16
LOCVS AMŒNVS 7, 2004 209 - 224 Resumen Las antiguas casas consistoriales de Santiago de Compostela sitas en la plaza de Cervantes cons- tituyen la más antigua sede de ayuntamiento que se conserva en Galicia. Construida entre 1689 y 1690, su traza se debe al maestro de obras de la catedral Domingo de Andrade, el mejor arqui- tecto del barroco gallego del último tercio del siglo xvii y protagonista de la transformación barroca de la ciudad. A su estudio se dedican las siguientes páginas, ilustrándose con recons- trucciones infomáticas del aspecto original de sus dos fachadas y de la distribución primitiva de su planta. Palabras clave: barroco, antiguo palacio del ayuntamiento, Santiago de Compostela, Domingo de Andrade. Abstract The architect Domingo de Andrade and the old Town Hall of Santiago de Compostela (1689-1690) Chronicle, uses and celebrations of a building The old Town Hall of Santiago de Compostela in Cervantes Square is the oldest municipal seat kept in Galicia. It was built between 1689 and 1690 and its plans were drawn by Domingo de Andrade, the Master Builder of the Cathedral and the best architect of Galician Baroque during the 17 th century, who is the protagonist of the Baroque transformation of the city. We study it in the following pages which are illustrated by computer-generated pictures of original look of its two façades and first distribution of its plan. Key words: baroque, old Town Hall, Santiago de Compostela, Domingo de Andrade El arquitecto Domingo de Andrade y las antiguas casas consistoriales de Santiago de Compostela (1689-1690) Crónica, usos y fastos de un edificio Miguel Taín Guzmán Universidade de Santiago de Compostela Facultade de Xeografía e Historia Praza da Universidade, 1 15782 Santiago de Compostela

El arquitecto Domingo de Andrade y las antiguas casas ... · bio, cuenta ya con dos ... ciudades y villas de sus reinos construyan «Casa ... documentos, s.f., último doc.; documento

  • Upload
    hakhanh

  • View
    215

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

LOCVS AMŒNVS 7, 2004 209 - 224

Resumen

Las antiguas casas consistoriales de Santiago de Compostela sitas en la plaza de Cervantes cons-tituyen la más antigua sede de ayuntamiento que se conserva en Galicia. Construida entre 1689y 1690, su traza se debe al maestro de obras de la catedral Domingo de Andrade, el mejor arqui-tecto del barroco gallego del último tercio del siglo xvii y protagonista de la transformaciónbarroca de la ciudad. A su estudio se dedican las siguientes páginas, ilustrándose con recons-trucciones infomáticas del aspecto original de sus dos fachadas y de la distribución primitiva desu planta.

Palabras clave:barroco, antiguo palacio del ayuntamiento, Santiago de Compostela, Domingo de Andrade.

Abstract

The architect Domingo de Andrade and the old Town Hall of Santiago de Compostela (1689-1690)Chronicle, uses and celebrations of a buildingThe old Town Hall of Santiago de Compostela in Cervantes Square is the oldest municipal seatkept in Galicia. It was built between 1689 and 1690 and its plans were drawn by Domingo deAndrade, the Master Builder of the Cathedral and the best architect of Galician Baroque duringthe 17th century, who is the protagonist of the Baroque transformation of the city. We study itin the following pages which are illustrated by computer-generated pictures of original look ofits two façades and first distribution of its plan.

Key words:baroque, old Town Hall, Santiago de Compostela, Domingo de Andrade

El arquitecto Domingo de Andradey las antiguas casas consistoriales

de Santiago de Compostela (1689-1690)Crónica, usos y fastos de un edificio

Miguel Taín GuzmánUniversidade de Santiago de Compostela

Facultade de Xeografía e HistoriaPraza da Universidade, 1

15782 Santiago de Compostela

LOCVS AMŒNVS 7, 2004210 Miguel Taín Guzmán

Alo largo de su historia y salvo un breveperiodo de algunos años en el siglo xiii, elmunicipio de Santiago es de jurisdicción

arzobispal y sus prelados se titulaban «Señores dela Ciudad». En él la corporación municipal tarda-rá varios siglos en constituirse1. En efecto, laCompostela del siglo xii descrita en la HistoriaCompostellana se rige por un «villicus» arzobis-pal que representa al arzobispo, un equipo desayones ejecutores de penas y varios jueces encar-gados de aplicar justicia. La del siglo xiii, en cam-bio, cuenta ya con dos alcaldes elegidos por elarzobispo y una comisión de «omes buenos» defin impreciso. Tal estructuración va a cambiar enel siglo xiv cuando, entre 1345 y 1347, el reyAlfonso XI introduce el «regimiento», constitui-do por un juez y una asamblea de prohombres,encargado del gobierno de los asuntos de la ciu-dad. Para García Oro, en tales años nace el ayun-tamiento como tal2.

En contraste, durante los siglos de la edadmoderna la estructura del municipio sigue unmodelo común para toda la Corona de Castilla.Así, por los estudios de López Díaz y CebreirosÁlvarez, sabemos que consta de dos «alcaldesordinarios» (justicias), que encarnaban la jurisdic-ción de la ciudad y la justicia de la misma y queeran elegidos cada año por el prelado correspon-diente de una lista de candidatos presentada por elpropio concejo; de dos «alcaldes eclesiásticos»que asistían a aquellos consistorios donde se tra-tasen asuntos económicos concernientes a la ciu-dad y que eran elegidos por el cabildo catedralicioentre sus miembros; de una asamblea cerrada de«regidores» (regimiento), a quienes correspondía,con los anteriores, el gobierno municipal; y de un«procurador general», representante popular en la

política de la ciudad, que era elegido anualmentepor sufragio entre los vecinos3.

Tan intrincado periplo vital de la autoridadmunicipal se corresponde con la cuestión de susede en diferentes inmuebles de la ciudad. En unprincipio, durante el siglo xv, el ayuntamiento de laciudad no contaba con sede propia, sus reunionesse celebraban en desvanes de notarías4. Pero, en1480, los Reyes Católicos ordenan que todas lasciudades y villas de sus reinos construyan «CasaPública» donde reunirse y organizar el gobiernomunicipal5. Pocos años después, el 27 de julio de1493, encontramos la primera cita documental auna «Casa del Concejo» en Santiago con motivo deuna demanda presentada ante el juez arzobispalpor el prelado Alonso de Fonseca II contra elalguacil de la Real Audiencia Carlos Enríquez deCisneros6. En los libros de actas capitulares decomienzos del siglo xvi se recoge que dicha casaestaba sita en la Plaza de la Quintana7 y en otrosdocumentos que contaba con un salón de plenos8 yun arca para la documentación municipal9. El 21 deagosto de 1534 el concejo paga a Alonso Guntín latraza que hizo para la construcción de una nuevaCasa de Ayuntamiento, es de suponer, en el solarocupado por la anterior10. El edificio resultantepresentaba dos alturas, probablemente un bajo yun altillo, con sus oficinas para los escribanospúblicos, un «auditorio» para los plenos y unapequeña capilla11. Estuvo en uso durante décadas,siendo abandonado precipitadamente en 1582como consecuencia de una denuncia contra los dosescribanos municipales, Gregorio Vázquez yAlonso Vázquez Varela, del licenciado Velarde,designado por la Real Audiencia como juez de visi-ta de escribanos, siendo el problema el emplaza-miento del inmueble en lugar sagrado y la ilegali-

LOCVS AMŒNVS 7, 2004 211El arquitecto Domingo de Andrade y las antiguas casas consistoriales de Santiago de Compostela (1689-1690)

dad de que los escribanos de ayuntamiento diesenfe en él12. No le quedó más remedio al concejo quevender el solar de su edificio13 y, el 11 de mayo,comprar una casa en la calle del Preguntoiro quehacía esquina con la actual plaza de Cervantes,como nueva sede del consistorio14. Su estableci-miento en esa plaza recupera, de ser cierto lo dichopor López Ferreiro, la costumbre medieval de reu-nirse los concejos allí, a la sombra de un carballo15.

Pocos son los datos que tenemos de la casa,aparte de haber sido condicionada rápidamentepara su nueva función16 y que fue demolida a fina-les del siglo xvii para construirse en su lugar unnuevo consistorio, la cuarta sede municipal de lahistoria de la ciudad, a la cual se dedica el presenteartículo. El edificio, que se conserva en la actuali-dad, constituye un ejemplar inestimable de nuestraarquitectura pública, si bien está prácticamenteolvidado por la historiografía del arte, pues nisiquiera figura en la monografía de WifredoRincón García (Ayuntamientos de España,Madrid, 1988). Únicamente Pérez Costanti yOrtega Romero le prestaron atención en su día, elprimero en «Las Casas Consistoriales deSantiago», capítulo de sus Notas Viejas Galicianas(t. I, Vigo, 1925), y la segunda en «Las PrimitivasCasas Municipales de Santiago de Compostela»,comunicación presentada en el congresoMunicipalismo e Desenvolvimento no NoroestePeninsular (Marco de Canaveses, 1994). De la lec-tura de ambos trabajos se desprende el interés y lanecesidad de la realización de un estudio porme-norizado del monumento.

El origen del proyectode Andrade En 1687, la primera Casa de Consistorios deCervantes presenta graves problemas en suestructura, hasta el punto que las autoridadesmunicipales deciden construir una nueva sede.En efecto, en el consistorio del 26 de agosto,

siendo alcaldes Juan Gayoso y Mendoza yFrancisco Andrés de Castro y Seares, regidoresel Marqués de Santa Cruz Andrés deMondragón Sotomaior, Rodrigo LópezCarbajal, Alonso de Ulloa, Baltasar de Aguiar,Gregorio Sánchez de Vaamonde, MiguelCollazo de Soto, Benito Salgado y Araújo,Pedro Antonio de Navia y Sotomaior,Bernardino de Cisneros y Figueroa, y Diego deJuara Zidrón y Villarroel, y procurador generalel afamado arquitecto Diego de Romay17, sedeclara que «están arruynadas», y se nombra alarquitecto Domingo de Andrade y al maestro decarpintería José de Leis para que, acompañadosdel citado procurador, visiten las casas y «decla-ren el estado en que se allan y los reparos de queneçesitan para su permanençia»18. El primero esel más reconocido arquitecto de su tiempo, autorde obras de primera fila del barroco gallego,como son la torre del Reloj y la capilla del Pilarde la catedral de Santiago, la sacristía de la cate-dral de Lugo o la Casa de la Parra, entre otras.Escritor, asimismo, del tratadillo Excelencias,Antigüedad y Nobleza de la Arquitectura(Santiago, 1695) y otros textos sobre su oficio.Maestro mayor de obras catedralicio desde 1676,lo es igualmente del Hospital Real y de laCofradía de la Concepción. Tal cargo no existíaen el ayuntamiento compostelano, pero dehaberlo, sin duda, hubiera sido ocupado por elcitado artista, ya que mientras estuvo en activoejerció como tal en las empresas arquitectónicasmunicipales: pertenecen a su autoría los proyec-tos de la Alhóndiga y la Pescadería (1674), de laCárcel (1695), del Matadero (1696), de laCarnicería de la Plaza de Cervantes no realizado(1698), de la Carnicería de la Plaza de laPescadería (1701), así como informes de edificiosdependientes del municipio, como el Hospitalde San Miguel (1679)19. En contraste, no se sabenada de la trayectoria profesional de Leis, salvoesta puntual intervención20.

