Durand Jorge La Ciudad Invade Al Ejido

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    Jess Reyes HerolesSecretario de Educacin Pblica

    Juan Jos BremerSubsecretario de Cultura

    Eduardo Matos MoctezumaDirector General del c i e s a s

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    La ciudad invade al ejido

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    Jo rge Durand

    La ciudad invadeal ejido

    Proletarizacin, urbanizaciny lucha poltica en el

    Cerro del Judo, D. F.

    ediciones dem lac asa ch ata 1 /

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    Portada: Elsa Amado sobre una fotografa de Csar SilvaEdicin al cuidado de Csar Silva

    Primera edicin: 1983 Centro de Investigaciones y EstudiosSuperiores en Antropologa SocialEdiciones de la Casa ChataHidalgo y Matamoros, Tlalpan;Cdigo Postal 14000, Mxico, D. E.

    ISBN 968-496-020-4

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    ndice

    Introduccin .................................................................................. 9

    1. El contex to terico: Proletarios o ca m pes inos ? ............... 13

    2. El ejido de San Bernab Ocotepec....................................

    41La hacienda y la industria afectan a SanBernab . . . . 42San Bernab como ejido ....................................................... 51

    3. El ejido se urbaniza ................................................................ 63La nueva zona urbano-ejidal ................................................. 63Factores endgenos ................................................................... 65Factores exgenos...................................................................... 66Venta ilegal de la t i e r r a.......................................................... 71La colonia urbano-ejidal del Cerro del J u d o.................. 75

    4. Lucha poltica: El problema de la t i e r r a........................... 97

    Conc lus iones ..................................................................................y.-29

    Eplogo ..................................................................................................137

    Bibl iograf a .........................................................................................141

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    Introduccin

    La presente investigacin se realiz en una colonia popular alsur del Distrito Federal. Se trata del Cerro del Judo, colonia ubicada dentro de los lmites del ejido de San Bernab Ocotepec quepertenece a la delegacin poltica de la Magdalena Contreras.

    Una colonia popular presenta mltiples aspectos de interspara el estudio. Los problemas de vivienda, urbanizacin, economa domstica, redes de relaciones, pequeo comercio, trabajoa domicilio, etctera, son vetas importantes dentro de la investigacin de antropologa urbana. En este rengln, el caso del Cerro del Judo ofreca un campo de investigacin particular: el dela problemtica que surge al realizarse asentamientos humanosirregulares dentro de terrenos ejidales. En otras palabras, se tratade la urbanizacin del ejido, del cambio de valor de uso del terreno y del final de un largo proceso de proletarizacin. Esto no

    implica, automticamente, el fin del ejido, del trabajo agrcola ydel campesino ejidatario, pero s anuncia que el proceso est llegando a su fin y que asistimos a los primeros intentos del ejidatario por adaptarse a una nueva situacin y por incorporarse, definitivamente, al mercado de trabajo como mano de obra liberada.Este proceso implica problemticas distintas pero interconecta-das; en un mismo campo y espacio de tiempo se da la destruccindel ejido, la urbanizacin, la descampesinizacin y la proletarizacin.

    En el proceso de crecimento de la ciudad de Mxico no slo

    hay que tomar en cuenta a la poblacin que arriba del campo yciudades menores, sino tambin a los pueblos y poblaciones queincorpora a medida que crece. En este sentido, hablamos de quela ciudad crece hasta invadir l ejido y obliga a los ejidatarios aadaptarse a la nueva situacin. El caso del ejido de San Bernabejemplifica un problema general del Distrito Federal y del pas, elcrecimiento de las ciudades se hace a costa, en gran parte, detierras comunales y ejidales. Los campesinos tradicionalmente invasores son, en este caso, los invadidos. Sin moverse de su sitio la

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    ciudad les llega y los transforma. En pocos aos el ejido, el poblado y sus habitantes tienen que adecuarse a una nueva situacin que se presenta como irreversible.

    La llegada de la ciudad se anuncia con compradores que tocana las puertas del ejido, cada da que pasa mejoran las ofertas de

    compra y suben los precios del terreno, la demanda por tierraurbanizable se hace de manera persistente e implacable. A cadaterreno vendido se le va aadiendo otro. Tierras que antes sloservan para cultivar algo de maz y de maguey y que nadie sefijaba en ellas se convierten en el foco de inters de miles de

    personas. En diez aos el ejido de San Bernab pas de ser unpoblado de menos de 1 500 habitantes a convertirse en una colonia popular que alberga a 70 000 personas.

    El ejido de San Bernab es un ejido comn y corriente, tiene

    pocas y malas tierras, al igual que muchos otros del pas. Su peculiaridad radica en quedar cerca de la ciudad y en haber pasadode la tranquila vida campirana al ritmo apurado de un centropoblacional catico y desproporcionado. Nos interesa , por tanto,estudiar el cambio, el por qu de ste y las consecuencias quesupuso para la poblacin originaria. Nuestro personaje principales el ejidatario de San Bernab, que a travs de su historia fueasumiendo muy diversos papeles: campesino sin tierra, jornalero,obrero, ejidatario, obrero-campesino, vendedor de tierra, colonoy mano de obra liberada. Asumimos una perspectiva distinta de

    la que se suele utilizar en los estudios urbanos, nos interesa elpunto de vista del ejidatario y no tanto el del colono, aunque enla parte final del trabajo nos vemos obligados a dejarlo en unsegundo plano porque surge de la realidad, con mucha msfuerza, otro personaje: el colono con el tema poltico.

    El trabajo est dividido en cuatro grandes captulos. El primeroes un captulo terico que responde a una temtica y a un momento determinado. El tema es, a grandes rasgos, la discusinsobre la proletarizacin del campesinado, su futuro y su potencialpoltico; el momento responde a la discusin sobre articulacinde modos de produccin. Los siguientes captulos siguen un ejediacrnico que corresponde al proceso seguido o sufrido por los

    pobladores de San Bernab. Sin embargo, cada captulo asumeuna problemtica diferente. En el segundo abordamos el tema dela proletarizacin, y campesinizacin de los pob ladores de SanBernab, su trabajo y su articulacin con la sociedad mayor. Eltercero trata del proceso de urbanizacin del ejido, los factoresque lo influyeron y la compra venta de terrenos. Por ltimo, pre-

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    sentamos una secuencia de la lucha poltica llevada a cabo en lacolonia del Cerro del Judo por la tenencia de la tierra; en ellaparticipan ejidatarios, diversos grupos de colonos y las institucio-'nes gubernamentales encargadas de regularizar la tenencia de latierra.

    El trabajo de campo se realiz durante el ao 1977; en formapara le la se realizaba una investigacin sim ilar en la coloniaAjusco, D. E. y en Sta. Cecilia, Guadalajara. Los elementos tericos se trabajaron en seminarios de investigacin de la Maestra yLicenciatura de la Universidad Iberoamericana. Tanto la universidad como el c i s - i N A H (hoy c i e s a s ) apoyaron econmicamente lainvestigacin. Se utiliz la metodologa antropolgica realizandoreconocimientos de rea, entrevistas dirigidas, observacin, estudio de archivos, recoleccin de volantes y comunicados, y diariode campo. De la investigacin conjunta han salido varias tesisprofesionales, adems del Whro Lucha urbana y acumulacin de capitaleditado por Jorg e Alonso.

    Esta investigacin se hizo en estrecho contacto con los colonos,partic ipando en sus luchas por lo gra r una sociedad ms ju sta .Los datos y conclusiones se estn revirtiendo de diversas formas,a travs de publicaciones internas de los colonos, obras de teatro,charlas, etctera. Esperamos haber contribuido de este modo alavance de las luchas populares.

    Quiero agradecer a mis maestros ngel Palerm, Jorge Alonsoy Lucila Gmez por su amistad y continuo apoyo durante todoeste proceso, as como tambin a mis compaeros de Ajusco conquienes confront diariamente muchos temas de este trabajo, y aPatricia Arias quien revis y corrigi el manuscrito.

    Los colonos del Cerro del Judo, protagonistas de esta historia,quienes fueron compaeros en la lucha y amigos para siempre,me ensearon a darle sentido a la investigacin, me invitaron acomprometerme en sus luchas y me brindaron su amistad. A todos ellos mil gracias.

    Jorge Durand

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    1. El contexto terico:Proletarios o campesinos?

    Al realizar la presente investigacin nos topamos con un fenmeno bastante difundido pero quizs insuficientemente analizado, el del obrero que no deja de ser campesino o, visto del otro

    lado, el del campesino que nunca llega a proletarizarse de manera definitiva. Nos preguntamos por el futuro del campesinado,

    por su lu gar dentro de la lucha de clases, por su peculiar m anerade articularse con el modo de produccin capitalista. Esto nosindujo a rastrear el tema dentro de una amplia gama de autoresque van desde los que profetizan la inminente desaparicin delcampesinado hasta los que postulan la persistencia histrica delmodo de produccin campesino.

    Si bien el tema ha sido ampliamente discutido y retomado por

    muchos autores, consideramos conveniente reunir en una sntesisla discusin terica en torno a este problema. Creemos quepuede ser til, tanto para la comprensin de la investigacinpro piamente dicha, como para aquellos que se in teresen en seguir el hilo de la discusin a travs de varios autores, distintaspocas y diferentes contextos socioeconmicos.

    Los populistas rusos

    El movimiento populista encontr las bases de su pensamientoen el desarrollo de las ideas acerca de la comunidad primitiva,propiedad en comn y comunismo primitivo, realizadas por investigadores del siglo XIX entre los que destacan juristas y etnlogos como Maine, Eustel de Coulanges, Kovalevsky, etctera. Dentro de stas, Elenry Maine desarroll en sus estudios el tema de laevolucin de la familia como institucin social. Consider que laevolucin de la familia no poda estudiarse aislada de la evolucin de las formas de propiedad y de los sistemas de organiza

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    cin poltica. Para l las sociedades antiguas o primitivas estabanorganizadas sobre el principio del parentesco y de la propiedadcomn, al contrario de la sociedad moderna que se organizaa partir del territorio compartido y de la propiedad privada(cfr. Palerm 1976b: 170).

    Al llevar a cabo sus estudios comparativos conoci el trabajosobre Rusia de Haxthausen, quien comparaba la organizacin delas aldeas rusas con las de la India. Los estudios de Haxthausensobre la comuna campesina rusa despertaron en muchos socialistas la conviccin de que algunas sociedades campesinas que posean el trabajo y la tierra en comn, prefiguraban lo que sera larealidad socialista. Y fueron ms all al afirmar que el suelo y eltrabajo eran comunes desde que el hombre fue por naturalezaun animal social (cfr. Krader 1977:5).

