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4, lJNiVERSIDAD DE MEXICO o en 1909 ... Poeta, pintor, arqueólo- go, crítico literario y crí- tico de arte, en esas varias facetas de su trabajo, con su inteligencia, su sensibi- lidad, su cultura y buen gusto supo ver a México y ,expresar esa visión en diversas obras. Y téngase en cuenta que México, pa- ra la comprensión elel ex- tranjero, no es país de ac- ceso fácil, ni tampoco el mexicano, que sabe escu- dar su intimidad bajo una cortesía reticente. Dentro de la obra. de / Moreno Villa, la parte que se relacíona con México es la siguiente: como poe- ta, los "Poemas escritos en América", incluidos en el libro La M tísica que lle- vaba (1949), más nume- rosas composiciones, unas de publicación próxima en volumen, en España, con el título Por el Aire hada su Cuna) y otras que han quedado inéditas; como es- critor y crítico literario, el precioso librito Cornu- copia de México (1940); como arqueólogo y crítico de arte, La Escultura C0- lonial Mexicana (1942) y Lo Mexicano en las Artes Plásticas (1948), sin alu- dir a tantos trabajos dis- persos en revistas y perió- dicos; y como pintor, una colección de cuadros y di- bujos, algunos se los cua- les figuraron en exposi- ciones o han pasado a co- lecciones particulares. No nos ocuparemos ahora ele su pintura, ni' de sus versos, aunque entre ellos están las hermosas "Canciones a Xochipili, diosa de las Flores", ni (Pasa a la pago 31) DE MEXICO OBRA DE ¿nostalgia de Andahtda? ... El indio le pm'ece triste ...' Por Luis CERNUDA JOSE MORENO VILLA REFLEJÓ E N LA ... en 1905 ... D ESCONOZCO las reaccIones prIme- o ras entre los espa- ñoles que llegaron a México hacia 1939. Yal hablar de españoles no alu- do al energúmeno nacio- nal, que siempre hallando defectos en su tierra está siempre dispuesto a "pro- nunciarse", aunque tan pronto como se translada a otra también halla en ella defectos innumerables, al mismo tiempo que la suya le parece entonces de perfecciones. Es un ina- daptable más que un ina- daptado. Me refiero sólo al reducido número de poetas y con los que tenía yo amistad anti- gua y a los cuales encontré aquí en 1949. Por esa fe- cha sus reacciones prime- ras ante la tierra mexica- na habían desaparecido bajo la acción de la cos- tumbre. Acaso sean los andalu- ces, de todos los españo:- les, los mejor dispuestos para recibir impresiones nuevas, distinguir entre ellas y apreciar su calidad diferente; acaso también puedan ser los andaluces los más amigos de Méxi- co, los que mejor lo entien- dan. Jo tengo tiempo aho- ra para discutir esa afir- mación, que ofrecida sin base parecerá bastante gratuita; recordaré al me- nos que Manuel Rodrí- guez Lozano me dijo una vez cómo de todos los es- pañoles eran los andaluces aquellos con quienes se lle- vaba mejor. Andaluz era precisamente José Moreno Villa, uno de los más de- cididos a,migos que entre nosotros tiene, México.

E N LA JOSE MORENO VILLA...bellos ejemplos de hierros forjados, que este libro ilus tra con dibujos y fotografías, y los compara con ejemplares españoles correspondientes en estilo

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4, lJNiVERSIDAD DE MEXICO

• • o en 1909 ...

Poeta, pintor, arqueólo­go, crítico literario y crí­tico de arte, en esas variasfacetas de su trabajo, consu inteligencia, su sensibi­lidad, su cultura y buengusto supo ver a Méxicoy ,expresar esa visión endiversas obras. Y téngaseen cuenta que México, pa­ra la comprensión elel ex­tranjero, no es país de ac­ceso fácil, ni tampoco elmexicano, que sabe escu­dar su intimidad bajo unacortesía reticente.