Al día siguiente, el escribano público advierte alos dos artífices del encargo municipal, y ambos se

7. AHUS (Archivo HistóricoUniversitario de Santiago), AM(Archivo Municipal), 2, C.(Consistorios), 1502-1514.

8. AHUS, AM, 723, Ejecuto-rias, Reales Provisiones y otrosdocumentos, s.f., último doc.;documento publicado por Ro-sende Valdés, A. A., «La ima-gen urbanística de Compostelaen tiempos de Carlos V», ElReino de Galicia en la época delemperador Carlos V, Santiago,2000, 665, nota 141.

9. Se le menciona en un interro-gatorio de los testigos que pre-senta la ciudad en el citado pleitoiniciado en 1493 entre el arzo-bispo Fonseca y Enríquez deCisneros (AHDS, Fondo Gene-ral, leg. 93, doc. 16).

10. AHUS, AM, 3, C., 1531-1536, folio 158v. La noticia de laexistencia de dicho dibujo, hoyperdido, ya fue publicada en sudía por Pérez Costanti, P.,Diccionario de artistas que flo-recieron en Galicia durante lossiglos xvi y xvii, Compostela,1932, 246.

11. Archivo de San Paio de An-tealtares, Fondo San Pelayo, Va-rios 1-8, Varios 11, Venta de lasCassas de Consistorio Viejas quehavían quedado pegado a layglesia desta cassa, 1588; AHUS,AM, 720, Ejecutorias..., Infor-mación acerca del incendio delarchivo de la ciudad ocurrido enla noche del 20 de agosto de1559, folio 123v.; AHUS, AM, 9,C., 1583-1588, folio 925v.

12. AHUS, AM, 8, C., 1575-1582, folios 496r.-497r.

13. A. de San Paio, Fondo SanPelayo, Varios 1-8, Varios 11,Venta...

14. AHUS, AM, 8, C., 1575-1582, folios 496r.-497r.

15. Cfr. López Ferreiro, A.,Fueros municipales..., op. cit.,103.

16. AHUS, AM, 9, C., 1583-1588, folio 535v.

17. AHUS, AM, 59, C., 1686,folio 349r.v. Para una visión ge-neral de la vida y obras de esteartista, véase Bonet Correa,A., La arquitectura en Galiciadurante el siglo xvii, Madrid,1984 (1ª ed. 1966), 429-442.

18. AHUS, AM, 60, C., 1687,folio 218r.

19. Cfr. Taín Guzmán, M., Do-mingo de Andrade, Maestro deObras de la Catedral de Santia-go (1639-1712), 2 vols., Sada-ACoruña, 1998.

20. Su nombre no figura en losdiccionarios de artistas de PérezCostanti (Diccionario de artis-tas..., op. cit.) y Couselo Bou-zas (Galicia Artística en el sigloxviii y primer tercio del xix,Compostela, 1932).

1. El presente trabajo surge de lainvestigación realizada para la re-dacción del Informe Histórico-Artístico de las Antiguas CasasConsistoriales de Santiago en laPlaza de Cervantes como parte delPlan Director para la rehabilita-ción de las mismas (convenio entreel Ayuntamiento y la Universidadde Santiago, 2002/CI363).

2. Cfr. García Oro, J., Galiciaen los siglos xiv y xv, vol. II, Pon-tevedra, 1987, 30, 34-35 y 36-39.Sobre el mismo tema, véase Ló-pez Ferreiro, A., Fueros muni-cipales de Santiago y de su tierra,

Madrid, 1975 (1ª ed. 1895), 85-105, 197-225 y 468-480.

3. Cfr. López Díaz, Mª., «Apor-tación al estudio de los oficios pú-blicos en la ciudad de Santiago amediados del s. xviii», Cuadernosde Estudios Gallegos, 1989, 417-439; ídem, «Oficios municipalesde Santiago a mediados del sigloxviii», Estudios Mindonienses, t.IV, 1990, 465-665; ídem, Gobernomunicipal e Administración localna Galicia do Antigo Réxime,Santiago, 1994; ídem, Gobierno yHacienda Municipales. Los Con-cejos de Santiago y Lugo en los Si-

glos xvi y xvii, Lugo, 1994; ídem,Señorío y Municipalidad. Concu-rrencia y conflicto de poderes en laciudad de Santiago (siglos xvi-xvii), Santiago, 1997; ídem, «Po-der urbano y organización muni-cipal en Galicia en la época de Fe-lipe II», El Reino de Galicia en laMonarquía de Felipe II, Santiago,1998, 215-242; Cebreiros Álva-rez, E., El municipio de Santiagode Compostela a finales del Anti-guo Régimen (1759-1812), Santia-go, 1999. Sobre el concejo en di-cho periodo, véase también Ló-pez Ferreiro, A., Fueros munici-pales..., op. cit., 569 y s.

4. Así se puede comprobar en elLibro do Concello de Santiago(1416-1422), transcripción y estu-dio por A. Rodríguez Gonzálezcon la colaboración de Mª del PilarRodríguez Suárez, Santiago, 1992.

5. Cfr. Recopilación de las Leyesdestos Reynos, hecha por man-dado de la Magestad Católica elRey don Felipe Segundo, Ma-drid, 1640, vol. II, libro VII, tí-tulo I, ley I, folio 198v.

6. AHDS (Archivo HistóricoDiocesano de Santiago), FondoGeneral, leg. 93, doc. 1.

LOCVS AMŒNVS 7, 2004212 Miguel Taín Guzmán

comprometían «de que lo arán bien y fielmentecada uno, comforme a su entendimiento»21. Y así lohacen pues en la reunión del concejo del 16 de sep-tiembre se exponen sus respectivos informes, queafortunadamente se conservan, el de Andrade confecha del 27 de agosto y el de Leis con fecha del 2822.El del primero pone de manifiesto la «mala calidad»del viejo inmueble, la amenaza de ruina inminente yla necesidad de construir una nueva sede con«mejor forma y plantta» que la anterior, de la cualincluye el proyecto por escrito: propone que seconstruya una nueva fachada de cantería hacia laplaza de Cervantes, que pase a convertirse en laprincipal del inmueble, con la entrada, con una bal-conada con su balaustrada de hierro y con tres escu-dos de los que luego se tratará. En cuanto al interior,en la planta baja se distribuirían dos oficios de escri-banos, con alacenas para archivar la documentación,y los arranques de dos escaleras, la principal, de can-tería, y otra de servicio, horadada en una paredmedianera. Sobre las salas superiores apenas si dainformación, mencionando la necesidad de cons-truir los suelos de castaño, una chimenea francesa yuna alacena para el archivo consistorial23.

El tono del escrito de Leis es similar. Confirma«que las paredes […] están todas arruynadas y des-plomadas, que están amenazando ruyna y se debendemoler desde los techos asta los cimientos, engor-dándolas una quarta más de lo que oy tienen». Acontinuación analiza piso por piso las necesidadesde madera —vigas, pontones, ripias, tablas, etc.— yclavazón de la nueva construcción, presupuestan-do los trabajos de carpintería en 1.800 reales24. Undato interesante que se deduce de la lectura de suescrito es que demuestra conocer el texto del maes-tro catedralicio, al tratar la cuantía de gastos quesupondrá levantar la nueva fachada de Cervantescon la «puerta prencipal» y la nueva distribuciónde las escribanías con «dos [puertas] que an dedividir los dos oficios»25.

Tras ambos testimonios, se organiza un primerconcurso público para adjudicar las obras, muyconcurrido, siguiendo la recomendación deAndrade y la costumbre del municipio en talescasos26. Ahora bien, mientras no se llevan a cabo,para prevenir el peligro de derrumbes, ordenan sebusquen «los medios factibles para que se asegu-ren dichas Casas […] para lo cual se pongan lasescoraziones27 nezesarias»28.

Queda por resolver el tema de adonde trasla-dar las reuniones consistoriales en el ínterin. Parasolventarlo, el 30 de septiembre envían una carta aFray Antonio de Monroy, arzobispo de Santiagoy Señor de la ciudad, proponiendo se les concedapoderse reunir en las llamadas Casas Reales, edi-ficio situado en la calle del mismo nombre, en elsolar de la actual capilla de Ánimas, y ocupadoentonces por un colegio de niñas desamparadas29.Dicha petición es aceptada el 1 de octubre. El pre-

lado indica que ayudará «en quanto pueda y seade su alivio»30. Varios días después, el 24 de octu-bre, celebran su primer consistorio

en un quarto del Collegio de las Güerfanaspobres desta çiudad que está distinado para lossemexantes ayuntamientos por estaren lasCassas de Ayuntamiento ynavitables y desmo-ronadas y parte dellas en el suelo31.

El repartimiento Reunido el consistorio el 24 de octubre, el regidorGayoso y Mendoza plantea que no hay financia-ción para construir el nuevo edificio «porque estaçiudad no se alla con medios para lo susodicho[…], antes se alla muy empeñada». En consecuen-cia, el ayuntamiento no adjudica dicho día lanueva empresa artística y nombra al escribanomunicipal Domingo Antonio de Caamaño comosu representante para que solicite en su nombreante los oidores de la Real Audiencia y el capitángeneral del Reino, Juan Arias Pacheco de Ávila,conde de Puñonrostro, en A Coruña, la autoriza-ción del repartimiento de los gastos entre los veci-nos de la ciudad y la provincia32.

El 30 de octubre, Caamaño presenta ante la RealAudiencia un memorial del ayuntamiento donde seexpone como «las Cassas de su Ayuntamiento estándesmoronadas, escoradas y parte dellas en el suelo»y que «por esta causa la çiudad açe sus acuerdos enun quarto de los que ocupan las niñas güerfanas ensu collegio que llaman las Cassas Reales, en cuyaparte está con yndesençia». Igualmente aclara que«no se alla con propios ni medios para la redifica-zión […] admás de estaren en dichas Casas deAyuntamiento los papeles repúblicos en suArchibo a la calamidad del tiempo, por no averparte cómoda donde ponerlos». Además, tampococuentan con un lugar conveniente para la celebra-ción de las juntas del reino ni «para reçivir a losseñores subperiores». Por consiguiente, solicitanpermiso para repartir entre los vecinos y provincia-nos de la antigua provincia de Santiago 17.500 rea-les. A tal documento, con la venia del conde dePuñonrostro, responden los oidores que la peticióncorresponde hacerla ante el Real Consejo deCastilla, con los que se inhiben en la resolución dela cuestión33. El propio capitán general del reinoescribe una carta al concejo de su puño y letra, confecha del 31, informando del asunto34.

El consistorio reacciona de inmediato. Primero,el 8 de noviembre, el procurador general, Diego deRomay, solicita permiso ante alcaldes y regidorespara presentar una solicitud similar ante el citadoreal organismo y el propio rey35. Luego, el 9 denoviembre, a petición del alcalde más antiguo, elmismo concejo toma la decisión de acudir ellos

21. AHUS, AM, 60, C., 1687,folio 218v.

22. AHUS, AM, 60, C., 1687,folios 222v.-223r.

23. AHUS, AM, 60, C., 1687,folios 218v.-219v.

24. Todas las cantidades del pre-sente trabajo son en moneda devellón, salvo que se indique locontrario.

25. AHUS, AM, 60, C., 1687,folios 219v.-221r.

26. AHUS, AM, 60, C., 1687,folios 223v., 222v.-223r., 244r.v.,245r.v., 246r.v. y 247r.-248r.

27. Andamios.

28. AHUS, AM, 60, C., 1687,folios 222v.-223r.

29. Cfr. Pérez Costanti, P.,«Las Casas Consistoriales deSantiago», Notas Viejas Galicia-nas, t. II, Vigo, 1925, 192.

30. AHUS, AM, 60, C., 1687,folio 225r. Sobre el edificio deCasas Reales, véase AbelleiraMéndez, S., Las Casas Reales, laCasa del Capellán y el solar de laCapilla de Ánimas de Santiagode Compostela, informe históri-co-artístico inédito para el plandirector de la rehabilitación delos restos del edificio, Santiago,2002.

