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EL CENTRO HISTÓRICO DE LA CIUDAD DE MÉXICO UNA MIRADA DESDE LA FILOSOFÍA ¿ La Ciencia ? Yo soy aquel que nada sabe, que adivina a veces, que a menudo encuentra y que siempre maravilla. El amor que padezco es de tal categoría que no podrá parecer más que extraño e inconcebible. Villiers de L ´isle Adam. Toda pregunta 1 exige respuesta. Y una vez que hacemos de los objetos problemas, los tenemos que enfrentar problemáticamente, y tratar de dar respuesta a las preguntas planteadas. Contestar a la pregunta: ¿Qué es esto? Equivale a determinar lo que el objeto es, lo que hace que sea tal objeto. Es decir, encontrar la esencia 2 del objeto. Para el hombre común, la ciudad es algo cotidiano, donde se 1 “El preguntar ontológico es sin duda anterior al preguntar óntico de las ciencias positivas” (Heidegger, 1993: 20), 2 Entendemos por esencia (gr. τί έστιν, lat. essentia): i) cualquier respuesta a la pregunta: ¿qué es?; y ii) como necesaria o sustancia: es la respuesta (a la misma pregunta), que enuncia lo que la cosa no puede dejar de ser y es el por qué de la cosa misma: “Quien indica la esencia, a veces indica la sustancia, a veces una cualidad, a veces una de las otras categorías. Cuando refiriéndose a un hombre se dice que es un hombre o un animal, se entiende su esencia como sustancia. Cuando, en cambio, refiriéndose al color blanco se dice que es blanco o es un color, se entiende la esencia como cualidad. Igualmente si se hace referencia al tamaño de un codo, afirmando que es el tamaño de un codo, se entiende que su esencia es cantidad. Y lo mismo puede decirse en los otros casos”. (Top., I, 9, 103 b27). 1

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Ensayo del Dr. Antonio Velez

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EL CENTRO HISTRICO DE LA CIUDAD DE MXICO

UNA MIRADA DESDE LA FILOSOFA

La Ciencia ? Yo soy aquel que nada sabe, que adivina a veces, que a menudo encuentra y que siempre maravilla. El amor que padezco es de tal categora que no podr parecer ms que extrao e inconcebible. Villiers de Lisle Adam.

Toda pregunta[footnoteRef:1] exige respuesta. Y una vez que hacemos de los objetos problemas, los tenemos que enfrentar problemticamente, y tratar de dar respuesta a las preguntas planteadas. [1: El preguntar ontolgico es sin duda anterior al preguntar ntico de las ciencias positivas (Heidegger, 1993: 20), ]

Contestar a la pregunta: Qu es esto? Equivale a determinar lo que el objeto es, lo que hace que sea tal objeto. Es decir, encontrar la esencia[footnoteRef:2] del objeto. Para el hombre comn, la ciudad es algo cotidiano, donde se desenvuelven sus actividades de vida; en cambio, para el urbanista la ciudad es el espacio para mirarla desde mltiples y diversas pticas[footnoteRef:3]. Del mismo modo, el hombre comn habla, emplea el lenguaje, en tanto el lingista investiga su esencia. [2: Entendemos por esencia (gr. , lat. essentia): i) cualquier respuesta a la pregunta: qu es?; y ii) como necesaria o sustancia: es la respuesta (a la misma pregunta), que enuncia lo que la cosa no puede dejar de ser y es el por qu de la cosa misma: Quien indica la esencia, a veces indica la sustancia, a veces una cualidad, a veces una de las otras categoras. Cuando refirindose a un hombre se dice que es un hombre o un animal, se entiende su esencia como sustancia. Cuando, en cambio, refirindose al color blanco se dice que es blanco o es un color, se entiende la esencia como cualidad. Igualmente si se hace referencia al tamao de un codo, afirmando que es el tamao de un codo, se entiende que su esencia es cantidad. Y lo mismo puede decirse en los otros casos. (Top., I, 9, 103 b27). ] [3: Una ciudad se puede estudiar desde infinitos ngulos. (Chueca, 1985: 7).]

Las contestaciones que el hombre va dando a las preguntas sobre el qu de los seres reales ya no son realidades, sino ideas, esencias. Pertenecen al grupo de los objetos ideales. Con tales contestaciones se llega a algo muy distinto de los objetos reales, que son individuales. Por ejemplo, la fsica, reduce el mundo de las cosas a frmulas matemticas, que como tales ya no son entes fsicos. Las preguntas del hombre, los problemas que ste se plantea no se reducen al qu de los objetos, a su esencia. Tambin cabe interrogarse sobre el cmo, el por qu, el para qu y sobre otro tipo de relaciones[footnoteRef:4]. Por ejemplo, del urbanismo podemos decir: La ciudad es un libro abierto en donde se leen ambiciones y propsitos. (Saarinen, 1967: 9). Y para saber el cmo, contextualizamos el concepto de ciudad a su geografa; y al preguntarnos el por qu y para qu de la ciudad, investigamos su evolucin histrica, localizacin y movilidad de su poblacin, ingresos, patrones de uso del suelo, valor(es) de la tierra, valor(es) de la construccin, procesos de concentracin demogrfica y econmica, mecanismos y agentes sociales que afectan la produccin y la apropiacin del medio construido, as como, la estructuracin del espacio en su conjunto, su incidencia diferenciada en los grupos que conforman la sociedad, sin olvidar los conflictos y contradicciones que los acompaan; y para otro tipo de relaciones: por ser sede de una gran concentracin de poder econmico, poltico e ideolgico[footnoteRef:5], al que los habitantes son llamados a participar en una medida ms o menos importante. [4: Entendemos por relacin ( ) el orden, nexo o vnculo que une dos o ms cosas entre s. Es decir, une por lo menos dos cosas, dos correlatos: relativos o extremos. Entre ellos media la relacin, sta a su vez, agrupa los siguientes elementos: i) El trmino a quo o sujeto de esa relacin, esto es, el que ordena o dice orden;ii) El trmino ad quem u objeto de la relacin, esto es, el que recibe el orden del sujeto;iii) El medio que es la relacin misma, esto es, el orden del sujeto al trmino; yiv) El fundamento, en virtud del cual el sujeto se refiere al trmino, y ese fundamento se encuentra en el sujeto. ] [5: Nos referimos a todas las formas de adquisicin, elaboracin y transmisin de un concepto del mundo (mitos, religin, ciencia, arte, tecnologa, instituciones escolares, deportivas, administrativas, etc.)]

