Dotras, Quijote Metaficción

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  • -_ 50 Ana M. Dotras

    Se situa en una perspectiva esencialmente realista ya que desea hacer de su texto un documento hist6rico. A pesar de ser sta la intencion del supuesto Primer Autar es preciso senalar la ambigiiedad de su contraI, que ascila eotre la limitaci6n del historiador y la omnisciencia. Por otra parte, el texto del Se-gundo Autar, el que el Iectar tiene entre manos, es una versi6n libre o personal -interpretaci6n de la transcripcion del texto del primero- que se superpone a la del historiador.

    Teoria )' critica de la literatura

    Uno de Ios recursos caracterfsticos Cil la metaficci6n es la inc1usi6n dentro de la obra misma de teorizaci6n y/o crftica litcrarias, bico sea autorreferencialmeme sobrc la prapia obra, bien sobre otras, o incluso sobre gneros o formas literarias. De esta forma, encontramos que el discurso critico se encuentra dentro del discurso creativo, fundindose con el mismo. En el Quijole se incluyen, de principio a fin, comentarios critieos y cxposiciones teoricas que provienen tanto de las diferentes voces narrati vas como de algunos personajes. Con la afirma-cion que pretende definir al Quijole como una parodia de los libros de caballerias, que se fundamenta, a su vez, en el propo-sito dec1arado por su autor y confirmado dentro del texto por et narrador, se ha buscado la significacion de la obra en la burla y el mero entretenimienro. No obstante, aunque la paro-dia de los libros de eaballerias podria haber sido la intencion inicial de Cervantes, la obra trasciende a cste proposito. De ahi que debamos rechazar las insistentes afirmaciones del narra-dor al respecto, y no por no ser fidedigno sino por tratarse de un narrador ironico. Cabria entonces hacerse las -mismas preguntas que se planteo Ortega y Gasset tras afirmar que el Quijote era un equivoco: (,Se burla Cervantes? GY de qu se burla? ... "Dc qu se burlaba aquel pobre alcabalero desdc el fondo de una care e!? G Y que cosa es burlarse? GEs burla forzosamente una negacion?,,_ -IO Aparentemente, las prineipa-

    -IO Jos Onega y .. \1edltaciones del Quijote, p. 71.

    F

    La novela espanola de metaficci6n 51_

    les victimas de la ironia del narrador son Don Quijote y San-cho. Sin embargo, no se debe obviar el hecho dc que una parte integrante de la obra es la critica de los libros de caballe-rias, ya bien por medio de la parodia -basada en la victimiza-cion del pcrsonaje principal de quien se ridiculizan sus deseos de vivir como un caballero andante cuestionando, de esta for-ma, las convenciones de la literatura caballeresca- ya bien por medio de la critica dirceta a travs de la discusion dialogaI cntre pcrsonajes. La critica literaria mas explfcita se encuentra principalmente en las retlexioncs que forman pane de tres pasa-jes de la primera pane: en los comentarios del cura y cl barbero durante el cscrutinio en la biblioteca de don Quijote, en las afirmaciones realizadas por el Cura en la vcnta, previas a la leetura dc El Curioso Impertinente, y en la discusion con el Canonigo de Toledo. La reflexion critica tiene como princi-pales detractores de los libros de eaballerias al Cura y al Cana-nigo, ambos desde una postura clasicista. Alban K. Forcione, en su obra Cervantes, Arislot/e and the Persi/es, realiza un analisis de la funcian de las ideas literarias en la obra de Cer-vantes y, aunque se centra principalmente en el Persi/es, puesto que considera que esta obra se halla relacionada mas directa-mente con la conciencia dc teoria literaria en este autor, dedica uno de sus capitulos al estudio del pasaje, a su parecer, mas significativo cn el Quijute. el del dilogo del Cura, primero, y de Don Quijote, despus, con el Cannigo de Toledo. Dc su detallado analisis extrae la conclusi6n de que la critica de los libros de caballerfa se centra principalmente en las cuestio-nes de inverosimilitud y falta de unidad, del desorden estructu-ral de estos libros que violan constantemente las normas de la ficcian, y no en 10s valores medievales que Ios Iibros de caballerias sostienen. De ahi que las objeeiones sean principal-mente formales y que, bajo esa exigencia dc lIna mayor calidad literaria, se esconda la adrniracion hacia esos libros por la varie-dad de los asunto'i, la inclusian dc lo maravilloso y el entrcteni-miento que su lectura supone.-l l

