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EDUCACIÓN_E_INSTRUC CIÓN ¿Qué se entiende por educación? Educación es un proceso social de transmisión de sensibilidad, conocimientos y valores normativos que ayudan al individuo (sujeto a ella) en la aprehensión cognoscitiva de la universalidad física y social, y que tiene como finalidad nutrir la formación integral del individuo sujeto a ella, sin perseguir formación crítica de la conciencia del mismo, garantizándole a éste su inserción a la planta productiva de la estructura social. . ¿Qué se entiende por instrucción? Instrucción es la capacitación o adiestramiento que se da a un individuo para que esté en posibilidad de realizar un tipo de trabajo en específico. Definir los márgenes existentes entre uno y otro es bastante impreciso y a veces se habla de ambos indiferenciadamente. Para quien esto escribe, se habla de educación cuando se refiere a un proceso concientizador, y de instrucción cuando se habla de capacitación. No se adentra en las matizaciones y controversia que sobre formación e información existe puesto que se considera que ambas conviven dialécticamente y se nutren una a la otra (Una esta implicada en la otra). Es decir, no hay formación

Educación o Instrucción

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Trabajo monográfico sobre educación e instrucción

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EDUCACIN_E_INSTRUCCIN

Qu se entiende por educacin? Educacin es un proceso social de transmisin de sensibilidad, conocimientos y valores normativos que ayudan al individuo (sujeto a ella) en la aprehensin cognoscitiva de la universalidad fsica y social, y que tiene como finalidad nutrir la formacin integral del individuo sujeto a ella, sin perseguir formacin crtica de la conciencia del mismo, garantizndole a ste su insercin a la planta productiva de la estructura social. .

Qu se entiende por instruccin? Instruccin es la capacitacin o adiestramiento que se da a un individuo para que est en posibilidad de realizar un tipo de trabajo en especfico.

Definir los mrgenes existentes entre uno y otro es bastante impreciso y a veces se habla de ambos indiferenciadamente. Para quien esto escribe, se habla de educacin cuando se refiere a un proceso concientizador, y de instruccin cuando se habla de capacitacin. No se adentra en las matizaciones y controversia que sobre formacin e informacin existe puesto que se considera que ambas conviven dialcticamente y se nutren una a la otra (Una esta implicada en la otra). Es decir, no hay formacin sin informacin y no puede haber informacin sin ser sta formativa. Llevando esto a la educacin se podra decir que de una u otra manera toda instruccin concientiza al individuo, por lo tanto es educativa. La educacin requiere tiempo y trabajo personalizado. En otros trminos, la educacin es cara, muy cara. Cuando los recursos escasean, invariablemente la educacin se convierte en instruccin. En general, la escuela no puede reemplazar a la familia: por un lado, el tiempo que los nios y jvenes pasan en su casa es mayor que el que pasan en el colegio; por otro lado, los compaeros son siempre ms que los hermanos. En consecuencia, sera preferible reservar la palabra "educacin" para la tarea que realizan los padres y usar la palabra "instruccin" para referirse a la tarea de la escuela. Educar es desarrollar en el hombre toda la perfeccin de que es capaz su naturaleza. (Immanuel Kant)La educacin es la evolucin armnica y progresiva de las diversas facultades humanas de un modo integral. (Edith Stein)

