7
145 AAPAUNAM Academia, Ciencia y Cultura www.medigraphic.com ablar de los egipcios me pa- rece extraordinario, por la fuerza y firmeza que le dan a la cul- tura del mundo; por esta razón no me cansaré de agradecer al maestro Jorge Canseco Vincourt, historiador con Licenciatura y Maestría, egresa- do de la UNAM, y arqueólogo, egre- sado de la Escuela del INAH, a quien le apasionaba, entre otros, el tema de Egipto, por lo que decidió realizar estudios en la Sorbona de París, Fran- cia; de él aprendí y me emocioné con sus conversaciones, y de ellas extraje estos interesantes conceptos que nos ilustran sobre la vida y la muerte de los egipcios; gracias, maes- tro y amigo, Jorge Canseco. Cada individuo, con su cotidiana actividad, origina la Historia, a fin de edificar el futuro en donde el Hombre alcance su plenitud. La cultura del Antiguo Egipto es co- nocida por sus tumbas; sabemos la his- toria de los egipcios por las H investigaciones realizadas por antropó- logos, arqueólogos y estudiosos que han conocido, a través de las pinturas, escritos y restos arqueológicos, su or- ganización política, social, económica, sus costumbres para vestir y alimen- tarse, y todo lo que se puede saber de los habitantes de ese lugar; en espe- cial, refiriéndonos a los egipcios por sus tumbas, recordamos durante su larga o corta vida, cómo se preparaban para disfrutar, en el más allá, de las delicias que habían conocido en este mundo; por eso era tan importante cumplir con los rituales tradicionales. En esta oca- sión nos referiremos, en especial, a la costumbre de preparar y seguir, al pie de la letra, los usos funerarios. EL SENTIDO DE LA ETERNIDAD Aspecto básico de la cultura y de la religión del antiguo Egipto fue la firme creencia en la vida de ultratumba. Se consideraba que era la continuación de la vida terrenal y que la muerte no era sino una paralización momentánea, susceptible de ser superada. Todo conducía al desarrollo de un vigoroso concepto de eternidad. En el aspecto geográfico, las crecientes regulares del río Nilo, las condiciones del clima, la serenidad atmosférica y el hecho de disponer de fronteras na- turales permitieron un desarrollo cul- tural en forma continua y pacífica durante un gran lapso. Las condiciones ambientales favo- recieron, desde la época predinásti- ca, una preservación natural del cuerpo de los difuntos, que eran en- terrados en la arena. Es muy probable que la observación de ese hecho condujese a la creencia de una existencia continua. La existen- cia de la creencia en una vida de ultra- tumba ha sido comprobada para un periodo tan antiguo como el quinto milenio a.C. En una fosa poco profun- da se enterraba el cadáver; éste iba acompañado de un ajuar funerario con- sistente en armas e implementos líti- cos, ornamentos, cerámica y ofrendas alimenticias. Todo ello tenía el objeto de que el difunto lo pudiese aprove- char mágicamente en la otra vida. * Prof. de la Facultad de Odontolo- gía UNAM. CULTURA

E · nidad. Es el punto de encuentro en-tre el mundo terrenal y el más allá, asegura el bienestar y la tranquilidad del difunto, quien debe encontrar el equivalente de lo que usó

  • Upload
    others

  • View
    2

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: E · nidad. Es el punto de encuentro en-tre el mundo terrenal y el más allá, asegura el bienestar y la tranquilidad del difunto, quien debe encontrar el equivalente de lo que usó

145AAPAUNAM Academia, Ciencia y Cultura

LA ETERNIDAD EN EL ANTIGUO EGIPTO

www.medigraphic.com

ablar de los egipcios me pa-rece extraordinario, por la

fuerza y firmeza que le dan a la cul-tura del mundo; por esta razón nome cansaré de agradecer al maestroJorge Canseco Vincourt, historiadorcon Licenciatura y Maestría, egresa-do de la UNAM, y arqueólogo, egre-sado de la Escuela del INAH, a quienle apasionaba, entre otros, el temade Egipto, por lo que decidió realizarestudios en la Sorbona de París, Fran-cia; de él aprendí y me emocionécon sus conversaciones, y de ellasextraje estos interesantes conceptosque nos ilustran sobre la vida y lamuerte de los egipcios; gracias, maes-tro y amigo, Jorge Canseco. Cadaindividuo, con su cotidiana actividad,origina la Historia, a fin de edificar elfuturo en donde el Hombre alcancesu plenitud.