    Por otra parte, ideas antagnicas tambin encontraban su expresin, entre ellas las de Fustel de Coulanges, quien polemizcon juristas , etnlogos y socialistas acerca del llamado comunismoprimitivo. ste sostiene que no es inadmisible la creencia del comunismo primitivo, pero su tratamiento ha sido infortunado y se

    presenta con un ropaje seudocientfico (cfr. Palerm 1976b: 179).Entre los rusos destac Kovalevsky, quien recibi influencias

    de Maine y Fustel y estableci relacin profesional con Marx.Kovalevsky estuvo presente en la polmica sobre el comunismo yfue el primer autor que discuti comparativamente el origen

    asitico de la comunidad rusa. Vio en ella un gran obstculo parael desarrollo de la propiedad privada y el capitalismo en Rusia;tema que fue retomado ampliamente por los populistas.

    Kovalevsky asuma que el hombre era por naturaleza un animal comunal y por tanto la propiedad era por origen y por naturaleza comunal (cfr. Krader 1975:195). De sus estudios sobre Indiay Argelia sac los elementos bsicos de la com unidad - VillageCommunity- y los aplic a la obschina rusa; de este modo formuna categora muy importante para el estudio del campesinado.Relacion a la comunidad con la sociedad mayor; seal los efectos que tuvo la colonizacin en India y Argelia y cmo la sociedadcolonial y el capitalismo destruyeron las colectividades y comunidades {ibid.:206).

    Marx ley detenidamente a Kovalevsky y se interes en los intentos de ste de aplicar la teora del feudalismo europeo a casosextraeuropeos. Del mismo modo, profundiz la distincin entrepropiedad de la tierra y posesin, y se dej in fluir en la visinacerca de la comunidad rusa, aspecto que fue reseado en cartasde Marx a los populistas.

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    Los populistas rusos, en particular el movimiento naroclo-voltsy, encontra ron elementos importan tes para sustentar susteoras en los estudios de Haxthausen sobre la comuna rusa, y enlas ideas de Kovalevsky respecto al futuro de esta comuna.

    La forma en que los populistas caracterizaban al gobierno y a

    la fase de desarrollo de las fuerzas productivas en que se encontraban es muy significativa. Al respecto, los narodovoltsy poseanconcepciones propias, acordes con su orientacin populista. Elgobierno autocrtico zarista era considerado como un coloso de

    bierro con pies de barro (Tvardovskaia 1977:69). La burguesaera una invencin de la poltica y se mantena slo con el subsidioestatal. En cuanto a las clases sociales, generalizaban a dos grandes sectores: a la clase rica -en la cual subestimaban mucho elpapel de la nobleza- y la clase campesina, dado que para los narodovoltsy el proletariado de la dcada del 70 no era considerado como una clase, sino como parte de los campesinos. Estosslo estaban proletarizados temporalmente y no haban sido se

    parados to talm ente del campo. En cuanto al grado de desarrolloalcanzado por el capitalismo en Rusia, consideraban que estabaen su fase inicial y notaban los estragos de la acumulacin originaria; pero opinaban que no tena por qu ser una fase obligatoria. Plejanov, en su primera etapa, opinaba, a la manera de Marx,que las leyes generales del desarrollo histrico natural no eranobligatorias para Rusia (Tvardovskaia 1977:39). Por otra parte,

    otros desarrollaban argumentos acerca de la imposibilidad deldesarrollo capitalista en Rusia y aducan el problema del mercadoexterno -ya copado- y las dificultades de crear un mercado interno, debido al empobrecimiento de las masas generado por elmismo desarrollo capitalista.

    En el fondo de todo esto estaba la necesidad de encontrar unateora que orientase al movimiento revolucionario y su legtimaaspiracin de pasar al socialismo sin tener que sufrir necesariamente todo el desarrollo capitalista.^ Este asunto qued aclaradoen la correspondencia entre Marx y algunos populistas.

    Del movimiento popu lista T ierr a y Libertad que trabaj con el campesinadoruso, incitando a la revuelta y a la lucha contra la autocracia, surgieron en 1879 elmovimiento Voluntad del Pueblo (los narodovoltsy) y una faccin menor llamada Reparto Negro. Los narodovoltsy retomaron, fundamentalmente, las tesis populistas, pero en un avance cualitativo aceptaban la lucha poltica y el terrorismo. La tesis de que la revolucin campesina deba hacerse en la accin directaen el campo, abstrayndose de la poltica, qued desplazada.

    ^ La problem tica la hacemos latinoamericana al reflexionar sobre las ampliasmasas campesinas y sus sistemas de cooperacin, sobre lo que fue la revolucin

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    El acendrado cainpesinisnio de los narodovoltsy se reforzabacon su trabajo poltico realizado en el campo y con el desarrolloterico idealista que hacan acerca de la realidad campesina. Launidad campesina rusa-obschina no cedera nunca a los embatesdel capitalismo; tarde o temprano llegara el reino de los campe

    sinos. En una posicin parecida, Plejanov aduca que la desaparicin de la comunidad rural era posible, pero que se debera acausas externas, las cuales podan ser neutralizadas. La revolucin campesina podra cambiar el curso del desarrollo del capitalismo en Rusia.

    Los populistas se sentan entre la espada y la pared; o se ponan a esperar y a contar los aos que le quedaban al campesinado comunal, o se lanzaban a la lucha revolucionaria para detener y trocar el proceso. Al respecto no tenan la claridad terica

    suficiente. El populismo se mova entre profundas contradicciones; por un lado algunos afirmaban, optimistamente, que el capitalismo en Rusia tena muy pocas posibilidades y, por otro, seconstataba la formacin de clases en el campo, el avance del capitalismo y, por tanto, la necesidad de la revolucin campesina. Alos populistas los traicionaba su profundo campesinismo que leshaca ver la realidad de otro modo: los llevaba a negar evidenciasy a formular un socialismo utpico.

    En esta situacin algunos tericos populistas recurrieron aMarx y a Engels en un intento de aclarar la situacin. Para ellos,

    que haban ledo a Marx, era muy importante su opinin acercade la irreversibilidad del proceso de desarrollo capitalista. Al respecto, Marx, en un borrador a la carta de respuesta a Vera Zasu-lich, restringa la fatalidad histrica de la acumulacin originaria a los pases de Europa occidental y remita al captulo X W IIde El Capital donde deca que la propiedad privada basada en eltrabajo personal estaba siendo suplantada por la propiedad privada capitalista. Puesto que en Rusia no haba existido jams la

    propiedad privada de los campesinos, no se les poda aplicar este

    planteam iento. Sin embargo, la realidad de la poca indicaba unadivisin en cuanto a la propiedad; la tierra de labor se haba convertido en propiedad privada, mientras que los bosques y pastosseguan siendo la propiedad comunal. Esta dualidad con eltiempo poda convertirse en una fuente de descomposicin y generar la acumulacin por parte de algunos sectores, y el empobrecim iento de otros (cfr. Marx 1978b: 161).

    mexicana y sobre la polmica, del Per de los aos 30, entre Haya de la Torre yMaritegui a quien tachaban de populista por proponer el paso al socialismo saltando la etapa capitalista y tomando como base la comunidad campesina.

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    Marx haca una relacin entre la comunidad primitiva y la comunidad rusa; en la primera, su evolucin la llevara a desaparecer; pero en el caso de Rusia haba dos factores importantes quepodran hacerla evolucionar sin desaparecer: el ser contem pornea de la produccin capitalista y, po r tanto, p oder aprop iarse de

    todas las realizaciones positivas de sta, y el estar desarrollada anivel nacional y contar con la mayora de la poblacin. Al lado deestos factores haba que considerar la situacin concreta de sumapobreza y opresin del agricultor que contagia y esteriliza sucampo (ibid.'Al). La comunidad rusa se encontraba en peligro,sobre todo por el aprovechamiento que haca de ella el sistemacapitalista para desarrollarse. Marx se preguntaba, al igual quelos populistas, por qu matar o dejar de matar a la gallina de loshuevos de oro. Lo nico que poda salvarla era la revolucin: sista se daba en el momento oportuno, la comunidad rural sera,evidentemente, un elemento regenerador de la sociedad rusa(t.: 161).

    Ms tarde, en 1882, Marx y Engels volvieron a comentar laposibilidad de una especificidad del caso ruso.\ Lo hicieron enocasin de la primera edicin del Manifiesto Comunista en ruso:Pero en Rusia al lado del florecimiento febril del fraude capitalista y de la propiedad territorial burguesa en vas de formacin,ms de la mitad de la tierra es posesin comunal de los campesinos. Cabe entonces la pregunta: Podra la comunidad rural rusa

    -form a p or cierto muy desnaturalizada de la primitiva propiedadcomn de la tierra- pasar directamente a la forma superior de lapropiedad colectiva? O por el contrario, deber pasar prim eropor el mismo proceso de disolucin que constituye el desarrollohistrico de Occidente? (Marx 1978a: 101).

    Marx opinaba que la nica respuesta que podra darse a estasituacin, era la siguiente: . . .si la Revolucin Rusa da la sealpara la revolucin prole taria en Occidente, de modo que ambasse com plementen, la actual propiedad com n de la tierra en Rusia ppdra servirle de punto de partida para el desarrollo comunista (i.: 102).

    Los narodovoltsy transcribieron el prefacio del manifiesto ensu rgano de prensa y sintieron confirmadas algunas de sus tesisfundamentales.

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    El objeto primordial del estudio de Marx y Engels era la sociedad capitalista, y era parte del mtodo conocer primero el elemento ms elaborado para de ah descender a los que le prece

    dieron; se estudiaba al hombre y a travs de l se poda llegar almono.El desarrollo del capitalismo implicaba, por una parte, la libe

    racin de la mano de obra -la cual provena del campo y delarte san o- y, po r otra, la penetracin del capitalismo en la agricultura que destrua las bases del antiguo rgimen. Estos dos aspectos afectaban directamente al campesinado, y la tendencia fundamental era que el pequeo productor campesino desaparecieraa medida que se desarrollaba el capitalismo.

    Si los populistas se hacan a la lgica de que .. .el principio dela comunidad impide que el capital se apodere de la produccinagrcola (Lenin 1974:237), Marx y Engels afirmaban que la lgica del modo de produccin capitalista destruye, aprovecha otransforma a la comunidad.

