5
Luz del Doming Y O M E C U I D O En la sinagoga de Cafarnaúm, Jesús pro- nuncia el discurso sobre el Pan del Cielo que para los israelitas era el maná que sus ante- pasados comieron en el desierto al salir de Egipto. En este discurso, la revelación de la identidad de Jesús como el Pan de Vida es tan importante como la afirmación que este pan no fue dado por Moisés, sino por Dios Padre. El Pan del Cielo para nosotros es Cristo. Él es el alimento indispensable y el líquido vi- tal para todo discípulo misionero en salida. La Eucaristía es el encuentro personal y comuni- tario con el Señor que viene para ser nuestro Pan de Vida, y al mismo tiempo Cristo es el «Compañero» (cum-panis) que parte, compar- te y reparte su pan, su tiempo, su corazón, su amistad, en una palabra: su vida. La Eucaristía es el «antídoto» que tiene el Santo Pueblo de Dios para no contagiarse de la cultura moderna del consumismo, del egoís- mo, la posesión, la corrupción y la acumulación de los bienes materiales en manos de unos po- cos. La Eucaristía genera en los cristianos un nuevo modo de ver y considerar las realidades materiales y los vínculos sociales desde la lógi- ca del don, la gratitud, la justicia y la solidaridad. El papa emérito Benedicto XVI afirmaba: «De la Eucaristía ha brotado a lo largo de los siglos un inmenso caudal de caridad, de participación en las dificultades de los demás, de amor y de jus- ticia. ¡Solo de la Eucaristía brotará la civilización del amor, que transformará Latinoamérica y el Caribe para que, además de ser el continente de la esperanza, sea también el continente del amor!» (Discurso inaugural de la V Conferencia de Aparecida, 13 de mayo de 2007). Por eso, el domingo es el centro y primer día de la semana. Porque la Eucaristía es la Cena del Señor en la que se autodona como Pan de Vida para que todo aquel que coma y crea en Él tenga vida eterna. La Eucaristía es la cumbre y la fuente de toda nuestra vida cristiana en el que Cristo se convierte en el corazón del mundo. Una vez más Jesús nos vuelve a decir: «Yo soy el pan de vida. El que venga a mí, no tendrá hambre, y el que crea en mí, nunca tendrá sed» (Jn 6, 35). Creo que sería bueno, una vez más, fijar nuestra mirada en el altar de Dios y decirle: «¡Tú eres mi pan, mi trigo y mi Dios. Tú eres mi vida, mi altar y mi milagro. Tú eres mi casa, mi camino y mi cielo. Ven a mí, Señor, que yo voy a ti, porque Tú eres mi luz, mi hoy y mi mañana!». Que la Virgen María nos siga entregando el Pan de Vida que es fruto bendito de su vientre, Jesús, para que nosotros sigamos siendo ese milagro eucarístico de ser un Pan de Dios en salida, aquí y ahora. Ilustración: CSPP «Es mi Padre quien les da el verdadero pan del cielo». 1 de agosto de 2021 XVIII TIEMPO ORDINARIO Ciclo B Semanario Litúrgico • Director: P. Luis Ricchiardi, sdb. • N.º 3040 •Tiraje: 350 000 Edita: Centro Salesiano de Publicaciones Pastorales José Ruaro Telf.: 02-250-6248 opción 3 o ext. 30151 / 22201 / 22202 / 02-250-6251 Cel.: 098 351 6617 correo-e: [email protected] Impresión: Editorial Don Bosco-Centro Gráfico Salesiano. Cuenca Jesús, pan de vida P. Sebastián Bladimir Panizo

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Luz del

Doming

Y

O ME CUIDO

En la sinagoga de Cafarnaúm, Jesús pro-nuncia el discurso sobre el Pan del Cielo que para los israelitas era el maná que sus ante-pasados comieron en el desierto al salir de Egipto. En este discurso, la revelación de la identidad de Jesús como el Pan de Vida es tan importante como la afirmación que este pan no fue dado por Moisés, sino por Dios Padre.

