del oro, se cargan a la T e le fón ica a través, de la I. T. T.

13n Barcelona hay dos ’ representantes de Ma I. T. T. y do trein ta a cuarenta en el territorio en nuestro poder. Los sueldos de esos representantes suponen unas tre in ta m il pesetas al mes, más mil qu inientas pesetas mensua­les para cada uno, en concepto de vivienda, máa el pago <le todos los impuestos que el G obierno españo> haga tribu tar a los extranjeros.

L a T e le fó n ica v iene ob ligada a adqu irir todo su m ateria l por mediación de la I. T. T., para lo que ésta r. ontó una o fic ina especial de (fim pras. T bien »e sirvan los géneros por mediación de la I. T. T „ bioi^ se pro­vean directam ente, sobre las factu ra* tiené la I. T . T. tma com isión del 5 por ciento, extens iva a la adqu i­sición da fincas y toda clase de construcciones.

L a razón seoreta de esos ed ific ios monumentales con c,ue. para instalar los servicios telefónicos, se ha ornado a España, no es o tra que la de esa comisión. Con tales edificaciones, no se ha pretendido embellecer las ciuda- des^ ni siqu iera hacer a larde de potencialidad econó- r-ica, sino e l lucro de aum entar el volumen del co rre ­ta je. Cuanto niña alto sea el ed ific io , más a lto será el i’ iontón de dinero español que corra hacia Norteam érica .

Y Tío es eso sólo: en la construcción del rascacielos <?e M adrid, se ha llegado a traer de N orteam érica los herrajes, los marcos d i las ventanas (fabricados a llí en serie ), las puertas y hasta las puertas de roble. A lgo fíe ello ocurrió también en la construcción de la casa de Barcelona.

En el contrato se f i jó alguna condición de protec­ción a la industria nacional, que se ha quedado en letra muerta, gracias al poder del cap ita lism o internacional. L a I. T. T , form ó, con su capital y dirección, una aocle-

ctad “ española” , la Standard E léctrica, y contrató la pro­ducción In tegra del hilo de (¡obre de Astu rias y Cór­doba. estableciendo en M adrid y L lano, fábricas de apa­

ratos te lefón icos y cableB.

hacer enteramente nuestro un . servicio por cuya pres­tación se vendió la soberanía nacional, haciendo creer a los papanatas y a los Ingenuos quo se habían dotado

España de Un adelanto orgu lloso del progreso.

ESCAMOTEO DE LAS RESPONSABILIDADES

L a República, abrileña y verbenera, pretendió exi­g ir cuentas de' los “ negocios" hechos bajo la capa d« •i D ictadura, y nombró una Comisión de responsabili­dades form ada por diputados do todos los matices po­líticos; entre otros asuntos por e l estilo, debía escla­recer «1 de la concesión de la Tele fón ica. Se había puesto el dedo en la l la g a . . . pero no h izo más que ponerlo, y sacarlo sucio.

En tres meses de declaraciones que llenaban mlle* de foljos, sólo se consiguió que el esclarecim iento se convirtiera en algo obscuro, que algunos diputados (en número crec ido) s irviesen los intereses creados y por crear, derivando un problem a de h igiene pública en un m ero problem a político.

L a República, m inada por los nuevos republicanos— llam ados •‘fr ig io s " por un period ista inolvidable —, ro sacó nada en limpio. Se dió carpetazo al asunto y se pudo repetir la frase eterna: "T o d o ostA podrido en D inam arca". Ws decir, en la España de antes del 1!) de julio, llam árase republicana, upetista, o monárqui­c a a secas.

Sería interesante y aleccionador, y quizás muy hi­spánico, desem polvar aquel m am otreto de la Comisión du responsabilidades. Seguram ente nos encontrábam os en que no son todos los que están.

HOY NO ES AYER

■—¿Pe ha saboteado — pregunto — la obra del pro­letariado?

— Sí; pero inútilm ente. P o r lo con trario , si la repre­sentación extran jera, ba jo presiones internacionales, se l'ubiese hecho cargo de la d irección de la Telefónica, habría fracnsado: porque el m aterial español que está en manos de los obreros, cables, pilas, gasolina, postes, etc., no se le habría, facilitado. H oy no es ayer.

Ahora se in ten ta una segunda m aniobra: pagarS00.000 pesetas de cupón de obligaciones. E l Comité, ante las circunstancias presentes, no se n iega a pagar c¡ im porte del cupón; pero cree oportuno y convehients pplazar e l pago, porque, no pudiendo conocer las con­tingencias de la lucha, ese dinero está más seguro en la ca ja social que en las cuentas corrientes de los ren­tistas. Y a es bastante estar empeñados con la X. T. T.D e esta manera, la producción era española; e l tra-

bsjo, español; españoles, los trabajadores. Y las ganan- en los doscientos o trescientos m illones, que son la cola­o s pasaban a poder <1<Í1 capitalism o extranjero. dd aquella púrpura andrajosa con que la D ictadura vis-

Eso es lo que, com o postre hipotecarlo, nos a ta al *"'• a España, para que no se avergon zara de su men- cflpitaüsrno exótico, im pidiendo que los obreros consigan guada desnudez.