    -Il l'ara forcione la poqura dc Cervantes en rclacin a la teoria dc la prosa dc ficcin ambi\alcnte aunque la critica en generai

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    La parodia, como creacion critica, es una forma de meta fic-cim. -12 l.C6mo se presenta la parodia en la novela de Cervan-tes? En el Diccionario de la Real Academia viene dcfinida com imitaci6n burlesca, las mas de las veces escrita en verso, de una obra seria de literatura. Otra . ., definiciones de~tacan el aspecto comico de e~a imitaci6n y ven en la parodia la transfor-macion ironica de una obra anterior. ~J

    se ha inclinado por uno dc lo.~ e:\tremo~ de la polaridad obviand\l l'I olro: Hi, a

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    al concepto de parodia moderna, altn ma5 preciso, que Linda Hutcheon expone en sus estudios sobre este recurso literario:

    The modern lise of parody, though, does not ,-,eeru to aim at ridicule or de:-.truction. Parody implies a distance betwccn the backgrounded text being parodied and the new \vork, a distance usually signaled by irony. But irany is more playful than ridiculing, more criticai than dcstruc-tive ... lt is thc combination of homagc and thumbed Ilasei) that characterizes that peculiarly modern kind of parody. ~~

    Dc e'ita forma, sin rechazar la existcncia de una intencion parodica en el Quijote, se especifica la dcfinicion a la que co-rresponde que, como queda de manifiesto, difiere en alto grado de las acepciones tradiciona1cs. En ella tienen mayor peso los elementos de imitacion y transformacion literaria v de comici-dad en relacion a esa ambivalencia que hace que Grtega dude y se pregunte de qu o quin realmente se burla Cervantes. Otra consideracim es la que, unida a est a nueva definicion de parodia, ve en la misma un recurso enfocado mas en el hecho del disfrute, del piacer de la burla en si, que puede llegar a ser incluso independiente del objeto parodiado. En este ejemplo, Don Quijote es doblemente victima dc la ironia del narrador al ser a l, defensor de los libros de caballerias a quien le corresponde cuesrionar la verosimilitud de 10s mis~os cn relacion a las coordenadas espacio-tcmporales del texro:

    l.Sabes de qu estoy maravil1ado Sancho? De que parece que fuistc y veniste por los aires, pues poco rnas de tres dias has tardado cn ir y venir desde aqui al Toboso, ha-

    ~~ Linda HUlcheon, Parody \\'ithoul Ridicule: Observations 011 Modern Lilerary l)arody, p. 202. [d:1 concepto moderno de parodia no parece lener como obJeti\o el ridiculo o la deqrucLn. La parodia ~upone la existellcia de una distancia. generalmellle rnarcada por la ironia, entre e\ texlo parodiado y d que lo parodia. Pero esta ironia es ms ldica que ridiculizante, Imis critica que de~lr\lclj\a ... Lo que caraclerila a cste e~peci3l lipo de parodia moderna es cl hecho de ~er una combinaci6n dc homenajc;) y' de agra\io/)].

    p

    La novela espai'iola de metaficci6n 55 _

    bi endo de aqui a all ms de treinta leguas ... que hay sabio destos que cage a un caballero andante durmiendo en su cama, Y SIn saber como o en qu manera, amanece otro dia mas de mil Ieguas de donde anochecio."6

