DPA31 Edificio Seida_Mitjans_PJ Ravetllat

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Artículo monográfico sobre el edificio de viviendas SEIDA, obra del arquitecto Francesc Mitjans. Publicado en la revista DPA 31.

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    P.J. RAVETLLAT Tres aspectos y una estrategia en el edifi cio Seida". DPA31 MITJANS. Marzo 2015. Dep. Proyectos-UPC. ISSN 1577-0265 / ISSNe 2339-6237

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    Keywords:

    Fecha de recepcin:Fecha de aceptacin:

    Resumen:

    Abstract:

    Vivienda, planta, planta baja, interior-exterior, escala

    Housing, fl oor type, ground fl oor, interior-exterior, scale

    10/02/201416/07/2014

    A principios de los 60, la empresa automovilstica SEIDA encarga al arquitecto Francesc Mitjans la reordenacin de una manzana de Barcelona situada en la confl uencia de General Mitre con Avenida de Sarri. Dicha reordenacin tena que acoger sus talleres de reparacin, el almacn de vehculos, una gasolinera y adems un edifi cio residencial de considerables dimensiones. A partir de dicho edifi cio, me gustara refl exionar en este texto sobre tres aspectos especialmente destacables en la obra de Mitjans:-Espacio porticado en planta baja.-Articulacin de espacios interiores. -Amplio cuerpo de terrazas en voladizo.

    In the early 60s, the car manufacturer SEIDA commissioned the architect Francesc Mitjans re-ordering an area located in Barceona at the confl uence of General Mitre with Avenida de Sarria. This reorganization had to accommodate their repair shops, warehouse vehicles, petrol station and also a residential building of considerable dimensions. From this building, I would like to refl ect on this text on three particular aspects in the work of Mitjans: -Ground fl oor portico space.-Articulation of interior spaces. -Wide cantilevered terraces.

    Tres aspectos y una estrategia en el edifi cio SEIDAPere Joan Ravetllat Mira

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    A principios de los aos 60, la em-presa automovilstica SEIDA encarga al arquitecto F. Mitjans la reordenacin de una manzana de Barcelona situada en el cruce de la Ronda del General Mitre con la Avenida de Sarri. Dicha reor-denacin tena que acoger sus talleres de reparacin, el almacn de vehculos, una gasolinera y un edifi cio residencial destinado probablemente a colaborar en los gastos de la operacin.

    La condicin perifrica, en aquellos aos, del emplazamiento aunque pre-visiblemente bien comunicada a travs de una incipiente Ronda, favoreca un programa tan heterogneo como insl-ito. Adems y premonitoriamente, un bloque lineal, habitualmente asociado hasta entonces a viviendas sociales de escaso tamao, se utilizaba para dar respuesta a un programa de doscientos metros cuadrados.

    Mitjans realiz varias tentativas para situar los distintos edifi cios que confi guran el conjunto, algunas, como veremos, con localizaciones muy dis-tintas del programa residencial. La in-defi nicin sobre el trazado de la ronda General Mitre, as como la orientacin solar motivaron ciertas dudas, aunque el proyecto defi nitivo acab disponiendo las viviendas dando frente a la Av. de Sarri coincidiendo con la mejor orient-acin. La rampa y el almacn de vehcu-los en la ronda y el acceso a los talleres en una calle de carcter secundario. Finalmente, la gasolinera, se situ a la salida del taller, en una confl uencia de calles que le permita ser vista desde cierta distancia y funcionar en ambos sentidos de circulacin.

    A pesar de la calidad de dichos edifi -

    cios, algunos de ellos como el almacn y el taller, lamentablemente derribados para promover una absurda operacin urbanstica, el presente texto se centra en el edifi cio de noventa y seis vivien-das y concretamente en los tres aspec-tos siguientes:

    Espacio porticado en planta baja Mantener la horizontalidad de los for-jados, pese a la considerable pendiente de la calle y sus ciento treinta metros de longitud, es una primera decisin que determina la relacin que el edifi cio es-tablece con su entorno prximo.

