Ejercicios Espirituales Con Don Bosco-1

Embed Size (px)

Citation preview

  • 7/31/2019 Ejercicios Espirituales Con Don Bosco-1

    1/106

  • 7/31/2019 Ejercicios Espirituales Con Don Bosco-1

    2/106

    DIA PRIMEROINFANCIA Y JUVENTUD DE DON BOSCO: EPOCA EN LA QUE NACEN LOS

    ELEMENTOS ORIGINALES DE SU PERSONALIDAD

    PRIMERA CHARLALA FAMILIA DE I BECCHI,

    MANANTIAL DE LA PERSONALIDAD DE DON BOSCO

    Os invito a trasladaros con la fantasa a la casita deI Becchi.All vivi Juan Bosco sus primeros aos, junto a mamMargarita, la abuelita y los dos hermanos.La familia qued impresa en la mente, en el corazn,en la personalidad de Juan Bosco. Los elementos queesta familia le proporcion o que de algn modonacieron en su alma durante aquel primer tiempomtico de su vida, lo marcaron para siempre.Podemos decir que durante toda su vida l seesforzar para hacer vivir a sus muchachos (muchosde ellos hurfanos y sin hogar) la dulzura, la paz, laseguridad que, a pesar de las dificultades, encontrl en la familia de I Becchi.Trabaj con todas sus fuerzas para reproducir,primero en el Oratorio de Valdocco y despus en la

    Congregacin Salesiana, el clima de la familia en la que se haba encontrado tan a gustoen I Becchi.Creo que la Congregacin Salesiana, si quiere ser genuina, tiene que sentirse marcada,aun hoy, por el clima de aquella familia. Por eso pienso que ser muy til reflexionarsobre ella, sobre los elementos que nacieron en el alma de Juan Bosco durante aqueltiempo importantsimo.

    El amor de la madre: dulzura y firmeza

    El primer elemento que marc a fondo la vida de Juan Bosco fue (como sucede a lamayor parte de las personas) el amor de su madre.Cuando muri Francisco, su padre, Juan no haba cumplido sus dos aos. Margarita tenaveintinueve. Era demasiado joven para el peso que haba de soportar (tres hijos, lasuegra semiparaltica en un silln, casita y campos apenas suficientes para vivir). Perono emple muchos das para compadecerse de s misma. Arremang sus brazos ycomenz a trabajar. Las tareas ms pesadas (arar, segar, cavar) destrozaban susmanos. Pero aquellas manos encallecidas saban tambin acariciar con dulzura a sushijitos. Porque era trabajadora, pero sobre todo era siempre la madre de sus hijos.

    2

  • 7/31/2019 Ejercicios Espirituales Con Don Bosco-1

    3/106

    Los sac adelante con dulzura y firmeza. Cien aos despus los psiclogos dirn que elnio necesita, para desarrollarse bien en la vida, el amor exigente y firme del padre, yel amor dulce, gratuito y gozoso de la madre (E. FROMM, El arte de amar).El amor paterno, exigente y firme, estimula al empeo en la consecucin de las metas,exhorta continuamente a ser dignos del padre.

    El amor materno, dulce, gratuito, sereno y gozoso, da la alegra de vivir por encima delos resultados, consuela en los das de abatimiento, recuerda al hijo que alguien lequiere bien no por lo que hace, sino por lo que es, slo por el hecho de ser hijo.Los psiclogos dirn que la orfandad lleva consigo el riesgo del desequilibrio afectivohacia una sola vertiente: para los hijos de mam el de una molicie sin nervio y sinestmulo para alcanzar grandes resultados; para los hijos de pap, el de una aridezansiosa de quien siempre se ve estimulado y se encuentra solo y rechazado en los dasde abatimiento.Mam Margarita encontr en s misma un instintivo equilibrio que le hizo unir y alternarla serena firmeza y la dulzura reconfortante. Era una madre dulcsima, pero enrgica y

    fuerte. Los hijos saban que su no, era no. Y no haba caprichos que le hicieran cambiarde parecer.En un rincn de la cocina recordaba Don Bosco haba una vara: un mimbre flexible.No la us jams, pero nunca la retir de all.Cuando un da hizo Juan una gorda (a saber cuntas veces se repetir cada da esteepisodio), Margarita seal el rincn: Juan, treme la vara. El nio se retir hacia lapuerta: Qu quiere hacer? Tremela y vers. El tono era decidido. Juan se lallev y le dijo ofrecindosela desde lejos: Quiere medirme las espaldas?... Y porqu no, si me las haces tan gordas? Mam, ya no lo har ms. Y entonces la mamsonre. No mantiene el ceo, no sigue con los nervios en tensin. Sonre ella, ysonre tambin su hijo. Todo vuelve a estar tranquilo y sereno en la casita.Este amor exigente y al mismo tiempo confortante es el primer valor que marca lapersonalidad de Don Bosco y que permanecer como plataforma fija en la base de supersonalidad. El no supo jams por experiencia directa qu quiere decir tener un padrey una madre. Tuvo una sola fuente de amor, materno y paterno a un mismo tiempo. Y lmismo lleg a ser una idntica fuente de amor para sus muchachos: un amor que semanifiesta, al mismo tiempo y alternativamente, con firmeza serena y gozo confortante,un amor paterno y materno. Y quiso que sus Salesianos fueran lo mismo.

    Para nuestra reflexin

    Encuentran en nosotros los jvenes este amor exigente y reconfortante?, firme ydulce? Sabemos comprender los momentos de exigencia sin ansiedad y los momentosde dulzura sin viciarlos? Saben que nuestros noes son un no, y no un s que se puedearrancar con caprichos? Sienten en la base de nuestros ses y de nuestros noes que seles ama de verdad? Los nervios, el humor, la luna, tienen tal vez un papel importanteen nuestro comportamiento, o sabemos dominarlos?

    3

  • 7/31/2019 Ejercicios Espirituales Con Don Bosco-1

    4/106

    El trabajo y el sacrificio

    El segundo elemento que Juan Bosco absorbi de su madre hasta convertirlo en sunorma, fue el trabajo.Ve a su madre trabajar. Los hijos le echan una mano segn sus posibilidades. La vida dela familia Bosco es una vida de pobreza. Entre las pocas casas de I Becchi, la de losBosco es la ms pobre de todas: una construccin de una planta, que es habitacin,pajar y establo. En la cocina hay unos sacos de maz, y al otro lado de una endeblepared, rumian dos vacas. Pobreza verdadera, pero no miseria, porque todos trabajan, yel trabajo del campesino rinde poco, pero rinde.Los muros estn desnudos, al blanco de la cal. Los sacos de trigo son pocos, pero se vanvaciando lentamente y acaban por ser suficientes. Por esto los chicos de la casa Boscono estn amargados por la tristeza y menos an por la agresividad. No hay nadasuperfluo, pero s lo necesario, porque todos echan una mano para seguir adelante. Yeste sentirse todos para conseguir lo necesario y alcanzarlo da a da, da un sentidode satisfaccin, un cachito de profunda felicidad.Tena Juan cuatro aos cuando su madre le entreg las primeras tres o cuatro varas decamo macerado para deshilachar. Un trabajo pequeo, pero un trabajo. Entre los ochoy nueve aos empez a participar ms activamente en las faenas familiares, trabajandode sol a sol como un pequeo labrador.Por la tarde, cuando se va a dormir sobre el jergn, lleno de hojas de maz, Juan sientela satisfaccin profunda de formar parte activa de la familia que va adelante, que vencelas dificultades porque tambin l echa una mano. Sentido de pertenencia, sentido devalorizacin y de dignidad, llamarn los psiclogos a esta satisfaccin. Es un conjuntode elementos que producen el gusto de vivir, y que Don Bosco transmitirininterrumpidamente a sus muchachos y a sus Salesianos. Una de las palabras ms durasque se podr dirigir a un joven en Valdocco ser la de holgazn. Porque ser sinnimode extrao a la familia, de joven sin dignidad.Indico solamente que, para Don Bosco, el trabajo va mezclado y casi fundido con aquelotro gran valor cristiano que llamamos el sacrificio. Su mentalidad campesina,prctica, jams comprendi el sacrificio como fin en s mismo, el sufrimiento gratuito.Vio siempre el sufrimiento, el sacrificio, como un precio necesario que hay que pagarpara hacer algn bien. Dir ms de una vez a sus Salesianos: Nosotros no llevamoscilicio, pero asistimos a los jvenes despus de la comida, cuando tenemos sueo.

    4

  • 7/31/2019 Ejercicios Espirituales Con Don Bosco-1

    5/106

    Para nuestra reflexin

    En la obra salesiana, aprenden los muchachos el sentido del trabajo, del sacrificio?Aprenden de nosotros que para hacer algn bien es necesario molestarse,

    sacrificarse? Les acostumbramos a trabajar por su casa, por su clase, por su oratorio?O por una falsa popularidad, hacemos que lo encuentren todo fcil, demasiado fcil?Recordamos a los padres de nuestros alumnos que las satisfacciones profundas, elgusto de vivir, el sentido de la dignidad, lo encuentran los jvenes en colaborar paraganarse lo que reciben? Vida fcil, dinero fcil, amistades fciles son el camino fcilpara los fracasos humanos.

    El sentido de Dios

    El tercer elemento que, en orden cronolgico, regala la familia de I. Becchi a JuanBosco es el sentido de Dios.

    Dios te ve es, una de las palabras ms frecuentes de mam Margarita. Deja que sushijos vayan a corretear por los prados vecinos, y mientras marchan les dice: Recordadque Dios os ve' Si cree que estn a punto de dejarse dominar por pequeos rencores, ode soltar una mentira para salir del apuro, les dice: Recordad que Dios ve tambinvuestros pensamientos.Pero no es un Dios-guardia civil el que ella esculpe en la mente de sus pequeos Si lanoche es bella y el cielo est estrellado, mientras salen a tomar el fresco a la puerta decasa, dice: Es Dios el que ha creado tantas estrellas y las ha colocado all arriba.Cuando los prados estn cubiertos de flores, murmura: Cuntas cosas bellas ha hechoel Seor para nosotros! Despus de la siega, despus de la vendimia, mientras beben

    un trago, tras la fatiga de la recoleccin, dice: Demos gracias al Seor. Ha sido buenocon nosotros. Nos ha dado el pan de cada da.Tambin despus del temporal y del granizo, que lo ha destruido todo, la madre invita areflexionar: El Seor nos lo dio, el Seor nos lo quit. l sabe por qu. Pero si somosmalos, acordmonos de que con Dios no se juega.Junto a la mam, a los hermanos, a los vecinos, Juan aprende de este modo a ver a otrapersona, Dios. Una persona grande. Invisible, pero presente por doquiera: en el cielo, enlos campos, en el rostro de los pobres, en la voz de la conciencia que dice: Has obrado

    5

  • 7/31/2019 Ejercicios Espirituales Con Don Bosco-1

    6/106

  • 7/31/2019 Ejercicios Espirituales Con Don Bosco-1

    7/106

    de Dios? Recordamos a los padres de los jvenes su obligacin de ser padres en lafe, de ensear a rezar en familia? Ven en el Evangelio el libro ms apreciado yutilizado por nosotros? Aprenden de nosotros a ver a Dios en los dems? En los otrosms incmodos, como son los enfermos, los ancianos, amargados por la soledad?

