“DIDÁCTICA DEL LENGUAJE TRANSFORMADOR”

Por: Adriana del Socorro HernándezMaestra de lenguaje. IEO Técnico Industrial

Recomendación del postulante (Fundación Compartir)

Como Fundación Compartir -Premio Compartir al maestro- nuestra primera aproximación al trabajo de la maestra Adriana Hernández fue hace quince años cuando se presentó por primera vez al concurso. Posteriormente, siguió presentándose durante seis oportunidades más con proyectos de investigación en el área de Ética y Valores, con el cual logró ser finalista en el año 2005 y con una investigación innovadora en el área de lenguaje, en el año 2014, con la cual obtuvo el galardón de “Maestra Ilustre” porque fue la mejor propuesta en esta área, según nuestro jurado. El recorrido anterior demuestra el compromiso de la maestra con la investigación en el aula, la sistematización y la búsqueda constante del mejoramiento de sus prácticas pedagógicas, en aras de brindarles a sus estudiantes y a su comunidad educativa una educación de calidad.

Lo anterior lo reconocemos porque durante las visitas que realiza el Premio Compartir para evidenciar los resultados de las propuestas en las instituciones educativas, pudimos observar el trabajo en el aula, conversar con la docente, entrevistar a estudiantes, coordinadores, rector, colegas docentes y padres de familia, para quienes la maestra Hernández es una docente ejemplar, un modelo a seguir por sus altas calidades pedagógicas y humanas, su entrega y compromiso con el proyecto de vida de cada uno de sus estudiantes, liderazgo y gestión no sólo en su comunidad educativa, sino también en la ciudad de Cali para promover el fomento de los procesos de lectura y escritura y la cualificación docente entre los maestros de lenguaje del sector oficial.

En definitiva, es una maestra con vocación, espíritu de servicio y compromiso con la calidad de la educación en el sector público. Además, en su propuesta pedagógica demuestra una gran experiencia, amplio conocimiento disciplinar y didáctico de la materia que orienta y un compromiso admirable por potenciar las fortalezas de cada uno de sus estudiantes como seres humanos, como lectores, escritores y ciudadanos del mundo global.

INNOVACIÓN

Analice su estrategia a la hora de llevar a cabo prácticas instructivas innovadoras y eficaces para sus alumnos dentro y fuera del aula. ¿Cómo demuestra su éxito?. Proporcione ejemplos de resultados verificables.

El siglo XXI representa para toda la humanidad un gran desafío que rompe con los ideales universales de siglos anteriores y presenta un nuevo orden mundial lleno de incertidumbres, pero también de nuevas oportunidades de desarrollo. En este sentido, la educación puede brindar a las actuales generaciones de niños y jóvenes grandes oportunidades de desarrollo personal y social, solo si se logra garantizar el acceso, la permanencia y los buenos resultados académicos, indispensables en la sociedad de la información y el conocimiento. Desde este contexto, la lectura y la escritura escolar se convierten en un medio fundamental para ingresar y desempeñarse con éxito en la cultura escrita, ejercer la ciudadanía y continuar el proceso formativo durante toda la vida, en una sociedad que demanda a todos los profesionales la actualización permanente de sus saberes. De esta manera es evidente que la alfabetización es ante todo un acto ciudadano de profundo humanismo, que marca una gran diferencia entre la población letrada e iletrada, y sus oportunidades de inclusión o de exclusión social, cultural y económica en un mundo globalizado.

En el contexto de Latinoamérica la alfabetización universal promovida por las Naciones Unidas, la Unesco, la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) ha estimulado el fomento de políticas y acciones encaminadas a erradicar el analfabetismo. Pero aunque en Colombia hemos logrado que la mayoría de nuestros ciudadanos y ciudadanas ingresen a la cultura escrita, también hemos caído en una especie de “analfabetismo funcional” evidenciado en los bajos resultados obtenidos en las evaluaciones estandarizadas de lectura, a nivel nacional (pruebas Saber) e internacional (pruebas Piza, Cierce, Ellece), en las cuales nuestro país ha venido ocupando los últimos lugares entre los evaluados. Por otra parte, según el Ministerio de Cultura, el índice anual de lectura promedio entre los colombianos es de 1.9 libros por habitante, cuando en los países desarrollados el promedio es entre 10 y 12 libros. Frente a este hecho, las estadísticas mundiales sobre hábitos de lectura demuestran de manera irrefutable que las sociedades más lectoras son a su vez más desarrolladas, más democráticas y menos violentas. Por esta razón, el actual gobierno colombiano ha hecho grandes esfuerzos, no sólo por poner fin al conflicto armado interno que nos ha azotado por más de 50 años, sino también por apostarle a que Colombia sea la más educada, fortaleciendo los pilares de la lectura y la escritura en las nuevas generaciones.

Pero si los índices de analfabetismo convencional se han reducido drásticamente, en Colombia no sucede lo mismo con la escritura porque sólo una pequeña minoría de nuestra población, especialmente académica y profesional, escribe de modo habitual y con buen manejo del código escrito. El resto de la población, según diversos estudios académicos, no escribe ni siquiera aquellos textos que requieren en su vida cotidiana para ejercer la ciudadanía (quejas, reclamos, cartas, derechos de petición ante las autoridades). Además, según evaluaciones realizadas por el Instituto Colombiano para el Fomento de la Educación Superior (ICFES), el 60% de los estudiantes universitarios egresados de diferentes profesiones no tienen las competencias mínimas para escribir apropiadamente textos argumentativos.

