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COLUMNA: Guy Sorman, El año del populismo Movilizarse a través de las redes sociales, sin líder ni programa, para buscar una alternativa al capitalismo, parece ser el objetivo del populismo contemporáneo: no sabemos dónde vamos, pero vamos todos juntos. por Por Guy Sorman, Economista y analista político francés. - 30/12/2011 - 21:43 EN 2011 el populismo regresó con fuerza. Pero populismo es un termino ambiguo: es, a la vez, un insulto y una constatación. Muy frecuentemente sirve para quitarse de encima a un adversario político incómodo o que no comprendemos bien. Así, la izquierda liberal norteamericana califica de populista al Tea Party, lo que evita la necesidad de estudiar su naturaleza y sus reivindicaciones. ¿Por qué el término populista es tan negativo y despectivo? El populismo como insulto implica la negación de la democracia, de la coherencia intelectual y el desprecio de las elites iluminadas: el populismo revela una suerte de surgimiento de las pasiones primitivas, una explotación política del

El Año Del Populismo

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COLUMNA: Guy Sorman, El ao del populismoMovilizarse a travs de las redes sociales, sin lder ni programa, para buscar una alternativa al capitalismo, parece ser el objetivo del populismo contemporneo: no sabemos dnde vamos, pero vamos todos juntos.por Por Guy Sorman, Economista y analista poltico francs. - 30/12/2011 - 21:43

EN 2011 el populismo regres con fuerza. Pero populismo es un termino ambiguo: es, a la vez, un insulto y una constatacin. Muy frecuentemente sirve para quitarse de encima a un adversario poltico incmodo o que no comprendemos bien. As, la izquierda liberal norteamericana califica de populista al Tea Party, lo que evita la necesidad de estudiar su naturaleza y sus reivindicaciones. Por qu el trmino populista es tan negativo y despectivo? El populismo como insulto implica la negacin de la democracia, de la coherencia intelectual y el desprecio de las elites iluminadas: el populismo revela una suerte de surgimiento de las pasiones primitivas, una explotacin poltica del instinto. El populismo no respeta las reglas del juego democrtico, desprecia las instituciones legales o legtimas. Las soluciones populistas parecen irrealizables, contradictorias. El trmino reenva a los aos 1920-1930: el populismo de manera insidiosa es una alusin a los fascismos que fueron y siguen siendo calificados como movimientos populistas.

As, denominar como populista al Tea Party en Estados Unidos y tambin a los partidos de extrema derecha hostiles a la inmigracin en Francia, Pases Bajos, Dinamarca, Austria es una calificacin cargada de un peso histrico considerable: el riesgo de abuso de este trmino implica no comprender el significado singular ni el contexto histrico, social, econmico, religioso, propio de cada uno de estos movimientos.

Agregaramos que el populismo como hecho poltico y como calificativo insultante no est reservado a los movimientos de derecha, pese a que generalmente estos movimientos estn ms hacia la derecha. En los aos 20 el fascismo naci ms bien en la izquierda: Mussolini y los lderes fascistas franceses y belgas venan del socialismo. No deberamos calificar de populistas los partidos comunistas en Europa que negaban las instituciones democrticas, pretendiendo sobrepasar los pivotes tradicionales y negar las viejas elites? Las alianzas de los socialistas y de los comunistas en Europa, en los aos 30, se designaban como frentes populares. Popular sera positivo entonces y populistas negativo? Estamos all, en medio entre el juicio y el anlisis, pero ms bien cargados hacia el lado del juicio de valor y no del anlisis.

La ubicacin a priori del populismo en la derecha deja a muchos perplejos sobre la naturaleza del movimiento norteamericano Occupy Wall Street (OWS). Varios son los comentaristas en Estados Unidos que estiman que OWS es una respuesta simtrica al Tea Party. Esta simetra es relativa en la medida en que el Tea Party se inscribe en las instituciones norteamericanas, se apoya en la constitucin y trata de transformar el equilibrio poltico desde el interior del sistema, intentando conquistar el aparato del Partido Republicano. El movimiento OWS, en cambio, se sita fuera del sistema y duda de que las instituciones democrticas respondan a los intereses populares. OWS al intentar representar el 99% de los norteamericanos no es ms populista que el Tea Party que buscara representar al 50% o a la mayora republicana? Se puede notar que la contraposicin -el eslogan de los indignados de Wall Street que enfrenta al 99%, el pueblo autntico con el 1%, las elites plutocrticas- ya se encuentra en la obra del socilogo Theodor Veblen, que en su libro Theory if the leisure class (1889), condenaba el "conspicuo consumo" de las elites parasitarias. Eso no evita que los OWS hayan reemplazado la cuestin de la justicia social en el corazn del debate poltico norteamericano.