31. AHUS, AM, 60, C., 1687,folio 247r.

32. AHUS, AM, 60, C., 1687,folios 247r.-248r. Sobre los re-partimientos en Galicia, véaseFernández Vega, L., La RealAudiencia de Galicia, órgano degobierno en el Antiguo Régimen(1480-1808), vol. II, La Coruña,1982, 28-30.

33. AHUS, AM, 60, C., 1687,folios 253r.-254r.

34. AHUS, AM, 60, C., 1687,folios 265r. y 268v.

35. AHUS, AM, 60, C., 1687,folio 259r.v.

LOCVS AMŒNVS 7, 2004 213El arquitecto Domingo de Andrade y las antiguas casas consistoriales de Santiago de Compostela (1689-1690)

mismos ante el monarca y el consejo36. Días des-pués, el 16 de noviembre, el arzobispo Monroyescribe al Ayuntamiento para mostrar su apoyo adicha petición y su «buena voluntad»37.

Tantas gestiones no tardan en fructificar. El 8 demarzo de 1688 llega la aprobación por Carlos II deltan esperado repartimiento. En concreto, se dapermiso para recaudar 2.000 ducados entre todoslos vecinos de la ciudad, y se subraya en el real des-pacho la necesidad de que la ciudad cuente prontocon unas «casas de ayuntamiento cómodas ydeçentes para sus acuerdos, y dar cumplimiento anuestras hórdenes, y reçivir en ellas a personas degraduaçión, como havía suçedido, y también haçersus juntas de nuestro Reyno de Galiçia, como sucaveça, que hera esa dicha ciudad»38. Sin embargo,dada la elevada cantidad señalada y el reducidonúmero de vecinos para recaudarla, alrededor de300 personas «y éstas muy pobres»39, se solicita alrey un nuevo despacho autorizando el reparti-miento de la misma cantidad entre todos los veci-nos de la antigua provincia compostelana, el cual seconcede el 30 de abril40.

En el consistorio del 18 de mayo se exponenambos despachos y se procede a la aplicación de losmismos. Así, se encarga a Rodrigo López Carvaxaly Gregorio Sánchez de Vaamonde planifiquen elreparto entre los partidos, villas y lugares compos-telanos. Afortunadamente, se conserva el docu-mento de la repartición, muy detallado41. Para surealización y «por escusar gastos» se apunta la ideade utilizar el plan de distribución de la leva realiza-da tiempo antes por el marqués de Santa Cruz y sehaga «el mismo comparto»42. La cantidad repartidaasciende a 34.358 reales y medio vellón, en la quese incluyen los 2.000 ducados aprobados por el reypara llevar a cabo la obra, más los «salarios y gas-ttos de los señores Marqués de Santa Cruz, DonRodrigo Carvajal, Don Alonsso de Ulloa y DonAnttonion Varón de Prado, de la assistencia de lospleittos, Juntta de Reino, negocios y dependenciasdesta ciudad y su provinçia» en la obtención de losdos citados reales despachos. En el documento seobserva como cada localidad paga una suma dife-rente, según parece dependiendo del número desus vecinos: por ejemplo la parroquia compostela-na de San Benito del Campo paga 16 reales y la deSanta Susana, 40; igualmente, mientras Villagarcíade Arousa entrega 144 reales, Padrón, 224 yMuros, 164, Pontevedra abona 1.550, por ser unade las villas más pobladas de la época.

La subasta definitiva

Paralelamente, se organiza una nueva subasta delos trabajos, concertando ahora por separado lostrabajos de cantería y carpintería43. Los primeros

fueron subastados a partir del 30 de mayo, día enque se nombra a Juan Antonio de Neira yMontenegro, alcalde más antiguo, y a Bernardinode Cisneros y Figueroa, regidor perpetuo, comoreceptores de las diferentes «posturas». Además,se les encomienda se informen de qué maderasson precisas y donde se pueden conseguir, asícomo que negocien con los mayordomos de laciudad el reparto de la conducción de la piedra, latierra y el barro necesarios para la obra entre lasdistintas parroquias compostelanas44.

El contrato, con fecha del 14 de junio de 1689en 10.200 reales, fue firmado con los hermanosJuan, Antonio, Pedro y Andrés Vidán, todosmaestros compostelanos de cantería. Dichos artí-fices se encargaron de la construcción del nuevoinmueble «de buena calidad, seguro y permanen-te» y «a vista de maestros de obras que lo entien-dan», aprovechando para ello la piedra del edifi-cio anterior45.

Casi un mes después, comienza la subasta de lacarpintería46 y el 8 de diciembre se firma el nuevocontrato con Domingo de Vaamonde, Franciscode Vaamonde, Alonso López y Juan de Uzal por3.800 reales47. En el mismo se señala que debenconstruir los suelos de los pisos, con buena made-ra de castaño «y la tabla vien seca»; todas las puer-tas y ventanas del edificio; «los tableros» de losoficios de los escribanos, que «an de ser a mediaguarnición y la madera doble»; la escalera «quesuviere del primer suelo al segundo, en la parteque se le señalare»; y el techo y tejado, con sus«cangos, ripia y texa»48.

Los trabajos de construcción

En el referido contrato de la carpintería se indicaque ya se había «dado prinçipio y echo las pare-des de dichas Cassas»49. De hecho, con anteriori-dad, el 26 de julio, se nombra una comisión muni-cipal para que negocie con Ignacio Andiano, eldueño de la casa colindante habitada por AndrésFerreiro, en el solar del actual número 4 deCervantes, «sobre el modo y forma que a de the-ner la fábrica de dichas casas y paredes que lecorresponden» a ambos inmuebles50. Y es que enel ajuste de la cantería del edificio se especificaque se construya la pared medianera con dichavivienda «comenzándola desde sus cimientos ylevantarla ygual a las demás, comforme al alttoque tiene»51. Ello explica que los carpinterosempiecen a trabajar ya al día siguiente de la firmade su concierto, pues la corporación municipal lesordena «den prinçipio a la obra» y autoriza aGregorio Sánchez, el depositario del dinero delrepartimiento, les vaya entregando ciertas canti-dades «tomando recivos para su resguardo»52.

36. AHUS, AM, 60, C., 1687,folios 255r.-256r.

37. AHUS, AM, 60, C., 1687,folios 266r. y 268v.

38. AHUS, AM, 62, C., 1689,folios 212r.-213v.

39. El resto de los vecinos esta-ban exentos del pago de contri-buciones por disfrutar de privile-gios de la catedral, la Inquisición,el Hospital Real, la Santa Cruza-da, la Universidad, ciertos cole-gios y otras instituciones.

40. AHUS, AM, 62, C., 1689,folios 214r.-215v.

41. AHUS, AM, 62, C., 1689,folios 260r.-262v.

42. AHUS, AM, 62, C., 1689,folios 221v.-222v.

43. Fernández Álvarez (Artey sociedad en Compostela 1660-1710, Sada-A Coruña, 1996,255) publicó en su día las refe-rencias documentales de amboscontratos.

44. AHUS, AM, 62, C., 1689,folio 233v.

45. AHUS, Protocolos de San-tiago, Domingo Antonio Caa-maño, leg. 2.344, 1689, folios59r.-62r. De los Vidán sólo se sa-be que unos años antes, en 1679,habían arrendado unas tierras enla parroquia de Santa Susana yque en 1680 habían concertadola reparación de la casa del ma-yorazgo de los Abraldes en laRúa del Villar (cfr. FernándezÁlvarez, Mª A., op. cit., 93 y203).

46. AHUS, AM, 62, C., 1689,folios 291r.v., 430r.-431r., 309r.-311v., 380r. y 386r.v.

47. Sobre dichos artífices sólo setienen esporádicas noticias de al-gunos de ellos. Francisco de Vaa-monde contrata en 1701 la obrade carpintería de la sacristía y elcamarín de las dominicas de Bel-vís (cfr. Fernández Álvarez, MªA., op. cit., 180). Un Alonso Ló-pez, carpintero, participa en 1662en la subasta de la reparación de lacárcel pública y hacia 1672, en laconstrucción de la casa del capi-tán Rodríguez Milanos (cfr. Fer-nández Álvarez, Mª A., op. cit.,30 y 61). En 1694 es testigo en elcontrato de construcción de la ca-sa de Pedro Santiso (cfr. TaínGuzmán, M., Domingo de An-drade..., op. cit., vol. I, 74).

48. Sus fiadores son el cerrajeroRodrigo Sordiz y el carpinteroFrancisco Taboada (AHUS,AM, 62, C., 1689, folios 389r.-390v.).

49. AHUS, AM, 62, C., 1689,folios 389r.-390v.

50. AHUS, AM, 62, C., 1689,folio 301r.

52. AHUS, AM, 62, C., 1689,folio 391v.

LOCVS AMŒNVS 7, 2004214 Miguel Taín Guzmán

Las obras están en plena actividad en enero de1690, ya que el 31 se afirma que «se ban fabrican-do» las casas y se decide subastar la forja de labalaustrada de las dos balconadas53. Ésta fue reali-zada por los herreros Vicente Lorenzo, Juan deSeoane y Rodrigo de Sordís entre julio y agosto54.

El 3 de julio la construcción por fin «se baconcluyendo», y se ordena a Pedro Chandía y alprocurador general comparen la escritura firmadapor los hermanos Vidán con la obra realizada,para comprobar «si an cumplido con lo en ellacapitulado», así como que se nombre a dos maes-tros del arte para que visiten la obra55. Lo dichoexplica que en dicho mes también se comience apensar tanto en el amueblamiento del interior,encargándose para el salón de plenos un suelo decantería56 y dos nuevas sillas de nogal de «buenadispusición» para los alcaldes57, como en el enlo-sado de la plaza y en la disposición de unos«asientos» de cantería «arrimados a la pared»exterior del nuevo edificio58.

En cuanto a la carpintería, el 28 de julio se dalectura a un memorial de los carpinteros59 dondeafirman que la obra «está acavada del todo» ypiden sea inspeccionada por «maestro del arttequanto antes sea posible» y se les entreguen los3.800 reales indicados en su contrato60. Pero, dadoque los trabajos no estaban terminados, el consis-torio resuelve esperar y no inspecciona su traba-

jo, remunerándoles con 250 reales a cuenta.Semanas después, el 2 de octubre, los mismos artí-fices vuelven a presentar otro memorial, de redac-ción muy similar al anterior, pero con el archivo yel altar del oratorio ya instalados, entonces su tra-bajo es revisado por los delegados municipalesMiguel Collazo y Diego de Juaraz61, y el informedel valor de las «demasías» corresponde al anti-guo procurador, el arquitecto Diego de Romay62.

Entre julio y septiembre de dicho año se efec-tuó el traslado y la toma de posesión de la nuevasede por los alcaldes y regidores de la ciudad63. Lafecha exacta no ha sido posible documentarla —enlos libros de actas no se indica— y tampoco hayconstancia de que se haya efectuado ningunaceremonia o acto con tal motivo. Semanas des-pués, el 4 de abril de 1691, se ordena que «quant-to anttes se transporte a estas Casas deAyunttamiento el arca que con los papeles deestta ciudad se alla en las Cassas Reales della, parade echo transporttarlos al archivo»64.