Del mismo modo, desde el contexto local la realidad de no es alentadora, puesto que Cali (la tercera ciudad más poblada de Colombia) se ha caracterizado por su falta de cultura lectora

debido a factores históricos representados por el analfabetismo de las generaciones anteriores, el predominio de la oralidad en todos los espacios de interacción social, la falta de recursos económicos para acceder a los libros y el fomento del folclor musical latino, en lugar de la cultura del libro. Frente a este gran desafío social ¿Qué puede hacer la escuela? Esta fue una de las grandes preguntas que dieron origen a la creación de la “didáctica del lenguaje transformador”. Una propuesta que no surge desde los grandes eruditos de la academia, sino desde la necesidad del aula, experimentada por una maestra comprometida con la educación como proceso de transformación social. Esta didáctica ha sido probada desde hace ocho años en la Institución Educativa Oficial Técnico Industrial Comuna 17 de la ciudad de Cali, y divulgada en el contexto nacional y latinoamericano.

La propuesta inició con un proceso de investigación para establecer los antecedentes, en lectura y escritura, de los estudiantes que ingresaban a la educación media de nuestro colegio. Las historias de vida recolectadas y las encuestas aplicadas permitieron determinar que los jóvenes entre la edad de 15 y 18 años no tenían la predisposición necesaria para la lectura y la escritura escolar, ni las competencias requeridas para el ingreso a la educación superior, lo cual limitaba su posibilidad de continuar con su proyecto de formación académica. Además, se identificó que el proceso lector de los estudiantes en la educación primaria y secundaria (89% de los casos) se había experimentado como una imposición carente de sentido personal, que había generado apatía y rechazo hacía ambos procesos. También se identificó que los estudiantes no contaban con un entorno familiar que modelara o estimulara los hábitos de lectura en la familia. Este diagnóstico permitió comprender la magnitud del doble reto que debía asumir la institución educativa: Lograr que los estudiantes le encontrarán sentido a la lectura y escritura escolar, y a la vez, mejoraran sus competencias para potenciar su ingreso a la educación superior y su desenvolvimiento eficaz en la cultura escrita.

Para asumir este doble reto se rediseñó el currículo tradicional, y durante ocho años de evaluación y retroalimentación permanente, se logró consolidar una didáctica que no solo busca mejorar los procesos de enseñanza-aprendizaje-evaluación de la lectura y la escritura escolar, sino fundamentalmente, suscitar la necesidad de aprender y usar competentemente el lenguaje oral y escrito en todos los contextos de interacción social donde cada estudiante participa. Para lograrlo, se ha recurrido a un enfoque didáctico basado en el desafío, que reta a cada estudiante a “ leer para escribir, y escribir para ser leído por los ciudadanos del mundo”, logrando elevar el nivel promedio de lectura escolar a 12 libros por año, la formación de un gran número de lectores autónomos, que leen constantemente por cuenta propia muchos más libros; y la producción de 5 libros de diferentes géneros que están siendo escritos, editados y publicados por los mismos estudiantes para ser leídos por los ciudadanos del mundo. Estos logros demuestran que cuando se cambia el enfoque de la enseñanza mecánica del lenguaje, por otro, donde se promueve la necesidad del uso social, se desarrollan las competencias necesarias para que los estudiantes se desenvuelvan plenamente en la cultura letrada.

Tanto el análisis como la reflexión a partir del trabajo en el aula, unida a la fundamentación teórica interdisciplinaria (Psicología sociocultural de Vigostky; pedagogía social de Freire, Wenger, Wells, Pinker; sociología de Beck y Flechas; Filosofía de Habermas, sociolingüística de Van Dick) me permitieron llegar a la creación de la “didáctica del lenguaje transformador”. Una didáctica que usa las diversas manifestaciones del lenguaje en el aula (kinésico, prosódico, gestual, simbólico, oral y escrito) como medio para establecer conexiones comunicativas y vínculos afectivos positivos que crean la atmosfera necesaria para que ocurran aprendizajes potentes. En este sentido el

lenguaje transformador mejora las interrelaciones en el aula y fortalece la identidad, la autoestima y el mejoramiento de las competencias académicas. Específicamente, esto sucede porque, por ejemplo, cuando se da el caso de un estudiantes que incumple reiteradamente con sus compromisos, en lugar enfatizarle su falta de responsabilidad, le expreso con certeza que al otro día presentará sus tareas porque creo en sus grandes capacidades para lograr organizar bien su tiempo, le doy orientaciones de cómo lograrlo, y permanentemente lo estimulo con mensajes que fortalecen su autoestima, hasta que poco a poco logra ir mejorando su responsabilidad. Lo mismo sucede cuando un estudiante pierde una evaluación, el lenguaje transformador que uso en el aula estimula al educando a creer que él puede mejorar, revisar las causas de sus falencias, poner mayor esfuerzo y dedicación en sus estudios. De igual forma acontece con el estudiante que genera conflictos, porque en lugar de ponerle etiquetas negativas, lo que hago es indagar por las causas del conflicto y a través del dialogo igualitario acompañar al estudiante y a la familia en su proceso de mejoramiento, siempre usando un lenguaje transformador.

