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El Africano “No es una memoria difusa, ideal: la imagen de las altas mesetas, de los pueblos, las caras de los viejos, los ojos agrandados de los chicos roídos por la disentería, el contacto con todos esos cuerpos, el olor de la piel humana y el murmullo de las plantas. A pesar de todo eso, a causa de todo eso, esas imágenes son las de la felicidad, de la plenitud que me hizo nacer.” J.M.G. Le Clezio Hernani, Udal Liburutegia, 2011 martxoa Biblioteca Municipal, marzo 2011 http://libhernani.blogspot.com

El africano

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libro del premio nobel.

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Page 1: El africano

El Africano“No es una memoria difusa, ideal: la imagen de las altas mesetas, de los pueblos, las caras de los viejos, los ojos agrandados de los chicos roídos por la disentería, el contacto con todos esos cuerpos, el olor de la piel humana y el murmullo de las plantas. A pesar de todo eso, a causa de todo eso, esas imágenes son las de la felicidad, de la plenitud que me hizo nacer.”

J.M.G. Le Clezio

Hernani, Udal Liburutegia, 2011 martxoaBiblioteca Municipal, marzo 2011

http://libhernani.blogspot.com

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Jean-Marie Gustav Le Clézio (Niza, 1940)

Biografía1

Su nacimiento en Niza se produce azarosamente. Le Clézio proviene de una familia bretona emigrada a Isla Mauricio en el siglo XVIII. Su padre es inglés y su madre bretona; vivieron en África donde él trabajó hasta jubilarse, y ella volvió a Francia sólo para tener a sus dos hijos. Así sucedió en 1940 con el futuro escritor, pero al iniciarse en ese momento la Segunda Guerra Mundial su padre, dada su nacionalidad, no pudo ver ya a su familia que quedó en Niza. En esta ciudad su madre (que se escondía de la Gestapo) y su abuela enseñaron a leer a Le Clézio. Cuando tenía 8 años, se trasladó un tiempo con su madre y hermano a Nigeria, donde su padre servía como cirujano en las Fuerzas Armadas Británicas; este viaje en la infancia fue definitivo, y la figura paterna le inspirarán la novela Onitsha (1991) y El africano (2004), donde retoma su experiencia con su padre en un escrito muy personal.

Le Clézio inició sus estudios superiores en la Universidad de Bristol de 1958 a 1959, pero terminó su licenciatura en el Collège Universitaire littéraire de la Universidad de Niza. Era un gran espectador de cine, como se reflejará en libros futuros, así Ballaciner de 2007. Después de graduarse como doctor en letras, se mudó a los Estados Unidos como profesor. En 1967, fue enviado a Tailandia para realizar el servicio militar, pero, expulsado por protestar contra la prostitución infantil, fue enviado a México para cumplirlo. Entre 1970 y 1974, vivió con los indios Embera-Wounaan de Panamá. Escribió una tesis doctoral sobre Henri Michaux, por la que obtuvo un máster en la Universidad de Aix-en-Provence, en 1964; más tarde, en 1983, escribió otra tesis en la Universidad de Perpiñán sobre los comienzos de la historia de México: La conquista de Michoacán.

Tras especializarse en literatura francesa, Le Clézio se hizo famoso a los 23 años con su primera novela, Le Procès-verbal (El atestado), de 1963 que fue seleccionada para el Premio Goncourt y que obtuvo el Premio Renaudot de ese año. En ella definía su literatura como existencialista, pero también próxima a las obras de sus coetáneos Georges Perec y Michel Butor que estaban revolucionando la literatura. Desde entonces, ha publicado más de cincuenta libros, entre cuentos, novelas, ensayos, dos traducciones sobre la mitología hindú, un sinnúmero de prefacios y comentarios en diversas publicaciones.

En 1975 contrajo matrimonio con Jemia, del Sáhara occidental; con ella ha tenido dos hijas, y firmó Gens des nuages, relato de una visita al Sáhara. Desde 1990 ha alternado

1 Más información en esta dirección [2011-02-02]: http://es.wikipedia.org/wiki/Jean-Marie_Gustave_Le_Cl%C3%A9zio

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su lugar de residencia entre Albuquerque (Nuevo México, Estados Unidos), Mauricio —isla donde ha realizado una investigación amplia sobre sus orígenes familiares (tiene también esta nacionalidad desde hace decenas de años)—, y Niza.

Le Clézio ha tenido otros reconocimientos, además del juvenil. Fue el primero en obtener el Premio Paul Morand en 1980, adjudicado por la Academia francesa, por su novela Desierto. En 1994 fue elegido por los lectores de la revista francesa Lire como el mejor escritor francés vivo. Y el 9 de octubre de 2008 fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura.

Obras

• 1963 : Le Procès-verbal, novela. >> Trad. El atestado, Madrid, Cátedra, 2008. • 1965 : La Fièvre, novela. • 1966 : Le Déluge, novela. >> Trad. El diluvio, Barcelona, Seix-Barral, 2008. • 1967 : L'Extase matérielle, ensayo. • 1967 : Terra Amata. • 1969 : Le Livre des fuites. • 1970 : La Guerre. >> Trad. La guerra, Barcelona, Barral, 1972. • 1970 : Lullaby. • 1971 : Haï. • 1973 : Mydriase. • 1973 : Les Géants. • 1975 : Voyages de l'autre côté. >> Trad. Viajes del otro lado , Montevideo,

Trilce, 1995. • 1976 : Les Prophéties du Chilam Balam. • 1978 : Vers les icebergs, ensayo sobre Henri Michaux. • 1978 : Mondo et autres histoires. >> Trad. Mondo y otras historias, B. Aires,

Eudeba, 1997; Mondo e outras historias, Edicións Xerais de Galicia, 2008. • 1978 : L'Inconnu sur la Terre. • 1980 : Désert. >> Trad. Desierto, Barcelona, Tusquets, 2008. • 1980 : Trois villes saintes, ensayo. Trad. Tres ciudades santas, México, UNAM,

1980. • 1982 : La Ronde et autres faits divers. • 1984 : Relation de Michoacán. >> Trad. La conquista divina de Michoacán,

México, FCE, 2008. • 1985 : Le Chercheur d'Or. >> Trad. El buscador de oro, Barcelona, La otra

orilla, 2008. • 1986: Voyage à Rodrigues. >> Trad. Viaje a Rodrigues, Barcelona, La otra

orilla, 2008. • 1986: Sur Lautréamont, para Complexe, artículos sobre el poeta con Blanchot y

Gracq. • 1987: Les annés Cannes, sobre 40 años del festival de cine, con R. Chazal. • 1988 : Le Rêve mexicain ou la pensée interrompue. >> Tr. El sueño mexicano o

el pensamiento interrumpido, México, FCE, 1992, ensayos sobre México desde el siglo XVI hasta el XX.

• 1989 : Printemps et autres saisons • 1991 : Onitsha. >> Trad. Onitsha, Barcelona, Tusquets, 2008. • 1992 : Étoile errante.

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• 1992 : Pawana. • 1994 : Diego et Frida. >> Trad. Diego y Frida, Madrid, Temas de hoy, 2008,

biografía. • 1995 : Ailleurs, entrevistas con J.L. Ezine. • 1995 : La Quarantaine. >> Trad. La cuarentena, Barcelona, Tusquets, 2008. • 1997 : Le Poisson d'or. >> Trad. El pez dorado, Barcelona, Tusquets, 2008. • 1997 : Gens des nuages, viaje al Sáhara descrito con Jemia. • 1997 : La Fête chantée, et autres essais de thème amérindien. • 1998 : L'inconnu sur la Terre, ensayo. • 1999 : Hasard, seguido de Angoli Mola. • 2000 : Cœur brûle et autres romances. • 2002 : Tarabata, con el dramaturgo B.-M. Koltès. • 2003 : Peuple du ciel, novela. • 2003 : Révolutions, novela. • 2004 : L'Africain. >> Trad. El africano, Buenos Aires, Adriana Hidalgo, 2008,

relato autobiográfico. • 2006 : Raga. Approche du continent invisible, ensayo sobre Oceanía. • 2006 : Ourania, novela. >> Trad. Urania, Buenos Aires, El cuenco de plata,

2007. • 2007 : Ballaciner, sobre su experiencia con el cine. • 2008 : Ritournelle de la faim, novela. >> Trad. La música del hambre,

Barcelona, Tusquets, 2009.

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J. M. G. Le Clezio, escritor del mundo2

Claude Casteran

"Ser de aquí y de allá, pertenecer a varias historias": esta frase define a la perfección a este autor trotamundos

Hay algo de Barack Obama en Jean Marie Gustave Le Clézio: es un apóstol del mestizaje, un hombre tranquilo y carismático que se hace querer, un escritor que devuelve su dignidad a los humillados de todas las latitudes.

Todo el mundo acogió con elogios la concesión en octubre del Nobel de 2008 a este nómada literario, con excepción de algunas voces aisladas, como la del ensayista italiano Pietro Citati que lo encuentra "mediocre". En general se aplaudió su denuncia del materialismo contemporáneo, su fascinación por los paraísos perdidos y su defensa de las civilizaciones amenazadas. Incluso la patronal francesa recibió la noticia con una "inmensa alegría". El galardonado reaccionó sin triunfalismo ni falsa modestia: "Los escritores son frágiles. Todo lo que les suba la moral es bueno".

Le Clézio es un gran viajero contemplativo, el antiaventurero por excelencia, más contestatario de lo que se cree: "No soy una persona tranquila", suele decir. En Francia, se considera una gloria nacional desde su sensacional estreno en la literatura con El atestado, un texto en la línea de El extranjero de Albert Camus, que le reportó en 1963 un importante premio, el Renaudot. Tenía 23 años y todas las estudiantes de Letras del país estaban enamoradas de este joven tímido y rubio, de rasgos puros, que ya parecía estar al margen del mundo moderno y estresado que lo alababa.

Su nivel de popularidad nunca ha sido desmentido. Seguramente se explica porque la mayoría de sus libros son accesibles para el gran público y sin embargo exigentes, dos virtudes que raramente se aúnan. Al no pertenecer a ninguna corriente literaria, ha rubricado -esencialmente en Gallimard, su editor de siempre- algunos textos medianos, a veces llenos de buenos sentimientos, y varias grandes novelas: en total, unas 50 obras de ficción, ensayos, relatos, cuentos, biografías (como Diego y Frida), libros para jóvenes, libros de gran formato, así como innumerables artículos y prólogos (como el de una guía de viaje dedicada a México).

Gran lector del Quijote y del Lazarillo de Tormes, pero también de libros de Juan Rulfo, Jerome David Salinger o Dereck Walcott (Nobel 1992), Le Clézio escribe de manera sensual, musical y ágil. Su estilo puede parecer sencillo. Sin embargo, según el secretario perpetuo de la Academia Sueca, Horace Engdahl, "es muy difícil de traducir: su estilo puede parecer enfático cuando en francés no lo es". Aunque sigue estando poco traducido en Estados Unidos, donde se le acusa de un poscolonialismo ingenuo, su obra se lee mucho en Asia y en Europa.

Desde siempre, este ecologista adelantado a su tiempo recorre la Tierra en todos los sentidos: el océano Índico, Francia, Reino Unido, Tailandia, Panamá (empleado por el Instituto de América Latina, vivió cuatro años entre los indios emberá), Estados Unidos (enseña literatura francesa desde 1977 en la Universidad de Alburquerque, en Nuevo 2 En esta dirección: http://www.elpais.com/articulo/semana/J/M/G/Le/Clezio/escritor/mundo/elpepuculbab/20081206elpbabese_10/Tes

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México), Nigeria, Uzbekistán, Corea del Sur (en 2007, impartió un semestre de un curso de poesía y pintura en la Universidad de Seúl), etcétera. "No se pueden poner barreras al mestizaje", considera este apolítico criticado en algunos corros de derechas por su inmigracionismo. "Viajar para él es una segunda naturaleza. No se da cuenta de que viaja. No hay exotismo en sus libros", decía en 1998 su amigo el poeta Jean Grosjean.

"Ser de aquí y de allá, pertenecer a varias historias": esta frase, procedente de su novela Révolutions, define a la perfección a este escritor trotamundos que tiene doble nacionalidad, francesa y mauriciana. Porque en su nacimiento está el germen de su obra: nació en Niza (sureste), en 1940, en el seno de una familia que emigró a isla Mauricio (en el océano Índico) en el siglo XVIII. Su padre era un inglés, médico militar en la sabana de África, y su madre una francesa de Bretaña (oeste).

Dos de las novelas que acaban de traducirse al español exploran esta vena familiar. Onitsha (1991) narra el viaje iniciático de un chiquillo para descubrir a su padre y África: él mismo realiza este viaje a los ocho años. Este libro, igual que La cuarentena (1995), una novela de aventuras marítimas, tuvo muy buena acogida de crítica y público. Le Clézio relata la permanencia forzosa de su abuelo materno en un trozo de tierra volcánica, al norte de Mauricio, a causa de una epidemia de viruela. Una novela polifónica con un magnífico ritmo poético para llamar la atención sobre la absurdidad de las fronteras.

En 1975, este hombre de belleza altiva, con aspecto de guardabosques solitario, se casó con Jemia, originaria del Sáhara Occidental. Ella le hace descubrir Marruecos. Las otras dos novelas traducidas actualmente al español reflejan este encuentro. Desierto (1981), que muchos críticos consideran su mejor obra de ficción, narra el destino poco común de una niña del sur de Marruecos que acaba convirtiéndose en modelo de portada en Francia, pero que nunca olvida sus orígenes y prefiere volver para dar a luz cerca de su higuera, en Marruecos. El pez dorado (1997), cuento cruel y alegoría humanista, hace pensar en Desierto. Una joven, castigada de niña por el Sáhara Occidental, llega, a través de Melilla y de España, a Europa y a América para conseguir una vida mejor. Tiene que luchar, sin perder su buen humor, contra el deseo brutal de hombres (y también de mujeres) que quieren atraparla en sus redes.

El otoño de 2008 ha sido un periodo de suerte para Le Clézio que ha podido enorgullecerse de un enésimo éxito en Francia: su última novela, Ritournelle de la faim [Cantinela del hambre] en la cual sigue los pasos de su madre en el París de los años treinta, encabezaba las ventas antes de que el escritor obtuviera el Nobel.

Le Clézio, ni filósofo ni técnico de la lengua sino "hacedor de parábolas", en esta época de crisis financiera y económica, aprovecha el entusiasmo mediático que provoca su prestigioso galardón para repetir con su proverbial pudor: "Sigan leyendo novelas" porque es un "maravilloso medio para cuestionar el mundo actual. Si hay que transmitir algún mensaje, es el de que hace falta hacerse preguntas". Es poco y es mucho.

El País. Babelia 06/12/2008

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El Africano

El Africano, de Le Clézio3

Por Juan Pablo BertazzaPágina12, Marzo 2007

(…) En El africano (que hoy leemos gracias a la muy buena traducción de Juana Bignozzi en edición de Adriana Hidalgo) este escritor hace uso de la escritura y de la memoria para recobrar parte de su infancia en la ciudad de Ogoja (Nigeria), al encontrarse no sólo con la vorágine del continente africano sino —y tal vez lo anterior sea también metáfora de lo que viene— con su padre, quien había vivido muchos años alejado de su familia y ejerciendo de médico tropical durante la guerra. Justamente ahí, en esa compleja descripción del paisaje africano donde “el cuerpo es más que la cara”, con la exuberancia de su vegetación y de sus verdaderos dueños: los insectos, en ese híbrido de libertad y violencia simultáneos nace la primera gran riqueza del libro y también su primer obstáculo. La primera acacia espinosa que debe sortear Le Clézio es que, como Hudson en Allá lejos y hace tiempo, busca un lugar y un tiempo aparentemente perdidos pero latentes. Pero, a diferencia de la Pampa de Hudson, lo que Le Clézio tiene que rememorar es aquel sitio donde “el tiempo de la infancia terminaba casi sin transición, donde los chicos trabajaban con sus padres y las chicas se casaban y tenían hijos a los trece años”; precocidad que va de la mano con la preferencia africana por identificar al nacimiento no con el día del parto sino con el de la concepción.

¿Cómo recordar la infancia en un lugar donde la niñez es tan fugaz? Podría pensarse que el planteo es incorrecto porque la familia de Le Clézio pudo haber tenido una vida acomodada en Nigeria. Pero no. Y ahí entra el otro gran protagonista del libro, que es el padre, quien en Nigeria “hacía todo, desde el parto hasta la autopsia” y “tenía que ser ambidiestro, ser capaz de operarse a sí mismo utilizando un espejo”. La tendencia antiburguesa y anticolonizadora de su padre, precisamente, es lo que va a generar la fuerte identificación con sus pacientes.

Otro rasgo que Le Clézio repite en El africano es la técnica del collage, a partir de la cual había incluido tanto publicidades como recortes periodísticos. Esta vez, y a tono con la novela, el relato se interrumpe con las fotos sacadas por su padre en Africa, las cuales dan más vigor al texto.

3 Artículo completo en esta dirección [2011-02-02]: http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/libros/10-2484-2007-03-18.html

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El Africano, de J. M. G. Le Clézio4

Por Juan Manuel VillalobosLetras Libres, Marzo 2008

Habla este pequeño libro del mundo inmenso que un niño guarda, por años, en su memoria, en el fondo más íntimo de sí mismo. No se trata de ese tipo de libros de “recuerdos” uniformes y complacientes, de cientos de anécdotas más o menos patéticas, más o menos falseadas con el tufo de la añoranza por los libros, por las lecciones paternas que, llegado el caso, evocan tantos y tantos escritores en el ocaso de su éxito, sólo para asegurarse de que están vivos. No. En El africano, lo que hay es el recuerdo sensible, delicado, casi poético, de un mundo que, más que para el propio Le Clézio dejó de existir para su padre, de un mundo que les fue arrebatado –de un mundo que les había sido dado, luego quitado–, de un mundo aparte: África.

Le Clézio navega por esas sinuosas aguas del recuerdo con una claridad pasmosa, y se aleja de la tópica visión de niños criados en las “colonias”, más cercanos al exilio involuntario de sus padres con funciones administrativas: militares, jueces, oficiales de distrito. Por el contrario, su padre, que años atrás ya había estado destinado en Guyana –esto es, que conocía la vida dominada por las carencias–, tenía que atender desde partos hasta autopsias en un radio de setenta kilómetros. Así que, lejos de una vida acomodada, como podría suponerse, el niño blanco que llegó con ocho años a África vivió en una cabaña y compartió su vida con los niños del pueblo, y convirtió aquellos en sus verdaderos años felices, en su verdadera infancia, lejos de aquel otro mundo, del entorno que detestaba su padre, el “mundo colonial y su injusticia presuntuosa, sus cocteles parties y sus golfistas de traje, su domesticidad, sus amantes de ébano, prostitutas de quince años que entraban por la puerta de servicio y sus esposas oficiales muertas de calor que por unos guantes, el polvo o la vajilla rota descargaban su rencor en la servidumbre”.

Y es precisamente por eso que estas memorias tienen esa cualidad natural, real, de quienes sí han vivido lo que cuentan, de quienes mantienen un inherente diálogo con su pasado, con su historia, y no sólo con su imaginación. El misterio, la belleza de este libro escrito con frases limpias y densas, radica en su sustancia, en su capacidad de transmitir sensaciones vitales que a veces ningún retrato, ninguna foto llegan a captar.

4 Artículo completo en esta dirección [2011-02-02]: http://www.letraslibres.com/index.php?art=12801

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J.M.G. Le Clézio Euskadiko Irakurketa Publikoko Sarean

Le Clézio, J. M. G. (1940-) Etoile errante : roman / J.M.G. Le Clézio (1992)

Le Clézio, J. M. G. (1940-)Viaje al país de los árboles / J.M.G. le Clézio ; ilustraciones de Henri Galeron ; traducción de Ana Bermejo Baró

(1986)

Le Clézio, J. M. G. (1940-) Printemps / J.M.G. Le Clézio (1997)

Le Clézio, J. M. G. (1940-)Viaje a Rodrigues / J.M.G. Le Clezio ; [traducciòn de Manuel Serrat Crespo]

(1987)

Le Clézio, J. M. G. (1940-) Mondo et autres histoires / J. M. G. Le Clézio (1996)

Le Clézio, J. M. G. (1940-)El pez dorado / J.M.G. Le Clézio ; traducción de Mercedes Corral

(2008)

Le Clézio, J. M. G. (1940-)La cuarentena / J. M. G. Le Clézio ; traducción de Thomas Kauf (2008)

Le Clézio, J. M. G. (1940-)El africano / J.M.G. Le Clézio ; traducción de Juana Bignozzi

(2007)

Le Clézio, J. M. G. (1940-)Diego y Frida : una gran historia de amor en tiempos de revolución / J.M.G. Le Clézio (2008)

Le Clézio, J. M. G. (1940-)El diluvio / J. M. G. Le Clézio ; traducción del francés por Jaume Pomar

(2008)

Le Clézio, J. M. G. (1940-)Printemps et autres saisons / J. M. G. Le Clézio (2008)

Le Clézio, J. M. G. (1940-)Desierto / J.M.G. Le Clézio ; traducción de Alberto Conde

(2008)

Le Clézio, J. M. G. (1940-)El buscador de oro / J.M.G. Le Clézio ; traducción de Manuel Serrat Crespo (2008)

Le Clézio, J. M. G. (1940-)El atestado / J.M.G. Le Clézio ; edición y traducción de Susana Cantero

(2008)

Le Clézio, J. M. G. (1940-) Onitsha / J.M.G. Le Clézio (2008)

Le Clézio, J. M. G. (1940-) La quarantaine / J.M.G. Le Clézio (2008)

Le Clézio, J. M. G. (1940-)Urania / J.M.G. Le Clézio ; traducción de Ariel Dilon (2007)

Le Clézio, J. M. G. (1940-)La música del hambre / J.M.G. Le Clézio ; traducción de Javier Albiñana

(2009)

Le Clézio, J. M. G. (1940-) Désert / J. M. G. Le Clézio (2009)

Le Clézio, J. M. G. (1940-)Basamortua / J.M.G. Le Clézio ; [itzulpena, Luis Berrizbeitia]

(2009)

Le Clézio, J. M. G. (1940-)Mondo y otras historias / J.M.G. Le Clézio ; traducción de Vera Waksman (2010)

Le Clézio, J. M. G. (1940-) L'Africain / J. M. G. Le Clézio (2008)

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Le Clézio, J. M. G. (1940-)Ritournelle de la faim : roman / J. M. G. Clézio (2009)

Le Clézio, J. M. G. (1940-) Le procès-verbal / J. M. G. Le Clézio (1963)