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 Polis 13 (2006) Concentración y poder mundial ................. ................. .................. ................. .................. ................. .................. ................. .................. ................. .................. ................. .................. ................. .................. ................. ......... Pablo Razeto Barry Ecologismo, mística y delimitación del universo moral ................. ................. .................. ................. .................. ................. .................. ................. .................. ................. .................. ................. .................. ................. .................. ................. ......... Advertencia El contenido de este sitio está cubierto por la legislación francesa sobre propiedad intelectual y es propiedad exclusiva del ed itor . Las obras publicadas en este sitio pueden ser consultadas y reproducidas en soporte de papel o bajo condición de que sean estrictamente reservadas al uso personal, sea éste ci entífico o pedagógico, excluyendo todo uso comercial. La reproducción deberá obligatoriamente mencionar el editor, el nombre de la revista, el autor y la referencia del documento.  T oda otra reproducción está prohibida salvo que exista un acuerdo previo con el editor, excluyendo todos los casos previstos por la legislación vigente en Francia. Revues.org es un portal de revistas de ciencias sociales y humanas desarrollado por Cléo, Centre pour l'édition électronique ouverte (CNRS, EHESS, UP, UAPV). ................. ................. .................. ................. .................. ................. .................. ................. .................. ................. .................. ................. .................. ................. .................. ................. ......... Referencia electrónica Pablo Razeto Barry, « Ecologismo, mística y delimitación del universo moral », Polis [En línea], 13 | 2006, Publicado el 14 agosto 2012, consultado el 23 febrero 2015. URL : http://polis.revues.org/5471 ; DOI : 10.4000/polis.5471 Editor : Centro de Investigación Sociedad y Politicas Públicas (CISPO) http://polis.revues.org http://www.revues.org Documento accesible en línea desde la siguiente dirección : http://polis.revues.org/5471 Document generado automaticamente el 23 febrero 2015. La pagination ne correspond pas à la pa gination de l'édition papier. © Polis

Ecologismo, Mística y Delimitación Del Universo Moral

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Mística

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  • Polis13 (2006)Concentracin y poder mundial

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    Pablo RazetoBarry

    Ecologismo, mstica y delimitacin deluniverso moral................................................................................................................................................................................................................................................................................................

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    Referencia electrnicaPablo RazetoBarry, Ecologismo, mstica y delimitacin del universo moral, Polis [En lnea], 13|2006, Publicadoel 14 agosto 2012, consultado el 23 febrero 2015. URL: http://polis.revues.org/5471; DOI: 10.4000/polis.5471

    Editor : Centro de Investigacin Sociedad y Politicas Pblicas (CISPO)http://polis.revues.orghttp://www.revues.org

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    Polis, 13 | 2006

    Pablo RazetoBarry

    Ecologismo, mstica y delimitacin deluniverso moral

    1 Aparentemente hay una primera dificultad en hacer dialogar la ciencia y la epistemologa conla mstica*. sta radica en que la mstica no es una disciplina de estudio racional, ni menosacadmica, en cambio la ciencia y la epistemologa s los son. Por lo mismo, tanto en cienciacomo en epistemologa, se exige, y hoy en da ms que nunca, que se aclaren precisamente (olo ms posible) los conceptos que se utilizan. Pero en la mstica no.

    2 Pese a esto, con respecto a la mstica, nos puede ayudar una obra (recin traducida al espaolel ao pasado) del filsofo y epistemlogo alemn Ernst Tugendhat, llamada Egocentricidady Mstica: Un estudio antropolgico, donde intenta estudiar la mstica siguiendo fielmentela academia analtica de la filosofa (caracterizada por la tradicin anglo-norteamericana),intentando aclarar las ideas en torno a lo que la mstica es, ha sido y sobre lo que puede decirlea un ser humano de la actualidad sobre el mundo y sobre cmo vivir en l.Hoy da quiero hablar de una particular relacin que creo existe entre la mstica, la tica y laecologa (o ms bien, el ecologismo), pero el centro de esta exposicin es la ecologa y sobretodo la llamada tica ambiental1.Quiero plantearles la tesis de que la mstica, la tica y el ecologismo tienen algo en comn,que consiste en que las tres presentan una perspectiva holista en su interior: una referenciadirecta a un universo, un todo. Pero para eso debemos partir dejando en claro a qu nosreferimos cuando hablamos de mstica.

    3 Voy a tomar del libro de Tugendhat, slo lo necesario para tener una definicin clara y generalde mstica. Tugendhat toma en cuenta las msticas principalmente de la India y Asia Oriental,como el Taosmo, el Vedanta, el budismo Theravada, el Yoga Sankhya, el budismo Zen yalgunas msticas occidentales, y propone que la mstica consiste en: 1) zafarse del aferramientovolitivo (de la avidez o de la preocupacin), y 2) hacerlo prestando atencin al universo. Lasmsticas buscan suspender la voluntad humana que est abocada a la multiplicidad y dispersinde los asuntos de la vida. Dicho de otra manera: la mstica es lo contrario a la egocentricidad.Entendida sta como el hecho de que cada uno de nosotros tenemos conciencia de nosotrosmismos y de que somos el centro de nuestras propias vidas (lo cual no debe confundirse conel egosmo: nuestras propias preocupaciones pueden ser tanto egostas como altruistas, peroson todas egocentristas). La mstica, entonces, consiste en trascender o relativizar la propiaegocentricidad (p. 10), caracterstica que es nica de los seres humanos que usan la palabrayo (algo que no hace el resto de los animales).

    4 Junto con esto, en la mstica aparece la conciencia de una totalidad, desde cuya perspectivauno mismo resulta aparecer como una parte y, particularmente, una parte nfima. Por esto,podemos decir que la mstica se caracteriza por tener una conciencia holista, que incluso,en algunos casos, puede llegar a buscar una identificacin con el todo (una especie deinmersin meditativa, como en la mstica occidental no religiosa o el Vedanta en la India).

    5 Algo que a primera vista me pareci curioso, es que algunos filsofos han caracterizado a latica (o moral) de una manera bastante similar. El filsofo australiano Peter Singer, destacaque la vida que se rige por principios ticos es justamente aquella en que se posterga y sesubordina el inters propio, abrindose a los otros desde una perspectiva universal. Dichode otra manera, algunos filsofos creen que la tica es lo contrario al egosmo. Singer planteaque cuando la tica y el inters propio parecen enfrentados, es cuando nos afrontamos a laeleccin radical (p. 14): la mayora de nuestras elecciones en la vida cotidiana se realizanen el interior de un marco o conjunto de valores. Si quiero mantenerme en forma salgo a trotaren las maanas en vez de quedarme viendo televisin y tomando cerveza en la casa. Puestoque deseo ayudar a conservar un ambiente limpio, me uno a una organizacin dedicada aconcientizar a la gente. Puesto que quiero tener una profesin bien pagada y asegurada, estudiouna carrera universitaria en vez de dedicarme a pasear de vacaciones. Pero debemos notar que,

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    en todas estas elecciones, los valores fundamentales se dan por sentados, y la eleccin consisteen encontrar los mejores medios para lograrlos (p.14). En cambio, en las elecciones radicalesson los propios valores fundamentales los que estn en juego. Ya no elegimos dentro de unmarco que presupone que slo buscamos potenciar al mximo nuestros intereses, ni uno que dapor sentado que haremos lo que consideramos ticamente mejor. Al contrario, lo que hacemoses elegir entre posibles formas de vida: aquella en que el inters propio ocupa el primer lugar,o aquella en que la tica es lo ms importante, o quiz optamos por un compromiso entreambas (p.15).

    6 La mstica y la tica, por lo tanto, se relacionan particularmente en que ambas afrontan demanera similar la confrontacin con uno mismo y los propios deseos. La conciencia ticay la conciencia mstica tienen en comn un caracterstico distanciamiento de los individuoscon respecto a s mismos, abrindose a una perspectiva holista, en que los propios intereses ypreocupaciones son vistos desde la perspectiva de un todo, del cual uno mismo es solo unaparte. Sin embargo, existe una diferencia fundamental entre ambos: el todo de la concienciamstica es ilimitado, es un todo total, universal, entendido en el sentido ms amplioposible. Y justamente el todo (o si se quiere el Todo) no tiene un lmite que excluya nada,puesto que no hay nada que no sea parte del Todo.