LAS DIFERENCIAS ENTRE EDUCACIN E INSTRUCCINLa educacin sobre todo hace referencia a todos aquellos conocimientos que se pueden incorporar a nuestro saber por diversos medios y sobre diferentes tipos de materias. Cualquier persona puede instruirse sin la necesidad de tener un docente. Por ejemplo, si mantenemos una conversacin o realizamos una lectura, entonces en ese momento nos estamos instruyendo aunque no necesariamente nos estemos educando. Por otro lado, la educacin utiliza preceptos, ejemplos y ejercicios con los cuales se pueden desarrollar las habilidades intelectuales, fsicas morales y culturales de los educandos.Una vez que se concretan los conceptos las diferencias que existen entre estas dos formas se hacen ms evidentes. La educacin contempla plazos ms largos y ms difciles de establecer que los de la mera instruccin, la cual supone una sumatoria de conocimientos. Es por ello que se dice que la educacin abarca al individuo por completo.Para no poseer slo la instruccin, la educacin es la encargada de atravesar los obstculos que suponen el poder tener un tiempo determinado para cada materia, las planificaciones, la cantidad y la heterogeneidad de los alumnos que recurren a los centros educativos actuales.El objetivo de la educacin es el poder desarrollar todas las capacidades del ser humano teniendo en cuenta que cada ser es individual y adems, siendo capaces de percibir que somos dueos de nuestras ideas y de nuestras conductas, por lo tanto de nuestras vidas.Educar es en s un camino que nos permite la libertad, la instruccin en cambio, se torna en el aprendizaje de aquellos conocimientos adecuados para cumplir determinada funcin. Esto obviamente si lo hemos asimilado en su debido momento.En nuestros das, parece que la educacin se centra con prioridad sobre el estudio de aquellos contenidos que el alumno debe de asimilar para con posterioridad demostrar por medio de una evolucin todo aquello que sabe aunque sea a travs del proceso memorstico.La educacin de por s es un proceso que evoluciona constantemente y que en muchas ocasiones, modifica la conducta del individuo a travs de experiencias y conocimientos que se van adquiriendo de distintas maneras y medios, y esta puede ser informal o formal, inconsciente o consciente.

