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Resumen: Dunnell (1992) The Notion Site Introducción El concepto de sitio, proporciona el marco para registrar la proveniencia de artefactos, lo que usualmente sirve como un marco de muestreo en la mayor parte del trabajo de campo. El sitio es, como se ha representado usualmente en los textos introductorios, la unidad básica en la arqueología. Inicialmente, solo era utilizado por sentido común, pero ahora ha adquirido significancia arqueológica y es usado como una herramienta conceptual del registro arqueológico. Este capítulo sostiene que la noción de sitio como un concepto arqueológico es defectuosa, y que incluso es perjudicial para la arqueología. Su uso no se justifica ni como unidad de observación ni como unidad de análisis. Sitio Desarrollo del Concepto No siempre tuvo la prominencia que tiene hoy, antes el foco de atención era sobre los monumentos. Los objetos portables cumplían un rol suplementario. Los funcionalistas ingleses comenzaron a usar términos como “Pueblo” y “campamento” para designar cada localidad, en este contexto el sitio emergió como un término arqueológico genérico. El esfuerzo sistemático por catalogar lugares comenzó en la década de 1920, y el sitio comenzó a ser la unidad básica de tabulación. El sitio se usó para designar lugares donde había artefactos o monumentos o la combinación de ambos. Pero, ciertamente, al estar ausentes los monumentos, el concepto sitio no se aplicó rutinariamente a lugares con artefactos portables aislados; sólo se aplicaba claramente a grupos más o menos densos de artefactos que podrían estar representando antiguos asentamientos. Holmes usó el concepto para designar concentraciones de “implementos”, para él, la unidad básica de observación fueron los artefactos portables. Para Heizer (1973), sitio es “algún lugar, grande o pequeño, donde se han encontrado rastros de ocupaciones o actividades antiguas. La pista más habitual es la presencia de artefactos.”

Dunnell 1992

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Resumen

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Page 1: Dunnell 1992

Resumen: Dunnell (1992) The Notion Site

Introducción

El concepto de sitio, proporciona el marco para registrar la proveniencia de artefactos, lo que usualmente sirve como un marco de muestreo en la mayor parte del trabajo de campo. El sitio es, como se ha representado usualmente en los textos introductorios, la unidad básica en la arqueología.Inicialmente, solo era utilizado por sentido común, pero ahora ha adquirido significancia arqueológica y es usado como una herramienta conceptual del registro arqueológico. Este capítulo sostiene que la noción de sitio como un concepto arqueológico es defectuosa, y que incluso es perjudicial para la arqueología. Su uso no se justifica ni como unidad de observación ni como unidad de análisis.

Sitio

Desarrollo del Concepto

No siempre tuvo la prominencia que tiene hoy, antes el foco de atención era sobre los monumentos. Los objetos portables cumplían un rol suplementario. Los funcionalistas ingleses comenzaron a usar términos como “Pueblo” y “campamento” para designar cada localidad, en este contexto el sitio emergió como un término arqueológico genérico. El esfuerzo sistemático por catalogar lugares comenzó en la década de 1920, y el sitio comenzó a ser la unidad básica de tabulación.El sitio se usó para designar lugares donde había artefactos o monumentos o la combinación de ambos. Pero, ciertamente, al estar ausentes los monumentos, el concepto sitio no se aplicó rutinariamente a lugares con artefactos portables aislados; sólo se aplicaba claramente a grupos más o menos densos de artefactos que podrían estar representando antiguos asentamientos. Holmes usó el concepto para designar concentraciones de “implementos”, para él, la unidad básica de observación fueron los artefactos portables. Para Heizer (1973), sitio es “algún lugar, grande o pequeño, donde se han encontrado rastros de ocupaciones o actividades antiguas. La pista más habitual es la presencia de artefactos.”Según Phillips y Willey (1953), sitio es a unidad más pequeña del espacio abordado y la más difícil de definir. Para ellos los objetos individuales no son sitios, tienen que haber grupos de artefactos espacialmente próximos para que sea un sitio. Para ellos es una unidad de asociación. Para Binford (1964), el sitio es un grupo espacial de rasgos (features) o ítems, o ambos. Las características formales de un sitio son definidas por su contenido formal y el espacio y la estructura de asociaciones de la población de ítems y rasgos culturales presentes. Para él los sitios no son unidades espaciales homogéneas, hay áreas que varían funcionalmente. Responsabilidades de la noción de sitio

Estado ontológico del sitio (¿son reales? ¿entidades arqueológicas empíricas?)