    En este sentido, el espacio porticado en planta baja funciona como un elemen-to de transicin que, al variar su altura, regula y adapta el contacto del edifi cio con el suelo. Dicho espacio, defi nido lat-eralmente por pilares de hormign y su-periormente por un falso techo de lamas de madera, va aumentando progresiva-mente de tamao juntamente con los vestbulos y locales comerciales. Cuan-do la altura lo permite aparece un altillo o entresuelo que se superpone a dichos espacios. El porche colabora de esta manera a la adecuacin topogrfi ca del edifi cio, pero al mismo tiempo funciona como un mecanismo que a travs de su confi guracin facilita la consecuente aproximacin desde la calle a la escala domstica en el acceso a las viviendas.

    Dicho espacio queda enmarcado por dos hileras de pilares y tiene un carcter ambivalente ya que abarca parte in-terior del vestbulo y parte del espacio cubierto exterior1. Un mbito intermedio que, aunque abierto a la calle, se intro-duce simultneamente en el edifi cio. El cuerpo volado, como veremos ms ad-

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    Francesc Mitjans. Viviendas SEIDA en la Av. Sarri n130-152. Barcelona, 1958

    2. Emplazamiento alternativo ronda General Mitre. Procedencia: Arxiu Histric del Centre de

    Documentaci del COAC. 3. Emplazamiento defi nitivo Av. Sarri. Procedencia: Arxiu Histric del Centre de

    Documentaci del COAC.

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    3. El edifi cio en construccin. Vista desde el testero Este.

    Procedencia: Arxiu Histric del Centre de Documentaci del COAC. 4. El espacio porticado. Planta suelo, planta

    techo y seccin. Procedencia: Dibujo de A.Clries, Arquitecto.

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    elante, deja en un segundo plano la pri-mera hilera de pilares correspondientes al plano de cerramiento de la fachada. En planta baja, un ligero y transparente pao de cristal se retrasa algo ms, y fi nalmente la segunda hilera de pilares aparece en el interior del vestbulo en una interesante disposicin frontal. Coherentemente con la voluntad de facilitar la transicin desde el exterior, el falso techo de madera se introduce literalmente en el vestbulo remarcando el mbito entre pilares. La iluminacin exterior del porche que, de manera al-ternada, sustituye alguna de las lamas de madera por un difusor, tambin tras-pasa el cerramiento. Una estrategia que acenta la percepcin de continuidad y que junto a la transparencia y ligereza del cerramiento difumina los lmites.

    La geometra de los pilares merece un cierto detenimiento ya que, dispues-tos por parejas, enfrentados, simtrica-mente dos a dos, a lo largo de todo el espacio, transforman gradualmente su permetro desde el arranque hasta la entrega en el nivel superior. Un elabo-rado, aunque manual, encofrado de lamas de madera permite que la forma de los pilares evolucione desde una planta de reminiscencias orgnicas, en su enraizado arranque desde el terreno, a la geometra rectangular con la que se entrega al forjado y se reitera en las plantas superiores. En seccin, la cara interna de los pilares enfrentados se in-clina, acercndose y enfatizando el es-pacio entre ellos.

    En el interior de los vestbulos, el primer tramo de escalera se desdobla y asume un tradicional carcter repre-sentativo en su inicio. El ya mencionado pilar exento de hormign, el ncleo del ascensor de obra vista y el aplacado de mrmol en las paredes, son elementos constantes aunque adquieren versiones distintas en cada una de las seis cajas de escaleras que conforman el edifi cio.

    Si en sentido transversal el porche funciona como elemento de transicin a

    las viviendas, en sentido longitudinal la considerable diferencia de alturas provo-ca distintas situaciones en sus extremos. En la esquina con Mitre se produce la menor altura del porche con una pro-porcin prxima al cuadrado y una com-presin gradual del espacio que desem-boca fi nalmente en la Ronda. En el otro extremo, la mayor altura desdibuja el espacio verticalmente y tiende a fundirse con la calle. El recorrido se convierte as en una interesante secuencia en la que los vestbulos van adaptando su confi gu-racin espacial a sus condiciones con-cretas en cada punto.