La cultura del Antiguo Egipto es co-nocida por sus tumbas; sabemos la his-toria de los egipcios por las

H investigaciones realizadas por antropó-logos, arqueólogos y estudiosos quehan conocido, a través de las pinturas,escritos y restos arqueológicos, su or-ganización política, social, económica,sus costumbres para vestir y alimen-tarse, y todo lo que se puede saber delos habitantes de ese lugar; en espe-cial, refiriéndonos a los egipcios por sustumbas, recordamos durante su largao corta vida, cómo se preparaban paradisfrutar, en el más allá, de las deliciasque habían conocido en este mundo;por eso era tan importante cumplir conlos rituales tradicionales. En esta oca-sión nos referiremos, en especial, a lacostumbre de preparar y seguir, al piede la letra, los usos funerarios.

EL SENTIDO DE LA ETERNIDAD

Aspecto básico de la cultura y de lareligión del antiguo Egipto fue la firmecreencia en la vida de ultratumba. Seconsideraba que era la continuación dela vida terrenal y que la muerte no erasino una paralización momentánea,susceptible de ser superada.

Todo conducía al desarrollo de unvigoroso concepto de eternidad. Enel aspecto geográfico, las crecientesregulares del río Nilo, las condicionesdel clima, la serenidad atmosférica yel hecho de disponer de fronteras na-turales permitieron un desarrollo cul-tural en forma continua y pacíficadurante un gran lapso.

Las condiciones ambientales favo-recieron, desde la época predinásti-ca, una preservación natural delcuerpo de los difuntos, que eran en-terrados en la arena.

Es muy probable que la observaciónde ese hecho condujese a la creenciade una existencia continua. La existen-cia de la creencia en una vida de ultra-tumba ha sido comprobada para unperiodo tan antiguo como el quintomilenio a.C. En una fosa poco profun-da se enterraba el cadáver; éste ibaacompañado de un ajuar funerario con-sistente en armas e implementos líti-cos, ornamentos, cerámica y ofrendasalimenticias. Todo ello tenía el objetode que el difunto lo pudiese aprove-char mágicamente en la otra vida.

* Prof. de la Facultad de Odontolo-gía UNAM.

CULTURA

Page 2: E · nidad. Es el punto de encuentro en-tre el mundo terrenal y el más allá, asegura el bienestar y la tranquilidad del difunto, quien debe encontrar el equivalente de lo que usó

AAPAUNAM Academia, Ciencia y Cultura146

LA ETERNIDAD EN EL ANTIGUO EGIPTO

www.medigraphic.com

Una larga evolución del pensa-miento egipcio condujo al estableci-miento de una concepciónreligiosa-funeraria que fue la carac-terística del Egipto dinástico.

Según la cosmogonía egipcia, elhombre estaba compuesto de mate-ria y espíritu, la personalidad humanaconstaba de cuatro elementos: dosespirituales y dos materiales. Los pri-meros eran el Ka y el Ba; el Ka erauna partícula divina que existía desdeel principio, el Ba nacía con el indivi-duo y corresponde más o menos a laidea occidental del alma humana. Loselementos materiales eran el cuerpoy su sombra (esta última era visibleaunque no fuese palpable).

Al morir el individuo, el Ba y el Kaabandonaban el cuerpo. Era necesa-rio asegurar la unión de ambos ele-mentos en el más allá a fin deasegurar la supervivencia del difun-to, esto se lograba mediante el cultofunerario, pero como el elemento es-piritual estaba ligado en cierta formaal cuerpo, había necesidad de pre-servarlo como base física de dicha su-pervivencia, ya que sin el cuerpo lapersonalidad quedaría incompleta.

EL EMBALSAMAMIENTO

Ese imperativo de mantener unidosa los elementos espirituales con elcuerpo condujo a que el embalsama-miento cobrase gran importancia, al-canzando gran perfección durante elImperio Nuevo.

Existían tres tipos de momificacióna los cuales se podía optar según losrecursos económicos disponibles.

En el procedimiento más costosose comenzaba por extraer el cere-bro a través de las fosas nasales. Lue-go se efectuaba una incisión en elcostado derecho; a través de ella seextraían: el hígado, el estómago, losintestinos y los pulmones.

Estos órganos eran tratados y coloca-dos en cuatro recipientes llamados va-sos canópicos. El corazón se dejaba enel cuerpo, pero sobre él se colocaba un

amuleto en forma de escarabajo quesimbolizaba la renovación de la vida.

El interior del cuerpo era lavado yrellenado con mirra, canela, casia,semillas de flor de loto, esencias aro-máticas y bolas de lino. El cuerpo eracosido y se le dejaba durante setentadías en un baño de natrón seco (car-bonato sódico) a fin de absorber lahumedad, luego se le ungía con gra-sas y aceites, se le maquillaba, se levendaba y se le entregaba a la familia

En el segundo tipo de embalsa-mamiento no se practicaba incisiónalguna, ni se retiraban el cerebro ylas vísceras. Se procedía a inyectarpor vía oral al cadáver con aceite decedro, enseguida se le taponaba de-bidamente y se le colocaba durantesetenta días en natrón. Al terminarese periodo, se le dejaba salir el acei-te, que había disuelto las vísceras yarrastraba consigo sus restos.