    Por ultimo, solamente aftadir que la instancia parodica, que situa a Don Quijote, hidalgo manchego extraido de un contexto realista, emulando las acciones fantasticas e inverosimiles de los caballeros de los libros, logra crear el cfccto de hacer ma~ obvio cl caracter ficticio de la literatura. Como acertadamente seIala Francisco A. de Icaza, la creacion originaI consi:..te en poner de bulto lo ficticio del gnero litcrario, imaginando lo que serla un hombre de carne y hueso metido en tales andan-zas.4-

    En cl Quijole, la reflexion teorica dentro del universo ficticio no se limita a la critica de lo'i libros de caballerias sino que, en relacion o no con la critica de la literatura caballeresca, se encuentran en la obra, aunque no de forma sistematica, im-plicaciones teoricas sobre una Ilueva vision de la prosa de fic-cion. Si, ademas, partimos del presupuesto dc que, en lo que respecta a la teorla literaria, Cervantes se muestra ambivalente, podemos observar mas de una contradiccim en esta'i aponacio-nes teoricas, puesto que se obser\'a eierta divergencia entre la teorla novelistica cuya exposicion realiza dentro del propio dis-curso creativo y la que se extrae de sus propias realizaeiones practicas. No se pretende realizar aqui un estudio de la concep-cim teorica sobre el novelar en Cervantes de la que, por otra parte, ya existen ensayos exhaustivos, sino senalar como dato significativo el mismo hecho en si de incluir teoria y critica cn el discurso creativo. ~~ Uno de los aspcctos que tiene ma-

    ~(, Miguel de Cenantes, Don Quifole de (a Afaneha, Hl). l, p. 273. ~~ Francisco A. de lca.l3, ."f QllijO{ej) duranle Ire.s S/R{O.\", p. 29. ~H Dos de 1m, C51udim critico\ de mayor intcr~ \ohre la tcoria literariJ

    en Cervantes son: Teor/a de {a flOl:efa I:'n Cl:'rI'ilntes y Cervantes y .\"u concepto de! arte, de C.c. Rilcy' v llelel1a Percas de l'onseti re~pecli\'amente. El esludio critico de Rilcy no ~e circumcribe unicamente al (}uijOII:' ~ino a loda la obra en prosa de Cer\'ante~. En l explic:.l cl ~enlido en que Cen'antes utilila algunm de lO) lrminos lIls significativos: concordancia o consonaneia, di\parale, ds-crccian, gracia, vero~imilitud, \"erdad -cnlre otros- y hace un anlisis de

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    yor relevancia en esta teorizaci6n internalizada es eI de la vera-ddad de la literatura.

    Fn la retlexi6n cervantina sobre 105 diferemes principio." dc la ficcion novelesca se encucntra cl concepto de verdad, Lino de los mas significativos, que cnlaza, como bien apunta Riley4'.i, con la preocupaci6n cervantina 50b1'c las relaciones en-tre poesia e historia que constituian, por otro lado, cl problema centrai en las poticas dc la poca. Cervante5, quiza asombrado ante la aparente existcncia real de su prapia creaci6n, dcficndc y reivindica la literatura de ficci6n. Lo fingido, lo ficticio, ilO es falso sino verdadero. De ahi que contraponga la vcrdad po-tica, subjetiva, a la verdad historiea, objetiva. 'II Son lo., pro-pios protagonistas los que esgrimen la defensa de una de las dm, verdades sobre la otra. Uno de los momcntos mas signifie3-tivos es la discusion sobre la primera parte de la obra cntre el bachiller Sanson Carrasco, Don Quijote y Sancho. El bachi-ller apunta las diferencias entre poesia e historia: Uno es e'ieri-bir como poeta y otro como historiador: el poeta puede contar o cantar las eosas, no como fueron, sino como debian ser;