    Articulacin de espacios interiores La planta se revela en la obra de Mit-jans, como un potente instrumento de proyecto, rico en matices, que pese a su carcter abstracto permite controlar e intuir relaciones espaciales. Frente al creciente despliegue contemporneo en el proceso proyectual de criterios plsti-cos e imgenes virtuales, la claridad de sus plantas destaca como un sistema riguroso y til en el control del espacio. Mitjans ha situado en varias ocasiones su especial atencin al trazado de la planta en la manifi esta admiracin por la obra de R. Duran Reynals, que con-stituye un reconocido precedente de su trayectoria2. Es especialmente atrac-tivo observar su evolucin durante el perodo de transicin de un tradicional sistema de muros de carga hacia una estructura porticada y sus consecuen-cias en el plano de fachada. Dicha ev-olucin se concreta en obras como las de Av. Pedralbes, calle Crsega o Camp den Vidal y tiene evidente continuidad en obras de Mitjans como la de la calle Amig o la que nos ocupa. En todas el-las es remarcable, adems, la capaci-dad de la planta para generar una or-ganizacin de articulaciones interiores vinculada a la bsqueda de visuales.

    En el caso que nos ocupa, a pesar de la considerable profundidad de veintids metros establecida, la vivienda se dis- 4

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    tribuye sin patios interiores. La profun-didad, como en otras ocasiones, acom-paa a muchas de las decisiones del proyecto y especfi camente en este edi-fi cio permite aproximarnos a entender su organizacin. Atravesado el vestbu-lo, la relacin ascensor-escalera-monta-cargas permite acceder por el centro de la planta y a la vez iluminar la escalera de manera ingeniosa, la travs del cer-ramiento translcido del montacargas. Ya en el interior, nos encontramos la disposicin de un estar-comedor confi g-urado en dos o tres mbitos articulada-mente diferenciados en los que uno de ellos puede funcionar alternativamente como dormitorio con una circulacin in-dependiente. Dicha circulacin alterna-tiva es otra de las constantes en dichas plantas, en las que la relacin de las zo-nas de servicio con reas principales se establece como recorrido suplementario generador de percepciones inslitas del interior de la vivienda. El generoso di-mensionado y precisa geometra de los espacios de circulacin los convierte a menudo en piezas con carcter propio ms all de su estricta condicin de es-pacios de paso.

    Es interesante observar la tentativa previa de disponer las viviendas en Mi-tre ya que se perciben con mayor clari-dad las constantes y al mismo tiempo las variantes en la organizacin de un programa similar. Dicha tentativa coin-cide en una planta ordenada y de gran profundidad, planteada igualmente sin patios, y resuelta mediante un nico retranqueo que permite llevar la ilu-minacin al centro de la planta. Esta disposicin permite ventilar los cuatro dormitorios (uno ms que en la versin defi nitiva), la cocina y una denominada galera-rellano de servicio con tres as-censores orientada hacia Mitre. Dicho retranqueo se sita en la fachada no-roeste, una orientacin difcil y que en este caso coincide con la alineacin a la calle. Se mantienen, incluso se me-joran las dobles circulaciones interiores

    Francesc Mitjans. Viviendas SEIDA en la Av. Sarri 130-152. Barcelona, 1958

    5. El espacio porticado. Alzado. Procedencia: Dibujo de A.Clries, Arquitecto 6. Hileras de pilares de la planta baja. Procedencia: Arxiu Histric del Centre de Documentaci del COAC.