La misma interrogante sobre qu quiere decir populismo se aplica a los levantamientos que han marcado el planeta en 2011 y que, en general, han cuestionado las instituciones existentes sean o no democrticas. Podramos citar el levantamiento de los estudiantes en Chile que insinan que las instituciones democrticas no representan ni a la juventud ni a la naturaleza patagnica. El paisaje poltico de Corea del Sur est alterado por una movilizacin de jvenes a travs de los medios sociales que buscan evitar a los partidos polticos e influenciar de manera decisiva las elecciones, imponiendo candidatos "salidos de ninguna parte". La revuelta de las clases medias en Israel contra el costo de la vida ha operado fuera de las instituciones, tomando a todos los dirigentes por sorpresa: estos movimientos son populistas? O clasificar en la misma categora populista las rebeliones contra la corrupcin en India que asediaron en el otoo de 2011 el Parlamento en Nueva Delhi?

En las naciones rabes no democrticas vemos desarrollarse una revolucin que exige la democracia, pero que no fue el tema central al comienzo. En Tnez, la Revolucin del Jazmn, en la primavera de 2011, fue un levantamiento popular de los jvenes diplomados para obtener empleo; ese fue tambin el punto de partida en Egipto. Estas revoluciones se volvieron luego democrticas con la esperanza entre los insurgentes que la democracia respondera a sus exigencias econmicas, de libertad poltica y religiosa. Segn el lado donde uno se site en el mundo rabe estas revoluciones seran percibidas como populares o populistas y como progresistas o reaccionarias, en funcin de los resultados de las elecciones.

Ms que de populismo, habra que ver si existe entre todos estos levantamientos algunos puntos en comn que van ms all de la simultaneidad. Deberamos privilegiar el determinismo econmico? El estancamiento econmico habra inflamado a la masa partiendo por los ms directamente afectados -los jvenes diplomados en El Cairo, los pequeos emprendedores en Estados Unidos-. La recesin explicara los sucesos populares o populistas de movimientos hostiles a la inmigracin, de Arizona a Francia, pasando por Blgica y los Pases Bajos. La explicacin a travs de la economa es persuasiva, pero con la condicin de no considerarla exclusiva. El rechazo a la inmigracin, parmetro fundamental del populismo de derecha en Estados Unidos y en Europa, se agrava en tiempos de recesin, pero es tambin un componente permanente de las sociedades inquietas con su "identidad nacional". Ese era el caso en los aos 20: este temor al otro no deja fuera a ninguna nacin y lo constatamos en el mundo rabe tambin, que el populismo est preparado para designar a las minoras culturales o religiosas como chivos expiatorios.

Ms all de las circunstancias econmicas e identitarias, todos los movimientos llamados populares contemporneos comparten una misma tcnica de movilizacin y de expresin: las redes sociales en internet. Facebook, Twitter, YouTube no son ms que medios, pero como escriba Marshall Mac Luhan en los aos 60, "El medio es el mensaje". Movilizarse sin lder y sin programa, sino para buscar una alternativa a la democracia y al capitalismo, puede ser el objetivo del populismo contemporneo. No sabemos dnde vamos, pero vamos todos juntos. Esta espontaneidad fue arrendada de un ensayista francs de 91 aos, Stephane Hessel, cuyo panfleto de 40 pginas -Indignez-vous (Indgnense)- se volvi texto de referencia de los rebeldes de Madrid, Londres y Nueva York.

La tcnica a veces cambia el mundo. Cuando Gutenberg invent la imprenta, nada haca imaginar que esa mquina, al difundir la Biblia, llevara a la Reforma protestante. Sin la radio, Hitler no habra logrado imponerse. Es posible que internet y las redes sociales estn en proceso de sobrepasar sus funciones originales de comunicacin, comercio y entretencin, para transformar la regla de la poltica. "Los populistas" seran entonces los que fueron capaces ms rpido de valorar y explotar estas redes sociales para sus propios fines. Cmo van a resistir los partidos clsicos y las elites tradicionales al impacto populista de las redes sociales a este nuevo escenario, eso an queda por inventarse.