El Pan del Cielo para nosotros es Cristo. Él es el alimento indispensable y el líquido vi-tal para todo discípulo misionero en salida. La Eucaristía es el encuentro personal y comuni-tario con el Señor que viene para ser nuestro Pan de Vida, y al mismo tiempo Cristo es el «Compañero» (cum-panis) que parte, compar-te y reparte su pan, su tiempo, su corazón, su amistad, en una palabra: su vida.

La Eucaristía es el «antídoto» que tiene el Santo Pueblo de Dios para no contagiarse de

la cultura moderna del consumismo, del egoís-mo, la posesión, la corrupción y la acumulación de los bienes materiales en manos de unos po-cos. La Eucaristía genera en los cristianos un nuevo modo de ver y considerar las realidades materiales y los vínculos sociales desde la lógi-ca del don, la gratitud, la justicia y la solidaridad. El papa emérito Benedicto XVI afirmaba: «De la Eucaristía ha brotado a lo largo de los siglos un inmenso caudal de caridad, de participación en las dificultades de los demás, de amor y de jus-ticia. ¡Solo de la Eucaristía brotará la civilización del amor, que transformará Latinoamérica y el Caribe para que, además de ser el continente de la esperanza, sea también el continente del amor!» (Discurso inaugural de la V Conferencia de Aparecida, 13 de mayo de 2007).

Por eso, el domingo es el centro y primer día de la semana. Porque la Eucaristía es la Cena del Señor en la que se autodona como Pan de Vida para que todo aquel que coma y crea en Él tenga vida eterna. La Eucaristía es la cumbre y la fuente de toda nuestra vida cristiana en el que Cristo se convierte en el corazón del mundo.

Una vez más Jesús nos vuelve a decir: «Yo soy el pan de vida. El que venga a mí, no tendrá hambre, y el que crea en mí, nunca tendrá sed» (Jn 6, 35). Creo que sería bueno, una vez más, fijar nuestra mirada en el altar de Dios y decirle: «¡Tú eres mi pan, mi trigo y mi Dios. Tú eres mi vida, mi altar y mi milagro. Tú eres mi casa, mi camino y mi cielo. Ven a mí, Señor, que yo voy a ti, porque Tú eres mi luz, mi hoy y mi mañana!».

Que la Virgen María nos siga entregando el Pan de Vida que es fruto bendito de su vientre, Jesús, para que nosotros sigamos siendo ese milagro eucarístico de ser un Pan de Dios en salida, aquí y ahora.

Ilust

raci

ón: C

SP

P

«Es mi Padre quien les dael verdadero pan del cielo».

1 de agosto de 2021 XVIII TIEMPO ORDINARIOCiclo B

Semanario Litúrgico • Director: P. Luis Ricchiardi, sdb. • N.º 3040 •Tiraje: 350 000Edita: Centro Salesiano de Publicaciones Pastorales José Ruaro Telf.: 02-250-6248 opción 3 o ext. 30151 / 22201 / 22202 / 02-250-6251 Cel.: 098 351 6617 correo-e: [email protected] Impresión: Editorial Don Bosco-Centro Gráfico Salesiano. Cuenca

Liturgia de la Eucaristía

Despedida

Guía: Gracias, Señor, porque nos repar-tes cada domingo el pan de vida. Que el pan de tu Palabra siga alimentando y lle-

12. ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDASSantifica, Señor, en tu bondad, estos do-nes y, acepta la ofrenda de este sacrifi-cio espiritual, y transfórmanos para ti en oblación perenne. Por Jesucristo, nuestro Señor. Asamblea: Amén.

13. ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN Acompaña siempre, Señor, con tu au-xilio, a quienes renuevas con el don celestial y no cesas de reconfortarlos: haz que sean dignos de la redención eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor. Asamblea: Amén.

Liturgia de las Horas: II SemanaTiempo Litúrgico: XVIII del Tiempo Ordinario

L

M

M

J

V

S

D

SANTORAL LECTURA DIARIA PALABRA DE FE2

3

4

5

6

7

8

Aclamemos a Dios, nuestra fortaleza.Misericordia, Señor, hemos pecado.Por tu pueblo, Señor, acuérdate de mí.Señor, que no seamos sordos a tu voz.Recordaré los prodigios del Señor.Yo te amo, Señor, tú eres mi fuerza.Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor.

Num 11,4-15/ Sal 80/ Mt 14,13-21.

Num 12,1-13/ Sal 50/ Mt 14,22-36.

Num 13,1-2.25 -14,1.26-29.34-35/ Sal 105/ Mt 15,21-28.

Num 20,1-13/ Sal 94/ Mt 16,13-23.

Dan 7,9-10.13-14/ Sal 96/ o 2 Pe 1,16-19/ Mc 9,2-10.

Deut 6,4-13/ Sal 17/ Mt 17,14-20.

1 Re 19,4-8/ Sal 33/ Ef 4,30-5,2/ Jn 6,41-51.

SAN EUSEBIO DE VERCELLISANTA LIDIASAN JUAN MARÍA VIANNEYDEDICACIÓN DE LA BASÍLICA DE STA. MARÍATRANSFIGURACIÓN DEL SEÑORSANTOS SIXTO Y CAYETANOXIX DOMINGO ORDINARIO

mos a ser mensajeros del amor de Dios a los demás. Oremos al Señor.

5 Por nuestra parroquia, para que reavive su vida comunitaria con el compromiso por la defensa y la promoción de la vida. Oremos al Señor.

Presidente: Padre, todo esto te lo pedimos por Jesucristo tu Hijo, nuestro Señor. Asamblea: Amén.

Evangelio y Vida

o, lo que es lo mismo, como si Dios no exis-tiera: • Rindiendo culto a dioses falsos como el

dinero, los placeres ilícitos, el poder, el ego, las drogas, etc.

• Participando en espectáculos que deni-gran la dignidad humana.

• Acudiendo a cualquier forma de adivina-ción, astrología, espiritismo, «médiums», falsos ángeles, invocación de muertos; cualquier práctica de magia o hechicería, creer en la reencarnación, el reiki, el feng shui, la metafísica de la Nueva Era, yen-do a que nos hagan una «limpia» o usan-do cosas «ocultas» que supuestamente nos van a proteger de «envidias», etc.

• Quitándole la vida a los indefensos be-bés en el vientre materno, negándoles así el derecho fundamental a la vida que ellos tienen.

• No dando a nuestro Señor la adoración que merece.

«Revístanse del nuevo yo,creando a imagen de Dios».

Tomado de Misal de la Obra Nacional de la Buena Prensa - México D. F.

No debemos vivir como los paganos Jesús, pan de vida

P. Sebastián Bladimir Panizo

nando de luz nuestra mente, para descu-brir el verdadero sentido de nuestra vida. Y danos tu Cuerpo hecho Pan que llena nuestra vida de tu vida.

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1 de agosto de 2021 XVIII del Tiempo Ordinario - Ciclo B

º Ritos iniciales

Guía: Las lecturas de este domingo nos recuerdan que el cristiano es un hombre nuevo, ya que por ser discípulo de Cristo, tiene que abandonar su

la vida eterna y que les dará el Hijo del hombre; porque a este, el Padre Dios lo ha marcado con su sello».

Ellos le dijeron: «¿Qué necesitamos para llevar a cabo las obras de Dios?». Respondió Jesús: «La obra de Dios consiste en que crean en aquel a quien él ha enviado».

Entonces la gente le preguntó a Jesús: «¿Qué señal vas a realizar tú, para que la veamos y podamos creerte? ¿Cuáles son tus obras? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: Les dio a comer pan del cielo».

Jesús les respondió: «Yo les aseguro: No fue Moisés quien les dio pan del cielo; es mi Padre quien les da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de Dios es aquel que baja del cielo y da la vida al mundo».

Entonces le dijeron: «Señor, danos siem-pre de ese pan». Jesús les contestó: «yo soy el pan de la vida. El que viene a mí no tendrá hambre y el que cree en mí nunca tendrá sed». Pa la bra del Señor.Asam blea: Gloria a ti, Se ñor Je sús.