El tercer procedimiento estaba re-servado a las clases humildes; se li-mitaba a inyectar algún purganteenérgico que limpiase los intestinosy a colocar el cuerpo en el baño de

natrón a fin de que se desecase. Estoúltimo se limitaba a sólo treinta días.

Las clases más pobres se limita-ban a envolver a sus difuntos en unaestera y a enterrarlos en la arena.

LAS TUMBAS

La tumba es, de acuerdo con la visióndel Antiguo Egipto, la Casa de la Eter-nidad. Es el punto de encuentro en-tre el mundo terrenal y el más allá,asegura el bienestar y la tranquilidaddel difunto, quien debe encontrar elequivalente de lo que usó en vida.De ahí que todo el que disponía delos medios necesarios se preocupaseen vida por hacerse construir lo quesería su morada eterna. La arquitectu-ra egipcia se enfocó básicamente alas tumbas y los templos; ambos ele-mentos se construyeron en piedra afin de asegurar su perdurabilidad.

Durante el periodo dinástico anti-guo, las tumbas reales y de la noblezason del tipo mastaba; constaban de unasección subterránea, encima de la cualse levantaba una construcción rectan-gular con paredes un poco inclinadas.

Cuerpo egipcio momificado.

Page 3: E · nidad. Es el punto de encuentro en-tre el mundo terrenal y el más allá, asegura el bienestar y la tranquilidad del difunto, quien debe encontrar el equivalente de lo que usó

147AAPAUNAM Academia, Ciencia y Cultura

LA ETERNIDAD EN EL ANTIGUO EGIPTO

www.medigraphic.com

El Imperio Antiguo corresponde a la época clásica de laspirámides, se construyeron las mayores y las más importan-tes. La pirámide es la gran aportación arquitectónica de Egip-to; da una impresión de majestuosidad, de monumentalidady de intemporalidad. La primera pirámide es la escalonadade Sakkara, levantada por el faraón Zoser de la III Dinastía.En la IV Dinastía se construyen verdaderas pirámides querepresentan la culminación de una evolución arquitectónicaprovocada por una serie de ideas simbólico-religiosas.

La pirámide es la tumba real durante los Imperios Antiguoy Medio, asegura el descanso eterno del faraón y la inviolabi-lidad de su momia y ajuar funerario, pero también tiene ungran simbolismo. Es el lugar en donde habita el alma delfaraón; la unión del cielo con la tierra; constituye un grantrono solar en cuya superficie lisa y brillante se posa el sol; esuna rampa que permite al faraón ascender al firmamento yacompañar al dios solar en su viaje diurno; es el elementoque consagra la exaltación del faraón difunto, a la vez que esel símbolo del poderío del rey vivo y de su supremacía sobrelos habitantes de Egipto; es la garantía de que el faraón, inter-mediario entre los dioses y los hombres, protegerá a su pue-blo durante su vida y más allá de ella.

Las pirámides más importantes son las de Gizeh, levan-tadas por los faraones de la IV Dinastía; presentan una for-midable masa formada por bloques de piedra calcárea,revestida por una capa de mam-postería que a su vez era cu-bierta con finas lozas. Sumonumentalidad corresponde alhecho de que en el ImperioAntiguo el faraón era un dios-viviente, el único intermediariocon los dioses y el que garanti-zaba la prosperidad del país.

La gran pirámide tenía unaaltura de 147 metros y en subase medía 233 en cada costa-do; actualmente ha disminuidoen unos cuantos metros. Se cal-cula que se emplearon en suconstrucción unos 2’300,000bloques de piedra calcárea, conun peso promedio para cadauno de 2.5 toneladas.

Estas tres pirámides (Keops,Kefrén y Micerinos) fueron con-sideradas una de las siete mara-villas del Mundo Antiguo, y esla única que ha persistido. Entorno a ellas se han formadomultitud de teorías fantasiosas.Se pueden mencionar: teoríasbíblicas, teosóficas, astronómi-cas, matemáticas, etcétera; se

ha pretendido que poseen elementos sobre el futuro de lahumanidad y aun se ha hablado de extraterrestres. Todoello, con gran fantasía, prueba el enorme interés y atractivoque las pirámides, sobre todo la gran pirámide levantadapor el faraón Khufú (conocido también como Cheops oKeops), han ejercido sobre la humanidad.