    Para Marx la .. .forma en que el modo de produccin capitalista naciente encuen tra la prop iedad de la tierra no correspondea ese modo. l mismo crea por primera vez la forma que le corresponde; somete la agricultura al capital; de ese modo, la pro

    piedad feudal de la tie rra, la propiedad del clan y la pequea

    propiedad campesina con la comunidad de la tie rra , se convierten en la forma econmica que corresponde a ese modo de produccin, por muy diversas que sean sus formas jurdicas(ld.:238).

    De este modo ninguna particularidad de la posesin de la tierra podra ser un obstculo para el capitalismo que adoptara diversas formas de acuerdo a las distintas condiciones agrcolas.Otro asunto sera si las destruye o no. Lo importante era vercmo operaba la acumulacin de capital en cada situacin.

    Engels, refirindose al campesinado francs, afirmaba, rotundamente, .. .la absoluta imposibilidad de mantener su propiedad parcelaria como tal, la absoluta certeza de que la gran produccin capitalista pasar por encima de su impotente y anticuada pequea explotacin, como un tren po r encima de un carritode mano (Engels 1978a:499).

    En cuanto a la realidad rusa, Engels opinaba de manera parecida, aunque un poco ms cautelosa. A Rusia no le quedaban msque dos caminos: desarrollar la comunidad agrcola para convertirla en la forma de produccin principal, lo cual era una tarea

    Los clsicos

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    imposible, o elegir el camino del desarrollo capitalista. Y encuanto a la comunidad agrcola .. .sta slo es posible mientraslas diferencias de bienes entre sus miembros sean insignificantes.En cuanto se acenten, en cuanto algunos miembros se conviertan en deudores esclavos de los miembros ms ricos, su existenciaulterior es imposible (Engels 1978b:529).

    Tanto Marx como Engels consideraban al modo de produccincampesino como una forma caduca y por tanto destinada a desaparecer. Y esto se una directamente con el destino del campesino: En una palabra, nuestro campesino, como todo lo que esvestigio de un modo de produccin caduco, est condenadoirremisiblemente a perecer. El pequeo labrador es un futuro

    prole tario . Y an ms . . .este pequeo campesino es, portanto, como el pequeo artesano, un obrero que se distingue del

    pro le ta rio m oderno po r el hecho de hallarse todava en posesinde sus medios de trabajo; es, por consiguiente, un vestigio de unmodo de produccin propio de tiempos pretritos (Engels1978a:485).

    Marx po r su parte precis an ms el asunto y dio nuevas lucesen este poco conocido texto del primer borrador aLa guerra civilen Francia: .. .po r otra parte el trabajo del campesino es aisladoy sus medios de produccin estn dispersos y atomizados. En estadiferencia econmica descansa como estructura todo h modo dedistintas concepciones sociales y polticas. Pero esta propied adcampesina desde hace mucho se sali de su fase normaL Es decir,de la fase en que era una realidad, un m odo de produccin y un aforma de propiedad que corresponda a las necesidades econmicas de la sociedad, y pona a los productores agrcolas en condiciones normales de vida? Ella ha entrado en un perodo de decadencia. Por una partTa nacido de ah un proletariado agrariocuyos intereses son idnticos de los del trabajador asalariado urbano. El modo de produccin mismo ha sido supera do por elprogreso m oderno de la agronoma. Por ltimo la misma pro

    piedad campesina ha llegado a ser nominal en tanto que al campesino le han dejado la ilusin de la propie dad y lo han expropiado del fruto de su propio traba jo . . . Consecuentemente loque al campesino separa del proletario ya no es un inters real,sino su prejuicio ilusorio (Marx 1968:551-552). ,

    Si bien el futuro del campesinado se perciba como incierti, suparticipacin en la lucha poltica al lado del prole tariado -o id entificado totalmente con l- era definitiva e indispensable para

    poder reverti r el orden ex istente. Manifiesto Comunista definaclaramente que la verdadera clase revolucionaria era el proletaq

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    riado; las capas medias, artesanos, campesinos, pequeos industriales y comerciantes slo seran revolucionarias cuando tuvieranante s la perspectiva de un trnsito inminente al proletariado yabandonaran sus propios puntos de vista y la defensa sus inte-reses. ^El cam pesinado deba abandonar su parcela p ara podersalir de su condicin social de vida. En estos mismos aspectosinsist a Engels al cri t icar el programa del part ido social-demcrata. Haba que considerar al campesino como un futuropro letario y no como pro pie ta rio , para no in currir as en contradiccin con el programa general socialista. No se poda defenderla pequea propiedad campesina cuando sta iba irremediablemente hacia la ruina. Los socialistas no deban hacer nada poracelerar este proceso a pesar de que previeran su desaparicin.El punto fundamental estaba en develar la mistificacin que des

    cansaba sobre la propiedad de la tierra; la misin del socialismose reduca a transferir los medios de produccin a los productores como propiedad colectiva. El socialismo no est llamado aconvertir en propiedad real la actual propiedad aparente del pequeo labrador sobre sus tierras: es decir, a convertir al pequeocolono en propietario y al propietario cargado de deudas en unpro pie ta rio libre de ellas. El socialismo est, ciertamente , inte resado en que desaparezca esa falsa apariencia de la propiedadcampesina, pero no de ese modo (Engels 1978a:489).

    Engels era bastante claro al profetizar el fin irremediable delartesanado y del campesinado; por su parte, Marx seal claramente la liberacin del productor de sus medios de produccin amedida que se realizaba el desarrollo capitalista. En cuanto alcampesinado ambos desenmascararon muchos casos de campesinos formales -ficcin de la propiedad territoria l- y encontraron,tambin, ejemplos de proletarizacin disfrazada como el de losarrend atarios que vendan remolacha a una fbrica (ibid..991).

    Sin embargo, no pudieron vislumbrar la importancia de estasformas intermedias, tan desarrolladas en pases del tercer

    mundo, que por su magnitud e historia tienden a ser estables. Encuanto a la participacin poltica del campesinado tenan delantela desafortunada experiencia de Francia que los llev a formularlas bases tericas de lo que sera la alianza obrero-campesina, lacual, en la realidad, se ha plasmado de muy diversos modos yconstituye uno de los problemas bsicos para la construccin delsocialismo.

    Lenin caracteriz al campo ruso definiendo tres tipos sociales:la burguesa rural que contrataba mano de obra asalariada ypracticaba una agricultura comercial; el pro le ta riado ru ral, in-

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    cluidos los campesinos pobres -poseyeran o no tierra- y el eslabn in term edio form ado por campesinos medios. El sistema deprestacin personal y de pago en trabajo por uso de tierras frenaba la diferenciacin y haba que considerarlo como un resabioprecapitalista (cfr. Lenin 1974:172).

    La posicin de Lenin respecto al desarrollo del capitalismo, alproceso de proletarizacin y a la diferenciacin era c ara aunquel mismo matiz su posicin: . . .cabe agregar que en nuestrasobras se comprende a menudo con excesiva rigidez la tesis terica de que el capitalista requiere un obrero libre sin tierra. Esoes del todo justo como tendencia fundamental, pero en la agricultura el capitalismo penetra con especial lentitud y a travs deformas extraordinariamente diversas (6id.:175).

    Es precisamente en este punto donde Lenin no realiz un es

    tudio detallado de estas formas intermedias de proletarizacin yde las diversas formas de penetracin del capitalismo. La etapade transicin que se desarrollaba en Rusia hubiera aportado mucho material al respecto,

    Lenin en sus escritos econmicos (1893 a 1899) polemiz conlos populistas en torno a problemas polticos, econmicos y sociales. La polmica represent el enfrentamiento de las posicionespopulistas frente al marxismo en un contexto histrico decisivopara la transfo rm acin de la sociedad rusa. La discusin se diono slo en el campo terico, sino que Lenin sustent sus posiciones con datos empricos, demostrando los avances del desarrollodel capitalismo en Rusia.^

    Lenin analiz detalladamente el paso de la economa natural ala mercantil simple y a la capitalista^ y, de este modo, demostrque el campesinado comunal ruso no era antagnico al capitalismo, sino su base ms profunda y frme.

    El campesino cuanto ms se arruina, ms se ve obligado a recurrir a la venta de la fuerza de su trabajo y a adquirir sus medios de subsistencia a travs del mercado. El proletariado rural

    consume menos pero compra ms. Slo en situaciones muy favorables puede el campesino subsistir con lo propio; pero en gene-

    ^ Los populistas fun dam entaban sus dudas respecto a la posibilidad de de sar rollo del capitalismo en el problema de los mercados. El mercado exterior estabacopado, exista en Rusia una desventaja tecnolgica que les impeda competir enel mercado internacional y el mercado interno se contraa debido al empobrecimiento de las masas.

    * Lenin desarroll ampliamente el tema en sus escritos econmicos de 1893-1899, especialmente en su artculo A propsito del llamado problema de losmercados.

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    ral se ve cada vez ms obligado a salir al mercado a buscar ingresos complementarios.

    En las obras de Lenin era prioritario el objetivo poltico deltrabajo terico y de la investigacin, en este caso era prioritariorebatir las tesis populistas demostrando terica y empricamenteel desarrollo del capitalismo en Rusia.

    En cuanto a sus posiciones polticas, ampliamente conocidas,slo cabe decir que el papel rector de la revolucin lo llevara el

    pro le ta riado asignndose al campesinado el papel de aliado prin cipal; de este modo la alianza obrero-campesina sera el motor dela revolucin. En la fase de construccin del socialismo la mismaalianza cobrara una renovada importancia para el proceso deacumulacin socialista. Estos aspectos se tocarn en detalle posteriormente.

    Para Kautsky el pequeo productor campesino que subsista alos embates del capitalismo asuma de un modo creciente la condicin de proletario, a pesar de que conservara su tierra y la tra

    bajara. El pequeo productor haca frente a sus necesidades dedinero vendiendo no el producto excedente, sino su fuerza detrabajo excedente, dado que el trabajo de su parcela no lo ocupaba to talm ente. De este modo se presentaba en el mercado conla misma figura del proletario que nada posea. Cuando este proceso se acentuaba y el ingreso en dinero pasaba al primer planode sus necesidades, las mejores fuerzas de trabajo de la familiaeran absorbidas por los contratistas capitalistas, y el trabajo de laparcela se iba reduciendo cada vez ms (cfr. Kautsky 1977:203).

