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El asalto a las normales

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Seguimeinto de noticias Periódico La Jornada

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Page 1: El asalto a las normales

EL ASALTO A LAS

NORMALES Seguimiento de noticias

Periódico La jornada

Días: 6, 7, 10 y 17 de agosto del 2010 y 12 de noviembre de 2008

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La crisis en la capacitación de maestros está en dichas escuelas, señala la líder del

SNTE

Las normales rurales, semillero de guerrilleros, afirma Gordillo

LAURA POY SOLANO La Jornada, viernes 6 de agosto de 2010, p. 35

Los Cabos, 5 de agosto. La dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Elba Esther Gordillo Morales, demandó una tregua de mutua confianza a organizaciones de la iniciativa privada, encabezadas por Claudio X. González, presidente de Fundación Televisa, de la agrupación Mexicanos Primero y de la Unión de Empresarios para la Tecnología en la Educación, a quienes convocó a hablar y llegar a acuerdos para no seguir parchando el sistema educativo nacional.

Al participar en el seminario La nueva sociedad. Una nueva educación y una nueva política, afirmó: Necesitamos tenernos confianza, no nos lastimemos. Si ustedes están dispuestos a seguir en lo que están, nosotros tenemos mucho tiempo de lucha y hemos aprendido a resistir, pero también a ganar, y lo vamos a hacer porque tenemos la razón legítima.

El presidente de Fundación Televisa indicó: No venimos en son de guerra. No es nuestro objetivo lastimar, a veces la crítica es constructiva. Hemos traído una propuesta de la que podemos no estar de acuerdo en todos los elementos, pero discutamos y platiquemos para encontrar los mejores caminos.

Sin embargo, señaló que el sistema educativo tiene deficiencias graves, es excluyente y de baja calidad. Subrayó que el promedio de escolaridad de la población es de apenas 8.7 años, es decir, por debajo de Chile, con 10 años y de Estados Unidos, Francia y Corea, con 12 años, a lo que se suma un bajo desempeño docente.

González aseguró que no llegamos con el ánimo de la descalificación, pero muchas veces los temas políticos intervienen demasiado en aspectos educativos, y eso como sociedad, nos lastima.

Gordillo, en conferencia de prensa, aseguró que en el gremio magisterial no nos estamos preparando sólo para el 2012.

La dirigente sindical insistió en que no se trata de que nos descalifiquemos. Estamos dispuestos a la crítica, pero a una que tenga sustento, porque duele que cada vez que se hace una crítica se diga que el sindicato es un obstáculo, y rechazó que sea el SNTE el que no deja funcionar a la Secretaría de Educación Pública (SEP).

Cuestionó: ¿Quién es la que no deja que funcione? Porque yo diría que es Televisa, Televisión Azteca, las organizaciones civiles o lo que falta es una política educativa de fondo. Aseguró que el gremio magisterial no tiene secuestrada a la dependencia, aunque reconoció que sí me gustaría saber dónde está. A lo mejor es que no tienen política pública educativa.

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Ante dirigentes sindicales, académicos y analistas, Gordillo demandó a que nos conozcan, y si después de conocernos somos acreedores a su descalificación, nos atenemos a las consecuencias, pero si no les rogaría que rectificarán su visión.

Preguntó si estarían dispuestos a mejorar los programas televisivos, a decir que ya no queremos más escuelitas ni más alumnos de piernas descubiertas ni senos exuberantes, porque estamos hartos de esas cosas. De la maestra fea, fodongona, que pega y dice malas palabras.

Frente a las críticas en la formación y capacitación de los docentes, insistió en que la “crisis está en las normales. Ahí es donde necesitamos una reforma de fondo. Hay entidades que tienen 40 y hasta 45 de estas instituciones, y el Estado de México es un ejemplo, de normales, pero patito, de las que egresan un montón de jóvenes que no saben qué es ser maestro”.

Al concluir su participación en el foro, Gordillo Morales continuó el debate con Claudio X. González, en uno de los pasillos del hotel donde se realizó el encuentro, ahí le explicó que “ya no puede haber maestros todólogos.

“Hablamos de ciencias duras en primaria –indicó– con profesores que dominen estas asignaturas, pero a las normales no vas a mandar más de 50 o 25. Hemos planteado muchas veces a las autoridades que si se cierran algunas de las normales rurales va haber mucho alboroto de los jóvenes. No se olviden que las normales rurales han sido semilleros de guerrilleros, pero si no hacemos esto van a seguir con lo mismo”.

