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El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

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Page 1: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

SOL TAX

(JGITÁVO2aí

MK emOHIl INDIGEM DE GlIlTEHilA

TOMO n

cminauo 2e ^nte^taeíón ^oeiat C^uatemaheca

RIO DE EDUCACIÓN

Page 2: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

PUBUGAGIONES

DEL SEMINARIO

1 Varios Autorts,

Cultura Indígena de Guatemala. En-

sayos de Antropología Social.

2 Richard N. Adams,

Encuesta sobre la Cultura de los

Ladinos en Guatemala. (Agotada).

3 Varios Autores,

Integración Social en Guatemala,

Vol. I. (Agotada).

4 Charles Wagley,

Santiago Chlmaltenango. Estudio

antropológico social de una comu-

nidad indígena de Huehuetenango.

5 Franz Termer,

Etnología y Etnografía de Gua-temala.

6 Varios Autores,

Economía de Guatemala.

7 John Gillin,

San Luis Jilotepeque. La seguridad

del individuo y de la sociedad en

la cultura de una comunidad gua-

temalteca de indígenas y ladinos.

8 Otto Stoll,

Etnografía de Guatemala. Estudio

de las áreas lingüisticas del país.

9 Varios Autores,

Integración Social en Guatemala.

Vol. n.

10 Charles Wisdom,Los Chortis de Guatemala. Estudio

etnográfico de una región guate-

malteca.

1

1

Valentín Solórzano F.,

Evolución Económica de Guatemala.

Rohert Ewald,

Bibliografía comentada sobre An-tropología Social. 1900-1955. (Ago-Uda).

[pasa a la otra solapa]

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EL CAPITAUSMO DEL CENTAVO

UNA ECX>NOMIA INDÍGENA DE GUATEMALA

i .H Capitalismo - Tomo H

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Page 5: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

rARIO DE INTEGRACIÓN SOCIAL. GUATEMALTECA

Publicación N? 12

bJo Consultivo:

Secretario General;

Jorge Skinner Klce

Juan de Dios Rosales

David Vela

Hugo Cerezo Dardón

Vicente Díaz Samayoa

Adolfo Molina Orantes

Jo^é Rolz Bennet

Ernesto Chinchilla Aguilar

Jefe de publicaciones:

Flavio Rojas Lima

Page 6: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II
Page 7: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

SOL TAX

c^í da^itaíismo

dad \LatttauoUNA economía indígena DE GUATEMAIA

TOMO II

Colección luis Lujen MuftozUniversidad Francisco Marroqufn

www.ufm.edu - Guatemala

CENTRO EDITORIAL "JOSÉ DE PINEDA IBARRA"Ministerio de Educación Pública — Guatemala, C. A.

19 6 4

Page 8: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II
Page 9: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

Th*ULO ORIGINAL DE ESTA OBRA

PENNY CAPITALISM

A GUATEMALAN INDIAN ECONOMY

Derechos Reservados

Page 10: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

Digitized by the Internet Archive

in 2010 with funding from

Universidad Francisco IVIarroquín

http://www.archive.org/details/elcapitalismodel02soltguat

Page 11: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

CRIANZA DE ANIMALES

En comparación con la agricultura, la cría de animales carece

de importancia en Panajachel. Además, es antieconómica, como se

demostrará más adelante. Aunque cierta o ciertas familias conta-

ron en una ocasión con ovejas y muías, las cuales pastaban en tierras

en el exterior de Panajachel, el número de dichos animales nuncaíue alto. Un recuento (cuadro número 40) hecho en 1940 indica queel orden de los números es tal que ninguna familia depende de la

crianza de animales para ganarse la vida. Actualmente (cuadro nú-

mero 41), 38 familias no poseen animales de ninguna especie; otras

36 sólo tienen perros o gatos; y de las restantes 81, 4 tienen sólo

cabaUos o muías no productivos (además de perros). En general,

cuanto más rica es la familia (cuadro número 80), más animalesdomésticos posee. Los indígenas "foráneos", en su mayoría artesa-

nos residentes en el centro del poblado, casi no tienen animales, conexcepción de caballos, perros y gatos. Entre los panajachelenses, 24familias que no poseen ningún animal quedan comprendidas entre

los grupos que poseen el mínimo de tierras. La mitad de las unidadesdomésticas posee gallinas u otras aves de corral; un poco más dela quinta parte tiene cerdos. En ambos casos, las familias ricas entierras tienden a poseer más que las pobres. Son relativamente

pocas las personas que poseen vacas, caballos, cabras, muías yovejas; estas personas se encuentran en los niveles más altos dela riqueza. Ninguna persona comprendida en el cuarto inferior dela riqueza es propietaria de tales animales. Tres cuartas partes de las

familias panajachelenses poseen perros, gatos, o ambas especies; ytambién aquí el número varia de acuerdo con la extensión de las

tierras.

Aves de corral

Casi cualquier indígena al ser interrogado contestará que "toda

ama de casa tiene sus gallinas". Por tanto, es significativo que, enrealidad, 95 de 155 casas no las tengan, y que sólo 24 tengan gruposde 15 o más aves; una de estas familias posee 44 aves, lo cual cons-

tituye el máximo.

Las gallinas, que se mantienen en pequeños gallineros provistos

de pértigas para que duerman, a menudo andan libremente durante

313

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314 SOL T A X

CUADRO Nf 40

VALOR DE LOS ANIMALES DOMÉSTICOS EN PROPIEDAD

Clase NúmeroPromedio valor

(cada uno) Valor total

Pollos 365Gallinas y gallos 445Patos 14

Palomas 22Cerdos 40Cabras 14Ovejas 13Novillos 8Vacas 8Terneros 8Conejos 6Cuyos 10Abejas de colnnena 14Abejas silvestres 4Caballos y muías 20Perros 198Gatos 61

Total

I 0.10

.20

.75^

.50*

2.50

1.50

1.12

7.50

13.504.00.20*

.10*

1.00'

.10»

12.50.30

.10

Q 36.50

89.00

5.25

5.50

100.00

21.0014.6060.00108.0032.00

.60

.50

14.00.40

250.0059.406.10

Q802.85

Por par.

Por colmena.

él día, excepto cuando todos los habitantes de la casa están ocu-

pados en los huertos o han ido al mercado. Se les da maíz una vezal día, por lo menos, y frecuentemente se les da dos veces. Empollarhuevos requiere especial cuidado, y la técnica (así como las prácticasmágicas) de la crianza de gallinas es laboriosa. También se críanpatos y cierta clase de palomas. Hay otra paloma que se capturaen estado silvestre, o más comúnmente se compra enjaulada, paracortarle las alas cuando se acostumbra a la casa, a fin de que puedaandar libre por el patio. En ocasiones se permite que estas palomassilvestres se multipliquen en la casa. Es probable que las mujeres y losniños, que destinan algunos minutos en cada ocasión al cuidado delas aves, sólo inviertan una hora semanal más o menos en tal cuidado.

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EL CAPITALISMO DEL CENTAVO 315

En vista de que son animales importantes según la creencia yla costumbre, y de que se supone que una buena ama de casa debetenerlos, resulta digno de atención el hecho de que no haya pavosen Panajachel y las gallinas sean escasas; también es de advertir

que tal hecho coincide con otro: no es redituable criar gallinas en

el poblado. Un informante cuidadoso estimó que sus dos gallos ysus 17 gallinas y pollos consumieron 480 libras de maiz en 1936,

por valor de Q6; durante el año perdió cuatro pollos, que valían

40 centavos. Por tanto, sin contar el tiempo invertido en cuidar las

aves, construir el gallinero, etcétera, el costo fue de Q6.40. Al mismotiempo, el valor de las aves aumentó (por crecimiento natural) enQ1.60 (contando los cuatro polluelos que murieron), y hubo unaproducción de 360 huevos por valor de Q4.50, para hacer un total

de Q6J0, con una pérdida neta de 30 centavos. Los datos de otros

informantes contribuyen a poner en claro que, en el mejor de los

casos, la crianza de pollos no arroja pérdidas ni ganancias. Unafamilia que poseia 5 gallos, 16 gallinas y 18 pollos, informó casual-

mente que en conjunto consumían dos libras de maíz diarias (por

valor de Q9 al afto), y aumentaba Q3.40 de valor al año, en tanto

que producía de 4(X) a 500 huevos (que producían de Q5 a Q6.25).

Otra familia poseia 6 gallinas e informó que cada una ponía 18 hue-

vos mensuales durante 6 meses, con un valor total de Q8.10 (648

huevos) al año; en cambio, el grupo consumía dos libras diarias

de maiz, por valor de Q9.12 al año.

Parece ser que los indígenas saben que no es productivo criar

gallinas, lo cual quizá explica por qué muchos de ellos no lo hacen.

Ciertamente, no crían pavos por esa razón, pues con frecuencia dicen

que los mismos comen tanto como un cerdo, mientras que las gallinas

son delicadas y a menudo enferman y mueren. Empero, aparte de

sentir que una casa no es completa sí en ella no hay gallinas, existe

una razón reconocida que hace deseable su crianza: durante la esta-

ción de las lluvias, cuando el dinero escasea y el maíz debe ser com-prado, la venta de gallinas constituye una fuente de ingreso, con

carácter de emergencia. El 15 de agosto de 1936, el señor Rosales

escribió en su diario que muchas mujeres estaban vendiendo gallinas

para poder comprar maíz y azúcar, porque el dinero estaba escaso:

"Todas las cebollas se vendieron; sólo queda el ajo, pero su precio

ha bajado". Un indígena informó antes del Día de los Santos quehabía ido a Solóla a vender gallinas, a fin de poder comprar cosas

para la fiesta. Con frecuencia observamos, cuando se intensificaba

la necesidad de dinero, que se ofrecía a la venta una gallina o un

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316 S O L T A X

gallo. Cuando hicimos notar a los indígenas que la crianza de galli-

nas no era aconsejable para ellos, su respuesta más frecuente fue

que es bueno tener gallinas para venderlas cuando se necesita dinero.

Cerdos

En Panajachel no se crían cerdos, pero se les compra jóvenes

y se les engorda para la venta. De las 29 familias que estaban engor-

dando cerdos en 1936, 11 tenían dos de esos animales cada una yninguna tenía más de dos. Un cerdo de 8 meses de edad, comprado

al precio de un quetzal,93 se vende siete u ocho meses más tarde a unprecio que varía entre 3 y 6 quetzales; al venderlo se compra otro cerdo

joven para reemplazarlo. Como las casas están rodeadas por los

huertos, rara vez se deja en libertad a los cerdos; en consecuencia,

su dieta consiste principalmente en maíz y desperdicios de la cocina.

El ama de casa y los niños probablemente invierten una hora sema-

nal en el cuidado de los cerdos. Por cierto, estos animales constitu-

yen un negocio muy pobre. Algunos de los indígenas que se dancuenta de ello, aducen esta razón para explicar por qué no los crían.

Otros, aunque saben que los cerdos no son remuneradores, puedenno darse cuenta de cuánto pierden y los engordsm como medio de

invertir dinero cuando el maíz abunda, para venderlos cuando el

dinero escasea. Un indígena rico que tenía dos cerdos estimó quelos mismos consumí£in 1400 libras de maíz (con un valor de Q17.50)

y 10 de sal (con un valor de 15 centavos) durante el período deengorde. Además, invirtió un quetzal en construir una caponera y26 centavos en castrar y conservar ssinos a los animales. No conta-

bilizó el costo adicionad de los lazos, que siscendió a 24 centavos, ni

el valor del tiempo invertido. Incluyendo el costo original de los

animales (no así el valor del tiempo empleado), había invertido

Q20.15 al terminar el período de engorde; en cambio, los cerdos nollegaron a valer sino la mitad de la suma indicada. Este hombre,que cultivaba su propio maíz, quizá no calculó sus pérdidas; porcierto, el factor del ahorro no intervenía en este caso, pues se trataba

de un hombre rico que disponía de dinero efectivo corrientemente.

El señor Juan Rosales recuerda que cuaindo era joven en su rica

casa paterna se dedicaron en una ocasión a criar cerdos; cuando

93 Por lo general se compran en Solóla, pero algunas veces se consiguen más bara«tos en cualquier otra parte. En 1940 me dijeron que se vendían al precio de 40 cen-tavos en la feria anual de Chichicastenango. Un panajachelense, por lo menos, fue aeste pueblo a comprar un cerdo.

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EL CAPITALISMO DEL CENTAVO 317

tenían dos o tres, la cantidad de maíz consumida por los cerdos noera muy notoria; en cambio, cuando el número se aproximaba a la

docena, observaron que la existencia de maíz mermaba con rapidez,

por lo cual hicieron algunos cálculos, y nunca volvieron a criarlos.

En mis notas hay otros casos similares. Muchos indígenas sabenque un cerdo consume 3 6 4 libras de maíz diarias durante 8 meses,lo cual hace que su crianza no produzca ganancia. Un joven indígena,

miembro de una casa pobre, aprendió una lección en 1941. El primerode noviembre de 1940 me dijo orgullosamente que tenía un cerdo

en engorde. Le había costado Ql, y al cabo de 4 ó 6 meses valdría

Q4. Pensaba que se trataba de una buena práctica: "No es buenoque la gente consuma diariamente todo su maíz; se da algo al cerdo,

éste crece y se obtiene dinero. No se nota el gasto diario de maíz;pero más tarde, cuando se necesita dinero, se obtiene una cantidad

grande". Dijo que el cerdo consumía 3 libras de maíz al día. Sinembargo, cuando calculamos el costo (cosa que él no había hecho)

quedó sorprendido. El cerdo consumiría en 6 meses maíz por valor

de Q6.50. No obstante, continuó pensando que era una manera buenade ahorrar dinero. El 11 de enero se quejó de que sólo le ofrecían

Q1.50 por el cerdo (a pesar de que 3 semanais antes había rehusadovenderlo por Q3, porque ya estaba csisi gordo). El 5 de febrero medijo que el cerdo pesaba 150 ó 175 libras, pero no tenía demanda,pues todos los destazadores estaban yendo a Atitlán a comprar. Fi-

nalmente, el 23 de marzo vendió el animal, por Q3, a un carnicero

locaL Dijo que estaba cansado de darle maíz en espera de un buenprecio. El comprador destazó el cerdo una semana después y lo en-

contró enfermo, por lo cual el joven indígena tuvo que devolverle

la mitad del precio que había percibido. Juró que jamás volvería

a comprar cerdos.

Cabras y ovejas

Las cabras se compran al precio de Ql, más o menos, cuandoson jóvenes, y se venden al doble cuando desarrollan. De la mismamanera, las ovejas jóvenes cuestan 75 centavos, y las adultas Q1.50.

Aunque en el pasado estos animales se destinaban algunas veces ala reproducción, actualmente sólo se compran para engorde, lo

mismo que los cerdos. Las cabraus no se esquilan; las ovejas,

ocasionalmente, y la lana se vende o se utiliza para hacer almohadasen casa. Como ambas especies pastan en el cauce del río, a la

orilla de los caminos y en las colinas, en realidad el único gasto

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3ia S o L T A X

que ocasionan es el que representa el valor del tiempo que se distrae

incidentalmente de otros menesteres, para dedicarlo a prestarles

atención; tal tiempo no excede, digamos, de tres horas a la semana.

De cuando en cuando se da a las ovejas el agua de la masa del

maúz que sobra en la cocina, pero ésta no tiene valor monetario. Engeneral, probablemente se gana o se pierde poco con el engorde

de cabras y ovejas.

Ganado vacwno

Por lo menos cuatro de las seis familias que poseen vacas (una

de ellas tiene tres) son propietarias de un ternero cada una. Las

vacas se ordeñan, se venden de preferencia a los ladinos, y también

se destinan a la reproducción (para lo cual todas las lecherías, con

excepción de una, deben tomar alquilado un toro, por lo general

de un ladino).

Se compran toretes y novillos de un año de edad, para engor-

darlos y venderlos; con frecuencia se capa a los toretes en engorde

(por medio de un castrador profesional). Un ternero que se ha

comprado por Q5 dupUca su valor a los dos años, cuando está a

punto para la venta. Una ternera cuesta Q7; una vaca lechera Q20.

Un ternero de corta edad vale Q3 y, por supuesto, aumenta de precio.

El ganado pasta en los campos durante el día y es llevado al

patio de la casa en la noche; este es un trabajo que los varones

adultos, los muchachos o los ancianos ejecutan incidentalmente,

mientras llevan a cabo cualquier otro. Como dijo un informante,

tales animales "son buenos para un anciano rico, como Nicolás

Chivalán, quien no puede trabajar duro y, en cambio, dirige a sus

mozoSy cuida de sus vacas y hace algunas cosas más". Sin embargo,las vacas reciben cuidados especiales, particularmente cuando están

criando. Cada una de las familias que engordan novillos invierte

20 horas semanales más o menos en su ganado; las que poseenvacas, invierten 35 horas.

Durante algunos meses de la estación seca, el ganadero que noposee tierras para pastos toma en arrendamiento cierta extensión

de los ladinos, al precio de 50 centavos mensuales. Ello parece extra-

ordinariamente caro, considerando el costo del arrendamiento para

la siembra de maíz y tomando en cuenta que las tierras para pastos

se enriquecen con el uso. Durante la estación lluviosa hay suficiente

pasto, libre de costo, a la orilla del lago, en el cauce del río y a lo

largo de los caminos.

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II

EL CAPITALISMO DEL CENTAVO 319

Sólo el valor del estiércol del ganado hace posible que su en-

gorde resulte un negocio ventajoso. Un novillo consume en dos

años 50 centavos de sal y gasta 30 centavos de lazos; además, deben

pagarse 3 6 4 quetzales por derecho de pastos. En cambio, el animal

lólo aumenta Q5 de precio; mientras tanto, se pueden invertir en su

cuidado 200 días-hombre (con un valor normal de Q33). Aunquegran parte del tiempo invertido tiene un valor menor en efectivo,

es difícil creer que sea buen negocio el engorde de ganado. La expli-

cación del hecho estriba en que la mayor parte de los ganaderos

posee milpa o tierras de pastos, razón por la cual no sólo no paganrenta y enriquecen sus suelos, sino también recogen el estiércol

del establo o del patio, y lo venden o lo utilizan. Es probable quelaa vacas constituyan un negocio mejor. Son alimentadas con el

agua de la masa del maíz que queda en la cocina como desperdicio.»*

La leche (que se vende a 5 ó 10 centavos el litro) y los becerros

compensan el tiempo adicional que se invierte en el cuidado de los

animales. Pero es de advertir que algunas disposiciones sanitarias

recientes han puesto ciertos obstáculos al negocio de lechería.^s

Los conejos (que sirven para la recreación, lo mismo que para

la dieta) y los cuyos (que también se comen) no merecen un análisis

extenso; comen desperdicios de la cocina y son cuidados por los

niños de la casa.

Abejas

Las abejas coocpin son una de las distintas variedades silvestres

que se encuentran en las vecindades, y las únicas que en la actua-

lidad se llevan a casa, en el propio tronco del árbol donde anidan. Elenjambre se valora en diez centavos, probablemente porque producediez centavos de cera al año. Los niños comen miel agria algunasveces, pero la misma no tiene valor comercial. Las únicas abejasproductoras de miel que se crían son las de colmena, de origeneuropeo, cuyos enjambres se compran al precio de un quetzal cada

uno. El único gasto que impone su cuidado es el que ocasiona la

siembra de flores en el patio (flores que muchas personas tienen entodo caso). Sin embargo, la crianza de abejas tiene la desventaja

94 Ninguna de las familias que poseen vacas tiene también cerdos, pues éstos sue-len alimentarse con el agua mencionada.

95 El lechero indígena de mayor importancia, que poseía tres vacas en 1940, medijo un año después que tenía cinco vacas y ningún becerro, por lo cual no ordeñaba;empero, si sus vacas produjesen leche, no habría podido venderlas sin licencia. No podíaobtenerse licencia a menos que se construyera un establo de dos cuartos, con piso decemento.

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320 S O L T A X

de que éstas pueden abandonar la colmena y la casa. Una colmena

produce un quetzal de miel y 30 centavos de cera, más o menos,

al año.

Caballos y TMÜas

A los animales de carga (no hay bueyes) se les designa simple-

mente con el nombre de "bestias". Cuando se trata de cargas pro-

piamente dichas, las preferidas para llevarlas son las muías; por lo

general, las mismas cuestan más. Las bestias se utilizan para cabal-

gar y para transportar cargas diversas. De las 19 casas que poseen

bestias, 3 corresponden a indígenas foráneos, que las utilizan para

montar; 5 son familias ricas, el jefe de cada una de ellas posee uncaballo de silla. Las 11 familias restantes tienen animales de carga,

y los utilizan para llevar sus mercancías a los mercados distantes.

En estos casos, el comerciante puede llevar una cantidad mayor de

mercancías al mercado, y puede decirse que los animales tienen

valor comercial. La mayoría de los indígenas duda que los

animales de carga compensen su pienso con el trabajo. Probable-

mente están en lo cierto, pues el forraje no abunda en Panajachel,

y los animales consumen cantidades considerables de maíz; pero si

se toma en cuenta el abono que producen (cosa que parece nohaberse considerado), los caballos y las muías posiblemente repre-

senten inversiones útiles.

Los caballos y las muías no se reproducen en Panajachel. Secompran y se venden ya desarrollados, a precios variables; para los

primeros el precio es más o menos de QIO; para las segundas es

de Q15 aproximadamente. Su cuidado está a cargo de los varonesadultos y de los muchachos; el promedio de tiempo que se invierte

a la semana en alimentarlos y, en ocasiones, en bañarlos y curar suslastimaduras es de 5 horas.

Perros y gatos

Los perros y los gatos son principalmente animales de com-pañía, y tienen escaso valor comercial. Los primeros ayudan a cuidarla casa y las milpas; los segundos matan ratas y ratones. Noobstante, su utilidad es hmitada, y el perjuicio que ocasionan puedemuy bien balancearla. Bien pueden considerarse como de lujo, y seencuentran con mayor frecuencia entre los ricos que entre los

Page 19: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

m poi

EL CAPITALISMO DEL CENTAVO 321

pobres. En 1940, el número máximo de perros en una casa era de

4 (en 5 casos); 16 familias tenían 3 cada una, 45 dos y 40 uno.

La mayoría de las 49 familias que no poseían ninguno se encontraba

en los niveles más bajos de la riqueza. Seis de las 33 familias

propietarias de gatos poseían 3 cada una, 16 tenían 2, y 11 tenían

1. Con dos excepciones, todas las casas que poseían perros tambiéntenían gatos.

Los perros y los gatos se compran algunas veces cuando son

Jóvenes; pero con mayor frecuencia se crían en la casa. Los jóvenes

se venden a menudo al precio de diez centavos cada uno. Por lo

general, un perro adulto vale 50 centavos, aunque es menos fre-

cuente que sea objeto de una transacción. Es raro encontrar gatos

y gatitos en los mercados, pero pueden cambiarse por pollos y por

objetos pequeños. Un indígena valuó su gato en 15 centavos y otro

en 20; probablemente los precios eran elevados.

Los perros y los gatos requieren pocos cuidados, pero necesitan

algo más que desperdicios de cocina para comer, y tampoco les basta

lo que encuentran cuando vagan. Un indígena rico, propietario de

tres perros y tres gatos, estimó que los primeros consumen una libra

y los últimos cuatro onzas de maíz al día. Si tal estimación es

aproximada, un perro, sólo en maíz, cuesta Q1.50 al año, y un gato

la cuarta parte. Una perra paga parte de su costo con el valor

de sus crías; algunas personas tienen perras precisamente con tal

propósito, y venden la camada en los mercados, cuando van a vender

otros productos. Sin embargo, en términos generales no puededecirse que se posean perros con fines comercisdes, ni que los

mismos compensen su alimentación.

ResuTnen: costos y utilidades

El cuadro número 42, que resume los costos y las utilidades

de la cría de animales, demuestra que en comparación con la agrí-

cultura, la críanza de animales domésticos carece de importancia

en Panajachel, por lo menos en el sentido económico. El costo de la

críanza representa menos del 6 por ciento del costo del cultivo; ylos ingresos procedentes de la primera representan menos del 5

I)or ciento del ingreso derivado de la producción agrícola.

2 - El Capitalismo • Tomo II

Page 20: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

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Page 21: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

EL CAPITAUSMO DEL CENTAVO 323

DISPOSICIÓN DE LA PRODUCCIÓN

Los artesanos y los profesionales venden sus productos o sus

•ervicios en sus casas o en sus tiendas. Los trabajadores son bus-

cados por los empleadores, o viceversa, o bien hacen arreglos rela-

tivamente permanentes con los patronos. El análisis siguiente se

circunscribe a la venta de la producción agrícola, la cual consti-

tuye la base de la economía de la localidad.

Prácticamente, el maíz cosechado por los indígenas de Pana-jachel Jamás se vende. Son pocas las íamilias que cultivan maíz encantidad suficiente para cubrir sus necesidades de consumo, y es

probable que ninguna cosecha deje excedentes de ninguna clase.

Posiblemente algunos indígenas, cuando necesitan dinero durantealguna emergencia, vendan su maíz después de la cosecha, y mástarde compren en pequeAas cantidades el grano que necesitan parasu consumo; pero no registré ningún caso de esta clase. Es cierto

que en ocasiones los indígenas prestan maíz a sus amigos y vecinos,

cuando hay escasez de dinero o no hay maíz en el mercado; sin

embargo, esperan que se les pague en maíz, no en dinero. EnPanajachel, el problema no estriba en encontrar un mercado para

la venta del maíz, sino en hallar los medios necesarios para com-prarlo. Aunque con menor seguridad, lo mismo puede decirse delos productos que se cultivan con la milpa, pues el frijol y la cala-

baza rara vez se venden, si se venden alguna vez. El ejote, especial-

mente el que se cultiva en tierras de riego, es un producto importante

en el mercado; en cambio, el frijol maduro, incluso el que se cultiva

en tablones, es raro que se venda. Una mujer cultiva en sus huertos

una variedad especial de calabaza para la venta (caso especial, por-

que la calabaza pocas veces se cultiva en lugares que no sean los

campos para milpa). Las mujeres de la localidad venden comidaselaboradas a base de maíz y frijol, como tamales y atole. Pero, contodo, los productos relacionados con los campos para milpa, conexcepción del ejote que se cultiva por separado, no son vendidos porlos indígenas de Panajachel que los cultivan.

El café, en el extremo opuesto, casi siempre se vende en su tota-

lidad. Algunos caficultores venden incluso su cosecha entera, y com-pran lo que necesitan durante el año para el consumo doméstico.

Una razón para ello es que el café de Panajachel, que es de alto

grado, alcanza precios más elevados que el que se puede comprar enel mercado. Otra razón estriba en que son muchas las familias pobres

Page 22: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

324 S O L T A X

que venden su café "en la mata" mucho tiempo antes de la cosecha.

Los caficultores indígenas no mercadean su café. En cambio, los

ladinos llegan a sus casas a comprarlo, para enviarlo a la ciudad

capital con destino a las casas exportadoras. Algunos de los indíge-

nas más ricos esperan los precios altos, pero nunca intentan merca-

dear el café ellos mismos. Los intermediarios con frecuencia lucran

sin mucho riesgo en las transacciones, puesto que antes de comprar

saben el precio que habrán de obtener en la ciudad de Guatemala.

Los indígenas dedican su atención comercial a la venta de sus

hortalizas y sus frutas. La venta de estos productos se lleva a cabo

de varias maneras:

! Gran parte de la cosecha de hortalizas y, en menor grado de

frutas, se vende a los comerciantes de otros pueblos que llegan con-

suetudinariamente a los hogares de los indígenas locales a comprarcebollas, ajos, pepinos, etcétera. En esta clase, el negocio más im-

portante es el relativo a las cebollas (alrededor de la mitad de las

mismas puede ser vendida de esta manera), que por lo general soncompradas por los comerciantes sololatecos que las llevan a vendera la ciudad de Guatemala. Cuando hay demanda especial de cebollas

en la capital, se ve a los sololatecos (y con menor frecuencia a los

atitecos o a otros) llamando a las puertas en busca de las mismas,o cosechándolas y preparándolas, o bien arreglando sus cargamentos.

A menudo las compran sin cosechar, en el tablón, o recogen pequeñascantidades con distintos productores. La semilla de cebolla (la dePanajachel tiene fama de ser especialmente buena) también es

comprada por los foráneos, particularmente por los de Mixco, quellegan a buscarla de casa en casa. Los sololatecos, los atitecos, los

tecpanecos y quizá otros, compran ocasionalmente semilleros paratrasplantarlos. Aunque se recuerda haber visto a algunos atitecos

comprando repollos, es menos frecuente que otras hortalizas secompren de la manera indicada. Con mucha frecuencia y en grandescantidades son comprados los pepinos durante su breve estaciónpor comerciantes de otros pueblos, especialmente de Solóla, que los

llevan a la ciudad de Guatemala. También las frutas se venden amenudo de esta manera. Durante la época de jocotes, los catarinen-ses compran la producción aún no cosechada de algunos árbolesenteros, y la llevan a su casa para que madure y eventualmente paravenderla en otros pueblos. También compran frutas ya maduras ycosechadas. Se han visto casos de indígenas de Chichicastenango quecompran jocotes y naranjas; de San Lucas que compran aguacates

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I

EL CAPITALISMO DEL CENTAVO 325

erdes para llevarlos a la ciudad de Guatemala; de San Andrés, quecompran limas y naranjas en la época de la cosecha del maiz, paraofrecerlas a sus cosecheros; de San Antonio que compran limas; de

San Jorge que compran racimos de bananos verdes para venderlos

maduros en el mercado de Solóla; etcétera.

2* Una forma relativamente poco importante de dar salida a

la producción local es la de ir a vender de casa en casa a las fami-

lias ladinas y a los hoteles, así como a los comerciantes que van

de paso, ya sea en el camino o en los malecones donde embarcan ydesembarcan sus productos. En esta forma sólo las mujeres venden,

ofreciendo legumbres y frutas diversas, así como huevos y gallinas

en pequeñas cantidades.»* Algunas mujeres, pocas por cierto (que

no son panajachelenses nativas), también venden carne de res yproductos porcinos;»' y una totonicapense de la localidad principió

en 1937 a hacer una bebida preparada de arroz y leche (arroz enleche) para venderla principalmente en las casas ladinas. La mayoríade las mujeres venden sus propios productos; sin embargo, en algu-

nos casos, pueden comprar los de otras para revenderlos con ganan-

cia. Se puede suponer que las muchachas y las mujeres adultas de

la cuarta parte de las unidades domésticas van a vender a las casas,

a los caminos y a los malecones con regularidad, durante varios días

cada semana. Como venden productos de la familia, sus "utilidades"

no pueden separarse de los ingresos de la agricultura.

3' El mercado constituye la sadida principal para la producción.

Todas las familias que poseen tierras venden parte de su produc-

ción, por lo menos, en los mercados formales. Los indígenas locales

venden sus propios productos, así como los que compran a otras

familias en operaciones privadas, para llevarlos luego al mercado.

De cuando en cuando concurren al mercado llevando productos de

otros pueblos. Además del de Panajachel, los mercados visitados

con regularidad (cuadro número 43) son los siguientes: el de Solóla,

96 Las aves de corral nunca son vendidas por las mujeres en el mercado local; enun caso observé a una de ellas cuando vendía una gallina efi el de Solóla. Evidente-

mente, las venden sólo cuando tienen necesidad de dinero; entonces prefieren el métodomenos público de ir a la casa del cliente.

97 En especial productos porcinos. Como la mayor parte de los cerdos es desta-

zada por los ladinos, el negocio se encuentra principalmente en sus manos. Los productosde res se venden por lo general en las carnicerías; no obstante, un carnicero ladinoempleó a una totonicapense radicada en la localidad para vender panza de res de casaen casa. Un día (el 27 de octubre de 1936) el señor Rosales habló con la vendedoradespués de haberle comprado, y supo que recibía un centavo por cada cinco libras depanza que vendía. Llevaba 30 ó 40 libras en una canasta, sobre la cabeza, y al mismotiempo llevaba a su niño a la espalda, al estilo corriente. Dijo que también vendíaal crédito.

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326 S O L T A X

C?üADBO N» 43

NUMERO DE CASAS REPRESENTADAS HABITUALMENTE POR VENDEDORESEN VARIOS MERCADOS

NúmeroMercados de casas

Casas sin vendedores regulares 13

Casas representadas por vendedores en:

Sólo en el mercado de Panajachel 32

Mercados de Panajachel y Solóla 69

Mercados de Panajachel y San Andrés 6

Mercados de Panajachel y Tecpán 4

Mercados de Panajachel y San Lucas 1

Mercados de Panajachel y ciudad de Guatemala 4

Mercados de Panajachel, Solóla y San Andrés 3

Mercados de Panajachel, Solóla y Tecpán 2

Mercados de Panajachel, Solóla y San Lucas 3

Mercados de Panajachel, Tecpán y Patzún 3

Mercados de Panajachel, San Lucas y ciudad de Guatemala 2

Mercados de Panajachel, Solóla, Tecpán y San Lucas

Mercados de Panajachel, Solóla, Tecpán y Patzún

Mercados de Panajachel, Solóla, San Andrés y Tecpán

Mercados de Panajachel, Solóla, Tecpán y ciudad de Guatemala

Mercados de Panajachel, San Lucas, Chicacao y Patulul

Mercados de Panajachel, Tecpán y ciudad de Guatemala

Mercados de Panajachel, Chicacao, Patulul y ciudad de Guatemala

Mercados de Panajachel, San Lucas y Patzún

Mercados de Panajachel, Solóla, San Andrés, Tecpán y Patzún

Mercados de Panajachel, Solóla, San Andrés, Tecpán, Patzún y Quezaltenango

Mercados de Panajachel, San Andrés, Tecpán, Chicacao, Patulul y Quezaltenango

Total 142

Número total de casas 155

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EL CAPITALISMO DEL CENTAVO 327

a una hora de camino a pie, hacia el oeste; el de San Andrés, aigual distancia, hacia el este; el de San Lucas, al otro lado del lago;

los de Tecpán y Patzún, a un dia de marcha, hacia el este; los de

Patulul y Chicacao, en la "costa", rumbo al sur; el de Quezaltenango,

bastante lejos, hacia el oeste; y el de la ciudad de Guatemala. Oca-sionalmente, y con motivo de los mercados de las fiestas anuales,

los indígenas locales concurren a Chichicastenango, San Pedro, Ati-

tlán y otros pueblos; pero son relativamente pocos los que lo hacen,

y son menos aún los que van con frecuencia regular. Por otra parte,

aunque son pocos los verdaderos comerciantes que compran conregularidad en un pueblo para vender en otros, de las 155 casas

sólo 13 (todas ellas desposeídas de tierras) por lo regular no vendennada. Estas personas concurren a los mercados para comprar, pero

nunca llevan nada para vender. Tres de dichas casas corresponden

a indígenas "foráneos" (2 totonicapenses y 1 de San Pedro) quetienen actividades especiales; las demás son en su mayoría familias

cuyos miembros adultos trabajan como asalariados y empleados(kunésticos para otras familias, ladinas o indígenas. En algunos

caaos, las mujeres podrían, si fueran ambiciosas como otras, com-prar productos para revenderlos, pero no lo hacen.

SI mercado local

Las 142 unidades domésticas que dan salida a sus productos enlos mercados están representadas en su totalidad por personas quevenden con cierta regularidad en el mercado local. Exceptuando los

tres casos registrados recientemente de varones que venden en el

mercado (entre ellos hay un muchacho, pero no por ello es menoscriticado que los otros), todas las familias están representadas enel mercado por las mujeres. El cuadro número 44 y el resumen deél, que contiene el cuadro número 45 (resultado de la corroboración

hecha en algunos sitios en épocas prefijadas, durante un periodo

de varias semanas) ofrecen un cuadro preciso de la temporada enque las mujeres tienden a vender en el mercado local, por lo menosdurante una estación.^s La mayoría de las mujeres llega al mercadovarias veces a la semana, durante una hora o dos, en la mañana o

98 No se incluyen las mañanas dominicales. El cómputo del gran mercado domi-nical sólo se hÍ2o una vez; los resultados (cuadro número 50) se analizan en la secciónrelativa a los bienes de consumo, porque el mercado del domingo es importante paralos que visitan tiendas. Las mujeres ladinas no se hallan incluidas en el cuadro; encambio, sí lo están las indígenas "foráneas" que residen en Panajachel.^ con excepciónde la nahualeña que posee un comedor y de la propietaria de la carnicería.

Page 26: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

328 S O L T A X

en la tarde; algunas concurren con regularidad durante ciertos días

y a la misma hora; otras lo hacen ocasionalmente. El domingo es

un "día de mercado" durante el cual concurren cien mujeres dela locailidad más o menos; aunque generalmente sólo van en la

mañana, a menudo permanecen allí todo el día, exceptuando el tiem-

po en que van a tomar rápidamente el almuerzo a sus hogares.^» Eldomingo es también el día que las mujeres hacen la mayor parte

de sus compras semanales a los comerciantes que llegan de otros

pueblos. Además del domingo, los mejores días para vender son el

martes, el jueves y el viernes; los comerciantes que van a los mer-cados del martes y del viernes en Solóla, o que vienen de los mismos,se detienen en el pueblo y compran productos locales. El número demujeres que va a vender durante esos días fluctúa entre 12 y 30.

Además de las mujeres que venden frutas y legumbres, hay dospanajachelenses que venden café y comida preparada; este negocio

no es importante, porque una nahualense residente tiene un comedoren una esquina del mercado, y una mujer originaria de Concepciónvende comida con regularidad a la entrada del pueblo y con frecuen-

cia en el mercado.

Mientras los esposos (o los hermanos) van a los mercados leja-

nos, o ejecutan trabajos pesados en los huertos, las buenas esposas(o las hermanas o las hijas) llevan al mercado los productos de los

campos (cebollas, ajos, aguacates, limas, naranjas, etcétera), ven-diendo en pequeña cantidad lo que pueden. Las esposas de los hom-bres ricos, más que las de los pobres, son las que llegan al mercadolocal durante la semana, en parte porque no son necesarias en los

campos y en parte porque no hacen viajes largos hacia los demásmercados. Los varones no venden en el mercado local, ni concurrenal mismo, pero a menudo llevan hasta sus puertas las mercancíasque venden sus esposas e hijas. El número de mujeres que van al

mercado varía no sólo con el día de la semana y la estación, sino

con la época del año en relación con el calendario religioso. Porejemplo, durante la fiesta de Solóla, con su gran mercado concomi-tante, son pocas las mujeres que concurren al mercado local; van

99 Hay una mujer rica que acostumbra hacer dos viajes al mercado dominical, lle-vando grandes canastos de frutas y legumbres. Es persona perspicaz y se dice que siem-pre vende a buen precio. El señor Rosales observó un domingo (el 6 de diciembrede 1936) que dicha mujer se presentó con grandes canastos de tomates, yucas, camotes,frijoles, repollos, cebollas, naranjas, limas, duraznos, etcétera. En cambio, los atitecosque llegan con frutas de la costa no se presentaron, por lo cual la mujer tuvo un díamagnifico; las ladinas la rodearon y le pagaron buenos precios (por ejemplo, pagaronun centavo por tres duraznos). La vendedora empleó a otra mujer para que fuera allevar mas frutas de su casa, a fin de seguir vendiendo.

Page 27: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

s

1

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330 S O L T A X

a Solóla, donde los compradores potenciales son más numerosos. El

4 de octubre, día de la fiesta titular local, las mujeres llevan refrescos

y comidas preparadas al mercado, en vez de los productos ordinarios.

Al final de la Semana Santa, especialmente el jueves y el viernes,

no hay mercado en absoluto; ésta es la única época del año en la

que tal cosa ocurre.

Mercados fuera de la comunidad

Innecesario es decir que la mayor parte de la producción de

Panajachel llega eventualmente a los mercados de otros pueblos.

Gran parte de lo que se vende al por menor en el mercado local es

comprado por comerciantes que lo revenden en cualquiera otra parte;

todo lo que los foráneos compran por mayor a los productores indi-

viduales es exportado hacia otros pueblos. No obstante lo dicho, la

mayoría de los indígenas de Panajachel mercadea personalmente sus

productos en otros pueblos próximos o lejanos. El hecho de vender

en otros pueblos no ruboriza a los varones ni a las mujeres. Algunaspersonas van a diversos mercados a intervalos regulares y destinan

una alta proporción de su tiempo a este tipo de mercadeo. Otras,

particularmente las que poseen tierras extensas, venden al por mayora los foráneos que llegan a Panajachel (o a panajachelenses que se

encargan de exportar el producto a otros pueblos), o al por menoren los mercados vecinos.

Ciento diez de las 155 casas indígenas venden productos locales

con regularidad en los mercados de otros pueblos. Debe hacerse hin-

capié en que el cuadro número 43 sólo enumera las visitas regulares

(semanales, quincenales o mensuales) reconocidas por la comunidaden general. Otros mercados son visitados ocasionalmente,^^^ y hayun número mucho mayor de casas representadas también ocasional-

mente en los pueblos enumerados.ioi No sólo ciertas unidades domés-ticas van habitualmente a determinados mercados, sino que por lo

100 Especialmente durante las fiestas anuales, cuando los pueblos más pequeños,inclusive, atraen a los comerciantes. Por ejemplo, el 24 de enero llegan muchos ven-dedores a la aldea de San Jorge, aunque la misma no tiene mercado regular. La fechaindicada cayó en domingo en 1937; el mercado de Panajachel tuvo un volumen muypequeño ese día, porque muchos de sus vendedores habituales fueron a San Jorge.

101 Por lo general, también durante las fiestas. El día del santo patrono del pue-blo, los pueblos como Patzún se ven concurridos por un número mucho mayor de pana-jachelenses que el que indica el cuadro número 49. Todo el programa del mercadeo sealtera durante la Semana Santa, pues en algunos pueblos existe la tradición de celebrarmercados extraordinarios durante algunos días de la misma, así como de la Cuaresma;tales mercados atraen a los comerciantes en número muy elevado. Por ejemplo, el 22 demarzo de 1937 se celebró un gran mercado en Tecpán; en Solóla hubo otro al díasiguiente. Chichicastenango tiene un mercado muy grande todos los Domingos de Ramos.

Page 29: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

EL CAPITALISMO DEL CENTAVO 331

CUADRO Nt 46

COMPOSICIÓN DE LOS GRUPOS DE VENDEDORES EN MERCADOSFORÁNEOS Y PROCEDENCIA DE SUS PRODUCTOS

Vendedores y procedencia de los

productos

Número de grupos de vendedores

Page 30: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

332 S O L T A X

general se sabe qué miembros de las mismas son los que van (cuadro

número 46). El mercado de Solóla es de carácter familiar, y los

grupos domésticos con frecuencia concurren a él en masa los vier-

nes. Los únicos mercados a los que las mujeres llegan son los de

Solóla y San Andrés. Los mercados más lejanos son visitados por

los varones, ya sea por un padre y su hijo, o por dos o tres hermanosque pertenecen a un grupo doméstico. Mientras algunos miembros

de la familia van a ciertos mercados, otros lo hacen a mercados

distintos. El esposo puede ir a Tecpán o a la costa, en tanto quela esposa va a San Andrés. Esta duplicación explica por qué los 110

grupos domésticos que venden en los mercados exteriores están

representados por 149 grupos de vendedores.

La mayor parte de la producción que se obtiene en el pueblo

es cultivada por los propios vendedores (cuadro número 46), pero

la proporción es mucho menor que en el caso del mercado local,

porque muchas personas compran productos de otros agricultores

locales (raras veces los adquieren de otros pueblos) para revenderlos

en los mercados lejanos. En general, puede decirse que los ricos sólo

venden sus propios productos, y que los pobres, que no tienen unaproducción grande, compran por lo menos una parte de lo quevenden. Por tanto, la reventa de los productos comprados tiende

a hacerse en los mercados más distantes, porque los varones quehacen viajes largos son por lo común más pobres, o, al menos, máspobres en tierras. Las familias ricas no venden en los mercadosdistantes, ya porque tienen mucho trabajo en casa, o porque nonecesitan viajar para ganarse la vida.102

Comúnmente se llega andando al mercado; los varones trans-

portan sus cargas a la espalda, en tanto que las mujeres cargansobre la cabeza, utilizando canastos. Cuando un hombre y su esposa(o una familia entera) van al mercado, el jefe de casa transportala mayor parte de la carga y vende los productos más importantes;no obstante, cuando la mujer tiene fama de ser mejor vendedora,es ella quien vende los artículos principales. Los cónyuges tambiénsuelen turnarse, a fin de que cada uno pueda disponer de algúntiempo para comprar u holgazanear. La regla de llegar a pie al

mercado tiene sus excepciones; los vendedores de San Lucas y los

^102 Refiriéndose a los "buenos viejos días", a menudo se dice que la gente "no

tenía que hacer largos viajes comerciales" y que era rica. También se dice que algunasf>ersonas ricas murieron sin haber visitado siquiera a Atitlán, pueblo situado al otroado del lago; había medios de transporte, pero dijeron que no tenían necesidad deconocer pueblos distantes.

Page 31: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

EL CAPITALISMO DEL CENTAVO 3SS

leblos costeros cruzan el lago en canoas o en lanchas del servicio

público; los que van a la ciudad de Guatemala, excepto un hombrey su hijo, que todavía caminan a pie, utilizan los autobuses. En los

casos de las 11 unidades domésticas que poseen caballos o muías,las bestias transportan las cargas principales, mientras el comer-ciante camina a la par, llevando pequeñas cargas adicionales.

El viernes es el gran dia de mercado en Solóla; el martes es

dia secundario. 103 i^s indígenas de Panajachel salen temprano ypasan la mayor parte de casi todos los viernes en Solóla. Algunostambién concurren los martes. No todos van a vender: allí hacen

a la vez la mayor parte de sus compras; las personas que tienen

asuntos administrativos que tratar en Solóla, por lo general eligen

el viernes para hacerlo; y muchos van simplemente a divertirse. Nopuede dudarse que en Solóla se venden más productos de Panajachel

que en cualquier otro mercado. Solóla es un importante centro de

ventas al por mayor, adonde concurren comerciantes de varios pue-

blos a comprar productos en grandes cantidades, para revenderlos

en otras partes; los varones de Panajachel suelen llevar cargamentosde frutas y legumbres, además de lo que llevan otros miembros de

su familia. Ahora bien, aunque algunos panajachelenses llevan pro-

ductos de otros pueblos a los mercados más lejanos (como el de la

ciudad de Guatemala), prácticamente todo lo que venden en Solóla

es producido en Panajachel, en gran parte por los propios vendedores.

Solóla no sólo es un "mercado familiar" para los panajache-

lenses, sino, además, el número de fcimilias (69) representadas

exclusivamente en este pueblo es mayor que en todos los demásmercados exteriores juntos. Tales familias incluyen a toda clase depersonas: ricas, pobres, panajachelenses y "foráneas". En algunosaspectos, Solóla es, tanto como Panajachel, el mercado de los pana-jachelenses.

A pesar de que el acceso a San Andrés no es más difícil que aSolóla, sólo 13 familias de Panajachel envían a sus miembros avender allá. Los días de mercado de San Andrés son el domingo yel martes, y no pueden conciliarse con los de Panajachel y Solóla.

A diferencia de Solóla, que es centro comercial, San Andrés comprade preferencia en cantidades pequeñas para el consumo local. Comola cantidad de cebolla y ajo que pueden consumir los compradoresque concurren a este mercado es pequeña, los vendedores panaja-chelenses llevan más frutas que legumbres. Lo mismo que en el

103 En McBryde, 1933, se encueDtra una buena descripción del mercado de Solóla.

Page 32: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

334 S O L T A X

mercado de Panajachel, aquí también es frecuente que las mujeres

se encarguen de la venta. Sus esposos a menudo las acompañan,

pero van a comprar maíz para llevar a sus casas, más que a vender

productos.

Los que concurren al mercado de San Lucas casi siempre toman

la ruta lacustre.io* Los dos panajachelenses que poseen canoas se

cuentan entre las personas que van a vender a San Lucas con regu-

laridad; ^05 los demás toman alquiladas canoas, o van ocasionalmente

en lanchas. Quizá sea el disgusto que sienten por los viajes en canoa

lo que aleja de San Lucas a las mujeres. Sin embargo, es de advertir

que los dias de mercado de este pueblo también coinciden con los

de Solóla, que es preferido por otras razones. También parece ser

que el mercado de San Lucas nunca fue concurrido por los panaja-

chelenses (hasta hace poco tiempo, cuando se compraron las canoas),

excepto por los que iban de paso, en sus viajes hacia la costa. Portanto, tradicionalmente no ha sido más que un mercado para los

varones. El viaje de ida y vuelta a San Lucas en canoa dura un día

entero. Ninguno de los vendedores en la actualidad prosigue viaje

de San Lucas hacia la costa, aunque dos de ellos son comerciantes

avezados que compran tanto en Panajachel como en San Lucas.

Los principales mercados de la "costa" concurridos por los pana-

jachelenses son Patulul y Chicacao, en la zona de las fincas de café.

Después de cruzar el lago en canoa o en lancha los sábados por la

mañana, los comerciantes se detienen en los pueblos y en las fincas

que encuentran al paso, y venden en el mercado dominical de cual-

quiera de los dos pueblos mencionados. Se detienen en las fincas

los sábados y los domingos por la tarde, cuando los trabajadores

se encuentran en sus hogares, y vuelven el lunes por la tarde a

Panajachel. En la costa viajan de noche, y se alumbran con lám-

paras de kerosene, velas o antorchas de pino. La cebolla, el ajo, el

ejote, el repollo, la remolacha y los demás productos de la horticul-

tura panajachelense tienen considerable demanda; sin embargo, en

los últimos años los habitantes de Solóla, Concepción, Atitlán, Santa

Catarina Palopó y San Antonio se han hecho cargo de gran parte

de las operaciones que estaban en manos de los comerciantes pana-

jachelenses. La población de los lugares mencionados también cul-

104 El viaje por tierra no sólo es más duro, sino toma más tiempo. Sin embargo,cuando no hay canoas disponibles, así como' cuando están encrespadas las aguas, los

comerciantes viajan a pie ocasionalmente. Se observaron muchos casos de esta clase.

105 Un tercer propietario de canoa es semiladino; la familia, culturalmente ladina,no vende en los mercados (tampoco está incluida entre los indígenas comprendidos ena

este estudio).

Page 33: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

EL CAPITALISMO DEL CENTAVO 335

tlva hortalizas, o bien se dedica a comprarlas en Solóla para reven-

derlas en la costa.

Sólo los varones van con regularidad a Tecpán; en efecto, parten

el miércoles al mediodía o en las primeras horas de la tarde, y llegan

a su destino al caer la noche, o más frecuentemente el jueves enla mañana. De esta manera disponen de todo el día para vender (el

Jueves es el gran día de mercado en Tecpán). Si salen de Tecpánal mediodía, llegan de regreso a su casa en la noche; si no, llegan

en las primeras horas del viernes, justo a tiempo para concurrir al

mercado de Solóla. Muchos van a Tecpán, especialmente durantela Cuaresma, a vender legumbres para el consumo de los días deSemana Santa, antes de que otros pueblos (particularmente Solóla)

principien a cultivar legumbres y a venderlas en gran cantidad. ATecpán también se llevan muchas frutas, especialmente naranjas

y limas.

El número de varones que va a Patzún en vez de ir a Tecpán(algunas personas van a los dos lugares) llevando los mismos pro-

ductos, es menor. La competencia también ha hecho disminuir su

número aquí. El domingo es el gran día de mercado en Patzún. Losvendedores parten de su casa el sábado por la noche, y vuelven el

lunes temprano. Hay servicio regular de autobuses entre Panajachel

y Patzún, pero los comerciantes no lo utilizan porque, como no hayservicio el domingo, tendrían que partir el sábado temprano. Ade-

más, los comerciantes suelen detenerse un momento en el poblado

de Godínez para vender algo, y los autobuses no pasan por el mismoa la hora deseada. Las mujeres no van a Patzún, en parte porquepueden vender el domingo en el mercado local, mientras sus esposos

se encuentran ausentes.

Los autobuses de servicio regular invierten medio día para

llegar a la ciudad de Guatemala, y otro tanto para volver.^os Antesde que se estableciera el servicio, a menudo se necesitaban 8 días

completos para ir a Guatemala y volver a casa; de ellos, 6 días

se empleaban en viajar y 2 en vender. Ahora, el viaje redondo norequiere más de tres días, porque los indígenas pueden vender el

mismo día de su llegada, por la tarde. Aunque ahora va menosgente que antes, la velocidad y la rapidez del transporte permiten

que vayan personas de muchas partes de la región a vender legum-bres y cebollas, por lo cual los precios han descendido mucho en

106 Durante el período en el que se hizo este estudio, los indígenas pagaban 75centavos por el pasaje de Panajachel a Guatemala, incluyendo la carga. La competenciahizo descender el valor del pasaje a 40 ó 50 centavos posteriormente.

Page 34: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

336 S O L T A X

algunas oportunidades. Son pocos los panajachelenses que llevan

pepinos a la capital, a pesar de la gran demanda estacional del pro-

ducto y del monopolio virtual que Panajachel tiene de su cultivo;

razón (o resultado) de ello es que los indígenas de otros pueblos se

dedican a comprar pepinos en Panajachel para revenderlos en la

ciudad. Si bien la cebolla, el ajo, el pepino y otras especies de menorimportancia son los principales productos que se llevan a la ciudad

capital, hay un indígena que ha iniciado el comercio estacional al

por mayor de la semilla de cebolla, que compra en Panajachel yla vende a sus parroquianos en Guatemala y en Mixco.

Sólo hay un caso de hombre que se haga acompañar de su esposa

en los viajes largos. Se trata de un indígena joven y progresista,

que lleva a su esposa en autobús a la ciudad de Guatemala; proba-

blemente lo hace porque ella desea ir, no porque el hecho constituya

un buen negocio.^ En Guatemala y en Quezaltenango, los mejores días de mercado

son lunes, martes y sábado. Los vendedores de Panajachel van a pie

a Quezaltenango, e invierten 4 días en el viaje redondo. La ruta

corriente pasa por el pueblo de Nahualá, donde los vendedores se

detienen para vender un poco, ya sea en su viaje de ida o en el devuelta, siempre que sea domingo. Los productos principales que se

llevan a Quezaltenango son la cebolla, el ejote, el aguacate, la naran-ja, el jocote y la cíntula. La competencia de otros comerciantes,

principalmente la de los sololatecos, ha hecho disminuir el númerode panajachelenses en esta ruta, lo mismo que en otras.ior

En todos los viajes largos se lleva comida del hogar para calen-

tarla y consumirla en el camino. Con objeto de disminuir los gastos,

el caminante lleva a menudo alimentos para una semana ;io8 no obs-

tante, es de advertir que tal práctica se observa menos entre los varo-

nes jóvenes, los cuales prefieren comprar comida en el camino o enlos comedores públicos. Por lo general, se lleva comida hasta en los

viajes de un día de duración (a Solóla, por ejemplo), quizá paracompletarla con lo que se compra afuera. Solamente en los via-

jes de medio día de duración no se lleva almuerzo. Por lo general,

el caminante pasa sus noches en los corredores de los edificios públi-

cos, en los pueblos a lo largo de su ruta, o en casas particulares

donde puede obtener un lugar para dormir (un simple lugar bajo

107 Por supuesto, tanto Guatemala como Quezaltenango tienen otras fuentes deaprovisionamiento además de la región de Panajachel. McBryde, 1947, trata extensa-mente de las fuentes de aprovisionamiento y de las rutas comerciales.

108 Las tortillas tostadas en forma de totoposte pueden conservarse durante muchosdías; el café molido y la jarrílU de hojalata para hervirlo forman parte del equipo delcomerciante.

Page 35: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

EL CAPITALISMO DEL CENTAVO 337

techo) por medio centavo, o por uno, o bien a cambio de una fruta

o de un obsequio similar. Los viajeros indígenas no suelen dormir

a la intemperie. Para preparar sus alimentos encienden fuego, a

menos que puedan servirse del de alguna otra persona.

Una costumbre muy conveniente para los comerciantes es la de

dejar cosas recomendadas en las casas y en las tiendas de los pue-

blos que visitan. Ello permite al comerciante que no logra vender

todos sus artículos durante un día dejarlos al cuidado de alguna

persona conocida, y volver por ellos al día siguiente, o, si no se

descomponen fácilmente, a la semana siguiente. No se paga por

las cosas que se dejan al cuidado de otra persona. En el mercadotambién está generalizada la costumbre de dejar las pertenencias

recomendadas con otro comerciante, mientras se visitan algunas

ventas o se efectúan negocios en el pueblo o en el propio mercado.

Los panajachelenses van al mercado con sus productos vendibles,

y vuelven con las manos vacias o con los bienes de consumo quehan adquirido. No compran productos para revenderlos a su regreso.

En 1936 y 1937 había medía docena de excepciones a esta regla. Unhombre compraba frutas en la ciudad de Guatemala, para venderlas

en Panajachel, y con frecuencia en otros pueblos. Otro (junto con

su esposa) compraba diversas mercaderías en la capital, para ven-

derlas en Panajachel y en varías partes más; también comprabafrutas en San Lucas y las vendía en cualquier otro lugar. Un tercero

compraba tomates en San Lucas, con el objeto de venderlos enPanajachel y en diferentes lugares. Otro (en compañía de su hijo)

compraba quesos en la costa y los vendía en su comunidad. El quinto

era un panajachelense-atiteco cuya actividad desconozco. La sexta

era una mujer que compraba naranjas y limas de Santa Cruz ySan Marcos en el mercado de Solóla, para revenderlas en San An-

drés. Las personas descritas son las únicas de las cuales puede decir-

se que eran "comerciantes". Sus ganancias netas, que probablemente

oscilaban alrededor de cíen quetzales al año en total, representaban

una adición al ingreso de la comunidad indígena local.

3 - £1 Capitalismo • Tomo II

Page 36: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

338 S O L T A X

AGRICULTURA

Para inquirir en términos generales acerca de cómo conoce de

bien su actividad el indígena, deben tomarse en cuenta no sólo los

recursos en tierras y la tecnología, sino el empleo del tiempo entre

las familias que tienen diferentes recursos en tierras. Por ejemplo,

parecería que los indígenas podrían utilizar más completamente sus

tierras si cultivaran legumbres donde cultivan café; sin embargo,

si así fuese, no dispondrían de tiempo para aplicar a todas sus tierras

el sistema intensivo que aplican en el cultivo de las legumbres. Dela misma manera que una familia que posee pocas tierras puedeobtener mayores utilidades si cultiva sólo legumbres, una familia

que posee tierras muy extensas estaría limitada por la imposibilidad

o la inconveniencia de emplear la mano de obra necesaria. Los pá-

rrafos siguientes están destinados a examinar la cuestión cultivo por

cultivo.

Más y mejores fertilizantes, así como semillas mucho mejores(incluso híbridas), aumentarían el rendimiento del maíz. Empero,tales fertilizantes aparejarían más animales domésticos, para los

cuales no hay pasturas adecuadas, o productos químicos, que se

elaboran fuera de la región. De la misma manera, los indígenas, lo

mismo que la mayoría de los agricultores, no son capaces de intro-

ducir mejoras radicales en las semillas. No tiene ningún valor suge-

rir que el conocimiento científico del mundo civilizado al ser llevado

hacia las milpas locales, aumentaría el rendimiento del maíz. Losindígenas muy bien pueden estar obteniendo de sus suelos todo lo

que sea posible obtener con ayuda de sus conocimientos, o de las

aplicaciones razonables de los mismos. Ciertamente, su conocimientode la tecnología que emplean es muy detallado. Por ejemplo, un indí-

gena se da cuenta cabal de que lo que permite sembrar milpa inde-

finidamente, año tras año, es el hecho de que el terreno que la sus-

tenta se encuentra más o menos a nivel.

Las preguntas que me parecen legítimas se refieren a si los

indígenas podrían obtener rendimientos más altos si sembraran las

plantas más unidas, si echaran la semilla en agujeros más profundoso más superficiales, si no dejaran la tierra tanto tiempo en barbecho,si cambiaran la semilla todos los años, o si sembraran más frijol.

También podría preguntarse si pudiera ahorrarse tiempo introdu-ciendo cambios en las técnicas; por ejemplo, podría preguntarse si

Page 37: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

EL CAPITALISMO DEL CENTAVO 339

los montículos que se hacen en la base de las cañas de la mil¡ík

compensan el esfuerzo invertido en ellos. No tengo los conocimientosespeciales necesarios para dar respuesta a la serie de preguntasformuladas. El experimento que llevamos a cabo en 1936 demostrómuy pocas cosas, principalmente porque no duró más que una esta-

ción.Jo» Los indígenas no son refractarios a los experimentos; ni

siquiera lo son en relación a la milpa. Ensayan fertilizantes, inter-

cambian semillas 1^0 y prueban semillas obtenidas en otras localida-

des; ocasionalmente también cambian otros factores. Es razonablesuponer que en el transcurso de las muchas generaciones que hancultivado maíz hallaran la forma, dentro de sus posibilidades cultu-

rales, de obtener el máximo provecho de sus milpas.

