El Bosque Natural Uruguayo Utilizacion Tradicional y Usos Alternativos Ricardo Carrere

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El bosque natural uruguayo: utilizacin tradicional y usos alternativos.

El bosque natural uruguayo: utilizacin tradicional y usos alternativos.Ricardo CarrerendiceINTRODUCCIONEl bosque natural uruguayo ocupa aproximadamente el 3% del territorio nacional, ubicndose principalmente a lo largo de los cursos de agua y en zonas serranas del pas. El mismo cumple una serie importante de funciones, que bsicamente se pueden agrupar en: 1) produccin de bienes (lea, carbn, postes, etc.) y 2) provisin de servicios (proteccin de suelos, cuencas hdricas, fauna, etc.).

Sin embargo, el uso tradicional al que ha sido sometido, de tipo extractivo, ha determinado una serie de impactos negativos, que se han reflejado tanto sobre el bosque en s, como sobre otros integrantes del ecosistema as como de otros sistemas interrelacionados. Ello ha trado aparejada una disminucin de su capacidad productiva y un cumplimiento menos eficiente en su provisin de servicios.

A partir de esta situacin, es necesario plantearse la interrogante acerca de s resulta conveniente continuar explotando este recurso natural, o s, por el contrario, se lo debe preservar a fin de que pueda cumplir ms cabalmente con sus funciones de proveedor de servicios.

A nuestro entender, resulta evidente que no se lo puede seguir explotando a la manera tradicional, pero tambin entendemos que un pas pobre como Uruguay no puede descartar sin ms un recurso natural esencialmente renovable como este.

Se requiere entonces identificar usos alternativos, que posibiliten a su vez mtodos de manejo adecuados, que aseguren un aprovechamiento rentable a la vez que sostenido del recurso.

Comenzaremos entonces analizando los distintos puntos de vista acerca del uso del bosque natural, la explotacin tradicional y sus consecuencias ambientales, el marco legal y los usos potenciales del bosque, para intentar finalmente extraer conclusiones con respecto al aprovechamiento de este recurso natural.

LOS ENFOQUES TEORICOSFrente al neto predominio de los mtodos de explotacin de tipo extractivo, a lo largo del tiempo han ido surgiendo distintas corrientes de pensamiento con respecto al destino del monte, que se pueden agrupar de la siguiente manera:

1. Conservacin (aprovechamiento sostenido).Esta posicin, que implica una utilizacin sostenida del recurso, puede a su vez subdividirse en un enfoque histrico y uno moderno.

El enfoque histrico se remonta a los albores de nuestra nacionalidad, cuando Prez Castellano elabora, durante el perodo artiguista (1813), sus "Observaciones sobre agricultura". Sus contribuciones al respecto son muy valiosas, dado que parte de una concepcin que implica reconocer la importancia del recurso y de la necesidad de lograr un aprovechamiento racional y permanente del mismo.

El eje de su planteo consiste en aplicar una norma de manejo bsica: permitir la corta solamente durante los meses de invierno, cuando las plantas se encuentran en reposo vegetativo, pudindose ampliar dicho perodo a lo sumo desde mediados de abril hasta mediados de agosto. Como medida complementaria, aconseja ralear las cepas el invierno siguiente al corte, dejando slo los rebrotes ms rectos y mejor distribuidos. Para llevar a la prctica estas normas de manejo, aconseja tres medidas:

a) Prohibicin legal de toda explotacin fuera de los meses antedichos.

b) Control efectivo del cumplimiento de dicha prohibicin.

c) Participacin popular en el control a traves de la concientizacin de todos los sectores involucrados (cabildo abierto).

El enfoque conservacionista moderno no difiere sustancialmente del histrico, sino que pretende aplicar normas silviculturales cientficas para lograr un aprovechamiento racional y sostenido del recurso, asegurando as su carcter de renovable. Porcile (1985) plantea la necesidad de encarar la defensa y conservacin del monte, entendiendo defensa como "sinnimo de proteccin din mica, enfrentando y deteniendo la amenaza representada por las prcticas de sobreexplotacin severa e instrumentando las acciones que conduzcan a mantener su integridad como recurso". El concepto de conservacin, complementario del anterior, es definido en el sentido de "mantener su calidad de renovable velando por su permanencia en el espacio y tiempo como unidad viviente y productiva".

2. Modificacin (incorporacin de especies exticas).Aqu se parte de la base de que la capacidad productiva de nuestros bosques puede ser incrementada con la incorporacin de especies exticas. Dicha posicin fue planteada por Quinteros (1934) de la siguiente manera: "...tenemos que plantar, formar grandes bosques, mezclados con nuestros bosques indgenas para que la selva nacional sea completa y forme una riqueza forestal indiscutible. Los bosques nativos son bosques de superficie, tenemos pues, que darles altura con los rboles exticos para sacar el mayor producto de sus suelos insustituibles". Rubbo (1943), tambin plantea la necesidad de introducir especies exticas al bosque indgena: "El fin de la silvicultura es la obtencin de la madera, madera de calidad y en cantidad; con nuestros montes, nunca obtendremos ninguna de las dos cosas. Por eso, se hace imprescindible, formar bosques con esencias exticas, sin quitarle a nuestros bosques su caracterstica natural, que es la de monte bajo, de superficie, o de soto bosque".

Este planteo fue llevado a la prctica en numerosos casos por el Servicio Forestal y durante gran parte de las ltimas dcadas fue tomado como sinnimo de mejoramiento del monte indgena.

3. Sustitucin (transformacin en plantacin de especies exticas)Este planteo es una variante del anterior, difiriendo del mismo en que se persigue la sustitucin total del monte natural con especies exticas. Se parte tambin de la base de que los mejores sitios forestales est n ocupados por especies autctonas de muy escaso valor, que pueden ser sustituidas con provecho por especies "finas". Un ejemplo al respecto lo constituye el Parque Forestal Joaqun Surez del Banco de Seguros del Estado, donde en 1952 se inici este proceso de sustitucin. Tavolara (1963) dice al respecto: "Consecuentes a la idea de que la tierra debe producir a corto o a largo plazo lo que ella est capacitada para dar, nos abocamos al trabajo de cambiar rboles ordinarios, prcticamente sin valor maderable, por especies finas, principalmente robles, fresnos, olmos, ceres, acacias, etc.".

4. Preservacin (conservacin sin aprovechamiento).Este enfoque, que se diferencia de la conservacin en cuanto a que implica el no aprovechamiento del recurso, destaca el valor consecuencia del bosque (proteccin de suelos, agua, fauna, etc.) y le asigna una mayor importancia que a sus funciones de produccin maderera. Se considera que el monte se encuentra degradado a consecuencia del mal manejo a que ha sido sometido y por consiguiente se plantea la necesidad de preservarlo, a fin de que pueda cumplir ms eficientemente con sus funciones de proteccin. Pou (1983) expresa que "Es necesario destacar la necesidad de proteger el bosque indgena, y por tanto, no tener en cuenta su existencia, a los efectos de proyectar el abastecimiento del mercado consumidor". La Comisin Forestal de la Asociacin de Ingenieros Agrnomos (1986) recomienda la elaboracin de normas que impidan su tala indiscriminada y plantea "que nicamente se le debera considerar como proveedor de lea y postes para uso exclusivo del establecimiento en el que se encuentran".

Comentario:Si bien todos estos enfoques tericos persiguen lograr un uso racional, ya sea del monte en s o del suelo ocupado por el mismo, opinamos que el primero (aprovechamiento sostenido) es el que mejor se adeca a las necesidades del pas por las siguientes razones:

1) El monte natural es un recurso renovable, que puede ser aprovechado, asegurndose su uso sostenido en el tiempo.

2) Estas formaciones vegetales tienen un gran valor como proveedoras de servicios de consecuencia (conservacin de cuencas hdricas, suelos, fauna, etc.) y en general son ms eficientes en ese sentido que las plantaciones artificiales de especies exticas.

3) El rendimiento econmico de estos monetes puede ser mejorado a travs de una diversificacin en su aprovechamiento (maderas, productos medicinales, qumicos, uso silvo-pastoril, turismo, etc.) y mediante un manejo adecuado que incluya tambin la plantacin de algunas especies indgenas de gran valor maderero.

4) An no se han evaluado las consecuencias ecolgicas que puede acarrear la implantacin (y en particular la regeneracin) de especies exticas en el monte nativo, habindose mostrado algunas de ellas como sumamente invasoras (fresno, arce, paraso, espina de Cristo, etc.). II. USO Y MTODOS DE EXPLOTACION TRADICIONALES1. Uso tradicional.Las caractersticas de los bosques naturales han determinado un tipo de aprovechamiento de sus maderas, orientado fundamentalmente hacia su utilizacin energtica y en menor grado hacia otros usos, predominantemente vinculados a la produccin agropecuaria. En efecto, la gran heterogeneidad en materia de especies, las caractersticas de la mayora de los fustes (bajos, finos, tortuosos, ramosos) y la escasa proporcin de rboles de grandes dimensiones, determinaron, desde el inicio de la colonizacin del territorio, que el uso energtico predominara sobre los dems.

1.1 Lea y Carbn.

La casi totalidad de las especies que componen el monte natural resultan sumamente aptas como combustible, tanto en forma directa, como luego de su transformacin en carbn.

En lo referente a lea, se distinguen dos tipos de madera segn el color de su leo:

1) de monte negro (coronilla, espinillo, algarrobo, andubay, etc.), con un poder calorfico de 4.500-4.600 kcal/kg.

2) de monte blanco (blanquillo, tala, arrayn, chal chal, sombra de toro, etc.), con un poder calorfico algo inferior al anterior.

Cualquiera de los dos tipos de lea han tenido y tienen gran aceptacin por la forma lenta en que se consumen y por su buen poder calorfico, que hacen que sea preferida a la de eucalipto para algunos usos (coccin de alimentos, calefaccin de hogares). Sin embargo, esta ltima especie ha sustituido a la lea de monte como fuente energtica para calderas industriales, hornos de cal y de ladrillos, panaderas, etc.

En cuanto al carbn, su consumo tuvo gran importancia en el pasado, aunque en el momento actual su utilizacin es mnima. A partir de la madera de monte es posible obtener tres tipos de carbn: "fuerte" (de monte negro), "flojo" (de monte blanco) y "mezcla" (ambos tipos de madera). Se trata de carbones de buena calidad (poder calorfico: 6500-7300 kcal/kg.), pero la metodologa tradicional (horno abierto) slo permite un rendimiento de un 15-20% de carbn sobre la lea oreada. Pese a existir una tecnologa ms apropiada (hornos de mampostera), su uso an no se ha generalizado.

La lea y el carbn de montes naturales han constituido siempre una importante fuente energtica del pas. En el pasado, sus destinos principales fueron la coccin de alimentos, calefaccin de hogares, fabricacin de cal y hornos de ladrillos, a los que luego se agregaron (particularmente durante las dos guerras mundiales) el transporte ferroviario y automotriz (gasgenos).