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    a travs de la cocina hacia el comedor o del dormitorio principal, a travs del bao, hacia el vestbulo. Tambin com-parte, dicha tentativa con el proyecto realizado, los amplios espacios de cir-culacin que conducen articuladamente desde la zona de dormitorios al estar-comedor. Hay una gran similitud en las dimensiones y la confi guracin de dicha articulacin en el precedente de la calle Amig, del que tambin incorpo-ra el pequeo desnivel que da acceso a los dormitorios. El encadenamiento de espacios desde el vestbulo hacia la fachada fi naliza tambin en un amplio espacio exterior en voladizo. En este caso, las terrazas, lgicamente bien ori-entadas, no dan sobre la calle sino a la fachada interior.

    Amplio cuerpo de terrazas en voladizo La fachada principal combina una con-struccin tradicional en el antepecho, con un funcional sistema mixto de carpinteras de hierro o madera. Las pequeas hojas laterales de carpintera metlica para ventilacin se alternan con marcos de madera en la salida al exterior o en los paos centrales. Cuan-do no son accesibles desde el exterior se practican de manera pivotante.

    A dicha fachada se le aade un cuer-po exterior en voladizo de 2,10 metros de anchura que confi gura las terrazas y da profundidad al espacio porticado de planta baja anteriormente mencionado. Dicho cuerpo se dispone de manera lin-eal a lo largo de todo el edifi cio pero slo es accesible en dos de las tres vanos de pilares que cada vivienda dispone. La accesibilidad a dichos espacios exteri-ores vara de plantas pares a impares. Una variacin lgica con el objetivo de conseguir una alternada situacin en los espacios de terraza y una confort-able separacin del vecino de rellano. La celosa cermica aade privacidad y se convierte en un elemento esencial en la habitual visin del edifi cio en escorzo.

    Un sistema sencillo que permite una

    Francesc Mitjans. Viviendas SEIDA en la Av. Sarri n130-152. Barcelona, 1958.

    7. Alzado general Av. Sarri. Procedencia: Arxiu Histric del Centre de

    Documentaci del COAC. 8. El edifi cio recin fi nalizado. Vista desde el

    testero Oeste. Procedencia: Arxiu Histric del Centre de

    Documentaci del COAC.

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    9. Planta tipo. Procedencia: Arxiu Histric del Centre de Documentaci del COAC. 10. Planta tipo alternativa ronda General Mitre.

    Procedencia: Arxiu Histric del Centre de Documentaci del COAC. 11. Detalle alternancia terrazas, estado actual Procedencia: Etsab. Setmana Cultural.

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    mayor entrada de sol, al tiempo que mejora la privacidad de los espacios exteriores. Un tema al que la planta de Mitjans se revela especialmente sensi-ble si uno observa como su perfi l ase-gura la falta de contacto entre viviendas de una misma escalera. El resultado, como puede apreciarse, es una terraza de dos crujas accesibles, una de las cuales est cubierta por una prgola de hormign y establece su techo defi nitivo a doble altura en la planta superior. Ha-bitualmente, la publicacin del edifi cio representa de manera incompleta di-cho sistema ya que explicita la relacin con el suelo, pero omite la signifi cativa ausencia parcial del techo, as como la alternancia de plantas pares a impares.

    Los lmites del sistema, como en el espacio porticado, vuelven a ser inter-esantes. Puede observarse, en primer lugar, la adecuacin a los testeros que reducen inevitablemente la dimensin de los espacios en prgola (de doble mdulo a sencillo) y se abren a la fach-ada en ngulo a travs de unas aber-turas en dicho laterales3. En segundo lugar, tambin resultan signifi cativos el primero y el ltimo forjado del cuerpo exterior. En la planta superior al no ex-istir vivienda superior se opta por una perforacin homognea de este ltimo forjado. En la inferior que limita con el porche de planta baja, se altera el sis-tema accediendo a las tres crujas de terraza y cambiando el material de las barandillas siguiendo la alternancia de las plantas superiores4.

