Piedra Parada

TEXTOS Martin “Fideo” Molina

DOSSIER

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CAÑADON DE LA BUITRERA, DESTINO DE ESCALADA

nómades vagabundos ahondamos en las inmensidades en

busca de aventuras, y así transitamos los riesgos tanto rea-

les como aparentes y tras la excusa de una meta, disfruta-

mos del camino recorrido

A veces el puntapié para iniciar un viaje puede ser una foto,

un comentario o algo menos palpable como podría ser tal

vez una corazonada o simplemente el hecho de querer ir en

busca de lo desconocido.

UN POCO DE HISTORIA

Así es que en los años 1950 algunos escaladores, con equi-

po y técnicas rudimentarias, se plantearon subir la forma-

ción más evidente de la zona, la “Piedra Parada”, pero no

fue sino hasta 1993 que Damián Benegas y Pablo de la

Fuente logran un hito histórico haciendo la primera ascen-

sión hasta la cumbre, por la vía que llaman “Sueño Lento”.

Tres años más tarde, el escalador de Esquel, Martín Grech

y el mendocino Daniel Pizarro logran la segunda ascensión

haciendo una variante a la ruta original.

En esta expedición ellos se adentran en el cañadón de la

buitrera y fotografían esas paredes agujereadas y desplo-

madas por tres kilómetros de recorrido, que luego serían el

Como

LA BRISA DE LA TARDE ACOMPAÑADA DEL CHAPUzóN vERANIEGO EN EL RíO CHUBUT, APLACA LA HINCHAzóN DE LOS ANTEBRAzOS ATURDIDOS DE TANTO ESCALAR.EL OCASO ES INMINENTE y LOS COLORES DEL CIELO ENCIENDEN LAS LLAMAS qUE ABRIGAN UN CORDERO CRUCIFICADO, qUE ENTRE RISAS y UNO qUE OTRO vINO LIBERAN LA IMAGINACIóN HACIA LOS TIEMPOS DE ANTAÑO, UN PASADO PROMI-NENTE, DE GRANDES ANIMALES, DE CUEvAS PRODIGIOSAS ALBERGANDO A LOS ANTEPASADOS PATAGóNICOS. vALIENTES CAzADORES SE zAMBULLíAN EN LA NA-TURALEzA TRAS LA AvENTURA DEL SUSTENTO, ENERGíA vITAL PARA DAR CONTI-NUIDAD A LA ESPECIE; CORRíAN, NADABAN y ALGúN vISIONARIO CHAMAN TAL vEz DABA SUS PRIMEROS PASOS DE ESCALADA y CON SABIA CERTEzA ANTICIPABA LO qUE SERíA EN UN FUTURO, NUESTRO PRESENTE, UN DESTINO DE ESCALADA.

BUENOSAIRES

ESQUEL

PiedraParada

ARGENTINAEsquel

PÁGINA ANTERIOR. Piedra Parada y rio Chubut. M. Molina

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motor difusor e impulsor de viajes al lugar

Un audiovisual del indio Pizarro, con su particular manera

mística de motivar, dejó sembrada la semilla de lo que sería

la futura escalada en la buitrera.

Con sus desplomes llenos de huecos, techos y finas placas,

él vaticinaba un futuro de rutas para los deportivos, como

nos llamaba en ese entonces.

El terreno era fértil pero faltaba la maduración necesaria

para lo que vendría.

Con las imágenes latentes en la memoria, en el año 1999 junto

a Edu Depetris, Damián y Pablo, emprendimos el viaje rumbo a

Esquel con el objetivo de abrir una nueva vía en la piedra parada.

Se consolidó así la segunda vía, “Un largo camino a casa”.

En aquel viaje junto a Edu habíamos hecho una caminata

a través del cañadón y no dejábamos de alucinar a cada

momento, cada rincón merecía una mirada detenida; con

las manos húmedas de ver tantas posibilidades nos fuimos

contaminados con la esperanza de volver y hacer realidad

esos movimientos, esas rutas.

Pero aun pasaron dos años más hasta que en el 2001 junto a

Matoco Erroz, se alinearan los astros y nos juntáramos con el

equipo adecuado, y así cargados con la artillería pesada, tala-

dro, chapas y parabolts, fuimos y abrimos las primeras vías.

El alero fue el primer objetivo, que con sus huecos y calidad

de roca pedía a gritos ser escalado.

y así quedó la primera vía abierta desde abajo, ganchean-

do en los perfectos huecos, a la que en ese momento le

pusimos “Anómala”, un 6b+ que hoy en día lleva el nombre

de “Mikey Mouse” debido a que los huecos del principio

sugieren la figura del ratón de Disney.

