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DONES DE CIENCIA 1COR 2,16 ------ 2 COR 4,18 Este don es esa habilidad que el Espíritu Santo ha dado a ciertos creyentes, hombres y mujeres, para observar cada detalle de los hechos Bíblicos…y después de hacer eso y comparar la escritura con la escritura, son capaces de discernir y extraer la verdad en crudo de entre los pasajes de la Biblia de una manera tan afinada…tan aguda, tan sana, y tan acertada, que da gusto aprender de ellos/ellas. 1a Corintios 12:8 lo menciona: “Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu;” El don de ciencia da a conocer muy especialmente la belleza fascinante del alma humana que está en la gracia divina El don de ciencia, de este modo, perfeccionando la fe, desengaña al hombre espiritual de todas las fascinaciones y mentiras con que el mundo engaña a los hombres mundanos. Son indecibles las fascinaciones que el mundo ejerce sobre los hombres, también sobre tantos cristianos: «toda la tierra seguía maravillada a la Bestia» (Ap 13,3). El resultado es un espanto: «mi pueblo está loco, me ha desconocido; son necios, no ven: sabios para el mal, ignorantes para el bien» (Jer 4,22). 1. La oración, la meditación, la súplica. Siempre la oración es premisa primera para la recepción de todos los dones del Espíritu Santo, pero en éstos, como el don de ciencia, que son intelectuales, parece que es aún más imprescindible. 2. Procurar siempre ver a Dios en la criatura. Ignorar u olvidar que el Creador «no sólo le da el ser y el existir, sino que la mantiene a cada instante en el ser, le da el obrar y la lleva a su término» (Catecismo 300), es dejar el alma engañada, necesariamente envuelta en tinieblas y mentiras, en medio de la realidad presente. 3. Pensar, hablar y obrar con perfecta libertad respecto del mundo. Es decir, no tener ningún miedo a estimar que la mayoría -también la mayoría del pueblo cristiano-, en sus criterios y costumbres, está en la oscuridad y en la tristeza del error, al menos en buena parte. Aquí se nos muestra otra vez la mutua conexión necesaria de los

Don de Ciencia

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DONES DE CIENCIA 1COR 2,16 ------ 2 COR 4,18Este don esesa habilidad que el Espritu Santo ha dado a ciertos creyentes, hombres y mujeres, para observar cada detalle de los hechos Bblicosy despus de hacer eso y comparar la escritura con la escritura, son capaces de discernir y extraer la verdad en crudo de entre los pasajes de la Biblia de una manera tan afinadatan aguda,tan sana,y tan acertada, que da gusto aprender de ellos/ellas.1a Corintios 12:8lo menciona:Porque a ste es dada por el Espritu palabra de sabidura;a otro, palabra de ciencia segn el mismo Espritu;El don de ciencia da a conocer muy especialmentela belleza fascinante del alma humana que est en la gracia divinaEl don de ciencia, de este modo, perfeccionando la fe,desengaa al hombre espiritual de todas las fascinaciones y mentiras con que el mundo engaa a los hombres mundanos.Son indecibles las fascinaciones que el mundo ejerce sobre los hombres, tambin sobre tantos cristianos: toda la tierra segua maravillada a la Bestia (Ap 13,3). El resultado es un espanto: mi pueblo est loco, me ha desconocido; son necios, no ven: sabios para el mal, ignorantes para el bien (Jer 4,22).1.La oracin,la meditacin, la splica. Siempre la oracin es premisa primera para la recepcin de todos los dones del Espritu Santo, pero en stos, como el don de ciencia, que son intelectuales, parece que es an ms imprescindible.

2.Procurar siempre ver a Dios en la criatura.Ignorar u olvidar que el Creador no slo le da el ser y el existir, sino que la mantiene a cada instante en el ser, le da el obrar y la lleva a su trmino (Catecismo 300), es dejar el alma engaada, necesariamente envuelta en tinieblas y mentiras, en medio de la realidad presente.

3.Pensar, hablar y obrar con perfecta libertad respecto del mundo.Es decir, no tener ningn miedo a estimar quela mayora-tambin la mayora del pueblo cristiano-, en sus criterios y costumbres, est en la oscuridad y en la tristeza del error, al menos en buena parte. Aqu se nos muestra otra vez la mutua conexin necesaria de los dones del Espritu Santo: el don de ciencia, concretamente, no puede darse sin el don de fortaleza.

4.Ver en todo la mano de Dios providente.Aprender aleeren el libro de la vida -en los peridicos, en lo que sucede, en lo que le ocurre a uno mismo-, pero aprender a leer ese libro con los ojos de Cristo. l es nuestro nico Maestro, el nico que conoce el mundo celestial, y el nico que entiende el mundo temporal, el nico que comprende lo que sucede, lo que pasa, es decir, lo quees pasando.

5.Guardarse en fidelidad y humildad. El don de ciencia, efectivamente, es don de Dios, pero es un don que Dios concede a los humildes, a los que, recibiendo la gracia de la humildad, le buscan, le aman y guardan fielmente sus mandatos: