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Junio 2005 3 EDITORIAL HOMBRES ILUSTRES N uestro comentario de hoy versa rá sobre los hombres ilustres que formaron parte de la Sociedad Teosófica en España desde los albores de la misma y que no sólo dieron lustre a la Institución sino que colaboraron ac- tivamente en su expansión dando a co- nocer sus enseñanzas en la tierra árida de nuestra Península donde era pecado transgredir las reglas y normas de una Iglesia que, para bien o para mal, seguía imponiendo sus criterios y sus doctri- nas a mansalva sin que nadie, ni siquie- ra los poderes políticos imperantes pu- dieran o quisieran hacer nada para evi- tarlo. Corrían tiempos muy difíciles por aquel entonces y sin embargo no pode- mos olvidar que los personajes que in- trodujeron las enseñanzas teosóficas en España y el Orientalismo en general, fueron dos próceres de la clase más ele- vada de la sociedad de aquella época. Todos sabemos quien era D. José Xifre, amigo particular del rey y destacado ar- quitecto catalán hijo de un rico indiano que había hecho su fortuna en Cuba, y quien era D. Francisco de Montoliu y de Togores, de la casa marquesal de Montoliu, en Tarragona, hijo de una de las mejores familias. Montoliu murió a los treinta y tres años, como Cristo, no sin haber contribuido valerosamente a la expansión del conocimiento teosófico en su propia patria, traduciendo las obras de Blavatsky, en especial La Doctrina Secreta que no dejó de producir un im- pacto tremendo en la intelectualidad de la época aunque muy poco pudo hacer- se para que su divulgación no fuera ta- chada de corrosiva y hereje entre los bienpensantes católico-romanos de la época. Francisco de Montoliu era ingenie- ro de Puertos y Caminos del Estado y vivía en Madrid. Su relación con la Teo- sofía se remonta a los primeros tiempos de la Sociedad en Europa, cuando, con la autorización de la propia Blavatsky se dispuso a traducir y dar a conocer sus obras al público español. Todos sabemos que a instancias de ella, D. José Xifré, que era discípulo directo de HPB desde su larga estancia en París donde trabó conocimiento con ella y con sus enseñanzas, fue a encon- trarse con un personaje en Madrid que, humildemente, le había pedido permiso a HPB para traducir al castellano sus obras. Conocemos lo que surgió de este en- cuentro de los dos prohombres y de cómo ambos unieron sus fuerzas y sus capacidades para, con el tiempo, fundar

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EDITORIAL

HOMBRES ILUSTRES

Nuestro comentario de hoy versará sobre los hombres ilustres queformaron parte de la Sociedad

Teosófica en España desde los alboresde la misma y que no sólo dieron lustrea la Institución sino que colaboraron ac-tivamente en su expansión dando a co-nocer sus enseñanzas en la tierra áridade nuestra Península donde era pecadotransgredir las reglas y normas de unaIglesia que, para bien o para mal, seguíaimponiendo sus criterios y sus doctri-nas a mansalva sin que nadie, ni siquie-ra los poderes políticos imperantes pu-dieran o quisieran hacer nada para evi-tarlo.

Corrían tiempos muy difíciles poraquel entonces y sin embargo no pode-mos olvidar que los personajes que in-trodujeron las enseñanzas teosóficas enEspaña y el Orientalismo en general,fueron dos próceres de la clase más ele-vada de la sociedad de aquella época.Todos sabemos quien era D. José Xifre,amigo particular del rey y destacado ar-quitecto catalán hijo de un rico indianoque había hecho su fortuna en Cuba, yquien era D. Francisco de Montoliu yde Togores, de la casa marquesal deMontoliu, en Tarragona, hijo de una delas mejores familias. Montoliu murió alos treinta y tres años, como Cristo, no

sin haber contribuido valerosamente ala expansión del conocimiento teosóficoen su propia patria, traduciendo las obrasde Blavatsky, en especial La DoctrinaSecreta que no dejó de producir un im-pacto tremendo en la intelectualidad dela época aunque muy poco pudo hacer-se para que su divulgación no fuera ta-chada de corrosiva y hereje entre losbienpensantes católico-romanos de laépoca.

Francisco de Montoliu era ingenie-ro de Puertos y Caminos del Estado yvivía en Madrid. Su relación con la Teo-sofía se remonta a los primeros tiemposde la Sociedad en Europa, cuando, conla autorización de la propia Blavatskyse dispuso a traducir y dar a conocer susobras al público español.

Todos sabemos que a instancias deella, D. José Xifré, que era discípulodirecto de HPB desde su larga estanciaen París donde trabó conocimiento conella y con sus enseñanzas, fue a encon-trarse con un personaje en Madrid que,humildemente, le había pedido permisoa HPB para traducir al castellano susobras.

Conocemos lo que surgió de este en-cuentro de los dos prohombres y decómo ambos unieron sus fuerzas y suscapacidades para, con el tiempo, fundar

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en España un selecto número de Ramasteosóficas que, posteriormente, repre-sentaron el núcleo de la SociedadTeosófica aquí.

Pero en el entretanto también sur-gieron otros próceres no menos dignospor desconocidos. Por ejemplo, está ennuestro recuerdo el Dr. Roviralta yBorrell, médico de profesión y bien si-tuado en Barcelona quien, aunque do-minaba el inglés, cuando tuvo conoci-miento de la existencia del Bhagavad-Gitâ, uno de los apéndices místicos dela gran epopeya El Mahabharata, la granobra épica de la India, no contento conleerlo en su traducción inglesa y sabien-do que el original estaba escrito ensánscrito, se desplazó a la India dondevivió durante algún tiempo para apren-der allí ese antiguo idioma y poder tra-ducir directamente la maravillosa obrasánscrita, orgullo de todos los hindúesque se precian por el amor a su pueblo ya su cultura.

Roviralta y Borrell tradujo al caste-llano directamente del sánscrito elBhagavad-Gitâ y hoy en día está consi-derada entre los teósofos como una delas mejores traducciones del mismo.

Este es otro de los personajes queconoció, se enamoró y vivió las ense-ñanzas teosóficas en su época. Hubotambién otro personaje, D. José Granésy Fa, presidente de la que fue la RamaBarcelona de las ST, una de las cuatroque figuraron en el nomenclator de lasRamas teosóficas de esa ciudad y quecontribuyó también a la expansión delconocimiento teosófico gracias a suscuidadas traducciones de los textos, al-gunos de los cuales han llegado hasta

nuestros días.En Madrid hubo también grandes

personajes que entregaron su vida y susesfuerzos a la causa teosófica. D. Ma-nuel Treviño fue uno de ellos, continua-dor de la tarea emprendida por D. Fran-cisco de Montoliu –que había sido elfundador de la desaparecida Rama Ma-drid a la que amó tanto–, y quien tuvoun triste final a causa de un malenten-dido político consecuencia de la GuerraCivil Española de 1936.

Y así podríamos estar hablando deuna y otra persona destacada de aquellaépoca, el primer tercio del siglo XX.

Pero lo que nos ha llamado la aten-ción, hojeando las páginas de La Van-guardia del día 2 de mayo de 2005, esque uno de sus mejores cronistas,Gregorio Morán, hace alusión a un vie-jo teósofo, seguramente desconocido porolvidado para nosotros, cuyo nombre eraViriato Díaz-Pérez. Gregorio Morán locita con orgullo como uno de los cuatrohombres más distinguidos de la culturaespañola entre el siglo XIX y el XX.Vamos a ver cómo lo describe él en elsiguiente párrafo:

...También al olvidadísimo ViriatoDíaz-Pérez (1875-1958), madrileño,masón y teósofo, hombre distinguido enla cultura española en el tránsito entreel XIX y el XX, escritor abundantísimoque se codeó con Clarín, Valera,Menéndez y Pelayo, Blasco Ibáñez... yque fue nada menos que el representanteen España de la Teosofía de MadameBlavatsky, una leyenda de la época, ala que trató personalmente y tradujo,cuyas doctrinas siguió hasta que cedióel cetro de la representación de la Teo-

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DESDE LA ATALAYA Radha Burnier

sofía en España a Roso de Luna, otrotipo como para contarlo. Pero el talViriato se marchó a Paraguay y allí im-partió doctrina e incluso le otorgaroncátedra universitaria ¡durante cincuen-ta años!, que se dice pronto.”

Pensamos que aunque Viriato Díaz-Pérez puede que sea un auténtico des-conocido para nosotros dentro de laintelectualidad teosófica de la época quehemos estado citando, tal vez haya lle-gado el momento de tenerlo presente yañadirlo a la lista de nuestros teósofosespañoles ilustres.

Rindamos pues tributo a su memo-ria y recordemos siempre que la ST con-

tribuyó por medio de grandes figuras depersonajes imborrables, a incorporar enel acervo humano del conocimiento en-señanzas que no tienen parangón por suprofundidad y su alcance. Y recordemosque en España hemos tenido la suerte, apesar de los muchos avatares surgidos araíz de los cuarenta años deoscurantismo franquista, de disponer deunas personas que se interesaron por laTeosofía y que contribuyeron desde elalto pedestal de su conocimiento y en-trega, a la difusión de unas enseñanzasque siempre serán un patrimonio y quenos han ayudado mucho a todos.

C.B.

¿Pueden calificarse los valoresuniversales?

Los valores o realidades que exis-ten en las esferas espirituales intangiblesy profundamente subjetivas no puedencalificarse. Tal vez no podemos califi-car nada de lo que está fuera de la esfe-ra del tiempo, porque no está sujeto a lacondicionalidad.

La justicia, por ejemplo, forma par-te de la naturaleza del universo. Todo semantiene en un estado de equilibrio;cada criatura tiene el mismo potencialpara crecer hasta llegar a la perfección;y todos los seres vivos reciben lo que

les pertenece, según lo dictamina la Leydel Karma. Nada de lo manifestado que-da fuera del campo del principio de lajusticia que gobierna la manifestación.Naturalmente no es algo que se puedapercibir ni tocar, pero existe eternamen-te. Por consiguiente, el significado dela palabra misma se pierde cuando lapalabra se califica, como pasa cuandola gente habla de la justicia socialista,de la justicia comunista o de cualquierotro tipo de justicia. Igualmente, la cien-cia, que significa el conocimiento puro,no puede calificarse. No puede existiralgo a lo que llamar ciencia americana,

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ciencia china o ciencia india. El cono-cimiento es conocimiento y no es mejorni peor según sea su procedencia geo-gráfica o de otro tipo.