Inglaterra veta el triunfo del pueblo españolfranco moneda, que vale hoy 14 cén­timos de lo que valía cuando Poin­caré quiso hacer de Luis X IV . ¿Có­mo Impedir el fracaso? ¿Cómo sal­va r a l general? Volvieron a inflarse de ideas los tales cerebros, a larm a­dos, además, por el atrevimiento de> Gobierno español de llevar el asunto a Ginebra, y parló esta solución: in­tervención de las potencias, arm isti­cio y plebiscito nacional presidido por la diplomacia interventora. E l vam piro se dispone a hacer su revo­lución, sirviéndose de los t*ibos de virus que guarda en G inebra. S a lva ­do Franco de su inminente derrota

j Viene de la página 34.

por el armisticio nuestra Iberia mo­ría al nacer para ser luego enterra­da solemnemente en las urnas pre­sidiendo el duelo los insignes come­diantes directores de la política eu­ropea.

Pero empiezan a soplar malos vien­tos para las astucias británicas. L a Sociedad de Naciones parece que re­acciona bajo la presión del ambiente europeo y aspira a ser algo m ás que

un artefacto manejado desde Lon­dres . ; Recaba cierta autonomía ? Me alegro infinitamente. A sí ahorrará al Gobierno español el i N O !, rotundo y seco que ia ofensiva proposición le hubiera merecido.

Yo, sobre todo después de leídas las netas de Italia y A lem ania com­pletamente favorab le« a la continua­ción de la Intervención con mayor amplitud, hubiera dado una breve respuesta, alta, sonora y significati­va: la del general francés Cambrón- no en W aterloo al intimarle, los In­glese.! como a nosotros nos han que­rido intim ar ahora, la rendición.

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¡ESPA ÑA HOY IGUAL QUE H A C E UN SIGLO

g PREOCUPA CIONlaPLUTOCRACIA TERRITORIAL E UR OPEALa revolución de tipo social que vive España ha repercutido en Europa como la revolución liberal pequeña burguesa de hace un *iglo.

Los regímenes liberales de todo el continente europ-eo copiaron de la Constitución de Cádiz, promulgada en 1812, su espíritu y su letra.,

REUNION DE POTENCIAS FASCISTAS

EL acontecimiento in ternaciona l in i­ciado ?on el v ia je del conde C ía-

no, yerno de M ussolin i, a Berlín , ha tenido en A u stria una segunda etapa que ha dado com o resu ltado el anun­cio de la celebración de una con fe ­rencia tr ipa rtita en la que tom an parte Italia, H u n gría y Au stria , y en la cual se f i ja rá la línea de resis ten ­cia a seguir con tra el com unism o r e ­volucionarlo, de acuerdo con la p o ­lítica entre Ita lia y A lem an ia

Estamos, pues, an te una reunión de potencian fascis tas cuya exp re ­sión va a m an ifestarse en e l C on­greso de V iena, destinada a o rga n i­zar la lucha con tra las dem ocracias iuropeas.

Cierta agencia o fic iosa fascista , refiriéndose a d icha con ferencia , pu­blicó e! día 8 de N o v iem b re una no­ta haciendo constar que el reconoci­miento del G obierno fa sc is ta de Francia sería el p rim er acuerdo que se adoptase en V iena, ya que el g e ­neral faccioso tendría en su poder la capital de España, d ios antes de reunirse la con ferencia ' anunciada par», mediados de esta semana.

El POR QUE DEL DESESPERA­DO Y FRACASADO ASALTO

SOBRE MADRID

Esta nota, ac lara e! m o tiv o que qa tenido el gen era l facc ioso para ordenar el asa lto desesperado sobre Madrid- H itle r y M ussolin i le han e x i­gido la ocupación de la cap ita l de España a fecha f i ja ; p reparaban un acontecimiento espectacu lar, con la finalidad de am edren tar a los re vo ­lucionarios españoles y a los p ro le ­tarios del mundo entero, que están con nosotros. L a resistencia de. los míliciauos de la R evolución , opon ién ­dose a los design ios y m andatos de los dictadores fascistas, ha sumido

en un m ar de confusiones a la gran Prensa burguesa in ternacional, que conociendo la consigna ordenada pov H it le r y Mur-solini a Franco, y dan­do y a la tom a de M ad rid com o un hecho que no o frec ía d ’.’das. anun­ciaron el pasado sábado, * grande:? titu lares, la ocupación de M adrid pol­las tropas insurrectas, llegan d o al a trev im ien to de pub licar a con tinua­ción te legram as, en los cuales se re ­cog ía el discurso que ese d ictador- zuelo de m enor cuantía, había p ro ­nunciado desde el balcón de un ed i­f ic io público, a l pueblo de M adrid e) que con deliran tes entusiasmos acog ió al caudillo y a sus m ercena­rios .