El actual edificio coincide, como analizare-mos a continuación con detalle, con las indica-ciones dadas por Andrade en su informe, quetambién se recogen en el contrato de construc-ción. Por ello, y dado el número de planos deotros inmuebles municipales, ya citados, quecorresponden sin duda a su autoría, parece lógi-co atribuirle también la de las trazas de la nueva

53. AHUS, AM, 63, C., 1690(enero-mayo), folios 122v.-123r.

54. Varios documentos informansobre lo manufacturado por cadauno (balaustres, columnas, tiran-tes, platinas, soleras, etc.), el pesode las piezas y en algún caso suprecio (AHUS, AM, 64, C., 1690(junio-diciembre), folios 574r.-580r.). En cuanto a sus autores, en1671 Seoane realiza, con otros ce-rrajeros, los balaustres que cie-rran la capilla mayor de la cate-dral (cfr. Pérez Costanti, P.,Diccionario de artistas..., op. cit.,510-511) y en 1672 Vicente Lo-renzo hace las cornucopias de losángeles del citado recinto (cfr.Gallego de Miguel, A., El artedel hierro en Galicia, Madrid,1963, 188). En 1679 ambos con-tratan la baranda del HospitalReal (ibídem, 170).

55. AHUS, AM, 64, C., 1690(junio-diciembre), folio 333r.

56. AHUS, AM, 64, C., 1690(junio-diciembre), folio 334r.

57. AHUS, AM, 64, C., 1690 (ju-nio-diciembre), folio 333r.; docu-mento citado en Pérez Costan-ti, P., «Las Casas Consistoria-les...», op. cit., t. II, 191-192.

58. AHUS, AM, 64, C., 1690(junio-diciembre), folio 334r.

59. Un dato curioso es que entrelos maestros carpinteros que eje-cutaron los trabajos se encuentraFrancisco Taboada, lo que indica

Figura 1. Las antiguas casas consistoriales de Santiago (Pedro Mas, 1919). Foto publicada por J. L.Cabo Villaverde y P. Costa Buján.

Figura 2.Aspecto actual de la plaza de Cervantes con el edificio del antiguo consistorio.

LOCVS AMŒNVS 7, 2004 215El arquitecto Domingo de Andrade y las antiguas casas consistoriales de Santiago de Compostela (1689-1690)

sede consistorial, mencionadas tanto en el con-trato de la cantería de los hermanos Vidán65,como en la postura de la obra de carpintería delos Vaamonde y sus asociados66.

Análisis del Palacio Consistorial

El inmueble cuenta con un sótano, cuatro plantasy un tejado de una sola vertiente que sustituyeuno anterior a dos aguas. El último piso y sucorrespondiente cornisa constituyen un añadidomoderno reciente. Afortunadamente, dicha refor-ma apenas afectó a las dos fachadas, las dos decantería como indica el maestro catedralicio y elcontrato67, la principal, ahora construida, hacia laplaza de Cervantes, y la lateral de la calle delPreguntoiro, reaprovechada de la anterior sede,también de cierta prestancia.

La fachada de Cervantes, el actual número 5de la citada plaza, se organiza en cinco calles,cuyos vanos, en origen, guardaban simetría (figu-ra 2). En el centro de la planta baja se habilita laentrada de acceso al edificio (figura 3), ennobleci-da con un marco acodado inspirado en Serlio oVignola (figura 9), utilizado por Andrade envarios de sus edificios como la Casa de la Parra(1676), el Palacio Capitular de Lugo (1683), la

una asociación posterior con elmismo por parte de los artíficesadjudicatarios. Sobre el mismosólo se sabe que a principios de ladécada de 1690 era conferidor delas medidas de la ciudad y estabaexento de cargas concejiles y re-partimientos (cfr. FernándezÁlvarez, Mª A., op. cit., 105).

60. El escrito, además, enumerauna serie de trabajos a mayores alos señalados en el susodicho do-cumento, unos todavía pendientesde realización y otros ya llevados acabo, por los que reclaman 600 re-ales. Los primeros son la alacenadel archivo y un oratorio «con sutarima y caxones». Entre los se-gundos destaca la escalera princi-pal «que es la mittad y llega asta elprimer pisso» y a la que «se le dionueva planta». Ello hizo que se op-tase por construir toda la escalerade cantería, así como subir las dosparedes maestras de la caja centraldel edificio hasta el último piso.

61. AHUS, AM, 64, C., 1690 (ju-nio-diciembre), folios 597r.-598v.

62. Se trata de una división de ta-blado «que está en la sala alta quesier[r]a la escalera», un asientopara la oficina «poniéndole la ta-pa con sus bisagras», una división«que falta para serrar la oficina»,la alacena del archivo, el altar deloratorio, una puerta «que se des-yso y se conbertió en quatro de-bisiones», seis peldaños de la es-calera, los andamios para montarlos barandales de los balcones ylas dos sillas de los alcaldes(AHUS, AM, 64, C., 1690 (junio-diciembre), folio 607r.).

63. El 14 de julio el consistoriotodavía reside en casas reales(AHUS, AM, 64, C., 1690, ju-nio-diciembre, folio 338r.). Elconsistorio del 24 de septiembreya se celebra en la nueva sede(AHUS, AM, 64, C., 1690, ju-nio-diciembre, folio 457r.).

64. AHUS, AM, 65, C., 1691, 1ºsemestre, folio 78v. Sin embargo,todo se quedó en una declaraciónde intenciones, pues casi un añodespués, el 18 de febrero de 1692,el procurador general informa alconsistorio que «thiene notiçiano se allan en el archivo de la çiu-dad, fabricado nuebamente paraeste efecto, ningunos libros deayuntamiento y más papeles per-theneçientes a esta çiudad, lo qualhes en grave perjuicio della»,acordándose se traslade dicho ar-chivo al nuevo consistorio en elplazo de un día (AHUS, AM, 67,C., 1692, 1º semestre, folio 44r.v.).

65. En dicho documento se indicaque dicha planta «les ha sido ense-ñada y se les entregará», el cualpuede haber sido el motivo de queno se haya conservado (AHUS,Prot. de Santiago, D. A. Caama-ño, leg. 2.344, folios 59r.-62r.).

66. Consúltese la postura del 13de agosto de 1689 (AHUS, AM,62, C., 1689, folio 311r.).

67. AHUS, AM, 60, C., 1687, fo-lios 218v.-219v.; AHUS, Prot. deSantiago, D. A. Caamaño, leg.2.344, 1689, folios 59r.-62r.

Figura 3.Reconstrucción hipotética del estado original de la fachada de Cervantes(trabajo infomático de Luis Faraón).

Figura 4.Portada principal.

Figura 5.Serlio: Tutte l’opere d’architetture (Venecia, 1619).

Miguel Taín Guzmán216 LOCVS AMŒNVS 7, 2004

parte del viejo herraje compuesto por el escudo dela cerradura, dos tiradores, la aldaba, una falleba yvarios pasadores, goznes y bisagras.

Una rejilla dispuesta en el umbral de dichoacceso permite la entrada de luz y aire en el sótano.Al mismo fin se destinan cuatro pequeños tragalu-ces dispuestos casi a ras del suelo de la plaza, cerra-dos por un enrejado reciente72. En eje con ellos seabren cuatro ventanas, las de los extremos másamplias, que permiten iluminar las dos oficinas delos escribanos municipales dispuestas dentro. Lascuatro presentan gruesa moldura de enmarque ylas de los extremos, una repisa de piedra en el ante-pecho, acaso en relación con la función del interiordel recinto. Su luz es la original, salvo la del venta-nal grande del extremo izquierdo que ha sido achi-cada en el umbral y su repisa es nueva73. Todos,junto con la puerta principal, presentan en el maci-zo del derrame interior los huecos para la instala-ción de trancas, hoy desaparecidas, que, colocadaspor la noche, impedían el acceso malintencionadoa la planta baja desde el exterior del inmueble.Asimismo, en el umbral de dicho acceso figura unapequeña cruz grabada en la piedra para acaso cum-plir la costumbre ya en desuso de persignarse alentrar y salir de un edificio. Debajo se encuentratambién una fecha un tanto borrosa que parece1761 y que estaría en relación con los disturbiosvecinales y el incendio de la puerta principal endicho año. El piso se remata por un entablamentoclásico que imita el más antiguo dispuesto en elPreguntoiro, como luego se tratará.

La disposición original de los vanos de la plan-ta noble ha cambiado, con ello rompe con la sime-tría antigua del frente. En efecto, el edificio deAndrade contaba sólo con tres puertas de acceso ala balconada abiertas en los tramos primero, terce-ro y quinto. La cuarta puerta sobrante es clara-mente fruto de una obra posterior74. Por ellas seaccede a la balconada, la cual vuela todo a lo largodel frente de manera similar a como lo hace la bal-conada del Preguntoiro75. Se cierra con una baran-da de hierro forjado compuesta de docenas debalaustres y siete tirantes, pues un octavo desapa-reció a raíz de la apertura del nuevo acceso citado.Dichos tirantes constan de una pilastra, un posteabalaustrado terminado en punta y un gancho quefija la estructura a la pared. La morfología del con-junto responde a la habitual en la Compostelabarroca de la época, como ha estudiado Gallego deMiguel, y sigue el modelo establecido desde la fun-dición del cierre de la solana del Palacio Capitularde la catedral de Santiago en 161576.

Una gruesa imposta separa este nivel del supe-rior, de organización muy sencilla. Cuenta concuatro ventanas cuadrangulares dispuestas en losejes marcados por las del bajo y con un ventanu-co horadado a la izquierda, próximo a la media-nera, que parece moderno. La calle central dispo-

casa 16 de la Rúa Nova (1685) o el colegio jesuitade A Coruña (1695), entre otros68. Al lado delcodo derecho se presenta, grabado en la piedra, elcáliz sobremontado por la sagrada hostia alusivoa que el edificio pertenece al municipio69. La hojade cierre debe ser la instalada en febrero de 1761,tras quemarse la antigua en el transcurso de unarevuelta vecinal con motivo de la elección delprocurador general70. Consta de tres hojas, unavertical, que actúa como bastidor y que sólo seabriría cuando fuera necesario, y dos horizonta-les, que se abren independientemente, como estradicional en la arquitectura doméstica gallega.Así la hoja de abajo podía estar cerrada para con-trolar el acceso al recinto, mientras la superiorpermanecería abierta durante todo el día, con elobjeto de contribuir a la iluminación y ventila-ción del interior71. El conjunto de las tres se deco-ra con una cuadrícula en placas cuadrangulares yrectangulares en resalte. Asimismo, conserva

Figura 6.Gárgola de león.

Figura 7.Gárgola de lobo.

LOCVS AMŒNVS 7, 2004 217El arquitecto Domingo de Andrade y las antiguas casas consistoriales de Santiago de Compostela (1689-1690)

nía de un escudo que monumentalizaba el edifi-cio. De él queda la huella de su existencia en laspiedras allí dispuestas tras su retirada en fechaincierta, pero después del traslado al Palacio deRajoy de la sede del consistorio. Sin embargo,Andrade defiende en su informe la instalación detres armerías: el escudo real, grande, en el medio,y los escudos de la ciudad y del reino, más peque-ños, a los lados77. De los tres sabemos, por undocumento de 1693, que se instaló el primero pre-sidiendo el edificio78 (figura 3). Y es que, pese alos intentos de la Universidad en dicho año deinstalar sus cinco estrellas, alegando ser propieta-ria de «la mitad de las Casas del Consistorio», talpretensión nunca se llevó a cabo79.

Tanto las ventanas como las puertas del balcónconstan de dos batientes exteriores, compuestoscada uno por un bastidor de madera y cristales.Como manda la costumbre, se disponen en la caraexterior del muro para permitir que el agua de lalluvia corra sobre ellas y evitar la aparición dehumedades por filtración y hongos. A tal objetivo,también se debe la disposición de vierteaguas depiedra sobre ellas. Por otro lado, para poder venti-lar el interior e impedir que los batientes sean gol-peados por el viento, se han instalado ganchos dehierro, un elemento frecuente en el caserío de laciudad. Asimismo, para regular la entrada de luz,también se dispone de contras interiores80.