    La raznCuando dos personas desean aclararse mutuamente un asunto, tratar sobre un tema, seinvitan ordinariamente diciendo: Hablemos, discutamos, dialoguemos. En el dialectopiamonts todas estas expresiones se pueden manifestar con la sola palabrarasunma, razonemos. Razonar para los monferratinos no significa tantoprofundizar con calma, cuanto discutir con cierta vivacidad. Es lo que correspondea la palabra moderna confrontacin.Con este significado aparece la palabra razn, razonar en la niez de Juan Bosco.Margarita no es una madre que impone su parecer: Es as y basta. Es as porque lodigo yo. Acepta, por el contrario, siempre que es posible, la discusin, la confrontacin

    con sus nios. Pretende que reconozcan sus razones, lo mismo que reconoce tambin lasde sus pequeos.Discute con Juan, nio de pocos aos, cuando ste llega a casa chorreando sangredespus de una partida a la taba, y acepta que vuelva a jugar con los compaerosque se portan mejor cuando est Juan entre ellos. Discute con l cuando se lepresenta con un mimbre adornado dicindole que lo tiene merecido porque ha roto elvaso del aceite. Y se rinde a los argumentos de su hijo, que tena unos diez aos,cuando, en casa de la abuela, quiere subir al granero para ver qu diablo hace aquelruido. Juan le dice: Y usted, mam, no tiene tambin un poco de miedo? YMargarita reconoce que no puede, que no debe tener miedo porque es ella quien le ha

    enseado a no tenerlo... Y lo acompaa arriba, por la escalera, para descubrir aldiablo que era una pobre gallina asustada.La palabra razn, en el sucederse de la obra educativa de Don Bosco, se cargar designificados ms vaporosos y profundos, pero en sus comienzos tiene este significadoespecfico: dilogo entre educador y educando, confrontacin abierta, tambin vivaz, delas respectivas posiciones; rechazo, por parte del educador, de imponer a priori supostura, actitud de bsqueda del mejor modo de actuar, en el que el educador estdispuesto a reconocer los argumentos del educando: porque entre los dos no existeespritu de rivalidad o de revancha, sino amistad, estima. Por eso el dilogo no acaba concaras largas. Se reconoce la razn y el error y se vuelve a la alegra.Don Bosco tendr esta actitud profunda en toda su obra educativa. El muchacho jamsser para l un sujeto pasivo, un ejecutor de rdenes. Tambin con los primerosSalesianos utilizar el ejemplo del pauelo que se deja restregar entre las manos; nocomprender jams la obediencia ciega, sino la obediencia sacrificada siempre,pero razonable. Don Bosco somete a discusin el cmo debemos hacer, solicita el di-logo, y no simula escuchar, sino que verdaderamente escucha el parecer de susjvenes, dispuesto a cambiar si sus argumentos son vlidos.

    7

  • 7/31/2019 Ejercicios Espirituales Con Don Bosco-1

    8/106

    Estn llenos de vida sus distintos dilogos con Domingo Savio que, con la intransigenciadel adolescente, quisiera ms asistencia y disciplina en el Oratorio; con Jos Buzzettique le invita a dar una buena leccin al maestro de obras que ha provocado elderrumbamiento de un edificio apenas construido. Ms vivas y abiertas son an lasdiscusiones entre Don Bosco y los jovencsimos miembros del primer Captulo de la

    Congregacin, que l ha formado desde nios, pero que no ha educado a la aceptacincallada, sino al dilogo respetuoso y al mismo tiempo abierto y vivo.Don ngel Amadei, refiriendo un dilogo entre Don Bosco y Don Domingo Belmonte enSampierdarena, escriba este inciso: Don D. Belmonte, con aquella franqueza queusabanLos primeros Salesianos, dijo a Don Bosco... Creo que son unas palabras muysignificativas.Don Bosco, sobre las huellas de su madre, estar dispuesto no slo a educar, sino adejarse educar por los suyos: es el marchamo del grande y genuino educador, porquees un cmulo de amor, estima por cada joven, confianza, lealtad, uniformidad de

    carcter, carencia absoluta de voluntad de afirmacin sobre el educando, respeto plenode su personalidad.

    Para nuestra reflexin

    Sabemos escuchar a los muchachos? Reconocer sus razones? En nuestros dilogoscon ellos buscamos solamente el camino mejor y su bien o un poquito de autoridadherida que busca la revancha? Les educamos a discutir con respeto, a estimarse sinsofocar el dilogo? Y despus de los intercambios de opiniones abiertas y francas,sabemos volver a la alegre convivencia?

    Una alusin solamente a otros tres elementos que Juan absorbi de su familia.

    El valor

    Margarita no es una madre aprensiva, insegura. Juan no se cra, por lo tanto, entremiedos ni arrimado a las faldas. El valor crece en l ms de prisa que la estatura. Legustan la aventura y el riesgo, y Margarita acepta todo lo que hay de razonable en estosgustos: desde trepar por los rboles en busca de nidos hasta los juegos acrobticossobre la cuerda con las inevitables cadas. Este gusto por la aventura y falta deaprensin la tuvo Don Bosco con sus muchachos. Algunos bigrafos lo atenuaron, lohicieron casi desaparecer porque escriban en el perodo del mximo desarrollo escolarsalesiano, y en los colegios la disciplina uniforme era ms estimada que el valorarriesgado. Pero basta leer unas pginas de la Vida de Domingo Savio y algn relatosobre los paseos otoales por el Monferrato para apreciar cmo impulsaba Don Boscolas iniciativas valerosas y cunto margen de iniciativa dejaba a la fantasa de susmuchachos.

    8

  • 7/31/2019 Ejercicios Espirituales Con Don Bosco-1

    9/106

    El gusto de actuar conjuntamente

    Las biografas de Don Bosco narran muchos episodios de la niez de Juanito tenindolocomo nico protagonista. Pero por varios detalles aparece claro que todas las aventurasde su niez, transcurrida entre las colinas de I Becchi, tuvieron dos protagonistas:Juan y Jos, los dos hermanos unidos por una profunda amistad. Jos tiene dos aosms que Juan, es menos aventurero, pero lo sigue a todas partes, un poco paraprotegerlo por su mayor edad y un poco como admirador de sus fantsticas invenciones.En torno a ellos giran algunos amigos de las alqueras vecinas. Surge de este modo enJuan el gusto del actuar conjuntamente, del proyectar y realizar con los dems.En su labor educativa exhortar siempre a sus jvenes a. probar el gozo de proyectary realizar conjuntamente: desde la primera sociedad de la alegra a las asociacionesjuveniles del Oratorio y a la misma Sociedad Salesiana.

    El gusto de estar reunidos

    El que ha vivido la vida campesina sabe que para el muchacho, el encontrarse reunidosen torno a la mesa, o en torno al fogn, o durante las largas veladas invernales, es unode los elementos que ms hacen gustar la dulzura del vivir, que ms paz y seguridadcomunican. Juan disfrut a fondo de esta realidad y aprendi a estimarlaconscientemente antes que otros valores porque la vivi en su preadolescencia. Lanecesidad de abandonar su casa slo con once aos y medio (en febrero de 1827) para ira la granja de los Moglia, le hizo sentir cun grande era el bien de vivir juntos enfamilia. El vivir entre Salesianos y jvenes, formando una gran familia, es uno de losvalores fundamentales para Don Bosco. Para establecer una atmsfera familiar desintona y simpata quiso que sus Salesianos estn fsicamente presentes entre losjvenes. Una presencia que no siente el educador como un sacrificio, como un deberenojoso, sino como un encuentro continuo y gozoso por ambas partes.Don Bosco se encontrar entre sus jvenes siempre que le sea posible. En los primerostiempos subir a los andamios de los albailes para buscarlos durante la semana. Y, unavez estabilizado el Oratorio, slo un grave motivo podr impedirle estar con ellos. Dir:Aqu, entre vosotros, yo me encuentro a gusto: mi vida es precisamente estar convosotros (MB IV, 654). Al terminar la cena (y esto hasta el ao 1870) una turba demuchachos irrumpa en el comedor donde estaba acabando de cenar. Rivalizaban porestar a su lado para verle, para preguntarle, escucharle, rer sus bromas. Losmuchachos se colocaban a su alrededor, unos sentados sobre la mesa de frente, otrosde pie, algunos incluso de rodillas. Deca Don Bosco que este encuentro familiar con susmuchachos era el mejor plato de la cena.Luis Orione recuerda que tambin en los ltimos aos, consumido por los viajes y lasdeudas, con las piernas hinchadas y los ojos casi ciegos, Don Bosco no se separ jamsde sus jvenes. Verlos, sentirlos, dar unos pasos con ellos, le alegraba la vida despusde jornadas agotadoras, y los jvenes, por decenas, por centenares se arracimaban entorno a l, felices de escuchar aunque slo fuera una palabra.

    9

  • 7/31/2019 Ejercicios Espirituales Con Don Bosco-1

    10/106

    Es tal vez el caso de recordar para nuestra reflexin que nuestras Constituciones, en elartculo tercero, afirman que nosotros somos eclesisticos y laicos que llevamos unavida comn, y no slo un trabajo comn. Trabajar unidos sin vivir unidos, transforma lasociedad de familia en empresa. Y los sufrimientos ms amargos (si se lee la famosacarta del ao 1884) los experiment Don Bosco cuando vea que su Comunidad se

    deslizaba lentamente de la familia a la empresa.Aado todava, para encauzar vuestra reflexin, que hoy la familia puede degenerar, nosolamente en empresa, sino tambin en cuartel y copropiedad. Dicho ms claro: laempresa tiene por finalidad los balances activos. Trabajar, preocuparse todos de queningn balance acabe con nmeros rojos y de que haya buenos dividendos. Acabado eltrabajo, cada uno se va a donde quiere, hace lo que quiere, tiene los amigos que quiere.Y dichoso el que tiene la cartera bien repleta.El cuartel, la vida militar, tiene como meta suprema sus objetivos. Estos deben lograrsea cualquier precio. En guerra no se cuentan los cadveres, se cuentan los objetivosalcanzados. Al final se dan medallas a los cados, pensiones a los mutilados y a las

    viudas, pero lo nico importante es haber logrado los objetivos. No importa quealguien haya enloquecido por esta causa, que haya perdido la salud, que haya muerto. Esel precio normal que hay que pagar.La copropiedad, la ocupacin de un apartamento en un edificio comn, tiene comopalabra de orden no estorbar. Cada uno puede hacer lo que crea conveniente, inclusolas cosas ms estrambticas, con tal de que no estorbe a los dems, a los vecinos, quedeben de poder hacer, tambin ellos, lo que quieran.Familia, por el contrario, es quererse como hermanos, soportarse, ayudarse,compadecerse. Trabajar por un fin coparticipado por todos, con la satisfaccin de estarjuntos y de vivir juntos, con atencin a las personas ms que a los objetivos (por muyimportantes que ellos sean). Tenemos que preguntarnos con seriedad: Cmo es la ObraSalesiana, de la que formamos parte? Alcanzan los jvenes a ver en ella a una familia?Sienten que somos para ellos padres, hermanos o solamente superiores y profesores?He mencionado hasta aqu siete valores fundamentales que Juan Bosco asumi: amorexigente y reconfortante, trabajo, sentido de Dios, razn, valor, gusto por trabajarconjuntamente, gusto por estar unidos. Estos valores, absorbidos de la familia en la quele toc vivir, Don Bosco los transmiti naturalmente a la gran Familia Salesiana que seconvierte en la prolongacin de la familia de I Becchi.En la segunda charla tratar de examinar otros elementos que, en la preadolescencia yen la adolescencia, saturan la personalidad de Don Bosco: elementos que ya no recibe dela familia, sino que fueron creciendo en l de modo muy original.Ahora tratar de concluir esta conferencia.Estoy firmemente persuadido de que la Sociedad Salesiana es una Congregacininspirada por la Virgen y edificada por Don Bosco con seriedad y ejemplaridad. Tambinestoy profundamente persuadido de que, antes que una Congregacin, la SociedadSalesiana es una familia. Don Bosco habla siempre a sus queridos hijos de cosas defamilia, como padre antes que como superior. Dice y repite a sus Salesianos que

    10

  • 7/31/2019 Ejercicios Espirituales Con Don Bosco-1

    11/106

    deben sentirse padres, hermanos, hijos, unidos estrechamente por el amor fraternoantes que por el vnculo de los votos simples. En el lecho de muerte, dijo muy despacio aDon Miguel Ra y a Mons. Cagliero, despus de haberles tomado de la mano: Quereosbien como hermanos. Amaos, ayudaos y so-portaos mutuamente como hermanos...Prometedme que os amaris como hermanos.