L a reunión de una Conferencia en Viena. para tra ta r la unidad de ac­ción de la * naciones d icta toria les fa sc is ta s nos trae a la m em oria el m edio h istórico que constituyó para F'spaña la C on ferencia reunida en Viena, presid ida por M ettern ich , en 1823, con fa fina lidad de a c a ta r con el rég im en constituciona l.

L a C onstitución de 18.12, votada por el P a rlam en to de Cádiz, nacidr «n el f r a g o r de la gu erra de la In ­dependencia, s ign ificab a para E u ro ­pa una p ro funda tran sform ación re­volucionaria que conm ovió los c i­m ien tos de las v ie ja s institu cione- absolu tistas.

V enc ida la R evo lu c ión fran cesa y tras ella el im perio de N apoleón , el ferm en to lib e ra l español era para las potencias absolu tistas de Europa, el m ayor pelig ro .

Vuelto F em an d o V i l , en )ín 4 .

Apunte histórico social de ‘SOLIDARIDAD OBRERA” de Nov.

13 de 1936. i-

DOCUMENTOS HISTORICOS DE ESPAÑA

anuió la C onstitución votada en Cá- d it. y de nuevo im peró el absolu tis­mo cerril que ca ra cterizab a su dinas- vi8 hasta 1820. en que R iego , suble­vado en Cabezas de San Juan, im po­ne ele nuevo a ia Corona la C onsti­tución de Cádiz, y con e lla vuelven a reg ir las lib ertades públicas, con ­tra ¡as cuales com enzaron a cons­piras las naciones absolu tistas, que a terradas veían en nosotros un pe­lig ro inm inente.

METTERNICH, FASCISTA AUSTRIACO m 1823

Ki conde de M ettern ich , á rb itro de los destinos de Au stria , tom ó la in i­c ia tiv a p a r » acabar con e¡ régim en constituciona l español, que repre­sentaba un m al e jem p lo p a ra e l re s ­to de Europa, que entonces v iv ía en pleno poder absolu to de sus m onar­cas. Reunido e l Congregó en 18'i3. ias potencias que a él asistieron , to ­maron el acuerdo de o rga n iza r un 'jé rc ito qu<= había de corret a cargo de Francia , para que invad iese a E «-

d evo lv ien do a F ernando V I I e l poder absolu to . A q u e lla exped i­ción que se conoce en la H is to ria com o ia •’Invasión de los cien m il h i­jo s cíe San Lu is", con todos las e le ­m entos b élicos de que disponían las naciones de Europa, a travesó los P i ­rineos, escrib iendo la g ra n vergü en ­za de la cual tan to se han arrepen ­tido después los políticos e h istoria- llores franceses.

ESPAÑA, PREOCUPACION DE LOS TIRANOS DE EUROPA

H a pasado un. siglo, y o tra vez España vu elve a s ig n ific a r la má­xima preocupación de los tiranos de E u ro p a . La Revolución española de tipo socia l que estam os v iv ien do en 1ÍÍ36, ha repercu tido en Europa, en la m ism a fo rm a que repercu tió la

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R evo luc ión lib era l pequeño burgue­sa que E spaña rea lizó hace un siglo, y que después con tam inó a Europa en tera . Los reg ím enes libera les de todo e l Continente, cop iaron de 1« C onstitución de Cádiz su esp íritu y ta s ta la le tra . M ussolini, que cono­ce bien la H is to r ia de España, tiene jn u y en cuenta la repercusión que los asuntos de E spaña han ten ido s iem pre en la v ida política y ju r í­d ica del pueblo ita lian o . La Consti­tución i-laliana actual, está calcad.': en la C onstitución española en 1812 Desde entonces, fué la bandera de lo s revo lu cionarios ita lianos y más tarde, al p lasm ar G ariba ld i y Ca- v o u r la nueva nacionalidad italiana e l esp íritu de nuestro Gran Código político . ¡*e adoptó en Ita lia como cosa p rop ia .

P o r oso se le tiene tan to m iedo a nuestra R evo lu c ión . O tra v ez rep i­tiéndose la H istoria , se vu e lve a re ­un ir en V iena la Con ferencia , cuyo tem a p rincipa l y cuya próxim a preocupación es la actitud revo lu c io ­naria del pueblo español, que am e­n aza con vertirse en incendio para todo el Continente europeo. Se qu ie­re sa lir a l paso, im pidiendo que E s ­paña continúe por el cam ino em ­prendido. y para conseguirlo, se es­tán poniendo en ju ego todo género de m aniobras y se ha organ izado el e jé rc ito leg ion a rio de Franco , a cuyas tropas la Europa p lu tocrática fasc is ta ha puesto a sueldo.