Esta fachada, como la del Preguntoiro, contóen su día con una cornisa desaparecida cuando selevantó el actual tercer piso del edificio81. Dada lacategoría que se pretende otorgar al inmueble ysiguiendo la moda compostelana de entoncesimpuesta por Andrade y Romay, se instalarongárgolas de animales fantásticos para evacuar elagua de la lluvia de los tejados como las de la Casade la Parra (ca. 1676)82, la casa de la Vía Sacra(1683)83, la casa de Gómez de Rioboo (1683)84, elproyecto de la casa número 16 de la Rúa Nova(1685)85, la Casa das Pomas (1687)86, etc., lo queimprime un aspecto muy diferente a la sede delayuntamiento (figura 3). Según el contrato, conta-ba con cuatro87, de las cuales dos han aparecido enlas excavaciones del sótano rotas por la mitad yreaprovechadas como losas en el pavimento. Unase trata de un león, de abundante melena, orejaspequeñas, prominente dentadura y larga cola(figura 6), y la otra de un lobo, de cabeza grandey orejas puntiagudas (figura 7), ambas con las fau-ces abiertas para expulsar el líquido elemento.

En los documentos no se señala ningunaintervención específica en la antigua fachada delPreguntoiro, el actual número 1 de la citadacalle. Y es que la misma es lo único que se respe-ta y se reaprovecha del anterior inmueble (figura8). Es más, incluso se especifica que la deCervantes se haga a su semejanza, lo que indicala intención de su mantenimiento tal cual: al res-

Figura 8.Reconstrucción hipotética del estado original de la fachada delPreguntoiro (trabajo infomático de Luis Faraón).

68. Al respecto véase TaínGuzmán, M., Domingo de An-drade..., op. cit., vol. I, 279-291,189-195, 298-306 y 258-267.

69. Al respecto véase CarroOtero, J., y Masa Vázquez,Mª. del C., «Las marcas de pro-piedad en edificios antiguos deSantiago», Boletín de Estudiosdel Seminario Fontán-Sarmien-to, 1987, 38.

70. AHUS, AM, 209, C., 1760octubre-diciembre, folio 230r.v.(documento publicado en PérezCostanti, P., «Una elección deprocurador general de Santiago,en 1761», Notas Viejas Galicia-nas, t. II, Vigo, 1925, 271-272);AHUS, AM, 210, C., 1761 julio-agosto, folios 38v., 74r. y 84r.-86v. Aunque los daños fueron

pocos (AHUS, AM, 209, C.,1760, octubre-diciembre, folios232r.-233r.), hubo que renovar lacarpintería de la planta baja y al-gunos vidrios, así como repararel tejado (AHUS, AM, 210, C.,1761 julio-agosto, folios 38v.,74r., 84r.-86v. y 89r.). Ni el archi-vo ni la colección de retratos re-ales, de la que luego se hablará,se perdieron por las llamas. Elprimero se conserva hoy for-mando parte del Archivo Histó-rico Universitario de Santiago yha sido ampliamente consultadopara la redacción de estas pági-nas. En cuanto a los segundos,consta su traslado a la nueva sedede Rajoy.

71. Sobre este tipo de puertatradicional gallega, véase Llano,P. de, Arquitectura popular en

Galicia, vol. 1, Compostela,1981, 90.

72. Fueron instalados por el úl-timo propietario de la casa, Se-gundo Migueles.

73. Obra de tiempos de Segun-do Migueles.

74. Me refiero a la segundapuerta contando desde la iz-quierda. En una foto del inmue-ble realizada por Pedro Mas en1919, dicha puerta ya aparece(fig. 1).

75. AHUS, Prot. de Santiago,D. A. Caamaño, leg. 2.344, 1689,folios 59r.-62r.

76. El modelo se repite en labalconada del Hospital Real(1679) y en la de la Casa de la Pa-rra (ca. 1676) (cfr. Gallego deMiguel, A., op. cit., 167 y s.).

77. AHUS, AM, 60, C., 1687,folios 218v.-219v.

78. AHUS, AM, 69, C., 1693,enero-agosto, folio 237r.v.

79. AHUS, AM, 69, C., 1693,enero-agosto, folios 225r.v.,228v., 237r.v. y 264r.v. No obs-tante, el consistorio reconociólos derechos de la universidadpagándole 18.000 maravedíes«por la pensión de la mittad delas Cassas de Consistorio» en1694 y comprometiéndose luegoa abonar una cantidad anual-mente (AHUS, Fondo Universi-tario, A-125, Libro de Claus-tros, 1693-1696, folio 66r.;AHUS, AM, 71, C., 1694, folio186v.-187r.).

80. Sobre este tipo de ventanatradicional gallega, véase Llano,P. de, op. cit., vol. I, 85.

81. Algunos restos aparecidosen las excavaciones de los sóta-nos parecen corresponderle.

82. Cfr. Taín Guzmán., M.,Domingo de Andrade..., op. cit.,vol. I, 279-291.

83. Ibídem, vol. I, 292-297. Esteedificio forma parte hoy de laCasa de la Parra.

84. Cfr. Taín Guzmán, M.,«Diego de Romay y el Palacio deGómez de Rioboo y Seijas en laPlaza do Toural de Santiago deCompostela (1683)», Actas delCongreso Internacional La Pla-za Eurobarroca, Salamanca,1999, 187-193.

85. Cfr. Taín Guzmán., M.,Domingo de Andrade..., op. cit.,vol. I, 298-306.

86. Cfr. Ríos Miramontes, MªT., «La Casa de las Pomas. Obrade Diego de Romay», Compos-tellanum, 1977, 299-304.

87. AHUS, Prot. de Santiago,D. A. Caamaño, leg. 2.344, 1689,folios 59r.-62r. Otro documentode 1692 confirma su existencia(AHUS, AM, 68, C., 1692, 2º se-mestre, folio 285r.).

LOCVS AMŒNVS 7, 2004218 Miguel Taín Guzmán

pecto, Andrade dice que «se aga dicha pared [deCervantes] […] de canthería, con su cornija ybalcón de lo mismo, como está la delantera queoi tiene [refiriéndose a la del Preguntoiro]»; y enel contrato se especifica, primero, «que todo loque han de haçer [en el frente de Cervantes] hade ser con los mesmos lavores e hiladas que tienela otra [fachada]», segundo, que la balconada deCervantes se construya «de la mesma echura ytamaño que tiene la fachada que está en dichasCassas» y, tercero, que a modo de remate se hagala cornisa «comforme la que está en la fachadaprincipal», aludiendo nuevamente dichas refe-rencias al frente del Preguntoiro. Tras un análisisatento in situ, es evidente que ambos lienzoscorresponden a cronologías diferentes. Las razo-nes son de peso: la piedra utilizada en los dos esdistinta, sillares viejos y de diferentes tamañosen el Preguntoiro, y grandes y regulares enCervantes; las trabas entre las piedras del prime-ro están desgastadas y han sufrido mucho másque las del segundo; la balconada del primeroestá más baja que la del segundo y tiene menosvuelo; la trabazón de las piedras de la esquinaformada por ambos lienzos está movida; el fren-te de Cervantes es a plomo, mientras que el delPreguntoiro presenta la planta baja más adelan-tada que los pisos superiores, y, por fin, laimposta que separa la planta noble en el primerono existe en el Preguntoiro.

El frente actual parece que tampoco guarda sudisposición original en sus tres calles. El acceso dela planta baja corresponde a la antigua entrada delprimer consistorio, antes de la construcción delnuevo inmueble de Andrade88. A ella se accedía

antiguamente por dos escalones de cantería situa-dos en su umbral. Hacia la década de 1950, cuandose reformó el comercio textil instalado en el bajodel inmueble, se retrotrayó hacia el interior elsegundo peldaño, excavándose el suelo y generan-do un pasillo para la cómoda contemplación de losescaparates entonces instalados. Para asegurarse dela estabilidad de los muros, se construyó el estribomacizo del sótano89. En cuanto al ventanal cercano,también fue ampliado entonces con similar finali-dad90: poder ver los productos textiles allí expues-tos91. En cambio, sí es correcta la disposición de losvanos de la planta noble, dos ventanas y una puer-ta en el centro para acceder al balcón. Dicha balco-nada repite el esquema y la decoración de la yavista, y también ocupa toda la línea del frente. Lomismo podemos decir de su barandal, aunque eneste caso sólo dispone de cuatro tirantes. En cuan-to a la segunda planta, presenta dos ventanas y enel tramo central, el rastro de haber contado con unescudo92, que, por lógica, ha de ser el de la ciudad,cuyas armas coinciden por entonces con las delcabildo de la catedral, como demuestra el grabadopublicado por Castellá Ferrer93 y un dibujo de unmanuscrito del siglo xvii94 (figura 9).

Ya hemos visto como la documentación indicaque el entablamento de Cervantes copia el yaexistente en el Preguntoiro (figura 10). Éste secompone de un friso clásico con los característi-cos triglifos y metopas. Los primeros presentan elcorrespondiente estriado, dos acanaladuras encada pieza, y gotas, cuatro por sillar, en su mayo-ría descentradas, y actúan a modo de ménsulas dela balconada del piso superior. En cambio, lasmetopas se decoran con placas rectangularesdobles, que anuncian el gusto por el barroco deplacas de tiempo después. Un detenido estudio deambos entablamentos concluye con que, efectiva-mente, la talla de las molduras —volúmenes yperfiles— y de los triglifos es ligeramente diferen-te, además están mucho más desgastados por laacción del tiempo en el lienzo de la calle, por loque se concluye que cada uno corresponde afechas distintas. A ello también apunta el hechoque el entablamento no sea corrido a lo largo deambas fachadas, puesto que se interrumpe en laesquina.

La solución se inspira en grabados de Serlio(figura 5) y tuvo un amplio eco en la arquitecturacompostelana en la segunda mitad del siglo xvii.José de la Peña de Toro, maestro salmantino ins-tructor de Andrade en los talleres de la catedral95,la utiliza en los entablamentos de la portada inte-rior del corredor del Pórtico Real de la catedral(¿1658-1666?), del cierre pétreo de la cabecera dela catedral en la Quintana (ca. 1660-1662) y de lacapilla de Santa Teresa de la iglesia de Salomé(1662)96. Ello hace que me pregunte si la balcona-da no habrá sido construida en una reforma docu-

Figura 10.Detalle del entablamento del Preguntorio.

88. Su antigua puerta de made-ra, con tres hojas como en Cer-vantes, ha aparecido hace unosdías en el sótano.

89. Información facilitada porSegundo Migueles.

90. Se retiraron varias piedrasdel umbral.

91. Según Segundo Migueles, lasreformas en las luces de ambasfachadas fueron dirigidas porPons Sorolla.

92. En la escritura de aforo de laCasa Consistorial del 5 de sep-tiembre de 1787 se señala clara-mente que este escudo y el deCervantes se debían conservar insitu. Por lo tanto, sospecho queambos fueron retirados de susemplazamientos después de1861, a raíz de la redención de lacasa y la construcción de la terce-ra planta.

93. Cfr. Castellá Ferrer, M.,Historia del Apóstol de JesusChristo Sanctiago Zebedeo, Ma-drid, 1610, folio 222r.v. (facsímilen Santiago, 2000).

94. Cfr. Armorial gallego, mss.anónimo, s. xvii, Biblioteca Mar-tínez Barbeiro, fotocopia cortesíade Pardo de Guevara. Sobre el te-ma, véase Bugallal y Vela, J.,«Armas de la M.N. y M.L. Ciu-dad de Santiago de Compostela»,Gran Enciclopedia Gallega, t.XXVIII, Santiago-Gijón, 1974,57-59.