Durante las ltimas dcadas, su uso se ha restringido a la coccin de alimentos (en hogares y restaurantes), a la calefaccin de hogares y a la fabricacin de ladrillos, tal como se puede observar en el cuadro siguiente:

CUADRO No. 1 CONSUMO DE LEA DE MONTE NATURAL POR SECTOR, 1988.(en tons. Equivalentes de poder calorfico 2700 kcal/kg).SECTORTONS.%Residencial rural 159.217 36,5Residencial urbano/interior106.732 24,5Residencial Montevideo 139.288 31,9Comercial interior3.062 0,7Comercial Montevideo 2.6160,6Hornos ladrillo y carbn 25.351 5,8TOTAL436.266 100.0Fuente: Elaboracin propia en base a Direccin Nacional de Energa.Este consumo constituye el 25% del consumo total de lea del pas (1:734.000 tons), que a su vez representa el 29% del consumo energtico total (petrleo 53%, lea 29% y electricidad 16%).

Sin embargo, el aprovechamiento de montes naturales para lea seguramente va a comenzar a disminuir a partir del presente ao, debido al decreto de enero de 1990, que reglamenta las disposiciones de la ley forestal concernientes a la prohibicin de corta del monte natural.

De cualquier manera, se mantendr estable el consumo residencial rural (expresamente autorizado por la ley) y un volumen probablemente importante, pero decreciente, proveniente de un comercio ilcito, particularmente en ciudades y pueblos del interior, donde el 77% de los hogares consumen lea para calefaccin y coccin de los alimentos. La importancia de este comercio ilcito depender , por un lado, de la efectiva fiscalizacin del transporte y comercializacin de lea y por otro lado, de la capacidad de los montes de eucaliptos para absorber la demanda adicional de lea sin que se produzca un incremento importante en los precios de venta.

1.2 Otros usos tradicionales.

La madera de monte indgena ha tenido mltiples usos: construccin, carpintera, parquet, cabos de herramientas, implementos agrcolas, medios de transporte, cestera, etc. No obstante, su aprovechamiento no energtico ha estado vinculado predominantemente a los establecimientos agropecuarios, a los que ha abastecido de postes, piques, madera para corrales, construcciones, etc.

1.3 Sustitucin.

En muchos casos, se ha considerado ms importante el uso del suelo ocupado por el monte que el monte mismo, por lo que se lo ha eliminado, ya sea para destinar la tierra a la agricultura, la ganadera o la forestacin artificial.

2. Mtodos de explotacin tradicionales.El manejo adecuado de los montes naturales es un tema an no resuelto. En medios tcnicos, slo existen algunos planteos tericos generales, primando la opinin contraria a la corta del monte a matarrasa. En general, se sostiene la necesidad de extraer la produccin anual del mismo, manteniendo la cubierta vegetal y cuidando al mismo tiempo la conservacin de la totalidad de las especies presentes. Sin embargo, dichas ideas no han sido sistematizadas ni documentadas y slo estamos en conocimiento de la existencia de un planteo terico general (Cabris, 1989) y de algunas normas sencillas de posible aplicacin prctica (Carrere, 1986).

Por consiguiente, slo han tenido aplicacin prctica los mtodos de explotacin tradicionales, que se pueden agrupar en extractivos y racionales.

2.1 Mtodos extractivos.

La forma predominante de explotacin de nuestros montes ha sido de tipo extractivo, sin aplicar ninguna racionalidad en cuanto a la utilizacin sostenida del recurso. El volumen extrado y la superficie cortada no se han basado en normas silviculturales, sino exclusivamente en los precios y volmenes demandados o en las necesidades de lea y maderas de los establecimientos o de la poblacin rural.

Los mtodos predominantes han sido fundamentalmente dos: la tala total o parcial del monte a matarrasa (el corte de la totalidad de los rboles y arbustos existentes) o la tala selectiva de los mejores ejemplares o de las especies ms apreciadas para los distintos fines.

A su vez, no se han establecido turnos de explotacin y por ende los montes han sido sobreexplotados o subexplotados. Tampoco se ha manejado el monte despus de su corta (raleos de cepas, raleos), ni se ha impedido el ingreso del ganado a la zona cortada.

2.2 Mtodos racionales.

Estos mtodos, impulsados y aplicados por los forestlogos de las dcadas del 20 al 40 en bosques fiscales, constituyen una excepcin dentro del panorama reinante en el pas. Rubbo (1943) recomienda bsicamente dos mtodos:

1) Mtodo de cortas alternas. Se cortan a matarrasa cuadros de monte, dejando entre uno y otro cuadro una franja sin cortar. Tampoco se corta la franja del monte que margina el curso de agua ni la franja externa del mismo. De esta forma, las franjas ofician de abrigo y proteccin contra los vientos, las crecientes, los animales, etc., conservando un ambiente forestal que favorece el desarrollo de los renuevos. Este mtodo ha sido aplicado en forma parcial por muchos productores agropecuarios, que abren "picadas" ms o menos anchas o cortan el monte "en fajas".

2) Mtodo de cortas alternas con plantacin de especies exticas. Es similar al anterior, pero se diferencia del mismo en que en los cuadros talados se plantan especies exticas. El monte natural rebrota y una vez cortadas las especies introducidas, el conjunto del monte pasa a rgimen tallar. De acuerdo con Rubbo, ste sera el mtodo ms indicado para mejorar los montes nativos.

Estos mtodos de manejo son actualmente cuestionados, fundamentalmente en base a estudios realizados en las islas del ro Negro, donde fueron aplicados hasta 1945. Nebel (1989), dice que "El manejo de los montes naturales se haca bajo determinados supuestos que se crean vlidos en esa poca y que hoy en da los resultados demuestran lo contrario. El sistema de talarrasa y el dejar grandes espacios libres no permiti la regeneracin de los montes". Del anlisis por parcelas en algunas islas, se concluye que, 45 aos despus de la suspensin de las cortas, el monte est recin en las primeras etapas de sucesin vegetal.

Pese a lo valioso de estos aportes, pensamos que sus conclusiones an no pueden ser aceptadas como definitivas, puesto que se parte del supuesto de la efectiva suspensin de las cortas durante 45 aos, lo cual, tratndose de islas fiscales, podra no ajustarse a la realidad.

De cualquier manera, por primera vez se estara cuestionando en forma cientfica la validez de los nicos mtodos de manejo silvicultural hasta ahora recomendados, lo cual vuelve ms imperiosa an la bsqueda de mtodos alternativos en la materia.

3. Consecuencias ambientales de la explotacin tradicional.Existe en Uruguay un gran vaco de investigacin con respecto a las consecuencias ambientales derivadas del tratamiento a que han sido sometidos los montes naturales. A falta de estudios sistemticos al respecto, slo es posible exponer opiniones, basadas en observaciones empricas, que podran constituirse en punto de partida de lneas de investigacin que posibiliten conclusiones ms vlidas y por ende polticas y medidas concretas de conservacin del recurso.

La intervencin humana en los ecosistemas naturales implica necesariamente una modificacin de los mismos. De las caractersticas de dicha intervencin depender la permanencia o desaparicin, la sustentabilidad o deterioro del recurso. En el caso del monte natural, no se trata slo del recurso en s, sino adems de toda una serie de funciones que cumple con respecto a elementos integrantes del ecosistema (fauna, suelo) y a otros ecosistemas (conservacin de cuencas hdricas, suelo, etc.).

Visto de esta forma, entendemos que el uso de los montes naturales ha acarreado tanto consecuencias negativas como positivas, primando las primeras sobre las segundas.

3.1 Impactos negativos.

Las distintas formas de intervencin (matarrasa, tala selectiva, sustitucin), la intensidad de la misma y la interaccin de otros elementos (ganado, hormiga) han determinado distintos grados de impacto sobre el monte, el ecosistema y otros ecosistemas vinculados al monte.

3.1.1 Impactos sobre el monte.

Aqu se constatan dos tipos de deterioro:

1) Deterioro cuantitativo. El principal impacto negativo ha sido evidentemente la desaparicin deliberada o involuntaria, de reas cubiertas de bosques. De acuerdo con nuestras estimaciones (Carrere, 1990), podran haber desaparecido unas 400.000 hectreas en el presente siglo. A ello se agregara un empobrecimiento cuantitativo del monte en cuanto a dimetros y alturas, rendimientos, nmero de rboles por hectrea y nmero de especies presentes.

2) Deterioro cualitativo. En este sentido se puede destacar que un elevado porcentaje de los bosques han pasado de rgimen fustal (provenientes de semilla) a tallar (rebrotes de cepa). Por otro lado, habra un cambio de composicin en cuanto a especies, pasando a predominar las especies ms rsticas y/o de ms r pido crecimiento en detrimento de otras ms delicadas o lentas. En algunos casos el cambio de composicin ha sido casi total (espinillar), en otros el monte presenta un nmero de especies inferior al original, en algunos predominan las especies menos valiosas para lea (caneln, curup, ceibo, etc.) y en otros han desaparecido las especies de maderas ms valiosas (lapacho, timb, laurel, etc.). Dentro del deterioro cualitativo podra plantearse, al menos como hiptesis plausible, el deterioro gentico del monte. La prctica de corta selectiva para usos no energticos (madera, postes, varejones, piques, etc.) implica la corta de los ejemplares mejor conformados, por lo que la intervencin humana estara actuando en forma selectiva-regresiva, dejando en pie los rboles de genotipo indeseable, que a su vez estaran asegurando la regeneracin del monte con su descendencia.

3.1.2 Impactos sobre el ecosistema.

Dado que el monte forma parte de uno o varios ecosistemas, toda accin sobre el mismo influye sobre el conjunto del ecosistema. Los principales elementos fsico-biolgicos presentes en el monte son: suelo, agua (superficial y subterrnea), flora y fauna. Al desaparecer total o parcialmente la cubierta forestal por la intervencin humana, se produce una ruptura del equilibrio biolgico, que afecta a los restantes integrantes del ecosistema e incluso al microclima resultante de la masa boscosa.

Entre otros posibles efectos se pueden mencionar los siguientes:

- mayor erosin, desbarrancamiento de las mrgenes de los cursos de agua, cambios de curso, colmataje;- crecientes y bajantes ms pronunciadas por mayor escurrimiento superficial y menor drenaje de agua hacia las napas subterrneas;- mayores extremos trmicos, que afectan a los organismos vivos, particularmente a las especies vegetales sensibles a las heladas o al exceso de insolacin;- sustitucin de especies de sotobosque por especies de pradera o pajonales;- menor alimento y abrigo para la fauna terrestre y acutica;- desequilibrios en la flora y fauna microbianas.

3.2 Impactos positivos.

El monte natural no intervenido es ms alto, menos enmaraado y menos denso que el bosque tallar resultante de su corta. Es por ello que, en los casos en que el bosque se ha regenerado normalmente despus de un corte, puede cumplir ms eficientemente con algunas de sus funciones dentro del ecosistema. El bosque enmaraado ofrece un mejor refugio para la fauna, cuyos peores enemigos (el hombre acompaado del perro) encuentran mayores dificultades para sus actividades de caza. Por otro lado, tambin podra cumplir ms cabalmente con sus funciones de regulacin y proteccin de cuencas hdricas, por la mayor espesura y menor altura de su masa. Finalmente, cabe destacar el papel positivo que juega en muchos casos la corta en el rejuvenecimiento del bosque, aunque por supuesto sera mucho ms positivo un manejo adecuado del monte para lograr el mismo fin.