ANGULEMA DE PACOTILLA

Un hecho crim inal hemos de re­g is tra r en este reporta je evocador de luchas pasadas: *

P a ra ab a tir e! germ en revo lu cio ­nario y rc-novador del gran pueblo Ibérico, en 3S2íi, las potencias ab so ­lu tistas europeas que tenían bajo su yu go a los» pueblos del Con inenle, organ izaron un e jé rc ito e x tran je ro . P a ra ab a tir los sentim ientos y el es­p ír itu de la gran Revolución social Ibérica, en 19;¡(>. los cap ita lis tas fa s ­c istas no han ten ido necesidad de busuar .so ldados en el ex tran je ro , los han encontrado en .el m ism o sue­lo español. E l e jé rc ito pretor'uno que durante la M onarqu ía llevó a las m áxim as d errotas y escrib ió las m á­xim as vergü en zas en la H istoria d,; España, ha ten ido el fin a l que m e­recía, a lqu ilándose para estran gu lar y ven der su p rop ia nacionalidad a ujios cap ita lis tas que piensan hacer a lm oneda de la econom ía española, repartiéndose lúa despojos de un pue­blo In fe liz a quien p retend ió yu gu ­la r su p iop io E jérc ito , al cual t-nlre­g ó con fiado los instrum entos de gü e­ñ a para, defen der lo . En V iena la gran ciudad que tuvo por cuna la íío n a rq u iu de los H absburgos. a cu­yos ascendiente:.; Espuna debe su m á­x im a decadencia, com o f-n 1323, va a escrib ir en e.~-..:«s dias, en el Con­g reso que «-■ celebra, o tra gran ver­gü en za . La ciio:;Líón española vu e l­ve a llen.'-.r de terror, un s ig lo des­pués. la.-.-; coiic.i.-i,eiy,:-' de los tiran.e.. Erando »..... . p.-na hoy trl m .sm o pa-

jjá--— 1

D U E B U T 1 o p i n a b a s o b r e M E J I C O

JL IE J IC O — decía - - no tiene toda* v ía el m archam a de Europa. Es

un pueblo que sufre, pero no d iluye e l sen tim en ta lism o en canciones fluejumbrosas- A llí nadie se muere de am or cantando, nadie can ta co ­mo si tu v ie ra hipo. A ll í no se viven los peores aspectos de Europa, sus an tagon ism os deportivos, su po líli-

' ca espectacu lar, ni s iqu iera los in­cidentes de su obrerism o. T od o esto, tan obsesionante en el resto de A m é rica, no la tin a sino la tin izada, todo esto tan calco en la A rgen tin a y en otras R epúblicas de allá , que o lv i­dan la realidad am ericana y la f a l ­s ifican a lterando sus va lores y des­conociéndolos cuando despreciándo­los, es un m ito en M élico . M é jico es una tierra, donde la E spaña de co­gu lla y bonete nunca pudo tener- más que repulsas v io len tas. En M é ­jico hay cu ito papular a la palabra dada, a la independencia y a la fra n ­queza. Cuando los ro ta tivos a rgen ­tinos dedican sus páginas in fo rm a ­tivas a llenarlas con cab legram as que valen tre in ta m il dó lares para e xp lica r lo ocu rrido horas antes en una sesión de G inebra, es decir, cuan do se gastan un cap ita l en d ifundir m entiras, rec tificad as dos días des­pués, no p o r la verdad, sino por o tras m entiras, en M éjico se recuer­da a los herm anos F lo res M agón en hojas idealistas, con feccionadas desin teresadam ente. Cuando un ro ­ta t iv o de Buenos A ir es dedica sus páginas a la pedantería o dedica dos páginas al “ tu r f” , al ju ego en las carreras de caballos, fom entando l a ' inm oralidad de las apuestas que su­man los m illones, que fa lta n en los

pe! que le cupo al Duque de A n gu ­lem a. S ervidores am bos d tl absolu­tismo, tenían en su fa v o r el gen e­ral fran cés q u i no asesinaba a su paLria, sino que por el contrario, arruinando a España, prestaba uti serv ic io a la poten cia y a la eco ­nomía de su país. E l caso del gen e­ral faccioso que hoy manda a moros, leg ionarios y soldado* enrolados a la fu erza en sus m estildas, es a lg o que supera a ” todas las tra ic iones com e­tidas. N o se reg is tra un c ífO igual o:: la H is to ria de ningún país.

N o es posible qiiK un gen era l se alqu íle de la m anera vergonzosa que lo ha hecho el gen era l Franco a la p lu tocracia in .ernacional, aceptando elem entos poderosos de gu erra , con los cuales está asesinando a sus p ro ­pios com patriotas, destruyendo c iu ­dades y asolando los cam pos y ha­biendo de su patria un inmenso so ­lar en ruinas, cuyos despojos p ien­san repa rtirse la p lu tocrac ia fa sc is ­ta im>;rnncional, que sum isa espera la bendición papal que lim p ie sus conciencias de tan to crim en; y a que el V atican o es d em presar.o mas destacado en este sucio n egoc io .

hogares pobres y en los hospitales, 1 en M éjico ae v ive para la libertad y se fo r t if ic a el ca rá cter independien-1 te de sus hijos. ¿ N o son éstos los que llevan una gu erra a sangre y 1 íu sgo con tra t.l m im etism o relígto-1 so de M éjico , re fle jo de la inversión española de los m itrad os? ¿N o son los m e ji-an os esos centauros que re-1 niegan de la podrida España y lu-j cfian con denuedo con tra el nlstn- ■ lorism o sangu inario del a ltar? Es- paña envió a M é jico trafican-es. po- ¡ bres usureros en potencia, siente m ercan tili-ta de la eo lítica . Todos estos esnañoles, m uy de acuerdo con la d ip lom acia de su país, hacen en M éjico el e fec to de sinapismos Ss entrom eten en las banderías políticas de M éjico , que son lo contrario de la verdad en la v ida mejicana, neto no atienden a la hindúa civilidad del pueblo, a su firm eza en querero en odiar, a su ex is ten cia apacible en el campo, le jos del pistolerismo peliculesco, pero va lien te en las . huestes lib ertad oras no políticas.