Por esta razón el eje de mi trabajo en el aula, desde el primer día de clase, es la apertura de canales de comunicación que nos permitan a todos abrirnos y conectarnos como seres humanos, rompiendo las barreras de la comunicación vertical entre estudiante-maestra, o adolescente-adulta. Este primer paso es fundamental para que la comunicación fluya y nos posibilite empezar a conocernos, escucharnos, interrelacionarnos, aceptarnos, respetar nuestras diferencias, debatir, criticar, recrear, crear, etc., procurando hacer del aula un espacio de encuentro armónico y convivencia pacífica, desde el principio hasta el final del año escolar. Este aspecto del proceso de enseñanza-aprendizaje es fundamental en el contexto de la cultura de intolerancia y violencia que existe en nuestro país, y especialmente en nuestra ciudad, donde constantemente se violan todos los derechos, especialmente el derecho a la vida, y se exteriorizan todas las problemáticas a través del uso de lenguajes violentos.

En este sentido, a través del lenguaje transformador, hemos logrado crear una atmosfera propicia para la lectura en silencio o en voz alta, individual o colectiva, impresa o digital, de obras de la literatura clásica y juvenil; así como la lectura de textos académicos y de interés general que circulan en revistas, periódicos, enciclopedias. De esta manera, logramos leer diversos textos con diversos propósitos, tal como sucede en la vida cotidiana donde encontramos variedad textual, en los diversos ámbitos socioculturales en los cuales interactuamos (Cassany, 2005; Castelló, 2006; Carlino, 2002; Lerner, 2001). Desde este contexto se lee con el propósito de entrar en el mundo real o imaginario creado por un autor para intentar experimentar lo que siente, piensa o vive un personaje, para tomar posición personal frente a diversos puntos de vista planteados en un texto argumentativo o para experimentar las emociones transmitidas a través del lenguaje poético. También se lee para hacer inferencias, identificar estructuras lingüísticas (semánticas, sintácticas, morfológicas, ortográficas) y discursivas (intención del autor, implicaturas, ideologías). Otros acercamientos a la lectura permiten encontrar estilos, tonos y diversas estrategias de expresión lingüística y literaria usadas de diversos modos por los autores para causar efectos especiales en sus lectores. Además, en la clase también se lee para aprender o ampliar conceptos propios de las diversas disciplinas, o para investigar datos de interés personal o académico.

Del mismo modo, el lenguaje transformador ha ayudado a crear una atmosfera propicia para la escritura de diferentes tipos de textos como cartas, biografías, ensayos, reseñas críticas, poemas y novelas juveniles, a través de las TICS (las cuales no son un fin, sino un medio para facilitar la lectura y la escritura) . Este proceso inicia con las diversas formas de lectura ya mencionadas, y luego, continúa con la definición de un tema del interés personal de cada estudiante, la

identificación de su intención comunicativa, la elección de destinatarios reales, la planificación de lo que se desea escribir, la selección del registro lingüístico adecuado a la situación comunicativa, la revisión y mejoramiento simultaneo de lo que se va escribiendo, hasta obtener una versión adecuada del texto (Lerner, 2001). Finalmente, también se abordan elementos de diseño gráfico para la creación de portadas y edición de los textos que luego son impresos y socializados. En este proceso, tanto la lectura como la escritura, no solo desarrollan competencias para mejorar los procesos de comprensión y producción textual que le permite a los estudiantes acceder a la educación superior, sino que también les da herramientas para participar de la vida ciudadana con un pensamiento crítico, porque según Giroux (1990) aprender a escribir es aprender a pensar.

Desde el inicio del año también usamos el lenguaje transformador en forma escrita, a través del intercambio de cartas entre estudiantes, padres, docentes, para promover el diálogo y la construcción de mejores relaciones entre la escuela y la familia (también usamos las redes sociales como el Facebook y los e-mails). Además, con el acompañamiento de los padres, iniciamos la producción de una autobiografía que da cuenta de la experiencia vivida por abuelos, familiares, padres e hijos en los procesos de oralidad, lectura y escritura. Esta producción textual va acompañada de diseños creativos de la portada, fotos familiares, anexos de garabatos realizados en la etapa de preescolar, pequeñas producciones de la primaria, recuerdos tristes o felices con la lectura y la escritura, libros leídos, amados y odiados. La valoración de esta primera producción escrita, aunque es muy dispendioso por el gran número de estudiantes (aproximadamente 160 jóvenes) me permite a mi como maestra explorar el nivel inicial en la producción textual (a través de una rejilla de evaluación), y así lograr que cada educando identifique su punto de partida, tome conciencia de los aspectos que debe mejorar y establezcan metas personales durante el año escolar. Del mismo modo, retomando las pruebas de comprensión de lectura que la institución aplica al iniciar el año escolar, realizamos con cada estudiante un análisis de sus falencias y necesidades en la comprensión de diversos tipos de texto, y trazamos juntos posibles rutas de mejoramiento. Todo ello teniendo presente que la buena actitud, el esfuerzo personal y la persistencia son las claves del éxito académico.

La evaluación permanente nos ha permitido observar que para un adolescente resulta más interesante empezar a leer a un par de la misma edad, que a un adulto distante de su época, contexto y realidad social. Por esta razón hemos optado por empezar cada secuencia didáctica (de las cuatro que trabajamos en un año) con la lectura de un libro publicado por un compañero del colegio. No obstante, por la relevancia que tienen los clásicos, también abordamos la lectura de los libros de la literatura universal y local, con el fin de establecer comparaciones entre los escritores expertos (autores profesionales reconocidos y premios Nobel) y novatos (estudiantes de nuestro colegio). Las comparaciones giran en torno al estilo, el tono, el tipo de lenguaje, el contenido, la estructura, la perspectiva de género, raza, clase social, entre otras. De esta manera siempre que leemos buscamos encontrar un modelo de escritura que le permita a cada joven expresar sus propios sentimientos (mediante el lenguaje poético), sus pensamientos y puntos de vista(a través de ensayos y reseñas críticas), su imaginación y vivencias personales, mediante la escritura de novelas juveniles. Así hemos logrado que la lectura y la escritura dejen de ser una imposición escolar carente de sentido, y se transformen en un maravilloso medio para que cada educando se descubra a sí mismos en la diversidad de voces escritas, y a la vez, un medio para que exprese su propia voz a través de las letras, en una etapa tan llena de contradicciones y transformaciones como lo es la adolescencia.