    las idca~ literarias de est e autor la~ cuale5, 5egun d, constituyen los cimienlo~ de una teoria valida de la noveJa moderna. Para Percas dc Pon.,eti, Cef\ante~ no ex preso ~u concepto arthtico ~i~tendticamente por medio dc un disCUL'.o critico propiamente dicho sino a tra,s del discur~o creativo. Cervantes 5e mue'>lra contradictorio, enigmatico y paradojico en su~ aportaciones te6rica~. Fn ~u estudio, Percm de Pometi quiere extraer el concepto del arte en Cervantes por medio de difcrente~ definicione~ expresadas ficcionalmente con la ayuda de la explicacion de ciertos vocablos a 1m que Cervantes hace referencia y/o usa frecuentemente como san unidad, diversidad, verosimilitud, concordancia, etc. Otra obra de gran inters que inc\uye aspectos de la teoria literaria cn Cervantes aunque no ~e centra exclusivamel1le en este tema es Hl pensamiento de Cervantes dc Amrico Castro, ensayo basico en los estudios cervantinos.

    ~9 E.C. Riley, Teoria literaria, p. 310. 50 En aquella poca, ficcion era sinnimo de mentira. ESla consideracin

    se observa, por ejemplo, en un juicio critico que el cura emite sobrc 105 libro, de caballerias: (mo me pucdo persuadir en ninguna Illanera que lOda la cater-va de caballeros andantes .. hayan sido real y veTdadeTamente persona5 dc car-ne y hueso en el mundo; ante) imagino que lOdo es ficcin, fabula y menrira, y suefios contados por hombres despicrtos, o, por mejor decir, medio dormi-do~ (la cursiva e, mia), Don QuUote de la Mancha, voI. Il, p. 20-1. Por otra parte, la critica --principalmente del cura y del Cannigo- soore 1m libros de caballeria\ se re,ume en ,u falta de verdad pot':tica.

    La nove la espanola de metaficcion 57 _

    'y' el historiador las ha de cscribir, no como debian .,cr, sino como rueron, 'iin afladir ni quitar a la verdad cosa alguna.51 Aunque Saneho acepta el libro publicado como historico, no le ocurre otro tanto a Don Quijote, cuya preferencia por la ver5i6n potica se ve expresada cuando afirma que Ias aceione ..... que ni mudan ni alteran la verdad dc la hi'itoria no hay para qu cscribirla'i, . .,i han de rcdundar en menosprecio del ~efior de la historia. A l'cc que no 1'ue tan piadoso Enea" como Virgi-lio le pinta, ni tan prudente Ulises como le describe Homc-rm) .. '2 Cervantes nccc~ita separar y eontraponer lo historico, la cronica hi5t6riea, y lo 1'ieticio, la ficein potica, par3, poste-riormente, ensalzar la invcncin litcraria: la Poesia es la ms excelente dc todas las eiencias. Dc ahi que finja que su obra se trata de un documento hi5t6rico pero utilice, al mismo tiem-po, una gran variedad dc recur'io" metanoveliqicos que haeen obvio que se trata de un texto de ficcion. De esta forma, Cer-\antes afirma quc la fieeim no e'i mas que fieci6n, reafirmando al mis1l10 tiempo la verdad dc la misma, la realidad propia de toda invenci6n.

    ScgllTl Foreionc, at some poim Cervantes realizcd that, lur-king behind thc centrai criticai issuc of Renaissance literary thcorizing -thc necessity of truth in literature-was a problcm far more bewildering- the nature of truth itself>,.53 De csta forma, el problema de la vcrdad literaria deriva en uno de mayor complejidad y trascendcncia: el problema del conoci-miento de la verdad. 54 Sin embargo, se va a profundizar en

    ~I r--.liguel dc Cervantes, Don Quijo!e de la :Hancha, voI. Il, p. 31. 52 l'vIiguel de Cervantes. Don QuUore de la lv/anello, voI. Il, p. 31. 51 Alban rmeione, Cervonres, Arisrorle and !he Persi/es;;, p. 339. [En

    un eieTto momento, Cervantes 5e di cuenla de que, lras el aspecto critico centraI de la teoria lileraria renacenti~ta -la necesidad de verdad en la literatura-, ~e encontTaba un problema aun mas complejo y de'iconcertante, que era el de la propia natuTalcLa de la verdadl!l.