Durante el Imperio Medio se levantan pirámides másmodestas; bajo el Imperio Nuevo las tumbas reales sonexcavadas en el Valle de los Reyes; la más famosa es ladel faraón Tut-Ankh-Amón, la única cuyo contenido se haencontrado prácticamente intacto.

Las tumbas de los particulares fueron al principio deltipo mastaba; durante las Dinastías IV y V se distribuíanregularmente en las cercanías de las pirámides reales.Más tarde se convirtieron también en hipogeos; llegarona presentar gran variedad, tanto en sus dimensiones comoen la distribución; lo más importante era la cámara fune-raria con el sarcófago. Las paredes de las salas están de-coradas con pinturas o relieves que representan escenasrituales, trabajos agrícolas, caza, pesca, diversiones, etc.

LOS FUNERALES

Al morir una persona, se desarrollaban impresionantes es-cenas de dolor. Se observaba un duelo durante el proceso

de embalsamamiento; al térmi-no de éste, se procedía al fu-neral. Se organizaba un grancortejo en el que figuraban:músicos, plañideras, sirvientes(que llevaban el mobiliario, laspertenencias del difunto y lasofrendas), sacerdotes, la fami-lia y los amigos del difunto. Lamomia era transportada en unaespecie de catafalco tirado porbueyes. El cortejo cruzaba elNilo y se dirigía a la tumba; enésta se procedía a la ceremo-nia llamada «apertura de laboca», y consistía en que lossacerdotes restauraban mágica-mente las facultades del difun-to para que dispusiese de ellasen el más allá. Asimismo, laspinturas y relieves eran trata-dos mágicamente, a fin de quemediante ellos y el ajuar fune-rario, el difunto pudiese dispo-ner en el más allá de todo loque había poseído en la tierra.

Durante los Imperios Antiguoy Medio se colocaban en la tum-ba figurillas de servidores, a finCaja funeraria del periodo tardío.

Page 4: E · nidad. Es el punto de encuentro en-tre el mundo terrenal y el más allá, asegura el bienestar y la tranquilidad del difunto, quien debe encontrar el equivalente de lo que usó

AAPAUNAM Academia, Ciencia y Cultura148

LA ETERNIDAD EN EL ANTIGUO EGIPTO

www.medigraphic.com

de satisfacer las necesidades de su amoen el más allá; a partir del Imperio Nue-vo, estas figurillas se hacen en serie,tienen las mismas características y sonconocidas como los «ushabtis». Las tum-bas reales contenían centenares de ellos.

A partir del Imperio Medio se di-fundió el culto a Osiris. El alma del di-funto debía presentarse a un juicio anteOsiris y 42 jueces; si era justificada suconducta en este mundo, el alma eraadmitida al reino subterráneo regido porOsiris, mundo luminoso con canales yríos. En caso contrario, era entregada aun monstruo que la devoraba.

En el juicio, Osiris se encontrabaflanqueado por dos divinidades feme-ninas: Isis y Nephtis; la primera era suesposa y hermana. Paralelo al juiciode los 42 jueces, el corazón del di-funto es colocado en el platillo de unabalanza, en tanto que el otro platillolo ocupa la pluma de Maat, diosa dela verdad. El dios Anubis es el encar-gado de llevar a cabo dicho pesaje,en tanto que el dios Thot anuncia aOsiris el resultado del mismo.

TEXTOS FUNERARIOS

En el antiguo Egipto existieron nume-rosos textos funerarios relacionadoscon el difunto y el más allá. Al princi-pio estaban consagrados exclusivamen-te a asegurar la supervivencia delfaraón, luego su uso se extendió a losparticulares. Se pueden mencionar: lostextos de las pirámides, los textos delos sarcófagos, el libro de los dos ca-minos, el libro de lo que hay en laDuat, el libro de las puertas y otros.

El Libro de los Muertos es uno delos más importantes y conocidos; suuso se generaliza a partir del ImperioNuevo; una selección de sus textos yviñetas era colocada en la cámara se-pulcral, contenía una serie de fórmu-las, encantamientos, himnos y letaníasdestinados a guiar y proteger al difuntoen su viaje de ultratumba, asegurarleuna vida tranquila y estable, satisfacersus necesidades y enseñarle cómo evi-tar los peligros.

Los ejemplares de los papiros quecorresponden a este libro presentanvariantes entre sí; nunca se colocó eltotal de textos que comprenden unas190 fórmulas; sólo hasta tiemposmodernos se ha publicado como uni-dad, dividido en capítulos.

El Libro de los Muertos describe alDuat o mundo inferior, que estabadividido en 12 regiones correspon-dientes a cada una de las 12 horasde la noche; era atravesado por unrío y cada región estaba separada delas otras por fuertes puertas que te-nían terribles guardianes.