95. Cfr. Taín Guzmán, M., Do-mingo de Andrade..., op. cit.,vol. I, 61-63.

96. Al respecto, véase BonetCorrea, A., La arquitectura...,op. cit., 295-298, 298-300 y 308.

LOCVS AMŒNVS 7, 2004 219El arquitecto Domingo de Andrade y las antiguas casas consistoriales de Santiago de Compostela (1689-1690)

mentada de 1669 de las primeras casas consistoria-les por dicho Peña de Toro o su círculo inmediato97.Las similitudes de las tres obras del salmantinocon el ayuntamiento son evidentes y la cronologíacoincide. Tales semejanzas vuelven a aparecer conel uso de ménsulas estriadas en la balconada de lacasa número 2 de la plaza de la Quintana, barrocay de autoría anónima. Por otro lado, el mismoAndrade recupera dicha fórmula en la traza de laCasa de la Parra (ca. 1676), cuyo entablamento ybalconada se inspirarían en los del viejo consisto-rio: el primero es una copia exacta98. En realidad,en este caso su elección estuvo determinada por labúsqueda de armonizar con el referido cierre de lacabecera catedralicia, con el fin de monumentali-zar y uniformizar los lienzos de cierre de la plazade la Quintana.

En cuanto a la distribución del interior, cabeadvertir que la misma sufrió lógicos cambios araíz de la conversión del inmueble en vivienda.No obstante, estudiando el edificio actual y ladocumentación, se averigua grosso modo comofue la original (figura 11). Por la puerta deCervantes se accede a un discreto zaguán, lugarprotocolario de recepción, que regula la circula-ción por el interior del inmueble y que se encuen-tra pavimentado de losas. A izquierda y derechase disponen sendas paredes maestras de cantería,

que alcanzan el segundo piso. En ambas se abrendos puertas, con grueso marco de cantería, quecorresponden a las oficinas de los escribanospúblicos. Las dos oficinas han perdido —si es quealguna vez la llegaron a tener— la división en dosestancias especificada por Andrade, la primeradestinada a los oficiales del escribano y la segun-da al despacho de éste para que «estté aparttequando hiciere algún papel secreto»99. El contratotambién manda abrir una alacena en cada oficina,en el muro de la medianía con el caserío delPreguntoiro, de las que solamente se hizo una,amplia, en la oficina izquierda100. En cuanto a sumobiliario, la documentación cita la existencia de«tableros» de madera doble y «a media guarni-ción»101. Una tasación menciona «un asiento condos aberturas para oficina» con una «tapa, con susbisagras» y con «postigos por donde se adminis-tra dicha oficina» que tal vez estuviera aquí102. Dela importancia que tuvieron dichos habitáculosdan testimonio las innumerables veces que soncitados en la documentación administrativamunicipal. No hay que olvidar que responsabili-dad de los dos escribanos era acudir con puntua-lidad a las sesiones del concejo, guardar secreto delo que en ellas se trataba y escribir los acuerdos enlos llamados Libros de Consistorio; tener bajo sucuidado los privilegios y provisiones de la ciudad;

Figura 9.Armorial gallego, manuscrito del siglo xvii: dibujo de las armas de laCiudad de Santiago.

Figura 11.Reconstrucción hipotética de la distribución interior original a partirde planimetrías (trabajo infomático de Luis Faraón).

97. AHUS, AM, 42, C., 1668,folio 248r.

98. El dibujo figura publicado enColección cartográfica do Arquivodo Reino de Galicia, A Coruña,1994, 24; Taín Guzmán, M., Do-mingo de Andrade..., op. cit., vol.I, 285; Imaxes da Xusticia en Gali-cia. Cartografía e Iconografía nosFondos Documentais da Real Au-diencia de Galicia e da AudienciaTerritorial da Coruña, A Coruña,1998, 150. Sobre la historia de la traza, el balcón y la casa, véaseTaín Guzmán, M., Domingo deAndrade..., op. cit., vol. I, 279-291.

99. AHUS, AM, 60, C., 1687,folios 218v.-219v.

100. AHUS, Prot. de Santiago,D. A. Caamaño, leg. 2.344, 1689,folios 59r.-62r. Contrástese conlo dicho por Andrade en su in-forme, que habla de dos alacenasen cada oficina (AHUS, AM, 60,C., 1687, folios 218v.-219v.).

101. AHUS, AM, 62, C., 1689, fo-lios 389r.-390v. Me pregunto si és-tos no estarían dispuestos en losantepechos de los ventanales a mo-do de mostradores para atenderdesde ellos al público en la plaza,como ocurre aún hoy en algunastiendas antiguas de la ciudad, co-mo por ejemplo en las de las plazade Azabachería o de las Platerías.

102. AHUS, AM, 64, C., 1690,junio-diciembre, folio 607r.

LOCVS AMŒNVS 7, 2004220 Miguel Taín Guzmán

llevar cuenta en un libro de los propios y pósitosde la misma; entre otras103.

Por razones higiénicas evidentes, la casa con-taba con al menos una necesaria ubicada en elhueco central de la escalera, con acceso desde elvestíbulo, de la que se han encontrado restos104.En las excavaciones del sótano ha aparecido elcanal que, excavado en el piso, conducía los des-echos hasta un pozo negro ubicado en la estan-cia derecha.

Igualmente, del citado zaguán arranca laescalera principal, cuyo peldañeado es de piedray se apoya entorno a una gruesa caja central decantería aprovechada para la apertura de la refe-rida necesaria y lo que debieron de ser armariosen las otras plantas105. Por un tiro se asciende alos pisos superiores y por otro se desciende alsótano, éste último compuesto por un vestíbuloy dos estancias, probablemente destinadas a ser-vir de almacenes. A ellas se accede por sendasrampas de piedra, contaban con un pavimento detierra apisonada, del que quedan algunas partes,y se voltean con bóvedas de arista rebajadas.

En la planta noble la citada escalera desem-barca en otro amplio vestíbulo, con probablesusos protocolarios, por el que se accede a travésde dos puertas de grueso enmarque de piedra, ados amplias «salas», una a la izquierda y otra a laderecha. Las tres estancias, como las del resto deledificio, cuentan con suelos de castaño que, aun-

que no son los originales, sí son los que defendióAndrade en su informe106.

En la segunda planta se organizan otros dossalones como los del piso inferior, en uno de loscuales se reunían anualmente los once vecinosdesignados para la elección de alcaldes, comoluego veremos. Actualmente, el de la izquierdaes una cocina y cuenta con una «lareira» y unaalacena de grueso enmarque, la primera hechatras el abandono de la sede por el consistorio(figura 12). Sin embargo, el que en el contrato seespecifique que en el macizo de la pared media-nera con la casa de Ignacio Andiano se constru-ya tanto una chimenea francesa «con su bocal decantería»107 y «cancel»108, que según Andrade selocalizaría «en el altto de la sala»109, como unarco «del tamaño que fuere menester» para ora-torio110, me hacen pensar que dicha lareira sehaya construido en el lugar donde estaba la ante-rior chimenea y aprovechando su tiro111 y que laalacena pudiera corresponder en realidad al anti-guo oratorio municipal.

Sea ésta u otra su ubicación, el oratorio contócon un mueble encargado también a los mismoscarpinteros que hicieron la obra de madera deledificio112. Es descrito en un informe como com-puesto por «un altar afor[r]ado de madera con sussecretos para guardar recado y binajeras, [y] consus puertesitas»113 y estuvo presidido desde 1692por un cuadro del Santo Cristo, cubierto por un

Figura 12.Sala de la lareira y la alacena.

Figura 13.Sala de la alacena del archivo municipal.

103. Sobre el trabajo de los es-cribanos municipales, véase Ló-pez Díaz, Mª., «Oficios munici-pales de Santiago...», art. cit.,617-618; ídem, «Una aproxima-ción a la institución notarial enSantiago: escribanos y notarios amediados del siglo xviii», Estu-dios Mindonienses, 1992, 421-456; Cebreiros, Álvarez, E.,op. cit., 155-169.

104. AHUS, AM, 64, C., 1690,junio-diciembre, folios 597r.-598v.

105. En el informe de Andradey en el contrato firmado con losVidán (AHUS, AM, 60, C.,1687, folios 218v.-219v.; AHUS,Prot. de Santiago, D. A. Caama-ño, leg. 2.344, 1689, folios 59r.-62r.) se cita la construcción deotra escalera de servicio en elmacizo de la pared medianeracon la casa vecina que cae a SanBenito que no se llegó a realizar.

106. AHUS, AM, 60, C., 1687,folios 218v.-219v.

107. AHUS, Prot. de Santiago,D. A. Caamaño, leg. 2.344, 1689,folios 59r.-62r.

108. AHUS, AM, 64, C., 1690,junio-diciembre, folio 597r.v.

109. AHUS, AM, 60, C., 1687,folios 218v.-219v.

110. AHUS, Prot. de Santiago,D. A. Caamaño, leg. 2.344, 1689,folios 59r.-62r.

LOCVS AMŒNVS 7, 2004 221El arquitecto Domingo de Andrade y las antiguas casas consistoriales de Santiago de Compostela (1689-1690)

dosel de damasco114, que no figura en el Catálogodo Patrimonio Pictórico da Casa do Concello deSantiago (Santiago, 1993). Contó también con uncáliz, un misal y un atril115. En 1693 aún se encar-garon para el mismo unas nuevas cortinas «debelillo»116. No tengo constancia de que se conser-ve nada de lo referido. En lo que atañe a su uso, elrelato del incendio de 1761 señala que en él «sesuele decir misa, con sus velas encendidas»117.

En cuanto al ala de la derecha, presenta, enuno de los extremos, una alacena horadada en lamedianera del Preguntoiro que todavía conservalas huellas de los estantes y que estaba destinada acustodiar «los papeles y privilejios que thienedicha ciudad»118. Se trata del archivo municipal,capital dependencia de la administración munici-pal (figura 13). El 18 de febrero de 1692 el consis-torio traslada los fondos documentales municipa-les desde su antigua ubicación en las casas reales alnuevo archivo119. Curiosamente, dicho armariono fue utilizado durante mucho tiempo para talesfines debido a la «mucha umedad» de la pared. Enefecto, en julio se tiene que trasladar la documen-tación a un arca prestada por la rectora del cole-gio de Húerfanas de Casas Reales mientras sehace una nueva120. Ésta se termina el 10 de enerodel año siguiente. Se guarda en ella la documenta-ción y se devuelve la anterior a su dueña121.

Las cuatro salas referidas se destinarían, comoes lógico, a labores administrativas y acaso algunaa salón de recepciones. La gestión municipalnecesita de espacios donde puedan desenvolver sutrabajo tanto los capitulares como su personaldependiente: me refiero al tesorero, encargado deadministrar el dinero procedente de los propios,arbitrios y demás rentas del concejo; a los fieles deprecios, asesores en la fijación del precio de losproductos; a los fieles de abastos, inspectores delos puestos de venta y sus productos; a los dosconferidores de pesos y medidas, encargados de

vigilar las pesas y medidas que se utilizaban en laciudad; al veedor, velador del bien público y delabastecimiento; al portero del ayuntamiento,guardián del edificio consistorial, y a dos alguaci-les menores, asistentes de los alcaldes ordinariosen aquello que requirieran122.