En la elección de cultivos, los indígenas se orientan por lo comúneconómicamente, aunque no de manera invariable. Es obvio que las

tierras irrigables del delta son demasiado vcdiosas para sembrarmaíz en ellas; el rendimiento no es suficientemente más alto que enlas vertientes, en las cuales no pueden sembrarse hortalizas, paraque la diferencia quede compensada en caso de dejar de sembrarotros productos. No obstante, la mayoria de los indígenas cultiva

milpa durante la estación de las lluvias en el delta. Una explicación

se encuentra en el deseo de tener maíz para el consumo doméstico.

Otra estriba en el hecho de que ocurren inundaciones durante la

estación lluviosa, lo cual hace que el cultivo de legumbres sea arries-

gado. Muy pocas personas han sembrado pequeñas extensiones de

maíz con riego, incluso durante la estación seca; ciertamente, ello

no compensa el esfuerzo, tomando como base el precio de un quetzal

y fracción. Por otra parte, los indígenas dicen que tales cultivos de

maíz fuera de estación ni siquiera se desarrollan bien. Puede adu-

cirse un buen argumento para sembrar maíz en sustitución de legum-

109 Aunque poseo notas que indican aue ésta es una práctica corriente, en el libre

intercambio de semillas puede interferir un factor cultural. Cuando el señor Rosales trató

de comprar ciertas clases de semillas para nuestra milpa experimental, la gente casi siem-pre negó tenerlas, aunque el señor Rosales sabía muy bien que no era así. Finalmente,una mujer explicó por qué ella y los demás no querían vender: si ella vendiera semillas,

la milpa del comprador prosperaría y la propia no. Después fue persuadida a vender, conla condición de que la cosecha no se distribuiría entre otras personas que no fuesen ella

y el comprador. (Notas en micropelícula, p. 1125).

110 Las siguientes notas pueden citarse como ejemplo de la forma como se afron-tan las emergencias en la agricultura. En 1936, los cuervos estaban comiendo plantastiernas en la milpa experimental. Un indígena anciano dijo al señor Rosales que a él

le ocurría lo mismo, que el hecho no era nuevo en la historia de Panaja^hel, que los cuer-vos no respetaban ni las plantas grandes y que incluso los espantapájaros que había coloca-do en la milpa no habían servido para nada. Agregó que había resembrado semillas húmedas,las cuales germinarían más pronto. Aprobó el otro plan del señor Juan Rosales, queconsistía en colocar ramas sobre las semillas, para ocultarlas a la vista de los cuervos;también aconsejó que se rociara el terreno.

Page 38: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

340 S O L T A X

bres, aunque aquél no sea remunerador: tanto los ladinos como los

indígenas utilizan el maíz. Este grano, tan importante en la dieta,

no sólo es caro durante la estación seca, sino que en algunas ocasio-

nes no puede obtenerse en la localidad. Por tal razón es conveniente

tenerlo en existencia. En la región no se almacena el maíz en grano,

sino en mazorca; pero es difícil comprarlo en esta forma, porque al

mercado sólo llega desgranado. Por tanto, no es posible, por lo gene-

ral, comprar maíz en cantidad suficiente para cubrir las necesidades

de un año, de donde resulta útil hacer algún sacrificio para cultivarlo

uno mismo. A pesar de la escasez de tierras milperas en las colinas,

los indígenas no cultivan más maíz en el delta, porque no puedencubrir en la mayoría de los casos, la pérdida que tal cultivo entraña.

Son calculadores suficientemente buenos para hacer la elección nece-

saria (si la decisión es consciente). No obstante, más adelante, cuandose analicen el frijol y los cerdos, se verá que no son calculadores

perfectos.

Creo que la práctica de cultivar legumbres en las colinas (en los

lugares donde puede conseguirse agua) aumentará, y que una pro-

porción más amplia de las laderas podrá ser puesta en uso intensivo,

por lo menos durante la estación de las lluvias. De esta manera los

indígenas podrían obtener mayor provecho de sus tierras; sin em-bargo, el fertilizante de hojas de cafeto, que es utilizado comúnmente,es difícil de transportar hasta las colinas. También podría ocurrir

que las tierras de las colinas perdieran su fertilidad más pronto al

ser puestas en cultivo intensivo.

Los indígenas de Panajachel se consideran expertos en la horti-

cultura del delta, y encuentran difícil conseguir buena mano de obraen otros pueblos. Entre ellos, algunos tienen fama de ser especial-

mente diestros en ciertos trabajos. El orgullo juega un papel muyimportante, y es indudable que los buenos trabajadores dan a sushuertos una apariencia mejor que la que es técnicamente necesaria.

Los indígenas parecen saber las virtudes de los distintos suelos,

y prefieren sembrar legumbres en las tierras negras, y tomates,pepinos y camotes en las arenosas. También clasifican los suelosnegros en "duros" y "suaves": los primeros son preferidos para el

ajo y la cebolla, y los otros para semilleros de cebolla y otras legum-bres. No encontré razón alguna para poner en duda su juicio.

Es notorio que, a diferencia de otros cultivos, el frijol no resultaeconómico en los campos irrigados del delta, porque debe mantenersea la par del precio del que se cultiva en los campos de maíz durantela estación lluviosa, el cual requiere poco trabajo. No obstante, la

Page 39: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

F.EL CAPITALISMO DEL CENTAVO 341

tierra es constantemente utilizada de manera antieconómica en el

cultivo del frijol. Es posible que todos los indígenas reconozcan cons-

cientemente los hechos. En una ocasión (en 1937) discutimos tales

hechos entre algunos amigos: dos de ellos desistieron de sembrarírijol, y un tercero empezó a sembrarlo al dia siguiente de nuestraconversación. Sin embargo, no puede decirse que este caso constitu-

yera una necedad. Lo mismo que el maiz, el frijol es una parte

importante de la dieta, a pesar de lo cual los indígenas siembranpoco frijol entre la milpa. Precisamente cuando la cosecha de frijol

ae levanta en el delta, el precio del frijol de milpa alcanza su puntomás alto. Al decidir si siembran frijol o no, los indígenas conside-

ran la posibilidad de cosechar provisiones abundantes en sus propios

campos, y la de pagar precios de escasez en el mercado. Como alter-

nativa, también existe la posibilidad de comprar y almacenar grandescantidades de frijol después de la cosecha de las milpas; sin embargo,parece ser que la mayoria de los indígenas no tiene suficiente dinero

disponible para hacerlo. Los indígenas ricos también cultivan frijol;

en este caso puede argumentarse que ellos pueden soportar la pér-

dida, con tal de asegurarse la provisión del artículo. Sin embargo,los indígenas también arguyen que el frijol enriquece el suelo, de

manera que inmediatamente después pueden sembrarse ajos o cebo-

llas con resultados excelentes.

En la horticultura, al menos, los indígenas siempre están dispues-

tos a ensayar nuevas plantas, diferentes semillas, o nuevas técnicas.

El experimento es un procedimiento constante entre varios de ellos.

Pueden mencionarse algunos ejemplos. En 1936, un indígena informóque había sembrado dos clases diferentes de semillas de cebolla, unacuerda de cada una; si una clase no se desarrollaba bien, la reem-

plazaría por la otra. Una mujer sembró calabazas en tablones,

durante el otoño, a fin de que estuviesen prontas para el mercadodurante la cuaresma, cuando su precio es muy alto; otros indígenas

que habían tratado de hacer lo mismo sin resultados opinaron queel buen éxito de ella había dependido de la semilla utilizada, y qui-

sieron en vano comprarle un poco. Los indígenas están tratando

constantemente de sembrar más separadas las cebollas, para obtener

cosechas más grandes. Empero, las cebollas resultan muy pequeñas;

ninguno ha logrado buen éxito al tratar de reducir la distancia de

4 pulgadas. En 1936 traje semillas de los Estados Unidos, y los indí-

genas se interesaron mucho por ellas. Entre éstas había bróculi,

planta de la cual nunca habían oído hablar; sin embargo, los bene-

ficiados no sólo Icis sembraron, sino que volvieron a sembrar las

Page 40: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

342 S O L T A X

que adquirieron al año siguiente. Un indígena me pidió cierta clase

de fertilizante que había sido llevada al pueblo en una ocasión; dijo

que costaba varios quetzales cada saco, pero quería comprarlo, por-

que bastaba echar una pizca en cada mata de legumbres, para quecrecieran enormemente. Quizá el mejor ejemplo de experimentación

pura es el del indígena que completó en 1936 un ensayo tendiente

a obtener mejores semilleros de cebolla. En vez de cubrir con

tierra negra las semillas húmedas recién sembradas, llevó arena del

cauce del río y la derramó sobre las mismas. Las semillas germina-

ron pronto, las plantas crecieron rápidamente, y las cebollas fueron

más grandes de lo que habían sido en el pasado en los mismoslechos. Comunicó su éxito a otros.

Los cultivos han cambiado considerablemente dentro del tiempo

que cubre la memoria de personas que aún están vivas. La zana-

horia, la remolacha, la lechuga y el nabo, así como algunas plantas

más, fueron introducidas hace poco tiempo. Una nueva variedad de

rábano ha desplazado parcialmente a la antigua variedad que se

designa con el nombre de "nativa". El repollo sembrado de semillas

importadas también es nuevo; antes había un repollo nativo quese cultivaba a base de vastagos y tenía gran importancia, pero los

consumidores prefirieron la nueva variedad, de modo que la antigua

desapareció. Las fresas eran muy recientes en 1936; en cambio, en1941 había aumentado tanto la cantidad cultivada por los indígenas,

que el precio descendió hasta la tercera o la cuarta parte del quetenía antes. Se dijo que había una variedad antigua de camote quese cultivaba en grandes cantidades, en hileras; ahora hay dos varie-

dades menos valiosas, que se cultivan sólo en los bordes de los

tablones. Se afirmó también que la yuca, ahora muy común en Pa-

najachel, había sido llevada al pueblo desde la costa. El chile, quesolía crecer en mayor abundancia antes, probablemente declinó envista de las ventajas que representa el chile seco, de color rojo, quese vende ahora en los mercados. Los guisantes tuvieron la mayorimportancia en otro tiempo, y se cultivaban por cuerda, en tablones,

o de la misma manera que el maíz; sin embargo, se producen mejoren otras partes, y prácticamente han dejado de cultivarse. Los indí-

genas también cuentan que en un tiempo se sembró anís en grandescantidades en Panajachel; actualmente no se cultiva más, pero el

"espíritu" permaneció y hoy se siembra en San Antonio. En cambio,el pepino, que era planta de San Antonio, sólo se cultiva en Panaja-chel. Un informante, que aseguraba haber sido el segundo productorde pepinos en la comunidad, me dijo el nombre de la primera per-

Page 41: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

f:

EL CAPITALISMO DEL CENTAVO 343

sona que había sembrado este producto. Cuando el primer productorobtuvo buena cosecha de pepinos y buen precio para los mismos, el

segundo le solicitó vastagos para sembrar, y recibió una negativa.

Sin embargo, cuando pasó por San Antonio algún tiempo después,

vio a un agricultor trabajando en sus siembras de pepino, y consi-

guió de él que le vendiera vastagos suficientes para llenar un cacax-

tle. Los tomates abundaron en Panajachel hasta que los de SanAntonio principiaron a cultivarlos; pareció como si éstos se hubie-

sen llevado el espíritu de los tomates, pues los de Panajachel son

actualmente malos. Ahora los antofteros están empezando a cultivar

cebollas, y los indígenas de Panajachel están muy preocupados; se

quejan ya de que una enfermedad está atacando sus cebollas y ajos.

Mientras conversábamos en un velorio, en 1937, uno de los indí-

genas hizo notar que, aunque las tierras de San Antonio están

próximas a las de Panajachel y son cultivadas de la misma manera,

la semilla de cebolla que producen aquéllas no es buena, en tanto

que la que cultivan los jorgenses es muy buena (incluso es mejor

que la de Panajachel). Otro dijo que quizá éstos poseen ahora el

espíritu de las cebollas de Panajachel, o que San Francisco (el santo

patrono de Panajachel) los quiere más, o quiere menos a los pana-

jachelenses, como castigo por algo; entonces el primero sugirió que

pidan al ministro de agricultura que impida que los habitantes de

San Jorge sigan sembrando semillas de cebolla, para que Panaja-

chel no pierda su único negocio. Un tercero se pronunció en contra

de la sugestión, diciendo que los de San Antonio podrían seguir el

mismo camino, y pedir que los panajachelenses no sembraran máspepinos; agregó que los negocios y la agricultura son libres, de

manera que lo que un pueblo siembra no es materia de las leyes,

y que un pueblo cultiva cierto producto más que otros, porque se

desarrolla mejor allí. Algunas personas insatisfechas con la última

opinión cambiaron de tema. A lo anterior puede agregarse que unindígena de la localidad ha estado sembrando anís con buen éxito

desde 1939; eventualmente este cultivo puede volver de San Antonio

a Panajachel. Los trabajadores indígenas de Santa Catarina, donde

también se cultiva anís, enseñaron al agricultor local cómo se siem-

bra este producto.

El café es un cultivo nuevo que se ha vuelto en extremo impor-

tante. Su mayor auge probablemente ocurrió durante la década

iniciada en 1920. Relativamente, el café requiere poco trabajo; en

cambio, los suelos sembrados de café no rinden tanto como los sem-

brados de hortalizas. Por tanto, los ricos consideran ventajoso sem-

Page 42: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

344 S O L T A X

brar café en una parte de sus tierras, pues si trataran de sembrar

sólo legumbres podrían surgir problemas laborales. En cambio, los

pobres consideran conveniente sembrar sólo legumbres, las cuales

les permiten trabajar más tiempo en sus tierras y percibir mayoresingresos por el tiempo que invierten. La mayoría de los indígenas

considera conveniente diversificar sus cultivos; el ideal consiste en

sembrar cierta cantidad de cada cosa: un poco de café, otro de legum-

bres (cierta extensión de cada clase), algunos pepinos, algo de milpa,

etcétera; en este caso, si algún cultivo se pierde, lo demás se salva.

Esta es la razón por la cual no siembran siempre plantas más remu-

neradoras, en detrimento de otras cuyas utilidades son menores.

Los indígenas también acostumbran la rotación de cultivos, y dejan

descansar sus tierras, pues saben que de este modo las mismas pro-

ducen más.

Si bien los indígenas no siempre tienen buen éxito, tratan cons-

cientemente de obtener de sus tierras el máximo beneficio posible,

en el entendido de que lo dicho incluye la conservación de la produc-

tividad de las mismas. Este parece ser un asunto fuera de duda.

Tal vez sobre esta base, los indígenas tratan de rehuir la crianza

de animales, especialmente de cerdos y aves de corral, pues no es

económico. Podría aducirse que los animales domésticos permiten

que los recursos sean utilizados en forma más completa, puesto quese alimentan de los desperdicios de la cocina y de la flora silvestre,

los cuales, si los animales no los comen, se pierden en gran parte;

empero, estos alimentos constituyen sólo una pequeña porción dela dieta de los animales, pues el maíz es su principal alimento. Tam-bién podría aducirse que contribuyen a la fertilización de los suelos

próximos a la casa, pero ello tampoco representa una ventaja grande,

pues resultaría más barato comprar abonos animales a los ladinos,

que criar animales con tal objeto. Los únicos animales que se tienen

para obtener beneficios son los cerdos y las pocas ovejas, cabras yvacas que hay en la comunidad. Toda la carne, la leche, el queso

y otros productos animales son comprados; los indígenas crían dichos

animales para la venta. Con excepción de los cerdos, los demáscontribuyen considerablemente a la utilización total de la tierra,

pues pacen en terrenos en barbecho que dentro del sistema de la

milpa no podrían ser utilizados de otra manera; además, aumentansu fertilidad. El pastoreo de animales no es más popular, probable-

mente porque no abundan las tierras milperas (que son las de pas-

toreo o de forraje), y porque el tiempo que se invierte en cuidar

el ganado, que es considerable, puede producir mayores utilidades

Page 43: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

EL CAPITALISMO DEL CENTAVO 345

en la agricultura. Por otra parte, la crianza de cerdos es franca-

mente antieconómica. El caso de las aves de corral es diferente. Elmaíz que las mismas consumen no es recuperado ni en huevos ni

en crecimiento. Pero no se trata de un asunto comercial. Las gallinas

constituyen parte de la unidad doméstica y son necesarias para con-

servar el prestigio del ama de casa; deben comerse en ciertas oca-

siones, a pesar de que resulta difícil comprarlas; y finalmente repre-

sentan una especie de seguro, pues por medio de ellas se ahorra

cuando el maíz está barato, en espera de los días de escasez, cuandose necesita dinero. Una mujer informó que tiene gallinas, porquedesea utilizar los desperdicios de la cocina. No obstante, en 1941

oímos decir a un indígena con quien habíamos hecho cuentas en1937, que su familia ya no tenía gallinas, porque habíamos demos-trado que no dejaban utilidades. Tampoco deseaban tener cerdos.

Los perros y los gatos se tienen, porque se desea su compañía;

además, los perros cuidan de la casa y los gatos la libran de peque-

ños animales. Si se exceptúa que los cachorros de ambos se vendenocasionalmente, estos animales no producen ingresos en efectivo, yen cambio representan un gasto considerable; constituyen un ren-

glón consumidor. Los caballos y las muías suministran abono, por

lo que contribuyen a fertilizar el suelo. En cambio, el valor de lo

que consumen es superior a lo que proporcionan; por cierto quelos comerciantes indígenas que los utilizan se dan cuenta de que encomparación con los cargadores humanos comen un valor equiva-

lente al que devengan en el transporte. Sin embargo, aquí tampocopueden los valores separarse de las diversas satisfacciones. Proba-

blemente la situación de Panajachel no sea típica de Guatemala.

Donde hay amplias fajas de terreno destinadas al cultivo del maíz,

o no utilizadas siquiera en tal cultivo, el pastoreo de animales cons-

tituye sin duda un buen negocio; y en las comunidades donde las

aves de corral disponen de mayores extensiones de tierra para buscar

sus alimentos y hay excedentes de maíz, las gallinas y los pavos

probablemente sean redituables.

Tiempo invertido en el mercado

El cuadro número 47 presenta la cantidad de tiempo que se

invierte en comprar y vender. El tiempo que se invierte en vender

los productos locales sólo puede cargarse parcialmente al costo de

los mismos, puesto que la compra representa recreación, y a menudocoinciden otros menesteres con las visitas a los mercados. Lo dicho

Page 44: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

346 S O L T A X

es en particular cierto en relación con el tiempo que se invierte en

Solóla, y con el que las mujeres destinan a la venta en el mercado

local, donde el aspecto recreativo es muy importante. El cuadro

número 48 presenta un detalle del tiempo que las mujeres y los

niños pasan en el mercado local, con base en los cálculos hechos.

El cuadro número 49 resume el tiempo invertido en los mercados

exteriores; se basa en dos encuestas hechas con varios indígenas ycon algunos años de intervalo, así como en las numerosas observa-

ciones hechas a lo largo de muchos años. Las actividades comercia-

les son bien conocidas, y los indígenas hablan de los mercados ylos precios más que de cualquier otra cosa. No obstante, los datos

primarios no son tan detallados como podría indicar el cuadro núme-

ro 49. Los interrogatorios fueron hechos teniendo en mente las

unidades domésticas y las costumbres generalizadas. Por ejemplo,

la afirmación de un informante de que determinada "familia entera"

iba regularmente a Solóla, era cierta, pero debe advertirse que algu-

nos miembros de la familia iban una semana y los restantes otra.

También es cierto que 103 varones, 112 mujeres y 60 niños iban con

regularidad al pueblo en mención, pero ello no indica el númeroque concurría un martes o un viernes determinados. Si no se cuenta

a los indígenas en el camino durante un período de observación, o

se hace alguna otra corroboración territorial, los números de la

columna denominada "Tiempos por año" se basan parcialmente en

observaciones generales, como la de que 82 unidades domésticas

concurren con regularidad al mercado de Solóla, y se hacen repre-

sentar en él 50 veces anuales (algunas familias van ocasionalmente

dos veces a la semana), aunque el total de los días se reduce a causa

de la inclemencia del tiempo, las enfermedades y los días festivos,

que alejan del mercado a todas las familias durante varios días;

además, en los casos de las familias compuestas, no todos los miem-bros van consuetudinariamente al mercado en conjunto. Las cifras

relativas a otros pueblos están menos sujetas a error, porque noconcurren "familias enteras" al mercado. Las cifras relativas a

*'Horas cada vez", basadas en afirmaciones fidedignas y en la obser-

vación son bastante exactas. Los totales calculados para las visitas

"regulares" probablemente estén ajustados dejando un margen de

10 por ciento. En cambio, los totales para las visitas "irregulares"

podrían variar de 30 a 40 por ciento.

Page 45: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

EL CAPITALISMO DEL CENTAVO 347

CUADRO Nt 47

RESUMEN DEL TIEMPO DEDICADO AL MERCADEO

Número de días de 9 horas ea el año

Tipo de mercadeo

Hombres Mujeres Niños Total

Vendiendo en el mercado local

(cuadro 48) 4 680 1849 6 529

Visitas regulares a mercados fo>

ráneoi (cuadro 49a) .... 3 981 2426 1316 7723

Visitas irregulares a mercados

foráneos (cuadro 49b) ... 1 544 1 036 577 3 157

Adicional para comprar en el

mercado local, principalmen-

te los domingos* 809 347 1 156

Vendiendo en hoteles, muelles

y casas* 393 185 578

Comprando en tiendas, etcétera,

durante la semana, cuando no

ea casual la visita al mercado' 80 436 436 952

Total 5 605 9 780 4 710 20 095

1 Suponiendo que cada casa no representada en el mercado local del domingo envía

una mujer, que emplea 2 horas semanalmcnte para comprar allí. (70 mujeres, cada una104 horas anualmente; lo mismo 30 niños).

2 Calculando que 17 mujeres y 8 niños pasaron cada uno cerca de 4 horas sema-

nalmente en dichas ventas.

3 Calculado sobre la base de que en promedio el hombre de hogar pasa cerca de3 horas al año y las mujeres y los niños 23 horas al año por familia, divididas equita-

tivamente entre ellos.

Page 46: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

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Page 47: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

CUADRO N« 4»

TIEMPO DEDICADO A VISITAR MERCADOS DE OTRAS COMUNIDADES

«) VISITAS REGULARES

NáiMfo MI srnpcM Número de días de 9 horas en el año

Mercado

Solóla 103 112 60San Andrés ... 9 13 9San Lucas .... 11 — —Patulul-Chicacao .4 — —Tecpán 22 — —Patzún 8 — —Guatemala .... 13 1 —Quezaltenango . . 3 — —

3530201215121010

55856*

40»40»

56*

80»

2 003150196149733213404133

2 178217

31

1 166150

5 347517196149733213435133

Total . 3 981 2 426 1316 7 723

b) VISITAS IRREGULARES»

Page 48: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

BIENES DE CONSUMO

A pesar de que la mayor parte de los artículos consumidos, par-

ticularmente los materiales para la alimentación y la indumentaria,

así como todos los utensilios, son comprados en el exterior de la

comunidad, alrededor de un tercio del tiempo que se invierte en la

producción se dedica directamente a los bienes de consumo. Portanto, los precios y las compras atraen el máximo interés; no obs-

tante, la elaboración final de las vituallas, de los textiles y las cosas

similares que se compran es hecha en el hogar, y no faltan algunos

renglones importantes, como los de las viviendas y leña, que se hacenen forma completamente doméstica. Por tal razón, esta sección des-

cribe tanto la compra como la hechura.

COMPRAS PARA EL USO

En una comunidad especializada como Panajachel, que no pro-

duce más que pocos artículos esenciales para la vida, el hecho desalir de compras constituye una parte muy importante de la vida dia-

ria o semanal. En términos generales, los panajachelenses, lo mismoque los miembros de otras comunidades especializadas, no compranunos a otros, puesto que todos producen aproximadamente las mismascosas. Por tal razón, la compraventa al por menor se lleva a cabo

en los mercados, donde los indígenas de distintas comunidades se

reúnen para intercambiar productos. A pesar de ello, los indígenas

de Panajachel obtienen los artículos que necesitan de diversas

memeras.

En forma ocasional, los indígenas compran a otros indígenas en

su propio pueblo; también ocurre que los comerciantes de Panajachel

vendan de casa en casa, de cuando en cuando, las mercancías quellevan de otros pueblos.^ Los ladinos y los indígenas de otros pue-

blos venden sus mercancías de puerta en puerta; esta actividad es

mucho más importante y frecuente. Los indígenas de Santa Catarina

venden pescado y cangrejos casi todos los días a la puerta de las

111 Por ejemplo, el señor Rosales escribió el 16 de marzo de 1937 que el comer-ciante que compra quesos en la costa los estaba vendiendo de casa en casa, incluyendolos hogares ladinos. El 21 de febrero del mismo año escribió que algunos indígenasvendían el miltomate que había crecido en el lugar donde cosecharan su maíz.

350

Page 49: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

EL CAPITALISMO DEL CENTAVO 351

casas;»" muchos de ellos destinan la primera parte de las mañanas

dominicales a esta actividad, y a continuación se dirigen hacia el

mercado.»»» Los ladinos y los sololatecos que destazan cerdos, o

sus esposas, con frecuencia venden manteca, chicharrones y otros

productos porcinos de puerta en puerta.»»* Hay otros vendedores

^ regulares, como una mujer originaria de San Jorge que en 1936

I llegaba cada tres dias a vender comida preparada,^ »5 aisi como muchasotras que llegaban esporádicamente.» »«

í112 El Mfior Rosales los anotó con frecuencia en su diario; a menudo llegaban a

nuestra casa. Una razón de ese hecho estriba en que la pesca era ilegal en la época

del estudio, por lo cual el pescado debía venderse subrepticiamente. Otra es que el

PCtCldo atrapado durante la noche debe venderse al día siguiente, aunque no sea día

dt atrcado. Algunos catarinenses. cuando no logran vender en Panajachel. también vén-

eta de puerta en puerta en Solóla. Ocasionalmente llevan otros productos, además de

pMCado y cangrejos (tomates y huevos, por ejemplo). El señor Rosales observó a unCOttciante que se detuvo en el camino en su viaje hacia el mercado de Solóla, paraipcnder un poco de maíz, porque su carga pesaba tanto que lo obligaría a llegar dema«atado tarde a su destino.

115 La razón de ello parece ser el deseo de eludir el pa^o del impuesto en el mer«cado. Una persona dijo que el impuesto equivaldría a una libra de maíz.

114 El 27 de octubre de 1956. una sololateca ofreció manteca procedente de los

cerdos que habla destazado en su casa, situada en las montañas. Dijo que en su viaje

anterior le habian encargado el produao. pero que la gente no tenía dinero en el

momento preciso, por lo cual se había visto obligada a dar al crédito. Prometió llevar

carne de cerdo el sábado siguiente para los tamales del Día de Todos los Santos, y ven-

der la libra a un centavo menos de lo que cobraban los destazadores locales. La mismamujer llevó carne de cerdo el 20 de febrero de 1937. y pidió permiso para calentar su

desayuno en casa del señor Rosales. Mientras comía se presentó la patrulla del pueblo,para conducirla al juzgado a que mostrara su l-cencia; se le permitió que^ terminara dedesayunar, después de lo cual dijo al señor Rosales que lo que le ocurría se debía a

uha competidora ladina, que estaba enojada porque había vendido menos. Dijo quehabla vendido embutidos a una ladina en el camino y que ésta podía haber informadoa su competidora. También pensó que su acusadora podría ser otra sololateca que se

dedicaba al mismo negocio, la cual pudo haberla seguido hasta Panajachel. Informóque había Helado a Panajachel. porque en Solóla había nueve vendedores indígenas yladinos. Alegó ademis que tenía todos los documentos necesarios, pero los había dejadoen su casa.

En aUunas ocasiones, la competencia es notoriamente fuerte. El 3 de agosto de 1936el señor Rosales informó que una mujer indígena que vendía panza de res le habíadicho que abandonaría el negocio. Expuso que una ladina había iniciado recientementeel mismo negocio, y que ese mismo día, cuando se juntaron en el camino, le dijo conenojo que si continuaba vendiendo de casa en casa la embrujaría. Agregó que ya estaba

embrujada, porque su estómago estaba haciendo ruidos y pronto estallaría.

115 Ella informó al señor Rosales que invierte la mayor parte de su tiempo en el

negocio: todos los días compra suficiente maíz, y durante la tarde y parte de la nochemuele y cuece. En las primeras horas de la mañana vende a los viajeros indígenas en

los muelles: ellos la conocen y la esperan. El resto lo vende de casa en casa. Suele

vender al crédito cuando le conviene, y cobra poco a poco.

_En otra oportunidad vendió algunos tamales de carne de cerdo al señor Rosales. Al

abrirlos, éste encontró la carne corrompida y los devolvió. Ella los comió y dijo quela c:irne e^taí^a en perfecto estado, y que era pecado devolverlos. A continuación se

marchó enojada.116 Vendedores de frazadas de Momostenango: maxeños con ocote, o con especias

y panela, o bien con telas; indígenas de Cerro de Oro con petates, maíz, o frutas de la

costa; de Concepción con canastas o paja para techos; de Nahualá con piedras de rnoler.

Hay anotaciones relativas a todos estos vendedores. Además, el señor Rosales tnformaque durante varios días llegó una vecina ladina pobre llevando una gallina; un sololateco

llevó 4 libras de semillas de cebolla; un ladino, un racimo de bananos; otro trató devender un arma; otro más ofreció una vaca; y un catarinense se presentó ofreciendo enventa su tierra.

Page 50: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

352 S O L T A X

Por lo regular, la madera se compra a los aserradores indígenas

de Concepción, Patanatic y principalmente de Chichicastenango, en

el camino que atraviesa el pueblo. (La madera y la paja para techos

se encargan a menudo con anticipación). Los muebles también son

comprados ocasionalmente en el camino que conduce al pueblo, casi

siempre por ladinos, a los comerciantes que los llevan sobre la espal-

da. Los indígenas por lo común compran esta clase de artículos en

los grandes mercados que se celebran algunas veces a lo largo del

año, cuando la selección es más fácil y el precio se supone más bajo.

Las compras que se efectúan en las tiendas que poseen los ladi-

nos son más importantes. En 1936 había tres grandes tiendas de

artículos generales en el pueblo; también había muchas tiendas

pequeñas (mapa número 3), varias tabernas, dos farmacias, y tres

carnicerías en las cuales se vendía carne de res (dos de ellas perte-

necían a indígenas). Dichos comercios abastecían a los ladinos y a

los indígenas locales, así como a las personas de otros pueblos quepasaban por Panajachel, o que concurrían a su mercado. Solóla

tiene muchas tiendas grandes de todas clases, en las cuales la gente

de Panajachel compra asimismo con frecuencia. Las tiendas de

artículos generales venden gran variedad de géneros. Algunos comokerosene, machetes, azadones, etcétera, no pueden comprarse enninguna otra parte. Otros como telas, hilos de seda, algodón y lana,

sombreros de paja, platos, cubiertos y comestibles (café, manteca,

panela, azúcar, chocolate, pan, maíz, frijol, chile, especias y sal) se

encuentran tanto en las tiendas como en las ventas del mercado.Por lo general, las tiendas no venden determinados artículos comomuebles, vasijas de barro, canastas, petates, ocote, algodón en bruto,

frutas, legumbres, aves de corral, etcétera.

Aunque los precios de las tiendas son por lo regular fijos, el rega-

teo es posible corrientemente. También son en general más altos quelos del mercado, y en artículos tan importantes como el maíz a menu-do son de 25 a 50 por ciento más elevados que éstos.i^^ Los indígenas

de Panajachel nunca compran grandes cantidades en las tiendas. Si

desean almacenar maíz, panela o azúcar, por ejemplo, hacen sus com-pras en el mercado, cuando los artículos mencionados estás más ba-

ratos. En realidad, las tiendas venden los artículos de consumo diario

principalmente a la gente pobre, que compra un poco todos los días,

conforme reúne los centavos necesarios. Habitualmente las compras

117 Por supuesto, hay excepciones. Con mucha frecuencia los precios de las telas

parecen ser más altos en el mercado que en las tiendas; pero es obvio que un com-prador nativo experimentado puede regatear mejor que un foráneo.

Page 51: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

EL CAPITALISMO DEL CENTAVO 353

eh las tiendas no exceden de algunos centavos. Un indígena compra uncentavo de panela en una tienda, porque "allí dan una buena porción

por un centavo"; adquiere un centavo de kerosene en otra, porque

"alli dan más por el mismo precio"; y también compra media libra de

carne (dos centavos y medio). Cuesta más comprar en las tiendas yen tales cantidades; no obstante, la mayoría de las familias indígenas

lo hace algunas veces, y pocas familias lo hacen con regularidad.

Los panaderos ladinos del pueblo venden su producto por inter-

medio de las tiendas. Los indígenas que acostumbran comer pan en el

desayuno lo compran allí; para los obsequios ceremoniales y los ritos

religiosos compran cantidades considerables. En Semana Santa, cuan-

do todos consumen mucho pan, los panaderos principian a trabajar

con anticipación; también hornean otras personas que conocen el ofi-

cio (inclusive algunas Indígenas). Con frecuencia se da el caso de quelas indígenas y ladinas compran los materiales necesarios para hacer

pan (harina, huevos, manteca, etcétera), y los entregan a los pana-

deros para que elaboren el pan que necesitan.

El aguardiente, que sólo se vende en negocios autorizados por

el gobierno, se despacha en barriles, medios barriles, botellas (creo

que cada una de éstas contiene 24 onzas de líquido), y en envases sella-

dos de UH litro, de medio, un cuarto y un octavo de litro. Por lo

regular, las cantidades grandes se compran en Solóla. En 1936 y1937 aún era posible comprar en el mostrador aguardiente por vaso.

Después sólo podía venderse legalmente en envases sellados de unlitro o fracción, para que el comprador se emborrachara fuera de la

cantina. Se pueden comprar dos clases de aguardiente: la olla (desti-

lada en vasijas de barro), y el alambique (de calidad inferior, destila-

do en aparatos de cobre); regularmente, los indígenas compran este

último. En forma privada es factible comprar aguardiente de elabora-

ción ilícita, el cual no sólo es más barato, sino que cuando es olla, es

mejor. Las tiendas y las tabernas también venden cerveza y bebidas

suaves, que los indígenas compran de cuando en cuando.

Las carnicerías sólo venden carne de res. Cada una abre sus puer-

tas 3 ó 4 días a la semana, o bien cierra hasta que el animal destaza-

do se acaba. Aunque los destazadores tratan de alternarse, en algunasocasiones es preciso ir a Solóla para poder comprar carne durante undía o dos. Varios ladinos e indígenas venden la leche que producensus vacas, entregándola directamente a los consumidores; en ningu-

na otra parte se encuentra leche en venta en forma regular. Los indí-

genas raras veces la compran.

4 - El Capitalismo - Tomo II

Page 52: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

354 S O L T A X

Los fabricantes de adobe, los albañiles, carpinteros, etcétera, sólo

trabajan por encargo. El ladrillo y las tejas se encargan a los artesa-

nos de otros pueblos, especialmente de San Andrés. En Panajachel

hay un herrero ladino que pone herraduras a los caballos, refecciona

equipos y confecciona algunos articulos por encargo. En 1936 había

dos estaciones de gasolina, que servían principalmente a los turistas.

Los indígenas les compraban envases vacíos de gasolina, de hojalata;

así como a las tiendas y a los que utilizaban gasolina en grandes

cantidades también compraban envases vacíos de kerosene.

Compras en el mercado

La mayor parte de las compras que hacen los indígenas se llevan

a cabo en los mercados, principalmente en el de Solóla, el día viernes.

Solóla tiene un mercado muy animado adonde concurren comerciantes

procedentes de muchos pueblos de las montañas y de los alrededores

del lago. Allí puede encontrarse casi cualquier cosa que se busque, a

menudo a bajo precio. El mercado dominical de Panajachel es diez

veces menor que el del viernes en Solóla, y los productos expuestos

a la venta son menos variados y con frecuencia más caros; a él concu-

rren principalmente los ladinos y las familias indígenas que no ven-

den en Solóla ni en otros mercados. Los indígenas que van a vender a

mercados lejanos aprovechan la oportunidad para comprar en ellos

las cosas que son más baratas que en Solóla o en su localidad.

Por ejemplo, la cal se compra en Tecpán, el maíz allí mismo o en

Patzún, etcétera.

En el mercado local sólo las mujeres compran; los varones indí-

genas de Panajachel ni siquiera pasan frente a los vendedores, aun

cuando estén en la iglesia toda la mañana del domingo, o en los alre-

dedores del mercado. Los varones panajachelenses compran y ven-

den en los mercados de otros pueblos; empero, si sus esposas están

con ellos, por lo regular los varones compran las cosas grandes y las

mujeres las pequeñas cosas comestibles.

A menudo se encuentra en Panajachel a los comerciantes viajeros,

en días distintos al domingo. Por tanto, las mujeres que llegan al

mercado a vender, casi todos los días tienen oportunidad de comprar

algunas de las cosas que necesitan. Así pues, no es posible separar el

tiempo que se invierte en comprar del que se emplea en vender, aun-

Page 53: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

EL CAPITALISMO DEL CENTAVO 355

que puede hacerse una estímación muy general (cuadro número 47)

del primero, cuando la compra de artículos no está relacionada con

la venta de los mismos.

La mayor parte de los productos que los indígenas necesitan

puede comprarse en una ocasión o en otra, en éste o en aquel mer-cado vecino. Los grandes mercados que acompañan a las fiestas des-

pliegan la totalidad de productos de la región de una vez; en cambio,

en los mercados ordinarios es probable que muchos de los artículos

menos comunes se encuentren ausentes un día determinado, porque

la variedad y la cantidad cambian de una semana a otra. Así, por

ejemplo, durante algún tiempo, en diciembre de 1936, ningún atiteco

llevó frutas tropicales al mercado local, y ocurrió sencillamente quelas mismas no podían comprarse, pues no se ofrecían en venta; al messiguiente volvieron los atitecos con tomates, bananos, plátanos, etcé-

tera. De la misma manera, los maxeños dejaron de llegar un domingocon su acostumbrada carga de ocote (debido a la fiesta titular de

Chichicastenango); a la siguiente semana se presentó uno de ellos, ylos compradores se precipitaron a comprarle.

Dos meses después llegó un hombre de Cubulco con una variedad

más favorable de ocote, y los maxeños se quedaron sin sus clientes.

Algunas semanas no se vende hilo, petates, maíz u otras cosas

en el mercado. En cambio, en otras ocasiones el mercado se encuentra

sobresaturado. En virtud de lo dicho, la siguiente lista de artículos,

registrada en un mercado dominical de Panajachel (5 de abril de 1936),

incluye artículos que no se venden con frecuencia, y excluye otros

que se venden a menudo:

Géneros:

maíz

frijol

chile seco

sal

panela

café en grano

café molido

pan

arroz

azúcar

Legumbres:

cebollas

ajos

tomates

miltomates

papas

ejotes

zanahorias

repollos

rábanos

camotes

Page 54: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

356 SOL T A X

Legumbres—Continuación

lechugas

chile verde

nabos

güicoy

añil

acelga suiza

cíntula

habas

Frutas:

naranjas

limas

limalimón

aguacates

granadillas

bananos

guineo majunche

plátanos

güisquiles

anonas

matasanos

pepinos

papayas

pataxtes

coyoles

melocotones

Especias, etc.

achiote

canela

cacao

pimienta de Castilla

jenjibre

cebada

anís

Especias, etc.—Continuación

orégano

semilla de balsamito

pimienta de Chiapa

linaza

jabilla

clavo

alhucema

ajonjolí

pepitoria

Artículos de mercería y lencería:

telas

baratijas

platos

cuchillería

artículos de fantasía

hilo de algodón

algodón en bruto (crudo)

sopladores para el fogón

petates de junco

petates de tul

hamacas

lazos

peines de madera

sombreros

sandalias

incienso

copal

cigarros (puros)

cigarrillos

fósforos

tiras de cámaras neumáticas

lámparas de hojalata (faro-

les)

Page 55: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

EL CAPITAUSMO DEL CENTAVO 357

Artículos de merceria —Cont.

jarrillas de hojalata

artículos de alfarería (peque-

ños)

ocote

dobladores (tusas)

Ártic\do9 dtveraot:

huevos

pollos

pescado seco

pescado fresco del lago

camaroncillo seco

carne de cerdo

embutidos de sangre de cerdo(morcilla)

manteca

Articulos diversos: —Cent,

chicharrones

café (bebida)

atole de maíz

tamales

rosquitas de pan

melcocha

maní

bebidas frías

arroz en leche

flores

almidón

semillas de injerto

caña de azúcar

semilla de chilacayote

semilla de pataxte

semilla de ayote

Los artículos de la lista anterior son llevados al mercado endiferentes combinaciones por los vendedores, y los patrones varíande acuerdo con los pueblos de los cuales proceden dichos artículos.

La nueva publicación de McBryde (1947) contiene un estudio exhaus-

tivo de las especialidades productivas, las rutas comerciales y los

mercados, y describe lo que los vendedores de diversos pueblos llevan

habitualmente. Suficiente es decir aquí que en el mercado de Pana-

jachel hay, en general, dos clases de vendedores: los que concurren

con los productos de sus pueblos.^s o con los de algún otro lugar,i^»

y los que poseen "tiendas" surtidas con una limitada variedad de

mercancías procedentes de diversas partes. Al mercado local concu-

118 Maxeños con ocote, tecpanecos y de San Andrés con maíz y frijol, de Santa

Catarina con petates, pescado y cangrejos; de San Pablo con hamacas y lazos; de Solóla

con legumbres; de Santa Cruz con frutas cítricas y de otras clases; indígenas de SantaLucía con pan y pasteles (rosquitas); etcétera. Por supuesto, la clasificación no es per-

fecta, porque, por ejemplo, los atitecos que traen frutas de la costa también traen pescadode su propio pueblo.

119 Por ejemplo, los maxeños que venden cal de Santa Apolonia, o alfarería deTotonicapán; y los atitecos que venden frutas de la costa.

Page 56: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

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8 Martes

8 Miércoles

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8 Viernes

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Page 57: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

I

II

EL CAPITALISMO DEL CENTAVO 359

clases de "tiendas": una, la que corresponde a los maxeños,

que vende sal, chile, diversas especias, cigarros, cigarrillos y fósfo-

ros; a menudo panela, maní, camaroncillo y algodón crudo; y de

cuando en cuando sombreros de palma, pasteles y otras cosas. Laotra es más grande; por lo regular consiste en un puesto con toldo

de lona, donde se venden telas (algodón y seda estampados, de poco

precio); camisas, pantalones, ropa interior, medias, pañuelos, telas

tejidas por las mujeres indígenas, prendas de vestir tejidas por las

mismas mujeres (en parte para comerciar con los turistas) ; alfileres,

agujas, hilo, botones, horquillas, peines, espejos, etcétera; hilos de

algodón, lana y seda; vajilla de peltre, artículos de porcelana y oca-

sionalmente vasos de cristal; plateria barata de mesa, baratijas yjoyas de fantasía de poco precio; a menudo goma de mascar, ciga-

rrillos, fósforos, linternas de mano y sus accesorios, etcétera. Algunospropietarios de estas ventas grandes también son maxeños; otros son

indígenas ladinizados en cierto grado, originarios de Totonicapán,

San Cristóbal o Quezaltenango.

En comparación con los mercados de Solóla, Tecpán y Chichicas-

tenango, el de Panajachel siempre tiene un número reducido de ven-

dedores. En el mercado dominical, en su mejor hora, había I68.120

Los restantes días había de 2 a 12 vendedores foráneos. (Cuadro

número 50). Durante el periodo de observación del mercado se ofre-

cieron en venta los artículos siguientes:

Solóla maíz, carne y productos porcinos, huevos,

papas, legumbres, frutas, panela, café engrano, habas, arroz en leche, juguetes

de madera, artículos de mercería y len-

ceria.

Chichicastenango . . . maíz, habas, papas, huevos, bananos, es-

pecias, ocote, artículos de lencería y mer-

cería.

Totonicapán maíz, habas, papas, huevos, artículos de

cuero, alfarería, especias.

120 El día CQ que se hicieron los cómputos resultó ser Domingo de Ramos. Si

bien en algunos pueblos se celebra un mercado extraordinario el día indicado, el mer-

cado de Panajachel parecía igual a los demás observados.

Page 58: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

360 S O I^ T A X

Santa Lucía Utatlán . . pan.

Tecpán maíz, rosquitas de pan, ocote, artículos

de lencería y mercería.

San Andrés maíz, frijol, habas, güisquiles, gallinas,

huevos, tamales, dobladores.

Patanatic maíz, sandalias.

Santa Catarina .... maíz, huevos, tomates, puntas de chila-

cayote, guineos.

San Antonio maíz, tomates.

San Lucas tomates.

Cerro de Oro ..... tomates, petates, frijol, papayas.

Atitlán tomates, frutas cítricas y de la costa,

chile verde, café en grano, nabos, pesca-

do del lago, petates.

San Pablo tomates, limas, ocote, hamacas, lazos.

Tzununá tomates, frutas cítricas, caña de azúcar.

Santa Cruz limas, matasanos.

PRECIOS

Los datos oficiales acerca de los precios durante el período del

estudio comprenden relativamente pocos de los muchos artículos quelos indígenas de Panajachel producen, compran y utilizan; además,

sólo son fidedignos en cuanto se refiere a los precios que prevalecen

en la ciudad de Guatemala. Cuando hay alguna división geográfica,

la misma se refiere sólo a los departamentos, no a los municipios.

Page 59: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

EL CAPITALISMO DEL CENTAVO 361

Los ínformos acerca de los precios recabados en cada pueblo no pue-

den ser muy exactos, lo que probablemente justifica que no sean

publicados. Tampoco puede inculparse a los funcionarios locales a

los cuales se solicitan los informes sobre los precios, puesto que éstos,

que corresponden a muchos artículos, varían considerablemente de

un día a otro y de vendedor a vendedor durante el mismo día, y en

los casos particulares son fijados por medio del regateo. Por tanto,

es difícil decir cuál es "el precio" de muchas mercancías. Con fre-

cuencia ocurre que el único medio satisfactorio para determinar el

precio de un artículo es hacer una muestra de compradores, para

calcular el promedio de lo que pagan. Ninguno ha procedido de la

manera sugerida. Así pues, no es posible dar informes detallados

sobre los precios y sus fluctuaciones. Todo lo que puedo hacer, por

haber vivido y comprado en Panajachel durante tres períodos distin-

tos, por haber hablado con personas en extremo conocedoras de los

precios, por haber observado a esas mismas personas, y por haber

recogido referencias detalladas de labios de dos informantes exce-

lentes, es dar una idea de los precios corrientes y de sus límites

aproximados.

A la larga, los precios son fijados en el mercado público com-

petitivo. Las tiendas perciben precios más altos que los vendedores

del mercado por muchos artículos; pero, por supuesto, la utilidad

debe ser limitada y, por tanto, los precios de las tiendas y las fluc-

tuaciones de los mismos también se determinan en el mercado

público.

De acuerdo con la costumbre generalizada en el mercado, el

vendedor pide un precio más alto que el que espera percibir, y, si

es necesario, lo reduce después de algún tiempo de regateo. La idea

expresada en las narraciones de los viajeros, de que la gente recurre

al método descrito porque goza con él, es exagerada. En realidad,

nunca puede regatearse acerca de algunos artículos; la sal, el azúcar,

la cal, el pan, los dulces, las bebidas frías, las carnes frescas, los

fósforos, los cigarrillos, los cigarros, etcétera, tienen precios fijos,

por lo menos durante largos períodos; en este caso, el regateo pro-

bablemente no divertiría a ninguno. En cambio, es probable quesiempre se regateen las frutas, las legumbres y las gallinas, porque

no hay dos artículos comparables que sean iguales en calidad ytamaño. Tampoco es cierto, como ha sugerido un escritor, que el

comprador indígena pregunte el precio y, si no queda satisfecho, se

Page 60: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

362 S O L T A X

aleje sin perder más tiempo. (Bunzel, 1938, micropelicula).i2i Lq quecon frecuencia ocurre es que el comprador examina, lo mejor quepuede, las mercancías de los diversos vendedores, para evaluar lo

razonable del precio que le han dado en primer término, y luego es

visto cuando se aleja de los vendedores sin regatear. Empero, cuando

se decide a comprar, ofrece menos de lo que le pidió el primer ven-

dedor al cual le preguntó sus precios, el que a su vez se había anti-

cipado pidiendo un precio más alto del que estaba dispuesto a acep-

tar. El regateo tiene una función genuinamente comercial en relación

con las mercancías que no pueden tener precios fijos: sólo por medio

de las experiencias que proporciona el regateo en un determinado

día de mercado pueden los compradores y los vendedores fijar sus

respectivas posiciones. Por consiguiente, los precios se fijan para

tiempo y lugar determinados.

Existe la tendencia creciente a vender más artículos al peso. Deacuerdo con los indígenas, hace muchos años era mayor el número

de artículos que se vendían al cálculo (sin pesar ni medir exacta-

mente); para citar un ejemplo, incluso la carne se vendía de la

manera indicada. Las medidas de pesantez son el quintal (100 libras),

la arroba (25 libras), el almud (12 ó 12 1/2 libras), la libra, la onza

y la media onza. Aparentemente, el gobierno tuvo buen éxito en sus

esfuerzos por controlar el mercadeo por medio de la ley de pesas

y medidas, pues las quejas que ahora se escuchan son muy esporá-

dicas. Los artículos se pesan en una balanza que consta de dos

canastas, suspendidas de una barra horizontal de metal o de madera,

la cual es sostenida en la mano por medio de una cuerda que la

121 El regateo no está restringido al mercado. Los que venden de casa en casa,

los artesanos e incluso muchos dependientes de tiendas siguen la misma práctica. El señorRosales observó en una oportunidad que hubieron de transcurrir dos horas antes de queun indígena local llegara a un acuerdo acerca del precio de la fruta de un j ocotero,

con un indígena que deseaba comprarla. El señor Rosales también informa que undomingo por la mañana un indígena local que iba hacia el mercado de Solóla se econ-tró en el camino con algunos indígenas sololatecos que deseaban comprar cebollas portablón, y regresó con ellos a su casa. Al mediodía aun estaban regateando y finalmenteno llegaron a ningún acuerdo.

En una ocasión, un comentario oportuno del señor Rosales acerca del regateo trajo

como consecuencia una afirmación en el sentido de que el maíz estaba escaso y caro enel'^mercado dominical. El señor Rosales agrega que "Los comerciantes se enojaron cuandola gente trató de regatear con ellos; así ocurre cuando no hay mucha oferta de unamercancía que la gente necesita".

Más entretenida es una experiencia de Juan Rosales, la cual podría ser igualada pormuchas de las nuestras. El señor Rosales escribe: "Encontré en el camino a varios toto-nicapenses que iban a Guatemala, llevando mesas y sillas; les pregunté el precio de unamesa, y el mayor de ellos me dijo que era de 0,1.25. Afirmé que no quería regatearporque tenía mucha prisa, que ellos también tendrían que invertir mucho tiempo en elregateo, y que harían mejor en pedir precios fijos. Mi interlocutor dijo entonces queme vendería la mesa por 60 centavos; no obstante, rápidamente aceptó 50 centavoscuando se los ofrecí".

Page 61: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

\ñEL CAPITÁUSMO DEL CENTAVO 363

sujeta por la mitad. Aunque las pesas de metal son las que se utilizan

con mayor írecuencia, algunas veces se emplean pesas de piedra

como sustitutas. Entre los articules que se vendían por peso en el

mercado en 1936 y 1937 se hallaban los siguientes:

maizfrijol

chile seco

caíé en granoazúcar

arroz

cal

carnemanteca de cerdo

chicharrones

costillas de cerdo adobadascarne de lagarto

camaroncillo seco

pescado seco

yucacamotepapastomatesmiltomateschichipate

cintula

anís

achiote

pimienta

manícera de abejas

algodón crudoincienso

No hay medidas únicas para sólidos; para medir se empleauna pequeña canasta o con frecuencia la tapadera de una jarra, enla cual se apilan artículos como el ejote. Para la miel, la mfedida

es la botella de 24 onzas más o menos; las bebidas se miden envasos de cristal, jicaras o pocilios de peltre. Entre los artículos quese venden por medida se hallan los siguientes:

café molidosemilla de ayote

dientes de ajo

arvejas

chicharrones

pescados menudos del lagoejotes

hongos

nancesjocotes pequeñosjocotes secos

miel

atole

pinole

caíé .(bebida)

bebidas frías

Sin embargo, la mayoría de las mercancías se venden por uni-

dad, por docena, por montón, o bien a tantas unidades por un centa-

vo. Entre los artículos que se venden por unidad (a tanto cada uno)encontramos los siguientes:

Page 62: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

364 SOL T A X

pan (bollos)

chocolate (tabletas)

jabóncigarros

candelas

piedras de molertamales de maíz (con frijol)

tamales (con carne de cerdo)

totoposte

pescado marino (también sevende por peso)

embutidosgsdlinas

huevoscalabazas

repollos

coliflores

pinas

mangos grsmdes

melones

caña de azúcar

injertos

plátanos

pataxtes

toronjas

cidras

injerto-ciruela

melocotones

papayas

cocos

peras

Los productos que se venden a tantas unidades por un centavo(o por medio centavo), son:

chiles verdes

tortillas (de toda clase)

naranjasnaranjas agrias

limas

limones

manzanasguayabascoyoles

matasanosmanzanarrosasaguacates

bananosmaicenasjocotes

mangosgranadillas

cuchines

güisquiles

pepinos

cuajilotesduraznostunas

membrillos

Los artículos que se venden por montón (tantos en cada montón,o tantos montones por centavo), son:

cebollas

barrilla

vastagos de güisquil

vastagos de papanabos

zanahorias

rábanoshierbabuena

culantro

ruda

Page 63: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

EL CAPITAUSMO DEL CENTAVO 365

apazote hierba forrajera

borraja paja (para techos)

té-Umon sacatinta

ramas de añil ocote

Los artículos que se venden por docena comprenden la zanaho-ria, el nabo, el repollo (al por mayor), el cohombro, los huevos (a

los panaderos), los pescados menudos del lago, las rosas y otras

flores. Los cangrejos se venden en grupos de cuatro. La panela se

vende por mancuernas, cada una tiene dos grandes bolas; por bolas,

cada una formada de dos tapas; o por tapa^. Se vende también al

menudeo por centavos, fraccionando las tapa^. La leña y el forraje

se compran afuera del mercado, por cargas; las abejas (enjambre

y colmena) se compran también afuera del mercado, lo mismo quelos conejos y las palomas, que se compran por pares.

Es un hecho que los precios cambian con el correr del tiempo.

Es proverbial entre los indígenas que los tiempos "antiguos" eranmejores, porque había más dinero, se compraba más barato y se

vendía más caro:

"El siglo pasado, cuando circulaban las monedas de plata,un hombre se sentía rico con un peso. Una persona podía ir

a una fiesta llevando un peso o dos, y comprar bastantesredes de pita, morrales, lazos, uno o dos cortes de lana paraconfeccionar gabanes, canastas, jicaras, ollas y platos, pasteles

y dulces diversos, y reservar suficiente dinero para pasar unao dos noches bebiendo y bailando (una calabaza o una jicaragrande de chicha no costaba más que un octavo de real, y dos otres de ellas eran suficientes para emborrachar al hombre másfuerte). Incluso si la persona deseaba comprar un ternero,toda la fiesta no costaría más de tres o cuatro pesos, pues el

precio máximo del animal podría ser un peso; los más ricos nonecesitaban más de diez pesos para ir a una feria. Cuatro panescostaban la cuarta parte de un real; un trozo de carne de 8pulgadas de longitud por 2 ó 3 de espesor costaba la octavaparte de un real; los embutidos se vendían por vara, a realcada una. El sombrero más fino de paja valía un real o, a lo

sumo, dos. La botella de aguardiente valía un real. El maíz sevendía por medidas que contenían de 12 a 15 libras, cada unade las cuales costaba medio real; cuando estaba caro valía unreal. (El peso equivalía a 1 2/3 centavos de quetzal, y el realrepresentaba la octava parte de un peso). A la vez, los traba-jadores ganaban un real o real y medio al día, más la comida.El ciento de cebollas grandes valía de dos a tres reales. Elciento de naranjas y el de limas, real y medio".

Page 64: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

366 S O L T A X

Si aceptáramos la información transcrita literalmente, sabríamos

que los salarios eran ligeramente más altos que hoy, en tanto queel maíz era un poco más barato; el pan, la carne y el aguardiente

eran mucho más baratos, las frutas valían más o menos lo mismoque hoy, pero las cebollas eran mucho más caras. Para los indígenas,

los tiempos han de haber sido considerablemente mejores, comoellos mismos dicen. En cuaQquier caso, es evidente que los precios

han variado considerablemente en relación con los salarios; lo mismoocurre si se compara una mercancía con otra. Es obvio que las con-

diciones económicas mundiales han afectado los precios locales enépocas más recientes. Hubo épocas durante las cuales el quintal decafé valía de 20 a 30 quetzales, después de lo cual, a lo largo de los

años de crisis de la década iniciada en 1930, el precio descendió hasta

2 ó 3 quetzales. Aunque no podemos obtener informes específicos

sobre este aspecto, tal cambio debió haber afectado a los demásprecios, lo mismo que a los salarios.

No existen informes fidedignos relativos a las fluctuaciones anua-

les de los precios en Panajachel, durante un período de varios años.

Sin embargo, las fluctuaciones de la clase indicada, ocurridas en la

ciudad de Guatemala (cuadro número 51), probablemente se refle-

jaron (por lo menos en los renglones importantes) en todo el país,

y desde luego en Panajachel, produciendo variaciones similares.

Los precios del maíz, frijol, huevos y la mayor parte delas frutas y las legumbres cambian estacionalmente; los de la carne,

el azúcar, sal y la mayoría de los artículos de mercería y lencería

no cambian así. En algunos casos, los precios locales son afectados

indirectamente por las estaciones; así, durante la estación de las

lluvias, cuando el maíz está caro y el trabajo escaso, las mujeresofrecen gallinas a precios que se consideran demasiado bajos. Losprecios también varían con los factores personales. Una familia quetiene necesidad urgente de dinero (por lo regular a causa de unaenfermedad o una defunción) puede ofrecer mercancías a bajo precio

para poder venderlas pronto. Sin embargo, es más frecuente quelos precios sean determinados por la oferta y la demanda en el mer-cado. Lo dicho es cierto en una forma general y durante un período

largo; empero, también es cierto en relación con un tiempo y unmercado determinados, de manera que, dependiendo del número de

vendedores, el precio de un artículo puede descender mucho máso subir mucho más del precio general del mercado. Un comerciante

que tenga un artículo que se descompone fácilmente, como el tomate

Page 65: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

EL CAPITALISMO DEL CENTAVO 367

o el banano, se ve forzado algunas veces a vender a menos del

costo, simplemente porque se ha dado el caso de que en el mercadose han reunido muchos vendedores de bananos o de tomates. Nodispongo de medios para estimar el efecto que tales factores "acci-

dentales" ejercen en la determinación general de las estructuras

de precios.

Los precios de la mayoría de los artículos que integran la econo-

mía de Panajachel se encuentran en el apéndice número 2, junto con

algunos precios de la ciudad de Guatemala. En las páginas (|ue

sl^en se analizan sólo aquellos artículos acerca de cuyos precio»

hay algo que agregar.

MaiM

Las variaciones estacionales de la demanda, y consecuentemente

del precio, tienen la máxima importancia. Después de la cosecha, de

enero a julio o agosto, el maíz abunda en el mercado; al mismo tiem-

po, como muchos indígenas han cosechado su propio grano, la

demanda es poca. Por ello se vende barato, y a menudo no se vende

por falta de comprador. Sin embargo, el maíz almacenado en las

casas se consume gradualmente durante la estación lluviosa, y la

demanda aumenta a partir de agosto, en tanto que las cantidades

que llegan al mercado son menores. El precio sube rápida y conside-

rablemente. El cambio estacionód es mayor en Panajachel que enla ciudad capital, pues ésta atrae productos de diversas áreas. Elprecio promedio del maíz de las montañas en el mercado de la

ciudad de Guatemala, de 1935 a 1940, fue registrado de la manerasiguiente: 122

Enero Q1.25 Julio Q1.24

Febrero " 1.24 Agosto *

Marzo "1.21 Septiembre .... "1.34

Abril " 1.26 Octubre " 1.39

Mayo "1.43 Noviembre .... "1.23

Junio "1.36 Diciembre "1.25

El año base de este estudio, 1936, fue completamente normal,

en comparación con 1937, cuando el precio subió en forma extraordi-

122 Memorias de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, 1938, p. 598 (Gua-temala. 1939 a): 1939. p. 729 (Guatemala, 1940).