En la época tardía se multiplicanlas fórmulas mágicas y es importanteel Libro de las Respiraciones.

LA MOMIFICACIÓN

Evolución e importancia

La creencia en una vida de ultratum-ba, los rituales funerarios y la momi-ficación son algunos de los rasgos máscaracterísticos de la cultura del Anti-guo Egipto. Se consideraba que la vidaen el más allá era la continuación dela vida terrena; por tanto, la muerteno era sino una paralización momen-tánea, susceptible de ser superada.

En la prehistoria, entierros neolíti-cos muestran la existencia de la ideade la supervivencia del difunto; se ca-van fosas muy sencillas, ovales o rec-tangulares; en ellas se deposita el

Momia egipcia embalsamada.

cadáver; generalmente yace sobre sucostado derecho, flexionado, como enel seno materno; la cabeza va orienta-da hacia el sur, con la cara vuelta haciael oeste. El difunto va acompañado porofrendas que comprendían: alimentos,armas, objetos de cerámica y piedra,ornamentos, etcétera. Ello demuestrala finalidad de proveer a las necesida-des del difunto, que forzado a aban-donar este mundo conserva susrequerimientos. En numerosos casosse ha encontrado que se practicó undesmembramiento ritual del cuerpoantes de proceder a la inhumación.Han surgido numerosas hipótesis paraexplicar este desmembramiento, peroninguna de ellas ha sido lo bastanteconvincente para prevalecer. Se haapuntado que ese ritual puede refle-jarse más tarde en ciertas concepcio-nes del mito de Osiris.

Pronto cesó la práctica del desmem-bramiento corporal y se conservó in-tacto el cadáver; durante el periodopredinástico, las sepulturas son senci-llas, las fosas se cavan en los bordesdel desierto y se cubren con arena. Nose emplea ningún tipo de ataúd; portanto, las condiciones climáticas y laarena seca producen una momificaciónnatural, en la cual se realiza una deshi-dratación del cuerpo sin que se pre-sente la descomposición.

Es imposible saber el concepto queel Egipto predinástico tenía acerca dela vida en el más allá. Sin embargo, la

Page 5: E · nidad. Es el punto de encuentro en-tre el mundo terrenal y el más allá, asegura el bienestar y la tranquilidad del difunto, quien debe encontrar el equivalente de lo que usó

149AAPAUNAM Academia, Ciencia y Cultura

LA ETERNIDAD EN EL ANTIGUO EGIPTO

www.medigraphic.com

presencia de las ofrendas permite concluir que creían posi-ble que el difunto utilizase la comida y bebida depositadas,así como el conjunto de objetos que lo acompañaban.

Posiblemente se dedujo, del estado de conservaciónde los cuerpos depositados en las fosas, que era necesarioconservar el cuerpo para garantizar la vida en el más allá; aello se iría integrando un elemento espiritual a medidaque se desarrollaban las creencias religiosas.

El periodo dinástico antiguo trajo una serie de cambios: elpueblo en general continuó enterrando a sus muertos ensencillas fosas cubiertas con arena; en cambio, los faraones ylos miembros de la clase dirigente comenzaron a ser sepulta-dos en tumbas cavadas profundamente y recubiertas con pie-dra, ladrillo o madera. Ello produjo efectos desastrosos; privadosdel contacto con la arena, los cuerpos ya no se deshidrata-ban, se descomponían rápidamente y sólo quedaban los hue-sos. Se intentó recurrir a métodos artificiales y se produjeronlos primeros ensayos de momificación. Fueron muy elemen-tales, ya que se limitaban a envolver el cuerpo con lienzos yvendajes impregnados en resina. Los resultados fueron muypobres y se hizo necesario recurrir a nuevos procedimientos.

Durante el Imperio Antiguo, a principios de la IV Di-nastía, se perfeccionaron las técnicas y se inició el arte dela momificación o embalsamamiento, se procedió a prac-ticar una incisión en el cuerpo para extraer las vísceras y secomenzó a usar el natrón como deshidratante.

Al principio, el proceso sólo se aplicaba al faraón y alos miembros de la familia real, luego el faraón empezóa autorizar a los dignatarios y nobles a participar de esebeneficio, de tal manera que el número de cuerpos mo-mificados aumentó considerablemente. Fue durante elImperio Medio, con la difusión de la doctrina de Osiris,que se popularizó la momificación y se extendió a todoaquél que podía cubrir los gastos consecuentes. Sin em-bargo, los resultados no eran del todo satisfactorios y elestado de las momias dejaba mucho que desear.