III. MARCO LEGAL1. Antecedentes.La colonizacin del territorio americano tuvo como marco legal a las "Leyes de Indias", que contenan disposiciones con respecto a la propiedad y uso de los montes naturales. Los mismos eran de propiedad comunal y su corte estaba reglamentado, requirindose licencia expresa para cortarlos. Recin durante la segunda mitad del siglo pasado pasaron al dominio privado, asignndoselos al predio donde estuviesen implantados.

Desde ese entonces hasta 1986, los montes no estuvieron sujetos a ningn tipo de reglamentacin con respecto a su uso, el que qued a criterio de cada propietario individual.

En 1986 y al amparo de la ley forestal de 1968, se reglamenta la corta de 15 especies cuya preservacin es declarada de inters nacional (seis especies de laurel, corond, ing, sota caballo, guayubira, angico, ibirapit, virar, virar crespo y lapacho). Sin embargo este decreto (salvo algunos casos puntuales), no tuvo trascendencia prctica alguna.

2. La ley forestal.La nueva ley forestal, sancionada en diciembre de 1987 (Ley No. 15.939), se constituye en el instrumento legal ms importante con respecto al monte natural, estableciendo la prohibicin de corta del mismo.

2.1 El artculo 24.

Este artculo establece:

"Prohbese la corta y cualquier operacin que atente contra la supervivencia del monte indgena, con excepcin de los siguientes casos:

A) cuando el producto de la explotacin se destine al uso domstico y alambrado del establecimiento rural al que pertenece.

B) Cuando medie autorizacin de la Direccin Forestal basada en un informe tcnico donde se detallen tanto las causas que justifiquen la corta como los planes de explotacin a efectuarse en cada caso".

2.2 El decreto 452/88.

Este decreto contiene disposiciones aclaratorias con respecto al artculo 24.

1) Con respecto al literal A de dicho artculo dice que "se considerar que el producto de la explotacin se destina al uso domstico, cuando se le utilice para la generacin de calor, coccin de alimentos y construcciones rsticas en el establecimiento".

2) En lo referente al literal B, se aclara que: "en las tierras con capacidad de uso agrcola correspondientes a planicies altas no susceptibles de inundacin y en los terrenos ondulados, la Direccin Forestal autorizar la corta y cualquier otra operacin sobre el monte indgena en los casos en que ste limite su mejor aprovechamiento". Esta disposicin se refiere al monte de parque (espinillar y algarrobal), ubicado muchas veces sobre muy buenos suelos agrcolas, que por consiguiente no estara protegido por la ley forestal.

2.3 El decreto de enero de 1990.

Este decreto apunta al control efectivo de las disposiciones de la ley forestal en materia de venta y transporte de productos forestales del monte indgena. En lo fundamental el mismo establece:

1) Que la corta y extraccin de productos forestales del monte indgena prevista en el literal B del artculo 24 deber contar con autorizacin previa de la Direccin Forestal.

2) Que para obtener dicha autorizacin se requerir la presentacin de un informe tcnico.

3) Que el transporte de ms de 2.000 kgs. de lea de monte indgena deber ir acompaado de la correspondiente gua de trnsito, expedida por la Direccin Forestal.

4) Que los tenedores de ms de 2.000 kgs. de lea de monte deber n justificar su origen mediante la va original de la respectiva gua de trnsito.

5) Que el contralor estar a cargo de funcionarios policiales y de la Direccin Forestal.

6) Que se decomisar y multar a los infractores.

2.4 Las exoneraciones impositivas.

El artculo 39 de la Ley Forestal (reglamentado por el decreto 452/988), establece que los bosques naturales declarados protectores gozarn de los siguientes beneficios:

1) Estarn exentos de todo tributo nacional sobre la propiedad inmueble rural y de la contribucin inmobiliaria.

2) Su valor o extensin no se computar para el pago del IMAGRO, IRA e impuesto al patrimonio.

De acuerdo con el alcance otorgado al trmino "bosque protector", la inmensa mayora de los montes naturales gozaran de dichos beneficios fiscales una vez cumplido el trmite de su calificacin como tales ante la Direccin Forestal.

Esta disposicin no es novedosa, sino que ya estaba contenida en la anterior ley forestal, habindose amparado numerosos propietarios de montes a sus disposiciones.

3. Comentarios.La legislacin restrictiva en cuanto a la explotacin de montes naturales se origina fundamentalmente a partir de:

1) Una preocupacin ambientalista proveniente de un sector reducido pero influyente de tcnicos y ONGs que buscan defender al monte natural, a la fauna que ste protege y alimenta y a proteger las cuencas hdricas y suelos.

De hecho, un importante nmero de tcnicos concuerdan con la necesidad de aprovechar el monte (conservacin) y no plantean su no utilizacin (preservacin). Sin embargo, muchos consideran necesario abrir un comps de espera a fin de posibilitar la recuperacin del monte y aprovechar ese tiempo para avanzar en materia de investigacin, lo cual posibilitara un futuro uso adecuado del recurso. Es decir, que al problema del deterioro de un rea importante de bosques (no de su totalidad, ya que an quedan bosques prcticamente vrgenes), se suma un vaco en materia de mtodos de manejo adecuados. En consecuencia, en caso de producirse avances en esta rea, podran volverse a explotar los montes, recurriendo para ello al literal B del artculo 24.

2) Un inters por parte de las empresas forestadoras, que estiman que la disminucin de la oferta de lea de monte volver ms atractiva y lucrativa la forestacin artificial. En efecto, de acuerdo con las ltimas cifras de la Direccin Nacional de Energa (1988), el monte natural participa en un 25% del consumo total de lea del pas. Dado que el consumo residencial rural de lea de monte no sufrir modificaciones (al estar expresamente autorizado), el porcentaje de lea de monte que se retirar del mercado asciende a un 16%. Este consumo deber ser suplido con lea de especies exticas (principalmente eucalipto), lo que impulsara el precio de estos al alza con la consiguiente ganancia para los propietarios de plantaciones forestales.

3) Un cierto desinters sobre el tema por parte de la mayora de los productores agropecuarios propietarios de montes naturales, muchos de los cuales ya tenan sus bosques calificados como protectores, por lo que gozan de los beneficios fiscales mencionados anteriormente. Por otro lado el monte natural constituye para ellos un recurso marginal, cuya no explotacin implica una merma no significativa en sus ingresos totales.

En cuanto a las probables consecuencias de la legislacin vigente, es posible mencionar las siguientes:

1) Recuperacin o inicio de recuperacin de los montes ms deteriorados.

2) Mejoramiento en calidad y cantidad de los montes moderadamente intervenidos.

3) Desaprovechamiento importante del incremento anual.

4) Posible retroceso del monte de parque, sustituyndoselo por cultivos agrcolas.

5) Incremento del consumo de especies exticas, particularmente eucaliptos.

6) Problemas en materia de fuentes de trabajo de los monteadores que trabajan estos montes, quienes quedar n cesantes o deber n modificar sus actuales condiciones de vida y trabajo y en muchos casos su lugar de residencia.

7) Probable desarrollo de un mercado ilcito de explotacin y comercializacin de lea de monte.

Es decir, que a las probables consecuencias positivas derivadas del marco legal vigente se suman aspectos negativos con respecto al monte (desaprovechamiento, retroceso del monte de parque) y a la gente que depende de l (monteadores).

En nuestra opinin, el monte natural es un recurso natural renovable que puede y debe ser aprovechado en beneficio del pas y su gente. En consecuencia, podemos coincidir con la actual legislacin slo en la medida en que se constituya en una etapa de transicin entre la explotacin extractiva y el aprovechamiento conservacionista. Para que ello ocurra, ser necesario lograr avances significativos en materia de manejo adecuado del bosque, para lo cual resulta a su vez prioritario definir el o los destinos posibles de los diferentes bienes y servicios provistos por el monte y elaborar modelos de utilizacin del recurso. A partir de all deber n ensayarse mtodos de manejo para los modelos respectivos, tarea que deber estar dirigida por los organismos especializados del estado, pero apoyando al mismo tiempo las iniciativas privadas en este sentido.

Los modelos de utilizacin y los mtodos de manejo correspondientes a cada uno podrn ser aplicados entonces a nivel nacional, logrndose as un aprovechamiento sostenido del recurso.

pgina siguientendiceSerie "Investigaciones" N 79 de CIEDUR Diciembre de 1990.

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El bosque natural uruguayo: utilizacin tradicional y usos alternativos.Ricardo Carrerendicepgina anteriorIV. USOS ALTERNATIVOSEl manejo racional de un recurso debe comenzar por su evaluacin como productor de bienes y/o servicios socialmente tiles. En este sentido, el monte natural ofrece un potencial muy amplio, que va desde su utilizacin energtica hasta sus funciones como regulador de cuencas hdricas, pasando por toda una serie de productos (medicinales, qumicos, maderas, frutos) y servicios (turismo, abrigo y sombra, conservacin de suelos, etc.).

Por otro lado, el manejo racional debe asegurar un uso sostenido del recurso, no slo como monte, sino tambin como ecosistema y como conservador del equilibrio de otros ecosistemas relacionados.

En lo que se expone a continuacin, intentaremos sistematizar el conocimiento existente en cuanto al uso potencial del monte. A fin de simplificar el tema, expondremos en forma separada cada uno de los usos posibles, pero deber tenerse en cuenta que la explotacin racional implica el aprovechamiento combinado de la mayor cantidad de usos posibles, con la nica limitante de la sustentabilidad del recurso y del ecosistema.

Dado que se trata de usos alternativos, no nos referiremos a las importantes funciones que cumple como conservador de suelos, regulador de cuencas hdricas, refugio de fauna, etc., ni a su uso tradicional como lea y carbn. Lo que se pretende es intentar mostrar la amplia gama de usos alternativos posibles, a partir de experiencias efectuadas o estudios m s o menos pormenorizados realizados hasta el presente. Cabe sealar, sin embargo, que no se trata de un listado exhaustivo de usos posibles, puesto que an queda mucho camino por recorrer en materia de investigacin, tanto en lo referente a los usos en s, como en cuanto a la rentabilidad de los procesos de cosecha, comercializacin e industrializacin.

Cabe sealar, finalmente, que nos referiremos al tema en general, pero que deber tenerse en cuenta que el monte natural vara sensiblemente a nivel nacional, regional y local en cuanto a especies, por lo que no todos los usos ser no vlidos para todos los montes.

En cuanto a los usos alternativos en s, se puede comenzar por una primera gran subdivisin, agrupando los distintos usos en: 1) agroindustrial, 2) agro-silvo-pastoril y 3) turstico.

1. Uso agroindustrial.El monte natural ha sido tradicionalmente utilizado como recurso energtico (lea y carbn) y en menor escala para usos ligados a la explotacin rural (postes, piques, construcciones rsticas, etc.). Sin embargo, los rboles y arbustos que lo componen renen cualidades que los hacen potencialmente valiosos para otros usos alternativos: madera, productos medicinales, qumicos, alimenticios).

1.1 Maderas.

La mayora de las especies indgenas no slo son aptas para su uso como lea y carbn, sino que adems son valiosas como maderas para distintos usos (postes, cabos de herramientas, carpintera, tornera, ebanistera, etc.). Sin embargo, las propias caractersticas del monte han determinado un escaso uso de sus maderas. Las principales limitantes del punto de vista de la explotacin maderera no energtica se podran resumir de la siguiente manera:

1) Gran heterogeneidad (presencia de numerosas especies arbreas y arbustivas).2) Gran variabilidad en dimetros y alturas.3) Predominancia (en general) de di metros finos.4) Numerosos ejemplares de fuste corto.5) Numerosos ejemplares de fuste tortuoso.6) Ramazn abundante.7) Escaso nmero de especies valiosas de grandes dimensiones.8) Gran variabilidad de especies, tanto a nivel local como regional y nacional.