    7 Por el contrario, el todo de la tica (propio de su perspectiva holista), refiere a un particularuniverso moral, que necesariamente incluye y excluye, y por tanto presenta constitutivamenteun lmite. Desde el punto de vista tico es evidente que no es lo mismo que partamos una piedraporque tenemos curiosidad de ver lo que hay adentro (un posible fsil, por ejemplo), a quepartamos una persona para ver lo que tiene adentro (qu comi al almuerzo, por ejemplo). Nopodemos hacerlo porque el hombre es parte del universo moral, pero la piedra no. La necesidadde establecer una delimitacin clara del universo moral es central en las problemticas de ticay biotica ms contingentes. Y es aqu donde quiero centrar la discusin.

    8 En problemticas sobre el aborto, la clonacin, la pastilla del da despus, etc. se buscaestablecer desde qu momento consideramos inmoral la experimentacin o el aborto deembriones humanos. En tica ambiental, se ha planteado el problema de la inmoralidad dela destruccin de bosques o de daos al ecosistema, llegando incluso a postularse la validezde los derechos de la naturaleza o los derechos de los ecosistemas (con lo cual, lo quese est proponiendo es que la naturaleza misma sera parte del universo moral con derechos).Se ha planteado tambin el tema de las restricciones (e incluso prohibiciones) que ticamentedeben establecerse sobre la experimentacin con animales, apelando a los derechos de losanimales. Lo que plantea tambin resolver cul es el lmite dentro del reino animal en quese ha de establecer el lmite de los derechos morales (son parte del universo moral tanto losperros como las ratas, los peces, las moscas y los caros? Y qu pasa con los rboles, lasmontaas y las nubes?).

    9 Esta necesidad de lmite en la tica (aquello que la diferencia radicalmente de la mstica) esalgo de la mayor importancia y algo a lo que se enfrenta el ecologismo y las luchas socialespor la proteccin ambiental y animal. El ecologismo comparte con la tica y la mstica, unaconciencia holista, pero creo que no ha sido plenamente comprendido que, a nivel moral,el ecologismo debe plantearse seriamente el problema de establecer los lmites del universomoral que est detrs de su accin. Las razones morales para proteger un bosque pueden sermuchas, pero a la vez muy distintas entre s. Es distinto proponer: Cuidemos el ecosistemaque si no, vamos a vivir consecuencias desastrosas para nosotros! O Cuidado, que nuestrosnietos y bisnietos van a sufrir las consecuencias de nuestra negligencia! o Protejamosaquello que tiene valor (para nosotros o en s mismo)! O decir: Defendamos los derechos delos ecosistemas, los derechos de la naturaleza, ellos tienen tantos derechos como nosotros!.Esta ltima, es la perspectiva que est siendo defendida por movimientos sociales como lallamada Ecologa Profunda o la Liberacin Animal. Ellos plantean que la naturaleza o,para otros, slo los animales (o por lo menos algunos de ellos) deben ser defendidos en cuantoa sus derechos, de la misma manera que defendemos a los seres humanos o a nuestros hijos. Enel caso de los animales se propone que se suspenda o limite drsticamente la crianza masivade cerdos, pollos, etc., as como la experimentacin cientfica con ratas y otros animales,

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    y en algunos casos se exige el vegetarianismo estricto. La fuerza de estas propuestas estaumentando progresivamente en el mundo (y muy notoriamente en Estados Unidos y Europa)y es importante hacerse cargo de las razones que apoyaran o sustentaran estas exigenciassociales.

    10 Con respecto a este muy importante y fascinante tema, aqu solo quiero plantear un asuntoque me parece de vital importancia y que tiene relacin con lo que hemos hablado sobre lamstica, la tica y el ecologismo. El holismo que la conciencia ecolgica comparte conla tica y la mstica suele tomarse acrticamente, dejando totalmente difuso el hecho de quedebe establecerse un lmite dentro del cual entren los asuntos morales referentes acerca desi tendran que haber derechos que intrnsecamente deban proteger a los ecosistemas, alos animales, etc. Si bien los perros y otros mamferos inspiran particular ternura a muchaspersonas, muchos otros mamferos y vertebrados no inspiran ternura, y para qu decir otrosanimales. Sin embargo, la justificacin de por qu un perro posee un derecho intrnseco y noun pez o un insecto, no puede ser simplemente la ternura que nos inspira. La poca claridadracional sobre los lmites de la moral puede ser altamente peligrosa a nivel social. La simplepreocupacin o sensibilidad por el ecosistema o los animales no debe mantenerse sin un clarosustento racional coherente.