El Imperio Nuevo contempló el perfeccionamiento dela momificación y ya fue posible conservar los rasgos facia-les del difunto. La XXI Dinastía, perteneciente al TercerPeriodo Intermedio presenta el clímax del desarrollo delas técnicas momificatorias. Al final de la XXVI Dinastía,Saíta, con el advenimiento del dominio persa, se presentauna rápida declinación de los métodos empleados, demanera que las momias de las últimas dinastías se en-cuentran en mal estado.

La palabra momia deriva del vocablo árabe «mumia» o«mumiya» que se emplea para referirse al betún. Al pare-cer se aplicó porque las momias de la época tardía, malembalsamadas, eran negruzcas y quebradizas, ya que ha-bían sido tratadas con betún. Por otra parte, parece que elbetún fue empleado por los bizantinos en el embalsama-miento de sus difuntos. La palabra egipcia para designar ala momia es «sahu» y significa envolver en vendas.

La importancia de la momificación y la necesidad deconservar el cuerpo se debe a que éste era el lazo deunión de los elementos espirituales y materiales. La visióndel antiguo Egipto consideraba que el universo estaba in-tegrado por espíritu y materia. El cielo era la morada de losseres espirituales; la tierra, la parte material; en ellos elhombre tenía una posición intermedia entre los seres es-pirituales y los materiales, ya que su personalidad consta-ba de elementos de ambas clases.

El aspecto espiritual estaba representado por el Ka, elAkh y el Ba. El aspecto material correspondía al Khet ocuerpo, compuesto de polvo, y al Shut, que era la som-bra, compañera del cuerpo.

El Ka es un elemento espiritual difícil de precisar. Es elsoporte de la vida espiritual y material. Se considerabaque era como una especie de chispa divina, de existenciaanterior a la del hombre. Su energía vital y sustentadoradaba vida al ser humano vida que se mantenía mientraséste estuviese unido a su Ka. Todos los egipcios, desde elfaraón hasta el último de sus súbditos, poseían un Ka queles brindaba protección a partir del momento de su naci-miento. Masperó ha descrito al Ka como un doble perfec-to del ser al cual estaba ligado.

El Ka era inmortal; por tanto, abandonaba al individuo enel momento de la muerte; por ello, para referirse a la muertede alguien, se decía que había ido al encuentro de su Ka.

LOS AMULETOS

Constituían una parte muy importante en el aspecto de lascostumbres y creencias del Antiguo Egipto. De hecho, to-dos los egipcios los usaban en vida. Eran objetos mágicosque podían protegerlos de las enfermedades y los peligros,de los días nefastos y los maléficos. En el caso de los difun-tos, el embalsamamiento aseguraba la protección física delcuerpo y los amuletos garantizaban que el difunto sobrevi-viría intacto y con todas sus posibilidades en el más allá.

Los amuletos funerarios se colocaban en las vendas de lamomia, en el interior del sarcófago y en la cámara funeraria.Eran semejantes a los usados en la vida cotidiana. Había unagran variedad de amuletos: tan sólo un papiro cita 75 clases.Cada amuleto tenía un uso específico. De acuerdo con lasindicaciones de la familia del difunto, se procedía a colocaren la momia un cierto número de amuletos, cuyos materia-les iban de acuerdo con las posibilidades de los deudos. Losmás costosos se hacían en piedras finas, por ejemplo el lapis-lázuli, carnelita, serpentina, esteatita, turquesa y otros. Losde más valor eran ejecutados en metal, sobresaliendo los deoro, ya que ese metal precioso no sufre alteraciones con eltiempo y, por tanto, se creía que podía extender esa cualidadal difunto. El material más popular para la manufactura deamuletos era la fayenza; se producían en molde en grandescantidades; su producción era llevada a cabo bajo una serie

Page 6: E · nidad. Es el punto de encuentro en-tre el mundo terrenal y el más allá, asegura el bienestar y la tranquilidad del difunto, quien debe encontrar el equivalente de lo que usó

AAPAUNAM Academia, Ciencia y Cultura150

LA ETERNIDAD EN EL ANTIGUO EGIPTO

www.medigraphic.com

de estrictas normas elaboradas por elsacerdocio.

Los egipcios disponían de dospalabras para designar a los amule-tos, una de ellas era «udju» que pue-de traducirse por «completo», y hacealusión al hecho de que debían man-tenerse completas las facultades delindividuo en esta vida y en la otra.El otro vocablo es «mekt», traduci-ble como «protector»; hace clara re-ferencia a la función del amuleto.

Entre los miles de amuletos en-contrados, son numerosos los queconstituyen verdaderas obras de arte;los más abundantes son miniaturas;eso permite colocarlos en gran nú-mero; una fórmula mágica les resti-tuye su tamaño normal a fin de quebrinden la protección adecuada.