La compasión, la verdad y todos losvalores que son eternos y que no se ha-llan bajo el control del pensamiento ode la intención humanas están en unacategoría que es totalmente distinta a lascategorías del mundo impermanente delos fenómenos, que pueden calificarsey llegar a distorsionarse completamen-te. La ley puede ser hindú o británica,porque la ley es el producto de la mentehumana. Pero la justicia no lo es y, porlo tanto, es pura y no modificable pornaturaleza.

En este contexto, podemos pregun-tarnos si la Teosofía, una palabra quesignifica sabiduría divina o sabiduríaeterna, puede calificarse. ¿Sirve de algohablar de “Teosofía original”? La sabi-duría eterna no tiene ni principio ni fin.Es un estado puro del conocimiento, dela inteligencia suprema que actúainfaliblemente porque es pura einmaculada y produce el bien para to-dos. Una persona en concreto, un con-cepto determinado o una disertaciónsobre la Teosofía pueden ser brillanteso incluso inspiradores, pero no puedencalificarse como Teosofía original mien-tras se trate de algo verbal o conceptual.Para ser original, la sabiduría a la queapunta la palabra “Teosofía” tiene queser un poder vivo, una inteligencia be-nefactora.

Quizás HPB se refería a esto cuan-do hablaba de “la verdad viva”. Es erró-neo pensar en la sabiduría como algo novivo; si no es un estado vivo, no puede

llamarse sabiduría. HPB pudo haber ex-perimentado la sabiduría en sus momen-tos elevados y haberle dado expresióncon palabras, pero una persona que leeo repite sus palabras no se imbuye, porello, de sabiduría ni tiene derecho a juz-gar qué es la “Teosofía original”. Ade-más, la pregunta de dónde se originó laTeosofía, puesto que HPB dijo que ellahabía presentado la síntesis de una sa-biduría antigua que no pertenecía a na-die ni a ninguna época en particular, nopuede dejarse de lado.

El libro del Sr. Geoffrey Hodson ti-tulado Teosofía Básica sugiere otra ca-lificación que nos plantea más pregun-tas. Muchos miembros de la ST posible-mente conozcan la frase que dice que laSabiduría Divina es como un océano ili-mitado en el cual los gigantes puedensobresalir pero también los niños pue-den vadear sin riesgos. Vadeando o enaguas muy profundas, cada uno tiene laoportunidad de revitalizarse en las mis-mas aguas frescas y energéticas del océa-no. Pero se puede perder la oportunidadde varias formas. O, cambiando la me-táfora, podemos compararlo con la ex-periencia del cucharón en la olla de lasopa, que no sabe cuál es el sabor de lasopa. Algunas personas pueden verseengañadas y llegar a creer que han ad-quirido esta sabiduría porque han cap-tado algunas ideas o incluso todas lasideas que vienen en gruesos tomos; pero¿realmente están experimentando lasaguas vivas de la verdad? Después depisarlo, tal vez el niño que se salpica conun charco disfruta de un goce más ver-dadero y está externa e internamente másrefrescado.

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Hay maneras sencillas de enseñar lasabiduría antigua, y cuando ésta acabapor impregnar totalmente la concienciade una persona, todas sus relaciones yel resto de su vida adquieren una nuevacualidad. Esta persona tal vez no seaconsiderada como un teósofo por loscultos y los arrogantes, pero se la puededistinguir, de todas formas, por una ac-titud básica que merece el nombre de“teosofía” más que cualquier erudiciónbrillante.

Tomemos como ejemplo una simpleidea sobre la que insistió C.W.Leadbeater. El hombre no es un cuerpoque posee un alma; sino un alma o atmaque lleva puesto un cuerpo; el cuerpo sesustituye como lo hacemos con la ropacuando ya no nos sirve. Al carecer deesta mínima sabiduría, son muchísimaslas personas que se enfrentan con innu-merables problemas y con días y añosde infelicidad de uno u otro tipo. Porotra parte, si esta mínima parte de Teo-sofía se asimila bien, ni la vejez ni lamuerte nos aterrarán; no habrá luchaspor conseguir y poseer cosas; tampocoexistirán los celos, las envidias ni lacompetitividad, etc; el sexo no será unproblema, ni tampoco el deseo de comercosas exquisitas. Cada uno de nosotrospuede descubrir por sí mismo la formaen que esta simple forma de medicinaespiritual cura la mente de muchas en-fermedades. A a esta manera de vivirarmoniosa, tranquila y sin miedos, quesurge cuando nos damos cuenta de todoesto, la podríamos definir como “Teo-sofía básica”.

También podemos llamarla Teoso-fía original, porque cualquier parte de

la extensa y eterna sabiduría, al impreg-nar la conciencia de una persona y darforma a su estilo de vida, es original;actúa desde dentro, a diferencia de losconceptos y citas recogidos de otras par-tes que, tal como las definíaKrishnamurti, son solamente “de segun-da mano”.

La originalidad es uno de los pode-res ocultos que hay en cada ser vivo, yque esperan para revelarse a que vayandesapareciendo los obstáculos para sumanifestación. La naturaleza básica dela vida consiste en expresarse de formasoriginales; por esto se dice con razón que“Cada hombre es el camino absolutopara sí mismo...... (Luz en el Sendero).Todos los grandes Maestros de la Sabi-duría Eterna lo han explicado cada unoa su manera. “La Enseñanza Una la pre-sentan los sabios de formas múltiples”,dicen los Upanishads.

Los devotos y exponentes de la Sa-biduría Antigua también hablan de ella,cada uno con su propia lengua, correc-tamente, incorrectamente o parcialmen-te, comunicando lo que cada uno vecomo un hecho o como la verdad. Nadieen particular tiene la exclusiva para de-clarar lo que es la “Teosofía original” nipara exigir que los demás lo acepten.Una de las características más valiosasy distintivas de la ST es el ambiente delibertad que impera en ella para buscarla verdad y descubrirla cada uno por símismo, por más arriesgada que sea laforma, por más ardua que sea la tarea.La Teosofía original no puede sobrevi-vir cuando la asfixia el fanatismo, losdogmas y la imposición de una autori-dad espiritual o incluso intelectual.

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Los peligros ocultosSir Martin Rees, el astrónmo real

británico, en su libro titulado NuestroSiglo Final, ha indicado de manera muyprecisa los enormes peligros que correla humanidad, mientras va avanzandosin tregua en la ciencia y la tecnología.Estos peligros no se limitan ya a las con-secuencias de una guerra nuclear o aldesarrollo de armas convencionales mássofisticadas. Se están contemplandotambién otras formas de destrucción le-tal, que implican un peligro mucho ma-yor. Con el tiempo, habrá muchas máspersonas que tengan acceso al conoci-miento y al simple equipo necesariospara causar una destrucción masiva deestas nuevas maneras, sin tener todas lascomplicaciones que implica efectuar unafisión nuclear o fusión para liberar ener-gía. La ingeniería genética, lananotecnología y las armas químicas ybiológicas, pueden ser usadas con pro-pósitos nefastos incluso por las perso-nas que tienen un pequeño laboratorio.

La revista del Centro Indio de Cien-cia y Tecnología, en su número del 15de Febrero de 2005, habla de “inquie-tantes revelaciones” publicadas por laprestigiosa revista inglesa New Scientist.Entre las distintas ideas que, al parecer,presentó al pentágono el laboratorio delEjército del Aire americano de Dayton,Ohio, con el fin de recabar fondos, ha-bía la propuesta de conseguir que la pielde las tropas enemigas fuera insoporta-blemente sensible a la luz del sol; la defabricar un producto químico que cau-sara “una halitosis crónica”; y la de fa-bricar armas químicas para atraer ejér-citos de ratas rabiosas o avispas enfada-

das que acabaran con las posiciones delas tropas. Pero el peor diseño que apa-recía en esos documentos clasificadosera el de un arma química afrodisíacaque obligaba irresistiblemente a los sol-dados enemigos a sentir una pasiónsexual el uno por el otro, rompiendo conello toda disciplina y moral, ¡una pro-puesta asombrosa viniendo de autorida-des que condenan tan vehementementela homosexualidad! El ciudadano mediono tiene manera de saber qué se preparadetrás de bastidores, no sólo para ma-tar, sino para corromper, humillar y con-fundir al enemigo.

En el mismo número de la revistamencionada, nos informan del enormeproblema creado por esta práctica tancomún que consiste en usar pañalesdesechables con los bebés, un peligropara la sociedad en el que nunca se ha-bía pensado. Parece ser que un niño ne-cesita entre 6 y 10 mil pañalesdesechables antes de poder prescindir deellos. Solamente en Estados Unidos, seentierran cada año 18 billones de paña-les. Cada uno de ellos tarda 500 años endescomponerse debido a las capas devinilo, a las gomas elásticas, al velcro,al envoltorio de plástico etc, todo lo queasegura la impermeabilidad y la facili-dad de uso. Parece que todos estos pa-ñales enterrados son un buenísimo cal-do de cultivo para virus de todo tipo, quepueden pasar a los roedores y a otrascriaturas. Cada bebé consume 4.5 árbo-les solamente en pañales. Y los mismosbebés sufren frecuentes irritaciones.

Muchas veces el progreso parecesignificar la comodidad, a corto plazo,de una generación; en este caso, la de

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las madres que desechan cientos de pa-ñales usados en vez de lavar pañales detela como se hacía antes. Lo que les ocu-rra a las futuras generaciones cuando sehayan acumulado montañas de estos ar-tículos no le preocupa a nadie. Tal vezya no quedará espacio en la tierra paraenterrarlos, una tierra continuamentecontaminada por basuras y desechostóxicos de distintos tipos. Para loshedonistas de la época moderna, cuyoprincipal interés son las comodidades yel placer, la riqueza y las novedades,mirar a largo plazo y hacer los sacrifi-cios necesarios para dejar una buenaherencia a las generacions futuras esalgo que no les hace perder ni un minu-to de tiempo. La paciencia (kshama) es,curiosamente, uno de los sinónimos paradefinir la Tierra en lengua sánscrita. Lahumanidad actual está realmente po-niendo a prueba la paciencia de nuestratierra.

Hacia una soluciónHPB señaló en uno de sus escritos

que en la Naturaleza todo crece y se de-sarrolla de forma equilibrada. ElBhagavad-gita indica también que elsendero espiritual se caracteriza por elequilibrio.