    Con el desarrollo de la industria agrcola y la mayor productividad, la poblacin agrcola se presentaba como vendedora defuerza de trabajo ms que como vendedora de medios de subsistencia y compradora de stos.

    En la agricultura la tendencia a la concentracin no elimina lapequea propiedad, ms bien se acenta la tendencia a su fraccionamiento. Estos pequeos propietarios aparecern en el mer

    cado fundamentalmente como vendedores de fuerza de trabajo.Kautsky distingui diversas formas de proletarizacin. El campesino encontraba form as de trabajo accesorias; la ms cercanaera la del trabajo asalariado agrcola. Otro rubro importante erael de la industria a domicilio, forma de explotacin que se acrecentaba con la existencia de fuerza de trabajo desocupada. Estaforma de explotacin se presentaba muchis veces como de gran

    beneficio para el campesinado, puesto que poda emplear fructuosamente sus horas de ocio. El trabajo a domicilio constituauna forma de sobre-explotacin capitalista altamente beneficiosa

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    para el capital, ya que le implicaba remuneraciones bajsimas,trabajo a destajo, incorporacin de toda la familia en el proceso,utilizacin de los locales familiares, etctera. Para Kautsky estaforma de explotacin era slo una fase del paso hacia la granindustria, y tarde o temprano sonara la liora en que la mquina latornara superflua. Sin embargo, la realidad mexicana delcampo y el suburbio demuestra claramente que el trabajo a domicilio no ha llegado a su fin, y que constituye una forma desobre-explotacin, por el capital, de amplios sectores de poblacin. El aporte de Kautsky est precisamente en ver en el trabajoa domicilio una forma de proletarizacin.

    Otra forma de proletarizacin que no implicaba el abandonode la pequea parcela era la situacin de muchos mineros que sedaban tiempo para trabajar su pequea parcela o para ayudar a

    familiares campesinos, realidad tampoco lejana a la situacin demuchos mineros latinoamericanos.En casos donde las fbricas se ubicaban en el campo, esto per

    mita incorporar a proletarios sin expropiar a los pequeos agricultores y sin arrancarlos de la tierra. Otro caso sera el de lasocupaciones complementarias y trabajo temporal en los bosquescercanos, la ciudad, etctera {ibid.:222).

    En todos esos casos el campesino conservaba sus caractersticasexteriores propias, pero comenzaba a asumir las funciones del

    pro le tariado. Por una parte este proceso reforzaba a la unidadcampesina; el proletario destinaba sus pequeos ahorros a su hacienda, o los hijos mandaban parte de su salario para la manutencin de la familia y as se salvaban de la ruina; podan mantenerse en un precario equilibrio que les permita no vender sutierra y trabajarla para cubrir en parte el consumo familiar. Pero,por otro lado, la pro letarizacin, tem poral o disfrazada, revolucionaba las condiciones de existencia del pequeo propietario ycreaba en ellos necesidades e ideas nuevas.

    Todo esto indica el variado panorama que ofrece la penetra

    cin del capitalismo en el campo y cmo las formas de proletarizacin se adaptan a cada circunstancia y a los intereses del capital.

    El campesino que venda sus productos, y que incluso ocupabaun escaso nmero de asalariados, era un simple productor demercancas. El era un trabajador que no viva del producto de su

    propiedad, sino del producto de su trabajo ; su gnero de vidaera el de un obrero asalariado (ibid.:200). Kautsky considerabaque en el proceso de desarrollo capitalista la pequea agricultura

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    iba finalmente a desaparecer en beneficio de la agricultura capitalista.

    En cuanto a las posiciones polticas de su primera poca,Kautsky consideraba que el partido deba sostener la lucha declases del proletariado contra el capital; el pequeo propietariorural deba ser considerado como proletario del campo.

    Para Kautsky Dos almas conviven en lo ntimo del pequeoagricultor, la del propietario y la del proletario {ibid.'361). Los

    part idos revolucionarios deban necesariamente destacar el aspecto proleta rio y, en cuanto a su condicin de propie ta rio , no letocaba al revolucionario acelerar el proceso de destruccin, perosu situacin sera tan desesperada que el socialismo traera al pequeo campesino no la expropiacin sino la liberacin de un infierno al cual lo tena encadenado su propiedad.

    La cuestin agraria en la URSS: 1914-1929

    Si bien los bolcheviques fueron los que con ms acierto trataron el problema de la descomposicin d e la economa campesina,los tericos populistas -de la escuela rusa de estudios agrarios-fueron los que crearon las mejores interpretaciones acerca de suunidad interna.

    Entre los tericos populistas se destac Alexander Chayanov

    quien se form en la escuela populista de la Organizacin Produccin. sta sustentaba que las categoras de renta, salario yganancia, tiles para analizar el desarrollo capitalista, no servan

    para com prender la economa campesina, basada en el trabajodel propio productor y su familia. Las investigaciones posterioresde Chayanov lo llevaron a la misma conclusin: la economacampesina era una forma de produccin no capitalista, en la quedespus de sacar los costos de produccin no era posible determinar la retribucin respectiva de los factores: capital, trabajo ytierra. s decir, no exista all ganancia, salario y renta (Bartra1975a:5).

    La ley bsica del capitalismo: acumulacin basada en el trabajoasalariado y maximizacin de las ganancias, contrasta con la tesisque Chayanov elabor a partir de su estudio de las comunascampesinas rusas: el grado de autoexplotacin se determina porun peculiar equilibrio entre la satisfaccin de las demandas de lafamilia y la faena del trabajo mismo (Chayanov 1977:4).

    * El que la unidad domstica campesina no tenga como mecanismo fu nda m ental la bsqueda de la ganancia, no quiere decir que no intente maximizar sus

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    El anlisis de Chayanov se centraba en el funcionamiento interno de la unidad domstica campesina, donde la diferenciacindemogrfica era el factor dom inante en la economa. La produ ccin dependa del tamao, composicin de la familia y del gradode explotacin determinado por el equilibrio entre el trabajo y lasatisfaccin de las necesidades familiares.

    Es evidente el aporte de Chayanov al descubrir la especificidaddel sistema econmico de la un idad domstica, dife rente al capitalista pero relacionado con ste. Es en este segundo aspectodonde las tesis de Chayanov no aparecen suficientemente desarrolladas. Consideraba la relacin con la sociedad capitalista msamplia a travs del mercado, pero ste no afectaba al mismo sistema econmico campesino. Los mecanismos de comercio e intermediarios penetraban hasta la unidad econmica campesina,

    pero la dejaban en libertad con respecto a la produccin.La principal deficiencia de la teora de Chayanov radica en suconcepcin limitada de la articulacin con el sistema capitalista.La articulacin no slo se da a nivel del mercado y no slo eseconmica. Por otra parte, slo analiza cmo la unidad campesina influye en el mercado y no cmo la sociedad ms ampliainfluye en la unidad domstica campesina y se relaciona con ellacomo sistema econmico social.

    Chayanov est situado en medio de la polmica que surgi con laaplicacin de la n e p (Nueva Poltica Econmica); su defensa de lacomuna rusa y su propuesta de aplicar el modelo cooperativo losituaban entre el sector bujarinista y la oposicin de izquierda.

    En un pas donde la mayor parte de la poblacin era campesina el mantenimiento de la dictadura proletaria dependa de siera el proletariado o la burguesa la clase social que poda atraeral campesinado a sus filas.

    En 1921, con la aplicacin de la n e p , se trat de incentivar laproduccin en el campo y en la industr ia y de reforzar la alianzaobrero-cam pesina (medios y pobres). El resultado fue positivo en

    cuanto al aumento de la productividad agrcola y el abasteci-

    ingresos y su produccin. Para Chayanov toda unidad econmica es adquisitiva yaspira a los mximos ingresos, pero en el caso campesino hay factores estructurales que k> limitan.

    Chayanov planteaba la necesidad de consolidar la economa campesina y a lavez poner medidas para dinamizarla: cooperativas de ditribucin, supresin de las ventas de tierra sin abolir la propiedad privada, sistema fiscal favorable, expropiacin a grandes terratenientes y renta de la tierra a campesinos. En 1930 susposiciones de corte populista chocaban con la poltica stalinista; fue arrestado,acusado de contrarrevolucionario y muri en 1939.

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    miento a las ciudades; pero a la vez acentu la diferenciacin enel campo: reforz al kulak y fortaleci el comercio privado. Esteretroceso se plante como tcticamente necesario hasta que lamisma industria generadora del proletariado pudiera reforzar susituacin.

    A partir de la enfermedad de Lenin (1923) las posiciones buja-rinistas de derecha y la oposicin de izquierda se enfrentarondirectamente. La direccin mantena una posicin izquierdistarespecto a su poltica exterior defendiendo la revolucin mundial, pero en el interior mantena una poltica derechista, apoyando a los campesinos capaces de producir excedentes: los kulaks.

    Bujarin propuso la conquista del mercado campesino mediantela baja de los precios industriales y la fijacin de precios para la

    agricultura. Dada la desfavorable correlacin de fuerzas para elprole ta riado se propuso una nueva alianza, donde el campesinado pudiera participar en el poder poltico. Bujarin no distingua entre diferentes estratos campesinos, pero evidentemente serefera a una alianza con los kulaks, que, con el apoyo oficial,iban teniendo cada vez ms poder. De este modo la n e p abandonlas tesis de Lenin de retroceso tctico temporal para definirsecomo un modelo de desarrollo nacional, relegndose las tesis dela revolucin mundial para desarrollar las del socialismo en unsolo pas.

    La derecha llevaba adelante el lema de vivir en paz con elcampesinado; esto significaba respetar la propiedad privada yel derecho ilimitado a la compra de fuerza de trabajo. De este modoel kulak era reforzado poltica y econmicamente, con lo cualpoda ir im poniendo sus condiciones al estado.

    La izquierda, por su parte, afirmaba que la poltica impuestallevaba a la ruptura de la alianza fyada entre el proletariado y elcampesinado pobre y medio. Propona una nueva poltica econmica fijada, principalmente, en las tesis de Preobrazhenski,

    aunque a nivel poltico (e incluso en algunas tesis econmicas)difiriera con algunos representantes de la izquierda, entre ellosTrotsky.