10. PROFESIÓN DE FE

11. ORACIÓN UNIVERSALPresidente: Presentemos al Padre nuestra oración confiada por la Iglesia y por el mundo, diciendo: Señor, escúchanos.Asamblea: Señor, escúchanos.1 Por el santo Padre y los obispos, nues-

tros pastores, para que sean la voz de los pobres en el campo de la justicia so-cial. Oremos al Señor.

2 Por nuestros gobernantes, para que escu-chen y atiendan las necesidades más ur-gentes de la población. Oremos al Señor.

3 Por las familias cristianas, para que sean testimonio de unidad y caridad. Oremos al Señor.

4 Por todos los que compartimos el pan de la Eucaristía, para que nos comprometa-

antiguo modo de vida y revestirse de Cristo, modelo del hombre nuevo.

5. PRIMERA LECTURA Ex 16, 2-4.12-15

Lector: Lectura del libro del Éxodo.En aquellos días, toda la comunidad

de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón en el desierto, diciendo: «Ojalá hubiéramos muerto a manos del Señor en Egipto, cuando nos sentába-mos junto a las ollas de carne y comía-mos pan hasta saciarnos. Ustedes nos han traído a este desierto para matar de hambre a toda esta multitud».

Entonces dijo el Señor a Moisés: «Voy a hacer que llueva pan del cielo. Que el pueblo salga a recoger cada día lo que necesita, pues quiero probar si guarda mi ley o no. He oído las murmuraciones de los hijos de Israel. Diles de parte mía: Por la tarde comerán carne y por la mañana se hartarán de pan, para que sepan que yo soy el Señor, su Dios».

Aquella misma tarde, una bandada de codornices cubrió el campamento. A la mañana siguiente había en torno a él una capa de rocío que, al evaporarse, dejó el suelo cubierto con una especie de polvo blanco semejante a la escarcha. Al ver eso, los israelitas se dijeron unos a otros: ¿Qué es esto?, pues no sabían lo que era. Moisés les dijo: «Este es el pan que el Señor les da por alimento».

Pa la bra de Dios.Asam blea: Te ala ba mos, Se ñor.

6. SALMO DE RESPUESTA Salmo 77Sal mis ta: El Señor les dio pan del cielo.Asam blea: El Señor les dio pan del cielo.Cuanto hemos escuchado y conocemos del poder del Señor y de su gloria, cuanto nos han narrado nuestros padres, nuestros hijos lo oirán de nuestra boca. R.

A las nubes mandó desde lo alto que abrieran las compuertas de los cielos;

hizo llover maná sobre su pueblo, trigo celeste envió como alimento. R.

Así el pueblo comió pan de los ángeles; Dios le dio de comer en abundancia y luego los condujo hasta la tierra y el monte que su diestra conquistara. R.7.7. SEGUNDA LECTURA Ef 4, 17.20-24Lector: Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios.

Hermanos: Declaro y doy testimonio en el Señor, de que no deben ustedes vivir como los paganos, que proceden conforme a lo vano de sus criterios. Esto no es lo que ustedes han aprendido de Cristo; han oído hablar de él, han sido adoctrinados, confor-me a la verdad de Jesús. Él les ha enseña-do a abandonar su antiguo modo de vivir, ese viejo yo, corrompido por deseos de placer. Dejen que el Espíritu renueve su mente y revístanse del nuevo yo, creado a imagen de Dios, en la justicia y en la santi-dad de la verdad. Pa la bra de Dios.Asam blea: Te ala ba mos, Se ñor.8. ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIOAsam blea (can tan do): Ale lu ya, ale lu ya.No solo de pan vive el hombre, sino tambiénde toda palabra que sale de la boca de Dios.Asam blea: Ale lu ya, aleluya. 9. EVANGELIO Jn 6, 24-35† Lectura del santo Evangelio según san Juan.Asam blea: Gloria a ti, Se ñor.

En aquel tiempo, cuando la gente vio que en aquella parte del lago no estaban Jesús ni sus discípulos, se embarcaron y fueron a Cafarnaúm para buscar a Jesús.