    11 Un ejemplo de esto, lo podemos encontrar en algo que muy pocas veces se menciona, y que nohabra que olvidar: la primera legislacin sobre los derechos de la naturaleza y de los animales,y hasta ahora la ms enrgica en la proteccin de los derechos de los animales, fue promulgadaen la Alemania Nazi entre los aos 1933 y 1935. En un discurso Adolfo Hitler declara: Enel nuevo Reich no debe haber cabida para la crueldad con los animales (Ferry 1994, p.146),y las tres leyes promulgadas en noviembre de 1933, julio de 1934 y julio de 1935 se realizanpor encargo de Hitler, y posteriormente son redactadas en conjunto en 1939 bajo el ttulo: Elderecho alemn de la proteccin de los animales. Todo esto concordaba con los deseos denumerosas y poderosas asociaciones ecolgicas de la poca, al tiempo que se cometan lasatrocidades ms grandes contra seres humanos indefensos.

    12 Con esto no quiero decir que la proteccin a los animales o la preocupacin por el ecosistematengan que asociarse a concepciones polticas de tan nefasta envergadura, slo quiero hacernotar que una conciencia ecolgica acrtica, que no resuelva claramente las razones quesustentan la dignidad y los derechos de los individuos morales, ms all de los sentimientosde ternura y compasin (que aunque importantes, no son suficientes), tiene el riesgo decompatibilizar peligrosamente con visiones antihumanistas, que siguen presentes hasta hoyen da.

    13 En la actualidad, la visin que el hombre occidental tiene de s mismo ha decadotremendamente, y un espritu antihumanista se ha expandido por las sociedades modernas.Algunos filsofos defensores de los animales plantean ideas como que todos los animales(y entre ellos el hombre) son iguales. No es tan difcil explicar la expansin social de estasideas, en un mundo en que el hombre ha perdido en extremo la dignidad que alguna vez lositu al centro del universo.

    14 El ecologismo tiene elementos msticos y tambin elementos ticos. Pero creo que puede llegara ser peligroso y negligente dejar la preocupacin ecolgica abierta a un universo ilimitado,a una idea vaga y difusa de simple proteccin al medioambiente. Si bien la mstica nos enseaa distanciarnos y abrirnos hacia ms all de nosotros mismos, la tica racional nos enseaque tal apertura a nivel moral debe estar limitada de tal manera que quienes estn adentro deluniverso moral sean respetados y protegidos con tal energa, que no puedan ser reemplazadosni sacrificados por los intereses de algunos. Por lo tanto, concluimos (y con esto termino) quenuestra conciencia y nuestra accin ecolgica, debe resolver claramente el lugar que el hombreocupa dentro de la preocupacin por el medioambiente. El carcter difuso que la concienciaecolgica tiende a compartir con el misticismo, debe subordinarse a (si no, reemplazarse por)el necesario carcter limitado de la tica. La conciencia ecolgica se enfrenta hoy a unatensin entre su aspecto mstico y su aspecto tico. Si no ha de optar simplemente porun ecologismo tico, en vez de por un ecologismo mstico, entonces debe por lo menosintegrarlos de una manera coherente y ticamente justificada. Creo que esta tarea slo puede

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    llevarse a cabo mediante un abordaje crtico y responsable que tanto los cientficos como losfilsofos deber realizar a nivel acadmico y cada uno de nosotros a nivel personal.

    Bibliografa

    Ferry, Luc (1994), El Nuevo Orden Ecolgico: El rbol el animal y el hombre, Turquets, Barcelona.

    Mayr, Ernst (1998 [1995]), As Es la Biologa, Debate, Madrid.

    Tugendhat, Ernst (2004 [1997]), Egocentricidad y Mstica: Un estudio antropolgico, Gedisa, Barcelona.

    Singer, Peter (1995 [1993]), tica para Vivir Mejor, Ariel, Barcelona.

    Notas

    * Ponencia presentada en el coloquio: Mstica, Ciencia y Nuevas Epistemologas, en el Centro deEstudios Ambientales y Escuela de Graduados, Universidad Austral, Valdivia. Diciembre, 2005.