M éjico es un pueblo cuyo es-ado lla­no sería sin d isputa el m ejor del mundo si no tu viera a fic ión a la pul­pa a lcoholizada. Cuando se- anda per la A m érica no m ejican a y se llega a M éjico , nos asa lta una. sensación a le n ta d o ra .. . Adem ás, el arte del tap iz y la m adera ta llada, en nir.giin rincón del mundo podrá hallarse com o en aquel pueblo que yo creo uno de los m ás in te ligen tes y hu­m anos del mundo. Sin necesidad de hablar de la c iv ilizac ión azteca, an­te r io r a los cachupines y a to^as sus m andangas de s im ilor, creo cjue M éjico es la t ie rra m ás abonada del mundo y la más deaiiueresada para una revolución com o la que nosotros querem os. Es un pueblo de guerri-

EL PROLETARIADO ESPAÑOL SUPREMA ESPERANZA

UNIVERSAL

P ero este panoram a trág ico quí trazam os ai correr de la, pluma, y siguiendo con av id ez las neoesidadoa in iorm aLivas que nos p lan tea i a. ae* maliciad, será m od ificado por el pro* -v-tariado en arm as. S igan disparando loa cañones de grue.se ca lib re sobre el indefenso pueblo de M adrid . Pe­se n quien pese. la R evo luc ión segui­rá, y lo m ianio que el espiri..u libe­ral de los luchadores españolea d¿l com ienzo del pasado si¿iu se impu­so fina lm ente en toda J-Iuropa. dandoi i t l a todas las tiran ías, el espíritu revo lu cion ario renovador de los pro- le la ríos que hoy luchan con las ar­mas en la m ano por una humanidad m ejor, tr iu n fa rá fin a lm en te . La ti­ranía fascista , Liene sus días corita* do*; el p ro leta riado español es á abriendo la fo sa donde serán ente­rrados d e fin itivam en te los último* reatos de la tiran ía p lu tocrática ab- sol lita ría , cjue en sus postreros días .je üa d is frazado de fa sc is ta .

D O C U M E N T O S H ISTORICOS DE ESPAÑA

lleros.(l>e “Tierra y libertad” , del ;¡0

d i Noviembre de lüó.T)

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Page 41: Documentos Históricos de España Año i, n° 03, diciembre de 1937

HAY QUE GANAR LA GUERRA, Y PRONTOCon lealtad procuremos la unidad

obreraTR A B A J A D O R E S de V a len cia , lu­

chadores del E jé rc ito de la L i ­bertad y de la R evo luc ión , a n tifa s ­cistas del mundo entero, herm anos proletarios; en este P r im e ro de M a­yo de 1937 vam os a com en zar por sentar los ja lones básicos del tr iu n ­fo de una revolución, sentando los pilares fundam entales para las rea- libaciones p ro letarias en este rincón de Europa, en esta E spaña que p a ­recía ignorada del m undo en tero y que, con una ges ta g lo riosa , es .a despertando la conciencia un iversa l. El mundo entero está pendiente do nosotros; los traba jadores de todos los países del p lan eta en que hab i­tamos tienen su m irada pendiente de las realizaciones de E spaña; to ­dos preguntan cuando a nosotros l le ­gan, como decia e l cam arada V á z ­quez hace unos m om entos: "¿ S e rá posible que se com prendan, que se inteligencien los hom bres de la t í . G. T . y de la C . N . T . ? ”

¿Cómo no ha de ser p os ib le? ¿Q ue es este acto que estam os celebran ­do, sino la rúbrica de un pa.cto en ­tre, los hombres que m ilitan en una y otra, central s ind ical ? ¿ A qué con­duce, si no, la obra y e l es fu erzo de loa hombi'ea que d ir igen las dos centrales sindicales, fundam entos básicos, p ilares indestru rtib les de la Revolución que está en m archa ¿Qué puede ser y represen tar, si no, :ste Prim ero de M ayo, tan distinto a los o tros primeros de M ayo que hemos celebrado hasta aqui? Y es que h ay uni­dad, no en el am biente, sino en las conciencias, que son U s que generan y producen el am biente.Los trabajadores. no ahora en la gu erra con sus am arguras, sino an­tes de que la gu erra lle ­gara, form aban ya un conjunto; cuando un m ilitan te de una cen tra l sindical su fría las in justic ias soc ia ­les. no podían d e ja r de sen tir en su sensibilidad y en sus fib ra s íntimas-, los dolores y las am argu ras que la injusticia producía en los de la o tra central sindical. E sto no era posible antes, porque había en tre noso* ros, interpuesto, el cap ita lism o, la bur-