No se da el precio de agosto de 1937; aparentemente no se encontraba maíz cael mercado público. Por tal razón no fue factible el promedio.

Page 66: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

368 SOL T A X

CUADRO N9 51

PROMEDIO DE PRECIOS ANUALES EN LA CIUDADDE GUATEMALA'

Productos

Precio por quintal en quetzales

1935 1936 1937 1938 1939 1940

Maíz 1.09 L09 2.05 1.26 0.94 1.21

Papas (primera calidad) 2.86 2.40 2.82 2.62 2.29 2.53

Sal 1.75 1.39 1.47 2.01 1.77 1.16

Azúcar (blanca) .... 3.94 3.75 3.74 3.73 3.70 3.70

Azúcar morena (panela) 2.55 1.83 1.91 2.04 2.98 2.77

Manteca de cerdo . . . 17.64 11.42 15.89 15.86 13.79 11.72

Frijol negro 1.58 1.72 2.75 1.82 1.61 2.70

Arroz 4.69 3.75 4.52 4.85 3.69 2.89

Café (en grano) .... 4.75 4.69 5.96 4.86 5.17 4.12

1 Datos para los años 1935-38 del cuadro 26, pp. 597-598, Memoria del Ramo deHacienda y Crédito Público, 1938 (Guatemala, 1939, a); para 1939-40 del cuadro 57, pp.728-730, Memoria..., 1940 (Guatemala, 1941).

naria. El precio promedio anual en la ciudad de Guatemala, durante

6 años, fue registrado de la manera siguiente:

1935 Q1.09 1938

1936 "1.09 1939

1937 "2.05 1940

Q1.26" 0.94" 1.21

No existen datos comparables relativos a Panajachel y a los

mercados vecinos. Las transcripciones de los diarios del señor Rosa-

les de 1936 y 1937,i23 que se encuentran a continuación, pueden dar

una idea de cuan grandes llegan a ser algunas veces las variaciones

locales, y de lo que significa una escasez en Panajachel:

*'26 de julio de 1936. En el mercado local se está vendiendomaíz a 84 centavos el quintal. No se vende con facilidad, y los

comerciantes tienen que volver a sus casas con sus cargamentos.

123 La cosecha de maíz de 1937 fue mala y hubo seria escasez en toda Guatemala,la cual fue aliviada sólo en parte por medio de las importaciones y las ventas supervi-sadas por las autoridades centrales.

Page 67: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

EL CAPITALISMO DEL CENTAVO 369

12 de septiembre de 1936. Vinieron algunos indígenas deAgua Escondida a vender maíz al precio de 6 reales (0.0125centavos) la libra.

13 de septiembre de 1936. Los indígenas de Cerro de Orotrajeron maíz al precio de Q1.25 el quintal.

20 de septiembre de 1936. Los indígenas de Cerro de Orotrajeron maíz al precio de 6 reales (0.0125 centavos) la libra.

6 de diciembre de 1936. En el mercado local el maíz estáal precio de centavo y medio la libra; es extraordinariamentealto por estar en cosecha.

13 de diciembre de 1936. La libra de maíz cuesta centavo ymedio en el mercado; se encuentra en poca cantidad.

3 de enero de 1937. Todavía se compran dos libras de maízpor dos centavos y medio.

28 de febrero de 1937. La libra de maíz está a dos centavos,cuando debieran comprarse dos libras por uno y medio en estaépoca del afto.

16 de junio de 1937. El maíz está muy escaso. Un indígenade Patanatic trajo en muías 400 libras. Las autoridades localesle ordenaron que no cobrara más de dos centavos por libra. Elalud de compradores, tanto indígenas como ladinos, fue enorme;la venta llegó a su fin al cabo de medía hora. Los ladinos com-praron más que los indígenas, porque se pusieron a la cabeza,se apoderaron de las balanzas, e insistieron en que se les ven-diera. Los indígenas sólo lograron comprar un poco cuando sepusieron algo rudos. El comerciante trató de ser tan equitativocomo pudo, aplicando la regla de servir a sus compradores enel orden como habían llegado. Los indígenas, por lo menos,se mostraban circunspectos y respetaban los turnos; empero,cuando el maíz ya casi se había agotado, acordaron que no sevendiera más de dos o tres libras a cada comprador.

3 de julio de 1937. Las autoridades departamentales deSolóla han ordenado a todos los pueblos que recojan su cuotade maíz para vender a la población. Panajachel obtiene 500libras diarias, las cuales son transportadas por los mozos.

5 de julio de 1937. El maíz se vende en el cabildo. Los indí-genas no obtienen más que dos libras cada uno, en tanto quea los ladinos se les da, incluso, el doble. Es injusto.

27 de julio de 1937. Ayer y hoy vino mucho maíz de la nue-va cosecha y de la costa, y se vendió a 3 centavos la libra. Esmagnífico, porque los que aún tenían reservas del año anteriorestaban cobrando 5 centavos por libra, y en los últimos días(en vista de la competencia del gobierno), 3 centavos y medio.

5 de agosto de 1937. Hay mucho maíz en el mercado deSolóla al precio de 3 centavos la libra.

24 de agosto de 1937. Aquí hay mucho maíz; lo trajeron lossololatecos y los atitecos, para venderlo al precio de 3 centavosla libra.

27 de agosto de 1937. En el mercado de Solóla hay muchomaíz, pero se vende al precio de 3 centavos y medio la libra.

5 - El Capitalismo - Tomo II

Page 68: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

370 S O L T A X

17 de septiembre de 1937. El maíz está escaso en el mer-cado de Solóla, y se vende al precio de 3 centavos y medio la

libra. Esta es una cosa muy grave, porque la gente pobre nopuede comprarlo a ese precio.

7 de noviembre de 1937. Ahora no hay mucho maíz en el

mercado; aún se vende a dos centavos la libra, a pesar de queotros años, en esta misma época, se vendía a un precio máximode centavo y medio. Durante los últimos meses de escasez dela presente estación de lluvias, un sololateco ayudó mucho a lagente de la localidad, pues trajo maíz de la capital, por quin-tales, para venderlo a precios razonables; la utilidad que reser-vó para sí mismo fue pequeña. Todavía sigue trayendo maíz,y la gente lo va a buscar a su casa cuando no lo encuentra enel mercado.

14 de noviembre de 1937. Hoy no había ventas de maíz enel mercado, pero la gente compró algo al sololateco. Se diceque el viernes pasado había tanto maíz en Solóla, que los comer-ciantes tuvieron que regresar una parte a sus casas. La razónpara ello fue que cuando el mercado estaba en su apogeo, llegóun camión procedente de la capital, cargado de maíz. La ma-yoría de la gente compró maíz al conductor del camión, y el

precio descendió. Algunos de los que le compraron dijeron quelo hacían para castigar a los comerciantes, los cuales, cuandoel maíz había estado muy escaso algunos meses atrás habíanaprovechado la circunstancia para cobrar más y pesar inexac-tamente.

17 de noviembre de 1937. Se dice que hoy vinieron doscamiones cargados de maíz procedentes de Antigua, y se cobra-ron precios razonables. Uno de los camiones permaneció aquí,

y el otro fue llevado a vender a Solóla.

18 de noviembre de 1937. Supe que el maíz que trajeronayer fue vendido a Q1.90 el quintal. Muchos ladinos compraronvarios quintales cada uno, y algunos indígenas compraronpor arroba".

El precio promedio del quintal de maíz en la ciudad de Guatemalaera de Q1.09 en 1936. Compré en Panajachel a 83 centavos el quintal,

en marzo y abril, que es cuando está más baratoi24 (el diario de Rosa-

les indica que este bajo precio prevaleció hasta julio). Entonces em-pezó a subir, hasta que en septiembre llegó a Q1.25 y en diciembre

a Q1.50. Por lo regular el precio promedio era un poco más bajo

en Panajachel que en la ciudad de Guatemala, y probablemente fluc-

tuaba alrededor de Q1.05. Sin embargo, la mayoría de los indígenas

paga precios más altos, pues por lo regular compra por libra, nopor quintal, y compra en las tiendas con frecuencia. He llegado a

124 En diciembre de 1935 se vendió a 75 centavos. Los informantes dicen quealgunas veces se vende a 50 centavos.

Page 69: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

EL CAPITAUSMO DEL CENTAVO 371

la conclusión de que en 1936 el maíz costó a los indígenas de Pana-

Jache!, en promedio, 1 1/4 centavos la libra. Esta es la cifra que he

fUtilizado en mis diversos cálculos. (Debe advertirse que algunas ve-

ces hay una ligera diferencia en el precio del maíz, dependiendo de

su color y su origen. No he tomado en cuenta tal diferencia). A juz-

gar por el precio promedio registrado durante 6 años en la ciudad

de Guatemala (Q1.275), el precio corriente del maíz que compraronlos indígenas de Panajachel durante el período del estudio fue másalto: aproximadamente Q1.50 por quintal. Esta es la cantidad quelos informantes dieron como promedio a largo plazo en Panajachel.

Frijol

El precio del frijol varia de manera constante con el del maíz,

probablemente porque en todo el país ambas especies se cultivan

juntas, se rigen por las mismas estaciones, y posiblemente corren

la misma suerte de un año a otro. Durante los seis años registrados

en la ciudad de Guatemala,»-» el precio del frijol equivalió aproxima-

damente al 160 por ciento del precio del maíz. Esta proporción varió

de un mes a otro de la manera siguiente (el precio del fríjol se indica

entre paréntesis):

Por ciento

Enero 166 (Q1.33)

Febrero 175

Marzo 194

Abril 198

Mayo 207

Junio 250

Julio 232

Agosto 215*

Septiembre 219

Octubre 226

Noviembre 226

Diciembre 178

125 Memorias de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, 1938, pp. 599-600

(Guatemala, 1939); 1939, p. 729 (Guatemala, 1940).

Omitiendo 1937.

Page 70: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

372 S O L T A X

La misma proporción varió de un año a otro de la manera

siguiente:

1935 145 (Q1.58)

1936 158 ( 1.72)

1937 134 ( 2.75)

1938 144 ( 1.82)

1939 171 ( 1.61)

1940 223 ( 2.70)

Durante el mismo periodo, el precio del quintal de frijol fluctuó

en la ciudad de Guatemala entre Q1.17, en febrero de 1936 y Q3.39

en octubre de 1937. En este caso, el año 1936 también parece haber

sido normal, con el precio del frijol por debajo del promedio. Poralguna razón, el precio del frijol en Panajachel fue considerable-

mente más bajo que en la ciudad de Guatemala en 1936. Los infor-

mantes dijeron de manera constante que el precio promedio era de

2 centavos por libra. Sin embargo, el 29 de junio (cuando el quintal

valía Q1.75 en la ciudad de Guatemala) registré una venta al precio

de un centavo por libra. No obstante, este precio era probablemente

más bajo que el del mercado, porque una mujer necesitada de dinero

estaba sumamente deseosa de vender algunas libras de frijol.i26 El

11 de septiembre (cuando en la ciudad de Guatemala el precio era

de Q2.50) registré otras ventas en el mercado al precio de Q1.67.

El frijol alcanza su precio más alto en septiembre, de manera que

me inclino a pensar que el precio promedio era ligeramente inferior

a Q1.50 por quintal. Como los indígenas compraban cantidades peque-

ñas y lo hacían con frecuencia en las tiendas, he fijado el valor del

frijol que consumían y compraban en Q1.60 por quintal. (Hay peque-

ñas variaciones en el precio del frijol, dependiendo del color y de

la clase; ésta puede ser de suelo o de vara). Indudablemente, el

frijol también estuvo barato en 1936. Los informantes dicen que el

máximo general es de 4 centavos, el mínimo de 1 y el promedio de 2.

Si las cantidades dadas como precios del maíz y el frijol en 1936,

en Panajachel, son correctas, puede ser interesante observar que,

mientras que en la ciudad de Guatemala el frijol costó 70 por ciento

más que el maíz, en Panajachel costó sólo 28 por ciento más en el

mismo año. Como razones podemos aducir, en primer lugar, que los

126 También tengo anotado que en diciembre de 1933 el precio era de 1 centavopor libra.

Page 71: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

EL CAPITALISMO DEL CENTAVO 373

panajachelenses cultivan una proporción mayor de frijol a maíz quela mayoría de lugares, incluyendo lo que cultivan en sus huertos

irrígables, reduciendo así, en relación con el maíz, la demanda defrijol en el mercado; y, en segundo término, los indígenas consumenuna proporción menor de írijol a maíz que los ladinos. En la ciudad

de Guatemala, donde la proporción de los ladinos es muy alta, la

demanda de írijol debe ser relativamente mayor.

Otro9 renglones de articuloB comestxblea

Los precios de otros comestibles difieren poco entre Panajache!y la ciudad de Guatemala, o entre el primero y todo el país. No obs-

tante, la mayoría de los indígenas de Panajachel (y algunos ladinos

también) pagan más por algunos productos, porque los compran encantidades menores. Por ejemplo, al comprar panela, no por bola ni

por tapa^ sino en porciones de medio centavo, pagan a razón de casi

3 centavos por libra, en vez de pagar 2 centavos. De la misma manera,

aunque la libra de café en grano cuesta 5 centavos, los panajache-

lenses venden el café de superior calidad que producen por un precio

más alto, y muchos lo compran por onzas después, tostado y molido.

EIn 1936 pagaron a razón de 24 centavos por libra, cuando el café

molido se vendía en la capital a un máximo de 15 centavos. La man-teca de cerdo, que en 1936 valía en Panajachel 8 centavos por libra,

se compraba por onza al precio de 16 centavos la libra. La libra de

chocolate valía 12 centavos; en cambio, por tableta costaba 16 cen-

tavos. Por otra parte, el exceso que se paga por otros artículos,

cuando se compran en pequeña cantidad, es ligero; por ejemplo, la

onza de chile rojo vale medio centavo, en tanto que en Guatemala

el precio promedio por libra era equivalente.

Los precios de los huevos tienden a variar en razón de tres

factores. Las gallinas ponen menos huevos durante la estación de

las lluvias (de mayo a octubre), precisamente cuando el maíz, que

constituye su alimento corriente, está más caro. Por tanto, el precio

de los huevos es alto durante los meses de lluvias. Durante la esta-

ción seca, cuando se avecina la Semana Santa, la demanda es grande

y el precio también sube. Como resultado de lo dicho, los huevos

valen en Panajachel tres cuartos de centavo en enero y febrero, el

doble en marzo, y 2 centavos en septiembre. Los informantes se mos-

traron acordes al decir que a lo largo del año el precio promedio de

los huevos es más o menos de 1 1/4 centavos. Como era de esperarse,

Page 72: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

374 S O L T A X

en la ciudad de Guatemala el precio es ligeramente más alto (El Im-

parcial, 1937). (Véase el apéndice número 2).

Los precios del pan, la miel y el chocolate no varían en Panaja-

che! durante el año. El pan que los indígenas de la comunidad con-

sumen corrientemente se compra a un centavo cada unidad, de unaonza de peso (el pan se pesa antes de hornearse). Las unidades másgrandes y las hogazas que se consumen durante la Semana Santa

tienen precios proporcionalmente más altos. Parece ser que en la

ciudad de Guatemala el precio era igual, pero subió en abril de 1937.

La botella de miel (de 24 onzas) costaba 5 centavos en Panajachel

en 1936; este producto sólo se vende durante la Semana Santa. El

precio indicado es bajo, pues corrientemente llega a 8 centavos, yen la ciudad de Guatemala se vendió durante todo el año en 1937,

a 12 centavos.

Carne y pescado

Normalmente, el precio de la carne de res se mantiene invariable

a 5 centavos la libra con hueso, y a 8 sin él, sin tomar en cuenta la

sección de donde se corte. Antes de que este estudio llegara a sutérmino, los abastecedores habían empezado a cobrar más por el

filete, sección que tenía mucha demanda en los hoteles. Empero, eso

no influyó en el costo de la carne para los indígenas, pues ellos

siempre compraban carne con hueso, a 5 centavos la libra. Un tercer

abastecedor abrió una carnicería en 1936, y un competidor trató

durante algún tiempo de expulsarlo del negocio, bajando los precios;

pero tales precios no tuvieron efectos permanentes.127 La carne de

cerdo se vende a 8 centavos por libra, con hueso.

Muchos años antes de iniciarse este estudio, y mientras el mismose llevaba a cabo, la libra de carne de res se vendía a 5 centavos

y la de cerdo a 8. No obstante, en el departamento de Solóla, el

valor de las reses destazadas fluctuó entre 4 1/2 y 5 1/3 centavos porlibra, de 1936 a 1940, y el de los cerdos (cuadro número 52) entre

menos de 8 y casi 9 centavos. Las reses destazadas en Panajachel pro-

ceden de las tierras bajas del Pacífico, e ignoro las circunstancias queinfluyen en su precio. Empero, cualquiera que sea la fluctuación quepudiere haber, en Panajachel no se reflejó en los precios al menudeode la carne, el jabón o las candelas de sebo. El precio de la carne

127 Un día, estando enfermo uno de los dos destazadores, el otro aumentó inme-diatamente los precios en 1 centavo.

Page 73: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

EL CAPITALISMO DEL CENTAVO 375

permaneció constante durante el período, no así el de la manteca,que parece tener complicadas relaciones con el del maíz. (Cuadronúmero 52). En 1935 y 1936 se engordaron muchos cerdos, porqueel precio del maíz era bajo; la manteca estuvo barata. Los precios

del maíz subieron posteriormente y permanecieron altos en 1937;

se destazaron cerdos más pequeños y en menor número, y el precio

de la manteca subió. El maíz mantuvo un precio moderado en 1938,

y el número de cerdos aumentó; empero, presumiblemente porque

los animales procedían de crías nuevas, eran muy pequeños y el

precio de la manteca se conservó alto. En 1939 el maíz estaba barato,

el número de cerdos era reducido, y el precio de la manteca descen-

dió; el del maíz subió en 1940, pero aún se mantuvo a una altura

moderada; los cerdos fueron destazados ostensiblemente más flacos

que nunca, pero la manteca estuvo más barata. Estas estadísticas

pueden ser muy poco o nada seguras. El hecho de que el precio

de la carne de cerdo (y el de la de res) permanezca constante, puede

indicar que existe un elemento tradicional inflexible en algunos pre-

cios. La invariabilidad del precio del jabón elaborado con grasa de

cerdo puede obedecer al hecho de que se fabrica con dicha grasa

en especial cuando alguna enfermedad impide que la carne y la

grasa se vendan para el consumo humano; en otras circunstancias

el jabón se hace a base de sebo de res.

El precio de las aves, que no se venden por peso, es variable,

lo mismo que el de los pavos. De acuerdo con los nuestros, los pre-

cios de éstos son muy reducidos. Fluctúan entre 60 centavos y Ql.lO;

el promedio puede ser de 75 centavos, por ave de 6 libras de peso.

Los pollos cuestan de 15 a 25 centavos, y algunas veces llegan hasta

30; los informantes consideraron que el promedio era de 20 centavos,

por ave sin desplumar, cuyo peso calculé en 2 libras.

El pescado del lago no se vende por peso. Las mojarras, vendi-

das enteras, probablemente costaban 20 centavos por libra en 1936,

en promedio. Los pescados de pulgada y media de largo se venden

en grupos de cuatro sartas, cuatro pescados en cada una, al precio de

3 centavos. No puedo aventurarme a sugerir un precio uniforme

para los pescados más pequeños que se venden por "medida", la cual

consiste en una corcholata de botella de cerveza, en la cual son

apilados. Los cangrejos se vendían en grupos de cuatro; desde di-

ciembre de 1935, por lo menos, hasta enero de 1937 cada grupo

costaba 2 centavos.

Page 74: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

376 SOL T A X

CUADRO N9 52

DESTACE DE CERDOS EN SOLÓLA

Año

Page 75: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

EL CAPITALISMO DEL CENTAVO d77

CUADRO N» 63

PRECIOS DE LA CEBOLLA

Precio en el mercado

Tamiño de las cebollasVariación delos precios Panaja- Solóla Tccpán Ciudad Gua-

chcl (por (por (por témala (por100) 1 000) 100) I 000)

Grandes . . .

Median 05 . . .

Pequeñas . . .

Corrientes . .

1 No significa oormal en el sentído técnico, sino en el más usual.

Máximo . .

Page 76: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

378 S O L T A X

El precio del ajo varía mucho, de acuerdo con la estación y el

año. Puede almacenarse en espera de un precio más alto. En Pana-

jachel, Solóla y Tecpán ocurre lo mismo, pero el ajo pequeño sólo se

vende en grandes cantidades en Solóla (por medida). Los registros

de la ciudad de Guatemala (como los presenta El Imparcial, 1937)

suministran los precios de la papa y la yuca por unidad, no por

libra. En Panajachel (donde estos artículos se producen e induda-

blemente son más baratos), el precio promedio de la libra es de

1 centavo y de centavo y medio, respectivamente. Las medidas para

la venta del ejote son muy variables. Si, como los productores cal-

culan, perciben de 20 a 30 centavos por un canasto grande lleno,

cuyo contenido, en mi opinión, pesa 20 libras, el precio varía de uncentavo a centavo y medio por libra, en tanto que en 1937, en la

ciudad de Guatemala la variación fue de 4 a 10 centavos. En Pana-

jachel sólo se encuentra ejote en la primavera, cuando se cosecha

el frijol de los huertos, y en las postrimerías del verano, cuando

llega el que se siembra en otros pueblos junto con la milpa; de ahí

que la variación del precio no sea mucha. En su estación (febrero,

marzo), el tomate cuesta medio centavo por libra; fuera de estación

(en septiembre, por ejemplo) la libra llega a costar hasta 14 centa-

vos. Como los indígenas no compran artículos como el tomate y la

papa cuando están caros, los precios promedios pueden fijarse por

debajo de la media de los extremos. La estación del miltomate nocoincide con la del tomate, por lo cual ambos productos (que se uti-

lizan alternativamente en la cocina) no entran en competencia; y,

aunque puede preferirse el tomate, el precio del miltomate es real-

mente más alto.

Frutas

Los precios de las frutas varían principalmente con las estacio-

nes. En abril y mayo, por ejemplo, las naranjas cuestan medio cen-

tavo, en tanto que en noviembre de 1937 se podían comprar 15

grandes por un centavo. Normalmente se pueden comprar de 10 a 15

jocotes por un centavo cuando están caros, y de 20 a 35 cuando están

baratos; sin embargo, en noviembre de 1937 se compraban 60 por

un centavo. Las épocas de precios bajos y altos difieren para las

distintas frutas. Las frutas que más abundan en julio y agosto son

los duraznos, mangos, granadillas, membrillos y pitahayas; las man-zanas y las peras abundan de agosto a octubre; los bananos culti-

vados en los patios, en octubre y noviembre; las limas de octubre

Page 77: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

EL CAPITAUSMO DEL CENTAVO 379

a enero; las naranjas y jocotes de noviembre a enero; los bananosde la costa de enero a abril; los matasanos de febrero a abril; los

aguacates y los injertos de febrero a mayo.

Con frecuencia se compra y se vende la producción de un árbol

frutal cuando aún está en el mismo; la estimación del número de

frutas es tan exacta, que, aunque el precio sea más bajo cuandose compra en el árbol, la diferencia cubre el tiempo invertido en

cortar y vender. Después de que un panajachelense dejó de vender

la cosecha de un árbol, porque el comprador no quiso aproximarse

al precio de Q3 que le pidió, decidió cortar las frutas y venderlas enpequeñas cantidades en el mercado local y en el de Solóla, y obtuvo

justamente los Q3 que habla pedido al principio.

PRODUCCIÓN DOMESTICA

Clases de casas

Cada una de las 157 unidades domésticas ocupa por lo menosuna casa; algunas tienen agregados de 4 ó 5 casas, una tiene 7 yotra 8. Si se exceptúan las 35 familias que vivían en casas pres-

tadas, i-» o en las que han construido en tierras prestadas, las casas

(y las tierras) eran poseidas por sus ocupantes, o los mismos espe-

raban poseerlas por herencia. En 1936, 328 casas estaban ocupadas

por las 146 familias sobre las cuales poseo datos acerca de este

tópico.i=9 Cincuenta y dos de las 146 familias ocupaban una casa

cada una; 39 familias ocupaban 3 casas; y sólo 13 ocupaban másde 3. Dos terceras partes de las casas clasificadas (cuadro número 54)

tienen paredes de caña y lodo, y techos de paja;i3o esta es la clase

de casa típica de Panajachel, que designo simplemente con el nom-bre de "bajareque" (o de "lodo"). En general, los ricos poseen casas

de paredes de adobe (una de cada cinco), aunque cuando en unsolar hay varias casas, es probable que sólo una o dos sean de

adobe. Las pequeñas estructuras, como graneros, etcétera, nunca son

de adobe.

128 Los nativos empican este término, lo mismo que el de "recomendado", el cual

también se utiliza para referirse a los artículos que se dejan almacenados al cuidado

de alguno.

129 Basado en una cuidadosa investigación realizada en 1937; principiada por el

señor Rosales y el autor, y concluida sólo por el primero. Tratándose de un hechoobservable, los datos son altamente confiables.

130 La terminología empleada en el análisis relativa a las casas corresponde a la

de Wauchope. 1938.

Page 78: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

380 S O L T A X

La diversidad en los tipos de casas es mayor que la que indica

el cuadro número 54, porque la variación en los detalles es consi-

derable. Así, 94 de las 328 casas tienen corredores, los cuales soncaracterísticos de las casas de adobe, pues el 68 por ciento de las

mismas los tiene (entre las de bajareque sólo tienen corredores el

20 por ciento; entre las de caña sólo el 8 por ciento). Además, 32

de las 328 casas tienen apéndices (llamados culatas), construidos

junto a una pared, en el lado exterior, a manera de extensiones de

la casa; como más de la mitad de estas extensiones están construidas

en los corredores, también suelen estar anexas a las casas de adobe,

de manera que 13 de las 32 que hay se encuentran en las pocas

casas de la clase indicada. También hay diferencias en cuanto a las

puertas y las ventanas. La mayoría de las casas tienen puertas de

madera, aunque, de las 328, 99 las tienen de cañas atadas entre sí;

estas puertas corresponden a las casas de cañas (43 por ciento de

ellas tienen tales puertas, en tanto que sólo el 34 por ciento de las

de bajareque y el 9 por ciento de las de adobe las tienen), y en

todos los casos con techos de paja. Las ventanas, cuando existen,

no tienen vidrios, y sólo ocasionalmente son algo más que agujeros

en la pared. Hay ventanas en el 27 por ciento de las casas de

adobe, en el 10 por ciento de las de tierra apisonada, y en el 5 por

ciento de las de caña; empero, las 328 casas no tienen más que 43

ventanas en total. Todas las casas son rectangulares, y casi todas

constan simplemente de un cuarto. Entre las casas cuyas medidas

se conocen, la más amplia mide 14 por 6 varas,i3i y su altura es de

6 varas en el centro; ésta es una de las pocas casas que tienen dos

cuartos. Entre las casas de un solo cuarto que observamos, la másamplia mide 7 por 6 por 7 varas; 7 varas parece ser la longitud

máxima y 6 varas la anchura máxima. La distancia entre el piso yel caballete raras veces llega a ser de 7 varas. Parece ser que las

paredes no exceden de 3 varas de altura. Las casas independientes

más pequeñas que se midieron tienen 3 por 3 por 3 varas, y sus

paredes tienen vara y media de altura. Las casas de adobe suelen

ser mayores que las de otras clases.

Con dos excepciones de escasa importancia, todas las casas indí-

genas de Panajachel tienen techos con caballetes (de dos vertientes)

;

si hay más techos de otro tipo, particularmente de cuatro vertientes,

131 La vara mide alrededor de 33 pulgadas inglesas.

Page 79: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

fEL CAPITALISMO DEL CENTAVO 381

los mismos no fueron observados."2 Las casas, cuando no son cua-dradas, siempre son más extensas a lo largo del eje del caballete, ymás angostas en el otro sentido. La puerta casi siempre se encuentraen uno de los lados, pero en algunos casos el frente de la casa quedadebajo de una de las vertientes. No se recabaron sistemáticamente losdatos correspondientes a estas diferencias.

Los anexos, construidos de preferencia junto a uno de los extre-mos de la casa (cuando no en el corredor), tienen techos de unasola vertiente; se utilizan como pequeños dormitorios, en ocasionescomo cocinas, depósitos, gallineros, etcétera. En un caso, el bañode vapor se encontraba junto a la casa en la forma indicada. En1937 se contaron 41 anexos en total. De ellos, 24 tenían paredes detierra apisonada, 12 de caña, y 4 de ladrillo de adobe. Un anexo,que se utilizaba como capilla para albergar al santo, estaba cons-truido con ramas. Un techo era de tablas, otro de tejas de barro, ylos demás de paja.

En relación con las casas indígenas se contaron dieciséis estruc-

turas carentes de paredes (galeras). Las más importantes erandepósitos de maíz. En la mayoría de los casos, el maíz es almacenadoen parte en una de las casas principales, ya sea en un anexo o enun tramo del corredor, rodeado de paredes. No obstante, en 1937

había 20 unidades que tenían estructuras separadas con el mismopropósito, todas de paredes de caña y techos de paja. Es muchomás frecuente que los gallineros se encuentren en estructuras sepa-

radas. De los 70 que se contaron, uno era de tablas, dos de piedras

y tierra y uno de adobes sueltos apilados; los restantes eran decaña y paja. Los 7 gallineros, que no se encontraban separados,

estaban en el corredor o anexos al edificio. Anotamos una perrera,

dos caponeras y dos conejeras; una de éstas tenía piso de madera.

También había una estructura que contenía un homo para cocer

pan; había otro homo, más pequeño, pero evidentemente era de

juguete.

El baño de vapor es una estructura rectangular, techada, con

los ángulos redondeados. De los 113 contados en 1937, 74 fueron

construidos con cascotes y tierra apisonada, 37 de ladrillos de adobe,

132 Wauchope (1938, p. 41) dice que "El techo de dos vertientes constituye la

forma más común sólo en una región indígena de Guatemala, la de Alta Verapaz..."Es cierto que muchos pueblos de la región del lago de Atitlán tienen techos de cuatrovertientes, pero Panajachel decididamente no los tiene, y en Santa Catarina se encuen-tran ambas clases. Creo que la mayoría de las casas de Solóla, Chichicastenango y otrospueblos situados al norte, tienen techos de dos vertientes.

Page 80: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

382 S O L T A X

CUADRO N9 64

CLASES DE CASAS

Paredes

<« oTecho « '^

cd bi 55 c4 el rt ^

H 1-1 Á Uft U¡2

Lámina de zinc acanalada 6 4

Teja de barro 2 2

Paja

Page 81: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

1^ EL CAPITAUSMO DEL CENTAVO 383

a los albaftiles, en concepto de trabajadores comunales; pero tam-bién ocurre que los ayudantes son trabajadores asalariados. Las tejas

de barro para los techos son fabricadas de encargo; los albañiles

que construyen paredes de adobe, techos de tejas de barro, o pisos

de ladrillo, son empleados por dia o por contrato. Si la casa ha detener techo de tejas de barro, debe emplearse un carpintero paraque construya la armazón de madera que sostiene las tejas; al efecto,

el propietario de la casa compra madera aserrada.

Por otra parte, las paredes de tierra apisonada y las de caña,

asi como los techos de paja, no requieren especialistas; el dueñoen persona, ayudado por sus parientes o por trabajadores asalaria-

dos, o bien por ambos grupos, construye el edificio. Los materiales

empleados incluyen palos y troncos de árbol sin aserrar, compradosa los indígenas de otros pueblos o cortados por el constructor; cañaso tallos secos de milpa comprados o recogidos en la localidad; paja

para techos, comprada corrientemente en grandes atados a los deConcepción y a los de San Andrés que los llevan a Panajachel; fibra

de maguey, por lo general comprada; bejucos, obtenidos en el campo;tierra, agua y agujas de pino, las cuales nunca son compradas; ycal, siempre comprada. Se compra algo de madera a los indígenas

chichicastecos de Panimaché y a los totonícapenses que viven enPatanatic (municipio de Panajachel), los cuales la llevan al pueblolos domingos por la mañana, o cuando se les encarga.

Wauchope ha descrito la construcción de las casas de tierra api-

sonada y techos de paja de Panajachel con algún detalle.i^s Bastedecir aquí que después de que los materiales han sido reunidos yla ubicación y dimensiones de la casa determinadas, se nivela el

terreno y se excavan agujeros para los postes con machetes viejos.

Los pilares del techo se colocan primero, seguidos de los pilares de

las esquinas y de otros; 134 la altura de los pilares más bajos deter-

mina la inclinación del techo, la cual se calcula a simple vista. Lospilares son de madera resistente, de preferencia de guachipilín. Lasvaras del caballete y las planchas de las paredes son de pino, ciprés,

133 Infortunadamente, la casa cuya construcción vio Wauchope, que es la que des-

cribe detalladamente en su obra (1938, pp. 30-31, 81, 107-108, 124, 140; figuras 12d,27b, c, 40c, d, f. g, h, 43; fotografías 8c, d, 11b, 21c, 28c), no es típica de Pana-jachel. Un sampedrano residente en la localidad estaba construyendo la casa para suservicio. La misma fue construida con un marco en forma de A que descansa sobre las

planchas de las paredes y sostiene el palo del caballete, en vez de tener pilares para el

techo, como se acostumbra en Panajachel. La casa que vio Wauchope tenía pilares den-tados en vez de bifurcados, a pesar de que éstos son los más comunes.

134 Además de los pilares para el techo y las esquinas, hay con frecuencia algunoentre éstos y cada uno de los de las esquinas, en los extremos; también hay uno o dosen las paredes laterales.

i

Page 82: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

384 S O L T A X

o encino con corteza; tales maderos son atados a los parales pormedio de bejucos y sobresalen un pie del nivel de los mismos. Losparales son enterrados en el suelo. Las vigas, por lo general de pino,

son amarradas a intervalos de un pie a las varas del caballete y a las

planchas de las paredes, y se extienden un pie, por lo menos, másallá de éstas. La base de la viga siempre coincide con el palo del

caballete. Las varillas del techo son de caña, colocadas a intervalos

de 8 pulgadas, y se extienden hasta el nivel de los palos del caballete

y las planchas de las paredes. El techo se cubre con manojos depaja larga, que se compra a los indígenas de las tierras más frías;

o de paja corta, que crece silvestre en Panajachel. La paja del techo

se aprieta fuertemente en tres o cuatro capas, y se extiende sobre

los aleros. No se pone palo para caballete falso, pero se coloca pajaadicional atravesada sobre el caballete, y se la afianza a cada lado

por medio de una caña. La paja se amarra con fibra de maguey.Por lo regular, varios hombres trabajan simultáneamente en untecho.

Las cañas de la armazón de la pared se aseguran por pares alos pilares por medio de bejucos o de pitas de maguey. Están sepa-

radas por distancias de 4 a 8 pulgadas. A continuación, el marco se

llena con lodo mezclado con agujas secas de pino, piedras, trozos

de ladrillo, etcétera. A veces las paredes son repelladas con lodo yblanqueadas; también son encaladas sin repellarlas previamente.Las paredes (inclusive las de los aleros) son construidas con fre-

cuencia de la manera indicada; pero a menudo los aleros se com-pletan con cañas dispuestas verticalmente, desde la pared hasta el

caballete; algunas veces las cañas se repellan con lodo.

El marco de la puerta es un rectángulo de maderos, uno de los

cuales suele ser un pilar de la casa; la puerta con frecuencia con-

siste en cañas unidas por medio de travesanos; uno de éstos, másancho que los otros y colocado en el centro, sirve para afianzar la

barra con la que se asegura la puerta durante la noche. Las puertasde madera son hechas por los carpinteros. Las estructuras menores,como los gallineros, son construidas de manera más sencilla y conmenos paja en el techo; a menudo los anexos se construyen con los

mismos materiales que las casas, pero también es frecuente vercasas de adobe con anexos de tierra apisonada, y casas de este mate-rial con anexos de caña.

A pesar de la variedad en cuanto a las clases de casas, los rasgosespeciales y los modos de obtener los diversos materiales, los quealgunas veces se compran y otras se recogen total o parcialmente.

Page 83: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

EL CAPITAUSMO DEL CENTAVO 385

es factible formular conclusiones seguras acerca del costo en mone-da y en trabajo (cuadro número 55).

Las estructuras menores son construidas por lo regular conmateriales recogidos en los alrededores o en la casa, o con adobesen desuso, por lo cual el costo es bajo y casi todo imputable al

trabajo personal de los propietarios. Un anexo de tierra apisonadaprobablemente cuesta dos quetzales, uno de caña un quetzal y me-dio, y uno de ladrillo de adobe cuatro quetzales. Las galeras y los

graneros no pueden exceder aproximadamente de un quetzal enmateriales y costo de mano de obra; los gallineros y otros recintos

para animales es probable que requieran un promedio de dos diasde trabajo. Un bafto de vapor, incluso cuando se utilizan piedrasque ya han sido empleadas una vez, requiere tal vez un quetzalpara sufragar el costo de construcción.

La duración de las diversas partes de la casa es diferente. Lamadera pesada, si es buena y resistente, puede durar hasta 50 años;

en un caso, los informantes dijeron que habia sido utilizada parala construcción de la casa de tres generaciones sucesivas de una fa-

milia, y que aún prestaba servicios. Las paredes de tierra apisonada,si son conservadas por medio de reparaciones, duran 25 años o más;es diñcil obtener información segura acerca de este aspecto, pero hevisto casas que tenian fama de ser más antiguas aún. Por otra parte,

el techo (incluso si es de buena calidad y está bien dispuesto) no duramás de 18 años; en un caso, el techo, que era, en parte, de la variedad

local de paja tuvo que ser reemplazado al cumplir diez años. La puerta

de cañas debe ser sustituida después de 1 a 3 años de servicio.

Parece ser que, si son bien hechos, los ladrillos de adobe duranindefinidamente. En cambio, las paredes de caña duran poco relati-

vamente; un buen informante calculó una duración de 8 años. Lastejas de barro se quiebran con frecuencia, y deben ser sustituidas;

más tarde, después de haber transcurrido 30 ó 40 años, la madera del

techo también es reemplazada, y, aunque se vuelven a utilizar algu-

nas de las tejas viejas, muchas de ellas deben ser sustituidas. Se dice

que los techos de láminas de metal nunca se acaban. Las pequeñasestructuras, menos cuidadosamente construidas, sólo duran un año o

dos. En cambio, los baños de vapor, si se reparan con frecuencia, pres-

tan servicio continuo durante una generación.

Ignoro cuántas casas se construyeron en 1936, en 1937, o en cual-

quier otro año. Sin embargo, si se supone que una casa de adobe dura30 años, una de tierra apisonada 20, y una de caña 10, y que la propor-

ción de los diversos tipos de casa ha permanecido constante, podemos

6 - El Capitalismo - Tomo II

Page 84: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

386 SOL T A X

CUADRO N» 66

COSTO PROMEDIO DE CASAS INDÍGENAS, 1937

Clase de casas

Costos promedios para cada casa

MaterialesTrabajo

Materiales Construcción

Total

Caña desnuda, paja . . .

Bajareque, paja ....Tierra apisonada, paja' .

Ladrillo de adobe, paja

Ladrillo de adobe, teja'

Ladrillo de adobe, zinc . .

\ 2.74

2.74

4.00

9.50*

16.00'

60.50»

Q1.49

1.49

2.42

.70

Q 1.73

2.23

2.66

7.00"

11.00*

8.00"

\ 5.96

6.46*

9.08»

17.20

27.00

68.50

En el caso 1, con datos completos, un poco menos de 06.00.Basado en los datos del cuadro 56.

Compárese con 4 casos en los cuales los datos completos están disponibles:

1) Casa 2x3 varas, 06.99.2) Un poco mayor, 07.51.3) 4x5 varas, 010.48.4) Un poco mayor, 011.59.

Incluye 06.00 por ladrillos de adobe.Incluye 06.00 por 10 días-hombre de tiempo de un albañil, 20 de trabajo usual.

Basado en una experiencia personal al construir; confrontado con otra informa-

Un cotejo general: en 1941 un indígena requería 015.00 para construir un nuevotecho de teja, incluyendo trabajo de carpintería.

7 Incluye 06.00 valor de las tejas, 01.00 valor de cal adicional para el techo.

8 Incluye tanto el tiempo de trabajo de albañilería como de carpintería.

9 En el único caso en que se dispone de información, el techo de lámina de zinc

costaba 052.50., . , , ,

10 Requiere menos madera serruchada y trabajo de carpmtena, que un techo de teja.

ción.

decir que en un año promedio pueden haberse construido 2 ó 3 casas

de adobe, 12 de masa de adobe, 4 de caña, 3 anexos, 2 ó 3 galeras, 2

graneros, 50 gallineros y 4 ó 5 baños de vapor. Además, los informan-

tes indican que los pozos y los cobertizos de los excusados, que deben

reemplazarse después de 1 a 3 años de servicio, se construyen invir-

tiendo 8 días-hombre de trabajo. Si es asi, la inversión anual de tiem-

po en la construción de estructuras nuevas (incluyendo la recolección

de los materiales que no se compran) debe oscilar entre 1 000 y 1 200

dias-hombre en toda la comunidad indígena. Excluyendo el tiempo

de los albañiles y los fabricantes de adobes, y no tomando en cuenta la

Page 85: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

Voo.

E

e

y» >^ V

o

Page 86: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

388 S O L T A X

construcción de excusados (los cuales fueron introducidos más tarde),

el total fue de 700 días en 1936. El costo de los materiales compradosfuera de la comunidad debe dar un promedio de 60 ó 70 quetzales; por

supuesto, el valor de los demás materiales representa el del tiempo

necesario para recolectarlos y prepararlos.

Aunque es dificil estimar el tiempo y el dinero invertidos anual-

mente en reparar casas, sustituir techos, etcétera, el tiempo no puede

ser menor de 200 ni mayor de 600 dias-hombre, y el costo en efectivo

no puede ser menor de Q5 ni mayor de Q25. Por consiguiente, el

tiempo total invertido en la reparación y construcción de las casas,

omitiendo el de los artesanos, fluctuó entre 900 y 1 300 dias-hombre.iss

Debe darse por cierto que las pequeñas estructuras son construidas

y reparadas periódicamente, casi siempre por los miembros de la

familia propietaria. Por otra parte, los ladrillos de adobe, asi comolas paredes de tal materisQ, son hechos por artesanos asalariados. Enla construcción de casas, el propietario y su familia siempre ejecutan,

por lo menos, una parte del trabajo corriente; en promedio, probable-

mente ejecuten de dos tercios a tres cuartos del mismo. Por tanto,

es probable que en 1936 hayan invertido los dueños de las casas de

600 a 900 dias hombre de trabajo en la construcción de sus propias

estructuras; o bien que la unidad doméstica corriente haya dedicado

de 4 a 6 dias-hombre al año a los propósitos indicados. Por supuesto,

una familia determinada puede no invertir tiempo en absoluto duran-

te un año cualquiera; o, tal vez, si construye una casa nueva, puede

invertir 20 dias-hombre o más. Además, la inversión de tiempo difie-

re en cada familia de un año a otro.

Valor de las casas

El valor de todas las casas y estructuras poseídas por los indíge-

nas, calculado en Q3 870 (cuadro número 57) cuando se hizo la en-

cuesta, no representa el valor del tiempo, puesto que no toma en

cuenta la depreciación, ni el costo de construcción en la época de la

misma, sino simplemente el costo de las reparaciones. Por supuesto,

los indígenas no "separan" fondos para este propósito.

135 El valor total del trabajo, excluyendo el de los artesanos, puede promediar0183.33 al año, y el de los materiales 080.00. El total de 0263.33 puede corroborarsemultiplicando por 60 la suma de 03.62, que los varones de las unidades números 58 y49 consideraron su inversión anual promedio en las casas, excluyendo el costo de unaestructura adicional a las casas y separada de ellas. Utilizando este método de muestreo,la comunidad arroja en total 0217.20. O, quizá más justificable en el caso de las casas,

multiplicando la cantidad de 03.62 por 155/2 (por haber 155 unidades económicas), el

resultado es de 0280.55.

Page 87: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

EL CAPITALISMO DEL CENTAVO 389

CUADRO N« 67

VALOR DE LAS CASAS INDÍGENAS, 1937

Case Número Costo pro-medio*

Costo total (precio delos materiales puestos

en el lugar)

Caña desnuda, paja 19

Bajareque, paja 18

Masa de adobe, paja 223Ladrillo de adobe, paja ... 60Ladrillo de adobe, teja . . . 2

Ladrillo de adobe, zinc ... 4Anexos de tierra apisonada . . 24Anexos de caña 12

Anexos de ladrillo de adobe . . 4Galeras 16

Graneros 20Gallineros 70Perreras, caponeras, conejeras 5Baños de vapor 113

Total

1 Basado ea el cuadro 9).

Q 5.96

6.46

9.08

17.20

27.00

68.50

2.00

1.50

4.00

1.00

1.00

.33

.33

1.00

Q 113.24

116.28

2 024.84

1 032.00

54.00

274.00

48.00

18.00

16.00

16.00

20.00

23.10

1.65

113.00

Q3 870.il

Enseres, muebles y herramientas

Si se exceptúan los cofres, algunas sillas y mesas, y las pocascamas que hay, los muebles son hechos en casa. Por ejemplo, las

camas consisten en plataformas construidas junto a la pared, con las

patas empotradas en el piso, y su superficie es de cañas o de tablas

compradas, colocadas transversalmente. La mayoría de las casas

tienen una cama por lo menos, aunque son muchas las personas queduermen sobre el piso. Los utensilios y las prendas de vestir se cuel-

gan de clavos o de clavijais de madera que sobresalen de la pared; o

bien de ramas que tienen ramitas espaciadas de manera uniforme, que

se siembran en el piso o se suspenden del techo. También se colocan so-

bre anaqueles de tablas o de cañas suspendidos del techo o colocados

sobre las vigas. El lugar para el fogón está formado por tres grandes

piedras, utilizadas tal como han sido recogidas. Por lo general, los

Page 88: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

390 S O L T A X

enseres no movibles se construyen al mismo tiempo que la casa, yson reparados y sustituidos cuando se hace necesario, usualmentepor los varones. El tiempo que se invierte en construir los enseresfijos carece de importancia: es probable que no exceda de 50 a 100dias anuales en toda la comunidad, o de uno o dos en cada unidaddoméstica.

En realidad, todos los utensilios y las herramientas son compra-dos ya hechos. No obstante, se invierte algún tiempo (sin excluir el

de los varones) en hacer cepos y trampas para cazar, cabos de azadones,

y hachas, garrotes, hondas, etcétera. Las piedras de moler se comprany deben ser preparadas para el uso por las mujeres; los recipientes

de arcilla también deben ser "curados", pero esta operación se rea-

liza sin distraer tiempo de las labores culinarias. Los padres, o los pro-

pios niños, hacen algunos juguetes para servicio de los últimos. Noobstante, el tiempo invertido en la hechura de herramientas, utensi-

lios, juguetes y artículos similares, carece de importancia para ser

calculado en detalle. Probablemente no exceda de un día por unidaddoméstica al año.

Leña

Aunque las mujeres con frecuencia recogen leña y la llevan enhaces a la casa, el suministro de leña para la cocina está principal-

mente a cargo de los varones. En raras ocasiones los pocos profesio-

nales "foráneos" que residen en la comunidad y no poseen tierras

compran cargas de leña a los indígenas de la región más alta quesurten a los ladinos. Además de lo dicho, todas las familias indígenas

hacen la leña que consumen durante el año.^^e

Si los indígenas no tienen árboles que puedan ser talados, derriban

los de las tierras comunales (o recogen sarmientos en las ajenas), i^t

o compran árboles talables a sus vecinos.^ ^s por supuesto, un trabaja-

dor asalariado puede encargarse de hacer leña. El árbol se tala con

136 De acuerdo con varios informantes, lo más frecuente es que la leña se corteo se recoja los domingos.

137 Un informante dijo en 1940 que por lo recular obtiene su leña en las tierraspúblicas de la colina occidental, o la recoge en las tierras privadas cuando la encuentra.Se trata de un indígena pobre.

138 El informante de la unidad número 24 me dijo que en algunas ocasiones suelecomprar un árbol grande y añoso (ilamo, aguacate o injerto) para hacer leña al preciode 40 centavos. De un árbol de la clase indicada obtiene 2 tareas o 16 cargas. Eltrabajo^ necesario, incluyendo acarreos, se lleva a cabo en 4 días. El señor Rosalescompró una añosa grevilea a un ladino por 15 centavos, y se comprometió a no perju-dicar el cafetal donde el árbol se encontraba. Pero en el momento de talarlo causódaños a un jocotero, por lo cual convino en pagar el valor de la mitad de la cosecha;en este caso, el costo también fue de 15 centavos.

Page 89: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

EL CAPITAUSMO DEL CENTAVO 391

hacha y las ramas se cortan con machete. El tronco se corta en trozas

y cada una de éstas se raja conforme se hace necesario; sin embargo,cuando el árbol ha sido comprado, o se encuentra lejos de la casa, se

hace toda la leña de una vez y se almacena. Un hombre fisicamente

apto puede preparar de 6 a 8 cargas de leña diarias cuando corta unárbol grande, a menos que el acarreo a larga distancia tenga que ser

agregado al tiempo de trabajo.

Por lo regular, la cantidad de leña que se consume en una unidaddoméstica es constante. Los informantes dicen que el consumo corrien-

te es de una carga a la semana; por supuesto, las unidades grandes

y las que alimentan a sus trabajadores consumen más que las peque-

ñas. El fuego es alimentado con tres leños que se empujan constante-

mente conforme se consumen, para que se unan en el centro; este

método es económico y universal. El tiempo invertido en el corte y el

acarreo de la lefia puede estimarse con facilidad en 2 700 días aproxi-

madamente, para el 90 por ciento de las unidades domésticas quehacen la lefia que consumen. La cifra indicada omite los sarmientos ylefios que las mujeres recogen, pues, por lo común, esta tarea se lleva

a cabo mientras se ejecutan otras. Se supone que el consumo porfamilia es de 60 cargas anuales, lo que constituye más de la mitad de

las 9 000 cargas que se recogen fragmentariamente y en las colinas.i39

Gran parte de los 2 700 dias representan horas dominicales. Pocas

unidades domésticas, pobres y carentes de tierras, son consideradas

demasiado pobres para comprar lefia, y se dice que dependen total-

mente de sus mujeres para recoger sarmientos y leños a la orilla de

los caminos y en el bosque; otras unidades compran a los vecinos

toda o casi toda la lefia que consumen, o emplean trabajadores para

que la corten en sus tierras. No obstante eso, los varones de la mayorparte de las familias cortan su leña en sus tierras, y destinan de 10 a

30 días-hombre al año para tal efecto.

Cocinar y lavar

Las mujeres efectúan casi todo el trabajo relacionado con la co-

cina. Las conclusiones a que llegamos aquí (cuadro número 58) se

basan ampliamente en informes fidedignos concernientes a una uni-

dad (la número 49) situada a medio camino en la escala de la riqueza;

la misma estaba integrada en 1940 por el padre, la madre, dos hijas

139 Dos informantes calcularon que la leña que consumen (una carga a la semana)

cuesta a cada uno medio día de trabajo semanal. El tiempo promedio mvertido por

cada una de las tres familias de las cuales obtuvimos presupuestos, era de 22 dias-hombre

al año.

Page 90: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

392 S O L T Á X

de 19 y 9 años y un hijo de 5 años. Esta composición es "normal"en las unidades domésticas. La familia indicada también es tiplea encuanto a su modo de vida, su indumentaria, etcétera. Cuando haymás de una mujer en la casa, el grupo femenino dispone de mástiempo para tejer, trabajar en los huertos y vender en los mercados;

a la vez, el tiempo de los adultos que consume el trabajo ordinario

permanece relativamente constante.

El agua para el consumo de la cocina se lleva en recipientes

de barro, ya sea del lago, del río o del canal grande de riego que esté

más próximo, según resulte más conveniente. Los recipientes son

variables en tamaño; dentro del tipo que se emplea en Panajachel,

los de mayor capacidad pueden contener tres galones; los más peque-

ños son utilizados por los niños. Las mujeres de cualquier edad llevan

el cántaro sobre la cabeza, y se internan un poco en el lago o en el

río para llenarlo. En algunas ocasiones, cuando el agua del río no está

limpia, todos se surten del lago, aunque esté más distante. En el delta

occidental, prácticamente ninguno consume agua del lago, pues, por

una parte, se cuenta con el sistema de fuentes públicas del poblado, ypor otra, la ribera del lago está ocupada en su mayor parte por las

casas de los ladinos; el río, los canales de riego y algunas fuentes son

los recursos principales para el abastecimiento de agua. La familia

corriente utiliza dos o tres cántaros de agua al día; dependiendo de

la distancia que haya de recorrerse, en cada viaje se invierten de 5 ó

10 a 30 minutos. En la unidad doméstica número 49 se consumían dos

cántaros de agua; corrientemente, la hija mayor hacía dos viajes

al lago, de 15 minutos cada uno, en la tarde, antes de preparar la cena.

Las niñas, que utilizan recipientes de menor capacidad y caminanmás despacio, por lo general hacen más viajes. Como hay muchoslugares en los cuales las personas pueden llenar sus recipientes,

la pérdida de tiempo y las charlas femeniles son escasas en este

trabajo.

Los pocos platos y las ollas que se utilizan para cocinar y comerse lavan en el canal de riego más cercano en pocos minutos después

de cada comida. Esta tarea está a cargo de la hija menor en la uni-

dad doméstica número 49; no obstante, cuando toda la familia decide

ir a los campos y tiene prisa por partir, las mujeres cumplen la tarea.

El fuego se enciende en la mañana. En este caso, la familia

(primero las mujeres) se levanta a las 5 a. m. (durante varios años

ha ajustado su horario a un reloj despertador que le obsequié) yenciende el fuego inmediatamente. La cafetera se pone al fuego

Page 91: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

EL CAPITALISMO DEL CENTAVO 393

CUADRO N* 88

TIEMPO DEDICADO AL TRABAJO EN LA COCINA, 1936

TftftM

Tiempo dedicado (por mujeres y niñas)

Minutos diarios porcasa, en promedio

Número total de días de 9horas en la comunidad

Mujeres

Page 92: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

394 SOL T A XMr

A las 7 de la mañana, inmediatamente después del desayuno, se

lavan los platos. Simultáneamente la mujer de la casa principia a

moler el maíz para el consumo del día, lo cual, en el caso particular

descrito, se hace en tres horas; mientras tanto, se ponen al fuego

otros alimentos, como carne y frijol, y se les vigila, con frecuencia

con ayuda de una niña. Las tortillas se preparan en cuanto se mueleel maíz; en ello se invierte una hora, e inmediatamente después se

lavan los cacharros que se han utilizado. A menudo se lleva el almuer-

zo al campo al mediodía, y toda la familia se reúne allí. En caso

contrario se espera a que los trabajadores vuelvan del campo, tam-

bién al mediodía. Desde el desayuno, una mujer ha empleado 4 horas,

por lo menos, en la cocina, ayudada por una niña o niño, uno de

los cuales ha invertido en promedio la quinta parte del tiempo

indicado.

En el almuerzo se invierte media hora; si se toma en casa, los

platos se lavan pronto y la familia va a los campos, pues es poco

el trabajo culinario que debe hacerse en la tarde. Sin embargo, unamujer (en el caso descrito, la hija) debe volver al hogar a las 4 p.m.,

para aprovisionarse de agua, mantener encendido el fuego, poner el

café y, alrededor de la 5, calentar la comida de la tarde. Mientras

tanto, también ha invertido media hora en desgranar maíz de las

mazorcas almacenadas, y en poner la olla de nixtamal al fuego,

junto con la comida vespertina. Por tanto, a Isus 6 p.m, cuando se

sirve la cena, la mujer ha invertido hora y media en el trabajo

culinario, lo cual probablemente se aproxima al promedio.

El nixtamal permanece en el fuego durante dos horas, y es

atendido incidentalmente mientras se cena; luego se le retira; entre-

tanto los platos han sido lavados y el trabajo culinario del día haterminado. El tiempo invertido por una mujer ha sido de siete

horas, y por una niña tal vez de hora y media. Cuando hay dos

mujeres adultas presentes, la eficiencia puede disminuir, pues es

posible que cada una de ellas invierta un poco más de la parte de

tiempo que le corresponde; pero los números deben encontrarse cerca

del promedio.

La casa es barrida durante la mañana, generalmente por unniño de uno u otro sexo, o bien por el ama de casa; el patio quedaa cargo de un niño o de un varón adulto. El tiempo promedio inver-

tido en barrer es de 15 minutos al día, aunque los niños invierten

un poco más.

Page 93: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

EL CAPITAUSMO DEL CENTAVO 395

La ropa se lava una vez a la semana, con frecuencia los jueves

o los sábados, y casi siempre en la mañana. Los lunes, los martes

y los miércoles, por lo regular, son días de gran actividad en los

campos. A menudo el trabajo del jueves es liviano, pues sólo se

cosecha lo necesario para el mercado del viernes, y a continuación

se preparan las legumbres para la venta. El viernes es día de tra-

bajo fuerte, ya sea en los campos o en el mercado; el sábado tam-

bién suele ser día de trabajo liviano, para poder preparar las ventas

en el mercado dominical, al cual concurren casi todas las mujeres.

Si no hay más que una mujer en la casa, el día que lava la ropa

sólo muele nixtafnal suficiente para el almuerzo, y deja el resto

para molerlo en la tarde. Cuando hay dos mujeres, ambas (utilizando

dos piedras de moler) muelen rápidamente en la mañana, y luego

van al río a lavar la ropa. Algunas veces también ocurre que las dos

mujeres parten rápidamente después del desayuno, para terminar

de lavar la ropa al cabo de una hora, y volver a moler. O también

algunas veces una de ellas permanece en la casa para cocinar, en

tanto que la otra lava. Los indígenas no acostumbran aplanchar la

ropa. En promedio, el tiempo que se destina al lavado de la ropa

es de 2, 1/2 horas a la semana; cuando los niños acompañan a las

lavanderas, simplemente juegan o cuidan de sus hermanos menores.

Nunca vi a ningún niño lavando ropa en serio; por cierto, éste es

un trabajo pesado.

Por tanto, una mujer destina 8 horas diarias a las tareas domés-

ticas ordinarias que hemos mencionado. Algunas familias invierten

menos tiempo, cuando ambos esposos salen a trabajar por salario

y reciben comida como parte de su pago. Muy pocas son las mujeres

que Uevan el nixtamal al molino del pueblo. En las casas de los ricos,

las mujeres alimentan a los trabajadores de la casa, y hay dos o tres

mujeres, quizás incluyendo a una empleada doméstica, para realizar

todo el trabajo de la cocina. Las cifras totales (cuadro número 58)

toman en cuenta estas diferencias; en cambio, no incluyen el tiempo

que se invierte en cocinar para las ceremonias religiosas y las fiestas

públicas, aunque computan el que se invierte en preparar comidas

para las fiestas familiares, y para obsequios y cosas por el estilo.

Page 94: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

396 S O L T A X

Vestuario

En parte a causa del diverso origen de algunos de los indígenas,

y en parte por los continuos cambios de la moda, los indígenas resi-

dentes en Panajachel visten ropas variadas. Las prendas propia-

mente dichsisi*!* pueden describirse brevemente de la manerasiguiente:

Prendas masculinas: El gabán se hace de pesada lana de color negronatural, tejida en Chichicastenango y comprada en piezas de 3varas de largo y 3/4 de vara de ancho, en el mercado de Solóla;generalmente es confeccionado por la propia persona que lo

usará. Esta corta y repulga un agujero cuadrado en el centrode la tela, luego la dobla a lo largo, y cose los extremos lateralespor debajo de lo que forma las bocamangas. Así queda la prendalista para vestirla por la cabeza, y se parece bastante al güipil delas mujeres.