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Hay que reformar escuelas normales: Elba Esther Gordillo

Cristian Zarazúa y Verónica González

El Sudcaliforniano, 6 de agosto de 2010.

Los Cabos, Baja California.- "Es urgente una reforma al sistema de escuelas normales, en las que se gradúan año tras año profesores que no quieren ir a las zonas rurales a dar clases", aseguró la presidenta del Comité Ejecutivo Nacional del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Elba Esther Gordillo Morales.

En conferencia de prensa, durante la clausura del seminario "La Nueva Sociedad. Nueva Educación. Nueva Política", Gordillo Morales advirtió que el Gobierno Federal y la Secretaría de Educación Pública (SEP), deben darse cuenta de que no todo lo malo que sucede es culpa del SNTE.

"Es miopía política no darse cuenta de que urgen reformas en las escuelas normales, salen de la licenciatura en pedagogía y no quieren irse a las zonas rurales. Van directo al desempleo", afirmó la maestra Gordillo.

Agregó que la Secretaría de Educación Pública, hasta el momento no ha presentado un instrumento de evaluación "por eso nosotros presentamos una Norma Mexicana, que le hicimos llegar al Presidente Felipe Calderón y al Secretario de Educación".

"Se me hace fuera de todo contexto responsabilizar solo a la escuela y a los maestros de las deficiencias que se tienen en los objetivos de la calidad educativa, porque son múltiples, ya que tienen que ver con el entorno, con la pobreza, y con la alimentación, porque bien sabemos que en ocasiones las escuelas no están en buenas condiciones y por eso hay deserción escolar, pero la realidad es que los niños dejan de asistir a las escuelas por diferentes motivos ya que tienen que salir a ayudar al campo, o bien los padres no alcanzan a cubrir el mínimo de las necesidades para la estancia del niño en la escuela", señaló.

La lideresa del SNTE dijo que "ahora lo que nos interesa es como garantizar la educación de calidad, y yo creo en la prevención, ya que si preparamos a nuestros jóvenes y a los adultos la responsabilidad de los padres de familia serán diferentes".

"Los niños y los jóvenes no tienen un sello de partido, ni color; son nuestro deber y nuestro compromiso y por ello estamos convencidos de que la educación es la palanca que transformará la realidad nacional".

Durante el seminario, Elba Esther Gordillo invitó a diversos expositores en materia política y educacional para que hablaran frente a profesores del SNTE en el foro llevado a cabo en Los Cabos, baja California Sur, en cuya clausura se llevó a cabo la presentación del libro "Un Futuro para México", de Jorge Castañeda, con temas de interés para los maestros de educación básica.

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El asalto a las normales rurales

LUIS HERNÁNDEZ NAVARRO

La Jornada, 10 agosto 2010.

A Elba Esther Gordillo no le gusta el normalismo, mucho menos las normales rurales. Apenas el pasado 5 de agosto, al participar en el seminario La nueva sociedad: una nueva educación y una nueva política, volvió a la carga contra ellas. “Hemos planteado muchas veces a las autoridades –dijo– que si se cierran algunas de las normales rurales va haber mucho alboroto de los jóvenes. No se olviden que las normales rurales han sido semilleros de guerrilleros, pero si no hacemos esto van a seguir con lo mismo.”

No hay en la historia profesional de Doña Perpetua razones de fondo para identificarse con el normalismo. A diferencia de la mayoría de los maestros de educación primaria pública del país, ella no estudió para ser profesora en una escuela Normal. En 1960 asistió a los cursos del Instituto Federal de Capacitación del Magisterio, una institución creada por el presidente Manuel Ávila Camacho para regularizar a maestros que impartían clases sin capacitación previa y sin título. Comenzó a trabajar en Ciudad Nezahualcóyotl sin haber conseguido el título, pero “sus protectores –cuentan Arturo Cano y Alberto Aguirre– pusieron como condición que terminara sus estudios”.

Afirmar, como hace Elba Esther, que las normales rurales han sido semilleros de guerrilleros, es una barbaridad sin fundamento. De la misma manera en la que de las filas de esas escuelas han salido disidentes políticos y sociales, también han egresado maestros que se han convertido en importantes políticos priístas, caciques, líderes sindicales charros (Carlos Jonguitud es egresado de la Normal Rural de Ozuluama) y funcionarios del sector educativo. La lista es muy larga. Cito, tan sólo, dos ejemplos: Enrique Olivares Santana y Liberato Montenegro.