El embrión crece y se convierte enun bebé de forma global. No desarrollauno o dos miembros antes que los de-más. Si lo hiciera, el bebé sería realmen-te un monstruo. Igualmente, de una se-milla enterrada en la tierra nace una pe-queña planta, que saca ramas y se con-vierte en un gran árbol, con flores y fru-tos, de forma equilibrada. Incluso si secorta una rama, el árbol hará algo pararectificar su equilibrio. El cocotero esun sorprendente ejemplo de ello. Tieneunas raices muy superficiales y un tron-co delgado, pero sin embargo mantienesu centro de gravedad aun cuando alcan-za una altura considerable. Es algo quetambién tiene que ver con ese equilibriodel que hablamos.

El individuo humano y la sociedadhumana tienen que aprender ese equili-brio para no correr riesgos. Un desarro-llo unilateral de las capacidades menta-les que no esté equilibrado con otrascualidades del corazón sólo puede aca-bar en la auto destrucción.

Realiza la acción... bien equilibradacon éxitos y con fracasos.

Bhagavadgita, II.48.

(The Theosophist, abril 2005.)

Si quieres que tu servicio sea útil a los demás, sin perjuicio para tí mismo,procura que te guien en tu camino estos tres preceptos:

1.- Que tu mayor alegría sea hollar el sendero del servicio.2.- Que te reconozcas como agente de una fuerza más poderosa que la tuya,

que al penetrar en tí te infunde el poder de servir.3.- Que veas en los demás la misma Naturaleza Divina que en tí mismo.

El Sendero del Servicio. G.S. Arundale

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UN CAMINO ES PARA RECORRERLO(Conferencia de la Convención de Adyar,

26 de diciembre 2004)

Joy Mills

Hay una frase muy popular hoyen día que nos insta a “caminarpor el discurso” (walk the talk),

y esto significa simplemente que nece-sitamos poner en práctica o practicar lasideas de las que hablamos. En otras pa-labras, es muy fácil hablar de las gran-des ideas de la Teosofía, de la fraterni-dad, de la vida una, de la reencarnación,el karma, los estados después de la muer-te, etc, pero si estos magníficos concep-tos no han tenido ninguna influencia ennuestra vida, todo cuanto decimos tienemuy poco significado para las personasa las que nos dirigimos. Ralph WaldoEmerson, el poeta y ensayista america-no, lo expresó con hermosas palabras:“Lo que tú eres habla con tanta fuerzaque no oigo las palabras que pronun-cias”.

Lo que me gustaría proponer comotema de reflexión no es nada nuevo niradical. Las sagradas escrituras de to-das las religiones, los tratados filosófi-cos y espirituales de todas las culturas,las canciones y eslóganes populares,

todo nos empuja a “caminar por el dis-curso”, a vivir de acuerdo con los idea-les que profesamos. Cabe entonces ha-cernos la pregunta de por qué no conse-guimos que nuestras acciones reflejenesos ideales. ¿Por qué, por ejemplo, re-conocemos tan fácilmente el principiofundamental de la fraternidad, sobre elcual se ha basado la Sociedad Teosófica,y sin embargo actuamos, pensamos ysentimos a veces de una manera tan pocofraternal? ¡Es muchísimo más fácil ha-blar de la fraternidad que ser genuina-mente fraternal en cada momento y bajocualquier circunstancia! Sin embargo,no estoy proponiendo hacer un diagnós-tico analítico de las razones por las quetan a menudo parece existir una diferen-cia, que a veces puede ser muy grande,entre las creencias o convicciones queprofesamos y nuestras acciones.

Recordemos la pregunta que haceArjuna en el Bhagavadgita, “¿Cuál esel distintivo de aquél que tiene una men-te estable, que es constante en la con-templación?... ¿cómo habla, cómo se

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sienta, cómo camina la persona que haconseguido apaciguar la mente?” (II,54). Cuando Krishna empieza a impar-tir sus enseñanzas, Arjuna quiere saberqué efecto tienen las enseñanzas en unindividuo, y si su vida es distinta en al-gún aspecto, si sus actividades norma-les, al sentarse, al caminar, al hablar, tie-nen una cualidad distinta porque ha con-seguido tener “una mente estable y fijaen la contemplación”. Y Arjuna le vuel-ve a preguntar a Krshna: “¿Cuál es eldistintivo de aquél que ha conseguidoadquirir las tres cualidades? ¿Cómo ac-túa...?” (XIV.21). ¿Existe alguna mane-ra de identificar al individuo que ha do-minado las cualidades inherentes a lamateria de este mundo mientras parecevivir desde otra dimensión, por así de-cirlo, o en un lugar que podríamos lla-mar el reino de la verdad y de la sabidu-ría?

La literatura teosófica, como los tex-tos de las escrituras sagradas práctica-mente de todas las tradiciones, hablaincontables veces de un sendero, un ca-mino, una manera de caminar que, porsu naturaleza misma, nos transforma oregenera. Lo que se indica con ello esque, si seguimos un sendero o un cami-no determinados, nuestra vida inevita-blemente será distinta o, al menos, de-bería serlo. Al mismo tiempo, tal comonos aconsejan a menudo, no se trata tan-to de seguir un camino determinadocomo de convertirse en ese camino, esesendero, porque hay que reconocer quela palabra misma, sendero, no es sinouna metáfora de un estilo de vida, de unamanera de pensar, de sentir y de actuaren el mundo de acuerdo con unos prin-

cipios o ideales que reflejen cuál es,esencialmente, nuestra verdadera natu-raleza. Podemos calificar a esa natura-leza esencial como espiritual o divina, oincluso decir que es nuestro aspecto másplenamente humano, y con ello quere-mos decir que sentimos, de alguna ma-nera, que esa naturaleza es nuestro ver-dadero Yo.

Seguramente conocemos todos esafrase tan hermosa que escribió H.P.Blavatsky en su libro La Voz del Silen-cio: “No puedes recorrer el Sendero an-tes de haberte convertido en el Senderomismo”. (Fragmento 1, v.58). Y despuésañadió en una nota: “Este “Sendero” estámencionado en todas las obras místicas.Como dice Krshna en el Jnanésvari“Cuando se contempla este Sendero...tanto si seguimos la luz de oriente comoel rumbo de occidente, sin movernos...viajamos por este camino. En este sen-dero, dondequiera que nos dirijamos, eselugar se convierte en nuestro propioyo.” ¿Se puede sugerir que “convertirseen el Sendero” no es sino “caminar porlas palabras”? El mismo concepto fueexpresado por el monje budista vietna-mita Thich Nhat Hanh, en una confe-rencia que dio a los miembros del Con-greso de los Estados Unidos, en Sep-tiembre de 2003, cuando dijo: “No hayun camino hacia la paz. El sendero es lapaz.” Realmente si queremos recorrer unsendero de paz, hemos de tener esa paz.E incluso al hablar de convertirnos enel sendero, recordamos la frase de J.Krishnamurti que dice “La verdad es unatierra sin caminos”. Tal vez podemosdecir que sólo cuando ponemos los piesen el reino de la verdad aparece un sen-

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dero: nosotros somos el sendero, noso-tros creamos el sendero, nuestros pasosrevelan el camino que seguimos.

Al mismo tiempo, podemos repasartambién las numerosas frases de HPBen las que habla del viaje evolutivo quetodos hemos de hacer. Concluyendo sucomentario sobre las Stanzas que des-criben la Cosmogénesis, HPB habló del“Camino arduo”, lleno de obstáculos,que “primero baja y después...

...sube constantementeSí, hasta llegar al final...”

Y tras citar estas líneas de ChristinaRossetti, HPB añade: “Empezando ellargo viaje inmaculado; descendiendocada vez más en la materia pecadora, ydespués de conectarse con cada átomodel Espacio manifestado, el Peregrino,habiendo luchado y sufrido en cada for-ma de vida y del ser, sólo se encuentraen el fondo del valle de la materia, y a lamitad de su ciclo, cuando se ha identifi-cado con la Humanidad colectiva. ...Parapoder progresar de forma ascendente yhacia su hogar, el “Dios” tiene ahora quesubir por el sendero arduo y espinoso delGólgota de la Vida” (La Doctrina Se-creta, I, p.268). Y tenemos otros muchostextos de Blavatsky que podríamos ci-tar aquí.

Sin embargo, de lo que quiero ha-blar ahora es de la paradoja que implicarecorrer un camino y ser el camino queestá siempre con nosotros. Porque lavida misma es movimiento, es un ir deaquí para allá, tanto si vamos y volve-mos de una habitación a otra, del frega-dero a la cocina, de casa al despacho, ode un estado en el que no sabemos a otroen el que sabemos, del sueño de la igno-

rancia al despertar de la sabiduría. In-dependientemente de nuestra forma depercibir la existencia de un sendero oincluso su no existencia, la verdad es quenuestra vida diaria está llena de movi-miento, de un movernos de una posicióna otra, no sólo físicamente, sinoemocionalmente y también mentalmen-te. Es algo que resulta evidente por símismo. Entonces se trata de saber si esemovimiento tiene algún significado, sime hace avanzar de manera significati-va hacia aquello que se ha convertidoen mi objetivo, en mi aspiración, en miintención. O, dicho más simplemente:cuándo me muevo tanto por el mundo¿estoy realmente “recorriendo las pala-bras”, ese discurso que puedo expresartan fácilmente con términos verbalespero que tantas veces no he logrado po-ner en práctica con mi vida?

Y volviendo a citar a Thich NhatHanh, cuya práctica incluye no sólo larespiración reflexiva sino el caminarreflexivo:

Estoy seguro de que no ofendería ni aBuda ni a Dios si os contara un secre-to.Si pudiérais caminar con pasos serenosy sin ansiedad mientras recorréis la tie-rra, no necesitaríais ir a la Tierra Purani al Reino de Dios.Se puede explicar de forma simple.Samsara y la Tierra Pura proceden am-bos de la mente.Cuando sentís paz, alegría y libertad,Samsara se transforma en la TierraPura. No necesitáis ir a ninguna parte.Sólo necesitáis aprender a soltarlotodo.Soltad vuestras penas.Soltad vuestras preocupaciones.Ese es el secreto de caminar por la Tie-

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rra Pura.