La rodillera es una pequeña frazada de lana, de un metro de largoy medio de ancho, corrientemente de pequeños cuadros de coloresblanco y negro o azul. Existen dos clases: las que se hacen enChichicastenango o en Nahualá son pesadas y bastas, y siemprenegras; las que se hacen en Momostenango, que son las quevisten típicamente los indígenas de Tecpán (por tal razón llamadas'^rodilleras de Tecpán"), son más finas, por lo común azules, ya menudo con una franja fina en los extremos. La rodillera nonecesita confección, pues simplemente se compra la pequeñafrazada y se suspende de la cintura, para que cuelgue comofailda hasta las rodillas.

El calzón es una prenda de algodón tejida en casa, por lo generalblanca, con finas franjas rojas verticales. La tejedora la tejeen dos piezas, que después cose en forma de calzoncillo. La pren-da es voluminosa, pero se ciñe tan arriba, a la cintura (dondepor su anchura forma numerosos pliegues), que parece muycorta, y la rodillera que se pone encima la cubre por delante.

El calzoncillo es una prenda de algodón blanca, que se compra con-

feccionada o se cose en casa, utilizando para ello tela hecha enlas fábricas; es tanto un pantalón como un calzoncillo que tiendea ajustarse a las piernas y desciende hasta la mitad de la

pantorrilla.

El pantalón de estilo europeo se compra en las tiendas y en los

mercados.

El calzoncillo de tipo moderno, de fabricación industrial, tambiénse compra en las tiendas y a los comerciantes.

La banda es una larga faja de algodón rojo, de 8 pulgadas de ancho,que se ciñe alrededor de la cintura y se anuda en la parte delan-

tera, con los extremos metidos dentro de las vueltas ceñidas.

141» Sus combinaciones en la indumentaria se analizan en la página 417.

Page 95: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

EL CAPITAUSMO DEL CENTAVO 397

Hay dos clases, las cuales se distinguen con frecuencia comofaja y banda, respectivamente. La primera es tejida doméstica-mente en Panajachel; la segunda es hecha por las mujeres deotros pueblos y comprada por los indígenas de la localidad. Lasegunda es más ligera que la primera.

El cinturón es de piel de res; los indígenas locales lo compran a losartesanos de otros pueblos que lo fabrican. Su anchura tiendea ser de pulgada y media, y tiene agujeros ribeteados de metaly una hebilla grande, también metálica.

La camisa (siempre de algodón) puede ser de tres tipos generales.El primero es el que se fabrica industrialmente y se compra enel mercado, en las tiendas o en las ventas de los comerciantes.El segundo es el que hacen de telas compradas los indígenas deotros pueblos, como Chichicastenango; por lo regular, estastelas son listadas y las camisas se confeccionan imitando pobre-mente los modelos de las fábricas. El tercero es el que se hacede telas de algodón tejidas domésticamente en San Pedro. Estascamisas son de vivos colores y tienen franjas azules, las cualesconstituyen su diseño característico; su popularidad va enaumento. Actualmente las camisas "de San Pedro" también sehacen en Atitlán; en este pueblo hay un telar de pie, por lo

menos, cuyas telas para camisas de esta clase no se pueden dis-

tinguir con facihdad de las telas que las sampedranas hacenen telares de mecapal.

Los zutes son paños cuadrados tejidos domésticamente, de colorrojo con finas franjas en algunos casos, que se anudan cubriendola cabeza, o alrededor del cuello; también se llevan como pañue-los. Algunas personas usan asimismo cofias o paños de fabri-cación industrial; también se usan pañuelos.

El caite es una sandalia sencilla que consiste en una suela de cueroy pieza para cubrir parte del empeine, sujeta al pie pormedio de una correa de cuero que pasa entre los dedos gordo y si-

guiente. Se usan algunos caites de suelas confeccionadas conpartes de llantas de automóviles. También hay sandaliasparecidas a los zapatos, con fajas sobre el empeine y alrede-dor del talón. Por regla general, ambas clases de sandalias tienenun pequeño tacón. Las sandalias se compran a los artesanos queinstalan sus tiendas en el mercado. Los zapatos y las botas sóloson usados por los ladinos.

Los sombreros típicos son de palma. Hay un tipo fino, que lleva confrecuencia un cordón o listón en la base de la copa; es manu-facturado industrialmente y se compra en las tiendas. En el

mercado se compra un tipo más ordinario, arrollado en espiral

y cosido, que hacen los indígenas de Chichicastenango, Lemoa,Quiche y quizás otros pueblos. Estos sombreros son de colornatural, con algunos dibujos en negro y otros colores; sus copastienen formas variadas y sus alas anchuras diversas; los pana-jachelenses los compran corrientemente de un solo tipo, de copay anchura medianas. De manera ocasional algún indígena poseeun sombrero de fieltro fabricado industrialmente. Pocos hombresusan chaquetas confeccionadas por sastres.

Page 96: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

398 S O L T A X

Prendas femeniles: El corte es una falda que se envuelve alrededorde la cintura; toma su nombre del hecho de que se compra enpiezas largas (cortes) ; el panajachelense es una tela pesada ymaciza de algodón, tejida especialmente en telares de pie paralas mujeres panajachelenses, por los tejedores ladinos de Solóla.Sólo tiene una vara de ancho, y debe ser añadido para que tengala longitud deseada cuando se le viste. Se cose con un puntopara bordado de seda o de algodón (que forma, cuando se llevapuesta la falda, franjas de un cuarto a tres cuartos de pulgadade ancho alrededor de las caderas y abajo de la espalda). Cuandoestá cosida se extiende hasta el tobillo. El corte se envuelveajustadamente alrededor del cuerpo, y se sostiene por medio deuna faja. La falda "de Totonicapán", que usan algunas mujeresde Panajachel, es de algodón más ligero, de varios colores, confranjas acordonadas teñidas; se elabora en telares de pedal, enla región de Totonicapán-Quezaltenango. Se le viste de la mismamanera que el corte de Panajachel.

El güipil típico es tejido por las mujeres en telares de mecapal, dealgodón color café natural, con franjas rojas verticales. En laparte que cubre los hombros, los brazos, el pecho y la espaldatiene pequeñas labores hechas con hilo de algodón o de sedade color púrpura. Esta pieza se teje en tres piezas largas quedespués son cosidas; se deja una abertura en el pecho paraamamantar a los niños. En el centro se corta una pieza cuadrada,que sirve para introducir la cabeza; los bordes de esta aberturase ribetean con hilo de algodón o de seda. Después se doblany se cosen sus lados, dejando aberturas para los brazos. Des-ciende hasta el tobillo, pero de la cintura para abajo quedacompletamente cubierto por la falda.

La segunda clase de güipil es tiplea de la vecina población de SanAndrés; la confeccionan algunas mujeres panajachelenses, tam-bién en telar de mecapal, o se compra a las andresanas. Estese hace de la misma manera que el otro, pero es más corto ytiene fondo blanco y dibujos de hilo de algodón de vivos colores.El de San Lucas es similar.

El tercer tipo es el llamado güipil de Totonicapán. Se hace en tela-

res de pedal en la región totonicapense, y es típico de una exten-sa área del occidente de Guatemala, donde las mujeres ya notejen los que usan. Es más corto que el de Panajachel, puessólo desciende hasta las caderas. Las panajachelenses que lo

usan lo compran en las tiendas del mercado.

Ocasionalmente se usan blusas blancas ya hechas, o cosidas en casacon materiales comprados.

La faja, de algodón rojo, algunas veces con finos dibujos a colores,se teje localmente. Llega a medir 158 pulgadas de largo y 8 deancho. Lo mismo que la de los varones, se envuelve en tornoa la cintura, con los extremos metidos dentro de sí. Las otrasfajas, que se usan con los güipiles y las faldas totonicapenses,son hechas en todas partes.

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EL CAPITALISMO DEL CENTAVO 399

Los lienzos que se usan para llevar cosas, de algodón rojo y tejidosen casa, por regla general tienen finas franjas de colores. Haylienzos de muchos tamaños, y todos, con excepción de los máspequeños, se tejen en dos piezas que después se unen con hilode algodón. Los más grandes rebozos se utilizan para llevar losniños a la espalda; otros sirven como yaguales* o, cuando lasmujeres no llevan cargas sobre la cabeza, se doblan y se llevansobre la misma.

La cinta es un listón, largo (256 pulgadas) y estrecho (5/8 de pul-gada), de colores rojo oscuro y azul marino, que se compra enel mercado; se dice que es tejida en Totonicapán. Esta prendase arrolla con el cabello trenzado, y luego se envuelve todaalrededor de la cabeza en espiral.

Tejidos

De todas las prendas que se usan en Panajachel, las únicas teji-

das localmente son los calzones masculinos, las fajas para ambossexos, los lienzos para la cabeza (zutes), las blusas femeninas (güi-

piles) y los lienzos para envolver cosas. Además, los gabanes, algunoscalzoncillos, ciertas camisas masculinas, las faldas y algunas blusas

femeninas son cosidos en Panajachel. Entre los indígenas "foráneos"

que residían en Panajachel en 1936 había algunos que tejían las

prendas típicas de sus pueblos de origen para el uso de sus familias.

Aunque había una anciana sololateca que vivía en el pueblo e

hilaba algodón, ninguna panajachelense lo hacía en 1936. Indudable-

mente, en otros tiempos se practicaba en la comunidad el hilado de

algodón; ignoro si hay alguna mujer que sepa hilar, aunque porcierto, ninguna practica el arte. No obstante, las mujeres utilizan

el contrapeso de la rueca para torcer hilo. El hilo de algodón fabri-

cado industrialmente se compra por madejas en las tiendas. Paratejer, la primera tarea es hacer un ovillo con el hilo de algodón, utili-

zando un marco de madera (comprado) para devanar.142 Por regla

general, el hilo se dobla cuando vuelve a desenrollarse, y después

se tuerce con ayuda de un huso sencillo. A continuación se hace la

urdimbre en un marco de madera que se compra para ello. Después

se instala y se prepara el telar. La mujer teje arrodillada sobre un

« El rebozo es llamado también entre los indígenas perraje. El yagual es un rollo

de tela retorcida, de esparto o cosa semejante, que sirve para llevar sobre la cabeza

tinaias. canastos, bultos pequeños, o bien para colocar las primeras sobre el suelo. Espalabra de origen azteca, derivada de yahualli "asentadero de olla o tinaja". (Notade los editores).

, 142 La tecnología textil de Panajachel no necesita aquí más discusión que la nece-

saria para explicar los aspectos económicos. Los tejidos de Panajachel, así conio los

de otras comunidades de Guatemala, fueron estudiados en 1936 por la doctora Lila M.O'Neale, bajo los auspicios de la Institución Carnegie de Washington. Véase O'Neale, 1945.

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400 S O L T A X

petate o sobre el suelo, en el patio, en el corredor o en ciertas oca-

siones en la casa; un extremo del telar se sujeta a la espalda dela tejedora por medio de una correa, y el otro se ata a un árbol o aun pilar de la casa. Como no todas las tejedoras saben hacer los dibu-

jos de los güipiles femeninos, cuando llegan a este punto buscan auna especialista para que complete el tejido. El último paso consiste

en cortar y coser las prendas que así lo requieran. Esta es tarea

secundaria en Panajachel (en el pueblo no hay máquinas de coser),

y se lleva a cabo con una aguja de acero.

Entre las 133 familias panajachelenses hay 54 cuyas mujeres,

además de coser y remendar prendas de vestir, se ocupan de las artes

textiles. Carezco de datos sobre otras dos familias, pero de las res-

tantes 77, aparentemente ninguna tiene mujeres que hagan este tra-

bajo. Mis informes son escasos en relación con las unidades domésticas

"foráneas". Además de la sololateca que hilaba algodón y tejía,

había una jorgense y una sampedrana que tejían prendas de vestir

para ellas y para sus familias. Las mujeres de Totonicapán no tejen.

Una atiteca, una sololateca y una nahualeña, que conocimos, notejían. Carezco de informes específicos relativos a la mayor parte

de las restantes personas de esta clase; empero, creo que son pocas

(si hay algunas) las que practican estas artes.

En las viviendas panajachelenses (que comprenden algunas mu-jeres foráneas) hay 84 mujeres adultas y muchachas que tuercen

hilo, cosen y tejen. Su distribución por edad (cuadro número 59)

indica que aunque la tejeduría ordinariamente no parece estar des-

apareciendo como arte, las mujeres que saben hacer los dibujos delos güipiles no son reemplazadas conforme envejecen. Es probable

(y los informantes están de acuerdo) que el número de mujeresque practican la tejeduría haya disminuido,i43 puesto que los cam-bios sufridos por la indumentaria han hecho menos necesario tal

arte en toda la comunidad. Sin embargo, las mujeres de Santa Cata-

rina, Solóla y Concepción "se han hecho cargo" de la tejeduría

panajachelense. Es probable que las panajachelenses encuentrentejedoras con mayor facilidad en aquellos pueblos, donde las mujeresse ocupan menos de la agricultura; además, la operación puederesultar más barata, puesto que puede decirse casi con certeza queel valor del tiempo femenino es más alto en Panajachel.

143 Un informante, que posteriormente me ayudó a levantar el censo de tejedoras,me dijo que "sólo 10 6 12 mujeres tejían sus propias prendas, y 3 ó 4 lo hacían paraotras". Por supuesto, su estimación fue baja en extremo, pero subraya el hecho de quela impresión que prevalece es la de que "ya no se practica la tejeduría".

Page 99: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

EL CAPITAUSMO DEL CENTAVO 401

La siguiente contabilidad de costos procede de una tejedora quehizo laboriosamente los cálculos, junto conmigo. Aunque confrontélos resultados con otros informes, me convencí de su exactitud pormedio del siguiente ejemplo (que no es aislado) extraído de las notasde campo:

Con ayuda de su esposa, que estaba sentada tejiendo un güipil,obtuve cifras relativas al costo de confección de una deestas prendas. Calculando los materiales, y estimando el va-lor del trabajo de la mujer en 15 centavos diarios (los infor-mantes insistieron en ello), el costo de un güipil completoresultó ser de (^.68. Sin mencionar la cantidad indicada ante-riormente, pregunté a la mujer el precio de venta de su güipil(si la ocasión se presentara, cosa que ocurre aquí pocas veces),

y ella contestó que lo vendería en QIO. Traté de que redujerael precio, pero se negó a bajar de Q9. Le pregunté: "¿No lovendería usted por Q5?", y contestó sin vacilar que su hechurale costaba 350 pesos. Como esta cantidad equivale a Q5.86, le

pregunté la razón de su afirmación, cuando, de acuerdo connuestros cálculos, el total ascendía a Q4.68. Entonces me hizonotar que yo no había considerado el valor del trabajo inver-tido en cortar y coser el cuello, ni el de coser el güipil. Lo pri-

mero es tarea que sólo las expertas pueden hacer; además depagar 50 centavos a la mujer que se llama para el caso, debe soli-

citársele formalmente el favor por medio de apreciable obsequioen comida. Calculando el valor de la comida, y agregándolojunto con los 50 centavos de remuneración a la cantidad deQ4.68, el costo total de un güipil ascendió exactamente a Q5.83,que equivalen a 3 centavos menos que la cantidad de 350 pesosque la mujer había dicho. ¡Y ella lo había sabido todo el tiempo!

En un lienzo femenino de los que se utilizan para llevar cosas,

de 1, 1/4 varas (que equivalen a 1 metro cuadrado aproximadamente),se invierte lo siguiente:

1/2 libra de hilo blanco de algodón, cuyo costo en1936 era de Q0.16 2/3

1 libra de hilo rojo de algodón, cuyo costo en1936 era de 0.66 2/3

1/2 onza de hilo verde de algodón, cuyo costo en1936 era de 0.02

1/2 onza de hilo de algodón de otro color, cuyocosto en 1936 era de 0.02

Una libra de algodón se tuerce más o menos en un día; Toribia

no torcía hilo, sino que encargaba el trabajo a otra mujer, y le

pagaba 8 centavos por libra, lo que representaba la tasa corriente

en 1936. En la hechura de la urdimbre invertía dos horas personal-

7 - El Capitalismo - Tomo II

Page 100: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

402 S O L T A X

CUADBO N» 59

TEJEDORES PANAJAGHELENSES

Artes practicadas

Número de mujeres por grupos de edadaproximadamente

Menores MayoresTotal de 20 20-40 40-60 de 60

Torcer el hilo 9 2 3 4 —Torcer el hilo y coser* ... 5 1 4 — —Coser* y tejer prendas corrien-

tes 1 — — — 1

Torcer el hilo, coser* y tejer

prendas corrientes 63 10 31 19 3

Todos los procedimientos, in-

cluyendo el de tejer en di-

bujos 6 — 1 3 2

Total 84 13 39 26 6

1 Coser se refiere aquí a la costura especializada que se reqmere para los güipilesde las mujeres, camisas, etcétera, y no a aderezos ordinarios.

mente.144 El tejido lo habría hecho en 4 días; pero por lo regular

empleaba a una tejedora, y le pagaba 25 centavos. Para coser la

prenda se utiliza el mismo hilo; en esta operación se invierte muypoco tiempo. El costo total ascendió a Q1.25, más dos horas de tra-

bajo, sin contar el tiempo que se invierte incidentalmente en com-prar los materiales y en hacer el convenio con la mujer que tejió. Si

la dueña de la prenda hubiese hecho todo el trabajo, el costo habría

sido de 87 centavos, más 6 días de trabajo más o menos. Si una de

estas prendas se compra, su precio es de Q2, de modo que aún quedaalguna utilidad, aunque el valor del trabajo invertido se compute de

acuerdo con las tasas que prevalecen para los varones.

El costo de otros lienzos para llevar cosas varía de acuerdo con

el tamaño de los mismos; como el hilo de algodón representa la

144 De acuerdo con este informante, si la hechura de la urdimbre se encomienda aotra mujer, además de su salario se le deben dar dos panes de un centavo cada uno,y una taza de café. La mujer llega a hacer la urdimbre a la casa de su empleadora; se

acostumbra dar ahmentos "para que la mujer no murmure", pues es una "vergüenza"ignorar cómo se hace una urdimbre.

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EL CAPITALISMO DEL CENTAVO 403

mayor parte del costo, y el trabajo invertido varía de acuerdo con el

tamaño, la relación entre el tamaño y el costo es estrecha.145 Proba-blemente todas las mujeres poseen un paño de 1 metro cuadrado,

para cargar objetos grandes y niños (a la espalda); pero es probable

que el tamaño promedio de la totalidad de los lienzos de esta clase,

sea de 1 vara cuadrada. Por tanto, se puede llegar a la conclusión

de que, en el promedio de los lienzos que las mujeres de Panajachelutilizan para llevar cosas se invierten 70 centavos de hilo de algodón

y 4 1/2 días de trabajo.

Los zutea masculinos son más pequeños; como corrientemente

sólo se utilizan colores rojo y verde (no blanco, que es el más barato)

cuestan 60 centavos en efectivo, más 3 1/2 días de trabajo.i*«

En una banda para hombre se invierten 12 onzas de hilo rojo

de algodón, y 1/2 onza de cada uno de los colores siguientes: verde,

amariDo y púrpura (a 2 centavos la media onza). De manera quelos materiales cuestan 54 centavos. En torcer el hilo se invierte undía, y en hacer la urdimbre 2 horas. El tejido se hace en 2 1/2 días,

pero se invierten 2 6 3 horas más en arreglar los extremos. Portanto, si la interesada hace todo el trabajo, el costo de la prenda es

de 54 centavos en efectivo, más 4 días de labor. Como tal banda vale

Ql aproximadamente, sólo puede haber utilidad si el trabajo de la

mujer se valúa en menos de 11 centavos diarios. Las bandas paramujer son más largas que las masculinas, y en promedio probable-

mente cuestan (como ocurre en un caso que conozco) 70 centavos

(valor del hilo de algodón) y 5 días de trabajo. Cuando se tejen dibu-

jos en la banda para mujer, el costo sube en 5 centavos (valor de

la seda), y probablemente se necesita otro medio día de trabajo.

En los calzones se invierten 12 onzas de hilo blanco de algodón

y 1 libra de hilo rojo; su costo es de 92 centavos. Además, se tra-

bajan casi 7 días.^*7 En 1941, un informante me dijo que los calzones

costaban Q2.

145 En 1940, una indígena trató de venderme un lienzo de gran tamaño que había"hecho". Dijo que el mismo tenía 2 libras de hilo rojo al precio de 01.10 cada una,

y mucho hilo acordonado teñido, el cual es caro. El trabajo había sido encomendadoa una profesional, que cobró 80 centavos. Se negó a vender por menos de 06.00.

146 En 1941 me dijeron que un 2ute valía 60 centavos, lo cual ciertamente es

muy poco.147 El esposo de esta informante, cuyas ropas, por lo demás, son anticuadas, ya

no usaba cahones tejidos domésticamente en 1937. Este hombre compró 2 varas de tela

blanca por 26 centavos, y su esposa invirtió medio día en la costura. El dijo que le

gustaba más esta clase, porque es más fina y "no lo lastima". Aunque son más eco-

nómicos que los de la clase tejida en casa, la diferencia no es tan grande como parece,

porque sólo duran la mitad que los otros. No tomo en consideración este estilo enatención a que ningún otro informante me habló del mismo.

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404 S O L T A X

Cuando las camisas para los muchachos se tejen y cosen en casa,

su costo asciende a 13 centavos en efectivo (valor de 4 onzas de hilo

de algodón), más 2 días de trabajo. Por tanto, la prenda vale 35

centavos.148

El costo de los güipiles ya ha sido mencionado. En un güipil

se invierten 4 libras de algodón, que cuestan Q2.66.i49 Se emplean4 días en torcer el hilo y 1 1/2 en hacer la urdimbre. La tejedora

corriente sólo puede tejer los extremos, pues luego debe buscar unaespecialista para que se haga cargo de la parte central, en la quese hacen los dibujos. En el tejido de los extremos se invierten 6

días; en el del centro 4 1/2. Con frecuencia la especialista cose yborda el cuello, y en este caso invierte día y medio más. La propietaria

del güipil paga a la especialista 50 centavos por el tejido y 16 porcoser y arreglar el cuello; además, tiene que darle 4 libras de carne

(32 centavos), tortillas y tamales en cuya elaboración se invierten

4 libras de maíz (5 centavos). Si el tejido lleva seda, el costo adicio-

nal en efectivo es de 50 centavos. Por tanto, se puede decir que si

la propietaria hace todo el trabajo, un güipil ordinario cuesta Q2.66

en efectivo, más 17 1/2 días de trabajo ;i5o y uno con dibujos enseda cuesta Q3.16 en efectivo, y más o menos el mismo tiempode trabajo.

En la falda del vestido de Panajachel se utilizan 8 varas de tela,

las cuales costaban Q3 aproximadamente en 1936, y se invierten 2

días de trabajo en su hechura. En los cortes cosidos con seda se

invierten de 50 centavos a 1 quetzal más, de acuerdo con el anchode la puntada. Se considera que el promedio es de 75 centavos. Esprobable que los güipiles cosidos con seda también requieran undía adicional para la costura.

En un gabán masculino se emplean 3 varas de tela de lana,

cuyo costo en 1936, era de Ql (en 1941 el costo era de 75 centavos),

y un carrete de hilo negro, que cuesta de 6 a 10 centavos.isi Deacuerdo con su habilidad como sastre, un hombre arregla un gabánen un tiempo que varía entre dos horas y medio día.

Con base en los informes anteriores y en los que se refieren ala diversidad de indumentarias, puede llegarse a la conclusión de

148 Esta cantidad representa el doble de lo que una camisa de niño cuesta en el

mercado, pero la prenda dura mucho más tiempo. La gran mayoría de las camisas(y todas las de los muchachos y los varones adultos) es comprada.

149 Una mujer emplea para el fondo de su güipil hilo blanco de algodón, que esmás barato, en vez de hilo café.

150 Sin embargo, en 1941 un informante dijo que un güipil sencillo costaba Q3.00.Cotéjese con el caso anterior relativo a un güipil cosido con hilo de seda.

151 Un informante dijo que antiguamente se cosía con fibra de maguey hilada en cas*.

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EL CAPITALISMO DEL CENTAVO 405

que en todas las prendas tejidas o cosidas en la comunidad indígena,

en 1936, se invirtieron 9 000 dias de trabajo. Un poco más de la ter-

cera parte del tiempo indicado debe imputarse a las mujeres deotros pueblos empleadas para tejer. Es probable que en Panajachelse haya invertido en el mismo año 5 760 días de trabajo y Q4 000en efectivo en hacer y remendar prendas de vestir, en comprar pren-

das y materiales para las mismas y en general en vestir a la comu-nidad. Se puede llegar a la conclusión de que, aunque la tejeduría

es importante ocupación femenina, y es esencial para la cultura

en la medida en la que se valúen los trajes exclusivos de Panaja-chel, la confección de ropa es primariamente un fin en la economíamonetaria.

El cuadro número 60 resume el tiempo que la comunidad indígenainvierte en todas las tareas de la producción doméstica.

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NIVEL Y COSTO DE LA VTOA

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ESTABLECIMIENTOS DOMÉSTICOS

El diagrama número 18 es una guía de una muestra de 10 esta-

blecimientos indígenas elegidos para representar las diferencias eco-

nómicas (los números coinciden con los del apéndice número 3; los

más bajos corresponden a los establecimientos más ricos).1^2 Sudescripción indica, junto con la del traje y especialmente la de la

dieta (las cuales se presentan más adelante), el nivel de bienestar

matericd.

N* S. Patio de 40 por 25 pies. A y C tuvieron techos de pajahasta 1925, más o menos, cuando los mismos fueron recons-truidos. Cada casa mide 18 por 15 pies; las paredes miden 9pies de altura y los techos 16. Las paredes están encadadas.Cada casa tiene una puerta hecha por un carpintero.

A es la cocina; en la parte alta de una de sus paredes hayun agujero de 8 pulgadas cuadradas, por donde escapa el humo.Hay dos grandes fogones: uno se encuentra en el rincón nor-occidental, y el otro está situado un poco hacia el sur; cercade ellos, en el piso, están las grandes ollas. Hay algunas tablassuspendidas de las paredes del norte y el oeste, a 5 pies dealtura más o menos; sobre ellas se conservan algunas provi-siones de boca. Junto a la pared del oeste hay una mesa grandey de poca altura sobre la cual están los platos. En el rincóndel suroeste, tanto en alto como sobre el suelo, se tienen al-

gunas ollas grandes y viejas, en recuerdo de la primera esposadel propietario. En los rincones del noroeste y el sureste haysendas camas de tablas sostenidas por trozos grandes de ma-dera rolliza, con sus cabeceras hacia el este; en la primeraduermen 3, 6 y 7 (los niños son ilegítimos), y en la segunda 4,

que es sordo-muda. Una valla de cañas de milpa separa estacama de los utensilios que se encuentran sobre el piso.

C es la casa que alberga al santo. Tiene un cielo raso detablas alisadas con cepillo y clavadas a las vigas. Junto a la

pared del norte hay una plataforma de tablas sostenida sobrepostes empotrados en el piso, y sobre ella hay tres imágenesy algo de ajo, frijol y café procedentes de la última cosecha.En el rincón noroccidental se hallan algunas ollas grandes yviejas, que en otro tiempo se utilizaron para cocinar las comi-

152 Las 10 familias comprendidas en la muestra son "panajachclcnses puras", tantocomo la que más. Todas viven al oriente del río. Convenía circunscribir la encuesta Aesta vecindad.

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Diagrama 18. Guía para la descripción de diez establecimientosen Panajachel

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EL CAPITALISMO DEL CENTAVO 409

das ceremoniales. En los demás rincones hay cajas de maderaque contienen maíz, frijol y café, y muchas herramientasagrícolas.

El anexo D es el granero; allí se almacena maíz en ma-zorca. Mide 9 por 6 pies; la pared más alta tiene 9 pies dealtura y la más baja 6. Tiene una puerta de madera que seabre hacia el patio. La estructura B mide 6 por 9 pies; seutiliza como gallinero y tiene muchas varas para que se subanlas aves. Su puerta es de tablas viejas.

E es la casa más nueva. Mide 12 por 15 pies, su techoalcanza 15 pies de altura, y tiene una puerta hecha por uncarpintero y un cielo raso de tablas bastas sostenidas por lasvigas (no clavadas). Este es el dormitorio, y es tal el desordenen su interior, que escasamente queda espacio para moverseen él. En el rincón suroccidental hay una cama (comprada)que no se usa; el propietario dice que perteneció a su primeraesposa, y que ninguno podrá usarla mientras él viva. En elrincón noroccidental hay una cama de tablas sostenidas porpostes, en la cual duermen 1, 2 y 5. Cerca de esta cama, juntoa la pared, hay una mesa con una imagen muy adornada. En elrincón suroriental hay un cofre cerrado con llave, y debajo de lacama hay otro más pequeño; se supone que en ellos se guardael dinero. Cerca de los pies de la cama hay otros cofres, quecontienen ropas y cosas de valor. Además, hay una despulpa-dora de café, una montura, algunas herramientas nuevas y,suspendidos de las vigas, en el interior y en el exterior, racimosde bananos para ahmentar (cuando maduran) a las palomasenjauladas; lazos, bolsas, bridas y un número ilimitado deobjetos diversos.

El baño de vapor, que es de adobe y mide 6 por 9 pies,está cubierto por un techo de paja sostenido por pilares deadobe. Cerca del fuego (que siempre se encuentra en un rincónpróximo a la puerta) están los recipientes que se utilizanpara el baño; junto a las paredes hay bancas de madera paralos bañistas.

Al caer la noche, las casas se alumbran con antorchas de ocote.

N" 5. Patio de 30 por 45 pies. Las tres casas tienen puertashechas por carpinteros. A y C, construidas al mismo tiempo,miden 20 por 18 pies y tienen paredes de 9 pies de altura; elcaballete del techo se encuentra a 20 pies de altura.

C es la cocina. La leña se hacina en el corredor durantela estación de las lluvias. El fogón, que está en el ángulonororiental, tiene piedras muy grandes; a su alrededor haymuchas ollas grandes, pues son muchos los trabajadores quese alimentan en la casa, amén de que la familia es numerosa.Además de las pequeñas piedras que se utilizan para molercafé, etcétera, hay dos piedras grandes de moler. En el centro

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410 S O L T A X

se encuentra un estante suspendido, que sirve para colocarvituallas; hacia el norte, uno más pequeño, para las tortillas.

En las paredes hay más estantes, a pesar de que los platos seguardan en dos canastas grandes colocadas cerca del fuego,sobre el piso. Colgadas de una cuerda hallamos muchas se-

millas de injerto, en espera de que sequen para venderlasposteriormente. En los rincones del sureste y del noreste haysendas camas de tablas sostenidas por horcones empotradosen el piso, separadas de la puerta y del fogón por grandespetates. La ropa cuelga de las paredes, sujeta por cordeles.Junto a las cabeceras de las camas se hallan cofres de madera;debajo de las mismas se hacina el ajo antes de ser trenzado.En la primera cama duermen 2, 3 y 8; en la segunda, 6, 7, 9 y 10.

El santo de la familia se alberga en A. Junto a la pareddel norte, y equidistante de los rincones, hay una mesa pe-

queña, colocada sobre una plataforma de cañas sostenidas porhorcones empotrados en el piso; sobre la mesa hay tres imá-genes de santos. Todo el conjunto está adornado con flores, yfrente al altar hay una mesa pequeña con flores y velas.Cuatro o cinco personas tienden sus camas en el piso de lacasa. En los rincones hay herramientas agrícolas; sobre el pisoestán las grandes ollas que se utilizaban antes para prepararlas comidas rituales. De una de las paredes cuelgan variospetates, que se emplean para secar café. En el corredor se hadejado un espacio cercado con cañas, en el cual están haci-nadas las mazorcas.

D es una casa antigua, que mide 18 por 15 pies, tieneparedes de 7 u 8 pies de altura, y caballete a 18 pies del piso;sirve de cocina y de dormitorio de la mujer de mayor edadde la casa (número 1 en el diagrama). Cerca del fuego, sobreel piso, en el rincón suroriental, se hallan su vieja piedra demoler y algunas ollas. La cama es de cañas de milpa soste-nidas por horcones sembrados en el piso, y está en el ángulonoroccidental. Hay ropas colgadas de un cordel.El baño de vapor (F) tiene de 7 a 8 pies de longitud, 6de ancho y 6 de alto; la abertura que sirve de entrada mide3 pies. Las grandes ollas están cerca del fuego; en el centrohay un recipiente grande en el cual se mezcla agua fría conagua caliente, y que sirve para bañar a los niños. Las bancasson hechas con tablas sostenidas por piedras, a lo largo delas paredes.

E es el granero. Mide 9 por 4 pies, tiene una puerta decañas, y en él se hacinan las mazorcas. El gallinero (B) tieneuna tabla por puerta, y algunas cañas para que trepen las aves.

N" 15. Patio de 30 por 30 pies. La cocina (C) mide 18 por30 pies, tiene paredes de 7 u 8 pies de altura, y techo a 18pies de altura. La leña está hacinada en el corredor, a unlado de una puerta de madera de fabricación doméstica. En el

rincón noroccidental hay un fogón grande, que se utiliza para

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EL CAPITALISMO DEL CENTAVO 411

calentar las grandes ollas que contienen maíz, etcétera; cercadel anterior hay otra, menos grande, en la cual se cuece frijol,

se hierve café, etcétera. La batería de cocina está sobre el

piso, cerca de la pared occidental. Próxima a la puerta hayuna estantería de cañas sostenidas por pilares, de tres tramos;en el más alto se guardan las ollas nuevas, los platos y los

dulces que se desea tener fuera del alcance de los niños; y enel más bajo se colocan las vituallas de uso diario. Junto a la

pared del sur hay una mesa pequeña; en la misma paredhay estaquillas de madera, de las cuales cuelgan los utensiliosde cocina. La empleada doméstica duerme en el suelo (número9 en el diagrama).

E es el dormitorio y sala para recibir visitas. Mide 20 por15 pies; sus paredes tienen 9 pies de altura, y el techo dista 18pies del piso. Tiene una puerta grande, comprada, y un cielo

raso de cañas atadas a las vigas, que se extiende hasta el

corredor; en la parte del tapanco que corresponde al corredorse almacena maíz. A diferencia de las demás casas que tienenpisos de tierra apelmazada, ésta tiene una base de piedrascubiertas con una capa de barro bien nivelada; la arcilla, alsecarse, forma una superficie llana y consistente. En losrincones hay camas compradas; la del ángulo nororiental co-rresponde a 2 y 6; la del noroccidental a 3, 7 y 8; y la delsuroriental a 4 y 5. Sobre las camas hay petates suspendidosen forma de doseles. Orientada de norte a sur, y atravesandola parte media de la casa, hay una hamaca que se usa paradescansar durante el día. Entre las camas que están junto ala pared del norte hay un cofre grande que contiene ropas;también hay ropas tendidas en lazos, en los ángulos. Junto ala pared del oeste se halla un armario cerrado con llave, en elque se guardan objetos de valor. Hay varias sillas.

F es una casa nueva (técnicamente, un anexo). La parteexterior de las paredes es lisa, como sí estuviera enjalbegada.Mide 18 por 13 pies; las paredes tienen 7 u 8 pies de altura,

y el techo dista 16 pies del piso. Tiene una puerta de maderade construcción doméstica, y una ventana de 1 1/2 pies cua-drados, con postigos de madera. El piso es igual que el de E.Esta casa, que aún no está en servicio, se utilizará para guar-dar herramientas, almacenar productos, etcétera.

La estructura D fue construida con la madera que sobróal terminarse la construcción de E. Este anexo mide 9 por 6pies, tiene 9 pies de altura, y su puerta es de madera basta.Junto a la pared del norte está la cama de tablas colocadassobre burros, del medio hermano sordomudo. El sordomudo(número 1 en el diagrama) tiene su ropa colgada de un lazoque atraviesa el cuarto, y guarda sus objetos de valor en uncofre que está bajo la cama; no enciende luz durante la noche,a pesar de que en los demás cuartos hay alumbrado dekerosene.

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412 S O L T A X

El gallinero (B) mide 6 por 4 pies y tiene 6 pies de altura;

su puerta tiene 1 1/2 pies de anchura. En el gallinero haycañas para que trepen las aves. El baño de vapor es nuevo,mide 9 por 7 pies, y tiene 5 pies en su punto más alto; está

protegido por un techo de paja elevado, y tiene bancas juntoa las paredes.

2V 19. Patio de 42 por 36 pies, más un jardín de 30 por 6.

A y B son cuartos de una sola casa que mide 40 por 18 pies,

con paredes de 7 u 8 pies de altura y techo distante casi 18pies del piso. Los pilares del corredor están apoyados sobrebasas de piedra labrada, sobre las cuales hay macetas dehojalata con flores. La pared de adobe interior divide com-pletamente la casa, pues no hay puerta de comunicación entreambos cuartos; cada cuarto tiene una puerta (comprada) quese abre hacia el exterior. La construcción se inició en 1930;en 1936 todavía no se consideraba terminada, pues el propie-tario deseaba construir un tapanco.

A es la cocina. El fogón principal está en el ángulo nor-oriental; cerca del mismo hay uno secundario, y todas las ollas

y los platos están sobre el piso, junto a las paredes cercanasa los fogones. Hay dos camas de tablas sostenidas por horconessembrados en el suelo; en la que está en el rincón norocci-dental duermen 2, 3 y 5; en la que está en el suroccidentalduermen 1 y 4. Junto a la cabecera de cada cama hay uncofre de madera. La ropa se halla colgada en lazos, tendidosde una pared a otra, en los ángulos. A lo largo de la pared delsur hay grandes pilas de ajo, en espera de que llegue el mo-mento de trenzarlo.

La estructura B sirve para albergar a los santos y comoalmacén. En el lugar opuesto a la puerta se encuentra unamesa grande sobre la cual hay una cruz de madera pintada; la

mesa y la cruz están cubiertas de flores. A lo largo de la

pared del norte hay una banca para que se sienten los visi-

tantes. Junto a la pared del sur se hallan bolsas de maíz,frijol y café, pues esta familia suele comprar sus provisionessemanalmente, en vez de hacerlo diariamente en pequeñascantidades. Las herramientas agrícolas también se guardanen este cuarto.

El baño de vapor C es un anexo. Mide 6 por 7 pies, peroalrededor del mismo hay construida una casa de 9 por 9 pies

de superficie y de 9 de altura. Adentro del baño están las

ollas de arcilla que se utilizan para el mismo; hay bancasa lo largo de tres paredes. El gallinero (D) mide 6 por 7 pies

de superficie y 4 ó 5 de altura; tiene puerta de cañas y pértigaspara que pernocten las aves.

A menos que llueva torrencialmente, la leña se hacina engrandes cantidades en el patio, y se cubre con paja. La casase alumbra con kerosene (la mayor parte del tiempo) y ocote.

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EL CAPITALISMO DEL CENTAVO 413

N' 28. Patio de 24 por 18 pies. Bajo un naranjo, en una delas orillas del patio, hay una banca que se utiliza para servir

la cena ocasionalmente.

La cocina (B) tiene 8 años de haber sido construida. Mide18 por 15 pies de superficie, tiene paredes de 5 pies de altura,

y el techo dista 18 pies del piso. La puerta está aseguradapor medio de bisagras, pero el vano es tan bajo que una per-

sona debe agacharse para poder pasar a través de él. El fogónestá en el ángulo surorientai; ocasionalmente se enciende unfuego secundario a la par. Las ollas, los platos y la canastade las tortillas están sobre una alta mesa de cañas sostenidas

por horcones plantados en el piso. Cerca del fogón hay unarama empotrada en el piso, con ramitas para sostener las

jicaras y los demás recipientes que se utilizan para beber.Hay algunos platos de porcelana. La piedra de moler se en-

cuentra junto a la pared. El maíz se almacena en el lado nortede la casa. La cocina es oscura, por lo cual la comida se lleva

a la casa de los santos, donde cena la familia.

El anexo A mide 15 por 9 pies de superficie, sus paredestienen 6 pies de altura, y el techo dista 10 pies del piso. Juntoa la pared del oeste hay una cama de tablas sostenidas porpostes, en la cual duermen los tres miembros de la familia.

Sobre una mesa baja, junto a la pared del norte, hay un cofreen el que se guardan los documentos y los objetos de valor.

Sobre la cabecera de la cama cuelgan un rifle y un machete.A lo largo del extremo sur del cuarto hay un lazo, del cualcuelga la ropa de toda la familia. Bajo la cama está el ajo, enespera de ser trenzado. Las herramientas son colgadas de lasparedes, en el corredor.

La casa de los santos (D) fue construida en 1931. Mide12 por 12 pies de superficie, sus paredes tienen menos de 5pies de altura, y su techo dista 9 ó 10 pies del piso. Tiene unapuerta de madera asegurada con bisagras. El piso está cubiertocon agujas de pino. Los santos se hallan junto a la pared delnorte, sobre una mesa adornada con flores. El especialista enasuntos sobrenaturales oficia sus ritos ante otra mesa situadaenfrente de la anterior. Hay bancas a lo largo de las paredes.C es la estructura más antigua y menos bien conservada;en 1936 tenía 12 años de haber sido construida. Su puerta es decañas. Sólo sirve para guardar adobes y otros materiales quese utilizarán para construir una casa. Mide 15 por 12 pies desuperficie, sus paredes tienen 6 pies de altura, y su techo dista15 pies del piso.

Los cuartos se alumbran con kerosene (y también con lasvelas que arden frente a los santos).

N' 37. Patio de 18 por 18 pies, con flores sembradas en algu-nas partes.

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414 S O L T A X

La casa pertenece a la familia X; la familia Y simplementecomparte el techo. Ambas tienen cocina separada, y en el

aspecto económico constituyen unidades domésticas diferentes.(1 y 5 son primos).

B sirve simultáneamente como dormitorio y como sala pa-ra recibir visitas. Esta estructura tiene dos años de habersido construida; mide 20 por 15 pies de superficie; sus paredestienen 9 pies de altura, y su techo está separado de su pisopor una distancia de 18 pies; los pilares del corredor estánasentados sobre basas de piedra labrada; tiene una puertaancha corrediza y dos ventanas (una en el frente y otra enla parte trasera) provistas de tableros corredizos. La casa fuehecha cuando 1 dirigió el baile de enmascarados durante unafiesta titular, y como consecuencia de ello hubo de ofreceruna recepción de sus compañeros. En los ángulos noroccidentaly suroccidental hay sendas camas, en cada una de las cualesduerme una de las familias; junto a cada cama hay un cofrede madera para guardar ropa, aunque cuelgan otras prendas devestir sobre los pies de las mismas. En las paredes hay cuadrosarrancados de revistas y periódicos.

A es un anexo que mide 12 por 9 pies de superficie, cuyasparedes tienen 12 pies de altura y son de tablas y cañas. Lapuerta es de madera y está asegurada por medio de bisagras.Esta estructura fue construida poco tiempo después que lacasa, y sirve para guardar ollas grandes, herramientas, cajas,etcétera.

E es la cocina que utiliza la familia X. Tiene 8 años dehaber sido construida, mide 9 por 9 pies de superficie, susparedes tienen 6 pies de altura, y el caballete del techo dista

Í2 pies del piso. La parte exterior de la pared del frente estáalisada con argamasa. Tiene una puerta de madera con bisa-

gras; en el corredor hay una banca. El fogón está junto a la

pared del oeste, equidistante de los dos rincones más próximos;hay ollas a ambos lados del mismo; los platos están en unacanasta colocada sobre el piso, o cuelgan de estaquillas cla-

vadas en la pared. En el centro del cuarto, suspendido dearriba, hay un estante de 3 por 1 1/2 pies, que sirve paraguardar comida. Hay varios taburetes en los cuales se sientanlos miembros de la familia mientras comen.

El horno (D) es de adobe y está construido en el interior

de una estructura que tiene paredes de 4 1/2 pies de altura

y cuyo techo dista 9 pies del piso. La parte de esta estructuraQue no está ocupada por el horno (6 por 6 pies) es la que la

familia Y utiliza como cocina. La puerta es de cañas y el

fogón se halla en el ángulo suroccidental. Los usuarios nopagan alquiler; en cambio, 5 trabajan en los campos de 1,

al servicio de éste, cuando es necesario. El baño de vapor(6 por 6 pies) y el excusado sirven a ambas familias. Lafamilia X se alumbra exclusivamente con kerosene durantela noche.

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EL CAPITALISMO DEL CENTAVO 415

N" 91f. Patio de 23 por 23 pies, cercado con cañas.

B mide 15 por 12 pies de superficie, sus paredes tienen6 pies de altura, y el techo dista 12 pies del piso; la puertaes de cañas. Cerca del fogón, en el rincón noroccidental, haytres clases de estantes: una alacena de cañas, de dos estantes,para los platos y las ollas pequeñas; un estante de maderasostenido por estacas clavadas en la pared; y otro suspendidode las vigas. Sobre estos dos hay comestibles. La piedra demoler y las ollas grandes están en el suelo. En el ángulosuroriental, en una cama de 7 por 4 1/2 pies, de tablas soste-nidas por horcones sembrados en el piso, duermen 2, 3, 4, 5 y 6.

En el rincón suroccidental, en una cama pequeña de la mismaclase, duerme 1, sola. A los pies de esta cama hay un cofrede madera cerrado con llave, en el cual se guardan los docu-mentos. De la pared del sur cuelga una caja de cartón quecont]ene las ropas de los hijos mayores. Las herramientas estánen el suelo, en el rincón nororiental y también colgadas delas paredes. El ajo, que ha de ser trenzado, se encuentra sobreun tapanco de cañas en el mismo rincón. La única iluminaciónde la casa es la del fuego de la cocina.

El baño de vapor mide 6 por 7 pies de superficie y 4 dealtura (en el diagrama está marcado con la letra A). En suinterior no hay recipientes, pues éstos se llevan de la cocinacuando alguno va a bañarse.

N" 95. Patio de 30 por 30 pies, con muchas flores y 2colmenas. Poco antes de 1936 se había arruinado una casa(la de los santos y las actividades rituales). Se estaban reu-niendo materiales para construir otra, y mientras tanto lossantos permanecían en el corredor de C durante el día, y enel interior durante la noche. ("Habría sido incorrecto tenerlosen la cocina durante el día y en el exterior durante la noche").La casa fue hecha hace 12 años, mide 18 por 18 pies desuperficie, sus paredes tienen más de 6 pies de altura, y elcaballete del techo dista 15 pies del piso. Las paredes son detierra apisonada y están encaladas; el techo es de paja. Laentrada se encuentra en el centro de la pared del norte, ymide 5 1/2 pies de altura y 2 de ancho; la puerta es de cañas.El fogón está en el ángulo suroriental y cerca del mismohay una carga de leña. Al pie de las paredes del oriente y elsur se encuentran un cántaro de agua, una piedra de molery varias ollas. Hay una mesa de tablas sobre travesanos, sos-tenida por postes enterrados, sobre la cual se hallan los platosy las provisiones. Cerca de la mesa hay varios estantes soste-nidos por estacas clavadas en la pared; otros penden de cor-deles sujetos a las vigas, y en su parte media tienen reci-pientes de calabaza sujetos a los mismos.No hay camas en la casa. Todos los miembros de la familiaduermen en el piso, sobre petates; 6 y 7 duermen en el rincónnororiental, 8 y 5 en el suroccidental, y los padres y 3 en el

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416 S O L T A X

noroccidental. Las frazadas y las ropas de uso personal estáncolgadas de lazos sobre los tres lugares donde se duerme. Sobreel piso se hallan varios cofres antiguos de madera. Cerca del

fuego, junto a la pared, hay una hacha; en otros rinconesazadones y machetes. Varios machetes gastados y algunoscuernos de buey cuelgan de un lazo; con los cuernos se puedenhacer recipientes para llevar agua cuando se va a trabajara los campos.

La casa se alumbra con antorchas de ocote y lámparas dekerosene.

El baño de vapor (A) tiene 6 por 9 pies de superficie. Laletrina (B) es una estructura de cañas, sin puerta, con techode paja de una vertiente, que mide 2 por 2 pies de superficiey 6 de altura.

N" 108. No hay patio. La casa tiene 8 por 8 pies de super-ficie, las paredes tienen 4 pies de altura, y el techo dista 8 piesdel piso; es de tierra apisonada y paja. El corredor, de 3 piesde anchura, tiene 3 pilares para sostener el alero. La puerta fuehecha de madera vieja por un carpintero. La casa está enmalas condiciones, y el techo tiene remiendos de hojas en al-

gunas partes.

El fogón está en el ángulo nororiental de la casa y lasollas cerca del mismo. En las paredes hay tablas colocadas amanera de estantes, donde pueden almacenarse provisiones deboca; allí mismo hay algunos garrotes, calabazas antiguas,palillos de tejeduría y manojos de plantas medicinales. En 1936no había ninguna cama y la familia dormía en el piso sobreun petate, sin más que una frazada para todos los miembros.Hay dos o tres pequeños taburetes y un cofre de madera,también pequeño. La ropa cuelga de lazos atados a las paredes.

Por lo general, la leña, el cacaxte del varón, los azadones,las hachas y los machetes se dejan en el corredor. Las estacasque se utilizan para sembrar y limpiar los huertos se colocanentre la paja del techo, tanto en el interior de la casa comoen el corredor.

El gallinero (A) tiene paredes de cañas viejas y techo detablas viejas; sus dimensiones son 4 por 4 por 4 pies. El baño devapor (B) que mide 6 pies en cada una de sus dimensiones,estaba en malas condiciones en 1936; en el interior, cerca delfogón, hay bancas de madera.

N' 109. No hay patio. La casa tiene 8 años de haber sidoconstruida, es de tierra apisonada, mide 16 por 10 pies desuperficie, sus paredes tienen 5 pies de altura y el caballetedel techo dista 16 pies del piso. Las paredes están encaladas,en cumplimiento de las disposiciones de sanidad pública. Lapuerta es de cañas. Entre las casas descritas, ésta era la únicaque contaba con una ventana provista de vidrios; se trataba

Page 115: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

EL CAPITALISMO DEL CENTAVO 417

de un vidrio de 8 pulgadas cuadradas, que cubría un agujerohoradado en la pared del norte.

Cerca de B había otra casa en construcción; era del mismotipo y de idénticos materiales, media 7 por 13 pies de superficie,

y estaba destinada a servir de dormitorio. El gallinero (A) mide3 por 4 pies, y tiene paredes de adobe y techo de paja; ademásde albergar algunos pollos y gallinas, el gallinero sirve paraacumular abonos animales, tanto para la venta como para suutilización en los campos propios.

El fogón es pequeño y se encuentra en el ángulo suroc-cidental de la casa. Sobre el fogón y suspendida del techo, hayuna rama provista de ramitas, de las cuales cuelgan pociliosde peltre y picheles de arcilla cocida. También hay un estantede madera asegurado en la pared, en el cual se coloca el guacalhecho de corteza de calabaza que sirve para guardar las tor-tillas. Junto a la pared del sur encontramos la piedra de molery las ollas de arcilla que se utilizan en la cocina; las ollas quese usan con menor frecuencia se hallan en el exterior.

La familia dormía en el piso, sobre petates; pero, en 1936fueron sustituidos por una cama de tres tablas sostenidas porcuatro postes empotrados en el piso. La cama está cubiertapor un petate y una frazada; la ropa de vestir hace veces dealmohada. Bajo la cama se almacena frijol, ajo y cebolla

Aparte de la cama, no hay más mueble que un cofrede madera ahumada, en el cual se guardan papeles y docu-mentos. En el ángulo noroccidental de la casa hay dos lazostendidos, de los cuales cuelgan otra frazada, una red, una bolsapequeña, y algunos lazos y mecapales. Abajo se encuentranhachas, azadones, machetes y un cacaxte.

Si se exceptúan las llamas del fogón y ocasionalmente las

antorchas de ocote, no hay medios para alumbrar con regu-Isiridad la casa.

TRAJES

Las prendas de vestir individuales que los indígenas de Pana-jachel confeccionan y compran, se combinan de diversas maneras:varones (adultos y mozalbetes):

(1) El traje "a la antigua usanza" consiste en un calzón, ungabán y una rodillera (delantal) de Nahualá, sostenidospor una faja tejida domésticamente y un cinturón decuero. Los varones que han ascendido hasta cierto puntoen la jerarquía político-religiosa llevan una rodillera adi-

cional colgada del hombro. Usan sombrero, pero lo sus-

tituyen con un zvie cuando el formalismo lo exige. Ca-minan descalzos o calzan caites.

8 - El Capitalismo - Tomo II

Page 116: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

418 S O L T A X

(2) En la indumentaria "más nueva", el gabán es sustituidopor una camisa; aparte de ello, el traje es el mismo.

(3) La indumentaria "moderna" consiste en un calzoncillo yuna camisa cubiertos por una rodillera de Nahualá yasegurados a la cintura por medio de una faja (tejidadomésticamente o comprada; y un cinturón de cuero. Elresto es igual. En dos casos el cinturón no aparecia. Enotro, la rodillera de Nahualá habia sido sustituida poruna de Chichicastenango.

(4) El traje "a la moda" es el mismo, salvo que la rodilleraes del tipo azul de Tecpán, a menudo con ribetes blancosy flecos en los extremos. Con frecuencia se anuda unpañuelo (comprado) alrededor del cuello. Las camisasde San Pedro se usan especialmente con estos trajes. Enun caso habia sido omitida la faja y la función del cin-turón de cuero era más importante.

(5) El traje "de la ciudad" es usado especialmente por losvarones que han prestado servicio militar, y por algunosmuchachos. Este traje es tipico de las comunidades indí-

genas que han perdido la indumentaria regional, y con-siste en camisa, pantalón, cinturón y faja. En cinco casosla faja había sido abandonada, de modo que el traje erade estilo europeo (salvo la corbata y los zapatos). Elnúmero de los que visten este tipo de traje (cuadro nú-mero 61) comprende a los indígenas "foráneos" residentesen Panajachel.

(6) Trajes regionales de otras comunidades. Los trajes deSolóla, San Jorge y Concepción, si no son iguales, sonsuficientemente parecidos como para considerarlos juntos.Los de San Pedro, Atitlán y Santa Catarina son distintos.Los indígenas locales originarios de Totonicapán y deSan Andrés vestían pantalones en 1936, y se hallan com-prendidos en el número 5 de esta descripción. Por su-puesto, los ladinos también visten el traje "de la ciudad",aunque los comprendidos entre la población indígenatambién calzan zapatos y usan otros accesorios, y debie-ran ser considerados separadamente.

Mujeres (adultas y niñas):

(7) El traje "sencillo" de Panajachel consiste en güipil dePanajachel, corte sin seda y faja sin dibujos. Una mujerque viste este traje ha sustituido el güipil de Panajachelpor uno de San Lucas. El adorno para el cabello es unlistón comprado. Las mujeres usan el lienzo para llevarcosas, que se teje localmente. Raras veces, durante losviajes, calzan caites.

(8) El traje de Panajachel "de seda" es igual al anterior,salvo que el güipii tiene dibujos en seda, y el mismo, así

como el corte, se cosen con hilo de seda.

Page 117: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

EL CAPITALISMO DEL CENTAVO 419

(9) El traje "elaborado" de Panajachel es igual al anterior,pero además de la seda del güipil y del corte, tiene di-

bujos de seda tejidos en los extremos de la faja.

(10) El traje de "San Andrés", que visten las mujeresde Panajachel, las de este pueblo que son originarias deaquél, y algunas que residen en San Andrés, consiste engüipil de San Andrés, falda de Totonicapán y, en lamayoría de los casos locsdes, faja corriente de Panajachel.También se usan el lienzo para llevar cosas y el adornopara el cabello.

(11) El traje de "Totonicapán" consiste en güipil de la locali-

dad, corte de Totonicapán y faja comprada. Correspondeal traje "de la ciudad" que visten los varones, y puede des-cribirse mejor, en toda la región, como un traje indígenageneralizado. En Panajachel no sólo lo visten las totoni-

capenses residentes, sino también algunas panajachelen-ses. Por lo general, con este traje se usan lienzos parallevar cosas compradas.

(12) Trajes de otros pueblos indígenas. Lo mismo que en lo

que concierne a los varones, los trajes de Solóla, SanJorge y Concepción pueden considerarse como uno solo.

Los de San Pedro, Atitlán y Nahualá son diferentes. Lasmujeres de San Andrés y Totonicapán visten los trajes

comprendidos en los números 10 y 11 de esta descripción;las mujeres de San Andrés visten camisas de Totonicapány fajas de cuyo origen no estoy seguro. Por supuesto, el

traje de la mujer ladina consiste en vestidos, zapatos,

etcétera, de estilo europeo, y es usado en Panajachel sólo

por una ladina casada dentro de la comunidad indígena,por su hija, y por la hija de un totonicapense y de unade San Antonio, que viste ropas de Totonicapán.

El número de las diversas prendas que se usan en Panajachel

fue calculado con base en un censo de indumentarias en uso (cuadro

número 61). Se puede notar que carezco de información positiva

acerca del traje que visten 190 personas. Además, no se incluye a

seis adolescentes, porque no conozco siquiera su sexo. Sin embargo,

el conocimiento de los patrones generales y de las personas permiten

suponer cuáles son los trajes de la mayoría de las personas omitidas

en la encuesta (por lo general se trata de niños). El cuadro número62 es resultado de un cuidadoso y conservador análisis de cada

familia. La indumentaria infantil hace surgir un problema especial.

Hasta los cuatro años de edad, se viste al niño con materiales

sobrantes y con ropas deshechadas y rehechas, en cuyo ajuste pro-

bablemente no se invierte más de un día al año; posiblemente tam-

poco se invierten más de 20 ó 30 centavos al aAo en los pañales o

Page 118: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

CUADBO N» 61

TRAJES

a) TRAJES PARA HOMBRES Y NIÑOS

TrajesNúmero de casos conocidos

Total Hombres Niños

1) "A la antigua usanza" 21

2) "Más nuevo" 23

3) "Moderno":Normal 84Sin cinturón 2Rodillera de Chichicastenango 1

4) "A la moda":Normal 78Sin faja 1

5) "De la ciudad":Normal 33Sin faja 9

6) Solóla y Concepción 22Atitlán . 1

Santa Catarina 1

San Pedro 2Ladino 5

No hay información 107

Total 390

2123

742

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651

315

201

1

235

10

13

2

102

255 135

b)

Page 119: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

EL CAPITALISMO DEL CENTAVO 421

las camisas que se compran ocasionalmente para el niño. Lasprendas para el bautizo apenas se aparean a los números indicados

y son obsequiadas por los padrinos (por lo general ladinos). Proba-

blemente 25 de los 54 niños y niñas cuya indumentaria no pudo ser

supuesta con cierto margen de seguridad, tenían menos de 4 años

en 1936 (es diíicil obtener informes exactos acerca de la edad).

Aún quedan cuatro varones, tres mujeres y más de treinta mu-chachos y muchachas cuyos trajes no puedo determinar a base de

suposición; para completar el cuadro, simplemente agrego una can-

tidad numéricamente proporcional a los costos de los trajes, para

tomar en cuenta los trajes desconocidos. Combinando los cuadros

números 61 y 62, e incluyendo 24 de los "aún desconocidos" del

cuadro número 62 en la clasificación de las indumentarias infantiles,

es posible calcular el número de prendas de vestir de diferentes cla-

ses que usaban los indígenas de Panajachel en 1936, así como el

tiempo y el dinero que se invertían en las mismas (cuadro número63). Los datos acerca del tiempo que dura una prenda, o del númerode prendas compradas durante un año, provienen de los presupuestos

de las unidades domésticas (descritos más adelante) y de los informes

varios. Los precios de los artículos que no son elaborados en Pana-

jachel proceden de la lista de precios contenida en el apéndice

número 2.

Las prendas individuales de los indígenas "foráneos" no hansido puestas en lista; empero, de esta excepción deben excluirse

los pantalones, las camisas, los cinturones, las prendas de Totoni-

capán y el güipil de San Andrés, las cuales también son usadas porlos panajachelenses. Los informes son demasiado incompletos parapermitir la inclusión de los costos correspondientes a los trajes deSolóla, Concepción, Atitlán, Santa Catarina, de los ladinos y de SanPedro; empero, también deben excluirse de esta excepción la blusa

(Totonicapán) y la faja femenina de San Andrés. Para completarel cuadro número 63, el costo de dichos trajes fue calculado a

grandes rasgos, con base en el conocimiento de los costos de las

prendas de Panajachel (cuadro número 64), de la manera siguiente:

el vestido del varón de Sololá-Concepción consiste en calzoncillo

largo tejido y confeccionado en casa, camisa de la misma factura,

rodillera de Nahualá, o de Chichicastenango, y chaqueta de lana.