" España será lo que quiera Es­paña misma, y España es la UGT y la CNT", — dijo Rubie­ra, ex-subsecretario de go ­bernación, en el mitin celebra­do el lo. de mayo en Valen­cia, organizado por ambas centrales sindicales y en el que participaron destacadas figuras de la España anti­

fascista.

g-uesía española que qu ería d iv id ir­nos para podernos vencer- P ero cuan­do la burguesía, a l vern os p ro fu nda­m ente d iferenciados, se lanzó a la calle, entonces los hom bres de la U . G . T . y de la C . N . '1'., com o uno solo, porque una sola era y a su voluntad de vencer, o lvidando res­quem ores, restañando sus heridas, se unieron para ven cer por la causa de la Revolución .

N o es esto nuevo en nuestra na­ción. E staba en la conciencia de to ­dos los traba jadores. Y o recuerdo, cam aradas; e ra yo un niño, porque aun no soy v ie jo ; eran los dias f e ­briles y angustiosos de 1917; estaba yo en tie rra astu riana donde tuve la suerte de nacer, y a llí los hom bres de la U . G. T . y de la C. N . T. in ­m olaron ya, unos cuantos, su ex is ­tencia p o r el tr iu n fo de la R evo lu ­ción que ahora estam os gestando.

Y no fué sólo aquel dia. En octu ­bre del 3 !, cuando m orían fren e a las hordas cap ita lis tas espidiólas los traba jadores asturianos, no eran só­lo los de la U . G . T . E staban tam ­bién, revelando su fuerza , los hom ­bres de la C. N- T . y aquella con s ig ­na, aquel g r ito de rebeldía, de guerra, ;U . H. P . ’ . prendió en la conciencia

UNIDADUGT-CNT

de los traba jadores españoles, y alli nació la unidad sindical.

Sisa es la obra de e s ia hora. N o es el fru to de la im provisación . N o e.; este un acto de circunstancias, un acto convencional; es a lgo que ostá grabado en nuestras conciencias. Es la m eta adonde conduce el s a c r ifi­cio de los hom bres que lucharon por la em ancipación de los traba jadores

Social is tas nuevamente volvemos a llamarnos

españoles- Y o recuerdo en este acto esperanzador, en este ac to en que fra tern izan los hom bres de la U . G. T ., de la C. N . T . y de la F. A . I., o tro ac to que, tam bién precisam ente a esta m ism a hora, hace un año, ce­lebrábam os en Betanzos, pueblecito de G alic ia , en el que estaban ta m ­bién hom bres de la U- G. T ., de la C. N . T . y de la F. A . I. A estas horas, ¿ qué habrá sido de aquellos herm anos de B etanzos, los m ás de los cuales no tendrán la suerte de rem em orarlo com o ante voso tros lo hago y o ? Muchos habrán desapare­cido, y a l caer habrán m uerto Cor­el b razo en alto, cruzando ambas manos en solidaridad indestructib le com o caían los traba jadores de A s ­tu rias en el año 34. sellando un pac­to de in te lig en c ia y de unión entre los traba jadores honrados. Y yo , con m i hum ilde voz, que no puede re ­presen tar todo el caudal de energías, em ociones v entusiasm os de la Cen­tral sind ical en la que lle vo unos cuantos años, ven go a dec ir aqui: no tem áis, traba jadores españoles: la U. G- T . y la C. X . T . m archarán unidas firm em en te , no en este m o ­m ento de la v ic to ra , sino tam bién hasta el m om ento de la v ic to r ia de la Revolución . En las trincheras in ­m olan su vida los hom bres m ás d ig ­nos de España. Caerán los m e­jores, caerán los artis tas , los

artesanos, los tra b a ­jad o r e s m anuales > los de la in te ligenc ia , y a! mcri-r ellos lab ra rá r una España m ejor. M u e­ren por el tr iu n fo de la libertad , inm olan su v i­da y transponen las puet tas de la H is to ria , por ¿sen ta r a su P a tr ia so­bre nuevas bases indes­tructib les de p az y de ju s tic ia socia l. P o r el

tr iu n fo de los i t i 'a les que am aron tanto, tanto, que por e llos supieron m orir; pero su m uerte, su sacrific io , no es estéril porque consolida el

a v a n " de la R evo luc ión Socia l y

nos legan sus ilusiones, su ejem plo,

^n el cual nos hemos de m ira r todos.