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    la dimcnsim epistemologica de la novela puesto que el intcrs para nuestro estudio radica en el hecho de que una de sus formulaciones, la dialctica entre apariencias y esencias, implica una critica de la percepci6n realista: loson las cosas lo que pare-cen? (.Es bacia o yelmo, san molinos o gigantes, es albarda o jaez? Cervantes no se define y, por lo tanto, cuestiona indi-reclamentc la csttica realista-naturalista, a la que se ticnde a subscribir al mismo QuUote.

    El predominio connotativo

    El discurso racional o cicntifico, de sentido nivoco, se opo-ne al discurso literario, que se caracteriza por su plurisignifica-cion. Si a csta caracteristica le sumamos la esencial ambiguedad de la principal obra cervantina, podemo'i concluir quc cl predo-minio de lo connotativo en el QlIIjole hace de esta obra un texto complejo de dificil desentrafiamiento. En su labor inter-pretativa, la critica ha ~efialado el caracter escncial de est a obra por medio de diversas calificacioncs: la ambiguedad, el equivo-co, la paradoja, la ambivalencia, el perspectivismo, entre otras. T odas ellas se relacionan directamcntc con la ironia que es una de las principales cstrategias retorica~ cn la construccion del Quijole. 'i~

    El espititu de la ironia, que nunca se reduce a ser una mera fina burla disimulada y que implica la insercion de la subjetivi-dad dentro del orden de la objetividad, se presenta cn la obra

    hombre5. Y mando ste falla, ~urgc la confusion y la pcrplejidad)). FI conccp lO de la \"Crdad en el Quijole. p. 291. Para Parkcr, cn e~ta obra no sc plantea ningun pmblerna dc ordcn cpi~temologieo sino quc el prohlema cstriba en que los personaje5 fahcan la realidad. Aunquc c~ cieno eslO ltinlO. la afirmaci6n arriba dtada indie.1 una lectura literal c la obra que no pcrcibe la gran ironia cervantina.

    'io; Algunm estudios dc intcr\ ~obre el caraeter cscncial de la obra ccnan-tina. son: :lediracione!> (!! QlI/jo{e: de Ortega y Gas~et, cl equivoco del QII/Jore de Angel dci Rio, La amhigucdad del QlIijo{e de \1anuel Duran. Por otro ladn. en ~u articulo Cervantic lrony in Don Qlli)or(': Thc Problem ror Literary Crilici~m)), Luis Andrs \lurillo cxpone una ~intcsis de la arorta-ciones dc la critica sobre la ironia cervantina.

    la novela espanola de metaficci6n 59 _

    tambin dentro de la instancia par6dica de la misma, tal y como antes la definimos, pero no se limita a ser un reCUfSo par6dico. En cl Quijote encontramos diversas manifestacioncs de la ironia: desdc la mera ironia verbal (cn el fingido tono elevado, en los calificativos, en los poemas iniciales, etc.), la ironia cn los contrastes de las situacione'i, la ironia dramatica, hasta la ironia en el tratamiento de difercntes temas que incluso comprenden aquellos de orden epistemologico. Por otra parte, las principales victimas de la ironia del narrador :'.on la., figuras centrales de la obra, Don Quijote y Sancho.

    Globalmente considerada, la ironia cervantina cn el Qu;jO{C no es una ironia mordaz y vituperadora sino humorlstica, lo cual su pone una sustitucion de la risa burlona -mas sarcastica-por la benvola y fina sonrisa de la razon. :'(, Es una manifcs-tacion de la autoconsciencia autoria!. Es una estrategia sofisti-cada que lo cuestiona todo y que introduce en la obra el cscalo-namiento de la perspectiva. Por el perspectivismo no se descali-fica ninguno dc los polos de las numerosas antitesis presentes en cl texto. De ahi la ambiguedad que supone c.'.ta vacilacion dialctica, cse intento de mediacion conciliadora que mantiene la tension entre 10s dos polos dicotomicos y que, en definitiva, supone una indecision final, la ausencia de pronunciamicnto en relacion a los temas o cuestiones planteadas. Ello provoca la duda en el lector impidindole instalarse en una complacencia satisfecha y acentua al maximo su participacion activo-critica forzandole a tomar sus propias decisiones en relacion a las cuestiones suscitadas. La incertidumbre afecta a todo.', los nive-les de significacion de la obra.