En algunos amuletos la fuerza mági-ca protectora era producto de la invo-cación a la deidad que representaban.En otros casos, esa fuerza protectoraactuaba a través de la magia simpáticaque permite transmitir la cualidad re-presentada en el amuleto. Muchosamuletos eran usados por vivos y muer-tos, pero algunos se utilizaban exclusi-vamente para ser colocados en lamomia. Los amuletos que, por lo ge-neral, se colocaban entre el vendajede la momia eran los siguientes:

Escarabeo. Amuleto en forma deescarabajo; era uno de los más popu-lares; su uso data del Imperio Medio.El glifo que correspondía al escaraba-jo se pronunciaba kheper, que signifi-ca «existir»; así, el escarabeo asegurabauna existencia continuada.

Era muy importante colocar, en elpecho de la momia, una inscripción cuyafinalidad era evitar que, durante la ce-remonia del pesaje del corazón, éstepudiese declarar contra su propietario.

En el Libro de los Muertos, estetipo de escarabeos generalmente sedescribe como de piedra verde.

Ojo Udjat. Es uno de los amuletosfunerarios más importantes; su formaes la de un ojo estilizado de halcón.Pertenece al dios Horus, hijo de Osi-ris, quien de acuerdo a la tradición, sos-

tuvo una serie de combates contraSeth, hermano y asesino de Osiris.Durante la contienda, Horus perdió unojo que se fragmentó en sesenta pe-dazos; el dios Thot reconstruyó el ojoy lo devolvió a Horus. La palabra «ud-jat» significa estar en buena salud, se-guro y feliz. El amuleto proporcionabaestabilidad y seguridad a quien lo usa-se, en la vida y en la muerte.

Amuleto en forma de corazón. Seproducía en diferentes tipos de pie-dra. Su importancia deriva del hechode que el corazón era considerado lafuente de la vida y de la inteligencia.Varios capítulos del Libro de los Muer-tos se refieren al corazón del difunto.

Ankh. Era el símbolo de la vida; lapalabra ankh significaba a la vez vida yespejo. Era usado por los vivos y depo-sitado en la momia; lo más frecuentees que aparezca en forma de pendien-te, que forman parte de un collar encompañía de otros amuletos.

Pilar Djed. Representa la colum-na vertebral de Osiris, por ello a me-

Vasos canópicos.

nudo se elabora en hueso. Era cono-cido como el «Tet», palabra que signi-fica firmeza, estabilidad; asegurabaesas cualidades al difunto. Su co-nexión con Osiris hacía su uso exclu-sivo para los muertos. Se le colocabaen el cuello de la momia.

Nudo de Isis. Amuleto designadocon el nombre de «Thet». Se relacio-na con la diosa Isis; según algunos au-tores, puede representar el útero dela diosa.

Cetro en forma de papiro. Esteamuleto tiene la forma de un tallo depapiro; generalmente se elabora enfayenza verde; a veces lleva inscritoun capítulo del Libro de los Muertos.Se le designa con la palabra «uadj» quesignifica florecimiento. Se colocaba enel cuello del difunto para que le confi-riera juventud y virilidad. En ocasionestambién podía ir en el pecho.

Posa-nucas. Reproduce en miniaturaa los posa-nucas en madera o piedraque se colocaban bajo la cabeza de lamomia para que sirviesen de soporte.

Page 7: E · nidad. Es el punto de encuentro en-tre el mundo terrenal y el más allá, asegura el bienestar y la tranquilidad del difunto, quien debe encontrar el equivalente de lo que usó

151AAPAUNAM Academia, Ciencia y Cultura

LA ETERNIDAD EN EL ANTIGUO EGIPTO

www.medigraphic.com

Corresponde al modelo en made-ra usado por los egipcios en la vidacotidiana. Este amuleto se colocabaen la parte posterior de la cabeza.

Amuleto en forma de dos dedos.Representa a los dedos índice y me-dio; generalmente se elaboraba en he-matita o en obsidiana. Se le atribuíauna fuerza curativa mágica y restaura-ba las heridas abiertas en el cuerpodel difunto en el proceso del embal-samamiento.

Amuleto en forma de cabeza deserpiente. Se le colocaba en la mo-mia, a fin de que lo protegiese en elotro mundo y evitara que fuese ata-cado por serpientes.

Los cuatro hijos de Horus. Eraimportante colocar entre los venda-jes del difunto, amuletos que repre-sentaban a los cuatro hijos de Horus,ya que eran los protectores de lasvísceras. A menudo, estos amuletospresentan agujeros para ser fijados alvendaje; usualmente se les colocabaen el pecho de la momia.

SARCÓFAGOS

El nombre de sarcófago deriva de lapalabra latina «sarcophagus» que pro-viene de una expresión griega forma-da por los vocablos «sarkos» y«phagein», que significan, respectiva-mente, «carne y comer».