Para muchos jóvenes comprender los sentimientos de otros estudiantes y poetas clásicos, o expresar los propios a través de la poética suena cursi, ridículo, incomprensible o aburrido por su falta de sensibilidad frente a este género. No obstante, la poesía también es música y a todos los jóvenes caleños les encanta; la poesía es sentimiento, emoción, pasión, y todos los seres humanos estamos llenos de ello. Por eso, a través de la inmersión en el lenguaje poético hemos logrado no sólo mejorar las competencias literarias en este género, sino también fortalecer la expresión de todo tipo de sentimientos de maneras más constructivas, de tal manera que se reemplacen los lenguajes de la violencia por los lenguajes de la convivencia armónica.

Cuando se trata de la argumentación razonada la investigación le permite a cada estudiante profundizar sus conocimientos en temas que le llaman la atención, y asumir posturas críticas mediante el debate oral y escrito usado para argumentar y contraargumentar a favor o en contra de asuntos tan controvertidos como el aborto, la eutanasia, los matrimonios gais, el medio ambiente, la violencia o la justicia social, promoviendo siempre el respeto por las diferencia de opinión. De esta manera desde la clase de lenguaje se aporta a la educación para la paz, fortaleciendo la lógica racional, la toma de decisiones, el dialógico en medio de la diferencia, la participación y el ejercicio de la ciudadanía.

Finalmente, asumir el reto de leer novelas de estudiantes egresados y de autores clásicos, para finalmente llegar a producir su propio relato, es un enorme desafío que asusta a algunos (quienes piensan que no tienen nada que contar) y alegra a otros, quienes siempre han soñado con poder crear mundos imaginarios o recrear su propio mundo a través de las letras. No obstante, esta estrategia es la que más ha impactado nuestra comunidad educativa, en primer lugar porque la novela integra diversos discursos en el marco del relato. Allí aparecen versos que el protagonista le escribe a su amada, descripciones muy poéticas, profundos monólogos dedicados a razonar sobre diversas cuestiones u opiniones personales. En ellas se cuestiona el papel de los padres, de los maestros y demás figuras de autoridad, se representa la importancia de los amigos y la pareja en la adolescencia, se expresa a gritos el maltrato familiar, la violencia urbana, la violencia de género, el problema de las drogas, la soledad, la falta de afecto, de comprensión y aceptación que experimentan muchos jóvenes, entre muchísimos otros aspectos; confirmando el potencial tan grande que tiene para un joven el ejercicio de novelar a partir de aquello que ha vivido, le interesa o inquieta en su corta vida.

LOGROS EN EL AULA

Proporcione ejemplos de la forma en que su enseñanza ha obtenido resultados excelentes en cuanto a resultados de los alumnos. Esto podría ser a través de resultados de exámenes o pruebas que demuestren el progreso de los alumnos. Podría ser la cantidad de alumnos que haya asistido a la universidad y se hayan graduado, o que su enseñanza ha mejorado en el comportamiento o la asistencia de los alumnos.

Durante ocho años de implementación de la propuesta se han obtenidos logros de tipo cuantitativo y cualitativo, y logros de impacto en la vida personal, social y académica de los estudiantes. En cuanto al mejoramiento de las competencias en lectura y en escritura las evaluaciones institucionales internas nos demuestran que se redujo en un 63% el nivel bajo en comprensión lectora y producción textual (pues antes del proyecto el nivel bajo estaba en 84.6% y actualmente se encuentra en 21.6%). En la evaluación externa de estado, que se califica de 1 a 10, la institución pasó de un puntaje 7 a 9 en lenguaje, ubicándose en la categoría “Superior”. Este mejoramiento le ha permitido a la institución ocupar consecutivamente, el primer, o segundo lugar, entre todos los colegios públicos de la ciudad de Cali. Con estos resultados hemos comprobado que la “didáctica del lenguaje transformador” nos ha permitido formar lectores y escritores competentes para la participación incluyente en el mundo globalizado.

Por lo anterior, el número de estudiantes que por sus altos puntajes en las pruebas estatales, han logrado acceder a la universidad pública (la cual, por ser gratuita, se convierte en la única opción para la gente de escasos recursos económicos), ha ido cada año en aumento y las competencias en la escritura académica demostrada en las carreras que están cursando, ha ayudado a nuestros egresados a obtener buenos resultados académicos. El testimonio de los egresados que nos visitan ha permitido identificar jóvenes pertenecientes a familias de escasos recursos, que actualmente están cursando carreras de la salud, ciencias económicas, ingenierías, humanidades, artes, entre otras; gracias a las becas obtenidas por sus buenos desempeños académicos. Además, muchos de ellos, durante su permanencia en el colegio, y ahora en el ámbito universitario, se han destacado por su participación en eventos culturales como recitales poéticos, foros de escritores, concursos ortográficos y de producción de diversos textos.