Enrique Olivares Santana fue una figura clave de la política mexicana. Su biografía es emblemática de la trayectoria pública de la vieja guardia priísta. Nacido en 1920, masón, fue líder sindical y dirigente campesino, llegó a ser secretario de Gobernación entre 1979 y 1982, gobernador de Aguascalientes, presidente del Senado, secretario general del PRI, diputado local y federal y el primer embajador de México en el Vaticano. Estudió en la Normal Rural de San Marcos, Zacatecas.

Liberato Montenegro es un emblema del sindicalismo charro. Es el prototipo del cacique gremial. Aunque nació en Jalisco en 1938 es el hombre fuerte del magisterio nayarita, Diputado y senador tricolor, su imperio abarca de la más modesta escuela a parte de la clase política estatal. Él decide el destino de los maestros en su entidad. En los últimos 23 años ha impuesto al menos a 54 alcaldes electos y a 35 diputados locales, todos miembros del SNTE. Era casi un niño cuando ingresó al internado de la Escuela Normal Rural de Xalisco, en territorio nayarita, de donde fue dirigente de la Sociedad de Alumnos Emiliano Zapata. Se convirtió en presidente de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM).

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Roberto Meza, antiguo dirigente de la disidencia magisterial de Hidalgo, ha explicado el proceso mediante el cual algunos normalistas rurales se vuelven dirigentes charros. “Los caciques –dice el maestro– por inercia social, mandaron a sus hijos a las normales rurales, donde estudiaban los hijos de quienes los cuestionaban en el campo. De allí salieron dirigentes sindicales con nexos familiares con los caciques. Otros como Manuel Sánchez Vite (ex dirigente del SNTE) y Onofre Hernández fueron más allá. Entraron de lleno a la estructura sindical y se convirtieron en caciques burocráticos.”

Las declaraciones de la maestra contra las normales rurales no son novedosas. Forman parte de una leyenda negra alimentada desde el poder desde que, en julio de 1940, una veintena de ellas se fue a la huelga exigiendo mejor alimentación, reconstrucción de sus edificios escolares y dotación de material de estudios. A partir de ese momento comenzaron a recibir acusaciones de ser semilleros de comunistas. En 1950 el gobierno de Miguel Alemán anunció el cierre de algunos planteles y la reducción de los años de estudio, argumentando que las escuelas se habían convertido en viveros de líderes y que muchos estudiantes se cambiaban a la UNAM para seguir sus estudios. La respuesta de los jóvenes frenó a la medida.

Sin embargo, es cierto que estas instituciones educativas han sido una incubadora de organizadores sociales. José Santos Valdés, uno de los grandes héroes pedagógicos del país –ahora casi olvidado y ninguneado–, decía que los maestros rurales debían ser líderes de su comunidad. Así ha sido. De sus aulas han salido dirigentes populares comprometidos con la transformación social. La lista es muy grande: Lucio Cabañas; los profesores Rafael Martínez Valdivia y Miguel Quiñones Pedroza (fallecidos en el ataque al cuartel Madera el 23 de septiembre de 1965); Misael Núñez Acosta (asesinado en 1981 por pistoleros a sueldo del SNTE); también organizadores campesinos como Ramón Danzós Palomino, Álvaro López, Emilio García y Vicente Estrada.

Pero considerar ese compromiso como muestra de que las escuelas son semilleros de guerrilleros es un despropósito destinado a justificar la represión contra los muchachos y cerrar las instalaciones escolares críticas con Gordillo. Los egresados de esos centros educativos tienen una indudable vocación de enseñanza. Miles de maestros salidos de ellas dan clase en condiciones muy difíciles.

Entrevistado por la revista Contralínea, el Comité Central de la FECSM rechazó denuncias parecidas. “Son semilleros de buenas personas: críticas, analíticas y reflexivas –respondió–. Estas escuelas abren la mente de la gente, le muestra la injusticia que hay. La misión de los profesores rurales es enseñar a la gente cuáles son sus derechos.”

La acusación de Gordillo contra las normales rurales es parte del asalto contra ellas en marcha. Un asalto que busca desaparecer una de las experiencias pedagógicas más interesantes y ricas que se han vivido en el país.

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Proceso Díaz contra los caciques

LUIS HERNÁNDEZ NAVARRO

La Jornada, 17 agosrto 2010.