    Uno dc los aspcctos claves de la ironia es ser en si misma una actitud ante el mundo; es una conciencia Iudica que bro-mea con cl mundo. El desinters de la incertidumbre y de la voluntad Iudica es ma'i aparente que real y cn absoluto le rota [rascendencia o sericdad. No hay trivializacion ya que la serie-

    '6 Angd del Rio, cn w ensayo sobre el equivoco eli cl QuijolC ~cfi.ala como dos faclOre~ escnciales en la obra cervantina el humor y la cO!l("iencia artistica de Cervantc5, ((l:.l equhoco del QIIZ/orn>. p. 202. Aunquc no tllenciull

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    dad se esconde tras la ri'ia del humor. En su ensavo sobre la ambigiiedad dc la novela, Octavio Paz comenta qu~

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    tos de la lectura de 105 libros de caballerias en el hidalgo man-chego sino a la actividad lectora que caracteriza a personajes, narradores y autores ficticios, hecho que en si implica la COl1-ciencia de una audicncia por parte de Cervantes y de una preo-cupacion por la interaccion entre la obra literaria y el Iector. Todos son lectores: Don Quijote es el principal lectar de la obra, con su peculiar forma de completar la indeterminaci6n de los textos caballerescos; el Cura, el Barbero, el Canonigo, entre otros, san lectores tambin de 10s libros de caballeria .... ; Sanson Carrasco, 10s Duques, don Antonio, son lectores de la primera parte de la obra; otr05 personajes reprcsentaran, eotre otr05 papeles, el de lector, espectador o audiencia. Por otra parte, el Segundo Autor es cl lector de una traduccion cuyo traductor es, a su vez, lector del texto de Cide Hamete, quien lo crea a base de la lectura de diversos AnaIes o fuentes historicas. 61 Dentro del aspecto de autorreflexion critica de la obra se cncuentra presente el mismo Cervantes como lector-critico de su propia obra; de hecho, toda obra de metaficcion supone al autor como el primer lector. De esta peculiar forma de tematizar el acta de leer se deduce la importancia de la lectura como una experiencia vital mas, y quiza mas intensa que otras, como lo es, por ejemplo, en el caso de Don Quijote. Del tratamiento de la lectura en el Quijote quiza se pueda ex-traer como principal implicacion que, para Cervantes, el arte es una especie de ilusion cn la que participa cl Iector, como en un juego, sea o no consciente de su irrealidad. El lector es siempre un complice que, en su actividad creativa, no acepta el mundo ficticio tal y como se lo ofrecen sino que lo interpre-ta, lo transforma, extrae sus propias conclusiones, y lo rechani o lo hace suyo segun le parezca. Cervantes, que insiste -por medio de su concepto de verosimilitud- en la importancia de una armonia entre la narraci6n y la inteligencia del receptor de la misma, demuestra asi un profundo respeto y sensibilidad por cl lector.

    61 Ceorge Haley, en la introducci6n a su cxcelente anali,is sobre el epi,o-dio del retablo del Maese Pedro, deqaca la dimensill de lectorcs de per,onaje~, narradores y au!ores ficticios en d Quijofe, The Narrator in Don QlI/jore: lvlaese Pedro Puppet Sho\\,,,. p. 14R.