Además, los varones llevan morrales de lana hechos por ellos mis-

mos, prenda que los indígenas de Panajachel usan raras veces. El

costo en efectivo probablemente es un poco más bajo que el

del traje panajachelense "a la usanza antigua"; la tela para la

Page 120: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

422 SOL T A X

CUADRO N» 63

ESTIMACIÓN APROXIMADA DE LA INDUMENTARIADE PERSONAS NO CENSADAS

Trajes probables Hombres Niños Mujeres Niñas Sexo des-conocido

Traje infantil —3) "Moderno" normal .... —4) **A la moda" normal ... 1

7) Panajachel normal y simple —9) Elaborado de Panajachel . .

—10) Variación de San Andrés . .

—11) Totonicapán —12) Solóla y Concepción ... —Todavía desconocidos 4

Total 5

41

Page 121: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

EL CAPITAUSMO DEL CENTAVO 423

Los costos de los trajes ladinos dependen casi de simples supo-

siciones basadas en el conocimiento general; se ha supuesto queestos trajes son comprados al contado, aunque hay sastres y cos-

tureras en la comunidad ladina.

Los números referentes a las ropas de las personas acerca de

las cuales no disponemos de informes relativos a los trajes, fueron

obtenidos agregando 4/255, 26/80, 3/272 y 4/67, respectivamente, a

los números totales (excluyendo a los desconocidos y a los infantes)

correspondientes a las prendíis de los varones, los muchachos, las

mujeres y las muchachas. Del total de 8 937 dias de 9 horas (cuadro

número 63) invertidos en la confección de ropas en 1936 debe

restarse cierto número de días de trabajo que realmente fueron in-

vertidos por indígenas del exterior de la comunidad. En primer

lugar está el trabajo invertido en los tejidos panajachelenses confia-

dos a las mujeres de otros pueblos, que asciende a 3 000 dias-hombre,

o sean Q180 (calculando 6 centavos diarios, puesto que el trabajo

femenino cuesta menos en los pueblos, que en Panajachel). Ensegundo término, probablemente 350 de los 468 días registrados en

el cuadro número 63 como tiempo invertido en los trajes "foráneos"

fueron empleados por personas pertenecientes a otras comunidades.

Como la ropa comprada hecha es más cara que la que se hace com-

prando los materiales e invirtiendo el tiempo propio, estos 350

dias, si fuesen restados, probablemente equivaldrían a Q40, inver-

tidos en el exterior de la comunidad. Finalmente, al costo de la

ropa debe agregarse el de la refección de la misma. Es factible

suponer que cada unidad doméstica invierte un día (en ratos per-

didos) en coser y remendar ropas, y utiliza un carrete de hilo para

el mismo efecto, lo que arroja un total de 157 días de trabajo yQ12.56 en efectivo. (Más adelante se da cuenta del equipo).

Por tanto, y después de incluirlo todo, los totales del cuadro

número 63 probablemente quedarían de la manera siguiente:

Costo total de la ropa Q4 640.02

Valor del trabajo realizado dentro de la comuni-

dad: 5 763 días a 10 centavos cada uno 574.40

Materiales y artículos comprados en el exterior de

la comunidad 4 065.62

Page 122: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

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Page 126: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

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Page 127: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

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Page 128: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

430 S O L T A X

Organización para la Alimentación y la Agricultura, de las NacionesUnidas, la cual me suministró los resultados, tal como aparecenen el cuadro número 66. Como los datos cubren una sola semana,son útiles únicamente por cuanto complementan y corroboran losmateriales recabados por otros medios, para permitir hacer cálculospara todo el año. Las tres familias que summistraron datos confia-bles dentro de los presupuestos de las unidades domésticas estánincluidas en el estudio de 7 dias.153 30 Una gran variedad de informesgenerales relativos a las diferencias estacionales, a los usos ceremo-niales y a otros usos de la comida, etcétera.

Las familias de la 'muestra

En 1936, la familia número 58 estaba compuesta de padre, madrey cinco hijos, lo que excede bastante del promedio en cuanto al

número de miembros por familia. El mayor de los hijos tenía esposa

y una hija de tierna edad. Los restantes hijos tenían 18, 14, 4 y 2años de edad, respectivamente. El padre, de pura cepa panajache-

lense, hasta donde puede determinarse, ha vivido en Panajachel todasu vida y es indígena típico en la mayoría de los aspectos.154 Cuandoera niño concurrió a la escuela y estuvo al servicio del sacerdote

local; aprendió a leer y escribir. La madre, hija de un panajache-

lense y una antoñense (que en 1936 era partera y viuda), nació

y creció en Panajachel, vestía el traje local, participaba de las cos-

tumbres locales y acompañaba a su esposo en los servicios públicos

y religiosos. El hijo mayor prestó servicio militar en Solóla, después

de haber aprendido a leer y escribir en la escuela local. Al volver

vestía pantalón de estilo europeo, y traía consigo a su esposa, toto-

nicapense, criada en Concepción, donde su padre tenía un comercio.

Vestía ropas de Totonicapán y, lo mismo que otros totonicapenses, era

ladinizada en ciertos aspectos; por ejemplo, hablaba español bastante

bien, no sabía tejer y utilizaba en la cocina las técnicas de freír.

153 Todas las cifras del cuadro número 65 están presentadas en la forma como fue-

ron calculadas con base en los datos originales de 1936. Cuando los datos de 1944estuvieron disponibles, comparé las notas donde era posible hacerlo y quedé conven-cido de que las cifras originales eran altamente confiables. Cualquier comparaciónexacta es imposible, por el hecho de que la composición de las familias ha cambiado;empero, me fue imposible encontrar contradicciones entre las dos series de evidencias.

Por tanto, continué utilizando los datos^ de 1936, que son más completos, como baseprimaria para los cálculos del cuadro núrnero 65.

154 El y su familia fueron los primeros en convertirse al protestantismo; ello

ocurrió en 1940. Los parientes que tenían en la ciudad de Guatemala se habían con-vertido antes, y es posible que hayan influido en la decisión de la familia; no obstante,

Bonifacio y su hijo mayor, por lo menos, estaban interesados en la nueva religión desdehacía mucho tiempo.

Page 129: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

EL CAPITALISMO DEL CENTAVO 431

En 1936, la familia número 49 estaba compuesta por el padre,^»»

la madre y dos hijas de 15 y 5 años respectivamente. Se trata deuna familia de la vieja cepa panajachelense, chapada a la antigua

y "típica" en muchos aspectos.

En 1936, la familia número 37 estaba compuesta por el padre,

la madre y un hijo de 10 años de edad. (Cuatro niños habían muertoen la edad infantil). Hasta donde es posible determinarlo, el padreprocede de una familia panajachelense pura; en cambio, la madrees hija de los fundadores de la familia número 55, cuyos antecesores

se han mezclado. ^^^ La familia es culturalmente típica en la mayoríade los aspectos; empero, Mariano está empeñado en subir, y puededecirse que, dentro de la cultura, es extraordinariamente empren-dedor y "progresivo". Es uno de los dos indígenas que poseen canoas,

y ambiciona dotar de motor fuera de borda a la suya. Es el único

que ha construido un homo; uno de los dos que hacen redes depesca; y el único organizador de un conjunto de marimba. Fue él

quien resucitó el baile de la conquista en Panajachel. No obstante,

participa plenamente en la vida social indígena normal, y no damuestras de querer llegar más lejos. Como es un poco individualista,

es probable que en su hogar la dieta no sea típica; ciertamente, algu-

nas diferencias son notorias.

En 1936, la familia número 1 estaba compuesta por padre, madre,chico hijos (de 11 a 32 años de edad) y dos hijas (de 27 y 16 añosrespectivamente). La familia es panajachelense pura y tiende a ser

chapada a la antigua en muchos aspectos. El abuelo paterno proba-

blemente era persona de recursos, y el padre obtuvo una buena heren-cia; además, a partir de entonces adquirió muchas más tierras, y en1936 había llegado a ser, con mucho, el mayor terrateniente. Por lo

general, se cree que es el indígena más rico de Panajachel, y no hayduda de que efectivamente lo es.

Las familias números 58 y 49 fueron entrevistadas extensamente,cada una durante el curso de varias semanas; el tiempo de trabajo

se destinó casi exclusivamente a las finanzas domésticas. Ambosesposos estuvieron presentes durante la mayoría de las entrevistas.

En el caso de la familia número 37, sólo el esposo fue entrevistado

durante los días que cuidaba la iglesia como sacristán. En el casode la familia número 1, sólo el jefe de la misma fue entrevistado y

155 Santiago llegó a ser mi mejor informante antes de llegar este estudio a su tér-

mino; no obstante, los datos correspondientes que se presentan en este capítulo fuerontomados de el en su mayor parte por el señor Rosales, en 1937.

156 pp. 189-196 (Tomo I)

Page 130: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

432 S O L T A X

por cierto no de manera extensa. Se había preparado una complejaserie de cuestionarios, los cuales fueron cubiertos (y revisados) concada una de las familias. Los cuestionarios relativos a la alimentacióncomprendían listas de todos los artículos, tan específicamente comoera posible; había espacios para las cantidades consumidas diaria,

semanal o mensualmente; para las variaciones estacionales o festi-

vas; para el consumo total del año; para la procedencia del artículo

(producido en casa o comprado); para el precio promedio; y para el

valor total anual. Los cuestionarios relativos a la ropa, a los utensi-

lios y a otros renglones variaban ligeramente, para ajustarse a las

necesidades del caso. El cuadro número 65 resume los resultados

obtenidos con las tres familias cuya información es más completa.

Los valores de las cantidades consumidas están calculados con baseen la lista de precios contenida en el apéndice número 2, los cuales

no siempre son iguales que los proporcionados por las tres familias.

Aunque sería deseable una muestra más completa, por medio de

la información disponible puede lograrse un buen cuadro del costo

de la vida en Panajachel; y ello porque, en primer término, los tres

informantes son personas singularmente concienzudas y confiables,

y deseaban averiguar para su propio provecho qué camino tomabasu dinero; y en segundo, porque las variaciones en la mayoría de

los renglones de gastos no parecen ser muy grandes en la comunidadindígena. Parece probable que el método seguido sea más confiable

en Panajachel que, por ejemplo, en una comunidad agrícola norte-

americana, pues los indígenas tienden a comprar a intervalos regu-

lares y aproximadamente en las mismas cantidades, y no les es

difícil mantenerse constantemente enterados de los precios de los

diversos artículos que consumen. Como los indígenas son muy pun-

tillosos en cuanto a lo que a dinero y precios concierne, y están

acostumbrados a hacer cuentas mentalmente, son excelentes infor-

mantes en tópicos como el que estamos tratando.

Totales cormmales

Las cifras del cuadro número 67 dependen mucho de los infor-

mes suministrados por las tres familias de la muestra. Por tanto,

parecería útil recargar a los miembros de las familias de acuerdo

con su sexo y su edad (como se hizo en la encuesta alimenticia de

7 días). En los estudios hechos en los Estados Unidos, las propor-

ciones consumidas por personas de los dos sexos y de edades dife-

rentes han sido determinadas con base en el valor de los alimentos

Page 131: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

EL CAPITALISMO DEL CENTAVO 433

consumidos; 157 empero, la escala no puede ser aplicada a Panajachel,

porque las diferencias en el consumo son ciertamente distintas; porejemplo, el uso de la leche de alto precio, en los Estados Unidos, eleva

el valor de la dieta del niño mucho más de lo que podría ocurrir enPanajachel. Por otra parte, sé muy poco acerca de las diferencias

dietéticas dentro de la familia de Panajachel, como para aventurar-

me a fijar una escala comparable.

Para los propósitos de determinar el consumo de toda la comu-nidad, la selección de las familias números 37, 49 y 58 no es muyafortunada, puesto que las tres se encuentran colocadas por encimade la mitad de la escala de la riqueza (167-173). Seguramente repre-

sentan algo que se encuentra cerca de la norma de las familias queposeen tierras. El alto número de miembros de la familia 58 empo-brece a ésta más de lo que su extensión de tierras podría indicar;

en cambio, las otras dos, cuya posición es más baja en la escala de

la tierra controlada, se encuentran por debajo del promedio en cuanto

al número de sus miembros. La familia número 58 es económica-

mente estable (posee y controla tierras iguales), en tanto que la

familia número 49 fue en una ocasión más rica, puesto que posee

más tierras que las que controla; la familia número 37 es más pobre.

Las tres poseen perros; la número 58 también posee un gato y dos

ovejas; las números 58 y 37 poseen gallinas. Las tres son primaria-

mente agrícolas. El jefe de la número 58 destaza cerdos; el de la

número 49 es castrador de animales; y el de la número 37 es pana-

dero (ocasionalmente), hace redes, posee una canoa y toca marimba.

El ama de casa de la número 58 teje regularmente; las mujeres de

la número 49 sólo tuercen hilo para la ropa de la familia; y la de la

número 37 no trabaja en tejeduría. Entre las tres familias se encuen-

tran todos los tipos corrientes de casas (una de caña y paja, cuatro

de masa de adobe y paja, y una de adobe y paja) en las proporciones

más o menos apropiadas, y todos los tipos comunes de trajes (entre

los varones, 2 "a la antigua usanza", 1 "moderno", 1 "elaborado",

y 1 "de la ciudad"; y entre las mujeres, 3 "Panajachel ordinario", 1

"Panajachel con seda", 1 "variante de San Andrés", y 1 "Totonicapán").

Socialmente hablando, la familia número 49 es la más normal,

o típica, y la más representativa de las familias conservadoras de

la comunidad. La familia número 58 tiene un elemento foráneo ladi-

nizado, y en este aspecto representa a muchas familias panajache-

lenses. La familia número 37 es representativa de las familias más

157 Véase, por ejemplo. Stiebeling y Phipard, 1939, cuadro número 2, p. 7.

9 - El Capitalismo - Tomo II

Page 132: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

434 S O L T A X

jóvenes, progresivas y ambiciosas, las cuales, por lo demás, sonpuramente indígenas en cuanto a su modo de vida. Descontandoalgo para compensar su posición por encima del promedio en la

escala de la riqueza, las tres familias parecen representar, en con-

junto, la suma de la comunidad de Panajachel. Propongo sumarlas,

prescindir del rigor excesivo, utilizar las fuentes de corroboración

disponibles y, así, juzgar el consumo en la comunidad entera.

En 1936, la población de las tres familias era la siguiente:

Grupa

Page 133: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

EL CAPITALISMO DEL CENTAVO 435

La dificultad principal, para la que no tengo solución, estribaen la aplicación del nivel de vida panajachelense a las familias indí-

genas foráneas que viven en Panajachel; en realidad si se exceptúaa la familia foránea incluida en la encuesta de 7 días, no dispongode datos buenos acerca del consumo de alimentos entre tales familias.

1)^^"* Maíz.^^^ El maíz ocupa, por amplio margen, el lugar másimportante en la dieta. Las mazorcas de maíz tierno o sazón setuestan y se comen; también se prepara atole a base de maíz tierno.

Empero, el maíz maduro, tostado, molido y preparado en atole, o,

lo que es más importante, cocido con cal o ceniza, molido y prepa-rado en tortillas, tamales y atoles diversos, o combinado con otros

ingredientes, constituye la alimentación básica. El maíz no sólo es

importante en la cocina, sino también en las comidas que se pre-

paran para las fiestas y para obsequiar, y constituye el principal

alimento de las aves de corral y de los cerdos.

Maíz significa pan y, a la vez, es un alimento barato. Por ello

las familias pobres lo consumen en cantidad mayor, en relación conotros alimentos, que las familias ricas. En las cifras correspondientes

a la familia número 58 está comprendido el maíz que se da a las

gallinas (no había cerdos), de manera que en el primer ajuste delas mismas para el cuadro número 67 se restaron 480 libras del maíztotal de dicha familia.

Las familias números 49 y 58 consumieron maíz en proporción

al número de sus miembros; ello es evidente. En cambio, la familia

número 37 apenas consumió un poco más de la mitad que las ante-

riores. Se dice que el jefe de esta familia no gusta extraordinaria-

mente de las tortillas (y que puede sustituirlas con mayor facilidad

que los otros). Allí puede encontrarse la explicación, aunque tam-bién es factible que él haya subestimado su consumo. Para la fami-

lia número 58 se calcularon 12 libras diarias (incluido lo que con-

sumen las gallinas); para la número 49 se calcularon 4 1/2 libras;

y para la número 37 sólo 2 libras. Otro informante, que se encuentra

en la mitad de la escala de la riqueza, y cuya familia está compuestapor dos varones adultos, una mujer y dos niños, dijo que consumía5 libras diarias, lo cual se mantiene dentro de la proporción de las

fcunilias número 58 y 49. La familia número 1 informó que consu-

mía 25 libras diarias (advirtiendo que posee muchas gallinas y uncerdo y, además, alimenta a muchos trabajadores asalariados). Debe

158 Los números de los artículos corresponden a los del cuadro número 67.159 En mis notas en micropelícula, pp. 250-329, se discute ampliamente la prepa-

ración de los alimentos.

Page 134: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

436 S O L T A X

llegarse a la conclusión de que la familia número 37 consume unacantidad anormalmente baja de maíz. Si, para redondear la cifra,

la misma se alza hasta 15 000 libras para toda la comunidad, proba-

blemente se toma en cuenta tanto la peculiaridad indicada comola transversalidad de la muestra; no obstante, la corrección no es tangrande como para eliminar la posibilidad de que otras familias pue-

dar ser atípicas en la dirección de la número 37.

El maíz que se invierte en las fiestas y en los obsequios reem-plaza, en su mayor parte, al que se utiliza en el hogar, puesto que,

de acuerdo con la costumbre, la comida ceremonial se envía a las

casas de aquellas personas que se supone deben recibirla. No obs-

tante, es indudable que cuando se prepara tal clase de comida, la

cantidad que se consume sea superior a la normal. De acuerdo conmis cálculos, la cantidad de maíz que los funcionarios invierten enlas fiestas del calendario asciende a 4 387 libras. Parece razonable

suponer que 1 000 libras de la cantidad indicada representan un con-

sumo extraordinario. Los obsequios de comida que se hacen cuandose piden favores, se bautiza a los niños, etcétera, parecen menos apropósito para ser agregados al consumo total, de modo que los

dejaré sin computar.

Además, debe agregarse el maíz que se invierte en alimentar alos trabajadores asalariados procedentes de otras comunidades. Seha calculado que los indígenas emplean 300 días-hombre de trabajo

asalariado y que suministran alimentación a tales trabajadores.

Como muchos de estos días se invierten en la cosecha de la milpa,

en cuyo trabajo prevalece el espíritu festivo, es indudable que debie-

ran agregarse alrededor de 400 libras de maíz al consumo total. Porotra parte, los indígenas locales que trabajan para sus vecinos ladi-

nos raras veces perciben alimentos como parte de sus salarios, ysupongo que, aunque se invierten 7 500 días-hombre en el trabajo

de los foráneos, este factor no hace más que balancear el otro. El

único factor adicional de carácter perturbador del cual puedo pensarque interviene en el consumo de maíz, estriba en que la gente, enlos viajes y durante las visitas a los mercados, compra comidas pre-

paradas con maíz en algunas ocasiones; no obstante, por lo general

el viajero lleva consigo su comida, y dudo que el consumo total de

la comunidad se vea afectado por las compras indicadas.

2) Cal. La cal se emplea para suavizar el maíz que habrá de

molerse, y las cantidades de ambos artículos debieran guardar cierta

relación cuando se utilizan en combinación. Sin embargo, la familia

Page 135: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

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Page 139: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

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Page 140: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

442 S O L T A X

número 58 informó que utilizaba maíz y cal en proporción de 15 a 1;

la proporción de la familia número 49 era de casi 27 a 1; la de la

número 37 era de un poco menos de 8 a 1; y la de la número 1 era

de 7 a 1. Existe el problema de que la cal se utiliza para otros pro-

pósitos, además del culinario, y sospecho que ello ha causado algunaconfusión. Un informante, al discutir las necesidades de las fiestas,

dijo que para 150 libras de maíz se utilizaba media libra de cal; la

proporción es de 300 a 1, lo que parece imposible. El señor Rosales

indica que para cocer 3 libras de maíz se utiliza 1/15 de 1/2 libra

de cal; la proporción resultante es de 90 a 1 (maíz a cal). Conside-

rando estas contradicciones, me parece que lo más probable es quela proporción sea de 60 a 1 más o menos; si así fuese, en 1936 se

utilizaron 5 200 libras.

3, 4) Frijol. Comúnmente, el frijol negro preparado a la maneratípica, sin grasa, forma parte de la dieta diaria. El frijol rojo susti-

tuye, de manera muy ocasional, al negro; el frijol blanco se reserva

casi exclusivamente para ciertos días de fiesta. El frijol debe con-

siderarse como una comida semi-lujosa; si el maíz representa el

pan, el frijol representa la mantequilla. Ciertamente, una familia

rica tiende a utilizar más frijol que una pobre, en relación con el

número de miembros que la integran y con el maíz que consume;empero, la diferencia no es tan aguda como en el caso de los alimen-

tos más costosos. Aunque podría esperarse que las tres familias

ocupasen una posición un poco elevada en cuanto al consumo defrijol, otros datos (los de 1941, por ejemplo) me inducen a no hacer

correcciones, excepto la de agregar 1 186 libras de frijol negro y187 de blanco, que se consumen durante las ceremonias, probable-

mente en adición al consumo normal.

5, 6) Chile. El condimento más importante de la dieta lo pro-

porcionan una gran variedad de chiles secos, rojos, y otra, muchomenor, de chiles frescos, verdes. El chile se muele y se come con sal

y tortilla; también se cuece con la mayoría de las comidas cocinadas,

o, cuando no es así, se agrega a éstas en el momento de ingerirlas.

Los gustos difieren considerablemente y el consumo de chile proba-

blemente varía sin ninguna relación con la riqueza. No veo por quéla pequeña muestra no habría de reflejar la variedad en forma razo-

nable. Tal vez 24 de las 40 onzas de chile que se utilizan en las

ceremonias durante el curso del año representan un consumo adicio-

nal, pues el chile se agrega al frijol, a la carne y a las aves de corral,

alimentos que no se consumen en grandes cantidades con frecuencia.

Page 141: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

r EL CAPITALISMO DEL CENTAVO 443

La muestra es deficiente en cuanto al consumo de chile rojo encontraposición al de chile verde. Las tres familias cultivan chile

verde, y no hay duda de que lo consumen en proporción mayor quemuchas otras, especialmente aquellas que no poseen tierras. El chile

verde es dos veces más caro que el rojo. Por lo tanto, es necesariotransferir alrededor de una cuarta parte del primero al segundo.

Sal. Debido a un error visual, la sal quedó fuera del cuestiona-

rio relativo al consumo, y, curiosamente, nunca me percaté de la

omisión mientras estuve haciendo el trabajo de campo. Como con-

secuencia de ello, no poseo datos directos acerca de la cantidad de

sal que se consume. No cuento más que con la insinuación siguiente:

durante las ceremonias, por cada libra de chile se compra una desal. Me concretaré a aplicar esta proporción a toda la comunidad.

7) Café. El consumo de café es notoriamente elevado en Pana-

jachel. Para muchas familias constituye la única bebida diaria; las

mismas no consumen atole, y tanto los niños como los adultos bebencafé con todas las comidas. Incluso entre las familias que consumenatole, el café es, por amplio margen, la bebida principal. Es seguro

que la familia número 58 consume una cantidad de café superior a

la normal, por lo que debe prescindirse del rigor en la utilización

de la muestra; en cambio, las otras dos familias probablemente son

representativas. Muchas familias pobres, a diferencia de las de la

muestra, compran por onzas diariamente el café que consumen,

tostado y molido. Este procedimiento resulta mucho más caro; he

supuesto que una octava parte del café que se consume se comprade esta manera. Como las familias pobres son las principales com-

pradoras de café tostado, molido y por onza, es probable que las

mismas utilicen menos café que las familias de la muestra. Cierta-

mente, observé que dos de tales familias no compran más que unaonza diaria (cada una), lo que equivale a la mitad de lo que consu-

men las familias de la muestra. Por tanto, disminuiré en una doceava

parte el total del café consumido. La mayoria de los indígenas que

cultivan café consumen parte de su producción; no obstante, son

muchos los productores que venden toda su cosecha, y compran cali-

dades más baratas para su consumo doméstico. Con base en el cono-

cimiento del número de productores de café, así como en la infor-

mación de la muestra, he supuesto que el 60 por ciento del café

en grano que se consume procede de la producción doméstica. No se

utiliza café en las ceremonias,

8) Panela. La panela se utiliza para la confección de ciertos

postres, particularmente de aquellos hechos con calabaza, y para

Page 142: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

444 S O L T A X

endulzar el chocolate que se consume en las ceremonias; empero,

se utiliza mayormente para endulzar el café, de manera que los dos

artículos tienden a tener proporciones fijas; en las tres familias de

la muestra, las proporciones son 1 a 2.25, 1 a 3, y 1 a 2.58, respecti-

vamente. La proporción de 1 a 3 es probable que sea más típica de

las familias indígenas conservadoras; la familia número 1 también

da este informe en relación con su consumo de café y panela. Porconsiguiente, pienso que la muestra es un poco baja, y que si el

total que indica se eleva en 1 000 libras, la cifra llegaría a triplicar

el total de café consumido. Las 96 libras de panela que se consumendurante las ceremonias también deben agregarse como consumoadicional.

9, 10) Azúcar y chocolate. Hasta donde sé, el azúcar blanca se

consume exclusivamente con chocolate. Por ello es mejor considerar

juntos estos dos artículos. Normalmente, los mismos sólo se ingie-

ren durante la Semana Santa; empero, también son consumidos por

los funcionarios durante las ceremonias, y, cuando constituyen obse-

quios, en cualquier oportunidad. La proporción que guardan el azúcar

y el chocolate en las tres familias de la muestra es de 1 a 2.25, 1 a

2.83, y 1 a 2.74. Es fácil notar que la familia número 58 endulza

menos el café y el chocolate que las otras dos. La familia número 1

no compra chocolate ni azúcar, pues otras familias le obsequian, por

lo menos, lo que necesita para su consumo. La única comparación

que tengo proviene del azúcar y el chocolate que se consumen en

los ritos; 160 en este caso, la proporción dada fue de 1 parte de cho-

colate por 2.24 partes de ingredientes para endulzar (seis séptimos

de panela y 1 de azúcar). Si esta infonnación es correcta, probable-

mente las familias números 49 y 37 son atípicas o están equivocadas.

Sin embargo, no estoy en situación de decidir cuál de los dos artículos

(azúcar o panela) debiera sufrir aumento o disminución, de manera

que presento ambos como están en la muestra. No obstante, deben

agregarse las 13 libras de azúcar y las 800 onzas de chocolate que

se consumen ceremonialmente. Entre los indígenas, el azúcar y el

chocolate (en tabletas), junto con el pan, son los regalos más comu-

nes. Cuando se solicita un favor o un servicio (desde tejer una

prenda de vestir hasta bautizar un niño) se llevan regalos. Este

hecho interfiere en el cálculo del total, pues los informantes de la

muestra incluyeron sólo lo que pensaban que habían realmente

160 Evidentemente, la familia Fl06a (integrada por totonlcapenses) de la muestra

de una semana tomada en 1944 estaba utilÍ2ando panela para endulzar su chocolate, cosa

que los panajachelenses no acostumbran.

Page 143: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

EL CAPITAUSMO DEL CENTAVO 445

comprado y consumido. Indudablemente, una parte del azúcar y el

chocolate que recibieron como obsequio íue enviada de nuevo a

otras personas, también en calidad de obsequio; empero, una parte

(como ocurrió en el caso de la familia número 1) fue ciertamente

consumida, y debe agregarse al total. Sin embargo, la familia núme-ro 58 no obsequió chocolate ni azúcar en 1936, y la familia número49 obsequió 2 onzas del primero y media libra de la segunda. (Noposeo informes acerca de este punto relativos a la familia número37, de manera que la muestra no ofrece mucha orientación). Noobstante, es posible suponer que los indígenas intercambiaron alre-

dedor de 200 regalos (los ladinos no obsequian tal clase de regalos,

y menos aún a los indígenas); que, en promedio, los regalos consis-

tieron en 10 onzas de pan, 12 de azúcar y 5 de chocolate; y que la

mitad del azúcar y del chocolate (y todo el pan) cambió de manosdos veces antes de ser consumida. Por tanto, los totales se elevan

en 112 libras de azúcar y 750 onzas de chocolate.

11) Pan. El pan, corrientemente hecho con manteca, huevos,

azúcar, sal, harina de trigo y levadura, se vende en piezas de unaonza; a menudo se come en el desayuno, en vez de otras comidas

a base de maiz. Reviste importancia como alimento ceremonial ycomo objeto que se obsequia y se come en grandes cantidades, con

miel, durante la Semana Santa. i«i En esta época, el pan es más rico

(especialmente en huevos), y a menudo se elabora en unidades másgrandes que las corrientes y en grandes hogazas. Algunos indígenas

encargan su pan durante la Semana Santa. El consumo diario depan varía con la riqueza; la muestra es constante en este aspecto.

Debiera restar algo del pan para corregir la muestra, en vista de

que los consumidores de la misma están colocados por encima del

promedio en la escala de la riqueza; no obstante, las tres familias

viven al este del río, donde el pan es más difícil de conseguir, lo

cual sirve de compensación. Sin embargo, deben agregarse al total

2 000 de las 2 785 onzas distribuidas entre las ceremonias, así comootras 2 000 que (de acuerdo con la suposición precedente) fueron

obsequiadas. Es probable que el pan que se manda a hacer de

encargo durante la Semana Santa (con materiales comprados) sea

ligeraonente más barato que el que se compra ya hecho; empero,

161 Ocho dfas antes del Viernes Santo (en 1937) el panadero más fuerte de la

localidad ya había almacenado pan por valor de 0400.00 para la Semana Santa. Dijo«lue el mismo se conservaría bien en vista de la cantidad de huevos y manteca quecontenía. Opinó que hasta los indígenas más pobres compraban 3 6 4 quetzales de pandurante It Semana Santa, tanto para su propio consumo como para distribuirlos eaobsequios.

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446 S O L T Á X

como se trata de pan un poco más caro que el ordinario, el prome-dio general puede ser de un centavo por onza, que es el preciocorriente.

12) Miel. Si no estoy equivocado, sólo se compra durante la

Semana Santa. Sin embargo, la escasa miel que se produce en Pana-jachel probablemente se consume también en otras épocajs del año.

La producción indígena local debiera agregarse al total indicado porla muestra, porque las familias de la misma no poseían abejas.

13-20) Especias. Después del chile, la especia más importante

es el achiote, que sirve para dar color a las salsas y comidas. Ladiferencia entre las familias de la muestra, en relación con el em-pleo del achiote, es extrema, pero no sé lo suficiente para expli-

carla; en la muestra que incluye a la familia número 1 no parece

proporcional al consumo de carnes. Utilizando la información comofue dada, el total resultante parece elevado; empero, pudiera noserlo, porque la familia número 1, sola, informa que consume 144

onzas al año. El consumo de anís (semilla) también parece ser alta-

mente irregular. La familia número 58 no consume nada (lo mismoque la número 1). Las otras dos de la muescra consumieron canti-

dades diferentes. Aunque es indudable que, además de la número58, hay otras familias que no consumen anís, no hay razón parapensar que todas ellas sean numerosas, de manera que el total indi-

cado por la muestra debe elevarse. La familia número 58 no informanada en relación con el consumo de chile molido, jengibre, cordoncillo,

cintulaj chichipate, té de limón y arroz; empero, como no formulé las

preguntas pertinentes, pudiera ser que tales artículos se estuviesen

usando efectivamente. Por consiguiente, en este caso no puede utili-

zarse la fórmula del factor 49 y, en su defecto, el total de las 2familias registradas se multiplica por 111. Todas las familias de la

muestra utilizan semillas de calabaza en algunas comidas, aunquees probable que las familias pobres, que no poseen campos de maízen propiedad (en los cuales se produce la calabaza), consuman unacantidad menor que las familias de la muestra (a pesar de que la

número 37 compró toda la semilla de calabaza que consumió, y la

familia número 49 compró parte de la misma), lo cual pudiera hacernecesaria la introducción de una corrección.

21) Gallinas. Las gallinas que se comen en el hogar se reser-

van casi exclusivamente para las ocasiones muy especiales (por

ejemplo, las fiestas que siguen a los nacimientos) ; también se pre-

paran para las personas enfermas y las madres que guardan camadespués de un parto. Las diferencias que aparecen en la muestra

Page 145: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

EL CAPITALISMO DEL CENTAVO 447

representan, en parte, accidentes debidos a las circunstancias, pero

el alto consumo de la familia número 37 probablemente refleje su

carácter atípico y su relativa riqueza. La familia número 1 también

informó que habia consumido 36 gallinas en 1936. Sin embargo, es

probable que la muestra sea suficientemente representativa, comopara utilizarla para calcular el total de la comunidad. Además, las

gallinas tienen importancia (lo mismo que los pavos, que no se con-

sumen domésticamente) en las ceremonias de los funcionarios, de

manera que deben agregarse las 38 gallinas y los 23 pavos consu-

midos durante un afto.

22) Huevos de gallina. Los huevos forman parte de la dieta

normal, pero las diferencias probablemente dependen en parte del

gusto y en parte de la riqueza. El hecho de que la familia número 58

consuma tantos huevos probablemente puede atribuirse a su gusto

adquirido en la ciudad. Ignoro por qué la familia número 37

consume tan pocos. La familia número 1 informa que consume 3

docenas a la semana. Puesto que dos de las tres familias de la

muestra poseían gallinas a la sazón, lo dicho es suficientemente

representativo y no requiere correcciones.

23-27) Pescado y alimentos marítimos. El pescado y el cangrejo

del lago se consumen durante todo el ziño; ordinariamente, los mis-

mos son comprados, aunque ocasionalmente son cogidos para el

consumo doméstico. En este caso, la muestra es mala, porque la

familia número 37 es una de las pocas familias indígenas locales

que pescan considerablemente. El resultado de ello es que su consumode pescado y cangrejo se encuentra lejos de guardar proporción

con el de las otras. Debe hacerse una corrección. El pescado seco

de mar y la carne de cocodrilo se compran sólo durante la SemanaSanta (la prohibición de comer carne durante la Cuaresma y los

viernes, si se conoce, no se observa). A juzgar por la muestra, la

cantidad comprada depende del gusto, en parte, y de la riqueza,

principalmente. La familia número 1 informó que compra 25 libras

de pescado de mar y 15 de carne de cocodrilo, es decir, 8 veces másque la familia número 58, que es pobre y de un número comparablede miembros. Por tanto, la muestra es defectuosa, puesto que resulta

accidental que la familia más extensa sea pobre y que las cantidades

totales tengan que alzarse. El consumo de camarón, que se compraen cualquier época del año, probablemente sea un asunto que depen-

de del gusto. La familia número 58 no consume en absoluto; la

número 49 consume una cantidad muy pequeña; y la número 37

Page 146: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

448 S O L T A X

una cantidad muy grande. La número 1 tampoco consume. Puedeser probable, y puede no serlo, que la muestra sea representativade los gustos.

28-32) Carne de res. Esta es la carne favorita y la única que se

utiliza (si bien en menor grado recientemente) en la cocina cere-

monial. Se compra con hueso, en pequeñas cantidades, y por lo gene-

ra] se cocina en sopa. La carne de cerdo es más cara que la de res y,

comúnmente se usa para tamales. Entre las tres familias de la

muestra, la relación porcentual de las carnes de cerdo y de res es

más alta en la número 39. La familia número 1 informa que con-

sumió 104 libras de carne de cerdo por 468 libras de carne de res;

el porcentaje es todavia más alto. La familia número 49 se encuentra

en el extremo opuesto, pues consume 35 veces más carne de res quede cerdo. No puedo explicar por qué la familia número 37 consumetan poca carne relativamente (incluso su alto consumo de pescado

y alimentos marítimos no permiten hacerlo) ; empero, aquí tampocoparece haber razón para no aceptar la muestra. Sólo deben agre-

garse al total 45 libras de carne de res consumidas en las ceremonias.

Generalmente todas las familias compran más embutidos que carne

fresca de cerdo; en la muestra, las familias que comen una cantidad

de carne fresca de cerdo inferior a la que les corresponde alícuota-

mente, parece ser que comen más embutidos del mismo origen (lo

mismo ocurre con la rica y numerosa familia número 1, que consumesólo 572 libras de carne fresca al año, pero compra diversas carnes

curadas por valor de casi Q15). Los embutidos de sangre de cerdo

son evidentemente mucho menos populares; sólo las familias núme-ros 49 y 1 informaron acerca de su consumo. Y sólo la última dio

cuenta del consumo de longanizas, otra clase de embutidos de carne

de cerdo; no obstante, con base en el valor consumido por la misma(Q2.40) es factible suponer que la comunidad probablemente consume

un valor de Q25. Pueden obtenerse tres clases de chicharrones, a

saber: piños, chicharrones comunes y chicharrones prensados; a estos

últimos se les extrae la grasa por medio de alguna prensa especial,

y son menos ruidosos y más baratos. Las familias números 37 y 49

informaron que sólo consumían pinas y chicharrones; la familia

número 1, además de pinas y chicharrones por valor de Q7.80, com-

pró 10 libras de chicharrones prensados. Corrientemente, los chi-

charrones (en general) se compran en el mercado, para comerlos

como refrigerio; es indudable que el varón de la familia número 37

compró una cantidad tan alta, porque sale a comerciar con frecuencia

y gusta de los refrigerios. La familia número 1 tiene hijos en cuyos

Page 147: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

EL CAPITALISMO DEL CENTAVO 449

bolsillos probablemente tintinea el dinero menudo. Sin embargo, pien-

so que el total derivado de la muestra probablemente es válido. Laíamilia número 1 fue la única que suministró informes acerca del

consumo de costillas de cerdo preparadas; los Q6 que la misma con-

sume probablemente puedan elevarse hasta Q60 en la comunidadentera.

33) Manteca. El consumo de grasa de cerdo es mucho más típico

de los ladinos que de los indígenas, tanto para freir como para la

preparación del frijol. En la manera como la familia número 58utiliza la manteca se nota claramente la influencia externa, y debehacerse abstracción de ello al calcular el consumo total de este

articulo.

34-35) Tomates, miltomates. El tomate, o, en su defecto, el

pequeño miltomate silvestre, es muy importante en la dieta; se

consume cocinado, especialmente con las carnes. No me es posible

explicar por qué el consumo de tomate de la familia número 37

sea tan alto en comparación con el de las otras dos familias, aunquepuede observarse que la dieta de la misma está fuertemente recar-

gada hacia el lado de las legumbres y las frutas. Incluso la rica

y numerosa familia número 1, que también da alimentación a sus

trabajadores, consume un poco menos (60 libras de tomate y 40 de

miltomate). Me siento inclinado a pensar que la familia número 37

es atipica, o bien se equivocó al suministrar sus informes; tambiéncreo que debe introducirse una corrección al llegar a un totaJ para

la comunidad.

36 38) Papas. Las papas se utilizan principalmente como unode los ingredientes de la sopa. Los camotes, cocidos sin azúcar

adicional, constituyen un postre. Ignoro cómo se cocina la yuca,

aunque sé que se utiliza como legumbre. La familia número 37

nuevamente parece ser excepcional en cuanto a su consumo de papas

y especialmente de camotes (incluso la familia número 37 informóque consumía un poco menos de papa, un tercio de camote, e igual

yuca). Empero, es posible que el consumo de la familia número 58sea anormalmente bajo en este renglón, y sólo introduciré una co-

rrección descendente en la cantidad total de camote. Además, serequiere una corrección adicional en el mismo sentido, en lo queconcierne al camote y a la yuca, porque todas las familias de la

muestra producen estos artículos, y probablemente los consumenen mayor cantidad que Icis familias no productoras.

39 40) CalabazcL Este producto se prepara como postre, peroparece ser raro en la dieta, a pesar de que se cultiva en Panajachel.

10 - El Capitalismo - Tomo II

Page 148: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

450 S O L T A X

La familia número 49 consume muchos ayotes en comparación con

las otras (pero la número 1 informó que consumía 1200 ayotes y200 chilacayotes, que es todo lo que produce). Por otra parte, la

familia número 58 pudo haber consumido más de lo que produjo, en

tanto que la número 37 tuvo que comprar lo que consumió. Si la

información es correcta, parece ser que el factor determinante sea

la preferencia individual. Pienso que el número de chilacayotes de-

biera elevarse, puesto que las tres familias consumían muy pocos;

aparte de ello, no veo razón para creer que la muestra ofrezca uncuadro incorrecto. No puedo creer que las cifras de la familia núme-

ro 1 sean confiables.

41-42) Condimentos. Aunque no en proporción con el lugar

que ocupan en la economía productiva de Panajachel, la cebolla yel ajo son condimentos importantes, que se cocinan especialmente

con las carnes y las salsas. Ignoro por qué la familia número 58

informa sobre un consumo tan bajo en comparación con el de las

otras familias. Dudo que las demás familias hayan hecho estima-

ciones alzadas (la número 1 dio cuenta de un tablón de cebollas

y de 75 libras de ajo), y me siento inclinado a pensar que la número58 erró por omisión en sus cálculos, o es atípica en lo que concierne

a este renglón. Y como pesa bastante en la muestra, los totales

debieran elevarse.

43-48) Legumbres comunes. Parece ser que las legumbres co-

munes que más se consumen en Panajachel son el repollo y el

ejote, las cuales, lo mismo que todas las verduras y las hierbas, se

cocinan con otros ingredientes. Las tres familias de la muestra, ycasi seguramente cualquier familia panajachelense, consumen estas

legumbres. Por otra parte, sólo la familia número 58, que está in-

fluida por la ciudad, cocina, además, otras legumbres. Por supuesto,

ello explica por qué esta familia consume repollo y ejote en cantidad

menor que la que podría esperarse: su dieta vegetal es más variada.

Como la familia número 58 es numerosa, su carácter atípico (así lo

considero) debe ser corregido, porque el consumo total de repollo

y ejote es mayor, y el de zanahoria, nabo y acelga suiza menor que

el que la muestra parece indicar. El cuadro del cohombro es falso,

porque la familia número 58 era una de las pocas que cultivaban

y consumían este producto. El total requiere una corrección grande.

A la vez, debe tomarse en consideración el hecho de que todas las

familias de la rnuestra son productoras de legumbres. Las diferencias

Page 149: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

IEL CAPITALISMO DEL CENTAVO 451

están ilustradas por la importancia que la número 49 da al repollo,

y por la que la familia número 37 da al ejote; empero, es indudable

que tales diferencias sean representativas.

49-59) Otras legumbres. Entre los vegetales menos comunes, la

hierbamora, el bledo y el chipilín son los que máis se consumen. La fa-

milia número 58 come estos artículos en menor cantidad de la que

podría esperarse, tal vez en este caso también a causa de la

variedad de legumbres que se consumen en esa casa. En 1936, no con-

sumió chipilin en absoluto. Aquí también debe hacerse correcciones.

Carezco de informes procedentes de la familia número 58 acerca

de todas las hierbas restantes, de manera que el multiplicador debecambiar otra vez, de 49 a 111. Ignoro cómo se utilizan en la cocina

la col, la ruda, el culantro y la hierba "7 camisas". La ruda, por lo

menos, tiene usos medicinales. El culantro acompaña de maneraespecial a la carne, y es suministrado por los abastecedores decarne de res. En este renglón también resulta impenetrable la razónpor la cual la familia número 37 informó que consumía una cantidad

tan elevada, y pienso que es conveniente corregir el total en la

cuenta correspondiente.

60) Güisquil. Este fruto se consume en cantidades sorprenden-

temente pequeñas, si se considera su importancia general en la

región. Se prepara de modos diversos, como legumbre, no como fruta.

61-82) Frutas. La mayoría de las frutas se comen crudas, y no

como parte de las comidas regulares; pueden considerarse como re-

frigerios. En general, las frutas compradas son consumidas máspor los ricos, que por los pobres, de manera que, por ejemplo, las

tunas, las manzanas y los duraznos (que fueron comprados por las

familias de la muestra) son consumidos progresivamente por las

familias números 58, 49 y 37. Por otra parte, el gusto y la costumbreintervienen en el consumo de frutas como los plátanos (los cuales

se fríen) exclusivamente de parte de la familia número 58, quetiene gustos y técnicas parecidos a los de los ladinos. En este caso

debe hacerse una aguda corrección en el total. También debe hacerse

una corrección en cuanto a los bananos "importados", porque las

familias números 58 y 37 parecen realmente extravagantes en suconsumo. Es poco lo que hay que decir acerca de las frutas que se

producen localmente; es difícil confiar en los números, pues los

niños, de manera especial, están dispuestos a cortar una fruta ya comerla cuando lo desean. También es obvio que lo que se con-

sume depende, en parte, de lo que una familia individual produce.

Page 150: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

452 S O L T A X

Podría revisar mi censo de frutas y sobre esta base introducir co-

rrecciones en la muestra; empero, considerando la vaguedad de los

números, pienso que no seria útil; en cualquier caso, las familias

de la muestra representan ampliamente a los propietarios de árboles

frutales. Sin embargo, podría hacerse una corrección general a todas

las frutas producidas localmente, para tomar en cuenta al 18 porciento representado por las familias que no poseen tierras ni árboles

frutales, y que indudablemente consumen una cantidad menor de

las frutas que producen las familias de la muestra. En términos

generales, he separado un 10 por ciento para explicar esta diferencia,

y en los casos especiales (como el de la granadilla y la papaya),

cuando sé que la fruta se cultiva en forma más rara de lo que la

muestra parecería indicar, he hecho correcciones especiales.

83-88) Dulces, Ya se han mencionado los chicharrones comofavoritos para comerlos como refacción, y se ha hecho notar quelas frutas se comen aparte de las comidas regulares, con la mismaintención. Además, se compran dulces en las tiendas, y dulces yhabas tostadas en el mercado. También se compra maní, pero este

producto quedó fuera del cuestionario original, de la misma maneraque deben haber quedado otros dulces diversos, como el maicillo

endulzado que ocasionalmente se encuentra en el mercado. Cierta-

mente, algunos indígenas también beben los refrescos fríos que se

hallan a la venta, pero ninguna de las familias de la muestra incu-

rría en tal gasto. El arroz con leche es bebida favorita de los

ladinos, e indica, lo mismo que otros renglones, que la familia nú-

mero 58 no es típicamente indígena. Deben hacerse correcciones

en este caso, lo mismo que en los de los dulces y las tortillas de

maíz tierno, en los cuales la familia número 37 también da muestras

de su inclinación hacia los dulces y los refrigerios.

En el resumen (cuadro número 67, e) puede verse que, de

acuerdo con mis cálculos, la comunidad entera consumió alimentos

por valor de Q15 255.35 en 1936. El 26 por ciento de la cantidad

indicada fue producido dentro de la comunidad, y el 74 por ciento

en el exterior de la misma. Puede verse claramente que Panajachel

no produce lo que consume, ni consume lo que produce. Un examende las proporciones de las diferentes clases de alimentos consumidos

muestra con la misma claridad que si los datos y los cálculos se

aproximan en todas partes a lo correcto, la dieta indígena no está

restringida desde ningún punto de vista al maíz, frijol y chile, ni

el quetzal se gasta sólo en estos productos.

Page 151: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

EL CAPITALISMO DEL CENTAVO 453

EQUIPO

Los informes generales acerca del equipo que los indígenas

poseen fueron obtenidos en múltiples fuentes, sin excluir la de la

simple observación. Las afirmaciones cuantitativas contenidas en el

cuadro número 68 dependen principalmente de la muestra de tres

familias a la que nos hemos referido anteriormente. El cuadro nú-

mero 68 a estima el valor de todo el equipo que los indígenas dePanajachel poseían en un momento dado de 1936. Se excluyen los

artículos de naturaleza transitoria, como jabón, kerosene y leña.

El método que sirvió para llegar a la conclusión de la penúltimacolumna es en esencia el mismo que se utilizó para determinar las

cantidades consumidas de alimentos. Con los informes de la muestrajuzgados a la luz del conocimiento de sus peculiaridades, y atempe-rados por el sentido común y el conocimiento general de la comu-nidad, es posible llegar a conclusiones que parezcan sólidas.

Podrá notarse que, ya porque las familias no fueron interro-

gadas acerca de los renglones correspondientes, o porque no los

utilizaban, las familias de la muestra no suministraron informesrelativos a algunos artículos que se utilizan en Panajachel. Sé quealgunas personas poseen escopetas y linternas de baterías, muchasutilizan escobas compradas (en su defecto, se emplea una brazadade ramas), algunas tienen hamacas (para descansar, no para dor-

mir), tazas de porcelana y de arcilla, tenedores y cuchillos; estoy

seguro de que en la mayor parte de las casas, si no en todas, haycopas de cristal y artesas de madera (de Jas que se encuentranalrededor de la piedra de moler). El conocimiento general hubo deocupar el lugar de los datos específicos en relación con todos estos

artículos; no obstante, los resultados no pueden haberse desviado

mucho.También podrá notarse que los juicios de las tres familias di-

ferían algo en cuanto a la duración de ciertos objetos, antes de quellegue el momento de reemplazarlos. Así, para la familia número49, una mesa dura 15 años; para la familia número 37 sólo dura10; para la familia número 58, cierta clase de sillas dura 3 años;para las otras dura 5; y así sucesivamente. Ello era de esperarse;

por mi parte, al llegar a las conclusiones he tendido a promediarlas estimaciones (excepto cuando los informes estaban notoriamenteequivocados, como en el caso de la familia número 37, que informóque una correa de mecapal duraba sólo un año). Algunas diferencias

Page 152: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

454 S O L T A X

reflejan diferencias en la clase de uso que se da a los artículos. Porejemplo, hay una constancia delicada (aunque rara) en la afirma-

ción de que tres lámparas de hojalata duran 3 años, dos duran2 años, y una no dura más que 1. Algunas diferencias no reflejan

sólo variaciones de la opinión. Así, la razón por la cual el machetede la familia número 58 dura sólo un año, estriba en que son cuatro

las personas que lo utilizan; en cambio, el jefe de la familia número37 hace durar el suyo cinco años, porque no lo usa ninguna persona

más, además de que sus ocupaciones no requieren que él se sirva

continuamente de su machete.

Indudablemente, muchas de las cosas que los indígenas poseen

han escapado a mi lista.i62 por ejemplo, los carpinteros y los desta-

zadores tienen sus herramientas especiales; además, la gente siempre

adquiere objetos extraños. Los últimos artículos del cuadro número68 a indican lo que una persona en cierta forma anormal (en este

aspecto) ha logrado reunir. El varón de la familia número 37 estuvo

interesado en una ocasión en aprender carpintería y albañilería;

en 1936 fue propietario (junto con otros jóvenes) de una marimba;

es uno de los dos indígenas que poseen canoa; y es el único panadero

entre los indígenas (aunque sólo hornea durante la Semana Santa).

Los bienes comprendidos en la lista del cuadro, cuyo valor es de

Q3 000 y fracción, no representan más que un mínimo comunal (si

mis cálculos se aproximan a lo correcto). Por supuesto, no se tomaen consideración la depreciación, pues sería imposible calcularla

con exactitud; no obstante, la suma (como ocurre en el caso de

las casas, descrito anteriormente) representa el valor de los reem-

plazos de la propiedad.

Finalmente, puede notarse que, como podría esperarse, algunos

artículos, tales los utensilios de cocina y los platos, son más nume-

rosos en las familias grandes, en tanto que el número de otros

varía con la riqueza (los muebles, las frazadas y los petates, por

ejemplo), y otros más, como los del equipo de tejeduría, varían de

162 Por ejemplo, no se incluyen las erogaciones para comprar juguetes. Los pocosjuguetes que hay, casi siempre son hechos en casa, de ramas, leños, etcétera. En 1937,

una niña de 12 años se presentó llevando a la espalda algo que sugería la forma deun niño pequeño. Cuando le preguntamos por el "nene", replicó riendo que era unleño envuelto en un harapo, con una gorra hecha por ella en el extremo superior. Unamuchacha de 18 años se encontraba presente y dijo que había hecho lo mismo cuandoera niña, y que su hermana menor también cargaba un leño a la espalda y fingía queera un niño. Agregó que aún conservaba la muñeca que su padre le había compradoen cierta ocasión, al precio de 80 centavos. Otros indígenas notaron los juguetes quevieron en nuestra casa, y se mostraron interesados en comprar algunos parecidos. Noobstante, la cantidad de dinero que se gasta anualmente en tales cosas no puede excederde algunos quetzales.

Page 153: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

EL CAPJTAUSMO DEL CENTAVO 455

acuerdo con las ocupaciones especiales de las amas de casa. Sin

embargo, en términos generales se nota que hay uniformidad cuando

se va de casa en casa. Una familia rica tiene un poco de mayorvariedad, y algunos objetos más de una clase, que una pobre; yexiste una homogeneidad básica en las clases de objetos que los

indígenas de la comunidad poseen.

El cuadro número 68 b muestra el dinero que los indígenas

probablemente invirtieron en 1936 en los objetos de la lista conte-

nida en el cuadro número 68 o, asi como en la adquisición de ciertos

enseres. Las conclusiones han sido extraídas con base en los mismosdatos y con igual método. Los informes de los gastos de las familias

de la muestra representan el promedio anual de erogaciones para

los diversos artículos, aunque, por supuesto, la suma de todas las

familias de la comunidad tíende a ser igual a la erogación total de

la comunidad en cualquier afto.

La lefia ya fue discutída. Ahora vamos a suponer que las 15 ó

16 familias, que compran la mayor parte de la leña que consumen,

gastan Q55 al afto en este renglón, y que otros indígenas compranárboles para lefta por valor de Q5. El ocote sirve para encender el

fogón, alumbrar la casa y, con menor frecuencia, el sendero del

caminante. Casi todas las familias utilizan lámparas de latón, conkerosene, tanto en la cocina como en el camino. Debe observarse quelas familias números 58 y 37 informaron que usaban casi exclusiva-

mente kerosene (para el alumbrado), y que sólo la familia número49 alumbra su cocina con ocote (aunque utiliza kerosene para viajar

de noche). El uso de kerosene eleva el costo de la vida; en el caso

de la familia número 58 probablemente constituye una extravagancia,

que acompaña a sus maneras más orientadas en el sentido urbano.

Si no estoy equivocado, nunca se utilizan candelas para el alumbrado.

Las mismas, junto con el incienso, tienen usos rituales. Los fósforos

incluidos en el cuadro número 68 h servían para encender cigarros,

cigarrillos, candelas e incienso; también se utilizaban para encender

el fogón de la cocina, pero este consumo es mínimo, porque, por

lo general, se utilizan brasas en vez de fósforos.

La erogación total de la comunidad en los renglones correspon-

dientes a los enseres de cocina y lavandería, incluyendo la leña, es

de Ql 417.32. En cambio, el costo de muebles y utensilios es de

Q352.61; el de las herramientas relacionadas principalmente con la

agricultura y el mercadeo es de Q216.77; el del equipo de tejeduría

y costura es de Q28.40 (y muy bien podría agregarse al costo de la

ropa). De acuerdo con el cuadro, en materiales para escribir sólo se

Page 154: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

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Page 158: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

460 S O L T A X

invirtieron Q7.60. La familia número 58 tiene tres miembros alfabe-

tos a quienes agrada escribir cartas. Hay pocos alfabetos en la

comunidad, pero ocasionalmente los analfabetos piden a sus amigosalfabetos que escriban las cartas que necesitan enviar; el papel es

proporcionado por el que escribe. No poseo informes específicos

acerca de los gastos escolares que ocasionan los alumnos, pero dudoque se incurra en tales gastos. Creo que los escasos libros y útiles

escolares que hay son proporcionados por el gobierno central.

Si se deja sin computar la erogación prorrateada de la familia

número 37 para equipo técnico, las diferencias entre las tres familias

de la muestra no son muy grandes. La mayor parte de los gastos

enumerados no aumentan proporcionalmente con el número de miem-bros de la familia. El jabón, la leña, las frazadas y los platos cons-

tituyen las excepciones más notorias, y explican en gran parte las

diferencias en los gastos de las tres familias. Los gastos de la familia

número 37, que son más elevados si sus informes son correctos,

probablemente reflejan en parte un nivel de vida más alto y unariqueza mayor per capita, y, también en parte, su carácter progresivo

y la variedad de sus intereses comerciales.

GASTOS CEREMONIALES, FESTIVOS Y VARIOS

El cuadro número 69 enumera muchas erogaciones varias, entodas las cuales el licor es articulo importante. El cuadro puedeleerse de dos maneras, a saber: para ver cuánto de licor, incienso,

candelas, etcétera, se consume en la comunidad; y para ver cuántose invierte en la religión, en las crisis de la vida, etcétera. El presu-

puesto para aguardiente es mucho más alto que el de la vivienda; la

cantidad de dinero gastada en bebidas alcohólicas representa la

cuarta parte de la que se invierte en ropa; es superior a la que se

Invierte en cualquier alimento, exceptuando el maíz y la carne; y es

casi igual a la que se destina para todas las herramientas, útiles yenseres de la casa. El consumo de incienso, velas y cohetes es con-

siderable, pero apenas puede compararse con el del licor. Tambiénes digno de mención el hecho de que los medicamentos comprados

en la farmacia (incluido algún tratamiento de parte del farmacéuti-

co) representan un gasto más importante que el de los especialistas

en asuntos sobrenaturales con sus curas rituales.

El uso de la muestra tiene limitaciones definidas al calcular los

gastos incluidos en el cuadro número -69, porque muchos de los gastos

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EL CAPITALISMO DEL CENTAVO 461

son especiales y extraordinarios, y no quedan comprendidos dentrode la rutina de ninguna familia particular. Sin embargo, fue posible

disponer de otros datos, y los gastos totales calculados se basan enuna considerable variedad de los mismos.

Los ritos del culto a los santos son públicos, y su organización

y costos están al cuidado de los funcionarios que desempeñancargos en la organización político-religiosa de la comunidad indígena

panajachelense. La costumbre exige que tales funcionarios oficien

en las ceremonias relacionadas con sus cargos, y éstas aparejangastos fijos para la adquisición de alimentos, licores, velas, incienso,

cohetes, etcétera; tales gastos varían poco de un año a otro, aunquepueden cambiar considerablemente en el curso de una generación.ies

El cuadro número 70 clasifica los gastos mencionados, de acuerdo

con las ocasiones y los funcionarios que incurren en ellos.i64 Puedeverse que el gasto de cualquier año es compartido por el funcionario

saliente y el entrante; empero, como los funcionarios entrantes de

este año serán los salientes del siguiente, los gastos son sufragados

por los mismos grupos de hombres (o de familias), durante períodos

que varian entre 12 y 15 meses. Es obvio que es limitado el númerode individuos que cargan con el peso de los costos del rito público

en la comunidad;»»* empero, como los individuos cambian de un año

165 Coo frecuencia se oye decir que. relativamente, las ceremonias son poco costosasen la actualidad; que antiguamente se requería mucho más licor y comida, etcétera. Purotra parte, se recuerda que el licor era mucho más barato y el dinero mucho más abun-dante durante la generación anterior, de cunera que las penas que los funcionarios pasanson hoy mayores que antes.

164 Estos gastos corresponden a 1936. a pesar de que algunos datos fueron reca-

bados posteriormente. En 1938. 1939 y 1940 un grupo de familias hizo surgir un gastoadicional al organizar una danza para la fiesta titular. £1 director del baile detalló

los gastos en mi compañía; el total de cada año ascendió a Q8).30 y el gasto se dis-

tribuía en partes iguales entre los 18 bailarines. Para la comunidad, el costo era máselevado, porque los bailarines recibían 50 centavos (que podían agregarse al costo dela danza) y una botella de aguardiente en cada una de sus estaciones (se detenían aba:lar frente a una casa a cada veinte y tantas). En 1941, un informante dijo que eiaprobable que la danza no volviera a llevarse a cabo, porque el público objetaba el gastoadicional con el que se recargaba la fiesta titular.

165 En el cuadro puede verse que las contribuciones aportan una cantidad rela-

tivamente pequeña. Un informante (1941) explicó que la búsqueda de contribuciones erailegal (y Rosales observó lo mismo en 1936, pero agregó que los principales obteníanlicencia de las autoridades para solicitar donativos), y que entre los indígenas se llevabaa cabo en silencio; antiguamente se pedía dinero a los ladinos, pero ahora ya nof>orque podrían quejarse ante las autoridades. Todos los varones casados que no hanlegado a ser cofrades deben dar 33 centavos para la fiesta; los que ya han sido cofra-des contribuyen con 50 centavos. Las viudas que prestaron servicios a la par de susesposos dan 16 centavos. (En algunas unidades domésticas hay más de un contribuyentede cualquier sexo). Los funcionarios en servicio están exentos. Todas las unidadesdomésticas aportan 5 centavos para la misa de Semana Santa; algunos ladinos tambiéncontribuyen. El día de la Epifanía, cuando la imagen del Niño Jesús es llevada decasa en casa, todas las familias indígenas dan de 1 a 3 centavos (son pocas las vecesque dan más) cuando sus miembros no están en servicio; los funcionarios en serviciosirven licor. Con excepción de las misas de la Semana Santa y la fiesta titular (San Fran-cisco Caracciola. 4 de junio), las misas son pedidas y pagadas por los ladinos.