Dichas caractersticas de nuestros montes determinan serias dificultades en materia de manejo, comercializacin e industrializacin de sus maderas. Pese a ello, y dado que las mismas poseen buenas cualidades tecnolgicas para muy variados usos, entendemos que puede encararse su aprovechamiento maderero. Para lograr un uso rentable y sostenido del recurso, se deben reunir ciertas condiciones:

1) Que la explotacin maderera est ligada a otros usos (medicinal, energtico, industria qumica, etc.).2) Que exista personal especializado en manejo, tanto a nivel de direccin como a nivel de base.3) Que la madera sea transformada por pequeas industrias y artesanos locales especializados en el uso de madera de monte natural.

Por otro lado, debe mejorarse la capacidad productiva de los montes, no slo a travs de un manejo adecuado, sino tambin mediante la plantacin artificial de especies indgenas de buena conformacin forestal capaces de alcanzar grandes dimensiones. Entre ellas se pueden citar los laureles (unas 5 especies distintas), ibirapit, guayubira, timb (2 especies), sota caballo, tarumn, angico, virar crespo, lapacho, sauce criollo, quebracho blanco, etc.

En el Anexo No. 1 se detallan las caractersticas y usos de las principales maderas indgenas. La mayor parte de la informacin ha sido tomada de Senyszyn (1978) y complementada con elementos puntuales tomados de algunos otros autores.

1.2 Productos medicinales.

En la flora uruguaya existen numerosas plantas medicinales. Pese a que an no se ha avanzado suficientemente en la constatacin cientfica de sus efectos teraputicos, existe un uso muy extendido de esta flora nativa, cuyas virtudes son transmitidas, muchas veces en forma oral, de generacin en generacin.

Si bien el uso de plantas medicinales declin debido a la competencia de los productos sintticos, no es menos cierto que an tienen una gran importancia econmica a nivel mundial. Por otro lado, el proceso de descreimiento hacia la industria qumica del medicamento a consecuencia de los perniciosos efectos secundarios constatados en numerosos medicamentos, puede motivar una "vuelta a lo natural" en esta materia. En opinin del Sr. Apolo Valli, de la Herboristera Caruncho (fundada en 1923), en la actualidad se observa un consumo mucho mayor de plantas medicinales que 20-30 aos atrs, debido a que la gente se desilusiona de los medicamentos convencionales y busca solucin a sus problemas de salud en la herboristera o la homeopata. A ello se agrega que estos productos resultan mucho ms econmicos que los de la industria qumica del medicamento.

Como se ver, en el monte natural existen numerosas especies a las que se atribuyen propiedades medicinales. Con el objetivo de evaluar su potencialidad econmica, se entrevist al Sr. Walter Fraga, del Instituto Botnico La Selva (fundado en 1910), cuyas opiniones se resumen a continuacin:

1) Las principales plantas medicinales utilizadas en Uruguay son hierbas (marcela, manzanilla, menta, cedrn, carqueja, yerba del pollo, etc.). En materia de rboles, predomina la demanda por especies exticas (tilo, boldo, eucalipto), aunque tambin se consume bastante congorosa, sarand blanco, rama negra y cantidades menores de otras especies nativas (por ejemplo molle).

2) No existen cultivos de plantas medicinales, aunque sera posible encararlos, como se hace en Argentina con la manzanilla, que se exporta a Alemania.

3) No hay empresas recolectoras en el campo. La tarea de recoleccin est a cargo de un nmero decreciente de "yuyeros", para quienes sta es slo una actividad complementaria de otras tareas agrcolas, por lo que no siempre es posible adquirir las plantas deseadas en los plazos y cantidades requeridos.

4) Muchas plantas medicinales, tanto exticas como nativas, se importan del extranjero, debido a que muchas veces su importacin resulta ms econmica que su cosecha en el pas.

5) Existen pocos mdicos naturistas en el pas, por lo que en general el consumo se origina fundamentalmente en tradiciones orales y en menor medida en publicaciones acerca de las ventajas del uso de determinadas plantas.

6) La Facultad de Medicina no imparte enseanza acerca del uso de las plantas medicinales.

7) Existe muy poca investigacin cientfica en el pas sobre las virtudes teraputicas de las plantas medicinales.

8) El mercado nacional es relativamente reducido y est abastecido por unas pocas herboristeras y homeopatas.

9) El mercado mayorista de plantas medicinales est radicado en Europa, fundamentalmente en Alemania, donde se concentra y distribuye gran parte del comercio de este tipo de plantas. Sin embargo, este gran mercado slo est interesado en plantas con virtudes ya reconocidas (por ejemplo manzanilla), debido a los altos costos requeridos para la introduccin de nuevas plantas (publicidad).

En sntesis, surgen de estas entrevistas que en la actualidad no existen grandes perspectivas en cuanto al posible aprovechamiento medicinal del monte natural, por lo menos a escala industrial. Lo nico viable consistira en inventariar las especies presentes en un monte a ser cortado y negociar ante las distintas herboristeras y homeopatas de plaza posibles pedidos de algunas de las especies.

Sin embargo, no debe descartarse el incremento futuro del uso de plantas medicinales, particularmente en la medida en que se profundice la investigacin cientfica correspondiente, tanto a nivel de la Facultad de Qumica como de la Facultad de Medicina y que sus resultados se difundan nacional e internacionalmente.

En el Anexo No. 2 ofrecemos un listado de especies arbreas y arborescentes y las distintas virtudes teraputicas que se les atribuyen. De su mera lectura se puede concluir que existen numerosas especies que deberan ser objeto de una investigacin cientfica exhaustiva. A modo de ejemplo, destacamos el caso de Casearia silvestris, que es utilizada contra las mordeduras de vboras ponzoosas, al parecer con buenos resultados.

1.3 Productos qumicos.

Algunas especies del monte indgena contienen determinados componentes qumicos de posible utilizacin industrial (taninos, colorantes, aceites, esencias, aglutinantes, resinas, etc.). Entendemos que sera importante analizar la viabilidad de su explotacin econmica, as como realizar investigaciones ms profundas para detectar otros compuestos qumicos tiles, tanto a partir de los distintos componentes de los rboles (madera, corteza, flores, frutos, semillas, hojas, raz) como de la pirlisis de su madera. En particular, debera priorizarse la investigacin de sustancias curtientes obtenibles a partir de determinadas especies que abundan en nuestra flora arbrea (espinillo, molle, sauce, arrayn), que podran tener aplicacin en la industria nacional de la curtiembre.

En el Anexo No. 3 se expone un listado de algunas especies indgenas de posible utilizacin qumico-industrial.

1.4 Productos alimenticios.

El bosque natural uruguayo no se caracteriza por la abundancia de frutos comestibles. La mayora de sus especies posee frutos no comestibles y las que los tienen presentan en general frutos pequeos. Sin embargo hemos podido detectar 22 especies capaces de brindar algn tipo de alimento (fruto, bebida, dulce, harina, aromatizante, aceite).

Dentro del listado que se expone en el Anexo No. 4 se destacan:

1) Como frutos: pitanga, guayabo del pas, chaar, guabiy, aguay, araz.2) Para infusin: yerba mate, pitanga, arrayn.3) Para bebida alcohlica: pitanga, araz, arrayn, chaar, aruera, algarrobo.4) Para dulce: agua, guayabo del pas.5) Para harina: algarrobo.6) Como aromatizante: acacia mansa.7) Para aceite: tarumn sin espinas.

Lamentablemente, nuestro pas ha dedicado escasa atencin a estos usos potenciales de los rboles nativos. la carencia ms grave se evidencia en el caso de la yerba mate, de gran consumo en Uruguay, que sin duda merecera un esfuerzo sostenido de investigacin tendiente a lograr un autoconsumo de este producto.

Otra clara omisin en este sentido es el caso del guayabo (originario de Uruguay, Paraguay, Brasil austral y norte argentino) que se desarrolla espontneamente en nuestros montes y que no ha merecido mayor atencin por parte de nuestros fruticultores.

Esta especie, extendida a otros pases como ornamental, ha sido desarrollado como especie frutal comercial en Nueva Zelandia, habindose extendido su cultivo a los Estados Unidos y Europa. A partir de una serie de variedades (Triumph, Mommouth, Apollo, Gemini, etc.), tiene posibilidades de convertirse a corto plazo en un serio competidor del Kiwi. Tanto el xito de este ltimo como el de la "Feijoa" (nombre comercial con que se conoce al guayabo, derivado de su nombre cientfico: Feijoa sellowiana), se basan en una tendencia creciente al consumo de frutos exticos, capaces de ofrecer alternativas agradables frente a las frutas tradicionales. Dado que esta tendencia se manifiesta tambin con respecto a otros productos, debera analizarse seriamente la posibilidad de desarrollar variedades mejoradas de otros frutales como por ejemplo el araz o la pitanga, as como con respecto a la preparacin de bebidas alcohlicas o de infusiones que podran imponerse en el mercado internacional.

En el Anexo No. 4 se analizan los distintos productos alimenticios obtenibles de nuestras especies indgenas.

2. Uso agro-silvo-pastoril.Este tipo de uso se diferencia del anterior en que el bosque no es explotado como tal, sino que sirve de apoyo a otros tipos de explotacin. Obviamente que es posible combinar ambos tipos de uso y el nfasis sobre uno u otro depender fundamentalmente de las caractersticas de cada monte, de su localizacin y de consideraciones de tipo econmico.

Dentro del uso agro-silvo-pastoril se destacan:

2.1 Uso silvo-pastoril.

El uso principal es ganadero. Este tipo de aprovechamiento es particularmente aplicable al monte ralo del litoral del ro Uruguay. El monte es manejado para facilitar el pastoreo, permitndose el desarrollo de las pasturas y aportando el monte abrigo y sombra al ganado, a la vez que algo de forraje (chauchas de algarrobo y andubay). El monte tambin brinda postes de madera dura y maderas de calidad para varios usos (carpintera, parquet, etc.).

Este uso es tambin aplicable a otros tipos de monte (particularmente serrano), donde los rboles constituyen un excelente abrigo para el ganado, conformando a veces verdaderos galpones naturales, donde los animales se refugian contra las inclemencias del tiempo.

No lo consideramos recomendable para montes ribereos, puesto que en este caso el monte debe ser raleado, dejando de cumplir entonces las importantes funciones que ejerce en materia de conservacin de suelos, cuencas hdricas y fauna silvestre. Puede ser utilizado, en cambio, para perodos de crisis forrajera, puesto que, debido a su ubicacin, resiste mejor a los inviernos y veranos rigurosos. Los animales recurren entonces al monte para su alimentacin, algunas de cuyas especies resultan especialmente apetecibles (hojas de chal- chal, sarand colorado, caneln, frutos de chaar, corond, algarrobo, andubay) aunque en general consumen hojas y ramas de la mayora de las especies. Debido a esto, debe ponerse especial cuidado con algunas especies, que resultan txicas para el ganado tales como:

1) Duraznillo negro (Cestrum parquii). Es planta sumamente txica para el ganado. Contiene un alcaloide de fuerte toxicidad (parquina) y un glucsido. En los animales produce una primera etapa de depresin y luego otra de exitacin. Los ovinos y bovinos parecen ser ms sensibles que los equinos.