Fragmento de Guía para la Meditaciónsobre el Camino

Incluso cuando nos convertirmos enel sendero, vamos paso a paso en nues-tra existencia diaria. Y la metáfora seenriquece si exploramos la dirección denuestro caminar, atentos siempre a lospasos que damos, es decir, atentos a cadapensamiento y a cada deseo, a cada sen-timiento y a cada acción. Porque al es-tar constantemente alertas, descubrimosque no necesitamos ir a ninguna partepara encontrar la sabiduría, la felicidad,o la “Tierra Pura”, ni ningún otro nom-bre que queramos darle a ese estado in-terno donde dicen que mora la verdad,la bondad y el gozo. Sin ir a ningunaparte, pero siguiendo avanzando; un sen-dero sin caminos, pero que hay que se-guir; estas imágenes nos obligan a re-flexionar con nuestra manera de vivir lavida aquí y ahora.

Como hemos dicho, tenemos unaextensa literatura descriptiva de un sen-dero, de un camino, de una vía que hayque tomar. Podemos seguir ese caminocomo peregrinos, como turistas, o comootros personajes. Pero vamos a conside-rar ese sendero o viaje no en sí mismossino como los pasos que vamos dandoen nuestro caminar por el sendero, des-de el momento en que empezamos a ca-minar de forma consciente, tal como loexpresa Thich Nhat Hanh. Ser conscien-tes de cada paso a medida que avanza-mos por la vida: ¿es posible ser cons-cientes hasta tal punto? Porque, en últi-mo término, un sendero es pararecorrerlo, e incluso si no existe sende-ro alguno o el camino que tenemos de-

lante no parece tenerlos, la vida mismanos exige avanzar. Independientementede lo que pienso, siento o hago, voyponiento un pie delante del otro con cadamovimiento que hago durante el dia, yel hecho de ser consciente de ello o noes lo que me ayuda, a veces a caminarderecho o me hace caer.

Con esta descripción tan gráfica ytan evidente de nuestra manera de ca-minar, podemos sugerir, a otro nivel, quelos pasos que damos son metáforas,como también lo es el concepto del sen-dero, que simboliza nuestra manera deemprender el viaje de nuestra vida. Des-de ese punto de vista, ¿cuáles son lospasos que podemos dar? Nunca el mun-do ha recibido una definición más clarao más hermosa de los peldaños que te-nemos delante, de forma metafórica, quela que presentó HPB con lo que conoce-mos simplemente como “La Escalera deOro”. Transmitida originalmente a susestudiantes de Londres, y publicada des-de entonces como parte de sus instruc-ciones para esos estudiantes, “La Esca-lera de Oro”, según dijo HPB, procedíade una “Carta de un Maestro” (CollectedWritings, vol. XII, pp. 503 y 591). Eltexto completo es el siguiente:

Contempla la verdad que tienes delan-te: vida limpia, mente abierta, corazónpuro, inteligencia despierta, percep-ción espiritual develada, afecto frater-nal para el condiscípulo, buena dispo-sición para dar y recibir consejo e ins-trucción, leal sentimiento del deberhacia el Maestro, obediencia vountariaa los mandatos de la Verdad, una vezhemos puesto nuestra confianza en ellay creemos que el Maestro la posee;animoso soportar de las injusticias per-

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sonales, enérgica declaración de prin-cipios, valiente defensa de los que soninjustamente atacados, y vista siem-pre fija al ideal del progreso y de laperfección humanas, según lo descri-be la ciencia secreta (Gupta Vidya):esta es la escalera de oro por cuyospeldaños el estudiante puede llegar alTemplo de la Sabiduría Divina.

Fijaros, primero, en la conclusión:las palabras del final nos hablan del ob-jetivo del sendero que estamos recorrien-do, así que, en ese sentido, los pasos quedamos tienen una dirección. Cada unode los pasos contribuye a llevarnos has-ta el “Templo de la Sabiduría Divina”.De hecho, nos están diciendo que si real-mente queremos encontrar ese “Tem-plo”, llegar a la Sabiduría que llamamosTeosofía, entonces éstos son los pelda-ños que hemos de subir. Si lo que bus-camos es otra cosa, si nuestro objetivoes distinto al de la sabiduría, si lo quequeremos es dinero, fama , posición, etc,entonces mejor seguir otro sendero. Hayotras tres ideas que son relevantes en laspalabras finales del texto: primero, lospeldaños construyen una escalera de oro.El oro siempre ha sido el símbolo deltesoro espiritual y podemos entoncesdecir que la escalera es de oro porquenos conduce hasta el tesoro oculto delEspíritu, de la Sabiduría misma. Segun-do, los peldaños están hechos para elestudiante, para aquél que está inician-do el viaje y que desea saber la direc-ción que tiene que seguir, al individuoque, según nos dice el librito clásico es-piritual de Luz en el Sendero, está dis-puesto a “entrar en el estado en el quees posible aprender”. Para entrar en eseestado hay que tener una genuina humil-

dad de espíritu, una disposición paraaceptar direcciones, para admitir que nosabemos nada y para estar abierto a losconsejos de quienes se hallan más ade-lantados que nosotros en el viaje. En ter-cer lugar, y esto es muy significativo,en las últimas palabras se nos dice quetenemos que subir. Esos pasos no hayque darlos a un nivel de suelo; hay quesubir. Tal como se dice en La Voz delSilencio, “Largo y arduo es el caminoque tienes delante, ¡oh, discípulo! Unsolo pensamiento sobre el pasado quehas dejado atrás te hará caer y tendrásque volver a empezar a subir desde elprincipio”. Si no estamos preparadospara subir, para avanzar, aunque seafigurativamente, en un ascenso arduohacia nuestro objetivo, entonces esospasos no son para nosotros. Ascenderpaso a paso no siempre es fácil, pero unsendero es para recorrerlo y una vez quehayamos decidido alcanzar nuestro ob-jetivo, no tendremos otra opción queseguir subiendo, por más difícil que seael ascenso.

Después de estudiar la conclusiónde la Escalera de Oro, volvamos ahoraal principio, pero hemos de fijarnos enque, incluso antes de hacer la lista delos pasos, se nos aconseja mirar lo quetenemos delante: “Contemplad la verdadque tenéis delante” son las palabras conlas que empieza todo el texto. Hemos dellegar a la escalera con los ojos abier-tos; hemos de mirar lo que tenemos antenosotros, porque a la verdad no la en-contraremos en ninguna visión lejana,ni en ningún volumen antiguo, ni tam-poco está enterrada en tierras remotas.La verdad, que es la realidad de las co-

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sas tal como son, está aquí, ante noso-tros, si abrimos los ojos. Como dijo deforma tan sencilla HPB, hemos de apren-der “a mirar con los ojos del espíritu lascosas de la materia” para tener, comodice La Voz del Silencio, “la percepcióncorrecta de las cosas existentes”. Cuán-tas veces en ese magnífico poema sobreel viaje que todos tenemos que hacer, Ladivina Comedia, que HPB calificó de “verdadera Revelación Oculta en verso”le dijeron a Dante que mirara, que con-templara, que se fijara bien. No consis-tía sólo en tener los ojos abiertos lo quele decían, sino en ver realmente lo quetenía delante, porque ver realmente escomprender. “Contemplar la verdad quetenemos delante” es también prestaratención, como se nos dice en Luz en elSendero al principio de ese texto. En losUpanishads encontramos la orden si-guiente: “¡Despierta! ¡Levántate!”,como otra manera de pedirnos a los as-pirantes en el sendero que miremos, quecontemplemos, que nos fijemos y pres-temos atención, para hacernos conscien-tes de lo que tenemos delante cuandoemprendemos nuestro viaje. La “verdad”que tenemos delante, si miramos bien,es la escalera que hemos de subir, lospasos que hemos de dar aquí y ahora.

Hay otro punto que parece implíci-to en las palabras iniciales de “La Esca-lera de Oro”: toda la instrucción va di-rigida a un “tú”, un pronombre que, porcierto, es el mismo en inglés para el sin-gular y el plural. Podemos sugerir que“you” (tú/vosotros) significa cada unode nosotros en nuestra situación actual,no es un “you” o nosotros tal como se-remos, no se trata tan sólo de unos po-

cos elegidos que puedan encontrarse yaen lo que llamamos el sendero espiritual,o que hayan sido escogidos especialmen-te para obtener algún gran beneficio. Laverdad que tenéis delante “vuestro” esla verdad de toda la humanidad, es laverdad de todos los que desean empren-der el trabajo con los ojos abiertos, porasí decirlo, deseosos de ver lo que hayque hacer si se quiere entrar en el “Tem-plo de la Sabiduría Divina”.

Nos hablan de trece peldaños, y cadauno de ellos puede parecer de una alturaconsiderable, pero quiero resaltar que,básicamente, consisten en tres grupos decuatro cada uno, y uno que enfoca el tipode visión que hemos de desarrollar parael ascenso. Los primeros cuatro pelda-ños, “vida limpia, mente abierta, cora-zón puro, inteligencia despierta” descri-ben lo que podríamos definir como unestándar personal de vida ética. La lim-pieza, la apertura de la mente, la purezadel corazón y el interés de una búsque-da intelectual son características que tie-ne mucha gente en todo el mundo queno están necesariamente dedicados aseguir un sendero espiritual. Estos pa-sos se refieren al desarrollo y control denuestra naturaleza mental, emocional yfísica y son, en sí mismos, los aspectosnecesarios de una vida correcta, es de-cir, una vida fundamentada en los prin-cipios morales y éticos más elevados.

Podríamos sugerir que los cuatropasos iniciales pueden recogerse bajo eltema general de lo que Sócrates definíacomo la vida examinada. Como sabe-mos, según Platón, fue Sócrates quiendijo que una vida sin examinar no valíala pena vivirla. Y por esto cuando se nos

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dice que “contemplemos la verdad” quetenemos delante, lo que hemos de ha-cer es examinar nuestro estilo de vida.¿Llevamos realmente una “vida lim-pia”, no sólo en el aspecto de la lim-pieza física, sino una vida libre de todolo que no es esencial, carente de impu-rezas, ordenada, de tal modo que lapersonalidad pueda ser un instrumen-to útil, eficiente y eficaz para el yo in-terno? Una apertura de la mente es tam-bién una mente limpia, podemos decir,una mente que no está manchada porlos prejuicios o predilecciones, quenunca queda atrapada en el espejismode los motivos personales o egoistas.Después, una pureza de corazón, esdecir, una limpieza de nuestros senti-mientos y emociones. Se examina lanaturaleza de los deseos para asegurar-nos de la ausencia de toda impureza,como la ambición, la ira, etc. Una in-teligencia despierta es algo más queuna mente simplemente receptiva yabierta; implica también un cierto ar-dor en la búsqueda del conocimiento,pero un ardor y un entusiasmo que es-tán “limpios”, o sea, que no contienenningún propósito egoista.