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462 S O L T A X

a otro, a lo largo del tiempo los gastos se distribuyen entre todos.

También debe observarse que ciertos individuos gastan mucho másque otros, y, como los mismos son generalmente seleccionados en

los niveles de mayor riqueza, los costos tienden a distribuirse de

acuerdo con la "capacidad de pago". El cuadro número 71, cuyas

conclusiones se incluyen en el número 69, muestra cómo se dividen

los costos del rito público entre los diversos artículos consumidos.

Ya se han mencionado los alimentos y se han dado las explicaciones

pertinentes; por supuesto, los mismos reemplazan en cierto grado a

la comida que de todos modos habría de ser consumida. El licor, las

velas, el incienso, la música, el estipendio del sacerdote, etcétera,

constituyen gastos extraordinarios para la comunidad. Los cuadros

números 70 y 71 se basan en informes especiales relativos a la orga-

nización político-religiosa, y detallan los cálculos que hizo un vete-

rano del sistema; probablemente alcanzan un 90 por ciento de exaC'

titud. Me doy cuenta de que, por lo menos, falta un artículo. En unaocasión la cofradía tiene que obtener licencia para instalar unazarabanda y vender licor; la licencia es pagada, pero ignoro el costo.

El acto de encender velas a los santos y los de la cosecha cons-

tituyen ritos "privados". Muchos hogares tienen altares, ante los cua-

les se encienden velas y se quema incienso en ciertos días; ademásde los dueños concurren a estos altares otros indígenas. Asimismose encienden velas y se quema incienso ante los santos de cualquier

otra parte cuando los indígenas concurren a las fiestas de otros pue-

blos; ocasionalmente también se hacen ofrendas en la iglesia local.

Sin embargo, el costo de estos ritos es reducido, y casi Q15 de los

Q70.60 que aparecen en el cuadro número 69 representan los gastos

en los que incurre un hombre en cuya casa hay un santo cuyo día

(San Juan Bautista) celebra públicamente; sólo en licor gasta Q8, yen música Q3.20. Cuando la gente concurre a las fiestas de otros

pueblos, aunque lo haga primariamente en vías de negocio, rinde

culto al santo local y bebe. En los ritos de la cosecha (sólo la del

maíz) el licor desempeña un papel poco importante.

Los artículos incluidos en el renglón de la "participación priva-

da" en las fiestas del culto a los santos se refieren a las celebraciones

de las personas que no están dentro de la organización que se encar-

ga de los ritos. La mayoría de la gente compra refrescos y comida

en la plaza, especialmente durante la fiesta titular; y por supuesto.

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EL CAPITALISMO DEL CENTAVO 463

son muchos los varones y las mujeres que beben en las tabernas yen las zarabandas. De manera particular, las mujeres se agregan alas procesiones, llevando velas.

El cálculo de la cantidad invertida en los nacimientos se basa

en la suposición de que, en 1936, en la comunidad indígena nacieron

70 niftos (42 varones y 28 mujeres) y hubo 4 nacidos muertos. Elestipendio de las parteras ya ha sido discutido. Los artículos queconsisten en comida y licor se destinan principalmente para la par-

tera, y se le dan con ocasión del alumbramiento y de la ceremonia

subsiguiente. Los cálculos pueden compararse con la estimación

independiente de un informante, que calculó que un nacimiento, por

lo general, costal)a Q2.50.

Se supone que en 1936 fueron bautizados 65 niños indígenas, yque los ladinos actuaron como padrinos en 40 de los casos (los

padrinos cubren los honorarios del sacerdote y compran los vestidos

del niño). En todos los casos los indígenas obsequiaron comida, yproporcionaron licor. Los obsequios que se hacen posteriormente a

los padrinos no se incluyen aquí. (Por cada bautizo se pagan al

sacerdote 60 centavos).

Entre 1922 y 1937 hubo 15 casamientos religiosos indígenas (en

el sentido católico formal). En 1936 no hubo ninguno, y he dejado

sin considerar los costos adicionales al casamiento ordinario. Deacuerdo con mis registros, hubo siete casamientos corrientes entre

mayo de 1936 (cuando se levantó el censo de las viviendas) y sep-

tiembre de 1937 (cuando se registraron los cambios por primera vez).

Por tanto, se puede suponer que hubo cinco uniones de la clase indi-

cada en 1936. Algunas de ellas eran primeras nupcias; otras segun-

das. Por supuesto, los gastos difieren en ambos casos. No poseo in-

formes acerca de las erogaciones que hubo en estos casos específicos,

y juzgo el total con base en la información procedente de muchosotros casos. Los representantes de la joven pareja ingieren licor

desde la noche de la primera petición de mano, hasta el momento en

que la familia del varón entrega obsequios de comida a la otra parte,

que es cuando cambia de manos cierta cantidad previamente conve-

nida, la que por lo general sirve para el ajuar de la novia.

De las defunciones ocurridas en 1936, 39 fueron registradas (14

infantes, 12 niños y 13 adultos). El costo por defunción varía de

acuerdo con la edad, más o menos de la manera siguiente:

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468 S O L T A X

durante el año.i«' El licor, el incienso y las velas que se mencionanson consumidos principalmente por los especialistas en asuntos sobre-

naturales cuando llevan a cabo sus adivinaciones y ofician sus ritos;

empero, los parientes y los amigos llevan licor y comida a los pacien-

tes en algunas ocasiones.

Los restantes ritos que ofician los especialistas en asuntos sobre-

naturales se llevan a cabo con las miras de encontrar objetos per-

didos, propiciar la suerte en alguna empresa comercial, etcétera.

Parece correcto suponer que ocurren veinte de estos casos al año,

aunque, desde luego, no debe olvidarse que se trata simplemente

de una suposición.

Cuando se desea casar a un hijo y se va a solicitar la mano de

una muchacha; cuando se habla a alguna persona que lleve a unniño a la pila de bautismo; cuando se solicita un préstamo de dinero,

aunque se ofrezcan tierras como garantia; cuando se solicita el tes-

timonio de alguno, ya se trate de un documento o de un convenio

verbal; cuando se recurre a otro para que escriba una carta en nom-bre del interesado; en fin, cuando se solicita cualquier "favor", la

costumbre exige llevar un obsequio de comida y, en algunas oca-

siones, uno de licor. La mayoría de tales obsequios ha sido incluida

en renglones como el del matrimonio, bautizo, etcétera; la fracción

restante corresponde al renglón denominado "obsequios y favores";

alli mismo se incluyen los obsequios periódicos a los compadres de

bautismo, y los obsequios de comida que se ofrecen ocasionalmente

a los parientes y amigos. Los cálculos relativos al valor de los obse-

quios se basan, en parte, en la muestra y en parte también en el

conocimiento que se obtuvo independientemente de las oportunidades

para cambiar obsequios (probablemente se intercambian 200 obse-

quios anualmente) y del contenido de los mismos (en promedio, 10

centavos de pan, 3 3/4 centavos de azúcar y 5 centavos de chocolate;

o comidas preparadas a base de maíz y de carne, por valor de 35

centavos).

Cuando los indígenas principian a beber (con motivo de unfuneral, un rito o una fiesta) lo siguen haciendo durante varios

167 Los honorarios del especialista en asuntos sobrenaturales ascienden a 50 cen-

tavos por cada "tratamiento". En algunos casos, la cantidad era menor (según se meexplicó, el especialista era "amigo" y no quería cobrar mucho). También conozco el

caso de un "doctor" ladino, procedente de otro pueblo, que cobró 015.00 por el trata-

miento que dispensó a una mujer (quien, a pesar de todo, murió). Los curanderos queno son especialistas en asuntos sobrenaturales no cobran en efectivo.

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470 S O L T A X

días.168 Es difícil determinar la línea divisoria entre las libaciones

puramente seculares, y estas borracheras de carácter circunstancial,

pues los varones adictos a la bebida buscan cualquier ocasión para

satisfacer su deseo y, por supuesto, sacan partido de aquellas opor-

tunidades cuando el hecho es socialmente mejor visto. Es raro quelos indígenas beban cuando la ocasión lo demanda. No obstante, las

libaciones ordinarias son suficientemente comunes para tener im-

portancia económica. Las personas adictas al aguardiente (por

supuesto, algunas son más que otras) sucumben a la tentación

cuando van a otros mercados y especialmente cuando concurren a

fiestas,i«9 en las cuales hay perturbaciones emotivas.i^o o, con frecuen-

cia menor, cuando se reúnen con un amigo y surge la invitación

para beber. Algunos varones consumen (aparte de los ritos) 20

botellas de aguardiente (por copas, el precio sería de Q20 o más) al

año. Si se exceptúa a los protestantes, no hay verdaderos abstinen-

tes. Es probable que todos los varones beban tres o cuatro veces al

año; también es posible que lo hagan más a menudo. Un informante

clasificó a 19 varones como bebedores "fuertes" (aquellos que, cuando

empiezan a beber, lo hacen durante una semana o más). Con excep-

ción de tres, todos ellos eran relativamente ricos; exceptuando dos,

todos eran antiguos principales, y cuatro eran especialistas en asun-

tos sobrenaturales. Es evidente que, en parte, los varones se con-

168 La narración siguiente parece típica. El hombre que obtuvo el cargo de alcalde

indígena en 1941 no es "bebedor". No obstante, cuando tomó posesión hubo de beberdurante la ceremonia que se llevó a cabo en su casa. Cuando los huéspedes se mar-charon (dice) "permanecí en mi casa hasta las 5 p. m. más o menos, y de allí mefui a reunir con los otros dos regidores en el juzgado. Contribuimos con ocho centavoscada uno y fuimos a la cantina a beber un cuarto de litro; luego a mi casa y bebimosla mitad del licor que había quedado después de la ceremonia. Me sentí borracho ycené algo; a la mañana siguiente tuve goma (enfermedad que en la localidad debe curarsecon un trago) y tomé un trago. A las 8 de la mañana se presentaron los otros regidores,dimos fin a la otra mitad del aguardiente que había quedado de la ceremonia, y fuimosal juzgado.^ Aquí, uno de los regidores nos invitó a beber y compró medio litro; el

otro compró un cuarto de litro y después, ya ebrios, nos fuimos a nuestros hogares.A la mañana siguiente yo estaba de goma y envié a comprar licor. Después del desayunofui al juzgado; no era mi semana de turno, pero el regidor me sugirió que llegara, yademás yo tenía que terminar con mi goma. Volví a mi casa temprano y me acosté".

169 Un indígena muy pobre, su esposa y la hija de ambos, de 12 años de edad,informaron después de volver de un viaje comercial a Patzún que habían gastado unquetzal en aguardiente, "todo porque al esposo le gusta beber". (El varón se embo-rrachó; asimismo la esposa, aunque un poco menos; incluso la niña bebió un poco).

170 Un panajachelense, trabajador de finca, había enviudado recientemente, que-dando a cargo de tres niños. Se sentía solitario y buscó como esposa a la hija de uncompañero de trabajo; ella tenía 16 años a la sazón. La muchacha lo aceptó (dijo él),pero el padre lo rechazó. Pensando granjearse la voluntad de éste por medio del aguar-diente, pidio dos quetzales a su empleador y fue a Solóla a comprar cuatro botellas.A mi regreso —dijo— "me puse a pensar en mi difunta esposa, y también en mi difuntamadre, y tome un trago". Cuando lo encontramos en el camino ya sólo tenía mediabotella, pero^ explico^ que le habían robado una botella la noche anterior. (La botellarobada parecía constituir su preocupación principal y la de su hermano).

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EL CAPITAUSMO DEL CENTAVO 471

vierten en bebedores a causa de habitual y prolongado consumo de

licor durante los ritos. De acuerdo con el mismo informante, en otro

tiempo también habia mujeres "bebedoras"; empero, "las mujeresde ahora se avergüenzan de beber, y las que no lo hacen hablan malde las que beben. Las mayordomas, cuando comienzan su año de ser-

vicio, se ven obligadas a beber, y prosiguen las libaciones durante

dos dias".

GASTOS PERSONALES, IMPUESTOS, ETCÉTERA

En el cuadro número 72 termina el inventario de los gastos quesuponemos hizo la comunidad Indígena en 1936; los artículos queaquí se incluyen son de naturaleza personal y legal. Por supuesto,

el renglón correspondiente a las libaciones seculares que se encuen-

tra en el cuadro número 71 también representa gastos personales;

no obstante, como se ha visto, el licor tiene muchos otros usos. Lamayoría de los varones fuma de manera moderada; las mujeres lo

hacen ocasionalmente y, si compran tabaco, ello ocurre muy raras

veces. Los primeros fuman cigarrillos y puros (muy raras veces fu-

man en pipas hechas en otros pueblos); por lo general, los varones

ancianos compran puros y los jóvenes cigarrillos. La pequeña canti-

dad de tabaco consumida por la familia número 58 refleja la tenden-

cia de la misma hacia el protestantismo, pues los misioneros predican

contra el uso de tabaco y de licor. En los últimos años, la familia

no consumía tabaco en absoluto; en 1936, el único fumador era el

jefe de casa.

En ocasiones, los fotógrafos ambulantes toman fotografías de

los indígenas durante las fiestas. Los varones adultos y los mucha-chos se hacen recortar el cabello generalmente por el barbero. Serecurre menos al barbero local que a los indígenas foráneos queresiden en Solóla y concurren el día de mercado.

Todos los varones comprendidos entre 18 y 60 años de edaddeben trabajar en la construcción y reparación de caminos dos sema-nas (12 días) al año; el que no quiere trabajar puede pagar la can-

tidad de Q2 en cambio. Podría haberse determinado con ayuda de los

archivos de la tesorería local cuántos hombres trabajaron y cuántos

pagaron en 1936; no se hizo así. Como la tasa establecida de unquetzal por seis días de trabajo en la carretera es la misma que pre-

valece en Panajachel para los efectos del pago de salarios, el traba-

jador asalariado se da cuenta de que en el aspecto económico le da

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472 S O L T Á X

lo mismo pagar que trabajar en la carretera. Los indígenas ricos

prefieren pagar, pues para ellos es posible y redituable invertir sutiempo en sus tierras. Los pobres prefieren trabajar, en parte por-

que un quetzal (la tarea anual se divide en semestres) constituye unactivo demasiado elevado para tenerlo disponible en cualquier mo-mento. Muchos indígenas optan por pagar algunas veces y trabajarotras, de acuerdo con las circunstancias en las que se encuentran.La familia número 49 trabaja en la carretera, pero en 1941 me pidió

prestado el dinero necesario para pagar, porque yo le estaba pagandouna remuneración superior a la tasa normal. Los trabajadores sue-

len trabajar en la carretera, en vez de pagar, cuando están al servicio

de un empleador que paga salarios inferiores a los normales. En el

cuadro número 72 he supuesto que la mitad de los varones trabaja,

pero he tomado en cuenta el hecho de que los que tienen cargospúblicos no están afectos. Esta exención también es válida para el

impuesto de ornato municipal, que debe ser pagado en efectivo portodos los varones comprendidos en el grupo de edad indicado ante-

riormente.

Al impuesto sobre las tierras se le designa popularmente con el

nombre de "tres por millar". Aunque no estoy seguro de ello, creo

que la tasa es elevada. La mayoría de los terratenientes no pagaeste impuesto, porque los títulos de sus tierras no están registrados

legalmente ante las autoridades superiores.

La mayor parte de los documentos debe ser escrita en papel

sellado impreso por el fisco; además, toda persona de cualquier sexo

que tenga más de 18 años de edad debe pagar un timbre fiscal dediez centavos para su cédula de vecindad (documento de identifica-

ción personal). Es de advertir que muchas personas no poseen este

documento.! 71 La cifra indicada en el cuadro apenas constituye algo

más que una suposición. En 1936 también era necesario obtener

licencia para poseer una canoa; este gasto no se incluye en el cuadro,

porque no recuerdo a cuánto ascendía. También debiera haber unrenglón para anotar los honorarios pagados a los abogados (en

Solóla), pues en los asuntos relativos a las tierras se recurre a los

servicios de tales profesionales en algunas ocasiones; empero, no mefue posible hacer una estimativa de lo que pudo haber costado este

renglón en 1936.

171 Una mujer pobre dijo en 1937 que había obtenido su cédula de vecindad (dosaños antes) moliendo maíz para ganar los diez centavos que necesitaba para pagar el

timbre fiscal. Cuando tuvo el dinero en su poder, su esposo le sugirió que mejor com-prara maíz, pues, en el mejor de los casos, ¿qué provecho obtendría con la cédula?

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^74 S O L T A X

También podría ser útil la lectura de los registros oficiales paradeterminar las cantidades pagadas en concepto de multas. Los ofen-sores (por lo general, personas ebrias) son sentenciados a determi-nado número de días de prisión, conmutables a tanto el día. Lasmultas y los encarcelamientos son impuestos aun en los casos quesurgen por disputas de naturaleza "civil"; cuando los indígenaspelean y llevan el caso ante la intendencia municipal, lo más fre-

cuente es que sea multada una de las partes, o lo sean ambas. Losindígenas permanecen en la cárcel cuando no pueden pagar la multa,así como cuando la multa es mucho más elevada que el valor de sutiempo ;^' 2 a menudo ocurre que cumplen varios días de prisión ya continuación conmutan los restantes. La cantidad de dinero ano-

tada en el cuadro número 72 no es sino una suposición imprecisa,

basada en el número de casos apuntados.

El pago de intereses por el dinero tomado en préstamo no es tan

común como el empeño de tierras sin especificación de interés. El

tema ha sido discutido anteriormente, y repetimos que la cantidad

registrada en el cuadro número 72 apenas representa algo más queuna suposición.

Resumen. El cuadro número 73 resume los gastos hechos con

cualquier propósito por los indígenas de Panajachel en 1936, tanto

dentro como fuera de la comunidad.

RIQUEZA DE LA COMUNIDAD

La mayor parte de la riqueza de la comunidad indígena está

representada por las tierras que la misma posee. Incluyendo los

cafetos y los árboles frutales en pie, el valor de las tierras en pro-

piedad privada asciende a más de Q20 000. El valor invertido enel mejoramiento de las viviendas poseídas por los indígenas ha sido

calculado en un poco menos de Q4 000. Por tanto, el valor de la

propiedad inmueble asciende a un poco menos de Q25 000, lo quearroja Q158 por familia y Q31 más o menos per capita. Casi no vale

172 Un indígena informó (1940) que un amigo suyo estaba en la cárcel por tenetun rifle sin autorización legal; fue sentenciado a 20 días de^ prisión, conmutables poiuna cantidad igual de quetzales.^ "Tal vez la cantidad se habría reducido a 010.00 peroél prefirió guardar prisión. ¿Quién pagaría un quetzal diario cuando no podía ganar másde 10 pesos ó 20 centavos?" En otra ocasión, dos varones jóvenes fueron sentenciadosa 5 días de prisión, conmutables a 20 centavos diarios (por hacer desorden en estado deebriedad); cumplieron dos días de prisión y luego prestaron dinero para conmutar los tresrestantes.

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476 S O L T A X

la pena tratar de calcular el valor de las propiedades comunales(públicas) como la iglesia, los campos y edificios públicos, los cami-

nos, etcétera. Estos renglones del activo no sólo están sólidamente

congelados, sino que no son potencialmente utilizables por los indi-

viduos; por eUo sólo tienen interés académico. El valor de los ani-

males domésticos ha sido calculado en Q800, y el de los bienes domés-ticos y las herramientas en Q3 000. El costo anual de la ropa asciende

a Q3 900, pero el valor de la ropa que los indígenas poseen en unmomento dado probablemente se acerca más a Q3 500. A la cantidad

resultante de Q32 300 podría agregarse como parte de la riqueza

de la comunidad lo siguiente:

1' El valor, en un momento dado o en promedio durante el año,

de los cultivos en pie en los campos indígenas y de los productos

almacenados y listos para la venta. El valor de los cafetos en pie yaha sido incluido parcialmente. Otros productos que se tienen a manovarían mucho con la estación; excepto el ajo y la semilla de cebolla,

se convierten muy pronto en dinero. Parece más conveniente consi-

derar esta riqueza como ingresos balanceados por los gastos, quecomo un renglón del capital.

2' El valor de las vituallas y provisiones que se encuentran amano en las cocinas de la comunidad. Si se exceptúa el maíz en los

meses subsiguientes a la cosecha, los indígenas normalmente sólo

tienen provisiones de boca para pocos días; su provisión de muchosotros artículos es menor aún. En ambos casos, la vuelta es completadurante el curso del año, y también estos renglones son considera-

dos sólo como gastos.

3' La cantidad de dinero efectivo en mano. La misma varía conla estación, aunque no tanto como ocurriría en una comunidad quecosecha un cultivo comercial de una vez. El maíz, el ajo, la semilla

de cebolla y el pepino se cosechan en épocas determinadas; empero,

la cebolla, que es mucho más importante, se va cosechando durante

el curso del año; también hay varias frutas que maduran en épocas

diferentes. La mayoría de los indígenas balancea sus gastos y sus

ingresos dentro de un intervalo breve, y el dinero efectivo en manoes escaso y se tiene temporalmente. Son muy pocas las familias

que pueden tener excedentes de dinero efectivo en cantidad consi-

derable. Son pocas las familias ricas de las cuales se sabe quetienen a mano cantidades considerables de dinero en efectivo, queguardan en cofres en sus casas; no se recurre a los bancos. En dos

o tres casos, y en ciertas épocas, la cantidad podría ascender a

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EL CAPITAUSMO DEL CENTAVO 477

varios centenares de quetzales. No obstante, parece ser que por lo

general los ricos invierten sus íondos en tierras, y son ricos por el

valor de las mismas, no por el dinero que poseen en efectivo. Sería

sorprendente encontrar más de Q5 000 en efectivo en la comunidaden cualquier momento, incluida la cantidad que representa un haber

en tránsito, entre el momento de la venta de productos y la comprade artículos para el uso de la familia; dicho en otros términos, cau-

sarla sorpresa encontrar más de Q2 000 de ahorro verdadero.

A menos que se incluyan los conocimientos especiales de los

artesanos y los profesionales, puede decirse que casi no hay ren-

glones económicos intangibles. Los especialistas en asuntos sobre-

naturales enseftan ocasionalmente a otras personas, mediante algunarecompensa. El dominio de las técnicas de la lectura y la escritura

está considerado como ventaja económica (por lo menos en el sentido

negativo de engaftar flagrantemente por medio de recibos falsos),

y las personas alfabetas reciben obsequios cuando prestan sus ser-

vicios como escribientes a otras. El trabajo de las personas que tienen

fama de ser aplicadas y diestras en la agricultura tiene muchademanda, y quizá exige salarios más altos; no obstante, este aspecto

no está formalizado. Finalmente, un indígena local posee un manus-crito del "Baile de la Conquista", y se le llamó, por lo menos enuna ocasión, para que enseñara (mediante remuneración) el baile

en otro pueblo.

Balanza de pagos

La riqueza y el bienestar de la comunidad pueden medirse mejorpor los ingresos y los egresos anuales de la misma. No intentaré

hacer una estimación de las transacciones que se llevan a cabo enel interior de la comunidad, pues la mayoría de ellas se refieren al

trabajo que los indígenas ejecutan para otros (por dinero). Por otra

parte, el comercio es escaso dentro de la comunidad, principalmenteporque la mayoría de la gente produce las mismas cosas de maneraaproximada. Los comerciantes no compran tanto a sus vecinos cuan-to en el mercado público, donde los productos se concentran y resulta

difícil analizar su procedencia en relación con su destino.

En el cuadro número 74 se ofrece un resumen de las transac-

ciones que ocurren entre la comunidad indígena de Panajachel y el

exterior, y se comparan los ingresos y los egresos para determinarlo que podría designarse como balanza de pagos. Los egresos totales

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480 S O L T A X

de la comunidad (Q19 544.18) equivalen a Q127 por familia y aQ25 por persona; los ingresos (Q21 530.91) equivalen a Q139 porfamilia y a Q27.60 por persona. La diferencia (Q2 000 y pico entre

los dos totales) es tal, que cada familia gana en promedio Q12 al

año, en dinero o en lo que con el dinero puede comprar. Como parece

ser que no existe la posibilidad de que ésta sea una balanza deVcdores, ni la de que esté representada por un aumento en las

reservas de oro o algo parecido, la riqueza de la comunidad y su

nivel de vida parecerían estar elevándose. La balanza de Q2 000

calculada, aunque es resultado de innumerables cálculos pequeñosde mayor o menor dificultad y exactitud, no puede estar muy lejos

de la verdad. Hay suficientes razones para creer, en primer término,

que la balanza de pagos es realmente favorable, no desfavorable;

si así no fuere, los indígenas perderían sus tierras o las venderían

a los foráneos en mayor proporción de lo que ocurre, o estarían

abandonando la comunidad o trabajando mucho más para los ex-

traños, o bien la población estaría disminuyendo en vez de aumentar.En segundo término, parece improbable que la balanza sea superior

a Q2 000 más o menos, porque no existen evidencias de que hayaun alza grande en el nivel de vida ni en la acumulación de reservas

monetarias.

Nivel de vida

El tipo "corriente" de riqueza, ingreso o egreso en la comunidad,

da una idea muy imperfecta de las condiciones que prevalecen entre

los indígenas. La discusión de la distribución de las tierras indígenas

(Tenencia y prácticas de la tierra) mostró la desigualdad de riqueza

que existe entre las familias; la inclusión de otros renglones del

activo, además de la tierra, pesa muy poco en las conclusiones quese extraen. De acuerdo con los niveles locales, algunas familias

(pocas) son muy ricas; y muchas son muy pobres. Cuando se recu-

rrió de manera independiente a dos informantes para medir la

riqueza de las 157 familias con base en una escala de 1 a 100,

se fijó en 70 la línea divisoria entre el "rico" y el "mediano"; uninformante situó a 12 familias de 70 para arriba, y el otro situó a23 en la misma posición. La divisoria entre el "mediano" y el

"pobre" se fijó en 30; el primer informante situó a 96 familias

abajo de este límite, y el otro situó allí mismo a 76. En realidad,

existe una diferencia grande entre la familia más rica y la siguiente,

aunque en seguida las diferencias son graduales. La división en

Page 179: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

EL CAPITALISMO DEL CENTAVO 481

clases es arbitraria; si se necesitara prueba de ello, las diferencias

de opinión entre los dos informantes la proporcionarían. Los resul-

tados de la forma como los informantes escalonaron la riqueza delas familias se encuentran en el apéndice número 3. La discusión

de tales diferencias es tema principal en la sección titulada Impor-tancia de loa Diferencifu de Riqueza,

ComparacioneM

Creo ocioso hablar demasiado con miras a evaluar el nivel devida de Panajachel. Parece ser que la familia corriente consumebienes por valor de Q160 al afto, incluyendo el valor del trabajo

necesario para producir algunos de los mismos; empero, ello nosignifica necesariamente que el nivel de vida constituya la quinta

parte del de una comunidad, digamos, de los Estados Unidos, dondela familia corriente consume bienes por valor de Q800. Podríanmencionarse otros tres factores en relación con la diferencia: pri-

mero, hay una cuestión de contabilidad estrictamente. En Panajachel

se ha fijado en Q1.70 por familia el costo de construir y reparar

casas al afto, incluyendo el valor de la mano de obra; empero, el

valor del alquiler de la casa para una familia (si se incurriera

en tal gasto) ascenderia a QIO al afto, y quizá a mucho más. De la

misma manera, los costos de la ropa han sido calculados con base

en el costo real para los indígenas. Si se siguiera otro método de

contabilidad, el valor de los bienes consumidos por la familia co-

rriente podría subir de Q160 a Q200. En segundo término están las

diferencias de precios. Una comparación entre los precios de Pana-

jachel (apéndice número 2) y los que prevalecen en la comunidadnorteamericana podria demostrar que los Q160 ó Q200 equivalen

al doble o al triple. El quetzal guatemalteco y el dólar norteamericano

se encuentran a la par en el cambio internacional, pero con unquetzal se adquieren muchos más artículos en Panajachel que con

un dólar en cualquier parte de los Estados Unidos. En tercer lugar,

existen diferencias culturales y sociales importantes, que hacen di-

fíciles, si no vanas, las comparaciones realmente amplias de cual-

quier clase. Las casas indígenas son poco acabadas (y baratas), nonecesariamente porque los indígenas no puedan permitirse unaclase mejor, sino porque su cultura requiere esa clase. No consumenproductos lácteos (los cuales son caros), porque, en parte por lo

menos, el gusto por los mismos no se halla en su tradición. Paganpocos impuestos, sea porque ganan poco, sea porque su comunidad

12 - El Capitalismo - Tomo II

Page 180: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

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EL CAPITALISMO DEL CENTAVO 483

está sostenida en gran medida por su trabajo. Finalmente, deseoscomo el de poseer automóviles, radios, instrumentos eléctricos, etcé-

tera, o como el de disfrutar de películas, aún se encuentran fuerade su cultura (aunque su consecución se encuentre más allá de susmedios).

Los resultados de la encuesta sobre la alimentación (cuadro

número 75) indica que los indígenas no están desnutridos en alto

grado. Descontando lo relativo a la riboflavina (aunque aquí cabría

preguntar por la cal que consumen), por lo menos alcanzan el

promedio de las cantidades recomendadas de cada uno de los artículos

analizados, aunque ello puede deberse a que la minoría tiene unadieta superior y la mayoría una dieta muy deficiente. Ciertamente,

las familias más pobres se encuentran bastante fuera de nivel (cua-

dro número 65).

Al comparar a Panajachel con los pueblos vecinos hay razón

para creer que el nivel de vida del primero sea más alto que el

de la mayoría de los otros.*'* De los pueblos del lago, sólo San Pedrotiene un nivel francamente más elevado.*'* Es probable que Pana-

jachel también esté mejor que algunas comunidades como las de

Solóla y Chichicastenango. Indirectamente se pueden juzgar tales

diferencias observando cómo se ganan la vida los pueblos. Losindígenas de Panajachel van raras veces a trabajar a las plantaciones

o a otros pueblos como asalariados por día. La gente de pueblos comoSanta Catarina Palopó y Solóla trabaja mucho más fuera de sus

comunidades. En la suposición (aparentemente correcta) de quela gente se ve forzada por la necesidad económica a trabajar fuera

173 Las comparaciones que se hacen en el cuadro número 75 indican que la dieta

de Panajachel es decididamente más rica que la dieta indígena promedio en las diversas

comunidades estudiadas. Ciertamente, se encuentra muy poco por debajo de la dieta

ladina corriente y la dieta de los ladinos de Panajachel. Las^ dos únicas comunidadesindígenas (entre 10) que tenían un consumo más alto de calorías eran Santiago Chimal-tenango y San Pedro la Laguna. Por alguna coincidencia, los tres pueblos "nutricional-mcntc mejores" son los únicos de la muestra sobre los cuales tenemos estudios eco-nómicos generales. Santiago Chimaltenango es el sujeto de la monografía de CharlesWagley intitulada The Economics of a Guatemalan ViIIage», 1941. San Pedro fue estu-diado independientemente por Juan de Dios Rosales y Benjamín Paul. Un volumensobre la economía de San Pedro, preparado con la colaboración de Julio de la Fuente,será publicado (en español) dentro de poco tiempo,

174 Este juicio está basado en la observación general.^ Los datos relativos a la

nutrición (de una muestra de 14 familias) lo respaldan. Siguiendo el orden del cuadronúmero 75, los resultados son: 3 320; 81.3; 322; 1 134; 26; 5 702; 58; 3.8; 1; 16, quesuperan a los de Panajachel en todos los renglones. Es curioso, pero en San Pedro habíados fanailias pobres cuya dieta era inferior al promedio de las familias más pobres decualquier otra comunidad. No consumían más que 2 449 calorías y 54.3 gramos deproteínas.

Santiago Chimaltenango. Estudio antropológico-social de una comunidad indígenade Huehuetenango. Tipografía Nacional, 1957. Publicación número 4 del Seminario deIntegración Social Guatemalteca. (Nota de los autores).

Page 182: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

484 S O L T A X

de su comunidad, lo dicho evidencia que Panajachel es más rico

que la mayoría de los pueblos vecinos. Otra manera de juzgar con-

siste en examinar el salario básico por un día de trabajo. En Pana-

jachel era de 16 1/2 centavos en 1936, en Atitlán de 10, y en Chichi-

castenango de 12 ó 13 (bajando a 10 en 1935-38). No he sabido de

ningún pueblo vecino donde el salario sea más alto que en Pana-jachel. Si los indígenas ganan más en este pueblo, probablemente

también gastan más. Otro indicio que puede tomarse en cuenta es

que en los años pasados los indígenas de Panajachel no han estado

cediendo muchas tierras a los foráneos, en tanto que en la vecina

Santa Catarina, por lo menos, las tierras estaban siendo enajenadas

definitivamente a alta velocidad.

También es probable que el nivel de vida estuviese mejorandoen Panajachel entre 1936 y 1940, por lo menos. Ello, en parte, se

debió a las condiciones económicas mundiales. En los últimos años

de la década que terminó en 1930 (cuando los precios del café eran

altos), Guatemala tenía relativa prosperidad, con participación de

todos los pueblos; ciertamente, Panajachel compartió tal prospe-

ridad, porque cultivaba café. El mercado del café sufrió un colapso

a principios de la década siguiente y Panajachel fue alcanzado por

la depresión, lo mismo que otros pueblos: hubo rebajas de salarios, la

gente tuvo que prescindir de las linternas de baterías y hacer durar

más sus prendas de vestir, y las erogaciones festivas fueron severa-

mente recortadas. En cambio, cuando principió este estudio las con-

diciones mundiales (y el mercado del café) habían cambiado y los

tiempos eran mejores en Panajachel. Sin embargo, esta comunidadmejoró más rápidamente que la mayoría de los pueblos, en virtud

de una nueva fuente de ingreso (el aumento del turismo, tanto na-

cional como extranjero; la instalación de nuevos hoteles y casas

de campo a la orilla del lago, etcétera). La industria turística se

desarrolló ininterrumpidamente durante el período del estudio, conel resultado de que se abrieron nuevos mercados para los productos

del pueblo, se obtuvieron mejores precios y en general aumentó la

población no competitiva.

Aun había otro factor que tendía a mejorar las condiciones enmuchos pueblos, entre ellos Panajachel. Se trata del súbito desa-

rrollo de los servicios regulares de transporte representados por las

líneas de camiones y autobuses. En 1936 había un servicio mixto(carga y pasajeros) entre la ciudad capital y Solóla (pasando porPanajachel), que hacía tres viajes redondos a la semana. En 1937

Page 183: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

EL CAPITAUSMO DEL CENTAVO 485

había tres unidades mixtas que hacían un viaje redondo diario,

además de otras que funcionaban irregularmente. Después de quelos panajachelenses iban a pie a Guatemala e invertían una semanaen vender una carga de cebollas, empezaron a servirse de los vehículos

a motor y a invertir sólo dos o tres días en la venta de un carga-

mento mayor. La competencia rebajó los pasajes y los fletes hasta

hacer que el ahorro de tiempo compensara con facilidad el costo.

Para la región entera, el resultado fue que se logró invertir mástiempo que antes en la producción de bienes, y se necesitó de menostiempo para la distribución de los mismos. Como la población indí-

gena del país es la encargada de la distribución, asi como de unaparte considerable de la producción, los indígenas, por la utilización

del transporte motorizado quedan habilitados para producir y con-

sumir más. (Sin embargo, es de advertir que en Panajachel el

efecto de este fenómeno se sintió ligeramente, pues el transporte

a motor hizo que el precio de la cebolla decayera en la ciudad de

Guatemala). Panajachel tiene el defecto de que sus recursos terri-

toriales son muy limitados, lo cual limita a su vez el desarrollo

de la producción, si no se cuenta más que con un simple aumentoen la disponibilidad de tiempo. No obstante, si la comunicación con la

capital y con otros pueblos se hace más estrecha, pueden cultivarse

y lanzarse al mercado nuevos productos. Un ejemplo lo constituye

la fresa, fruta que sólo es redituable si el acceso a los grandes

mercados es fácil; la experiencia demostró en 1937 y 1938 que la

dependencia exclusiva del mercado local no hizo más que abaratar

los precios de esta clase de frutas cuando la producción aumentó.

En cualquier discusión acerca de las relaciones entre la produc-

ción y el nivel de vida es conveniente recordar que los indígenas de

Panajachel aprenden rápidamente a sacar partido de las nuevas

oportunidades económicas.

Page 184: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

FUNCIONES DE LA RIQUEZA

MÉTODO

Esta sección enlazará partes de todo el libro para asociar grados

diferentes de riqueza con a) diferentes modos de vida, y h) familias.

Por tanto, y pese a su carácter selectivo, es una especie de resumendel libro; además, agrega bastantes hechos e interpretaciones. Tam-bién pretende aclarar los métodos utilizados en el estudio de campo.Este es un ejemplo de estudio hecho en el seno de una sociedad

muy pequeña, que carece de registros escritos, y puede servir parailustrar la manera de recabar datos en relación con un problema entales circunstancias.

Virtualmente, en la comunidad indígena de Panajachel no se

dispone de otra cosa para hacer un estudio sino del paisaje, del

hombre y de lo que éste ha hecho con aquél. Algunas problemasse resuelven con sencillez: por ejemplo, se pueden recoger los

datos y las narraciones populares haciendo que los indígenas relaten

cuentos, y se pueden aprender las técnicas agrícolas observando el

trabajo de los agricultores y formulándoles preguntas. Empero, las

respuestas a muchas preguntas no están "en las cabezas" de los

propios indígenas. Por ejemplo, no tiene sentido preguntar a unindígena lo siguiente: "¿Cuál es su sistema de parentesco?" Envez de ello, se recaba una gran diversidad de informes genealógicos,

de hechos concernientes al matrimonio, de datos relativos a la

residencia y a la conducta de los parientes, y de términos para desig-

nar a los mismos, y de allí se "extrae" el sistema. De la mismamanera, no es posible preguntar a un indígena por el ingreso anual

de la comunidad; más bien, el investigador recaba datos y extrae

sus propias conclusiones.

Lo dicho puede aplicarse a cualquier comunidad. Ni en Pana-

jachel ni en los Estados Unidos se pueden formular preguntas de

esta clase, a menos que se le hagan al sociólogo o al economista,

capacitado para compilar registros sobre cuya base se pueden ob-

tener conclusiones. La diferencia estriba en el hecho de que enlos Estados Unidos el investigador depende de los registros es-

critos, incluyendo los informes recabados por otros estudiosos. Si

se exceptúan las estadísticas vitales, tales registros no existen en Pa-

najachel. Ciertamente, como la comunidad indígena de Panajachel

486

Page 185: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

EL CAPITALISMO DEL CENTAVO 487

es analfabeta, no es posible obtener siquiera materiales escritos pormedio de cuestionarios e instrumentos similares. No hay censoslocales. No se puede contar con la ayuda de los niños de escuela.

Hasta el dato más insignificante en bruto depende del etnógrafo

(o de su esposa o de cualquier ayudante que pueda encontrar yentrenar en la comunidad). Por supuesto, la situación se ve com-pensada por la pequenez de la comunidad, lo que permite conocerpersonalmente muchos de sus aspectos.

A pesar de sus dificultades inherentes, este estudio pretende ser

cuantitativo, con las cantidades especificadas para la comunidadentera, y completo. Es cuantitativo porque en todo momento se hahecho el esfuerzo de dar respuesta a la pregunta "¿cuánto?", tanto

como a las preguntas "¿qué?", "¿quién?" y "¿cómo?". Se refiere

a toda la comunidad, porque su objeto no es sólo decir qué y cuánto

produce y consume un individuo o varios, sino precisar qué y cuántoproduce y consume toda la comunidad en un año. Pretende ser

completo por cuanto que trata de registrar no algunos, sino todos

los gastos de la comunidad en tiempo y en dinero; y hacer uninventario total del tiempo, el dinero y los recursos de la comunidad.

Lo siguiente se encuentra lejos de ser un resumen histórico

de lo que hice en el campo. Más bien es una idealización; es lo queme agradaria haber hecho; o, acaso, lo que me gustaría presumirde haber hecho. No vale la pena enviar a la imprenta mis chapu-

cerías; basta haberlas distribuido en micropelícula. Lo que sigue deja

filtrar algo de lo que aprendí por la experiencia de hacerlo. Todoslos renglones del método que menciono están descritos con sufi-

ciente honestidad. Sin embargo, el orden está conformado racional-

mente, y su disposición lógica proviene del conocimiento posterior.

Supongamos ahora que el lector llega a Panajachel (comollegué yo) con algún conocimiento acerca del área general. Hastaun turista de los que permanecen allá dos semanas podria averiguar

(por las diferencias regionales, los mercados monetarios y los co-

merciantes, que, por cierto, ¡también forman parte de la atracción

turistica!) que la economía se parece un poco a la de nosotroslos norteamericanos. No se trata del paraíso de la isla de Melville,

y no puede enfocarse como si fuera una novela. Podría necesitarse

un poco más de tiempo para descubrir que existe un sistema depropiedad privada, racionalismo económico y libre empresa, par-

ticularmente porque los guías de turistas con frecuencia confundenlos términos. Por ejemplo, se oye decir (y se lee) que los comer-

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488 SOL T Á X

ciantes no venden en la carretera, sino exclusivamente en los mer-cados, ya sea por los tabús, o porque gozan llegando al mercado; oque los indígenas se acostumbran tanto a la carga que cuandoregresan del mercado sustituyen por piedras las mercancías quehan vendido. Sin embargo, a menos que una persona esté ciega,

pronto se da cuenta de que hay motivaciones económicas que operan,

y de que la comparación de esta sociedad con la nuestra podría ser

útil y válida. Casi no se necesita tiempo para observar que Pana-jachel, específicamente, se especializa en el cultivo de legumbres,

frutas y café, y que cambia su producción por gran parte de lo quenecesita para vivir y que es cultivado o manufacturado en pueblos

igualmente especializados.

Cuando el visitante se establece en Panajachel y entabla con-

versación con los indígenas, pronto se da cuenta de que hay personas

"ricas" y "pobres"; ellas mismas se refieren a estas diferencias.

Supongamos que se pregunte entonces, cuan ricos son unos y cuanpobres los otros; cuántos son ricos y cuántos pobres; si las dife-

rencias unen o separan a las familias; si la riqueza permanece den-

tro de un grupo familiar de generación en generación; en qué grado

tienden los individuos a enriquecerse o empobrecerse durante el

curso de sus vidas; y cuáles son las prerrogativas de la riqueza.

Supongamos también que nos interesamos en lo que la gente dice

o piensa acerca de estas cuestiones, tanto como en los hechos obje-

tivos relativos a las mismas. En resumen, supongamos que, sin

emplear los términos, nos interesamos en los aspectos de "clase"

de las diferencias de riqueza.

Ello nos permite abordar la cuestión como un problema de área.

Definición de la comunidad para el estudio

El primer paso consiste en definir la comunidad de las personas

acerca de las cuales se formulan las preguntas. Se hace patente

desde el principio (por cierto a través de las publicaciones censales)

que hay dos clases de población: ladina e indígena. No sólo existe

conciencia de los grupos, de manera que las personas se refieren

a ellas mismas y a las demás como ladinas o indígenas, sino que haysignos visibles. La lengua materna de los ladinos es el español; los

indígenas hablan una lengua indígena en su hogar y pronuncian el

español con acento peculiar. Estos visten trajes distintivos de vis-

tosos colores; los otros visten ropas de corte europeo. La mayorparte de los ladinos vive en el "centro" del poblado, donde están

Page 187: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

EL CAPITALISMO DEL CENTAVO 489

las calles; los indígenas viven dispersos entre los huertos y los

cafetales. Los ladinos son personas más o menos educadas queatienden farmacias y tiendas (aunque hay algunos analfabetos ypobres que en ciertos aspectos "viven como indígenas"), y habitancasas con paredes repelladas, ventanas con postigos, puertas concerraduras de metal, pisos de ladrillo, cocinas con estufas provistas

de chimenea, etcétera. En todos estos criterios pueden encontrarsecasos fronterizos, de manera que ninguno de ellos puede tomarsecon demasiada seriedad. Por ejemplo, durante algunos años conservé

en mi lista de indígenas a algunas familias "indígenas" que tenían

apellidos de tal grupo y vivían, por lo menos a medias, como tales;

sus miembros estaban casados con personas ladinas. Finalmentedecidí que era mejor considerarlas como ladinas, porque socialmente

participaban al lado de los ladinos, no con la comunidad indígena.

I>espués de haber visto que existían dos sociedades, la participación

constituyó la prueba final. La prueba crítica vino a ser la obligación

de servir dentro del sistema político-religioso indígena: una familia

servía en él; o no servía.

Habiéndose determinado la presencia de dos sociedades, hubi-

mos de decidir si formulábamos nuestras preguntas a unos, a otros

o a ambos. Para los propósitos presentes, permítasenos elegir a los

indígenas.!" En realidad, en gran parte elegimos a los indígenas.

Una buena razón para ello estriba en el hecho de que la sociedad

ladina forma parte de una sociedad ladina generalizada que traspasa

los límites de las comunidades locales, y hubiese sido difícil hallar

respuesta para nuestra clase de preguntas estudiando sólo a los

ladinos de Panajachel.

Casi es igualmente obvio que hay indígenas "foráneos" quepueden distinguirse de los panajachelenses. Se dice que son solo-

latecos, totonicapenses, catarinenses, etcétera; tienen apellidos dife-

rentes; visten trajes distintos (los de sus pueblos de origen); yhablan dialectos diferentes de los que hablan los indígenas cuyas

familias han residido durante mucho tiempo en Panajachel. Noobstante, tampoco estas distinciones tienen perfiles precisos. Ciertos

indígenas de otros pueblos cambian de indumentaria o contraen

nupcias con personas panajachelenses. Algunas unidades domésticas

175 Los antropólogos suelen estudiar a los indígenas (es decir, a las poblaciones deculturas extrañas), pero la tradición se ha hecho rápidamente a un lado en los añosrecientes. Ciertamente, cuando hacíamos nuestro estudio se nos unió un antropólogo(Isabel Sklow) para estudiar precisamente la comunidad ladina de Panajachel. En los

últimos años, el Committee on Latin American Anthropology of the National ResearchCoundl formuló un programa para tales estudios (American Anthropologist, 1949).

Page 188: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

490 S O L T A X

son "mixtas". Algunas de las más típicas familias panajachelensesdescienden de indígenas que inmigraron hace algunas generaciones.

Por tanto, la prueba útil vuelve a ser la de la participación. Asise aclara el concepto, no de una sociedad mdígena de Panajachel,sino el de una sociedad indígena panajachelense; si una familiaparticipa plenamente en su organización y en sus ritos, forma parte

de la sociedad más restringida. Para algunos propósitos nos confor-

maremos con estudiar a los indígenas "foráneos" en forma menoscompleta que a los panajachelenses.

Habiendo delimitado la comunidad a la cual formularemos las

preguntas propuestas, se presenta el problema de definirla. ¿Quié-nes son las gentes, cuántas son, dónde viven, cómo se interrelacionan,

etcétera?

Aquí llega a su término cualquier pretensión de trabajar cote-

jando simplemente las impresiones casuales. Ahora es necesario

empezar a recabar sistemáticamente los materiales. El trabajo puededi\idirse en cuatro partes:

1* Levantando un censo de casa en casa, e identificando a cadauno de los habitantes con miras a determinar su filiación étnica (la-

dino, sololateco, panajachelense, etcétera), sus relaciones dentro

de la unidad, su edad aproximada, etcétera.

2* Haciendo cuidadosamente un mapa, para situar en él todas

las unidades domésticas. Esta tarea es más difícil de lo que parece.

La primera vez que hice el recorrido, junto con un ayudante ladino,

pasé por alto alrededor de un tercio de los establecimientos indí-

genas; los mismos no estaban a la vera de la senda y quedabanocultos por el cafetal. El objeto era identificar y situar en el mapaa todas las casas; de ahí en adelante la posibilidad de omisión

quedaba reducida a aquellas casas que están comprendidas dentro

de las unidades domésticas. El mapa y el censo fueron levantados

juntos. Aunque los funcionarios me acompañaron en otro pueblo

para que pudiera lograr un censo correcto (con las desventajas

concomitantes), en Panajachel dependí de mis amigos indígenas e

invertí un tiempo considerable. Después de dos años o más aún

estaba corrigiendo errores; en cambio, al fin llegó la época en la

que yo podía ubicar a cualquier persona que oyera mencionar con

toda facilidad; asimismo, no hubo casa en la que no conociera a

toda la familia. Si bien las edades de los niños y, en algunas ocasiones

el sexo de los infantes, quedaba sin determinar, llegamos a contar

con un censo completo.

Page 189: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

EL CAPITAUSMO DEL CENTAVO 491

3* Recabando informes genealógicos, los cuales, al reunirse,

muestran cómo está (o no está) emparentada cualquier persona concualquier otra. Se incluyó a los indígenas "foráneos" para corroborar

su separación. La información genealógica se obtiene preguntando

a los amigos los nombres de sus hermanos y los de los hijos deéstos; los de sus padres y los de los hijos, los nietos, etcétera, de los

hermanos de sus padres; los de sus bisabuelos y los hermanos deéstos, etcétera, en círculos cada vez más amplios, hasta que ya nosaben nada. De paso se averiguan muchas cosas relativas a cadapariente (incluso cosas que el problema a discusión no abarca).

Cuando se han obtenido suficientes genealogías de este tipo ("ego"),

las mismas se reúnen para determinar en qué forma está empa-

rentada toda la gente de la comunidad. También se invierten añosen poner esto en claro, en el entendido de que nunca se llega a la

perfección. En 1941 descubrí errores mayúsculos en las anotaciones

relativas a las familias con las cuales habíamos estado en másestrecho contacto desde 1935. Con esta información agregada a la

que el mapa contiene, la comunidad es definida por cada individuo

computado y conocido en su interrelación temporal, espacial ybiológica (social).

4» Conociendo lo suficiente acerca de la participación social

(entre otros aspectos) de cada individuo y cada familia, para saber

si, y en su caso, cómo encajan dentro de la comunidad local; en

tonces se toman las decisiones (a menudo algo arbitrarias) relativas

a las inclusiones y las exclusiones en cuanto a la comunidad pana-

jachelense. Así, llegamos a tener una comunidad delimitada en unmomento dado, comunidad con respecto a la cual el problema se

presenta ahora de la manera que se indica en seguida.

Determinación de las diferencias de riqueza

No es difícil tomar una decisión en cuanto a la unidad socisd

que ha de utilizarse. Aunque pronto se hace evidente que los indi-

viduos poseen propiedades, la conversación acerca de los individuos

pobres o ricos se interrumpe con la primera pregunta tendiente aaveriguar si la esposa es más rica o más pobre que su esposo, o si

uno de los hijos es rico. Los que integran una casa constituyen unasola unidad; las diferencias de riqueza pueden discutirse fructífera-

mente como si existieran entre las unidades domésticas, no entre

los individuos, definiendo la unidad como el grupo fíimiliar que

Page 190: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

492 S O L T A X

comparte una cocina y tiene, por lo menos en parte, un presupuesto

común.

Tampoco es difícil hallar al principio una medida aproximadade la riqueza, porque entre los agricultores la extensión de tierra

que poseen ofrece buenas sugestiones; como aquellos de los cuales

se dice que son ricos son también los que tienen fama de poseertierras extensas, y viceversa, adoptamos la sugestión como hipótesis

con una sola pregunta. En seguida, la primera tarea principal con-

siste en aplicar esta medida:

¿Cuáles son las tierras incluidas? El mapa que se hizo contiene,

además de los rasgos naturales y de las casas, los límites de las

tierras poseídas, pues las distintas tierras probablemente tienen

valores diferentes. Lo que se hizo en el caso de la gente se haceahora para la tierra. El objeto es dar cuenta de todo palmo de tierra,

al margen de si pertenece a los indígenas, a los ladinos, o a terceros,

y comprender su utilización. El límite del área de la comunidadno es difícil de precisar, porque todas las tierras poseídas por los

panajachelenses se encuentran en la extensión inmediatamente vi-

sible, en el delta y en las colinas que dominan a éste; o bien se dice

específicamente que están en Santa Catarina o en cualquier otra

parte. Resulta ocioso decir que los límites del municipio de Pana-

jachel se encuentran más allá de la sección comprendida en el mapa,puesto que la comunidad no posee ni utiliza las tierras restantes.

El problema estriba ahora en determinar las tenencias de cada

unidad doméstica indígena. Siempre que fue posible, las parcelas

se midieron a pasos mientras se levantaba el mapa. Este hubo de

ser suficientemente exacto para que las medidas coincidieran dentro

de él; eventualmente hubo de volverse a trazar para lograr la

exactitud deseada, y sólo después de cinco años (al final del estudio)

fue posible integrar todas las parcelas sin demasiada fricción. Lomismo que en el caso de la gente, fue necesario tener una base

temporal para el mapa, y rastrear a través de todas las vicisitudes

quién poseía cuáles tierras y cómo se utilizaban las mismas enmayo de 1936.

Independientemente del mapa, que daba razón de todas las

tierras, se hizo un inventario de las tierras poseídas por todas las

familias de Panajachel. Con una tarjeta de 4 por 6 para cada unidad

doméstica, recorrí simplemente éstas con amigos conocedores para

que me dijeran cuáles tierras poseía cada una. Con ello no sólo se

corroboró la información obtenida por otros medios, sino que se

Page 191: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

EL CAPITAUSMO DEL CENTAVO 493

incluyeron las propiedades situadas fuera del área cubierta por

el mapa. Sobre la tierra se obtuvieron muchos informes de maneracasual, hasta que llegó el momento en que las dudas y las discre-

pancias fueron eliminadas. En toda la información verbal obtenida

sobre la tierra, la vaguedad de las medidas (cuerdas de distintas

extensiones) se agrega a las dificultades corrientes.

Los datos acerca de la tenencia de la tierra nunca se separaron

de los relativos a su uso, puesto que se hizo evidente que distintas

dases de tierras eran valuadas diferentemente. Empero, la cuestión

de tales diferencias de valor requirió el total entendimiento de lo

siguiente:

!• Las prácticas agrícolas y la tecnología, las creencias y las

prácticas relativas a todos los aspectos de la agricultura y la crianza

de animales. Se hizo necesaria la indagación sistemática, comple-

mentada por la observación; además, contamos con la experiencia

de sembrar, cuidar y cosechar nuestra parcela experimental.

2* El trabajo necesario para producir cosechas. Ello requiere unestudio general del valor y del uso del tiempo; de la división del

trabajo y de las diferencias en el uso y en el valor del tiempo por

grupos de edad y de sexo. El problema del tiempo necesario para

cada tarea en los campos (en este caso contamos con la ayuda de

un documento preparado para el presidente de la república) com-

prende la eficiencia relativa de la mano de obra asalariada y de la

familiar, asi como los salarios y otras retribuciones que se dancorrientemente a la mano de obra asalariada, etcétera,

3' Los rendimientos. Para cotejar en la forma más segura las

afirmaciones de los informantes se hacen muestras y luego se

cuenta, mide o pesa. Ello no es difícil cuando el investigador cuenta

con amigos dispuestos a ayudarlo. Es fácil contar la cosecha de

cebollas, ajos y similares (y resulta superfluo cotejar las afirma-

ciones de los informantes, los cuales siempre están contando estos

productos para la venta) ; el caso del maíz resulta mucho más difícil,

pues este grano se cosecha para el consumo doméstico y en realidad

no forma parte del complejo comercial.

4' Los precios, que aparejan el estudio del sistema total del

mercado, de la variedad de maneras para la disposición de la pro-

ducción, etcétera. En un lugar como Panajachel, donde el comercio

es como el aire que se respira, el investigador logra un sólido punto

de apoyo general para su trabajo específico por el simple hecho de

vivir allí y, como consecuencia de ello, de participar en la contienda

Page 192: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

494 S O L T A X

comercial. Tanto es así que presté muy poca atención al registro

de los precios; debiera haber tenido a mano una lista de artículos, amanera de recordatorio para recabar y anotar sistemáticamente

los precios a intervalos semanales durante todo el año y en distintos

sitios. Como no lo hice, sólo me fue posible cotejar el conocimiento

de los informantes indígenas confiables (que es excelente) con los

renglones que se me ocurrió registrar, y con los escasos índices

de precios publicados que se encuentran disponibles. A continuación

es posible hacer distinciones entre: a) la tierra de las colinas, depoco valor relativamente, con sus subdivisiones de tierras sin* valor

ni utilidad, campos milperos, y tierras en barbecho utilizadas comocampos de pastoreo; y h) la del delta, que se divide de la manerasiguiente: 1' tierra no regable, donde sólo puede cultivarse maíz enla estación de las lluvias, aunque, como es casi llana, es mejorque la de las colinas; 2' tierra cultivada de café; y 3' tierra en la

cual se practica la horticultura todo el año. La validez de esta cla-

sificación depende de todos los informes insinuados anteriormente;

por ejemplo, que la tierra para la horticultura es igualmente valiosa

sin entrar a considerar lo que se esté cultivando en ella, es conclusión

que se basa en el conocimiento de las prácticas agrícolas, los

rendimientos, las necesidades de mano de obra y los precios.

A esta altura es posible tabular la extensión de tierra de

cada clase importante que posee cada unidad doméstica. Para fijar

el valor de cada clase de tierra volvemos a los datos sobre rendi-

mientos y precios, para ver qué es lo que la tierra produce; empero,

los datos también son vistos de la manera siguiente: 1' precios de

venta, cuando la tierra se enajena. Ello requiere que se recaben yanalicen casos, con conocimiento de las circunstancias. Hasta es

posible probar "experimentalmente" las conclusiones, por el proce-

dimiento de regatear por la tierra. 2' Valores de arrendamiento. Este

aspecto requiere no sólo muchos casos, sino un telón de fondo

constituido por una gran cantidad de informes relativos a las prác-

ticas del arrendamiento, que son variadas. 3' Valores de préstamo.

La práctica de empeñar las tierras es común (el prestamista tiene

derecho de uso sobre las tierras en tanto se le reintegra el dinero

que ha prestado); los casos deben tener también aquí un telón de

fondo constituido por muchas clases de informes generales para

el análisis apropiado.

Al reunir toda esta información se llega a una conclusión en

cuanto al valor en quetzales de cada tipo de tierra, y finalmente

Page 193: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

EL CAPITAUSMO DEL CENTAVO 495

es factible tabular el valor de la tierra de cada familia. Empero, al

llegar a este punto es aconsejable hacer una corrección para las

tierras empeñadas. Como el ingreso (y la riqueza efectiva) no perte-

nece a la familia que posee la tierra sino a la que la usa (a menudodurante tantos aflos que también podría ser transferida) es nece-

sario introducir la corrección en el sentido de adjudicar la tierra

empeñada a los acreedores.

Asi llegamos a contar con la tabulación de la riqueza de todas

las unidades domésticas al tenor de la tierra controlada, que es lo

mejor que la tierra puede decimos acerca de las diferencias de

riqueza.

No obstante, la tierra no es el único renglón en la cultura de

Panajachel. Entre otros que debemos considerar se encuentran los

siguientes:

1» Los animales domésticos. La investigación de la contabilidad

familiar (proceso complicado en si mismo) permite descubrir quelas aves de corral y los cerdos (que están lejos de constituir unamedida de la riqueza en el mismo sentido que la tierra) forman parte

del pasivo y constituyen riesgo (en Panajachel, donde el maíz para

alimentar a tales animales debe comprarse). Al estudiar los casos

de tenencia de animales (así como los de cultivos no redituables)

nos encontramos frente a problemas comprendidos dentro del campode la psicología, y aprendemos algunas cosas interesantes (que notienen interés por el momento); empero, la conclusión es clara:

como los ricos tienen más y los pobres menos animales domésticos,

y puesto que el valor de los mismos es escaso comparado con el

de la tierra, el orden de la riqueza determinado por la posesión y el

control de tierras, resulta poco afectado cuando se toma en cuenta

la tenencia de animales domésticos.

2* Los árboles frutales, que constituyen una medida legítima

de la riqueza. Es preciso levantar un censo especial de árboles

frutciles, calculando su rendimiento, sus precios, etcétera, para de-

terminar su valor. La fruta es particularmente valiosa, porqueno requiere más mano de obra que la necesaria para la cosecha

y el mercadeo. No obstante, después de recabar todos los datos se

ve que la misma no desordena la escala de la riqueza basada en la

tierra, porque los árboles frutales crecen en el delta, de maneraque cuantos más se tengan tanta más tierra se posee. El conoci-

miento de lo dicho ahorra muchos cálculos complicados.