PALABRAEDUCACININSTRUCCIN

ACCIONESdesarrollarperfeccionarensearinformarcomunicar

PLAZOSlargosdifciles de precisarcortos

TCNICASpreceptosejemplosreglasadvertenciasejercicios

MATERIASReliginQumicaHistoriaMatemtica

CARCTERintegralparcial

RASGOS COMUNESrequieren planificacinse hacen de manera sistemtica

De los lmites entre educacin e instruccin Una de las aportaciones esenciales de la nueva pedagoga (que, como todo lo nuevo, anda ya en fase decadente) ha sido la integracin en un conjunto formal de la educacin y la instruccin, esas dos parcelas de la formacin humana cuyas lindes han ido borrndose de un tiempo a esta parte. Se constata, en definitiva, una invasin del mbito educativo en la parcela de la pura instruccin, de forma que la orientacin moral, teolgica, ideolgica, dogmtica o lo que sea se impone al conocimiento y lleva sin remedio a la manipulacin y a la imposibilidad de que el joven acabe por forjarse un criterio propio ante la realidad. Es cierta la dificultad de desnudar los contenidos y enajenarlos de cualquier influjo ideolgico, aun cuando se trate de meras abstracciones matemticas, pero el esfuerzo docente, si se emplea con honestidad, ha de insistir en vencer tal contrariedad y procurar la entrada limpia de los saberes en la mente de los muchachos. La instruccin pblica en s misma habra de ceirse a dicho cometido.La educacin de los nios, es decir, el aprendizaje y adopcin de las normas cvicas imperantes en la sociedad y el repliegue a un cdigo moral generalmente aceptado y en ella impuesto, es ya asunto bien distinto, que corre paralelo a la instruccin, pero que debera entrometerse en ella lo menos posible. La educacin, como se ha dicho y se repite ubicumque, parte del mbito familiar, se configura con el grupo social a que pertenece cada uno y, a la postre, se acaba moldeando con los influjos publicitarios y televisivos que determinan los comportamientos. Tal hace que la persona adopte unos modales y unas formas especficas, adquiera unos llamados valores y vaya configurando lo que se tiene por carcter.La buena educacin, por supuesto, es imprescindible para la convivencia y necesaria como punto de partida para la buena instruccin: si la educacin falla, la instruccin se torna asunto secundario e imposible. En otras palabras: slo cuando el muchacho tenga asumidas unas formas de civilidad podr acudir a las aulas y guardar la disciplina necesaria para aprender, para recibir los contenidos y ordenar los conocimientos, que a la larga habr de emplear segn el criterio que en su espritu alumbren por s mismos. La educacin, en tal sentido, habra de servir a la instruccin borrando todo prejuicio personal en el alma del nio, distancindolo al mximo del propio docente y dejando que el saber obre en plena libertad.Pero bien puede ya entenderse que tal estado constituye un autntico desideratum. En la misma inmediatez, la educacin como tal falla de parte a parte: el mbito familiar ha desaparecido, pues que los padres se deshacen de los hijos en cuanto nacen, apenas hay contacto y convivencia y, para reducir distancias, se ha optado por hacer dejacin de autoridad y convertir la familia en un asunto de amigos; el grupo en que se desenvuelve el muchacho, agente educativo de primer orden, es hoy una grey universal, homognea hasta la identidad completa y coordinada en la desgana, el aburrimiento y el botelln; por ltimo, la sociedad misma, abrasada en su consumo como forma sustancial de vida y regida con descaro por la publicidad y la televisin, inocula una serie de pautas automticas en padres e hijos que inciden en la conformacin de unos temperamentos inocuos, blandos y, por tal, caprichosos y voltiles. As pues, el nio entra en la escuela sin las formas de la educacin, antojadizo, tiranuelo, sin concepto de autoridad, guiado de su pura gana y dispuesto a enfrentarse con su indisciplina absurda al caudal de los conocimientos, amparado por un relativismo cultural que advera cualquier majadera. La consecuencia entonces se torna desoladora: los maestros y profesores ya no se encargan exclusivamente de ensear, manteniendo una distancia necesaria con los alumnos que hace posible el trasvase de saberes, sino que han pasado a ser educadores, es decir, agentes de un cdigo moral y cvico que, ya puestos, lanzan como sin querer algunos contenidos cientficos y literarios. Por supuesto, el balance es inmediato: como el profesor es ms educador que instructor, como se dedica a imponer una moral y una disciplina ms que a ensear unos conocimientos adquiridos y aplicados a lo largo de los siglos, los alumnos salen de las aulas casi necios, sin criterio alguno y dispuestos a ser devorados por el gran consumo, que se frota las manos a la vuelta de la esquina.La preponderancia educativa de la escuela, en fin, viene a alcanzar su mximo nivel cuando los polticos, irrefrenables en su papel demirgico, quieren solucionar el asunto con experimentos aleccionadores. Tal es el caso de la muy comentada 'Educacin para la ciudadana y los derechos humanos', una asignatura sin apenas valor instructivo y de fines tan puramente educativos que en realidad constituye una autntica herramienta para el adoctrinamiento poltico. No slo su temario es absurdo por contradictorio (cmo ensear y evaluar tamaa teologa, que trata cada tema como realidad ontolgica e incontrovertible de la que, sin decir cmo ni con qu, habr de surgir un espritu crtico en el alumno?), sino que impone un dogma poltico casi con funciones catequticas. El Estado, como siempre, trata de forjar ciudadanos que acaten, amen y hasta estn dispuestos a morir por el rgimen, pero la trampa de este asunto radica en la mixtificacin que envuelve el engendro, pues que nos quieren dar gato por liebre como si todos fusemos estpidos: en nombre de los derechos humanos y de otras mil palabras gastadas se impone una doctrina estatal que consagra como mito incontrovertible un sistema poltico determinado. El Estado, pues, ejerce as su funcin natural, pero son los individuos quienes deberan revolverse y exigir unas lindes precisas a la instruccin pblica, que habra de limitarse tan slo a la correcta y esencial comunicacin de los saberes. La educacin en cambio, como el camino, ha de hacerse al andar.