Además de ver que estos pasos ini-ciales implican una vida ética y exa-minada, reconocemos también que son,realmente, los requisitos anteriores alquinto paso, que es “una percepciónespiritual develada”. Cuando uno lim-pia su propia vida, por así decirlo, pa-rece que se van debilitando gradual-mente todos los velos que nublabannuestra visión interna; nos vamos ha-ciendo más sensibles con el mundo denuestro entorno, empezamos a ver conmás profundidad y vamos reorientán-

donos internamente. Estamos más abier-tos al reino de la intuición espiritual, deldiscernimiento espiritual, de unaconcienciación de lo Real. Ahora nues-tra vida está más gobernada por los va-lores internos que por las circunstanciasexternas. Sabemos responder mejor a lallamada del Yo Inmortal, es decir, al YoUno que mora en todos los seres. Comohe dicho antes, ahora miramos realmente“las cosas de la materia con los ojos delespíritu”. Con una percepción espiritualdevelada, nuestra simple bondad o nues-tra bondad pasiva, que era el resultadode haber examinado nuestra vida, se tra-ducirá ahora en un servicio activo quebeneficia a los demás. Cuando veamoscon claridad, no nos bastará con llevaruna vida limpia, con tener la menteabierta y el corazón puro; reconocere-mos que tenemos una responsabilidadhacia todas las formas de vida de nues-tro alrededor y nuestra vida adoptará unpropósito más profundo y una direcciónmás definida. Habrá un cambio deémfasis, por así decirlo, en nuestra vida,en nuestro caminar, incluso llegaremosa comprender las leyes espirituales querigen nuestra existencia encarnada en elmundo.

Con ese despertar interno, esedevelar de nuestra percepción espiritualo búdica, vemos que surge una nuevacomprensión de las relaciones, y los cua-tro pasos siguientes nos hacen dirigir laatención hacia lo que podríamos deno-minar una relación correcta. Primero, unafecto fraterno para con todos, porquetodos son nuestros compañeros de apren-dizaje, nuestros condiscípulos. Recordadlas palabras del Fragmento III de La Voz

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del Silencio: “Así estarás tú en totalacuerdo con todo cuanto vive; ama a loshombres como si fueran tus condiscípu-los, dicscípulos de un Maestro, hijos deuna dulce madre” (v.220). Cuando unopractica el afecto fraternal con toda lahumanidad, existe una disposición paradar y recibir consejo e instrucción, por-que entendemos que podemos aprenderde todos, además de ayudar a todos losque puedan estar caminando en la mis-ma dirección que nosotros. Y quién esese “ Maestro único” del que se hablaen La Voz del Silencio, la “dulce madre”a la que le debemos fidelidad? La des-cripción parece encajar con la Natura-leza misma, y seguramente todos somoshijos de lo universal o de la Naturalezaen su aspecto universal y por eso hemosde obedecer sus leyes, que son los “man-datos de la verdad”. El “maestro” puedetambién considerarse como nuestro Yosuperior, o incluso ese principio univer-sal, el Atman, o como propone La Vozdel Silencio, “Alaya, el Alma Univer-sal”, que es, también, el mismo proge-nitor universal de toda la humanidad. Ytiene que haber una confianza en ese“Maestro” y, por consiguiente, una re-lación correcta con la verdad, tal comonos la revela nuestra percepción espiri-tual despierta. Sí, tal como nos dice LaVoz del Silencio, “Hay muchos maes-tros”, pero cuando nos damos cuenta deque, paradójicamente, “todos son nues-tros maestros”, como sugiere Luz en elSendero, igual que todos son nuestroscondiscípulos”, en realidad sigue ha-biendo un solo Maestro Supremo, y en-tonces hay realmente una obedienciavoluntaria a la verdad misma, a la ley

una universal que sostiene al universo ya todo cuanto éste contiene con un abra-zo de amor.

Empezamos, pues, a percibir unmovimiento natural cuando subimos lospeldaños. Podemos recapitular nuestroprogreso hasta ahora, resumiendo lospasos dados con otras palabras. Los pri-meros cuatro pasos representan la adqui-sición de las capacidades personales, unrefinamiento de nuestra vida mental,ecmocional y física, que conducen a lasupresión de las obstrucciones y de losvelos que habían nublado nuestra visióninterna, y a todo esto le sigue una espe-cie de giro hacia fuera, que nos ayuda areconocer la naturaleza de la relaciónque tenemos con todos los que viajan porel sendero con nosotros. Primero, unafraternidad que lo incluye todo, porqueel develar de la percepción espiritual noshará concienciarnos de nuestra unicidadespiritual con toda la humanidad, de queno caminamos solos, de que no pode-mos caminar nunca solos. Y al ir avan-zando tal vez, a veces, podamos acon-sejar bien a otras personas, pero nuncalas obligaremos a aceptar nuestros con-sejos, sino que se los ofreceremos libre-mente, de forma amable, cálida y com-pasiva. Después aprendemos a aceptarlos consejos, algo que no siempre es fá-cil, pero estaremos dispuestos a escucharlo que otros puedan tener que decirnosy a aceptar lo que nos parezca verdad.El dar y el recibir realmente forman par-te de los beneficios mutuos de una ver-dadera relación, o de una relación fra-ternal. Más allá de lo que podemos lla-mar una relación horizontal, expresadocon la palabra “fraternidad”, existe una

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relación vertical, por así decirlo, queimplica nuestra aceptación de un maes-tro, tanto si es externo como interno anosotros, en el cual ponemos nuestraconfianza y por esto estamos dispuestosa obedecerle. Incluso en una relaciónnormal entre maestro y alumno, el apren-der es un acto de fe y de confianza, siem-pre y cuando reconozcamos, con nues-tra percepción espiritual develada, lavalidez de las lecciones que se nos ofre-cen.

Y seguimos adelante hacia los cua-tro últimos peldaños, según los describeHPB en “La Escalera de Oro”, unos pel-daños que consideramos expresiones delYo interno o superior, expresiones enacción y en servicio. Porque estos pel-daños son cualidades de un profundosignificado para el que tiene un interésserio en ascender el camino hacia el“Templo de la Sabiduría Divina”. Sonla resistencia, la valentía, el valor o fuer-za de enfrentarse a la injusticia, y unaconstancia en un solo objetivo, con lavista siempre fija en él, en un objetivohacia el cual avanza toda la humanidad,de forma consciente o inconsciente. Re-sistencia: la capacidad de continuar su-biendo, por más obstáculos que nos loimpidan. Si nos parece haber sido trata-dos injustamente, y creemos que, de al-guna manera, nos han menospreciado yherido con lo que se ha dicho de noso-tros o a nosotros, deberíamos reconocerque no nos puede afectar nada que noforme parte de nuestro propio karma. Yno sirve de nada intentar defender al yopersonal. Muchas veces el silencio es lamejor defensa, porque cuando nos sin-tamos tratados injustamente, tendremos

que buscar en nuestro interior para verqué hay en nosotros que pueda haberprovocado ese ataque personal. Tenemospruebas tanto en los pequeños inciden-tes como en los grandes y necesitamoscontrolar lo que parece ser un deseo in-nato de defendernos o excusarnos. Nadapuede desviar nuestros pasos en el sen-dero que hemos elegido. Nos dijeron alprincipio que sería un viaje arduo y to-dos los que lo han recorrido antes quenosotros nos han dicho que se necesita-ba valor para hacerlo.

Muchas veces, cuando desempeña-mos nuestras tareas diarias, se nos cues-tiona nuestro conocimiento e inclusonuestra interpretación de los grandesprincipios que promulgamos. Inclusohay personas que desprecian nuestrascreencias y ridiculizan las ideas que nosson tan queridas. ¿Tenemos, en ese caso,el suficiente valor como para defendernuestras convicciones, sin tratar de im-ponerlas a los demás? ¿Podemos seramables y diplomáticos y proclamar confirmeza lo que realmente creemos, sinllegar a ser nunca agresivos ni estar a ladefensiva? No es siempre fácil declararlos principios con los que regimos nues-tra vida, pero hay que ser valientes deespíritu y también saber reconocer laoportunidad de nuestra respuesta. Hayun momento para hablar y un momentopara callar, y es preciso tener claro cuá-les son esos momentos para hablar envoz alta. Nuestros principios se venmuchas veces desafiados, a veces demaneras sutiles, pero si realmente noslo tomamos en serio, no podemos ser loque llamamos “teósofos de armario”, losque no están dispuestos a defender aque-

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llos principios y conceptos que signifi-can tanto para nosotros. No siempre ne-cesitamos etiquetarlos, diciendo, porejemplo “Soy teósofo y por esto creo enla reencarnación o en el karma o en launidad de la vida etc”. Se puede hablarde nuestros principios con amabilidad ysin ofender al otro. En último término,nuestra vida tiene que ser la expresión,la “voz” de nuestras convicciones inter-nas, porque es “por sus frutos que losconoceréis”, como nos dicen las escri-turas.

Y si vemos que otros son injusta-mente atacados, ¿cómo respondemos?¿Cómo defendemos a la Sociedad, porejemplo, o a HPB, a la que todavía si-guen atacando los críticos tan a menu-do? Cuando vemos que alguien es criti-cado injustamente, ¿cuál es nuestra res-puesta? ¿Nos enfadamos y podemos lle-gar a la violencia? ¿Simplemente guar-damos silencio? Naturalmente, cada in-dividuo tiene que decidir su propia res-puesta, y ésta, en gran parte, dependede las circunstancias. Sobre todo, ¿po-demos seguir siendo fraternales auncuando defendamos al otro? Cabe pen-sar también en cuál es nuestra respues-ta cuando “los que son injustamente ata-cados” son los animales. Puede que ne-cesitemos defender a los que considera-mos indefensos, pero nuestra manera dehacerlo tendría que estar de acuerdo connuestros principios. Tenemos que re-flexionar mucho en todo esto.