Por otra parte, con la producción textual de cinco libros, que cada año realizan los estudiantes, hemos logrado dotar la biblioteca escolar con doscientas cincuenta novelas juveniles y tres versiones de libros de autobiografías, poesía, reseñas y ensayos creados, editados y publicados por los mismos estudiantes. Por otra parte, algunos educandos, con el apoyo de los padres de familia, han logrado imprimir por cuenta propia cientos de ejemplares de sus novelas para ofrecerlos (a precio de costo) en varios colegios de Cali y en eventos académicos nacionales e internacionales (España, Argentina, Perú, México) en los cuales hemos socializado esta propuesta. Esta difusión y acogida que han tenido las obras literarias fortalece enormemente la identidad y autoestima de los jóvenes escritores porque cada vez se sienten más orgullosos de haber dado a luz algo significativo e inolvidable para sí mismos y para toda nuestra comunidad educativa: sus primeros libros publicados, huellas imborrables dejadas en sus corazones, en el corazón de su maestra y en el de cada uno de sus muchos lectores.

Como lo afirman Proust y Balzac, la creación de una novela alberga una realidad profunda, donde la verdadera personalidad, en nuestro caso de cada educando, se puede expresar a plenitud

permitiendo explorar su alma. De esta manera muchos estudiantes han recreado constructivamente situaciones de violencia familiar, violencia urbana, acoso escolar, miedo ante algunas situaciones de su vida. Pero también la narrativa les ha permitido crear nuevos mundos llenos de sueños, esperanzas, bondad, amor, solidaridad y paz en un país tan lleno de conflictivos como el nuestro. Con esta propuesta didáctica se contribuye, desde la clase de lenguaje, no sólo a mejorar las competencias en lectura y escritura, sino también a aliviar un poco las almas de muchos jóvenes, sobrecargadas con tantos problemas de su entorno familiar y social, convirtiendo las letras en un mecanismo de catarsis para desahogar el ser interior, conectarse consigo mismo y dar el paso de creer que a través de la educación se pueden lograr transformaciones sociales que disminuyen los índices de violencia juvenil y brindan posibilidades para darle continuidad a la formación académica y así lograr un mejor futuro para los colombianos.

Por otra parte, con esta propuesta también he logrado que el proceso de escritura en el aula se experimente desde una perspectiva incluyente, en donde nadie se siente fuera de lugar o descartado por no tener habilidades previas para escribir, sino que, al contrario, todos se sienten convocados porque como seres humanos tienen pensamientos, sentimientos y experiencias riquísimas para expresar y compartir con los demás a través del lenguaje escrito. Esta invitación para ingresar a la cultura escrita respeta el ritmo de aprendizaje de cada educando, porque las producciones no se valoran por la perfección lingüística, sino por el avance individual que cada uno alcanza durante el proceso. De esta manera la evaluación estimula el mejoramiento continuo de los textos (incluso después de finalizar el año escolar), pero sobre todo ayuda a tomar conciencia de la necesidad de la reescritura continua en los estudiantes poco experimentados, pues aun Gabriel García Márquez después de publicar encontraba aspectos a mejorar en sus obras.

La propuesta ha logrado cambiar la apatía de los estudiantes, hacia los procesos de lectura y escritura (que según nuestra investigación inicial estaba en el 89%), por un testimonio vivo de simpatía, en unos, y de pasión por las letras, en otros. También ha impactado el manejo del tiempo libre, puesto que la lectura y la escritura implican procesos cognitivos de alta complejidad que traspasan las horas de la clase. Es así como los estudiantes, cuando se sienten atrapados por una buena historia, no quieren parar hasta finalizarla. Lo mismo sucede cuando están usando la escritura para crear sus obras, la historia que quieren contar los atrapa a tal punto, que muchos incluso ocupan todo su tiempo libre en el proyecto, dejando que la musa de la inspiración fluya sin límites. De esta manera nuestros jóvenes escritores están tan ocupados, que incluso se han distanciado de otros distractores sociales negativos, para dedicarse a una tarea tan emotiva y creativa como lo es la lectura y la escritura con sentido personal.

No obstante, el camino recorrido para llegar hasta aquí no es excepcional, porque aunque hay impactos muy positivos, es evidente que no se logra que todos los jóvenes mejoren (aún hay un bajo desempeño en el 21.6% de los estudiantes). Sin embargo, esto no sucede porque la escuela no responda al reto formativo, sino porque las constantes tensiones y conflictos en los cuales se haya la escuela pública en el contexto de la ciudad de Cali son alarmantes, pues esta ciudad ha sido clasificada en los últimos años, como una de las que presenta mayor índice de violencia urbana en Colombia. Lamentablemente, un hecho recurrente es la participación cada vez mayor de un gran número de niños y jóvenes que dejan la escuela porque la consideran poco atractiva o porque no se adaptan a sus exigencias, e ingresan a pandillas y grupos dedicados a la delincuencia. Ante esta situación, la respuesta algunas veces ha sido construir más cárceles para

menores, o aumentar el número de policías. Por mi parte, como maestra de literatura y lenguaje no he permanecido ajena a esta situación, y desde el aula sigo apostándole a una enseñanza de la lectura y la escritura que logre atraer a los jóvenes, enamorarlos de las letras, retenerlos en el sistema escolar y brindarles herramientas para el mejoramiento de sus competencias académicas.

Por otra parte, trabajar con grupos de estudiantes adolescentes muy numerosos (40 estudiantes por grupo), en una ciudad donde la cultura estimula la apatía y la pereza frente al estudio, en una época donde las figuras de autoridad (padres y maestros) son cuestionadas y desafiadas; donde el apoyo de la familia a la escuela está desapareciendo y el esfuerzo y la dedicación son menospreciados porque los jóvenes quieren obtener todas las cosas fácil y rápido; ser docente es cuestión de valientes que pueden optar por conformarse frente a la realidad, o atreverse a transformarla. En mi caso, cuando inicié la docencia hace 20 años, estuve a punto de renunciar porque todos estos factores, sumados a los bajos desempeños de mis estudiantes, me hacían sentir una profesional fracasada, pese a todos los esfuerzos que hacía por mejorar la enseñanza.