La próxima obra de arte sería de Matoco, “Planeta agu-

jero”, un 6c que es una clásica por su belleza estética y

calidad de tomas que atraviesan el sutil desplome.

Después de haber escalado por Europa, Estados Unidos,

Méjico y Sudamérica, era el momento de hacer una devo-

lución a lo recibido y con aquel pequeño aporte de unas 7

vías se daba inicio a lo que hoy podríamos decir si miedo

a equivocarnos, uno de los sitios imperdibles para escalar

dentro de argentina.

qué satisfacción más grande es tener que recorrer nueva-

mente los pasos de lo que hoy es el cañadón de la buitrera.

Cada minuto recorrido por esa inmensa estepa perdida del

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mundo, entre paredes milenarias, es una historia grabada

en el alma que, con sus idas y vueltas, hoy ocupan un cú-

mulo de los mejores recuerdos.

Así es también para aquellos que estuvieron allí esos días

de alucinar con vías aún inexistentes, de pasar horas con-

templando las mismas paredes y soñando con los movi-

mientos contorsionistas en los techos, llenos de huecos o

desplomes de finas regletas.

En aquellos días, vivir el momento lo era todo, abrir una vía tenía

sentido solo por el significado que tendría escalarla, y así sin

prisa pero sin pausa se fueron revelando algunos itinerarios que

hoy son parte de esta historia que construimos entre todos.

Cada día era dedicado a pensar en alguna nueva línea y

cada partida servía para acumular nuevamente equipo para

plasmar las nuevas rutas.

Las tardes eran solitarias colgando de una cuerda, pero no

menos intensas, cada uno sumergido en su mundo hacien-

do lo que le dictaban las ganas, alguno escalaba, otros se

dedicaban a pasear o pescar, y otros a equipar.

Durante el día la aventura en la estepa era silenciosa, atra-

vesada por los gritos de las bandurrias reclamando con sus

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PÁGINA ANTERIOR IZQUIERDA ARRIBA. Arco de piedra en el cañón de la derecha. M. Molina

PÁGINA ANTERIOR IZQUIERDA ABAJO. Pinturas rupestres. M. Molina

PÁGINA ANTERIOR DERECHA ARRIBA. Parte de la fauna de la zona. M. Molina

PÁGINA ANTERIOR DERECHA CENTRO. Atardecer en la Buitrera. M. Molina

PÁGINA ANTERIOR DERECHA ABAJO. El pueblo de Gualjaina. M. Molina

IZQUIERDA. Caminando hacia la Piedra. B. Giménez

DERECHA ARRIBA. Aguja de la Virgen. M. Molina

DERECHA ABAJO. El autor escalando Apriete Cachete 7b+. M. Gallego

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ecos la soberanía del viento.

La amistad alimentaba los fogones de las noches entre his-

torias distantes de escaladas ajenas y propias, en las cua-

les se libraban batallas contra seres míticos de roca en los

paisajes más salvajes.

Alguna vez fuimos sorprendidos por el amanecer entre las

últimas notas de una guitarra desafinada por el calor de las

aun rojas brasas.

La comprensión de lo mínimo no interfería con lo absoluto,

confundiéndose uno con el otro en un nirvana con el todo y

así dejábamos las señales para los próximos que recorrie-

ran esta misma realidad paralela.

Así se convirtió en nuestro refugio contra lo cotidiano, con-

tra la rutina de la sociedad demandante de producción, que

con fuerza rigurosa indica no salirse del camino.

Aquí decidíamos “hacer al camino”, fuera de lo plano y es-

tablecido; sin tiempo, sin jaulas, en desafiante dirección

hacia lo vertical.

La piedra parada, según los geólogos, sería una gran toba

volcánica, y las formaciones rocosas circundantes corres-

ponden al mismo origen, por lo tanto podemos encontrar

roca de distintas calidades, con formaciones muy eviden-

tes de huecos, como así también placas lisas con definidas

regletas, y según se fue erosionando podemos encontrar

desplomes fuertes o también cuevas con extensos techos.

Esto también da origen a curiosas formaciones dentro del

cañón de la buitrera que presenta formas que liberan la

imaginación, tales como “La gallinita”, o “La aguja de la

virgen”, que con angulosos contornos define la imagen

perfecta de roca penitente, digna de admiración; y así, de-

pendiendo del espectador, es como aparecen incontables

formas de singular belleza escénica.

Sin duda los escaladores son los que ven mas allá, creando

otras formas nuevas, fusionando lo sólido con el movimiento

a través de una cuerda, recorriendo los itinerarios de lo inima-

ginablemente posible, percibiendo las sutilezas en un juego de

profunda conexión con el entorno y con lo mas simple de uno

mismo, con el solo objetivo de disfrutar el momento.