El profesor Proceso Díaz Ruiz nació en Molango, Hidalgo, el 3 de septiembre de 1951. Y, por haber venido al mundo en la Huasteca y ser maestro de educación pública, desde que tiene uso de razón se ha topado con cacicazgos. En su pueblo y en su región, con el de los Austria. En su estado, con el de Manuel Sánchez Vite y sus sucesores. En el sindicato de maestros con el de Carlos Jonguitud Barrios y Elba Esther Gordillo.

Como muchas otras familias en la región, la del profesor Díaz Ruiz creció bajo la sombra del cacicazgo de los Austria. Los patriarcas de la dinastía, el coronel Honorato Austria y Francisco Austria, conocido como Francisco el Grande, eran señores de horca y cuchillo, dueños de tierras y vidas en Tepehuacán y sus alrededores. Proceso creció con el relato paterno de cómo, perseguido por los caciques, su abuelo tuvo que huir del pueblo.

Después de estudiar la secundaria en la escuela por cooperación Héroes de México, en Pachuca, Proceso ingresó primero en la normal rural del Mexe –que el gobierno decidió cerrar en 2008– y después en la Normal Superior de México, tomada por el cuerpo de granaderos en 1983. Entró al Mexe con la decisión de aguantar. Las condiciones eran muy difíciles y no era fácil estar en un internado de ese tipo. Pocos muchachos resistían estar allí. Pero él lo hizo. En la escuela tenía comida, alojamiento y un poco de dinero para algunos gastos.

Entró a la normal rural en 1968, dos meses después de la fecha establecida para el inicio a clases, debido a que la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM) se fue a la huelga. Él no participaba mucho en política pero el Mexe fue fundamental para su formación. “Fue una preparación muy positiva –dice–: aprendí lo que no había sabido nunca. Había buenos catedráticos. Te metían la cuestión de la misión que debe tener el maestro en las comunidades. Sabíamos que salir de allí no era para ir a hacerse rico o buscar puestos, sino para estar en las peleas de las comunidades, del pueblo. Porque nosotros provenimos de ahí. Adquiríamos una ideología a favor de la lucha de liberación. Aparte de las clases, yo leía mucho. Me metía a la biblioteca y buscaba los libros más adecuados.”

Al terminar sus estudios, en 1971, regresó a trabajar a Tepehuacán. Inspirado en la necesidad de luchar por la liberación comenzó a organizar el descontento popular. Al llegar se encontró con una situación familiar complicada. El hijo del cacique, Francisco Austria Cabrera, había golpeado y maltratado al hermano de Proceso porque éste se había enamorado de su hermana. El papá de Proceso guardó mucho coraje. La situación se tornó muy amenazante. Ya no podíamos andar en la calle. Teníamos que andar armados, cuenta el maestro.

A finales de los sesenta y comienzos de los setenta el hombre fuerte del estado era Manuel Sánchez Vite, líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y

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egresado del Mexe. Él era un cacique por partida doble, que cayó en desgracia al desafiar al presidente Luis Echeverría.

En la región, los maestros tenían que estar a lo que Francisco Austria dijera. Tomaban alcohol con él, estaban a sus órdenes. Él nombraba a todas las autoridades y manejaba la cuestión económica. Tenía nexos muy fuertes con los gobernadores en turno. Hacía votar a la gente a fuerza y él mismo tachaba las boletas. Déspota, cometía todo tipo de agravios y ofensas.

Afrenta sobre afrenta, la gota que derramó el vaso de la familia Díaz fue el abuso cometido por Arturo Austria, hijo del cacique, de Frida, hermana de Proceso, en 1975. Ella se suicidó, dejando un escrito en el que contaba el abuso del que había sido víctima. Su papá tomó la decisión de no regresar a Tepehuacán. Tras de sí dejaron tierras que había heredado de su abuelo, casa y pertenencias.

En el exilio, Proceso procuró mantener viva la llama de la disidencia interna contra el cacique, junto a otros paisanos y parientes, también expulsados del municipio. Se afilió al Partido Mexicano de los Trabajadores y, más tarde, junto a otros maestros, al naciente Partido de la Revolución Democrática, de donde salió decepcionado. Participó en la Comisión Nacional de Telesecundarias y en el combate al cacicazgo de Carlos Jonguitud en el SNTE. Desde el Consejo Central de Lucha de Hidalgo fue parte de la CNTE. En ese estado, los intentos por democratizar al sindicato derivaron en un enfrentamiento salvaje. Varios maestros democráticos, como Pedro Palma, cayeron abatidos por las balas asesinas de Vanguardia Revolucionaria. Proceso fue sancionado laboralmente. Más adelante formó el Centro de Derechos Humanos Sergio Méndez Arceo, apoyó a la rebelión zapatista y se incorporó a la otra campaña.