Sin embargo, antes de tomar la decisión de renunciar decidí darme otra oportunidad para enfrentar los obstáculos integrando el rigor del científico (planteándome interrogantes sobre el porqué, para qué y cómo mejorar mi práctica pedagógica), el rigor académico (proponiéndole altos estándares de competencia a mis estudiantes), la emotividad del artista (exaltando lo bello, lo ético y lo estético en las letras), y la sabiduría de Dios (desarrollando fe en mi misma, y creyendo en las grandes capacidades de mis estudiantes para la lectura y la escritura). Frente a esta nueva forma de enfrentar los problemas surgió la esperanza de que todo pudiera cambiar. Sin embargo, los cambios no se dieron de la noche a la mañana, sino poco a poco durante el transcurso de muchos año, en los cuales ha habido lágrimas de tristeza y de felicidad, se ha aprendido del error, y se han potencializado elementos prácticos y teóricos que le permitieron a la propuesta impactar la vida de mis estudiantes, mi propia vida como maestra y mejorar los estándares de calidad educativa y retención escolar en mi institución.

DESARROLLO DE CIUDADANOS GLOBALES

Comparta su estrategia para preparar a los niños y adolescentes para que sean ciudadanos globales en un mundo en el que la humanidad enfrenta desafíos como combatir el radicalismo y el terrorismo, superar la pobreza, resolver la crisis de desempleo de los jóvenes, crear comunidades dinámicas, y crecer para ser ciudadanos responsables y comprometidos. ¿Qué herramientas les brinda a las personas que lograrán cambios en el futuro para poder enfrentar estos desafíos? Proporcione ejemplos específicos.

En un mundo globalizado pero carente de empatía como el nuestro, es evidente que la falta de dialogo y uso de lenguajes constructivos puede propiciar que muchas personas cada vez reconozcan menos el valor del otro, nieguen sus derechos e incluso su propia existencia. Desde este contexto, la “didáctica del lenguaje transformador” utiliza el lenguaje en todas sus manifestaciones, como un instrumento fundamental para la construcción de valores universales que forme ciudadanos integrales. En este sentido, hemos creado conciencia de que los seres humanos no sólo nos expresamos con palabras, sino también con gestos, tonos, proximidades o distanciamientos del cuerpo, que de una manera u otra influyen en las relaciones constructivas o destructivas que establecemos con las demás personas en el contexto de la escuela, la familia, la ciudad y el mundo.

Por otra parte, reconocemos que la literatura es un medio de comunicación universal, sin embargo la capacidad de apreciarla y degustarla no es innata en el ser humano, sino que necesita ser cultivada a través de la educación. En este sentido esta propuesta le ha apostado al desarrollo de la sensibilidad humana en nuestros estudiantes a través de la apreciación literaria para potenciar valores sociales, culturales, éticos y estéticos, canalizar talentos, estimular los procesos de humanización y la adquisición de diversas competencias (emotivas, cognitivas, aptitudinales, etc.) que posibilitan percibir y enfocar el mundo a través de paradigmas no violentos. Desde este enfoque nuestra escuela se ha convertido en un lugar privilegiado para que los jóvenes de escasos recursos, beneficiarios de la educación pública de nuestra ciudad, se acerquen a la literatura clásica, a la cual no han tenido acceso por razones de exclusión cultural e histórica que vienen de generaciones anteriores. De esta manera, nuestros jóvenes tienen las mismas condiciones educativas de la clase alta privilegiada, quienes son los que tradicionalmente han sido educados en la sensibilidad literaria.

De esta manera fomentamos la sensibilidad frente al valor sagrado de la vida, la reflexión y la habilidad para percibir el mundo desde un punto de vista ético y estético, a través del contacto directo y placentero con los textos literarios y otra variedad de tipología textual. Así, hemos estimulado la capacidad de apreciar “lo bello, lo estético y lo ético” presente en el mundo simbólico de las letras y en el mundo real en la vida diaria. Con ello hemos estimulado diversas formas de dialogar para comprender y ser comprendido en medio de la diversidad local y global, a la cual todos tienen acceso gracias a las redes sociales y el internet; pues como señala Juan José Millás (2000) se escribe y se lee para comprender y ser ciudadano del mundo.

Como conclusión se puede afirmar que cuando se ponen en dialogo las intersubjetividades, se abren nuevos espacios de comunicación que recrean aquello que es importante y valioso en la vida de un joven, se mejora la autoestima, se estimula el fluir de vivencias vitales, que de ser ignoradas o reprimidas, pueden convertirse en fuerzas autodestructivas, hostiles o generadoras de

baja autoestima, miedo, ansiedad o desesperanza. Por el contrario, expresarlas a través de las diversas formas del lenguaje, sensibiliza al educando al desarrollar su capacidad de sentir, conmoverse y valorar las propias percepciones de sí mismo, del otro y del entorno, especialmente en el caso de jóvenes que la sociedad ha excluido, o jóvenes que por su personalidad son introvertidos, aislados o tímidos para expresarse en público o relacionarse con los demás.

IMPACTO EN LA COMUNIDAD

Comparta el impacto que tiene en su comunidad y cómo sirve de modelo a seguir para los estudiantes, sus padres y otros maestros.