    En este clima la Congregacin recibe un carcter familiar en todas sus manifestaciones:los votos, las estructuras, las orientaciones de fondo, las decisiones ms importantes, laforma de construir las casas y de estructurar los horarios, etc.El Salesiano mismo adquiere una fisonoma caracterstica, original.Si es exacta, al menos en parte, la reflexin que he hecho sobre la familia de I Becchi,podemos hacer un primer balance sobre la figura del Salesiano.Es, ante todo, padre y hermano.Tiene como base, como resorte profundo de su actuacin, un amor al mismo tiempoexigente y reconfortante, paternal y maternal a la vez.Es un trabajador que exhorta al trabajo, a encontrar en el trabajo, programado en

    comn, el sentido de pertenencia, de realizacin, de dignidad, que hacen satisfactoria lavida. Tiene y transmite el sentido de Dios.Como mtodo de relacin usa el razonamiento franco, no la poltica sinuosa. Sabe hablary escuchar.No es aprensivo, sino animoso en suscitar iniciativas.No es un solitario: siente y transmite el gusto de trabajar en unin y de estar unidoslos Salesianos entre s y los Salesianos con los jvenes.Presta ms atencin a las personas que a los objetivos y a los balances (aunque seanimportantes).Termino dirigiendo a Don Bosco una breve oracin: Don Bosco, t nos has querido unafamilia. Nos has querido padres y madres. Has querido que en la base de nuestra vidahubiera serenidad laboriosa, gusto de estar unidos bajo los ojos de Dios, que serepitiese en nuestras casas el clima familiar de la casita de I Becchi, aquel clima defamilia que te dio la seguridad y el gozo de vivir. T sabes que hoy esto no es fcil. Perot no nos has llamado solamente a cosas fciles. Da inspiracin a nuestra fantasa,entusiasmo y constancia a nuestra voluntad para que en todas nuestras casasdesaparezca el fro de la soledad que nos amenaza, y retorne plenamente aquel climafamiliar que nos ha fascinado desde jvenes y que debe absolutamente caracterizar anuestras casas por nuestro esfuerzo y con el auxilio que t nos obtendrs de MaraAuxiliadora.

    11

  • 7/31/2019 Ejercicios Espirituales Con Don Bosco-1

    12/106

    SEGUNDA CHARLA

    VALORES CARACTERISTICOS Y ORIGINALESQUE DESTACAN EN LOS PRIMEROS AOS

    DE JUAN BOSCO

    En la primera charla enumer los siete elementos fundamentales que asimil JuanBosco: amor exigente y reconfortante, trabajo, sentido de Dios, razn, valor, gusto detrabajar en equipo, gusto de vivir unidos. Deca que estos valores Juan Bosco losabsorbi prcticamente de un modo inconsciente del ambiente en que le toc vivir. Lefueron regalados, si podemos expresarlo as, por su madre, por su familia, por el con-texto humano en el que se desenvolvi su vida.

    Amor personalizado y grande

    Hay en los aos de la niez un episodio, casi insignificante, que nos revela cmo estnaciendo en l algo que es original. Es el primer elemento que no le fue regalado por sumadre y por el ambiente. Es un valor profundamente suyo, que marcar de formacaracterstica su personalidad y su estilo educativo. Podemos llamarlo amorpersonalizado y grande.El episodio, casi insignificante, es el del mirlo (MB I, 118). Los pjaros eran una pasinde Juan. Haba sacado del nido un mirlo y lo haba criado. En la jaula, entretejida conramas de sauce, lo ense a silbar. El pjaro aprendi. Cuando vea a Juan, lo saludabacon un silbo modulado, saltaba alegre entre las barras, lo miraba con los ojillos negro-brillantes.Un mirlo simptico.Pero una maana el mirlo no lo salud con sus silbidos. Un gato haba destrozado la jaulay se lo haba comido. Slo quedaba un mechn de plumas ensangrentadas. Juan empez allorar. Su madre trat de calmarlo, dicindole que podra encontrar mirlos y nidos porlos alrededores. Pero Juan no comprendi estas palabras de su madre: a l no leimportaban nada los otros mirlos. Era aqul que estaba all, su pequeo amigo, el quehaba muerto, y al que no volvera a ver.

    12

  • 7/31/2019 Ejercicios Espirituales Con Don Bosco-1

    13/106

    El pensamiento de que podra encontrar en las colinas muchos otros pjaros, no podaatenuar su sufrimiento: porque no cambiaba el hecho de que haban matado a supequeo amigo y que ya no volvera a verle saltar alegremente.Es sta la primera manifestacin del amor personalizado de Juan Bosco. Afecta a unpajarillo, pero no es por ello banal o poco significativo. Juan Bosco no se aficion jams

    a ninguno de una manera general. Todos los muchachos del Oratorio se sentanamados personalmente por l, no como componentes de un grupo o de una comunidad,sino como personas. Y el sufrimiento de cada uno se convertir en un sufrimiento suyopersonal.Entre los jvenes de Don Bosco no existirn las pequeas envidias que rodean a ciertoseducadores, que surgen en torno a los preferidos. Don Bosco quiere a todos susjvenes: no quiere a uno ms que a otro porque quiere para todos todo el bien quetiene. Lo dir con una comparacin muy simple: A qu dedo de mi mano quiero ms? Atodos. Cualquiera que fuese el dedo que me arrancaran, sentira un profundo dolor.Don Bosco quiere a todos sus muchachos, y los quiere tal y como son: un Ra reflexivo,

    un Cagliero impulsivo, un Savio diligentsimo, un Jos Buzetti tranquilo y sereno, unPablo Albera delicado y tmido.En el episodio casi insignificante del mirlo, se advierte segn mi opinin otraparticularidad que descubre las caractersticas originales del amor de Juan Bosco, deeste valor que es fundamento de su personalidad. Dice el bigrafo que estuvo tristedurante varios das y que nadie lograba alegrarlo. Finalmente son palabras de Lemoyne se par a reflexionar sobre la vanidad de las cosas mundanas, y tom una resolucinsuperior a su edad: propuso no apegar jams el corazn a nada de esta tierra.Leyendo las vicisitudes de la vida de Don Bosco, nos damos cuenta de que la mismaresolucin la formul algunos aos despus, a la muerte de un amigo muy querido, ymuchas otras veces. Y todos comprendemos que una resolucin se repite muchas vecescuando slo se ha conseguido practicarla muy pocas.A m me agrada mucho constatar que ste fue el propsito que Juan Bosco no logrnunca cumplir. Tambin era l como nosotros, con un corazn que tiene necesidad deamar las cosas pequeas y las grandes. Llorar, con el corazn hecho pedazos, a lamuerte de Don Jos Calosso, de Luis Comollo, a la vista de los primeros muchachosencerrados entre las barras de una prisin. Sus jvenes darn testimonio de l con unainsistencia impresionante: Me quera bien. Muchsimos repetirn una afirmacin quellevaban consigo en la vida como un tesoro: Don Bosco me dijo: soy un pobre sacerdote,pero te quiero tanto que, si un da tuviera solamente un pedazo de pan, lo partiracontigo. El primero que escuch estas palabras fue Carlos Gastini, el barberillo a quiense le muri su madre y arroj el patrn de su casa. Despus se las oyeron repetirBuzzetti, Enra, Ra... Yo mismo, siendo muchacho, en el pas de Santa Mara, cerca dePenango, he conocido a un viejo sacerdote que haba sido algunos aos alumno de DonBosco. Recordaba pocas cosas de Valdocco, el presbtero Corte, pero aquella frase larecordaba muy bien y nos la repeta frecuentemente a nosotros, que ramos aspirantes:Don Bosco me dijo: te quiero tanto que, si un da tuviese solamente un pedazo de pan,

    13

  • 7/31/2019 Ejercicios Espirituales Con Don Bosco-1

    14/106

    lo partira contigo.Y los muchachos sentan que no eran slo palabras: era la sencilla verdad. Uno de ellos,Luis Orione, llegar a ser padre de una Congregacin con Oratorios y casas para chicospauprrimos, y pensando en Don Bosco, dir: Caminara sobre carbones ardiendo paraverlo todava una vez ms y darle las gracias.

    La asctica de aquellos tiempos enseaba que apegar el corazn a la criaturas era unmal. Era mejor no arriesgarse, era mejor amar poco.La asctica ms evanglica del Vaticano II nos dir que no hay que transformar lascriaturas en dolos, que es necesario purificar nuestro corazn, pero que Dios nos hadado el corazn para que amemos sin miedo. El Dios de los filsofos es impasible, peroel Dios de la Biblia, nuestro padre y nuestro modelo, no: El ama y se enoja, sufre y llora,se estremece de gozo y sonre de ternura.La tierra en que naci Don Bosco le ha dado las caractersticas de su raza: laresistencia, el espritu prctico, la solidez, el buen sentido, la paciencia y hasta latestarudez. Pero Dios le dio tambin un corazn grande que ama a lo grande. Un corazn

    que no se resignar ante los jvenes humillados por la ignorancia, ante la gente taradapor la miseria, ante las personas resecas por la falta de Dios. Yo creo que el carisma,el don especial que se le asign a Don Bosco fue un corazn total, que no conoce lasmedias tintas.

    Para nuestra reflexin

    Se puede decir de nosotros que deseamos a todos todo el bien posible? O estamosresecndonos como personas que prcticamente no aman a nadie? O cultivamos anuestros preferidos? Amamos a los jvenes, tal y como son, con su temperamento,con sus cualidades, ayudndoles a realizarse, pero respetando su originalidad? No

    nos resignamos a su fracaso?

    Un valor caracterstico, sugerido desde lo alto

    A los nueve aos, Juan Bosco tiene el gran sueo. La turba de muchachos que juegan,blasfeman, ren; el Hombre venerable que le amonesta: No con golpes...; la Seora demajestuoso aspecto que le dice: Mira, lo que ves lo hars con mis hijos; la multitud deanimales feroces que se transforman en mansos corderos que se cambian en pastores, ylas palabras que tranquilizan sus lgrimas de turbacin: A su tiempo lo comprenderstodo.En torno a este sueo se enciende la discusin de la pequea familia. Cuarenta y nueveaos ms tarde, en los dos gruesos cuadernos de las Memorias del Oratorio, Don Boscoescribir: La abuela, que no saba mucho de teologa, que era totalmente analfabeta,dio su sentencia definitiva diciendo: "No hay que hacer caso de los sueos." Yo era delparecer de mi abuelita; sin embargo, no me fue posible quitarme de la mente aquelsueo. Las cosas que expondr a continuacin darn algn significado a esto (Memoriasdel Oratorio, Ceria, p. 25).

