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el agua de la vida
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EL AGUA DE LA VIDA (HERMANOS GRIMM)
Hubo una vez un rey que enferm gravemente. No haba nada que le aliviara ni calmara su dolor. Despus de mucho deliberar, los sabios decidieron que slo podra curarle el agua de la vida, tan difcil de encontrar que no se conoca a nadie que lo hubiera logrado. Este rey tena tres hijos, el mayor de los cuales decidi partir en busca de la extica medicina.
Sin duda, si logro que mejore, mi padre me premiar
generosamente. Pensaba, pues le importaba ms el oro que la salud de
su padre.
En su camino encontr a un pequeo hombrecillo que le pregunt su
destino.
Qu ha de importarte eso a ti?, Enano! Djame seguir mi camino.
El duende, ofendido por el maleducado prncipe, utiliz sus poderes para desviarle hacia una garganta en las montaas que cada vez se estrechaba ms, hasta que ni el caballo pudo dar la vuelta, y all qued atrapado. Viendo que su hermano no volva, el mediano decidi ir en busca de la medicina para su padre:
"Toda la recompensa ser para m." pensaba ambiciosamente.
No llevaba mucho recorrido, cuando el duende se le apareci
preguntando a dnde iba:
Qu te importar a ti! Aparta de mi camino, Enano!
El duende se hizo a un lado, no sin antes maldecirle para que
acabara en la misma trampa que el mayor, atrapado en un paso de las
montaas que cada vez se hizo ms estrecho, hasta que caballo y
jinete quedaron inmovilizados. Al pasar los das y no tener
noticias, el menor de los hijos del rey decidi ir en busca de sus
hermanos y el agua milagrosa para sanar a su padre.
Cabalgando, encontr al hombrecillo que tambin a l le pregunt su
destino:
Mi padre est muy enfermo, busco el agua de la vida, que es la nica cura para l.
Sabes ya a dnde debes dirigirte para encontrarla? Volvi a preguntar el enano.
An no, me podras ayudar, duendecillo?
Has resultado ser amable y humilde, y mereces mi favor. Toma esta varilla y estos dos panes y dirgete hacia el castillo encantado. Toca la cancela tres veces con la vara, y arroja un pan a cada una de las dos bestias que intentarn comerte. Busca entonces la fuente del agua de la vida tan rpido como puedas, pues si dan las doce, y sigues en el interior del castillo, ya nunca ms podrs salir. Aadi el enanito.
A lomos de su caballo, pasados varios das, lleg el prncipe al castillo encantado. Toc tres veces la cancela con la vara mgica, amans a las bestias con los panes y lleg a una estancia donde haba una preciosa muchacha:
Por fin se ha roto el hechizo! En agradecimiento, me casar
contigo si vuelves dentro de un ao.
Contento por el ofrecimiento, el muchacho busc rpidamente la fuente
de la que manaba el agua de la vida. Llen un frasco con ella y sali
del castillo antes de las doce. De vuelta a palacio, se encontr de
nuevo con el duende, a quien relat su experiencia y pidi:
Mis hermanos partieron hace tiempo, y no les he vuelto a ver. No sabras dnde puedo encontrarles?
Estn atrapados por la avaricia y el egosmo, pero tu bondad les
har libres. Vuelve a casa y por el camino los encontrars. Pero
cudate de ellos!
Tal como haba anunciado el duende, el menor encontr a sus dos
hermanos antes de llegar al castillo del rey. Los tres fueron a ver
a su padre, quien despus de tomar el agua de la vida se recuper por
completo. Incluso pareci rejuvenecer. El menor de los hermanos le
relat entonces su compromiso con la princesa, y su padre,
orgulloso, le dio su ms sincera bendicin para la boda. As pues,
cerca de la fecha pactada, el menor de los prncipes se dispuso a
partir en busca de su amada.
sta, esperando ansiosa en el castillo, orden extender una carretera
de oro, desde su palacio hasta el camino, para dar la bienvenida a
su futuro esposo:
Dejad pasar a aquel que venga por el centro de la carretera, dijo a los guardianes. Cualquier otro ser un impostor. Advirti.
Y march a hacer los preparativos. Efectivamente, los dos hermanos mayores, envidiosos, tramaron por separado llegar antes que l y presentarse a la princesa como sus libertadores:
Suplantar a mi hermano y desposar a la princesa. Pensaba cada
uno de ellos.
El primero en llegar fue el hermano mayor, que al ver la carretera
de oro pens que la estropeara si la pisaba, y dando un rodeo, se
present a los guardas de la puerta, por la derecha, como el
rescatador de la princesa. Mas stos, obedientes le negaron el paso.
El hermano mediano lleg despus, pero apart al caballo de la
carretera por miedo a estropearla, y tom el camino de la izquierda
hasta los guardias, que tampoco le dejaron entrar.
Por ltimo lleg el hermano menor, que ni siquiera not cuando el
caballo comenz a caminar por la carretera de oro, pues iba tan
absorto en sus pensamientos sobre la princesa que se podra decir
que flotaba. Al llegar a la puerta, le abrieron enseguida, y all
estaba la princesa esperndole con los brazos abiertos, llena de
alegra y reconocindole como su salvador. Los esponsales duraron
varios das, y trajeron mucha felicidad a la pareja, que invit
tambin al padre, que nunca volvi a enfermar.
FIN