En mayo de 1989, los habitantes de Tepehuacán imitaron a Fuenteovejuna. El presidente municipal sustituto, un antiguo teniente del Ejército, metió a la cárcel a Francisco Austria Cabrera, después de que éste lo ofendió. En menos de un día, más de 3 mil personas se concentraron en la cabecera municipal queriendo linchar al cacique. Para protegerlo, las autoridades lo metieron en un cuarto en el que él acostumbraba torturar a sus enemigos. Desde la calle, la masa lo mojó y escupió. Él lloró hasta que la policía del estado lo salvó. Enojados por el rescate de su verdugo, con sed de venganza, los agraviados saquearon la casa del señor, le prendieron fuego a su rancho y devoraron en un festín 200 de sus cabezas de ganado y borregos. Muchos de ellos apenas habían comido carne en su vida.

“Nuestra participación en la lucha contra el cacicazgo fue determinante –asegura Proceso-; toda la población reconoce el trabajo que hicieron nuestros papás, mi papá, mi tío, mis maestros, nosotros.”

Proceso Díaz ha sido tenaz en la lucha contra los cacicazgos de los Austria, de Jonguitud y de la señora Gordillo. “Yo no me voy –afirma el normalista rural–; me sostengo, tratando de hacer algo para quitar ya a Elba Esther. Ella es un lastre que está acabando con la educación y con las conquistas de los maestros.” Por culpa de educadores como él, la maestra quiere desaparecer las normales rurales.

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Las escuelas normales ¿a debate?

Luis Hernández Montalvo

En días pasados, un grupo de sesenta y ocho docentes, coordinadores de Colegio, Jefes de Área y de Unidad, integrantes de Cuerpos Académicos y representantes sindicales de la Benemérita Escuela Nacional de Maestros, hicieron pública una carta dirigida a la Maestra Marcela Santillán Nieto, Directora General de Educación Superior para Profesionales de la Educación (DGESPE), en la que plantean una serie de cuestionamientos, ante la inminente implantación de una nueva reforma curricular en las Escuelas Normales.

El texto de referencia busca aglutinar un nuevo movimiento docente, bajo la reivindicación de recuperar su derecho a participar en el debate y discusiones de la Reforma Curricular de las Escuelas Normales contenidos en los documentos “Modelo integral para la Formación Profesional y el Desarrollo de Competencias del Maestro de Educación Básica” (MI) y “Modelo Curricular para la Formación Profesional de los Maestros de Educación Básica” (MC).

La misiva de los profesores normalistas del Distrito Federal se registra en un momento en que se ha iniciado con mucha anticipación la implantación del modelo curricular basado en competencias, tanto en la Educación Básica como en el sub sistema de Educación Media Superior.

La carta llama a “la comunidad normalista”, y no estoy muy seguro de que los profesores normalistas, constituyan una comunidad de intereses y de reivindicaciones concretas; incluso, mi duda se extiende a las Escuelas Normales, que tienen una vida inercial, de aislamiento de la sociedad, del conjunto de los profesores de Educación Básica y sobre todo, del debate pedagógico, que por otra parte no existe. Las Escuelas Normales no son una “comunidad” y mucho menos responden a determinantes de colectividad o de colegialidad.

En la reacción del grupo de profesores normalistas, no veo una actitud autocrítica, que inserte a los trabajadores de las Escuelas Normales en el debate necesario para la transformación del modelo de formación docente imperante y mantienen una visión idílica de estas venerables instituciones, sobre todo, cuando afirman:

Que las Escuelas Normales han representado, y siguen representando, un bastión histórico de la educación en nuestro país, en la formación de los maestros que coadyuvan a construir una nueva ciudadanía y, fundamentalmente, en la defensa de una de las conquistas más valiosas de la lucha del pueblo mexicano: la educación pública, gratuita y laica”.