    14

  • 7/31/2019 Ejercicios Espirituales Con Don Bosco-1

    15/106

  • 7/31/2019 Ejercicios Espirituales Con Don Bosco-1

    16/106

    La alegra

    En Chieri, Juan Bosco hizo su primera experiencia educativa: funda y dirige laSociedad de la Alegra. Se gana la amistad de los compaeros ayudndoles en susdeberes. Exagera, incluso, pasando por debajo del banco traducciones enteras. (En unexamen ser descubierto durante una de estas maniobras, y slo podr salir bienparado gracias a la amistad de un profesor que le har repetir la traduccin del latn.)Con este medio escribe me gan la benevolencia y el afecto de mis compaeros.Empezaron a venir y a buscarme durante los recreos por los deberes, despus paraescuchar mis cuentos, y al final sin ningn motivo.Reunidos se est bien. Formamos una especie de pandilla y Juan la bautiza con elnombre de Sociedad de la Alegra. El reglamento es sencillsimo: no hacer ni decirnada que pueda avergonzar a un cristiano; cumplir los deberes religiosos y escolares;estar alegres.El nombre de Sociedad de la Alegra y el tercer punto del reglamento: estar alegres,nos hace fijar la atencin sobre un valor que emerge en la vida de Don Bosco: la alegra.La alegra ser siempre una de sus ideas fijas. Domingo Savio, uno de sus mejoresalumnos, llegar a decir: Nosotros hacemos consistir la santidad en estar siemprealegres. Tratamos solamente de evitar el pecado que nos roba la gracia de Dios y la pazdel corazn (Domingo Savio, Ceria, p. 126). Para Don Bosco, campesino, la alegra es lamedicina de los pobres. Para Don Bosco, cristiano y sacerdote, es la profundasatisfaccin que nace de saberse en manos de Dios, y por lo mismo en buenas manos. Esla palabra pobre con la que se indica un valor muy grande, la esperanza cristiana.En los primeros aos en los que Don Bosco da comienzo a su Oratorio, muchossacerdotes, cerca y lejos de l, tienen el mismo empeo: hacer el bien a los muchachospobres. Su actitud tiene una caracterstica comn, que podemos llamar afabilidadseria. Basta leer los reglamentos de San Luis Pavoni, fundador de los Oratorios deBrescia, los Manuales de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, el Reglamento queMonseor Gastaldi dio al Seminario de Turn. Hay que ser amables con los jvenes perono permitir que alcen demasiado la voz, que tengan una alegra rumorosa. Hay queimponerles silencio, recogimiento; de lo contrario, se desencadena en los muchachos lafierecilla.La amabilidad de Don Bosco tiene una caracterstica diversa: es alegre. El, que hacorreteado de nio por las colinas de I Becchi, que, de joven, ha hecho excursiones porlas colinas de Turn, conoce el valor de la alegra rumorosa, del desencadenamientoalegre de las energas encerradas en aquel cartucho explosivo al que llamamos juventud.El mismo invita a los jvenes con las palabras de Felipe Neri: Jugad, saltad, armadjaleo. A m, slo me interesa que no cometis pecados.El aire libre, el patio donde se puede correr a porfa, son el ambiente ideal para DonBosco. Asiste a sus jvenes, ciertamente, para que no hagan ni se hagan dao. Pero esuna asistencia no mortificante, sino estimulante. Intuye que el educador no debepermanecer ajeno a la alegra de los jvenes. Debe participar, debe organizarla cuandono nace espontnea e impedir todo lo que pueda destruirla.

    16

  • 7/31/2019 Ejercicios Espirituales Con Don Bosco-1

    17/106

    Para nuestra reflexin

    Hay alegra en los jvenes a nuestro alrededor? Participamos en la alegra de losjvenes o permanecemos ajenos? Nuestra asistencia se dirige nicamente a impedir

    el mal o especialmente a organizar la alegra, el gozo?

    Educacin como don gratuito y total de afecto y de persona

    En los albores del verano del ao 1836, una epidemia de clera se abate sobre Turn.Los Jesuitas anticipan la salida de sus pensionistas del Colegio del Carmen hacia elCastillo de Montaldo, imponente residencia de verano. Buscan un asistente de confianzapara el dormitorio que sea, al mismo tiempo, repetidor de griego. Don Jos Cafassomanda al seminarista Bosco que ha terminado su primer ao de seminario. Podrs ganaralgunas liras, le dice.

    Desde el primero de julio hasta el diecisiete de octubre (durante tres meses y medio)Juan vive, por primera vez, entre jvenes de familias distinguidas, en contacto con losvicios y virtudes de los hijos de pap. Juan Lemoyne, en el primer volumen de lasMemorias biogrficas, junto a una confidencia que le haba hecho Don Bosco muchosaos ms tarde, escribe: En Montaldo... pudo conocer la dificultad de conseguir sobreaquellos jvenes el pleno ascendiente que se necesita para hacerles el bien. Sepersuadi, por ello, de no haber sido llamado para ocuparse de los jvenes de familiasacomodadas.Ser una de sus convicciones absolutas: del mismo modo que no haba sido llamado paraeducar a las muchachas, tampoco lo haba sido para educar a los hijos de los ricos.

    Reflexionemos. Por qu? Existen pobres morales tambin entre los hijos de lasfamilias acomodadas, entre los ricos. Por lo tanto, tambin ellos tienen necesidad de unsacerdote. Pero Don Bosco afirma que ni l, ni ningn Salesiano que trabaje entre elloscomo l, conseguir adquirir aquel pleno ascendiente que se necesita para hacerles elbien. En otras palabras: su manera de educar no funciona bien, con plenitud, entreellos. Por qu?Creo muy til la respuesta a esta pregunta para descubrir una actitud fundamental deDon Bosco, es decir, para comprender cmo Don Bosco pensaba su sistema educativo.Me atrevo a responder, buscando los elementos de la respuesta en la vida de Don Bosco.Los jvenes de familias acomodadas, ricas, tienen dinero (o lo tiene pap, que es lomismo). La relacin entre educador y educando se convierte normalmente en relacin decosas, ms que en relacin entre personas. Yo te doy buenos cuartos y t, a cambio, medas una buena clase, una buena instruccin, una sala de juegos bien equipada para mirecreo. Y todo acaba aqu. Puede surgir una relacin de amistad, pero no es posible elreconocimiento. Lo que domina es una relacin de justicia: yo te doy dinero y tengo, porello, derecho a recibir esto de ti.El sistema familiar de Don Bosco es algo completamente distinto. Se basa en el

    17

  • 7/31/2019 Ejercicios Espirituales Con Don Bosco-1

    18/106

  • 7/31/2019 Ejercicios Espirituales Con Don Bosco-1

    19/106

    primera impresin superficial.Eusebio Calvi, Francisco Piccollo y tantos otros muchachos no vieron en elcomportamiento de Don Bosco un bello gesto, el gesto para entendernos de unprncipe que puede disponer de mucho dinero y con grandeza de alma condona las tasas.Eusebio Calvi saba que las doce liras mensuales eran la mitad del mnimo necesario para

    su mantenimiento. La pensin de los colegios de la clase popular era de veinticuatro lirasal mes. Las siete liras que se le quitaban de la pensin y las doce que le faltaban, DonBosco tendra que ir a mendigarlas, regresando con las piernas hinchadas a fuerza desubir escaleras, llamando a muchas puertas, tragndose respuestas mortificantes. Yesto no lo sabe solamente Eusebio Calvi, sino muchos otros jvenes a quienes Don Boscoenva a rezar a la iglesia en los momentos difciles, mientras l sale a pedir limosna a losricos.Francisco Picollo sabe que el papelito de pagado que Don Bosco le entrega para elecnomo, no es slo la frase de una carta: es el sudor, las fatigas, las humillaciones quesu Don Bosco volver a soportar de buen grado por l, porque le quiere bien.

    Este es el motivo por el que estos gestos calan hasta lo ms hondo del corazn de losjvenes, despertando su amor hacia Don Bosco y el deseo de corresponderle.Francisco Piccollo contina escribiendo su testimonio con estas palabras: Pasaronotros tres aos. Ya estaba en el quinto curso. Un da, llamando aparte a Don Bosco, lesusurr al odo: "Quiero hacerle un regalo. Creo que le gustar." Don Bosco le dijo:"Qu regalo quieres hacerme?" Francisco respondi: " Tmeme! Don Bosco sonri:"Qu quieres que haga con una buena pieza como t?" Pero inmediatamente se pusoserio y me dijo: "Gracias, Francisco. No podas hacerme ningn regalo mejor. Yo loacepto, no para m, sino para ofrecerte y consagrarte al Seor y a Mara Auxiliadora".Francisco Piccollo se hizo Salesiano, Eusebio Calvi se hizo Salesiano, muchos otrosjvenes, ayudados por el sacrificio y el amor de Don Bosco, se hicieron Salesianos:porque haba nacido en ellos el reconocimiento y queran corresponder. Haban recibidocomo regalo la vida de Don Bosco, y le daban su propia vida: Tmeme! Haba saltadola relacin entre cosas; la relacin familiar de Don Bosco, por el contrario, haba llegadoa su cumplimiento. A m me parece ste el valor ms original que brota de Don Bosco:educacin como donacin recproca, gratuita, total de afecto y de persona.

    Para nuestra reflexin

    En la Obra Salesiana en que vivimos, existe relacin entre las personas o tendemos a larelacin entre cosas?Hoy se dice: ya no hay muchachos pobres. Pero es esto verdad? Son completamentepobres los que no son capaces de llegar a tiempo para solicitar la inscripcin ennuestras escuelas, quiz porque no saben siquiera que existe nuestra escuela. Tenemosque ir a buscarlos porque los primeros puestos en nuestras obras tienen que ser paraellos.Se dice hoy: con los gastos que tenemos que hacer para sostener nuestras escuelas, no

    19

  • 7/31/2019 Ejercicios Espirituales Con Don Bosco-1

    20/106

    podemos aceptar a muchachos pobres. Pero es esto verdad? Si recibimos en nuestrasescuelas a los pobres, hay mucha gente pronta a ayudarnos con sus limosnas, si se laspedimos explicando nuestra necesidad. Lo sabe bien quien lo ha experimentado: laProvidencia existe hoy como en tiempo de Don Bosco. Llega con el acostumbrado cuartode hora de retraso que nos pone a prueba, pero llega con abundancia. No falta la

    Providencia. Faltamos nosotros. Cuntos Salesianos tenemos las piernas hinchadascomo Don Bosco por caminar en busca de limosnas?Hoy nos lamentamos justamente de que son escasas las vocaciones, que son muy pocoslos que dicen a su director Salesiano: Tmeme! Pero preguntmonos piadosamente:cuntos son, en nuestras obras, los muchachos tan pobres que tengan que decir a sudirector: Mi padre no puede pagar la pensin, y viendo reducida o anulada unacantidad, se ven forzados a pensar: Pobre director, tendr que ponerse a dar vueltaspara mendigar este dinero? Cuntos, vindonos manejar los registros de contabilidad,sienten surgir su reconocimiento hacia nosotros hasta el punto de decirnos: Me lohabis dado todo, y yo, en cambio, quiero darme por entero a los Salesianos, a Don

    Bosco?

    Binomio amistad-confianza

    Da 3 de noviembre de 1837. A los veintids aos cumplidos, Juan Bosco comienza losestudios de Teologa en el Seminario de Chieri. Ha vivido hasta el presente unajuventud difcil pero alegre. Ha tenido a su lado esplndidos amigos a quienes elcristianismo vivido en profundidad no les ha impedido una vida sana, alegre, divertida.Los desafos a los saltibanquis y los entretenimientos de magia blanca, con los que sere a espaldas de los tmidos bobalicones, nos revelan un Juan Bosco que mira la vida conalegre optimismo.

    Su relacin con los jvenes est slidamente edificada sobre el binomio amistad-confianza.Los dos primeros aos del Seminario no han enturbiado esta manera de ver la vida y alos jvenes. Los estudios teolgicos, desarrollados sobre los manuales de la poca,significan un duro ataque a su visin de la vida. Cito a Pedro Stella:La teologa dogmtica de entonces situaba todas las cosas bajo la luz de la cuenta quehay que dar al juez divino, en espera de la vida o de la muerte eterna...La teologa moral lo centraba todo en la relacin de la ley divina con la libertad, educabaa considerar las obras propias como responsable adecuacin con la ley divina...Incluso la oratoria sagrada para los seminaristas contribua a alimentar el estado deangustia que poda germinar en almas religiosas muy sensibles. Argumentaba... sobre larigurosa cuenta que el divino soberano habra de exigir... (op. cit., p. 61).Dogma, moral, oratoria sagrada contribuan, por lo tanto, a abandonar todo optimismoen lo que respecta a la vida y a alimentar, por el contrario, el miedo por la cuentarigurosa que habr de rendirse a Dios. El hombre se encuentra casi aplastado por estavisin continua y amenazadora del juicio divino, y su estado de pecador es una de lasrealidades que ms reclaman su atencin.