    Para Preobrazhenski era imposible pensar en un desarrolloarmnico, equilibrado y paralelo del sector pblico y privado: latendencia era que uno u otro se desarro llara segn tuviera accesoa las fuentes de acumulacin, y en un pas esencialmente agrcolay subindustrializado las fuentes de acumulacin estaban en laagricultura. Por eso propuso que la acumulacin se hiciera pormedio de la transferencia de excedentes de la agricultura al sec-

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    tor pblico, que se encargaba de implementar el desarrollo industrial de ta modo que no bajase el nivel de vida de la mayoracampesina y no se desanimase la produccin.

    No se podan modificar los trm inos del intercambio en favorde la agricultura pues esto favorecera la acumulacin privada aexpensas de la socialista. Preobrazhenski propuso no bajar los

    precios industriales en relacin a los agrcolas - e n lo inm edia to - eimponer una pesada carga de impuestos a los kulaks a fin deextraer el sobrante que alimentase a la ciudad y a la industria. Afm de evitar la ruptura de la alianza obrero-campesina propusola acentuacin de a lucha de clases en el campo. El estado debaliberar de los impuestos a los campesinos pobres, favorecer laconstitucin de cooperativas y darles suficientes ventajas de crdito o inversiones de apoyo para que pudiesen competir con los

    kulaks (cfr. Preobrazhenski 1971:22).En 1927 fueron expulsados del Comit Central Trotsky yZinoviev, quedand o en clara ventaja el sector derechista; Stalin sehaba mantenido en una posicin centrista, lo cual le permiti nocomprometerse con la campaa prokulak y no identificarse conla izquierda. Una vez superada y expulsada la izquierda, Stalin selanz contra la pequea burguesa, modific la alianza de clases;se lanz contra los kulaks e incluso rechaz el culto al campesinado medio. Es as como a fines de 1929, en una situacin lamentable en cuanto a productividad agrcola y dificultades en el

    abastecimiento a las ciudades, la direccin stalinista reaccion administrativamente de manera violenta e impuso la colectivizacinforzada. La decisin de Stalin de eliminar al campesino rico provoc la venta y matanza del ganado y la especulacin, esto repercuti tambin en el sector socializado puesto que no p>oda subsistirsin la red privada de comercializacin. La colectivizacin forzada lleg al extremo y desvirtu algunas de las tesis econmicasde la izquierda. Las condiciones que propona la izquierda parala colectivizacin nunca fueron tomadas en cuenta por Stalin y la

    burocracia.El ejemplo sovitico demuestra que el problema agrario no sepuede plantear exclusivam ente a nivel tcnico o de productividad; es fundamental y decisivo el problema poltico de las alianzas entre el proletariado y el campesinado (en sus diferentes ca

    pas) y su diferenciacin in terna.El tratamiento stalinista del problema agrario ha demostrado

    histricamente su fracaso econmico y poltico, sin contar elenorme costo social con que se implement. En el caso chino, lascooperativas, con el apoyo del estado, demostraron en la prctica

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    tener rendimientos superiores a la explotacin privada, aunqueahora se cuestione su validez poltica y econmica.

    Los marxistas

    La discusin actual sobre el campesinado y el suburbio gira entorno a la problemtica entre la articulacin de modos de produccin y la acumulacin de capital; ambas perspectivas, sin serantagnicas, tienen marcadas diferencias.

    Ambas posiciones tienen su origen en diversas visiones sobre elconcepto de Marx de modo de produccin. Por una parte estnlas posiciones de los marxistas leninistas que destacan el procesode desarrollo del capitalismo y, por otra, la de los marxistas crti

    cos, que afirman la existencia de diversos modos de produccinarticulados bajo la dominancia de uno.

    Otro punto en debate -que puede llegar al extremo del talmu-dismo- es la utilizacin que hace Marx de la categora modo deproduccin campesino en textos marginales de su obra (cfr.Marx 1971 y 1978b).

    Dentro de una nueva corriente de antroplogos marxistas destaca Meillassoux, quien relaciona los datos del parentesco con losde la organizacin econmica social. Para l, la historia no puede

    ser concebida como sucesin de modos de produccin distintos yexclusivos unos de otros. Tampoco se trata de descubrir los restos de anteriores modos de produccin, se trata de reconocer quehasta el presente las relaciones domsticas y la familia han intervenido como relaciones necesarias al funcionam iento d e todos losmodos de produccin histricos, anteriores a la economa campesina.

    Meillassoux sita correctamente el concepto de Marx de acumulacin originaria; lo considera como un fenmeno histricoinicial, pero una vez que se disuelve la feudalidad para dar paso

    al capitalismo se supondra -segn el modelo de El Cantal-,que elsistema funcionara sobre bases estrictamente capitalistas, sin recurrir a otros modos de produccin. Sin embargo, la historia haenseado que el proceso real de expansin capitalista se ha hechomediante la incorporacin de nuevas tierras y poblacbnes sujetas

    prim ero al colonialismo y luego al im perialismo. Hay una transferencia de plusvala de los pases capitalistas dependientes a loscentros imperialistas (cfr. Meillassoux 1977:150).

    Para el capitalismo la unidad domstica es el medio de repro

    duccin de la fuerza de trabajo: por una parte absorbe de mu28

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    chas maneras fuerza de trabajo gratu ita y, por otra, no paga nadani se preocupa por la produccin de los futuros trabajadores; eltrabajo de la madre no es retribuido y recae sobre el estado laobligacin de educar, como pueda, a la fuerza de trabajo (ibid.:2oiy

    Uno de los marxistas crticos que ms desarrolla la tesis de articulacin de modos de produccin es Philippe Rey. Para l lapropiedad terratenie nte es de origen feudal y por tanto exte rio ral modo de produccin capitalista, pero se encuentra integrada aste por medio de la renta de la tierra. La relacin entre los modos de produccin se da po r la circulacin. La diferencia de niveles de estos dos modos lleva a un combate entre los modos de

    produccin, con lo que se consuma el paso al capitalismo.Para Rey hay tres fases de este proceso de articulacin, que es

    un proceso de evolucin de la propiedad feudal a la propiedadterritorial, la forma ms adaptada al capitalismo. En la primerafase el binomio produccin campesina-artesanado local es reemplazado por el binomio cultivador-m anufactura; pero el artesanado del agro no se extingue. La expropiacin de los campesinosno puede ser general porque estos deben producir materias primas y alimentos. En la segunda fase el desarrollo del capital industrial destruye radicalmente al artesanado, penetra dentro dela agricultura y prescinde de algunos servicios del pequeo campesinado. Al ser los productos manufacturados de tan bajo precio, obligan al campesinado a dedicarse nicamente a la produccin de vveres, con lo cual se convierte en tributario del mercadocapitalista. Este modelo responde a la situacin de muchos pasesexcoloniales, donde se da la liberacin de la mano de obra y ladestruccin del artesanado, pero el desarrollo capitalista no hapenetrado en la produccin de bienes alimenticios y es dependiente de los modos de produccin precapitalistas para el aprovisionamiento de vveres. En la tercera fase, los campesinos sufrenla competencia de la produccin capitalista en su propio sector.

    El pequeo campesino queda eliminado por la competencia. Eneste momento la propiedad se hace superfina y nociva. Esta fase

    Los planteamientos de Meillassoux cobran fuerza y dramatismo cuando seexaminan las ventajas que debe significar, para el imperialismo norteamericano, contar con grandes contingentes de mano de obra mexicana que va a trabajar temporalmente, que est en condicin de ilegalidad -no pueden exigir los mnimos salariales y las prestaciones legales- y en los cuales no han invertido ni un centavo para su reproduccin, mantenimiento hasta la edad de trabajar y capacitacin, en especial para las labores agrcolas.

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    slo se ha dado en algunos pases corno Estados Unidos; su aplicacin es muy lenta y no hay retorno posible (cfr. Rey 1976:90).

    As tambin, visualiza su concepcin de articulacin de modosde produccin como algo estructurado, coherente, susceptible deresistir largo tiempo a la descomposicin por el capitalismo y capaz de articularse con l. En muchos casos la propiedad de latierra se manifiesta como independiente de una herencia feudaly ligada con un cierto desarrollo capitalista. Por ltimo, la articulacin conduce a un final, de tal modo que articulacin es sinnimo de un proceso de liquidacin (cfr. Amin, S. y K. Vergopoulos1975:220).

    A los pocos aos de escribir su libro (1976), Rey se autocriticaen un post-scriptum, donde opina que la tesis kautskista de ladesaparicin de la pequea agricultura en beneficio de la gran

    agricultura es falsa. En este sentido modifica su tercera fase dearticulacin y manifiesta que la dominacin capitalista se asegurano por la gran industria agrcola que elimina a la pequea, sinopor la conservacin de la pequea y mediana empresa agrcolaartesanal bajo el dominio del capital industrial y bancario. Elcampesino se endeuda progresivamente para convertirse encomprador de insumos, se vuelve a endeudar, y as nuevamente.De este modo la propiedad de sus medios de produccin se convierte en ficcin, dado el endeudamiento y la necesidad de pagarlo. De este proceso slo se escapa el campesino muy pobre,pero la reproduccin de ste es cada vez ms difcil.

    Para el mismo autor, el porvenir del capitalismo en la agricultura est en la utilizacin de la propiedad campesina parcelaria

    para hacer que el campesinado se sobre-explote a s mismo enbeneficio del capital. En este sentido la lucha de clases enfoca alcapitalista industrial, o a su disfraz cooperativo, como el enemigoprincipal que opera com o agente del capital.

    Rey supera la tesis de articulacin de modos de produccin-transicin por la de articulacin-reconstitucin de las formas

    consideradas como superadas (cfr. Amin, S. y K. Vergopoulos1975:224). En este sentido el modo de produccin capitalista enlos pases subdesarrollados, aunque sea dominante, no tiene tendencia a la exclusividad. El modo de produccin capitalista captasobretrabajo de mltiples formas y no tiene por qu operar conun determinado modo de extorsin.

    Estas posiciones han sido largamente discutidas y criticadas, en elfondo persiste la tendencia a enfatizar situaciones extremas. Para losmarxistas leninistas no existe la articulacin y menos an un modode produccin campesino; la dominancia del capitalismo es tal que

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    arrasa y transforma a los otros modos de produccin, y lo nico quequeda son vestigios no dignos de ser tomados en cuenta. Por la otraparte -y con frecuencia se sita aqu a un buen nmero de antroplogos- al destacar tanto la especificidad de una unidad econmica

    particular se tiende a aislarla del contexto global en que se ecuentra

    enmarcada.

    Los mexicanos

    Luego de esta exposicin sobre la problemtica del campesinado y proletariado sustentada en datos empricos ajenos al contexto latinoamericano, es necesario acercarse a la realidad mexicana a travs de los cientficos sociales que han trabajado con

    datos empricos locales y han elaborado marcos de interpretacinconfrontados con esa realidad.Para Warman el campesinado es un segmento social dentro de

    una sociedad ms compleja en la que juega un papel subordinado. El campesino es bsicamente un tenedor de tierra paracultivar en ella (Warman 1972:116). Pero la relacin primordialcon la tierra no impide que tenga otras actividades, muchas deellas imprescindibles para su subsistencia. La caracterstica principal del campesinado es que puede subsistir pero no acumular:todo su excedente productivo se transfiere a otros sectores de la

    sociedad {ibid.:\\&).En este sentido propone situar al campesinado en su red de

    relaciones, entre las que hay que distinguir las simbiticas y simtricas, de las relaciones asimtricas. El campesino establece relaciones simtricas, entre iguales, dentro del marco redistributivode la comunidad rural, pero mantiene relaciones asimtricas, desiguales, con el conjunto de la sociedad a travs de las cuales se ledespoja de su excedente productivo (ibid.:\\8).

    En el campo no slo estn los campesinos, est presente, tam

    bin, la empresa agrcola m oderna e industrializada. No se tratade una forma primitiva y de otra avanzada, menos an de queestn situadas en una escala evolutiva; se trata de desarrolloscontemporneos y complementarios que se ajustan y modificanmutuam ente (t.: 120).

    Las relaciones asimtricas que establece el campesino, aunadasal crecimiento demogrfico y a la carencia de tierras, lo han obligado a incorporarse a nuevas actividades econmicas, sin dejarlas anteriores. De este modo adems de cuidar la milpa se dedicaa cultivos comerciales, vende fuerza de trabajo , explota sus. recu r

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    sos comunales o ejidales, participa en labores artesanales de consumo familiar o de tipo comercial, puede estar cumpliendo simultneamente sus obligaciones familiares, sus cargos religiosos, sus com

    promisos con la comunidad y sus obligaciones con el sindicato.

    Esta multiplicidad de funciones articuladas a una produccinagrcola autnoma son el elemento fundamental y determinantede la actividad econmica campesina. Por tanto estamos frente auna clase social que puede caracterizarse precisam ente po r la diversidad de sus funciones y relaciones de produccin (Warman1980:182). Todo este proceso no manifiesta la tendencia a la pro letarizacin progresiva, sino por el contra rio, a la reconstruccin delcampesinado que desempea mltiples funciones econmicas ypolticas en el conjunto de la sociedad y en beneficio de sus explo tadores.

    Warman advierte un desfase entre la teora y las definicionesheredadas acerca del campesinado y proletariado, en contraposicin con la realidad del campo y proletariado mexicano. Las discrepancias las ve, fundamentalmente, en cuanto a la magnituddel proletariado agrcola, el peso especfico de las relaciones salariales y las formas de conciencia y lucha en el campo (cfr. W arman1980:169ss.).

    Es una realidad objetiva la gran movilizacin de peones agrcolas que recorren los diferentes polos de desarrollo agrcola ven

    diendo su fuerza de trabajo; pero cuando se sigue a estos gruposhasta sus comunidades de origen se ve que la venta de la fuerzade trabajo es una ms de las actividades que desempea dentro deuna relacin compleja que abarca la produccin para el autoconsumo y para el mercado. Por tanto no se puede calificar mecnicamente a este sector como proletario agrcola que, segn lamayora de las estadsticas nacionales, es muy grande.

    La generalizacin y frecuencia del trabajo asalariado se ha interpretado como el rasgo decisivo para determinar la dominanciade las relaciones de produccin. Sin embargo, la observacin di

    recta muestra que el salario interviene como un complementovital y muchas veces rremplazable pero subordinado a la red derelaciones propias de la sociedad campesina: acceso a la tierra,pertenencia a la familia y a la comunidad, prctica de relacionesno mercantiles de intercambio, servicios y trabajo. El hechode que el salario no sea dominante, no quiere decir que el modo de

    produccin capitalista no sea dom inante . Lo que indica es que lasformas atpicas de proletarizacin son las ms comunes y redituables para el capital.

    Por ltimo, Warman encuentra una discrepancia entre las32

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    formas de organizacin y la conciencia de lucha de los proletariosagrcolas, las cuales no siguen los cauces previstos por las interpretaciones tericas.

    Aunque Warman critica acertadamente las definiciones y tesis

    ms generalizadas sobre el proletariado agrcola sus solucionesresaltan el otro extremo. Al proponer el cambio de trmino desalario por destajo describe con ms precisin el trabajo del

    jornalero agrcola, pero no por eso deja de ser una relacin salarial. El problema est en que, dadas las relaciones que impone elcapitalismo en el campo, no se necesita ser mano de obra liberada(de sus medios de produccin) para poder vender fuerza de tra

    bajo y establecer relaciones salariales y, por o tra parte , el serobrero agrcola o de otro tipo no implica estar desligado del tra

    bajo de pequeo productor. Esto no obsta para que el trm inopro letario -m ano de obra liberada y contratada- se utilice indistintamente, y por tanto de manera poco cientfica.

    Roger Bartra, por su parte, al enfrentarse al problema delcampesinado considera que la obra de los tericos clsicos delmarxismo es un pun to de partida indispensable pa ra la com prensin de la realidad rural mexicana y latinoamericana, pero asumetambin el legado de Chayanov, considerndolo insustituiblepara com prender la dinmica inte rna de la comunidad campesina. En un esfuerzo de sntesis aplica la ley del valor, propia del

    sistema capitalista, a la economa campesina, porque sta se hallaarticulada al sistema dominante. Si se acepta que el modo deproduccin dom inante es el capitalista, entonces se pueden aplicar los conceptos de salario, ganancia y renta.

    Opina que el trabajo campesino es retribuido de una formapeculiar, es autoatr ib uido; as las condiciones que im pone elmercado al campesino le obligan a autoexplotarse hasta llegar al lmite estrictamente fsico (cfr. Bartra 1975a:518). El-trabajo campesino en una economa mercantil simple tiene valor, no se trata de intercambio de equivalentes o de produccin de valores de uso; sinembargo, la ganancia del campesino no aparece con claridad, laeconoma mercantil simple campesina confunde el capital variable (salario) con la ganancia, es decir no hay ganancia; lo que seda es un salario autoatribuido, y los dficit se explican por el intercambio desigual, transferencia de valor, etctera (cfr. Bartra1978:57-74). La renta es creada po r el ob rero agrcola, ap ropiada

    por el capitalista y transfe rida al te rrate niente . En el caso delcampesino la ganancia adicional, que sera la renta, se la apropiael sistema. La renta campesina, que es producto del trabajo, es re

    galada a la sociedad (cfr. B artra 1975b: 16). Ba rtra analiza el pro-

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    blema de la renta utilizando el esquema propuesto por Kautskyy concluye que la pequea unidad campesina est perfectamenteintegrada al sistema capitalista y que son indispensables los instrumentos conceptuales creados para el estudio de la economacapitalista adaptados a las condiciones especficas (cfr. Bartra1978:40).

    Bartra considera que la categora esencial para comprendertodo este proceso es la articulacin de modos de produccin.Para esto parte de una definicin de modo de produccin comoun concepto que es reflejo de la totalidad concreta. Basndose entextos de Marx concluye que el modo de produccin es .. .lasntesis concreta de mltiples determinaciones, que permite explicar tanto las part icula ridades como las generalidades de laformacin econmica (...) El concepto de formacin econmica

    de la sociedad expresa una realidad global mediante una mayordisociacin de los trminos d e la sntesis particular-general (Bartra1975c:7). El modo de produccin es un concepto que se refiere,fundamentalmente, aunque no exclusivamente, a la base econmica de la sociedad. De hecho, en El Capital, al hablar Marx demodo de producin se refiere a la base econmica.

    As tambin, Krader coincide al decir que el modo de produccin no es otra cosa que la formacin econmica de la sociedadque predomin a en una particular poca de la historia:Modo deproduccin es un part icula r camino de organizac in de las relaciones econmicas en una sociedad dada (Krader 1978:1). Elplanteamiento de Bartra sobre modo de produccin como unatotalidad concreta y no como una categora de alto grado de abstraccin, confunde o intercambia los conceptos de formacin social y modo de produccin, los cuales son entendidos, p>or lo general, como la categora concreta y la categora abstracta, respectivamente. A partir de esta definicin, es fcil para Bartra hablarcon toda tranqu ilidad de articulacin de modos de produccin.

    Otra categora importante en su anlisis es la de acumulacin

    originaria. R. Luxemburgo plante que la acumulacin originariaslo poda darse como una relacin entre el capital y el medioambiente no capitalista (cfr. Luxemburgo 1967:322). Esta situacinse ha prolongado de tal manera que se ha convertido en permanente. En pases subdesarrollados y dependientes hay una continua transferencia que Bartra llama acumulacin primitiva permanente (Bartra 1978:23). Gunder Frank (1977), hablando de lomismo, acua el trmino de acumulacin primaria, al parecerms apropiado.

    La explicacin en trminos de salario, ganancia y renta induce

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    a pensar en la inexorable ruina de la economa campesina conforme se desarrolla el modo de produccin capitalista. Pero estono explica su extraordinaria persistencia y su tendencia a la permanencia en pases del Tercer Mundo. La burguesa industrialest interesada en liquidar a la economa campesina aunque sea

    la principal beneficiaria de la situacin. La tendencia es hacia laproletarizacin; en este sentido el capitalismo no reproduce lascondiciones de extraccin de plustrabajo que realiza con el campesinado.

    Bartra opina que a medida que se haga ms clara la diferenciacin, la condicin proletaria ir definiendo la lucha poltica. Hoyen da los jornaleros viven una poca de transicin en cuantoal carcter de la lucha. Detrs de cada toma de tierra, de cadamarcha, ir apareciendo la lucha autnticamente proletaria, la

    nica capaz de asestar el golpe definitivo a la burguesa y susrepresentantes polticos (cfr. Bartra 1978:172).ngel Palerm considera al segmento campesino como un

    modo de produccin articulado al sistema capitalista dominante.La unidad de produccin campesina no funciona independientemente del sistema global; es una forma de produccin esencialmente depend iente de la sociedad mayor. La dinmica de estesegmento campesino est determinada por el carcter del sistemaglobal, aunque no su naturaleza propia. El modo de produccindominante es el que impone las exigencias al modo campesino yle obliga a adaptarse a ellas.