Dentro de la obra. de/ Moreno Villa, la parte que

se relacíona con Méxicoes la siguiente: como poe­ta, los "Poemas escritosen América", incluidos enel libro La Mtísica que lle­vaba (1949), más nume­rosas composiciones, unasde publicación próxima envolumen, en España, conel título Por el Aire hadasu Cuna) y otras que hanquedado inéditas; como es­critor y crítico literario,el precioso librito Cornu­copia de México (1940);como arqueólogo y críticode arte, La Escultura C0­

lonial Mexicana (1942) yLo Mexicano en las ArtesPlásticas (1948), sin alu­dir a tantos trabajos dis­persos en revistas y perió­dicos; y como pintor, unacolección de cuadros y di­bujos, algunos se los cua­les figuraron en exposi­ciones o han pasado a co­lecciones particulares.

N o n o s ocuparemosahora ele su pintura, ni' desus versos, aunque entreellos están las hermosas"Canciones a Xochipili,diosa de las Flores", ni

(Pasa a la pago 31)

DE MEXICO

OBRA DE

¿nostalgia de Andahtda?

... El indio le pm'ece triste ...'

Por Luis CERNUDA

JOSEMORENO VILLA

REFLEJÓE N LA

... en 1905 ...

DESCONOZCO lasreaccIones prIme-

o ras entre los espa­ñoles que llegaron

a México hacia 1939. Yalhablar de españoles no alu­do al energúmeno nacio­nal, que siempre hallandodefectos en su tierra estásiempre dispuesto a "pro­nunciarse", aunque tanpronto como se transladaa otra también halla enella defectos innumerables,al mismo tiempo que lasuya le parece entonces deperfecciones. Es un ina­daptable más que un ina­daptado. Me refiero sóloal reducido número depoetas y escritore~ con losque tenía yo amistad anti­gua y a los cuales encontréaquí en 1949. Por esa fe­cha sus reacciones prime­ras ante la tierra mexica­na habían desaparecidobajo la acción de la cos­tumbre.

Acaso sean los andalu­ces, de todos los españo:­les, los mejor dispuestospara recibir impresionesnuevas, distinguir entreellas y apreciar su calidaddiferente; acaso tambiénpuedan ser los andaluceslos más amigos de Méxi­co, los que mejor lo entien­dan. Jo tengo tiempo aho­ra para discutir esa afir­mación, que ofrecida sinbase parecerá bastantegratuita; recordaré al me­nos que Manuel Rodrí­guez Lozano me dijo unavez cómo de todos los es­pañoles eran los andalucesaquellos con quienes se lle­vaba mejor. Andaluz eraprecisamente José MorenoVilla, uno de los más de­cididos a,migos que entrenosotros tiene, México.

RAFAEL

UNIVERSIDAD DE" MEXICO .

se llega a la belleza por aproxi­mación: "En vano, en vano /rueda la angustia -macilento/ hueco-; / en vano marcanhoras fantasmas los relojes. /Inútilmente / las brújulasapuntan al ocaso".

C V.

VícTOR MANUEL VILLEGAS,

Hierros coloniales de Zacate­caso Instituto de Investiga­ciones· Estéticas. UniversidadNacional Autónoma de Mé­xico. México, 195 5. 162 pp.

Zacatecas es una de las ciu-dades que conservan los másbellos ejemplos de hierrosforjados, que este libro ilus­tra con dibujos y fotografías,y los compara con ejemplaresespañoles correspondientes enestilo. En España el arte delhierro era ya conocido en

tiempo de los celtas. Si el cris­tianismo proporcionó temasnumerosos, los árabes intro-

JaSE(Viene de la. pág. 14)

mejante, que produjo el sigloXVIII en América.

Dos de los grandes Jesui­tas, Abad y Alegre, ensal­zan, a través de la plumade Maneiro, las grandes vír­tudes y talento extraordina­rio de Campoy.

Epílogo.