Actualmente hay unas 90 vías de escalada y en su mayoría

de grados medios, entre el 6c y el 7c, de excelente calidad

estética, con equipamientos seguros de parabolts de 10

milímetros y chapas.

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Sin embargo las posibilidades son extensas, aunque por ahora

los nuevos equipamientos deberán esperar hasta que la provin-

cia tenga un plan de manejo que defina los lugares aptos para

nuevas rutas. De esta manera se garantiza la protección de po-

sibles yacimientos arqueológicos de gran valor cultural.

ACTUALIDAD

El lugar sufrió profundas transformaciones, tales como la

construcción de un puente para autos que cruza el Río Chubut,

lo que lleva a que el acceso sea sumamente fácil, pero implica

que hay que tomar medidas de conservación del entorno.

Fue asi que la provincia decide crear un área protegida y

se plantea la creación de un plan de manejo, que tenga en

cuenta a distintos actores interesados en el lugar.

En el año 2009 se hizo una consulta a los pobladores, a

los escaladores y demás instituciones de orden científico,

para lograr una convivencia de las distintas posibles acti-

vidades.

El resultado fue positivo, y la idea de preservarlo en el estado

natural era común a todos los actores. Ahora solo falta que se

aplique este plan por parte del Gobierno de la Provincia.

PARA EL FINAL

La rebeldía nos lleva a descubrir nuevos horizontes, tanto

los naturales como los propios y sin rendirse en la bata-

lla continuamos recorriendo los mismos senderos de otras

maneras, buscamos los riesgos y ahondamos en la aventu-

ra interior como indicador de nuestra existencia, sorteando

al destino y llenando la memoria de felices momentos.

PÁGINA ANTERIOR. El sacrificio del corderoy 6b+. M. Gallego

IZQUIERDA. Luciana Tessio en Te chifla la cachifla 7b+. M. Molina

DERECHA. Juan Lotz en Tunel visión 7a. M. Molina

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GUÍA PRÁCTICA - LOGÍSTICA Y ACCESOCóMO LLEGAR

La zona de Piedra Parada y Las Buitreras se encuentra en

la provincia de Chubut a 130 Km. de la ciudad de Esquel

hacia el este. Se puede arribar a Esquel en bus desde Bue-

nos Aires, Bariloche o bien desde Trelew o Puerto Madryn.

Desde la ciudad de Esquel se accede por la Ruta Nacional

N°40 hacia el norte, recorrer 25 kilómetros hasta encontrar

a mano derecha el acceso a la Ruta Provincial N°12 que es

de ripio y continuar 65 kilómetros hasta llegar a Gualjaina,

pueblo que se encuentra a mitad de camino.

Desde Gualjaina hay que continuar por la ruta N°12 rumbo

a Paso del Sapo, a 45 kilómetros se encuentra la Piedra

Parada, fácilmente visible a mano izquierda del camino.

La Piedra Parada está declarada como monumento natural

por la Secretaria de Cultura de la provincia de Chubut y

está íntegramente dentro de los campos de Benetton.

Metros antes de llegar a la Piedra Parada hay un camino a

mano izquierda por el cual se accede al cañadón de La Bui-

trera, avanzar 500 metros hasta encontrarse con el puente

que cruza el rio Chubut y luego recorrer unos 600 metros

para llegar a la entrada.

El cañadón de la buitrera es considerado área natural prote-

gida y de interés cultural por la provincia de Chubut. Estos

campos actualmente pertenecen al patrimonio provincial, de

todas maneras para acampar se recomienda hacerlo en el

establecimiento La Buitrera que se encuentra a 800 metros

de la entrada del cañadón y pertenece a Mario Moncada.

LA zONA

Nos encontraremos en medio de la gigantesca estepa pata-

gónica norte, un sitio árido, mayormente plano y totalmen-

te aislado de la civilización. El núcleo urbano más próximo

está a poco más de cuarenta kilómetros y no posee todos

los servicios que estamos acostumbrados a encontrar en un

pueblo. Hay algunos teléfonos públicos, no hay Internet y se

pueden comprar víveres frescos aunque la oferta no es muy

amplia. Por otro lado el paisaje, la fauna y los ecosistemas se

encuentran intactos, prueba de ello es que aun podemos re-

coger el agua para beber de un gran río como es el Chubut.

En todo caso la experiencia es intensa y permite bucear en

la forma de vida del habitante patagónico.