Al encontrarlo en la otra orilla del lago, le preguntaron: «Maestro, ¿cuándo llegaste acá?». Jesús les contestó: «Yo les aseguro que ustedes no me andan buscando por haber visto señales milagrosas, sino por haber comido de aquellos panes hasta saciarse. No trabajen por ese alimento que se acaba, sino por el alimento que dura para

Liturgia de la Palabra

Guía: Hermanas y hermanos, bienvenidos.Cada domingo escuchamos el mandato delSeñor: «Hagan esto en conmemoración mía». Hacer, conmemorar, participar acti-vamente, para vivir después lo que ahora vamos a celebrar. Iniciamos cantando.

1. RITO DE ENTRADA Pre si den te: La gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre, y de Jesucristo, el Se-ñor, estén con todos ustedes.Asam blea: Y con tu es pí ri tu. 2. RITO PENITENCIAL Pre si den te: Para celebrar la victoria de Cristo sobre el pecado y sobre la muerte, reconozcamos que estamos necesitados de la misericordia del Padre, para morir al pecado y resucitar a la vida nueva del Se-ñor resucitado. (Un momento de silencio). Yo confieso... Pre si den te: Dios todopoderoso, tenga mi-sericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.Asamblea: Amén. 3. GLORIA 4. ORACIÓN COLECTA Presidente: Ayuda, Señor a tus siervos y concede tu bondad inagotable a quienes te invocamos, para que renueves lo que creaste y conserves lo renovado en quie-nes nos gloriamos de tenerte como creador y como guía. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo, en la uni-dad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.Asamblea: Amén.

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1 de agosto de 2021 XVIII del Tiempo Ordinario - Ciclo B

º Ritos iniciales

Guía: Las lecturas de este domingo nos recuerdan que el cristiano es un hombre nuevo, ya que por ser discípulo de Cristo, tiene que abandonar su

la vida eterna y que les dará el Hijo del hombre; porque a este, el Padre Dios lo ha marcado con su sello».

Ellos le dijeron: «¿Qué necesitamos para llevar a cabo las obras de Dios?». Respondió Jesús: «La obra de Dios consiste en que crean en aquel a quien él ha enviado».

Entonces la gente le preguntó a Jesús: «¿Qué señal vas a realizar tú, para que la veamos y podamos creerte? ¿Cuáles son tus obras? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: Les dio a comer pan del cielo».

Jesús les respondió: «Yo les aseguro: No fue Moisés quien les dio pan del cielo; es mi Padre quien les da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de Dios es aquel que baja del cielo y da la vida al mundo».

Entonces le dijeron: «Señor, danos siem-pre de ese pan». Jesús les contestó: «yo soy el pan de la vida. El que viene a mí no tendrá hambre y el que cree en mí nunca tendrá sed». Pa la bra del Señor.Asam blea: Gloria a ti, Se ñor Je sús.

10. PROFESIÓN DE FE

11. ORACIÓN UNIVERSALPresidente: Presentemos al Padre nuestra oración confiada por la Iglesia y por el mundo, diciendo: Señor, escúchanos.Asamblea: Señor, escúchanos.1 Por el santo Padre y los obispos, nues-

tros pastores, para que sean la voz de los pobres en el campo de la justicia so-cial. Oremos al Señor.

2 Por nuestros gobernantes, para que escu-chen y atiendan las necesidades más ur-gentes de la población. Oremos al Señor.

3 Por las familias cristianas, para que sean testimonio de unidad y caridad. Oremos al Señor.

4 Por todos los que compartimos el pan de la Eucaristía, para que nos comprometa-

antiguo modo de vida y revestirse de Cristo, modelo del hombre nuevo.

5. PRIMERA LECTURA Ex 16, 2-4.12-15

Lector: Lectura del libro del Éxodo.En aquellos días, toda la comunidad

de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón en el desierto, diciendo: «Ojalá hubiéramos muerto a manos del Señor en Egipto, cuando nos sentába-mos junto a las ollas de carne y comía-mos pan hasta saciarnos. Ustedes nos han traído a este desierto para matar de hambre a toda esta multitud».

Entonces dijo el Señor a Moisés: «Voy a hacer que llueva pan del cielo. Que el pueblo salga a recoger cada día lo que necesita, pues quiero probar si guarda mi ley o no. He oído las murmuraciones de los hijos de Israel. Diles de parte mía: Por la tarde comerán carne y por la mañana se hartarán de pan, para que sepan que yo soy el Señor, su Dios».

Aquella misma tarde, una bandada de codornices cubrió el campamento. A la mañana siguiente había en torno a él una capa de rocío que, al evaporarse, dejó el suelo cubierto con una especie de polvo blanco semejante a la escarcha. Al ver eso, los israelitas se dijeron unos a otros: ¿Qué es esto?, pues no sabían lo que era. Moisés les dijo: «Este es el pan que el Señor les da por alimento».

Pa la bra de Dios.Asam blea: Te ala ba mos, Se ñor.

6. SALMO DE RESPUESTA Salmo 77Sal mis ta: El Señor les dio pan del cielo.Asam blea: El Señor les dio pan del cielo.Cuanto hemos escuchado y conocemos del poder del Señor y de su gloria, cuanto nos han narrado nuestros padres, nuestros hijos lo oirán de nuestra boca. R.

A las nubes mandó desde lo alto que abrieran las compuertas de los cielos;

hizo llover maná sobre su pueblo, trigo celeste envió como alimento. R.

Así el pueblo comió pan de los ángeles; Dios le dio de comer en abundancia y luego los condujo hasta la tierra y el monte que su diestra conquistara. R.7.7. SEGUNDA LECTURA Ef 4, 17.20-24Lector: Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios.

Hermanos: Declaro y doy testimonio en el Señor, de que no deben ustedes vivir como los paganos, que proceden conforme a lo vano de sus criterios. Esto no es lo que ustedes han aprendido de Cristo; han oído hablar de él, han sido adoctrinados, confor-me a la verdad de Jesús. Él les ha enseña-do a abandonar su antiguo modo de vivir, ese viejo yo, corrompido por deseos de placer. Dejen que el Espíritu renueve su mente y revístanse del nuevo yo, creado a imagen de Dios, en la justicia y en la santi-dad de la verdad. Pa la bra de Dios.Asam blea: Te ala ba mos, Se ñor.8. ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIOAsam blea (can tan do): Ale lu ya, ale lu ya.No solo de pan vive el hombre, sino tambiénde toda palabra que sale de la boca de Dios.Asam blea: Ale lu ya, aleluya. 9. EVANGELIO Jn 6, 24-35† Lectura del santo Evangelio según san Juan.Asam blea: Gloria a ti, Se ñor.

En aquel tiempo, cuando la gente vio que en aquella parte del lago no estaban Jesús ni sus discípulos, se embarcaron y fueron a Cafarnaúm para buscar a Jesús.

Al encontrarlo en la otra orilla del lago, le preguntaron: «Maestro, ¿cuándo llegaste acá?». Jesús les contestó: «Yo les aseguro que ustedes no me andan buscando por haber visto señales milagrosas, sino por haber comido de aquellos panes hasta saciarse. No trabajen por ese alimento que se acaba, sino por el alimento que dura para

Liturgia de la Palabra

Guía: Hermanas y hermanos, bienvenidos.Cada domingo escuchamos el mandato delSeñor: «Hagan esto en conmemoración mía». Hacer, conmemorar, participar acti-vamente, para vivir después lo que ahora vamos a celebrar. Iniciamos cantando.

1. RITO DE ENTRADA Pre si den te: La gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre, y de Jesucristo, el Se-ñor, estén con todos ustedes.Asam blea: Y con tu es pí ri tu. 2. RITO PENITENCIAL Pre si den te: Para celebrar la victoria de Cristo sobre el pecado y sobre la muerte, reconozcamos que estamos necesitados de la misericordia del Padre, para morir al pecado y resucitar a la vida nueva del Se-ñor resucitado. (Un momento de silencio). Yo confieso... Pre si den te: Dios todopoderoso, tenga mi-sericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.Asamblea: Amén. 3. GLORIA 4. ORACIÓN COLECTA Presidente: Ayuda, Señor a tus siervos y concede tu bondad inagotable a quienes te invocamos, para que renueves lo que creaste y conserves lo renovado en quie-nes nos gloriamos de tenerte como creador y como guía. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo, en la uni-dad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.Asamblea: Amén.

