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Aplicación de la Clase 11 de Géneros Periodísticos
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LA FIESTA ES PARA QUIEN GUSTA DE ELLA
Nadie es conducido a la Plaza de Toros como oveja al redil. Igual que el hombre que en
uso de su libre albedrío resuelve envilecerse en el licor
o en el vicio. Él es el único responsable de su destino
Igual, quien va a una Plaza de Toros lo hace consciente de
aquello que va a espectar: un espectáculo fuerte y repleto
de emociones
UNA OPINIÓN MUY PARTICULAR SOBRE LA FIESTA
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El toro y su enorme grandeza
Nadie puede negar que el toro es el principal protagonista de la fiesta. Es un animal qie infunde respeto, en especial
aquel que ha sido preparado para enfrentarse a un hombre en el ruedo.
Tiene lo que se llama casta, es decir, en su ancestro y formación han coincidido una serie de factores que lo capacitan para una
actividad sumamente exigente como la que reseñamos.
No es un ser débil e incapacitado. Tiene una capacidad y unos atributos que le
permiten encarar la prueba suprema en el ruedo
La Fiesta de la Vida
Los Opinadores Av. 10 de Agosto 12345
Quito Phone 097097606
Fax 097097606
http://www.lafiestataurina.com
Los Toros y su mundo
Los Opinadores Av. 10 de Agosto 12345
Quito Phone 097097606
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Tres momentos
EL TORERO
El torero es un hombre normal y corriente que tiene en su sangre la afición
a la fiesta y que se ha preparado intensamente para intervenir en ella junto
al toro.
Los riesgos que corre son enormes. De hecho cientos de toreros han muerto o han quedado incapacitados. Es que la
fiesta es asi
LA SUERTE DE BANDERILLAS
Una parte del espectáculo es la suerte de banderillas, es decir, aquella en la que el
torero clava en el astado un par de agudas estacas destinadas a reducir su empuje y
ponerlo en forma para avanzar en la fiesta, incrementando su colorido al igual que el riesgo que esta presente a lo largo
de toda la faena.
No es un trabajo fácil. Los ayudantes del torero colocan al animal en “suerte” como se llama a la situación especial en la que está capacitado para recibir la banderilla
ACCIÓN FUERTE
La colocación de las banderillas trae consigo la hemorragia consiguiente en el animal y quien mira la corrida desde el
graderío está perfectamente enterado de esa incidencia. Es imposible impedir que tal cosa suceda. Así ha sido la fiesta de los
toros en buena parte de su milenaria historia y así proseguirá hasta el fin de los
tiempos, siempre y cuando exista la libertad suficiente para que ocurra.
EL PICADOR
En el momento oportuno quien ejerce de autoridad en la Plaza dispone que salgan los picadores, dos individuos que con una vestimenta especial, montados en caballos
totalmente protegidos y portando una larga vara proceden a encontrarse con el toro para picarlo en determinado sector de su anatomía. Esta acción, la mayor
parte de ocasiones, no complace al publico que desconoce su razón de ser, similar en
parte a la de banderillas y un tanto diferente de ella ya que lo que se busca es que el animal baje la cabeza y se acomode para la siguiente parte del espectáculo, la
del toreo propiamente dicho.
En efecto, con posterioridad el torero se armara de una capa especial y un estoque, que le servirán para poner punto final a la
faena
MUERTE DEL TORO
El torero, corriendo un gran riesgo, procede a enfrentarse a su “enemigo”
recorriendo el ruedo con la utilización permanente de la capa que porta para, con
floreos, evitar ser embestido. Es un accionar de gran colorido que requiere de la debida comprensión del público que en su mayor parte ignora las características
del momento y reacciona equivocadamente
El momento en que corresponde que el toro muera es de extremada
tensión. Siglos de historia han establecido el
procedimiento que se debe seguir y, como siempre, la muerte debe ser recibida
con respeto
RESUMIENDO
Así es la fiesta de los toros: dura y arriesgada. Uno de los enemigos que se
enfrentan morirá a su término. El hombre dotado de una mayor inteligencia y
capacidad vence en la mayor parte de ocasiones pero en otras él resulta muerto.
Así es la fiesta. A que pierda esas características es preferible que no ocurra y mientras se de, debe cumplirse como la
tradición lo ha establecido