    20

  • 7/31/2019 Ejercicios Espirituales Con Don Bosco-1

    21/106

    Tambin el joven sale con una fisonoma alterada en esta visin antropolgica: se sienteun hombre inclinado al mal, que hay que erradicar con severidad, ms que un hijo deDios que debiera crecer en la confianza del Padre. Haba que educar, por lo tanto, conrigor, vigilar con desconfianza porque era constante la posibilidad de perderse.El instinto optimista de Juan Bosco, su visin de los jvenes con amistad-confianza,

    fueron sometidos a dura prueba. Su buen sentido campesino jug un papel importantepara atenuar ciertas posiciones rigoristas, pero ciertamente Don Bosco fue un hombrenormal, y los estudios teolgicos incidieron y, de algn modo, debieron condicionarlo.Don Jos Cafasso, en los primeros aos de su sacerdocio, le tendi una mano vlida pararemover todo esquema rigorista en su accin sacerdotal, pero en ciertas plticas deDon Bosco sobre la confesin, en ciertas narraciones de sueos es difcil no apreciar(adems de las preocupaciones de un educador que ha reunido en breve espaciocentenares de jvenes) un eco de aquellos estudios que intentaron formarle en el rigor.Pero toda la vida de Don Bosco est all, ante nosotros, para decirnos cun rpidamentelos acontecimientos, el contacto vivo con sus muchachos, la reflexin continua sobre sus

    experiencias lo ayudaron a vencer las sugestiones rigoristas que los estudios teolgicosle haban insinuado, y a volver al binomio amistad-confianza.La confesin que el joven Luis Orione hace con l en octubre de 1886 (apenas diecisismeses antes de su muerte) es la manifestacin ms clara de cmo haba prevalecidoeste binomio en la personalidad educativa de Don Bosco. Ante aquel muchacho serio,turbado, angustiado, que ha consultado formularios y ha llenado tres cuadernos depecados, Don Bosco sonre, toma los cuadernos, los rompe y dice a Luis: Ya est hechala confesin. No vuelvas a pensar ms en cuanto has escrito. Y mirndolo con dulzura lesusurra: Recuerda que nosotros dos seremos siempre amigos.La vida vivida junto a sus muchachos, las largas horas pasadas en el confesonario, leensearon que es un error el rigor en la confesin-tribunal, que ciertos esquemas quepresentan los libros de moral no sirven de hecho en la vida de sus muchachos porque losconducen por el camino peligroso del complejo de culpabilidad.El Don Bosco que confiesa a Luis Orione es el educador que ha llegado a la plenamadurez, en la que la amistad y la confianza lo llenan todo, tambin porque se ha dejadoeducar por la vida concreta de sus jvenes.

    Conclusin

    Cinco de junio de 1841. Juan Bosco se ha ordenado sacerdote. La imposicin de lasmanos del Obispo fijan definitivamente su paternidad: no de sangre, sino de espritu yde corazn, no encerrada en el radio de una pequea familia, sino abierta a todos losjvenes que encontrar en su vida.Las intuiciones educativas fundamentales se dan prcticamente todas en l: religinliberadora; amor personalizado que es confianza, respeto, clima de familia; razn que esdilogo y mutua relacin educativa; laboriosidad que es sentido de dignidad; alegra quees esperanza cristiana; pobreza que anula las relaciones de dependencia y exalta las

    21

  • 7/31/2019 Ejercicios Espirituales Con Don Bosco-1

    22/106

    relaciones personales.Ahora comienza para Don Bosco el choque con una ciudad desconocida que le presentaproblemas completamente nuevos, la lucha contra los obstculos de la vida concreta ycotidiana, el constante tirar de la cuerda, con un ambiente que quisiera verlesumergido en una tranquila mediocridad. Esto ser objeto de las reflexiones de maana.

    Ahora trato de concluir. Al final de mi primera charla deca que si era exacta, al menosen parte, mi reflexin sobre la familia de I Bechi podamos hacer un primer balancesobre la figura del Salesiano, del que Don Bosco sigue siendo el modelo fundamental.Ahora podemos enriquecer este balance sobre la figura del Salesiano.Es un hombre que juega su vida sobre el amor de los jvenes: amor purificado, peroamor verdadero, profundo, que alcanza a todos los jvenes, los respeta y no se resignajams a su fracaso.Es un educador que no utiliza los castigos, sino la mansedumbre, que cree en el carctercristiano y sagrado de su misin educativa, que tiene predileccin por los jvenes po-bres, desaliados, abandonados.

    Es alegre y educa para una vida llena de alegra. Una alegra no vaca, sino nacida delsaber que se est en las manos de Dios, y por lo tanto, en buenas manos.Elimina lo ms posible, entre la obra salesiana y los jvenes, la relacin dependiente deldinero, y establece una relacin gratuita y total de afecto y de personas, seguro de queentre los muchachos pobres, a los que alcanza esta relacin, surgirn las vocaciones quecontinuarn la obra de Don Bosco.Para l, el muchacho no es ante todo un inclinado al mal que hay que enderezar conseveridad, sino un hijo de Dios que debe crecer en la confianza del Padre. Su asistenciadefiende del mal, pero no es mortificante: es un estmulo de alegra y un tiempo derelaciones familiares.Si queremos que Don Bosco nos repita todas las cosas sobre las que hemos reflexionadoesta maana, releamos su carta-sueo del ao 1884. La encontraremos en el apndice denuestras reglas. Sentiremos no solamente su voz, sino tambin su llanto que nosexhorta a caminar por esta senda como nica senda autntica del Salesiano.

    SEGUNDO DIA

    DON BOSCO, JOVEN SACERDOTE,SE CONVIERTE EN EDUCADOR

    CRISTIANO Y MODELODEL EDUCADOR SALESIANO

    22

  • 7/31/2019 Ejercicios Espirituales Con Don Bosco-1

    23/106

    PRIMERA CHARLA

    LA OPCION DE DON BOSCO

    El 5 de junio de 1841, en la capilla arzobispal de Turn, las manos de Monseor Fransonise extendieron sobre la cabeza de Juan Bosco. El Obispo invoc al Espritu Santo paraque viniese a consagrar sacerdote a aquel hombre joven de veintisis aos, procedentede las colinas de Castelnuovo. Se cantaron las letanas de los Santos. Se invoc, segn ellargo formulario de la poca, a San Silvestre, a San Gregorio, a San Ambrosio, a SanAgustn, a San Benito, a Santo Domingo, junto con otros treinta y ocho santos para queel candidato volviera a pensar, una vez ms, en los grandes modelos que desde aquel dadebera imitar en su vida.Cuando se levant, aquel hombre joven se haba convertido en Don Bosco. No un santo,no un mito, sino un joven sacerdote de buena voluntad que buscaba su camino.No es un modo de hablar. Segn las estadsticas, estudiadas por Pedro Stella, en Turnhaba en aquellos tiempos un sacerdote por cada cien habitantes. (Segn la estadsticapublicada en el peridico Armona en el ao 1853, nms. 5 y 9, transcrita por TomsChiuso en el vol. IV, pg. 183 de su obra La Iglesia en el Piamonte, haba, sin rodeos, unsacerdote por cada veintids habitantes! ) Muchos, demasiados. El Arzobispo MonseorChiaverotti (predecesor de Monseor Fransoni) estaba seriamente preocupado. Porquehacerse sacerdote quera decir correr el riesgo de la desocupacin; pero sobre todoporque la preocupacin principal de tantos jvenes sacerdotes era la de buscar unpuesto, de comenzar una carrera, no la de empezar un ministerio pastoral. Muchos deestos sacerdotes (cito las plticas de Don Jos Cafasso), ni siquiera rendan examen deconfesin, ni tampoco pedan licencia para predicar. Se convertan en sacerdotes defamilia (una especie de ornato de las familias cristianas acomodadas), en profesores oen empleados municipales. Muchos se aficionaban a la poltica, a la vida de caf, vivanentre vasos de vino y chismorreos. Don Bosco, ordenado sacerdote, qu har?

    Las cualidades de Don Bosco, joven sacerdote

    Lleva consigo estas buenas cualidades: es inteligente, desea trabajar, es pobre. Hademostrado su inteligencia arrancando a las noches y al oficio de mozo lugareo' eltiempo para estudiar. La voluntad de trabajar lo ha forzado a caminar varios kilmetroscada da para poder entrar en una escuela, lo ha llevado a aprender una media docena deoficios para poder hacer menos gravoso a su madre el peso de la pensin escolar. Lapobreza le ha acompaado hasta la vspera de la ordenacin cuando su hermano Jostuvo que empear sus pocos enseres para constituir la congrua, exigida entonces a loscandidatos al sacerdocio como garanta de una vida digna y decorosa.Pero lo mejor que Don Bosco lleva consigo es que es un cristiano de verdad (lo que no sepuede decir ciertamente de todos los sacerdotes ordenados en aquella poca). JuanBosco, ayudado por su madre, y por el Seor, ha injertado en su vida los grandes valores

    23

  • 7/31/2019 Ejercicios Espirituales Con Don Bosco-1

    24/106

    cristianos: el sentido de Dios, el amor a los dems, la capacidad de rezar, la capacidadde sufrir, la confianza en el Seor, la esperanza.Adems de estas caractersticas, de estas cualidades, en Don Bosco existe un elementosuperior, un don gratuito de Dios. El misterioso sueo de los nueve aos ha marcado, hailuminado su vida como un rayo de luz ilumina un cristal. As como la luz, al pasar a

    travs de las estras de un cristal, se polariza en formas diversas, as los aos sucesivosse orientaron, iluminados por aquel sueo que se repiti en otras dos circunstancias.Madre e hijo vieron la indicacin de un camino y ambos soportaron fatigas yhumillaciones profundas para que Juan pudiera llegar a ser sacerdote. Estos muchachospauprrimos, vistos en el sueo, atrajeron como un imn a Juan hasta el sacerdocio.