2) Envira (Daphnopsis racemosa). Contiene abundantes sustancias txicas y custicas en la entrecorteza. Produce grandes estragos en el ganado, particularmente en invierno, cuando escasea el forraje.

3) Timb, oreja de negro (Enterolobium contortisiliquum). En los frutos y corteza hay saponina que los hace txicos. Su fruto es abortivo para el ganado vacuno.

4) Camar (Lantana camara). Es un arbusto txico para el ganado, siendo la lantanina su principio activo. No es muy apetecido por el ganado, que slo come sus hojas cuando hay escasez forrajera.

2.2 Uso de fauna terrestre e ictcola.

Hasta el presente, la caza y la pesca, han constituido actividades de tipo extractivo, que en muchas zonas han diezmado la poblacin de fauna indgena. Sin embargo, constituyen una fuente de alimentacin y/o trabajo para numerosos pobladores de la campaa, poseedores de una vasta experiencia en cuanto a los hbitos de vida de los animales.

Resultara muy importante entonces investigar el tema, incorporando la informacin emprica de la gente de campo, con vistas a la explotacin (libre o en cautiverio) de algunas especies animales valiosas (por ejemplo: capinchos, nutrias, zorros, yacar, etc.).

En este sentido, resulta interesante destacar la experiencia mundial en la materia tal como fuera resumida en reciente conferencia (diciembre 1990) por el Ingeniero Forestal Uwe Dietrich, quien lleva a cabo tareas de consultor sobre uso racional y sostenido de fauna silvestre en nuestro pas. El Ingeniero Dietrich planteaba las siguientes opciones:

1) Criaderos de fauna silvestre (en ingls: "game-farming"). Estos establecimientos se dedican a la cra de animales para la posterior venta de productos (animales vivos, cueros, carne, huevos, etc.).

2) Criaderos de fauna en peligro de extincin. Existen a nivel mundial algunos ejemplos de este tipo, dedicados a la venta de animales vivos a organizaciones interesadas en la reintroduccin de estas especies a su hbitat original.

3) Establecimientos cinegticos (en ingls: "game-ranching"). En este caso se trata de explotaciones, generalmente extensas, cuyo objetivo es la proteccin y el manejo de la fauna para posibilitar la caza deportiva controlada de animales.

4) Turismo conservacionista (ecoturismo). Este tipo de aprovechamiento atiende un mercado en desarrollo de personas que desean tener contacto con la naturaleza en un mundo cada vez ms artificializado. Expresiones acuadas como "foto-safari", "bird-watching" (observacin de aves) y "ecoturismo" reflejan el auge incipiente de esta corriente.

Todas estas opciones presentan la particularidad de asegurar la conservacin de la fauna silvestre a travs de un esquema de aprovechamiento rentable, por lo que resultan mucho ms eficientes en el aprovechamiento de la oferta ambiental que la explotacin extractiva o la preservacin pura, a la vez que ms efectivos en cuanto al objetivo de conservacin de la fauna.

Estos usos no se restringen evidentemente al monte natural, pero resutla claro que ste puede resultar parte importante de este esquema, en particular para los usos tursticos, como se ver ms adelante.

2.3 Uso melfero.

El monte indgena tiene una gran importancia para la produccin de miel. Segn el muestreo apcola de 1982 (DPPG-MGAP), el monte indgena constituye la principal fuente para la produccin melfera (51,5%), seguido por los montes de eucaliptos (12,4%), montes frutales (11,4%), campo natural (10,6%) y cultivos cerealeros y oleaginosos (14,1%).

En opinin de una tcnica consultada (Elsa de Len, del Departamento Apcola de CADYL, Young), el monte natural se caracteriza por una floracin temprana, un perodo de escasa floracin en diciembre-enero y una nueva floracin en febrero-marzo. Estas caractersticas hacen que el monte resulte muy til para preparar las colmenas en forma temprana, dado que, si las condiciones climticas son las adecuadas, la floracin comienza a partir de mediados de agosto. Durante el perodo de baja, la produccin melfera se basa fundamentalmente en las praderas (trbol blanco, lotus, etc.) o en otros cultivos anuales (por ejemplo, girasol) o permanentes (eucaliptos, frutales, etc). La floracin tarda del monte resulta muy til a la colmena para almacenar reservas para el invierno. Es decir, que si bien la produccin de miel no se basa exclusivamente en el monte natural, ste resulta un elemento fundamental para la misma.

Por otro lado, existe cierta confusin con respecto a la relacin entre color y calidad de las mieles y se sostiene que el monte natural tiene la desventaja de producir mieles oscuras. De acuerdo con lo manifestado por de Len, las mieles oscuras contienen una mayor cantidad de minerales por lo que (pese a las preferencias del consumidor uruguayo), resultan de un valor nutritivo superior al de las mieles claras. A su vez la presencia de un mayor o menor porcentaje de elementos minerales estara en relacin directa con la longitud de las races de las plantas. Los rboles daran en general lugar a mieles oscuras, mientras que los vegetales de menor porte generaran mieles claras. Sin embargo, en vista de lo ya expresado en cuanto a la complementacin del monte con otros cultivos, las colmenas que utilizan el monte no generan por ello necesariamente mieles oscuras, sino que esto va a depender del tipo de cultivo que utilicen en el perodo de baja floracin del monte.

En sntesis, el monte natural es un importante recurso para la produccin apcola. Sin embargo, su composicin vara mucho a nivel nacional, por lo que se requeriran estudios concretos en diversas partes del territorio en cuanto al potencial melfero del mismo. Algunas especies valiosas son escasas a nivel nacional(por ejemplo, palo cruz), otras slo estn presentes en algunas zonas del pas (algarrobo, chaar, ing, cambuat), mientras que algunas abundan en casi todo el pas (arrayn, congorosa, tala).

Hablando en trminos generales, se puede decir que en la composicin del monte indgena existen muchas especies valiosas, tanto como productoras de polen temprano (sauce criollo, espinillo, envira, etc.), como de nctar concentrado (algarrobo, espinillo, palo cruz) como de nctar temprano (congorosa, pitanga, molle, tala).

Por otro lado, la ubicacin cercana al agua de gran parte del monte indgena constituye una gran ventaja en perodos de sequa prolongada.

En el Anexo No. 5 se brinda un listado de especies y sus caractersticas melferas, basado en Odioz bal (Flora apcola) y complementado con otras fuentes.

3. Uso turstico.Las caractersticas y ubicacin de la mayor parte de los montes naturales los convierten en un recurso turstico potencial de primer orden. El monte en s posee caractersticas pintorescas, de tipo selvtico, con numerosas formas, colores y dimensiones. El elemento arbreo est acompaado de plantas epfitas, parsitas y en muchos casos de vegetacin de sotobosque.

El monte se encuentra generalmente marginando cursos de agua o en zonas serranas, lo que agrega a su vez elementos recreativos y paisajsticos de gran valor para el uso turstico del monte (ros, quebradas, cerros, cascadas, etc.).

Por otro lado, el monte alberga una fauna ornitolgica de cierta importancia y una fauna terrestre/anfibia de hbitos fundamentalmente crepusculares y nocturnos. Los cursos de agua contienen una importante y variada fauna ictcola. Es decir, que el monte constituye una atraccin tanto, para los amantes de la naturaleza, como para los aficionados a la caza o a la pesca.

Deben sealarse tambin algunos aspectos desfavorables, tales como los insectos molestos (mosquitos, tbanos), la relativa abundancia de rboles espinosos (coronilla, tala, espinillo, apind, etc.), la posible existencia de vboras venenosas (crucera, coral, cascabel) y la propia presencia del agua (crecientes sbitas, troncos sumergidos, etc.). Sin embargo, como veremos, la mayor parte de estos problemas no se constituyen en escollos insalvables para el desarrollo turstico.

De todos estos aspectos surgen cinco posibilidades claras de aprovechamiento turstico del recurso: 1) Turismo colectivo, 2) Turismo cinegtico, 3) Estancias tursticas, 4) Ecoturismo, 5) Turismo en reservas de flora y fauna.

1) Turismo colectivo.

Este tipo de aprovechamiento puede adoptar varias modalidades, desde el simple "camping" a servicios que incluyan la navegacin por determinados cursos de agua, las excursiones por el monte y las sierras, la difusin de conocimientos sobre flora y fauna indgenas, etc.

En este caso se requiere la instalacin de una infraestructura mnima (a salvo de las crecientes), para asegurar ciertos servicios bsicos a los turistas. El bosque recibe un manejo para hacerlo ms transitable sin perder por ello su atractivo. La presencia de gente ahuyenta a las vboras venenosas y el nico elemento desfavorable, de difcil control, queda constituido por los insectos molestos en algunas pocas del ao.

El turismo colectivo implica a su vez aspectos positivos y negativos. El principal aspecto positivo radica en la creacin de fuentes de trabajo (atencin al turista, fomento del comercio local, manejo del bosque, produccin y venta de artesanas, etc.). En cuanto a los aspectos negativos, este tipo de turismo implica necesariamente una ruptura del equilibrio del ecosistema (migracin o muerte de parte de la fauna, daos a la vegetacin, dificultades de regeneracin, etc.). Sin embargo, dado que los aspectos negativos quedan bsicamente limitados a un sector del bosque, entendemos que las ventajas socio-econmicas superan a las desventajas ecolgicas sealadas, que adems puedan ser mitigadas a travs de un control y manejo adecuados.

2) Turismo cinegtico.

Esta forma de aprovechamiento (caza mayor y menor) requiere necesariamente un uso restringido y controlado para evitar la migracin o depredacin de la fauna y por los peligros que implica debido al uso de armas de fuego. En el momento actual, esta modalidad podra desarrollarse slo en montes donde abunda el jabal, una especie extica que acarrea graves perjuicios a las actividades agrcolas y a la propia fauna indgena.

Sin embargo, como se vio al analizar el uso de fauna terrestre e ictcola, el turismo cinegtico puede generar el surgimiento de establecimientos especializados en la cra y manejo de fauna destinada a este fin, lo cual asegurara el aprovechamiento sostenido del recurso.

En caso de apelarse a este sistema, este tipo de turismo, si bien requiere cierta artificializacin del ecosistema, no provoca modificaciones sustanciales del mismo. Su capacidad generadora de empleo es tambin menor a la del turismo colectivo, aunque puede significar ingresos sustanciales para el propietario del coto de caza.

3) Estancias tursticas.

En este caso, el monte es un componente m s de las actividades disponibles para el turista (recorridas a caballo, actividades criollas tpicas, etc.) y puede incluir tambin la caza, la pesca, la navegacin, etc. Este tipo de aprovechamiento m s amplio tiene las ventajas mencionadas para los dos casos anteriores y sus desventajas son similares, aunque m s atenuadas.

4) Ecoturismo.

El desarrollo del movimiento ambientalista mundial ha generado un inters creciente por los ambientes naturales no intervenidos. Esta tendencia puede dar lugar a una corriente turstica nacional e internacional en busca de un contacto directo con la naturaleza. En este sentido, el monte natural se constituye en una referencia obligada para este tipo de turismo, por ser un ecosistema que an conserva (en numerosas zonas del pas) caractersticas prcticamente vrgenes. Este aprovechamiento tambin genera fuentes de trabajo y, dadas las caractersticas de los usuarios, no produce impactos negativos importantes sobre el ecosistema.