Asimismo, una de las dos salas de la primeraplanta constituyó el antiguo salón de plenos, lla-mado en la documentación «sala de consisto-rios», «sala de ayuntamientos», «sala de audien-cias» o «sala principal deste Ayuntamiento»,mencionado repetidas veces en las actas consis-toriales123. Tal identificación ha sido posible gra-cias a las actas consistoriales donde se recoge laelección de alcaldes por el sistema de cobra-dos124. Efectivamente, en el acta consistorial del 1de enero de 1710 se dice que

enttraron dichos honce vezinos, subieron a lasala del segundo altto de estas Casas deConsisttorio125 en compañía del alcalde másanttiguo y [de] los dos señores capitularesque los nombraron. Y se sentaron los seys allado derecho y los cinco al hizquierdo, cadauno por la horden que fue nombrado, segúncosttunbre […] Y de sentados en sus asient-tos, se les leyó el cobrado echo por la ciudadel día de ayer treinta y uno de diziembre y losseñores que están [pro]puesttos.

Revisada y aprobada la lista de los candidatos,

luego baxaron a la sala de estte consisttorio, endonde se [la] ha leido públicamentte a todos loscircunsttanttes por ser día de concejo aviertto126.

En tal salón de plenos se desarrollaba la activi-dad de gobierno de la ciudad mediante reunionesllamadas «consistorios», en las que tomaban partelos alcaldes, los regidores y el procurador general,

111. Dicho tiro corresponde conel conducto exterior de piedra, elcual presenta hoy otro anexo deladrillo que pertenece a la lareirade la vivienda del tercer piso. So-bre estas chimeneas, véase PazosPérez, X. X., Chemineas enCompostela, s.l., 1999, 162.

112. AHUS, AM, 64, C., 1690,junio-diciembre, folios 597r.-598v.

113. AHUS, AM, 64, C., 1690,junio-diciembre, folio 607r.

114. AHUS, AM, 68, C., 1692,2º semestre, folio 566r.

115. AHUS, AM, 72, C., 1695,folios 544r. y 543r.

116. AHUS, AM, 70, C., 1693,

septiembre-diciembre, folios605r. y 611r.

117. De su lectura se desprendela impresión de que dicho orato-rio estaba en realidad en la mismaestancia que el salón de plenos(AHUS, AM, 209, C., 1760 octu-bre-diciembre, folio 230r.v.).

118. AHUS, AM, 60, C., 1687,folios 218v.-219v.; AHUS, Prot.de Santiago, D. A. Caamaño, leg.2.344, 1689, folios 59r.-62r.

119. AHUS, AM, 67, C., 1692,1º semestre, folio 44r.v.

120. AHUS, AM, 68, C., 1692,2º semestre, folios 295v.-296r.

121. AHUS, AM, 68, C., 1693,enero-agosto, folio 2v.

122. Sobre el tema, véanse Ló-pez Díaz, Mª., «Oficios munici-pales de Santiago...», art. cit.,601-620; ídem, Goberno munici-pal..., op. cit., 139 y s.; Cebrei-ros Álvarez, E., op. cit., 169 y s.

123. Probablemente sea la salade la derecha, por ser más grandey estar comunicada con las bal-conadas del Preguntoiro y Cer-vantes.

124. Éste consiste en que el regi-dor que había hecho la ofrendaal Apóstol en la festividad de laTraslación o el regidor decanopresentaba cada 31 de diciembreante el consistorio una lista dedoce candidatos a ejercer el ofi-cio de alcalde. La misma era dis-cutida en el salón de plenos y sialguno de los aspirantes no se

consideraba adecuado era susti-tuido por otro. Luego este «pri-mer cobrado» era examinado el1 de enero por el pueblo, repre-sentado por seis y cinco vecinoselegidos respectivamente pordos regidores, reunido en otrasala de la Casa Consistorial.Ellos ratificaban o rectificaban lalista o «segundo cobrado», lacual era finalmente presentadaante el arzobispo, quien era fi-nalmente el que elegía a los dosalcaldes de la ciudad.

125. En otro consistorio se lacalifica de «sala última de dichoayuntamiento» (AHUS, AM,72, C., 1695, folio 497r.).

126. AHUS, AM, 96, C., 1709,noviembre-diciembre, folio1.541v.

LOCVS AMŒNVS 7, 2004222 Miguel Taín Guzmán

junto con uno de los escribanos que levantaba actade los debates y las decisiones. Éstas se tomaban pormayoría simple y las votaciones se realizaban en vozalta. Las sesiones ordinarias se celebraban habitual-mente dos veces a la semana, aunque también lashubo extraordinarias, de acuerdo con un horariopreestablecido según fuese verano o invierno127.

En la misma sala estaba prevista la celebraciónde juntas del reino cuando correspondiese. Así seespecifica en las solicitudes que presenta elConsistorio ante la Real Audiencia y el Consejo deCastilla para la construcción de la nueva sede con-sistorial: ejemplo de ello es cuando declaran el 30de octubre de 1687 «de que son nezesarias […]para quando se ofrece aver junta de reino y parareçivir a los señores subperiores y tratar del viencomún»128. Y con este uso fue utilizada en 1703 enque «para juntarse en ella sus diputados a confe-rençiar», se manda esterar la sala y «conponerladecentemente»129.

Para el recinto, hay constancia del encargoexpreso a Juan y Pedro Vidán en 1690 de unenlosado de cantería130, mientras que en el infor-me de Andrade se especifica que debía de contarcon un suelo «rasso de ladrillo para que no seoiga avajo lo que se propone» durante las reu-niones de ayuntamiento131. No queda nada ni deuno ni de otro. La sala se presidía por las «doscaxas embevidas en la pared de cantería paraponer en ellas las sillas de los alcaldes» citadas enel contrato132, sillas, con sus respectivas tarimas,que fueron encargadas nuevas en julio de 1690en madera de nogal y respaldos de castaño133. Elhecho de que ambas sean tasadas por Romay endiciembre del mismo año, junto con el resto delas demasías de los carpinteros que construyeronla casa, indica que les corresponde a ellos suautoría134. He tenido la fortuna de localizar aambas en los fondos municipales del Museo doPobo Galego135 (figura 14). Las dos son iguales,siguen el tipo de las sillerías de coro y presentanuna decoración a base de follaje carnoso y tren-zas frutales surgida décadas antes en el tallercatedralicio del aparato barroco de su capillamayor y difundida posteriormente porDomingo de Andrade, a quien cabe asignar sutraza136. Constan de un asiento y un alto respal-do. El primero es fijo y presenta brazos decora-dos con volutas vegetales. El segundo cuenta conun tablero decorado con el escudo de la ciudad,ya estudiado, rodeado de una orla de hojas tur-gentes y apoyado en su base en una carátula. Sepresenta entre dos sartas de frutas pendientes deuna cartela vegetal y se remata con un frontónpartido con una concha jacobea entre volutas ensu interior.

El resto del consistorio, los regidores y el pro-curador general, parece que se sentaban en seisbancos que en 1697 «por se allaren estar yndesen-tes para las funsiones presisas y públicas» fueronforrados con terciopelo, y se encargó que «se lesponga las armas de la ciudad»137.

Las reuniones capitulares estaban presididaspor el retrato del rey gobernante138. De ahí la dis-creta colección de retratos reales que poseía elmunicipio. El 18 de febrero de 1704, «según cos-tumbre», se coloca uno nuevo de Felipe V decuerpo entero «devajo del dozel destinado paraello»139. En la relación del incendio de 1761 se diceque la sala contaba con los retratos de Carlos II,Felipe V, Fernando VI y Carlos III140. Ninguno deellos se conserva en la actualidad, si bien perduranotros de monarcas posteriores, que fueron pinta-dos, continuando la tradición, para presidir lanueva sede municipal del Obradoiro141.

Urbanísticamente la construcción de la nuevaCasa de Consistorios cambió el trazado irregularde la plaza de Cervantes entonces llamada «plazadel Campo» y también, frecuentemente, «plaza

Figura 14.Las sillas de los alcaldes. Fotografía de Tino Martínez.

LOCVS AMŒNVS 7, 2004 223El arquitecto Domingo de Andrade y las antiguas casas consistoriales de Santiago de Compostela (1689-1690)

Mayor», a imitación de las plazas principales de lasciudades y villas de Castilla142 (figura 14). En efec-to, el inmueble regularizó el área este, dándole unacorrecta forma cuadrangular, generando un recintohonorable para ceremonias municipales, el cualcompartirá con la vecina iglesia de San Benito, quelo utilizará a modo de atrio parroquial. De hecho,en julio de 1690, tras su construcción, una de lasprimeras decisiones del consistorio fue recordar alos hermanos Vidán su obligación, indicada en elcontrato de 1689143, de pavimentar con cantería lazona afectada «que coxa todo el ámbitto de dichasCassas» y la construcción de unos «asientos queacostumbrava aber arrimados a la pared dellas, porla parte que mira al norte»144. Un acta consistorialde 1699 confirma su existencia, pues ordena se«agan desocupar los asientos que están alrededorde las Casas de Ayuntamiento desta ciudad y losmerceros los desocupen», en alusión probable aque los mismos habían sido tomados por los ven-dedores ambulantes de la ciudad145. Otro docu-mento de 1771 también los cita, los cuales supongobancos de piedra como los que hoy se encuentranen el perímetro de la Quintana y de las Platerías146.Su disposición habilitó un nuevo, animado ycómodo espacio de conversación y palique en laciudad, aunque también debieron ser usados paramontar y desmontar de las caballerías.

Otro aspecto a tener en cuenta es la vincula-ción del nuevo ayuntamiento con las fiestas de lossiglos xvi, xvii y xviii celebradas en la ciudad. Nohay que olvidar que, como ha estudiado RobertoLópez para el caso gallego147 y Bonet Correa anivel nacional148, las ceremonias públicas son unrecurso propagandístico de los poderes estableci-dos. Su finalidad es actuar sobre la opinión delpueblo que participa en los regocijos públicos149.Y éste es el caso del edificio compostelano, cuyoperímetro exterior sirve de escenario a programaselaborados por el consistorio y sus «comisariosde fiestas» para dejar constancia de su gobierno,poder y presencia, y donde tiene un papel impor-tante la música, la danza, las representacionescallejeras, las mascaradas, los desfiles, los fuegosartificiales y las arquitecturas efímeras. Si las pla-

zas del Obradoiro y la Quintana eran los recintosde las celebraciones de carácter religioso relacio-nadas con el culto jacobeo y la catedral, Cervanteses el salón público de las fiestas laicas de la ciudad.Así se entienden la intervención de Andrade, elcambio de la fachada principal de la primera sededel Preguntoiro a la plaza de Cervantes y la insta-lación de la solemne balconada que recorre ambosfrentes. Desde ésta última, el concejo, sus familia-res e invitados podían asistir y presidir, con eldebido decoro y comodidad, las actividades festi-vas allí organizadas. De hecho, frecuentemente,era adornada con «luminarias» por la noche,como por ejemplo con motivo de los festejos porla entrada en España de Felipe V en 1701150, por laboda del rey el mismo año con María Luisa deSaboya «de manera que se manifieste el alborozoque esta nueba causó en los corazones de susbasallos»151, por la entrada del monarca en Madriden 1706152 o por sus victorias en Flandes yCataluña en 1708153, entre otros. Y es que las fies-tas más espectaculares organizadas en el ámbitode la plaza se dedicaban a festejar a la Casa Real.Entonces no sólo se adornaban las casas consisto-riales con las referidas luminarias, sino que se dis-paraban fuegos artificiales y se tocaba música.Varios son los ejemplos que cabría citar: el 16 deabril de 1690, para dar la bienvenida a la ciudad ala reina Mariana de Neoburgo, el consistoriopatrocina la construcción de un tablado donde ungrupo de niños «ricamente aliñados» la recibieroncon danzas al son de «diversas músicas»154. Conanterioridad, durante la noche del 30 de marzo,para celebrar la llegada del barco con la reina alpuerto de A Coruña, las casas consistoriales deCervantes, entonces en construcción, fueron sedede luminarias para adorno de la ciudad y la plazacolindante, de fuegos de artificio «de diversasymbençiones»155. Las mismas antorchas fueroninstaladas de manera similar la noche del 17 deabril en la citada sede municipal y en la iglesia deSan Benito, cuando se organizó una mascarada enel Obradoiro en honor a la visita real156.