Independientemente del imaginario de los profesores normalistas, es justo su reclamo y muy pertinente ante el desplazamiento de los profesores de todos los niveles, principalmente los de Educación Básica y Media Superior, por influir en las reformas que tienen relación con su materia de trabajo. Esa ha sido la historia de prácticamente todo el siglo XX. Los modelos pedagógicos impuestos hasta ahora, han respondido a las modas

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sexenales, pero fundamentalmente, a las políticas que dictan los organismos internacionales como el Banco Mundial. Dicen los profesores de la Nacional de Maestros:

“Que el proceso curricular desarrollado, hasta ahora, por la DGESPE se ha caracterizado por la falta de transparencia, la desorganización, el ocultamiento de información y, por ende, la elitización de los participantes en el análisis, discusión y definición de los temas curriculares. Prueba de ello es que el Modelo Curricular se mantuvo en secrecía bajo la leyenda “Documento interno no publicable”, permitiéndose su conocimiento sólo a autoridades y, recientemente, a algunos maestros, en calidad de “notables”, al margen de las comunidades académicas de las Escuelas Normales”.

Los profesores normalistas de la Nacional de Maestros, realizan un recuento de lo que ocurre con el modelo pedagógico basado en “competencias” en Educación Básica y cuestionan su traslado a las Escuelas Normales como parte de la formación docente. Sobre este aspecto, sería importante saber qué alternativas se pueden construir, para que los futuros profesores, que trabajarán en Educación Básica, puedan enfrentar los retos que les impondrá su trabajo futuro, dicho de otra manera, para que escuela estamos formando a los futuros licenciados en educación, lo que no pueden hacer, es oponerse, la resistencia debe abarcar a todos los normalistas y debe extenderse a todo el magisterio. Estas son las reflexiones escritas en la carta:

“Que, no obstante las agudas críticas de los expertos educativos, las condiciones impuestas a la educación básica, desde los imperativos de organismos internacionales, pretenden ser trasladadas, de manera mecánica y acrítica, a la formación docente, sin considerar los efectos negativos que está produciéndose en generaciones de niños. La empecinada imposición del modelo basado en competencias en la educación básica ha derivado, en la práctica, en el retorno silencioso del neo conductismo, A esto hay que agregar una Reforma Integral (RIEB) altamente cuestionada, libros de texto gratuitos plagados de errores, y el énfasis puesto en la evaluación, por la evaluación misma, sin sentido formativo, (Prueba ENLACE, ensayos Pre ENLACE y Pre-pre ENLACE, lectura mecánica de velocidad, etc.). Lo cierto es que, aun reconociendo que “los modelos curriculares basados en competencias son tan diversos y confusos, que dan cuenta de una gran variedad de significados” (MI, p.35), la DGESPE ha decidido imponer en la formación docente, el modelo basado en competencias, sin generar en los docentes el estudio y análisis profundos sobre la pertinencia teórica del modelo”.

Los normalistas están demandando su participación y merecen una respuesta por parte de los funcionarios de la DGESPE. Si no hay reacciones de la llamada “comunidad normalista”, estaremos de acuerdo en que las Escuelas Normales, son irreformable y estaremos dando la razón a la Presidenta del CEN del SNTE de clausurarlas y reinventarlas en los 5 Centros Regionales de Excelencia Académica. Las demandas de los normalistas se pueden resumir en el siguiente párrafo.

“La reestructuración de la ruta que la DGESPE promueve para la definición curricular; es necesario diseñar, en conjunción con representantes directos de las Escuelas Normales, un proceso que inicie con jornadas de estudio, análisis y debate sobre el sentido y orientación sociales de la educación, de la formación docente y de las Escuelas Normales, así como de

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cada uno de los fundamentos teóricos y las premisas de organización y estructura curriculares, propuestos en el Modelo Curricular y el Modelo Integral. Asimismo, demandamos el compromiso de DGESPE de garantizar un proceso transparente, integral, ampliamente participativo e interactivo, que genere procesos, y que respete consensos. Ello implica, concomitantemente, la responsabilidad de la DGESPE de brindar los recursos y apoyos necesarios para que el proceso cubra, con calidad, las acciones pertinentes, y alcance los propósitos y metas inherentes al mismo”.

La incertidumbre sobre el futuro de las Escuelas Normales, después de que en mayo de 2008, la Presidenta del CEN del SNTE demandara al Presidente de la República el cierre de las normales publicas en México, los normalistas demandan de manera ingenua un pronunciamiento de la DGESPE.

Recordemos que posteriormente a lo declarado por la maestra Elba Esther Gordillo, el SNTE publicó una declaración de fidelidad y reconocimiento por las Escuelas Normales, lo que no les ha impedido avanzar en sus propósitos reales, los de transformar a las Escuelas Normales en Centros Regionales, en 2009, en el marco de la respuesta salarial, la SEP entrego al Sindicato la cantidad de 150 millones de pesos para iniciar el proyecto y una cantidad superior se destinará en él 2010, este es el planteamiento demandado por los profesores firmantes:

Un pronunciamiento oficial de la DGESPE, reconociendo el papel histórico que seguirán jugando las Escuelas Normales en la formación de profesionales de la educación preescolar, primaria y secundaria, con el consiguiente compromiso de acrecentar los apoyos presupuestales para este sector y garantizar una educación gratuita de calidad”.