IZQUIERDA. Fogón en el camping. M. Molina

DERECHA. Walter Rossini en Te chifla la cachifla 7b+. M. Molina

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ABASTECIMIENTO

Conviene comprar todos los víveres que necesitemos en Es-

quel, donde existen supermercados bien abastecidos. Sol-

vente y cartuchos de gas también pueden conseguirse en

la ciudad.

Una vez en la zona de las buitreras el agua puede sacarse

del río Chubut sin inconveniente, en ocasiones puede venir

un poco turbia pero nosotros no tuvimos problemas. Otra

opción para conseguir el vital elemento, es ir a buscarla en

bidones grandes a la escuela (15Km en dirección a Gualjai-

na), donde existe un grifo de agua potable. También en la

escuela podremos pedir permiso para cargar la batería de

el taladro. En cuanto al equipo de trepar es mejor traerlo

todo, en Esquel existen algunas tiendas de camping, pero

no de escalada. Si necesitamos equipo más técnico la op-

ción más cercana es Bariloche.

ACAMPADA

El mejor lugar para acampar en la zona está en el campo

de Mario Moncada, estaremos cerca del río, y a mitad de

camino entre la Piedra Parada y el cañón de las Buitreras

Para poner la tienda en ese sitio deberemos pagar un precio

muy accesible (alrededor de $5 diarios). Además de estar có-

modos, podemos comprar un cordero en lo de Moncada y

hacerlo al asador, una delicia patagónica muy recomendable.

ESCALADA

La mayor parte de las vías, tanto de Las Buitreras como

de la Piedra Parada están completamente equipadas con

chapas, por lo que con solo con un buen juego de cintas

Express podremos escalar casi todo. La excepción serían

algunas rutas más antiguas de la Piedra Parada para las

que necesitaremos un rack bastante completo. Actualmen-

te existen unas 150 rutas (en permanente aumento) en la

zona, la mayoría localizadas en el cañadón de las buitreras.

De estas el mayor porcentaje se lo llevan líneas de un solo

largo y carácter deportivo, perfectamente equipadas con

parabolts de 10mm, los grados van desde el quinto hasta el

8a+/b, escalada atlética sobre agujeros y regletas, en pla-

cas verticales o desplomes medios y un increíble 8a?, que

recorre quince metros de extrañas formaciones eólicas en

un techo absolutamente horizontal y con los movimientos

IZQUIERDA. Abriendo Chocolate Profundo en la Piedra Parada.

Bernardo Giménez

DERECHA. Atardecer en la estepa. M. Molina

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Las rutas del alero de izquierda a derecha:

1. Fanatismo equipador 4º

2. Lluvia esteparia 4+

3. Punto G 5+

4. La mas chingona 6c+

5. Pequeña ingenierita 6c

6. Capitán pingaloca 6c

7. Amamantando la cachorra 6c+

8. Río de lava 7 a

9. Planeta agujero 6c

10. Propulsion a chorro 6c

11. Mikey Mouse 6b+

12. Indomita 6c+

13. Tunel vision 7a

14. Danza vikinga 7a+

15. Ritual primate 8a

EL ALERO

más locos que he visto jamás en una vía; tan extraña es la

escalada en esa línea que los distintos repetidores propo-

nen un abanico de graduaciones entre el 7b+ y el 8a+.

El potencial para nuevas aperturas es enorme, si bien no

toda la roca del lugar es apta para la escalada, recorriendo

un poco el cañadón encontraremos mucha roca excelente

que aún permanece virgen. El cañón de las buitreras se

extiende a lo largo de unos seis kilómetros con paredes a

ambos lados que alcanzan los doscientos sesenta metros.

La roca es de origen volcánico, en algunos sectores suma-

mente compacta. Dentro del cañón esta la Aguja de la vir-

gen, un increíble monolito de 150 metros con una cumbre

de unos pocos metros cuadrados. La primera ascensión de

esta formación se realizo en el 2001, incluye tiradas técni-

cas de 8a+ y todavía espera su liberación integral.

RECOMENDACIONES

- Si bien hay un tacho de basura en la entrada del cañón, no

hay servicio de recolección por lo tanto siempre será mejor

llevarse la basura

- El acampe puede ser dentro del campo de Mario Moncada,

quien cobra unos 5 pesos por día, y se esta muy cómodo. O

también se puede acampar libre en las cercanías de la entra-

da al cañón pero junto al río, donde hay un gran sauce, siem-

pre tendiendo cuidado al dejar las cosas solas sobre todo en

los fines de semana que hay mayor transito de personas.

- El agua del río Chubut es potable, aunque siempre es con-

veniente tratarla a modo de prevención.

- Para baños existe en el campo Moncada una letrina cons-

truida por escaladores que actualmente está por colapsar,

pero no hay servicios de duchas o similares.