5) Turismo en reservas de flora y fauna.

Esta modalidad de aprovechamiento sera de competencia estatal, siendo su funcin principal la preservacin de ecosistemas naturales, incluyendo tambin al monte natural. Desde el punto de vista turstico, sera una combinacin de los tipos de uso antedichos, con excepcin de las actividades de caza y pesca. A los servicios de tipo recreativo se agregaran otros de carcter educativo, cientfico y cultural, a cargo del personal idneo de las reservas.

Los elementos bosquejados apuntan a demostrar el potencial turstico del monte natural, tanto para el turista nacional (de Montevideo y del interior) como para el extranjero. Gran parte del turismo nacional se orienta hacia las playas del este, no slo debido a las bellezas naturales y a las playas de la zona, sino tambin por su m s fcil acceso, su infraestructura de servicios e incluso la posibilidad de compra de terrenos. Resulta mucho m s difcil en cambio acceder a los montes naturales, dado que en su mayora son parte de establecimientos agropecuarios, muchos de cuyos propietarios no autorizan el ingreso a los montes debido a los perjuicios causados por los turistas (incendios, muerte de animales, porteras abiertas, etc.).

Sin embargo, opinamos que gran parte del pueblo uruguayo aprecia las ventajas tursticas de los montes y slo se requiere organizar y ofrecer servicios de los tipos que acabamos de mencionar para obtener una importante demanda de los mismos. Lo mismo se podra decir con respecto a los extranjeros (fundamentalmente de pases desarrollados), que desean ver cosas tpicas, distintas a las que est n acostumbrados a ver en sus pases de origen.

Es importante sealar que ya est n surgiendo empresas dedicadas a un aprovechamiento turstico similar al que planteamos (estancias tursticas, turismo cinegtico, ecoturismo) y que algunas instituciones pblicas (en particular intendencias del interior) ya est n encarando este tipo de uso.

Sin embargo, an no se ha analizado toda la potencialidad del monte natural en este sentido, as como tampoco se ha avanzado en lo referente al tipo de manejo necesario para lograr un uso sostenido del recurso.

En resumen, entendemos que debe investigarse m s a fondo este tipo de aprovechamiento, por considerar que puede constituirse en la forma m s rentable de uso del recurso, constituyndose en una importante fuente de trabajo, tanto masculino como femenino, en las zonas rurales, caracterizadas por su escasa densidad de poblacin, por la predominancia casi absoluta del elemento masculino y por la escasez de oportunidades de empleo.

V. CONCLUSIONESEl uso tradicional del monte natural ha trado aparejado el deterioro del recurso, lo que a su vez ha determinado la sancin de una legislacin restrictiva en la materia. Sin embargo, los modelos potenciales de aprovechamiento bosquejados en el presente trabajo apuntan a demostrar la posibilidad de utilizacin racional del recurso con el mantenimiento total o parcial de la cubierta vegetal arbrea, compatibilizando as el aprovechamiento econmico con las funciones de conservacin de suelos, aguas, fauna, etc., derivadas del bosque. En el cuadro No. 2 se resumen algunos usos potenciales mencionados en el presente trabajo.

1. Modelos potenciales de aprovechamiento.El cuadro No. 2 es ilustrativo con respecto al enorme potencial del monte indgena, puesto que se individualizan 89 especies que podran tener aplicaciones distintas a la tradicional explotacin para lea y carbn. En base a estos y a otros usos posibles, se elaboraron los siguientes modelos de aprovechamiento:

1.1 Modelo agroindustrial.

El aprovechamiento se centra en la extraccin de materias primas tales como maderas, hojas, flores, frutos, races, cortezas, destinadas a procesos de transformacin: industria de la madera, qumica, del medicamento, alimenticia. El xito de este modelo puede realzarse a travs de cierto grado de artificializacin del monte (manejo, siembra directa y/o plantacin de especies indgenas) a fin de promover el desarrollo de las especies ms valiosas para el o los usos seleccionados.

1.2 Modelo agro-silvo-pastoril.

El uso principal del monte radica en los servicios que brinda hacia otros tipos de explotaciones: ganadera (abrigo y sombra), apicultura (valor melfero de sus especies), explotacin racional de fauna (refugio y alimentacin).

1.3 Modelo turstico.

En este tipo de utilizacin el nfasis se pone sobre los valores estticos y recreativos del ecosistema monte natural y su entorno.

Estos tres modelos bsicos admiten numerosas combinaciones aplicables a cada uno de ellos e incluso la adopcin de ms de un modelo, a nivel predial, a partir de las distintas caractersticas de cada rodal de un mismo monte.

CUADRO No. 2 ALGUNOS USOS POTENCIALES DE ESPECIES DEL MONTE NATURAL.EspecieMadera

FinamedianagruesaMedicinalProductosQumicosFrutos/BebidasApi-culturaAcacia bonariensis

x

xAcacia cavenX

xx

xAcanthosyris spinescens

xxxx

Allophyllus edulisX

x

x

Aloysia gratissima

x

xAloysia virgata

xArthrosamanea polyantha

x

Aspidosperma quebracho-blanco

xx

Bauhinia candicansX

x

Berberis laurina

xxxxBlepharocalyx tweedieiX

xxxxCaesalpinia gilliesi

x

Carica quercifolia

x

x

Casearia silvestris

x

Cassia corymbosa

x

Cassia occidentalis

x

Celtis iguaneaX

x

x

Celtis spinosa

xx

xxCephalanthus glabratusX

x

xCestrum parquii

x

Chrysophyllum gonocarpum

x

x

Chrysophyllum marginatum

x

Citharexylun montevidense

x

xColletia paradoxa

x

xColletia spinossisima

x

xCupania vernalisX

x

xDaphnopsis racemosa

xDodonaea viscosaX

x

Enterolobium contortisiliquum

xxx

Erythrina crista-galli

xx

Eugenia unifloraX

x

xxEugenia uruguayensis

x

Fagara hiemalis

xx

Fagara rhoifolia

xx

Feijoa sellowianaX

x

Ficus luschnathiana

xx

x

Geoffroea decorticansX

xxxxGleditsia amorphoides

x

x

Guettarda uruguayensis

xHexachlamis edulis

xx

xxHeterothalamus alienusX

Ilex paraguayensis

x

Inga uruguensis

x

x

xIodina rhombifolia

xx

Lithraea brasiliensisX

x

xLithraea molleoides

xx

xxLonchocarpus nitidus

xx

Luehea divaricata

xx

xMaytenus ilicifolia

x

xMyrceugenia glaucescensX

xMyrcianthes cisplatensis

x

Myrcianthes pungensX

xx

Myrrhinium loranthoidesX

xNectandra memb.var.falcifolia

x

Nicotiana glauca

x

Ocotea acutifolia

x

Ocotea suaveolens

x

Parapiptadenia rigida

xxx

Parkinsonia aculeataX

xx

xPatagonula americana

x

Peltophorum dubium

x

x

Phoebe amoena

x

Phyllanthus sellowianus

x

xPoecilanthe parvifloraX

Pouteria gardnerianaX

x

Pouteria salicifoliaX

Prosopis algarrobillaX

xx

xProsopis nigra

x

xxPsidium cattleianum

xxQuillaja brasiliensis

x

x

Rapanea ferruginea

x

Rapanea laetevirens

x

Ruprechtia laxiflora

x

Ruprechtia salicifoliaX

xSalix humboldtiana

xxx

xSambucus australis

x

Sapium haematospermumX

x

xSapium montevidenseX

xx

Shcinus lentiscifolius

x

Schinus longifoluisX

xx

xSchinus molleX

xx

Scutia buxifolia

xx

Sebastiania brasiliensisX

xSebastiania klotzschianaX

xSesbania punicea

x

x

Tabebuia ipe

xxx

Terminalia australisX

xVitex megapotomica

x

x

Xylosma sp.X

3037482122362. Lneas de investigacin.El conocimiento actual del monte natural slo autoriza planteos tericos de aprovechamiento racional del recurso. Si bien existe un ncleo bsico de conocimiento, ste resulta a todas luces insuficiente, requirindose encarar un conjunto de investigaciones que posibiliten un uso sostenido del mismo.

2.1 El monte en s.

Se requiere un conocimiento profundo acerca de los componentes, las caractersticas y la dinmica del ecosistema monte natural a fin de poder prever y minimizar los impactos derivados de su aprovechamiento.

2.2 Los modelos de aprovechamiento.

Para llevar a la prctica los modelos tericos planteados en el presente trabajo, se necesita encarar diversas lneas de investigacin entre las que se destacan:

1) Investigacin tcnica en cuanto a los productos obtenibles del monte y sus procesos de industrializacin.2) Investigacin socio-econmica referente a la viabilidad de los modelos propuestos.3) Investigacin sobre manejo del recurso, incluyendo mtodos de inventario, ndices tcnicos y mtodos de manejo para cada modelo y combinacin de modelos.4) Inventario detallado del recurso.

3. Resumen.El monte natural, tradicional proveedor de lea, carbn y maderas para usos agropecuarios, puede convertirse en una importante fuente de ingresos y empleo, diversificando y complementando la explotacin agropecuaria, sin desmedro del cumplimiento de sus funciones de conservacin. Para que ello sea posible, se requiere encarar una serie de investigaciones que aporten la base tcnica imprescindible para lograr un uso sostenido y rentable del recurso. Pero ante todo, resulta necesario un cambio de mentalidad en cuanto al mismo, evitando los extremos de la explotacin extractiva y la preservacin pura, para incorporarlo como elemento de desarrollo del pas.

pgina siguientendiceSerie "Investigaciones" N 79 de CIEDUR Diciembre de 1990.

Inicio / Monte Indgena / Plantaciones Forestales / Fbricas de Celulosa Grupo GuayubiraMaldonado 1858 - Montevideo - Uruguaytel: (+598) 2413 2989 / fax: (+598) 2410 [email protected]

El bosque natural uruguayo: utilizacin tradicional y usos alternativos.Ricardo Carrerendicepgina anteriorANEXO No 1CARACTERISTICAS Y USOS DE LAS MADERAS INDIGENAS.Nombre cientfico: Acacia cavenNombre comn: EspinilloPorte:Arbol de 3-6 mts. de altura y 15-20 cms. de dimetro.Madera: Albura amarillenta y duramen color morado. Anillos de crecimiento demarcados. Veteado suave. Textura fina a mediana. Grano oblicuo.Peso especfico: 0.85-1.00Usos: Cabos de herramientas. Muy buena para lea y carbn.

Nombre cientfico: Acanthosyris spinescensNombre comn: Quebracho flojo.Porte: Arbol de 6-8 mts. de altura y 25-40 cms. de dimetro.Madera: Albura y duramen amarillo a castao muy claro. Anillos de crecimiento demarcados. Textura fina a mediana. Madera pesada, bastante resistente y elstica. Se trabaja bien y adquiere buena terminacin y lustre.Peso especfico: 0.84-0.90Usos posibles: Carpintera, ebanistera, tornera, cabos de herramientas. No tiene durabilidad para postes.