P ero no h ay que engañarse ; y o no

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]I

EN LAS TRINCHERAS SE TRABAJEMOS UNIDOS EN] HERMANAN LOS HOMBRES L A R E T A G U A R D I A !_____ __ i _____ _____ M

ÌNTIMAMENTE UNIDOS i CEREBRO CON CEREBRO,1

M UEREN , CODO A CODO \\

CORAZON CON CORAZON

preten do engañar a la gen te, no ten ­go nada que encubrir, com o nada tiene que encubrir n ingún trab a ja ­dor sensato, consciente. H a habido entre nosotros d iferencias, d iscor­dias, disputas ag r ia s y acaloradas, ¿quién lo duda? L a unidad no pue­de asentarse sobre el desconocim ien­to. N u es tra unidad ha de asen­ta rse sobre la experiencia . Y o os digo , cam aradas de am bas cen ­tra le s sindicales, si e l 18 de ju lio hub iéram os pod ido ce leb rar en Es-, paíia actos com o el que estam os ce ­lebrando, n i F ranco , ni M ola , ni Ca- banellas, se hubieran a tre v id o a lan ­zarse a la ca lle y en fren tarse con el pueblo- N o pensaron que los obre­ros podrían in te ligen c ia rse y unirse Gran chasco el que su frieron , e rro r cras ís im o del que estarán bien pe­sarosos a estas horas. Y o sé que la cond ición m ora l suya es deleznable; yo sé que nunca s in tieron el idea) patrio con la in tensidad con que nos otros lo sen tim os; que ellos no po­dían sen tir lo porque eran parásitos, zán gan os en la colm ena de la pro­ducción, que succionaban la v ita l i­dad de España. N oso tro s querem os a E spaña porque sentim os sus do­lo res . E llo s son fa lsos p a tr io ­tas, desposeídos del am or al r in ­cón en que nacieron , y por e llo han p reten d ido ven d er a España, sin lo ­grarlo, porque nosotros no consen­timos que lo logra ran . N oso tro s no vendem os a E spaña, vendem os nues­tra s v idas p o r la lib ertad del pueblo español. Ten em os la ob ligac ión g r a ­t ís im a de cum plir, de le ga r a nues­tros h ijos una E spaña que no alcan­ce a conocer e l lud ibrio de la E s ­paña del 18 de ju lio ; tenem os la ob ligac ión de red im ir a España, pti- ra que no s ig a encan ijada com o !o estaba cuando m urió e l 18 de julio.

Tenemos la ob ligac ión de p rom over sus riquezas naturales, de asentar las p ila res de la ju s tic ia socia l pa­ra que las generaciones que no3 su­cedan no vu e lvan a padecer las in­ju s tic ia s de la ju s tic ia que m anda­ban hacer los hom bres de la burgue­s ía española. P a ra hacerlo así, no podem os segu ir divid idos, d isg rega ­dos, hom bres de la U . G- T . y de la O. N . T . E l idea l de todos es ga n a r la gu erra y gan arla cuanto antes, para l ib ra r a España de e s ‘ a san­g ría que am enaza consum ir toda su V ita lidad. Pu es si esa es nuestra as­p irac ión común, no puede haber pa­ra la rea lizac ión nada que suponga d ife ren c ia entre los hom bres de las dos sindicales. E l ró tu lo no im porta ,

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im porta e l conten ido del p rog ram a

Y debem os avan za r tan to en la unión, que bien pronto el ró tu lo no nos d istin ga ; si es preciso, rom pa­mos nuestras banderas, rasguem os nuestros p rogram as para hacer el p rogram a y la bandera que nos d i­r ija y nos cob ije a todos. Unidad, noble y sincera. U n idad de buena fe . U n idad de herm anos. Sin rece­los, sin desconfianzas, sin vac ilac io ­nes n i reservas de n inguna clase.

E l pacto firm ad o en tre los rep re ­sentantes de am bas organ izac iones «in d íca les no será le tra m u erta ; se­rá e l fina l de una obra de hom bres que sienten g ra v ita r sobre s í la res­ponsabilidad h istórica de esta hora de tra ged ia y de esperanzas en que v ive España, y ese pacto so llenará con el caudal de esp íritu de todos y (a d a uno de los hom bres que ellos representan . N a d ie tiene derecho a decir que eso no lo h izo él. y que por no hacerlo é l no le ob li­g a lo que hacen nuestros d irigen tes : nos ob liga a todos por igual, y el que no se c rea ob ligad o a obedecer, que se m arche, que entre noso.ros n<. cabe.

Y a la v e z que esto lo hacen las o rgan izac iones responsables y cons­cientes, con paso firm e , eon trazo seguro, con pulso que no se a ltera , m archa e l G obierno de la R epúb li­ca , el G ob ierno que recog ió e l f a r ­do. de la guerra ; para llevarn os a la v ic to r ia y continuar hasta el tr iun ­fo de la R evo luc ión . Gobierno de C en tra les sindicales, Gobierno que es la unión de la C. N . T . y de la U. G. T., de los com unistas, de los socia­listas, de los anarquistas, de ios r e ­publicanos y h asta de los nac iona lis­tas vascos. G obierno de unidad n a­cional, G obierno que nos representa a todos los luchr/lores y an tifa sc istas en la gu erra . D isc ip lin a c iega , d isc ip li­na m ilita r, no la d isc ip lina del m ili­ta r de antaño, de extracc ión de T o ­ledo. V a llado lid o Segov ia , r o ; d isci­p lina m ilita r de esta hora, cor.’.o C a ­rrasco, com o M era^ .que se fo r ja n en las tr incheras de la libertad , luchan­do por el tr iu n fa del an tifascism o. Bin d istinción de ideas. L o que im ­porta en esta hora a las o rgan iza ­ciones no es e l núm ero; lo que im ­porta es e l renunciam iento de sus a filiad os p a ra poder con tribu ir en m a yo r p a rte a l tr iun fo . E so es lo que hem os de hacer nosotros, eso es lo que yo, hom bre de la U . O. T „ p i­do desde aquí, com o ay er lo pedia desde un estad io ei< Castellón , com o