Hemos dicho muchas cosasacerca de las dotes de almade Campoy y de la índole de­masiado severa consigo mis­mo; añadiremos este solo tes­timonio: habiendo inflamadolos ánimos de muchos J esuítas

dujeron el acero y las formasmusulmanas de cerrajería, ylos judíos ele Cataluña difun-

CAMPOYmexicanos para buscar unamás saludable literatura; y ha­biendo difundido la aficiónpor una cultura universal, sinembargo, por un obstinado si­lencio de todo lo suyo, viviólos diez últimos años de suvida, enfermó y murió en lamás completa pobreza en lacual. empero, se conservósiempre congruente consigomismo v como un héroe defortalez~ inquebrantable. Ver­daderamente. cuando Méxicodé a luz su historia de la res­tauración del buen gusto en lasletras (empl-esa que ojalá aco­metiera alguno), Campoy serádigno de ocupar un lugar en­tre los nombres más ilustres.

dieron nue\'as técnicas: cince­lado en el corta frío, calado'yrepujado. Durante el períodogótico-español se construye­ron hermosas rejas para lascatedrales; pero la época másbrillante de la cerrajería coin­cide con el elescubrimiento deAmérica. A principios elel si­glo XVI se creó el estilo pla­teresco. que se importó a laN ueva España. donde se apli­có el hierro arútico casi enforma exclusiva a la arqui­tectura, y no llegó a superara los modelos españoles.N uestros hierros, en su mayo­ría, corresponden al tipo ex­tremeño, el más sencillo y po­)Jular de todos, y no tienenningún influjo indígena, yaque a los nativos' no les esta­ba permitido adiestrarse eneste oficio.

c. V.

REFLEJO DE MEXICO EN LA OBRA DE JOSE J\10RENO VILLA(Vime de la .pág. 4)

tampoco de sus dos obrassobre escultura colonial yartes plásticas mexicanas;para nuestra intención enesta breve nota es Cornu­copia de México .10 intere­sante. Dicho libro, escritoen un período de tiempo

. qúecubre l6sdos'años"1)ri­meros de su estancia etiMéxico, ofrece, junto conlas primeras reacciones, lasulteriores, cuando (comodice) "México va crecien­do dentro de mí", cuandoel autor está ya "en el pe­ríodo del amor a México,lo que quiere decir que hapasado la fase de la sor­presa". Abarca ahí mu­chos y muy diversos as­pectos mexicanos, aunqueasí diluya un tanto el efec­to: "abarcando mucho acambio de perder en inten­sidad".

El título mismo del li­bro, según el autor, essímbolo de la vida mexica­na y por eso lo ha escogi­do; ya que la vida aquí leparece esencialmente "ro­cocó": muebles, fachadas,trajes populares femeni~nos, charros a caballo enlos paseos públicos, obje­tos diversos, como bande­jas, pulseras, anillos, todolo ve marcado con el sellodel siglo XVIII. "Méxicoes cornucopia por todaspartes: la cornucopia es-resumen del rococó y pro­ducto de contrastes, de cla-

roscuro, de contradiccio­nes". Afirma ante todohaber entrado en México"libre de prejuicios".

Respecto a la impresióntan honda y entrañableque el español puede sentiral oír su lengua habladapor otros pueblos al otrolado del mundo, dice:"Voy creyendo que los me­xicanos tienen todavía, alcabo de los siglos y de loscruces, una dificultad na­tiva para hablar el caste­llano". (Es de MorenoVilla de quien hablo, node mí; pero no puedo ci­tar esas palabras suyas sinindicar al margen 1oopuesto de mi opinión: elcastellano hablado por elpueblo .mexicano me pare­ce en ocasiones más casti­zo, más elegante que el delpueblo español). Ve ahí laposibilidad de que el aná­lisis psicoanalítico hallara,en el lenguaje del pueblo,"lo que había en el fondodel alma mexicana de pe­culiar y obstaculizadorpara pronunciar el idiomaadoptado hace cuatro si­glos". ("Idioma aprendi­do", le oí decir a MorenoVilla, aludiendo al caste­llano hablado en generalpor los americános).

El mexicano le parece"mucho más recatado ycomedido" que el español;insistiendo, en su libro LaEscultura Colonial: "Elmexicano es,. en su trato

y lenguaje, mucho más se­reno, templado y comedidoque el hombre celtíberomedio. Habla bajo; modi­fica las frases españolas,limándoles toda forma au­toritaria o impositiva; damuestras, en suma, decierta preferencia por elaplomo, la corrección, lacortesía, hasta el punto deque un español de esos quese llaman castizos, coloca­do de repente en un círculomexicano, parece un entemelodramático".