    El modo de produccin campesino ha demostrado, histricamente, que puede sobrevivir en su situacin de subordinacin,debido a su gran capacidad de adaptacin respecto a las exigencias del modo de produccin dominante. En los hechos todos lospases han form ado su cap ital para la industrializacin partiendode la agricultura. Este proceso histrico de extraccin de plusvala del campo para desarrollar la industria y mantener a las ciudades se realiza de acuerdo a los contextos sociopolticos de cada

    pas. El modelo ingls de acum ulacin orig inaria no es el nico niel ms difundido.En Mxico la expropiacin a la clase terrateniente se hizo a

    travs de la revolucin mexicana, donde el traspaso de tierras nose hizo al estado ni a una nueva burguesa agraria, sino que seestableci un sistema de propiedades ejidales y pequeas propiedades, siendo sta la estructura dominante en el agro mexicano(cfr. Palerm 1968:11).

    * Palerm bosqueja cinco modelos atendiendo a los casos histricos de Inglaterra, Francia, Estados Unidos, Rusia y Mxico (cfr. Palerm 1968:9).

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    En el caso de Mxico la pequea unidad de produccin campesina se ha config urado de tal fo rm a que aprovecha al mximola estructura familiar para poder combinar tres factores que leperm iten sobrevivir: el autoabasto, la venta de mercancas y laventa de fuerza de trabajo. La unidad campesina tiene como ob

    jetivo prim ario el lo grar el autoabastecim iento, pero como esteideal autrquico es imposible de lograr, la unidad campesina recurre a otras actividades como la venta de mercancas, excedenteso produccin comercial, y venta de fuerza de trabajo de alguno(s)de sus miembros de manera temporal o permanente.

    La unidad campesina es despojada de una parte del valor de suproducto al articularse con el sector mercantil capitalista, y es explo tada al vender su fuerza de trabajo, donde genera plusvala,ya sea para la produccin capitalista agrcola, industrial o minera.

    Por otro lado, al propio capitalismo agrario le interesa mantener una situacin tal en la que disponga de la mano de obranecesaria y barata que ser empleada temporalmente. El restodel tiempo en que no es utilizada la fuerza de trabajo lo empleael campesino en su propia produccin parcelaria; de ah la ligazn a la tierra. Tambin algunos sectores industriales, mineros yde la construccin requieren de este tipo de fuerza de trabajotemporal y abundante.

    Para explicar esta situacin Palerm sugiere transformar la co

    nocida frmula de Marx, Mercanca Dinero Mercanca (MDM),para poder aplicarla a segmentos campesinos articulados con lasociedad mayor. La aplicacin de la frmula da pie piara analizarprocesos histricos donde se van dando variaciones en la p roporcin en que se utilizan los factores autoabasto, venta de mercancas y venta de fuerza de trabajo (cfr. Palerm 1980:213). De estemodo, al hacer un anlisis diacrnico se puede ver cul es la tendencia general, cmo se van alternando las relaciones entre elmodo campiesino de produccin y el capitalista, el grado de articulacin que establece el segmento campesino. En cuanto a la

    proletarizacin, sta puede ser progresiva pero no es mecnica ni* Para ser aplicada a segmentos campesinos articulados con la sociedad mayor,

    la frmula MDM tiene que transformarse. Es necesario distinguir las peculiaridades de cada uno de los elementos de la frmula en relacin a los modelos que sedan en la realidad. En un sistema articulado tenemos que empezar por distinguir diversos tipos de mercancas y de dinero;M Mercanca vendida que se produce al modo campesino.M Mercanca adquirida, muchas veces producida al modo capitalista.MT Mercanca trabajo.D Dinero como medio de cambio.D Dinero como medio de cambio y de acumulacin.

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    unidireccional; una revolucin y otros factores pueden trocar elproceso y campesinizar a un sector; si persiste el modo capitalistade produccin, slo ser el reinicio de un nuevo ciclo.

    Combinados los tres factores, el proceso de proletarizacin delsegmento campesino puede quedar ejemplificado en diveras fases:

    1.- Cuando el autoabasto (A) es mayor que la venta de mercancas(M) y la venta de mercancas trabajo (MT): A > M -I- MT

    2.- Cuando la venta de M y el autoabasto (A) son mayores que laventa de MT : A M > MT

    3.- Cuando el autoabasto (A) es menor que la venta de M y MT :A < M -F MT

    4.- Cuando el autoabasto (A) ms M son menores que la venta deMT; A -h M < MT (Palerm 1980:217).

    Parece posible ir ms all de la cuarta fase propuesta por Palerm,es decir, cuando el campesino tiene que vender la tierra y culmina el proceso. Para explicar esta situacin se propone unaquinta fase; venta de la mercanca tierra y liberacin total de lamano de obra; aunque en este caso la frmula se complica, seperm ite vislumbrar la complejidad de relaciones que se empiezana establecer.

    Conclusin

    La discusin reseada no concluye con una solucin definitivadel problema. Las diversas posiciones sobre el futuro del campesinado, el proceso de proletarizacin y el lugar que le corres

    ponde al campesinado en la escena poltica m uestran, a pesar deltiempo transcurrido en la discusin, la complejidad del problemay la dificultad de abo rdarlo. En el caso concreto de Mxico sta seacenta por la condicin de pas subdesarrollado y dependiente y

    por tener de por medio una revolucin.Sintetizando lneas generales es posible concluir algunos puntos bsicos. En una sociedad como la mexicana, donde domina elmodo de produccin capitalista, la sociedad campesina ha sidoconfigurada por el rejuego dialctico entre la forma de produccin campesina y la capitalista dominante. La penetracin capitalista en el campo se ha dado de mltiples modos configurandouna realidad compleja. Ha penetrado en la sociedad campesinaconfigurando un proletariado agrcola temporal sin separarlo desus medios de produccin; se ha relacionado a travs del mer

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    cado, dejando un mbito de especificidad en la produccin de launidad campesina; ha controlado la produccin a travs de sistemas de prstamos y programas de desarrollo; ha desarrolladounidades de produccin capitalista con proletarios permanentes,

    temporales o bajo formas encubiertas, etctera. Dentro de esteproceso de acumulacin, perm anecen en contradiccin la tendencia a la proletarizacin y la de reconfiguracin del campesinado segn los intereses del capital. Todo esto ha llevado a unaconfiguracin poltica del campesinado que lo convierte, por unlado, en una potencia poltica indiscutible, pero que lleva en smismo la contradiccin de ser propietario y proletario, lo cual,entre otros factores, dificulta su organizacin y las posibilidadesde establecer una correcta alianza obrero-campesina.

    Haciendo un breve bosquejo del desarrollo del capitalismo en

    Mxico se puede decir que en tiempos de la colonia la articulacin con la metrpoli exiga una gran produccin de metales preciosos y en torno a sta se configuraba la mano de obra (cfr. Palerm 1980). Posteriormente, la articulacin con el imperialismoexiga productos agrcolas y nuevos materiales, con lo que el latifundio se expandi sobre las tierras comunales y se liber manode obra para la produccin agrcola capitalista, la industria inci

    piente y la minera. Este desarrollo capitalista definido por unadem anda externa enco ntr su mxima expresin du rante el por-

    friato. Con la revolucin se sentaron nuevas bases para el desarrollo capitalista -sin salirse de los marcos de la dependencia y elsubdesarrollo-, reestructurando el aparato del estado, devolviendo al campo la mano de ob ra no absorbida y recargan do sobre una nueva fo rm a de campesinado, fundam enta lm ente la eji-dal, la produccin de bienes de subsistencia. De todo este procesosurge una configuracin social compleja donde se reestructuranlas diversas formas de produccin y aparecen formas nuevas supeditadas y controladas por el capital. Existen form as de produccin no capitalistas y se trabaja bajo sistemas de reciprocidad. La

    proletarizacin reviste form as complejas y combinadas que noimplican necesariamente la separacin del productor de sus medios de produccin, lo que da origen a formas de proletarizacin disfrazada. En el campo los campesinos, por lo general, nopueden ser au tosufcientes, requieren vender fuerza de trabajo,de manera temporal o definitiva, o proletarizar a sectores de lafamilia mientras otros se dedican a la parcela. Su produccinpuede ser consumid a fam ilia rmente , vendid a en el m ercado,o puede estar supeditada a intereses comerciales donde el traba

    jado r adquiere la form a de obrero a domicilio.38

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    Se est ante un capitalismo subdesarrollado y dependiente quepresenta distorsiones y atrofias por su articulacin con el sistemacapitalista internacional. Es la racionalidad capitalista la que genera el subdesarrollo; no se trata de economas duales o de racionalidades distintas. La distorsin tampoco proviene de elementos atrasados. El problema radica en la contradiccin bsicadel subdesarrollo; necesidad de desarrollarse e imposibilidad dehacerlo. La distorsin afecta tambin a la burguesa que es inca

    paz de conducir al pas al desarro llo, pero que sirve de canal detransferencia de plusvala hacia el exterior; y a la clase obrera,que presenta formas encubiertas de proletarizacin, expansindesmedida del ejrcito industrial de reserva, campesinizacinformal y dificultades para encarar correctamente la lucha de clases.

    La penetracin del capitalismo en el campo es un hecho quelibera mano de obra, configura un proletariado agrcola portemporadas y obliga a grandes sectores a producir bienes de subsistencia baratos para el mercado, lo cual redunda en el abaratamiento de la reproduccin de la fuerza de trabajo. Pero el capitalismo no slo se relaciona con la sociedad campesina a travs dela circulacin, penetra en la misma produccin a travs de programas agrcolas, sistemas de prstamos, presiones polticas, etctera. Sin embargo, no tiene las pretensiones ni muestra la tendencia de aniquilar al pequeo productor. La ansiada propiedadde la tierra le resulta, en estos momentos, incmoda y superfluaal capitalista; los pequeos productores independientes resultanser trabajadores a destajo u obreros a domiciiio del conjunto impersonal del sistema capitalista. El capitalismo en la agriculturano se acenta por el desarrollo de la produccin estrictamentecapitalista en la agricultura, sino por el desarrollo de las diversasrelaciones entre la agricultura y el sistema capitalista en su con

    ju nto .Otro aspecto importante es la ficcin que encierra la propie

    dad de la tierra. Como derecho al usufructo la posesin de latierra posibilita sistemas de explotacin que quedan mistificadospor los beneficios que puede aportar la parcela. En cuanto a larenta de la tierra, si se considera a la m ayora de los trabajadoresdel campo como trabajadores a domicilio o a destajo, quien'sacala ventaja es el que se apropia del producto al quedarse con laganancia comercial, el plustrabajo del campesino y la renta de latierra.