Page 194: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

496 S O L T A X

3' Las casas, los utensilios, los muebles, etcétera. Estos difieren

en las distintas unidades domésticas, pero el estudio de una muestrade ricos, medianos y pobres (conforme a la escala de la riqueza entierras) demuestra que la variación no es proporcional a la riqueza.

Lo mismo puede decirse de la ropa, etcétera. Estos artículos corro-

boran la medida de la tierra; son demasiado pequeños para medirla riqueza y, por supuesto, no son productores de riqueza.

4' Las ocupaciones no agrícolas. Hay artesanos y profesionales

(especialistas en asuntos sobrenaturales, etcétera) de la misma ma-nera que hay comerciantes en la comunidad; tales actividades noson de tiempo completo. Hubo de hacerse un cuidadoso censo de

tales ocupaciones y de recabarse información muy variada paradeterminar cuan importantes son económicamente las mismas. Enalgunos casos (pocos) fueron suficientemente importantes para

ameritar que se las considerara al determinar la escala de la ri-

queza basada sólo en la tierra.

En las impresiones de la gente se encuentra una corroboración

independiente más importante. A los informantes cuyos conoci-

mientos y meticulosidad han sido demostrados (preferiblemente

si son más de dos, que fueron los utilizados en Panajachel) se les

pide que sitúen a todas las unidades domésticas en una escala de

riqueza de 1 a 100. Las impresiones de los informantes resultan

bastante buenas en la comparación, y se ajustan suficientemente al

ordenamiento hecho con base en la tierra controlada. En seguida el

problema estriba en examinar las discrepancias, para ver por quélas impresiones podrían diferir, o difieren, de lo que parece ser la

riqueza objetiva conforme a su medida en tierras. Las diferencias

más flagrantes entre las impresiones de los informantes y la riqueza,

conforme fue medida, resultan ser interpretaciones, de donde se

concluye que la medida de la tierra controlada es confiable para la

mensuración de las diferencias de riqueza.

Las 134 unidades domésticas panajachelenses podrían ser colo-

cadas en orden de riqueza (apéndice número 3) utilizando el valor

de la tierra controlada como una de las bases importantes del juicio.

Las unidades domésticas "foráneas" fueron colocadas en la mismaescala, pero, en este caso, la ocupación y otros criterios con fre-

cuencia tuvieron mayor importancia que la tierra como bases paraformar juicio. A continuación agregué a la numeración original

de las casas, que había tenido carácter geográfico, el número deorden que les correspondía de acuerdo con su riqueza, y principié

a traer otros datos para apoyar las cuestiones siguientes.

Page 195: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

EL CAPITAUSMO DEL CENTAVO 497

SIGNIFICADO DE LAS DIFERENCIAS DE RIQUEZA

Para probar las correlaciones de la riqueza y la pobreza parece

aconsejable subdividir las 132 familias panajachelenses en grupos

de riqueza. Como 132 es divisible por cuatro, dividí a las familias en

cuartos, en vez de seguir el método de tercios, que es más corriente.

El cuarto superior contiene los números 1-33, el siguiente los nú-

meros 34-66, y asi sucesivamente.

Locálizacián de la riqueza

Cuando los números de las casas pasan a ser también númerosde orden de la riqueza (mapa número 3), el cuidadoso examen de

las posiciones económicas de las diversas familias, tal como están

colocadas geográficamente, demuestra que existe un patrón reco-

nocible de localización. La parte oriental del delta puede dividirse

en dos secciones: la rica y la pobre. Se puede trazar una línea que

parta desde el rio, por debajo de las casas números 95 y 125, y que

vaya hacia el oeste durante más o menos dos tercios del camino que

conduce a la base de la colina, y de allí siga irregularmente el

rumbo sur, de manera que las casas números 43, 56, 2, 11, 17, 51 y 37

queden al oeste de ella; este apartado comprende 49 unidades do-

mésticas, de las cuales:

15 están en el primer cuarto da la riqueza

17 " " " segundo '

12 " " " tercer " " " "

5 " " " cuarto " " " "

Incluso si emparejáramos la línea de norte a sur, con objeto

de incluir dentro del área las casas números 73 y 119, y excluir

de ella la número 2, los números serían 14, 17, 13 y 6, respectiva-

mente, en cada uno de los cuatro cuartos de la escala de la riqueza;

de esta manera, 31 de las 50 familias se encuentran en la mitad rica.

13 - El Capitalismo - Tomo II

Page 196: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

498 S O L T A X

En contraste, en la parte restante del lado oriental, que com-prende la totalidad de las áreas septentrional y oriental, con 29casas, la situación de éstas es la siguiente:

2 están en el primer cuarto de la riqueza

1 " " " segundo " " "

11 " " " tercer " " '^

15 " " " cuarto " " "

O, si la linea se endereza, los números son 3, 1, 10 y 14 respec-

tivamente, con sólo 4 de las 28 familias en la mitad más rica de

la población.

El lado occidental del delta no presenta un panorama tan sen-

cillo, pero es digno de mención el hecho de que también aquí la

sección más rica se encuentra en el esquinero que da al río y al lago.

En toda la sección meridional de este lado del delta hay 5 familias

comprendidas en el cuarto más bajo y cuatro comprendidas en el

inmediato superior, de un total de 26 ó 28 familias, dependiendo

del trazo de la línea. Parece ser que si se reunieran los dos lados del

delta, la mayor concentración de familias ricas se encontraría enel centro de la amplia sección que da hacia el lago, y la gente pobre

(reconociendo siempre las excepciones) estaría hacia el norte y a

lo largo de los bordes de las colinas.

Ciertamente, parte de la explicación estriba en que la parte sur-

central del delta tiene las tierras más ricas, y la gente cuyos hogares

se encuentran allí ha heredado extensiones suficientes para obtener

un ventajoso punto de partida. Debe recordarse que sólo en esta

área poseen los indígenas la mayor parte de la tierra (mapa número5). También es cierto que esta sección, especialmente en su parte

oriental, es el sector más indígena y panajachelense del delta, y allí

se encuentra el núcleo de las familias más antiguas y estables. Seha observado que los indígenas que enajenan sus tierras tienden a

conservar los solares de sus casas durante más tiempo que el resto

de sus terrenos, de manera que es obvio que el lugar donde másindígenas viven es el mismo donde se esperaría encontrar al mayornúmero poseyendo, por lo menos, un mínimo de tierras; siendo

iguales las demás circunstancias, los indígenas de la vecindad enreferencia están cerca de la riqueza.

Debe señalarse que en el concepto nativo no hay sugestiones

acerca de las vecindades ricas o pobres. Los indígenas no se dan

Page 197: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

EL CAPITALISMO DEL CENTAVO 499

por enterados de que en una sección radica una parte mayor de la

riqueza que en otra; tampoco yo me percaté de ello en tanto el estu-

dio no estuvo virtualmente terminado y pude anotar los datos en el

mapa. No creo que los ricos tiendan a moverse hacia la sección cen-

tral del delta (si tal tendencia existe, de lo cual no tengo evidencias),

porque la misma sea preferida por ser una vecindad rica. Tal clase

de ideas parece extraAa al pensamiento y a todo el marco sociológico

de los indígenas de Panajachel. Las vecindades sólo son conocidas

por sus mojones y por los nombres de sus familias más numerosas;sus límites reconocidos no coinciden con los que he trazado aquí.

Tierra y riquega

Como la tierra es la medida más importante de la riqueza, es

significativo observar cómo ésta se relaciona con los patrones dearrendamiento y de empeño de aquélla. El cuadro número 76 com-para la extensión de las tierras poseidas y controladas por todas las

familias que participan en las transferencias de tierras por mediodel empeño.

El cuarto más pobre comprende las familias desposeídas de tie-

rras, lo mismo a otras que poseen pequeñas extensiones cuyo valor

no excede de Q48. Resulta claro que la razón por la cual ningunafamilia de este grupo ha prestado dinero con garantía de tierras,

estriba en el hecho de que no poseen, o casi no poseen tierra; todo

lo que tienen son solares de casas sin valor comercial. En el cuarto

medio-pobre (el penúltimo, en orden descendente) de la riqueza, el

número de familias que había empeñado tierras era de 10; en el

cuarto medio-rico (segundo, en orden descendente), era de 5; y en

el superior era de 13. En total, 8 féimilias (dos del cuarto medio-pobre

y tres en cada uno de los dos superiores) se encontraban en 1936

en ambos extremos de los convenios de empeño. En tres casos (unoen cada uno de los tres grupos superiores) la tierra empeñada valía

menos que el dinero recibido, de manera que en el cuadro quedaoculto el hecho de que fueran unidades domésticas deudoras. Portanto, el número de unidades domesticáis que tenían tierras empe-ñadas era realmente el siguiente:

Cuarto pobre O

Cuarto medio-pobre 11

Cuarto medio-rico 6

Cuarto rico 14

Page 198: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

500 SOL T A X

CUAJDBO N» 76

riqueza de las familias panajaghelensesrepre;sentada en tierras empeñadas

Orden de la riqueza de la tierra

Page 199: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

EL CAPITALISMO DEL CENTAVO 501

Continuación

Orden de la riqueza de la tierra

Valor de la cierra

Poseída Controlada

Distrito de pobreza media:

Page 200: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

502 S O L T A X

En la misma forma, el número de unidades domésticas que con-

trolaban tierras en empeño en 1936 puede resumirse de la manerasiguiente:

Cuarto pobre 5

Cuarto medio-pobre 5

Cuarto medio-rico 6

Cuarto rico 8

siendo Q26, Q18, Q55 y Q146, en los cuatro grupos, respectivamente,

el valor promedio de las tierras. Descontando una unidad doméstica

extraordinaria, el valor promedio hubiera sido de Q58 en el último

grupo.

Parecería que la gente pobre que ya posee algo de tierra se está

enriqueciendo; que los del grupo medio-pobre están descendiendo

en vez de ascender; que hay un considerable intercambio de posicio-

nes en el grupo medio-rico, de manera que son tantos los que se

están enriqueciendo como los que se están empobreciendo; y quelas familias más ricas están tendiendo a empobrecerse. Tambiéndebe observarse que la mayor parte de los cambios en las extensiones

de tierras controladas son pequeños; las familias cambian su posi-

ción relativa, pero en pequeño grado. Sin embargo, una familia (la

número 69) descendió desde la mitad de la escala hasta el fondoentre las familias terratenientes. En este caso la unidad doméstica

se ha desintegrado desde entonces: la madre, viuda, murió, y los

hijos abandonaron el pueblo para buscar trabajo. Otra familia (la

número 30) descendió desde la posición medio-rica hasta unirse a

las familias más pobres. Esta familia es bien conocida por haber

dilapidado su herencia. Caso similar es el de la familia número 27;

corre la versión de que, cuando sus padres murieron, el muchachoque ahora es jefe de la unidad doméstica quemó el papel monedaque le hablan dejado como herencia, pensando que era puro papel.

El descenso del caso extremo (el de la familia número 5), según melo contó uno de los personajes que figuraron en él, principió cuando

la familia perdió los servicios de un pariente deudor que la había

ayudado a enriquecerse con su trabajo. La enfermedad y la muertetambién jugaron su papel, y la familia ha perdido una extensión

mucho mayor de tierras a partir de 1936. No se encuentran casos

extremos de cambio de posición en dirección ascendente.

El cuadro número 77 demuestra que la mayoría de los arrenda-

tarios se encuentra en los grupos económicos medios. En el cuarto

Page 201: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

EL CAPITALISMO DEL CENTAVO 503

CUADBO Nt 77

RIQUEZA DE LAS FAMILIAS QUE ARRIENDAN TIERRAPARA LA AGRICULTURA»

Vtlor de la riem

Orden de U riqneta de U tíerr*"" ~

Poseld* Controladacontrofadl

Arrendada

Distrito más rico:

4

7

14 . ...25 Q263.31

28 257.75

30 232.25

Distrito de riqueza media:

35

36

37

38

40

42

43

44 166.00

46 165.10

47 161.68

51

53

55

57

59

60 124.94

61 123.11

62

64 113.25

Ver notas al final del cuadro.

«290.31

203.75

46.25

46.25

138.10

172.80

172.19

73.96

93.37

Q496.00

427.03

333.09

217.56

210.41

206.87

191.25

177.50

166.54

166.25

146.29

143.00

139.50

138.25

137.50

115.25

79.50

12.80

40.50

27.00

4.24

9.00»

38.36

54.00

31.24

7.12

9.00*

65.36

18.00*

54.00

8.56

120.00

17.04

54.00

82.38

7.12

5.68

199.50

9.00*

2.88

5.68

54.00*

Page 202: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

504 S O L T A X

Continuación

Valor de la tierra

Orden de la riqueza de la tierra

Poseída ControladaJ^o^nfrolada

Arrendada

Distrito de pobreza inedia:

67 Q107.25 27.00

70 Q102.50 Ql 16.001

9.00*

106.50

73 102.50 106.50

74 102.00 4.32

78 89.63 96.38 27.00

84 81.00 38.25 2.88

86 75.50 27.00

89 66.00 8.56

91 62.50 5.68

92 62.25 54.00

93 62.00 54.00

97 57.47 68.12 7.12

98 55.00 42.00 40.50

Distrito» más pobre:

100 47.25 27.00'

104 42.75 2.88»

105 40.50 59.68

106 33.10 73.60 7.12

107 30.75 13.50

109 30.50 4.88

112 29.75 54.00

114 28.50 4.50^*

115 28.25 124.50»

116 27.00 97.12 120.00

117 27.00 43.40 35.56

122 13.50 7.12

124 13.50 11.88

125 13.06 16.50

132 27.00

1 La tierra no vale realmente el precio en que fue alquilada, pues lo fue sólo parael cultivo de frijol; pero le he asignado un valor de tierra para horticultura,

2 Tierra usada sin pago, con permiso del empleador-propietario.

Page 203: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

EL CAPITAUSMO DEL CENTAVO 505

inferior hay 11, en el segundo 13, en el tercero 18, y en el superior 6.

Si se omite a los arrendatarios de tierras para el cultivo del frijol,

los números son 9, 13, 16 y 5, y el valor de las tierras arrendadas es

de Q336, Q471, Q753 y Q164, respectivamente, en los cuatro grupos.

Aparentemente, el arrendamiento aumenta hasta cierto punto en

proporción directa con la tierra que se posee; empero, los grandes

terratenientes no toman tierras en arrendamiento. Las personas

más pobres trabajan como asalariados para otras y no tienen tiempo

para dedicarse a la agricultura indei)endiente; por tal razón no tomantierras en arrendamiento. Los más ricos poseen toda la tierra que

necesitan. Los arrendatarios se encuentran en el centro.

Ocupaciones especialea y riqueza

El diagrama número 19 indica el nivel económico de los especia-

listas, tanto artesanos como profesionales. Hay algunas generaliza-

ciones evidentes.

1* Los indígenas inmigrantes forman grupo aparte como arte-

sanos; entre los panajachelenses no hay "clase" de artesanos. Unode los albaftiles posee pocas tierras, y el otro se encuentra en la

mitad de la escala de las tierras; dos de las mujeres que preparan

comida para la venta pertenecen a familias pobres, y la otra formaparte de una familia que se encuentra por encima del centro; la

mayoria de las mujeres que tejen para otros pertenecen a familias

pobres y medio-pobres, aunque hay una que forma parte del grupocasi-rico; los destazadores de cerdos pertenecen a los grupos medio

y rico.

2* Sin embargo, es notorio que los ricos en tierras practican

las artesanías menos que los pobres. Por ejemplo, la persona rica entierra clasificada como destazador de cerdos, conoce las técnicas

del caso, pero raras veces se dedica a esta actividad; las tejedoras

ricas tejen para otras menos que las tejedoras pobres.

3* Por otra parte, entre los profesionales existe la tendencia ano pertenecer a las familias más pobres ni al reducido grupo consti-

tuido por las más ricas; más bien se encuentran distribuidos enforma pareja entre los grupos del centro. Es probable que la

práctica de una profesión mejore la posición económica de la per-

sona, de manera que la misma puede adquirir más tierras y enrique-

cerse (o bien no se ve forzada a vender sus tierras y en consecuencia

Page 204: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

506 SOL T A X

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Diagrama 19. Ocupaciones especiales y escala de la riqueza en tierras.

a empobrecerse). Esta puede ser la razón por la cual no se encuen-

tran profesionales (con una excepción) entre las familias más pobres,

cuando la riqueza se mide por la tenencia de tierras. También es

probable, a pesar de que se dice que los especialistas en asuntos

sobrenaturales y las parteras son "llamados" a su profesión (la quedeben ejercer, a menos que quieran enfermar y morir), que exista

un importante motivo económico en la adquisición de una profesión.

Puede ocurrir que un curandero aprenda incidentalmente a tratar

una dolencia, y que posteriormente sea llamado a prestar sus servi-

cios como tal; empero, también es probable que los miembros de

las familias ricas, que tienen que atender tierras extensas y no nece-

Page 205: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

EL CAPITALISMO DEL CENTAVO 507

sitan fuentes especiales de ingreso, se resistan a adquirir fama comocuranderos. Es difícil no llegar a la conclusión de que los especialis-

tas en asuntos sobrenaturales, las parteras, los curanderos y los

músicos se interesan por aprender sus profesiones en parte por el

ingreso que las mismas representan, que la gente pobre se siente

atraída por tales profesiones, y que tiende a ascender en la escala

de la riqueza a través de éstas.

Las tejedoras se encuentran en todos los niveles, pero especial-

mente en la mitad inferior y en el cuarto superior (cuadro número78). Además de las 11 familias pertenecientes al cuarto inferior,

hay dos familias cuyas mujeres pueden tejer (falta informaciónsobre este caso). Parece razonable suponer que la gente pobre teje,

porque no puede darse el lujo de no hacerlo, y también para ganardinero, cuando teje para otros; que la gente extremadamente pobreteje menos que la que se encuentra en el peldaño inmediato supe-

rior, porque en este grupo no hay asalariados agricolas; y que los

miembros del segundo cuarto (orden descendente) de la riqueza

tejen poco, porque pueden pagar a otros por el trabajo, y porque ala vez poseen tierras suficientes para mantenerse ocupados. Sólo

me puedo explicar el hecho de que las familias pertenecientes ad

cuarto más rico tejan, pensando que pueden pagar trabajadores

asalariados, para que sus mujeres queden liberadas del trabajo enlos campos y puedan dedicarse a las artes. Empero, entonces yano me puedo explicar por qué ninguna de las mujeres ricas es capaz

de hacer los dibujos de su güipiles. La evidencia de que, en general,

estas explicaciones son válidas, se encuentra en el hecho de que 6

de las 11 tejedoras del cuarto más pobre tejen mediante pago, entanto que sólo lo hacen 4 de las 19 del siguiente, 2 de las 11 del

medio-rico, y ninguna de las 37 del rico. Todas las mujeres y las

jóvenes de las familias ricas tienden a la tejeduría. También es inte-

resante observar que el único caso recabado de una mujer que sabe

tejer, pero no lo hace, se encuentra en el cuarto medio-rico, en el

cuad he supuesto que las mujeres se ocupan en los campos.

Trabajo y riqueza

Es evidente que los "trabajadores" se encuentran sólo entre los

pobres. Pero podría ser útil preguntar cuál es la extensión mínimade tierras que una familia puede controlar para 1', permitir que sus

miembros trabajen exclusivamente en ella, y 2', requerir el empleode mano de obra auxiliar. A primera vista podemos decir que podrían

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508 SOL T A X

CUADRO N» 78

DISTRIBUCIÓN DE LOS FABRICANTES DE TEJIDOSEN PANAJACHEL

Nivel económico

Procesos de la operación de tejer

Tod"«

Page 207: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

EL CAPITALISMO DEL CENTAVO 509

ausencia de mujeres, podría darse cuenta de que es más eco-nómico trabajar para otros, y emplear mano de obra femenina,que es más barata, en algunos trabajos agrícolas propios.

b) La clase de la tierra y su uso. Algunos cultivos requie-ren mucha más mano de obra que otros. Una familia que tengala mayor parte de sus tierras sembradas de café, tiene oportu-nidad y necesidad de trabajar para otros; en cambio, una quesiembre principalmente hortalizas podría estar total y reditua-blemente ocupada en sus propias tierras. Asimismo, algunoscultivos hortícolas requieren mucha más mano de obra queotros, de manera que una familia podría tener que emplearmano de obra para cultivar un acre, otra podría tener que tra-bajar para otros, y una tercera podría tener que hacer ambascosas (en diferentes estaciones). Además, ya sea por razonestécnicas o debido a las creencias populares, el maíz por logeneral se siembra, se cultiva y se cosecha en el menor tiempoposible, de manera que al margen de la extensión de tierra queposeen los indígenas emplean mano de obra con frecuencia y asu vez (si tienen pocas tierras) trabajan para otros.

c) La "ambición" de la familia y su nivel de vida. Unafamilia puede quedar satisfecha cultivando un acre solo; otra,con la misma extensión de tierra podría buscar trabajo adicio-nal fuera de su parcela; y una tercera podría emplear manode obra, aunque parezca innecesario, si sus miembros deseanapresurar sus trabajos, como hacen otros.

Los accidentes y las circunstancias deben ser tomados enconsideración. Se puede necesitar la ayuda de la mano de obraasalariada por motivos de enfermedad, aun cuando en otrascircunstancias la misma fuere innecesaria. El servicio munici-pal o religioso puede impedir también que una familia hagatodo su trabajo durante un año determinado.

d) Otras ocupaciones y las preferencias ocupacionales. Sinperder de vista la importancia de la agricultura, se ha observa-do que algunos indígenas destinan cierto tiempo a otras ocupa-ciones, ya sea por que obtienen mayores utilidades o por razo-nes sociales o místicas (como cuando un especialista en asun-tos sobrenaturales no responde a un "llamado", y enfermacomo consecuencia de su negativa). Por supuesto, tales perso-nas deben emplear más mano de obra asalariada para cultivarla misma extensión, que aquellos que destinan todo su tiempoa la agricultura.

Dicho en pocas palabras, las "otras cosas" raras veces son igua-

les, y es excesivamente difícil hacer generalizaciones seguras. No obs-

tante, un análisis de la información disponible, como aparece prin-

cipalmente en el cuadro número 79, contesta las dos preguntas consorprendente facilidad. El cuadro mencionado está basado en infor-

mes incompletos relativos al empleo de indígenas por indígeneis, con

Page 208: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

510 S O L T A X

la excepción exclusiva del trabajo de la milpa. Utilizando una escala

de riqueza basada en el Vcilor de la tierra controlada, tanto los em-pleadores como los empleados están dispuestos en orden de riqueza,

y los datos originales registrados. Puede observarse que 28 familias

indigenas residentes han empleado a otros indigenas en sus tierras.

De ellas, 2 son foráneas y 26 panajachelenses. De éstas, no menosde 18 están en el cuarto superior de la riqueza, 7 en el subsiguiente,

y sólo 1 en el fondo del penúltimo cuarto. Como era de esperarse,

emplean mano de obra aquellos que poseen la mayor parte de la

tierra. De la misma manera, 28 familias indígenas panajachelenses

trabajaban con regularidad en los campos de otros indígenas resi-

dentes, y 22 de ellas se encuentran en la mitad inferior de la escala

de la riqueza; en el segundo cuarto hay cuatro, y en el más rico

una. Aquí también los desposeídos o los que poseen pocas tierras

son los que se emplean como asalariados.

La información es insuficiente para explicar la totalidad de

excepciones a la regla, a pesar de ser pocas. Por ejemplo, sospecho

que el hombre que ocupa el cuarto lugar individual en la escala de

la riqueza (el número 4 en el cuadro número 79) emplea asalariados

en sus campos, porque, si mis datos se aproximan a lo correcto, nopuede cubrir por sí mismo la cantidad de más de 650 días-hombrede trabajo, generalmente cubiertos por varones, que sus camposrequieren. El es el único varón en esta unidad doméstica. Asimismo,no dispongo de datos acerca de los varones que emplea la familia

que ocupa la quinta posición en la escala de la riqueza; aunque haytres mujeres en la misma, sólo hay un varón adulto. También es

probable que aquí haya alguna omisión en los datos. Por otra parte,

el hecho de que la número 6 no haya empleado hombres en 1936 se

explica por la razón de que había tres varones adultos en la unidad.

Y de la misma manera es obvio que el varón número 10 empleó tan-

tos hombres, porque es muy anciano para trabajar, lo que obliga asus dos jóvenes hijos a cargar con el peso del trabajo. La razón porla cual la unidad número 15 empleó tantos trabajadores, a pesar de

contar con tres varones adultos y cuatro mujeres, se halla en quecultiva una cantidad extraordinaria de cebollas y de semilla decebolla. Si los datos básicos fuesen absolutamente confiables, sería

.útil analizar cada caso en detalle. Como están las cosas, me concre-

taré a discutir las excepciones sobresalientes. Las unidades números38, 39 y 40 probablemente no poseen tierras suficientes para justificar

el empleo de mano de obra. Sin embargo, en el primer caso, uno de

Page 209: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

EL CAPITAUSMO DEL CENTAVO 511

los dos varones de la unidad tenía varias empresas entre manos,amén de su trabajo agrícola, y ello le permitía emplear mano deobra; además arrendaba una parcela para horticultura de extensión

considerable, y trabajaba sus tierras en forma más intensiva que la

mayoría. En el segundo caso, el jefe de la unidad era especialista enasuntos sobrenaturales, y sus tres hijos aún no estaban plenamentedesarrollados en 1936. En el tercer caso, el jefe de la unidad y suesposa ya no estaban en una edad vigorosa, y los miembros restan-

tes eran sólo su hija y su esposo (y dos infantes); el varón de la

casa cuidaba de las vacas lecheras y empleaba mano de obra asala-

riada para labrar los campos. La familia número 44 constituye unaexcepción fácil de explicar: el jefe de la misma era empresario ycomerciante, de edad avanzada, y no habla otros miembros adultos,

salvo su hijo, que era maestro de escuela, y su esposa ladina. Nopuedo explicar el caso de la unidad número 54, en la cual había dos

adultos y dos hijas del mismo nivel de edad (sin contar a dos

t); es cierto que el jefe de esta unidad cultivaba de cebollas

la mayor parte de sus tierras; empero, la familia debiera haber

podido atender las siembras, de manera que, cualquiera que hayasido la razón por la cual no lo hacia, no hay indicios en mis datos

de cómo era posible sostener a la familia (o a las familias) y aúnpagar trabajadores adicionales. La familia número 59 estaba inte-

grada por una viuda, su hija y su yerno (y dos niños de corta edad)

;

de acuerdo con mis datos, la tierra no estaba cultivada intensiva-

mente, e ignoro por qué empleaba trabajadores. Por otra parte, la

familia número 61 constaba de una pareja y un niño, sembraba toda

su tierra de cebolla, e indudablemente necesitaba y podía emplearmano de obra femenina. La explicación del excepcional caso número67 es todavía más fácil, puesto que la familia (marido y mujer nadamás), además de las tierras que posee, toma tierras para la horti-

cultura en arrendamiento y cultiva casi exclusivamente cebollas.

En cuanto se refiere al empleo, puede hacerse hincapié en queel cuadro número 79 no menciona a los indígenas que trabajan paralos ladinos. Ya se ha dicho que las siete familias desposeídas de

tierras (con una posible excepción) están integradas por trabajadores

de tiempo completo; empero, trabajan principalmente para los ladi-

nos, y por ello no aparecen en el cuadro. Las demás familias indí-

genas pobres en tierras, que aparecen como trabajadoras de los

indígenas, también trabajan para los ladinos; las pocas excepciones

que hay están representadas por aquellas que tienen ocupaciones

Page 210: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

512 S O L T A X

no agrícolas durante parte de su tiempo y/o toman tierras en arren-

damiento. Sin embargo, conforme se aproximan a la mitad de la

escala de la riqueza en tierras, las unidades domésticas que tienen

miembros que trabajan para otros descienden agudamente en núme-

ro. Por lo general, también aquí son explicables las excepciones. Launidad número 68 estaba integrada por dos varones y una mujeradultos, y un joven casi adulto; si bien la unidad controlaba tierras

de extensión considerable y tomaba más en arrendamiento, es indu-

dable que tenía un excedente de fuerza de trabajo para la venta.

En cambio, las unidades números 62 y 66 poseían más tierras y con-

taban con un solo varón cada una; empero, no tomaban tierras en

arrendamiento y tenían sembrada de café toda la extensión propia,

de manera que tenían poco en qué ocuparse y necesitaban trabajar

para otros. Sólo me es posible explicar el caso de la unidad número 43

con base en la industriosidad del varón de la misma (efectivamente,

es un varón muy trabajador); esta persona cultiva una extensión

considerable de tierras en forma suficientemente intensiva para

mantenerse muy ocupado, y todavía trabaja de manera ocasional para

otros. Lo mismo puede decirse de la mujer de la familia número 25,

aunque aquí pueden intervenir otros dos factores: la unidad está com-

puesta de dos varones y tres mujeres, con la consiguiente pérdida

del balance, de manera que la familia juzga conveniente emplear a

un varón, en tanto que una de las mujeres puede trabajar ocasio-

nalmente en otras partes; el otro factor, que es de carácter personal,

es indudablemente importante, pues la mujer que trabaja para otros

es una viuda, madrastra del jefe de la casa, y la familia para la cual

trabaja es la de su hija casada.

En respuesta a las cuestiones planteadas, se puede llegar a la

conclusión de que:

1^ Una familia que controla tierras por valor de Q200, por lo

menos, con cultivos de maíz, hortalizas y café normalmente distri-

buidos, no vende su fuerza de trabajo a otros y presumiblemente nonecesita hacerlo. El valor de Q200 en tierras divide los números 33

y 34 en la escala de la riqueza, de manera que puede verse que la

única excepción de la cual tengo noticia es la del número 25, en el

cuadro número 79. Tal excepción no tiene mucha importancia. Unafamilia que controla tierras por un valor comprendido entre Q60 yQ200, aparentemente sólo vende su fuerza de trabajo en circunstan-

cias excepcionales (y no necesita hacerlo en otras circunstancias).

(El valor de Q60 en tierras divide los números 90 y 91 en la escala).

Page 211: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

EL CAPITALISMO DEL CENTAVO 513

Las familias que poseen tierras por valor de menos de Q60 nopueden vivir normalmente de ellas, y necesitan otra fuente de

ingresos.

2* Una familia que controla tierras por valor de Q335, o más,

emplea íy presumiblemente necesita hacerlo) mano de obra agrí-

cola, suponiendo también aqui que la distribución de sus cultivos

sea normal. La cantidad indicada es el valor do las tierras que separa

los números 12 y 13 en la escala de la riqueza. En mis datos sólo

aparece una excepción altamente dudosa. Una familia que controla

tierras por un valor comprendido entre Q170 y Q335 (siendo el pri-

mero el valor de las tierras que separa a los números 40 y 41 enla escala), emplea y no emplea mano de obra con igual frecuencia

y presumiblemente (dependiendo de las circunstancias) considera a

menudo necesario hacerlo. Las familias que poseen tierras por valor

de menos de Q170, en general no consideran necesario emplear manode obra, si es que pueden permitirse el gasto con certeza.

No he incluido en el análisis anterior el empleo de mano de

obra en los trabajos del maiz, porque los factores relativos a los

mismos son algo distintos. En 1936, 40 familias cultivaban, por lo

menos, 0.89 acres (5 cuerdas) de milpa. Poseo informes específicos

de que siete de ellas empleaban mano de obra asalariada especial-

mente para la milpa; empero, las demás invertían su provisión regu-

lar de mano de obra en la milpa, tanto como en el café y las horta-

lizas. Las siete familias aludidas ocupaban los lugares números 84,

78, 67, 35, 32, 7 y 1 en la escala de la riqueza (con base en la tierra

controlada). En relación con otros años también poseo notas queindican que las familias correspondientes a los lugares números 95

y 44 empleaban mano de obra asalariada en la milpa. Por otra parte,

poseo informes específicos de que los miembros de 13 familias indí-

genas trabajaban en las milpas de otros indígenas. Tales familias

ocupaban los lugares números 124, 121, 120, 114, 105, 97, 78, 77, 66,

58, 43, 38 y 36 en la escala de la riqueza. La única coincidencia deambas listas es la del número 78, representado por una familia queempleaba asalariados en su milpa y a la vez trabajaba en las milpas

de otros. (No se trata de intercambio de fuerza de trabajo, pues las

familias que participaban en el caso no trabajaban recíprocamente).Las dos listas también muestran que los muy ricos no trabajan enlas milpas de otros, y que ios muy pobres (en cuanto a la posesiónde tierras, por supuesto) no emplean trabajadores asalariados ensus pequeñas milpas (las cuales, incluso, pueden no existir).

14 • El Capitalismo - Tomo II

Page 212: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

514 S O L T A X

La costumbre generalizada consiste en sembrar, cultivar y cose-

char las milpas en el menor tiempo posible; y, por supuesto, ello

explica por qué hasta una persona con muy poca milpa tiende a

emplear trabajadores. Un informante me dio en 1941 una pequeña

lista de personas que emplean asalariados para la cosecha del maíz

y hacen una especie de fiesta de la cosecha. La lista indica que unapersona que en 1936 tenía 0.89 de acre de milpa, empleó tres hom-bres; otra, que tenía 0.98 de acre, empleó asimismo tres; otra, con

1.28 acres, también tres; otra, con 1.95 acres, cinco; otra, con 2.95

acres, diez; otra, con 4.63 acres, quince; otra, con 6.54 acres, ocho.

La información probablemente no sea exacta, pero da una idea de

la relación que existe entre la extensión de la milpa y el número de

trabajadores empleados. La razón por la cual la familia mencionadaen último término empleó relativamente pocos trabajadores (de

acuerdo con sus informes) podría estribar en el hecho de que su

milpa está distribuida en dos parcelas que fueron cosechadas en

períodos diferentes. Dos casos muy confiables indican que se em-

plea mano de obra incluso para extensiones reducidas. Un caso se

refiere a una familia integrada por una viuda, un hijo adulto y unahija adolescente (1940), que ocupa el lugar número 95 en la escala

de la riqueza (basada en la tierra). En 1941, esta familia tenía empe-

ñados a su favor 0.71 de acre de tierras para milpa en Santa Cata-

rina; en la cosecha fueron empleados tres trabajadores con pago en

efectivo: un primo (miembro de la familia que ocupa el puesto

número 43) y dos catarinenses. La madre y la hija también ayuda-

ron, y la cosecha quedó terminada en un día. El otro caso (también

de 1940) es el de la familia que ocupa el lugar número 78 en la

escala, la cual está compuesta por el matrimonio, una hija frisando

los 18 años, y dos niños. Poseía 1.42 acres de milpa; después de

haber cosechado la mitad, el jefe de la familia fue a buscar "uno

o dos" mozos para que lo ayudaran a terminar; la esposa y la hija

también ayudaron. En ambos casos, los varones con frecuencia tra-

bajan para otros (ladinos e indígenas) como asalariados agrícolas;

si no hubiesen tenido el deseo de terminar rápidamente su cosecha,

fácilmente podrían haber hallado el tiempo necesario para hacer

todo el trabajo sin necesidad de ayuda asalariada.

Page 213: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

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Page 214: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

516 S O L T A X

Riqueza y animales domésticos

Naturalmente, el cuadro número 80 muestra que los ricos poseen

más animades domésticos que los pobres, ya se trate de caballos,

perros y gatos, que son los renglones más obviamente "consumido-res"; de aves de corral y cerdos, que producen alguna utilidad; ode ganado vacuno, que presumiblemente se posee por el ingreso querepresenta.

Diferencias en la vivienda

En la sección intitulada Nivel y costo de vida hay una brevedescripción de las casas de 10 familias, que tiende no sólo a daruna idea de las diferencias que existen entre los bienes de los ricos

y los pobres, sino también un indicio de lo que la riqueza representa

para el nivel de vida.

El cuadro número 81 presenta una lista de esta muestra de 10

casas, con el puesto que los dos informantes, a los cuales nos refe-

rimos anteriormente (ninguno de ellos incluido en la muestra), adju-

dicaron a cada una y la extensión y el valor de las tierras que cadauna controlaba en 1936. El número de miembros de las familias varia

entre 3 y 10. Como puede verse en la lista del apéndice número 3,

el número de miembros de la familia no tiene relación estrecha con

la riqueza, aunque las cuatro familias más ricas se encuentran entre

las más numerosas, y ninguna de las menos numerosas se encuentraentre las más ricas. Del cuadro número 81 se desprende que la exten-

sión de las tierras poseídas aumenta en términos generales con la

riqueza; ello es natural, pues en Panajachel la tierra es el determi-

nante principal de la riqueza. La notable excepción (la de la familia

número 15, que posee menos tierras que la número 19) se explica

en parte por la composición y en parte también por las personali-

dades. La familia número 15 tenía 3 varones en 1936, incluyendo unsordo-mudo, que era buen trabajador; la número 19 sólo tenía unvarón. Al mismo tiempo, el jefe de la primera era un indígena joven

y progresista, que no sólo adquirió con su esfuerzo la mayor parte

de las tierras que poseía, sino que se había lanzado al negocio pordistintos caminos.

El estudio de las descripciones de las 10 unidades domésticas

aclara dos cosas: 1', que los ricos viven mejor que los pobres, y 2%

Page 215: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

EL CAPITALISMO DEL CENTAVO 517

CUADRO N« 81

RIQUEZA DE 10 FAMILIAS

Page 216: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

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Page 217: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

EL CAPITALISMO DEL CENTAVO 519

El cuadro número 83 muestra el grado en el que se duermeacompañado; allí mismo se indica el número y la clase de camas.

Es obvio que aquí intervienen otros factores, además de la riqueza,

pues las costumbres que prevalecen acerca de las relaciones entre

los sexos limitan los casos de compartir lecho, que podrían ocurrir.

No obstante, el factor riqueza también interviene. Es posible que si

la familia número 94 fuese más rica y como consecuencia de ello

dispusiese de más espacio, no se daría el caso de que cinco de sus

miembros compartiesen una cama. La riqueza es ciertamente factor

limitativo en cuanto a las clases de camas que se usan. La gente

pobre tiende a dormir en el suelo, y sólo las familias más ricas tienen

camas compradas. Sin embargo, también aquí intervienen otros

factores.

Evidentemente, la clase de casas representa una función de la

riqueza. Las casas de tierra apisonada son más baratas que las deadobe. La teja de barro es más cara que la paja, y la lámina acana-

lada de metal, con mucho, es la más cara de todas. Sólo las familias

números 3, 5, 15, 19 y 37 tienen casas de adobe; únicamente la pri-

mera tiene techos de teja de barro y de lámina de metal. Como puedeverse en las descripciones detalladas del apéndice número 3, los

corredores formales, las puertas de madera hechas por carpinteros,

etcétera, también acompañan a la mayor riqueza. La casa para alber-

gar al santo (aunque nunca se destine exclusivamente a este pro-

pósito) también se encuentra sólo entre los más ricos; sólo las fami-

lias números 3, 5, 19 y 28 tienen una casa de éstas.

La lectura de las descripciones de los 10 grupos de casas puedeser útil para demostrar adicionalmente cómo las variaciones entre

los ricos y los pobres se mantienen estrictamente dentro de ciertos

márgenes. Ciertamente, las familias más ricas podrían costear el

repello de sus casas de adobe, pero no lo hacen. Podrían colocar

ventanas, pero no lo hacen. Podrían tener pisos de mezcla de cal yarena, e incluso de ladrillo, pero no los tienen. Podrían tener poyospara el fogón (como el gobierno sugiere), pero no los tienen. Y po-

drían tener muchas cosas más, que tampoco tienen. No carecen de

tales cosas, porque no estén familiarizados con ellas (pues los hoga-

res ladinos que los indígenas frecuentan las poseen), sino porque nolas desean. ¿Por qué no las desesin? Esta pregunta está más allá

del alcance de este informe; no obstante, es obvio que aquí intervie-

nen los llamados "factores culturales", considerados como opuestosa los económicos.

í

Page 218: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

520 S O L T A X

Diferencias en la alimentación

En la sección intitulada Nivel y costo de vida hay cierto análisis

de las diferencias dietéticas entre las familias escalonadas de la

mitad de la escala para arriba, que constituyeron la muestra utili-

zada para estimar el consumo total de la comunidad y el de los

muy ricos y los pobres. Los materiales recabados en 1944 permiten

abordar la discusión dentro de los términos del valor de la alimen-

tación, con base en una muestra ligeramente más amplia, que cubre

un período de siete días. El cuadro número 84 contiene las cantidades

netas del cuadro número 66, reducidas a sus componentes químicos.^^s

176 La reducción fue hecha por la División de Nutrición de la Oficina para la Alimen-tación y la Agricultura (Naciones Unidas), bajo la supervisión de la señorita Emma Reh.Del informe inédito de la señorita Reh son los párrafos que me permito citar a continuación:

"En una encuesta llevada a cabo en el altiplano de Guatemala en 1932, sólo seobservaron formas leves de enfermedades por deficiencias dietéticas entre los grupos indí-

gena y ladino. La pelagra era menos grave y frecuente que entre los indígenas mayas de las

tierras bajas de Yucatán, México. No se observaron deficiencias de tiamina, ni escorbuto.

"La anemia marcada (la hemoglobina por debajo de 60 por ciento en la escala deTallquist) sólo se encontró en el 3 por ciento de ambos grupos (indígena y ladino), encasos no asociados con la malaria ni el parasitismo intestinal. Las paperas son comu-nes en ciertas áreas del altiplano, pero su distribución exacta no es conocida.

"Los indígenas mayas de México y Guatemala se cuentan entre los pueblos nativo»de América que tienen más reducida estatura. Las medidas tomadas recientemente en el

altiplano guatemalteco indican que la estatura promedio del varón adulto es de 1.55metros, y la de la mujer de 1.44 metros. En promedio, los varones pesaron 51 kilogramosy las mujeres 45 kilogramos (T. Dale Stewart, 1948, U. S. Smithsonian Institution,Washington).

"Se informó que los indígenas mayas de Yucatán y de Guatemala difieren de losblancos de ios Estados Unidos, porque tienen tasas más altas de metabolismo básico ypresiones sistólicas más bajas de sangre. En ambas medidas, las personas de ascendenciamestiza, indígena y española, ocuparon posiciones intermedias entre los indígenas y losblancos. Con el objeto de explicar la diferencia fue tomada en cuenta la influencia demúltiples factores raciales o ambientales, entre ellos la dieta; empero, no se llegó a con-clusiones definitivas.

"Para calcular el valor nutritivo de las dietas se utilizaron todos los análisis que habíadisponibles sobre los alimentos mexicanos y guatemaltecos. Tales análisis cubren el maíz, el

frijol, el chile el tomate y muchos otros artículos comunes. No se hicierori deduccionesde nutrientes por concepto de pérdidas en la cocción y preparación de los alimentos.

"El consumo diario de calorías y nutrientes fue computado por persona y por unidadde consum9. Como el número de familias en una encuesta dietética a menudo es redu-cido, las diferencias en la distribución por edades y sexos de las muestras y de la pobla-ción general pueden ser grandes. En este caso, en el grupo ladino había 69 varones porcada 100 mujeres, y en el grupo indígena 111 varones por cada 100 mujeres. Las fami-lias ladinas eran menos numerosas, con un promedio de 4.5 personas por familia; elpromedio indígena era de 5.8 miembros por familia.

"Las unidades de consumo utilizadas para las calorías y los nutrientes se basaron enlas 'raciones recomendadas* en 1945 por el National Research Council, Washington, U. S. A.Con base en los datos de campo, 5 por ciento de los adultos fueron clasificados comomuy activos, 16 por ciento como moderadamente activos, y 13 por ciento como seden-tarios. El 6 por ciento restantes se refería a las mujeres con hijos lactantes. El númerode unidades calóricas de consumo subió en el grupo indígena a 81 por 100 personas, yen el grupo ladino a 79 por 100 personas.

"La menor corpulencia de los guatemaltecos no fue tomada en consideración. Seestimó que en lo tocante al gasto de energías, la esforzada vida impuesta por el am-biente tendería a nivelar la diferencia de corpulencia. El país es montañoso, los senderosque conducen a los campos son largos, las cargas son pesadas, y no hay mecanización".

Page 219: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

EL CAPITALISMO DEL CENTAVO 521

Es evidente que el cuadro podría parecer más ordenado si la familia

número 58 estuviese colocada entre las números 13 y 15 y si se invir-

tiesen las posiciones de las familias números 37 y 49. Si los datos

de 1944 y los de 1936 hubiesen sido recabados simultáneamente,

cabria impugnar el orden de la riqueza o la conclusión de que la

nutrición es correlativa a las diferencias de riqueza. Creo que la

correlación existe, y que la discrepancia se debe al cambio ocurrido

en las circunstancias y a las peculiaridades individuales. La familia

número 58 se enriqueció mucho más a partir de 1936, debido (si se

me permite creerlo así) a que en 1937 la apoyé para adquirir 5.5 acres

de tierras para milpa, extensión que la hubiese puesto a la par, vir-

tualmente, en riqueza de tierras, a la familia número 15. Otra razón

por la cual la familia número 58 se estaba enriqueciendo rápida-

mente, incluso por encima de la extensión de tierras que poseía,

estribaba en que sus hijos estaban madurando sin dejar de formar

parte de la unidad doméstica. El primogénito, particularmente, había

vuelto del servicio militar, sabiendo leer y escribir, con ambición e

ideas progresivas. Durante uno o dos aftos supervisó con éxito la

granja de una plantación cercana y aprendió mucho. No me sorpren-

derla saber que la familia había llegado a ser una de las ricas en

1944. Probablemente las familias números 15 y 37 eran ligeramente

atipicas en sus hábitos alimenticios, debido a sus peculiaridades per-

sonales (por ejemplo, sus varones preferian el comercio al trabajo

físico, y es probable que trabajaran menos que cualquier otro grupo

de varones de la muestra). En cierto grado, la familia número 58

también era atípica pues el hijo estaba casado con una mujer algo

ladinizada. Como la última familia del cuadro número 74 es total-

mente "foránea" (varón de Totonicapán y mujer de San Antonio),

es evidente que la muestra es muy reducida y demasiado peculiar

para permitir llegar a conclusiones estadísticas. En cambio, si tras-

ladamos la familia número 58 al segundo puesto, resulta claro quelas familias ricas obtienen más calorías, proteínas, tíamina, hierro,

riboflavina y niacina que las pobres, y que la familia muy pobre(foránea) obtiene una proporción inferior en cada renglón. La dis-

tribución de la vitamina A es la más peculiar desde este punto de vista.

Page 220: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

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Page 221: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

EL CAPITAUSMO DEL CENTAVO 523

Indumentaria y riqueza

Los trajes que visten los indígenas presentan un caso especial

de las relaciones entre los bienes materiales y la riqueza. Hastadonde estoy enterado, sólo en lo relativo a los trajes se encuentra

alguna sugestión de la simbolización material de la riqueza, la clase

o la seguridad, que es tan importante en nuestra sociedad. El cuadro

número 85 cómo los diferentes estilos de trajes se distribuyen entre

los diversos niveles de riqueza de la sociedad panajachelense. Escierto que el precio de los trajes difiere (cuadro número 64); empero,además de la capacidad de pago, en su distribución intervienen otros

factores:

1* Abandono del traje, particularmente con transculturación»El lector podrá darse cuenta de que del 8 al 18 por ciento delos varones adultos y los jóvenes y del 1 al 10 por ciento delas mujeres adultas y las jóvenes han sustituido la indumen-taria indígena; los primeros han adoptado la indumentariamasculina "de la ciudad" y las otras han adoptado el vestidofemenino de 'Totonicapán , que son trajes indígenas no regio-nales. Virtualmente, todos los varones mdicados han prestadoservicio miUtar; cuando los soldados licenciados vuelven aPanajachel, es raro, si alguna vez ocurre, que vuelvan a vestirsu antigua indumentaria. Algunos muchachos visten pantalonesdesde pequeños, y nunca usan la indumentaria local; no sóloson llamados a servir en la organización indígena, sino tam-bién son destinados al servicio militar. Los "sofisticados", queproceden de otros pueblos o han vivido en ellos, hablan español,etcétera. En los casos de matrimonio entre personas de distintaprocedencia, este procedimiento resuelve con frecuencia el pro-blema de la indumentaria, pues si al varón no le agrada laindumentaiia de su esposa, ella puede optar por usar la deTotonicapán. La indumentaria masculina "de la ciudad" y lafemenina de "Totonicapán" a menudo se presentan juntas enuna familia.

2' Conservatism/y. El costoso traje masculino "a la antiguausanza" lo visten las personas que (aparentemente) son con-servadoras, entre ellas algunas muy pobres. Con raras excep-ciones, los jóvenes no lo visten. Entre las personas de edad delgrupo, la mayoría usa este traje; éstas son las que han pres-tado servicios religiosos y civiles a la comunidad; además, tien-den a ser ricas y en general podrían costearse cualquier clasede traje. En cambio, las mujeres adultas y las muchachas deIcis familias conservadoras tienden a usar el vestido "sencillo"de Panajachel. (Supongo que el uso de la seda debe ser, deacuerdo con esta interpretación, relativamente nuevo). Es sig-

Page 222: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

524 SOL T A X

CUADBO N» 85

DISTRIBUCIÓN DE LOS TRAJES PANAJACHELENSES'

Traje»

Porcentaje de personas en distritos indicados,usan varios trajes

Distritomás pobre*

Distrito depobrezamedia

Distrito deriquezamedia

que

Distritomás rico

Masculino:

De ciudad 9.4 18.3 10.2 8.0Moderno 47.2 38.8 35.6 29.3Más nuevo 1.7 10.2 6.8 17.3

A la antigua usanza . . 3.8 8.2 6.8 14.7A la moda 37.7 24.5 40.7 30.7

Total 99.8 100.0 100.1 100.0

Femenino:

Totonicapán 5.7Variación de San Andrés 9.4

Simple de Panajachel , . 77.4

De seda de Panajachel . . 0.0

Elaborado de Panajachel . 7.5

Total 100.0 100.0 100.0 100.0

6.2

Page 223: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

EL CAPITAUSMO DEL CENTAVO S25

''moderna". Por su parte, las mujeres alegan que el güipil dePanajachel es muy caluroso y abultado, y así explican el usodel de San Andrés; agregan que éste es más limpio, porque esblanco. Además, el güipil de San Andrés es más barato, y allí

puede encontrarse la verdadera razón del cambio.

4* La moda. Ciertamente, el traje "a la moda" constituyeel orgullo del varón joven, y estoy seguro de que los mismosson usados con particular placer. El hecho de que tantos varo-nes pobres vistan este costoso traje no debe engañarnos: el costodel traje puede ser una de las razones de su pobreza. En granparte, lo mismo puede decirse de la indumentaria femenina quelleva seda, aunque aquí las mujeres podrían parecer más abne-gadas o conservadoras que sus parientes varones.

5* Competencia, El hecho de que sea en el cuarto medio-ricoen el cual se usan los trajes más costosos, puede constituirevidencia de un complejo de nuevo-rico de consumo eminente.Tal vez las familias más ricas creen que no necesitan esta clasede ostentación.

6* La riqueza interviene en el cuadro de la indumentaria endiversas formas; ello es obvio. Empero, donde interviene demanera más sencilla es en la distribución de la indumentaria"moderna". E^te es el traje indígena local más barato, y enuna elección entre el mismo y el traje "a la moda" no se ma-nifiesta más factor que el de la capacidad de pago o el de losvalores individuales. Por tanto, resulta clara la razón por lacual la proporción de trajes "modernos" disminuye conformela riqueza aumenta.

Movilidad de la riqueza

Una comparación de las unidades domésticas conforme a la cla-

sificación de acuerdo con la riqueza y de sus interrelaciones genea-

lógicas demuestra que no existe nada parecido a una "familia rica",

cuya posición se remonte a dos o más generaciones. Es probable quelos primos y los hermanos de los ricos se encuentren escalonados alo largo de toda la escala de la riqueza. Por ejemplo, el varón dela familia número 1 tiene cuatro tíos y tías paternos cuyas familias,

en 1936, ocupaban los puestos números 36, 57, 119 y 122 de la escala

de la riqueza. El varón de la familia número 2 es hijo de una mujerque tenia dos hermanos, cuyos descendientes ocupaban las posiciones

números 49 y 130 de la escsila. El único descendiente del hermanode su padre se encuentra en el puesto número 40. Estos ejemplospodrían multiplicarse.

Page 224: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

526 S O L T A X

Por supuesto, el simple hecho de que exista la herencia de la

propiedad indica que hay familias ricas, cuya posición data de unao dos generaciones. Las hay, efectivamente. Por ejemplo, las familias

que ocupan las posiciones número 10, 17, 18, 20, 51 y 52, descienden

de una unidad doméstica originalmente rica, y todas tienden a ser

ricas. No obstante, a lo largo del tiempo los hijos de un hombre rico

tienden a diferenciarse ampliamente en cuanto a su riqueza. Así, los

cinco hijos adultos del varón número 3 ocupaban en 1936 las posicio-

nes números 4, 11, 52, 75 y 103. Una de las razones de ello estriba

en que con la división de la tierra (que no siempre es equitativa entre

los herederos) cada hijo no obtiene más que una fracción de lo quetenía el padre, y de allí en adelante puede ascender o descender.

Los matrimonios tienden a cortar verticalmente las líneas de la

riqueza cuando el varón de una familia rica se casa con una mujerprocedente de una familia más pobre. Los 36 casos sobre los cuales

poseo información (todos ellos posteriores a 1936) se distribuyen

de la siguiente manera:

En 9 casos el hombre y la mujer se encontraban en el mismocuarto de la riqueza; el hombre era más rico en 4 casos yla mujer en 5.

En 11 casos ambos cónyuges se encontraban en cuartos consecu-tivos; el varón era más rico en 8 casos y la mujer en 3.

En 12 casos los cónyuges se encontraban en cuartos alternos; él

era más rico en 7 casos y ella en 5.

En 4 casos los cónyuges se encontraban en cuartos opuestos; él

era más rico en 3 casos y ella en 1.

Dispuestos en otra forma, los números indican que las familias

del esposo y de la esposa estaban separadas por:

Menos de 33 lugares en la escala de la riqueza en 13 casos; entre34 y 66 lugares en 14 casos; entre 67 y 99 lugares en 6casos; y entre 100 y 132 lugares en 3 casos.

Lo dicho en el párrafo precedente significa que sólo en 13 de

los 36 casos estaban las familias aproximadamente en el mismonivel económico.

No sólo ocurre que los varones de familias ricas tiendan a

casarse con muchachas de familias más pobres, como vimos ante-

riormente, sino que a lo largo de toda la línea en los matrimonios

"mixtos" existe la tendencia a diferir más cuando el varón es el

más rico de los dos contrayentes, que cuando es la mujer la másrica. Así, en los matrimonios:

Page 225: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

EL CAPITALISMO DEL CENTAVO S27

Dentro del mismo cuarto de la riqueza, el número promedio delugares que separa a las familias en la escala de la riquezaes de 14 cuando el varón es más rico, y de 11.4 cuando la

mujer es más rica.

En cuartos consecutivos, el número de lugares es de 37.4 cuandoel varón es más rico, y de 25 cuando la mujer es más rica.

En cuartos altemos, el número de lugares es de 63 cuando el

varón es más rico, y de 63.8 cuando la mujer es más rica.

En cuartos opuestos, el número de lugares es de 112.7 cuandoel varón es más rico, y de 73 cuando la mujer es más rica.

Surgen tres preguntas, a saber: 1* ¿Por qué los matrimonios

cortan verticalmente las lineas de la riqueza? 2* ¿Por qué los

varones contraen matrimonio con mujeres más pobres que ellos?

y 3' ¿Qué ocurre a las hijas de los ricos? Todas las respuestas están

estrechamente relacionadas. Un hombre rico con una hija casadera

confronta el problema de que tiene mucha tierra, con la perspectiva

de perder un trabajador. Si la hija se casa con un hombre rico, segu-

ramente abandona el hogar paterno; en cambio, el padre puede

obtener en algunas ocasiones un yerno pobre que llegue a vivir

a su casa. Aunque no deja de ser común, éste es un matrimonio

excepcional que corta verticalmente las líneas de la riqueza. Es unmatrimonio reconocido como "peculiar" en una sociedad general-

mente patrilocal; para concertarlo, los padres de la muchacha pueden

incluso iniciar las proposiciones, lo que resulta ser un procedimiento

anormal. Esta clase de matrimonio explica algunos de los recientes

casos en los cuales la familia de la mujer ha sido más rica que la

del varón. Por otra parte, una familia que tiene un hijo casaderoprefiere una muchacha relativamente pobre (permaneciendo cons-

tantes otras consideraciones relativas al carácter, la belleza, etcé-

tera), porque es casi seguro que ella llegue a vivir a la casa yparticipe en el trabajo; por lo general, "sabe trabajar" y será unabuena nuera por la dependencia que sentirá y las ventajas queobtendrá.

Hasta donde me es dable dar respuesta a la última pregunta,

puedo decir que las hijas de los ricos tienden a casarse a una edadmás avanzada, por las siguientes razones: 1* ni ellas ni sus familias

sufren presiones económicas que las obliguen a aceptar a unesposo; 2* ios pretendientes vacilan en pedirlas en matrimonio portemor a ser rechazados y por los gastos que tendrían que hacer en

Page 226: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

528 S O L T A X

caso de ser aceptados; y 3' un varón miembro de una familia tan

rica o casi tan rica como la de la muchacha, preferirá a una mu-chacha pobre por las razones enumeradas anteriormente. En la fa-

milia más rica de la comunidad hay dos hijas que en 1936 tenían

31 y 16 años de edad respectivamente; en 1941 todavía permanecíansolteras. Había bastantes probabilidades de que la mayor de ellas

quedase soltera; no carece de atractivos, aunque, desde luego, puede

haber otros factores en la situación. La familia que ocupa el se-

gundo lugar en la escala de la riqueza tenía dos hijas casaderas en

1936. Una de ellas contrajo matrimonio con un varón pobre que fue

a vivir a su casa a raíz del casamiento. La otra (de 17 años más o

menos en 1936) tuvo un hijo fuera de matrimonio con uno de los

descendientes de la familia más rica, y en 1941 aún estaba soltera.

Las dos hijastras del jefe de la familia que ocupa el tercer lugar

en la escala de la riqueza habían tenido tres hijos fuera de matrimonio

en 1936 (dos de ellos, según se informó, del padrastro), y permane-

cieron solteras. La única hija del hombre que ocupa el cuarto lugar

en la escala de la riqueza contrajo matrimonio con un varón quellegó a vivir y trabajar a la casa de su padre. Lo mismo ocurre al

seguir descendiendo a lo largo de la lista de los muy ricos; matri-

monios tardíos, solteronas, madres solteras y residencias matri-

locales, en forma más común que entre los pobres.

Nunca escuché expresiones de envidia ni de lástima en relación

con matrimonios entre varones pobres y muchachas ricas; no obs-

tante, pienso que ocurre cierta pérdida de respeto si la familia de

la muchacha toma la iniciativa y en cierto sentido compra al varón.

Tampoco se hacían observaciones acerca de la buena fortuna de

una muchacha que contraía matrimonio con un varón rico; en uncaso se compadecía un poco a la muchacha por lo duro que tendría

que trabajar. Parece ser que no existe la noción de "casarse por

dinero", tal vez porque las ideas románticas relativas al matrimonio

son escasas. El hecho de que haya tan poca predilección por los

matrimonios que cortan verticalmente las líneas de la riqueza, indu-

dablemente facilita su concertación. También parece que no se la-

mentan mucho los matrimonios tardíos ni la soltería femenina; es

cierto que son pocas las mujeres que permanecen solteras, pero

los comentarios acerca de aquellas que son realmente solteronas

brillan por su ausencia. De manera que no es tan extraño comopodría parecer el hecho de que los ricos permitan que sus hijas se

queden solteras. Finalmente, la actitud hacia los hijos fuera de ma-

Page 227: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

EL CAPITAUSMO DEL CENTAVO 529

trimonio es relativamente blanda, pues el estigma para la muchachao para su familia no es grande, y para el nifto no hay estigma enabsoluto. (Es de advertir que las mujeres de conducta relajada sonmal vistas, y que las relaciones ilícitas, de manera especial con los

ladinos, son consideradas con severidad).