    Las posibles opciones

    Todas estas cualidades de Juan Bosco cuentan para las posibles opciones de vida

    de Don Bosco.Como suceda con toda ordenacin de un sacerdote bueno y pobre, en aquellos tiempos,los amigos se preocupan para que no corra el riesgo (al menos durante los primerosaos) de encontrarse sin ocupacin. Una familia de nobles genoveses (interesada contoda probabilidad por los amigos) lo solicita para profesor de sus hijos, ofrecindole unsueldo bueno (aunque no excesivo) de mil liras anuales (cerca de tres millones y medioen 1982; trescientas mil liras al mes). Sus paisanos, en la barriada de Morialdo, que seencuentran en ese momento sin capelln, le ofrecen la capellana subrayando que por lharn el esfuerzo de duplicar el estipendio ordinario. El prroco de Castelnuovo, DonAntonio Cinzano, que ha experimentado ya su capacidad pastoral entre los jvenes, le

    ofrece convertirlo en su vicario, garantizndole buenas entradas.Todas estas intervenciones son hijas de la amistad, pero hemos de observar quetambin lo son de una preocupacin comn: hacer que Juan Bosco disfrute de un buenpuesto, en el sentido de garantizarle un estipendio digno y principio de una carreraacomodada. Era normal, y no causaba ningn escndalo; llegar a ser sacerdote seconsideraba un puesto socialmente elevado que deba traducirse econmicamente enun dinero que compensase los trabajos afrontados por el joven sacerdote y por sufamilia.Slo mam Margarita, la mujer que siempre ha tenido que dividir el cntimo en dos parahacer cuadrar sus cuentas, le recuerda con duras palabras: Si llegases a ser rico, nopondra jams los pies en tu casa.La toma de posicin de esta mujer analfabeta de cincuenta y tres aos es de unasabidura y de una profundidad que asombran. Cavando la tierra y acudiendo a la iglesiauna vez a la semana, esta madre de familia ha comprendido la crisis de la Iglesia delPiamonte, de los sacerdotes piamonteses; era la mayor crisis de la era moderna queestaba comenzando. Lo ha comprendido de un modo tal vez no muy cientfico, pero total.La Iglesia que se proyecta en este momento sobre la figura del sacerdote est

    24

  • 7/31/2019 Ejercicios Espirituales Con Don Bosco-1

    25/106

    entrando en una crisis que llevar en los prximos decenios a centenares de sacerdotesy de religiosos a abandonar clamorosamente su vocacin y su misin. Si en el ao 1841hay un sacerdote por cada cien habitantes en Turn, en 1870 (veintinueve aos despus)habr tan slo un sacerdote por cada trescientos noventa habitantes. Una prdidabrusca del setenta por ciento. Un vaco clamoroso en las filas sacerdotales, debido

    precisamente al hecho de que el dinero, la carrera, el puesto honorable eran losprimeros peldaos de los motivos que impulsaban al sacerdocio. En cuanto (despus delao 1848) el ser sacerdote no proporcione estas ventajas econmicas y sociales (sinoque, por el contrario, ocasione persecuciones e incomodidades por la conocida ley deconfiscacin de los bienes eclesisticos), las filas del clero quedarn desiertas.He dicho que la analfabeta mam Margarita intuy tambin la crisis ms vasta denuestra poca, que estaba comenzando en aquel momento, y en la que todava estamosinmersos hasta el cuello. Erich Fromm, con una simplificacin clarsima, afirma que lacrisis del mundo occidental se puede resumir en un trgico cambio de verbos: hemosdado importancia absoluta al tener, creyendo que la felicidad humana consiste en

    producir cosas, poseer cosas, consumir cosas. La felicidad del hombre, por el contrario,consiste, dice Fromm, en ser. Ser ms responsables, ms amigos, ms padres, madres yeducadores de los propios hijos. En una palabra: ser ms personas humanas. CharlesChaplin, en su Autobiografa, tiene una frase simple y trgica. Escribe a su hermanoSidney despus de los primeros xitos cinematogrficos: Hoy soy un hombre que valecien dlares por semana. Pero, si esto sigue as, pronto ser uno que vale mil dlares porsemana. Es una expresin lingstica corriente, me dicen, en el lenguaje americano: unhombre vale el dinero de su sueldo, el dinero de que puede disponer. Creo que existenpocas expresiones humanas menos antievanglicas que sta... Si fuese verdad, todos losenfermos del Cottolengo no valdran nada, todas las personas que trabajan por unamisin y no por un estipendio, no valdran nada. La vida de Jesucristo, por lo pronto,no valdra nada. Y esta forma de valorar las cosas, dice Erich Fromm, que nos estllevando a la ruina, nos crea ejrcitos de frustrados, de infelices.Mucho antes que Fromm, Jess haba dicho: Hay ms gozo en dar que en recibir.Partiendo de esta afirmacin deJess, nosotros, los cristianos, podemos corregir y completar a Fromm. El verbo msimportante para la felicidad humana no es ciertamente tener. Pero tampoco ser (que,sin embargo, es importantsimo y es un verbo muy cristiano: ser ms hombres, ms hijosde Dios). El verbo ms importante es dar. T vales, eres feliz, te sientes realizado (siqueremos utilizar esta expresin moderna y ambigua) no cuando tienes, ni tampococuando eres, sino cuando das: te das a ti mismo, tu tiempo, tus cualidades, tu vida.Fromm mismo lo admite en otra obra suya famosa, El arte de amar: El acto de dar... mecolma de gozo. Me siento rebosante de vida y de felicidad. Dar proporciona ms alegraque recibir, no porque es privacin, sino porque en aquella accin me siento vivo... No esrico el que tiene mucho, sino aqul que da mucho (op. cit., p. 38).No me parece forzar demasiado las palabras afirmando que mam Margarita en susabidura campesina, no refinada, pero profunda, haba intuido muchas de estas cosas y

    25

  • 7/31/2019 Ejercicios Espirituales Con Don Bosco-1

    26/106

  • 7/31/2019 Ejercicios Espirituales Con Don Bosco-1

    27/106

    negros donde estalla regularmente el clera cada dos o tres aos. El cuarenta porciento de la poblacin es analfabeta. Y esto no quiere decir que no sea capaz de leer Losnovios, sino que no es capaz de leer un contrato de trabajo, de controlar las cuentas delpatrn y del panadero, de conocer los propios derechos y de defenderse de lascondiciones infrahumanas, que acaba aceptando como una fatalidad. Len XIII, en la

    Rerum Novarum, condensar el pavoroso costo humano de la primera revolucinindustrial en dos lneas: Una exigua minora de grandes ricos impuso una verdaderaesclavitud a una muchedumbre infinita de proletarios.La Residencia sacerdotal para jvenes sacerdotes haba sido fundada, junto a la iglesiade San Francisco de Ass, en el ao 1817, por el telogo Luis Guala: un sacerdote deprofunda piedad, de carcter inflexible y de una inteligencia verdaderamente rara(tomo estas notas de la primera biografa de Don Jos Cafasso, escrita por Ribolant).Desde el ao 1836, Don Luis Guala tuvo como ayudante en la Residencia sacerdotal aDon Jos Cafasso, y junto con l dio vida a un verdadero plan a largo alcance parapreparar sacerdotes dignos y adiestrados para los nuevos tiempos en la dicesis de

    Turn. No preparados para las novedades polticas, sino para las necesidades pastoralesde los nuevos tiempos.Ya desde los seminarios, los mejores clrigos eran seguidos y ayudados por Don LuisGuala y Don Jos Cafasso. Dos Luis pag algunas anualidades de Don Bosco en elSeminario de Chieri. Inmediatamente despus de la ordenacin, unos treintaseminaristas haban aceptado (a veces solicitado) participar en el bienio de laResidencia sacerdotal.La fuerza de Don Luis Guala y la dulzura de Don Jos Cafasso incidan profundamenteen la mentalidad de estos jvenes sacerdotes. No se trataba de adoctrinamiento ni delavado de cerebro, sino de una cuidadosa preparacin espiritual y pastoral, fundadasobre algunos postulados. Enumero tres: gran comprensin de la gente, del pueblo (desmantelando toda rigidez moral quepoda descorazonar y alejar del cristianismo); fidelidad absoluta al Papa (contra la tendencia de la Universidad de Turn a unacierta independencia de Roma); apertura a nuevas formas de apostolado. La oleada del crecimiento popularexiga que la vida pastoral no cristalizase en las diecisis parroquias de la ciudad, sinoque se inventasen esquemas nuevos, caminos distintos, apostolados volantes poralmacenes, oficinas y mercados. Los cuarenta y cinco sacerdotes de la Residenciasacerdotal estudiaban moral durante varias horas al da, pero eran conducidoslentamente por Don Jos Cafasso al trabajo pastoral en las crceles, hospitales,centros de beneficencia, palacios, casas particulares, buhardillas. Predicaban en lasiglesias, iban a trabajar entre los enfermos del Cottolengo, asistan y daban catecismoa los jvenes trabajadores, atendan a los enfermos y ancianos. De este modo es comoaprendan a trabajar como sacerdotes.La historia del grupo de sacerdotes que salieron en aquellos aos de la Residenciasacerdotal, y que, junto con el Cottolengo, el cannigo Anglesio y el reverendo Cocchi,

    27

  • 7/31/2019 Ejercicios Espirituales Con Don Bosco-1

    28/106

    hicieron cambiar la vida pastoral de Turn, est todava por escribir. Pero estoyconvencido de que signific uno de los momentos ms vlidos en la historia de la Iglesiaitaliana.

    Don Bosco quiere mucho a los jvenes, por eso va a conocerlos en su situacin

    concreta, dedicndose a los pobres

    En medio de los jvenes sacerdotes de la Residencia sacerdotal, que se abren a nuevasformas de apostolado, Don Bosco se polariza hacia los jvenes. Don Jos Cafassoconoce desde tiempo atrs esta predileccin suya, este verdadero amor por losjvenes, y lo anima con pocas palabras: Id por la ciudad, mirad a vuestro alrededor.Si Don Bosco hubiera sido un educador de poca monta, no hubiera dado muchaimportancia a la invitacin de Don Jos Cafasso. Se hubiera sentado a la mesa, tal vezcon la ayuda de algn libro sobre educacin, y hubiera trazado un plan de pastoraljuvenil. Pero como tena madera de educador autntico, acept la invitacin y se fue a

    ver, a tocar con la mano la situacin concreta de los jvenes. Conocer a los jvenes ensu concreta situacin no es ciertamente el nico elemento para trazar un planeducativo, pero es un elemento indispensable. No son los jvenes los que debenadaptarse a los planes del educador, sino que es el educador quien debe adaptarse yplasmar sus planes segn la situacin concreta de los jvenes.El primer dato con el que Don Bosco debe echar sus cuentas es que hasta aquelmomento solamente conoce la pobreza de los campos. No sabe lo que es la miseria de laperiferia de una ciudad, ni se ha imaginado jams cmo son los jvenes que crecen enesta miseria. Desde los primeros domingos testimoniar Don Miguel Ra, uno desus primeros muchachos y ms tarde su sucesor a la cabeza de los Salesianos fue por

    la ciudad para hacerse una idea de las condiciones morales de los jvenes. Queddesconcertado. Los suburbios eran zonas de fermento y de rebelin, cinturones dedesolacin. Adolescentes inmigrados vagaban por las calles, desocupados, tristes,prontos a lo peor. Los vea jugndose el dinero por las esquinas de las calles con elrostro duro y decidido de quien est dispuesto a intentar cualquier medio para abrirsepaso en la vida.Cerca del mercado general de la ciudad, en Puerta Palacio, descubri un verdaderomercado de brazos juveniles. Escribi aos despus: La parte prxima a PuertaPalacio bulla de buhoneros ambulantes, de vendedores de fsforos, limpiabotas, mozosde cuerda, expendedores de folletos, mozos de negociantes del mercado, todos ellospobres muchachos que vivan al da, llegados en su mayor parte de pueblos lejanos.Si intentaba acercarse a ellos, casi todos huan desconfiados y esquivos. No eran lospobres muchachos de I Becchi, no buscaban que se les contaran cuentos, ni ejerciciosde prestidigitacin. Eran los lobos, los jvenes salvajes de sus sueos, aunque en elfondo de sus ojos viera ms el miedo que la ferocidad. No hubiera bastado caminarsobre la cuerda para atraerlos en grupo, haba que ganrselos uno a uno, caminandosobre la difcil cuerda de una infinita bondad y paciencia.

    28

  • 7/31/2019 Ejercicios Espirituales Con Don Bosco-1

    29/106

    Los muchachos que trabajan, y que Don Bosco descubre en los talleres y en las oficinas,no se encuentran en mejores condiciones que los que vagan por las plazas. Tomo losdatos de Castellani (el gran bigrafo de Don Leonardo Murialdo): la jornada laboral duraentre quince y diecisiete horas; la edad media de la vida de los obreros de Turn es dediecinueve-veinte aos; los jvenes comienzan a trabajar en los talleres de la ciudad a

    los ocho-nueve aos, llevando cal y ladrillos por las escaleras de mano.

    Para nuestra reflexin

    Don Bosco asimil tres cualidades fundamentales en la Residencia sacerdotal:comprensin de la gente, fidelidad al Papa, apertura a las nuevas formas de apostolado.Son tambin nuestras cualidades? Tengo comprensin, bondad verdadera con todos,con el pueblo, con las categoras menos instruidas? Siento el deber de conocer losdocumentos pontificios y de hacerlos penetrar en mi mente? Soy abierto a los nuevostiempos, a las nuevas exigencias pastorales que se imponen? S intentar, con ayuda de

    la oracin y de la obediencia, esquemas nuevos de apostolado? O al menos, s mirar consimpata a quien lo intenta? O soy de aquellos que pasan el tiempo lamentando losbuenos tiempos pasados? Don Bosco, para trazar un plan de autntica pastoraljuvenil, fue primero a ver, a tocar con la mano, las condiciones de los jvenes. S obrartambin yo as? Conozco las condiciones concretas en las que tienen que vivir mismuchachos? Conozco sus condiciones familiares, ambientales, caractersticas? Sadaptar metas, ideales, objetivos a la situacin de cada uno?

    Don Bosco traza un proyecto concreto, realista, para salvar a los jvenes

    Despus de haber visto esta realidad, Don Bosco ech sus cuentas. Hoy nosotrosdecimos: traz su proyecto educativo. Un buen proyecto educativo nos ensean losexpertos tiene que tener en cuenta las exigencias sociolgicas, psicolgicas ycristianas del joven. Don Bosco no conoca estas condiciones, pero concluy que aquellosjvenes: tenan necesidad de una escuela y de un trabajo protegido que garantizase suporvenir ms seguro (exigencias sociolgicas); tenan necesidad de ser jvenes, es decir, tenan necesidad de un clima defamilia donde sentirse protegidos y amados, y de tiempo de juego donde desfogar sudeseo de correr y de saltar sin aburrirse en las aceras y sin agotar toda energa con eltrabajo productivo (exigencias psicolgicas); tenan necesidad de encontrarse con Dios para descubrir y realizar su dignidadde hijos de Dios, para darse cuenta de que su vida tena sentido (exigencias cristianas).En teora, su proyecto educativo, o mejor dicho, de salvacin de los jvenes, estabatrazado. Pero se trataba ahora de ponerlo en prctica. Como Don Jos B. Cottolengocatorce aos antes, como los jvenes sacerdotes de la Residencia sacerdotal, susamigos, Don Bosco advirti que ahora llegaba verdaderamente lo difcil. Haba que

    29

  • 7/31/2019 Ejercicios Espirituales Con Don Bosco-1

    30/106

    lanzarse, ms an quemarse, dejarse girones de vida para salvar a estos jvenes.Catorce aos antes Don Jos B. Cottolengo se haba metido entre los viejos aban-donados en la mayor miseria. Haba arrojado la esclavina de seda y las hebillas de platade cannigo (que llevaba desde haca nueve aos) y se haba ido a recoger a los piojosospor las buhardillas, a recibir los garrotazos de los protectores a los que dejaba sin

    muchachas humilladas por el trabajo y a respirar el tifus de los moribundos. Habaadquirido incluso la fama de medio desequilibrado entre los otros cannigos quedefendan la dignidad del sacerdote, el cual decanno puede descender a ciertosniveles. Por parte de muchos sacerdotes tena que verificarse un largo trabajo deconversin, de cambio de mentalidad para ver en el Santo Cottolengo, no unsacerdote que ha renunciado a la dignidad sacerdotal, sino un verdadero santo que hacomprendido dnde se encuentra la verdadera dignidad sacerdotal.Lanzarse entre los jvenes, como se haba arrojado Cottolengo entre los enfermos y losviejos, quera decir probablemente quemarse, ser considerado como un desequilibrado omedio loco, alcanzar fama de haber olvidado su dignidad sacerdotal. Este es el

    obstculo grande, concreto, con el que Don Bosco (y otros sacerdotes menos conocidosque l, como Cocchi, Ponti, Borel) tuvo que tener en cuenta.En la ciudad hay diecisis parroquias. Su trabajo es de gran valor, esencial. Elentramado pastoral de la ciudad exige estas instituciones que, dentro de la comunidadcatlica, presiden el culto, proclaman la palabra de Dios, piensan en estructurar losgrupos y las organizaciones de apostolado y de caridad. Por parte de los prrocos yvicarios, abandonar la vida parroquial para dedicarse a un apostolado volante, seraarriesgado. Cuando en 1980 entrevist a Don Luis Ciotti, el fundador del Grupo Abelque dedica su vida a los alejados, a los marginados, a los drogadictos, o que me deca:Diga a los Salesianos que hagan funcionar las parroquias, los oratorios, las organizacio-nes catlicas. Cada vez que deja de funcionar una parroquia, un oratorio, se multiplicanpor las calles los jvenes desarraigados.Pero ms all de los sacerdotes, empeados en las parroquias, la masa de sacerdotes yde religiosos, que se contaban por millares en Turn, no vean lo que estaba sucediendo,el aluvin que haba que afrontar con toda urgencia. En las disertaciones, ms o menosacadmicas, se deploraban los bellos tiempos en los que los jvenes emigradosllegaban con la carta del prroco de origen, que tenan que presentar en la parroquia ala que iban a trabajar. No se daban cuenta de que ante la oleada del crecimientopopular, aquellos esquemas de comportamiento se haban roto. No haba que lamentarlos tiempos, sino marchar con los tiempos, superando el esquema fijo y cmodo deMisa-Sacramentos-Catecismo cuaresmal obligatorio. Este esquema slo llegaba a unaparte de la gente y con eficacia bastante discutible.

    Muchos jvenes sacerdotes de la Residencia sacerdotal que, exhortados por Don JosCafasso, hacan esfuerzos de fantasa y de buena voluntad, eran tenidos por ingenuosfervorosos y extravagantes. Don Bosco ser pronto considerado como el ms ingenuo yel ms extravagante de todos.

    30

  • 7/31/2019 Ejercicios Espirituales Con Don Bosco-1

    31/106

    Las tentaciones que vence Don Bosco para realizar su proyecto de salvacin

    Don Bosco sentir que le repiten muchas veces, las personas mejor intencionadas deeste mundo, los motivos por los que debera quedarse quieto, ir despacio, no exagerar.Motivos de buen sentido, de prudencia adoptada por la mayor parte de los sacerdotes.Estos argumentos, que trataban de modificar la opcin de fondo de Don Bosco, podemosdividirlos tranquilamente en dos grupos muy distintos: Impulsos a una opcin msprudente y decorosa y tentaciones de mediocridad. Voy a enumerar siete. Lasexpongo con palabras de hoy, pero quien conoce la vida de Don Bosco sabe que no sonforzadas. Helas aqu: En Turn hay un Arzobispo y muchos sacerdotes prudentes. Si ellos no hacenciertas cosas, qu quieres probar t, pobre chorlito? Tienes que hacer t todo el bien del mundo? En fin de cuentas no eres ms queun pobre hombre, con poca salud, con posibilidades limitadas. Mejor poco y bien que intentar una aventura que no se sabe dnde acabar. Se necesita prudencia y moderacin tambin para hacer el bien. No debemosexagerar. Por qu arruinar una carrera segura para lanzarse a una empresa insegura? Un sacerdote en aquel alboroto continuo? A dnde va a parar la dignidad delsacerdocio? Se acaba o en la prisin o en el manicomio. Pobrecitos. Estos jvenes me causan verdadera pena. Pero yo qu puedo hacer?Don Bosco era un hombre joven, fervoroso, tenaz, pero siempre un hombre.Precisamente por esto creo que tambin habr dudado, tambin l, alguna vez, anteestos argumentos. Elegir el camino ancho, recorrido por todos, respetado por todos, elcamino de una tranquila y prudente mediocridad. Rezar el breviario, dar limosna,predicar la caridad desde los plpitos, decir con compasin pobrecitos. Y despusretirarse a una casa confortable a descansar. Durante nueve aos Don Jos B.Cottolengo, que era el Cottolengo, no haba podido vencer esta tentacin. Tambin enDon Bosco parece entreverse esta tentacin sutil, que quiz retorn varias veces, en laamargura de ciertas lneas de sus Memorias: Todos se mantenan alejados de m. Miscolaboradores me dejaron solo. Estaba solo, extenuado de fuerzas, con la saludquebrantada.La pregunta que ms acucia mi mente en este momento (y que quisiera fuese tambinvuestra pregunta) no es cmo hizo Don Bosco para no abandonar su opcin dedejarse arruinar la vida para salvar a los jvenes abandonados, sino cmo tantos,verdaderamente tantos hombres de Dios no han hecho, tambin ellos, una opcin igual ala de Don Bosco, que es adems la de Jesucristo: lanzarse, quemarse, arruinar la vidapara salvar a la gente que andaba a la deriva.En el captulo veinticinco de San Mateo, Cristo-juez dice a los de su izquierda: Tuvehambre y no me disteis de comer, era forastero y no me alojasteis en vuestra casa. Yaqullos caen de las nubes: Pero cundo, Seor, te hemos visto y no te hemosayudado? Tomada en sentido positivo, aquella frase afirma: Pero, Seor, nosotros no

    31

  • 7/31/2019 Ejercicios Espirituales Con Don Bosco-1

    32/106

    te hemos visto jams, jams te hemos encontrado! Monseor Carlos M. Martini, en su segunda meditacin sobre San Mateo, tiene unapgina esplndida y dura, comentando estas palabras. Tratar de condensarla:Seor, yo no te he sentido, yo no te he visto cerca de m pobre, cansado, enfermo,encarcelado. Soy como el sacerdote de la parbola, que pasa junto al herido, pero es tal

    su costumbre, que no lo ve. Cada vez que medito esta pgina, digo: "Est bien, ahora hecomprendido." Pero despus, cuando torno a la vida cotidiana, no veo, no siento, nocomprendo. Mis relaciones con el prjimo son de defensa, tratan de establecerdistancias, que son mis privilegios. Siento la situacin como un riesgo excesivo, como unanecesidad de hacer valer mis derechos. Toda nuestra vida no es un reconocimiento delSeor, sino una relacin de dar y recibir para recorrer mi camino, tal vez sin oprimir alos otros, pero ponindome siempre a m mismo por delante. Seor, no ser por estameditacin por lo que en adelante abrir los ojos. Instintivamente, en las situacionesagresivas todava me retirar. Toda mi vida est hecha de pequeas agresiones frente alas que tomamos posicin, nos distanciamos, nos armamos sabiamente. Seor, tengo ojos

    y no te veo, tengo odos y no te oigo. No te veo donde verdaderamente ests, sinodonde me es cmodo verte, donde la costumbre, la tradicin, el hbito me ensean averte, y basta. Todava no he convertido mi corazn al Evangelio.Es una meditacin dura, despiadada. Pero creo que debemos hacerla todos. Caminamosdetrs de Don Bosco o detrs de aquellos que le aconsejaban que no exagerase?

    En la realizacin de su proyecto destacan tres caractersticas en Don Bosco

    No obstante los motivos de prudencia o las tentaciones de mediocridad (segn con

    qu ojos se miren) con los que muchos trataban de sugerirle otras opciones, Don Boscose puso a realizar su proyecto cristiano que, partiendo de las crceles, ha condensadoen una sola frase: Quiero salvar a esta juventud.No debemos hacer un mito de Don Bosco. En los primeros aos de su obra experimentatodas las incertidumbres y todas las perplejidades de quien comienza una cosa nueva.Pero tambin todas las decisiones y todo el entusiasmo necesarios al que comienza conseriedad un plan de salvacin. En los primeros tiempos, que estudiaremos en la segundacharla con ms detalle, surgieron en l algunas caractersticas fundamentales.Subrayo tres, que creo igualmente fundamentales para todo Salesiano que quiera serautntico hijo de Don Bosco:1. Don Bosco arroja por la ventana el egosmo. De forma total, radical. Unaparticularidad que salta inmediatamente a la vista es que Don Bosco de ahora enadelante, incluso en los momentos ms negros, no se preguntar jams: Qu ser dem?, sino qu ser de mis jvenes?. Es, segn creo, una particularidadimportantsima. No le importa nada su persona, su carrera, incluso su salud. Para l sloexisten los jvenes que hay que salvar. Con palabras modernas, podramos decir: buscasu realizacin, en el nico sentido cristiano de esta palabra: ser siervo de sus jvenes.