    Para citar este artculo

    Referencia electrnica

    Pablo RazetoBarry, Ecologismo, mstica y delimitacin del universo moral, Polis [Enlnea], 13|2006, Publicado el 14 agosto 2012, consultado el 23 febrero 2015. URL: http://polis.revues.org/5471; DOI: 10.4000/polis.5471

    Autor

    Pablo RazetoBarryFacultad de Ciencias, Universidad de Chile. Facultad de Filosofa y Humanidades, Universidad JesuitaAlberto Hurtado

    Derechos de autor

    Polis

    Resmenes

    La conciencia tica, la conciencia mstica y la conciencia ecolgica tienen en comnun caracterstico distanciamiento de los individuos con respecto a s mismos. Se trata de laapertura a una perspectiva holista, en que los propios intereses y preocupaciones son vistosdesde la perspectiva de un todo, del cual uno mismo es slo una parte. Sin embargo existeuna diferencia fundamental entre ellos: el todo de la conciencia mstica es ilimitado, encambio el todo de la tica (y con ella, del ecologismo) refiere a un particular universo moral,que necesariamente incluye y excluye, y por tanto presenta constitutivamente un lmite. Laimportancia de la delimitacin del universo moral se evidencia en el peligro que plantea unaconciencia ecolgica que no tenga claras las categoras morales bajo las cuales est sujeto unindividuo que est dentro o fuera de este lmite. Una conciencia ecolgica que acrticamentepresente un holismo difuso corre el peligro de no aclarar precisamente las razones por lascuales los individuos deben ser moralmente protegidos, y por tanto debilita el estatus moral destos. Adems, se arriesga a relativizar al extremo el valor de los seres humanos, propiciandoun peligroso antihumanismo encubierto.

    cologisme, mystique et dlimitation de lunivers moralLa conscience thique, la conscience mystique et la conscience cologique ont encommun une distanciation caractristique des individus lgard deux-mmes. Il sagit de

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    souvrir une perspective holiste dans laquelle les propres intrts et proccupations sontperus comme un tout au sein duquel chacun ne constitue qu une partie. Cependant, ilexiste une diffrence fondamentale entre eux : le tout de la conscience mystique est limit,tandis que le tout de lthique (et avec celle-ci, celui de lcologisme) se rfre un universmoral particulier, qui doit ncessairement inclure et exclure et prsente, par consquent, unelimite constituante. Limportance de la dlimitation de lunivers moral devient vidente dansle danger dune conscience cologique nintgrant pas de claires catgories moralesdesquelles dpend un individu lintrieur ou lextrieur de cette limite. Une consciencecologique qui prsente de manire acritique un holisme diffus prend le risque de ne pasclairer prcisment les raisons pour lesquelles les individus doivent tre moralement protgs,et ainsi, affaiblit le statut moral de ces derniers. De plus, cela peut comprendre le risque derelativiser lextrme la valeur des tres humains, favorisant un dangereux antihumanismedissimul.

    Environmentalism, mystical and delimitation of the moral universeThe ethical conscience, the mystical conscience and the ecological conscience have incommon a characteristic farness of the individuals in regards to themselves. It is related to theopening of an holistic perspective, in which our own interests and worries are seen throughthe perspective of a whole of which oneself is only a part. Nevertheless, a fundamentaldifference exists among them: the wholeness of the mystical conscience is unlimited, butthe wholeness of the ethics (and thus, of ecologism) refers to a particular moral universe,which necessarily includes and excludes, and therefore presents, constitutively, a limit. Theimportance of the delimitation of the moral universe is made explicit in the danger establishedby an ecological conscience that has no clarity about the moral categories under whichthe individual is bond to consider himself inside or outside that boundary. An ecologicalconscience which noncriticly presents a diffuse holism is under the risk of not being able toclarify precisely the reasons by which individuals should be morally protected, and thereforeweekening the moral status of these. Furthermore, it risks to bring up an extreme relativinessto the value of human beeings, favoring a dangerous undercovered antihumanism.

    Entradas del ndice

    Palabras claves :holisme, conscience cologique, mystique, thique, transcendanceKeywords :holism, ecological conscience, mistics, ethics, trascendencePalabras claves :holismo, conciencia ecolgica, mstica, tica, trascendencia