MONUMENTO ECUESTRE A DON JOSE MIGUEL CARRERA

Ejército de Chile

CONCURSO LITERARIO - MILITAR 1 9 8 4

El ESTADO MAYOR GENERAL DEL EJERCITO invita a los miembros de la Institución,en servicio activo o en retiro, a participar en el tradicional Concurso Literario Militar anual.

BASES:

a) TEMAS: Inéditos de libre elección del concursante, pero relacionadosdirecta o indirectamente con la Defensa Nacional o materias de carácter profe-sional.

b) TRABAJOS: Serán remitidos al E. M. G. E., "Memorial del Ejército", en original yquintuplicado, a máquina, tamaño oficio, doble espacio, escrito en una carilla.

—Extensión mínima 150 páginas. Inéditos.—En el caso de ser traducciones, no deberá haber sido traducido al

castellano con anterioridad.—Los trabajos serán firmados con seudónimos y, en sobre sellado, el

nombre y domicilio del autor.—Podrán participar en este Concurso los miembros del Ejército en servicio activo

y personal en condición de retiro que sea suscriptor del "Memorial del Ejército".—El Consejo Consultivo de Publicaciones Militares se reserva el derecho de

rechazar o declarar desierto el Concurso, en caso de que los trabajos presenta-dos no reúnan los requisitos establecidos.

c) PLAZOS: Los trabajos deberán encontrarse en el E. M. G. E., "Memorial del Ejérci-to", antes del 28. XII. 1984.

d) PREMIOS: Primer premio: 40 U. F. y diploma de honor

Segundo ": 30 U. F. "

Tercer ": 20 U. F. "

Menciones Honrosas: Podrán hacerse acreedores a ellas los concur-santes que determine el Consejo Consultivo.Recibirán Diplomas de Honor.

e) OTROS ESTIMULOS: El personal que participe obtendrá, además, una anotaciónvalorizada en el concepto "Preparación profesional", en la siguiente forma:

(1) Más 1 punto: Los concursantes que obtengan los tres primeros lugares(2) Más 0, 50 punto: Los concursantes a quienes el Consejo Consultivo acuerde

conceder mención honrosa.

f) JURADO: Consejo Consultivo de Publicaciones Militares; emitirá su fallo antesdel 30. IV. 1985.

NOTAS:

1. —El Consejo Consultivo se reserva el derecho de publicar, en la colección "Bibliote-ca del Oficial", uno o el total de los trabajos premiados, los que serán inscritos en el regis-tro de propiedad intelectual en esa calidad, con constancia de la identidad del autor.

2. —En el caso de ser editado alguno de los trabajos como volumen de la Bibliotecadel Oficial, el autor cederá los eventuales derechos que pudiera tener sobre los ejempla-res necesarios para atender las necesidades del Ejército. A su vez el autor recibirá 25ejemplares en forma gratuita, para su libre disposición.

3. —El Consejo Consultivo se reserva, además, el derecho de publicar total o parcial-mente las obras premiadas, en las revistas militares.

R E V I S T A C U A T R I M E S T R A L(ORGANO OFICIAL DEL ESTADO MAYOR GENERAL DEL EJERCITO)

T E R C E R C U A T R I M E S T R E

A Ñ O L X X V I I I Nº 4 1 7 1 9 8 4

NUESTRA PORTADA

Monumento ecuestre a Don José MiguelCarrera, del escultor Héctor Román.

CONSEJO CONSULTIVO

a—Jefe del Estado Mayor General del Ejército:MGL. Enrique Valdés Puga.

b — Secretario del Estado Mayor General delEjército: BGR. Luis Mujica Collao.

c. —Secretario de Coordinación de DINE.: BGR.Marcos Lucares Robledo.

d—Jefe departamento Relaciones Internas delEjército: CRL. Virgilio Espinoza Palma.

e. —Jefe Departamento Relaciones Públicas delEjército: TCL. Gustavo Collao Mira.

f. —Jefe Sección Revistas Militares."MEMORIAL DEL EJERCITO

DE CHILE"

DIRECTORTCL. (R) Abogado

Luis J. Beas Valenzuela

S U M A R I O

Pág.

EDITORIAL

Navidad, un mensaje de esperanza y amor 3

ACTUALIDAD

—Monumento ecuestre al ilustre prócer dela Patria Vieja, General Don José Mi-guel Carrera 5

—"Don José Miguel" 7—Tradicional Mensaje de S. E. el Presi-

dente de la República, con motivo del11º Aniversario de la Liberación Nacio-nal 12

—Aniversario del Estado Mayor Generaldel Ejército 14

—Gallardía y Disciplina destacó la tradi-cional Parada Militar 16

—Funerales del Teniente Julio BrionesRayo (Q. E. P. D. ) 22

—Economía: instrumento para un Ejér-cito eficiente 24

—Allá en el puente sobre el río Allipén.. 47—La Guerra y el Derecho 49

TECNICO PROFESIONAL

—Selección psicológica del personal delEjército 72

—Introducción a la Informática y Compu-tación 77

—Pruebas no destructivas en el control decalidad 97

HISTORIA Y GEOGRAFIA

Pág.

-Génesis del carácter nacional con raíces vasco-germanas 112

-El sistema defensivo del Pacífico Sur en la época virreinal 118

-Política económica del Presidente Balmaceda (Academia de Historia Militar) 132

-El P. C. más allá de la democracia 148

-La toma de posesión del Estrecho de Magallanes 154

NOTA IMPORTANTEToda correspondencia y el canje relacionado con esta

publicación deben dirigirse a:Estado Mayor General del EjércitoMEMORIAL DEL EJERCITOCorreo 21Santiago de Chile

La Dirección

P R E M I O S D E E S T I M U L O

El Consejo Consultivo del Estado Mayor General del Ejército, en cumplimientoa lo ordenado por el Sr. Vice Comandante en Jefe del Ejército, ha resuelto impartirun sistema de estímulo para los autores de los mejores artículos que se publiquen anual-mente en el "Memorial del Ejército de Chile".

Estos premios son:

ler. Premio: Diploma de Honor y premio en dinero equivalente a 20 U. F.2º Premio: Diploma de Honor y premio en dinero equivalente a 10 U. F.

Los autores de los trabajos premiados como los mejores recibirán además el estí-mulo de una anotación en su Hija de Vida, con la correspondiente anotación de Méritoen el concepto "Preparación Profesional"; más un punto al 1º y 2º lugar.

"Los artículos son de responsabilidad de sus autores y no representan necesariamenteel pensamiento del Estado Mayor General del Ejército a la doctrina de la Institución".

"Se autoriza la reproducción parcial o total de los artículos de esta Revista. Bastaindicar el nombre del autor y citar el nombre de la Revista "Memorial del Ejército deChile".

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EDITORIAL

NAVIDAD, UN MENSAJE DE ESPERANZA Y AMOR

A l término de un ano más en el calendario del tiempo, conmemoramos en el mun-do cristiano el nacimiento de Jesús de Nazareth, acontecimiento rector en los

destinos de lo humanidad.En medio del asombroso avance de la ciencia y con síntomas de aguda crisis

moral o nivel universal, la presencia del Hijo de Dios mantiene inalterable su mensajede esperanza y amor. Vino o este mundo pora dar con su vida una lección maravillosaY eterna de buena voluntad, que el Padre le había confiado, y en su corta peregrina-ción por la tierra entregó a los hombres el único camino que conduce a la paz yfelicidad.

Por eso la humanidad se estremece al recordar su nacimiento, que se proyectacomo ley inextinguible por los siglos de los siglos, ahí está el niño envuelto en pañolesu recostado en un humilde pesebre como estaba escrito.

Más allá están los pastores que fueron los primeros en conocer la Buena Nuevay acudieron al despuntar el alba llevándole sus mejores presentes con aroma de la tie-rra y de las flores, a la distancia emergen los Reyes Melchor, Gaspar y Baltazar, guia-dos por la estrella que se posó en Belén para que adorasen al niño con el esplendordel poder.

Por ese niño empezaron los hombres a mirarse como hermanos en un ambien-te de paz, porque su semblante dulce inspira confianza, no atemoriza y no ofende onadie.

No hay allí ningún despliegue de fuerza ni alarde de vanidad. Es simplementeun niño frágil y dependiente como todos los niños.

¡Amaos los unos a los otros como yo os he amado!... dirá más tarde cuando re-sonó su voz en los valles de Galilea, siendo sólo un modesto carpintero de Nazareth.

Ningún líder, ningún filósofo ha podido plantear jamás una doctrina social másavanzada que la suya, porque ella está fundada en la justicia divina que es eterna in-mutable y perfecta.

Su doctrina humanizó la historia, dejando la huella de sus pasos al alcance detodas las criaturas de la tierra, sin diferencias de color o de fortuna.

Sonarán las campanas de todo el mundo para saludar el nacimiento de Jesús ycon él se abrirán las puertas de un hermoso camino en la vida, a su alrededor brotarála esperanza y nos corresponderá a nosotros cuidar que ello no se marchite con lo úni-co que él ha pedido: ¡Buena Voluntad!

Esa es la satisfacción de la Noche Bueno que nos trae dulces recuerdos, aro-mo de paz y amor.

MONUMENTO ECUESTRE AL ILUSTRE PROCERDE LA PATRIA VIEJA GENERAL DON JOSE

MIGUEL CARRERA.

P RESIDIDA por S. E. el Presidente de la República y Cdte. en Jefedel Ejército, Capitán General Augusto Pinochet Ugarte, se efectuóel 15 de Octubre ppdo., a las 12. 30 horas, la ceremonia de inaugu-

ración del Monumento Ecuestre del General José Miguel Carrera.El acto contó con la asistencia de los integrantes de la Honorable

Junta de Gobierno, Ministros de Estado, Cuerpo de Generales y Almiran-tes, delegaciones de las Escuelas Matrices de las FF. AA. y Carabinerosy la Directiva y Socios del Instituto José Miguel Carrera.

La construcción del Monumento se desarrolló gracias a una iniciativade los ex diputados don Eulogio Rojas Mery y don Raúl Irarrázabal quie-nes en 1953 presentaron en la Cámara el respectivo proyecto de ley. Me-diante una colecta nacional se fueron reuniendo los fondos y finalmentese llamó a concurso que ganó el escultor don Héctor Román.

La comisión encargada de la erección del monumento fue presididapor el Pdte. del Instituto Histórico José Miguel Carrera, Capitán Gene-ral Enrique Franco Hidalgo, dándose término a la obra durante el pre-sente año.

Durante la ceremonia hizo uso de la palabra el ler. Vice Pdte. delInstituto José Miguel Carrera, General de Carabineros Rodolfo Stange,quien en términos vibrantes, recordó los aspectos más destacados de lavida del ilustre Prócer.

Recibió el monumento a nombre de la ciudadanía el Alcalde de San-tiago Dn. Carlos Bombal. Acto seguido se procedió a la colocación deofrendas florales por S. E. el Presidente de la República y los Coman-dantes en Jefe de las Fuerzas Armadas y de Orden.

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"DON JOSE MIGUEL"

MARTIN RODRIGUEZ GONZALEZMayor

Miembro Academia de Historia Militar.

E L 15 de Octubre del presente año, Chile entero se estremeció con laemoción de un acto que hacía justicia a una de sus más grandesfiguras del pasado, protagonista junto a otras, de las luchas quecomenzaron hace ciento setenta y cuatro años y que culminaron

en el año 1818 con la Independencia de Chile.El Monumento Ecuestre a don JOSE MIGUEL CARRERA VERDU-

GO se levantó en la Avenida Libertador O'Higgins, la vieja Cañada dondeél paseó su distinguida figura en los años de la gestación de la Patria;de esta forma al pasar, todos los chilenos pueden ahora rendirle el home-naje que se merece su memoria como uno de los auténticos Padres de laPatria.

Al verlo inmortalizado en bronce, sentimos que en realidad siemprelo tuvimos esculpido en nuestros corazones. Su nombre, sus acciones, suazarosa vida y su triste final, no nos son desconocidos; la imagen queconservamos siempre, hoy se materializa en el metal que desafía al tiem-po y desde el cual él ahora nos mira desde lo alto de su brioso corcel.

De los promotores y ejecutores de la revolución de la independencia,el General don JOSE MIGUEL CARRERA fue el que comprendió másclaramente los altos fines de la emancipación política de Chile y el queprocuró, con genio más resuelto y luminoso, asegurar para siempre lasinstituciones republicanas que debían servir de base a su soberanía denación.

Poniendo en evidencia su gran carácter, a la vez que su impetuosogenio guerrero, se esforzó por dar a la revolución todo el alcance fun-damental que reviste el cambio radical de forma de gobierno de un pue-blo que aspira a afianzar su libertad. A la concepción práctica y genero-sa del caudillo militar, agregaba la fogosidad y denuedo de su espírituardoroso y abnegado, capaz de sublimes actos de heroísmo y de los másatrevidos y brillantes planes de organización republicana.

Tenía un alma y genio de poeta, anhelante de victoria para su pa-tria, que era la deidad de todos sus amores; ambicionaba con tesón dehéroe la gloria de las armas, no para sí, que tenía suficientes títulos paraconquistar la popularidad con su fortuna y juventud, sino para su ama-do pueblo nativo, al cual quería ver libre de toda traba, en el ejercicio

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de sus derechos civiles y políticos y en el progresivo afán de su vidademocrática.

Sus múltiples facultades lo abarcan todo; iniciativas audaces y de-sinteresadas; reformas fundamentales y garantías públicas; estableci-miento de instituciones benéficas para todos los ciudadanos y el reco-nocimiento del derecho del pueblo a la cultura y al gobierno propio.

La penetración de su espíritu sagaz le permitió ver en el futuro desu patria los peligros de la restauración colonial, y para conjurar lastentativas de toda reacción del pasado, dotó a la revolución emancipadorade los más poderosos elementos de triunfo y de progreso liberal.

Fundó colegios para reformar el carácter de los hijos del pueblo enuna educación de principios científicos y dio vida a la imprenta paradirigir la sociedad de la época, a fin de hacer fructífera la obra civiliza-dora de la independencia y estables y progresivas las instituciones re-publicanas.

Al margen de todas estas consideraciones de orden general, debemosreconocer un hecho grande como la historia misma: la vida del Generaldon José Miguel Carrera es una de las más dramáticas de nuestra his-toria.

Ha sido juzgada con evidente contradicción de criterios, con severajusticia algunas veces y con odiosa parcialidad en otras, a consecuenciade las doctrinas avanzadas de su credo republicano, de las vicisitudes desu carrera militar, de jefe supremo y caudillo revolucionario, de su inde-pendencia de carácter y de las genialidades de su temperamento impetuo-so y valiente, de las rivalidades que despertó su iniciativa de guerrero yde magistrado y, más que todo, por las pasiones que encendió la contien-da civil en que se viera envuelto.

Víctima expiatoria de una época de embrionaria organización social,en medio de la misión gloriosa que le cupo en suerte cumplir en su patriay en su tiempo.

Los errores de sus contemporáneos y los suyos propios los purgócruelmente, no obstante su abnegación para consagrar al servicio de lacausa de la libertad, su juventud, su patriotismo, su genio y su fortuna.

La suerte no le fue propicia; amargó su existencia tan digna de serventuosa y lo condujo, finalmente, hasta el cadalso.

Don José Miguel nació en Santiago el 15 de Octubre de 1785. Fueronsus padres el Coronel de Milicias Reales Ignacio de la Carrera y Cuevas ydoña Francisca de Paula Verdugo Fernández de Valdivieso y Herrera.Fue el tercero de cuatro hermanos: Javiera, nacida en 1781. Juan Joséen 1782 y Luis Florentino Juan Manuel Silvestre de los Dolores, nacidoen 1791.

Su brillante formación militar en España le preparó como el con-ductor idóneo para la lucha por la independencia, y fue el primer Co-mandante en Jefe del Ejército de Chile. Su vocación de hombre libre ysu amor incomparable a su Patria le preparó para ser el conductor delEstado y el visionario encauzador de sus instituciones básicas.

A pesar de todo lo que había significado, don José Miguel no alcanzóa participar en las batallas decisivas por la libertad, no sintió tañer lascampanas de los templos después de Maipú, ni disfrutó del nacimientode esta tierra a su vida independiente. Su destino lo llevó tras azarosasluchas en las cuales se consumió su vida y se quemaron sus alas cual ma-riposa que se' arriesga en demasía volando alrededor del candil.

Don José Miguel fue fusilado en Argentina el 4 de Septiembre de1821 a las once y media de la mañana. Murió con la entereza y arrogan-

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cia que le habían distinguido en las contiendas revolucionarias y en todoslos actos de su vida. Su última carta la escribió, cargado de grilletes, asu amada esposa doña Mercedes Fontecilla, y en ella los sentimientospredominantes eran su entrañable amor a Chile, a la libertad de Amé-rica y su entrega consciente a la fatalidad ineludible de su aciago destino.

La posteridad ha hecho justicia a su memoria y glorificado su nom-bre y sus hazañas. En la tumba de los Carrera se estampó una frase queparece resumir los sentimientos de todo el pueblo chileno hacia don JoséMiguel y sus hermanos: "LA PATRIA A LOS CARRERA, AGRADECI-DA DE SUS SERVICIOS Y COMPADECIDA DE SUS DESGRACIAS".

Existen algunos ciudadanos o grupos de ellos que parecen esforzar-se por separar a los proceres de nuestra independencia y hasta hacerlosaparecer como antagónicos, tanto ellos como sus seguidores de aquellasépocas pretéritas, olvidando que la libertad fue el resultado del esfuerzode muchos y no el mérito de un solo hombre.

Los Padres de la Patria no fueron seres mitológicos ni semidioses,sino personas de carne y hueso y, por ende, humanos y falibles. A cual-quiera de ellos podríamos encontrarles, si nos dedicamos a buscarlos,virtudes y defectos; pero lo único importante es que en nuestro juicioprime el agradecimiento por sus luchas y desvelos, que condujeron a unanación a su independencia definitiva y definieron nuestra personalidad.

En verdad y en justicia, la única posición que nos corresponde adop-tar es la de agradecer todo lo que ellos hicieron por la Patria, unidos enaquellos tiempos férreamente, deponiendo sus diferencias cuando Chileestaba amenazado, lección eterna que deberíamos recordar hoy y siemprepara actuar en igual forma en la preservación de los altos valores quenos legaron.

TRADICIONAL MENSAJE DE S. E. EL PRESI-DENTE DE LA REPUBLICA Y COMANDANTEEN JEFE DEL EJERCITO, CAPITAN GENERALAUGUSTO PINOCHET UGARTE, CON MOTIVODEL 11° ANIVERSARIO DE LA LIBERACION

NACIONAL.

E L 11 de Septiembre último, S. E. el Presidente de la República yComandante en Jefe del Ejército, Capitán General Augusto Pino-chet Ugarte, reafirmó el carácter nacional del Gobierno Militar y

destacó que los objetivos trazados por las FF. AA. y Carabineros sonirrenunciables.

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La solemne ceremonia se efectuó en el Salón Plenario del edificio Die-go Portales con asistencia de los integrantes de la Junta de Gobierno, Pri-mera Dama de la Nación, esposas de los miembros de la Junta de Go-bierno, Ministros de Estado, Cuerpo de Generales y Almirantes, CuerpoDiplomático y altas autoridades nacionales. Dirigentes sindicales y másde un millar de ciudadanos invitados completaron el escenario.

Luego de una extensa revista que abarcó todas las Secretarías de Es-tado, S. E. puso término a su discurso, subrayando que son las FF. AA.y de Orden quienes representan a la nación entera; estas mismas insti-tuciones son garantes de un proceso institucional claro y definido, expre-sando finalmente que ellas estaban entregando los mayores desvelos auna causa justa, que busca la grandeza de la Nación.

ANIVERSARIO DEL ESTADO MAYOR GENERALDEL EJERCITO

E N sobria ceremonia se rememoró el 7 de septiembre de 1984 el164º Aniversario de la fundación del Estado Mayor General delEjército.

El acto que se llevó a efecto en el Auditorium del EMGE., fue presi-dido por el Vice Comandante en Jefe del Ejército, Teniente General JulioCanessa Robert, y el actual Jefe del alto organismo, Mayor General En-rique Valdés Puga.

El Vice Comandante en Jefe del Ejército, Teniente General Julio Canessa Robert,presidió el acto de aniversario de creación del Estado Mayor General del Ejército.Lo acompaña en la testera, el Jefe del citado organismo, Mayor General Enrique

Valdés Puga.

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Asistentes a la solomne ceremonia. En el primer plano los Directores que integranel Estado Mayor General del Ejército.

El Vice Comandante en Jefe de nuestra Institución, Teniente General Julio CanessaRobert, impone la medalla por treinta años de servicio al Brigadier Luis Patricio

Serre, Secretario de Coordinación de la Dirección de Instrucción del Ejército.

GALLARDIA Y DISCIPLINA DESTACO LATRADICIONAL PARADA MILITAR

Efectivos del Ejército, Armada, FACH y Carabineros participaronen brillante desfile.

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FUNERALES DEL TENIENTE JULIO BRIONESRAYO (Q. E. P. D. )

S. E. el Presidente de la República y Comandante en Jefe del Ejército, Capitán Ge-neral Augusto Pinochet Ugarte, durante la misa oficiada por el eterno descanso delalma del Teniente Julio Briones Rayo (Q. E. P. D. ), en el Hall Central de la Escuela

Militar. Lo acompañan altas autoridades civiles y militares.

El Comandante General de la Guarnición de Ejército de Santiago, Brigadier GeneralRené Vidal, despide en el Cementerio General los restos mortales del Teniente JulioBriones, asesinado por extremistas de izquierda en Copiapó, mientras cumplía con

su deber en favor de la paz.

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ECONOMIA: INSTRUMENTO PARA UNEJERCITO EFICIENTE

GUSTAVO LATORRE VASQUEZTeniente Coronel

"Comprender el momento que se vive implica estardispuesto a modificar sustancialmente los esquemasmentales del pasado. Sólo en la medida en que el Ejér-cito tenga la conciencia de evolucionar será posibleasegurar que se mantendrá vigoroso y vigente confor-me a su tradición histórica".

Doctrina de Guerra del EjércitoAño 1982

INTRODUCCION

D URANTE el transcurso de losúltimos años, la ciencia eco-nómica ha invadido numero-

sos nuevos campos. Educación, sa-lud, justicia y muchos más han re-cibido atención y análisis sistemá-ticos mediante el uso del instrumen-tal económico. Esta preocupaciónresponde a una constante de todaslas actividades que manejan recur-sos para satisfacer o enfrentar ne-cesidades: la escasez.

De la misma manera, DefensaNacional en forma creciente requie-re la participación de especialistasen materias económicas en sus ni-veles de asesoría para una toma dedecisiones más eficiente. El arrolla-dor avance de la tecnología en los

equipos y armamentos produceefectos sobre su costo y en el dañoque sobre el adversario pueden oca-sionar. La discusión de los presu-puestos, específicamente la compo-sición del gasto, se ha convertido enun tema de los más relevantes delas instituciones armadas. Las ad-quisiciones de material bélico no es-capan a esta dedicación preferente.¿En qué forma asignar los recursospara alcanzar el poder militar má-ximo?

El principal objetivo del presentetrabajo es efectuar un aporte aquienes toman decisiones en el ám-bito de las Fuerzas Armadas, mos-trando cómo el análisis económicopuede contribuir a la selección delas políticas y doctrinas en el cam-po de la asignación de recursos con

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propósitos militares. De acuerdocon ello se han concentrado losplanteamientos bajo el concepto deeficiencia, resaltando que ello nosignifica otra cosa que alcanzar uobtener el poder militar máximoposible del total de los recursos dis-ponibles.

La eficiencia tiene un parentescocercano con la especialización. ElEjército debe utilizar todo su talen-to, preparación y medios en la di-rección que proporcione la máximacantidad de defensa nacional con losrecursos con que cuenta. El Ejérci-to tiene una función objetivo y una

restricción de presupuesto. Si in-tenta moverse en forma eficiente,requiere mantener permanente ob-servación sobre estos elementos. Deotra forma debilitará innecesaria-mente su capacidad combativa y dedisuasión. En los problemas de asig-nación de recursos no explicitaruna restricción presupuestaria sig-nifica dejar el problema indetermi-nado desde el principio.

Tanto la ejecución de la guerracomo su preparación, envuelven re-cursos apreciables. El arrolladoravance de la tecnología inutiliza losequipos y armamentos en igual for-ma que los enfrentamientos direc-

tos. Las estructuras deben ser per-manentemente revisadas para ade-cuarse a las nuevas exigencias. Lavelocidad de los acontecimientos de-fine sistemas computacionales yoperativos para el apoyo en la tomade decisiones. Asesores cada vezmás especializados son necesariospara obtener más y mejor informa-ción.

En el ámbito de las decisiones esmenester trabajar con análisiscuantitativos y distribuciones deprobabilidad. Varios escenarios de-ben ser considerados para incremen-tar el abanico de opciones posibles.Las incertidumbres deben ser expli-

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citadas de tal forma que, cuando seaposible, se midan efectos, costos ybeneficios de cada acción.

Los Ejércitos existen porque re-portan utilidad al grupo social alcual pertenecen: entregan el "biendefensa". En términos económicoses éste un bien que tiene una de-manda, con características especia-les (es un bien público) (1), peroella existe. El Ejército recibe recur-sos y se convierte en el ente produc-tor. Esa es su función. Esa es surazón de ser. Debe producir y pro-porcionar el "bien defensa" con unaobligación implícita adicional: sereficiente en su provisión.

El trabajo se inicia con la formu-lación de algunos conceptos previos.El más relevante es aquél que seña-la que Economía y Estrategia sondos disciplinas complementarias enel ámbito de las decisiones milita-res. Se mencionan algunas palabrassobre el concepto de escasez: nuncahay para todo. Dado que se requie-re elegir son importantes las deci-siones. Se analizan los elementos de-terminantes de ellas, la atmósferaque envuelve toda decisión militar:incertidumbre, y cómo deben en-frentarse. La eficiencia en las de-cisiones militares se alcanza a tra-vés de tres acciones que son anali-zadas en forma especial: mejora-miento de la organización, aplica-ción de análisis cuantitativos y re-conocimiento que las decisiones mi-litares envuelven recursos aprecia-bles. En fin, todo apunta a efectuarun aporte a la discusión profesio-nal sobre las decisiones militares.Como un apéndice del trabajo hasido agregado un listado bibliográ-fico de textos, publicaciones y "pa-

pers" que el autor ha recopilado yque son atingentes a "Economía deDefensa".

I. CONCEPTOS PREVIOS

A. —Economía y Estrategia.

Economía y Estrategia no son dosdisciplinas independientes en el ám-bito de las Fuerzas Armadas, sinopor el contrario, constituyen ele-mentos estrechamente unidos e in-terdependientes del mismo proble-ma. Estrategia, en su definiciónamplia, estudia la conducción o em-pleo de medios durante la guerra.Estrategias son las maneras de usarlos medios disponibles para alcan-zar los objetivos militares. El estu-dio de la estrategia proporciona "elcriterio" de la conducción o uso demedios en el campo de batalla. Eco-nomía enfrenta el problema de laorganización, (2) en forma más es-pecífica se preocupa de la asigna-ción de recursos en una atmósferade escasez. Las necesidades son múl-tiples y los recursos limitados. Enconsecuencia, deben tomarse deci-siones de cuáles necesidades se sa-tisfacen y en qué magnitud. Lo an-terior es lo mismo que decidir cuá-les necesidades quedan postergadaso solucionadas parcialmente. Enotras palabras, el problema econó-mico es un problema de elección. Elestudio de la economía proporciona"el criterio" de la asignación o

(1) Sobre esta materia puede revisarse eldocumento de docencia N° 15 del De-partamento de Economía de la U. deChile "Bienes Públicos" del profesorJosé Yáñez.

(2) Para mayor detalle ver "Social Econo-mic Organization", de Franck H.Knight, en Breit y Hochman (Eds. )Readings in Microeconomic, DrydenPress, 1971.También debe ser leído "The use ofknowledge in society", de F. A. Hayek,en AER de septiembre 1945, reimpre-so en Individualism and EconomicOrder.

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uso de medios en un ambiente deescasez". (3)

Dentro de las Fuerzas Armadaslas decisiones económicas definenlas estrategias disponibles en el fu-turo. Entre economía y estrategiahay una ligazón de tiempo: antes ydurante la guerra. Antes de la gue-rra tiene preeminencia la primera,durante el conflicto, la segunda. Es-to no significa que las decisioneseconómicas no tengan influencia deanálisis estratégicos de empleo demedios. La asignación está orienta-da por los medios que se desea te-ner y los recursos disponibles de-terminan las estrategias.

Los tres pilares fundamentales enlos cuales descansa un Ejército efi-caz son la eficiencia en la prepara-ción para la guerra, el conocimien-to acabado en el arte de la conduc-ción y en tener "voluntad de ven-cer". Economía, estrategia y moralcombativa son los elementos nece-sarios que ningún Ejército puededesconocer si quiere alcanzar la vic-toria final. Se desea con estas líneasdiscutir y hacer aporte en el ámbi-to del primero de ellos: el criterioeconómico en la preparación parala guerra.

B. —La Escasez.

Sin duda alguna, el problema bá-sico de la economía es el de la es-casez. (4) Todo individuo, empre-sa, institución o grupo social cual-quiera, enfrenta el problema de la

(3) Ver de Robert Haveman y KenyonRnopf, "El sistema de precios", Capí-tulo I (Amorrortu Editores), y deWonnacott y Wonnacott, "Economía",Capítulo II (Mc Graw Hill).Leer "Curso de Economía Moderna",de P. A. Samuelson, Capítulos 1 y 2,Editorial Aguilar - 9ª Edición.

(4) Ver "Introducción a la economía posi-tiva", de Richard G. Lipsey. NuevaEdición 1974.

escasez. La ciencia económica no re-suelve el problema de la escasez.Sólo entrega las herramientas paraenfrentarlo. Transforma el proble-ma de la escasez en un problema deorganización. Como establecerse pa-ra responder en buena forma a lacuestión de satisfacer necesidadesmúltiples con medios escasos.

La elección surge como respuestaineludible a este problema. Las elec-ciones son necesarias puesto que losrecursos son limitados. La decisiónpor la cual desea tenerse una cosao más cantidad de ella implica ne-cesariamente la decisión de no te-ner o tener menos de otra. Como losrecursos son escasos y las necesi-dades múltiples, se está obligado aescoger.

Una elección significa la posibi-lidad de obtener una cosa u otra. Sitenemos más de esto, entonces ten-dremos menos o no tendremos deaquello.

El problema de la defensa nacio-nal puede ser mirado como un pro-blema económico en términos de laescasez. Siempre, en tiempo de pazy en tiempo de guerra, la cantidadde recursos disponibles de las Fuer-zas Armadas es restringida. Duran-te la paz el presupuesto es relativa-mente pequeño y la escasez es ob-via. Al irrumpir la guerra, los re-cursos crecen rápidamente. Sin em-bargo, siempre hay escasez.

C. —Costo de Oportunidad.

El país dispone de ciertos recur-sos que pueden ser destinados a sa-tisfacer muchos objetivos o necesi-dades de la comunidad. DefensaNacional, seguridad social, mejora-miento en el nivel de vida presente(consumo), mejoramiento en el ni-vel de vida futura (inversión), o

En un sentido de política económicapuede revisarse "Microeconomic Theo-ry" de Layard and Walters, Capítulo I,Mc Graw Hill, 1978.

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Sobre este problema será centra-da la atención en los capítulos si-guientes.

D. —Las Restricciones.

Se decía que la limitación de re-cursos es el punto de partida en to-dos los problemas de elección. Losrecursos son siempre limitados encomparación con las necesidades. Silos recursos no fuesen limitados nose tendría el problema de la esca-sez y de las elecciones. Por lo tan-to, se debe investigar la naturalezade la limitación de recursos comoun paso previo a la selección de loscursos de acción. Como una conse-cuencia, recursos limitados son lla-mados restricciones.

En algunos casos la restricción serefiere a un ítem específico. Porejemplo, cantidad de munición, ve-hículos, soldados o Unidades decombate. En otros, se trata de unarestricción general o de cantidad dedinero que puede ser gastado. (8)Es importante la distinción porcuanto en muchos casos, consideraruna restricción específica es erró-neo.

Generalmente lo relevante es lacapacidad de transformación que setiene sobre el sistema para levantarrestricciones específicas demasiadolimitantes. En general, cuando eltiempo y la tecnología permitenajustes, las restricciones específicasdesaparecen pues se puede modificarla distribución de medios disponi-

(8) Se hace referencia al total del presu-puesto en moneda nacional y en mo-neda extranjera con que disponen lasinstituciones de la Defensa Nacional.La cantidad de dinero que puede sergastada es un flujo; es decir, tiene di-mensión de tiempo. En consecuencia,la restricción general puede conside-rar un período de varios años de talforma que permita una planificaciónde gastos a largo plazo.

bles. De otra forma, las restriccio-nes específicas sólo existen en elcorto plazo. Dentro de ciertos lími-tes razonables y en concordanciacon la restricción general, las res-tricciones específicas pueden ser eli-minadas.

Sin embargo, no es el presupues-to o la restricción general lo que li-mita la acción del Comandante. Laslimitaciones específicas son las rele-vantes para la toma de decisionesen este caso. Las restricciones en elcampo de la conducción son gene-ralmente, por no decir siempre, detipo específico. Para la Economía,en cambio, toma preponderancia larestricción general.

Si la cantidad de soldados es larestricción relevante, puede ser re-comendable medir el costo alterna-tivo de cada opción en términos desoldados. Si hay una restricción mo-netaria o presupuestaria generalsin limitaciones específicas, el cos-to deberá ser fijado en la unidadmonetaria correspondiente.

La teoría económica no sólo tieneuna respuesta al problema de la es-casez, que en los análisis se mani-fiesta como restricciones, sino quetambién apunta hacia la tarea deaumentar los recursos. Esto es ana-lizando en la teoría del crecimien-to. (9) Ella señala que es impor-tante no sólo considerar los recur-sos y restricciones existentes sinotambién examinar la manera de in-fluenciar, modificar o eliminar res-tricciones futuras.

En la misma forma que se tieneuna íntima relación entre economíay estrategia o asignación de recur-sos y empleo de medios, se encuen-tra la interdependencia entre efi-ciencia y crecimiento. Un marco

(9) Ver, por ejemplo, los artículos recopi-lados en: Amartya Sen (editor):"Growth Economics", Penguin, 1970.J. Jones G. "The Theory of economicgrowth".

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apropiado para la eficiencia lo estambién para el desarrollo. (10)Actividades y decisiones ineficien-tes afectan ineludiblemente los re-cursos disponibles en el futuro.

En virtud de lo anterior, el im-pacto de inversiones, adquisicioneso en general de asignación y uso derecursos debe ser meditado tanbien como sea posible. Esfuerzospermanentes y sistemáticos para de-terminar cursos de acción, debendesarrollarse en todos los niveles dela toma de decisiones. El instru-mental que proporciona la "evalua-ción de proyectos", "investigaciónoperativa" y "análisis de sistemas",es irremplazable. Agregúese el usointenso y sistemático de métodoscomputacionales y de informática.Más y mejores análisis deben serejecutados para mejorar la eficien-cia en el gasto o empleo de los re-cursos disponibles.

El problema siempre presente deinvertir es de vital importancia.(11) Cantidad y destino. Muchosespecialistas en desarrollo han in-vestigado esta cuestión, lo que ha

(10) "Rich and Poor Countries", Hans Sin-ger y Javed Ansari. Hopkins Press.Baltimore, U. S. A., 1977.También puede consultarse a JohnMellor en: "The new economics ofgrowth". Cornell Univ. Press. IthacaN. Y., U. S. A., 1976.También a Philip Neher en: "Creci-miento económico y desarrollo".Aguilar. Madrid, 1981.Importante leer a Juan Carlos Mén-dez: "Chilean Economic Policy", Cal-derón. Santiago, 1979.

(11) Es pertinente el trabajo de MarceloSelowsky, "On the Measurement ofEducation's Contribution to Growth".Quarterly Journal of Economics. Au-gust, 1969.También tesis de grado de Luis Rive-ros sobre Rentabilidad del SistemaEducacional Chileno.

permitido la construcción de teo-rías del crecimiento con diferentesgrados de sofisticación y sobre loscuales existe abundante literatura.La intención en esta parte es resal-tar el hecho que todas las teoríasconcluyen (explícita o implícita-mente) en dar a la eficiencia en eluso de recursos un rol fundamentalpara un crecimiento aceptable.

En resumen, en el corto plazo, en-tendido en el cual un Comandantedebe usar las fuerzas a su disposi-ción, las restricciones relevantesson las específicas. En el medianoy largo plazo, la principal restric-ción son los recursos en general. Elproblema de la limitación de mediospresente debe ser resuelto por efi-ciencia en la asignación que permi-ta, a su vez, un aumento de recur-sos en el futuro.

II. ESCENARIO DE LASDECISIONES MILITARES

A. —Clasificación.

Para los propósitos de análisiseconómico las decisiones militarespueden ser clasificadas de la si-guiente manera: (12)

1. Decisiones operativas. (Estraté-gicas y Tácticas).

2. Decisiones de inversión. (Adqui-siciones).

3. Decisiones de investigación yDesarrollo (Estudios).

La diferencia básica entre estasclases de decisiones, desde el puntode vista del análisis, es el tiempo omomento en el cual la decisión afec-ta la capacidad de las tropas invo-lucradas. Una decisión operativatiene efectos inmediatamente. El

(12) Se puede consultar el texto: "The eco-nomics of defense in the nuclear age".Charles J. Hitch and Roland N. Mc-Kean. Atheneum, New York, 1967.

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análisis y las decisiones están con-centrados sobre operaciones supues-tamente accionando en el futurocercano. Por otro lado, una decisiónde inversión o para procurarse al-go, no puede afectar dicha capacidadhasta que la inversión o compra sehaya ejecutado. Decisiones para eldesarrollo y la investigación tien-den a afectar la capacidad aun en unplazo mayor; es decir, después quela cosa ha sido desarrollada, produ-cida y entregada a las fuerzas ope-rativas.

Las decisiones operativas o tác-ticas, en relación con las restriccio-nes de recursos, usualmente traba-jan con las de tipo específico, sim-plemente porque el horizonte es decorto plazo. En los estudios de esetipo de acciones y con esas restric-ciones, los cálculos suelen ser máscomplicados; sin embargo, ello ob-viamente no debe inhibir el análisiseconómico. Las decisiones de inver-sión deben dirigir el análisis a lasoperaciones o acciones futuras. Pa-ra una comparación válida, el con-texto apropiado y las exigencias im-puestas deben encuadrarse en el usofuturo de los medios disponibles enese momento. Las decisiones de in-vestigación y desarrollo deben lle-var también el sello de análisis pros-pectivos. En este caso resulta másadecuado considerar una restricciónde tipo general.

Otra forma corriente de clasifi-car las decisiones militares es segúnsu nivel. Es útil la separación enniveles para una mejor compren-sión del problema central en la to-ma de decisiones, cual es la eficien-cia. (13) En general, se puede ha-

(13) Trabajo clásico de A. C. Pigou en elcampo de las decisiones en general:"The economics of welfare". Más mo-derno, "Introduction to economic ana-lysis and Policy", de J. E. Meade andC. J. Hitch.

blar de eficiencia en los niveles al-tos, que envuelve fundamentalmen-te problemas de asignación correc-ta de medios o recursos a los obje-tivos previamente definidos y efi-ciencia en los niveles bajos, que tra-ta del problema de hacer buen usode los recursos asignados para ca-da misión. El análisis cuantitativopuede ser de utilidad en ambos ti-pos de dificultad. No obstante, enlas decisiones de alto nivel se en-cuentran importantes factores in-tangibles o cualitativos los cualesentorpecen la definición de un cri-terio y por lo tanto de explicitar unmodelo que conduzca a la decisióncorrecta. En los niveles más bajosde decisiones es más fácil determi-nar los factores cuantitativos. Enausencia de un adecuado análisiscuantitativo, opciones ineficientestienen una alta probabilidad de serelegidas. En consecuencia, los pro-blemas del nivel superior requierenatención especial.

B. —Elementos Determinantes.

Los elementos del problema mili-tar de las elecciones económicas,aun cuando su solución requiere, enalgunos casos, matemáticas avanza-das, equipos computacionales de al-ta velocidad y registro de informa-ción o sólo pensar detenidamente,son los siguientes: (14)

También son importantes los trabajosde Paul A. Samuelson, "Foundationsof Economic Analysis"; Kenneth J.Arrow, "Social choice and individualvalues", y R. C. Lipsey and K. Lan-caster, "The General Theory and se-cond best".

(14) Un ejercicio numérico y práctico deesta parte fue desarrollado por C. B.McGuire, sobre Sistema de Transpor-te para la U. S. Air Force.Ver nota en página 133 del texto "Theeconomic of defense in the nuclearage", de Charles J. Hitch y RolandN. McKean.

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1. Objetivo u objetivos. La identi-ficación del objetivo es funda-mental. Tomar un objetivo equi-vocado es dirigir y concluir unasolución también equivocada. Laselección del objetivo o más pro-piamente su identificación es elprimer paso y más importantede todos los siguientes.

2. Opciones. Cuales fuerzas alter-nativas, armas, Unidades decombate, equipos, tácticas, en fin"estrategias" para emplear laconcepción amplia, permiten al-canzar el objetivo. Las estrate-gias deben ser consideradas co-mo "sistemas" que combinan to-dos los elementos necesarios dela opción en análisis. La dadapor el sistema A puede diferirde la opción dada por el sistemaB sólo en el número de hom-bres, tanques, cañones o cual-quier otro elemento. El proble-ma central en la selección deopciones es asegurar que to-das las factibles han sido inclui-das.

3. Costo de los recursos utilizables.(15) Cada método opcional pa-ra alcanzar un objetivo, o enotras palabras cada sistema, re-presenta incurrir en ciertos cos-tos o uso de recursos. Costos sonlos valores negativos del análi-sis y los objetivos son los valo-res positivos. Los recursos re-queridos pueden ser de tipo ge-neral, como es normalmente en

(15) Revisar cualquier texto de Evaluaciónde Proyectos: Por ejemplo:—"Cost-benefit analysis: An Intro-

duction". Mishan, E. J. PraegerPubl. N. Y. 1971.

—"Ingeniería Económica". Taylor,George A. Ed. Limusa, México,1976.

—"Proyect Evaluation". Collected Pa-pers. Harverger Arnold. Universityof Chicago Press, 1972.

los problemas de planificaciónde largo plazo, o altamente espe-cíficos, como es en los proble-mas de uso táctico de Unidadesde combate.

4. Modelos. Los modelos son repre-sentaciones abstractas de la rea-lidad que permiten determinarlas relaciones significativas deun fenómeno en el mundo real.Los modelos pueden tener dife-rentes formas, desde represen-taciones físicas a escala, hastarelaciones mentales simples norepresentadas formalmente so-bre un papel. Los modelos noson fotografías de la realidadporque ello es imposible. Elmundo real es demasiado com-plejo como para lograr desarro-llarlo íntegramente, ni aún conel uso de las matemáticas mássofisticadas. El mérito de unmodelo no se encuentra en quepueda representar la compleji-dad de la realidad fielmente si-no en su poder predictivo. (16)Mejor modelo será aquel quepuede predecir mejor y por lotanto permite perfeccionar lasdecisiones. Los modelos son re-laciones entre variables. Recur-sos y objetivos para cada uno delos sistemas que serán compa-rados. Así, se puede determinarconsecuencias de elegir un sis-tema u otro.

5. Un "Criterio económico". Por"criterio" se quiere decir la nor-ma o pauta por la cual se eligeun sistema de otro. La elecciónde un criterio económico apro-piado es frecuentemente el pro-blema central en el trazo de un

(16) Importante leer artículos de MiltonFriedman: "La metodología de la eco-nomía positiva".Breit y Hochman. Lecturas de micro-economía.

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análisis de sistema. (17) Enprincipio el criterio usual esbastante claro: el sistema ópti-mo es aquél que maximiza losvalores positivos netos (objeti-vo), esto es descontados los va-lores negativos (recursos usa-dos o costos). Esta soluciónideal es a menudo impracticablepara enfrentar los problemasmilitares. Objetivos y costosusualmente manifiestan dificul-tades insuperables para su me-dición. Así, en muchos análisismilitares se debe estar satisfe-cho con alguna aproximación alcriterio ideal que permita seña-lar, no que el sistema A es óp-timo, sino que el sistema A esmejor que los otros sistemaspropuestos B., C y demás. Enmuchos casos el juicio de los Co-mandantes y asesores será laúnica herramienta para selec-cionar el sistema eficiente. Elenfoque económico es una "ma-nera de mirar" los problemaseconómicos y no necesariamentedepende del uso intensivo de he-rramientas analíticas y compu-tacionales. Algunas ayudas ana-líticas (modelos matemáticos yelementos de computación) sonde amplia utilidad para que com-plejos problemas militares pue-dan ser enfrentados en térmi-nos de objetivos y sus costos.Los modelos matemáticos y lacomputación en ningún sentidoson alternativas o instrumentosrivales del "buen juicio" econó-mico, sino que un complementoen su implementación. El juicioes siempre de importancia crí-tica en el análisis, tanto paraelegir las opciones que serán

17) Si se quiere profundizar en el tema,es recomendado ver: "Introducción ala optimización de Sistemas", de BrunoPhillipi. Ediciones Universidad Cató-lica, 1982.

comparadas, como en la selec-ción del criterio de confronta-ción.

C. —Inconmensurables.

Es difícil encontrar problemasmilitares de elección en los cualesno se deba poner atención preferen-te a las dificultades de medición decostos y beneficios y que los incon-mensurables no restrinjan seria-mente el análisis cuantitativo. Aúnen un bajo nivel de estos inconmen-surables son importantes sus efec-tos para ser ignorados. Es más, enalgunos problemas pueden llegar aser dominantes. En otras palabras,hay problemas militares en todoslos niveles en los cuales el cálculoeconómico no puede ser efectuadopor dificultades en la medición debeneficios y costos asociados a ca-da opción.

Supóngase que el criterio escogi-do (mínimo costo) está dado por lamenor pérdida de vidas humanas.Hay al menos dos razones que sepueden esgrimir para defender es-ta postura. Primero, pérdidas hu-manas importantes pueden afectarla moral de las tropas y disminuirsu eficiencia en una magnitud queno es considerada en los cálculos.Segundo, el interés por la vida esun objetivo en sí. Se desea ganaruna guerra con las pérdidas de vi-das menores y esto es un objetivoen la planificación de toda opera-ción militar.