    Finalmente, cabra preguntarse por la relacin que establecen entre si los tres aspectos comentados que, aunque con indudable identidad propia, adquieren al ser contemplados conjuntamente, una dimensin estratgica. Mitjans consigue mediante dichos aspectos una modu-lada adecuacin de escala entre la do-mesticidad de un programa residencial y la lgica compositiva de una visin urbana. Una actitud seguramente medi-

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    Notas: 1. Vase la entrevista publicada en Quaderns n 200 mayo-junio 1993 en la que el autor describe la mencionada disposicin de los pilares en relacin al vestbulo.2. Mitjans reafi rma su especial admiracin por la obra de Raimon Duran i Reynals en la entrevista publicada en Quaderns n145 marzo-abril 1981 pg.54-55. Sin duda la com-paracin con las plantas de Duran Reynals, y en concreto la evolucin de la planta en rela-cin al sistema estructural, es algo relevante aunque no forma parte del argumento principal de este texto.3. La comentada alternancia de las terrazas en los testeros provoca que no haya contacto de algunas plantas con dichos testeros. En dichos casos, (Plantas pares tanto a este como a oes-te) el hueco en el testero suprime la barandilla explicitando su no accesibilidad. 4. Ntese como el cambio de material en las barandillas, que pasan a ser de cristal en estos tramos alterados, advierte de este inevitable lmite inferior de la manera ms transparente.5. No es la intencin de este texto profundizar en el edifi cio CYT, ni en La Colmena que merecen con toda seguridad un anlisis espe-cfi co. Si, en cambio, tiene sentido constatar, a partir de los aspectos comentados en el edifi -cio SEIDA, que existe una estrategia similar.

    Pere Joan Ravetllat es Doctor Arqui-tecto y Profesor Titular del Departament de Projectes Arquitectnics (ETSAB-UPC). Dirige el curso Habitatge i Ciu-tat en tercer curso de la ETSAB donde la obra de Francesc Mitjans ha sido ob-jeto de anlisis y estudio.

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    tada y que fue adoptada por el arqui-tecto en varias ocasiones. Preocupado por establecer correctas relaciones de escala, el edifi cio SEIDA no fue un caso nico y procedimientos similares fueron utilizados casi simultneamente en el edifi cio CYT de Va Augusta5 o en el de la calle Mandri La Colmena.

    Es en este sentido, que el espacio porticado en planta baja, el cuerpo de terrazas en voladizo y la articulacin de espacios interiores pueden entenderse como elementos generadores de un ra-zonable ajuste escalar. La proyeccin exterior del amplio cuerpo de terrazas en voladizo es el que posibilita y confor-ma el lmite superior del espacio portica-do en planta baja. Superpuestos verti-calmente, dichos mbitos consiguen la transicin entre la pequea y reiterada dimensin del programa domstico a la composicin de una larga fachada. Igualmente resuelven la necesaria adecuacin topogrfi ca entre la horizon-talidad de las plantas y el desnivel de la calle. Un ritmo estructural visible y regu-lar organiza a lo largo del contacto con la fachada los espacios del estar-come-dor, en estrecha relacin compositiva y funcional con el cuerpo de terrazas. La planta profunda y su articulacin, confi eren al contacto con el exterior un sentido especial, un punto fi nal que se alcanza tras gestionar efi cazmente la considerable dimensin entre fachadas. Sera difcil imaginar el mismo resultado sin la contribucin de todos y cada uno de los temas expuestos. Su vinculacin en planta, alzado y seccin dota al con-junto de una dimensin estratgica que persigue armonizar las distintas esca-las de la ciudad y de las viviendas. Una estrategia encaminada, en defi nitiva, a garantizar la calidad espacial en el con-tacto del edifi cio con su entorno.

    Francesc Mitjans. Edifi cio de viviendas CYT en la Via Augusta n 20-30. Barcelona, 1958

    12. Planta tipo. Procedencia: Arxiu Histric del Centre de Documentaci del COAC.13. Vista exterior. Procedencia: Arxiu Histric del Centre de Documentaci del COAC.

    Francesc Mitjans. Edifi cio SEIDA en la Av.Sarri n130-152. Barcelona, 195814. Terraza superior del edifi cio. Procedencia: Arxiu Histric del Centre de Documentaci del COAC.