Durante todo nuestro ascenso por laescalera de oro, hemos tenido un senti-do de la dirección, una cierta visión quenos ha servido de guía, una visión quedesemboca en una verdadera percepción

espiritual. Mientras íbamos subiendo lospeldaños, se iba haciendo cada vez másevidente un propósito; hemos visto conmás claridad adónde nos dirigimos. Sa-bemos lo que tenemos que hacer, prime-ro para refinar nuestra propia naturale-za personal, después desarrollando nues-tra capacidad de relacionarnos, y final-mente adquiriendo o reforzando ciertascualidades que nos serán útiles en elservidio de los demás. Aunque al prin-cipio tal vez no hayamos definido cla-ramente nuestro propio objetivo, cadavez hemos ido siendo más conscientesde que nuestro movimiento no ha sidocasual.. Y ahora, cuando nos acercamosal “Templo de la Sabiduría Divina”, sur-ge una visión cada vez más clara, unavisión más amplia que abarca toda lahumanidad. Mientras que cada uno denosotros tiene que dar los pasos de for-ma individual, tal como han hecho to-dos los que han iniciado el sendero es-piritual, acabamos reconociendo quenuestra constancia en el propósito, nues-tra dirección interna, no ha estado enfunción de ningún objetivo personal,sino que ha sido en beneficio de todoslos seres humanos. La “vista siemprefija” mencionada en el último peldañode la secuencia descrita por HPB tieneque estarlo en el ideal de la perfecciónposible para toda la humanidad, en larealización por parte de todos los pue-blos del principio de la fraternidad uni-versal. Al final, cada uno tiene que re-correr su camino, aunque, paradójica-mente, no sea el mismo camino para to-dos. Hemos de enfocar ahora hacia elfuturo, hacia la posibilidad de la perfec-tibilidad humana de cada unidad indi-

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vidual de nuestra oleada de vida huma-na. Por más lejos de ese estado que pa-rezca hallarse ahora la humanidad, pormás lejos que nosotros mismos parez-camos estar de esa condición que pode-mos llamar de maestro, de mahatma, deBuda, o cualquier otro nombre que ledemos, sabemos, con una certeza másallá de toda duda, que, junto con toda lahumanidad, nosotros estamos embarca-dos en ese largo viaje tan bellamentedescrito tanto en los textos de La Doc-trina Secreta como en los de las sagra-das escrituras del mundo.

Se podrían decir muchas más cosasde las que he dicho aquí sobre “La Es-calera de Oro”, pero la secuencia y di-seño de sus pasos indican una manerade caminar para cada uno de nosotros.No se trata de un sendero arbitrario sinode un proceso natural de avanzar, pasoa paso, hacia lo que podríamos ser, sirealmente fuéramos Teósofos en algomás que en nombre. Todo el mundo, to-das las experiencias y todo cuanto viveconstituyen la Escalera de Oro, y siem-pre damos un paso tras otro, porque esaes la forma de caminar. Evidentemente,no es suficiente con con hablar de lospeldaños, con describir la escalera; real-mente hemos de “recorrer las palabras”,vivir el camino, convertirnos en el sen-dero. Y yo creo que ni siquiera se tratade intentar seguir los pasos de losGandes Seres, a los que llamamos Maes-tros de Sabiduría, porque ellos nos de-muestran con su vida que es posibleconseguir lo que ellos han conseguido.Afortunadamente, nos han dejado pos-tes de señales, indicadores que puedenayudarnos, pero somos cada uno de no-

sotros los que hemos de recorrer nues-tro propio camino y despejar nuestrossenderos. Y quizá ya sabemos que, talcomo Krshna le aseguró a Arjuna “Decualquier forma que los hombtres seacerquen a Mí (el Supremo), yo los aco-jo, porque el sendero que toman los hom-bres desde cualquier parte es Mío”(Bhagavadgita, IV.11).

Una antigua historia, que ya he con-tado antes, pero que sigue siendo apro-piada ahora, nos habla de un viajero querecorría un país montañoso, y cuyo guíaparecía saber con gran certeza cuál erael camino que debían tomar para llegara su objetivo. Al viajero siempre le pa-recía tener delante un camino espeso ylleno de malezas para apartar, y tampo-co se veía claro ningún sendero por losvalles o colinas. Finalmente, una noche,le preguntó a su guía de qué forma se-guía él adelante con tanta seguridad,cuando no se veía el camino. El guía ledijo simplemente: “Tal vez porque yomiro de cerca con una visión lejana. Conla visión próxima veo el siguiente pasoque tengo que dar y con la visión lejanasigo el curso de las estrellas.” De igualforma, cuando encontremos el camino aseguir, será bueno mirar cerca pero vera lo lejos. Con los ojos veremos qué pasohemos de dar a continuación, en estemomento. Y con la visión lejana, podre-mos guiar nuestro curso con las estre-llas, una metáfora adecuada para deno-minar a los Grandes Seres de nuestrahumanidad, cuya vida nos ha servido deverdadero ejemplo para “recorrer laspalabras”.

Acabaré citando a Proclo, el granneoplatonista cuyas palabras han reci-

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bido el nombre de “Un himno común”:Y los senderos divinos se abren cuan-do asciendo.Dejadme ver esos rayos de luz glorio-sa,Que ayudan al alma desde la noche dela Generación...De vuelta a casa despliego las velasimpacientes,

Empujo mi nave por el torbellino tor-mentoso de la vida,Hasta llegar al bello puerto de la Pie-dad;Porque allí mi alma, oprimida por lasfuertes contiendas,Encontrará su lejano Paraíso, un leja-no Paraíso de reposo.

(The Theosophist, enero 2005.)

Decimos que la mayoría de losproblemas con los que nos enfrentamos en la sociedad en todo

el mundo pueden ser investigados hastael desarrollo asimétrico de la mente hu-mana; extremadamente cultivada y ca-pacitada en el campo del conocimientoy de la ciencia, y teniendo muy pocacomprensión de sí misma.Adentrémonos ahora en la cuestión desi uno puede tener una mente científicay religiosa a la vez. Tanto la religióncomo la ciencia han sido las principalesbúsquedas de la humanidad. La cienciaha sido nuestra búsqueda para compren-der el orden que se manifiesta en el mun-do externo, y la religión se ha interesa-do en el descubrimiento del orden en elmundo inteior de nuestra conciencia.Pero de alguna manera se ha desarrolla-

do en la sociedad el sentimiento de quela ciencia es antagónica a la religión ypor esta razón en la educación han es-cogido cultivar la ciencia y eliminar lareligión.

Examinemos desde las primeras raí-ces, si existe realmente un antagonismoentre la ciencia y la religión o si es unsentimiento que se ha desarrollado por-que nosotros damos a ambas, la cienciay la religión, definiciones más bien li-mitadas. Indagando donde se originaronestas definiciones, parece que han teni-do un origen común en la curiosidad in-trínseca de la conciencia humana. Laconciencia humana es quizás la primeraen el transcurso de la evolución que po-see esta facultad para investigar. Si eneste preciso momento algunas gotas deagua resbalaran desde el tejado, lo pri-

CIENCIA Y RELIGIÓN

P. Krishna

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mero que preguntaríamos sería ¿qué eslo que está ocurriendo ahí arriba, qué eslo que ocurre? No siempre hay un moti-vo o un propósito sobre el cual investi-gar. La pregunta de por qué la concien-cia humana ha indagado sobre ello nopuede contestarse. Hemos llegado a ellocomo una parte del orden de la Natura-leza. De modo que los seres humanos sehan hecho preguntas tales como: ¿Porqué el sol sale y se pone? ¿Por qué lassimientes se convierten en árboles? ¿Porqué el cielo es azul? ¿Por qué existentantas especies diferentes de vida? Nues-tros intentos para responder a estas pre-guntas han desembocado en lo que lla-mamos ciencia.

Igualmente, el hombre se ha hechopreguntas relativas al mundo interno dela conciencia: ¿Cuál es el propósito dela vida? ¿Quién soy yo? ¿Existe algo másallá de la muerte? ¿Por qué existe vio-lencia en nuestras conciencias? ¿Es po-sible terminar con el sufrimiento? Nues-tros intentos para hallar respuestas a es-tas preguntas dieron origen a la búsque-da religiosa. Así pues, tal parece queambas, ciencia y religión, tienen un ori-gen común. Durante mucho tiempo nohubo división entre ellas: el hombre seilustraba tanto en ciencia como en te-mas religiosos. La división puede quehaya empezado en la época de Galileo,algunos de cuyos descubrimientos con-tradecían las doctrinas de la Iglesia cris-tiana, y la Iglesia le persiguió. A partirde entonces pues, en realidad no hemostenido en cuenta estos preliminares. Por-que hemos confundido la religión convulgares creencias, y desde luego la cien-cia no aceptará las creencias, porque

básicamente ella es la investigación so-bre lo que es cierto, y se ha creado elsentimiento de antagonismo entre laciencia y la religión.

Hemos progresado enormemente enla investigación científica, pero estamosremoloneando en la comprensión de no-sotros mismos, lo cual resulta que es laesencia de la religión. Hay muy pocasabiduría sin el conocimiento propio, ysin sabiduría no existe ningún orden enla conciencia y por lo tanto muy pocavirtud, la cual es también la esencia detodas las religiones. De modo que nece-sitamos averiguar por qué hemos pro-gresado tanto en la investigación cientí-fica, pero vamos rezagados en la inves-tigación religiosa, en lo que es la esen-cia de la religión. Existe muy poca sa-biduría sin un auto-conocimiento, y sinsabiduría no hay orden en la concienciay por lo tanto muy poca virtud, que estambién la esencia de todas las religio-nes. De modo que necesitamos investi-gar el por qué hemos progresado tantoen la investigación científica, pero noshemos rezagado tanto en la investigaciónreligiosa, que es lo que ha creado eldesproporcionado desarrollo de la men-te humana, y es responsable de los pro-blemas con los que nos enfrentamos enla sociedad actual.

La ciencia existe porque hay un or-den maravilloso en la Naturaleza, y unasclaras relaciones de causa y efecto. Si laNaturaleza no estuviera ordenada, si nofuncionara según unas leyes universa-les, no existiría la ciencia. El orden enla Naturaleza ya existe y por lo tanto sólonecesitamos observar los fenómenos ydescubrir el orden que éstos siguen. El

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científico no crea el orden. La ley de lagravitación ya existía antes de Newtony existe después de Newton. Él simple-mente la descubrió y apuntó la fórmulamatemática en la que puede expresarse.Podemos leer en los libros lo que él lle-vó a cabo en el transcurso de toda unavida, y los estudiantes lo aprenden endos o tres años y se basan sobre eso. Demodo que el progreso de la ciencia esadicional, como el desarrollo del cono-cimiento.