El valor de la vida humana po-dría ser determinado por el valor dela persona como capital productivoen la economía (valor presente ne-to del flujo de ingresos futuros).Sin embargo, el valor de un hombrecomo recurso productivo, no revelala valorización de la vida como tal.Además, el valor de una persona co-mo capital productivo en tiempo depaz es casi irrelevante en la guerra,cuando se desea sacrificar valor pa-ra alcanzar ciertos objetivos de gue-

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rra. Lo que importa resaltar es queno es aceptable ningún método queintente valorar vidas humanas.

Hay varias maneras de enfrentarlos inconmensurables en el análisiscuantitativo. Una de ellas es igno-rarlos. Obviamente no es recomen-dable este camino. La importanciade los números en un análisis de-pende de la importancia o efectosno considerados en esos números.Cuáles efectos están considerados ycuáles no deben quedar meridiana-mente claros. Cuáles efectos no hansido medidos deben, al menos, seridentificados y descritos. Es impor-tante considerar las dificultades delanálisis cuantitativo de los proble-mas militares, no para alejar su usosino para conocer de ellos y enfren-tarlos. El análisis cuantitativo esinstrumento vital para mejorar lainformación y consecuencialmente latoma de decisiones. Muchos proble-mas o acciones pueden ser satisfac-toriamente medidos en pesos, dóla-res o cualquier otra moneda.

D. —Incertidumbres.

Los costos y ganancias estimadosson promedios, predicciones o valo-res esperados y por lo tanto estascantidades pueden sufrir variacio-nes importantes. Los costos actualesde producción de una determinadaarma no necesariamente coincidencon los costos estimados años atráscuando se tomó la decisión de su fa-bricación. El enemigo no reaccionacomo nosotros esperamos. La gue-rra está llena de sorpresas. A otronivel, los consumos de munición, de-terioro de material, empleo de cier-tas Unidades de combate y muchosmás, están sometidos a incertidum-bres. (18)

(18) Pueden ser consultados, entre otros,los siguientes trabajos en esta área:—The theory of choice under subjec-

tive risk and uncertainty". G. Tint-ner.

Ayuda a colocar este problema enuna perspectiva apropiada, mos-trando que las incertidumbres soninherentes a la naturaleza de las de-cisiones y cosas y que no es necesa-riamente evidencia de un descuidoo estimaciones poco acuciosas. Sepuede simpatizar con el general quegritó a uno de sus analistas "démeun número no un rango". Para elComandante, los valores únicos sonmás fáciles que los rangos y distri-buciones de probabilidad. Sin embar-go, el oficial de la cita le está pidien-do a su asesor que falsifique el mun-do real de una manera que le con-ducirá, tarde o temprano, a tomardecisiones equivocadas. Las incerti-dumbres existen y lo adecuado esaprender a tomar decisiones me-diante el uso intensivo de instru-mental diseñado a este propósito.(19)

—"Uncertainly, evolution and econo-mic theory". A. Alchian.

—"On maximizing profits". S. Enke.—"Microeconomic Theory". E. Nichol-

son.(19) Todo texto de estadística y probabi-

lidades trae un desarrollo formal deesta materia. No es propósito de estetrabajo profundizar en ellas. Se pue-de ver, por ejemplo:—"Estadística aplicada a la adminis-

tración y la economía". Kazmier.Mc Graw Hill. Latinoamericana.1978.

—"Introduction to mathematical sta-tics". Hogg and Craig. Mac Millman,1970.

—"Probabilidad y aplicaciones esta-dísticas". Meyer. Fondo EducativoInteramericano. 1973.

—"Métodos cuantitativos en Admi-nistración". Ullman. Mc Graw Hill.México, 1979.

—"Statistic: Probability, inferenceand decision". Holt. Rinehart yWinston, 1975.

—"Mathematical statistics with appli-cations". Mendenball, Scheaffer,Wackerly. Duxbury Press, 1981.

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Incertidumbres de la planifica-ción y del costo de los factores.

Todos los modelos usan como da-tos de entrada ciertas relacio-nes entre elementos, los cualesson conocidos en el ámbito mi-litar como factores de planifica-ción.Por ejemplo, el número de kiló-metros que una Unidad de Infan-tería puede caminar, en prome-dio, en un día de marcha; el ra-dio de destrucción de una bom-ba de cañón de 155 mm.; el tiem-po de demora en preparar unaposición defensiva de ciertas ca-racterísticas. En algunos casos,los factores de planificaciónpueden ser variables. No dados.En otros problemas particula-res, en cambio, pueden ser to-mados como datos. De una uotra forma, las incertidumbresaparecen fundamentalmente porla deficiente calidad de la infor-mación. En cuanto a las incer-tidumbres que se generan en el

marco de los costos, tal vez, lasmás importantes provienen delos cambios tecnológicos queafectan las armas y los procedi-mientos.

2. Incertidumbre acerca del contex-to estratégico.

Una guerra, de cualquier tipo,está encerrada en un cierto con-texto estratégico. Lugar, enemi-gos, aliados, objetivos y otrosforman parte de esta definiciónprevia. Los dos elementos prin-cipales, alternativa de fuerzas ysistema de armas, dependen de-cisivamente del contexto estra-tégico y el analista debe efec-tuar algunos esenciales supues-tos acerca de ellos. Por ejemplo,hipótesis vecinal máxima, centrode gravedad en el teatro de ope-raciones austral, aislamiento in-ternacional. En algunas circuns-

tancias, durante la guerra o enla planificación cuando ella esinminente, en un teatro particu-lar y con enemigo conocido, pue-de resultar sin dificultades in-superables hacer el mejor gru-po de supuestos acerca del con-texto estratégico. No obstante,cuando el problema consiste enelegir fuerzas en tiempo de pazque entregarán capacidad mili-tar en el futuro y que se desco-nocen el escenario, el enemigo ysus fuerzas y muchas cosas enese nivel de importancia, bue-nos supuestos acerca del contex-to estratégico pueden encontrar-se lejos de ser obvios. Considé-rese, como una ampliación de loseñalado en el punto anteriorque es vital, por ejemplo, supo-ner cuando la guerra ocurrirá.El sistema A puede ser prefe-rible al sistema B si la guerraocurre el año próximo, pero sise produce en cinco años más elB puede ser preferible al A.¿Quiénes serán los enemigos?,¿los aliados? ¿Será guerra ge-neral o local, total o limitada?Por supuesto, las Fuerzas Ar-madas independientes del másalto nivel de gobierno no pue-den intentar una respuesta.Decisiones acerca de la paz y dela guerra deben ser sometidasal estudio de todos los organis-mos responsables. En todo casolo relevante es que el analistadebe colocar las incertidumbresexplícitamente formuladas entérminos tales que sean consi-deradas en esa forma por quie-nes toman decisiones.

3. Incertidumbres Tecnológicas.

Las incertidumbres tecnológi-cas pueden ser relevantes enproblemas operativos presentesy llegar a ser dominantes enanálisis de problemas que semanifestarán en el futuro. Las

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incertidumbres tecnológicas sonel problema central en decisio-nes de investigación y desarro-llo. De otra forma, son las in-certidumbres una parte impor-tante de la investigación.

4. Incertidumbres acerca del ad-versario y de sus reacciones.El conocimiento del adversarioes siempre limitado. Los servi-cios de inteligencia entregansus mejores conjeturas y estasestimaciones en nada remedianlo incompleto de la informacióncomo una característica de lasincertidumbres. Los probableserrores de los servicios de inte-ligencia aumentan las incerti-dumbres sobre las acciones deladversario en el futuro. Es evi-dentemente poco afortunadoque una buena elección de lossistemas de armas propias de-penda tan directamente de losparámetros que maneja el ad-versario.Dentro del marco de las incer-tidumbres, más importante queel desconocimiento de la capa-cidad del adversario es la igno-rancia sobre sus intenciones.¿En qué circunstancias inicia-ría una guerra? ¿Cuáles son susblancos territoriales? Es fácilque se gasten millones prepa-rándose para una guerra que elenemigo nunca elegiría. Se re-quiere tener conciencia que unadecisión antes del conflicto pue-de tener repercusión trascen-dente en el resultado final.

5. Incertidumbres estadísticas.Estas ocurren por cambios enlos elementos que intervienenen cada evento. Esta es la clasede incertidumbre que persisteaún si se pudiesen predecir lasestrategias del adversario y elvalor central de todos los pará-metros importantes. De todasformas las incertidumbres esta-

dísticas son las menos preocu-pantes. Ellas pueden ser obvia-das trabajando con valores cen-trales de los parámetros. Sinembargo, en algunos problemasno se puede confiar exclusiva-mente en valores promedios oesperados.¿Qué puede hacer el analistamilitar que se ve enfrentado aun mundo tan lleno de incerti-dumbres? Lo principal es no ig-norarlas. Cimentar el análisissobre la base de conjeturas pue-de conducir a decisiones desas-trosas. El análisis debe reflejarexplícitamente las incertidum-bres y esto normalmente signi-fica computar los resultadosmediante varias contingencias.Se debe efectuar el cómputo con,al menos, un valor bajo y otroalto y uno o más valores inter-medios.Es lógica la tendencia naturala rechazar métodos que conside-ran todas las contingencias po-sibles por el incremento adicio-nal de trabajo, muchas vecesmuy elevado, que tal estrategiaconlleva. Sin embargo, el usode técnicas modernas, especial-mente de informática y compu-tación, ha aumentado la velo-cidad de cálculos haciendo po-sible solucionar problemas cadavez más complejos.De todas formas, es necesarioreducir los problemas a un ta-maño manejable y esto exige unesfuerzo intenso de parte de losanalistas que estructuran losmodelos para cada caso. Com-probar sistemas de armas en di-ferentes teatros y situacionestácticas requiere de dirección ytiempo. En términos prácticos,la contingencia es la variablerelevante del análisis y en con-secuencia, dada la incertidun-bre, el modelo de análisis debeconsiderar varias de ellas.

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E. —Decisiones bajo incertidumbres

Como ya ha sido reiterado, lasincertidumbres son un problemacomún en los análisis y toma dedecisiones que enfrentan las Fuer-zas Armadas. Siempre su proble-ma consiste en enfrentar cursos deacción propios (sistemas), con po-sibilidades del adversario (contin-gencias), a la luz de ciertos facto-res dominantes. En este marco ge-neral de análisis, se define un cri-terio rector que oriente todo el es-tudio.

Dos son los criterios comúnmen-te usados: Maximizar el valor es-perado de la propia acción o mini-mizar el daño que el adversariopuede ocasionar.

1. Maximización del valor espera-do. Si es factible estimar la uti-lidad, valor o resultado de va-rias opciones y, si se puede, almenos aproximadamente, calcu-lar la probabilidad de cada con-tingencia, puede ser razonableelegir el curso de acción o sis-tema que maximiza la utilidado beneficio esperado (20).Este principio es válido y útilguía en algunas situaciones.Aún con dificultades para obte-ner utilidades y probabilidades,se pueden indicar valores apro-ximados que permiten mejorarla elección de buenas opciones.El Comandante puede insistiren que se le permita hacer suspropias estimaciones y conclu-siones. Ello no obsta a que me-diante un método sistematizadode análisis se coloque la aten-ción sobre los parámetros rele-vantes.

2. Minimizar el daño que el ad-versario puede ocasionar. Enalgunas circunstancias es ina-propiado preguntarse s o b r e

probabilidades si la contingen-cia depende no de la naturale-za del fenómeno, sino más biende la decisión del adversarioque no dice relación con proba-bilidades. Un Comandante ra-cional puede argumentar, y enel hecho lo hace, que el enemi-go hará lo peor para las opcio-nes propias y por lo tanto debeelegirse el sistema que minimi-za el daño que éste puede efec-tuar (21). En otras palabras,el adversario selecciona la con-tingencia.Hay mucho en este enfoque quees importante y relevante en elanálisis de los problemas mili-tares. Cuando el adversario tie-ne la iniciativa y controla lasopciones, no es fácil computarprobabilidades. Se debe dirigirla atención sobre la libertad delenemigo para elegir y que ele-girá algo desagradable o lo peor(posibilidad más peligrosa).Por lo tanto, la posibilidad máspeligrosa del adversario o razo-nablemente la peor, es el casoen el cual el analista debe con-centrarse. No exclusivamente,sino preponderantemente.En algunos casos extremos,sin embargo, el criterio de mi-nimizar la posibilidad más peli-grosa del adversario es muyconservador. Si se elige el siste-ma o curso de acción por su ca-pacidad para operar en la peorcircunstancia, se puede perderhabilidad en otras contingen-cias, es decir, flexibilidad, y sepuede estar sacrificando opor-tunidades para actuar en otrassituaciones.

(20) L. J. Savage. "The foundations of Sta-tistics". JOHN WILEY and Sons.

(21) La teoría de los juegos desarrolla es-ta idea. Trabajo clásico de John vonNeumann y Oskar Morgenstern. "Theo-ry of games and economic behavior".

Para una breve introducción ver J. D.Williams. "The compleat Strategyst".

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El criterio de minimizar la po-sibilidad más peligrosa del ad-versario es motivada por laidea de que el enemigo es com-pletamente racional, perfecta-mente inteligente, puede leermentes, nunca comete errores yotras condiciones en este senti-do. El enemigo, en cambio, nosiempre, para no decir rara vez,tiene esos atributos. Ellos tie-nen burocracias que cometenerrores, inteligencia limitada,sus líderes están llenos de pre-juicios, hay cierta inercia irra-cional en la determinación desus políticas. Los grandes líde-res militares de la historia sonescasos y muchas veces el éxitoestuvo de parte de quien come-tió menos errores.En muchas circunstancias gran-des beneficios pueden derivar-se de la anticipación y uso delos errores cometidos por elenemigo y de prepararse paratomar ventaja sobre ellos. Uti-lizar siempre el criterio queminimiza la posibilidad máspeligrosa del adversario, alejael uso de esas ventajas.

III. —EFICIENCIA DE LASDECISIONES MILITARES

A. —Acciones Iniciales

Para el análisis se supone que lacantidad de recursos de la naciónpara ser usados con propósitos mi-litares ha sido exógenamente de-terminada. El problema consisteen cómo usar esos recursos paraalcanzar el poder militar máximo.Por otra parte, la eficiente asigna-ción o uso de recursos es la preo-cupación central de la teoría eco-nómica. Sin embargo, sólo recien-temente los economistas han co-menzado a estudiar este problemaen el ámbito de las Fuerzas Arma-das. Tal vez se ha tomado concien-cia de la magnitud de los recursos

que mueve este sector en la actua-lidad (22). La eficiencia en el usode los medios tiene repercusionesde trascendencia no sólo en el sec-tor mismo, sino también en el paísen su conjunto.

La ausencia de mecanismos demercado en el interior del Ejérci-to y las dificultades prácticas paradesarrollarlos definen el problemade asignación de recursos con cier-tas características especiales quedeben ser consideradas. Métodos deplanificación centralizada, aún re-conociendo sus limitaciones y de-fectos, deben ser utilizados. La au-sencia de un mecanismo de precios,el cual guía a una mayor eficiencia,o de fuerzas de competencia queinducen a operar a mínimo costoasí obligan (23). Los criterios ob-jetivos de eficiencia, en casi todaslas acciones, no se encuentran pre-sentes. Se desconocen los instru-mentos económicos que guían lainnovación y eficiencia.

En estas circunstancias, si se de-sea la máxima eficiencia en laasignación de recursos para, a suvez obtener la máxima defensa po-sible con el presupuesto entregadopor la autoridad política de la na-ción, tres acciones, relacionadas einterdependientes, son necesarias:

1. Mejoramiento de la organiza-ción institucional dentro de lasFuerzas Armadas para promo-ver la eficiencia.

2. Incremento en la aplicación deanálisis cuantitativo para de-terminar los métodos y asigna-ciones más eficientes.

(22) Alrededor de un 20% del gasto fiscal,dependiendo del país.

(23) Puede consultarse cualquier texto deMicroeconomía o asignación de re-cursos en el capítulo sobre compe-tencia perfecta.Por ejemplo, los ya nombrados de:Leftwich, Ferguson o Hirshleifer.

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Aumentar el reconocimientoque las decisiones militares, en-vuelvan o no problemas de asig-nación presupuestaria, tienenuna connotación económica re-levante.

Se requiere mejorar estructuras.Revisar la organización. Pregun-tarse continuamente si la estructu-ra responde al objetivo y misiónimpuesta a la organización. Se re-quiere el uso profuso de análisis

cuantitativos. Medir beneficios ycostos involucrados en cada alter-nativa. Buscar permanentementela forma adecuada a esta medición.Se requiere mejorar la compren-sión de la naturaleza de los proble-

mas y la forma de enfrentarlos. Locorrecto al seleccionar opciones espreguntarse si se está utilizandoun criterio económico que permitaelegir el poder militar más eficien-te.

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Mejoramiento de métodos y es-tructuras, análisis cuantitativo ycomprensión de la trascendencia enla aplicación de criterios económi-cos son pilares fundamentales paraun Ejército moderno y eficiente.

En el sector privado la compe-tencia produce una selección natu-ral y los procesos más eficientesson alcanzados con relativa inde-pendencia. Los precios iluminan yguían en la toma de decisiones. Enlas instituciones castrenses, encambio, el rol del análisis cuanti-tativo es potencialmente más im-portante, pues el problema de asig-nación de recursos y toma de deci-siones es más difícil y complejo.

La complejidad tecnológica delos equipos y métodos modernoshace imposible que alguien tengaconocimiento, ni aún intuitivo, detodos los campos relevantes parala toma de decisiones. En estascircunstancias la especialización, eltrabajo desagregado y en equipo,como es el de los Estados Mayoresy Cuarteles Generales en el ámbi-to del Ejército, con el apoyo com-putacional necesario, se hace indis-pensable para la toma de decisio-nes del Comandante.

Lo importante es comprenderque las técnicas y métodos cuanti-tativos deben ser aplicados inten-samente en las organizaciones quecarecen de incentivos que guíen adecisiones eficientes. Si a elloagregamos "criterio económico" sepuede mejorar sustancialmente laasignación de recursos y toma dedecisiones en general dentro delEjército.

B. —La organización

Como fue mencionado, la orga-nización o estructura que se dé alEjército es el punto de partida pa-ra la eficiencia con la cual respon-de a su objetivo: Preparación yejecución de la guerra. La cienciaeconómica enseña y la historia de-

muestra que la especialización es elnorte que debe guiar a todo agenteeconómico, empresa, institución opaís que aspire a un desempeño efi-ciente (24).

El efecto de la Primera GuerraMundial y especialmente la grandepresión de los años treinta gol-pean las economías de los países endesarrollo, creando un sentimientoadverso al intercambio y libre co-mercio y por ende a la especializa-ción.

La autarquía aparece y se apli-ca sin oposición. Todos los esfuer-zos se encaminan a la producciónque sustituye importaciones. Loimportante no es producir divisas,sino ahorrarlas. Por muchos añosla bandera de lucha y la estrategiaaplicada será eliminar la dependen-cia. Para ello todos los instrumen-tos son valederos: aranceles, cuo-tas de importación, prohibicionesdirectas, diversos tipos de cambio,subsidios, impuestos, etc. (25).

Los resultados de tal política nose dejan esperar. En Economía no

(24) Recomendable leer los siguientes tra-bajos para reforzar los conceptos deesta parte:

—"Chile, un caso de desarrollo frus-trado", de Aníbal Pinto.

—"Nuestra inferioridad económica", deFrancisco Encina. Editorial Univer-sitaria.

—"Proteccionismo en Chile: Una vi-sión retrospectiva" de Hernán Cor-tés, Andrea Butelmann y Pedro Vi-dela. Cuadernos de Economía 1981.N°s. 54 y 55.

-Política Económica 1973-1979", deJorge Cauas y Alvaro Saieh. Boletíndel Banco Central. Noviembre 1979.

(25) Ver "Estructura de la protección enChile", de Teresa Jeanneret. Libro so-bre "Estructura de la protección enpaíses en Desarrollo". Bela Balassa ycolaboradores BIDCEMLA 1972.

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se pueden hacer milagros. En pri-mer lugar, para producir sustitu-tos de importables es menesterocupar recursos que se dedicabana la producción de exportables. Elalza de los aranceles afecta el tipode cambio de equilibrio y su caídareduce el incentivo a exportar conla consiguiente disminución del in-greso nacional. Se reduce la can-tidad de bienes transados y el nú-mero de países con los cuales se co-mercia, aumentando claramente ladependencia del exterior.

La situación hace crisis en la dé-cada del sesenta, pero se insiste enel camino trazado con un agravan-te adicional: estatismo, de modoque permita cubrir la generalizadaineficiencia (26).

El Ejército no podía mantenerseal margen de las ideas económicasque influyeron el pensamiento du-rante los últimos decenios y aplicauna estrategia desarrollista autár-quica para la Institución. Conside-rando los niveles, la similitud delproceso es evidente. El Ejército, enun continuo aumento, recurre a lacreación de nuevos organismos pa-ra satisfacer sus necesidades másdiversas. Los servicios nacen, cre-cen y se multiplican sin cesar.

(26) Para profundizar en teoría del comer-cio internacional y las ventajas quese obtienen de la especialización, pue-den consultarse por ejemplo, los textossiguientes:

—"Teoría real del comercio interna-cional", de Fernando Ossa. TrabajoDocente Nº 23 U. C. 1977.

—"The International economy", deEllsworth y Leith. Mac Millan 1975.5º Edición.

—"Ensayos en economía internacio-nal", de R. Irwin.Amorrortu o Readings in internatio-nal Economics. 1968.

—"International trade theory and poli-cy", de Chacholiades.Mc Graw Hill 1978.

El personal contratado a misionesde apoyo aumenta en proporciónmayor al combatiente neto. El man-do se dificulta y cada vez se requie-ren y exigen nuevas formas de con-trol. En cada oficina funciona unComité. Las Unidades de Combatese convierten en minoría y debensufrir las consecuencias de esta si-tuación. Se llega a un punto en elcual el sistema se sustenta por sísolo y se justifica a sí mismo. No-sotros por nosotros mismos.

El crecimiento desmesurado delos servicios tiene repercusiones pro-fundas en el mediano y largo plazo.El aumento de personal en funcio-nes accesorias repercute en el pre-supuesto y las Cajas Previsionales(27). El gasto en sueldos y salariosalcanza porcentajes que no permi-ten flexibilidad en el manejo presu-puestario y el déficit de las CajasPrevisionales llega a un estado deabsoluta falencia y quiebra. Los re-cursos entregados a defensa parecenexcesivos al presupuesto nacional,sin discutir que cubren acciones queno corresponden. El sector combati-vo no reciba la retribución justa asu labor ni la atención que se me-rece: son los recursos limitados.

El crecimiento desmesurado delos Servicios lleva a una pérdida de"razón de ser institucional". Paramuchos organismos el objetivo fun-cional es prioritario, perdiéndose devista el destino común: la guerra.

Al efecto de este planteamiento,la filosofía del modelo económico dedesarrollo y armazón institucionaldiseñado por el Supremo Gobiernoilumina la cuestión (28). En las So-ciedades, igual que en el cuerpo hu-mano, cada órgano cumple su fun-ción y sólo esa. Si se pretende ha-cer otra cosa para lo cual fue

(27) El aporte fiscal directo a CAPREDENAcubre un 80% del gasto total.

(28) "Plan Nacional Indicativo de Desarrollo1979-1984", ODEPLAN.

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preparado, entraba el funcionamien-to del conjunto o deja deshacer loque le corresponde. Hablar de efi-ciencia es hablar de especialización.se trata de eficiencia y especializa-ción en la guera y no en activida-des anexas.

Esta mayor eficiencia se consi-gue con una verdadera especializa-ción de los distintos agentes, indi-viduos o instituciones. Deben dedi-car todo su esfuerzo, talento o pre-paración en la dirección adecuadasin distraerse en actividades que po-dría ejecutar en mejor forma otroagente. Existe un concepto económi-co que refleja toda la esencia delproblema. Este concepto llamadocomúnmente "costo de oportunidad"dice:

"El verdadero costo de lo que us-ted hace es la mejor de todas lasoportunidades perdidas". En otraspalabras, mida como costo de lo quese hace lo que tuvo que dejar dehacer. En este contexto la preguntapertinente sería: Para hacer lo queestá haciendo ¿Qué se ha dejado dehacer? (29).

C. — Análisis cuantitativoEl segundo pilar que estructura

el sistema necesario para promoverla eficiencia en la toma de decisio-nes en el Ejército es la utilizaciónpermanente de análisis y métodoscuantitativos. El criterio general deeficiencia es la razón efecto costo(30). "Efecto" significa realizacióno éxito y "Costo" recursos compro-metidos o consumidos para alcan-zar dicha realización.

Se trata de valorar el poder quemanifiesta cada arma, equipo o Uni-

(29) Como un juego de palabras: "por tenerlo que tenemos, ¿qué no tenemos?.

(30) Para mayor detalle ver trabajo de Mar-tín J. Bailey. "La eficiencia de la estructurade las Fuerzas Armadas". Si se desea desa-rrollo matemático, revisar: "Military Systems"de Edward S. Quade.

dad de Combate para efectuar unaserie de misiones o cumplir ciertosobjetivos. También se pueden com-parar diferentes medios para cum-plir una misión prefijada. Por ejem-plo, si el objetivo es destruir tan-ques adversarios se puede compa-rar el empleo de aviones, otros tan-ques, minas antitanques, armas an-titanques, etc.

Con respecto a los costos, es desuma importancia la completa y co-rrecta suma de ellos. Un helicópte-ro, por ejemplo, precisa de variospilotos entrenados y en consecuen-cia se necesita un sistema comple-to de entrenamiento. Mecánicostambién, entrenados en su propiosistema, abastecimiento de repues-tos, infraestructura, todos los ser-vicios de apoyo y todo lo demás. Esdecir, el helicóptero descansa en unapirámide de elementos de apoyo.Cuando se decide disponer de unafuerza de helicópteros es indispen-sable comprar la pirámide.

La comparación de fuerzas, uni-dades, armamento o equipos distin-tos, o combinaciones distintas, tie-ne que tomar en cuenta todos suscostos para fijar correctamente eltamaño de cada fuerza compatiblecon un presupuesto dado.

Otra forma para iniciar el aná-lisis puede ser fijar un grupo demisiones y preguntar cuál es la es-tructura de fuerzas que puede cum-plir ese grupo de misiones con elpresupuesto mínimo. Este es el lla-mado procedimiento de minimizarel costo de cumplir un grupo de mi-siones.

La alternativa que minimiza cos-tos para alcanzar un objetivo es lamisma que maximiza la capacidadmilitar con un presupuesto dado. Enotras palabras, el criterio que ma-ximiza la capacidad de cumplir unamisión es igual al criterio que mini-miza el costo para una capacidaddeterminada.

En ciertas circunstancias, algu-nos Oficiales objetan el análisis eco-nómico cuantitativo fundamental-

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mente por dos razones: En primerlugar, por las dificultades de medirbeneficios y costos en las accionesy decisiones en el ámbito de lasFuerzas Armadas y en segundo lu-gar porque puede conducir a equi-pos baratos o definitivamente ob-soletos.

Se deben reconocer las dificulta-des del análisis cuantitativo en lasactividades castrenses. Sin embar-

go, ello no significa que no se pue-dan hacer un esfuerzo y sistematiza-ción en este sentido. Por otra parte,el uso de equipo o material baratono es cierto que siempre resulte máseconómico. Lo que cuenta no es elcosto unitario de una determinadaarma, sino el costo total del siste-ma. Se debe incluir, como ya fue in-dicado, el costo total considerandomantenimiento, instrucción, opera-ción, infraestructura, etc.

Con un análisis cuantitativo sis-temático se puede, al menos, inten-tar mediciones según un criterioprevio, que entregue más y mejorinformación a los Comandantes enla toma de decisiones que permitaincrementar la eficiencia en la pre-paración y ejecución de la guerra.

D. —Criterio adecuado

La selección de un criterio apro-piado es frecuentemente el proble-ma central en el análisis económicoque pretende mejorar las decisionesmilitares. Organización y análisiscuantitativo son necesarios, pero no-

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suficientes para obtener eficienciaen las decisiones. Las técnicas yequipos modernos pueden ser extre-madamente útiles para lograr ciert-tos propósitos, especialmente de in-formación, medición y rapidez, peroconducirán inevitablemente a un re-sultado erróneo si el criterio utiliza-do en el análisis no es el correcto,

Un paso esencial en el análisis espredecir las consecuencias de lasdiversas opciones. Esto envuelve eluso de relaciones o modelos. Un sis-tema será óptimo si puede predeciracertadamente. En consecuencia, sedebe disponer o distinguir preferen-cias que permitan seleccionar lasopciones por esos resultados.

Idealmente se debería elegir el cur-so de acción que con los recursosdisponibles maximice algo parecidoa la satisfacción de un individuo, losbeneficios de una firma, el méritoo poder militar o cualquier otra co-sa. Lamentablemente esto ayuda po-co más que decir que se desea lomejor. Nadie sabe cuánta satisfac-ción o mérito militar está relacio-nado con cada curso de acción. Larealidad concreta es que no se tie-ne habilidad para traducir los efec-tos de cada acción en esos términos.En consecuencia, se debe indicar al-gún criterio aproximado el cual sir-va para reflejar lo que está suce-diendo con la satisfacción, el méri-to o poder militar.

Es imposible que un hombre, co-mité, Estado Mayor, o cualquiergrupo de asesoría, pueda examinartodos los problemas de elección si-multáneamente y relacione todos loscursos de acción a la luz de todaslas otras decisiones. Es inevitableque la toma de decisiones esté divi-dida en partes. Esta división es ne-cesaria a lo largo de todas las lí-neas de trabajo, permitiendo distin-tos niveles de responsabilidad enla toma de decisiones. Mientras másgrande y compleja es la organiza-ción, como en el hecho las FuerzasArmadas así lo son, más dificultadencuentra el analista para cubrir

todos los problemas de la elecciónsimultáneamente. Los resultados delos análisis son elementos que pro-porcionan información para encon-trar el óptimo o al menos, buenassoluciones para los subproblemas.En la jerga del "análisis de siste-ma" y de "investigación operacio-nal", ellos son subsistencias.

A medida que un problema es di-vidido en partes más pequeñas, ma-yores detalles pueden ser considera-dos en el estudio por quienes tomanlas decisiones. En institucionesgrandes como el Ejército, la descen-tralización además de inevitable, esdeseable. Así, quienes deciden seresponsabilizan de las decisiones to-madas. A pesar de los evidentes be-neficios de la subdivisión, separa-ción de poderes y dispersión de laautoridad en el análisis de proble-mas. sometidos a incertidumbres, sedebe llamar la atención sobre el pe-ligro de que el criterio adoptado enlos problemas de un bajo nivel seencuentre en conflicto con el cri-terio del nivel más alto.

En una economía de libre empre-sa se dispone de un mecanismo deprecios y un sistema de incentivoslos cuales hacen consistentes los cri-terios de los individuos con los usa-dos por las empresas y los más al-tos niveles del gobierno. Un ampliocampo de la economía se preocupada las relaciones de criterios entrelos niveles altos y bajos. En cier-tas circunstancias, siendo las másimportantes la ausencia de monopo-lios, libre movimiento de factoresproductivos, pleno empleo y ausen-cia de llamadas deseconomía exter-nas o internas, la maximización dela función de preferencias de los in-dividuos y de los beneficios por lasfirmas, conduce a un "eficiente"uso de los recursos disponibles. Es-ta eficiencia en el sentido que es im-posible producir más de algún bieno servicio, sin producir menos dealgún otro y que será imposible me-jorar la satisfacción de un indivi-

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duo sin reducir la de otro (31). Porsupuesto, eficiencia en este sentidono significa óptima distribución delingreso desde el punto de vista detodos. Eficiencia no es una condi-ción suficiente para un óptimo, pe-ro es capaz de mostrar mejoras enmuchas situaciones. En general,cuando las firmas tratan de maxi-mizar beneficios y los individuos demaximizar su función de preferen-cia, hay una tendencia a que los re-cursos de la economía sean utiliza-dos eficientemente.

En el Ejército hay mecanismosque tienden a garantizar consisten-cia entre los criterios aplicados enlos diferentes niveles de decisión.Medios administrativos, comités,órganos asesores, instructivos y 2.otros operan en esa dirección. Sinembargo, en un sentido general loserrores de criterios envuelven in-consistencias entre los parámetrosque son seleccionados para analizarlos problemas de bajo nivel y aque-llos elegidos o que son aplicados enlos niveles superiores. A continua-ción se describirán los errores másfrecuentes en este orden de ideas:

1. —Maximizar beneficios y minimi-zar costos. Las consecuenciasde una acción son de dos tipos:aquellas positivas, ganancias,incremento o conquista del ob-jetivo y aquellas negativas, pér-didas, disminuciones o costosinvolucrados. Ni unas ni otraspor sí mismas pueden servircomo un criterio adecuado. Lamaximización de ganancias sinconsideraciones sobre su costoy minimización de costos sin ob-servar las consecuencias de ac-ciones alternativas es una ton-tería. Ganancias y costos debenaparecer siempre juntos en ca-da una de las opciones.

(31) En la jerga de los economistas esto seconoce como "óptimo de Pareto" en recono-cimiento al destacado economista WilfredoPareto, quien fue el que lo formuló.

Otra confusión usual consis-te en intentar maximizar el ob-jetivo a la vez minimizar sucosto o, como una variante, ma-ximizar dos tipos de gananciasa la vez. Es imposible elegiruna política o curso de acciónque simultáneamente maximiceganancias y minimice pérdidaso costos, porque no existe talpolítica. Este tipo de criterio,por lo tanto, debe ser abando-nado. Si alguien enfrenta unproblema con la intención deusar este criterio se confundirádesde el comienzo y existe unaalta probabilidad de que lleguea un resultado equivocado.

—Uso de conceptos erróneos deganancias y costos.

La manera en la cual los cos-tos y las ganancias son defini-dos puede hacer aparecer a es-te problema como algo exclu-sivamente de medición. Sin em-bargo, la adopción de un crite-rio equivocado justamente pa-ra esa medición puede condu-cir a resultados erróneos.

La exclusión de costos rele-vantes es la causa más impor-tante de error. Los costos quedeben considerarse son todoslos incluidos en el sistema queenvuelve cada opción. Todos loscostos, tanto directos como in-directos. son relevantes. Cuan-do se Compra, por ejemplo untanque, se debe considerar nosolo el costo del tanque sinotambién su mantenimiento, mu-niciones, instrucción, equipo desuministro, etc. Lo que impor-ta es la "pirámide" de costosque el tanque arrastra tras desí.

El énfasis debe darse en loscostos involucrados en cada op-ción en el período de paz. Esdecir, en la preparación para laguerra. Se trata de alcanzar elpoder militar máximo con losrecursos disponibles para de-

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fensa nacional en tiempo depaz. En principio, los costos du-rante el conflicto son importan-tes. En la práctica se puedenignorar. El problema económi-co consiste en maximizar la ca-pacidad de las Fuerzas Arma-das usando los recursos eficien-temente antes que la guerra co-mience.

3. —No valorar costos alternativos;En los problemas de largo

plazo las posibilidades de susti-tuir una opción por otra sonilimitadas y los costos son bienvalorados al medirlos en unamisma unidad monetaria. Lospesos miden bastante bien, sindistorsiones de importancia enla economía, el costo de las di-ferentes opciones. En el cortoplazo en cambio, las dificulta-des son mayores y las restric-ciones de recursos son de diver-sos tipos. En el caso extremode un comandante de tropa quetiene que evaluar una batallainminente, la cantidad de losrecursos específicos (hombres,tanques, armamento, municio-nes, etc. ), que él tiene es fija ynada puede hacer cambiar unrecurso por otro. Sin embargo,aún aquí algunos medios pue-den tener valor en combatesposteriores y por lo tanto tie-nen usos alternativos dignos deconsiderar en el análisis.

En principio, la medición decualquier problema debe apro-ximarse al valor de las opcio-nes que deben ser sacrificadas.Costo de oportunidad. La pre-gunta relevante sería ¿Cuál esel valor de la mejor alternativaperdida? Una forma de subra-

este concepto económicotrascendente y pieza fundamen-tal para disponer de un "crite-rio económico", es señalandoque si un recurso no dispone deusos opcionales, entonces su va-lor para el analista debe serigual a cero.

4. —Criterio apropiado.Si las ganancias y costos

pueden ser medidos en la mis-ma unidad, entonces el criteriode maximizar las ganancias me-nos los costos es ciertamente unmétodo apropiado. Si se supo-ne que los recursos disponiblespueden utilizarse en uno de loscursos de acción A, B y C, lasganancias de hacer B o C sonlas pérdidas de hacer A. Enotras palabras el sacrificio, entérminos de las ganancias po-tenciales, de no hacer B o nohacer C, es el costo en el cual

se incurre al efectuar A. Si esecosto es mayor que la gananciaobtenida por hacer A, entonces,obviamente, no debe efectuarseA. Nótese nuevamente que es-te criterio es posible de apli-

car sólo cuando ganancias ycostos son medibles y compara-bles.

Cuando ganancias y costosson inconmensurables es impo-sible maximizar ganancias me-nos costos. En este caso el cri-terio consiste en buscar u ob-tener lo máximo para un cos-to dado o alcanzar un objetivoespecificado al mínimo costo.Estos dos criterios son equiva-lentes si el tamaño de ya seaganancias o costos es el mismoen los dos tests.

(Continuará)

ALLÁ EN EL PUENTE SOBREEL RIO ALLIPEN

BRIG. (EM. ) JORGE MUÑOZ PONTONY.

L LOVIA inclementemente en la zona por donde serpentea el cami-no pavimentado que une la ciudad de Temuco con Pucón. Unacolumna de vehículos militares por caminos secundarios se dete-

nía a menudo y grupos de Oficiales desembarcaban y conversaban ani-madamente. Los que. sabían pudieron contestar la muda interrogante:se trataba del Curso de Entrenamiento para Oficiales que se realizabaen Temuco conforme a las disposiciones del señor Vice Comandante enJefe del Ejército.

Si entráramos en detalle sabríamos que era un Destacamento azulque marchaba motorizado desde las 04. 00 horas con la misión de alcanzaruna zona al Este de Pucón dentro de un plazo y cuya vanguardia, ex-traviada en un dédalo de caminos secundarios, sentía la acción de fuer-zas menores rojas que retardaban ya la marcha del grueso. Verdadera-mente el nombre del laberinto que después dieron los Oficiales a la redde caminos secundarios al Este de la carretera cinco frente al peaje deCherquenco era lo más apropiado. Laberinto que impidió el cumplimien-to de la misión por no haber explorado inicialmente.

Eran aproximadamente las 11 horas, la lluvia continuaba como unacortina; el Destacamento perdido en fracciones varias dentro del labe-rinto. Sin embargo, una fracción de él compuesta de 2 Compañías deInfantería motorizadas, una Compañía de mortero y un pelotón de In-genieros había logrado salir del atolladero, tomar el camino pavimen-tado y ya enfrentaba el puente sobre el río Allipén que defendía unaCompañía roja con morteros.

El joven Mayor que mandaba la serie de marcha sin ningún con-tacto con su Comandante ni con otras fracciones del Destacamento ha-bía reunido a los otros Comandantes de Compañía y Pelotón y al ser in-terrogado desarrolló una completa y rápida apreciación de situación,resolviendo que su única solución debía ser alcanzar Pucón en el plazoque conocía y debía forzar el paso del puente sobre el Allipén, ya quecualquier rodeo que intentara no le permitiría cumplir con la misiónen un tiempo apropiado.

Pero estaba la Compañía roja que disparaba intermitentemente yque había llegado a la ribera opuesta, en el Este, hacía apenas veinte

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minutos. El cómo hacerlo hacía devanar los sesos de los jóvenes Mayo-res. "¡Siempre el cómo", les dijo el Director del ejercicio es el que deses-pera a los Comandantes y es allí donde toda la capacidad profesionaldebe distribuir los medios, fijar los objetivos, darle la potencia nece-saria a la fuerza, coordinar el fuego y el movimiento. En fin, el artede la conducción militar que se/aprende en el aula y el terreno, com-binadamente con énfasis en este último.

Demos otros antecedentes de la situación. El río Allipén tiene unancho de entre 80 a 100 metros de caudal, correntoso e invadeable pa-ra hombres, cabalgaduras y carros. El puente de doble pista, de cemen-to hormigón tiene una longitud de 125 metros con once apoyos y dosterraplenes de acceso. El enemigo ni siquiera había alcanzado a volar-lo y no había seguridad que hubiese alcanzado a colocar cargas.

El Mayor, impelido por la misión, aguijoneado por el Director ysus Comandantes y tropa que esperaban, no podía vacilar y no lo hizo.Ordenó a la Compañía de Morteros entrar en posiciones mediante unazimut de emplazamiento y abrir el fuego a partir de 15 minutos mássin escatimar munición. Lo mismo debieron hacer los Pelotones de Ame-tralladoras y los lanzacohetes. Se trataba que no sólo cayera la lluviasobre el enemigo, también fuego destructor que lo aplastara al terreno.

Bajo esa cobertura de fuego de apoyo el Mayor encabezó un equi-po de combate formado por Infantes e Ingenieros que repentinamenteinició a la carrera el paso del puente para formar la cabeza de puen-te. Tableteaba el fuego, mojaba la lluvia, palpitantes los pechos de loshombres que corrían. La altiva y riesgosa resolución consolidaba la ca-beza de puente aún cuando con pérdidas muy, pero muy altas. Inme-diatamente detrás cruzaron vehículos erizados de fusiles que rugían endirección a la orilla contraria.

La fracción azul forzó el paso. Los rojos que inicialmente mira-ban desdeñosos reconocieron el valor, aunque los Oficiales que oficia-ban de tales no entendían que pudiera haberse realizado el cruce por laacción de todas sus armas sin acordarse del diluvio de fuego que veníadel frente y que los habría clavado al suelo.

El Destacamento no cumplió jamás su misión, pero una fracciónde él, bien mandada y decidida, llegó con/no más de tres horas de atra-so a Pucón.

Cuando se terminó la crítica, los Mayores pidieron al Director delEjercicio que contara lo ocurrido y que propusiera la mejor forma deforzar el paso de un puente en las condiciones ya establecidas.

He tratado de narrarlo, y aún creo que a falta de algún tipo decarro de cualquier blindaje la mejor solución era correr adelante coninfantería bajo un denso paraguas de fuego hasta lograr formar la ca-beza de puente en la orilla contraria. Después vehículos. Todo radicaen la rapidez y por qué no decirlo, en el valor de los que corren. Lavelocidad, factor natural de la sorpresa tiene allí, más que un ejem-plo, una constante verdad.

Esa es mi opinión. Narré lo que se me pidió y entregué lo que creoes la solución. Todos entonces hemos cumplido con el deber.

LA GUERRA Y EL DERECHOLEONARDO CARCAMO DEICHLER

Teniente Coronel (E. M. )

INTRODUCCION

E L célebre teólogo y juristaespañol Fray Francisco deVitoria, aplicando la recta

razón de los principios del DerechoNatural, elaboró una imagen tanequilibrada y justa de la vida de lospueblos y de la convivencia entrelas naciones que puede ser conside-rado fundador de la idea de la co-munidad internacional y del De-recho de ese nombre. Analizó tam-bién con gran precisión y claridadel problema de la guerra justa. Ensí, la guerra constituye uno de losfenómenos más desconcertantes denuestro tiempo en que todos vivi-mos, consciente o inconscientemen-te, un estado de tensión como sisobre nuestras cabezas se cernierauna tempestad, a la vez que per-cibimos, también imaginariamente,que ya no hay las guerras que sa-cudieron a la humanidad enterahasta 1945.

Sin embargo, a pasar de que la di-suasión nuclear impide por el mo-mento la repetición de conflictosconvencionales generalizados, laguerra asoma en alguna forma enel horizonte y estalla en lugaresdistintos, muchas veces extremada-mente aislados no sólo en formaconvencional, sino que en la actua-lidad reviste las más variadas for-mas de lucha no convencional, lo

que hace más difícil aún su con-trol.

Hoy la guerra se ha vuelto encierto modo indivisible, difícil deidentificar, pero quien observa larealidad en toda su desnudez y enla amplitud de su descaro, no pue-de dejar de darse cuenta que esta-mos atravesando por un período oetapa de guerra total, que abarca,en alguna forma, activa o pasiva-mente, a todos y cada uno de loscontinentes.

Frente a esta delicada interac-ción internacional donde la diná-mica del poder busca satisfacer lasparticulares aspiraciones de los es-tados, surge con toda su fuerza eimportancia el Derecho Internacio-nal como cartabón indispensablepara regular su desarrollo dentrode un contexto de equilibrio de po-der, logrando con esto asegurar lapaz y una sana convivencia inter-nacional. El presente trabajo tienepor finalidad analizar el fenómenosocial "guerra" en su origen, comoun hecho posible en el caso de laguerra justa, su evolución desdeClausewitz hasta el presente y lasnormas de Derecho Internacionalque la regulan y cuyo fin último esmantener la paz mediante su ade-cuada aplicación y cumplimientopor parte de la comunidad interna-cional.

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I—EL FENOMENO SOCIAL"GUERRA" DESDE CLAUSE-WITZ HASTA EL PRESENTE.

A. —La Guerra según Clausewitz.

El primero en sistematizar cien-tíficamente la guerra desde el pun-to de vista político-militar, comoacción individual o colectiva, fue elGeneral prusiano Karl von Clause-witz, a quien cabe una teoría queincomprendida en su tiempo ha te-nido extraordinaria repercusiónposterior. Es curioso que este es-tratega haya elevado la guerra auna especie de catagoría metafísi-ca, empleando una minuciosidadanalítica digna de laboratorio paraasegurar a este fenómeno sus pro-yecciones nacionales e internacio-nales. La guerra es para Clause-witz un "duelo" de escala muy am-plia. Por eso precisa que si conci-biéramos a un mismo tiempo losinnumerables duelos aislados quela conforman, podríamos represen-tarla como dos luchadores, cada unode los cuales trata de imponer alotro su voluntad por la fuerza fí-sica: su propósito es derribar aladversario e incapacitarlo paraofrecer mayor resistencia". De allíque subraye que "la guerra es, enconsecuencia, un acto de fuerza pa-ra imponer nuestra voluntad aladversario".

Es claro que esta fuerza nopuede quedar limitada simplemen-te a una potencia "bruta", por loque debe recurrir a las creacionesdel arte y de la ciencia y que, deningún modo, las leyes y usos in-ternacionales deben debilitar su po-der. La fuerza, repite, la fuerza fí-sica (porque no existe fuerza mo-ral fuera de los conceptos de ley yde estado) es de este modo el ME-DIO: imponer nuestra voluntad alenemigo es nuestro OBJETIVO ypara tener la seguridad de alcanzareste objetivo, debemos desarmar alenemigo y este desarme es, por de-finición, el propósito específico de

la acción militar, reemplaza al ob-jetivo y en cierto modo prescindede él como si no formara parte dela propia guerra.

Para él también —y la frase seha hecho célebre— la guerra es lamera continuación de la políticapor otros medios, o sea, el logro deuna finalidad que se fijan y pro-ponen los que gobiernan a un país,esto es el estado, y que no puedenlograrlo sino mediante la fuerza."La guerra, nos dice, no es simple-mente un acto político, sino un ver-dadero instrumento político, unacontinuación de la actividad políti-ca y su relación por otros medios".

Interesa precisar el alcance queClausewitz da a la expresión "po-lítica", para comprender tambiénpor qué dice en otra parte de suobra que "todas las guerras debenser consideradas como actos políti-cos" lo que pareciera una contra-dicción. Para él, que no entra a es-tudiar esa política como el conjun-to de actos para conducir a unpaís en su dimensión y destino glo-bal, viene a ser la consecuencia deuna finalidad previa que se hantrazado los dirigentes políticos pro-piamente tales, o sea, prescinde deque se trate de buscar el Bien Co-mún de un pueblo, sino el designiode doblegar a otro país para quehaga lo que se le impone. Con elloquiere decirnos que para que unaguerra tenga éxito es preciso de-terminar a quién corresponde loque precisamente se quiere conse-guir con ella, y de acuerdo con eseplan, determinar la acción de losejércitos en lucha. De este modo, laguerra se justifica por su éxito,el cual se vincula a la voluntad delos gobernantes. A su vez, esta vo-luntad no tiene por qué estar en-marcada en consideraciones mora-les, sino en un pretendido interésdel Estado.

Ninguna guerra, eso sí, adviertaClausewitz, puede hacerse porquesí y como una aventura. Debe par-tir de una idea central, configurar-

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la y organizar al país y a sus ejér-citos en torno a ella. De lo contra-rio, irá a la deriva y al desastre,convirtiéndose en una lucha sinsentido, lo que corrobora al estable-cer que: "tal es la guerra, tales el Jefe que la dirige y talla teoría que la rige", pero laguerra no es un pasatiemponi una simple pasión por la osa-día y el triunfo, ni un resultado deun entusiasmo sin trabas: "ESUN MEDIO SERIO PARA UNFIN SERIO".

Estos conceptos se puntualizan,cuando analiza las ramas del artede la guerra. Guerra, nos dice en-tonces, en sentido literal, significacombate, porque sólo el combate esel principio eficaz de la actividadmúltiple que en sentido amplio lla-mamos guerra, pero el combate esuna prueba de la fortaleza de lasfuerzas naturales y físicas por me-dio de éste. Si reconoce la parte es-piritual de la guerra, lo hace desdeun ángulo especial, atribuyéndoleno una calidad de normas, sino lade la más decisiva de las influen-cias sobre las fuerzas empleadas enla guerra. Ya acababa de decir queen la guerra el combate no es unalucha de individuos contra indivi-duos, sino un todo organizado for-mado de muchas partes; luego,distingue tres acciones recíprocasdentro de la gran estrategia: laprimera, es que cada potencia tra-ta de forzar la mano del adversa-rio, lo que provoca acciones recí-procas ilimitadas; una segunda ac-ción recíproca consiste en quemientras no se haya derrotado aladversario, cada beligerante debetemer que el otro pueda derrotarlo,lo que ya convierte el duelo en unesfuerzo de cada uno por doblegaral otro, y la tercera radica en que"si queremos derrotar a nuestroadversario debemos regular nues-tro esfuerzo de acuerdo con su po-der de resistencia", que se mani-fiesta a través de la magnitud de

los medios de que dispone y de sufuerza de decisión. Ello obliga acalcular la magnitud de los mediosbasada en números, pero la fuerzade decisión sólo puede medirse enforma aproximada y en menor es-cala, o se establece una interrogan-te que debe resolverse.

Finalmente, la guerra no esnunca un acto separado o aislado,pues ni estalla súbitamente ni suprogramación se produce en uninstante. Por eso toca a cada unode los adversarios calcular lo queel otro ES y HACE y no limitarsea teorizar sobre estos anteceden-tes. "Cada uno de los oponentes—dice— se coloca a cierta distan-cia del máximo que podría rendir yno pondrá en juego la totalidad desus recursos, resultantes de lasfuerzas militares propiamente di-chas, de la superficie territorial delrival, de su población y de sus alia-dos".

El resultado de la guerra nuncaes absoluto, pues el derrotado pue-de considerarlo un mal transitorio,remediable por una política veni-dera y un mismo objetivo políticopuede producir reacciones diferen-tes en naciones diferentes. Así,después de 1945, Alemania y Fran-cia, gracias al genio de Adenauery De Gaulle depusieron odios y hoyambos países son estrechos amigos.También hay que contar con lasreacciones de una misma nación endiversas épocas o momentos, comoen el caso de la Rusia de AlejandroI con su amistad y luego con suhostilidad hacia Napoleón, lo que sereflejó en distintos juegos dealianzas. Por esta razón, Clause-witz aconseja tomar en cuenta elmodo en que el objetivo políticotenga influencia sobre las masas alas cuales afecta. Esto determina-rá el entusiasmo o unidad con quecada cual enfrente su situación ohará que entre algunos estados ha-ya tales tensiones que una simplechispa puede provocar una EX-

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PLOSION POSITIVA, como es elcaso de Israel y Egipto frente a lasnaciones árabes extremistas.

Tampoco cabe olvidar la impor-tancia de la duración de una gue-rra que, llevada más allá de lo in-dispensable, ocasiona gastos mate-riales que hay que afrontar hastadónde la economía respectiva re-sista, factor que se añade al cálcu-lo de los beneficios o desventajasde hacerla durar o suspenderla endeterminado momento. Sin abor-dar la importancia del factor azar,que puede introducirse en el mediobélico en cualquier momento, lapalabra final, dentro del esquemaestratégico, la tiene el VALOR oCORAJE. "Si echamos ahora unvistazo, observa Clausewitz, a lanaturaleza subjetiva de la guerra,o en otras palabras, a las cualida-des necesarias para librarla, pare-cería una especie de juego. El ele-mento dentro del cual se realiza laacción bélica es el peligro, pero¿cuál es en el caso de peligro lacualidad dominante? El valor, laaudacia, la intrepidez, la confianzaen la buena suerte, la temeridadson sólo manifestaciones del valor,pero todos esos factores buscan loACCIDENTAL, que es su elemen-to natural, pues lo esencial es elconjunto y la distribución de lasoperaciones de modo que conver-jan a un resultado TOTAL".

Concluyamos dando cabida a laemotividad, esto es, a las fuerzaspersonales o sentimentales, puesellas en muchos casos, según Clau-sewitz, "pueden ser incitadas a talextremo que sólo con dificultad po-drán mantenerse confinadas den-tro del campo político, pero en lamayoría de los casos no surge estacontradicción, porque la existenciade emociones tan fuertes implicatambién la existencia de un granplan en armonía con ellas; en cam-bio, si el plan "está dirigido sólohacia un objetivo fútil, la agitaciónemotiva de las masas será tan débilque siempre necesitará que se alien-

te más bien que se lo contenga".Hallamos ejemplos múltiples, unode los cuales es Napoleón o el otroHitler, salvadas las enormes dife-rencias del uno al otro. Napoleónfue el defensor de los ideales de laRevolución Francesa y la emociónde la liberación del absolutismomonárquico le sirvió de detonanteemocional básico. En cambio, Hi-tler se apoyó en la depresión moralde la derrota de 1918, en contrastecon la victoria de la guerra del 70y exaltó hasta el delirio la idea deuna superioridad nazista-naciona-lista, la creación de una raza supe-rioritaria y la promesa de dominary doblegar al mundo.

Si consideramos la política comola inteligencia del Estado PERSO-NIFICADO, con móviles, propósi-tos, designios y poder propios deuna persona, entre las combinacio-nes de circunstancias que deben sertenidas en cuenta en sus cálculos,debemos incluir aquella en que lanaturaleza de las circunstancias de-termine una guerra encaminada allogro de un plan integral del Esta-do que ataca a otro y esa guerra decarácter militar al servicio de unapolítica, pero si por este últimotérmino entendemos no un conoci-miento amplio de la situación, si-no la idea convencional de un ar-did cauteloso, astuto y hasta desho-nesto, ADVERSO A LA VIOLEN-CIA, le correspondería más que alanterior el calificativo de política.De aquí que Clausewitz hable tam-bién de la "guerra camaleónica"que puede adoptar distintas for-mas, pero entraña una trinidad, alconsiderar como un todo las ten-dencias que predominan en ella.Esta trinidad, según él, la consti-tuyen el odio, la enemistad y la vio-lencia primitiva de su esencia, osea, el ciego impulso natural, el pa-pel del azar y las probabilidades deestar libre de impulsos emotivos yde convertirse en instrumento IN-TELIGENTE de una política de-terminada.

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No hay, en el fondo de la con-cepción de Clausewitz, la idea deuna contienda bárbara, animal, si-no de la flexibilidad de un instru-mento que hace posible la actua-ción de fuerzas activas tan disími-les como de envidia y la nobleza deespíritu, el orgullo y la humildad,la cólera y la ternura, luego el quelucha es un hombre con todos susrasgos positivos y negativos, perosiempre al servicio de una inteli-gencia unificadora y directriz,aunque desligada de toda conside-ración ética acerca de la justiciadel proceder. De allí que puntuali-ce que en su punto de vista máselevado, el arte de la guerra setransforma en política pero, por su-puesto, en una que libre batallas yno se reduce al intercambio de no-tas diplomáticas.

B. —Evolución y transformación dela guerra.

Desde la Revolución Francesa ylas guerras napoleónicas a nuestrosdías, los cambios que la han afecta-do han extendido e incluso aumen-tado en número, los combates máso menos restringidos de entonces,hasta convertirse hoy en fenóme-nos que comprometen al mundo en-tero paro, además, la naturaleza dela guerra, sus características, susconsecuencias y su papel en la his-toria sólo se entienden cuando selas considera como una empresa or-ganizada de destrucción. Esto haocurrido porque se ha desligado detodo fundamento moral. De aquíque, a medida que la civilización sedesarrolla, la guerra, lejos de desa-parecer, crece en extensión y en in-tensidad, generalizándose más ymás.

Junto a esto se ha manifestadootro fenómeno y es que surgen lasguerras sociales y cambios en laestructura de los ejércitos. La luchase desplaza desde el enfrentamien-to de hombres armados con otrostambién armados en campos de ba-

talla, reducidos al comienzo peroque irán aumentando paralelamen-te hasta abarcar naciones enteras.La distinción entre el noble quemanda y el que forma en las filascombatientes desaparece, pues yadeja de ser útil.

Todos estos antecedentes, obser-vados y previstos por Clausewitz,lo llevan a la conclusión de que losconflictos deberían ser conducidospor principios distintos a los de lasguerras antiguas, deduciendo elpeso de la ley de la competencia yque los beligerantes se ven empuja-dos a enfrentarse, por muy res-tringido que sea lo que esté en jue-go inicialmente, con la totalidad delos recursos y hasta el límite de susfuerzas. Ahora todo lo que es posi-ble se convierte en inevitable.

No debe sorprender por consi-guiente que el gran hombre deguerra y futuro General Foch co-mente, ya en 1917 al escribir sobre"los principios de la guerra", quese ha abierto la era de las guerrasnacionales. También la evolucióndel concepto de guerra y del uso dearmas cada vez más efectivas y des-tructoras, es la consecuencia direc-ta del progreso enorme alcanzadopor la tecnología en los últimostreinta o cuarenta años, la mismatecnología que descubre elementosquímicos o realiza combinacionesde sustancias para producir medi-camentos, es la que girando hacia ellado contrario ha desarrollado unpoder mecánico agresivo, que esuno de los factores de mayor pesoy trascendencia en el futuro delmundo. Creemos estar en paz perosentimos que ella apenas alcanza aser un compás de espera. una es-pecie de suspenso del aliento, enque estamos continuamente pre-guntándonos si habrá una TerceraGuerra Mundial y, como todos losienten, se hallan casi convenci-dos de que si no estalla en cualquiermomento tenemos todos los ele-mentos y recursos preparados ydisponibles para ponerla en mar-

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cha. De este modo, la tecnologíatiene una doble faz: la cara de lavida y el rostro de la muerte.

De aquí deriva el hecho de que laguerra se ha transformado en unfenómeno total, porque ya no haylímites entre quienes contienden,ni entre sus territorios ni sus ha-bitantes y poblaciones, sino que elpoder de alcance y de destrucciónde los armamentos ya no ataca unenemigo específico, sino que en-vuelve a naciones y trozos de conti-nentes completos. Se acabó la anti-gua contienda entre ejércitos; hoy,pueblos, ciudades y campos entranen la batalla no porque lo busqueno lo quieran, sino porque el poderíode la técnica llega hasta ellos y loshace objeto de importantes ataques.

C. —Otras formas de guerra.

Si la concebimos como una con-tienda o enfrentamiento entre gru-pos hostiles, ya la guerra, que sub-siste, aunque bajo otros disfraces,se ha hecho tan elástica que tomalas formas que son útiles para suspropósitos. La acción diplomáticaaparentemente hace desaparecer elpeligro de una guerra total, es de-cir, que envuelva de una vez y de-finitivamente al mundo entero co-mo un conjunto global, pero en losarsenales mundiales el peligro sub-siste y sólo bastaría una chispa pa-ra iniciar una conflagración. ¿Enqué consiste este nuevo tipo deguerra? Como dice Brian Crozier,hasta ahora en ella no han estadoenvueltas hostilidades armadasmasivas entre superpotencias oalianzas militares rivales. Ha ha-bido luchas, por supuesto, pero só-lo en áreas periféricas, alejadas delos grandes centros industriales ymilitares del mundo desarrollado.Además, esta guerra no ha sido li-brada en su mayor parte utilizandotécnicas militares, sino otras másdisimuladas pero más efectivas, co-mo la subversión, la desinforma-ción, el terrorismo, la guerra psi-

cológica y las negociaciones diplo-máticas muchas veces. Este nuevotipo ha sido casi enteramente UNI-LATERAL de expansión soviética:una guerra de agresión a expensasdel resto del mundo. Las potenciasoccidentales han reaccionado oca-sionalmente, cuando sus especialesintereses individuales p a r e c í a namenazados. Sin embargo, la UniónSoviética no sólo sigue impertérri-ta en su empeño de llevar a unasituación bélica, sino que insiste endeclaraciones oficiales publicadaspor PRAVDA, dejando en claroque la lucha entre los dos sistemassociales continuará hasta la victo-ria completa y final del comunismoa escala mundial. Tan cierto es es-ta actitud y sus propósitos consi-guientes, que se mantiene queBrezhnev declaró en 1973 que "des-de esta fecha hasta 1985 habremoslogrado, gracias a los efectos de ladetente, la mayor parte de nues-tros objetivos, en Europa Occiden-tal. La proporción mutua de fuer-zas habrá evolucionado de maneratan decisiva que seremos capacesde imponer nuestra voluntad cadavez que sea necesario". La mejorcorroboración de estas intencioneses el sideral aumento de fuerzas detierra, mar y aire soviéticas.

A esta altura debemos distinguirentre las diferentes estrategias pa-ra mantener un estado de guerralatente, o sea, una lucha queusando con otros alcances laexpresión antes citada da Clau-sewitz podemos llamar "cama-leónica". Brian Crozier se hadado el trabajo, metódico peroutilísimo, de enumerar y seña-lar las formas mediante las cualesesta camaleónica agresividad so-viética tiene en sus manos al mun-do y cómo ha aprovechado la debi-lidad, la torpeza y la sensualidadabismante de nuestro tiempo paraavanzar y colocar los peones, alfilesy torres de su ajedrez mundial enlos sitios que correspondían. Comoél señala, las etapas han sido y si-

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guen siendo varias: en la primera,justamente mientras Hitler caíaderrotado y los aliados se rehacíande su sacrificio económico y huma-no, se observa el estallido de lasguerras subversivas, Stalin encuen-tra la manera de aprovechar lasreacciones contra el totalitarismoalemán para apoderarse, en reem-plazo de los nazis, de Polonia,Hungría, Alemania Oriental, Che-coslovaquia, Albania, Rumania yYugoslavia, donde deberá ceder ala estrategia del Mariscal Tito pa-ra ocupar estos territorios. El Oc-cidente acabará de reconocerle en1975 en Helsinki como legítimaslas fronteras brutalmente arreba-tadas a esas naciones, pero tambiéndará carta de ciudadanía a los mo-vimientos subversivos, de lucha declases, de rebeliones sindicales, defalsos movimientos obreros anima-dos por el Cominform, para arrin-conar y librar las primeras bata-llas subrepticias con la libertad. Noes guerra declarada, paro es mu-cho más eficaz porque equivale alasaltante que entra en una casa conpermiso de los dueños, pero ya den-tro se entrega a sus fechorías. Unsegundo lugar dentro de esta mis-ma estrategia: se ha impulsado yalentado, con las debidas precau-ciones y andamiajes, una "NuevaIzquierda" que en el fondo es unapenetración en la política extranje-ra para dividir a los partidos ogrupos democráticos y estimulardivisiones que impidan la unidadde una acción antisoviética. Sonlos movimientos de liberación na-cional que en sentido genérico abar-can desde el eurocomunismo, losdesórdenes españoles, la lucha deDa Cunha en Portugal, la penetra-ción en las colonias de Angola yGuinea, hasta los conflictos en Ro-desia, más la acción en Iberoamé-rica sustentada y financiada a unalto precio por la URSS a travésde Cuba. También entran en estaestrategia los "tupamaros" uru-guayos, los "miristas" chilenos, los

guayos los "miristas" chilenos, los"montoneros" argentinos y todaslas alteraciones que cubren al Ca-ribe, remecen a Venezuela, agitana Colombia y atizan el terrorismoperuano.

Ya en 1971, el ideólogo máximode la URSS. Boris Pomonavev de-claraba lo importante que era apro-vechar este momento antiimperia-lista, "porque su dirección y orien-tación es obvia y descuidar este seg-mento del movimiento de masassignificaría debilitar la tensión an-tiimperialista y postergar la crea-ción de un frente unido contra elcapitalismo monopolista".

D. —La guerrilla y el terrorismo.

Una nueva forma de guerra, debeligerancia llevada al extremo dela violencia, es la organización ysistematización del terrorismo y dela guerrilla. Ellos tienen un pro-fundo parecido y su diferencia só-lo reside en que la primera revelauna forma elemental o reducida dereglamentación organizada, en tan-to que el segundo surge como unaacción ocasional, esporádica, trasla cual también existe a menudouna estructura que le sirve de basey sustento. La guerrilla en efecto esuna guerra estable, en pequeño, pe-ro que tiene un propósito y uso con-creto, al cual se ciñe en su desa-rrollo. Corresponde, a menudo, arebeliones sociales o políticas, emer-ge en grupos aislados dentro deuna colectividad mayor, pero estareducción no obedece sólo a una deestas dos causas sino a la combina-ción de ambas. La guerrilla es uncuerpo armado que se ciñe a unadisciplina, tiene una estrategia yutiliza una táctica; como es mino-ría, al menos en su nacimiento, nopuede aparecer como una manifes-tación pública y sistemática, perosí obedece estrictamente a una fi-nalidad, lo que ahora observamosen El Salvador, en Guatemala, enNicaragua y Cuba, antes de caer

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en poder del marxismo internacio-nal. No son ni fueron contiendasbélicas tradicionales, lo que ocurrees que determinados grupos, gene-ralmente con propósitos políticos,forman núcleos de combate y sonpreparados y adiestrados para ac-tuar en forma sistemática.

La estrategia terrorista reclamauna especial mención para su desa-rrollo, se requiere solamente de unnúmero reducido de adeptos, que es-tén dispuestos a cometer actos deviolencia con el fin de colocar a lasociedad en la posición más Com-prometida y, sobre todo, si loé gol-pes terroristas son asestados alazar, la reacción repercutirá casiinevitablemente sobre otros mediosy afectará al inocente. Incitar a lasautoridades a que causen daños apersonas inocentes es un principioesencial de la estrategia terrorista.Su eficacia reside principalmenteen el hecho de provocar una rabiaciega y réplica desproporcionada.En el proceso subversivo el terro-rismo y la propaganda constituyenuna fase inicial seguida por la con-quista de zonas controladas y laformación de tropas semi regula-res, las que mediante la guerrillabuscarán la toma del poder.

II. —EVOLUCION DEL CONCEP-TO DE GUERRA JUSTA.

A. —Vitoria y su época.

Los esfuerzos encaminados acontrolar y reducir al mínimo elempleo de la fuerza en las relacio-nes internacionales han ocupado laatención de los juristas y hombresde Estado más que ningún otro as-pecto del derecho internacional.

La idea de la "guerra justa"ejerció una gran influencia en Eu-ropa, desde los tiempos de SanAgustín hasta el positivismo, avan-zado el período del equilibrio delpoder. Según San Agustín, contri-buía a restringir y limitar la fun-ción, porque consideraba relacio-nadas entre sí la guerra justa y la

paz justa. La fuerza que se emplea-ba debía ser proporcional al dañosufrido, en función de castigo yreivindicación. Pasar de ahí, equi-valía a convertir una causa justaen injusta.

Por su parte, el gran moralistade la Edad Media, Santo Tomás deAquino, añadió a la necesidad deuna causa justa el que los belige-rantes estuviesen animados de in-tenciones justicieras, introduciendoasí una prueba subjetiva. Al decaerla autoridad de la iglesia con laaparición de la Reforma y el desa-rrollo de las naciones-estados, estadoctrina empezó a experimentarcambios sutiles aunque dentro delmismo marco verbal. Así continúala doctrina con Francisco de Vito-ria (1532), figura importante enel movimiento teológico y filosóficocatólico mundial. El dominico dela Orden de Predicadores —Ordenfundada por un intelectual como lofue Santo Domingo de Guzmán,para intelectuales y para predica-dores universitarios— estudió teo-logía en Bélgica, llegando despuésa España, donde inició ese movi-miento brillantísimo que es la granEscolástica Española del pensa-miento y el Barroco, magnífico mo-vimiento intelectual con que Espa-ña respondió de modo católico a losfilósofos más o menos católicos oextracatólicos de los restantes paí-ses de Europa Occidental.

Vitoria, como teólogo que era,tuvo rotundamente que analizar laguerra desde un punto de vista cla-ramente teológico. Para un espa-ñol del siglo XVI, es decir, pertene-ciente a la nación que enarboló elestandarte de la contrarreforma, laguerra no pudo consistir jamás enun movimiento puramente político,era un movimiento también teoló-gico y, sobre todo, moral y ético.

B. —Los justos títulos para moverla guerra.

Vitoria se basa naturalmente enla doctrina de su maestro Santo

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Tomás para afirmar categórica-mente que para que una guerrapueda calificarse como justa, tienenque producirse tres condiciones:primero, una autoridad legítima;segundo, una causa justa, y terce-ro, una rectitud de intenciones.

Estas tres características funda-mentales son las que asigna Vito-ria como necesarias a toda guerrajusta.

1.—La necesidad de una autori-dad legítima.

Vitoria deja perfectamente claroque no basta lo que se llama legiti-midad de origen. Esta consiste enque el Jefe de Estado o el Gober-nante o los gobernantes en generalson elegidos en conformidad conlas leyes existentes en ese estado.Sin embargo, para él hay una legi-timidad mucho más importante: lalegitimidad de ejercicio, porque lalegitimidad de origen se ordena in-trínsecamente a la de ejercicio has-ta el punto de que existiendo mu-chas veces la legitimidad de origen,llega a desaparecer la legitimidadde ejercicio en virtud de que la au-toridad no ha cumplido, por igno-rancia o mala fe, con su misiónfundamental que es la de llevar alos pueblos el Bien Común.

2.—Necesidad de una causa justa.

El segundo título para una gue-rra justa, según Vitoria, es la exis-tencia de una causa justa y paraél la única causa justa la debemosdescubrir en la injuria recibida, pe-ro la palabra injuria no hay quetomarla en su acepción vulgar, sinoen todo su profundo sentido filosó-fico y teológico, es decir, viendo enella la negación de un derecho: in-us. En consecuencia ahí, cuandouna sociedad civil se siente vejadaen sus derechos, puede ser por me-dio de su autoridad legítima moveruna guerra que sea verdaderamen-te justa. Además, Vitoria no trepi-

da y afirma categóricamente que lalegitimidad se extiende inclusive y,sobre todo, a las guerras ofensivasporque evidentemente puede llegarel momento en que el responder auna injuria, con el fin de que larespuesta sea eficaz, ha de consis-tir en una guerra, ofensiva. Nobasta tampoco con rechazar, porejemplo, al invasor de un territo-rio determinado porque además de-ben repararse los daños causadospor el agresor y mirar a la vez ha-cia el futuro. Es evidente que ungobernante no puede vivir al día,sino que tiene que mirar hacia elfuturo de la sociedad por él gober-nada. Sobre todo, desde el momen-to en que las naciones no sonrealidades esporádicas o circuns-tanciales, sino que van plegando suentidad a lo largo del tiempo, esmanifiesto que no basta resolverun problema que tiene proyeccionesnada más que en el momento pre-sente: hay que proceder tambiéncon vistas al futuro. Y esta previ-sión del futuro encara siempreprácticamente una guerra ofensiva.

Una vez originada la guerra, Vi-toria se preocupa de precisar loscaracteres que en filosofía se co-nocen con la denominación de "iusin bello", o sea, el derecho ya en laguerra, porque el derecho de moverla guerra se conoce en filosofía mo-ral con el título de"ius in bellu",es decir el derecho de hacer laguerra, en virtud de este "ius inbello", en la guerra ya declarada,debe precisar lo que se puede per-mitir al que mueve la guerra con elfin de reparar la injuria. Desdeluego, la primera conclusión a quellega Vitoria es que en semejanteguerra está permitido todo cuantosea necesario para defender el bienpúblico. El bien público suponeprimero, dice él, recobrar las dife-rentes especies de bienes perdidosen la guerra, como por ejemplo elterritorio.

La circunstancia de que la guerrasea justa lleva anexo consigo que

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también se empleen procedimientosexclusivamente justos durante sudesarrollo. Es decir, que so pretex-to de enemistad no se pueda des-truir sistemáticamente al adversa-rio con el solo objetivo de destruir-lo, porque esto sencillamente seidentifica con el principio absoluta-mente inmoral de la ley del másfuerte.

3.—Necesidad de la rectitud deintención.

Porque la guerra justa, como lodice Vitoria refiriéndose a la ter-cera de sus causales, requiere larectitud de intención, ya que cadaguerra se encuentra ordenada dasuyo hacia la paz. En consecuencia,el derecho a recobrar todo génerode realidades o bienes perdidos, aque también le sean reparados losdaños y a procurar todo cuanto seanecesario para obtener una paz du-radera.

Después de estas reflexiones, Vi-toria se plantea el problema de siuna guerra puede ser justa por par-te de ambos adversarios. Durantelas dos guerras mundiales, porejemplo, ambos adversarios seatribuían la justicia de su causa,por eso conviene interrogarse acer-ca de si es posible que una guerrasea justa por ambas partes, a lavez. Vitoria afirma que, por su par-te y sin vacilaciones, objetivamen-te es imposible. Naturalmente por-que dentro del orden de los valoresobjetivos uno de los dos adversa-rios debe tener la razón y el otro,por ende, no tenerla, ya que unaguerra objetivamente justa por am-bas partes a la vez resulta nada me-nos que un atentado contra el prin-cipio de contradicción. Por eso di-ce él, antes de que un gobierno sedecida por la guerra, deberá exa-minar con esmero los fundamentosdel motivo que lo ha impulsado parallevar la guerra adelante. Si es po-sible, señala, debe llegarse hasta en-trar en conversaciones con el hipo-

tético adversario, para ver la mane-ra de conciliar y de llegar a un arre-glo entre ambas partes antes demover la guerra, porque siempre ycualesquiera sean las circunstan-cias por muy improbable que pa-rezcan, a la guerra sólo debe lle-garse en último término. Vitoriainsiste: no es el primer procedi-miento a que debemos echar manopara resolver una dificultad, sinoque es y debe ser el último.

C.—Evolución genérica del concep-to hasta la Carta de la ONU.

Antes de 1800 el concepto deguerra justa quedó relegado a lahistoria y así se mantuvo despuésde la Primera Guerra Mundial. Lamayor parte de los autores del Si-glo XIX lo rechazaron explícita-mente, considerando la guerra co-mo incidente necesario de la "so-beranía". Esto fue consecuencia delsimple hecho de que los estadoseran "iguales" y consiguientementeninguno de ellos podía juzgar alotro. Los estados tenían obligaciónde cumplir los convenios, abstener-se de conquistas territoriales, noinmiscuirse en asuntos internos delos demás y al producirse conflic-tos, buscar su arreglo por mediospacíficos de negociación, mediacióno arbitraje pero hiciesen lo quehiciesen nadie podía juzgar a losdemás. La guerra se convirtió en"cuestión de hecho"; cuando sur-gía entraban en juego las leyes dela guerra y la neutralidad.

El predominio y abandono delconcepto de guerra justa es reflejodel apogeo y decadencia de la cris-tiandad y del desarrollo pleno de unsistema de equilibrio de poder enel que las naciones-estados desem-peñaban un papel esencialmente po-lítico dentro del sistema interna-cional. A los estados de fines del si-glo XVIII y del siglo XIX les in-teresaba mucho más la estabilidad,la reducción al mínimo de la vio-lencia y la defensa contra la con-

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quista extranjera que la justicia dela guerra. En resumen, al abando-nar el concepto de la legitimidad dela guerra, los estados pudieron cum-plir más fácilmente los objetivos decontrolar y restringir la violencia.

El Tratado de Versalles repre-senta la vuelta al concepto de gue-rra como medio para urgir el cum-plimiento de la ley, para castigaral Estado culpable y por eso repre-sentó un retroceso a las ideas an-tiguas. Sin embargo, por medio dela Liga de las Naciones, ahora síempiezan a surgir elementos de De-recho Internacional que irán regu-lando, poco a poco, el empleo de lafuerza o el recurso de la guerra enlas relaciones entre los estados. Laidea que surgió después de la Pri-mera Guerra Mundial, en que lafuerza se iba a limitar a apoyar lasdecisiones de la Liga de las Nacio-nes, se confirmó con el PactoBriand-Kellog de 1928, por el quese renunciaba a la guerra "comoinstrumento de política internacio-nal" y se adquiría el compromisode arreglar los conflictos exclusiva-mente por "medios pacíficos". Laúnica excepción a esta radical re-nunciación a la guerra fue el en-tendimiento aclarado, en el cursode la negociación del tratado, deque "el derecho intrínseco de de-fensa propia" no se restringieseni menoscabase. Después de la Se-gunda Guerra Mundial, se trató enSan Francisco de remediar las du-das surgidas respecto a lo que sellamaba "defensa propia" y la am-bigüedad de la palabra "guerra".Así, esta palabra está sustituida enel Artículo 2, párrafo 4 de la Cartade las Naciones Unidas, por la pro-hibición a los miembros de "la ame-naza o el uso de la fuerza contrala integridad territorial o la inde-pendencia política de cualquier Es-tado". Asimismo, se acepta elconcepto de legítima defensa en elArtículo 51 de la Carta, que per-mite a cualquier Estado, o a los es-tados colectivamente, utilizar la

fuerza armada contra un ataquearmado "hasta que el Consejo deSeguridad adopte las medidas ne-cesarias para restaurar la paz y laseguridad internacionales".

III.—EL DERECHO INTERNA-CIONAL FRENTE A LA

GUERRA.

A.—El Derecho, aval de la guerrajusta o legal.

La respuesta genérica respectoal interrogante de los casos en quees legal el empleo de la fuerza enlas relaciones internacionales entrelos estados está establecida en laCarta de las Naciones Unidas, yse refiere a los casos de legítimadefensa individual o colectiva y ala acción común internacional.

Ningún Estado tiene derecho aemplear la fuerza para violar laley. Igualmente, no hay Estado quepueda emplear la fuerza para im-poner la ley como sanción, ni tam-poco el Consejo de Seguridad, conlas solas excepciones de hacer cum-plir los fallos de la Corte Interna-cional de Justicia, suponiendo queel conflicto se haya tratado judi-cialmente por voluntad de ambaspartes y de mantener el orden. Lalegítima defensa está reconocida enla Carta de las Naciones Unidasal disponer en su Artículo 51 que:"ninguna disposición de la Cartamenoscabará el derecho inminentede legítima defensa, individual ocolectiva, en caso de ataque arma-do contra un miembro de las Na-ciones Unidas hasta tanto el Con-sejo de Seguridad haya tomado lasmedidas necesarias para mantenerla paz y la seguridad internaciona-les. Las medidas tomadas por losmiembros en ejercicio del "dere-cho" de legítima defensa serán co-municadas inmediatamente al Con-sejo de Seguridad y no afectarán enmanera alguna la autoridad y res-ponsabilidad del Consejo, conformela presente Carta para ejercer en

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cualquier momento la acción queestime necesaria con el fin de man-tener o restablecer la paz y la se-guridad internacionales".

El derecho de legítima defensa,tal como lo reconoce la Carta, pre-senta las siguientes características:1) es imperativo en cuanto aparececomo un derecho inminente o na-tural de los estados. Fundamental-mente este derecho se concibió co-mo imperativo por la desconfianzade los estados, sobre todo de los pe-queños, en la eficacia del funciona-miento del sistema de seguridad co-lectiva establecido en la Carta; 2),se concibe ampliamente, en cuantopuede consistir en un medio no bé-lico, en una represalia o en unaguerra; 3) tiene el carácter de sub-sidiario, provisional y controladoen relación al Consejo de Seguri-dad. El carácter de subsidiariedadno es explícito en el texto, paroresulta de la competencia principaldel Consejo de Seguridad y de sucarácter provisional. Es provisio-nal porque sólo dura hasta que elConsejo de Seguridad toma las me-didas necesarias para proteger lapaz y la seguridad internacionalesy está controlado porque el Artícu-lo exige que se informen las medi-das adoptadas inmediatamente alConsejo de Seguridad, que en todomomento puede ejercer la acciónque estime necesaria y; 4) admitela doble variante de la legítima de-fensa individual y colectiva.

El problema fundamental y a cu-ya resolución queda subordinada lalegalidad de la guerra de legítimadefensa es el de la existencia deun "ataque armado". Para que elataque armado pueda desencadenaruna guerra de legítima defensa de-be reunir las siguientes caracterís-ticas: 1) debe tratarse de una agre-sión en los términos estipulados enla Resolución 3314; 2) el ataquedebe ser armado con utilización dela fuerza; 3) la calificación puedeser hecha "provisionalmente" porel estado atacado, sometido a la

interpretación del Consejo de Se-guridad; 4) debe tratarse de unataque probado y, según la inter-pretación más adecuada, previo ala defensa; 5) debe tener suficien-te importancia, no bastando la exis-tencia de actos hostiles de escasatrascendencia; 6) no debe habermediado provocación suficiente porparte del que se defiende; 7) no esnecesario entrar en el examen dela justicia o injusticia de la agre-sión, sino que basta con que exista,pues el sistema de la Carta estáconcebido más para salvar la pazque para imponer el Derecho y,consecuentemente, la justicia, demodo que basta que exista el ata-que que perturba la paz indepen-dientemente de la razón por la quese produzca y; 8) se deben cum-plir las obligaciones establecidasen el Art. 51 de hacer la comunica-ción al Consejo de Seguridad y so-meterse a su decisión.

En cuanto a la variante de la le-gítima defensa colectiva, su proble-mática es importante. Esta modali-dad de legítima defensa nació comouna necesidad para salvar el siste-ma interamericano de defensa co-lectiva regional y, con posteriori-dad a la Carta, ha conocido un granauge, pues han sido muchos los tra-tados de defensa nacidos al ampa-ro del artículo 51 de la Carta. Lalista de tratados de este tipo esmuy extensa: el Tratado ínter-americano de Asistencia Recíproca(2 de septiembre de 1947), el Tra-tado de la Unión Europea Occiden-tal (17 de marzo de 1948) con unProtocolo del 23 de octubre de 1954,el Tratado del Atlánitico Norte (4de abril de 1949), los tratados deSeguridad Colectiva de los EstadosArabes (12 de abril de 1950 y 2 defebrero de 1951), el Tratado deSeguridad del Pacífico (1º de sep-tiembre de 1951), el Tratado deAnkara (28 de febrero de 1953),el Tratado de Alianza Balcánica (9de agosto de 1954), el Tratado de

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Cooperación Mutua de Bagdad (24de febrero de 1955), el Pacto deVarsovia (14 de mayo de 1955).Aparte de estos textos que estable-cen o bien una verdadera "alianzadefensiva" o son solamente una"relación defensiva" como, porejemplo, el Tratado Hispano - Nor-teamericano de 1976.

Respecto a la defensa colectivaes necesario establecer que: 1) es-ta modalidad tiene por principiolas mismas características y re-quiere los mismos condicionamien-tos que la legítima defensa indivi-dual para que la guerra sea legal;2) el fundamento de esta legítimadefensa colectiva es el de una co-munión de intereses entre los Es-tados formando un interés comúnentre ellos, de manera que cada Es-tado adquiere una parte del interéscomún que le faculta para respon-der a un ataque contra otro Esta-do; o en otros términos, cada Es-tado conserva su interés particu-lar y adquiere una parte del inte-rés colectivo; 3) la legítima defen-sa colectiva tiene una naturalezamuy diferente de la acción para laseguridad colectiva ejercida por lasNaciones Unidas, pues aquélla esuna acción de varios Estados queno entra en el sistema de seguridadcolectiva de la Carta, en tanto queésta es la propia actuación del sis-tema de la organización internacio-nal que siempre es principal.

Otro caso en que se puede usarlegalmente la fuerza en el ordeninternacional es en la acción co-mún de las Naciones Unidas, en elcontexto del sistema de seguridadcolectiva internacional para el man-tenimiento de la paz y la seguridadintercontinentales. También e igual-mente dentro del sistema entra laactuación de análoga naturaleza delas organizaciones internacionalesregionales.

Los preceptos de la Carta de lasNaciones Unidas que resultan apli-cables están incluidos en el Capí-

tulo VII, aunque como principio ge-neral aparece el artículo 1-1, don-de dice que (como uno de sus pro-pósitos) las Naciones Unidas toma-rán medidas eficaces para "preve-nir" y eliminar amenazas a la pazy para suprimir los actos de agre-sión y otros quebrantamientos de lapaz. . ." ; por su parte, el artículo39 primero del Capítulo VII (dedi-cado a la "acción en caso de ame-nazas de la paz, quebrantamientosde la paz o actos de agresión) diceque el Consejo de Seguridad "deci-dirá qué medidas serán tomadas deconformidad con los artículos 41 y42 para mantener o restablecer lapaz y la seguridad intercontinenta-les".

A su vez, el artículo 42 disponeque (para los efectos de manteni-iníento de la paz) si el Consejo deSeguridad estimare que no bastanlas medidas que no implican el usode la fuerza: " . . .podrá ejercer pormedio de las fuerzas aéreas, nava-les o terrestres, la acción que seanecesaria para mantener o resta-blecer la paz y la seguridad inter-nacionales. Tal acción podrá com-prender demostraciones, bloqueos yotras operaciones ejecutadas porfuerzas aéreas, navales o terrestresde miembros de las Naciones Uni-das". A este efecto, el artículo 43y siguientes crean un mecanismopara que las Naciones Unidas pue-dan disponer de fuerzas armadasque expresan: " . . .se comprometena poner a disposición del Consejode Seguridad, cuando éste lo solici-te y de conformidad con un conve-nio especial o con convenios espe-ciales, las fuerzas armadas... quesean necesarias para el propósito demantener la paz y la seguridad in-ternacionales".

Resulta así que las NacionesUnidas tienen la posibilidad de uti-lizar la fuerza para mantener lapaz y la seguridad internacionales.En todo caso, y para que esta ex-cepción quede enmarcada en el pla-

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no legal, debe reunir las siguientescondiciones: 1) debe ser una ac-ción decidida por las Naciones Uni-das y, en particular, por el Conse-jo de Seguridad, según los precep-tos citados y sobre la base del ar-tículo 24-1 de la Carta que atribu-ye al Consejo de Seguridad "la res-ponsabilidad primordial de mante-ner la paz y la seguridad interna-cionales", aunque subsidiariamentetambién puede decidir la acción laAsamblea General, en virtud de laResolución 377 (V) del 3 de no-viembre de 1950, cuando el Consejode Seguridad está paralizado y 2)debe constatarse la existencia deuna amenaza a la paz o un quebran-tamiento de la paz o un acto deagresión, ya sea en forma de gue-rra agresiva o bien en forma deagresión distinta de la guerra, co-mo figura básica de la amenaza aquebrantamiento de la paz, o tam-bién constatando cualquiera otraamenaza o quebrantamiento de lapaz distinta de la agresión en elsentido estricto.

Finalmente, se estima de muchointerés dar a conocer en forma es-pecial la facultad que le otorga laCarta de las Naciones Unidas alConsejo de Seguridad para resol-ver el empleo de la fuerza en aque-llos casos en que un conflicto sehaya tratado judicialmente y, unade las partes en litigio se niegue adar cumplimiento al fallo de la Cor-te Internacional de Justicia, órga-no judicial principal de las Nacio-nes Unidas. En efecto, el artículo94-2 de la Carta dice: "Si una delas partes en un litigio dejare decumplir las obligaciones que le im-ponga un fallo de la Corte, la otraparte podrá recurrir al Consejo deSeguridad, el cual podrá, si lo creenecesario, hacer recomendaciones odictar medidas con el objeto de quese lleve a efecto la ejecución del fa-llo. Aunque el Consejo de Seguri-dad nunca ha hecho uso de esta po-sibilidad, no cabe ignorar que en-

tre las medidas que puede dictar es-tá la de uso de la fuerza; en cuan-to al artículo 94 no establece lími-tes ni clase de medidas.

B.—Procedimientos de solucióninternacionales

1.—Negociación directa.

El reconocimiento general hechopor las naciones de los derechos ydeberes recíprocos, al igual que dela naturaleza drástica de la guerracomo forma última de autoayudallevó, dentro de los recursos de ladiplomacia, a la imposición de laobligación legal de negociar antesde apelar a la fuerza. El colegio delos Feciales, de la antigua Roca,siguió la generalidad de enviar em-bajadores o heraldos que presenta-ban las demandas de su Estadoy pedían la reparación correspon-diente. Las negociaciones llevadashasta extremos razonables dejabanabierta la posibilidad de una con-cesión satisfactoria del Estado alque se le había hecho la demanday, al mismo tiempo, facilitaba laintervención de otros Estados encalidad de mediadores amistososentre las partes.

Al terminar el Siglo XIX llegó aconsiderarse que antes de recurrira medidas de fuerza en procura dereparación, debía cumplirse por lomenos con un intercambio de notasdiplomáticas.

Esta forma de procedimiento pa-cífico, totalmente distinto de cual-quiera obligación pacífica de nego-ciar, se basa en la convenienciapráctica demostrada en todos loscasos en que los Estados actúan debuena fe.

2.—Mediación y buenos oficios.

En la historia de las relacionesinternacionales figuran numerososcasos de intervención de tercerosEstados, en circunstancias en que

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los conflictos de derechos plantea-dos entre dos o más Estados pare-cían exceder la capacidad de laspartes para darles una solución pa-cífica. En algunos casos, la inter-vención se impuso por medio de lasfuerzas armadas, con lo que resul-taba que el Estado intervinienteagregaba un nuevo elemento de con-flicto a la disputa. Tal es, por ejem-plo, el caso de mediación o inter-vención de las grandes potenciasentre Grecia y Turquía en 1868 enrelación con la isla da Creta y tam-bién entre Turquía y Creta en 1897.

En otros casos la intervenciónfue amistosa y no tuvo caráctercompulsivo, estando dirigida sólo aconciliar las diferencias existentesentre las partes opuestas, presen-taba propuestas a las mismas parasu aceptación o rechazo de acuer-do a su libre elección.

En 1891 la Conferencia de la Pazde La Haya, impresionada por lasventajas logradas por esa interven-ción amistosa en el mantenimientode la paz general, trató de dar unasolución legal aunque fuese limita-da esta forma de procedimiento. LaConvención para la Solución Pacífi-ca da los Conflictos Internacionalesdispuso lo necesario para que laspartes en conflicto, antes de recu-rrir a las armas, pudieran dirigir-se solicitando los buenos oficios o lamediación de una o más potenciasamigas. Un artículo posterior serefería a la actitud de los paísesque se ofrecían por iniciativa propiapara ejercer sus buenos oficios en-tre los Estados en conflicto. Esteofrecimiento podía hacerse aún du-rante el curso de las hostilidades yen ningún caso debía ser conside-rado como un gesto inamistoso. Losartículos posteriores después de se-ñalar los deberes del mediador pa-ra cumplir su gestión como un com-ponedor amistoso, recalcaban el de-recho de las partes contendientes derechaazr la oferta de mediación almismo tiempo que el carácter opta-

tivo del Consejo que éste podríaofrecer. Se recomendó un procedi-miento especial por el cual cada unade las partes podía elegir a un Es-tado, dejando que los dos mediado-res así designados encontraran lamejor solución posible.

3.—La investigación.

Las comisiones de investigaciónhicieron su aparición formal, bajola forma de instituciones interna-cionales, en la Conferencia de Pazde La Haya (1899). Los Estadosacostumbraban a recurrir desde ha-cía ya mucho tiempo a la gestiónde agencias que se dedicaban a ar-bitrar la solución de problemas, co-mo los de la delimitación de líneaslimítrofes y la solución de los re-clamos privados. El propósito de lacomisión que redactó la Conven-ción para la Solución Pacífica delos Conflictos Internacionales fuedar un carácter específico a un pro-cedimiento que, aunque limitado ala determinación de hechos, pudie-re estar al alcance de las partescuando las mismas no desearan so-meter la totalidad del problema, enel que podían estar involucradosasuntos de derecho y también inte-reses políticos, al procedimiento dearbitraje.

El Título III de la Convenciónsobre las Comisiones Internaciona-les Investigadoras disponía que enlos conflictos de naturaleza inter-nacional, en los que no estaban in-volucrados ni el honor ni los inte-reses vitales y que surgían por sim-ples diferencias de opinión sobrecircunstancias de hecho, se consi-deraba conveniente instituir unacomisión internacional investigado-ra que facilitara una solución de ladisputa por medio de una "investi-gación" imparcial de los hechos. Laintegración de la comisión deberíaser similar a la de los Tribunales deArbitraje creados por la misma co-misión. Se tomaron también medi-

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das para que, dado que el informedebiera limitarse a una comproba-ción de hechos, no se le atribuyeraen ningún momento el carácter deuna decisión arbitral, quedando laspartes en entera libertad para de-cidir con respecto al destino que de-seaban dar al resultado de la in-vestigación.

El número de neutrales que par-ticipa en las comisiones es de tres,para asegurar un adecuado gradode imparcialidad en las decisionesa alcanzarse.

4.—El arbitraje.

El procedimiento de arbitraje co-menzó a ponerse en práctica en losprimeros días de la vida interna-cional. Fue bien conocido en la an-tigua Grecia y se han registradonumerosos casos en los que no sólose recurrió al arbitraje, sino que sellegaron a formalizar tratados enlos que las partes convenían poradelantado en someter sus disputasa esa forma de solución.

En la antigua Roma el arbitrajeera muy común como procedimien-to civil, pero fueron muy pocos loscasos en los cuales se llevó a lapráctica dentro del desarrollo delas relaciones de Roma con otrosEstados. De tiempo en tiempo, du-rante la era cristiana, los conflictosentre los príncipes y los gobernan-tes eran sometidos al arbitraje pa-pal. Tanto Vitoria como Suárez de-fendieron el arbitraje como mediode solucionar las disputas y consi-deraban que el Papa tenía compe-tencia general para solicitar quecualquier motivo de guerra le fuesesometido, a fin de emitir fallo quedebía ser obedecido, salvo los casosen que fuera manifiestamente in-justo. Durante el transcurso delsiglo XIX el procedimiento de ar-bitraje adquirió cada vez mayorprestigio y autoridad y llegó a serconsiderado como el único mediojusto y equitativo para la solución

de los conflictos internacionales,aun en aquellos casos en que su al-cance estaba estrictamente limita-do.

Tan sólo en la Conferencia dePaz de La Haya (1899) fue reco-nocido el arbitraje como un proce-dimiento internacional formal. LaConvención para la Solución Pací-fica de las Disputas Internaciona-les manifestó que el arbitraje te-nía por objeto "la solución de lasdiferencias planteadas entre los Es-tados, por medio de jueces de su li-bre elección y sobre la base del res-peto del derecho". La definición ex-presaba dos de las característicasesenciales del arbitraje: primero,el hecho de que el tribunal desig-nado para decidir el conflicto estáintegrado por las mismas partes.La posibilidad de libre elección delos arbitros diferencia el arbitrajedel procedimiento de "solución ju-dicial" a cargo de un tribunal per-manente establecido antes de la dis-puta. La segunda característica delarbitraje, puesta de manifiesto enla definición de la Convención deLa Haya, que fue la decisión de losárbitros, "debía basarse sobre elrespeto del derecho". En conse-cuencia, el arbitraje debía cumplir-se sobre la base de los principios oreglas conocidas por anticipado porlas partes en conflicto y aceptadaspor ellas como una base justa parala decisión.

a.—Obligación de someterse al fallo

La Convención de La Haya pre-cisa, al establecer la regla, de que elacuerdo especial al que habían lle-gado las partes para recurrir al ar-bitraje "implica el compromiso desometerse lealmente al fallo". Estees un tercer elemento del arbitraje,por el cual se difiere esencialmentede los procedimientos de mediacióny de las comisiones investigadorasestablecidas en la Convención.

Entre los tratados más impor-tantes de la primera década del si-

glo XX, que establecían disposicio-nes para el arbitraje en forma másamplia, figura el Tratado Argenti-no-Chileno de 1902, en el cual laspartes contratantes se comprome-ten a someter a arbitraje todas lascontroversias que se plantean entreellas, cualquiera sea su naturalezao la causa que las ha determinado,salvo cuando afecten los principiosde la Constitución de cualquiera dedichos países y siempre que se com-pruebe que no es posible llegar aninguna otra solución por negocia-ciones directas. El Tratado entreArgentina y Brasil del 7 de sep-tiembre de 1905 tuvo un caráctersimilar.

b.—La Corte Permanente deArbitraje

El éxito más notable de la Con-ferencia de La Haya de 1899 es-tuvo representado por la creaciónde la Corte Permanente de Arbi-traje. Esta Corte, a pesar de sunombre, no era un tribunal perma-nente, sino que estaba formada poruna lista de jueces designados an-ticipadamente por los países signa-tarios en número de cuatro por ca-da uno. Los jueces debían ser per-sonas de "competencia conocida enproblemas de derecho internacio-nal, de la más alta reputación mo-ral y dispuestos a aceptar los debe-res impuestos por su condición deárbitros". Después de haber recu-rrido al arbitraje, las partes enconflicto debían elegir sus árbitrosde entre la lista general de la Cor-te Permanente, cada parte debíadesignar dos árbitros y los cuatroasí nombrados designaban un quin-to árbitro. Los cinco así elegidoscomponían el tribunal que debíadecidir la controversia.

En la Segunda Conferencia deLa Haya de 1907 se hizo una im-portante enmienda a la Convención

adoptada en 1899 respecto a que enla elección de los árbitros realiza-da por las partes sólo uno podíapertenecer a su nacionalidad, ase-gurando en esta forma mayor im-parcialidad en la composición deltribunal arbitral y se facilitabatambién la elección del quintomiembro. Por otra parte, se pudoir un poco más lejos que en la Pri-mera Conferencia al extender el al-cance de la obligación de arbitrar.Así, la nueva Convención para laSolución Pacífica de las DisputasInternacionales reafirmó el recono-cimiento del arbitraje como el me-dio más eficaz y equitativo de so-lución de disputas y agregó: "Enconsecuencia sería de desear que enconflictos entre los Estados, éstospudiesen (si es el caso) recurriral arbitraje, hasta donde las cir-cunstancias lo permitan".

c.—La solución judicial versus elarbitraje.

En la Conferencia de La Hayade 1907 surgió la idea, sin llegar aformalizarse por el momento, de es-tablecer una verdadera corte per-manente en forma paralela a la lla-mada Corte Permanente de Arbi-traje. La teoría que se defendióafirmaba que las disputas entre losEstados se solucionarían más fácil-mente si se creaba un verdaderotribunal judicial permanente. EstaCorte Permanente promovería lasolución pacífica de las disputas in-ternacionales, dando la seguridaden caso de discutirse derechos le-gales de que se llegaría a una deci-sión basada en el derecho y no auna fundada sobre motivos de com-promiso, a la cual las Cortes de Ar-bitraje pudiesen verse inclinadas.No se trataba de desalojar a lostribunales de arbitraje ya creados,sino completar el arbitraje median-te lo que llegó a ser conocido como"solución judicial".

5.—El arreglo judicial.

a.—La Corte Permanente deJusticia Internacional.

Predecesora de la actual CorteInternacional de Justicia, esta Cor-te sirvió a los fines de la Liga delas Naciones. El 1? de junio de 1920un Consejo Asesor de juristas re-dactó un proyecto para la institu-ción de la Corte Permanente daJusticia Internacional. Cuando es-te esquema fue presentado ante elConsejo y la Asamblea de la Ligade las Naciones, dichos organismoslo enmendaron en varios puntos, es-pecialmente en lo que respecta a ladisposición que establecía el arbi-traje compulsivo dentro de un cam-po determinado. Esta disposiciónfue redactada nuevamente bajo laforma de obligación condicional, enlo que se refería a la aceptación in-dependiente de los miembros, pormedio de lo que denominó "Cláu-sula Optativa", de manera que losEstados estuvieran en libertad deaceptar o no la obligación particu-lar. El proyecto así enmendado fueaprobado finalmente por la Asam-blea el 13 de diciembre de 1920 ybajo la forma de un "estatuto" sele agregó al Protocolo firmado el16 de diciembre de 1920. En di-ciembre de 1942, el Protocolo yahabía sido ratificado por 51 Esta-dos. En 1929 se hicieron una seriede enmiendas al Estatuto, las quefueron recopiladas en un nuevoProtocolo que se remitió a losmiembros para su ratificación. Elprincipal problema que adolecía es-ta Corte eran las relaciones un tan-to complicadas con la Liga de lasNaciones. El Protocolo fue firma-do y ratificado como un Tratadoindependiente, de manera que losderechos y obligaciones de afilia-ción a la Corte eran independientesde los de afiliación a la Liga.

b.—La Corte Internacional deJusticia

Comenzó su existencia con la ra-tificación de la Carta de las Na-ciones Unidas. El artículo 92 de laCarta se refiere a la nueva Cortecomo al "órgano jurídico principalda las Naciones Unidas" y estable-ce que la Corte deba funcionar deacuerdo con el Estatuto anexo "quese basa en el Estatuto de la Cor-te Permanente de Justicia Interna-cional" y forma parte integral deesta Carta".

La jurisdicción de la Corte, aligual que la de su predecesora,comprenda todos los casos que laspartes la sometan y todos los asun-tos considerados especialmente enla Carta de las Naciones Unidas, oen tratados vigentes.

Los Estados que son parte delEstatuto pueden declarar en cual-quier momento que "reconocen co-mo compulsiva ipso facto y sin lanecesidad de un acuerdo especial",siempre en relación con cualquierotro Estado que haya aceptado lamisma obligación, la jurisdicciónde la Corte en todos los conflictoslegales vinculados a:

1) La interpretación de un Tra-tado.

2) Cualquier problema de Dere-cho Internacional.

3) La existencia de cualquierhecho que de ser establecidorepresentaría una violación dela obligación internacional.

4) La naturaleza o alcance de lareparación que debe hacersepor la violación de una obliga-ción internacional.

El derecho que la Corte debíaaplicar fue fijado en términos idén-ticos a los del Estatuto anterior.La primera elección de miembrosde la Corte Internacional de Justi-cia tuvo lugar el 6 de febrero de

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1946 y la Corte celebró su primerasesión regular el 18 de abril de1946.

6.—Procedimiento de Conciliación

Método de someter las disputasa una comisión constituida previa-mente, que disfrute de la confian-za de los Estados en conflicto y cu-yo deber es encaminar todos losaspectos del conflicto para remitirluego a las partes un proyecto desolución basado en la equidad y lasconcesiones mutuas, que éstas es-tén dispuestas en libertad de acep-tar o rechazar. El nacimiento deeste procedimiento surgió de la ne-cesidad de fortalecer la obligaciónde someter los problemas a una so-lución pacífica. De esta forma semotivaba a los Estados miembros,desde la época de la Liga de lasNaciones, a formalizar este tipo detratados bilaterales, que crearancomisiones especiales a las que pu-dieran remitir en primer términolos conflictos para que ellos no lle-garan en forma inmediata al con-sejo.

7.—Pactos, acuerdos y tratadosregionales

Numerosos son los documentosque se han firmado entre Estadospara asignar la solución pacífica odentro del contexto de diferentesorganizaciones regionales y que hansido descritas como los procedi-mientos alternativos de mediación,comisiones investigadoras, comisio-nes de conciliación, tribunales dearbitraje y cortes de justicia. En elmarco latinoamericano se destacael Pacto de Bogotá llamado tambiénTratado Americano de SolucionesPacíficas, que regula detalladamen-te los procedimientos de buenos ofi-cios, mediación, investigación, ar-bitraje y procedimiento judicial.

IV.—CONCLUSIONES

A.—Generales

1.—La guerra, actualmente co-mo principio, está prohibida perohay excepciones de guerras permiti-das. A esta situación se ha llegadoa través de un largo proceso. En elmomento presente, el principioprohibitivo es muy amplio, pues se-gún el artículo 2-4 de la Carta delas Naciones Unidas se prohibe re-currir a la fuerza y a la amenazade la fuerza, en cualquier forma in-compatible con los propósitos de laspropias Naciones Unidas, segúninterpretación del Consejo de Se-guridad o de la Asamblea General,en casos debidamente calificados.

Como excepciones hay que apun-tar el caso clásico de la legítimadefensa individual o colectiva delos Estados, así como el de la ac-ción bélica de las Naciones Unidasy excepcionalmente de otras orga-nizaciones regionales.

La otra cara de la prevención dela guerra es la de su obstaculiza-ción, limitando o reduciendo losmedios para llevarla a cabo, es de-cir, el armamento. Todos los inten-tos en este sentido y las realidadesconseguidas en este campo, se en-globan genéricamente bajo el con-cepto de desarme, cuya situaciónactual no es verdaderamente muysatisfactoria. También se puede in-cluir bajo el epígrafe de represiónde la guerra, el castigo de los de-litos cometidos con ocasión de lamisma. La normativa actual al efec-to ha venido a distinguir entre loscrímenes contra la paz, los críme-nes de la guerra y los crímenescontra la humanidad. Nacida estaregulación a raíz del fin de la Se-gunda Guerra Mundial, actualmen-te se encuentra casi en el mismoestado en que nació sin que se ha-yan dado pasos decisivos para crearun sistema internacional penal só-

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lido, coherente y actualizado en es-te aspecto. Las llamadas "leyes dela guerra" son ciertamente unaamalgama de normas sin conexiónunas con otras, de manera que nohay exageración en decir que el De-recho de la Guerra es la rama delDerecho Internacional más aban-donada.

2.—A través de los esfuerzos dela Asamblea General, del Consejode Seguridad y del Secretario Ge-neral, durante los últimos 35 añoslas Naciones Unidas han contribui-do a la solución pacífica de los dife-rendos internacionales. No obstante,en opinión de muchos, ese aportedebería ser más eficaz. ¿Cuáles sonlas razones de tales críticas ? Pese asus limitaciones, la Carta provee unmarco básico para lograr por me-dios pacíficos y de conformidad conlos principios de justicia y del dere-cho internacional el ajuste o arreglode controversias o situaciones inter-nacionales susceptibles de conducira quebrantamientos de la paz. Setrata evidentemente de funcionessumamente difíciles y de gran res-ponsabilidad, cuyo ejercicio en esteámbito corresponde a las NacionesUnidas. Esas dificultades tienen suorigen en la reticencia de los Es-tados, que a su vez se refleja en losórganos políticos de la organiza-ción, a someter sus controversiasante una jurisdicción internacional.Esta actitud se basa en razones desensibilidad política y en el temora las consecuencias imprevisiblesque pueden derivarse de un debatede la controversia en los foros po-líticos de la ONU. Por ello, los me-canismos de solución pacífica, quela Asamblea incorporó en las últi-mas décadas con el propósito de me-jorar la eficacia del régimen, nohan sido en general utilizados.

En este sentido cabe hacer pre-sente la falta de voluntad políticade muchos Estados para sometersus conflictos al contexto de solu-ción pacífica, lo cual a la larga los

lleva a enfrentar situaciones de ca-rácter internacional extremada-mente más difíciles.

En los últimos años se ha adver-tido una corriente significativa endistintos foros de las Naciones Uni-das en favor de los métodos diplo-máticos de arreglo pacífico frentea la declinación de los sistemas obli-gatorios de solución judicial. Esatendencia, uno de cuyos pilares esla libertad de elección de los me-dios, pugna por conservar la op-ción de una negociación en la fasedefinitiva del arreglo. Según susdefensores no se trata de descartaral derecho internacional, sino deaplicarlo a la luz de las circuns-tancias del caso. Al mismo tiempo,al no perder el control del procesode solución, los gobiernos aseguranque toda fórmula de compromisodebe contar con una expresa acep-tación poniéndose a cubierto decualquier consecuencia periudicial,particularmente de tipo político, enel orden interno. De este modo, pue-de llegarse a una real superacióndel conflicto, garantizada por elcumplimiento de lo convenido entrelas partes.

B.—Referidas al Continenteamericano

3.—La práctica americana indi-ca algunos aspectos de interés quepodrían tenerse en cuenta para losefectos de facilitar el desarrollo dela solución pacífica de controver-sias entre los países del continente.La primera explicación de impor-tancia se refiere a las normas pro-cesales aplicables. Es evidente, a laluz de esa práctica, que los paísesde la región no desean verse some-tidos a rígidos cánones procesalesque reglamenten minuciosamentetodos y cada uno de los pasos quedeban darse para poner en marchaun determinado procedimiento. Eneste sentido, el modelo de instru-mento general sobre solución de

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controversias, que en su época re-presentó el Pacto de Bogotá, cier-tamente ya se encuentra superadoen función de las realidades impe-rantes en la región. Si bien se pre-vé un conjunto amplio de alterna-tivas, dispone estructuras procesa-les en cierto modo rígidas. La ten-dencia que debería promoverse parael futuro consiste más bien en per-mitir una gran flexibilidad, no só-lo en la opción entre diversos proce-dimientos, sino también en cuantoa las reglas procesales aplicables almétodo escogido. Por la misma ra-zón se hace poco viable la idea depoder llegar a un nuevo instrumen-to general sobre solución de con-troversias, que pudiese eventual-mente reemplazar al Pacto de Bo-gotá.

Cualquier instrumento de estanaturaleza debiera, por cierto, con-sagrar la obligación de solucionarlas controversias por medios pací-ficos, establecer las opciones en unsentido amplio y contemplar lasnormas procesales mínimas, peroen ningún caso pretender una co-dificación detallada.

4.—Más allá de los aspectos pro-cesales, la práctica americana in-dica de una manera clara que la ba-se para el éxito de un procedimien-to de solución de controversias ra-dica en su carácter CONSEN-SUAL, esto es, que no sea la resul-tante de una imposición, sobre to-do político, sino el producto de unprocedimiento libremente conveni-do.

Un claro ejemplo de este reque-rimiento puede apreciarse en la ex-periencia habida en relación a al-gunas resoluciones de la AsambleaGeneral de la OEA, que han pre-tendido imponer a algún país miem-bro un determinado procedimientoy además pronunciarse sobre algu-nos de los elementos sustantivos in-volucrados en la controversia.Cuando ello ocurrió, la actitud deese determinado país fue la de un

rechazo absoluto. En cambio, cuan-do en una etapa posterior se havalorizado debidamente el carácterconsensual que debe prevalecer, noha habido obstáculos para que esemismo país pueda adherirse al con-senso.

En otras actuaciones de los or-ganismos internacionales que co-rresponden a materias con un mar-cado carácter político y que por lomismo suscitan controversias deimportancia, se observa tambiénque en la medida en que se prescin-de del elemento consensual y seprocura imponer una solución de-terminada, tampoco se logra alcan-ar un resultado exitoso; más bien;por el contrario, muchas veces lassituaciones de que se trata han ten-dido a agravarse.

Las condiciones necesarias de ar-monía y tranquilidad son funda-mentales durante el recurso a unprocedimiento determinado, paraque ello pueda desarrollarse nor-malmente y se logren resultadossatisfactorios. En particular, es in-dispensable que se excluya de ma-nera determinante la amenaza o eluso de la fuerza para decidir lacontroversia de que se trate.

Aun cuando todos los instrumen-tos internacionales, como la Cartade las Naciones Unidas y de la OEAentre muchos otros, consagran demanera solemne la prohibición derecurrir al uso de la fuerza o a laamenaza del uso de la fuerza, enel hecho esta norma no logra con-solidarse de manera definitiva, nisiquiera entre los países latinoame-ricanos. Este es probablemente elobstáculo más serio que todavíaexiste para el perfeccionamiento dela solución pacífica de las contro-versias entre los países de esta re-gión y, por ello, su remoción es qui-zás la primera prioridad entre lastareas que deben emprenderse parael futuro en este plazo. Ha llegadoel momento de que los países lati-noamericanos especialmente puedan

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comprometerse de la manera mássolemne a renunciar al uso de lafuerza y a la amenaza del uso dela fuerza en sus relaciones recípro-cas, renovando asimismo su obliga-ción de solucionar las controversiaspor los medios pacíficos que hayanconvenido o puedan convenir.

No obstante la simpleza que ten-dría un tratado que consagrara

esos dos principios de manera so-lemne, constituiría la más defini-tiva, demostración del grado de ma-durez internacional que ha alcan-zado América Latina. A la vez, ellole permitiría una vez más efectuaruna notable contribución al desa-rrollo del Derecho Internacional yalejar de nuestro horizonte al másdesgraciado fenómeno social de to-dos los tiempos: la guerra.

BIBLIOGRAFIA CONSULTADA

1.—De la Guerra I, II, III, IV.—Gral. Carlos Von Clausewitz. Impresora LeonardoS.A.C. Jun. 1968, Bs. Aires.

2.—El Panamericanismo.—José Joaquín Caicedo Castilla. Roque De Palma. 1961,Bs. Aires.

8.—El Derecho de la Guerra.—José Luis Fernández Flores. Colección Edic. Ejér-cito. 1982, Madrid.

4.—Perspectivas del Derecho Internacional Contemporáneo.—Francisco Orrego Vi-cuña. Instituto de Estudios Internacionales de la U. de Chile. 1981, Santiago.

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6.—El Sistema Interamericano.—Gordon Connell-Smith. Fondo de Cultura Econó-mica. 1971, México.

7.—Fundamentos políticos del Derecho Internacional.—Kaplan y Katzenbach. Limu-sa-Wiley S.A. 1965, México.

8.—Direito Transnacional.—Philip C. Jessup. Fondo de Cultura. 1965, Brasil.9.—Carta de las Naciones Unidas y Estatuto de la Corte Internacional de Justicia.

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O.E.A., 1980, Washington.11.—Entrevista con: Embajador Permanente de Chile ante la Organización de Es-

tados Americanos, Sr. Pedro Daza. 1983, Washington.

SELECCION PSICOLOGICA DELPERSONAL DEL EJERCITO

Dirección del Personal del EjércitoSección "Asesoría Psicológica"

A.—Fundamentos para la selección psicológica y orientación del per-sonal del Ejército en esta materia.

1.—Cartilla de Procedimiento de Administración de Personal "Se-lección Psicológica", CARPRO Nº 19:

"A través de los múltiples estudios psicológicos realizados en nues-tro país y en países extranjeros, se ha verificado que los miembros deuna comunidad tienen diferencias individuales importantes en cuanto asu comportamiento, a su capacidad de comprensión, a sus intereses y asus formas de conducta en general frente al medio ambiente. Esto hahecho necesario que la Ciencia Psicológica tenga entre sus preocupacio-nes fundamentales, el estudio de estas características personales de losindividuos y se ha preocupado de reclutar a los más aptos para desem-peñarse óptimamente en un puesto mediante la selección y orientaciónde personal".

2.—El párrafo anterior corresponde al fundamento del proceso deselección psicológica establecido en nuestra Institución. Para llevar acabo esta misión existe en el Ejército un organismo técnico en calidadde asesoría formado por profesionales psicólogos, con vasta experienciaen lo que corresponde al área de selección, siendo esta actividad una delas misiones que le compete a la "Asesoría Psicológica", la cual es unorganismo dependiente de la Dirección del Personal del Ejército.

3.—Es de máximo interés para los profesionales psicólogos dar aconocer en forma clara y precisa cuál es la base del proceso denominado"Selección Psicológica" que se realiza habitualmente para la contrata-ción, reincorporación y recontratación del personal, así como para la se-lección psicológica para nuevos cargos y para la realización de cursos enla Institución. Se estima que la divulgación de los contenidos que estruc-turan el proceso selectivo facilitará su comprensión y aportará a ladinámica de la acción psicológica en la Institución.

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Para comprender qué significa "Selección Psicológica", es necesariodefinir algunos de los aspectos básicos, que son tratados a continuación.

B.—Selección.

1.—Selección, como su nombre lo indica, significa escoger, y se es-coge bajo la suposición de que los escogidos tienen mayores probabili-dades de ser mejores en los puestos laborales que los no escogidos. Lalabor del psicólogo consiste en asegurarse que este supuesto sea realmen-te válido como resultado del empleo de instrumentos y procedimientoscientíficos objetivos.

2.—Resulta evidente que las personas tienen diferencias entre sí,y para conocer las características de las personas y evaluar sus diferen-cias han sido construidos los llamados tests psicológicos. La existencia dediferencias individuales proporciona la base para el proceso de selección,cuya finalidad es la de aprovecharlas plenamente para seleccionar enprimer término a las personas que poseen mayor cantidad de atributosinherentes al éxito en el puesto.

3.—El proceso de selección es sólo el resultado final de un largotrabajo previo que es muy poco conocido:

a. Esta labor se inicia recogiendo la inquietud del Mando de mejo-rar la calidad del elemento humano que está ingresando a desem-peñar funciones laborales en la Institución.

b. El paso siguiente consiste en determinar las características delpuesto de trabajo en sus diversos componentes, examinando: exi-gencias, condiciones y deberes, aspectos que darán origen a ladeterminación de las habilidades individuales que debe tener lapersonas para desempeñarse eficazmente en ese puesto; este pro-ceso es conocido por "análisis de cargo".

c. Con estos antecedentes recolectados y estructurados se procedea estudiar cómo determinar a través de algún tipo de medidaobjetiva, las características de los postulantes, comparándolascon los requisitos del cargo, discriminando entre los que cum-plen en alguna medida con ellos y los que no. Esto es seleccionar.Mientras más fielmente se cumple con el proceso de selección,más se beneficia la Institución, pues contará con mejor perso-nal, lo que incidirá en aumento de la eficiencia y eficacia en elcumplimiento de las metas inherentes a ella.

C.—Instrumentos de Selección.

1.—Los instrumentos de selección, conocidos con el nombre de prue-bas o tests psicológicos, presentan una serie de características especiales,están respaldados por un complejo estudio para llegar a su construcción,en el cual se utiliza la metodología estadística, de manera que un ver-dadero test debe satisfacer requisitos básicos y rigurosos, como por ejem-plo: confiabilidad y validez estadística, estandarización, representativi-dad, etc. Todos ellos necesarios para que sus resultados nos indiquenobjetivamente cómo es un sujeto en relación a patrones generales pre-viamente establecidos. Por ejemplo, una prueba de capacidad intelectualdebe ser capaz de indicarnos cómo es el desempeño del sujeto en com-paración con la población en general. Como sabemos que la capacidad

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intelectual (C.I.) es relativamente estable en la vida del sujeto,, todaslas veces que tomemos su C.I. con una prueba de inteligencia, su resul-tado deberá ser similar (confiabilidad de la prueba).

2.—Pruebas o tests psicológicos existen muchos y en general estánapuntados a áreas específicas, como capacidad intelectual, personalidad,habilidades específicas, intereses, etc. Estas pruebas pueden ser admi-nistradas en forma colectiva y/o individual, y en nuestro caso por lascaracterísticas propias del trabajo de selección (gran cantidad de perso-nal postulante) son utilizados preferentemente los tests de tipo colectivo,lo que permite economía en tiempo y recursos. Algunas de las principa-les ventajas de las pruebas psicológicas es que son una muestra objetivay estándar de conducta, tienden a estar menos sujetas a los prejuicios,su costo es bajo y permiten reunir una gran cantidad de informaciónen un período de tiempo relativamente corto.

3.—Es importante aclarar que en algunas ocasiones aparecen en pu-blicaciones cuestionarios mal llamados "tests psicológicos", en los cualesla persona que los lee se autocalifica en una serie de preguntas obtenien-do una información supuestamente de sus características personales; és-tas no son pruebas psicológicas, pues carecen de toda objetividad y criteriode construcción y evaluación.

4.—Las pruebas psicológicas son uno de varios instrumentos y pro-cedimientos técnicos utilizados en el proceso selectivo, los cuales se vanadecuando al tipo de características de los sujetos que se desea conocer.Cuando estas características pertenecen"a diferentes descripciones decargos, se les da a estos tests la ponderación que les corresponde. Es así co-mo, por ejemplo, la característica de personalidad, de buen contacto ybuenas relaciones interpersonales, considerada como muy necesaria parael personal que va a la Antártida, no tiene tanta relevancia en activida-des como las que realiza el criptógrafo. Por lo tanto, si en este últimocargo el sujeto fuera más bien solitario, la característica mencionada,medida con una misma prueba, sería evaluada como de menor importanciay no incidiría en el resultado final.

5.—Como las pruebas psicológicas permiten realmente conocer diver-sos aspectos de la capacidad, personalidad, intereses y habilidades especí-ficas de la persona a la que se aplican, está establecido como "Regla EticaPermanente", que los resultados específicos de las pruebas no deben serutilizados para otros fines que no sean los que el sujeto aceptó al con-testarlas, esto es si era o no apto para el cargo.

Es por eso que la información específica y en detalle está sólo al al-cance del interesado siempre que lo solicite. Así está señalado en la CAR-PRO Nº 19, en el punto B.—"Procedimientos Técnicos" Nº 16 (Pág. 9).

"Ningún miembro de la Institución, salvo que sea psicólogo o el pro-pio interesado, podrá solicitar información adicional sobre un postulantefuera de la categoría en que se ha diagnosticado el informe para no me-noscabar la imagen, prestigio y honor de dicho postulante con posibles in-fidencias en la tramitación de documentos".

D.—Selección e ingreso a la Institución

1.—Una de las áreas de selección más importantes a juicio de los es-pecialistas, para mejorar la calidad del recurso humano en la Institución,es la del ingreso a las Escuelas Matrices del Ejército. En el caso especí-fico de la Escuela Militar esto ha sido señalado como absolutamente ne-

cesario. Y fue confeccionado por parte de la Dirección de la Escuela y susasesores un "Perfil del Oficial Básico", en el cual están considerados entreotros aspectos las aptitudes psicológicas del futuro Oficial, en las cualescabe destacar:

a. "Una capacidad intelectual normal o superior al promedio, que lofaculte para desempeñarse en sus actividades militares, a la vezque seguir perfeccionándose en la carrera de las Armas".

b. "Una estabilidad emocional que le haga posible resolver proble-mas con la misma eficiencia, tanto en circunstancias "normales"como en situaciones especiales y "de guerra".Estas características conservan plenamente su validez y siguenconstituyendo las bases en las cuales está asentado el proceso se-lectivo de los Cadetes.

2.—La capacidad intelectual que permite un buen nivel de captacióny comprensión de las materias propias de estudio y una estructura de per-sonalidad acorde con los requerimientos de estabilidad y flexibilidad paraenfrentar las contingencias en su desempeño como Cadete y futuro Ofi-cial son los aspectos psicológicos más importantes en la evaluación deingreso.

Además de este examen de ingreso, el Mando de la Institución haconsiderado necesario que la Asesoría Psicológica cumpla una permanen-te labor de control y orientación a los alumnos de la Escuela en sus dife-rentes niveles.

3.—Al igual que en la Escuela Militar también se considera en elproceso de ingreso a la Escuela de Suboficiales un Examen Psicológicocuyo fundamento no difiere del empleado para la Escuela Militar:

a. Capacidad intelectual normal o superior que le permita compren-der y aplicar los conocimientos impartidos que llevan a la forma-ción del instructor.

b. Estructura de personalidad que le permita enfrentar los requeri-mientos de la vida militar.

También en este caso, por disposición superior, la Asesoría Psicológi-ca ayuda a orientar la elección de especialidades y a evaluar la adaptaciónal régimen institucional.

4.—Como se puede apreciar, la presencia de la selección psicológicaen el proceso de ingreso a las Escuelas Matrices es necesaria para poderentregar durante la formación militar el material humano más óptimodesde el punto de vista psicológico, con el consiguiente mejor aprovecha-miento de todos los recursos destinados a la formación del futuro Oficialo Suboficial.

E.—Selección y Cursos Institucionales o Misiones

1.—Un curso de especialización implica la formación de especialistasque serán preparados para ejercer su acción en áreas específicas. Portanto a la Institución le es de sumo interés que estos especialistas cum-plan con los requisitos básicos psicológicos de manera de aprovechar y re-cuperar en eficiencia los recursos invertidos en su preparación; es por

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ello que existe dentro de las exigencias de ingreso, el requisito de ExamenPsicológico, el cual se va adecuando a las características del perfil psico-lógico elaborado para cada uno de estos cursos, de acuerdo al análisis delcargo. Es así que, las características psicológicas del perfil varían, yase trate de postulantes a la Academia de Guerra, Academia Politécnica,Cursos de Especialidades Secundarias u otros.

2.—Si observamos el proceso que se ha descrito, "Selección Psicológi-ca", ésta es una herramiento especializada y flexible que se adapta a losdistintos requerimientos del Mando, con una finalidad clara y precisa,optimizar los recursos que se disponen en relación al potencial humanoinstitucional.

Si se especifica que es especializada, esto indica que sólo puede serutilizada con acabado conocimiento técnico de los complejos procesos queimplica y es por ello que está en manos de profesionales espeialistas queson los Psicólogos.

Si se indica que es flexible, se está señalando que se adapta a diversassituaciones y personas sin perder en eficiencia y efectividad. Es así, porejemplo, como es posible evaluar personal de soldados de regiones ruralesque presentan, por condiciones climáticas, geográficas, culturales y/o so-ciales, un enfrentamientq deficitario a los requisitos de ciertos cargos,pero que tienen potencialidades adecuadas susceptibles de ser desarrolla-das con entrenamiento. Frente a este tipo de situaciones, la asesoría psi-cológica en el proceso selectivo procede a realizar análisis metodológicosíntragrupales que permiten seleccionar mejor a estos postulantes compa-rándolos con su propio grupo de referencias y no con otros grupos de dis-tinto nivel, lo cual perjudicaría la captación de la real potencialidad deesos individuos y aumentaría el porcentaje de rechazos. Ocurre lo mismoen otros procesos selectivos, tales como adolescentes que postulan a lasEscuelas Matrices, profesionales que ingresan a la Institución, Oficialesy Cuadro Permanente que van a la Antártida, postulantes femeninos aESFEMIL., etc.

3.—Todo el proceso descrito tiene como objetivo, tal como fue señala-do, dar a conocer el porqué de este tipo de acción y despejar algunas in-cógnitas que, por ser el proceso poco conocido, tienden a mantenerse en elámbito institucional.

Se espera con el desarrollo anteriormente presentado, ayudar a estafinalidad.

INTRODUCCION A LA INFORMATICAY COMPUTACION

ALVARO DELGADO BENITEZMayor

1.—INTRODUCCION

D ESDE la creación del primercomputador en el año 1942,el desarrollo tecnológico

hasta la fecha ha tenido un avancetal que hace difícil pronosticar los

avances que alcanzará en años más.La confiabilidad, capacidad y ve-

locidad de proceso son caracterís-ticas hoy alcanzadas que no imagi-naron sus creadores. A modo decomparación con otras industriascomo la automotriz, en cuanto a

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probabilidades de falla, tiempo defuncionamiento (o recorrido) entrerevisión y revisión, hubiese segui-do el mismo ritmo que lo evolucio-nado en computación. Un auto de-biera poder recorrer 80.000 km.sin necesidad de mantenimiento.

El avance logrado es de tal mag-nitud que no somos capaces de ab-sorber y que nos presenta un desa-fío, por cuanto ha producido talimpacto en la sociedad que nos ha-llamos inmersos en una revolucióntecnológica que hace necesario quese entienda cómo poder usar estaherramienta. La Computación y laInformática se introducirán sutilpero seguramente en casi todasnuestras actividades en la vida. Co-nocerla es una imposición de nues-tro tiempo, guste o no.

Sin embargo, hay que hacer unaacotación paradojal y dramática."Las máquinas cuyo espectacularavance es una realidad no son lomás importante en el desarrollotecnológico informático".

Mucho más importante es tenerprogramadores que sepan progra-mar bien, tener analistas que ha-gan buenos análisis de sistemas,pero sobre todo tener usuarios,usuarios que comprendan sus pro-blemas y sean capaces de definirlosclaramente.

Es curioso que los fracasos enInformática y Computación no pro-vengan da la operación de las má-quinas que han avanzado tan ver-tiginosamente en sólo 30 años y se-ría comprensible una dificultad pa-ra manejarlas. Los fracasos princi-pales han provenido de una activi-dad que el hombre ejecuta desdeque se levantó el primer homo-sa-piens, pensar.

Por lo indicado precedentemen-te, lo que a continuación se exponees un intento de desconocer el gra-do de misticismo que lo cubre, dan-do una visión global de lo que esInformática e introduciendo algu-na terminología técnica muy en usoy cuyo desconocimiento dificulta lacomprensión de esta herramienta.

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- EL USUARIO : - FIJA OBJETIVOS DE INFORMACION

-IDENTIFICA EL PROBLEMA

-DETERMINA LAS NECESIDADES DE IN-FORMACION

-ADMINISTRA EL PROYECTO

-CONTROLA SU AVANCE

— La participación del USUARIO (E¡. Gerente de Personal),es básica y primordial.

2.—INFORMATICA

La Informática es una tecnologíaque permite el tratamiento de lainformación. Es una herramientatanto de apoyo a la administracióncomo para desarrollar técnicas deprocesamiento de datos.

Al desarrollar estas técnicas me-diante la Informática, se procuróminimizar el costo y el tiempo deoperación de estos procesos.

La Computación, como la partetécnico-práctica de la Informática,es la encargada de la aplicación deestas técnicas mediante el uso deun computador.

Es claro entonces que es posibledesarrollar técnicas de procesa-miento de datos sin necesidad deque sean aplicadas mediante laComputación, es decir, sin el usode un computador. Estas técnicas,en este caso, pueden ser aplicadasmanualmente. En consecuencia, po-demos señalar que es posible queexista Informática, sin necesidadde que exista un computador. Porel contrario, si disponemos de unprocesador de información automá-tico (computador) y conocemos suestructura y su funcionamiento(computación), necesitaremos enalgún momento desarrollar técni-cas que nos permitan procesar in-formación de la forma más óptimaposible. Es decir, necesitamos de la"Informática".

En conclusión, podemos señalarque es poco probable la existencia

de la Computación sin que existala Informática.

Finalmente, la aplicación de JaInformática a la administración deempresas u organizaciones da ori-gen a los sistemas de informaciónadministrativos.

2.1. Sistemas de informaciónadministrativos

Un sistema de información ad-ministrativo es un conjunto de re-cursos humanos y materiales queregidos por procedimientos, ejecu-tan un conjunto de procesos Ínter-relacionados para lograr un obje-tivo común. El objetivo es siempredel tipo: captar, procesar, almace-nar y entregar información útil pa-ra la realización y control de lasmetas de la organización.

De la definición anterior se con-cluye que hay tres aspectos básicosde cuya interrelación han nacidolos sistemas de información admi-nistrativos, y ellos son:

—Teoría de Sistemas—Teoría de la Información—Principios de Administración

Agregándose a lo anterior, elProcesamiento de Datos cuando élse ha empleado.

2.1 .1 . Teoría de Sistemas

La Teoría General de Sistemases una ciencia que está en sus ini-

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cios, siendo un nuevo enfoque de larealidad, que busca la integraciónde todas las ciencias mediante unlenguaje común. De hecho, es unenfoque integrador en contraposi-ción con el enfoque analítico clási-co, preocupándose de todo fenóme-no asimilable al concepto de "sis-tema".

Se define como sistema a un con-junto de entes o elementos que es-tán interrelacionados entre sí paraalcanzar un objetivo. Se da especialimportancia a los objetivos e inter-relaciones.

De la definición anterior, apare-ce claro que toda organización esen el fondo un sistema. Se dijo queun sistema estaba formado por

partes que interactuaban; ahorabien, esta interacción toma la for-ma de entradas y salidas, pudiendoser físicas o información.

Cuando las interrelaciones estánpobremente definidas en una em-presa o institución, cada organis-mo trata de optimizarse creyendoque es el más importante, fomen-tándose así la competencia entrelas partes y no la complementa-ción entre ellas. Es así como el je-fe más "peleador" obtiene más re-cursos y no el más importante, típi-co de la política de administraciónpor "feudos".

A lo anterior, debe buscarse laoptimización del todo, para lo cuales necesario a veces suboptimizar

SISTEMAS DE INFORMACION

ADMINISTRATIVOS

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alguna de las partes. ¿Cómo? Fi-jando claramente las reglas del jue-go entre las partes mediante polí-ticas, procedimientos, normas pa-ra la coordinación. No basta dispo-ner "la coordinación la hará fula-no", hay que fijar lo anteriormen-te dicho.

2.1.2. Teoría de la Información.Esta teoría considera a la Infor-

mación como un recurso tan im-portante como el recurso humano,material o financiero, por cuanto,como todo recurso, contribuye allogro de los objetivos de la orga-nización.

Este recurso, para que sea váli-do (útil) debe reunir requisitos decalidad tales como: veracidad,exactitud, oportunidad, completa yrelevante.

Por lo tanto, las organizacionesnecesitan de la Informática debi-damente organizada, tal como sepreocupan de estructurar funcioneso administrar otros recursos.

Se considera que informaciónútil es aquella que permite tomardecisiones, y si la información me-jora en su calidad, queda en quientoma alguna decisión una mayortranquilidad respecto a la decisióntomada.

Por lo tanto, la información esun conjunto de antecedentes quepermiten reducir la incertidumbresobre una situación o problema. Esasí como a la ausencia de informa-ción, obviamente la incertidumbrees total, pero a un exceso de infor-mación también aumenta la incer-tidumbre, debido a una saturaciónde los canales de información, a uncosto y esfuerzo inútil, producien-do una falsa sensación de trabajo.Lo óptimo es entonces equilibrar lacantidad de información, a fin deproducir al mínimo la incertidum-bre, ya que ésta nunca dejará deexistir.

2.1.3. Principios de Administra-ción

La administración es un ciclocerrado de etapas bien definidas yque son: planificar, organizar, di-rigir y controlar.

Los niveles de gestión reconoci-dos son: el estratégico, cuyo con-cepto preponderante es la efectivi-dad, es decir, la medida de lo al-canzado versus lo planeado, el nivelde gestión, dando énfasis a la op-timización de los recursos, es decir,la eficiencia, y el nivel operacionalque da centro a la ejecución.

La administración por objetivospercibió impulsos de la Teoría Ge-neral de Sistemas, dando prepon-derancia principal a los objetivos,estando en contraposición total ala administración por tareas (muycomún) ; presenta la desventaja querequiere recursos humanos de buennivel.

Una organización que da mayorpreocupación a las tareas que a losobjetivos se nutrirá de los fraca-sos, y frases como "necesito perso-nal", "necesito medios", "no ten-go oficina", etc., serán comunes.Una organización debe crecer sicumple sus objetivos, es decir, sigana dinero; éste es un objetivoclaro y perfectamente definido.

2.1.4. Procesamiento de Datos

El origen del Procesamiento deDatos dentro de las empresas fue-ron los equipos U.R. (Unit Re-cord) . Estos equipos, por su es-tructura y capacidad, tendieron agenerar sistemas descentralizados,cuyo objetivo era resolver proble-mas administrativos de gran volu-men (sueldos, facturación, cuen-ta corriente) en forma separada ysin existir la posibilidad real dejuntar la información para hacerun proceso distinto. En la prácti-ca, es mayor el número de infor-

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mación-contable y eso hizo quefuera conveniente la aplicacióndel procesamiento de datos en esaárea. Es por esto que casi todoslos equipos de registro unitario queexistan en el país dependen fun-damentalmente del área financie-ra, esquema que se mantiene has-ta la entrada del computador.

Los computadores permiten lacentralización y es hacia allá don-

de se han encaminado los esfuer-zos. Ahora bien, el problema de lacentralización que se ha ido origi-nando no es fácil de resolver, puesimplica la integración de la orga-nización, labor muy compleja, querequiere cambios de funciones, re-asignación de puestos, conocer lasinterrelaciones, conocer qué partesde éstas se usan, por quien, conqué frecuencia, etc.

A D M I N I S T R A C I O N

COMPARACION TERMINOLOGIA DE ADMINISTRACION

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La práctica ha demostrado quela solución no está en un sistemaabsoluto centralizado o en un sis-tema absolutamente descentraliza-do. La solución está en un sistemaque permita procesar cosas centra-lizadas en aquellos casos en que esadecuada esta forma de proceso yque, a su vez, haga posible procesaren forma descentralizada las apli-caciones que por sus propias ca-racterísticas es bueno que seandescentralizadas.

El problema consiste en determi-nar las condiciones de proceso másadecuadas para cada caso dentrode la empresa.

2. 2. Conclusiones

De lo hasta aquí expuesto se pue-den sacar las siguientes conclusio-nes:

—El funcionamiento de los "sis-temas" exige objetivos clarose interrelacionados muy defi-nidos.

—En "Información" no es váli-do el adagio "lo que abundano daña".

—Existen enfoques y técnicasadministrativas que nos ayu-dan a ser más eficientes yefectivos.

—Los problemas de una empre-sa no se resuelven con el solohecho de enchufar un compu-tador; la experiencia muestraque en estos casos pasa a cons-tituir un problema más.

3.—COMPUTACION

3.1. Computador

Es un procesador de informa-ción que puede realizar variadasoperaciones, ya sea aritméticas ológicas, sin intervención de algúnoperador humano durante su eje-cución.

3.2. Operación de un computador

Un sistema de procesamiento deinformación está compuesto de cin-co componentes básicos.

En un sistema manual, son per-sonas las que llevan a cabo las cin-co funciones, mientras que en unsistema de procesamiento de datosellas son llevadas a cabo por elcomputador. En ambos casos lasfunciones básicas son:

a) Ingreso de datos al sistema.b) Procesamiento de los datos.c) Mantención de archivos y re-

gistros.d) Desarrollo de procedimientos

y reglas que indiquen qué in-formación se necesita y cuán-do, dónde puede obtenerse ycómo usarse, así como pro-veer instrucciones a seguirpor el encargado del procesa-miento.

e) Preparación de los informesde salida.

En un sistema manual, la perso-na que lleva a cabo el procesamien-to recibe datos de entrada en for-ma visual o audible. Estos datosson guardados en su memoria (ce-rebro) , en almacenamiento de tra-bajo (hojas y papeles para elcálculo) o en archivos periféricos(kardex). Estos últimos aumentansu capacidad limitada de memoria,permitiéndole guardar grandes vo-lúmenes de datos. Sin embargo,cuando sea necesario un dato paraun procesamiento y éste se encuen-tre almacenado en uno de estoskardex, deberá leerse para memo-rizarlo o traspasarse a las hojas detrabajo. Con estos datos, la mentede la persona qué está haciendo conellas (tales como suma, resta yotras operaciones aritméticas) :guardar resultados, repetir las ope-raciones sobre otros datos del mis-mo tipo, compararla (para deter-

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minar si son o no iguales, mayoreso menores que una cierta cantidado son de un determinado tipo) y fi-nalmente entregar los resultadosde una manera predefinida.

Para poder realizar los cálculos,la persona debe conocer las reglas,normas, instrucciones y procedi-

mientos que regulen el procesa-miento (tales como fórmulas, nive-les máximos, etc.), sin los cualesno podría llevar a cabo el procesa-miento.

El computador cuenta con losmismos elementos básicos con quese llevan a cabo los procesos ma-

O P E R A C I O N E S D E U N C O M P U T A D O R

- INGRESO DE DATOS AL SISTEMA

- PROCESAMIENTO DE LOS DATOS

- MANTENCION DE ARCHIVOS Y REGISTROS

-DESARROLLO DE PROCESAMIENTO Y REGLAS QUE INDI-QUEN QUE INFORMACION SE NECESITA, CUANDO YCOMO

-PREPARACION DE LOS INFORMES DE SALIDA

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nuales. Sus ventajas son una ma-yor velocidad para realizar lasoperaciones aritméticas y lógicas,el gran volumen de datos quepuede almacenar y transferir agran velocidad y la gran confiabi-lidad y precisión que tienen sus re-sultados. Sin embargo, aunque losseres humanos son procesadoresineficientes, ellos son elementos vi-tales en la interpretación de resul-tados, en la consideración de varia-bles no cuantificables y en la tomade decisiones.

La operación de un computadorno es esencialmente más compleja

que la de un sistema manual, todavez que él recibe los mismos datosde entrada que recibiría un siste-ma manual, sólo que en distintaforma. Los datos deben traspasar-se a un medio leíble por un dispo-sitivo de entrada (por ejemplotarjetas perforadas) para que és-te lea o detecte estos documentos ylos deje en una forma adecuada aluso que hará el computador.

El procesamiento se lleva a caboen la unidad central de proceso(CPU), que es la componente másimportante del computador. Ellaejecuta las labores que en un sis-

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tema manual realiza la persona yque se traduce en dos funciones bá-sicas que son: la de "control" (en-cargada de la coordinación de to-dos los componentes del computa-dor) , y la "unidad aritmética-lógi-ca" (que realiza las tareas de su-ma, resta, división, multiplicación,comparación, desplazamiento, mo-vimiento de datos, etc.).

Una vez leídos, los datos son al-macenados para su procesamientoen la memoria principal, junto conlas instrucciones que contienen tan-to las reglas y procedimientos conque se quieren procesar éstos, co-mo las especificaciones de qué eslo que se quiere obtener como re-sultado.

La CPU puede ejecutar instruc-ciones sobre datos, solamente siambos están en la memoria princi-pal. Debe hacerse presente que elhecho de que las instrucciones quese deben seguir durante el procesodeben ser almacenados en la memo-ria (programa almacenado) esuna de las características principa-les del computador.

Si fuera necesario almacenargrandes volúmenes de datos pormás tiempo que el que duren loscálculos, se usan dispositivos de al-macenamiento secundario o memo-ria auxiliar, que tienen una mayorcapacidad que la memoria princi-pal y un mucho menor costo, perodesde los cuales hay mayor demoraen recuperar los datos necesarios,puesto que hay que traspasarlos ala memoria principal para su pro-cesamiento.

Por último, están los dispositivosde salida de la información resul-tante de los procesos. Estos dispo-sitivos reciben tal informacióndesde la memoria principal (dondefueron dejados por la CPU) y lapresentan en distintas formas. Elconjunto de entrada, de salida ymemoria auxiliar conectados a laCPU recibe el nombre de dispositi-

vos periféricos.

Todos los componentes electró-nicos, eléctricos y mecánicos quecomponen el computador reciben elnombre de HARDWARE, mientrasque las instrucciones que permitenllevar a cabo un procesamiento(agrupadas en programas) y losdatos que utilizaron, todos ellos al-macenados en la memoria, recibenel nombre de SOFTWARE.

3.3. El hardware

3.3.1. La unidad central deproceso.

La CPU es la unidad más impor-tante del computador en su con-junto, junto con la memoria prin-cipal. La CPU es el elemento másutilizado y, por lo tanto, más es-caso del computador; de aquí queen torno a ella se agrupen todoslos demás componentes de éste. LaCPU tiene dos unidades funciona-les, que son la unidad aritmética-lógica y la unidad de control.

La unidad aritmética-lógica lle-va a cabo las operaciones arit-méticas y tiene la habilidad de com-parar, ordenar, seleccionar, clasifi-car y verificar condiciones lógica-mente. Ella recibe la informaciónen "registros", que son pequeñasáreas de almacenamiento para losdatos sobre las cuales se va a haceruna operación, para la ubicación(dirección) en la memoria princi-pal de los datos involucrados y dela instrucción que se está ejecutan-do, etc.

La unidad de control dirige ycoordina los componentes para ase-gurar su trabajo armónico. Ellaintegra todas las unidades funcio-nales en una configuración, contro-lando la entrada y salida de datos,las operaciones que se llevan a ca-bo en la unidad aritmética-lógi-ca, y la transferencia de datos des-de y hacia las memorias.

Durante su operación, la unidadde control se rige por dos elemen-

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tos que gobiernan y regulan el pro-cesamiento :

—El conjunto de instruccionesque componen el programa queestá ejecutándose y que estáalmacenado en la memoriaprincipal.

—Los pulsos de un reloj electró-nico interno que definen elsegmento básico de trabajo.

3.3.2. La memoria principal.

Los computadores digitales ba-san su funcionamiento en el mane-jo de datos binarios. El elementode información binario es el "bit",que es un dato que puede tener só-lo dos valores o estados.

Como los datos y las instruccio-nes que serán almacenados en lamemoria principal necesitan mu-chos bits, éstos se agrupan en pa-

quetes llamados "bytes" constitui-dos de 6 u 8 bits.

Todos los datos al ser procesa-dos por el computador deben sernecesariamente pasados por la me-moria principal, pero lo van ha-ciendo en pequeñas cantidades lla-madas bloques, que van o vienendesde los dispositivos periféricos.

3.3.3. Dispositivos de entrada ysalida.

Además del almacenamiento in-terno del computador (memoriaprincipal), que es más bien un"área de trabajo", existen otrosdispositivos de almacenamiento quepermiten constituir "archivos dedatos" y que son dispositivos peri-féricos, pero unidos al computa-dor, de modo que éste pueda sacaro poner datos en ellos en cualquiermomento.

Unidad de cinta

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H A R D W A R E

- LA UNIDAD CENTRAL DE PROCESO

- LA MEMORIA PRINCIPAL

-DISPOSITIVOS DE ENTRADA Y SALIDA

Los dispositivos principales son:3.3.3.1. Cinta magnética.

Consiste en una cinta de plásti-co, con una de sus caras recubier-tas de material magnetizable, enro-llado en un carrete, prácticamenteigual que una cinta de grabado.Sólo se diferencia de ésta por susdimensiones, resistencia, etc. Lon-gitudinalmente se pueden almace-nar desde 200 a 6.200 caracterespor pulgada, siendo los valores tí-picos de 800 y 1.600. La capaci-dad máxima que se puede almace-nar en caracteres llega a los 40 me-gabytes; alcanza una velocidad detransferencia de 60 a 300 mil ca-racteres por segundo.

La cinta magnética es un dispo-sitivo de almacenamiento de bajocosto y gran capacidad. Sólo sirvepara almacenar datos en secuencia.

3.3.3.2. Unidad de discos magné-ticos .

Este es el más común de los dis-positivos de acceso directo. En ellosel medio de grabación lo constitu-ye uno o más discos, cuya superfi-cie es de material magnetizable y gi-ran a una velocidad superior a los2.000 rpm. Para leer y grabarcuenta con cabezas lecto-grabado-ras que tienen un movimiento ra-dial para alcanzar cualquier posi-ción en cualquiera superficie.

Unidad de disco (5 drive)

DISCO MAGNETICO

Pantalla de rayos catódicos

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El tiempo requerido para el ac-ceso directo a un dato está com-puesto del tiempo necesario paraque la cabeza se posesione sobre lapista en que está el dato, y el deespera hasta que éste pase por ellugar en que se encuentra la cabe-za. Este es normalmente de 30 mi-lisegundos.

Su capacidad va desde los 30 a860 megabytes y la transferenciade datos alcanza entre 300 y 800caracteres por segundo.

3.3.3.3. Pantalla de rayos catódi-cos.

Se compone de un teclado des-de el cual se pueden digitar datoso instrucciones, los cuales son en-viados a la memoria principal delcomputador para ser procesados.El computador devuelve resulta-

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dos, los que son presentados en unapantalla de rayos catódicos.

Los terminales hacen posible en-viar en el momento mismo y desdeel lugar mismo en que se necesita,instrucciones o datos al computador,y recibir los resultados en el mismolugar con pequeños tiempos de res-puesta. Es por esto último que losterminales son considerados comodispositivos de entrada y salida.

3.3.4. Dispositivos de Entrada.

3.3.4.1. Lectora de tarjetas perfo-radas .

En ella se utiliza una tarjeta decartulina en la que se pueden re-gistrar 80, 90 o 96 caracteres me-diante combinaciones de perfora-ciones en sentido vertical, las queestán estandarizadas.

Lectora de tarjetas

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Lectora de tarjetas

Lectora de papel perforado

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Lectora de caracteres ópticos

Lectora de caracteres magnéticos

Las lectoras de tarjetas tienenuna velocidad de transferencia dedatos que va desde los 60 a 2.000caracteres por segundo.

3.3.4.2. Lectora de cinta de papelperforado.

En ella se leen datos que han si-do previamente perforados en unacinta continua de papel similar a lagenerada por los terminales telex;puede leer hasta 1.500 caracterespor segundo.

3.3.4.3. Lectora de caracteresmagnéticos.

Estos dispositivos leen documen-tos escritos con tinta que contienenmateria metálica magnetizada.

3.3.4.4. Lectora de caracteres óp-ticos .

Este dispositivo lee letras, núme-ros y caracteres especiales de docu-mentos impresos. Para ello, anali-za cada carácter que encuentra enel documento y lo compara conimágenes previamente almacena-das.

3.3.4.5. Lectora de marca sensi-ble.

Este dispositivo lee marcas he-chas con lápiz grafito en tarjetaso documentos. La lectura en estecaso es realizada por escobillas que

detectan la marca si se cierra en uncircuito eléctrico o no. Su veloci-dad de transferencia alcanza los2.500 caracteres por segundo.

3.3.5. Unidades de Salida.

3.3.5.1. Impresora.

En ella se imprimen los resulta-dos en un formulario continuo; lasvelocidades de impresión van desdelos 60 a 2.000 líneas por minuto.

Actualmente, la tecnología hadesarrollado impresoras que alcan-zan velocidades de hasta 10.000 lí-neas por minuto.

3.3.5.2. Graficadores (Ploters).

Este dispositivo en las que estáncomprendidas las máquinas de di-bujo, permiten obtener gráficos for-mados por líneas rectas o curvas.

3.3.5.3. Impresora de microfilm.

A fin de almacenar en pequeñovolumen aquellos resultados que senecesitan para consulta, la soluciónes almacenarlo directamente enmicrofichas.

3.3.5.4. Perforadora de tarjetas.

En ella se perforan tarjetas conun formato de cargo fijo. Estamisma tarjeta se emplea luego enuna lectora de tarjetas perforadas.

S O F T W A R E

-INSTRUCCIONES

- PROGRAMAS

LENGUAJE DE: BAJO NIVEL

ALTO NIVEL

MUY ALTO NIVEL

- DATOS

94

95

3.4. Software.

Se entiende por software el con-junto de medios por los cuales pue-de lograrse que el computador eje-cute la tarea de procesamiento.

Dentro del software están los"programas" o conjuntos de ins-trucciones que dirigen la ejecuciónde distintas tareas para obtener losresultados deseados. (Algunos in-cluyen dentro del software, los ma-nuales de operación y mantencióndel equipo) .

El software es indispensable pa-ra que el computador trabaje sobrelos datos.

3.4.1. Instrucciones, programa ydatos.

Para poder llevar a cabo una ta-rea de procesamiento de datos, esnecesario indicar al computadorcuáles serán las acciones que debe-rá realizar y en qué orden, ademásde cuáles son los datos sobre losque quiere operarse. Cada acciónqueda definida por una o variasinstrucciones, las que se ejecutanen forma secuencial.

Una de las razones por las quelos computadores modernos utili-zan el concepto de programa alma-cenado en la memoria, es que la uni-dad central de proceso debe obte-ner, desde ella, las instrucciones ylos datos a velocidad electrónica envez de recuperarlos individualmen-te desde dispositivos electromecáni-cos mucho más lentos. Esto impli-

ca que tanto las instrucciones co-mo los datos deben mantenerse al-macenados en la memoria principaldurante la ejecución, teniendo cui-dado de no mezclarlas.

3.4.2. Lenguajes de programa-ción.

Es mucho más fácil escribir pro-gramas en lenguaje de programa-ción y no así en lenguaje de má-quina, que es el que verdaderamen-te entiende el computador, lo quevolvería la programación sumamen-te difícil.

Al escribir un programa en len-guaje de programación, un progra-ma de computador denominadocompilador es el que va traducien-do cada instrucción en lenguaje deprogramación en sus equivalentesinstrucciones de máquina, las queson entregadas como resultado.

El programa original, denomina-do programa fuente, queda conver-tido después de la compilación enun programa posible de ejecutar,denominado programa objeto.

La gran ventaja de los lengua-jes de programación reside en quelos usados han sido estandarizados.De esta forma, se ha logrado tenercierta independencia entre el pro-grama y la máquina que se va ausar para procesarlo, pues si elprograma se quiere procesar en unequipo X, bastará usar el compila-dor de ese equipo para el lenguajeen que está escrito el programa. Siluego, por mejores condiciones de

REPRESENTACION DE DATOS

-EBDIC

CODIGO DECIMAL CODIFICADO EN BINARIO AM-

PLIADO PARA INTERCAMBIO DE INFORMACION.

- ASCII

CODIGO AMERICANO ESTANDAR PARA INTERCAM-

BIO DE INFORMACION.

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precio, servicio u otras, quiere pro-cesarse el mismo programa en uncomputador, bastará recompilar elprograma usando el compilador pa-ra el mismo lenguaje del otro com-putador .

Frecuentemente se clasifican en:—De bajo nivel, si sus instruccio-

ciones están muy ligadas a lasinstrucciones de máquina.

—De alto nivel, si sus instruccio-nes equivalen a varias instruccio-nes de máquina y están cerca alas de los lenguajes naturales.

—De muy alto nivel, si permite másbien definir el problema del usua-rio, que resolverlo.

Ejemplos:Bajo Nivel:Alto Nivel:

AssemblerCobolBasicFortranPL/1RPGAlgol, etc.

Muy Alto Nivel: Pascal

3.4.3. Representación interna dedatos.

Los datos pueden ser numéricoso caracteres alfanuméricos y espe-ciales. La forma de almacenarlos orepresentarlos depende del medioen el cual se estén grabando.

Al grabar datos en medios físi-cos desde los cuales se leerán paraser ingresados al computador, ellosse representan de acuerdo a códi-gos convencionales, ya sea por ubi-cación de perforaciones (tarjetas ycintas de papel), o por posicionesgrabadas dentro de una o más pis-tas de un dispositivo magnético. Es-tas formas de representación con-sideran los datos generalmente co-mo caracteres, aún cuando estossean numéricos.3.4.4. Organización de los datos

dentro del almacenamiento.Dos de las características más re-

levantes de los datos asociados alos S.I.A. son:—rara vez son independientes entre

sí, y,—se presentan en gran volumen.

Es necesario entonces guardar endispositivos de almacenamiento au-xiliar, además de los datos mismos,las relaciones lógicas que los ligan.

Los datos se almacenan en archi-vos. Estos son agrupaciones de re-gistros, cada uno de los cuales guar-da los atributos de un sujeto obje-to de interés del sistema de infor-mación y sus relaciones con los de-más.

Existen tres tipos de archivos:—Secuencial—Indexado—Directo.

COROLARIO1 . - U N COMPUTADOR NO RESUELVE NINGUN PROBLEMA.

LOS PROBLEMAS SON RESUELTOS POR EL HOMBRE AC-TUANDO COMO UN TODO, ES DECIR, COMO UN SIS-TEMA.

2.-EL SUBDESARROLLO ES BASICAMENTE INTELECTUAL.- LOS EQUIPOS SE COMPRAN. ES PROBLEMA DE DINE-

RO NADA MAS.- LAS MENTES SE FORMAN Y NO BASTA EL DINERO.

ES PROBLEMA DE OBJETIVOS Y DE TIEMPO.

3.-EL AVANCE TECNOLOGICO ES RESPONSABILIDAD DETODOS.

PRUEBAS NO DESTRUCTIVAS EN ELCONTROL DE CALIDAD

EUGENIO PERTIER GARFIASTeniente Coronel

1. INTRODUCCION

E L mundo industrial ha sidotestigo en el transcurso delos últimos años de un au-

mento considerable del empleo delos métodos de control de calidady, dentro de ellos, de las llamadas

Técnicas de Ensayo No Destruc-tivo.

El objeto principal de un con-trol no destructivo es la detecciónde fallas en productos semielabora-dos y/o elaborados, sin proceder ala destrucción de éstos, ventajaprincipal de este método de con-

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trol. En consecuencia permite defi-nir un nivel de calidad o estado deconservación de un determinadoproducto.

El campo de aplicación de laspruebas no destructivas correspon-de tanto a fabricaciones en seriecomo a pequeñas partidas, siendojustamente en estas últimas en lascuales su uso adquiere una especialrelevancia, por ser de un alto costode producción. Ese es el caso de

productos tales como matrices, ejesde turbinas, cañones de artillería,piezas y partes utilizadas en la in-dustria aeronáutica, etc.

Los métodos de pruebas no des-tructivas están formulados para ladetección de fallas superficiales einternas según sea el caso. Lasfallas típicas a detectar a travésde las pruebas son: fisuras, grie-tas, poros, pliegues, inclusiones nometálicas, etc.

2. METODOS DE PRUEBAS NODESTRUCTIVAS

2.1. Revelado.

Este es un método para detec-tar fallas que lleguen hasta la su-perficie de la pieza que se inspec-ciona. El revelado es fácil y rápi-do de aplicar y, además, de bajocosto.

El principio se basa en limpiarmecánicamente la pieza, si fuesenecesario, para luego decaparla en

un medio ácido dejándola en con-diciones de aplicársele un líquidocolorante o fluorescente de bajaviscosidad sobre la zona que se ins-pecciona (Fig. Nº 1).

Posteriormente, debe haber untiempo de penetración del líquido,el cual en el caso de baños de in-mersión con temperatura de 40° Ces de una hora, y de 15 minutoscuando la aplicación sea con bom-ba aerosol. Enseguida, se procede auna limpieza para retirar el excesode líquido penetrante, a través de

100

campo. La acumulación del polvomagnético fluorescente dibujará lafisura al ser observada con luz ul-travioleta.

Si el defecto es paralelo a las lí-neas de fuerza del campo no habrádesviación ni acumulación de par-tículas magnéticas y la falla no se-rá detectada. Por lo tanto, todocontrol magnético debe posibilitar-la magnetización de una pieza si-

guiendo dos direcciones perpendi-culares.

La magnetización de la pieza sepuede realizar por intermedio deuna bobina o solenoide, en la cualcircula una corriente creando uncampo magnético en la pieza ensentido longitudinal, es decir, per-pendicular al plano de la bobina,como indica la figura Nº 4.

101

La generación do un campo mag-nético longitudinal sirve para de-tectar fallas perpendiculares a laslíneas de fuerza que corren de sura norte, según lo indica la figuraanterior. Por lo tanto, para detec-

tar una falla en el sentido longitu-dinal, la pieza se deberá girar en90° con respecto a la bobina.

En términos generales, se hablade magnetización longitudinal ytransversal, teniendo para cada

una de ellas la disposición que se nético de un electroimán medianteindica a continuación. la pieza a controlar detectando así

La magnetización longitudinal fallas transversales, como se apre-consiste en cerrar el circuito mag- cia en la figura Nº 5.

102

En cambio, para el caso de mag-netización transversal se requieredisponer los elementos, como se in-dica en la figura Nº 6, en que las lí-neas de fuerza son perpendicula-res a la corriente, y el defecto, lon-gitudinal respecto a la pieza.

2.3. Corrientes de Foucault.

Las corrientes de Foucault seutilizan para inspeccionar materia-les que son coductores de corrienteeléctrica y para detección de de-fectos de superficie.

Cuando una pieza metálica esacercada a una bobina recorridapor una corriente alterna, se pro-ducen en el metal, por inducciónelectromagnética, corrientes deno-minadas corrientes de Foucault.Estas, a su vez, inducen un campomagnético que se opone al anterior.

Una anomalía en la superficie

perturbará localmente la reparti-ción de estas corrientes, lo que pro-vocará una variación en el campomagnético inducido. A su vez, estamodificación se traducirá en unavariación de la corriente que reco-rre la bobina, lo que es visualizadopor la desviación de la aguja enun galvanómetro.

103

2.4. Ultrasonido.

Las ondas de ultrasonido sonproducidas por una tensión eléctri-ca que actúa en un cristal piezoeléc-trico.

El límite de frecuencia audiblese sitúa alrededor de los 0,02 Mhz.,y el control por ultrasonido operacon frecuencias comprendidas entre0,5 y 20 MHz. (1 MHz. significa 1millón de oscilaciones por segun-do).

Las ondas sonoras se puedenpropagar en medios sólidos, líqui-dos o gaseosos, y lo hacen a la ve-

locidad del sonido. La oscilaciónsonora puede imaginarse como unmovimiento de partículas dentrodel material, que es un medio elás-tico. Ahora bien, cuando las par-tículas oscilan en dirección de lapropagación de la onda, se dice quela onda es longitudinal y en casocontrario, cuando lo hace perpendi-cularmente a la dirección de propa-gación de la onda, se dice que laonda es transversal. Además, exis-te una mezcla de estas ondas queproducen, por ejemplo, ondas pla-nas, ondas estacionarias y ondassuperficiales.

104

Los ensayos de materiales porultrasonido se deban realizar conpalpadores de inspección, que son desubstancias cerámicas como titana-to de bario, metaniobato de plomo,circonato de plomo, etc., siendo es-tos cristales excitados mediantebreves impulsos eléctricos que pro-ducen las oscilaciones mecánicas.Los palpadores pueden ser emisoreso receptores de oscilaciones.

Existen tres métodos de ensayopor ultrasonido:—Método de resonancia: Se basa

en el aprovechamiento de la re-flexión entre las superficies exte-riores paralelas de la pieza quese analiza. La resonancia se pro-duce cuando la longitud de onda(A) es exactamente igual a 2 ve-ces el espesor de la pieza. (Fig.Nº 11).

-Método de transmisión: Se ba-sa en el hecho que una disconti-nuidad del material actúa comopantalla opaca para el haz sono-ro. Se puede utilizar tanto concabezales de control ubicadosfrente a frente, como cabezalesubicados a un solo lado de lapieza (Fig. Nº 12).

—Método de eco: Este método con-siste en la recepción de la señalreflejada por una discontinuidaddel material. El cabezal emisorpuede ser el mismo que el recep-tor, pero también puede utilizar-se emisores y receptores separa-dos (Fig. Nº 13).

105

Siendo el método de eco el más Por otra parte, este método per-importante de los nombrados, cabe mite deducir aspectos sobre la es-destacarse dentro de sus diversas tructura interna de la pieza, al co-modalidades el método de impulsos nocerse el tiempo de recorrido de lay sus ecos. Gracias a éste se puede señal y la profundidad de la super-evaluar no sólo la magnitud de las ficie reflejante, ya sea una falla oseñales reflejadas (amplitud del la pared posterior de la pieza.eco), sino también el tiempo de re-corrido de la señal, lo que permite Un sistema de ultrasonido porobtener información sobre el tama- impulso y eco se puede graficarño de la superficie reflejante, como mediante el siguiente diagramatambién sobre su profundidad. de bloque:

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Define el ciclo de control, es decir, enqué instante se va a emitir y en qué ins-tante se van a recibir y analizar las se-ñales.

Produce impulsos mediante los cualesel cabezal de control es excitado paraproducir las oscilaciones mecánicas.

Es el que convierte los impulsos elec-trónicos en oscilaciones mecánicas (ultrasonido).

do.Corresponde al elemento inspecciona-

Es aquel que convierte las oscilacionesultrasonoras en impulsos eléctricos.

Es el que amplifica y filtra la señalrecibida y transformada por el palpador.La amplificación puede ser lineal o lo-garítmica.

Recepción de la señalresultados.

evaluación de

DIAGRAMA 1

107

2.5. Radiografía.

Este sistema consiste en obtenerla imagen de un objeto sobre un de-tector (film) utilizando "radiacio-nes penetrantes" que atraviesan lamateria en línea recta, producién-dose una disminución de la intensi-dad del haz, variación exponencialen función del espesor atravesado.

Estas radiaciones son parte del

espectro electromagnético y sunombre varía de acuerdo a la fuen-te emisora:

—Rayos X, en el caso de genera-dores eléctricos.

—Rayos gamma, si se trata decuerpos radiactivos.

—En la figura Nº 14 se puede apre-ciar esquemáticamente el funcio-namiento de un tubo de rayos X.

La estructura que será objeto delcontrol se coloca entre la fuenteemisora y el detector por un tiempoclaramente determinado para cadacaso de radiación.

Con el objeto que el tiempo de ex-posición sea mínimo, la distanciafuente - pieza debe ser grande (porejemplo: 1 metro) y la distanciapieza - film debe ser prácticamentedespreciable, o sea, debe haber con-tacto.

Estando las posiciones de la fuen-te y de la película previamente fija-das, debe considerarse para un me-jor resultado, la forma y la natu-raleza del objeto a controlar, a finde elegir la radiación apropiada.

—De acuerdo con la forma, a laque pueden agregarse problemasde acceso a la pieza, se efectúala elección entre radiaciones X ogamma.

—Teniente en cuenta la naturalezadel material y su opacidad, se po-drá modular la tensión de acele-ración de la radiación en el casode rayos X, lo que no podrá ha-cerse si se utiliza la Gammagra-fía.

2.6. Neutrografía.

Este procedimiento es una técni-ca complementaria de la radiogra-fía o gamma, siendo la diferen-cia fundamental la naturaleza delas radiaciones utilizadas.

En este caso el objeto a controlares colocado bajo un haz de neutro-nes térmicos, siendo el flujo neu-trónico modulado por la pieza mis-ma y registrándose esta modula-ción en un detector de imágenes.

La interacción de las radiacioneselectromagnéticas con la materiase efectúa a nivel de la corteza elec-

108

trónica del átomo, siendo la ener- agua, son transparentes a los ra-gía función creciente del número yos X y relativamente opacos aatómico (Z). las radiaciones neutrónicas.

Dos cuerpos vecinos pueden pre- No siendo los neutrones partícu-sentar absorciones neutrónicas en las ionizantes, tendrá que trans-una razón superior a 100: 1, aún formarse la información neutróni-cuando pudieran tener la misma ca en partículas Alfa, Beta o Gam-transparencia ante los rayos X. ma susceptibles de impresionar una

Los elementos pesados (con nú- película radiográfica.mero Z elevado) son opacos antelos rayos X y transparentes a los Por convención, los neutrones seneutrones. clasifican en bandas de energía de

En cambio, los elementos con un acuerdo a como varían sus propie-Z bajo, como el hidrógeno y el dades.

En orden decreciente se tiene:

Neutrones Rápidos: E> 5 105 eV

Neutrones Intermedios: 103 e V < E < 5 1 0 5 eV

Neutrones Epitérmicos: 0, 5 eV < E < 103 eV

Neutrones Térmicos: 0, 005 eV < E < 0, 5 eV

Neutrones Fríos: E< 0, 005 eV

En general, las filantes se clasi- Para obtener una imagen térmi-fican en tres tipos: ca, debe efectuarse un barrido lí-

nea por línea sobre el objeto a con-—Isotópicas, que se caracterizan trolar.

por un flujo neutrónico muy dé- El dispositivo que asegura unbil, como por ejemplo, el ameri- barrido vertical y horizontal estácio y el californio 252. constituido por un conjunto de es-

—Reactores nucleares, que son los pejos y prismas provistos de movi-únicos que pueden proporcionar mientos mecánicos,un flujo neutrónico utilizable en El objeto es enviar sobre un de-la industria. tector fijo la radiación infrarro-

—Aceleradores de partículas, en ja de cada punto de la pieza con-que éstas golpean un núcleo y se trolada. El detector, a su vez,obtiene un neutrón y un núcleo genera una corriente eléctrica quemodificado. Se usa por ejemplo, después de ser amplificada, sirveel deuterio y el tritio. para modular un tubo catódico que

permite efectuar las modificacio-2. 7. Termografía Infra-rroja. nes. Para poder obtener cifras de

temperatura, debe recurrirse a unEste sistema permite la obtención cuerpo negro de referencia que ya

instantánea de la imagen térmica haya sido regulado en temperatu-de un objeto, al captar la energía ra.emitida por radiación. Esta energía La cámara que efectúa el barri-es propia de cada objeto y material, do capta la radiación infrarroja,variando de acuerdo a la tempera- la que va a un detector de antimo-tura y no llegando jamás a ser nu- nio e indio enfriado por nitrógenola, para lo cual tendría que llegar- líquido. Las señales obtenidas delse al cero absoluto. detector son amplificadas para ser

109

transmitidas al receptor. La parti-cularidad más importante de esteúltimo es que puede evaluar latemperatura de cualquier punto dela imagen.

Las zonas calientes aparecen enblanco en la pantalla, pudiendoapreciarse las diferentes curvasisotérmicas.

2. 8. Emisión acústica.

Cuando un material es sometidoa un esfuerzo o variación en su es-tado de tensiones, se crean ondaselásticas que se propagan, permi-tiendo que la emisión acústica seadetectada.

Este proceso puede utilizarse enprácticamente todos los material; ??,aceros, titanio, aluminio, madera,materiales compósitos, etc.

Un transductor de tipo piezo -eléctrico que está en contacto conla pieza, detecta los ruidos, utili-zándose frecuencias del orden de

100 a 300 KHz. con el objeto deeliminar los ruidos parásitos.

2. 9. Holografía.

La holografía es una técnica quepermite hacer interferir dos ondasdifundidas por una misma estruc-tura, en dos instantes diferentes.

Si el estado de una estructura noes el mismo en dos instantes debidoa la aplicación de un esfuerzo, sepuede visualizar tanto las defor-maciones sufridas por la zona enque se encuentra la falla, comoaquellas del defecto mismo. Lo querealmente se observa son las modi-ficaciones en la repartición de lasfranjas de interferencia ya que enla imagen holográfica, las deforma-ciones antes indicadas se represen-tan de distinta forma.

Este sistema sólo puede usarsepara detectar fisuras que lleguenhasta la superficie de la pieza, y esespecialmente apropiado para ma-teriales que sean buenos difusoresde la luz.

110

En primer lugar debe hacerse unregistro del objeto en su estado nor-mal, mediante un emisor láser a gashelio - neón, obteniéndose unaplaca fotográfica.

La superposición de la onda emi-tida por el objeto y la onda resti-tuida por el holograma proporcio-na un determinado fenómeno de

interferencia. Debe haber coinci-dencia perfecta entre la pieza y suimagen holográfica.

Posteriormente se aplica un es-fuerzo al material, el que se defor-ma, produciendo en la imagenfranjas de interferencia que carac-terizan la deformación.

3. CONCLUSIONES

Estas pruebas de control no des-tructivo han surgido debido a lasnuevas exigencias que el progresoha requerido y muy especialmentedebido a la tecnología de vanguar-dia en los dominios de la energíanuclear y de la aeronáutica e indus-tria espacial.

Como en estos dos campos se es-pera un incremento acelerado, tan-to en lo que se refiere a objetivospor alcanzar como a la tecnología

necesaria para lograr este propó-sito, es posible asegurar que losprocedimientos de control no des-tructivo seguirán desarrollándoseen los próximos años, obteniéndosesistemas de mayor sofisticación,precisión y confiabilidad.

Las técnicas de control de cali-dad, y dentro de ellas las pruebasno destructivas tienen por supues-to ciertas limitaciones. Es por elloque es sumamente importante cono-cer perfectamente bien cada deta-lle del método que se aplique.

111

Igualmente, para poder obteneruna interpretación válida al térmi-no del control, es necesario podercompararlo con un determinado pa-trón o referencia, que constituye ala postre, la base de la buena o de-safortunada interpretación de losresultados y las conclusiones o pro-cedimientos que de ella se deriven.

Por último, es importante seña-lar que no existe un sistema de con-trol no destructivo que pueda serconsiderado como universal, por loque los profundos conocimientosdel personal que los utiliza seránfundamentales para apreciar cadacaso en particular y aplicar el mé-todo más apropiado.

GENESIS DEL CARACTER NACIONALCON RAICES VASCO - GERMANAS

OSCAR ESPINOSA MORAGAHistoriador - Egresado de Derecho

H ASTA bien avanzada la con-quista, la actividad económi-ca y comercial estuvo supe-

ditada a la guerra de Arauco. Lostiempos no permitían que hubieraprosperado iniciativa alguna, cuan-do se vivía con el arcabuz al brazoy pendiendo sobre los que teníanalgún medio de subsistencia la es-pada de Damocles de las ventas "vo-luntarias" al Estado que, comosiempre, paga tarde, mal o nunca.

Cumplidos los deberes militares,el conquistador se asiló en sus es-tancias, justo premio por sus cam-pañas, viviendo de la existencia pas-toril del campo que no exige otrodesgaste que estar atento a apoyarlos ciclos de la naturaleza.

Hacia mediados del siglo XVII,cuando el indio rebelde fue acorra-lado al sur del Bío-Bío, y las requi-siciones fueron cediendo ante el os-tensible desgaste del escuálido país,Santiago, la capital del Reino, co-menzó a vivir la paz de Capua, te-rreno fértil para el nacimiento ydesarrollo de la actividad comer-cial.

Era el momento tan esperado porlos peninsulares, en especial losvascos, los cuales, excepción hechade los Parientes Mayores o Padres

de Provincia y alguno que otro Ma-yorazgo de modesto caudal, apenasdisponían del diario sustento.

Agotados por siglos de guerascon todo el orbe conocido, sólo an-helaban trabajar en un mundo enpaz, donde amasar un caudal y for-mar familias que los perpetuara.

Dueño del mejor clima del mun-do, aunque de proverbial pobreza,Chile se les representó como la tie-rra prometida.

A través de paisanos ya estable-cidos o por su propia iniciativa, sal-varon el océano y se establecieronen éste, el confín del mundo cono-cido.

Merced a su empuje y espíritu desacrificio, en breve lapso acumula-ron bienes y cargos, desplazando ala aristocracia tradicional, que con-tinuó encerrada en sus haciendasarrulladas con el recuerdo de pasa-das grandezas.

Fuertemente cohesionados porvínculos raciales y su querido idio-ma natal, el euskara, constituyeronun poderoso clan, muy vinculado alPaís Vasco. En el correr del tiempole permitiría controlar el universoeconómico y social del Chile inde-pendiente.

113

En un medio joven, carente deprejuicios, se unen a distinguidas yagraciadas jóvenes provenientes defamilias ya sólidamente estableci-das, mejorando linaje y caudal. (1)

Pagando tributo a la natural va-nidad de todo advenedizo, comprana elevado precio los codiciados títu-los de Castilla, originariamentecreados para premiar servicios emi-nentes en las guerras contra el mo-ro y sus enemigos tradicionales eu-ropeos.

A los cinco títulos concedidos enel siglo XVII, vinieron a unirseotros siete en el siguiente.

Los favorecidos eran comercian-tes afortunados, honorables, sensa-tos, pero carentes de relieve socialo político.

Para la decadente monarquía, elnegocio arrojaba pingües ganan-cias. Amén del precio de venta, al-rededor de veinte mil pesos, los fa-vorecidos debían pagar por diver-sos conceptos alrededor de cuatromil pesos al año.

Aunque de menor importancia yya en franca extinción en la metró-poli por sus nefastos efectos econó-micos y sociales, los Mayorazgospermitieron en Chile al menos im-pedir la división de la propiedad,mejorando su explotación a másbajo costo, y conservar el poder delas familias.

El único cartabón que midió lasdiferencias sociales, empero, fue lamayor o menor aptitud para con-servar o aumentar la riqueza.

Hijos de su propio esfuerzo, sólopensaron en retener o incrementara toda costa su hacienda personal,sin correr grandes vicisitudes.

Este modo de pensar practicista,traspasado a sus hijos, permite ex-plicar en parte el menosprecio porel Chile trasandino, atlántico y aus-

((1) Ver nuestro libro "Los Andonae-gui de Vizcaya, de Chile y de Argenti-na", Santiago, Chile, 1984, Editorial Nas-cimento.

tral, que además de lejano, descono-cido e inhóspito, se les representócomo un negocio de escaso o ningúninterés. Defenderlo a riesgo de en-frentar un conflicto con los vecinoshabría sido, más que una quimera,una locura, en su manera de discu-rrir simplista.

La fulgurante personalidad y en-diosamiento de Portales después desu muerte ha obnubilado un tantoa los historiadores, impidiéndolesver que fue durante su égida, comoveremos, que alentaron y tomaronvuelo las pretensiones bolivianas so-bre el litoral del Pacífico, y las as-piraciones argentinas sobre el ex-tremo austral sudamericano.

La clara formación mercantil vas-ca del Ministro todopoderoso delprimer decenio no le permitió con-cebir un Chile trasandino, a su jui-cio difícil de dirigir y casi imposi-ble de controlar, debido a las inci-pientes vías de comunicación de laépoca. Distraído con la obsesión deaplastar la Confederación Perú-Bo-liviana de Santa Cruz, que amena-zaba la paz internacional tan ne-cesaria para que prosperaran lasempresas que tenía en mente, re-chazó la proposición de una Comi-sión de Personalidades de Mendo-za, que deseaban desligarse del Go-bierno de Buenos Aires, para rein-corporarse a Chile.

Esta misma tendencia practicis-ta vasca los condujo en la era inde-pendiente a reducir a rasgos carica-turescos los cuadros de las fuerzasarmadas, que se les representabancomo un peso muerto que reducíasensiblemente el más bien escuálidopresupuesto fiscal, y de paso poníaen serio peligro las libertades yfranquicias conquistadas por susantepasados desde hacía milenos.

No sería posible comprender esterasgo matriz si no recordáramosque desde el siglo IX los vascos, enespecial vizcaínos, disfrutaban de lamuy preciada categoría de hidalgos,sentimiento igualitario, que se tra-ducía en la prohibición de crear tí-

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tulos de nobleza sobre aldeas o lu-gares del país. Esta misma condi-ción los liberaba de pagar impues-tos y ser alistados en el servicio mi-litar (fonsada), salvo que accedie-ran voluntariamente y previo pagode una remuneración y por tiem-po limitado de la campaña que lorequería. Dada la pobreza prover-bial de gran parte de la región, quedebía recibir sus alimentos de Fran-cia, Inglaterra o Portugal, no resul-taba extraño que los fueros les per-mitieran ejercer el comercio demercaderías, a diferencia del restode la península, especialmente loscastellanos, que menospreciaban porvil toda actividad que no fuera elnoble ejercicio de las armas, únicadigna de un caballero.

Una Junta General de Procura-dores o representantes de las ante-iglesias o repúblicas, como denomi-naban a los municipios, reunida dosveces al año por un lapso no supe-rior a quince días, ejercía las fun-ciones legislativas y ejecutivas dela nación. Ella proyectaba y apro-baba los gastos, ordenaba las obraspúblicas, designaba a los funciona-rios civiles y, cuando procedía, a losjefes y tercios militares que concu-rrían voluntariamente a las cam-pañas llamadas por el Rey de Cas-tilla, su Señor natural. El recono-cimiento y aceptación del Soberanoconllevaba la obligación del nuevomonarca de ir a jurar al País Vas-co obediencia y fiel cumplimientode los fueros y libertades. En ver-dad, el afectuoso respeto a la coro-na no pasaba de ser un mero eufe-mismo, sin efecto práctico alguno.

Un catolicismo algo tardío y unsi es no es pagano, los distanció delas autoridades episcopales que nolograron dominarlos.

Junto con la incorporación de losvascos en las campañas contra elmusulmán, sus ideas políticas sediseminaron por toda la penínsulay dominaron en más de una ocasiónen el Consejo de Castilla.

No otro origen tiene la tenaz re-sistencia a crear el ejército perma-nente de mil quinientos hombresque solicitara el Gobernador deChile Alonso de Ribera en 1603 pa-ra concluir la guerra de Arauco, yla obstinada negativa, una vez acor-dada, a entregar los fondos para suadiestramiento profesional y man-tenimiento. (2)

Tal era la situación predominan-te en el País Vasco hasta bien avan-zado el siglo XIX, y que informóel accionar público de los que llega-ron a Chile y sus descendientescuando se produjo la emancipaciónde la metrópoli.

Tan fuertes eran los lazos racia-les que unían a sus hijos dondequie-ra avecindaran que cuando se tratóde apoyar, por ejemplo, al Señoríode Vizcaya, tan castigado durantela guerra con el francés, 7 de mar-zo de 1793 a 24 de julio de 1795,los vizcaínos de ambas Américasaportaron espléndidos donativos.En Chile Luis Ignacio de Eyzagui-rre, rector del Colegio de San Car-los y Raymundo Gómez de Arria-rán, teniente coronel de milicias,donaron $ 50 cada uno (Labayru).

Si bien el proceso revolucionariofrancés y norteamericano hizo lasveces de detonador, el movimientolibertario se habría producido irre-misiblemente obedeciendo el impe-rativo racial euskara.

(2) Ver Estanislao J. Labayru y Goi-coechea, S. J. "Historia General del Se-ñorío de Vizcaya", 7 volúmenes; Pablode Gorosabel "Noticias de las cosas me-morables de Guipuzcoa", 3 volúmenes,ambas publicadas en Bilbao en 1967; JuanSempere "Historia del Derecho Español"Madrid, 1847; Juan Francisco de Castro,"Incertidumbres y detrimentos de los Ma-yorazgos", Madrid, 1770; Felipe Serafi-ni "Derecho Romano"; Jesús de Galín-dez, "La Tierra de Ayala y su Fuero",Buenos Aires, 1957; "Fuero General deNavarra", Pamplona, 1964.

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Recuérdese la calurosa acogidaque tuvo en 1794 en el País Vascoel proceso democratizador galo quele auguraba garantizar sus Fuerosy Franquezas.

Quienes apreciaron esta tenden-cia separatista vasca como un deli-to de lesa traición olvidan que Es-paña no es más que un mito, puesno constituye sino un mal integra-do conjunto de países muy naciona-listas, como Vizcaya, Guipúzcoa,Alaba, Navarra entre otros, en tor-no al Reino de Castilla.

El sistema de Junta de Gobiernoescogido para administrar el paíslegislativo con funciones francaque nacía, y la creación de un podermente ejecutivas, que prevaleció entodos los documentos constitucio-nales por espacio de un siglo, tie-nen su origen prístino en los fuerosy leyes vascos.

Ya el Reglamento del 14 de agos-to de 1811 asignaba al Congreso elcarácter de "único depositario de lavoluntad del Reino". Mandaba lastropas, creaba y suprimía empleos,dirigía las relaciones exteriores, en-tre otras facultades.

En idénticos términos está redac-tado el de 26 de octubre de 1812,y las constituciones de 8 de agostode 1818, de 23 de octubre de 1822,6 de agosto de 1828 y la de 25 demayo de 1833.

Los Directores Supremos de 1814y 1818 y el gobierno impersonal yautoritario diseñado por Portales,de viva extracción euskara, teníanpor objeto enfrentar períodos deemergencia nacional. Pasado el pe-ligro de revueltas caudillistas o con-flictos externos, afloró con fuerzaarrolladora el juntismo o predomi-nio del parlamento durante el Go-bierno de Pérez, para nuevamenteceder ante nuevos peligros interna-cionales durante Errázuriz Zañar-tu. Y, cuando, alejados los nubarro-nes, Balmaceda quiso perpetuar elsistema personalista, se encontrócon un Congreso que no estaba dis-puesto a entregar por más tiempo

lo que estimaba sus facultades pri-vativas, con los resultados conoci-dos.

En otro orden de cosas, la inmi-gración vasca y sus descendientesabrigaban el mismo acentuado me-nosprecio por el servicio militar quepredominaba en su tierra natal. Elcaudillaje anárquico de los primerosaños no hizo más que acentuar estesentimiento que condujo a Portalesa reducir a rasgos caricaturescoslos cuadros de las fuerzas armadas,sin percatarse que la postración de-fensiva del país tenía necesaria-mente que estimular los apetitos ex-pansionistas de los vecinos, que dis-taban de abrigar tan abnegado pa-cifismo.

Interpretando este sentimientodominante, el Ministro de la Gue-rra confesaba cándidamente en1842 que la creación de la GuardiaNacional Cívica tenía un objetivo"puramente económico que consis-tía en ahorrar los inmensos gastosque originaba un ejército de líneapara concurrir a todas las atencio-nes del servicio interior y a la de-fensa exterior de la República".

Siete años después, en 1849, de-bía reconocer que "no se puede de-sarmar la República. Para mante-ner la armonía con los vecinos hayque estar prudentemente armadospara la guerra".

No obstante, el sentir general loexpresó en la Cámara de Diputadosel 9 de enero del año siguiente JoséVictorino Lastarria cuando afirma-ba que no se justificaba la existen-cia del Ejército "por innecesario yantirrepublicano".

Este mismo parlamentario habíasostenido dos años antes la supre-sión de la colonia de Magallanes porser un lastre presupuestario, y en1865 propondría motu proprio alGobierno de Buenos Aires la entre-ga de la mitad de la Patagonia yEstrecho de Magallanes, a cambiode la alianza contra España en lamalhadada cuestión de las islasChinchas.

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El movimiento americanista pre-conizado por las mentes afiebradasde Miranda y Bolívar, mal digeridoy peor asimilado por la intelectuali-dad chilena, actuó de soplador so-bre el fondo de este pacifismo anti-militarista, empujándolos a sacri-ficar todo ante el altar sacrosantode la confraternidad continental.

En dosis nada despreciable con-tribuyó a la perpetuación de este fe-nómeno psicopatológico la avalan-cha de profesionales salidos de laflamante Universidad de Chile, cu-yo axioma de que más vale una ma-la transacción que un buen pleitoselló la mutilación del territorio pa-trio.

Sin un cabal conocimiento de losfactores geopolíticos que comenza-ban a dominar el escenario circun-vecinal, el país deambuló a la deri-va hasta los mismos umbrales delconflicto del Pacífico. Al borde mis-mo del estallido de la conflagración,el Presidente Pinto Garmendia ins-truyó a su Agente en París paraque ofreciera en venta los blinda-dos "Blanco" y "Cochrane", paracon el producto financiar el presu-puesto nacional.

"Estas ausencias de cosas y dehombres —había de confidenciarle,aunque tarde, Domingo Santa Ma-ría González a nuestro conocidoJosé Victorino Lastarria, el 23 demarzo de 1880 en pleno conflicto—llegó a ser mayor en Chile que enel resto de América, porque todoscreíamos, y no sin razón, que el mi-litarismo era un peligro y un ama-go constante contra la libertad queservíamos". "Obligados hoy a com-batir repentinamente —confiesa—,nos hemos encontrado faltos no só-lo de armamentos bélicos, sino demanos diestras que supieran go-bernarlos".

Empero, pasado el peligro, volvióa dominar el atavismo vasco, y losgobernantes continuaron desenten-diéndose del primordial negocio dela seguridad exterior, base insusti-

tuible de una cabal política interna-cional.

Ahondó este proceso mental laincorporación paulatina a las capassuperiores de la sociedad y por en-de a las esferas directivas, del in-migrante norteamericano, inglés,francés, yugoslavo, italiano, árabe,judío, entre otros, que al igual quelos que les precedieron en siglos an-teriores, también habían abandona-do su convulsionado suelo natal enpos de paz y mejores expectativas.Comerciantes afortunados, en bre-ve lapso amasaron respetable cau-dal, y a través de enlaces no menosfelices pasaron a incorporarse aesta especie de aristocracia plutó-crata, compartiendo las responsabi-lidades de gobierno, animados delmismo sentimiento pacifista, tannecesario para que prosperaran susempresas mercantiles.

Tienda aparte formó la corrientede alemanes que concretamente lle-garon al sur del país, a crear en unatierra aún virgen, su segunda pa-tria. No sin poco esfuerzo lograronsu objetivo a cabalidad, realizandocon creces los sueños de los capita-nes Francisco de Santisteban y Sán-chez, Luis de Salinas y Guevara,Hernando Moraga Galindo, entreotros, vecinos encomenderos fun-dadores de Osorno en el siglo XVI.

Las doctrinas transnacionales na-cidas de las encíclicas socialcristia-nas y de la prédica marxista, cons-tituyeron el golpe de gracia a losúltimos vestigios de un sentimientode supervivencia y seguridad na-cional, que en verdad nació muertoal aflorar Chile como país indepen-diente de la metrópoli.

¿Cuál era a todo esto la actituddel resto del país, en el cual se su-ponía estaba radicada la soberaníanacional?

Fruto del cruce del conquistadorcon el indio decadente que vagabadesde Atacama hasta el Bío-Bío, ycon el esclavo africano importado

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masivamente de Guinea, Mozambi-que o el Senegal, el pueblo chilenosi bien del uno heredara el ímpe-tu guerrero y soberbia independen-cia, de la sábana materna en cam-bio recibió ese si es no es abúlico ynegligente que apenas le permitedesplegar el esfuerzo elemental pa-ra lograr el pan cotidiano. Conde-nado a sobrevivir en un país pobreque nada brinda sin gran esfuerzo,¿podría reprochársele su indiferen-cia por el destino de la Patria?

Sobre este trasfondo psicosocio-lógico, como veremos, nació, crecióy se materializó la política exterior

de la Moneda que redujo hasta 1973el territorio nacional a las trescuartas partes de su real configu-ración geográfica.

Por fortuna, el Supremo Gobier-no del Capitán General Augusto Pi-nochet Ugarte, con mentalidad na-cionalista, ha colocado a Chile en elcauce de su verdadera tradición,exaltando los grandes valores pa-trios y recogiendo el fruto de susguerras victoriosas.

El estado de derecho, con una só-lida doctrina constitucionalista, per-mite augurar al país un futuro deorden, paz y progreso.

El Memorial del Ejército se complace en entre-gar a sus lectores un interesante trabajo elaboradopor el Padre Prior Gabriel Guarda (O. S. B. ), Ar-quitecto, quien fue distinguido con el Premio Na-cional de Historia 1984.

El SISTEMA DEFENSIVO DEL PACIFICO SUREN LA EPOCA VIRREINAL

Padre Prior Gabriel Guarda(O. S. B. ) Arquitecto

E L descubrimiento del Estre-cho de Magallanes, como essabido, se verifica en no-

viembre de 1520. Uno de los hitosmás importantes de la historia delmundo, sus consecuencias para lasposesiones españolas del Pacífico,no obstante, son variadas.

En efecto, tanto desde el puntode vista del tráfico comercial inter-no, por efecto de su uso incontro-lable por parte de corsarios y pi-ratas que amagarán la navegaciónentre las diversas provincias, comodesde el punto de vista geopolítico,por razón del riesgo de ocupacionesterritoriales por potencias enemi-gas, la ruta del Estrecho, comoposteriormente, en enero de 1616,la del Cabo, crea un flanco vulne-rable a un vasto ámbito del impe-rio.

Desde la expedición de Drake,en 1578, que siembra el terror entodo el Pacífico, continuando con

las de los otros ingleses, Cavendish(1587 y 1592), Merik y Chidley(1590), Hawckins (1594); las delos holandeses Mahu y Cordes —abril de 1599—, Oliverio de Noort—noviembre del mismo año—,Spilbergen (1614), Narborough yWood —ambas en 1670—; las delos filibusteros de 1685 y 1687 (Da-vis), 1689 (Strong), y 1694; luegolas de los franceses Msr. de Gen-nes (1696), Beauchesne-G o u i n(1699), y Marcant (1713); nueva-mente las de los ingleses Clipperton(1719), Byron (1764), Wallis yCarteret (1766); cada una de estastravesías de la célebre comunica-ción interoceánica, repetimos, co-mo lar, efectuadas por otros tantosmás al sur —que omitimos en obse-quio de la brevedad—, no sólo alte-ra el flujo habitual de la navega-ción de aquel mare nostrum exten-dido entre América y Filipinas conalarmas paralizantes, sino se tra-

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duce efectivamente en la más va-riada serie de depredaciones enpuertos, instalaciones y estableci-mientos españoles, asaltos a bar-cos o comercio ilícito, independien-temente de las ocupaciones territo-riales, felizmente transitorias, deBlatasar y Simón de Cordes (Chi-loé, 1600), o Herckmans (Valdivia,1643). El bloqueo del Callao por laescuadra del Almirante L'Hermite,en 1624, la ocupación inglesa dePanamá en 1671, o la de Guaya-quil, en 1687, parecen ser los mo-mentos de mayor tensión dentro deesta larga enumeración de alar-mas (1).

Como consecuencia lógica de talrealidad, determinados puntos dela costa del continente deben serfortificados.

Su ubicación, construcción y ul-terior desarrollo, van a estar de-terminados por la diversidad decircunstancias resultantes de di-chas incursiones, ocupaciones o,aún, intentos de ocupación, oportu-namente conocidos a través de lainformación obtenida por el Conse-jo y Junta de Guerra de Indias, através de las embajadas de Españaen las diversas cortes de Europa(2).

De ser inicialmente de carácterpuntual o restringido a determina-das áreas, progresivamente estasfortificaciones se van concertandoen planes de conjunto. Al fin, losproyectos de defensa corresponde-rán a los proyectos enemigos deataque, oportunamente conocidos através de la indicada vía.

El Pacífico en la política defensivadel imperio

La defensa de América y, dentrode ella, el sector que estudiamos, seinserta en un marco de perspecti-vas más amplias, cual es el rol quedesempeña el continente dentro dela política imperial.

Diversos especialistas han estu-diado este aspecto, sus distintos

momentos, particularmente el sigloXVIII y, dentro de él, el reinadode Carlos III. Aunque nuestro pro-pósito se dirige más al tema de lasfortificaciones mismas, no se pue-de dudar que ellas son el reflejo fi-nal de una visión política que, aun-que someramente, debemos tratar.

El primer hito de esta políticaglobal parece ser la fortificacióndel mismo Estrecho, incluido su cie-rre.

En efecto, llamado significativa-mente "puerta", ya en 1536, D.Hernando Colón proponía a CarlosV "se mande al Gobernador en cu-yo término esté el Estrecho deMagallanes, que haga una torre enlo más estrecho de él, en la bandaseptentrional para guarda y llavede aquella puerta, porque otro nose anticipe a hacella" (3). Los pro-yectos de Antonelli y Spanoqui(1580), que luego las especifican,pero sobre todo, la expedición tancostosa de Sarmiento de Gamboa yla fundación de las ciudades Nom-bre de Dios y Rey Don Felipe(1584) están dentro de esta prime-ra idea de protección del conjuntoguardando la entrada.

El descubrimiento de nuevos pa-sos más al sur determinará, en se-guida, el desinterés por este plan,barajándose diversas opiniones, co-mo la del Almirante Flores de Val-dés, que cuatro años antes de lasfundaciones citadas había opinadoque no se fortificase ningún puestodel Estrecho, "pues son tantos, quenada adelantaría asegurar uno pa-ra la entrada de Corsarios; peroque los trabajos de fortificación sellevasen a cabo sólo en dos puntos,tal el Puerto de Panamá en la Yslade Perico, y el del Callao de la Ciu-dad de los Reyes" (4).

No nos detendremos en las alter-nativas tan opuestas debatidas enel siglo XVII (5), dada la impor-tancia de todo el continente en elsiglo siguiente, en la política bor-bónica.

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De ser enteramente español des-de California a Magallanes, segúnha sido destacado, aparece en estesiglo, al norte, Rusia, y al sur In-glaterra, como también Francia,no obstante los compromisos esta-blecidos con Carlos III en los Pac-tos de Familia (6). "Sin duda al-guna la seguridad de América fuela más importante preocupación delrey Carlos III, lo mismo en losaños iniciales de su reinado que alfinal". Se ha destacado como, aúnen Nápoles, antes de subir al tronoespañol, su preocupación era "po-ner en seguridad las Indias", entanto que en las postrimerías de sulargo gobierno tal deseo se enfati-zará en la famosa Instrucción diri-gida en 1787 a la Junta de Estado(7).

El siglo XVIII ha sido visto co-mo el período culminante en mate-ria de aprestos defensivos, espe-cialmente la construcción de gran-des fortalezas; ellas dependerán deplanes de conjunto, cada vez másestudiados.

Importancia estratégica de la fa-chada del Pacífico

Aparte del problema que cual-quier ocupación de territorio gene-rase a los intereses de España, elhecho de estar en la costa del Pa-cífico el Virreinato del Perú, cen-tro vital del imperio, transforma-ba tal eventualidad en un peligrode proyecciones incalculables.

Si bien era improbable que unaflota enemiga pudiese acceder di-rectamente desde Europa a las cos-tas del virreinato, no era de nin-guna manera imposible su instala-ción previa en algún punto que per-mitiera preparar con comodidad talint¿nto, abordándolo en etapas.

El lugar indicado para tales pre-parativos debía ser forzosamente—y de hecho lo fue—, Chile, por suproximidad a las citadas "puertas"australes.

Será, así, este Reino el más ex-puesto y el que debía ser priorita-riamente defendido, toda vez quesu larga costa ofrecía numerosospuertos adecuados para este propó-sito y algunos, precisamente iosmás australes, premunidos de bue-na madera para la construcción yaparejo de barcos, juntamente conprovisiones de boca y abastos. LaGuerra de Arauco había hecho frá-gil la ocupación efectiva del litoralaustral y también conspiraba a fa-vor de los eventuales invasores.

La política defensiva de esta re-gión se expresará en la teoría delos antemurales: fortificación conconstrucciones adecuadas de lospuertos más a propósito para cual-quier ocupación extranjera —ante-murales—, y una organización mi-litar capaz de servirlas (8).

Presidiar los puntos más intere-santes de la costa de Chile, comose había hecho ya en el Caribe, se-rá la consecuencia lógica de talesplanes. A diferencia de aquellas,las fortalezas del Pacífico —ex-cepción hecha del Real Felipe, delCallao— tendrán dimensiones másdiscretas, pues se aplicaría el cri-terio, sin duda acertado, de con-tar con la realidad resultante de ladistancia de aquellos puntos res-pecto a Europa, las dificultades delas travesías marítimas por el pro-celoso "Pacífico", comprobadas enlos innumerables descalabros expe-rimentados, sobre todo en el sec-tor más austral, sea por singularesbarcos o escuadras enteras. "Lamejor defensa del litoral del Pací-fico —expresa un especialista—,fue siempre su lejanía y difícil ac-ceso. Ingleses, holandeses, france-ses y filibusteros, tenían sus puer-tos y bases de aprovisionamiento agran distancia, y sólo contaban condos rutas viables para alcanzar elPacífico. Consistían en bordear elextremo meridional del Continen-te, o en atravesar éste por su partemás estrecha... La enorme dura-

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ción del viaje exigía muy buenasnaves y grandes provisiones; el Es-trecho de Magallanes, de difíciltránsito, era un cementerio de bu-ques... Los mares del Sur del Con-tinente, de clima endemoniado, deaguas revueltas y corrientes trai-cioneras, de costas inhóspitas y ca-si desiertas, resultaban entoncesquizás la más dura prueba para unmarino, y una de las más desola-das del mundo" (9). Cuando en elsiglo XVIII las técnicas navalessuperen sus anteriores limitacio-nes, permitiendo un ingreso másseguro a nuestro mar, las fortifi-caciones serán renovadas tanto ensu arquitectura como en su arma-mento. Serán una especie de espe-jo o reflejo en relación al perfeccio-namiento de la arquitectura naval.

Planes de defensaVagamente esbozados en los pri-

meros tiempos; cada vez más de-tallados a lo largo de los siglos, laelaboración de planes conjuntos dedefensa de todas las posesionesamericanas, se traducirán cíclica-mente en elaboración de proyectos,destinación de fondos y consecuen-te construcción de fortalezas en lospuntos que los especialistas juzganadecuados.

Lógicamente, esta política esigualmente reflejo de los planesenemigos de ataque, de los cuales,por los diversos cauces de informa-ción mencionados, siempre se tuvoconocimiento bastante oportuno ypreciso.

Algunos de estos últimos consul-taban una operación "tenaza", des-tinada a cortar el istmo, desarticu-lando las comunicaciones y conello el funcionamiento mismo de lasdos Américas, septentrional y me-ridional, interceptando el flujo co-mercial entre ellas, y hacia Orien-te, las islas Filipinas, a la vez quelas remisiones del tesoro a la me-trópoli y los envíos de ésta a susposesiones de ultramar.

Tal operación solía ir apoyadapor el proyecto correlativo de ata-que al extremo austral del conti-nente, en perjuicio del virreinatoperulero, que había de abordarsedesde Chile, como éste, acaso, desdeel Río de la Plata. Las invasionesinglesas de Buenos Aires son apre-ciadas desde Chile —de 1801 a1805—, dentro de esta perspectivaque, ya en la revolución de la inde-pendencia, llevará a la práctica elgenio estratégico de San Martín, aldecidir el destino del Perú con unainvasión promovida desde Chile, laque, como se sabe, es preparadadesde Cuyo, flanco extremo del vi-rreinato del Río de la Plata, juntoa la citada Capitanía General.

La tardía ocupación de Valdiviay Chiloé por las fuerzas indepen-dientes de la República chilena seexplicará por la necesidad de cor-tar de raíz el riesgo de futuras ex-pediciones peninsulares que ha-brían ejecutado con perfecto cono-cimiento del mecanismo defensivointerno, lo que la misma penínsulahabía previsto antes respecto de losintentos ingleses. Las razones da-das por Lord Cochrane, coman-dante contratado de la escuadrachilena, al decidirse a ocupar Val-divia, en 1820; como las dadas porBolívar al Gobierno de Chile, em-pujándolo a efectuar la de Chiloé,en pleno 1826, confirmarían laefectividad del mecanismo y la in-teligencia de los responsables quea lo largo de los siglos XVII yXVIII ordenaron el sistema defen-sivo austral.

En abono de su efectividad debeproclamarse que a lo largo de to-do el período virreinal no se expe-rimentarían en la región, como engeneral, en todo el continente, pér-didas territoriales. Las fortifica-ciones, no siempre requeridas a unlucimiento de su potencialidad de-fensiva, cumplieron con el papelmuchas veces asignado al arma-mento en relación a la preserva-

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ción de la paz: si vis pacem, parabellum. La noticia de su sola exis-tencia amedrentaría de tal modo alas potencias enemigas, que a lolargo de todo el siglo XVIII noosan efectuar desembarcos.

Lohmann Villena en su HistoriaMarítima del Perú virreinal ha ex-puesto con claridad los criteriosfundamentales tenidos en cuentapor la Corona en sus planes do de-fensa del Mar del Sur (10). Desdeel Virrey Francisco de Toledo, en1573, su sucesor, D. Luis de Ve-lasco, en 1589, a las alusiones deltema en entendidos como Bernardode Vargas Machuca (11), desarro-llados entre 1599 y 1617, son nu-merosas las acciones programadasen relación al resguardo de tan pre-ciosas porciones de la Corona espa-ñola.

Sin pretender establecer unelenco, cabe hacer referencia suce-sivamente a los esbozados en 1624,1627 y 1630 (12); 1645 (13);1655 (14); 1677-1680 (15), todos,como se advirtió, reflejo de los fe-lizmente frustrados ataques quetanta confusión generarían a lolargo del siglo XVII.

Entre los del siguiente, cabe des-tacar el del Capitán de Navio D.Juan Bautista Bonet (1761-1764),que restringe la idea de fortificara las solas plazas de Acapulco, Pa-namá, Valparaíso, Valdivia y Ca-llao, con opinión de D. Jorge Juany D. Pedro Castejón (16).

El contenido en la InstrucciónReservada de Carlos III (1787),especialmente en sus capítulos CIX,CX y CXI, que constituye un pro-grama a largo plazo, si no un tes-tamento o legado del célebre mo-narca respecto a sus posesionessudamericanas (17).

El contenido, a manera de dis-curso, en las Noticias secretas delos célebres navegantes Jorge Juany Antonio de Ulloa (18).

Finalmente, ya al final del siglo,el evacuado por la Junta reunida

en Madrid y compuesta por el Ma-riscal D. Joaquín de Casaviella, elVirrey D. Juan José de Vértiz, D.Pedro Mendinueta, D. Félix de Te-jeda y D. Juan Cambiazo, sobre ladefensa de las costas comprendidasentre Guayaquil y Chiloé, su fecha13 de marzo de 1793 (19).

Ya en el siglo XIX se elaboraráen Chile un plan propio para di-cho reino, fechado en 1806, el cualempalmará, a las puertas mismasde la independencia, con el elabo-rado por D. Judas Tadeo Reyes, D.Juan Egaña y el ingeniero JuanMackenna, fechado el 27 de no-viembre de 1810 e impugnado porotro importante Ingeniero, ManuelOlaguer Feliú, más tarde Directordel Real Cuerpo, en Madrid (20).

Todos abordan uno por uno lospuertos desde Panamá al Estrecho,cuya sinuosa vertical tiene un cen-tro de interés enfrente, el archi-piélago de Juan Fernández, frentea las costas de Chile, refugio, amediados del XVIII de Lord An-son, luego del descalabro sufridopor su escuadra destinada a la ocu-pación de Valdivia, a su ingreso alMar del Sur. El descubrimiento dePascua, más exactamente, de las is-las de Amat u Otaheti, en aquelmismo siglo, se inscribirá dentro deesta misma línea (21).

Los puertos y su fortificaciónDefendidos con diversidad de

aparato militar, los puntos gene-ralmente citados son, a partir dePanamá, los siguientes:

Puerto Perico, en medio de la en-senada de Panamá; lugar de arribode la armada del Perú a la feriade Portobelo; desfortificado, noobstante su importancia (22).

Guayaquil, "uno de los principa-les del Perú", según Juan y Ulloa,sobre todo por la fabricación debarcos y su comercio: en él se dis-tinguen dos puntos: Puna, a la en-trada del río, y la ciudad, ya den-tro, ambos desfortificados (23).

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Paita, lugar de arribo para losnavios de la ruta entre Panamá yCallao, con sólo siete cañones.

Trujillo, la ciudad vecina a lasruinas de Chan Chan, rodeada deun muro abaluartado, de adobe, di-señado por Giuseppe Formento, en1687, como respuesta a la activi-dad corsaria del momento.

Callao, puerta de Lima, fortifi-cado a partir de 1620, con adecua-da defensa, que concluirá con laconstrucción del más interesante

Pacífico, el Real Feli-

Valparaíso es presidiada en 1674con el castillo de La Concepción yla batería de la Cabritería; en 1684se construye el de San José; hacia1765 el de San Antonio, en 1793la batería del Espaldón, y en 1796el castillo de El Barón (27).

Concepción, auténtica capital mi-litar de Chile, por ser el lugar des-de el que se dirige la guerra deArauco, con sus numerosas fortifi-caciones internas (28) tuvo en susitio primitivo —Penco—, una ba-tería estrecha, del seiscientos; pe-

comenzado en 1748. La gran mu-ralla de Lima, de más de 4. 000 me-tros de perímetro, construida apartir de 1640 en adobe, completalas defensas del centro neurálgicodel Virreinato (24).

Los puertos intermedios entreCallao y Arica constituyen una su-cesión de otros tantos sitios vulne-rables, abiertos y desguarnecidosde defensa. Las Noticias Secretassólo mencionan ilo, a donde arri-ban sólo uno o dos barcos anuales,pobre, sin comercio, y desguarne-cido.

Arica muestra fortificaciones de-talladas en sus planos a partir de1685: un castillo abaluartado deplanta cuadrada y una cortina omuralla, al mar, con tres baluartes,y una batería en el Morro, desarro-llada en el siglo siguiente (25).

Cobija carece de toda defensa,al igual que Caldera, el puerto deCopiapó, poco frecuentado.

Coquimbo, o más propiamente,La Serena, calificado como el prin-cipal de los puertos intermediosentre Callao y Valparaíso, recibeunas baterías en la costa y, en laciudad, una muralla análoga a lade Trujillo o la misma Lima; deadobe, es posterior al ataque deSharpe (16 de diciembre de 1680)y presenta ocho baluartes; planosde 1773 ya no la muestran, aunquesí otra cortina del mismo tipo enel sector sur (26).

interior, será su óptimo puerto,Talcahuano, el que recibe, en 1785,el castillo de San Agustín y la ba-tería de Gálvez.

Valdivia, el antemural por exce-lencia, contó desde su fundación,en 1552, con fortaleza; en 1602 seconstruyó en ella el Fuerte deTrinidad, pero hasta que no es pre-sidiada, en 1645, no puede hablarsepropiamente de sus célebres forta-lezas. Ellas son las siguientes:

Castillos de San Pedro de Alcán-tara, en la isla de Mancera; de SanSebastián de la Cruz, en Corral; dela Limpia Concepción de Monfortde Lemus, en Niebla, todos comen-zados en 1645; el de San Luis deAlba de Amargos lo será en 1677.

Fuertes de San Francisco de Bai-des, en Mancera, igualmente de1645; de San Carlos, de 1764, y deLa Aguada del Inglés, de 1779. Elde Chorocamayo Alto, del mismoaño, con diecisiete cañones del 24,de bala roja, es llamado reducto.

Baterías: Corocamayo Bajo, cons-truida en 1677; de El Barro, en1686; Piojo, Carboneros y El Moli-no, en 1779; ignoramos la fecha dela de Santa Rosa, El Vigía, en Mo-rro Gonzalo; de El Bonete, de Man-cera, sólo sabemos que el polvorínes de 1763.

En el interior del río existía otrabatería en la isla Mota. Finalmen-te, ya en la ciudad: la plaza mura-da fue construida en piedra en 1653;

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dos torreones, en 1774 y la segundamuralla, en 1779-1782, con doce ba-luartes.

Las veintidós fortalezas de esteconjunto lo constituyen en el másimportante de la "fachada" del Pa-cífico. Repetimos: la mejor cons-trucción del género será el Real Fe-lipe, concebido como ente unitario.El de Valdivia, seccionado en las ci-tadas unidades, será el más impor-tante en su propio género. (29).

A partir de 1758 Chiloé adquieregran importancia estratégica, mo-tivo por el cual se multiplican susdefensas, antes restringidas alas antiguas baterías de Maullín(1604), Calbuco (1602), Chacao yCastro (c. 1660), y Tauro, de fechaincierta.

Con la fundación de San Carlosen el citado 1758, se construye elFuerte Real o Punta de Tecque, concuatro baluartes, el castillo de Agui,concluido en 1824, y las baterías deSan Antonio, Poquillihue, Campo-santo, Barca y La Corona, de c.1781. (30).

El fuerte de Juan Fernández, ti-tulado de San Juan Bautista, fueconstruido a partir de 1750, inclui-do dentro de los planes generalesde defensa ya citados. (31).

Resumiendo, según la síntesispresentada por Jorge Juan y Anto-nio Ulloa, en las célebres NoticiasSecretas, las plazas fuertes de todala costa americana del Pacífico eransólo cuatro: Callao, Valparaíso,Concepción y Valdivia. En el otroextremo del océano, Manila y Cavi-te custodiaban aquel inmenso piéla-go. (32).

En la construcción de todas estasfortalezas participaba un nutridoelenco de ingenieros militares espa-ñoles o extranjeros al servicio deEspaña; se desplazan en los distin-tos lugares que hemos indicado, ose les puede ver ejerciendo sus fun-ciones profesionales en las cons-trucciones militares del Caribe o delvirreinato del Río de la Plata.

La mayoría de estas obras sub-siste; se conserva abundante carto-grafía relativa a su construcción yulterior desarrollo; todas se inscri-ben en la llamada Escuela Hispano-americana de Fortificación Aba-luartada, caracterizada especial-mente por el acierto de los empla-zamientos, su adaptación a la topo-grafía local y su independencia res-pecto a los principios clásicos vi-gentes en la península y, en gene-ral, en Europa.

La Armada del Mar del Sur y losreconocimientos geográficos.

No puede prescindirse en este li-gero análisis de las defensas del Pa-cífico Sur, de la mención de un ele-mento clave en ella: la Armada delMar del Sur, fuerza naval variablesegún los tiempos, pero apoyo in-dispensable del aparato defensivoestable o de tierra.

Respuesta, primero, a las incur-siones piráticas mencionadas al co-mienzo del presente estudio, suexistencia estuvo regulada confor-me al personal interés del virrey deturno, sin excluir la discusión o po-lémica relativa a su misma existen-cia. Para el Virrey Conde de Lemos,la flota es un "fuerte portátil", endisposición de acudir a cualquierpunto ofendido; con ella se evitabael mantenimiento de demasiadoscastillos o fortalezas a lo largo delas costas. (33) En realidad, cadacierto tiempo, por lo menos en laprimera mitad del siglo XVII, seventiló la pugna armada-fortalezas(34); pero desde otro punto de vis-ta —traslado anual del tesoro a Pa-namá—, tal fuerza marítima resul-taba imprescindible.

Será la necesidad de repoblarValdivia después de la ocupaciónholandesa de 1641, el estímulo másfuerte a favor de la idea de la ar-mada. Correspondió su aumento ala atención del Virrey Marqués deMancera y los diecisiete buques que

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lograron reunirse al efecto en elpuerto austral en el verano de 1645constituyeron, hasta la época repu-blicana, la flota más grande que sur-cara el Pacífico.

La Recopilación de 1680 en suslibros III y IX se referirá a estafuerza naval (35), que en el siglosiguiente se refrescará con la agili-dad que los borbones imponen alsistema tanto peninsular como ame-ricano.

Desde el fomento de los astilleroslocales, Guayaquil, Valdivia y Chi-loé, al envío de refuerzos y aún es-cuadras completas desde España, laacción de esta fuerza es paralela,ahora, a la asignada a las plazasfuertes de tierra.

Respecto a los astilleros, la ideaya aparece en los tantas veces cita-dos Jorge Juan y Antonio de Ulloa.(36).

En relación a los envíos de Espa-ña, son momentos importantes losmarcados por las actuaciones de losalmirantes José Pizarro entre 1740y 1747 (37), Antonio Vaccaro, en1780-1782, (38) o Ignacio María deAlava, en 1795-1797. (39).

Cabe agregar, dentro de esteapartado, el uso del corso defensi-vo, como apoyo no sólo a la citadaarmada, sino de las plazas, que se-pamos, desde el virreinato del Du-que de la Plata, hacia 1680, hastael momento de la emancipación, enque la subsistencia de Chiloé porEspaña estará determinada en granparte por este recurso extremo.(40)

Por último, no se puede dejar detraer a colación, en vistas a la de-fensa de todos estos territorios, laelaboración —sobre todo en la se-gunda mitad del XVIII—, de unabundante material cartográfico,producto igualmente de la discusiónáulica relativa a los planes de de-fensa conjuntos.

La necesidad de un reconocimien-to prolijo del territorio y, de modoparticular, de los lugares suscepti-

bles de ser aprovechados como puer-tos, tanto por parte de España, ensu proceso colonizador activo enpleno siglo XVIII, como de sus ene-migos, determina la contratación yenvío de diversos especialistas, al-gunos de alta capacidad profesio-nal, cuando no de auténtico virtuo-sismo.

Los gobiernos de D. Manuel deAmat en la Presidencia de Chile yel Virreinato del Perú (1755-1761;1761-1776), con sus mencionadasexpediciones transpacíficas; o a laactuación de expertos como JuanFrancisco de Sobrecasas, Lázaro deRivera, Clemente y Miró, o toda laexpedición de Malaspina, deben servistos dentro de esta perspectiva.Por la excepcional calidad de suobra, el representante más sobresa-liente en este campo será D. Joséde Moraleda y Montero, precisa-mente activo en los archipiélagos ycostas australes en las décadas de1780 y 1790. (41)

S I G L A S

AGI= Archivo General de Indias (Sevilla).AEA = Anuario de Estudios Americanos.

Escuela de Estudios Hispanoameri-canos, Sevilla.

A N = Archivo Nacional, Santiago de Chile.AO'H= Archivo O'Higgins. Academia Chi-

lena de la Historia, Santiago de Chi-le.

AUCh= Anales de la Universidad de Chile,Santiago de Chile.

BAChH= Boletín de la Academia Chilenade la Historia, Santiago.

BCIHE= Boletín del Centro de Investiga-ciones Históricas y Estéticas. Uni-versidad Central de Venezuela, Fa-cultad de Arquitectura y Urbanismo,Caracas.

BHA= Medina, José Toribio: BibliotecaHispano Americana, VII Vols. San-tiago de Chile, 1961-1962.

C D I = Colección de Documentos Inéditospara la Historia de Chile. Santiago.

C G = AN, Archivo de la Capitanía Gene-ral.

126

CHCh= Colección de Historiadores de Chi-le, Santiago.

CHI= Colección de Historiadores y de Do-cumentos relativos a la Independen-cia de Chile, Santiago.

F A = AN, Fondo Antiguo.F V = AN, Fondo Varios.G M = AN, Fondo Gay-Morla.MM= Ms. Medina, Sala Medina, Bibliote-

ca Nacional, Santiago.RChHG= Revista Chilena de Historia y

Geografía, Santiago.Rd l= Revista de Indias, Instituto Gonzalo

Fernández de Oviedo, Consejo Su-perior de Investigaciones Científi-cas, Madrid.

VG= AN, Archivo Vidal Gormaz.

N O T A S

1. Vid.: Bernal Ruiz, María Pilar: La to-ma del Puerto de Guayaquil en 1687.Escuela de Estudios Hispanoamericanos,Sevilla 1979, Sobre el Pacífico en ge-neral, Cfr.: Manjarres, Ramón de: Enel Mar del Sur. Expediciones españolasdel Siglo XVIII. Boletín de EstudiosAmericanistas Nºs. 18 y 21, Sevilla1916; Prieto, Carlos: El Océano Pacífi-co; navegantes españoles del Siglo XVI.Madrid, Alianza Editorial, 1975; VanLoon, Henrick Willem: Historia del Pa-cífico. Traduc. de Raúl Bazán Dávila,IIa Ed. Santiago de Chile 1956. Sobrelas incursiones piráticas Vid.: Relaciónde las excursiones de los piratas que in-festaron la Mar del Sur en la época delcoloniaje. En Odriozola, Manuel: Co-lección de Documentos Literarios delPerú, T. II, Lima 1864, p. 3 sq.; Real,Cristóbal: El corsario Drake y el Impe-rio Español. Editora Nacional, Madrid,1941; Barbudo Duarte, Enrique: Expe-diciones holandesas a la región de Ma-gallanes en los comienzos del SigloXVII. Revista General de Marina, T.LXXX, Nºs. 1-6, Madrid, 1944, pp.358-369; El admirable y próspero via-je del Venerable Tomás Cavendish, deTinley, condado de Suffolk, al Mar delSur, y desde allí alrededor del mundo,comenzado en 1586 de Nuestro Señor,y terminado en 1588. Escrito por el

maestre Francis Pretty, últimamente enEy, Suffolk, un gentilhombre que par-ticipó en el viaje. En Viajes al Estre-cho... por Pedro Sarmiento. Emecé Edi-tores, Buenos Aires, 1950. Sobre Haw-kins, Vid. GM 129; sobre los corsariosdel Siglo XVI, en general: Ibídem 105;sobre las defensas de Chile y Perú conmotivo de las incursiones de Drake:MM 288/55; Sobre las incursiones de1584 a 1615: GM 117, 115 y 129; so-bre las de 1666: MM 152/76; 368/15;sobre Sharp: MM 270/270; sobreStrong: Ibídem 235/204 y 214! CG 718;sobre navios franceses: CG 718 y MM106/11ª; sobre la expedición del Mar-qués de Corpa (1711): GM 18/269 y106/11ª; MM 236/5; Ibídem 179, 182,183, 185 (Anson), 186; sobre las in-cursiones de 1761-1763: MM 292 y CG724; sobre las de 1767-1768: MM 192y 292; las de 1780: Ibídem 292/190,las de 1789-1797: MM 279 y 236; so-bre la piratería en 1804: Ibídem 217,y en general sobre el tema: MM TT.161, 163, 165, 167, 168-174; sobre lade Beauchesne-Gouin: GM 68/678; Vid.de Gallez, Pablo J.: La expedición LeMaire-Schouten en las costas patagóni-cas (1615-1616). En Academia Nacio-nal de la Historia: II Congreso de His-toria Argentina y Regional, T. I. Bue-nos Aires, 1974, p. 175. Sobre pobla-ciones enemigas en el Estrecho, 1675-1676, Vid. MM 331 y 334 y CG 716;sobre eventuales ocupaciones en 1778:AGI Chile 191. Sobre la ruta del Ca-bo, descubierta en 1616 y su uso apartir del ataque de Vernón a Porto-belo y el inicio del sistema de navega-ción de "registros sueltos", en lugar deflotas desde 1739, Vid. FV 661/24ª;Biblioteca de Palacio, Ms. 2. 247 y Mo-reyra Paz-Soldán, Manuel: La toma dePortobelo por el Alte. Vernón y susconsecuencias económicas, Lima 1948;Raydell, Raymond A.: Cap Horn to thePacific. The rise and Dieline of anOcean Highway. Berkeley and Los An-geles, University of California. 1952.

2. Sobre la Junta de Guerra de Indias Vid.:Tanzi, Héctor José: La Junta de Guerrade Indias. Revista Chilena de Historia

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del Derecho, Santiago, 1969, p. 81. sq.Entre los múltiples avisos, consecuenciade las averiguaciones citadas, Vid. sobreel alistamiento de Cromwell de ciertasfragatas en Londres para el Mar del Suren 1658: MM 234/362; "Informe delConsejo de Estado, Madrid 21 de oc-tubre de 1671, sobre lo que refiere elConde de Molina, Embajador en Lon-dres, de babor hecho un cosmógrafo in-glés un mapa de todo el mundo y quellegando a la descripción del reino deChile, hace una relación completa delas costas del país y del Estrecho deMagallanes": MM 161/240 y VG 11/32ª. Se trata de la obra de Juan Seller(MM Ibídem fjs. 245, 246 y 249).

3. RAH, Colección Muñoz, T. 62/238;agradecemos la información a D. JoséMiguel Barros.

4. Citado en Zapatero, Juan Manuel: ElCastillo Real Felipe del Callao. AEAXXXIV, p. 710; allí mismo, descripciónde las fortificaciones de Spanoqui (p.711); de éste, Vid. "Instrucción parala construcción de los fuertes que se de-ben hacer en el Estrecho de Magalla-nes con dos diseños o trazas de los mis-mos fuertes y demás habitaciones parala gente de guerra y pobladores" (MM250/245); "R. C. a Pedro Sarmiento deGamboa, Lisboa 10 de julio de 1581sobre necesidad de poblar y fortificar elEstrecho de Magallanes" (MM 288/91);"Relación de lo que será menester lle-var para la fábrica de dos fuertes en elEstrecho (1582)" (GM 80/35ª); "Ins-trucción dada por Bautista Antonelli pa-ra la construcción de dos fuertes en el

Estrecho (1582)" (GM 80/34ª); "Car-ta de Bautista Antonelli a S. M., 16 defebrero de 1583, sobre su estancia enRío de Janeiro y accidentes que impi-dieron la llegada al Estrecho" (Ibídem33ª); "Carta de Bautista Antonelli aS. M., 31 de mayo de 1583, sobre lasdefensas construidas en el Estrecho"(Ibídem, 32ª); "Carta de Bautista An-tonelli a Antonio de Eraso, 12 de sep-tiembre de 1581, sobre la fortificacióndel Estrecho de Magallanes" (GM 114/68ª); "Apuntamientos que envió el Se-

cretario Antonio de Erazo para el Ca-pitán Pedro Sarmiento, de las Torresque, además de los fuertes, se debíanhacer por la costa del Estrecho y diver-sas defensas de que dieron parecer elDuque de Alba, el Marqués de SantaCruz, y D. Francés de Álava" (MM250/243); Florez de Valdés, Diego;"Carta a S. M., Bahía de Todos los San-tos, 5 de agosto de 1583, poniendo ensu conocimiento las dificultades que sepresentan para la fortificación del Es-trecho de Magallanes" (MM 252/236);Berzón, Esteban: "Discurso de EstebanBerzón, vecino de Medina del Campo,sobre la población y fortificación delEstrecho de Magallanes, navegación delas Indias y otros asuntos" (s. a., perodel S. XVI): MM 251/79. Sobre el mis-mo tema Vid. MM 250/177, 279 y 426,passim; 253/48 y 157; 254/136; GM87/79 y 120; Sobre la consulta del Con-sejo de Estado relativa a la defensa delEstrecho en 1671, Vid. VG 11/30ª y31ª; sobre la expedición de D. Antoniode Vea (1675-1676), a poblar el Es-trecho: Colección de diarios y relacio-nes para la historia de los viajes y des-cubrimientos, T. I. Madrid, 1943. Cfr.Joven, Manuel: "Observaciones sobre lanecesidad de poblar el Estrecho de Ma-gallanes. 1699-1714": VG 11/2ª y 3ª;Sobre los proyectos del Pbro. ManuelJovín, sobre la misma fortificación,1702-1703: MM 170/128; GM 90/3ª;97/7ª y 11ª y 106/5ª; sobre poblar ha-cia el Estrecho en 1764: MM 191/271;Sobre el proyecto de 1769 para estable-cer dos colonias, una en Tierra del Fue-go y otra en la Patagonia: GM 91/19ªy 18ª; Sobre las propiciadas por el Vi-rrey Marqués de Loreto en 1784: MM202/16; R. C. de 3 de junio de 1801 so-bre lo mismo: MM 297/26. Dificulta-des técnicas impedirían siempre reali-zar los proyectos, que se vendrán a con-cretar en plena época republicana, conla fundación del Fuerte Bulnes y dePunta Arenas, en 1846.

5. Vid. Pérez, Fernando: Felipe III y lapolítica española en el Mar del Sur.Rdl T. XIII, Madrid, 1953, p. 539 sq.

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6. Las citas son de Rodríguez Casado, Vi-cente, y Pérez Embid, Florentino:Construcciones militares del VirreyAmat. Escuela de Estudios Hispano-Americanos, Sevilla, 1949, 33 sq.; Vid.Céspedes del Castillo, Guillermo: Ladefensa del Istmo de Panamá, a finesdel Siglo XVII y comienzos del XVIII.AEA IX, Sevilla, 1952, 235 sq.

7. Vid. Palacio Atard, Vicente: El equi-librio de América en la diplomacia delS. XVIII. EA 3 (1949), y La políticainternacional de Carlos III. Ibídem 100p. 99. Cfr. Rodríguez Casado, Vicente:La política exterior de Carlos III entorno al problema indiano. Rdl 16(1944), p. 227 sq.

8. Sobre su financiamiento, Vid.: Marche-na, Juan: La financiación militar en In-dias. Introducción a su estudio. AEAXXXVI, p. 81 sq.

9. Céspedes: La Defensa, 237.

10. Lohmann Villena. Guillermo: HistoriaMarítima del Perú. Siglos XVII y XVIII.Lima 1974, p. 35 sq. Vid. Zapatero o. c.708. Sobre la discusión en torno a for-tificar el Estrecho u obstruirlo, Vid.Lohmann Villena, Guillermo: Las de-fensas militares de Lima y Callao. Es-cuela de Estudios Hispano-Americanos,Sevilla 1964, 18, 22 passim. Cfr. "Pa-recer del Consejo al Rey sobre nombra-miento de Gobernador de Chile, Va-lladolid, 15 de diciembre de 1554" enCDI T. XIII, p. 421 y XXVIII, 160.Sobre la repercusión en Chile de lasexpediciones sobre Buenos Aires, 1801-1808 Vid.: MM 215/95, 218/72 y 300;219/94 y Barros Arana, Diego: HistoriaGeneral de Chile, T. VII, p. 297 sq.

11. Vid. BHA I, p. 592 y Lohmann: Lasdefensas 32 y 44; las del Virrey Toledo:Ibídem 20.

12. Lohmann: Historia marítima, 78 y Lasdefensas, 75 y 47.

13. Lohmann: Historia marítima 91 sq.;Rodríguez Crespo, Pedro: El peligro

holandés en las costas peruanas a prin-cipios del siglo XVII: La Expediciónde Spilbergen y la Defensa del Virrei-nato (1615). RE T. XXVI, Lima 1962-1963, p. 274 sq.

14. Lohmann: Historia marítima, 139.

15. GM 115/41ª: Consulta de la Junta deGuerra relativa a la defensa de las cos-tas de Chile en 1677; sobre el plan dedefensa general del virreinato, a cargodel ingeniero Luis de Venegas Osorio(1680): Lohmann: Las defensas 176,

16. VG 11/P y 3ª y 16/16ª; sobre la opi-nión de Peralta Barnuevo en su Limainexpugnable: Lohmann: Las defensas,209.

17. "Una vez que ahora se trata de reco-nocer las costas de todo el estrecho deMagallanes y penetrar por él desde elmar del Norte al del Sur, se deberánhacer iguales establecimientos en lospuertos buenos que se hallen en ambascostas pues servirán de gran recursopara todo, y para facilitar el comer-cio.. . " (Cap. CXI).

18. Juan, Jorge, y Ulloa, Antonio de: No-ticias Secretas de América. T. I, Madrid1918, 22 sq.

19. MM211/33; Cfr. Ibídem 295/115; so-bre la Junta de Generales de 1796 so-bre lo mismo: CG 745 y Relación deGobierno del Marqués de Aviles a D.Joaquín del Pino, 1797: AUCh 47, p.455.

20. En CHI, T. XXV, p. 17, sq. Cfr. IbídemXVIII, p. 35 y FV 237/4474ª y MM329/147. El informe de Olaguer Feliúen MI, Intendencia de Valdivia 18101828; CHCh XXXIX, p. 87 sq.; sobreel de 1814 AO'H XIV, p. 115 sq. Vid.:Consulta que hace la Junta de Genera-les sobre la fortificación y defensa delos puertos de la Mar del Sur en elReino del Perú, 1793: Servicio Históri-co Militar, Ms. 2-1-7-4. Sobre algunosde los planes enemigos para intentarocupaciones en el Mar del Sur, Vid.:

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Vicuña Mackenna, Benjamín: Historiade Valparaíso T. II, Valparaíso 1872, p.314 sq., lo de Murray y Crawfurd; Al-faro, Eloy (Trad. ): El Plan Creassy pa-ra capturar a Panamá. En Lotería, Nº65 (1961), p. 83 sq.; Bohm, Günter:Simón de Casseres y su plan de con-quista de Chile: Antecedentes Históri-cos. IAA Año VI, Cuad. 2. (1980), p.117 sq. Sobre el intento de D'Eon yde Vignales, sobre ocupar Perú: GM117/54»; sobre los de Mr. Tobin res-pecto a Cuba o parte de Chile: Siman-cas, Leg. 6. 871; sobre los intentos de1767 del francés Potier y ciertos ingle-ses: AGI Lima 1492; sobre el de D'Ar-ges a Chile y otros ingleses en el Mardel Sur: Simancas Ms. 6. 968; sobre laescuadra del Almirante Huges a Chile,en 1780: CG 731; GM 45/36ª; MM197/157 y AGI Chile 436; sobre elproyecto hecho por el ex jesuíta JuanJosé Godoy a Inglaterra: Medina, JoséToribio: Un precursor chileno de la re-volución de la Independencia de Amé-rica: AUCh 1911.

21. Sobre la expedición de D. Felipe Gon-zález a la isla David y Madre de Dios(Pascua), Vid.: AGI Indiferente 412Nº 40; Real Academia de la Historia,Ms. Sig. 12-22-7; VG 11/9ª; todo muybien expuesto en Sáenz-Rico Urbina,Alfredo: El Virrey Amat, Precisionessobre la vida y obra de don Manuel deAmat y de Junient. T. I., Barcelona 1967,p. 288 sq.

22. Cfr.: Rubio, Angel: Panamá. Monu-mentos históricos y arqueológicos. Ins-tituto Panamericano de Geografía eHistoria, Comisión de Historia, 23. Mé-xico 1950.

23. Vid. AGI Chile 201, sobre la fortifica-ción de Guayaquil por el Brigadier D.José Díaz Pedregal (1797).

24. Sobre el Callao, Vid. de Lohmann Vi-llena: Las defensas militares de Lima yCallao hasta 1746, Sevilla 1964; Zapa-tero, Juan Manuel: El Castillo RealFelipe del Callao, AEA XXXIV (1977),p. 707, y: El Real Felipe del Callao,

Primer Castillo del "Mar del Sur". Ser-vicio Histórico Militar, Madrid 1983 yHelmer, Marie: Le Callao (1615-1618),JbLA 2 (1965), p. 145 sq.; Regal, Al-berto: Historia del Real Felipe del Ca-llao (1746-1900), Callao 1961; Gambe-tta, Néstor: El Real Felipe del Callao,Lima 1945.

25. Vid. Guarda, Gabriel, O. S. B. Los pla-nos de la ciudad de San Marcos deArica, siglos XVII-XVIII. AEA T.XXXVII, Sevilla 1983, p. 743.

26. Guarda, Gabriel, O. S. B.: Influencia mi-litar en las ciudades del Reino de Chi-le. Academia Chilena de la Historia.Pontificia Universidad Católica de Chi-le, Facultad de Arquitectura, SantiagoMCMLVII, p. 35.

27. Ibídem, p. 29.

28. Guarda, Gabriel, O. S. B.: Las fortifica-ciones del Reino de Chile y sus arqui-tectos. BAChH Nº 87 (1913), p. 238sq.

29. Guarda, Gabriel, O. S. B.: La toma deValdivia, Zig Zag, Santiago 1970, p. 32sq.; Influencia militar, p. 36 sq.

30. Rivera, Lázaro de: Discurso que haceel Alférez Don Lázaro de Rivera sobrela Provincia de Chiloé por orden delSupremo Gobierno de Lima, desde estamisma ciudad, en agosto de 1782. Losplanos en el Servicio Geográfico delEjército, Madrid.

31. Vid.: Vicuña Mackenna, Benjamín:Juan Fernández. Historia verdadera dela isla de Róbinson Crusoe, Santiago1883; Woodrvard, Jr. Ralph Lee: Ró-binson Crusoe's Islandia: a history ofthe Juan Fernández Islands, Chapel Hill,N. C. University of North Carolina

Press, 1969; Orellana, Mario, et alia:Las Islas de Juan Fernández. Publica-ción del Depto. de Ciencias Antropoló-gicas y Arqueológicas U. de Chile, San-tiago 1975; Relación orthographica,physico, médico, matemática de la isla

130

de San Juan Bautista, alias de JuanFernández, RChHG 45 (1923), p. 461sq.; Bibliografía con más de 348 títulossobre las islas: Ibídem 131, p. 426 sq...Cfr.: AGI Chile 71, 172, 306, 433 y434; GM 18/223 y 107/28ª; MM 187/47, 187/83 y 88, 213/66, 329/104 y331/391; RA 1335, 1435, 1475, 1731,2084 y 2396. Sobre el despueble, cierrey destrucción del puerto de Juan Fer-nández, Vid. AGI Chile 433 (Informede Santos Anton Malhey, 1753), CG724 (en 1764) y MM 236/1 (en 1709).

32. Díaz Trichuelo, María Lourdes: La de-fensa de Filipinas en el último cuartodel siglo XVIII, AEA XXI, p. 145 sq.;la lista de puertos está basada en lasNoticias secretas de Juan y Ulloa, de-biendo advertirse que es confeccionadaantes de la fortificación de San Carlos,en Chiloé; lista de los puertos indefen-sos del virreinato en Lohmann: Las de-

fensas 47; sobre el tipo de fortificación,Vid. Zapatero, Juan Manuel: La forti-ficación abaluartada en América. Ins-tituto de Cultura Puertorriqueña, SanJuan de Puerto Rico, 1978; sobre lomismo: Segre, Roberto: Significaciónde Cuba en la evolución tipológica delas fortificaciones coloniales de América,en BCIHE 13 (1972) 35.

33. Sobre la Armada del Mar del Sur Vid.Lohmann: Historia marítima, 100, 196,

200, passim; Sáenz-Rico Urbina, o. c. TI, p. 279 sq.; AGI Indiferente 635; CG718, 719-722, 695, 700 y 707; MM 185y 186; RA 485/10ª y VG 10 y 11.

34. Sobre esta pugna, Vid. RodríguezCrespo, o. c. 275 y 277 y Lohmann, Lasdefensas, 17.

35. Lib. III, Tit. X, ley 28 y Lib. IX, Tit.44..

36. Vid. Juan y Ulloa, o. c. T. I, p. 36.

37. Lohmann: Historia marítima, 179; Cfr.CG 744; FA 51/63 y VG 10.

38. Lohmann: Ibídem 202 sq.; VG 731 yVG 11.

39. CG 741; MM 213/327; sobre envío1801: Archivo General de Marina Al-varo de Bazán: Expediciones a Indias1801.

40. Cfr.: Almillas Vicente, José Antonio:La práctica del corso y las relacionesHispano Norteamericanas a fines del si-glo XVIII, AEA XXXIII (1976), p. 19sq.; Ordenanza de S. M. que prescribelas reglas con que se ha de hacer elCorso de Particulares contra los enemi-gos de la Corona, Lima 1799.

41. MM 201 y 338; AGI, Chile 194.

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ACADEMIA DE HISTORIA MILITARPROSIGUIO CICLO DE CONFERENCIAS

E L 18 de Octubre ppdo., laAcademia de Historia Mili-tar prosiguió el ciclo de con-

ferencias programadas para el pre-sente año.

En la oportunidad el abogado yeconomista Hermógenes Pérez deArce Ibieta abordó el tema "Polí-tica económica del Presidente Bal-maceda". El acto se realizó en la Sa-la Nº 5 del Edificio Diego Portales,presidido por el ler. Vice Pdte. Ma-yor General Juan Bancalari Zappe-tini. Contó con la presencia de losGenerales Luis Danús Covián y Ar-turo Alvarez Sgolia y más de uncentenar de invitados que repletaronla sala.

En una brillante exposición oral,el distinguido profesional hizo uncompleto análisis de las condicioneseconómicas de la época y de la firmevoluntad del gran Presidente parafomentar bases económicas propiasde esta nación.

Damos a continuación una versióndel interesante desarrollo del tema:

"La tarea de escribir sobre la His-toria había sido considerada siemprecomo propia de los historiadores,hasta que, como en tantos otros cam-pos de las actividades humanas,aquella función resultó de interéspara los fines políticos e ideológicos.

En el caso particular del gobier-no del Presidente José Manuel Bal-

maceda en Chile (1886 - 1891) elanálisis de la gestión de dicho man-datario y de las causas de la Revo-lución que le puso término siemprearrojó como conclusión, a la luz delos antecedentes reunidos por losmás destacados historiadores chile-nos, que el fondo del diferendo en-tre el mandatario y sus oponentespolíticos fue, precisamente, político:el papel de los partidos; el alcancede la función gubernativa en la vi-gilancia de los procesos electorales;el predominio del Ejecutivo o delParlamento en la adopción de las de-cisiones atingentes a la conduccióndel país.

Hasta hace unos cincuenta añosatrás sólo alguna que otra voz, ais-lada y carente de peso histórico, ha-bía pretendido sacar conclusionesdiferentes acerca de las causas de laRevolución de 1891, atribuyéndolaa pugnas de intereses económicos.Así, el "doctor Julio Valdés Cange",cuyo verdadero nombre era Alejan-dro Venegas, vicerrector del Liceode Talca, fundándose en un párrafode una carta del mandatario a Joa-quín Villarino y en otro del testa-mento político de Balmaceda, creyóver en el oro de John Thomas Northuna influencia sobre los políticos yla aristocracia, conducente al derro-camiento de Balmaceda. Pero esastesis nunca fueron seriamente con-sideradas por los verdaderos histo-

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riadores. Encina, de la pureza decuyos afanes históricos no podemosdudar, piensa que la solitaria inter-pretación del doctor Valdés Cangeprovenía de que éste escribía "ce-gado por los odios sociales y desti-tuido hasta del más elemental sen-tido histórico". El mismo Encinaobserva que la casi totalidad de loselementos que permanecieron fielesa Balmaceda hasta el final sólo vie-ron en la Revolución un recurso de-sesperado de los grupos opositoresy de sus caudillos para escapar "ala decapitación que el Presidentetenía decretada para las eleccionesde 1891". Y, examinadas las versio-nes sobre posibles causas económi-cas de la citada Revolución, conclu-ye Encina que no sería cuerdo reco-gerlas ni aun para rectificarlas (1).

Pero en los últimos decenios sur-gieron progresivamente más y másvoces interesadas en encontrar unarazón económica para dicha Revo-lución. Más aun, se trataba de vincu-lar de alguna forma al "imperialis-mo" con ella. Más que historiadores,fueron ideólogos o proselitistas po-líticos en comisión de servicio en laslabores históricas los encargados deconstruir una "nueva versión", quepermitiera asimilar el fenómeno deBalmaceda a conceptos tales comola lucha de clases, la batalla contrael imperialismo, la colectivizaciónde los medios de producción y, enfin, las tesis marxistas-leninista.

Se trató, más que de investigarhechos históricos y, después de co-nocidos, extraer conclusiones de losmismos, de establecer previamentecuáles debían ser las conclusionespara, con posterioridad, determinarcuáles hechos podían servir —ama-ñándolos, si fuere preciso— para ba-sar tales conclusiones. Como habíadicho Hegel, "si los hechos no cal-zan con la teoría, tanto peor paralos hechos".

De allí a presentar la Revoluciónde 1891 no como tal, sino como unaContrarrevolución intentada porlos "reaccionarios" contra un régi-

men que pretendía cambiar las es-tructuras sociales no había sino unpaso. Y así surgió a fines de losaños 50 la obra "Balmaceda y laContrarrevolución de 1891", del his-toriador marxista Hernán RamírezNecochea, en la cual, mediante unautilización realmente prodigiosa delos puntos suspensivos, que tienenla virtud de permitir la supresiónde ideas completas, logró presentaral mandatario como un verdaderoprecursor del socialismo en Chile ycomo un revolucionario económico-social que terminó siendo derroca-do por la oligarquía y el imperialis-mo (2).

El propósito del presente traba-jo es el de probar en forma con-cisa —pues toda la historiografíaseria de nuestra Patria ya lo hahecho exhaustivamente e in exten-so— que las causas de la Revoluciónde 1891 no fueron de carácter po-lítico económico. Más aún, acredita-ré, reproduciendo textos íntegrosque expresan las convicciones delseñalado Presidente, que él fue nosólo un gran partidario del respetoa la propiedad privada de chilenosy extranjeros residentes sobre losmedios y bienes de producción, sinoun verdadero precursor de las liber-tades económicas en Chile.

Los tres temas fundamentales al-rededor de los cuales se desenvolvíael quehacer político-económico dela época eran la producción del sa-litre, entonces la viga maestra dela economía chilena; la prestaciónde servicios ferroviarios y la fun-dación de nuevas líneas férreas, yla actividad bancaria.

Pero en todas esas materias espreciso hacer un distingo funda-mental, sin el cual resultaría im-

(1) Encina, Fco. A. "Historia de Chile",T. 20, págs. 47 y 48.

(2) Ramírez Necochea, Hernán: "Bal-maceda y la Contrarrevolución de1891", Ed. del Pacífico, Santiago,1958.

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posible comprender y encontrarconsecuencia a la expresión de lasideas de política económica del Pre-sidente Balmaceda en diferentesaños y a la materialización de lasmismas en decisiones y hechos con-cretos: una cosa fue el programa degobierno del mandatario y otra muydiferente su plan bélico, enfrentadoya a la inminencia o al desarrolloconcreto de una guerra civil. Seríalamentable —y así y todo algunospolíticos en comisión de servicio enla historiografía lo han hecho—confundir medidas de guerra (co-mo, por ejemplo, la orden de Bal-maceda de volar salitreras en Iqui-que) con manifestaciones de un pen-samiento económico social. Lo mis-mo se aplica a providencias adopta-das contra los bancos comerciales,ya avanzada la Revolución.

El monopolio industrial delsalitre.

Sabemos que el salitre fue la ba-se de la prosperidad económica chi-lena durante el siglo pasado. Esaprosperidad se fundó, primero, co-mo es obvio, en la existencia de esariqueza natural en los suelos del te-rritorio nortino; y, segundo, en lamás amplia libertad para explorary explotar la correspondiente rique-za.

Nadie pensó— ni mucho menosBalmaceda— reservarla en forma"exclusiva, absoluta, inalienable eimprescriptible" para el Estado. Siasí hubiera sido, es posible que, alinventarse el salitre sintético, unatreintena de años después, toda lariqueza salitrera hubiera estado to-davía enterrada y hubiera perdidodramáticamente de valor sin habersido aprovechada en forma algunaen beneficio de Chile ni los chile-nos.

Afortunadamente, en esa épocaprevalecían en el país conceptos delibertad económica, que permitieronexplotar aceleradamente aquella ri-queza natural y convertirla en

fuente de capitalización y bienestarpara el país. Seguramente el enor-me progreso de la infraestructuraproductiva agropecuaria de Chile afines del siglo XIX, los extensosplanes de riego que la hicieron posi-ble y el enorme desarrollo de lasvías de comunicación y del transpor-te, como en general de las obras pú-blicas en el territorio, se debierona la riqueza generada por el salitre.

En esa época —estoy hablandodel quinquenio de Balmaceda, entre1886 y 1891— los impuestos a la ri-queza pudieron ser reducidos desdeconstituir un 16, 9 por ciento del to-tal en 1886 hasta ser un 8 por cientoen 1889 y un 5 por ciento en 1892,para terminar en cero por ciento en1895 (3).

Por una deformación de nuestramentalidad económica, que no es delcaso criticar en detalle aquí, sueleestimarse que los impuestos sonconvenientes, sobre todo si gravanla renta o la riqueza. Pero, desdeel punto de vista económico, los im-puestos constituyen casi siempreuna distorsión indeseable, salvo encasos especiales, uno de los cualesse presenta cuando corresponden auna recaudación que compensa ero-gaciones fiscales que van en benefi-cio de los propios contribuyentes.Así, por ejemplo, el agricultor quepaga impuestos para financiar laconstrucción de caminos que le per-mitan abaratar el transporte de suproducción a los mercados mira lostributos con muy distintos ojos quequien los debe pagar para finalida-des que le son por completo ajenaso desconocidas. De una u otra ma-nera, es claro que la generación deriqueza, de rentas provenientes delcapital o del trabajo, será siempremás entusiasta y, por tanto, mayor,allí donde no están gravadas esas ri-quezas o rentas con un impuesto

(3) Crisóstomo Pizarro: "La Revoluciónde 1891", Ediciones Universitariasde Valparaíso, Valparaíso, 1971.

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que allí donde lo están. En tal sen-tido, la política de reducciones tri-butarias aplicada durante el gobier-no del Presidente Balmaceda es unode los elementos que permiten cata-logar a dicho mandatario como unfirme partidario de la libertad deempresa y de la propiedad privada,como motores de la prosperidad delpaís.

Pero esta prosperidad se fundabaen esa viga maestra, que era el sali-tre. La participación del salitre enel ingreso nacional, que era del 5por ciento en 1880, había pasado aser del 48 por ciento en 1890. Mástarde llegó a ser del 60 por ciento,en 1915 (4). Este fantástico incre-mento puede lícitamente atribuirsea la amplia libertad, protegida des-de el Gobierno, para explotar inten-siva y aceleradamente ese recursonatural.

Pero ¿fue de alguna manera Bal-maceda partidario de que la explo-tación de esa riqueza básica se res-tringiera, controlara o reservara pa-ra el Estado? Los testimonios quehemos encontrado nos permitenafirmar, primero, que fue partida-rio de la más libre pluralidad de ini-ciativas en esa materia; segundo,que impulsó la privatización deaquella propiedad salitrera que, co-mo consecuencia de la Guerra delPacífico, había quedado en manosdel Estado; pero, tercero, que mirócon preocupación el hecho de que lapropia libertad de empresa condu-jera a que la mayoría de las propie-dades salitreras quedaran en manosde extranjeros y no de connaciona-les nuestros, sin que, pese a ello,adoptara medidas concretas paraimpedirlo, entre otras razones talvez porque el costo de tales medi-das —necesariamente restrictivas—habría representado para el país unperjuicio mayor que el beneficio es-perado de ellas.

Un discurso del Presidente Bal-maceda, considerado por muchos co-mo el principal de su mandato, y quepronunciara en Iquique en 1889, se-

ñalaba lo siguiente, en uno de suspárrafos, citado en forma textualy sin puntos suspensivos: "La ex-tracción y elaboración del salitrecorresponde a la libre competenciade la industria misma; mas, la pro-piedad nacional es objeto de seriasmeditaciones y estudios. La propie-dad particular es casi toda de ex-tranjeros y se concreta casi exclu-sivamente en individuos de una solanacionalidad, la inglesa. Preferiblesería que aquella propiedad fueratambién de chilenos" (5).

Está clara la vocación doctrinariaen favor de la libertad económica.Pero Balmaceda pensaba que con lapropiedad estatal podía estimularsea los chilenos a tomar participaciónen la explotación del salitre: "Lapróxima enajenación de una partede la propiedad salitrera del Esta-do abrirá nuevos horizontes al ca-pital chileno si se modifican las con-diciones en que gira y se corrigenlas preocupaciones que lo retraen.La aplicación del capital chileno enaquella industria producirá para no-sotros los beneficios de la exporta-ción de nuestra propia riqueza y laregularidad de la producción, sinlos peligros de un posible monopo-lio" (6).

En otras palabras, lejos de ha-ber repudio al capital extranjero,que habría sido suicida, se mani-festaba exclusivamente el deseo deque, concurriendo junto a aquél, pu-diera hacerse presente también elempresariado chileno. Lejos de cual-quier noción estatista, el Presiden-te propiciaba la enajenación de laspropiedades salitreras que perma-necían en manos del Estado.

Pero si alguien todavía guardarauna sospecha acerca de la inspira-

(4) C. Pizarro, op. cit., p. 60.(5) J. M. Yrarrázaval "La Política Eco-

nómica del Presidente Balmaceda",Editorial Salesiana-Santiago - 1963,págs. 27 y 28.

(6) J. M. Yrarrázaval, op. cit., p. 28.

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ción del mandatario, el párrafo si-guiente del mismo discurso debieraser suficiente para eliminarla: "Hallegado el momento de hacer unadeclaración a la República entera.El monopolio industrial del salitreno puede ser empresa del Estado,cuya misión fundamental es sólo ga-rantir la propiedad y la libertad"(7).

¿Puede considerarse como un re-volucionario precursor del socialis-mo o como una amenaza a la pro-piedad o a los empresarios a un Pre-sidente que hace semejantes decla-raciones? Nótese que ellas fueronformuladas en 1889. Evidentemen-te, no. Balmaceda veía al Estadocomo un garante de la libertad eco-nómica y, por lo mismo, en el dis-curso arriba citado se pronunciapor la mantención en manos del Es-tado de un porcentaje de propiedadsalitrera que evite todo peligro demonopolio por parte de particula-res, porque, expresaba, "no acepta-remos jamás la tiranía económicade muchos ni de pocos".

Estos principios se habían mani-festado no sólo en las palabras delPresidente Balmaceda, sino en loshechos de los gobernantes chilenosanteriores a él. Como se sabe el go-bierno del Perú había pretendidoestablecer un "monopolio industrialdel salitre" para el Estado perua-no y había expropiado todas las per-tenencias salitreras de la provinciade Tarapacá, dando a sus dueñosunos certificados muy parecidos alos actuales bonos de expropiaciónde la Reforma Agraria, con la dife-rencia de que estos últimos en Chi-le se han pagado a sus tenedores.El gobierno de Chile cambió com-pletamente de rumbos. En lugar delmonopolio industrial estatal del sa-litre concebido por Perú, instituyó,como hemos visto, la más amplia li-bertad económica. El conocimientode este hecho es fundamental paracomprender la generación de la pro-piedad en las pertenencias salitre-ras.

J. T. North y el auge salitrero.

Ya en 1880 Chile declaró su res-peto por aquellas pertenencias depropiedad particular que restaranno expropiadas por el gobierno pe-ruano y se limitó a establecer un de-recho fiscal sobre las exportacionesde salitre. En 1881 el PresidentePinto y su Ministro de HaciendaJosé Alfonso dictaron un decretoque fue el punto de partida de laconstitución de la propiedad salitre-ra en Tarapacá. Tal decreto estable-ció que los propietarios expropiadospor el gobierno del Perú podríanrescatar sus salitreras entregandolos certificados que habían recibidoal gobierno de Chile, al menos enlas tres cuartas partes del total delprecio y depositando la cuarta par-te restante en dinero. Este sería de-vuelto al completarse los certifica-dos por el valor total de la respec-tiva salitrera. El gobierno chileno,además, puso en licitación públicalas oficinas salitreras que se explo-taban sin título.

Posteriormente el PresidenteSanta María y su Ministro de Ha-cienda Hermógenes Pérez de Arceperseveraron en similar conductaque sus antecesores. En interpela-ción que tuvo lugar en la Cámarade Diputados, Pérez de Arce decla-ró que "el propósito sostenido conuna constante unidad de miras porel Gobierno" había sido que "losestablecimientos salitreros no paga-dos por el Perú volvieran a manosde sus primitivos dueños", si biencon mayor propiedad debió decir "amanos de los tenedores de certifica-dos" respectivos (8).

El mayor interés de este procesoreside en que quienes tuvieron con-fianza en la estabilidad de las re-glas del juego por parte del gobier-no chileno adquirieron certificadosde expropiación peruanos y redi-

(7) J. M. Yrarrázaval, op. cit, p. 28.(8) J. M. Yrarrázaval, op. cit., p. 13.

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mieron salitreras. Quienes no la tu-vieron, prefirieron vender esos cer-tificados o pedir al gobierno chile-no el pago de su valor, lo cual con-siguieron, en efecto, muchos empre-sarios alemanes e italianos, espe-cialmente, que habiendo sido expro-piados una vez, no quisieron correrel riesgo de que, posteriormente,tampoco se les pagara el precio dela expropiación.

Otros hubo, en cambio, que con-fiaron en ese gobierno chileno quese manifestaba en sus dichos y ensus hechos respetuoso de la propie-dad privada y partidario de la li-bertad económica. Entre ellos cabecitar a un empleado encargado deinspeccionar salitreras para el go-bierno peruano, llamado RobertHarvey, de nacionalidad inglesa,quien traspasó con enorme ganan-cia a una sociedad los certificadosque había comprado en tiempos enque nadie creía en ellos. Tambiénun chileno, llamado Eduardo Déla-no, hizo una fortuna en la mismaforma. Y podría mencionarse mu-chos casos. Pero el más notable detodos fue el de John Thomas North.

Este había llegado a la industriasalitrera como un simple obrero, pe-se a lo cual suele ser presentado co-mo el típico oligarca. Creo que lapropia figura que de North nos pin-ta el señor Ramírez Necochea, his-toriador marxista, es útil paraapreciar su figura: "Si analizamosla personalidad de John. T. Northveremos que ella coincide en susrasgos característicos con ese ele-mento humano generado por la so-ciedad capitalista. En las cercaníasde la gran urbe de Leeds se hallala aldea de Yorkshire. Aquí nacióNorth el 30 de enero de 1842. Fuehijo de un pequeño comerciante odistribuidor de carbón; sus prime-ros años de vida fueron iguales alos de cualquiera joven semicampe-sino. Sin embargo, sobre la masade aldeanos se hacía sentir la atrac-ción de la ciudad y North, partici-pando del destino que le evolución

económico-social deparaba a la in-mensa mayoría de esta clase, setrasladó a Leeds cuando sólo con-taba 16 años. Allí empezó a estudiaren uno de los recién fomados plan-teles de educación industrial y en1864 egresó de él como mecánico.Con esta preparación logró el car-go de jefe de taller en la fábrica demaquinarias de John Fowler y Cía.North había dejado de ser el cam-pesino nacido en Yorkshire; Leedslo transformó en un engranaje delrégimen capitalista y allí adquiriólas ambiciones y la típica manerade actuar y de apreciar las cosasque caracterizan al empresario"(9).

El mismo Ramírez Necochea noscuenta a continuación que Northllegó a nuestro país con sólo 10 li-bras esterlinas en el bolsillo, en1866, como mecánico de maquina-ria para la industria salitrera. Has-ta el momento no nos parece la fi-gura de un oligarca.

El hecho fue, sin embargo, queeste peresonaje, sin dinero, sin ma-yor cultura, pero trabajador y deojo certero, fue labrándose poco apoco una reputación de seriedad yconsiguió, de bancos chilenos, prés-tamos para adquirir certificados sa-litreros. Creyó en el gobierno chile-no y en el respeto de éste por lapropiedad minera. Compró certifi-cados de expropiación a particula-res que habían sido afectados porla medida del gobierno peruano.Así logró formar una gran explota-ción salitrera y ponerla en produc-ción.

Naturalmente, no corresponde ala imagen de un imperialista esteobrero que llega con diez libras enel bolsillo y desarrolla un enormepotencial industrial con préstamosde bancos del propio país supuesta-mente colonizado y oprimido por elimperialismo. Más aún, North ad-quirió, con sus ganancias de produc-

(9) Ramírez N., op. cit. p. 60.

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ción y nuevos préstamos, accionesde los Ferrocarriles Salitreros deTarapacá. El desarrolló empresasde electricidad y luz para Iquique,fantástica innovación para esa épo-ca. Proyectó el establecimiento delíneas de navegación a vapor parallevar el salitre a Europa. Y, lastbut not least, despertó, como es muyhumano, una enorme envidia entrechilenos y, al parecer, sigue desper-tándola hasta hoy, a juzgar por mu-chas cosas que en los últimos dece-nios se han escrito sobre él.

Antes de hacer fortuna en Chile,North trabajó largos años, prime-ro, como mecánico de la maestran-za ferroviaria de Caldera; después,en igual cargo en Carrizal. Poste-riormente se trasladó a Tarapacá,atraído por el salitre, y allí desem-peñó diversos oficios subalternos, enel desempeño de los cuales aprove-chó para conocer a la zona y su gen-te.

En realidad, la tremenda prospe-ridad de que disfrutó Chile a finesdel siglo pasado se debió a persona-lidades como John Thomas North ya la seriedad y el respecto de losgobernantes chilenos de la época porla libertad de iniciativa, la palabraempeñada y el derecho de propie-dad.

Cuando el Presidente Balmacedaera sólo Ministro de Relaciones Ex-teriores del Presidente DomingoSanta María envió la siguientecircular a las naciones del mundocivilizado, en diciembre 24 de 1881.Ella refleja muy bien su pensamien-to y su espíritu, como también elde toda la llamada "era portaliana"en Chile: "Cumpliendo su misióncivilizadora, Chile ha concluido enlos territorios a que me refiero, Ta-rapacá y Antofagasta, con el régi-men del Perú; es decir, ha conclui-do con el estado industrial y el mo-nopolio del salitre. Ha otorgadofranquicias a la industria salitreray, al amparo eficaz de la libertadde trabajo y del orden eficaz denuestras prácticas de gobierno, ciu-

dadanos ingleses, franceses, alema-nes, norteamericanos y de todaspartes se enriquecen hoy día y en-cuentran ancho campo al esfuerzoindustrial e inteligente. Se cobra underecho igual de explotación, perola elaboración en competencia notiene límite y el salitre va comoagente de producción sin limitacio-nes, sin trabas, a derramarse en lamayor cantidad posible y al menorprecio posible en el libre comerciouniversal, Arrastrados a la guerrapara impedir la extorsión de nues-tros industriales y la desmembra-ción del territorio chileno en queproducíamos libremente el salitre,conservamos después de la victorianuestra libertad económica y la de-volvemos en los territorios de An-tofagasta y Tarapacá a los produc-tores y consumidores del mundo co-nocido" (10).

Hemos visto antes las cifras re-veladoras del auge salitrero, que lle-varon a este producto desde repre-sentar el cinco por ciento del ingre-so nacional, hasta representar un60 por ciento de él. Fueron concep-ciones como las anteriores las quepermitieron ese gigantesco saltoadelante de nuestro país.

El Congreso y los extranjeros anteBalmaceda.

Nada más lejos de la realidad quever móviles económicos relaciona-dos con el salitre en la Revoluciónde 1891. Desde luego, hemos vistoya la continua instancia por la pri-vatización de la parte de esa indus-tria que permanecía en poder delEstado.

Contra las tesis marxistas el Con-greso Nacional era, en aquella épo-ca, menos proclive que el Ejecutivoa la enajenación de esas pertenen-cias. Así se manifestó en 1888, an-te un proyecto de ley para permitiruna pronta privatización, El Minis-

(10) J. M. Yrarrázaval, op. cit., p. 11.

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tro de Hacienda de Balmaceda fueinterpelado en las Cámaras y debiódefender las políticas gubernativasdel siguiente modo: "La enjenaciónde estas últimas oficinas debe ha-cerse para que haya mayor núme-ro de productores, se establezca lacompetencia y consiguientemente elartículo se cotice en el mercadoagrícola en condiciones de preciostales que no puedan rivalizar con éllos abonos artificiales". Y manifes-tó su profundo convencimiento deque no había otra solución acepta-ble, respetando los intereses nacio-nales y particulares bien entendi-dos, que la realización en públicasubasta y en el menor tiempo posi-ble de los establecimientos adquiri-dos por el Estado. Fue conseguida laaprobación del proyecto, si bien enel Senado se retiraron de la sala elsenador Luis Aldunate, por conside-rar que la enajenación podía dar lu-gar a una sobreproducción de sali-tre; y el general Baquedano, queno dio a conocer sus razones. Comovemos, si alguna diferencia habíacon el Gobierno, ésta era a raíz deuna posición más intervencionistadel Congreso, lo que echa por tierrala tesis de que la Revolución se de-bió a todo lo contrario (11).

En cuanto a la propiedad de lassalitreras por parte de extranjeros,el Presidente Balmaceda, es cierto,manifestó en más de una ocasiónsu deseo de que ella pudiera sercompartida en mayor proporciónpor capitalistas chilenos. Pero, re-conociendo implícitamente que estosólo podía provenir de manifesta-ciones concretas de capacidad em-presarial por parte de compatriotasnuestros, jamás envió proyecto al-guno destinado a establecer una dis-criminación contra los extranjeros.Muy por el contrario, al hacer votospor una mayor participación nacio-nal en la producción siempre hizo lasalvedad del respeto a "los legítimosderechos de los propietarios ingle-ses", que jamás fueron amagados.

Por consiguiente, es del caso des-

cartar, frente a la falta de toda evi-dencia histórica, tanto la tesis deque Balmaceda fue derrocado envista de su inclinación a reformarla propiedad salitrera con una vo-cación colectivizante como la de quecapitalistas y empresarios extranje-ros, sintiéndose amenazados, forma-ron parte de dicha conspiración re-volucionaria.

El caso de los ferrocarriles.

Pero, se ha dicho, aún si lo an-terior fuera cierto, la política ferro-viaria del Presidente Balmaceda síque constituyó una de las causas dela Revolución de 1891, pues hiriólos intereses de compañías inglesasferroviarias.

Desde luego, hay que señalar queel principal problema ferroviarioafrontado por la administraciónBalmaceda fue el de la disputa en-tre dos compañías ferroviarias in-glesas, la Compañía de los Ferroca-rriles Salitreros y la Compañía deSalitres y Ferrocarril Agua Santa,a raiz del interés de esta última porconstruir una nueva línea férrea deAgua Santa a Caleta Buena, en Ta-rapacá.

Este proyecto era tan bueno que,con un costo de 400 mil pesos a títu-lo de inversión para construir laferrovía, se podía conseguir una uti-lidad líquida anual de 900 mil pe-sos. Lamentablemente, una iniciati-va de esa índole, conveniente por to-dos los conceptos para quien la lle-vara a cabo y para el país, no po-día materializarse debido a que exis-tía el monopolio legal de los ferro-carriles para el Estado; y como és-te no realizara el proyecto, comotampoco diera autorización a laCompañía de Salitres y FerrocarrilAgua Santa, puesto que a ello seoponía la Compañía de Ferrocarri-les Salitreros, en definitiva el pro-yecto no se concretaba.

(11) J. M. Yrarrázaval, op. cit, p. 18.

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Hay que señalar que la primeraempresa pertenecía a una firma in-glesa, Campbell Jones y Cía., en tan-to que era principal accionista dela segunda John T. North. Debe ad-vertirse que ambas empresas habíanlitigado incesantemente ante losTribunales, pues una de ellas decíatener derecho a privilegios ferro-viarios como sucesora de otra fir-ma que los había adquirido de laprevia administración peruana.

Como detalle ilustrativo debe se-ñalarse que los abogados de cadauna de las firmas inglesas litigan-tes eran parlamentarios chilenos,don Julio Zegers y don Héctor Za-ñartu, ambos de oposición al gobier-no del Presidente Balmaceda, demanera que mal podría pensarse queellos estaban actuando en protecciónde intereses de sus clientes al con-currir, después, al pronunciamien-to revolucionario contra el Gobier-no.

En el fondo, había tres elemen-tos en juego en materia de políticade ferrocarriles: primero, una ver-dadera fijación teórica que tenía elmandatario con respecto a las vir-tudes casi mágicas que atribuía ala construcción de ferrocarriles pa-ra el progreso nacional; segundo, suculto a la libertad económica, que lehacía temer la existencia de un mo-nopolio salitrero-ferroviario en Ta-rapacá y, por tanto, le imponía cau-tela frente al problema de las con-cesiones para construir vías fé-rreas; y, tercero, un juego de inte-reses creados que condujeron, final-mente, a que Balmaceda actuara demanera absolutamente contradicto-ria en esta materia.

Veamos el primer punto. El Pre-sidente creía que la construcción deferrocarriles produciría efectos mi-lagrosos para el desarrollo nacio-nal. "Todos los problemas económi-cos del porvenir de Chile están liga-dos a la construcción de nuevas víasférreas", decía en su discurso deinauguración del viaducto del Ma-lleco, el 26 de octubre de 1890". Y

más adelante agregaba: "Con otrosdos mil kilómetros de ferrocarriles,a más de los que hoy se construyen,con seis años de trabajos y contreinta millones de pesos oro, sepuede realizar este programa econó-mico, el solo que nos hará ricos y fe-lices y el único que nos devolverála balanza comercial perdida". (12).

En seguida, Balmaceda era res-petuoso como el que más de los de-rechos de los particulares, los querespetó en todo momento, sin hacerdistingos acerca de si ellos eran na-cionales o extranjeros. En tal sen-tido, cabe citar nuevamente su dis-curso de Iquique, de marzo de 1889,donde decía respecto al problema fe-rroviario de Tarapacá: "Juzgo quela cuestión ferrocarriles debe resol-verse equitativamente, sin lastimarintereses particulares y legítimos niofender los derechos y la convenien-cia del Estado. Espero que en épo-ca próxima todos los ferrocarrilesde Tarapacá sean de propiedad na-cional. Aspiro, señores, a que Chi-le sea dueño de todos los ferrocarri-les que crucen su territorio" (13).

Si alguien pudiera interpretaresas palabras como una expresiónestatista u hostil a la presencia ex-tranjera, sólo podría hacerlo me-diante el arbitrio de los puntos sus-pensivos o fuera de contexto, puesen el mismo discurso en que habíadicho lo anterior, había manifesta-do: "Como Jefe de Estado y comochileno, siento grata satisfacción enmedio de vosotros. Me veo en el se-no más activo y populoso de esta tie-rra, teatro ayer de hazañas inmor-tales y hoy centro de cultura, de tra-bajo fecundo, de rara prosperidad,de un cosmopolitismo generoso yvaronil, que alienta a cien y cienindustrias, a mil y mil empresas,produciendo todas ellas con entera

(12) Fernando Silva Vargas: "Pensamien-to de Balmaceda", Ed. G. Mistral,Santiago, 1974, p. 78.

(13) F. Silva, op. cit., p. 76.

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libertad, sin zozobras para los de-rechos de nacionales o extranjeros,porque en este recinto, como fuerade él, todos somos iguales bajo el im-perio de las instituciones chile-nas" (14).

Nadie podría pensar que esa ex-presión de pensamiento constituía,poco más de un año antes de la rup-tura de hostilidades entre el Gobier-no y el Congreso, testimonio de in-tenciones adversas contra la presen-cia de súbitos y capitales extranje-ros en nuestra principal producción,sino al contrario.

Siendo Balmaceda un defensor delas libertades económicas, temía laconstitución de monopolios salitre-ros por la vía de que ellos pudierancontrolar también las vías férreas.Antes de ser Presidente y desde susillón de senador había expresado:"Hay en Tarapacá uno o dos esta-blecimientos salitreros que por suproximidad a la costa, por la rique-za y abundancia de los estableci-mientos de trabajo, podrían portearlos salitres a la costa con tales ven-tajas sobre los demás establecimien-tos de aquella región, con tal reduc-ción de gastos por el menor flete,que ellos serían capaces de produciren breve todo el salitre que se con-sume, reduciendo a condiciones ex-tremas o aniquilando más propia-mente a los productores de salitrede Tarapacá o de otros territoriosmenos favorecidos". Y más adelan-te agregaba: "Si la libre construc-ción de ferrocarriles produce porla naturaleza de las cosas un mono-polio de hecho, si arruina a muchospropietarios de establecimientos quelos compraron a Chile en 1882, siarruina el valor de establecimientosque son hoy propiedad del Estado,se verá que no es materia fácil nicuestión de poco momento declararla caducidad y autorizar la libreconstrucción de vías férreas" (15).

Esta era la doctrina de protec-ción de la libertad económica quesiempre defendió en sus discursos el

Presidente, pero luego y en tercerlugar viene la actuación concreta desu Gobierno. Porque el 5 de diciem-bre de 1889 se promulgó y publicóen el Diario Oficial un decreto, fir-mado por el Presidente y su Minis-tro de Hacienda José Miguel ValdésCarrera, mediante cuyo artículo 5ºse otorgó a la firma Campbell, Ou-tran y Cía., dueña de la Compañíade Salitres y Ferrocarril Agua San-ta, una concesión por 25 años paraconstruir un ferrocarril que unierala salitrera de Agua Santa con elpuerto de Caleta Buena.

Recordemos que este ferrocarrilera constitutivo del buen negocio deredituar cada año el doble de la in-versión. Recordemos que esa com-pañía era aquella a la cual se refe-ría Balmaceda como senador al ad-vertir acerca de los peligros de unmonopolio. En fin, es imposible pen-sar en esa compañía beneficiada,británica en su casi totalidad, hu-biere podido constituirse en partede la conspiración "imperialista"para derrocar a Balmaceda por he-rir intereses británicos.

En verdad, lo que encontramosaquí es sólo una gran contradicciónentre las palabras y los actos delgobernante. Sólo la explicación deque un ex Ministro de Hacienda su-yo era socio minoritario de Camp-bell Outran y del Ferrocarril deAgua Santa podría ayudar a enten-der la situación producida.

Pero nada autoriza para conferir-le ribetes políticos especiales, comolo demuestra precisamente el hechode que los abogados defensores delos intereses contrapuestos en el ca-so de los ferrocarriles abrazaron,ambos, la causa de la Revolución de1891 contra Balmaceda.

(14) F. Silva, op. cit., p. 83.(15) J. M. Yrarrázaval, op. cit., p. 36.

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El caso de los bancos.

Se ha esgrimido también en lasúltimas décadas —porque nunca sedijo en 1891 ni hasta cincuenta añosdespués ni, por cierto, tampoco elpropio Balmaceda jamás lo indicóasí— que otra causa económica dela Revolución habría sido la políti-ca bancaria de su Gobierno. Se aña-de que habría pretendido crear elBanco del Estado y suprimir losprivilegios de los banqueros, por cu-yo motivo el principal instigador dela revolución, el banquero y parla-mentario Agustín Edwards Ross, ha-bría resuelto encabezar el movi-miento para defender los interesesde su banco perjudicado.

Desde luego, hay que partir porseñalar el hecho de que Agustín Ed-dards Ross fue durante tres años elMinistro de Hacienda del gobiernode Balmaceda, hecho que suele per-derse entre los puntos suspensivosde los autores de las nuevas tesis.

En seguida, es preciso advertirque el estudio de los antecedentespermite comprobar que la políticaaplicada por Balmaceda respecto dela banca particular fue sistemática-mente más favorable para ella quela propiciada desde el Congreso porlos opositores. Naturalmente, unavez rotas las hostilidades entre elGobierno y el Congreso y, especial-mente, ya durante la guerra civilmisma, Balmaceda procuró hacersede todos los recursos monetarios po-sibles y privar de ellos a sus adver-sarios. Pero eso no puede conside-rarse como una causa, sino como unefecto de la Revolución. Reiteremosque la confusión de causas y efectoses lo que ha servido de base a lasinterpretaciones marxistas de la re-ferida guerra civil.

Recapitulemos un poco. Los ban-cos particulares en esos años, cuan-do no había un banco central, te-nían la facultad de emitir billetes,cosa que calzaba perfectamente conel criterio del Presidente Balmace-da, quien en 1888 expresaba que de-

bía "facilitarse la libre circulaciónde los billetes de banco, porque la in-fluencia simultánea de las emisionesfiscal y bancaria ha sido igualmen-te benéfica para nuestra prosperi-dad económica" (16).

Debe indicarse que la prosperidadera precisamente fruto del auge delsalitre, fundado en el libre acceso asu producción y exportación porparte de nacionales y extranjeros.

Pero durante el gobierno de Bal-maceda fue precisamente su Minis-tro Agustín Edwards, banquero,quien propuso establecer una limita-ción a la facultad emisionaria delos bancos comerciales. Esta limita-ción propuesta consistía en que el50 por ciento de las emisiones tuvie-ra Que estar respaldado y garan-tizado. El Congreso, frente a talproposición, aumentó la garantía en10 por ciento.

La posición del Presidente quedóademás explícita en su propio men-saje patrocinante del proyecto cita-do: "Este es el medio —decía— deasegurar la igualdad económica delas instituciones de crédito, de noinnovar las reglas fijadas al desa-rrollo de las operaciones de bancoy de mantener en beneficio comúnventajas que a todos aprovechenigualmente" (17).

En otras palabras, en materia deemisiones la posición presidencialera menos exigente que la parlamen-taria con respecto a los bancos.

Por otra parte, el Gobiernoen 1888, dispuso la colocación a in-terés en diversos bancos comercia-les de los excedentes de la caja fis-cal, que en esos años eran muycuantiosos. Desde 1869 el Gobiernoestaba ligado con el Banco Nacionalde la época a un contrato que loobligaba a depositar en dicha insti-tución todos los fondos fiscales, acambio de créditos concedidos alFisco por dicho Banco y de haberse

(16) J. M. Yrazzázaval, op. cit, p. 65.(17) Ibid.

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hecho éste cargo del servicio depréstamos externos. Pero ya en 1886tales préstamos se hallaban amorti-zados, por cuyo motivo el Gobiernonegoció con el Banco Nacional eltérmino del contrato de depósito ex-clusivo allí de los fondos fiscales.En 1888 el Ministro de Hacienda,Enrique Salvador Sanfuentes, pro-puso al Congreso que se autoriza-ra al Gobierno para colocar en to-dos los bancos particulares que sus-cribieran el respectivo convenio, losfondos fiscales excedentes, que la ri-queza del país, principalmente ori-ginada en el salitre, había hecho au-mentar considerablemente.

Estos fondos fueron depositadosa una tasa de interés moderada, quepermitió seguramente fomentar unagran parte de la capitalización dela agricultura nacional durante elsiglo pasado, a través del créditohipotecario. El trato que recibió elFisco de los bancos particulares fuemás favorable que el que tenía pac-tado con el Banco Nacional.

De estas acciones del Gobierno re-sultó claro el beneficio para el era-rio y también para todos los ban-cos distintos del Nacional, entre loscuales estaba el de A. Edwards yCía., cuyo dueño encabezaría des-pués la Revolución de 1891, segúnlos historiadores marxistas.

Los bancos particulares adqui-rían, a cambio de los depósitos fis-cales, el compromiso de no elevarlas tasas de interés, lo cual favore-cía el desarrollo de los negocios através de más inversiones. Así, elseñor Balmaceda pudo decir en sumensaje de 1888: "Desligado el Go-bierno de los contratos celebradoscon el Banco Nacional en 1869 y1873, se ha puesto término a todarelación obligada del Fisco y se haacordado proceder respecto de lasinstituciones bancarias en términosque favorezcan los intereses de lacomunidad y aseguren la tasa mode-rada de interés" (18).

Pero el Congreso a corto plazo co-menzó a ver peligros en esta nueva

y, aparentemente, adecuada' políti-ca. Don Enrique Mac Iver, parla-mentario fundador del Partido Ra-dical, decía en un discurso: "Sabe-mos que a cortos plazos, pasan endepósitos fuertes sumas de las arcasfiscales a los bancos y de los bancosa las arcas fiscales. Con depósitoscomo éstos, de diez, doce y catorcemillones de pesos que está en las ma-nos del Gobierno lanzarlos o quitar-los de la circulación bancaria, ¿enqué condiciones están colocadosnuestros establecimientos de crédi-to? ¿no es evidente que esas institu-ciones y los hombres de fortuna quelas sostienen y los que de ellas tie-nen que servirse, han de vivir con-templando la voluntad del Gobiernoy temiendo atraerse su desagrado?".

Nótese que, si bien Mac Iver eraparlamentario gobiernista, las ad-vertencias partían del Congreso yno del Ejecutivo, contra un sistemaque beneficiaba a la banca y quehabía sido propiciado por éste. Esdecir, todo lo contrario del cuadroque pinta la interpretación politiza-da de la historia.

Debe señalarse que la referidacrítica era del todo fundada. El to-tal del circulante en Chile superabaapenas los veinte millones de pesos,de modo que diez, doce o catorce mi-llones de pesos eran sumas enormes,que daban al Gobierno un poder depresión incontrarrestable y peligro-so.

Otras voces también se alzaron enel Congreso. El diputado Mac Clure,aún perteneciendo a una familia debanqueros, formulaba las mismasadvertencias; el diputado por Tal-ca, Ricardo Letelier, lo hacía delmismo modo: había necesidad, ygrande, de concluir con los depósi-tos fiscales en los bancos; era pre-ciso que las relaciones del Fisco conlos bancos terminaran cuanto antes.Se denunciaban incluso las especula-ciones por parte de hombres de go-

(18) J. M. Yrarrázaval, op. cit., p. 76.

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bierno a raíz del conocimiento quetenían acerca de los aumentos de lacantidad de dinero proveniente dedepósitos fiscales cuantiosos en labanca, que hacía subir la Bolsa.

En defintiva, el Gobierno acogióestos clamores. El 28 de noviembrede 1889, el Ministro de Hacienda,don Pedro Montt, intervino en laCámara para anunciar el retiro pau-latino de los fondos fiscales de losbancos y agregó: "Cree el mismoGobierno que este retiro no puedehacerse de una manera violenta si-no poco a poco, para no perturbar elcomercio y las transacciones en elpaís entero, puesto que todas estassumas de dinero están hoy en poderde particulares a quienes las hanfacilitado a su vez los banqueros"(19).

En síntesis, las políticas guberna-tivas hacia la banca en ningún ca-so fueron hostiles durante el man-dato de Balmaceda y hasta antes deiniciarse la guerra civil. Al con-trario, fueron voces parlamentariaslas que llamaron a modificar esaspolíticas para proteger el interésfiscal y llegando a acusar a hom-bres de gobierno de especulaciones,aprovechando su conocimiento dedecisiones vinculadas a los depósi-tos fiscales. De ninguna manera po-dría, pues, pensarse que esas políti-cas bancarias fueron una causa dela Revolución de 1891.

Las reales causas de la Revolución.

Estas fueron, en efecto, las quelos historiadores siempre han seña-lado y las que los protagonistas re-conocieron como tales en su época:las atribuciones presidenciales y delCongreso; la independencia de lospartidos políticos; el control de laselecciones.

La ruptura de hostilidades entreGobierno y Congreso comenzó, comosabemos, el 14 de junio de 1890, conla negativa parlamentaria a aprobarla ley que permitiría al Gobierno co-brar las contribuciones. Cuatro días

después de esa ruptura, el Gobiernoretiró todos los dineros que teníadepositados en los bancos, contra-riando los anuncios previos de suMinistro de Hacienda Pedro Montt,quien había señalado meses antesque tal medida se juzgaba, por elmismo Gobierno, como peligrosa yperjudicial.

Durante los meses siguientes sedesarrollaron tratativas y conver-saciones en procura de un aveni-miento político. Diversas comisionesacudieron al Presidente Balmacedaen busca de un acuerdo de transac-ción, pero el mandatario rechazóaltivamente cualquiera tentativa dedisminuir sus atribuciones. Así lascosas, la revolución se inició, dehecho, en enero de 1891, cuando laescuadra zarpó al norte con los prin-cipales líderes del Congreso Nacio-nal a bordo, tras emitir un manifies-to en el cual declaraba destituido desu cargo al mandatario, como res-puesta al hecho de que éste habíapuesto en vigor la Ley de Presu-puesto sin aprobación parlamenta-ria.

Ya entramos en pleno terreno deextraconstitucionalidad y de guerracivil. El Gobierno intervino los ban-cos particulares, en febrero, marzoy mayo de 1891, estableciendo fun-cionarios interventores en ellos. In-cluso Balmaceda llegó a ordenar, enjunio de 1891, que fueran voladastodas las salitreras de Tarapacá,pensando que de allí provenía elfinanciamiento de la Revolución, or-den que, afortunadamente para elpaís, no fue cumplida. También enjunio de 1891 el Gobierno presentóun proyecto para crear el Banco delEstado. Naturalmente, era un es-fuerzo por concentrar en manos delEjecutivo todos los recursos del país.

Pero éstas no eran medidas de po-lítica económica; eran medidas deguerra. No eran causas de la Re-volución; eran sus efectos.

(19) J. M. Yrarrázaval, op. cit., p. 83.

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En materia de política económica crepancias políticas y ellas fueron,nunca hubo discrepancias funda- como siempre lo han enseñado losmentales entre el Presidente Balma- historiadores de mayor prestigio,ceda y el Congreso; por el contrario, las verdaderas causas de la Revolu-En cambio, sí hubo profundas dis- ción de 1891".

Un pais.con cuerpo y alma

El cuerpo, la salud mental y física, la vinculación del hombrecon la Naturaleza, la integración de más y más

familias al deporte y la recreación, son las diarias tareas de DIGEDER.El alma nacional, ese invisible halo que nos une en la

voluntad de crecer y ser mejores como país, se refleja yproyecta en nuestra Constitución Política de 1980.

Hoy, al cumplirse el 2o Aniversario de su puesta en vigencia,DIGEDER se une a la celebración de este

acontecimiento trascendental para nuestra Historia, gracias alcual todos los chilenos tienen la posibilidad de ir

construyendo, día a día y a través de una participaciónreal, el futuro de la Patria.

Por ello, hoy, más que nunca, DIGEDER redobla susesfuerzos cotidianos, posibilitando la igualdad de oportunidades

en la práctica de los deportes y lasactividades recreacionales, para elevar los niveles de

desarrollo físico, intelectual y moral de los chilenos.Por un país sano, con fe, con confianza, integrado y optimista.

Un país con cuerpo y alma.Un país triunfador.

DIGEDEREn el 2º Aniversario de la puestaen vigencia de la ConstituciónPolítica del Estado de 1980.

El P. C. MAS ALLA DE LA DEMOCRACIA

ARTURO LANE ORTEGA.Analista político.

U N partido político es una organización de ciudadanos que, reuni-dos en torno a una ideología o a un programa de gobierno, pre-tenden realizarlo luchando por la conquista del poder político.

Tal lucha se da a través de elecciones en el sistema democrático. Es dela esencia de la democracia que esta contienda no termina con el triun-fo de un partido. Para que esto ocurra, el partido que está en el gobier-no debe comprometerse a no ejecutar políticas que destruyan los fun-damentos sociales, económicos ni culturales que sustentan a los demáspartidos o a sus simpatizantes. Dicho compromiso contiene además ladisposición de abandonar el poder por parte del partido gobernante,cuando ha perdido las elecciones, realizadas con respecto a la norma deque el voto debe ser libre, secreto e informado y al más amplio accesode los demás partidos a los medios de comunicación social para su pro-paganda. A su vez, los partidos de oposición deben respetar el derechoa gobernar del partido gobernante por el plazo constitucional establecido.

Esto es la democracia liberal, que en su concepción exige que lalucha quede reducida al campo estrictamente político, dejando fuera deella los demás aspectos de la vida social. Es este el tipo de democraciaen que están pensando los partidos que en Chile se definen a sí mis-mos como democráticos, pero que los comunistas denominan partidosburgueses. Si un partido, ya sea en el gobierno o en la oposición, no seatiene a tales compromisos, no podrá funcionar normalmente el siste-ma democrático. Veamos si el Partido Comunista se ajusta al modelo departido democrático aquí descrito y si su proyecto político es compati-ble con la democracia.

I. La Democracia y el Marxismo-Leninismo.

Para comprender la posición del P. C. frente a la democracia hayque recordar su concepto sobre el Estado. Sobre el particular Lenin seextiende ampliamente en su obra "El Estado y la Revolución", que ci-taremos en el presente trabajo.

Para él como Marx y Engels "el Estado es un órgano de domina-ción de clases, un órgano de opresión de una clase por otra, es la crea-ción del 'orden' que legaliza y afianza esta opresión... ". El origen opre-sor del Estado debe encontrarse en que "es producto y manifestación delcarácter irreconciliable de las contradicciones de clase. El Estado sur-

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ge en el sitio, en el momento y en el grado en que las contradicciones declase no pueden, objetivamente, concillarse".

Consecuente con este dudoso dogma acerca del Estado, que no apo-ya en modo alguno la ciencia histórica, afirma Lenin que "todo Estadoes una 'fuerza especial para la represión' de la clase oprimida. Por eso,todo Estado ni es libre ni es popular". El ejercicio de esta represión esencomendado a "destacamentos especiales de hombres armados, que tie-nen a su disposición cárceles y otros elementos". Agrega "tenemos dere-cho a hablar de destacamentos especiales de hombres armados, pues lafuerza pública, propia de todo Estado, 'ya no es' la población armada, su'organización armada espontánea' ".

La conclusión lógica de estas premisas la formula Lenin diciendoque "si el Estado es un producto del carácter irreconciliable de las con-tradicciones de clase, si es una fuerza que está por encima de la socie-dad y que 'se divorcia más y más de la sociedad, resulta claro que laliberación de la clase oprimida es imposible, no sólo sin una revoluciónviolenta, sino también sin la destrucción del aparato del poder estatalque ha sido creado por la clase dominante y en el que toma cuerpo aqueldivorcio'". ¿A quién puede extrañar, en consecuencia, que el P. C.chileno ratifique su vocación por la violencia? Optar públicamente porotra conducta sería una simulación.

Siendo el Estado un sistema represivo que responde a los interesesde la clase dominante, que hay que destruir mediante la violencia, cabepreguntarse por el espacio que le queda a la democracia. Para Lenin lademocracia es "la mejor envoltura política del capitalismo". Sin embar-go, afirma que "Democracia es el estado que reconoce la subordinaciónde la minoría a la mayoría llamada a ejercer la violencia sistemática deuna clase contra otra, de una parte de la población contra otra".

Conviene tener presente que la mayoría a que se refiere Lenin estárepresentada por "la vanguardia organizada del pueblo" o por "los ele-mentos más conscientes del proletariado". Estos "elementos" son losmiembros del Partido Comunista, que a su vez están sometidos al Comi-té Central del partido. En consecuencia, la "dictadura del proletariado"es ejercida en realidad por una minoría de minorías. Esta es una de lasllamadas "leyes del paso al Socialismo" que en la Conferencia de Moscúde 1957 se formulaba del siguiente modo: "La dirección de las masastrabajadoras por el partido marxista-leninista (Comunista), núcleo dela clase obrera, en la revolución socialista realizada bajo una u otraforma".

Para Lenin y los comunistas se habrá llegado en esta etapa a "laDemocracia para la mayoría gigantesca del pueblo y represión por lafuerza, o sea, exclusión de la democracia para los explotadores, para losopresores del pueblo: he ahí la modificación que sufrirá la democraciaen la transición del capitalismo al comunismo". Como se ve, la modifi-cación de la democracia consiste en la instalación de la dictadura del P.C, cuyo resultado ha sido en la URSS la creación de una "nueva clase"privilegiada que somete a la mayoría.

Téngase presente que "la transición de la sociedad capitalista —quese desenvuelve hacia el comunismo— a la sociedad comunista es imposi-ble sin un período político de transición', y el Estado de este períodono puede ser otro que la dictadura revolucionaria del proletariado".

La democracia, en todo caso, no tendría mucho futuro bajo un go-bierno comunista, porque según Lenin "se olvida constantemente que ladestrucción del Estado es también la destrucción de la democracia, que

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la extinción del Estado implica la extinción de la democracia". Comopuede observarse, en ninguna etapa del gobierno del P. C. habrá demo-cracia en el sentido de la democracia liberal, de la democracia electoralen que compiten diversos partidos en elecciones libres. Dice Lenin delsufragio universal: "Hay que advertir, además, que Engels, con la ma-yor precisión, llama también al sufragio universal instrumento de do-minación de la burguesía".

De la democracia liberal, dice Lenin: "en la sociedad capitalista te-nemos una democracia amputada, mezquina, falsa, una democracia so-lamente para los ricos, para la minoría. La dictadura del proletariado,el período de transición al comunismo, aportará por primera vez la de-mocracia para el pueblo, para la mayoría, a la par con la necesaria re-presión de la minoría, de los explotadores. Sólo el comunismo puedeproporcionar una democracia verdaderamente completa, y cuando máscompleta sea antes dejará de ser necesaria y se extinguirá por sí misma".

Debe quedar en claro que el período de la dictadura del proletaria-do para Lenin "se trata, a ciencia cierta, de un proceso largo" antes quese extinga el Estado. La dictadura soviética fue establecida en 1917 yno tiene visos de terminar ni menos se divisa la extinción del Estado, quese fortalece día a día.

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II. El papel del P. C. en la Democracia.

A la luz de su ideología sobre la democracia, que hemos revisadoen el párrafo anterior, se llega a la conclusión inevitable de que el Par-tido Comunista es subversivo, sea cual fuere la posición que la ley le asig-ne en el ordenamiento político. Porque para realizar su fin revolucio-nario, tendrá que crear las condiciones de perturbación del orden inter-no necesarias para materializar su proyecto político. De allí que el P.C. jamás se dejará reducir a la legalidad.

Cuando actúa dentro del sistema democrático, sólo muestra la par-te de su estructura que le es estrictamente indispensable para intervenirdentro de las instituciones políticas del país. Pero conserva el resto en la

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clandestinidad. Por ello, quienes suponen que legitimarlo garantiza queel P. C. se atendrá a la legalidad, están en un error. La legalidad sólole sirve para utilizar su participación política en apoyo de su aparatoclandestino.

Su línea política, ratificada recientemente, consistente en utilizartodas las formas de lucha, incluida la violencia, significa que el P. C.está dispuesto tanto a participar en acuerdos y en acciones políticas co-munes con los demás partidos de oposición, como a impulsar la violen-cia a fin de crear hechos políticos que comprometan a tales partidos ensus tácticas. Esta línea no es nueva. Es la de siempre con distintosnombres.

Para el P. C. una transición pacífica hacia el sistema democráticosería una derrota política, porque ello implica necesariamente respetarla integridad de las FF. AA. y el orden constitucional. Ambos son obs-táculos insalvables para imponer "la dictadura del proletariado". Porello el P. C. impulsa todas las acciones de violencia que impidan el desa-rrollo del diálogo político.

La condición ideal para el P. C. sería la creación de un clima deviolencia de tal magnitud que hiciera ingobernable el país. Así se jus-tificaría el establecimiento de un gobierno provisional que incluyera suparticipación. A la vez procedería al reemplazo de los cuadros de lasFF. AA. por sus propios cuadros, como ocurrió en Nicaragua y antesen Cuba. A partir de allí podría crear las condiciones para establecersedefinitivamente en el gobierno.

El Partido Comunista conoce a la perfección la mentalidad oportu-nista de los que él llama "dirigentes políticos pequeño burgueses". Poreso está persuadido que impulsar una estrategia que engloba todas lasformas de lucha, terminará entregándole el liderato político, porque lospartidos populistas se plegarán a ella argumentando que "no se les pue-de dejar el terreno libre a los comunistas". ¿No es acaso ésa la expe-riencia reciente en las tomas de terrenos con la participación de diri-gentes de otros partidos una vez que el P. C. hubo realizado el opera-tivo? De ese modo se van comprometiendo con su estrategia y sus tác-ticas. Cuando ello ocurre, es decir, cuando se entra a compartir su pra-xis política, se está a un paso de aceptar su dialéctica y luego su ideolo-gía. Esa es la experiencia de la Iglesia que ahora condena la llamadaTeología de la Liberación.

El P. C. no se atiene al modelo de partido que opera normalmentedentro del sistema democrático. Basta recordar la ideología de Lenin,contenida en su obra "El Estado y la Revolución", ampliamente citadaen el presente trabajo, para comprender que el P. C. no puede con-traer lealmente los compromisos que debe adoptar una partido demo-crático para que funcione el sistema.

Los comunistas negarán tal incapacidad para contraer compromisosy mencionarán que Lenin (en "Acerca de los Compromisos"), recordan-do a Engels, decía: "Ningún compromiso. Esto es una frase, pues loscompromisos de un partido que lucha son a menudo impuestos inevita-blemente por las circunstancias y es absurdo renunciar de una vez parasiempre 'a cobrarse la deuda por partes'. El deber de un partido autén-ticamente revolucionario no consiste en proclamar imposible la renun-cia a todo compromiso, sino en saber cumplir fielmente a través de to-dos los compromisos, en la medida que sean inevitables, con sus prin-cipios, su clase, su misión revolucionaria, su obra de preparar la revo-

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lución y de educar a las masas populares, para triunfar en la revolu-ción". Como se ve, el contenido de su compromiso siempre será la sub-versión.

En suma, el Partido Comunista jamás se dejará reducir a la lega-lidad que él desprecia, calificándola de "legalidad burguesa".

LA TOMA DE POSESION DEL

ESTRECHO DE MAGALLANES

JORGE GARFIAS VILLARREALCoronel (EM) Pdte. Instituto Histórico deChile.

I. —ANTECEDENTES.

A UNQUE la Geografía no esuna ciencia estática como lasMatemáticas (dos más dos

han sido, son y serán siempre cua-tro, pase lo que pase y ocurra loque ocurra), y está expuesta a evo-lucionar a medida que los cataclis-mos alteran la paz del planeta te-rráqueo (1), durante muchos siglossu aspecto general no cambia ma-yormente; pero la importancia delos accidentes geográficos varía enproporción directa al desarrollo dela Historia.

Antes que se supiera la existen-cia de América y un tiempo des-pués, el Estrecho de Magallanes eratotalmente desconocido. Aún conposterioridad a que su descubridorrevelara que había encontrado un

(1) Como ejemplo: el terremoto ocurridoen el sur de Chile el 21. V. 1960 modificóel cauce del río Valdivia. Hasta esa fechaera navegable sólo para pequeñas embarca-ciones. Ahora su curso permite la navega-ción de naves de mayor calado desde su de-sembocadura hasta algunos kilómetros haciael este.

paso que unía los mares Norte ySur, que después se llamaron Pací-fico y Atlántico, respectivamente,su valor no fue apreciado como co-rresponde. Posteriormente, cuan-do ya avanzado el período colonial,aumentó la población del continen-te y el tráfico comercial se acrecen-tó, fue la ruta obligada para la na-vegación interoceánica hasta laapertura del Canal de Panamá.Ahora su importancia político - es-tratégica tiene un carácter muchomás significativa.

a) Descubrimiento del Estrecho.

El primer hombre europeo quepisó suelo, de lo que después seríael Reino de Chile y específicamen-te la XII Región, una de las treceen que se divide el territorio nacio-nal, fue el navegante portugués alservicio de España, Hernando deMagallanes.

El 10 de agosto de 1519, al man-do de una flota de cinco pequeñosnavios españoles, Magallanes zar-pó de San Lúcar (Sevilla) en posde un camino que le permitiera al-canzar las islas Molucas. Se detu-vo en las Canarias, cruzó el Atlán-

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tico, tocó en Río de Janeiro, llegan-do al río de la Plata.

Una vez realizadas prolijas explo-raciones y después de varias frus-traciones tentativas, descubrió elestrecho el 1º de noviembre de 1520.Sin detenerse a explorar las costasadyacentes, lo atravesó y llegó alPacífico el día 27 del mismo mes.Las grandes y numerosas fogatasencendidas que divisó en la zona delsur y las enormes huellas que de-jaban los nativos en las arenas de lasplayas del norte determinaron queMagallanes denominara a las pri-meras Tierra del Fuego y Patago-nia (palabra derivada de patones opatagones) a la otra. Al océano enque desembarcó, cuyas aguas esta-

ban excepcionalmente muy tranqui-las ese día, lo llamó Pacífico. Enrecuerdo del descubridos se han con-servado estos nombres.

Posteriormente, después de des-cubrir las islas Marianas y Filipi-nas, murió en la ínsula de Mactáncombatiendo con los naturales de laregión.

Después de tornar el Africa yrealizar la primera vuelta alrede-dor del mundo, el segundo Coman-dante de la flota, que era Juan Se-bastián Elcano (2), arribó a San

(2) Extractado y resumido del Tomo Ipágina 178, Tomo II página 403 y Tomo IIIpáginas 97 y 105 de la obra "Documentos",de Medina.

Lúcar el 8 de septiembre de 1522en la "Victoria", única nave que nopereció. El recorrido había demo-rado casi tres años justos desde lapartida (33 meses y dos días).

b) Navegaciones posteriores.

La llegada de Juan Sebastián El-cano y sus diecisiete escuálidos so-brevivientes, determinó que la Co-

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rona de España resolviera cercio-rarse sobre la veracidad del impor-tante descubrimiento. Con este ob-jeto, dispuso en 1525 el zarpe deuna escuadrilla al mando de FrayGarcía Jofré de Loaiza, quien lle-vaba como segundo de abordo alpropio Elcano.

Posteriormente, una flota quemandaba Simón de Alcazaba cum-ple la misma misión los años 1534y 1536 y otra conducida por Alon-so de Camargo lo hace entre 1539y 1541. Los marinos que perecie-ron en estos malaventurados via-jes —no merecen otros calificativoslas referidas expediciones—, ade-más de informar de la existenciadel Estrecho, llevaron a la MadrePatria desalentadoras noticias res-pecto a la aridez del extremo delcontinente, por el rigor de su cli-ma y lo difícil que era la navega-ción en esos mares, agitados porviolentos y casi permanentes tor-mentas.

Este hecho, las guerras europeasy el descubrimiento y conquista delas demás regiones de América aca-pararon la atención del Emperadory lo despreocuparon de la impor-tancia del estrecho.

Después de varios años, a finesde 1553, Pedro de Valdivia encargaa Francisco de Ulloa el reconoci-miento del Estrecho de Magallanes.Este prepara su viaje en Valdivia,zarpa de este puerto y el 8 de no-viembre de 1553 penetra en el gol-fo de Ancud. A fines del mes seinternó en el citado Estrecho, en elcual navegó alrededor de 40 leguassin llegar al Atlántico. A su regre-so informó muy favorablemente delas características de la región.

En cumplimiento a las órdenesimpartidas por el Capitán Generaldel Reino, don García Hurtado deMendoza, el sagaz marino Juan La-drillero zarpó desde Valparaíso afines de 1557, rumbo al sur, bor-deando el litoral y al llegar a la al-titud calculada viró al oriente y na-vegó por el Estrecho en toda su

extensión de oeste a este, en direc-ción inversa a la de su descubri-dor y primeros navegantes.

Ladrillero, al llegar a Bahía Po-sesión cerca de la salida oriental"saltó en tierra y echó mano a suespada e cortó unas ramas é dijoque tomaba posesión de aquella tie-rra a vista del mar del Norte(Atlántico) en nombre de su ma-jestad y de su excelencia é muy ca-ro é muy amado hijo García Hur-tado de Mendoza, gobernador y ca-pitán general por su majestad delas provincias de Chile". De estoun escribano dejó constancia enacta.

Fue la primera vez que en esasapartadas latitudes australes sepronunció una palabra que deter-minó soberanía y la posterior exis-tencia de una nación activa e inde-pendiente: Chile. Este vocablo quepara nosotros representa lo mássagrado y valeroso, significaba pa-ra los aborígenes "la nata y flor dela tierra" y para los aimará, "elconfín del mundo".

En 1578 el temido marino y cor-sario inglés Sir Francis Drakecruza el estrecho en 16 días, recordque no será superado en los siglosXVI y XVII. Al singlar el Pacífi-co, es sorprendido por un tempo-ral que arrastra a su cuadrilla has-ta el grado 56 de latitud sur, cons-tatando que allí los dos océanosunen sus aguas. En la "GoldenHind", la única nave que no habíazozobrado, sigue rumbo al litoral deChile y el Perú, en cuyas costascausa un pánico indescriptible ensus habitantes.

Al regreso, informó de su descu-brimiento; pero, nadie le dio crédi-to, permaneciendo ignorada esta ha-zaña tan importante para la nave-gación hasta 1616.

c) Primera Colonia.

El Virrey del Perú, Francisco deToledo, consideró indispensable es-tudiar detenidamente las costas del

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Estrecho, para determinar el sitiomás adecuado para instalar unafortaleza y población antes queotras naciones lo ocupen y así evi-tar el paso al Pacífico de naves ex-tranjeras. En consecuencia, resol-vió que dos navios al mando del Ca-pitán Pedro Sarmiento de Gamboa,perito en navegación, cosmografíay otras ciencias, singlara en el ve-rano de 1580 dicho accidente hidro-gráfico explorando minuciosamenteambas riberas.

En cumplimiento a las instruc-cio del virrey, navegó el estrechode poniente a oriente, cruzó elAtlántico, se presentó al Rey y alConsejo Supremo Real de las In-dias e informó "que era necesariocomo fácil fortificar por ambas cos-tas la primera angostura y poblarel estrecho más adelante".

El entusiasmo con que Sarmien-to expuso su plan, su facilidad deexpresión, los sólidos argumentosen que basó su proyecto y su sim-patía personal convencieron alConsejo. Como resultado del. acuer-do que al respecto se tomó, zarpóal cono sur de América la expedi-ción de mayor magnitud que jamáshabía salido de España. Se trata-ba de veintitrés navios con cuatromil personas entre tripulantes, sol-dados y pobladores con todas lasarmas y pertrechos necesarios. Aljefe de la expedición, Pedro Sar-miento de Gamboa, se le nombró"Capitán General del Estrecho deMagallanes y Gobernador de lo queen él se poblare".

Las enfermedades, las desercio-nes y los temporales afectaron mu-cho a las dotaciones de la flota. Amedida que navegaban al sur, fue-ron mermando los buques, los tri-pulantes y los proyectos que éstosintentaban convertir en realidad.El 1º de febrero de 1584, dos y me-dio años después del zarpe, arriba-ron al estrecho sólo cuatro naves y338 individuos.

A Sarmiento no lo intimidó estafatalidad e instaló los cimientos pa-

ra una población a emplazarse aloeste del cabo Vírgenes, a la quellamó "Nombre de Jesús". Pocosdías después, tres de las "naos" de-sertaron regresando a España, de-jando a Sarmiento de Gamboa consus pobladores y el más pequeñoda los buques, la "María", con unacapacidad máxima de cincuentapersonas. Como la ubicación de es-te poblado era un páramo venteado,desabrigado y seco, incapaz de bas-tarse a sí mismo, resolvió trasladarun tercio de sus habitantes al puer-to inmediato al arroyo San Juan dela Posesión, abrigado por el salien-te de la punta de Santa Ana que seinterna en el estrecho, distanteochenta leguas, las que recorrieronen 15 días.

El 15 de marzo trazó la ciudad,a la que denominó "Rey Don Feli-pe".

Hecho esto, Sarmiento regresó a"Nombre de Jesús", donde un vio-lento temporal cortó las amarras dela "María", rompió sus velas y laarrojó mar afuera, empujándolahasta Río de Janeiro. No pudo re-gresar a auxiliar a sus pobladorespor haber permanecido dos mesespreso de los corsarios ingleses y dosaños encarcelado por los hugonotesfranceses.

En "Nombre de Jesús" permane-cieron ciento noventa y tres colonosal mando de Andrés de Viedma ycien en "Real Felipe" a cargo deJuan Suárez de Quiroga. De todosestos, sólo sobrevivieron dos. Re-sistieron sólo dos inviernos sin re-cursos y el miserable término deellos fue un doloroso drama.

Los hados de la muerte preparana los mortales crueles designios ytristes escarnios. La finalidad per-seguida al fundar los dos pobladosfue impedir el paso a los piratas in-gleses. Uno de éstos, Tomás Caven-dish, rescató al español Tomé Her-nández en 1586. Después singlórumbo a "Real Felipe", donde en-contró sólo cadáveres, casi todosinsepultos. Entonces designó a la

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fúnebre localidad "Port Famine",que significa "Puerto Hambre".Así, esta sugestiva denominación,resume en forma elocuente y ate-rradora su trágico destino.

d) Abandonado más de 50 lustros.

En 1616, los navegantes holande-ses Guillermo Shoytten y Jacobo LeMayra modifican totalmente el co-nocimiento que hasta entonces setenía de la geografía universal aldescubrir el cabo de Hornos, quees el extremo del cono sur en quelos océanos Pacífico y Atlántico pa-recen confundir sus aguas en unmar sin atajos. De este modo, losgeógrafos se convencen de que la is-la de Tierra del Fuego es totalmenteindependiente y está separada de laAntártica. Aquella es un ínsula yéste un continente fabuloso, cuyagran importancia ha venido a apre-ciarse hace poco más de 40 años.

España recomienda a los capita-nes de su flota, los hermanos Bar-tolomé y Gonzalo García de Nodal,verificar en dos carabelas la exis-tencia del nuevo paso descubierto,lo que determina el desprestigio delEstrecho de Magallanes y el hechode que España se olvidara de susposesiones al sur del paralero 46"de latitud sur.

Para el Estrecho se inicia un lar-go paréntesis algo novelesco y conmucho de festivo, en el que pasa aser ruta y lugares de recalada decorsarios, piratas, filibusteros, bu-caneros y contrabandistas.

Drake, Cavendish, Hawkins, Me-rick, Dampier, Anson, Noort,Sharp, Davis, Strong, de Gennes,Shelvocke, Chipperton y Roggen-wer constituyeron una permanenteamenaza para las colonias españo-las y el dilatado imperio hispánico.

En aquellos tiempos, el corso erauna forma de guerrear y la pirate-ría una provechosa institución. Aéstos se apegaron después los fili-busteros, que eran traficantes o me-rodeadores, traducción de "freeboo-

ter" y los bucaneros ("bauca-niers"), que eran gente de malascostumbres que venían de las Anti-llas. Estos olvidaban sus diversasnacionalidades y se unían contraEspaña. Esta poderosa nación per-sistía en su política de reservarseel monopolio comercial con sus co-lonias de América, olvidándose queno poseía el importante dominiodel mar.

e) Naves a vapor en el Estrecho.

Un capitán de marina mercantede origen estadounidense llamadoGuillermo Wheelwright, se habíaestablecido en Valparaíso desde losinicios del gobierno del General donJoaquín Prieto Vial (1831 - 1841).Después de haber servido en las lí-neas marítimas de los puertos delPacífico, se dedicaba a diversos ne-gocios particulares.

La prodigiosa imaginación de es-te hombre le inspiró el proyecto decrear una línea regular de naves avapor entre los puertos del Perú yde Chile. Esta idea la dio a cono-cer en una reunión, en que esta-ban presentes don Diego Portalesy el Capitán Fitz Roy, el gran co-nocedor de todos los mares que seencontraba de paso en Valparaísocon su famosa "Beagle". Este pro-yecto se materializó como ley de laRepública el 25 de agosto de 1835.(3).

Para este servicio se constituyóla empresa "Pacific Steam Navi-gation Company", que aún subsis-te. Con los fondos aportados parafinanciar la compañía se constru-yeron los buques a vapor "Chile" y"Perú". Estos navegaron desdeInglaterra, zarpando en Plymouth,

(3) La primera navegación a vapor sehizo en Chile el 6. VI. 1822 en el buque"Rising Star" entre Valparaíso y Quintero,al mando del Almirante Lord Thomas Co-chrane. Se había construido para emplearloen la Guerra a Muerte del sur.

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el primero de agosto de 1840, por elAtlántico y el Estrecho, introdu-ciéndose en su historia. Lo hicie-ron al mando de los capitanes Glo-ver y Peacock, respectivamente.

El 18 de septiembre se detuvie-ron en Puerto Hambre para pro-veerse de leña y agua. En esa opor-tunidad rindieron un homenaje alaniversario de la Independenciaizando el pabellón chileno, ofrecien-do los honores correspondientes do-ce marineros uniformados. EnPunta Santa Ana se plantó una ba-liza de 25 pies de altura y en subase se enterró un porrón de arci-lla con un manuscrito lacrado y se-llado, además de unas monedas enque estaban grabadas figuras deS. M. la Reina Victoria. Arriba-ron a Valparaíso el 15 de octubre.(4).

II. —ORIGENES DE LAEXPEDICION CHILENA.

Son muchos los factores que,desde la Independencia hasta el go-bierno de Bulnes retardaron laToma de Posesión del Estrecho ylos que determinaron hacerlo en1843.

Si el Libertador falleció murmu-rando: "¡Magallanes!" "¡Magalla-nes!", cabe preguntarse ¿por quédurante su gobierno no se intentósiquiera preparar una expediciónal Estrecho, para afianzar allí eldominio de Chile? Se puede respon-der que durante los seis años queejerció O'Higgins el poder, estuvopreocupado de afianzar la Inde-pendencia, ocupado en la Guerra aMuerte en el sur y empleando to-das las energías y recursos en laExpedición Libertadora del Perú.Durante la administración del Ge-neral don Ramón Freire Serrano,se logró la incorporación de Chiloéal patrimonio nacional y la aboli-

(4) Resumido de "El Mercurio", de Val-paraíso, del 16. X. 1840.

ción definitiva de la esclavitud, doshechos trascendentales que justifi-can su gestión de gobernante. Ade-más, lo corto de su primer perío-do no le permitió efectuar una ope-ración de esta naturaleza. El pe-ríodo de anarquía (1826 - 1831) nopermitió siquiera pensar en algosemejante. El decenio de Prieto tu-vo como primer y primordial obje-tivo estructurar la República des-pués de la cruenta revolución queterminó en Lircay y después, entreotras cosas, la preparación, orga-nización y realización de la Guerracontra la Confederación Perú-Boli-viana del Mariscal Andrés de San-ta Cruz Kalaumana.

Lo detallado en el párrafo ante-rior explica muy bien las razonespor las cuales no se había intenta-do aún con hechos positivos la ma-terialización del afianzamiento dela soberanía del Estrecho.

a) Desconfianza en las navegacio-nes extranjeras.

Las expediciones inglesas tanprolongadas de Fitz Roy y Darwinen el Estrecho y zona magallánica,aunque perseguían fines científi-cos, fueron observadas con descon-fianza en Chile y se creyó que in-volucraban parte de un plan pre-concebido de la corona inglesa pa-ra apoderarse de aquellas tierras.

Estos recelos fueron creciendo alextremo que el diputado Pedro Pa-lazuelos Astaburuaga hiciera pre-sente sus inquietudes, en el cursodel año 1840, dentro de la Cámarade Diputados.

Asimismo los viajes de los capi-tanes de la Armada Francesa Du-haut Cilly, Dumont d'Urville y delAlmirante Dupetit - Thouars y enespecial sus informes que indicanel abondono total en que estaba elEstrecho y la conveniencia de es-tablecer en él una base naval, quesirviera de etapa en la larga nave-gación a Polinesia y Oceanía, pu-blicadas en diarios y revistas cien-

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tíficas, produjo una mayor preocu-pación aún.

Los informes de los capitanes ci-tados determinaron establecer unaoficina de correos en el lugar másalto de Punta Santa Ana, que con-sistía en un barril en el que se de-positaba la correspondencia de losmarinos exploradores polares. Unposte con una leyenda "Post Offi-ce" facilitaba ubicar y encontrarla.Esta correspondencia llegaba aFrancia, su destino, lo que es unaprueba irrebatible del buen funcio-namiento de este curioso correo;pero, al mismo tiempo, era una cla-ra evidencia del abandono en queChile tenía a esta región de la quese decía dueño. Esta desidia de lasautoridades chilenas incitó los ape-titos de las potencias extranjeras,que se disputaban el dominio de lacolonización universal.

b) Influencia de O'Higgins.

Cuando permaneció Bulnes casidos años en el Perú con motivo dela Guerra contra la ConfederaciónPerú - Boliviana (1838 y 1839), tu-vo oportunidad de conversar mu-chas veces con el desterrado deMontalván y éste le habló en repe-tidas oportunidades de la necesidadde colonizar el Estrecho y zonas ad-yacentes.

Era tanta la importancia que elprócer daba a este proyecto, queello pasó a constitur una obceca-ción, al extremo que murió pronun-ciando como última palabra: "¡ Ma-gallanes!" "¡Magallanes!".

c) Hecho determinante que actua-lizó la necesidad de ocupar elEstrecho.

A fines de 1841 un marino mer-cante originario de Estados Uni-dos de Norteamérica, llamado Jor-ge Mabon, radicado en Chile hacíaalgún tiempo y dedicado a la cazade lobos de mar, pidió autorización

al Supremo Gobierno para estable-cer en el Estrecho de Magallanesun servicio de barcos de vapor pa-ra remolcar las naves a vela que,en ese entonces, pasaban de un océa-no a otro por el sur del Cabo deHornos.

Antes de remitir esta solicitud aconsideración del Congreso, el Go-bierno designó una comisión paraestudiar la materia y proponer unproyecto de ley al respecto, la queemitió un informe favorable; perohace presente que —aunque el Es-trecho está dentro del territorio na-cional— es indispensable ocuparlomaterialmente, antes que lo hagauna potencia extranjera. Estable-ce, además, que la soberanía no bas-ta que sea teórica, sino que debeser efectiva.

Se inició, entonces, por parte delos patriotas convencidos de los be-neficios que para Chile significabahacer tangible la ocupación del Es-trecho y la materialización del pro-yecto de Mabon, una campaña deprensa y opinión en los diarios "ElProgreso" de Santiago y "El Mer-curio" de Valparaíso. En ellos seinsiste en la necesidad de estable-cer una base en dicho accidente hi-drográfico.

Bulnes, que gobernaba en eseentonces, ya había resuelto la ocu-pación y sólo esperaba, para proce-der, las informaciones que sobre es-te asunto había pedido al Intenden-te de Chiloé.

Dos hechos influyeron para ac-tualizar la importancia del Estre-cho: el conocimiento científico ygeográfico de la región, hecho po-sible debido a la divulgación de lostrabajos hidrográficos de los explo-radores Parker King y Fitz Roy yla navegación por él de los vapores"Chile" y "Perú", lo que inició unanueva era para el comercio inter-nacional entre los océanos Pacíficoy Atlántico.

Hasta la fecha, el movimiento co-mercial y naval entre ambos océa-

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nos se hacía a través del istmo dePanamá (5) o por el Mar de Dra-ke, al sur del cabo de Hornos. Elprimero era difícil y obligaba altrasbordo, sometido a las condicio-nes climáticas panameñas, antihi-giénicas e insanas de la zona. Elotro era peligroso en su tramo aus-tral, más largo, y carecía de un lu-gar adecuado en la mitad del cami-no para las necesidades de abaste-cimientos.

El proyecto del señor Mabon fa-cilitaba enormemente la navegacióndesde Europa, las comunicacionesentre las naciones ribereñas delAtlántico con aquellas cuyos puer-tos se encontraban en el litoral delPacífico, Oceanía y el Oriente.

Por las razones indicadas, el Es-trecho atrajo la atención mundialy, en consecuencia, significó unaenorme importancia para Chile, de-bido a su situación geográfica. Lanación pudo cifrar en él su futuraprosperidad, un seguro y próximoengrandecimiento, siempre que nolo echara al olvido y dilatara suocupación definitiva.

III. —LA EXPEDICIONMILITAR.

En su programa de gobierno, elGeneral Manuel Bulnes Prieto, queinició su fecunda presidencia el 18de septiembre de 1841, con el pres-tigio de su victoria en Yungay, ha-bía considerado la ocupación deMagallanes.

a) Preparación.

Como primera medida, se nom-bró Intendente de Chiloé a don Do-mingo Espiñera, quien había inte-grado la comisión para estudiar lasolicitud de Mabon, quien debía,desdo la isla, preparar el viaje. Estadesignación y la posterior expedi-

ción le dieron notoriedad, ya quecumplió muy bien la misión enco-mendada. La suerte pone en lasmanos de los seres humanos lasoportunidades para triunfar; deellos depende saber utilizarlas yvencer.

El Intendente Espiñera tuvo elbuen tino de nombrar Comandantede la goleta "Ancud", próxima aconstruirse y en la cual se navega-ría a ocupar el Estrecho, al Gober-nador Marítimo del puerto de SanCarlos de Ancud, Capitán Juan Wi-lliams Wilson. Se le conocía comoJuan Guillermos y había nacido enBristol (Inglaterra) en 1798, des-cendiendo de una familia de mari-nos. Encontrándose en 1817, enBaltimore (Estados Unidos de Nor-teamérica), sentó plaza de marine-ro en el bergantín "Lucy", quepronto iniciaría la guerra de cor-so en Sudamérica contra España.En el puerto de Buenos Aires, fueadquirido por Chile con toda su tri-pulación y pertrechos para reforzarla incipiente escuadra chilena,bautizándosele con el nombre de"Galvarino". En su nave, con suhermano Roberto, inicia su carreraen la Armada Chilena.

Participó en la Expedición Liber-tadora del Perú y terminada éstase casó en 1823 con la hija de unaconocida familia de Concepción, do-ña Gertrudis Rebolledo Sanhueza(6). Con el grado de Teniente enla Marina Chilena, participa con elDirector Supremo don Ramón Frei-re en la liberación de Chiloé. Cuan-do éste en el bergantín "Orbegoso"trató de insurreccionar a la provin-cia contra el gobierno de su suce-sor General Joaquín Prieto Vial, sealistó con su jefe y amigo, termi-nando ambos presos en la cárcel deCerro Cordillera en Valparaíso.

(5) El Canal de Panamá fue entregado altránsito en 1916.

(6) De este matrimonio nacieron tres hi-jos: Juan, Horacio Luis y Emilia. El prime-ro fue el primer Comandante en Jefe de laEscuadra Chilena en la Guerra del Pací-fico.

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En la Guerra contra la Confede-ración Perú - Boliviana se alistó co-mo Oficial de Detalle en la fraga-ta "Confederación", campaña en laque tuvo una destacada actuación,siendo gravemente herido. Para fa-vorecer su convalecencia, fue desig-nado Gobernador Marítimo delpuerto de Ancud.

Dirigido por su Comandante, seinició —en un improvisado astille-

ro techado, levantado en la playade San Carlos de Ancud —la cons-trucción de la goleta de guerra "An-cud" (7) de casi 16 metros de es-lora, 4 de manga y 30 toneladas.

(7) Se había bautizado con el nombre de"Bulnes", pero debió repetirse con el nom-bre "Ancud", por orden del Presidente quienprohibió darle su nombre "movido por unsentimiento de laudable delicadeza".

b) La navegación de la goleta deguerra "Ancud".

El 21 de Mayo de 1843, en con-memoración del Combate Naval deIquique, fue fijada la fecha del zar-pe, el cual debió postergarse parael día siguiente, debido a que unasorpresiva ventolina del noreste nopermitió que se diera término alembarque.

La tripulación de la nave se com-ponía de 22 personas distribuidasasí: Comandante, Capitán de Fra-

gata Juan Williams Wilson; pilotoJorge Mabon; timonel Ricardo Di-dimus; marineros José Santana,Remigio González, Francisco Her-nández, Jerónimo Ruiz, José Víc-tor y José María Yáñez; una guar-nición militar que iba a cubrir laprimera población chilena en el Es-trecho constituida por el TenienteManuel González Hidalgo, Sargen-to Eusebio Pizano, Cabo José Hidal-go, Soldados Cipriano Jara, Valen-tín Vidal, Pascual Riquelme, Ma-nuel Villegas y Lorenzo Soto. Ade-

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más el naturalista voluntario Ber-nardo Philipi, carpintero LorenzoAro, el joven Juan Williams Rebo-lledo, hijo del Comandante, y dosmujeres esposas de los soldados Ja-ra y Vidal.

La "Ancud" siguió rumbo canalde Chacao, Dalcahue, Curaco, alsuroeste de la isla Quinchao, dondeintegró la tripulación como marine-ro primero el patrón lobero y ca-zador de nutrias de origen inglésCarlos Miller; Quehuí, donde el cu-ra párroco Fray Alejandro Bran-che brindó hospitalidad a los nave-gantes con víveres y maderas; gol-fo Corcovado, isla Queitao, del ar-chipiélago de las Guaitecas. En es-ta latitud, se levantó un viento hu-racanado que significó la pérdidade la chalupa de la nave. Calmadoéste, continuaron hasta puerto Low,desde donde zarparon el 6 de ju-nio, llegando el 12 a puerto Ameri-cano, en el que permanecieron has-ta e 13 de julio construyendo otrachalupa. Este día zarparon con unnuevo tripulante, el obrero JuanYate, por el canal Moraleda, ca-nal Errázuriz, canal Vicuña, canalPulluche hasta la península de TresMontas. Aquí permanecieron hastael 26, para zarpar rumbo al caboTaitao donde debió enfrentar unatormenta que los obligó a regresara puerto Americano el 2 de agos-to. Los irreparables daños sufri-dos obligó a Williams a enviar enla chalupa a Philippi con cinco hom-bres a Ancud, a traer repuestos yvíveres frescos. Esta regresó el 26con todo lo solicitado.

Cuando fue reparado su buque,Williams debió impedir, en su ca-lidad de Comandante de una nave,de guerra chilena, que el Capitándel bergantín estadounidense "En-terprise" practicara contrabando detabaco con los tripulantes de unaslanchas madereras chilotas, intimi-dándolo con su artillería y amena-zándolo con comisar su buque y re-mitirlo a disposición de la autori-dad de la provincia de Chiloé.

El 9 de septiembre zarpó la "An-cud" rumbo a isla Jarnes, isla Jor-ge, canal Goñi y Océano Pacífico,donde un viento propicio le permi-tió desplegar todo su velamen has-ta canal Messier, cabo Rapper, TresMontes, golfo de Penas, isla We-llington, angostura inglesa, RockyCove, canal Smith, cabo Temer, en-trando el 18 de septiembre al Estre-cho por Calle Largo y el 20 dabavuelta por el cabo Froward.

Por fin, a las 10 de la mañanadel 21 de septiembre de 1843, se di-visó punta Santa Ana y fondeó albuque en el puerto de San Felipe(Puerto Hambre).

IV. —TOMA DE POSESION.A las tres de la tarde del mismo

día se izó el pabellón nacional fren-te a la tripulación formada, menosdos marinos que permanecieron abordo de guardia, incluyendo a lasdos valerosas mujeres que iban aofrecer a Chile sus primeros hijosque después nacieron en esta apar-tada región del territorio nacional.Enseguida, el cañón de artilleríadisparó los veintiún cañonazos de lasalva mayor que prescribe la Orde-nanza, la que fue contestada por elcañón de la "Ancud".

a) Acta.Después de la emotiva ceremonia

la gente recorrió el lugar y se fes-tejó el acontecimiento. Mientrastanto, en la Cámara de Oficiales seprocedió a levantar el acta de ocu-pación del Estrecho, que escribió elSargento Eusebio Pizarro. El ori-ginal fue lacrado, sellado con la di-visa de la República de Chile y en-terrado al pie del asta y la copia au-téntica fue guardaba a bordo.

b) Oportunidad de la ocupación.El 22 de septiembre, a las 11. 30

horas, casi un día completo despuésde la ocupación, se divisó por Pun-ta Santa Ana la nave "Phaéton",fragata de vapor de S. M. el Rey

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de Francia, al mando del Capitánde Corbeta Luis Maissin. Venía deRío de Janeiro rumbo a Talcahua-no, donde recalaría a buscar y con-tinuar a las islas Marquesas.

El día 23 arribó a a rada el ber-gantín ballenero francés "Flewis"al mando del Capitán Flathaway,procedente de Africa y con destinoa Chiloé, a abastecerse de víveresy dar descanso a su tripulación.

Como el 24 era domingo, un obis-po con misioneros que venía a bor-do ofició misa izándose la banderafrancesa al lado del altar.

El Comandante Williams envió alCapitán Maissin una nota recla-mando por el hecho de izar el pa-

bellón galo en territorio chileno, locual era atentatorio a la soberaníade la nación dueña del territorio,especialmente si estaba a la vista eltricolor de la Patria.

El marino francés contestó la no-ta dando las explicaciones del ca-so, lo que evitó todo rozamiento en-tre los protagonistas. Tanto es así,que hubo mutuas visitas a los bu-ques y retribuciones amistosas.

Este hecho demuestra la visióny oportunidad con que procedió elPresidente General Manuel BulnesPrieto, a quien recuerda la Patriacomo el mejor militar de Américaen su época y uno de sus más con-notados gobernantes.

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