Debido a su función, la de conte-ner y proteger a la momia, el sarcó-fago ocupa un lugar de granimportancia en las tumbas del anti-guo Egipto. Era la verdadera moradadel difunto; se le designaba con elnombre de «nebankh» que puede tra-ducirse como «señor de vida».

En el periodo predinástico antiguose recurre a pieles de animales paraenvolver a los difuntos y enterrarlos;más tarde se dispone que el muertosea envuelto en esteras; y hacia losfinales del predinástico se dispone desarcófagos elaborados en tierra cocidao a base de tablas. Estos materiales,de costo económico, fueron usados porla población humilde durante todo el

periodo histórico; en ocasiones la gen-te pobre recurría a una sencilla ánforaque contenía el cuerpo del difunto.

En el periodo dinástico y en el Im-perio Antiguo se emplean sarcófagos demadera para contener la momia, sonrectangulares y la etapa puede ser pla-na o abovedada. Aparecen los sarcófa-gos exteriores para los faraones y nobles;son en piedra y en su interior se depo-sita el sarcófago de madera.

El primer periodo intermedio presen-ta en general sarcófagos de madera,decorados con columnas de diferentescolores; al parecer representan facha-das de edificios; estas decoraciones ar-quitectónicas van acompañadas detextos funerarios. Durante el ImperioMedio se continúa con dichas caracte-rísticas, pero ya aparecen sarcófagos do-bles; a menudo van decorados con ojosen el exterior, a fin de que el difuntopueda ver lo que le rodea.

A partir del Imperio Nuevo hay uncambio importante: aparecen los sar-cófagos momiformes, la ornamenta-ción es muy variada. Es muyimportante reproducir los rasgos fa-ciales del difunto con la mayor exac-titud y en el momento de apogeo,ya que hay una finalidad mágico-reli-giosa para asegurar que el Ba o almadel muerto pueda identificar la mo-mia del cuerpo que le pertenece. Enla decoración destacan viñetas delLibro de los Muertos; van acompaña-das de las inscripciones adecuadas yde pinturas que representan símbo-los y amuletos; también puede ha-ber divinidades conectadas con elculto a los muertos. Los ricos podíandisponer de dos o tres sarcófagos mo-miformes; uno de ellos, el exterior,contenía al resto. También podía ocu-rrir que un sarcófago dispusiese dedos o tres tapas. Los sarcófagos delos faraones continúan siendo depo-sitados en sarcófagos exteriores depiedra de forma rectangular; algunosson momiformes en la XX Dinastía.

Los sarcófagos de las Dinastías XXI ala XXVI presentan una gran variedad dedecoración. A menudo las viñetas se

disponen de dos grupos en sentido ver-tical; van separadas por inscripciones co-locadas en la parte central. En muchoscasos las momias van cubiertas con ta-pas de cartón y lino que también pre-sentan decoración, frecuentemente dedeidades protectoras. Se difunde la cos-tumbre de pintar escenas que repre-sentan el pesaje del corazón, y al Bavisitando al cuerpo en la tumba.

Después de la Dinastía XXVI decaebastante el aspecto artístico de los sar-cófagos; el trabajo es menos cuidado-so; las escenas representadas no tienenla minuciosidad de detalles que en laépoca anterior. La decoración es engeneral sencilla y estereotipada.

En el periodo ptolemaico, los sar-cófagos exteriores de piedra son debuena calidad; se logra un excelentepulimento que recuerda las obras delImperio Antiguo. En algunos casos secubre el sarcófago con escenas e ins-cripciones finamente grabadas. Abun-dan las escenas mitológicas y los textosdel más allá, entresacados del Librode los Muertos; todo ello debía garan-tizar al difunto una vida segura des-pués de la muerte.

Durante el periodo romano era co-mún fabricar sarcófagos rectangularesde madera con tapa plana; sobre ellase pintaba el rostro del muerto. Es muyraro encontrar inscripciones del Librode los Muertos: estos sarcófagos sonmuy sencillos, incluso de tosca manu-factura; a menudo las inscripciones sonininteligibles. Durante el periodo ro-mano, también se recurrió a fabricarsarcófagos enteramente de cartón quese recubrían de estuco.

BIBLIOGRAFÍA

1. Canseco VJ. Métodos de Momifi-cación, 1995.

2. Bails J, Maleck J. Egipto Dioses Tem-plos y Faraones. 1968.

3. Champdor Albert «Le Livre des Mor-tis». Ed. Albin Michel. París, 1963.

4. David Rosalie. Mysteries of theMommies. Ed. Scribners Sons. NewYork, 1978.

5. Arne E, et al. El Antiguo Egipto, 1984.