Generalmente en el recorrido que todos hacemos por la escuela son pocas las experiencias que nos dejan huellas profundas e inolvidables, pero en el caso de nuestros egresados, que constantemente nos visitan en el colegio, la experiencia vivida con la lectura y la escritura en la educación media es algo que nunca olvidan. Considero que esto no hubiese sido posible si como maestra no me hubiese convertido en un modelo de lectora y escritora para mis estudiantes, porque lamentablemente no se puede dar de lo que no se tiene. En este sentido toda mi pasión, experiencia y habilidades en las competencias comunicativas le han aportado a cada estudiante que ingresa a mi clase. Por otra parte, la combinación del rigor científico, el conocimiento disciplinar, la emotividad (presente en la producción de cada obra literaria) y la sabiduría de Dios, ha logrado inspirar a mis estudiantes y a muchos de mis colegas.

La propuesta también ha fortalecido el liderazgo de mis estudiantes para promover campañas de lectura entre sus pares académicos de otros colegios de la ciudad, en donde socializan sus creaciones literarias. Su actual identidad y empoderamiento como escritores los estimula a querer influir en otros jóvenes para que descubran y se entusiasmen con el maravilloso mundo de las letras. En las visitas que realizamos a otros colegios, y en los eventos académicos que hemos participado, los estudiantes comparten los principios de la didáctica del lenguaje transformador que han interiorizado, relatan anécdotas vividas durante el proceso (especialmente la transformación que sufrieron al pasar de la apatía a la simpatía hacia las letras) y a partir de sus testimonios, están convenciendo a muchos de que vale la pena apostarle a ser un lector y escritor competente.

Por otra parte, la didáctica del lenguaje transformador no sólo ha empoderado a los estudiantes, sino que también ha influido en los padres de familia, estimulando el diálogo y el acercamiento entre padres e hijos en una época donde cada vez están más distantes. Esto sucede porque los padres se convierten en los primeros lectores de las obras de sus hijos, y además, contribuyen con ellos apoyándolos en la documentación de los relatos de historias familiares (historias de vida de abuelos, padres, o diversos parientes que han impactado la vida de los estudiantes) e historias de otras épocas, culturas o etnias a las cuales pertenecen. En este sentido algunas situaciones familiares ejemplares de superación o situaciones difíciles como el secuestro, el asesinato o la desaparición de un ser querido han quedado plasmadas en las novelas, poemas o ensayos de los jóvenes permitiendo reelaborar a nivel familiar dichas situaciones.

Finalmente, la propuesta también ha impactado a los maestros de nuestra institución, quienes poco a poco se han vinculado al trabajo implementando desde primaria algunas de las secuencias didácticas innovadoras de la propuesta. Por ejemplo, se está empezando a enfatizar no sólo en la lectura (como se hacía tradicionalmente en la institución), sino también en la producción, edición y publicación de las producciones de los estudiantes, a partir de la diversidad textual (poesía, narrativa, textos de opinión) desde los grados iniciales de primaria. Además, en la educación media se ha logrado que las áreas de ciencias naturales (trigonometría, calculo, física) se empiecen

a integrar a la propuesta mediante la producción conjunta de ensayos sobre temas científicos que publicamos en nuestros libros de ensayos.

MEJORA DE LA LABOR DOCENTE

Comparta cómo está contribuyendo para mejorar la labor docente. ¿Cómo está ayudando a elevar el estándar de la labor docente? ¿Comparte las mejores prácticas con sus colegas y fomenta que la gente quiera formar parte de esta profesión?

La didáctica del lenguaje transformador no sólo ha permitido mejorar, a través de los años, mi propia labor docente, sino también ha logrado incidir en el mejoramiento pedagógico de mis colegas de diversas áreas y niveles de enseñanza de la ciudad de Cali y de maestros de otros países latinoamericanos, con quienes he tenido la oportunidad de socializar la experiencia en congresos académicos y a través de las publicaciones impresas y digitales.

En el año 2014 el proyecto fue reconocido como la mejor propuesta didáctica de Colombia para la enseñanza de la lectura y la escritura por parte del Premio Compartir al maestro. Una fundación privada que desde hace quince años reconoce los aportes, que desde diversas áreas del saber, los maestros colombianos realizan para mejorar la educación en nuestro país. Por otra parte, el comité científico de La Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), aprobó la presentación de la propuesta en el congreso Iberoamericano de Educación, Tecnologías e innovación en Argentina, donde se reunieron más de tres mil maestros. La propuesta también fue presentada en el Congreso de Educación llevado a cabo por el Instituto pedagógico de Perú, y en el congreso de Comunidades de Aprendizaje en México. En Colombia también he socializado la propuesta en los encuentros de maestros de la Red Nacional de lenguaje, y en Cali, en eventos llevados a cabo por la Secretaría de Educación Municipal.

La propuesta también ha sido socializada en diversos medios impresos y digitales a través de artículos periodísticos, artículos científicos, relatos pedagógicos, informes de investigación, que he escrito y han sido publicados en la revista de educación “Compartir Saberes” y el periódico “Palabra Maestra” de la fundación Compartir; la revista “Ruta Maestra” de la fundación Santillana y redes sociales como Facebook, twitter, Slidesher, You tube. Considero que con estas publicaciones y la socialización en eventos académicos, miles de maestros han sido concientizados de la importancia de abandonar los modelos de enseñanza mecánica y tradicional de la lectura y la escritura, y han sido motivados a iniciar sus propias transformaciones en el aula, tomando como referente los principios, actuaciones y estrategias de la didáctica del lenguaje transformador.