El autor es Profesor del Bachillerato General Matutino del Benemérito Instituto Normal del Estado de Puebla.

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Destrucción de las escuelas normales, ¿medida autoritaria?

Luis Hernández Montalvo

La Jornada, 12 de noviembre de 2008

El martes diecinueve de agosto de 2008, en el marco de la apertura del nuevo ciclo escolar, en uno más de los desplantes de la maestra Elba Esther Gordillo, aprovechó la presencia del Presidente de la República para demandar la transformación de las escuelas normales del país.

Tenía como pretexto los resultados recientes del examen para la asignación de plazas magisteriales. Relatan las crónicas que la maestra "…Con voz exaltada y ya fuera de guión escrito, desde el podio, Gordillo volteo a ver al Presidente, con un lenguaje corporal en el que se advertía que en sus palabras finales estaría el verdadero mensaje:

"¡Cuántos pliegos petitorios en los que el SNTE había solicitado a la Secretaría que revisáramos la formación de docentes! ¡No es posible seguir formando docentes cuando no hay mercado de trabajo! Queremos que las instituciones que hasta hoy eran normales sean instituciones para técnicos en turismo, técnicos en actividades productivas; que ningún mexicano se encuentre sin empleo" (La Jornada).

Las estadísticas de los asuntos públicos, es un espacio poco transparente, sin embargo, la medida abarca a un número de aproximadamente un centenar de escuelas normales públicas, entre las que podemos enumerar a más de diez Escuelas Normales Rurales que sobreviven al autoritarismo de los gobiernos estatales.

En 1968, en el marco del Movimiento Estudiantil, fueron cerradas catorce Escuelas Normales Rurales, dos de las cuales, se localizaban en Puebla, se incrementa un año a la carrera docente y simultáneamente se crean, en forma improvisada un número importante de Centros Regionales de Enseñanza Normal.

En un tiempo relativamente corto, en 1975, se registra la Reforma al plan de estudios en 1975 y casi de manera simultanea, hay una nueva reforma con el nombre de "plan 75 reestructurado". Las reformas fueron encomendadas para su aplicación a los miembros del sindicato, esto permitía un control de los futuros profesores desde su formación.

Al inicio de la década de los ochenta, se crean en varias partes del país un nuevo modelo de escuela normal, ahora con el nombre de Escuelas Normales Experimentales.

En 1979, ante el fracaso de las escuelas normales como instituciones formadoras de docentes, se crea por decreto presidencial a la Universidad Pedagógica Nacional. En su momento se le concibió como una institución de "excelencia académica", como la "espina dorsal del sistema formador de docentes". De ese proyecto solo quedan las anécdotas.

La Unidad Ajusco sigue un modelo escolarizado de formación inicial y posgrado, totalmente alejado de las necesidades educativas del país y las Unidades en los estados que

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se debaten entre la precariedad presupuestal, la indiferencia de las administraciones locales y la indigencia académica, como resultados de las inercias de lo que en un momento se consideró la posibilidad de un Proyecto Académico Nacional, en ruinas después de las reformas del Acuerdo Nacional de 1992.

En medio de tantos desaciertos de la burocracia educativa y el SNTE, en 1984, se transforman a las escuelas normales del país en instituciones de educación superior y por primera vez, se crea el grado de licenciatura. (Decreto Presidencial de marzo de 1984)

El viejo normalismo se transforma, los miembros del SNTE y la burocracia educativa se reparten las plazas con las categorías mejor pagadas, en tanto que a las normales llegan los recomendados del sindicato con plazas de hora-clase, los que tienen la responsabilidad de formar a los nuevos licenciados en educación con la doble función de docentes e investigadores.

Los maestros de las escuelas normales, formados en las "técnicas de la enseñanza", y en el método onomatopéyico para la enseñanza de la lectura y escritura en la educación primaria, el método de don Gregorio Torres Quintero, sin el grado de licenciatura, son desplazados por toda clase de profesionistas: médicos, licenciados en derecho y ciencias políticas, ingenieros, con maestrías y doctorados en educación creadas al calor de los procesos privatizadores de la educación. Los nuevos formadores de docentes, nunca han ejercido la docencia y nunca fueron formados para ejercerla. Los resultados están a la vista.