m añana lo ped iré a los trabajadores ■ de Sagunto. Com pañeros: en la trin- I chera se herm anan los hombres, a m ueren cereb ro con cerebro, codo 4 cotí codo, m u y juntos, íntimamente 1 unidos, para oponer una barrera in- i franqueable a l fascism o invasor. I P ues nosotros, en la retaguardia, J codo con codo, corazón con cora- 1 zón y cerebro con cerebro, forme- 1 mos la barre ra de nuestro indestruc- i tib ie ideal, fren te a los elementos de 1 la Q uinta colum na que quieren co- I rro e r la v ita lid ad de la retaguardia I

Queridos cam aradas: saquemos es- i ta conclusión del día de hoy. Hay 1 que ga n a r la gu erra y hay que ga- I narla pronto. i

E l cam arada V á zq u ez resaltáis» 1 aquí la im portanc ia de un lema; 9 “ P ro le ta r io s de todos los países, 1 unios". Y o os ten go que decir: Tro- 1 letarios, y a unidos, de España: Que- 1 re r es poder, y e l poder de esta ho- 1 ra es ga n a r la gu erra y hacer la obra 1 do la R evo luc ión S o c ia l". ¡

L o s traba jadores saben que si ga- J namos ia gu erra tr iu n fa en Europa 1 la libertad , la dem ocracia, y en Es- 1 paña la R evo luc ión Social. Si per- 1 dem os la guerra, lo que triunfa en I España, en E uropa también, es el 1 fascism o. Y a l en fren tarnos con el | fascism o, es porque som os los más | y los m ejores, y porque somos los más y los m ejores tenem os que tnun- -I fa r .

C am aradas anarquistas, socialis- , tas. republicanos y com unistas: que el año que viene no aparezcan, como hoy, las banderas separadas por la señera valenciana, que pregona li­bertades y rebeld ías de un puebli que no se de ja so ju zgar. La Espa­ña de 1S37, que nace en el día de hoy. cuando aquí o en o tra parte se con­trarióle en e l P r im ero de M ayo de 1938, para canta)-, no com o hoy, las estro fas de la gu erra , sino las de la . v ic to r ia de la R evo luc ión Social, no 1 tendrá rótu los ni coloras distintos; un sólo ró tu lo y un sólo color: uni­dad p ro letaria , unidad d& hermanos traba jadores an tifa sc istas de Espa­ña. D igam os al m undo entero con redob lada em oción, m ás grande ca­da d ía que pasa: E n E spaña no hay p e lig ro para que pueda hacerse la revolución a l d ía sigu ien te de ganar la guerra . N o im porta , porque Espa­ña no va a ser lo que im ponga nin­guna nación, n i lo que pretenda el fascism o, ni lo que qu ieran las can­c illería s europeas; E spaña será lo que qu iera E spaña m ism a, v España es la U . G. T . y la C. N . T .

D O C U M E N TO S H ISTO RIC O S DE ESPAÑA . .

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Ya en la imprenta los originales del libro de Agustín Sou-

|cby que hemos anunciado, "Las Colectividades Agrarias de

agón", hemos recibido directamente de España dos traba-

¡ de gran interés, que por su actualidad nos ob ligan a modi-

licar nuestro Plan editorial Es por ello que publicamos con

[anterioridad los títulos que anunciamos en esta página e in-

idiotamente después editaremos el libro de Souchy, que ha

I despertado espectativa, pero que no perderá actualidad con

¡esta postergación.

’ARECIO EL FOLLETO:

ARGOABALLEROENUNCIA

LA TRAICION DEL PARTIDO COMUNISTA E S P A Ñ O L

Téxto íntegro del discurso pronuncia­do en Madrid el 17 de Octubre de 1937

64 Páginas 20 Ctvs.

EN BREVE:

DOM O SE ENFRENTO

A L FASCISMO EN T O D A E S P A Ñ A19 de Julio catalán 19 de Julio madrileño 19 de Julio levantino 19 de Julio aragonés 19 de Julio en el Norte 19 de Julio andaluz

19 de Julio en Asturias 19 de Julio en Galicia 19 de Julio en Tánger 19deJulioenlaArmada

LA H IS TO R IA A U TE N TIC A DE LOS SU CESOS Y L U C H A S ANTIFASCISTAS DEL MES DE JULIO DE 1936

EDICIONES DEL SERVICIO DE PROPAGANDA ESPAÑAm m m m m

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20 ctvs.en la capital

25 ctvs.en el interior

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