EL BARBERO DE SEVILLA

Texto de Fiorella Colombo y Laura di Biasede la obra original "Il Barbiere di Siviglia"

libretto de Cesare SterbiniMúsicas de Gioachino Rossini

Traducción de Sergio Marta

Había una vez...

Quien son yo, pronto, adivina;¡bravos, bien, soy Rosina!Siempre buena y obedientesin nunca equivocar nada...

"Canta pronto, arriba la voz"!cada día, pero que cruz,

el tutor no me da pazy mis ojos son de brasa:

demasiado viejo, ya se sabe,el me quitó la libertad.

Siempre presa en una casahasta que el tutor regresaprisionera aquí en Sevilla,¡yo me siento a la Bastilla!

¡Pero por costumbre y por fortunaa menudo hablo con la luna

y una tarde como tantashe oído... un músico!

¡Qué dulzura, que señor,no pasaran las horas nunca!mi corazón en un momentotomó todo un otro acento.

¡Y también él, estoy segura,está a buen punto de cocedura!

En el país de Sevillano se baila la cuadrilla,

no se mueve un sólo objetosin un hombre cierto perfecto.

Es el Sr. de la peineta,el barón del bigote fino:la niña con las trenzas,

el guardia por las muletas...

Es el barbero de Sevilla,que desde luego no bosteza.

¡Siempre atento a ayudarquién un doblón puede dejar!

El galán que yo decíaes un bel Conde, que alivio,tiene doblones en cantidad

y el barbero lo ayudará:te disfrazas de sargento,

llevarás un mensaje urgente:en la casa de Rosina

entrarás que es mañana! ".

Dicho hecho con bigotonesy a los pies las espuelas

mi amor disfrazadoentra en casa muy valiente.

El tutor, a aquella vista,ya se vuelve de ametista:

“no se entra, aquí está prohibido"y lo echa con el dedo.

¡No lo hubiera jamás hecho!¡Uno grita, el otro está loco,mientras yo, que soy Rosina,

voy a encerrarme en la cocina!Pronto dice, con rostro duro:

¡"Guardias, a mí este tunante"!y re-llama en un instante

el oficial que es su ayudante.

Ahora en casa hay batalla,sólo falta la metralla:oficiales, confusión

"Pronto, sal por el balcón... ".Luego veremos otra ideaPara finir esta epopeya...

pero ya Figaro la encuentra:ésta es buena, ésta es nueva...

Saber debes que Basilio,músico a domicilio,

por mí viene a enseñarcantos y coros que desentonar:

¡una música pasada,no estoy de ella engatusada!

Yo me aburro, no tengo ganas,pero no paso aquel umbral...

Un bello día, por sorpresatoca un hombre que par de iglesia:

lo ha enviado Figaruccioy el tutor tiene algún dolor.

"Soy Alonso, no temed,sé de música y soy cura,

me ha enviado Don Basilio,en su vez, a domicilio! ".

Yo lo miro, él contempla,he aquí ya la cabeza gira:reconozco en un sol golpe

que es aquel tipo con el abrigoque una tarde con un canto

me secuestró con un encanto.¡El tutor controla poco

e iniciamos un gran juego!

¡Entre una pausa y un mi bemol"Pronto querida, que estoy loco!

Or nos ponemos de acuerdo,engañamos este lerdo"

Decidamos en este momentoComo hacer el salvamento.¡Una escalera pondremos

y el tutor harem soso!

¿El tutor? Ya se ha percatado...todo inicia a ir torcidoy para darme punición

ya sigila mi balcón.Punto y a cabo, nuestro plan

bien pensado hemos en balde.¡Figaretto, que lo sabe,por segur nos ayudará!

He aquí toma a hurtadillasuna llave de su sitio

para abrir después de cenael candado y la cadena.

"Están atentos, mis chicos,me parecen un pocos locos....

Aquí prudencia nos querrási escapar se quier de acá! ".

Por fin llega la tarde,evitemos la tormenta

or que Bartolo ya está fuerapara llamar a aquellos señores.

El notario y Don Basilio,músico a domicilio,

testigos, ésta es bella,de Rosina la doncella.

¿Nosotros escapar? ¿Cuándo jamás?¡Sin escalera son problemas!

¿Qué harem? Estamos perdidos...¡"Ustedes no son muy astutos!

La confianza a mí me dan,soluciones calculadas,

son perfectas para sus casos:si quieren se las enseño! ".

Cierto, Figaro, escucha:con la mano en la mano

bajaremos al pian de abajocon Basilio galeote

seremos esposos en un minuto...que el notario quede mudo! ".

Si está Figaro, se sabe,pronto en su sitio todo va.

Mi Conde en un instantedona al músico un diamantepara convencerlo a cambiar

y compadres resultar.¡Con el anillo que destella

pronto nace la centellaque demuestra al mundo enteroque nuestro amor es verdadero!

Ya regresa el pobre tutor,el vernos es un gran dolor:

¡"No soy el novio, ay de mi"!preguntándose el por qué.

Porque, digo a todo mundo,son Rosina, estén atentos:¡de mi corazón decido yo

y al tutor digo que no!