Tipológicamente, el edificio compostelano,como los espléndidos ayuntamientos de Sevilla,

octubre-diciembre, folios 232r.-233v.

141. Me refiero a los retratos deMaría Cristina de Borbón, Fer-nando VII, Alfonso XII y Al-fonso XIII (cfr. Conde Roa, J.,Catálogo do Patrimonio Pictó-rico da Casa do Concello deSantiago, Santiago, 1993).

142. Por ejemplo en AHUS, AM,13, C., 1621, folio 302r. o enAHUS, AM, 254, C., 1783, mayo-octubre, folio 352r. Hacia 1771 sela llamará plaza del Pan, debido aque bajo sus soportales se organi-zaba el mercado de venta del pan,y desde 1886, plaza de Cervantes,por la escultura dedicada al litera-to que remata la fuente.

143. AHUS, Prot. Santiago, D.A. Caamaño, leg. 2.344, 1689,folios 59r.-62r.

144. AHUS, AM, 64, C., 1690,junio-diciembre, folio 334r.

145. AHUS, AM, 76, C., 1699,folio 122v.

146. AHUS, AM, 231, C., 1771,enero-agosto, folios 324r.-325r.

147. Cfr. López, R.J., Ceremoniay poder a finales del Antiguo Ré-gimen. Galicia 1700-1833, San-tiago, 1995. Para el caso compos-telano, véase también CebreirosÁlvarez, E., op. cit., 320-325.

148. Cfr. Bonet Correa, A.,Fiesta, Poder y Arquitectura,Madrid, 1990.

149. Un hecho subrayado porMaravall, J. A., La cultura delBarroco, Barcelona, 2000 (1ª ed.1975), 131 y s.

150. Se encargan dieciocho ha-chas «de a dos libras» y doce «dea quatro libras» para quemarlasdurante dos noches de festejos(AHUS, AM, 77, C., 1701, folios43v., 45r.v. y 69r.).

151. AHUS, AM, 77, C., 1701,424v.

152. AHUS, AM, 89, C., 1706,2º semestre, folio 689r.v.;AHUS, AM, 90, Consistorios,1707, 1º semestre, folio 44r.

153. AHUS, AM, 93, C., 1708,2º semestre, folios 417r. y 501r.

154. AHUS, AM, 63, C., 1690,enero-mayo, folios 236v.-239r.

155. AHUS, AM, 63, C., 1690,enero-mayo, folios 235v.-236r.

156. AHUS, AM, 63, C., 1690,enero-mayo, folios 241v.-242v.Sobre el conjunto de los festejoscelebrados, véase el impreso Re-seña de las fiestas en honor de lareina doña Mariana de Neuburgen su visita a Santiago, Santiago?,1690? (ACS, Archivo de la Cate-dral de Santiago, Ceremonial endeterminadas funciones y actospúblicos, leg. 357).

127. Cfr. López Díaz, Mª,«Oficios municipales de San-tiago...», art. cit., 472; Cebrei-ro Álvarez, E., op. cit., 257-268.

128. AHUS, AM, 60, C., 1687,folios 253r.-254r.

129. AHUS, AM, 82, C., 1703,3º cuatrimestre, folios 991v. y1.117r.

130. AHUS, AM, 64, C., 1690,junio-diciembre, folio 334r.

131. AHUS, AM, 60, C., 1687,folios 218v.-219v.

132. AHUS, Prot. de Santiago,D. A. Caamaño, leg. 2.344,1689, folios 59r.-62r. Inspeccio-nada la casa, no perduran restosde dicho «arco» de piedra, talvez porque, como otras cosasespecificadas en la documenta-ción, nunca se llegó a construir.

133. AHUS, AM, 64, C., 1690,junio-diciembre, folios 333r. y607r.

134. AHUS, AM, 64, C., 1690,junio-diciembre, folio 607r.

135. Entre dichos fondos mu-nicipales también hay otrosmuebles, imágenes religiosas yobjetos de variado carácter queacaso procedan en algún caso denuestras antiguas casas consis-toriales.

136. Ya Bonet Correa (La ar-quitectura..., op. cit., lám. 178)le atribuyó la traza en su día, sibien se equivocó en su identifi-

cación como una silla de corode la catedral.

137. AHUS, AM, 74, C., 1697,folio 177r.v.

138. Un hecho que se repite entodos los ayuntamientos (cfr. Rin-cón García, W., Ayuntamientosde España, Madrid, 1988, 20, 50).

139. AHUS, AM, 83, C., 1704,1º semestre, folio 49v.

140. AHUS, AM, 209, C., 1760,

LOCVS AMŒNVS 7, 2004224 Miguel Taín Guzmán

Alcañiz, Alicante, Toledo, Astorga, Cuenca,Tarazona, Jérez de la Frontera o Madrid, entreotros muchos, sigue el tradicional de estas arqui-tecturas157. En efecto, como hemos visto, exterior-mente adopta fórmulas de la arquitectura palacie-ga local, por lo que se puede llegar a confundircon el resto del caserío urbano. Sólo la colocaciónde las armas de la ciudad, normalmente acompa-ñadas, como indica Andrade en su informe, de lasdel Reino y de las del rey, constituyen una notadiferenciadora. En lo que se refiere a la distribu-ción interior, su planificación responde a las nece-sidades administrativas de la institución. Así,todas las sedes cuentan con escribanías de fácilacceso, donde desenvolvían su trabajo los escriba-nos públicos; un salón de plenos con bancos,donde se sentaban los miembros del cabildomunicipal; un archivo, donde se guardaba celosa-mente la documentación referente a la administra-ción del municipio, y un cuarto del peso y medi-das que ayudaban a controlar la economía vecinalcelosamente controlada y estimulada por las orde-nanzas. Unas escaleras de cierto empaque comuni-can los diferentes niveles del edificio, siendo lasdel compostelano un buen ejemplo de ello.Pequeñas capillas satisfacen las necesidades reli-giosas, como también hemos visto en Santiago.Cárceles, almacenes, graneros, etc., completan elabanico de infraestructuras y suelen ocupar laparte baja de los consistorios. El caso compostela-no es diferente, pues destinó para tales cometidos—cárcel, alhóndiga, pescadería y carnicería— edi-ficios independientes distribuidos por las diferen-tes plazas de la ciudad.

Epílogo: la sede municipal se transforma en vivienda

Hasta junio de 1787 estuvo en uso el edificio deCervantes como sede del consistorio. En dichafecha se produjo el traslado a la nueva sede delObradoiro, hoy conocida como Palacio de Rajoy,la cual albergaba entonces también la CárcelSeglar, la Cárcel Eclesiástica y el Seminario. En elconvenio firmado el 29 entre el cabildo catedrali-cio, como representante de los intereses del prela-do, a la sazón difunto, y el ayuntamiento, por laque se le cede el cuerpo central del inmueble aperpetuidad, se especifica que la vieja sede deCervantes

se ha de aforar al maior posttor y el ymporte delcanon en que se verifique ha de serbir de dotta-ción para el alcaide de la Cárcel Secular, [par]aebittar el perjuicio que sigue a los vecinos por lafaltta de carceleros de [buena] conductta, proce-dido de no tener astta aquí dicha dottación158.

En consecuencia, el concejo publica bandos ydistribuye edictos en julio anunciando el afora-miento de su antigua sede159. Luego subastadurante tres días del mes de agosto y la adjudicael 20 a José Vázquez Quintela. Las actas y laescritura del foro, con fecha del 5 de septiembre,indican que se le remata en 1.665 reales por lavida de tres reyes «y finalizada por veinte ynuebe años más» y las siguientes obligaciones:que la pénsión de 1.100 reales del foro se desti-narán anualmente a dotar el puesto de alcaidecarcelero de la Cárcel Secular; que deberá pagartambién anualmente 25 reales y 14 maravedíes ala Universidad, dueña de una parte del solar, yque el dinero sobrante de las pensiones hasta lossusodichos 1.665 reales anuales se lo dará al con-sistorio en una sola entrega de 18.835 reales parainvertir su importe en el empedrado de la plazadel Obradoiro. En cuanto a la casa, se compro-mete a mantenerla

bien reparada y perfecta de lo necesario demanera que vaya en aumento y no en dismi-nución, y en todo tiempo reconocida por laciudad, conservando en ella puesto el escudode armas»; a que «no la ha de poder vender,trocar ni en manera alguna enajenar sin prime-ramente requerir con ella a la ciudad para que,queriéndola por su justo precio, pueda hacer-lo y en defecto dar licencia para la tal venta»; aque «finalizado el tiempo y voces de este forola ha de dejar libre, con todos los reparos ymejoramientos que en ella tenga echo sin poresta razón poder pedir ni descontar cosa algu-na, para que la ciudad pueda nuevamente dis-poner de ella160.

De esta manera, dicho Vázquez Quintela ysu familia se convierten en los primeros inquili-nos de la casa. De los siguientes ya no sabemosni el nombre, salvo que siguieron pagando alayuntamiento la pensión anual fijada de 1.100reales. Y así fue hasta el 4 de abril de 1861, enque León Pérez Bobadilla, vecino de Madrid, laredimió tras el pago de 10.972 reales, segúnescritura firmada ante Antonio Laya, escribanode A Coruña, lo que lo convirtió en el primerpropietario del inmueble161. No he localizadomás noticias documentales sobre la cuestión.Eso sí, queda testimonio oral de que sus últimospropietarios fueron, primero, la padronesaÁngela Pérez Artime, de quien pasó a PérezPrieguez y de éste, tras su compra, a losMigueles, familia compostelana dedicada duran-te generaciones al comercio textil que abrió unnegocio del ramo en el bajo y primer piso deledificio162. Hace unos meses ha sido adquiridopor el Ayuntamiento, que ha procedido a surehabilitación.

157. Al respecto, véanse Rin-cón García, W., op. cit.; Lom-ba Serrano, C., La Casa Con-sistorial en Aragón. Siglos xvi yxvii, Zaragoza, 1989; ídem, «Ar-quitectura civil pública: CasasConsistoriales en Aragón», LosPalacios Aragoneses, Zaragoza,1991, 48-83.

158. AHUS, Protocolos de San-tiago, notº. Andrés Manuel Nie-ves, prot. 4.885, 1787, folios106r.-112r.; copia en AHUS,AM, 718, Varia, t. III, doc. 8; losextractos del documento estánpublicados en Pérez Costanti(«Las Casas Consistoriales...»,op. cit., t. II, 198-199).

159. AHUS, AM, 263, C., 1787,junio-septiembre, folios 121v.-122r.

160. AHUS, AM, 263, C., 1787,junio-septiembre, folios 208r.-209r., 215r., 230v.-231v. y 238r.v.La escritura del foro se encuen-tra en AHUS, Protocolos deSantiago, Andrés Manuel Nie-ves, prot. 4.885, 1787, folios148r.-152r. He localizado unacopia de dicha escritura de afo-ramiento en AHUS, AM, 718,Varia, t. III, doc. 8.

161. Ello fue posible gracias a laley de Isabel II de 1859 sobre laredención de censos; ArchivoHistórico de Protocolos delIlustre Colegio Notarial de Ga-licia, Antonio Laya, leg. 9.913,1861 (t. II), folios 1.038r.-1.043r.

162. Información facilitada porSegundo Migueles.