Nombre cientfico: Allophyllus edulisNombre comn: Chal chalPorte: Tortuoso y de poca altura: 2-6 mts. y dimetros de 20-30 cms.Madera: Albura y duramen blanco-amarillento con vetas rosadas. Anillos poco demarcados. Textura fina y homognea. Grano derecho. Madera semi-dura y medianamente pesada.Peso especfico: 0.70-0.78Usos posibles: Muy bueno para lea y carbn.

Nombre cientfico: Arthrosamanea polyanthaNombre comn: TimbPorte: Arbol de buena alturaMadera: Similar a Enterolobium contortisiliquum.Peso especfico: Similar a Enterolobium contortisiliquum.Usos posibles: Similar a Enterolobium contortisiliquum.

Nombre cientfico: Aspidosperma quebracho-blancoNombre comn: Quebracho blancoPorte: Arbol de fuste bastante recto. Altura de 12-15 mts. y dimetros de hasta 60 cms.Madera: Albura y duramen amarillentos a blanquecino-rosado. Anillos escasamente demarcados. Veteado espigado suave, muy poco marcado. Brillo suave. Textura fina y grano oblicuo a entrelazado. Madera dura y pesada, resistente, fcil de trabajar y adquiere buen pulido.Peso especfico: 0.84-0.95Usos posibles: Tornera, hormas y tacos de zapatos, mangos de herramientas, morteros, rodillos para pastas de harina, carpintera, carrocera (cajas de carros, varas, camas y masas de ruedas), parquet, durmientes de ferrocarril (con preservantes), mueblera, revestimientos, carreteles en hilandera, bateas de teir, perchas, pedestales de trofeos, piezas de ajedrez, bolos, estribos de monturas, etc. Muy buen carbn.

Nombre cientfico: Bauhinia candicansNombre comn: Pata de vaca, pezua de vaca, caoba del pas.Porte: Arbol de hasta 15 mts. de altura pero de poco dimetro.Madera: Albura y duramen color castao rosado a ocre. Anillos de crecimiento poco demarcados. Textura fina y grano derecho a entrelazado. Veteado similar al de la caoba. Madera semi-dura y semi-pesada.Peso especfico: 0,63-0,70Usos posibles: Ebanistera.

Nombre cientfico: Blepharocalyx tweedieiNombre comn: Arrayn.Porte: Arbol de pequeo porte. Altura de 3-6 mts. y dimetro fino.Madera: Albura y duramen castao claro, con tonos grises. Anillos poco demarcados. Textura muy fina y grano oblicuo a derecho. Madera pesada a muy pesada, de buena calidad, slida y resistente.Peso especfico: 0.96-1,10Usos posibles: Lea y carbn.

Nombre cientfico: Celtis spinosaNombre comn: TalaPorte: Arbol de 6-8 mts. de altura y 20-30 cms. de dimetro.Madera: Albura blanca y duramen castao claro a amarillo-ocr ceo. Anillos demarcados. Veteado levemente marcado. Madera medianamente dura, semipesada, bastante flexible, fuerte, resistente y fcil de trabajar.Peso especfico: 0,68-0,75.Usos posibles: Carpintera, carretera (mazas de carro), cabos de herramientas, de rebenques, etc. Para postes tiene poca durabilidad.

Nombre cientfico: Cephalanthus glabratusNombre comn: Sarand colorado.Porte: Pequeo rbol, muy ramificado, de 3-6 mts. de altura.Madera: Madera de color amarillento, blanda y elstica.Peso especfico: s.i.Usos posibles: Piques y cabos de herramientas.

Nombre cientfico: Chrysophyllum gonocarpum.Nombre comn: Aguay.Porte: Arbol de mediano a buen tamao, de 10-12 mts. de altura.Madera: Duramen castao claro, con matiz rosado. Textura fina. Grano derecho. Madera liviana a semipesada. Buena para tallar y tornear.Peso especfico: 0,65-0,72Usos posibles: Carpintera, tornera, talla.

Nombre cientfico: Chrysophyllum marginatumNombre comn: Aguay.Porte: Arbol de mediana altura.Madera: Caractersticas similares a la anterior. Alto tenor en slice.Peso especfico: s.iUsos posibles: Carpintera, tornera, talla. Por su alto tenor en slice se recomienda ensayarlo en usos marinos o acuticos por su resistencia a moluscos y crustceos.

Nombre cientfico: Citharexylum montevidense.Nombre comn: TarumnPorte: Arbol de hasta 15 mts. de altura y 80 cms. de dimetro.Madera: Albura blanco-amarillenta y duramen blanco-ocrceo a amarillento con vetas oscuras. Anillos poco demarcados. Textura fina y grano derecho. Madera de elevada densidad, muy dura, elstica, fcil de trabajar, pulir y lustrar. No resiste bien a la intemperie.Peso especfico: 0,83-0,87.Usos posibles: Carpintera de interiores (similar a la teca), trabajos de talla, cabos de herramientas, arcos para deportes.

Nombre cientfico: Cupania vernalis.Nombre comn: Cambuat.Porte: Arbol de 6-10 mts. de altura.Madera: Leo de color castao amarillento, con matiz rosado. Anillos poco demarcados. Textura fina y grano derecho. Algo pesada, de fibra compacta, resistente y fcil de trabajar.Peso especfico: 0,69-0,77Usos posibles: Carpintera, tornera, cabos de herramientas. Muy apreciada para fabricar hormas de calzado. Da buen carbn.

Nombre cientfico: Dodonaea viscosaNombre comn: Chirca de monte.Porte: Pequeo rbol o arbusto de 3-5 mts. de altura y 10-15 cms. de dimetro.Madera: Albura y duramen amarillentos. Anillos casi no visibles. Madera dura y pesada.Peso especfico: 1,10-1,20Usos posibles: Lea y postes de alambrado.

Nombre cientfico: Enterolobium contortisiliquumNombre comn: Timb, oreja de negro, pacar.Porte: Arbol de gran desarrollo.Madera: Albura blanco amarillenta y duramen castao oscuro a rojizo. Anillos de crecimiento demarcados. Textura mediana a gruesa. Grano derecho a oblicuo. Brillo plateado suave. Madera blanda y liviana, con tendencia a muy liviana, flexible. Similar al cedro.Peso especfico: 0,34-0,42Usos posibles: Carpintera de interiores (revestimientos, persianas, zcalos, estanteras, etc.) y corriente. En Argentina se la usa para tejuelas, colmenas, cubiertas de embarcaciones, piraguas, cajonera, atades ordinarios, parquet, mueblera, pasta para papel, maderas compensadas.

Nombre cientfico: Erythrina crista-galliNombre comn: Ceibo.Porte: Comunmente rbol de 3-8 mts., pero puede llegar a 20 mts. de altura y 40 cms. o m s de dimetro.Madera: Albura blanco amarillenta y duramen blanco rosado. Anillos no demarcados. Textura muy gruesa y homognea. Madera blanda y muy liviana.Peso especfico: 0,23-0,30Usos posibles: Boyas, salvavidas, tarugos, colmenas, armazones de monturas, aparatos ortopdicos, bateas, canoas, balsas para jangadas, madera para escultura.

Nombre cientfico: Eugenia unifloraNombre comn: Pitanga, angapir.Porte: Arbol pequeo a mediano, que puede llegar a 10 mts. de altura y 30 cms. de dimetro.Madera: Duramen ocre, con vetas rosadas. Textura fina. Madera muy pesada, bastante elstica y resistente.Peso especfico: 1,10-1,20Usos posibles: Mueblera, cabos de herramientas, tornera, lea y muy buen carbn.

Nombre cientfico: Eugenia uruguayensis.Nombre comn: Guayabo blanco.Porte: Arbol de hasta 8 mts. de altura y 40 cms. de dimetro. Madera: Albura amarillo plido y duramen rosado amarillento. Anillos poco demarcados. Textura fina y grano oblicuo. Madera dura y pesada, bastante atacable por taladros.Peso especfico: 0,90-1,00.Usos posibles: Postes y piques (preservados). Muy buen carbn.

Nombre cientfico: Fagara hiemalis.Nombre comn: Tembetar.Porte: Arbol de 5-8 mts. de altura y 25-30 cms. de dimetro.Madera: Duramen castao rosado muy atractivo. Anillos demarcados. Textura fina a mediana y grano derecho. Madera semipesada a pesada, muy resistente.Peso especfico: 0,82-0,90.Usos posibles: Mueblera, tornera, tallado y cabos de herramientas.

Nombre cientfico: Fagara rhoifolia.Nombre comn: Tembetar.Porte: Arbol de 5-8 mts. de altura y hasta 45 cms. de dimetro.Madera: Duramen amarillento. Anillos demarcados. Textura fina a mediana y grano derecho. Madera semipesada, muy resistente.Peso especfico: 0,66-0,70Usos posibles: Mueblera, construcciones, carrocera, carpintera, tornera, tallado y cabos de herramientas.

Nombre cientfico: Feijoa sellowiana.Nombre comn: Guayabo del pas.Porte: Arbol de 6 a 7 mts. de altura.Madera: Blanco-rojiza, elstica, dura y pesada.Peso especfico: s.i.Usos posibles: s.i.

Nombre cientfico: Ficus luschnathiana.Nombre comn: Higuern.Porte: Arbol grande de m s de 10 mts. de altura y hasta 80 cms. de dimetro.Madera: Albura y duramen castao muy claro. Anillos no demarcados. Textura mediana a gruesa. Madera blanda y liviana, porosa.Peso especfico: 0,43-0,50Usos posibles: Carpintera de interiores.

Nombre cientfico: Geoffroea decorticans.Nombre comn: Chaar.Porte: Arbol de 4 a 6 mts. de altura y escaso dimetro.Madera: Albura blanco amarillenta y duramen castao claro. Anillos no demarcados. Brillo pronunciado y atractivo veteado. Textura fina a mediana. Grano derecho a oblicuo. Madera semidura y semipesada. Se trabaja bien.Peso especfico: 0,58-0,65Usos posibles: Postes (buena duracin), cabos de herramientas, talla. En Argentina se le utiliza en carpintera, construcciones rurales, tranqueras, represas, yugos de arados, estribos (y otras aplicaciones en talabartera), cajonera, carrocera (prtigos, varas, balancines). Buena lea y carbn.

Nombre cientfico: Gleditsia amorphoides.Nombre comn: Espina corona, corond.Porte: Arbol de 7 a 10 mts. de altura.Madera: Albura blanco amarillenta y duramen castao rojizo con matices violceos. Anillos medianamente demarcados. Veteado fino y atractivo. Textura fina a mediana y grano oblicuo. Madera dura y pesada, muy flexible, medianamente resistente, que presenta ciertos inconvenientes de trabajabilidad, con dificultad para clavar y aserrar.Peso especfico: 0,85-0,90Usos posibles: Cabos de herramientas, tornera, parquet, marcos de puertas y ventanas, carrocera, tirantera, etc. Se apolilla con facilidad.

Nombre cientfico: Hexachlamis edulis.Nombre comn: Ubajay.Porte: Arbol de 8 mts. de altura y hasta 30 cms. de dimetro.Madera: Albura y duramen de color claro, con tonalidades rojizas. Anillos poco demarcados. Brillo suave. Textura fina y grano derecho. madera algo pesada, bastante flexible, resistente y dura (dependiendo del sitio).Peso especfico: 0,70-0,78Usos posibles: Cabos de herramientas, lea y carbn.