    32

  • 7/31/2019 Ejercicios Espirituales Con Don Bosco-1

    33/106

    No le veremos, ni en los comienzos ni nunca, tomarse algn tiempo para s a lo largo dela semana, para sus hobby. Su tiempo de distensin consiste en subir a los andamiosde los albailes y en entrar en los talleres para encontrar a sus muchachos. Suretirarse peridicamente a un lugar tranquilo lo provocarn solamente dos motivos:rezar (siente necesidad de hacerlo) y escribir libros para sus jvenes con suficiente

    concentracin.En las duras contrariedades que le amargan los primeros aos, jams descarga susdesilusiones, sus disgustos sobre los jvenes. Lo amargo se lo guarda para s, lo dulcepara ellos.2. Don Bosco hace opciones de fondo que en su tiempo van contra corriente, pero no esni un imprudente ni un contestatario. Franco Molinari ha escrito de Monseor Montini,que despus fue Pablo VI, dos lneas que creo definen tambin a Don Bosco: Frente ala Iglesia, no fue ni un obediente servil ni un desobediente rebelde. Fue un obedientecreativo. Don Bosco no hizo jams cabezonadas. Tuvo como director espiritual no unacabeza caliente, sino a Don Jos Cafasso, consejero espiritual del Arzobispo de Turn y

    de por lo menos cinco Obispos piamonteses. Con Don Jos Cafasso discuti todas susopciones y todas sus decisiones. Alguna vez su lnea de accin fue distinta de lapreferida por Don Jos Cafasso, pero al exponerle los motivos de conciencia que lollevaban por otro camino, manifest tal prudencia que Don Jos Cafasso dijo de l:Dejadle hacer. Don Bosco es un misterio, pero dejadle hacer. Y en otra ocasin dijo:No se debe juzgar a los santos.3. Don Bosco, antes de tomar una decisin, reza. Hago notar este particular. Despusdel trauma de las prisiones, donde ve a jovencitos de doce a dieciocho aos, sanos, ro-bustos, de ingenio despejado, ociosos, comidos por los insectos, ruega a Dios:Decidme qu debo hacer. Cuando est preparado para decir la Misa y encuentra en lasacrista al primer muchacho, aquel Bartolom que ser el comienzo de todo, no retrasala celebracin para hablarle, sino que le dice: Ven a or Misa. Despus he de hablartede un asunto que te gustar. Al acabar la Misa, Bartolom lo espera y Don Bosco dagracias y despus le habla. Y tras el coloquio cordial ( sabes cantar?, sabessilbar?), comienza el primer catecismo con un Avemara, recitada de rodillas. DonBosco no es un ngel bajado del cielo. Es un hombre con las cualidades de su tierra: laprudencia, la desconfianza por la aventura, el sentido realista. Pero tambin con lasvirtudes del verdadero cristiano: un amor grande a Dios y a los hijos de Dios. Uncorazn que no descansar jams despus de haber dicho pobrecitos, despus dehaber expresado un sentimiento de compasin. Un corazn que, por el contrario, loempujar sin tregua al trabajo, a la entrega, a deshacerse, a dejar hecha jirones suvida. Don Bosco es un piamonts de su tiempo, exactamente como somos nosotros hijosde nuestra tierra y de nuestro tiempo. Pero es tambin (y aqu est tal vez la diferenciams profunda entre l y nosotros) un cristiano hasta la mdula.

    33

  • 7/31/2019 Ejercicios Espirituales Con Don Bosco-1

    34/106

    Conclusin

    Concluyo enumerando algunos elementos de sntesis para nuestra reflexin yformulando una brevsima oracin.Los elementos de sntesis son los siguientes:1. Don Bosco, joven sacerdote, era un cristiano de verdad. En su vida se hallabanpresentes algunos grandes valores cristianos que lo ayudaron a hacer su opcin: elsentido de Dios, el amor por los dems, la capacidad de rezar, de excederse, laconfianza en Dios, la esperanza.2. Don Bosco supo vencer las tentaciones de egosmo: la bsqueda de un lugar cmodo yseguro, una vida planteada sobre el tener.3. Don Bosco se fue a conocer a los jvenes pobres en su ambiente concreto, para podertrazar un verdadero programa de salvacin.4. Para realizar este proyecto, Don Bosco tuvo que remar contra corriente, desafiar laincomprensin de la mayora silenciosa que viva en su tranquila mediocridad.5. No obstante este su caminar contra corriente,

    Don Bosco no fue ni un imprudente ni un contestatario: supo aconsejarse y supo rezar.En todo esto Don Bosco es nuestro modelo.Una brevsima oracin conclusiva: Seor, tu Espritu es Espritu de paz: haz que en lapaz reconozcamos lo que somos y lo que no somos; lo que T, en tu amor, nos llamas aser, para que podamos tener la gloria de llegar a ser lo que T quieres que seamos.Te lo pedimos juntamente con tu Madre y con tu siervo Don Bosco.

    SEGUNDA CHARLA

    CUATRO MOMENTOS DE LA REALIZACION

    La gran aventura de Don Bosco ha comenzado. Traz un proyecto y pasa a realizarlo enconcreto.Recordar cuatro momentos, tratando no tanto de recordarlos cuanto de leerlos pordentro, de ver cmo Don Bosco se convierte en estos momentos en nuestro modelo deeducador salesiano y de salvador de los jvenes. Los cuatro momentos que vamos aconsiderar son: el encuentro con Bartolom Garelli, el primer Oratorio en el cobertizoPinardi, la grave enfermedad que contrae Don Bosco en julio de 1846 y el comienzo delinternado. (Al hacer esta seleccin olvido otros momentos importantes, como el impactode los jvenes en las crceles, pero es necesario abreviar.)

    34

  • 7/31/2019 Ejercicios Espirituales Con Don Bosco-1

    35/106

    El encuentro con Bartolom Garelli

    Al encuentro con Bartolom Garelli se le ha llamado la anunciacin de Don Bosco: Diosvino a su encuentro, no con un arcngel, sino con un joven emigrante de diecisis aos,con el cabello al rape y la chaqueta tal vez manchada todava de cal. Probablemente lossuyos le dijeron a este jovencito de Asti cuando fue a Turn en busca de trabajo:Cuando te encuentres en Turn, ve a Misa. Y l fue, pero no se sinti con fuerzas paraentrar en la iglesia entre la gente de la ciudad.Trat de entrar en la sacrista como solan hacer los hombres y los jvenes en muchospueblos de la regin de Asti. Lo echaron fuera. Don Bosco reprendi al sacristn, y a lapregunta de aquel hombre: A usted qu le importa?, respondi Don Bosco con unaintuicin rpida: Es un amigo mo. Es una respuesta expeditiva de Don Bosco, pero am me parece tambin que es una respuesta de Dios. Don Bosco le haba pedido pocosdas antes: Decidme lo que debo hacer, y Dios, con aquella intuicin rpida, lerespondi: Tmalos como amigos tuyos. Walter Nigg, con algo de poesa, pero tambincon mucha verdad, escribe: Don Bosco, con aquellas palabras que le haban asomadoinvoluntariamente a los labios, haba entonado la meloda de su vida. La nueva tonalidadque l dara a la educacin se llamaba amistad. Quera reconquistar la juventud a travsde la amistad (Don Bosco, un santo para nuestro tiempo).La amistad de Don Bosco es verdadera. Por eso se traduce inmediatamente en unafectuoso inters por los problemas, por la vida de aquel joven. Todos sabemos dememoria el coloquio familiar, alegre. Pero bajo aquella familiaridad no hay presuncin.Aquel coloquio es en realidad un examen de la situacin, un test muy cuidado. Don Boscose informa sobre los tres elementos educativos (como se llaman hoy) que deben actuaren aquel momento sobre la formacin de un joven de diecisis, arios: familia, escuela,iglesia. Y viene a saber que ya no tiene padres, que nunca haba ido a la escuela, que nohaba hecho la primera comunin y que no sabe nada de catecismo. Una situacindesastrosa que puede ser fcilmente la premisa de un fracaso en la vida.Y Don Bosco, despus de haberle devuelto la alegra ( sabes silbar?) de manera muysimple, rudimentaria, si queremos, trata de reconstruir inmediatamente, para aquel mu-chacho, los tres elementos educativos fundamentales: con su amistad le hace encontrar algo de calor familiar; proponindole un pocode escuela, trata de hacer volver la confianza a su inteligencia, de hacerle redescubrirsu dignidad: no toda la vida est hecha de cal y de ladrillos; ponindose en esta escuela a s mismo, sacerdote, como enseante, y elcatecismo como objeto de enseanza, hace volver a Bartolom a la Iglesia, que habacorrido el riesgo de arrojarlo fuera con el bastn de un sacristn.La sacrista fra ( era el 8 de diciembre!) de San Francisco de Ass (y me parece que nofuerzo las palabras al decir esto) se convierte de este modo en familia, escuela, Iglesia.La respuesta de Dios al decidme qu es lo que debo hacer ha llegado con plenitud.Hela aqu: Devuelve a este muchacho la familia, la escuela, la Iglesia. Es el camino porel quemarcharon siempre Don Bosco y los autnticos Salesianos: una amistad que hace

    35

  • 7/31/2019 Ejercicios Espirituales Con Don Bosco-1

    36/106

    sentirse en familia, una escuela que da el sentido de la dignidad, una Iglesia que haceencontrar a Dios y hace sentir la paz profunda de ser sus hijos.Me atrevo a preguntar: estamos marchando tambin nosotros por este camino?Nuestra amistad se traduce en afectuoso inters? Somos amigos as de nuestrosjvenes? Conocemos, no por oficio, sino por amistad, las condiciones de familia, de

    escuela, de Iglesia de nuestros jvenes? O conocemos solamente el equipo del que sonhinchas? Sienten en nuestra amistad, no al profesor, sino al hermano que quiere subien sobre todas las cosas? Nuestra escuela, da confianza a la inteligencia?Desarrolla la dignidad del hombre? Nuestros jvenes se sienten parte de la Iglesia?Hijos de Dios?Aado dos detalles.En el coloquio con Bartolom, Don Bosco dice: Quieres que comencemos en seguida?Era mircoles aquel da 8 de diciembre. Hubiera podido decir: Entonces nos veremos eldomingo, y tal vez la Obra Salesiana an no habra comenzado hoy. Aquelinmediatamente es para m muy importante. El noventa por ciento de las cosas buenas

    que no hemos hecho inmediatamente, no las hemos hecho jams.Los domingos siguientes se aadieron otros jvenes. Don Bosco recordaba: Eran CarlosBuzzetti, Germano, Gabilondo (MB II, 76): pequeos albailes lombardos que per-maneceran a su lado durante treinta-cuarenta aos, a los que todos conocan enValdocco. Un da entra Don Bosco en la iglesia donde un joven sacerdote predica desdeel plpito con entusiasmo. Sobre las gradas de un altar, algunos pequeos albailesduermen, apoyados unos en las espaldas de los otros. Don Bosco los despierta, preguntaen voz baja: Por qu dorms? Uno le contesta: No comprendemos nada; otro dice:Ese sacerdote no dice nada para nosotros. Don Bosco ensea a aquellos muchachos,pero esta vez es l quien recibe su leccin: los sacerdotes hablan muy difcil, no hablanpara ellos (quin sabe para quin hablan?). Como todo educador de raza, Don Boscoest pronto para dejarse educar por sus muchachos, para escuchar sus lecciones. Yaprende a hablar para ellos.Una pregunta ms para someterla a nuestra reflexin: el inmediatamente, existe ennuestro mo