Del estudio de las genealogías y de los datos sobre la herencia

se desprende que la riqueza íamiliar tiene una historia natural quepuede ser descrita de la manera siguiente: un varón atesora riquezas,

en parte por medio de la herencia y/o del matrimonio, y en parte

por medio de sus propios esfuerzos. A menos que la dilapide durante

su vida, la misma pasa eventualmente a poder de sus hijos. Los ricos

tienden a tener más hijos sobrevivientes que los pobres, probable-

mente porque pueden cuidarlos mejor. La riqueza original, después

de dividirse entre los herederos, da a éstos un punto de partida en la

vida adulta, y cada uno de ellos probablemente adquiere algunatierra adicional por el matrimonio (esta tierra es menos extensa

que la adquirida por herencia). El heredero puede aumentar su

fortuna a base de esfuerzo y suerte, aunque también puede ocurrir

lo contrario. SI aumenta su fortuna, se enriquece y el proceso se

repite. Con frecuencia ocurre que uno de los hijos de una familia

rica aumenta su riqueza, mientras que los demás no, e incluso se

empobrecen; existe cierta tendencia en este sentido entre los hijos

de los ricos. Si el hijo de un hombre rico empobrece, su hijo puedecasarse con una muchacha rica y obtener así un punto de partida

hacia la riqueza; o bien, si la residencia es matrilocal en su caso,

su historia posterior puede seguir un curso paralelo a la del hijo

de un hombre rico. En cambio, la hija de un hombre pobre se en-

cuentra en posibilidad de casarse con un hombre rico, y uno o másde sus hijos pueden obtener un punto de partida en el camino de la

riqueza. Y, por supuesto, cualquier hombre pobre (hijo o nieto de

rico o de pobre) puede tener los requisitos necesarios para el caso,

incluida la suerte (pues la enfermedad y las defunciones en la

familia son causales importantes del desastre) y enriquecerse conayuda de sus hijos.

De manera que cualquier familia de Panajachel, durante el curso

de dos o tres generaciones, tiene sus altibajos importantes, y el

rico y el pobre pronto cambian de posición genealógicsimente.

Existe un elemento especial en la sociedad que tiende a empo-brecer £il rico en Panajachel: el sistema de servicios civiles y reli-

giosos que se prestan a la comunidad. Se espera que todos los hom-

15 - El Capitalismo - Tomo II

Page 228: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

530 S O L T A X

bres (cada uno acompañado de su esposa) cubran la escala ascen-

dente de los cargos públicos; empero, hay dos factores que hacenque el proceso sea mucho más caro para los ricos que para los

pobres: 1' cuando hay oportunidad de elegir, los puestos más one-

rosos son tomados por los ricos; y 2' los pobres, por no tener

capacidad económica para sufragar los gastos de los cargos, ascien-

den muy lentamente y de vez en cuando omiten una posición, ycon frecuencia mueren sin haber pasado por todos los cargos. Encambio, los ricos no pueden negarse a servir, por lo cual ascienden

más rápidamente y se convierten en principales, cuando aún están

en la mitad de su vida. El resultado es que los ricos no sólo gastan

más dinero e invierten más tiempo cuando son jóvenes, sino quese convierten en bebedores habituales a una edad temprana, e invier-

ten más tiempo y dinero en el licor.

La movilidad en la escala económica a menudo es muy rápida.

Dada una pequeña extensión de tierra y algunos años de buenafortuna, un indígena cuidadoso reúne dinero para comprar mástierras; si persevera en el trabajo y su buena suerte no lo abandona,

se enriquece casi en progresión geométrica. El varón que ocupaba

el primer puesto en la escala de la riqueza en 1936, se enriqueció

en veinte años o en menos, y estaba aumentando con rapidez su

fortuna. Trabajó de maulera esforzada; había perdido a dos de sus

hijos en la edad infantil, y tenía cinco hijos y dos hijas adultos. Les

enseñó a trabajar con ahínco y habilidad, y la familia vivía conser-

vadoramente. El dinero ganado se destinaba a comprar más tierras

o a tomarlas en empeño, y las grandes ganancias que este sistema

producía permitían comprar más tierras aún. Por otra parte, yahemos visto lo que ocurrió con la fortuna de la familia Rosales, quefue dilapidada por la mayoría de aquellos que la heredaron, y rápi-

damente aumentada por uno, y luego perdida en su totalidad enpocos años. El caso del varón que, a pesar de la pequeña extensión

de las tierras que poseía en 1936, ocupa el lugar número 16 en la

escala de la riqueza, también es instructivo. No sólo es un varónlaborioso, sino que tenía cuatro hijos adultos y muy trabajadores.

La familia se estaba desenvolviendo tan bien, que los informantes, noobstante su escasez de tierras, la colocaron casi en el extremosuperior de la escala de la riqueza. A partir de 1936, la familia haadquirido tierras mucho más extensas, y ha eliminado parte de la

discrepancia que existía entre su hacienda y su supuesta riqueza.

Page 229: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

EL CAPITALISMO DEL CENTAVO 531

Motivaciones

Con frecuencia se dice que los indígenas de Guatemala (algunas

veces como una de las razones por las cuales no mejoran sus condi-

ciones de trabajo y sus salarios), si logran ganar en tres días el

dinero que necesitan durante la semana, no trabajan el resto

de la misma. Dudo que lo dicho sea cierto en una medida apre-

ciable en cualquier parte del pais; pero sobre todo si tratamos de

aplicarlo a Panajachel, nada parece más alejado de la verdad queesta dogmática afirmación, que indica que los indígenas trabajan

de manera exclusiva para satisfacer sus necesidades materiales, yno desean mejorar su vida, ni lograr la seguridad que da la riqueza

(espedalxnente en tierras), ni acumular algo para sus hijos. Pienso

que he presentado evidencias suficientes para hacer que mi aseve-

imdán eea creída. Los indígenas viven por encima de un nivel de

subsistencia (de acuerdo con sus normas); ciertamente, trabajan

tanto para costearse el lujo de la carne como para adquirir maíz, ypara la iglesia tanto como para la comida. Nunca oí decir quealgún indígena pobre rehusara trabajar para otra persona (si estaba

sobrio y en capacidad de trabajar), si no tenía nada que hacer parasí mismo y si el trabajo y el salario estaban a la par de los niveles

locales. Si el propietario de una plantación tratara de contratar

trabajadores para llevarlos a las tierras bajas, podría obtener unaimpresión contraria; empero, se equivocaría por su desconocimiento

del hecho de que hay suficiente trabajo en Panajachel, donde las

condiciones climáticas y de salud son más favorables, y donde los

indígenas tienen sus familiares y amigos. Además, ya se ha visto

que los indígenas compiten por la riqueza, y que existe una moti-

vación fuerte hacia la adquisición de parcelas más extensas, comoreflejo del deseo de tener más para ellos mismos y para sus hijos.

Es indudable que la primera necesidad que los indígenas sienten

es la de seguridad. La riqueza proporciona seguridad, pero para

tenerla verdaderamente se requiere una gran riqueza. Cuando unaenfermedad puede consumir en un año lo que se ha acumulado en

doce o en máis, y cuando tales catástrofes se encuentran siempre enel horizonte, no basta estar un poco solvente. Casi ningún indígena

posee suficientes bienes para sentirse completamente seguro, y la

mayoría de ellos no tiene seguridad de ninguna especie. La nece-

sidad de anticiparse tanto como sea posible al día aciago los man-tiene apegados al trabajo sin excepciones. Debe tenerse presente

Page 230: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

532 S O L T A X

que en Panajachel no hay mecanismos capaces de aliviar los resul-

tados del desastre financiero. Un hombre vende sus bienes o tomaprestado sobre ellos cuando tiene una necesidad urgente. Cuandosus bienes desaparecen, prácticamente se queda sin ningún respaldo.

La caridad pública no existe y la privada casi tampoco. Existe el

caso de un indígena pobre cuya esposa estaba enferma después dehaber dado a luz. La partera le dijo que era necesario comprar al-

gunas medicinas; él invirtió tres días tratando inútilmente de pres-

tar 25 centavos, ofreciendo su machete como garantía, porque notenía dinero. Ignoro qué ocurrió finalmente. En otro caso, un indí-

gena muy pobre cuya esposa acababa de dar a luz fue llamado

ante el juez por no haber registrado el nacimiento del niño, y en el

juzgado le impusieron dos quetzales de multa por carecer de docu-

mentos personales; en la cárcel estaba imposibilitado para ganaralgo para su esposa enferma, por lo cual un sobrino (indígena ladi-

nizado) pagó la multa "como un acto de humanidad".

Dentro de una gran familia, el número de sus miembros repre-

senta por sí mismo cierta seguridad, pues no todos pueden enfermaral mismo tiempo. En una familia pequeña (compuesta, por ejemplo,

por el padre, la madre y un hijo pequeño), si el padre cae enfermo

y no hay bienes que puedan ser vendidos o empeñados, supongo quese vive con lo que la esposa logra ganar y se compra sólo lo quesus ingresos permiten comprar; si no se pueden comprar medicinas,

ni es posible pagar los servicios de un especialista en asuntos sobre-

naturales, el varón presumiblemente prescinde de estas cosas y tal

vez muera. Ignoro lo que ocurre en un caso de éstos, cuando ambospadres se ven incapacitados para trabajar; tal caso no ha sido

registrado, y supongo que los vecinos, los amigos o los parientes

ayudarían a la familia enferma. La situación no es tan negra comoparece, porque las necesidades cuyo mínimo debe cubrirse impres-

cindiblemente son pocas: el techo no cuesta nada, pues cualquier

persona puede proveerlo temporalmente; siempre es posible recoger

algunos leños; la ropa puede caerse a jirones, pero la bondad del

clima hace que tal problema no sea demasiado grave; y, durante

un período limitado, la comida puede ser muy poca y barata

(maíz, un poco de cal y agua). En los casos de adversidad extrema,

el nivel de vida sencillamente desciende hasta el mínimo indicado.

Indudablemente, el primer deseo es tener seguridad ante tales

contingencias. Pero éste es negativo. Los indígenas también desean

vivir mejor. En primer lugar, ello significa que desean comida,

Page 231: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

EL CAPITAUSMO DEL CENTAVO 533

ropa y techo por encima del mínimo. En segundo, desean alguna

clase de seguridad efectiva contra la muerte. Un indígena me dijo

que la razón por la cual los ricos tienen más hijos que los pobres

es porque pueden "defenderlos" cuando enferman. También recuerdo

a la muchacha pobre que indicó que los hijos de los ricos podían

•*pecar" (en este caso, trabajar los domingos), porque tenían los

recursos necesarios para enfrentar las consecuencias (es decir, po-

dían pagar las curaciones). En tercero, aspiran a cierto grado de

independencia (para poder elegir sus empleos y la clase de trabajo

que prefieren, a fin de no tener que pedir favores ni prestar dinero,

etcétera), y desean suficientes recursos económicos para poder lle-

var sus disputas hasta su término legal, y pagar sus multas en gradono menor que sus enemigos.

Más allá de lo dicho, los indígenas incluso desean capacidad

para hacer favores y dar trabajo a otros. A largo plazo, lo que indu-

dablemente ansian es el respeto de los demás miembros de la comu-nidad. Virtudes personales como la honestidad, la laboriosidad y la

generosidad, que ocupan un elevado lugar entre los valores de la

cultura, son más o menos independientes de la riqueza. Empero, haypor lo menos dos logros de gran valor que sólo se obtienen por

medio de la acumulación de riqueza. Uno de ellos es el rápido

ascenso en la jerarquía político-religiosa; un varón que posee dinero

puede cumplir sus obligaciones rápidamente, sin quejarse mucho ni

mostrarse demasiado económico, y llegar así a ser un principal con

honores a una edad temprana y a constituir un poder respetado en

la comunidad. El otro es la capacidad para procurar todo el bien

posible a sus hijos. Ya sea por afecto o por un sentimiento de

responsabilidad familiar, o bien porque la gente habla mal de unhombre que agota lo mejor de sí mismo sin llegar a tener nada

para sus hijos, uno de los deseos más fuertes es el de poseer tie-

rras para los herederos. Proporcionar tierras a los hijos es uno

de los más fuertes incentivos para la acumulación de riquezas, espe-

cialmente en tierras, y ello se refleja también en la afirmación

hecha voluntaricimente por un anciano indígena ante el señor Juan

de Dios Rosales. "Nacimos sin nada", dijo, " y así hemos de morir.

¿Por qué habria yo de ahorrar dinero (es decir, por qué no he de

gastarlo en licor) si todos mis hijos están grandes? Como ahora

somos sólo dos, nada me preocupa".

Page 232: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

534 S O L T A X

Conclusiones

A pesar de tales motivaciones, es claro el hecho de que enconjunto la riqueza no se ha adherido a las lineas familiares en Pa-

najachel. Hemos dado respuesta a las preguntas formuladas. Noobstante, y tal como debe ser, las respuestas sólo nos han conducido

hacia otras preguntas; puede ser interesante tratar de dar respuesta

a una de ellas. ¿Es accidental o transitorio, o depende de la natura-

leza de la comunidad el hecho de que en Panajachel no se hayandesarrollado clases sociales conectadas con la riqueza? Pienso quela respuesta es que no se han desarrollado clases sociales en Pana-

jachel, ni están prestas a desarrollarse, por tres razones:

La primera es la baja riqueza absoluta de la comunidad. Aun-que relativamente son ricas, las familias más ricas de la comunidadno se encuentran muy por encima del nivel de subsistencia. Su mar-gen de seguridad es estrecho, y una sucesión de malos tiempos (en-

fermedades, borracheras, etcétera) puede echarlas abajo. Por ello

es que hay tanta movilidad. Además, ninguno es suficientemente

rico para dejar establecidos a sus descendientes; cuando las tierras

se dividen entre los herederos, el margen de seguridad se reduce ycada uno de ellos queda en posición de enriquecerse o de empobre-cerse más. En comparación con muchas comunidades europeas, es

fácil ver que las diferencias familiares de riqueza tienen pocas opor-

tunidades para cristalizar.

Las razones segunda y tercera son instructivas, porque en parte

surgen de la comparación con otras comunidades de Guatemala.

Chichicastenango (comunidad próxima, hacia el norte) difiere de

Panajachel en muchos aspectos. Uno de ellos es el de que hasta

hace poco el tiempo femenino no tenía valor monetario en Chichicas-

tenango. (El aumento de la tejeduría para el turista puede cambiar

lo dicho). Por tanto, en Chichicastenango, en oposición a Panaja-chel, se estimula el matrimonio dentro de la misma clase económica,

y de allí surge la tendencia a desarrollar clases sociales conectadas

con la riqueza. En contraste, en Panajachel puede verse que el valor

económico de las mujeres se opone al desarrollo de tales clases.

Una diferencia principal entre las dos comunidades es la quese refiere al volumen de la población, el cual tiene consecuencias

importantes para el problema que estamos considerando. En Chichi-

castenango hay alrededor de 25 000 indígenas, en vez de 800. Engeneral, existe la misma clase de sistema social, con su escala de

Page 233: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

EL CAPITALISMO DEL CENTAVO 5S5

cargos que deben ser cubiertos anualmente. Pero el número de

cargos es proporcionalmente mucho menor. En Panajachel se dis-

tribuyen 52 cargos entre 132 familias; en Chichicastenango se dis-

tribuyen alrededor de 350 entre 5 000 familias más o menos. Enun caso hay un cargo para dos o tres familias, mientras que en el

otro hay uno para cada catorce o quince. Empero, en Chichicaste-

nango, no menos que en Panajachel, se espera que un varón des-

canse «61o dos o tres aftos entre un cargo y otro; ciertamente, si los

períodos de descanso se alargaran proporcionalmente, el hombremoriría antes de haber cubierto la escala. Por supuesto, la solución

se encuentra en el hecho de que en Chichicastenango no todas las

familias participan plenamente en el sistema. En tanto que en Pa-

najachel todos los varones pueden aspirar a ser alcaldes, en Chichi-

castenango son relativamente pocos los que pueden llegar a la

cumbre de la escala. El número es todavía más reducido de lo quese ha indicado, porque en cualquier pueblo, al margen del volumende su población, aún no h(iy más que un primer alcalde. El hecho es

que, en Chichicastenango, por cada varón de un determinado nivel

de edad que sirve como alcalde, hay cien que no lo hacen. En conse-

cuencia, alli es necesario seleccionar a los pocos hombres que cubren

todos los puestos de la jerarquía político-religiosa. ¿Cómo se deter-

mina tal selección? Debe recordarse que en Panajachel la velocidad

del ascenso es variable; algunos varones ascienden con rapidez

y se convierten en personas respetables poco después de cumplircuarenta aftos de edad; otros suben con más lentitud y no obtienen

el cargo de alcalde sino hasta después de que han cumplido cincuenta

aftos, o aún más tarde. La diferencia ha sido descrita como un asunto

que se refiere casi en su totalidad a la riqueza. Fundamentalmente,

el proceso es igual en Chichicastenango, pero aquí está muy exage-

rado. La gente pobre no puede sufragar los gastos de los altos

cargos, ni necesita servirlos. Los funcionarios más altos provienen

de pocas familias ricas. Por otra parte, y como corolario, los funcio-

narios más bajos (mensajeros, barrenderos de las calles, etcétera)

proceden de las familias máis pobres. Por consiguiente, las diferen-

cias entre la teoría y la práctica son emiplias en Chichicastenango,

pues mientras que en teoría todos dan los pasos prefijados a lo largo

de la escala de los cargos, en la práctica las masas populares sirven

en los cargos más bajos, en tanto que son relativamente pocas las

familias ricas que monopolizan los altos cargos, sin haber cubierto

los bajos. Tanto en Chichicastenango como en Panajachel, la teoría

Page 234: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

536 S O L T A X

se parece a la práctica en este lugar. Así que en Chichicastenango se

tiende hacia la formación de algo que se aproxima a las clases

sociales. Un número relativamente bajo de familias no sólo es rico,

sino que tiene el monopolio del respeto que deriva de la práctica

de las funciones rituales, así como el del poder político. Asimismo, es

fuerte la tendencia de estas familias a casarse entre ellas. Además,no sólo están situadas aparte, de manera distinta, como clase deélite, sino que existe cierta tendencia hacia la conservación de la

riqueza y del poder de la comunidad entre las mismas familias de

una generación a otra. Existe una especie de aristocracia. El con-

traste entre Chichicastenango y Panajachel es notable, y resulta

particularmente interesante, porque nos permite observar un solo

mecanismo cultural en acción con diferentes efectos. Por el con-

traste es posible comprender por qué Panajachel no puede tener

clases sociales.

Es evidente que la respuesta completa para todas las preguntas

formuladas en relación con Panajachel no sólo requiere la totalidad

y la variedad de los datos presentados en este volumen, sino también

necesita de los puntos de vista que se obtienen a través del estudio

comparativo. Al mismo tiempo, sin importar cuan únicas puedan

ser las condiciones de Panajachel, parece probable que la compren-sión de su sistema social y económico, dentro de los términos de las

preguntas planteadas, nos ayudará a comprender los mecanismosque operan en otras sociedades, incluyendo la nuestra. Tal es, por

lo menos, la expectativa sobre la cual los antropólogos basan su

método.

Page 235: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

APÉNDICE NUMERO 1

DOCUMENTO RELATIVO AL TRABAJO*

LISTA DE TAREAS Y NÚMEROS DE DIAS-HOMBRE» QUE REQUIERENLOS CULTIVOS DEL PUEBLO DE PANAJACHEL, EN EL DEPARTAMENTO

DE SOLÓLA

MILPATierras nuevas:

Limpia de 1 cuerda de tierra pedregosa en las colinas 2 díasLimpia de maleza para contener el fuego en el contomo

de 5 cuerdas 1 díaQuema de 5 cuerdas 1 "

Tierras viejas:

Rastrojado de 1 cuerda 1 día

Tierras de todas clases:

Desmonte de 1 cuerda 1 díaSiembra de 2 cuerdas de maíz 1 "

Resiembra de las matas no germinadas en 10 cuerdas 1 "

Primera limpia de 1 cuerda de tierras malas en el delta 2 díasSegunda limpia de 1 cuerda de tierras malas en el delta 2 "

Cosecha de 2 cuerdas distantes del pueblo 1 díaAcarreo de maíz del campo a la casa, 3 viajes 1 "

Colocación de diez redes de maíz en el granero 1 "

(Rendimiento general por cuerda: 3 redes o cargas).

HORTICULTURA

Hechura de tablones para cultivar legumbres (en unacuerda se hacen 8 tablones de 3 varas de ancho por32 de largo cada uno):

Desmonte de 1 cuerda 2 díasRiego de 1 cuerda antes de hacer los tablones 1 díaPreparación de 1 tablón con azadón 2 díais

• Este documento fue dirigido al presidente de la República por indígenas panaja-chelenses. (Nota de los editores).

I El tiempo está calculado con base en lo que puede hacer ua varón adulto ytrabajador. La cuerda es siempre xxxx cuadrado de 32 varas.

537

Page 236: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

538 S O L T A X

Semilleros de cebolla (en tablones)

:

Aplicación de fertilizantes para el tablón 2 díasSiembra y cubrimiento con hojas, de 1 tablón ... 2 "

Primera limpia de 1 tablón 4 "

Segunda limpia de 1 tablón 4 "

Extracción del semillero de 1 tablón y preparacióndel mismo para su trasplante 4 "

(Los semilleros son regados diariamente durante45 días en la estación seca; después cada tres díasdurante 15 días más).

Cebollas trasplantadas:

Alisamiento y siembra de 1 tablón 2 díasRiego de 2 cuerdas de cebollas •.

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1 díaPrimera limpia de 1 tablón 2 díasSegunda limpia de 1 tablón 2 "

Extracción y arreglo en atados de las cebollas de1 tablón 2 "

(Las cebollas permanecen en el tablón durante 4meses, y son regadas 2 veces por semana).

Ajo (en tablones):

Preparación de la semilla para 1 cuerda 2 díasSiembra de 1 tablón 1 díaÚnica limpia de 1 tablón 2 díasRiego de 2 cuerdas 1 díaExtracción y acarreo (a la casa) de 1 tablón 1 "

Arreglo de 15 atados antes de la venta 1 "

(Cada tablón produce 40 atados. El riego se hacedos veces a la semana. Antes de hacer los atados, el

ajo se asolea dursinte 5 días).

Frijol negro de suelo (en tablones)

:

Siembra de 1 cuerda 2 díasÚnica limpia de 1 cuerda 3 "

Riego de 2 cuerdas 1 día

Extracción y acarreo (a la casa) de 1 cuerda de frijol

seco 1 "

Asoleado y trilla de 1 cuerda 2 días

(El frijol negro de suelo permanece en los tablonesdurante 3 meses; se riega 2 veces a la semana).

Page 237: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

EL CAPITALISMO DEL CENTAVO 539

Frijol negro de vara (en tablones):

(El mismo tiempo que se invierte en el frijol desuelo, con las adiciones siguientes):

Búsqueda y acarreo de varas para 1 tablón 2 días

Colocación de ias varas de 1 tablón 1 día

(EU frijol negro de vara permanece en los tablonesdurante 4 meses; se riega 2 veces a la semana).

Repollo, lechuga, nabo, remolacha y acelga suiza (entablones)

:

Requieren el mismo trabajo que el cultivo y el tras-

plante de los semilleros de cebolla.

Zanahoria (en tablones):

Requiere el mismo trabajo que el cultivo de los semi-lleros de cebolla, omitiendo la segunda limpia; per-

manece 4 meses en los tablones y se riega lo mismoque la cebolla.

Pepino (en tablones):

Siembra y abono de 1 tablón 1 díaÚnica limpia de 1 tablón 1 "

(Permanece 3 meses en los tablones y se riega 2veces a la semana).

Tomate (en tablones):

Primero se hacen semilleros en la misma formacomo los de la cebolla; después se trasplanta ennuevos tablones, con las mismas tareas que requierela siembra del pepino dulce; se riega igual queel pepino.Única limpia de 2 tablones, con camellones 1 día(El tomate permanece 3 meses en los tablones).

Pepino dulce (por cuerda):

Desmonte de 1 cuerda 1 díaVolteado del suelo (si se hace), 1 cuerda 4 díasCavado de agujeros en 1 cuerda 2 "

Acarreo y aplicación del fertilizante en 1 cuerda 2 "

Siembra de 1 cuerda 1 díaRiego de 1 cuerda (dos veces a la semana) 1 "

Page 238: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

540 S O L T A X

Limpia y hechura de montículos al pie de cada mata,en 1 cuerda 2 días(Se limpia una vez cada mes y se cosecha despuésde un año).

Las plantas son cercadas cuando frutecen:

Búsqueda de postes para 1 cuerda 1 díaColocación de los postes en 1 cuerda 1 "

Búsqueda de juncos para atar varas y cañas 1 "

Corte y acarreo de cañas de maíz para cercar 1cuerda 5 díasConstrucción del cerco alrededor de 1 cuerda 3 "

Yuca y camote (en surcos de 32 varas de longitud)

:

Hechura de 2 surcos 1 díaPrimera limpia de 4 surcos 1 "

Segunda limpia de 4 surcos 1 "

(Permanecen 6 meses en la tierra y se riegan 2veces a la semana).

CAFESiembra:

Cavado de 25 hoyos 1 díaExtracción de 50 matas en pilón 1 "

Acarreo de 100 matas a 1 kilómetro de distancia 1 "

Siembra de 100 matas 1 "

(El trabajo que requieren los árboles para sombraes equivalente al de la siembra de los cafetos).

Cosecha:

Corte de café en cereza (1 bolsa de 50 libras) 1 díaDespulpar y escoger (1 bolsa de 50 libras) 1 "

Lavado de café despulpado (4 bolsas de 50 libras) . . 1 "

(El café ha de asolearse durante 5 días después dehaber sido lavado).

Los árboles frutales siempre requieren un poco de trabajo,como el de quitar los parásitos de las hojas y el de cosechar los

frutos, como el jocote, injerto, aguacate, naranjo, etcétera. Para la

enredadera del güisquil deben hacerse bastidores de varas, etcétera.

Page 239: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

EL CAPITAUSMO DEL CENTAVO 541

En este pueblo no se ejecuta el trabajo en el mismo tiempo queen otros pueblos, pues nosotros tenemos más de una siembra encada sección de tierra, y debemos hacer nuestras tareas muy lenta-mente, con el objeto de no lastimar las plantas que están desarro-llándose. Los cultivos que sólo permanecen tres o cuatro meses enlos tablones se siembran más de una vez al año.

Las cebollas tres veces al afto.

£1 ajo dos veces al aflo.

El frijol negro dos veces al aflo.

Debe recordarse que algunos trabajos requieren más de unatarea; por ejemplo, la limpia de las cebollas, el desmonte de lastierras de las colinas, etcétera. Al hacerse las cuentas puede verseque sólo los tablones de 1 cuerda arrojan muchos días-hombre detrabajo.

Los martes y los viernes, u otros días de cada semana, todosdebemos ir a los mercados de otros pueblos a vender los productoscosechados en nuestros campos.

Algunas personas engordan novillos, o crían vacas lecheras,ovejas, etcétera, y tienen que invertir parte de su tiempo en el

cuidado que necesitan los animales.

Construimos nuestras casas en forma de ranchos, por lo cualdebemos ir al campo a buscar madera, bejuco, caña, paja, etcétera;además, debemos invertir tiempo en la construcción de las casas.

La lefta es articulo muy importante en nuestros hogares, espe-cialmente en invierno; debemos preparar lefta en gran cantidad,para ahorramos molestias cuando llueve mucho.

En verano debemos salir a arreglar los canales de riego delpueblo, para lo cual tenemos que caminar más de un kilómetro enalgunas ocasiones; como todos utilizamos el agua de los canales pararegar nuestros campos, con frecuencia el tiempo de trabajo es mayorque el que se indicó anteriormente.

La semilla de la cebolla que producimos aquí es tan delicada,

que tenemos que invertir pacientemente mucho tiempo en cortarla,

acarrearla, secarla y limpiarla; es tan pequeña que una libra con-tiene una gran cantidad. (Esto es además del tiempo que la cebollaha estado en los tablones, así como de su riego, su fertilización ylos cuidados que deben prodigársele por los males que pudierasufrir)

.

Fechado en Panajachel, en agosto de 1937.

(Firmado por todos los indígenas).

Page 240: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

APÉNDICE NUMERO 2

índice y precios de los artículos

La siguiente lista de articules, en orden alfabético, se incluye

por las ventajas que representa como punto de comparación. En la

misma aparece la mayor parte de los artículos mencionados en el

texto.

Se indican los precios de los artículos en la ciudad de Gua-

temala, cuando los mismos se encuentran disponibles. Tales precios

proceden de tres fuentes que se indican con asterisco y doble aste-

risco, la primera; una daga y doble cruz para la segunda y ter-

cera respectivamente.

* Memorias de Hacienda y Crédito Público, años de 1938,

1939 y 1940, cuadros números 26, 38 y 57, en las páginas597-598, 699-702 y 728-730 respectivamente. Estos cuadros seña-lan, para la ciudad de Guatemala, los precios mensuales dealgunos artículos durante varios años; entre los tres indicanlos precios durante el período comprendido entre 1935 y 1940,inclusive. En la siguiente lista se registran los precios mínimo,máximo y promedio para el sexenio entero; y

** para sólo el año de 1936.

t Los cuadros números 25, 37 y 56 de las mismas Memorias,en las páginas 596, 698 y 727, respectivamente, dan los preciosmensuales de "los artículos de primera necesidad" en la ciudadde Guatemala, durante el año correspondiente a la Memoria.En los casos en los que tales datos son utilizados en la lista

siguiente, los precios mínimo, máximo y promedio se dan com-binados para los años de 1938, 1939 y 1940.

t El periódico "El Imparcial", de Guatemala, a intervalos deuna semana, publicó desde el 3 de abril hasta el 21 de agostode 1937 los precios corrientes en el mercado central de la

ciudad de Guatemala. (La serie probablemente principió antesdel 3 de abril, pero no tengo a disposición ejemplares delperiódico anteriores a esa fecha; a partir del 21 de agosto, la

serie se suspendió, aunque pudiera haber sido continuada pos-

teriormente). Como sólo dispongo de los registros de cincomeses, es obvio que las cifras "máxima" y "mínima" que el

cuadro indica no son necesariamente absolutas para el año,

y que los promedios de las cifras semanales tampoco sonnecesarieimente válidos como promedios del año.

542

Page 241: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

EL CAPITAUSMO DEL CENTAVO 543

En la lista se incluyen algunos artículos sin indicar sus precios

en Panajachel ni en Guatemala. Ello es para que la mayoría de los

artículos de los cuales se sabe que intervienen en la economía de

Panajachel pueda encontrarse enumerada en un lugar. Los bienes

que no son comprados, como las casas y los productos de los telares

femeninos, no se incluyen.

Page 242: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

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APÉNDICE NUMERO 3

UNIDADES DOMESTICAS EN ORDENDE RIQUEZA

La siguiente lista de unidades domésticas indígenas de Pana-jachel comprende todo lo que habla en la comunidad cuando fueestudiada en 1936. Las familias están ordenadas de acuerdo conla riqueza (de ricas a pobres), de conformidad con los juicios

siguientes:

1) Las opiniones de dos indígenas que se identifican con lasletras SY y BC, y se encuentran en los lugares números 49 y 58de la lista, respectivamente. Trabajando independientemente,las personas mencionadas colocaron a las familias en unaescala de 1 a 100, lo cual permitió disponer las unidades domés-ticas en orden de riqueza. Los resultados aparecen en las

columnas números 2 y 3 de la lista final, donde los númerosrepresentan el orden de la riqueza (de acuerdo con las dos per-

sonas que emitieron opinión), no la posición conferida.

2) La posición en las escalas de valor de la tierra poseída ycontrolada, como se indica en las columnas números 3 y 4.

3) Otros indicios de la riqueza, como las casas, las existencias

y las fuentes de ingreso no agrícolas. El número y la clase

de casas, así como el número de animales domésticos y el deárboles frutales, no pueden indicarse en la lista, porque tal

cantidad de datos dificultaría aún más el manejo de la misma.

Siempre que había duda confié en el juicio de los infor-

mantes, cuando el mismo era claro. Obviamente, ni ellos ni yo po-

demos decir cuan exactos sean los juicios, pero es claro que los

extremos están bien definidos y que las familias no se encuentran

tan fuera de lugar.

Los datos relativos al número de personas (hombres, mujeres,

niños, niñas e infantes) se incluyen, porque en muchos casos ayudan

a explicar por qué las familias son más ricas o más pobres de lo

que sus tenencias parecen indicar. Por la misma razón se indican

las ocupaciones especiales.

Las unidades domésticas panajachelenses están numeradas de

1 a 132. Debe observarse que cada uno de los dos casos poligínicos

es tratado por el procedimiento de englobar sus componentes, no

558

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EL CAPITAUSMO DEL CENTAVO 559

obstante que los informantes los consideraron separadamente. Lasunidades de los indígenas foráneos se incluyen en la lista en los

lugares que les corresponden en la escala de la riqueza, pero tienen

números Intermedios precedidos por la letra "F". Los indígenas

(o las familias) foráneos agregados como empleados a las unidadesdomésticas panajachelenses (y, en un caso, a una unidad foránea)

no tienen números separados.

El número de orden (columna número 1) es la clave de la nume-ración de las casas Indígenas en el mapa número 3.

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17 - El Capitalismo - Tomo II

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GLOSARIO

El glosario está dividido en tres partes: el glosario general queda los significados de los términos del español hablado en Panajachelque se usan en el texto. Y los glosarios de plantas y animales queincluyen, en español o lengua indígena y en orden alfabético, muchosde los términos más comunes usados en el texto.

Las identificaciones botánicas y zoológicas están tomadas deViUacorta, 1926 —indicado por (V)—; Mejía, 1927 (M); Rojas, 1936(R); Wisdom, 1940, adenda inédita (W), en la cual reconoce queel doctor Stanley del Field Musseum hizo las identificaciones delas plantas de la región Chorti; y McBryde, 1940 (Me), cuyas iden-

tificaciones de plantas fueron realizadas gracias al empleo de obras,

especialmente la de Stanley, y a los servicios del Herbarium de la

Universidad de California al cual llevó algunos especímenes.*

GENERAL

AGUARDIENTE, licor fuerte hecho básicamente de caña de azúcar(panela) y destilado en alambique.

ALCALDE, cargo civil ahora legalmente inexistente en Guatemala,cuyas funciones administrativas y judiciales son ejecutadas porel intendente. E3 cambio anual de este cargo público, es el másalto en la jerarquía indígena.**

ALGUACIL, cargo civil que en pueblos pequeños como Panajachel,tiene funciones de mensajero, peón, portero y policía.

ALMUL, (Almud) medida para cereales que en Panajachel equivalea 12 ó 12.5 libras.

AUXILIAR, funcionario civil que sigue en categoría al regidor.

AYUDANTE, o regidor ayudante, es el asistente del Regidor; es uncargo en el gobierno municipal.

BANDA, faja tejida; en Panajachel usualmente se da este nombrea la clase de faja hecha en cualquier parte y comprada.

BARRIL, medida para líquidos igual a 2 garrafones o 50 botellas.

caballería, medida agraria igual a 64 manzanas o 4 279 áreas.

Algunas de las plantas que aparecen sin identificar en la edición inglesa, fueron

ulteriormente identificadas, a petición del Seminario de Integración Social, por el Perito

Agrónomo Julio Rodas Z., de la Dirección General Forestal, —indicado JR—. (Notade los Editores).

Debe tenerse presente que el material de esta obra fue elaborado por el doctorTax, entre los años 1938 y 1943, cuando en la organización administrativa de Guatemalahabían sido sustituidos los alcaldes por los intendentes. En la actualidad (1964) ha sidorestablecido el cargo, de elección popular, con el nombre de alcalde. (Nota de los editores).

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566 S O L T A X

CAITES, tipo de sandalias casi siempre hechas de suela con correasde cuero que pasan entre los primeros dos dedos del pie yalrededor del talón.

CALZÓN, calzoncillo corto que se usa como pantalón; en Pana-jachel corrientemente son tejidos y cosidos en el hogar.

CALZONCILLO, en Panajachel se llama así a una variedad decalzoncillos largos y blancos que se usan como pantalones yque tienen más semejanza a éstos que a los calzones.

CÉDULA DE VECINDAD, libreto pequeño de identificación perso-

nal requerido por la ley para los mayores de 18 años y que se

extiende en la municipalidad.

CINTA, específicamente se llama así a una tira larga de tela queusan las mujeres para su tocado.

COFRADE, el más alto cargo de una cofradía y un cargo importanteen la jerarquía político-religiosa.

cofradía, hermandad; grupo de hombres compuesto por un co-

frade y dos o tres mayordomos que durante un año tienen la

mayordomía de un santo. También se llama así, a la casa del

cofrade donde es guardado el santo.

COLONO, peón que vive permanentemente en una plantación.

COPAL, especie de incienso en forma de discos pequeños.CORREDOR, pasillo techado de una casa que comprende el espacio

formado por la extensión de una ala de la construcción soste-

nida por postes.

CORTE, falda envuelta alrededor de la cintura; también se da este

nombre a una pieza de tela.

CUERDA, medida agraria; en Panajachel corrientemente de 32por 32 varas.

CULATA, anexo de una casa consistente en una extensión en la

que se usa una pared original de la casa como una de las paredesdel anexo que además tiene techo separado.

CHICHA, bebida fermentada hecha de panela y una variedad dejocotes.

FAJA, cinturón tejido; en Panajachel corrientemente se fabrican enel hogar.

FISCAL, el cargo más alto en la jerarquía religiosa de los indígenas.

GABÁN, en Panajachel se da este nombre a una capa de lana usadapor algunos hombres.

GALERA, estructura sin paredes consistente en un techo soportadopor postes.

GUIPIL, blusa, corrientemente sin mangas, hecha de tela típica.

HABILITADOR, contratista de trabajadores agrícolas.

INTENDENTE, la máxima autoridad civil de un municipio; es nom-brado por el Presidente de la República.

JEFE político, la máxima autoridad administrativa del Departa-mento; es nombrado por el Presidente de la República. (En la

actualidad se llaman gobernadores departamentales. N. de E.).

JEFATURA, el edificio administrativo donde está instalada la ofi-

cina del jefe político.

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EL CAPITALISMO DEL CENTAVO 567

JUZGADO, en Panajachel se llama así al lugar donde están insta-ladas las oficinas de las autoridades civiles y judiciales.

LADINO, no indígena; clase de personas que hablan español, vistenropas al estilo europeo y en general son representativos de latradicional cultura hispánica y no de la indígena.

MANCUERNA, un paquete de dos bolas o cuatro tapas de panela.MANDAMIENTOS, disposición gubernamental por la que se obligaba

a grupos de indígenas a realizar labores agrícolas gratuitamentey en oeneficio de otras personas (sistema de trabajo forzado).

MANZANA, medida agraria equivalente a 6 987.4 metros cuadrados.MAYOR, jefe inmediato de los alguaciles; cargo en el gobierno mu-

nicipal y en la jerarquía indígena.

MAYORDOMO, cargo en una cofradía y en la organización religiosa.MILPA, sementera de maíz donde también se hacen otros cultivos

principalmente frijol y calabazas.MONTE, lugar situado fuera del pueblo; área rural que puede o no

tener boisques.

MOZO, peón común o trabajador agrícola.

MUNICIPIO, la unidad político-administrativa más pequeña en queestá dividido el territorio de la República de Guatemala. Unidadterritorial con un pueblo principal que se llama cabecera mu-nicipal.

OLLA, aguardiente destilado a base de caña de azúcar (panela);en su fabricación se utilizan vasijas de barro y algunas vecesse utilizan frutas para darle sabores especiales.

ORNATO, impuesto principal, cuyos fondos se utilizan para traba-jos públicos de cada municipio.

PANELA, azúcar no cristalizada que se vende en Panajachel enbolas grandes de color café; dos bolas forman una mancuernay las mitades de una bola, que se fabrican separadas, se llamantapas.

PATRÓN, empleador, comúnmente por un largo período de tiempo.

PESO, unidad monetaria antigua con cambio de 60 por imo, conrespecto al quetzal.

PINOLE, en Panajachel se da este nombre a una bebida hechaa base de granos de maíz tostados y molidos.

PRINCIPAL, anciano de la comunidad indígena; hombre que hadesempeñado la mayoria de cargos político-religiosos de lajerarquía.

PUEBLO, territorio urbano; la categoria más pequeña —seguidade villa y ciudad— de una comunidad que es el asiento del

gobierno de un municipio; en Panajachel es aplicado el nombrea toda la región urbana, en contraposición a las áreas del montey rurales.

PULIQUE, plato regional; es una sopa caldosa de color rojo y biencondimentada, con la cual se sirven aves domésticas y otrascarnes.

RECOMENDADO, articulo dejado al cuidado de alguien para reco-

gerlo después.

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568 S O L T A X

RED, bolsa de mallas, tejida con cordel hecho de fibras de maguey;es abierta en sus extremos y se usa para empacar cargas, trans-portarlas o almacenarlas.

REGIDOR, miembro del concejo municipal; cargo en el gobiernomunicipal y en la jerarquía legal y extralegal de Panajachel.

RODILLERA, manta pequeña de lana, usada por los hombres alre-

dedor de la cintura y extendida hasta las rodillas.

ROSQUITA, clase de galleta de harina de trigo en forma de bollito.

SACRISTÁN, cargo oficial de la iglesia y de la jerarquía religiosade Panajachel.

SANDALIA, tipo de calzado más parecido a los zapatos que loscaites.

TABLÓN, cuadrilátero oblongo de un jardín u hortaliza, separadode otros por medio de canales por los cuales pasa el agua parala irrigación.

TAMAL, alimento típico hecho de maíz cocido y molido que semezcla con otros ingredientes, se envuelve en hojas de plátanoy se cuece nuevamente al -vapor.

TAPA, mitad de una bola de panela.TAREA, unidad de trabajo; frecuentemente se da este nombre a

los resultados en el rendimiento diario de un hombre, los cualesvarían considerablemente según el tipo de trabajo.

TORTILLA, torta delgada de maíz molido y cocido que se come conlos otros alimentos.

TOTOPOSTE, una tortilla grande, bien tostada, que se lleva a losviajes.

ZARABANDA, baile público en tabernas o cofradías.

ZUTE, o tzute, prenda tejida en Panajachel y usada por las mujeressobre la cabeza.

PLANTAS

AGUACATE. Persea americcma Mili. (W, Me); P. gratisima Gatum(V); P. gratisima Gaerth (M).

ALHUCEMA o ESPLIEGO, (Hyptis gimtemalensis). (JR).AMATE. Ficus sp. (W, M); F. plurihiis (V); F. tecolutensis? (R).AMOLÉ, Jabón blanco (Saqcupaq). Sapindus saponaria. (JR).ANONA. Annona cherimola (Me); A, diversifolia Safford (W); A.

reticulata (M, V); A. squamosa (R).AYOTE. Cucúrbita pepo L. (W, M, V).BLEDO. Amaranthus paniculatus Lineo (Me); A. p. (R); A, reto-

plexus L. (M).BOCA DE DRAGÓN. Lamourouxia visciosa (V).BORRAJON. Tourgegortia glabra. (JR).CAJETE (balsa). Ochroma lagopus.CAMOTE. Ipomea batatas (Me).CAPULÍN. Trema microrntha (R, W); Tila argentia (M).

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EL CAPITAUSMO DEL CENTAVO 569

CAYU Anona glabra. (JR).(II^P.A O CINTUL. Citrua medica L. (Me, M. V.).ri\ rULA. Spreckelia formo88Í88Íma (JR).COL. Bra38ica olerácea (JR).CX)RDONCILLO. Piper sp. (W) ; P. angustipolium Ruiz y Pav. (M)

;

P. Rus A. Paw (V); P. longium (V).

COYOL. Acrocomia vinifera Oersted (Me, W, M) ; A. mexicana (R)

;

A. scherocarpa (V).CUAJILÓTE. Parmentiera adulis (R); P. adulis D. C. (M).CULANTRO. Coriandrum aativum L. (W, M).CUSHIN. Inga edtdis (JR).(CHICHICASTE. Urera baccifera (L.) Graudichaud (W, Me); Urtica

sp. (M); U. dioUica (V).CHIchípate. Stoeetia panamensia Bentham (W).CHILACAYOTE. Cucúrbita ficifolia Bouché (W); C. citrulus (V).

CHILCA. ThevUia nenfolia (M. V.).

CHIPILIN. Crotaiaria viteUina (R); C. guatimalensis (V); C striata

(M); C. longirostrata (Me); C. 1. Hook; & Am. (W).CHIPOC.CHOREQUE. Agati Orandifloraf Vicia Villosa (JR).ENCINO, ROBLE. Varias especies. Quercus, acatenanguensis, oleoi-

dea, triatia, etc. (JR).ESCOBILLA. Sida rhombifolia (M, V).FLOR DE MUERTO. Tajetea erecta L. (M); T. patüla doble (V).

FLOR DE PASCUA. Euphorbia pulcherrimxi (V).

GIRASOL AMARGO. Helianthua multiflorum. (JR).GIRASOL DE LA PIEDRA.GRANADILLA. Paaaiflora liguZaria (Me, M, W); P. edulis (V);

Brya apecicdia (M, V).GREVILEA. Grevülea robuata (V); G. r. Cunn (Me).GUACHIPUIN. Pithecolobrium albicans (M); Dyphysa bobinoides

(M).GÜISQUILw Sechium edule Swartz (W, M, V).GUAYABA. Psidium guajava L. (Me, M). P. pomiferum (V); P. cera-

tedianum Berg (W).HIERBA BUENA. Mentha citrata Ehrhart (W); M. viridea L. (M, V).HIERBA MORA. Solanum nigrum (M, V).HIERBA DE TEMAZCAL. Rhtis terebinthifolia (R).HIERBA DE ZORRO. Crotón dioicus (R).HIGUERILLO. Ricinus communia L. (V, W, M).huís. SoJamun capense (V).ILAMO. Almus acurmnata (R).INDICO (JIQUILITE). Indigofera suffruticosa Miller (W, Me); 7.

añil L. (M); Jacobina tintoria (V).INJERTO. Colocarpum viride Pittier (Me).IZOTE. Yucca guatemalensis (R); Y. elephantipes Regel (W); Y.

gloriosa (V, M).JABILLO. Hura Polyandra Baillon (W); H. Crepitans L. (M, V).JABONCILLO. Sapindus saponaria L. (M, V, W).JOCOTE. Spondiaa purpurea L. Sp. PI. (Me, W, M, V).

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570 S O L T A X

LAUREL. Litsea glaucense (R); Nectandria sp. (M).LENGUA DE VENADO. Scolopendrium officinalis (R).LIMA. Citrus limetta Risso (Me).MADRE DE MAÍZ. Ustilago mayáis? (R). Diosccyrea axurientium

(JR).MAGUEY. Furcraea sp. (M, Me, R); agave sp. (Me). MeBryde men-

ciona varias espeeies de Agave.MAICENA. Musa sp. (JR).MANZANA ROSA. Eugenia jambos L. Sp. Pl. (Me, V); Jambosa

vulgaris (M).MATASANO. Casimiroa edulis (Me).MELOCOTÓN. Sicana odorifera (Vell.) Naudin (Me, W).MEMBRILLO. Cydonia oblonga Millar (W); C. vulgaris Pers. (M).METABEL.MILTOMATE. Physális sp. (W, Me) ; MeBryde llama inciertas a las

especies encontradas en Guatemala, pero sugiere pubescens L.

NANCE. Brysonima crassifolia L. (Me, 'W);B. c. HB & K (M); B.cantifolia HB & K (M, V).

NOGAL. Jugland pyriformis Liebermann (W); J. regia (V, M); J,

nigra (V, M).ORÉGANO. Origanwm vulgare L. (M, W).OREJA DE RATÓN (enredadera), (raciUncoy).PACAYA. Chamaedorea sp. (W, V) ; C. graminifolia Wendland (Me)

;

C. g. Wendalandia & Sehiedeand (Me); C bifurcata (M).PALO DE JIOTE. Busera mexicana (V); B. simaruba (L). Sarg. (W).PALO DE PITO. Erythrina corallodendrum L. (M, V, Me) ; E. rubri-

nervia H. B. K. (W, Me); E. cristagallis (V).PALO DE ZOPE. Derris grandifolia (R).PATAXTE. Theobromo bicolor (M); T. h. Hum. & Boupl. (W).PATERNA. Inga sp. (W); /. spectabilis (V).PEGA PEGA. Turenthia lappacea; Desmodiiom incinatum (M).PEPINO. SoloMum muricatum. Aitón (Me).PEPITORIA. (Semilla) Cucúrbita pepo L. (W).PIMIENTA GORDA. Pimenta officinalis Lindley (W).PUS. (p'usj,

QUECHE,.ROMERO. Rosmarinus officinales L. (W, M, V).RUDA. Ruta chalepensis L. (W); R. graveolens L. (V, M).SABAGASTA. Aristida scabra (R).SACATINTA. Fuchsia parviflora (R); Jacobina tinctoria Hemls. (M).SAJOC. (saxok),SANCO. Localmente se conoce por este nombre algunas variedades.SAUCE. Salix sp. (M); S. alba (M).SEMILLA DE BALSAMITO. Miroxylon balsamum var. Pereirae. (JR).SUQUINAY. Vernonia Patens (JR).TARAY. Eysenhareitia adenostylis (R) ; Mimosa sp. (M) ; Caesalpina

bonducella (M).

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EL CAPITALISMO DEL CENTAVO 571

TAXISCO. Perymenium turckheimu (V); P. t. Vatke (M).i

TE DE LIMÓN. Andropogan citratus (V, M); Cymhogogan c. (DC);Stamf (\V); C. nardus (L) Rendle (Me).

TORONJA. Citrus decumina (R).TULE. Typha latifolia (R); Cyperus cantis Preal (E).TUNA. Opuntia sp. (Me) ; O. dejecta (V) ; O. Monocantha (V) ; Pía-

tyopuntia (Me).UÍÍA DE PAJARO (enredadera). (SWyectikxn),VERDOLAGA- Portulaca campestre (R) ; P. sp. (M) ; P. parviflora

(V).YUCA. Afani/ioí eaciitenta Crantz (W); M. dulcis (Crmel.) Pax (Me).ZAPOTE. Achraa zapote (M) ; Lacuma mammosa (V) ; L. m. Gaertn.

(M); CcUocarpum mammoaum (L.) Pierre (W).

ANIMALES

ARMADILLO o ARMADO. Tatusian novencienta (M, V).COMADREJA. Muatela brasilienais, Sew. (M, W).CONEJO. Lepus palwtris (M, V).COSPIN. Una abeja o avispa na identifieada.COYOTE. Cania letrans, Say (M, V).GALLARETA. Mareca americana, Sel. (M, V).GATO DE MONTE. Vulpea virginianus, Baird (M, V, zoo).GORRIÓN. Muehas especies.MAPACHE. Procyon lotor (P, zoo); P. 1. Alien (M, V).MOJARRA, Cichlasoma gutttOatum, Gunther (Me, P).OSO COLMENERO. Myrmecophaga jubata M. tetradactyla Sim.PAJARO HARAGÁN.PIZOTE. Nasia nasica L. (M, V); Nasua narica (Zoo).PUERCOESPIN. Syntherés puntada (M, V).SÁNATE. QuisccUus macrurus, Sel (P, M, V).tacuacín. Didelphya virginiana, Kn. (M, V, P).TALTUZA. Geomya hiapidus (M, V, P); G. mexicanus (P).TEPESCUINTE. Caelogenys paca, Sim (M, V) ; C. p. (zoo) ; Geomya

p. (P).VENADO. Cariacua virginiantia Brok (M, V).ZOPILOTE. Cathariata atrata, Lawr. (M, V).ZORRILLO. Mephitia mephitica, Baird (M, V); M. putoritca, Cones

(V); Conepatua mapurito, Cones (V).

1 La variedad conocida es el taxiscobo (Zexmenia guatemalensis). (Notade los editores).

Page 270: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

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hacienda y crédito público (1939). Guatemala.1941. Memoria de las labores del ejecutivo en el ramo de

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I

Page 273: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

índice

Página

Crianza de animales 313Aves de Corral 313Ceidot 316Cabras y Ovejas 317Ganado Vacuno . 318Abeja» 319Calñllot y muías. Peños y Katos 320Resumen : costos y utilidades 321

Disposición de la producción 323El mercado local 327Mercados fuera de la comunidad 330

ARricultura 338Tiempo invertido en el mercado 345

BIENES DE CONSUMO

Compras para el uso 350Compras en el mercado 354

Precios 360Maíz 367Frijol 371Otros renglones de artículos comestibles 373Carne y pescado 374Lcf^umbres 376Frutas 378

Producción doméstica 379Clases de casas 379Construcción de casas 382Valor de las casas 388Enseres, muebles y herramientas 389Leña 390Cocinar y lavar 391Vestuario 396Tejidos 399

575

Page 274: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

576 S O L T A X

NIVEL Y COSTO DE LA VIDA Vigm^

Establecimientos domésticos 407

Trajes 417

Mujeres (adultas y niñas) 418

Alimentación 428

Las familias de la muestra 430Totales comunales 432

Equipo 453

Gastos Ceremoniales, Festivos y varios 460Gastos Personales, impuestos, etcétera 471

Riqueza de la comunidad 474Balanza de pagos 477Nivel de vida 480Comparaciones 481

FUNCIONES DE LA RIQUEZA

Método 486Definición de la comunidad para el estudio 488Determinación de las diferencias de riqueza 491

Significado de las diferencias de riqueza 497Localización de la riqueza 497Tierra y riqueza 499Ocupaciones especiales y riqueza 505Trabajo y riqueza 507Riqueza y animales domésticos. Diferencias en la

vivienda 516Diferencias en la alimentación 520Indumentaria y riqueza 523Movilidad de la riqueza 525Motivaciones 531Conclusiones 534

Apéndice número 1

Documentos relativos al trabajo 537Milpa 537Horticultura 537Café 540

Apéndice número 2

índice y precio de los artículos 542

Apéndice número 3

Unidades domésticas en orden de riqueza 558

Page 275: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

índice 577

CUADROS Y DIAGRAMAS

Página

Cuadro N* 40. Valor de los animales domésticos enpropiedad 314

Cuadro N* 41. Combinaciones de animales do-mésticoi 314-315

Cuadro N* 42. Costos estimativos y utilidades de la

chanza de animales domésticos (1940) 322

Cuadro N* 43. Número de casas representadas habitual-

mente por vendedores en varios mercados 326

Cuadro N^ 44. Productos llevados al mercado de Pa-najachel por mujeres indígenas de la localidad.

1937 326-327Cuadro N* 45. Número de vendedores de Panajachel en

un día de semana en el mercado ( 1937) 329

Cuadro N* 46. Composición de los gnapos de vendedoresen mercados foráneos y procedencia de sus productos 331

Cuadro N* 47. Resumen del tiempo dedicado al mercadeo 347

Cuadro N* 48. Tiempo empleado en vender en el mer-cado local 348

Cuadro N* 49. Tiempo dedicado a visitar mercados deotras comunidades a ) visitas reblares 349

Cuadro N* 50. Vendedores en el mercado de Panajachel 358

Cuadro N* 51. Promedio de precios anuales en la ciu-

dad de Guatemala 368

Cuadro N» 52. Destace de cerdos en Solóla 376

Cuadro N» 53. Precios de la cebolla 377

Cuadro N» 54. Clases de casas 382

Cuadro N* 55. Costo promedio de casas indígenas, 1937 386

Cuadro N* 56. Materiales y tiempo empleado en cons-

truir una casa de tierra apisonada 387

Cuadro N» 57. Valor de las casas indígenas, 1937 389

Cuadro N* 58. Tiempo dedicado al trabajo en la co-

cina, 1936 . 393

Cuadro N» 59. Tejedores Panajachelenses 402

Cuadro N' 60. Tiempo empleado en producción domés-tica, 1936 406

Diagrama N' 18. Guía para la descripción de diez esta-

blecimientos en Panajachel 408

Cuadro N' 61. Trajes:a) trajes para hombres y niños 420b) trajes para mujeres y niñas 420

Cuadro N' 62. Estimación aproximada de la indumen-taria de personas no censadas 422

Page 276: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

578 S O L T A X

Página

Cuadro N' 63. Precio de la ropa:a) ropa para hombres 424b ) ropa para niño 425c) ropa para mujer 426d) ropa para niña 427e ) resumen 428

Cuadro N' 64.' Costo promedio anual de la indumentaria 429

Cuadro N' 65. Consumo de alimentos en tres fa-

milias 433-434Cuadro N' 66. Consumo de alimentos de seis familias en

siete días (1944) (en gramos netos) 433-434Cuadro N' 67. Consumo de alimentos:

a) principales artículos de consumo 437b) aves de corral, huevos, carne, productos de car-

ne y pescado 438c) legumbres y hierbas 439d ) frutas y golosinas 440e ) resumen 441

Cuadro N' 68. Muebles, enseres domésticos y herra-

mientas :

a) valor 456 - 457b) muebles, enseres domésticos y herramientas Con-

sumo 458-459Cuadro N' 69. Gastos para ceremonias, fiestas y va-

rios, 1936 460-461Cuadro N' 70. Gastos de los funcionarios para ritos 465 - 467

Cuadro N' 71. Gastos para ritos públicos 469

Cuadro N' 72. Gastos personales, impuestos, etcétera . . 473

Cuadro N' 73. Resumen de gastos en 1936 475Cuadro N' 74. Balance de pagos:

a) ingresos 478b

)

gastos 479Cuadro N' 75. Comparación del promedio de consumo

de alimentos en el área rural de Guatemala por uni-dad diaria de nutrición 482

Cuadro N' 76. Riqueza de las familias panajachelensesrepresentadas en tierras empeñadas 500 - 501

Cuadro N' 77. Riqueza de las familias que arriendantierra para la agricultura 503 - 504

Diagrama N' 19. Ocupaciones especiales y escala de lariqueza en tierras 506

Cuadro N' 78. Distribución de los fabricantes de tejidosen Panajachel 508

Cuadro N^ 79. Indígenas regularmente empleados porotros indígenas en Panajachel 509 - 5 1

Cuadro N' 80. Distribución de animales domésticos ... 515

Page 277: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

índice 579

Página

Cuadro N* 81. Riqueza de 10 familias 517

Cuadro N* 82. Cuartos y espacio habitable para 10 fa-

milias 518

Cuadro N* 83. Número y clase de camas para diez

famUias 518-519Cuadro N* 84. Consumo de alimentos por 6 familias

(1944) durante siete días por unidad diaria denutrición 522

Cuadro N* 85. Distribución de los trajes panajachelenses 524Lista de precios 544

Lista de unidades domésticas 560

Page 278: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

Este libro: El Capitalismo del Cen-tavo^ de Sol Tax, tomo II, (4 000 ejem-plares en papel voluminoso) se terminóde imprimir en los talleres del CentroEditorial "José de Pineda Ibarra" delMinisterio de Educación Pública, el día21 de octubre de 1964, bajo la jefaturadel señor Miguel Castro Aristondo; ad-ministrador: Francisco Strems Rodríguez,jefe de planta tipográfica y cajista: Mi-guel Guzmán Silva ; revisor de originales

:

Manfredo Marroquín Guerra; corrector:Abel Mora' es Archila; linotipistas: Ra-món Roldan Rubí (cuadros estadísticos),Ricardo Urquizú Juárez (texto)

;pren-

sistas: Matías Soto, Héctor Dimas yRigoberto Quiroa, estando la encuader-nación a cargo de Carlos H. PaniaguaC, en la ciudad de Guatemala, C. A.

Page 279: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

CUADERNOS

1 Joaquín Noval,

Tres problemas de la educación ru-

ral en Guatemala.

2 Gilberto Freyre,

En tomo a algunas tendencias ac-

tuales de la Antropología.

3 Roger Bastidey

América Latina en el espejo de su

literatura.

4 Rubén E. Reina,

Continuidad de la cultura indígena

en una comunidad guatemalteca.

5 Stephan F. de Borhegyi,

Cultura folk y cultura compleja en

el área Maya Meridional.

6 E. Michael Mendelson,

Los Mayas del Altiplano.

Benjamín D. Paul,

La vida de un pueblo indígena de

Guatemala. (Número extraordina-

rio).

NUEVAS OBRAS

12 Sol Tax,

El Capitalismo del Centavo. UnaEconomía Indígena de Guatemala.

(Tomo I).

13 Richard N. Adams,

Introducción a la Antropología Apli-

cada.

14 Antonio Goubaud Carrera,

Indigenismo en Guatemala.

2 Richard N. Adams,

Encuesta sobre la Cultura de los

Ladinos en Guatemala. (Segunda

edición).

Page 280: El Capitalismo del Centavo Una economía indígena de Guatemala Tomo II

^V^ IBAÍRA

ntp