En la investigación religiosa, el co-nocimiento no tiene el mismo papel.Podemos leer lo que Jesús o el Buddhadijeron, pero eso no nos revelará la ver-dad, porque la comprensión intelectualde la verdad no actúa sobre la concien-cia. Además, el orden ya no existe en laconciencia humana; tiene que descubrir-se mediante la finalización del desorden.Y el conocimiento no nos ayuda paraterminar ese desorden. Necesitamos te-ner una profunda visión interna de lo quees verdadero y de lo que es falso, paraliberar la conciencia del desorden. Cadanuevo descubrimiento científico tam-bién necesita una visión interna, perodespués que se ha hecho la luz, tiene queenseñarse a los demás en forma mate-mática o lógica, y aunque los otros pue-de que no tengan la misma visión inter-na que el descubridor, pueden utilizarla fórmula y sus trabajos. Así, los inge-nieros utilizan las fórmulas que los cien-tíficos han desarrollado y construyenpuentes y fabrican coches, sin poseernecesariamente una visión interna pro-funda de la fuente de la que se derivó lafórmula. Pero en la investigación reli-giosa, sin visión interna sólo tenéis ce-

nizas porque la fórmula no actúa. Lo quese necesita es la ordenación de la con-ciencia y no simplemente una fórmulasobre lo que hay que hacer y lo que nohay que hacer en la vida. Este puede quesea el error realizado en todas las reli-giones y culturas.

Del mismo modo que hubo grandescientíficos como Einstein, Galileo yDarwin, han también han existido gran-des figuras religiosas en cada civiliza-ción y en cada parte del mundo que des-cubrieron la virtud en su conciencia yhablaron de ello a la gente que les ro-deaba. Pero en lugar de buscar fuera loque el instructor enseñaba y de investi-gar en lo interno, la gente construyó unaiglesia alrededor de este individuo, or-ganizó un sistema de haced esto o nohagáis aquello para esparcir sus ense-ñanzas, y esto se convirtió en una reli-gión institucionalizada. De modo que lasreligiones institucionalizadas son lossubproductos de la investigación religio-sa, y la equivocación radica en conside-rar el subproducto como religión. Deigual manera, la ingeniería y la tecnolo-gía son los subproductos de la investi-gación científica, no su objetivo. Estoquedó bellamente ilustrado en una charlade Faraday cuando descubrió las leyesdel electromagnetismo.

Faraday demostró su descubrimien-to tomando un cable metálico y presio-nando un imán sobre él y demostrandoque por el cable fluía una corriente ca-paz de que desvíar un galvanómetro. Fueun descubrimiento completamente nue-vo de la relación entre magnetismo yelectricidad. Al final de su conferencia,alguien se levantó y preguntó: “Todo

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esto está muy bien, pero ¿qué utilidadtiene?” Y su respuesta que se ha con-vertido en clásica en la historia de laciencia, fue: “Es un recién nacido; ¿quéutilidad tiene un recién nacido?”

El científico no descubre la verdadsobre la Naturaleza para crear automó-viles y aeroplanos. La utilidad del co-nocimiento de estos descubrimientos enbeneficio del hombre es una cuestiónaparte. La tecnología no es la investiga-ción de la ciencia; la tecnología es unsubproducto de la ciencia, del mismomodo que las diferentes religionesinstitucionalizadas son subproductos dela búsqueda religiosa. Ellas no son larazón para la investigación religiosa.

En la investigación religiosa no he-mos sido muy inteligentes. Si en la in-vestigación científica la gente hubieracometido la misma equivocación y hu-bieran construido un templo a Newtony declarado “Somos newtonianos y va-mos a propagar sus palabras” y otro gru-po hubiera hecho lo mismo por Einstein,¿hubieran sido aceptados como cientí-ficos? Hubiéramos dicho: “¿Qué es loque usted ha comprendido de la Natura-leza? Sin una comprensión profunda dela Naturaleza, ustede no es un científi-co”. Pero en la investigación religiosahemos sido muy bobos. Aceptamos unhombre como religioso si va ataviado dedeterminada manera, si celebra determi-nadas ceremonias, si conoce las escritu-ras, todo lo cual significa que estamosalucinados por la forma externa y noinsistimos en el espíritu de la religión.Parece que ha sido un error considerarla religión como sinónimo de creencia,creando de ese modo una división entre

ciencia y religión.En realidad, hay dos investigacio-

nes complementarias de la verdad. Laciencia es nuestra investigación paradescubrir la verdad sobre el modo quetiene de actuar la Naturaleza y la reli-gión es nuestra investigación para des-cubrir la verdad y terminar con la ilu-sión dentro de nuestra conciencia. El finde la ilusión conlleva el fin del desor-den en la conciencia y el descubrimien-to de un orden natural. De modo que lainvestigación religiosa también puedeser considerada como la investigaciónpara vivir con una conciencia que estáen armonía con el orden de la Naturale-za –no un orden formulado y creado pornuestra propia mente, no un orden quees una fotocopia para la acción, sino unorden natural, que llega con la finaliza-ción del desorden. Esta investigación esmás difícil que la investigación cientí-fica, primeramente porque el orden yano existe; en segundo lugar porque elconocimiento no nos ayuda mucho aquí;y en tercer lugar porque el observadorno está separado de lo observado, y si loestá en la ciencia. Desde luego, las emo-ciones y las atracciones o las aversionesde un científico pueden penetrar y pue-den teñir su observación, y él puede to-mar en consideración ciertos hechos queapoyan su teoría e ignorar otros que es-tán en contra de la misma. Pero otraspersonas realizando el mismo experi-mento y verificando los resultados deeste científico corrigen rápidamente elerror. De modo que, en definitiva, laciencia es independiente del observador,lo cual es también su limitación, porqueno puede estudiar al observador. La cien-

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cia es un cuerpo de verdades universa-les independiente de los descubridores.En la investigación religiosa, uno apren-de de sí mismo, y el observador es elmismo que lo observado, y por esta ra-zón la coloración debida al deseo y elproceso del ego y la interacción entre elobservador y lo observado son muy fuer-tes.

Tomemos un ejemplo, si yo trato deestudiar cómo me duermo, sólo puedohacerlo hasta cierto punto. Por eso esimposible descubrir exactamente cómose duerme uno. La investigación religio-sa es algo complicada porque yo quierodescubrir la verdad y yo mismo estoytambién en el proceso. Así pues es ne-cesario para comprender completamen-te al observador que la interferencia delos deseos de uno y el condicionamientocesen. Esto significa que es mucho másdifícil ser objetivo en la investigaciónreligiosa que en la científica. Sin em-bargo, por difícil que pueda resultar, siencontramos que es necesaria, eso es loque deberíamos hacer. Desgraciadamen-te hemos eliminado la investigación re-ligiosa de la educación y estamos diri-giendo la mente de nuestros estudiantessólo hacia la comprensión del mundoexterno, obviando el mundo interno denuestra conciencia. Así que necesitamosrenovar la visión sobre la educación ycrear una mente que investigue, de suerteque también pueda llegar hasta el auto-conocimiento. La investigación en el

mundo externo no contradice en abso-luto la investigación en el mundo inter-no. De hecho, la ciencia y la religión ensu verdadero sentido son investigacio-nes complementarias en dos aspectos deuna misma realidad, que incluye espa-cio, tiempo, materia y energía, lo mis-mo que la conciencia.

Cuando diferenciamos y decimosque sólo podemos comprender la una yno la otra, la comprensión de la vida yla realidad es parcial y fragmentaria.Einstein, que fue tal vez el mayor cien-tífico del siglo XX, expresó magnífica-mente que la ciencia sin la religión escoja, y que la religión sin la ciencia esciega. Así que necesitamos cultivar unamente que es científica en el sentido deser racional y precisa, y religiosa en elsentido de encontrarse con el amor, lacompasión, el respeto por toda vida yun sentido de la belleza. Un hombre quesea únicamente intelectual y falto deemoción puede ser un despiadado, unfrío monstruo. En cambio, si carece deracionalidad, puede resultar un ser ex-cesivamente sentimental, neurótico, locual es un estado de desequilibrio. Sóloes el equilibrio entre la razón y el amorlo que ofrece la posibilidad de tener unainteligencia holística.

Krishnamurti decía que “no hay in-teligencia sin amor y compasión”, y tam-bién, “Sitúa a tu intelecto en el corazón,de otro modo no tiene ningún valor.”

(The Theosophist, marzo 2005.)

Nota.- El Profesor Krishna, miembro de la ST desde hace muchos años y distin-guido científico, ha escrito y ha dado muchas conferencias. Esta es la quinta y laúltima de una serie basada en sus charlas en Naarden, en 2002.

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ACTIVIDADES

RAMA ARJUNALunes 6, 13, 20 y 27 (a las 18,30h.) - Formación teosófica, a cargo de C. ElóseguiMartes 7, 14, 21 y 28 - (a las 18,30h.) Reunión de Rama. (Sólo para miembros). Estudio sobre: “La

Sabiduría Antigua” de A.B. a cargo de J.García Lop y coordinadora F. Pastor. (a las 20h.) - Grupo deestudios. Tema: “El cuerpo mental”, a cargo de Nilda Venegas. Coordina Leo Villalba.

Miércoles 1, 8, 15, 22 y 29 - (a las 19h.) - Grupo de estudios. Tema: “El cuerpo astral” a cargo de J.García. Coordina M. Prats.

Jueves 2, 9, 16, 23 y 30 - (a las 19h.) - Grupo de estudios. Tema: “El cuerpo causal y el Ego”, a cargode J. Tarragó. Coordina J.L. Gasión.

Viernes 3, 10, 17 (a las 20h.) - Grupo de estudios. Tema: “La Joya suprema del discernimiento” a cargode A. Valdés. Coordina M. Cartañá.

Sábado 18 (a las 19h.) - Encuentro fraternal en el local social y cena. Contactar con Leo: 93-871-67-24Vacaciones de verano: del 30 de junio al 30 de septiembre, inclusives.