La cortesía, la galante­ría y la religiosidad son"tres notas muy fuertesen el carácter mexicano"." o existe el vocabulariosoez que en España". Entres gestos del mexicano(para indicar dinero, se­ñalar medida de tiempo ydar gracias) ve otros tan­tos rasgos de algo comúnen el pueblo: expresividadestática; hieratismo de ra­za.

Sus amistades estabanentre el medio intelectualy las clases acomodadasde la capital (véase el ca­pítulo "En México", de suautobiografía Vida enClaro), pero le fascina, co­mo a tantos extranjeros,el pueblo, el indio. El in­dio es "el hombre acurru­cado", cuyos ojos "tienenuna, gran fogosidad apre­tada". La fortuna del in­dio "está unida a la quie­tud, a la pasividad, al en-

simismamiento"; y surgeasí "la imagen de As ia".Pero no cree que Méxicoequivalga a todo lo que di­cha actitud lleva consigo,porque sólo "hay que tenerpresente tal postura comoíndice étnico". En el fondo(ahí aparece el escritor in­fluido por el 98 y por elrespeto a la actividad in­dustrial anglo-sajona) nole gusta lo que denota;porque para Moreno Villael trabajo es "alegría",olvidando que el trabajocreador del poeta, aunqueno sea remunerado, sí pue­de significar alegría, peroel trabajo monótono y fa­tigoso del pobre, siempremal remunerado, no puedesignificarla.

El indio le parece triste,y frente a esa tristeza, co­mo español que recuerdacosas pasadas, siente re­mordimiento, preocupa­ción de culpabilidad: "Esatristeza secular, cuya cu­ración se me antoja impo­sible, ¿ se debe a mí? Nopuedo creerlo ... Hay ra­zas tristes y razas fáusti­caso y atlnque éstas hayanestado durante siglos so­metidas por una raza duray opuesta a sus naturalestendencias, no pierden suelasticidad, su ímpetu nisu alegría".

Le sorprende el silen­cio en los mercados: "Elsilencio del indio, sus mo­dales suaves y finos", En

plantado a México,' ~Qser­vó y comentó la vida rne­xicana. En otra ocasión ycon más espacio comentarésu' obra (on)o poeta.

... M é...ico ¡ué c~-eciendo dentro de él ...

Distintos aspectos de Málaga

anotaciones rápidas, queno pretenden sino recordaral lector la simpatía y agu­deza con que José MorenoVil:J., pJetJ. ::.ndaluz trans-

el mercado "no se grita,no se canta, no se despide

. con mal humor al visitan­te; nadie ríe, nadie pide.Si se invita a comprar, sehace con maneras modosasy tan simpáticas que sesiente uno dolorido de nopoder acceder a todas lasofertas."

En los juguetes, en lasindustrias _populares deMéxico, "descubre el mis­mo preciosismo meticulo­so, detallista, desde la mer­cera del onix hasta los gra­bados sobre cuero". Ve ahíel amor del pueblo mexi­cano "al juego de la luz ydel color". En el libro LaEscultura Colollial subra­ya eso mismo, con citas deautores de la época, con­c1uyendG: "A -Mendieta leentusiasmaba la capacidad(indígena) de imitación'perfecta; .a nosotros nosinteresa hoy müc1~o más lail,11perfección de esa imi·tación, porque en ella descubre el indígena su ma­nera de hacer y su espí­ritu. "

Halla que la música me­xicana tiene más brío quela del resto de la Américade lengua española. ¿Có­mo concretar esa fogosi­dad de la música mexica­na, y la de los ojos mexi­canos, a. que antes aludi­mos, cün aquella postura::'lll1bólica del h8mbre acu-

rrucado? Moreno Villa veahí la intervención del"¡-histeria de tIéxico",)ocual puede ser cierto, aun­que tal respuesta nos pa­rezca eludir la cuestión.

El escudo miS11.10 de 1é­xico, que sugiere aire (eláguila) agua (la serpien­te, que necesita del agua)y fuego (el sol), es unsímbolo perfecto del país."Un acierto llenó de exac­titud, que sólo puede tenerurl pueblo acostumbrado

. a expresarse en símbolos".y aquí suspendo estas Vista de Málaga