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En la sinagoga de Cafarnaúm, Jesús pro-nuncia el discurso sobre el Pan del Cielo que para los israelitas era el maná que sus ante-pasados comieron en el desierto al salir de Egipto. En este discurso, la revelación de la identidad de Jesús como el Pan de Vida es tan importante como la afirmación que este pan no fue dado por Moisés, sino por Dios Padre.

El Pan del Cielo para nosotros es Cristo. Él es el alimento indispensable y el líquido vi-tal para todo discípulo misionero en salida. La Eucaristía es el encuentro personal y comuni-tario con el Señor que viene para ser nuestro Pan de Vida, y al mismo tiempo Cristo es el «Compañero» (cum-panis) que parte, compar-te y reparte su pan, su tiempo, su corazón, su amistad, en una palabra: su vida.

La Eucaristía es el «antídoto» que tiene el Santo Pueblo de Dios para no contagiarse de

la cultura moderna del consumismo, del egoís-mo, la posesión, la corrupción y la acumulación de los bienes materiales en manos de unos po-cos. La Eucaristía genera en los cristianos un nuevo modo de ver y considerar las realidades materiales y los vínculos sociales desde la lógi-ca del don, la gratitud, la justicia y la solidaridad. El papa emérito Benedicto XVI afirmaba: «De la Eucaristía ha brotado a lo largo de los siglos un inmenso caudal de caridad, de participación en las dificultades de los demás, de amor y de jus-ticia. ¡Solo de la Eucaristía brotará la civilización del amor, que transformará Latinoamérica y el Caribe para que, además de ser el continente de la esperanza, sea también el continente del amor!» (Discurso inaugural de la V Conferencia de Aparecida, 13 de mayo de 2007).

Por eso, el domingo es el centro y primer día de la semana. Porque la Eucaristía es la Cena del Señor en la que se autodona como Pan de Vida para que todo aquel que coma y crea en Él tenga vida eterna. La Eucaristía es la cumbre y la fuente de toda nuestra vida cristiana en el que Cristo se convierte en el corazón del mundo.

Una vez más Jesús nos vuelve a decir: «Yo soy el pan de vida. El que venga a mí, no tendrá hambre, y el que crea en mí, nunca tendrá sed» (Jn 6, 35). Creo que sería bueno, una vez más, fijar nuestra mirada en el altar de Dios y decirle: «¡Tú eres mi pan, mi trigo y mi Dios. Tú eres mi vida, mi altar y mi milagro. Tú eres mi casa, mi camino y mi cielo. Ven a mí, Señor, que yo voy a ti, porque Tú eres mi luz, mi hoy y mi mañana!».

Que la Virgen María nos siga entregando el Pan de Vida que es fruto bendito de su vientre, Jesús, para que nosotros sigamos siendo ese milagro eucarístico de ser un Pan de Dios en salida, aquí y ahora.

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«Es mi Padre quien les dael verdadero pan del cielo».

1 de agosto de 2021 XVIII TIEMPO ORDINARIOCiclo B

Semanario Litúrgico • Director: P. Luis Ricchiardi, sdb. • N.º 3040 •Tiraje: 350 000Edita: Centro Salesiano de Publicaciones Pastorales José Ruaro Telf.: 02-250-6248 opción 3 o ext. 30151 / 22201 / 22202 / 02-250-6251 Cel.: 098 351 6617 correo-e: [email protected] Impresión: Editorial Don Bosco-Centro Gráfico Salesiano. Cuenca

Liturgia de la Eucaristía

Despedida

Guía: Gracias, Señor, porque nos repar-tes cada domingo el pan de vida. Que el pan de tu Palabra siga alimentando y lle-

12. ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDASSantifica, Señor, en tu bondad, estos do-nes y, acepta la ofrenda de este sacrifi-cio espiritual, y transfórmanos para ti en oblación perenne. Por Jesucristo, nuestro Señor. Asamblea: Amén.

13. ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN Acompaña siempre, Señor, con tu au-xilio, a quienes renuevas con el don celestial y no cesas de reconfortarlos: haz que sean dignos de la redención eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor. Asamblea: Amén.

Liturgia de las Horas: II SemanaTiempo Litúrgico: XVIII del Tiempo Ordinario

L

M

M

J

V

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D

SANTORAL LECTURA DIARIA PALABRA DE FE2

3

4

5

6

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8

Aclamemos a Dios, nuestra fortaleza.Misericordia, Señor, hemos pecado.Por tu pueblo, Señor, acuérdate de mí.Señor, que no seamos sordos a tu voz.Recordaré los prodigios del Señor.Yo te amo, Señor, tú eres mi fuerza.Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor.

Num 11,4-15/ Sal 80/ Mt 14,13-21.

Num 12,1-13/ Sal 50/ Mt 14,22-36.

Num 13,1-2.25 -14,1.26-29.34-35/ Sal 105/ Mt 15,21-28.

Num 20,1-13/ Sal 94/ Mt 16,13-23.

Dan 7,9-10.13-14/ Sal 96/ o 2 Pe 1,16-19/ Mc 9,2-10.

Deut 6,4-13/ Sal 17/ Mt 17,14-20.

1 Re 19,4-8/ Sal 33/ Ef 4,30-5,2/ Jn 6,41-51.

SAN EUSEBIO DE VERCELLISANTA LIDIASAN JUAN MARÍA VIANNEYDEDICACIÓN DE LA BASÍLICA DE STA. MARÍATRANSFIGURACIÓN DEL SEÑORSANTOS SIXTO Y CAYETANOXIX DOMINGO ORDINARIO

mos a ser mensajeros del amor de Dios a los demás. Oremos al Señor.

5 Por nuestra parroquia, para que reavive su vida comunitaria con el compromiso por la defensa y la promoción de la vida. Oremos al Señor.

Presidente: Padre, todo esto te lo pedimos por Jesucristo tu Hijo, nuestro Señor. Asamblea: Amén.

Evangelio y Vida

o, lo que es lo mismo, como si Dios no exis-tiera: • Rindiendo culto a dioses falsos como el

dinero, los placeres ilícitos, el poder, el ego, las drogas, etc.

• Participando en espectáculos que deni-gran la dignidad humana.

• Acudiendo a cualquier forma de adivina-ción, astrología, espiritismo, «médiums», falsos ángeles, invocación de muertos; cualquier práctica de magia o hechicería, creer en la reencarnación, el reiki, el feng shui, la metafísica de la Nueva Era, yen-do a que nos hagan una «limpia» o usan-do cosas «ocultas» que supuestamente nos van a proteger de «envidias», etc.

• Quitándole la vida a los indefensos be-bés en el vientre materno, negándoles así el derecho fundamental a la vida que ellos tienen.

• No dando a nuestro Señor la adoración que merece.

«Revístanse del nuevo yo,creando a imagen de Dios».

Tomado de Misal de la Obra Nacional de la Buena Prensa - México D. F.

No debemos vivir como los paganos Jesús, pan de vida

P. Sebastián Bladimir Panizo

nando de luz nuestra mente, para descu-brir el verdadero sentido de nuestra vida. Y danos tu Cuerpo hecho Pan que llena nuestra vida de tu vida.

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La Transfiguración del Señor

Transfiguración significa cambio de forma o apariencia.

Ocurrió en el monte Tabor.

Todos oyeron la voz de Dios Padre que les dijo: «Este es mi Hijo

amado; escúchelo».

Jesús subió a orar con sus apóstoles Pedro,

Santiago y Juan.

Su rostro cambió de aspecto y sus vestiduras se hicieron

esplendorosamente blancas. (Mc 9, 2-10)

Aparecieron Moisés y Elías para hablar a Jesús de la muerte que le esperaba.