Los sitios son considerados como cosas que pueden ser observadas, más bien unidades que son construidas.

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Problema Se usa como unidad de observación, asociación, cálculo e interpretación que necesariamente afirma su estatus real y relevancia arqueológica. Es problemático y defectuoso porque excluye sistemáticamente segmentos del registro arqueológico, limitando la utilidad de los segmentos que si fueron incluidos. Los sitios no son unidades de formación, por lo que no se puede legitimar su rol como unidades de observación. Su composición y organización es estrictamente moderna y arqueológica. (En pocas palabras no representan fielmente la realidad del pasado, porque han sido afectados por procesos de formación y tafonómicos, por lo que también hay que tener en cuenta los no sitios “off-site” y los lugares con menor concentración de artefactos).

Estado epistemológico del sitio (¿cómo delimitar estas unidades en el suelo?)

Dualidad Por una parte los sitios son cosas reales, pero por otra parte son difíciles de definir porque no son realmente cosas o cualidades, son más bien concentraciones o cantidades. Para Plog et al 1978, un sitio es un locus discreto y potencialmente interpretable de materiales culturales. Sin embargo reconocen que la noción de densidad para definir un sitio es problemática pero no absurda, porque no debería ser absoluta, debería interpretarse según el contexto específico. El problema epistemológico radica en que si los sitios sólo son concentraciones (densidades) en vez de cosas discretas, no son posibles de observar, descubrir o registrar de una forma objetiva.

Estado teórico del concepto de sitio (¿qué rol debería jugar el sitio en la disciplina?) El sitio no tiene un rol teórico porque son modernos, un fenómeno contemporáneo, mientras que el interés arqueológico radica en el contexto sistemático. Por lo tanto las energías metodológicas deberían dirigirse a desarrollar métodos de construcción de unidades de asociación histórica a partir de unidades observacionales a pequeña escala.

Concepción “sin sitio” (Siteless) del registro arqueológico

Introducción

Los artefactos pueden suministrar una pequeña escala de unidad observacional. Como artefacto se define cualquier visualización (display) de algún atributo, incluyendo ubicación, como consecuencia de la agencia humana. Artefacto no es la unidad mínima en arqueología, sin embargo es razonablemente construida como unidad básica empírica de asociación. Si los artefactos son la unidad básica de observación, el registro empieza a tener una distribución más o menos continua en la superficie del planeta, a diferencia de una colección de sitios que esperan ser encontrados.

Aggregate Construction

La mirada “sin sitio” requiere del desarrollo de nuevas metodologías. Se le critica que no siempre podría usarse carbono 14 para datar los artefactos, pero el autor se defiende diciendo que existen otros métodos como la datación por hidratación de la obsidiana y la termoluminiscencia.

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También dice que hay que desarrollar métodos de construcción de agregados espaciales, pero que han sido frustrados por la noción de sitio y los supuestos que conlleva el registro.

Sumario y conclusiones

No hay razones para borrar la palabra sitio del vocabulario arqueológico siempre y cuando sea utilizado como “ubicación de”. Las concentraciones de artefactos que constituyen los sitios son producto de numerosos eventos discretos de depositación, la independencia o relación debería ser determinada empíricamente en orden de obtener unidades de asociación arqueológicamente significativas. La perspectiva sin sitio del registro arqueológico es compatible con la corriente de procesos de formación. Pero sólo ha causado impacto en estudios enfocados en el paisaje. Como concepto arqueológico, “sitio” (que se usa como unidad de observación, asociación, cálculo e interpretación) no juega un rol en la disciplina, tiene deficiencias teóricas y metodológicas, por lo que debería ser descartado.