    El dinamismo capitalista ha destruido o modificado las formasanteriores y controlado y supeditado las formas nuevas. Satisface

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    sus necesidades sin tener que separar a) productor de sus mediosde produccin como instrumentos de valorizacin del capital. Entrminos de las reales relaciones de produccin en las que se encuentran inscritos, el trabajador agrcola est muy cerca del proletario, pero la propiedad, aunque haya sido vaciada de su con

    tenido, da base para que estos trabajadores se presenten a smismos como traba jadores independientes.*

    El proceso de liberacin de la mano de obra no implica necesariamente la proletarizacin, el capitalismo requiere de un amplioejrcito industrial de reserva, dispuesto a entrar en accin encualquier momento. En pases subdesarrollados este ejrcito hacrecido en forma tal que muchos se preguntan cmo sobrevive.Evidentemente toda la poblacin desocupada se mantiene a smisma trabajando bajo formas de proletarizacin encubiertas,

    generndose autoempleos y aceptando subempleos. Tambin seapoya en los que pueden vender su fuerza de trabajo, a travs deredes de intercambio y apoyo mutuo.

    Para una corriente terica estos sectores son marginados delsistema y la solucin a largo plazo estara en incrementar un desarrollo industrial que genere empleos, y a corto plazo en cubrirlas necesidades bsicas con obras asistenciales (c e p a l cfr. Unikel1975:157). La misma teora ha sido retomada crticamente pormarxistas que opinan que esa masa de poblacin ha sido marginada de la sociedad como fruto de la racionalidad capitalista.

    (Los marginados son ms bien marginalizados, y el sistema no losnecesita ni se aprovecha de ellos.)

    Criticando los lmites de la teora de la marginalidad, incluso lade inspiracin m arxista, lo que hay que buscar es la form a especfica cmo un gran sector de la poblacin se incorpora a las relaciones de explotacin capitalista bajo formas nuevas ms comple

    jas y ocultas.**Las consecuencias polticas de la teora de la marginalidad son

    graves porque ha desviado la lucha de clases de la contradiccin

    fundamental del sistema. Los mejor situados dentro de esta posicin orientan la lucha a niveles de consumo y plantean que losmovimientos urbanos deben apoyar a las luchas obreras. Si consideramos a estas poblaciones no como marginadas sino como integradas al sistema de diversos modos, las posibilidades polticasdel movimiento urbano pueden variar sustancialmente.

    Este proceso tambin se da en los trabajadores urbanos, con las modificaciones que le da su contexto.

    " Esta problem tica ha sido ampliamente discutida en Alonso (ed.) 1980.

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    2. El ejido de San BernabOcotepec

    El pueblo de San Bernab Ocotepec est ubicado al sur delDistrito Eederal, en la actual delegacin Magdalena Contreras.

    Colinda con las delegaciones de San ngel y Alvaro Obregn.Est situado detrs del cerro Papaloteca y a un costado del cerroMesantepe (Cerro del Judo). Dista 31 Km. del cen tro de la ciudad. Su altura es de 2 700-2 800 m. sobre el nivel del mar. Elclima es templado, con un rgimen de lluvias que va de mayoa octubre, siendo ms pronunciadas en junio, julio y agosto.

    La fundacin espaola del pueblo data de 1524, antes tue unasentamiento indgena dependiente de Coyoacn. Se han encontrado en la zona restos arqueolgicos del perodo azteca: basamentos de pirmides, piedras labradas, cermica, etctera.

    Desde 1750 hasta 1924 lindaba por los cuatro vientos con lahacienda La Caada; tena como vecinos a los pueblos de LaMagdalena, San Jernimo y San Bartolo. El ms importante deestos tres era el pueblo de La Magdalena, con el que San Bernabse relacionaba comercialmente y adems era un centro de proletarizacin; existan dos fbricas de tejidos y muy cerca del pueblose encontraba la casa-hacienda de La Caada. El pueblo posea373 Ha. de monte comunal y 87 Ha. como fu ndo legal, de las cuales29 Ha. eran cultivables de segunda y de temporal. Su poblacin

    aproximada era de 130 familias.En 1924, con la Reforma Agraria, el pueblo recibi 383 Ha. deterrenos ejidales expropiados a la hacienda La Caada.

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    La hacienda y la industria afectan a San Bernab

    La hacienda

    Tanto la hacienda como la industria tuvieron una tempranaaparicin en las cercanas del pueblo de San Bernab.

    Los inicios de la hacienda se remontan hacia 1750 (Monografasobre Contreras s/d). Su expansin territorial posterior se logr durante el siglo XIX siguiendo el modelo tpico de crecimiento acosta de las tierras d^e comunidades indgenas aledaas. La hacienda La Caada afect directamente al pueblo de San Ber

    nab que perdi tierras comunales con la expansin de sta. Elpoblado qued completamente rodeado por te rrenos de la hacienda e incluso separ las tierras comunales del pueblo, de talmodo que para ir al bosque comunal haba que atravesar porterreno s de la hacienda. El rea cultivable de la comunidad de SanBernab qued reducida a apenas 29 Ha. (Archivo s r a ) .

    La hacienda La Caada organizaba su produccin en funcin del mercado interno de la ciudad de Mxico. Su produccinera bsicamente de artculos de primera necesidad; maz, frijol,cebada, frutales. La cercana de la ciudad (31 Km.) posibilitaba un

    acceso rpido a los mercados urbanos, lo que facilitaba la comercializacin de los productos.

    La hacienda La Caada posea, en 1920, cuando era propiedad del seor franc isco Medina, 1 100 Ha. de las cuales eran:

    33.15 Ha. de temporal de primera clase243.84 Ha. de temporal de segunda clase292.00 Ha. de temporal de tercera clase129.00 Ha. de monte alto

    163.45 Ha. de monte bajo238.56 Ha. no explotablesTotal \ 100.00 Ha.Fuente: Archivo s r a

    Segn un info rm e analtico sobre La Caad a, hecho en 1926,el cultivo de una hectrea de maz asociado con frijol, en un terreno de temporal y de segunda clase, requera el siguiente tra

    bajo:

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    barbecho 2 yunteros con yuntacurza 1 yuntero con yuntarastra 1 yuntero con yuntasiembra 1 yuntero con yunta y

    5 peones con azadn

    escarda 12 jornale ros de pencosecha 5peones para piscar y

    3 peones para rastrojo y frijoltransporte 4 peones y dos animales de aparejoazote y limpia 2 jornalesdesgrane 5 jornales

    Total 41 jornales

    Como semilla se empleaban 20 litros de maz y 6 litros de frijol.La produccin que se obtena era de 15 hectolitros de maz y 3hectolitros de frijol (Archivo s r a ) .

    La hacienda, ciertamente, cultivaba las tierra de primera clasey posiblemente la mayora de las de segunda clase. Con respectoa las de tercera clase es muy posible que las rentara o que lascediera como parte de pago por trabajo. En ese supuesto, si seconsidera que las tierras cultivadas por la hacienda eran en total277 Ha., y que para todo el proceso productivo de una hectreaeran necesarios 41 jornales aproximadamente, la hacienda requerira de 11 357 jorna les para cultivar todas las hectreas deprim era y segunda clase. Si esto se divide entre 120 das -queseran los 4 meses laborables en la agricultura- da un resultadode 94 jornales diarios. Es decir, la hacienda reque ra de unos 9 ^

    jo rnaleros durante cuatro meses para poder cultivar sus tierras.'Es claro que dada la ubicacin de la comunidad una parte deestos jornaleros provenan de San Bernab. Adems, la haciendanecesitaba de obreros permanentes para los trabajos en la casa-hacienda, la huerta, cuidar el ganado, explotar el monte.

    Por otra parte, la hacienda no slo contrataba jorna leros pe rmanentes o temporales, sino que tambin arrendaba tierras a loscampesinos, al parecer a cambio de trabajo o parte de la cosecha.En el alegato de defensa contra la dotacin de ejidos los hacendados afirmaban que los pobladores de San Bernab utilizan116 Ha. de la hacienda La Caada (Archivo s r a ) .

    El clculo es aproximado tanto porque se han generalizado todos los cultivosa maz combinado con frijol como porque no se han tomado en cuenta otrosfactores.

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    El pueblo de San Bernab posea 29 Ha. laborables y su poblacin aproximada era de 130 familias durante la poca de la hacienda, con lo cual, evidentemente, la poblacin no poda mantenerse.

    El desarrollo capitalista en la agricu ltura que se man ifestaba enese tiempo en el acaparamiento de tierras logr su objetivo inmediato: liberar mano de o bra para el trabajo de la hacienda, dela incipiente indu stria y de los servicios que requ era la ciudad.

    Si se considera que la identidad del campesino est dada, fundamentalmente, por su relacin con la tierra, el fenmeno de lahacienda es un elemento importante en el resquebrajamiento dela comunidad campesina. Los pobladores de San Bernab de

    pendan, en gran parte, del trabajo que podan realizar en la hacienda y de las tierras que pudiesen arrendar.'

    De este modo la hacienda configuraba a la comunidad de SanBernab gen erando ' un tipo de p roletariado adecuado a sus intereses. Las relaciones que establecan con la comunidad eran relaciones capitalistas transparentes cuando pagaba salarios, y relaciones capitalistas encubiertas cuando pagaba en especie o con

    permisos para cultivar tierras.La comunidad giraba en torno a los intereses econmicos de la

    hacienda, los cuales respondan a los de la acumulacin capitalista. La etapa de expansin de la hacienda, a costa de las tierrascomunales de San Bernab, responde al perodo de acumulacinoriginaria de la formacin social mexicana. Proceso que al disociar al productor de sus medios de produccin liber a una gran

    parte de la poblacin activa de San Bernab.En un censo realizado en 1922, para ver si proceda la dotacin

    de ejidos para el poblado de San Bernab, de un total de 179personas en edad de trabaja r, haba;

    35 domsticas1 albail

    71 jornalero s53 agricultores19 ob rero s textiles

    Es decir, del total registrado, 126 pesonas vendan fuerza detrabajo, unos en la hacienda, otros en la fbrica de hilados y teji-

    AI parecer los hacendados invertan poco en la hacienda; en el informe tcnico sobre la hacienda citado anteriormente, dice; slo se expe