    La novela espanola de metaficci6n 63 _

    Conclusiones

    El Quijote es una obra realista; este realismo, sin embargo, difiere esencialmente dci que ejerci6 el siglo XIX afirma J orge Luis Borges. 62 Del Quijote, que ha si do calificada como pro-totipo de novela realista, se ha dicho tambin que incluye la critica de la novela decimononica ya que, como hemos comen-tado anteriormente, se encuentra en ella el cuestionamiento de la percepci6n realista. (" Aun a sabiendas de que, de alguna forma, las apariencias panicipan de lo real, stas no san la realidad, y por eso se puede afirmar que las apariencias son algo distinto a lo que anuncian o, lo que es lo mi 'imo, las cosas no san enteramentc lo que parecen. (.Son molinos o son gigantes lo que ven Don Quijote y Sancho? Ninguna de las dos po"ibilidades es la verdadera, pare ce decirnos Cervantes: son gigantes y san molinos. El realismo de la novela es una critica de la realidad y hasta una sospecha de que sea tan irreal como los suenos y las fantasias de Don Quijote sefiala Octavio Paz. h .. La respuesta cervantina, que no es tal, es ambigua: no es bacia ni yelmo, e'i baciyelmo.

    Entre todas las dudas presentes en la obra se descubre una realidad cierta: la dc la pro pia expericncia creadora como escri-

    ------;;2 Jorge l.uis Borges, Magias parciale~ del Quijole)) , en Ohra::, Comple-lUI, p. 54.

    1>.1 FIl la introuc6n a .,u e~tudio TI/(' Ref/exil'l! ,VoV('1 ,~Iichael Hoy c,-cribe lo ,iguiente: ,

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    tor de Cervantes. Ademas, Cervantes, espiritu rcOexivo y genio creador, necesitaba comunicar lo que vela de innovador Cil .... u propia obra . .Esta conciencia artistica se ve proycctada en la obra al comprender sta la interrogaci6n sobre su prapio scr, introduciendo asi el discurso critico en cl creativo. Aunque alu-de a su propia individualidad como obra literaria, en el Qllljote se encucntra principalmente una reflexi6n sobrc el incipiente gnero novclistico, la exposici6n dc lITIa esttica, direttamente CIl la narracin e indirectamente en Sli prapia composici6n. Este y otTOS aspectos que forman cl conjunto de recursas y estratc-gias metanoveJ{:-,ticas configuran parcialmente la principal obra cervantina.

    El problema de la realidad de la literatura se conecta inevita-blemente con el de la realidad del mundo. AI cuc'tionar cl mundo dc la ficci6n se cuestiona indirectamente la realidad ex-terior al mismo. Por medio de diversos reCUL)OS, Cervante:'. cues-tiona los Iimites entre ambos mundos: lo ficticio parcce real mientras que la realidad parece ficticia.1i5

    i,Es realista la obra cervantina? Segun Riley, Cervantes bus-caba la reconciliaci6n entre la importancia que le otorgaba a la verosimilitud y su gusto por lo maravilloso. Del mundo po-tico creado lo unico que excluye de l es la presentaci6n inad-misible de lo sobrenatural. /ili Como respuesta contraria a su afirmaci6n tencmos la aportada por Borges, mas accrtada: El pIan de su obra le vedaba lo maravilloso; stc, sin embargo, tenia que figurar, siquiera de manera indirecta ... Cervantes no podia recurrir a talismanes o a sortilegios, pero insinuo lo so-brenatural de un modo sutil, y por ella mismo, mas eficaz. Intimamente, Cervantes, amaba lo sobrenaturah. 67 Los pre-

    65 Para Rilcy dos problemas fundamentales en la teoria de la novcla de Cervante~ ~on (da naturaleLa y Ins limites de la obra de arte v Ios efectm que la literalura imaginativa tiene en la gente. Teon'a de 111 t/(H'(:/11 eli Cel'l'l1n-[es, pp. 77-8. La impo"ibilidad de establccer 105 limite5 entre la ficcin v la realidad ilO ~e ob~er\'a solamente, como parece indicar Rilev, en la confu~in del protagoni~la, ~ino que e~ d misrno Cervantes quien a 1(; largo de culla tras 135 broma\. la Iecollci liacin dialctica lograda no dcja que d ironista se defin(\.