Paradojas de la vida burocrática en la educación nacional, por primera vez en la historia de las escuelas normales, los estudiantes egresan con el grado de licenciados, grado académico que aún no tienen sus maestros.

Los nuevos profesores, ya no son profesores, sino licenciados en educación, el título que los acredita los faculta para trabajar en la docencia en los niveles de educación básica y como investigadores educativos.

Entre marzo de 1984 y 1997, en que se aprueba el Programa para la Transformación y el Fortalecimiento Académicos de las Escuelas Normales y hasta la fecha, no se registra un solo trabajo de investigación de estudiantes o profesores.

El gobierno paga una nómina excesivamente costosa e improductiva, las escuelas normales son un espacio de simulación, dominadas por intereses burocráticos y personales de miembros del sindicato, en tales circunstancias, estas instituciones son irreformables, así lo demuestra la experiencia de los últimos cincuenta años que corren paralelamente con la historia del SNTE.

El panorama para las futuras generaciones de profesores es por decir algo, muy desolador. Más de doscientas escuelas normales, entre públicas y privadas producen al año a miles de profesores que no serán contratados. Números conservadores estiman en más de treinta mil profesores egresados en el ciclo escolar anterior, solo de escuelas normales públicas.

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Como en el pasado reciente, el cierre de cien escuelas normales públicas, llevan la promesa de transformarlas en escuelas técnicas en actividades productivas y en su lugar abrir cinco "centros de excelencia académica", que se abrirán bajo el esquema de responder al mercado de trabajo.

En el mundo de las formalidades, a la antiguita, en las convocatorias públicas, primero aparecían los logotipos de la SEP y posteriormente los del SNTE. Hoy las cosas se han invertido, hasta en estos simples detalles nos indican como son las relaciones entre la SEP y el SNTE.

El examen para el ingreso al servicio docente, convocó en primer lugar a los egresados de las escuelas normales, a los egresados de la licenciatura de educación indígena de la UPN y a los egresados de la facultad de psicología de la BUAP. ¿Y los egresados de las licenciaturas en psicología educativa, administración educativa, pedagogía y licenciatura en educación, plan 94 de la Universidad Pedagógica Nacional?

Otros requisitos establecidos en la convocatoria para el estado de Puebla, era el de ser profesionales de la educación, nacidos en el estado de Puebla, tener un promedio de 8.5 y tener una edad menor a los treinta y cinco años. Los resultados son del conocimiento de la opinión pública: sesenta y ocho por ciento lo reprobó y solo el treinta y dos por ciento lo aprobó.

El promedio aprobatorio fue de seis y en el otro extremo, se registraron casos que reprobaron con cero aciertos como el caso del maestro poblano con folio número 212045306, profesor de biología, docente en servicio con siete años y tres meses de estar en las aulas. Contra paradojas, las escuelas normales, tanto las dirigidas por los corrompidos dirigentes sindicales como las que dirigen las virginales religiosas, todas, certifican a los egresados con promedios superiores a nueve. SNTE e iglesia comparten la misma responsabilidad y la misma moral que debieran revisar a fondo en su trabajo pastoral y responsabilidad ética.

Cuando se anuncia que el examen de oposición, "Se convierte en el único mecanismo de incorporación a la docencia", en la escuela pública, supongo que primero se debe legislar para corregir en primer lugar a la Ley General de Educación y las leyes y reglamentos relacionadas.

La presidenta del CEN del SNTE tiene un diagnóstico que aceptarlo, solo podemos advertir algunos rasgos de cinismo extremo, pero que vale la pena escuchar con cuidado: "Si lo que aspiramos a construir es la educación del siglo XXI, ha quedado atrás, lo que nos fue útil en el pasado y que crea una red de intereses y de prácticas que cancelan la viabilidad histórica y de pertinencia académica". Si alguien conoce de esto es la profesora Elba Esther Gordillo.

Ante la reacción de la opinión pública, el SNTE, reaccionó de manera tímida con una declaración de nueve puntos, pero en ningún momento desmiente a la profesora Elba Esther Gordillo, virtual Secretaria de Educación Pública y principal operadora de la Alianza por la Calidad de la Educación.

Page 15: El asalto a las normales

El autor es profesor del Bachillerato General Matutino del Benemérito Instituto Normal del Estado de Puebla.