Nombre cientfico: Heterothalamus alienus.Nombre comn: Romerillo.Porte: Arbusto de 2 a 3 mts. de altura.Madera: Albura castao claro y duramen ms oscuro, a veces rojizo. Anillos apenas demarcados. Madera bastante dura y pesada.Peso especfico: 0,90-1,00Usos posibles: Cabos de herramientas, tallado, lea.

Nombre cientfico: Inga uruguensis.Nombre comn: Ing.Porte: Arbol de hasta 10 mts. de altura.Madera: Color castao claro (color roble). Anillos escasamente demarcados. Vetas grises bien visibles. Textura mediana y grano oblicuo a entrelazado. Madera semidura y semipesada, fcil de trabajar con diseo atractivo. De mucha duracin en el agua.Peso especfico: 0,58-0,68Usos posibles: Mueblera, carpintera fina, culatas de armas, tallado, parquet, puertas y ventanas.

Nombre cientfico: Iodina rhombifolia.Nombre comn: Sombra de toro.Porte: Arbol pequeo, de 5-6 mts. de altura y 25-30 cms. de dimetro.Madera: Albura y duramen amarillentos a ocre, con vetas visibles de matiz rosado. Anillos poco demarcados. Textura fina. Madera semidura y medianamente pesada, compacta y elstica.Peso especfico: 0,82Usos posibles: Tornera, cabos de herramientas, yugos (antes de labrarla se la sumerge en agua durante un da, donde se endurece y adquiere resistencia).

Nombre cientfico: Lithraea brasiliensis.Nombre comn: Aruera.Porte: Arbol de poca altura: 3-6 mts.Madera: Albura blanco rosada y duramen castao claro con matiz verdoso. Anillos irregularmente demarcados. Veteado suave. Textura fina y grano oblicuo. Madera dura, pesada a muy pesada.Peso especfico: 0,98-1,17Usos posibles: Postes, construcciones rurales. Lea y carbn.

Nombre cientfico: Lithraea molleoides.Nombre comn: Aruera.Porte: Arbol de hasta 8-10 mts. de altura.Madera: Similar a Lithraea brasiliensis.Peso especfico: idem.Usos posibles: idem.

Nombre cientfico: Lonchocarpus nitidus.Nombre comn: Lapachillo.Porte: Arbol de 10-14 mts. de altura.Madera: Duramen ocre amarillento con veteado bien visible. Anillos no demarcados. Textura mediana a fina y grano derecho. Madera medianamente pesada. Fcil de trabajar.Peso especfico: 0,68-0,74Usos posibles: Construcciones (galponera), carpintera, tornera.

Nombre cientfico: Luehea divaricata.Nombre comn: Francisco Alvarez, sota caballo, azoita cabalho, caobet.Porte: Arbol de 12 a 18 mts. de altura y hasta 1 mt. de dimetro.Madera: Albura y duramen castao rosado a amarillo ocrceo. Anillos escasamente demarcados. Brillo y veteado suave. Textura fina a mediana. Grano derecho. Medianamente dura y semipesada. Fcil de trabajar.Peso especfico: s.i. Usos posibles: Muy buscada para carpintera y mueblera. Se emplea mucho para sillas, arreos, monturas, ltigos, tornera, tallado, culatas de fusil, zuecos y tacos de calzado. Muy buena para tornera y esculturas, as como para la industria del laminado por su facilidad para debobinar.

Nombre cientfico: Myrceugenia glaucescens.Nombre comn: Murta, multa, oliveta.Porte: Arbusto de 3-4 mts. de altura.Madera: Blanca, compacta, elstica y liviana.Peso especfico: s.i.Usos posibles: s.i.

Nombre cientfico: Myrcianthes cisplatensis.Nombre comn: Guayabo colorado.Porte: Arbol de 5-6 mts. de altura y 30-40 cms. de dimetro.Madera: Albura blanca y duramen rosado oscuro. Anillos poco demarcados. Brillo suave y veteado liso. Textura muy fina. Grano oblicuo a entrelazado. Madera muy pesado y flexible.Peso especfico: 1,26-1,30Uso posibles: Carpintera, cabos de herramientas, de rebenques, bastones, tornera.

Nombre cientfico: Myrcianthes pungens.Nombre comn: Guabiy.Porte: Arbol de escasa a mediana altura.Madera: Albura ocre crema y duramen rosado con matices ocre. Anillos irregularmente demarcados. Textura muy fina. Madera muy pesada.Peso especfico: 1,00-1,25Usos posibles: Tornera, cabos de herramientas.

Nombre cientfico: Myrrhinium loranthoides.Nombre comn: Palo de fierro, socar.Porte: Arbol de 6-8 mts. de altura y hasta 20 cms. de dimetro.Madera: Albura castao oscura con vetas moradas y duramen escaso, oscuro, a veces casi negro. Anillos no demarcados. Textura muy fina. Grano oblicuo a entrecruzado. Madera muy dura y muy pesada, bastante elstica, muy durable.Peso especfico: 1,20-1,25Usos posibles: Buena lea y carbn.

Nombre cientfico: Nectandra membranacea var. falcifolia.Nombre comn: Laurel min.Porte: Arbol de 12-15 mts. de altura y hasta 1 mt. de dimetro.Madera: Color amarillento olivceo, algo ms oscuro en el duramen que en la albura. Anillos escasamente demarcados a no visibles. Veteado suavemente demarcado. Textura mediana a fina. Grano derecho. Madera blanda y liviana.Peso especfico: 0,45-0,52Usos posibles: Carpintera y mueblera de calidad.

Nombre cientfico: Ocotea acutifolia.Nombre comn: Laurel.Porte: Arbol de hasta 15 mts. de altura y 60 cms. de dimetro.Madera: Albura ocre y duramen parduzco con matices ocre-amarillento. Anillos de crecimiento demarcados. Veteado atractivo. Textura fina a mediana. Grano oblicuo a derecho. Madera de mediana densidad, que se pule con facilidad. Madera blanda pero resistente.Peso especfico: 0,53-0,58Usos posibles: Mueblera, carpintera de interiores, ebanistera, culatas de armas.

Nombre cientfico: Ocotea suaveolens.Nombre comn: Laurel amarillo.Porte: Arbol de 12 o m s mts. de altura y 50 cms. de dimetro.Madera: Albura amarillenta y duramen oscuro. Textura fina. Madera de mediana densidad.Peso especfico: 0,53-0,58Usos posibles: Los mismos que Ocotea acutifolia.

Nombre cientfico: Parapiptadenia rigida.Nombre comn: Angico.Porte: Arbol de 12-15 mts de altura y 40-60 cms. de dimetro.Madera: Albura blanco rojiza y duramen castao rojizo. Anillos poco demarcados. Veteado pronunciado, tendiendo a espigado. Brillo suave. Textura fina. Grano oblicuo a entrelazado. Madera pesada, dura, tenaz y prcticamente incorruptible. Su dureza y grano entrelazado dificultan el aserrado.Peso especfico: 0,90-1,05Usos posibles: Postes, horcones, carpintera, mueblera, vigas, pisos, marcos de aberturas. Es una de las mejores leas, que da mucho calor y poco humo.

Nombre cientfico: Parkinsonia aculeata.Nombre comn: Cina cina.Porte: Arbol de 4-6 mts. de altura.Madera: Albura blanco amarillenta y duramen castao claro. Anillos no demarcados. Brillo pronunciado y atractivo veteado. Textura fina a mediana. Grano derecho a oblicuo. Madera semidura y semipesada. Se trabaja bien.Peso especfico: 0,58-0,65Usos posibles: Postes, cabos de herramientas, tallado. Buena lea y carbn.

Nombre cientfico: Patagonula americana.Nombre comn: Guayubira.Porte:Arbol de hasta 15 mts. de altura y 60-70 cms. de dimetro, de fuste recto.Madera: Albura blanco amarillenta y duramen variable entre castao claro a castao oscuro a ocre. En el centro suele presentar una zona oscura llamada "falso corazn". Anillos medianamente demarcados. Veteado atractivo y brillo plateado. Textura fina y grano derecho a oblicuo. Madera dura, pesada, resistente, flexible, imputrescible bajo tierra. Se trabaja con facilidad y adquiere buen pulido.Peso especfico: 0,78-0,90Usos posibles: Mueblera fina, carpintera, carrocera, tonelera, tornera, aberturas, pisos, remos, durmientes, fabricacin de armas, cabos de herramientas, raquetas de tenis, arcos para deportes, tacos para billar, paralelas, trampolines, tacos y hormas de zapatos, postes, etc.

Nombre cientfico: Peltophorum dubium.Nombre comn: Ibirapit.Porte: Arbol grande, de hasta 25 mts. de altura y 35 cms. de dimetro.Madera: Albura rosado cenicienta y duramen castao amarillento a castao rojizo claro. Anillos poco demarcados. Brillo suave. Textura mediana y grano oblicuo a entrelazado. Veteado espigado similar a la caoba. Madera semidura y semipesada a pesada. Se trabaja y se pule bien. Poca duracin a la intemperie.Peso especfico: 0,74-0,90Usos posibles: Ebanistera, tornera, bastones, carpintera fina, carrocera, puertas y ventanas, mueblera, tonelera, pisos, revestimientos decorativos de interiores.

Nombre cientfico: Phoebe amoena.Nombre comn: Laurel blanco.Porte: Arbol de hasta 15 mts. de altura y 60 cms. de dimetro.Madera: Albura y duramen ocre. Anillos medianamente demarcados. Textura mediana y grano oblicuo a entrecruzado. Madera semipesada, blanda y fcil de trabajar.Peso especfico: 0,66-0,78Usos posibles: Muebles, decoracin de interiores y ebanistera.

Nombre cientfico: Poecilanthe parviflora.Nombre comn: Lapachillo.Porte: Arbol de 4-6 mts. de altura.Madera: Duramen castao verdoso con extensas zonas parduzcas. Anillos demarcados. Textura mediana a fina y grano derecho. Madera pesada, dura, poco elstica y de muy larga duracin.Peso especfico: 0,90-0,98Usos posibles: Construcciones, carpintera, tornera.

Nombre cientfico: Pouteria gardneriana.Nombre comn: Mataojo colorado o aguay.Porte: Arbol de 5-6 mts. de altura.Madera: Albura y duramen castao claro, con matices amarillentos. Textura mediana a fina. Madera pesada. Elevado contenido de slice.Peso especfico: 0,83-0,92Usos posibles: s.i.

Nombre cientfico: Pouteria salicifolia.Nombre comn: Mataojo.Porte: Arbol de 5-7 mts. de altura y dimetro de hasta 30-35 cms.Madera: Duramen castao amarillento. Anillos no demarcados. Textura fina y grano oblicuo. Madera semipesada con elevado contenido de slice.Peso especfico: 0,68-0,70Usos posibles: Postes (descarnados) y carbn de lea (como lea produce mucho humo).

Nombre cientfico: Prosopis algarrobilla.Nombre comn: andubay.Porte: Arbol de 6 mts. de altura y hasta 50 cms. de dimetro.Madera: Albura blanco amarillenta y duramen castao rojizo a castao oscuro. Anillos poco demarcados. Veteado apreciable. Textura fina a mediana y grano entrecruzado. Madera dura, pesada a muy pesada, muy compacta, poco elstica, imputrescible bajo tierra, de larga duracin bajo agua,