RAMA BHAKTI2º domingo de mes (a las 18h.) - Conferencias.Martes (a las 18h.) - Coloquio sobre temas de interés para el conocimiento de sí mismo. Coordina C.

Elósegui. (A las 19h.) - Reflexiones sobre los Yoga Sutras de Patanjali. Coordina P. Pujós. (A las20,30h.) - Reunión de Rama. (Sólo para miembros).

Jueves (a las 17h.) - Estudio del libro “Conocimiento de sí mismo” de IKT. Coordina C. Elósegui. (Alas 21h.) - Curso sobre Teosofía. Coordina C. Elósegui.

Sábados (a las 17h.) - Coloquios abiertos: los retos de la vida diaria a la luzz de la Teosofía. CoordinaC. Elósegui. (A las 20h.) - Práctica de meditación a cargo de J. Vergés. 2º sábado de mes (a las 17h.)- Coloquio teosófico a cargo de los miembros de la Rama.

RAMA BILBAOViernes, 3 - La Intuición. Vídeo de las Jornadas Ibéricas de Teosofía y coloquio. - 10 - El arte de

escuchar, por Allende Aransay. - 17 - Reflexiones teosóficas, por Begoña García. - 24 - Reuniónordinaria de Rama.

Martes (a las 19h.) - Lectura de Krishnamurti, seguida de meditación, coordina Allende.(Para los simpatizantes la hora de comienzo de las actividades será a las 20h.).

RAMA HESPERIALunes 6 (a laas 20h.) - Tertulia sobre temas teosóficos. M.S.T. - 13 - Conferencia: Religiones -

Mitologías, por F, Estevez. 20 - Teertulia sobre temas teosóficos. M.S.T. - 27 - Tertulia sobre temasteosóficos. M.S.T.

Último sábado de cada mes, proyección de vídeo y coloquio, sobre temas teosóficos.

RAMA MOLLERUSSALLEIDA:Tercer domingo de mes, charla-coloquio con C. Elósegui, en c/. Lluís Companys, 22, Lleida (a las

11h. y a las 17h.).Todos los martes (a las 20h.) - Estudio en grupo del libro “La Voz del Silencio” (Pláticas II). Coordina

P. Duch.Todos los jueves (a las 20h.) - Estudio en grupo del libro “A los Pies del Maestro” (Pláticas I). Coordi-

na J. Carcar.Todos los viernes (a las 20h.) - Estudio en grupo del libro “Filosofía Yogui” de Ramacharaka”. Coordi-

na J. Torres.

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MOLLERUSSA:Todos los viernes en el Estudio de Yoga (c/. Navarro 8, a las 20h.) Estudio en grupo del libro “A los

Pies del Maestro” (Pláticas I). Coordina A. Segura.

RAMA NARAYANADomingo 19 - Nuestra Naturaleza esencial, por Maite Ugarteburu (Gauri) - 26 - Teosofía aplicada, 2ª

parte, por J. Hernández (Nanda)

RAMA RAKOCZILunes 13 y 27 - Grupo de meditación activa y ritual dévico. - 20 - O.T.S. Ritual de sanación.Miércoles 1 - Curso de meditación. - 8 - Meditación a cargo de F. Béjar. Estudio sobre “Luz en el

Sendero”. - 15 - Meditación a cargo de A. del Rosario. Estudio grupal sobre “Luz en el Sendero”. -22 - Meditación a cargo de J. Rodríguez. Estudio grupal sobre “Luz en el Sendero”. - 28 - Medita-ción a cargo de F. Pérez. Tema libre.

RAMA SAMADHILunes (a las 18,30h.) - Estudio grupal. “Conocimiento de Sí Mismo” IKT. - (a las 19,30h.) - O.T.S..

Primer lunes de cada mes (a las 18,30h.) - Reunión de Rama (sólo para miembros).Martes (a las 19.30h.) - Curso básico de Teosofía, por A. Pérez.Segundo jueves de cada mes (a las 19,30h.) - Círculo de Unión. Jueves tercero y cuarto de cada

mes (a las 19h.) - Estudio de “La Doctrina Secreta” (sólo para miembros) Coordina A. Pérez.

RAMA SHAKTI-PATPrimer martes de mes (a las 17,30h.) - Estudios sólo para miembros. Las Cartas de los Mahatmas. El

Sendero del Discipulado. Los Maestros y el Sendero. VI Tomo de la DS de HPB. Meditación.Coordina A. Guirao

2º, 3º y 4º martes de mes (a las 18,30h.) - Estudios para simpatizantes. Las Pláticas. A los Pies delMaestro. La Voz del Silencio. Meditación. Coordinan miembros de la Rama.

RAMA VIVEKASábado 4 (a las 17.30h.) - El Sendero Interno, a cargo de S. Miró. - 18 - Estudio sobre la meditación y

el servicio, a cargo de M. Vila.

GRUPO DE ESTUDIOS TEOSÓFICOS “ACUARIO”Miércoles (a las 18h.) - Grupo de trabajo sobre el libro “Conocimiento de Sí Mismo” de IKT. Coordina

T. de la Hoz.Sábados (a las 17,30h.) - Primero, tercero y quinto - Reunión de miembros (a las 18,30h.) Primero y

tercero, enseñanzas teosóficas. Mesas redondas desarrolladas por los miembros. Segundo y cuarto,ideas teosóficas en filósofos y científicos. Coordinan Chelo Villalta y T. de la Hoz. Quinto, enseñan-zas de Krishnamurti.

GRUPO DE ESTUDIOS TEOSÓFICOS “JINARAJADASA”Todos los martes del mes (a las 18h.) - 1º - Reunión de grupo. 2º - Meditación - 3º - Estudio y comen-

tarios de textos teosóficos. 4º - Taller de estudios.

GRUPO DE ESTUDIOS TEOSÓFICOS “LA RIOJA”Todos los viernes (a las 21,45h.) - Reunión pública.

NOTICIARIO

El pasado mes de febrero se enviaron a Adyar, a una cuenta con destino al tsunami la cantidad de

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10.851,20 euros, recaudados entre los miembros de la Sección Española. Quedan todavía por enviarmás de un centenar recibidos a última hora. El envío se hizo a través de banco con el aditivo de‘tsunami’ lo cual hizo que ni aquí ni en la India se cobrara ninguna comisión al efecto.

C.V.K. Maithreya, presidente del grupo local de Chennai informa sobre el acontecimiento cele-brado en la Sede Central de Adyar el mes pasado anunciando la adquisición de tres plantaspurificadoras de agua. El acontecimiento fue comunicado por TV y en 5 periódicos. En la página dosse encuentra información general sobre la OTS en Chennai y un resumen del trabajo urgente llevadoa cabo el pasado diciembre y enero.

A la OTS en Chennai le gustaría dar las gracias por los donativos, por las manifestaciones deinterés y de apoyo moral recibidas desde el 26 de diciembre cuando irrumpió el tsumani.

Se informa que las personas que deseen contribuir al trabajo a largo plazo emprendido por la OTSen Chennai para las víctimas del tsunami, que todavía se aceptan donativos por parte de la tesorerainternacional de la ST, en Adyar, la señorita Keshwar Dastur.

Para ello dirigirse a la secretaria internacional de la ST, la señorita Mary Anderson. Es mejor quelos donativos sean colectivos si es posible y enviados a la OTS o a las Secciones de la ST porque deeste modo las comisiones bancarias son nulas.

ACTIVIDADES EN EUROPA

Junio 11-12 - Convención Nacional Francesa. Invitados Licio Correia/Hannelore Eibner (conferencia eldomingo 12). Escucha el canto de la Vida.

Julio 12-15 - Escuela de Verano sueca en Kreivila. El trabajo teosófico. Con la Presidenta Internacio-nal. Realidad y Verdad.

Julio 15-17 - Taller de colaboradores nórdicos en Kreivila. El Trabajo teosófico con la PresidentaInternacional.

Julio 17-22 - Escuela de Verano finlandesa en Kreivila, con la Presidenta Internacional. Del Intelecto ala Intuición.

Julio 22-24 - Reunión de la EE en Kreivila con la Presidenta Internacional.Julio 25-27 - Escuela de Verano en Estonia con la Presidenta Internacional.Julio 21-27 - Escuela de Verano en Alemania en Lippstadt. La vida es relacionarse.Julio 30 a agosto 6 - Escuela de verano en Inglaterra con la Presidenta Internacional. La ascensión de

la conciencia.Julio 25- agosto 7 - En Kreivila, Curso de Pranayama, por G. Gautama (India) (la primera semana para

personas con experiencia, la segunda semana para principiantes).Agosto 29 a sept. 4 - Visita de la Presidenta a Portugal.Noviembre 26-27 - Seminario en París de la F.E. de la S.T., en la Sede Central de la ST francesa, con la

Presidenta de la Federación Europea de la S.T. El Mahabharata: El Libro de la Historia Interna dela Humanidad - III Introd. A la joya cumbre del Mahabharata, el Bagavad-Gita.

ACTIVIDADES EN NAARDEN (Centro Teosófico Internacional) 2005.

Julio 3 - Comité ejecutivo de la Federación Europea de la S.T. (Para miembros del comité).Julio 4 - Consejo de la Federeación Europea de la S.T. (Para miembros del Consejo).Julio 5 - Reunión de la EE (para miembros de la misma)Julio 6 - 13 - Escuela de la Sabiduría en Naarden dirigida por John Algeo. Reencarnación: La realidad

engañosa.Agosto 17-24 - Escuela de Verano de los Países Latinos sobre Vivir y Morir, organizada por la Sección

Francesa en Naarden, en el C.T.I. con la Presidenta Internacional como Huésped de Honor.Septiembre 23-29 - Semana de actividades extras en Naarden en el CTIOctubre 4-11 - Escuela Europea de Teosofía.

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CONTENIDOEDITORIAL ................................................................................................................................3

DESDE LA ATALAYARadha Burnier ........................................................................................................................5

UN CAMINO ES PARA RECORRERLO(Conferencia de la Convención de Adyar, 26 de diciembre 2004) Joy Mills ......................10

CIENCIA Y RELIGIÓNP. Krishna .............................................................................................................................21

ACTIVIDADES.........................................................................................................................26

NOTICIARIO ............................................................................................................................27

ACTIVIDADES EN EUROPA ..................................................................................................28

ACTIVIDADES EN NAARDEN (Centro Teosófico Internacional) 2005 ...............................28