Para el trabajo en el aula he escrito tres libros que desarrollan competencias lingüísticas a través de ejercicios prácticos de ortografía, redacción de diferentes tipos de párrafos, manejo adecuado de conectores, coherencia sintáctica y semántica, enriquecimiento lexical, construcción de conceptos lingüísticos y literarios. Así como también abordan la comprensión lectora a partir del manejo de las micro, macro y super estructuras propias de cada tipología textual, la lectura literal, inferencial, y crítica intertextual. Para el trabajo con padres de familia escribí un libro-taller que enseña a los padres a ser más eficaces en la crianza y comunicación con sus hijos. Para el proyecto escolar transversal de valores diseñé seis cartillas didácticas con ejercicios prácticos sobre el manejo de la comunicación desde el grado sexto hasta el grado noveno. Finalmente, en el ámbito

de la didáctica diseñé y escribí un modelo didáctico para los programas de educación virtual de la Universidad Santiago de Cali y del colegio Fideso, centrado en el lenguaje transformador.

En el contexto de la ciudad de Cali, también logré crear, con el apoyo de la Secretaría de Educación Municipal, un programa de capacitación permanente que actualmente estoy liderando para formar a colegas docentes de las diversas áreas (sociales, matemáticas, ciencias, lenguaje) y de diversos niveles (preescolar, primaria, secundaria y media) que quieran empezar a transformar sus didácticas con la lectura y la escritura, a partir de los procesos de investigación en el aula. En este proceso ayudo a los maestros a concientizarse de la necesidad de cambiar las prácticas tradicionales, para obtener mejores resultados académicos y formación de ciudadanos globales. Les brindo herramientas conceptuales necesarias para reflexionar a partir de la confrontación entre la teoría y la práctica pedagógica. Les acompaño en el proceso de diseño de nuevas estrategias didácticas para la lectura y la escritura, que respondan a las necesidades propias de sus instituciones educativas. Finalmente, les ayudo a evaluar los impactos que poco a poco van logrando, y a continuar en el proceso de mejoramiento de sus prácticas. De esta manera comparto con otros colegas la ruta del saber didáctico, recorrido durante 20 años, porque creo que compartir saberes puede contribuir con el mejoramiento de la educación en nuestro país.

Desde la política pública en mi ciudad también aporté con la construcción del Plan Municipal de Lectura y Escritura “Cali Cuenta Contigo”, adscrito al Plan Nacional “Leer Es Mi Cuento”, cuyos postulados responden a las políticas de alfabetización universal promovidos desde las Naciones Unidas y la Unesco, pero contextualizadas de acuerdo a la condiciones particulares de nuestro país y ciudad. En este sentido desde la política pública de la ciudad hemos logrado trazar metas a corto, mediano y largo plaza para la formación de lectores y escritores competentes en el siglo XXI, pero, lamentablemente, la falta de recursos en la administración local no ha posibilitado avanzar en el cumplimiento de dichas metas.

USO DE LOS FONDOS DEL PREMIO

Si ganara el premio, ¿cómo planea gastar el dinero a corto plazo y a lo largo de los 10 años? El dinero será suyo para que lo gaste como quiera; sin embargo, comparta los proyectos que lo apasionan, por ejemplo: proyectos de enseñanza o relacionados con la escuela que podrían beneficiarse de un financiamiento adicional y del reconocimiento que el premio lograría traer.

En primer lugar, la obtención del premio me permitirá cancelar el crédito hipotecario de mi vivienda, y suplir algunas necesidades familiares aplazadas por la falta de recursos suficientes. En segundo lugar, utilizaré los fondos para cumplir el sueño de crear una fundación que desde hace años le puse el nombre de “Edusof”, una empresa cuya misión será la creación de material didáctico para las diversas áreas del saber, desde preescolar hasta grado once. Esta idea surgió porque en los veinte años que llevo como docente de lenguaje, mi creatividad y conocimientos disciplinares me han permitido diseñar muchos materiales que uso artesanalmente en mis clases; estos materiales me han dado excelentes resultados porque combinan lúdica, arte, conocimientos de la lengua y desarrollo de competencias. Después de muchos años de uso y mejoramiento de estos materiales se me ocurrió que podría convertirlos en Objetos Virtuales de Aprendizaje que le pueden servir a millares de niños y jóvenes para sumergirse en la maravillosa aventura de aprender y desarrollar competencias lingüísticas y literarias a través de la tecnología. Sin embargo, como no he contado con los recursos para pagar los profesionales que se requieren (ingenieros de sistemas, diseñadores gráficos y de multimedia, desarrolladores Web), he tenido mis diseños en espera.

Por otro lado, también le propuse a la Secretaría la creación de un bibliobús que combine la tecnología, la literatura y el arte, equipado con todos los clásicos en música, pintura y literatura y otros géneros del agrado juvenil e infantil (podrí incluirse una colección de las mejores novelas creadas por nuestros estudiantes escritores). La misión del bibliobús sería visitar todas las instituciones educativas que no tienen acceso a bibliotecas públicas por la falta recursos para los desplazamientos. Así, la población más marginada de la ciudad podría disfrutar de talleres de lectura y escritura creativa, que también rompa con la monotonía y la enseñanza tradicional del lenguaje y la literatura en las escuelas. Sin embargo, a pesar de ser una propuesta interesante, la Secretaría no la considera una prioridad, y por lo tanto, no ha proyectado, para las vigencias futuras, rubros para un proyecto como éste. Por lo tanto, con los fondos del premio aportaría para la compra, adecuación y sostenimiento del bus lector que visite todas las escuelas marginales de la ciudad.