Todo este mundo de preguntas[footnoteRef:6] y respuestas constituye el mundo del urbanismo. Ya no es el mundo de la realidad, el de los objetos individuales que surgen ante m aunque yo no piense en ellos. Es un mundo ideal, producto de la actividad del pensamiento. [6: Obviamente, a cada enunciado le surgen mucho ms preguntas que las esbozadas, exigiendo cada una de ellas sus respectivas respuestas, stas ltimas no del todo acabadas.]

Tambin el mundo del urbanismo es un mundo de esencias. Y las esencias son universales, no realidades existentes. Slo existe lo individual. Pero el urbanismo trata de lo universal, que como tal es inexistente, segn ya dijo Aristteles. Intentemos explicar lo expuesto. Las esencias universales se abstraen de los casos reales individuales. Por ejemplo, las leyes fsicas, psquicas, biolgicas, espirituales, econmicas, etc., es decir, toda la legalidad a que se sujeta la realidad. Slo lo individual tiene existencia real, pero las leyes son universales, son juicios, afirmaciones o negaciones que abarcan la totalidad de los casos posibles. Adems de la realidad, el hombre encuentra en su mundo un segundo modo de ser que difiere del real en que no es un obstculo que se opone a sus deseos, no es algo con lo que tropieza porque le opone resistencias. Este segundo grupo constituye lo que llamamos objetos ideales.

Los objetos ideales no son sensibles, ni surgen inmediatamente ante el hombre, pues no se dan empricamente. Los objetos ideales son intemporales y universales. Y como nuestra experiencia nicamente alcanza a lo sensible e individual, estos objetos ideales son alcanzados tan slo por medio del pensamiento. Tal modo de llegar a ellos (por el pensamiento y no por sensaciones, sentimientos o acciones) ha sido la causa de que muchas teoras hayan equiparado idealidad con subjetividad. Conviene precisar que, lo subjetivo (lo que es inmanente a mi conciencia, como opuesto a lo objetivo, a lo que se me enfrenta y puede ser captado inmediatamente por varios sujetos) no es la esfera ideal, sino la realidad psquica. Hay procesos de pensamiento que transcurren ntegramente dentro de los lmites de la conciencia. Recordemos, el hecho de pensar es siempre un proceso subjetivo[footnoteRef:7]. Pero no sucede lo mismo con el producto del proceso, con el pensamiento, pues en l unas veces se aprehende algo, como en el conocimiento, y otras se crea, como sucede con la fantasa. Este ltimo tipo de pensamiento agota su ser en la subjetividad intencional, en ser mero pensamiento sin correspondencia objetiva (esto no dice nada contra la existencia de la fantasa objetivada en la obra artstica, pues entonces ya tenemos un objeto independiente del sujeto). [7: La consistencia ntica del sujeto (), es la clave de toda la filosofa y de todas las ciencias y es el descubrimiento ms importante que haya hecho la mente humana en toda su historia. (Miranda, 1988: 39).]

En cambio, los objetos ideales apuntan a contenidos que estn fuera de la conciencia, y el acto de pensarlos no es una invencin, como sucede en la fantasa. Es la aprehensin por el pensamiento de algo extrasubjetivo. Por eso, el pensamiento no los puede captar ms que como son, sin poderlos modificar. Para el hombre son mucho ms rgidos que los objetos reales. En determinadas ocasiones, el hombre puede modificar algo real, pero nunca puede alterar la idealidad, que es inmutable. No es posible modificar las estructuras matemticas, ni las esencias, ni la lgica pura (que trata de la estructura, leyes e implicaciones de los pensamientos).

Por ejemplo, en la Ciudad hay cosas y acontecimientos que se suceden unos a otros, ligndose en relaciones de causa a efecto, pero en el mundo de los hechos no hay deducciones. Toda deduccin es racional, un producto del pensamiento, y queda siempre como pensamiento, nunca como hecho real. Cabe precisar que la realidad no puede evadir lo que es lgico, y la importancia de la lgica radica en que cumplidas en los hechos las condiciones establecidas como previas (las premisas), sucede a la realidad lo deducido racionalmente. Pero esto en nada toca el carcter puramente ideal de la lgica. En s misma slo es formal, ofreciendo slo frmulas, y estas frmulas, como sucede con las matemticas, tiene validez por s mismas, con prescindencia de lo real. La lgica establece a priori las condiciones que se dan en toda realidad posible, pero las condiciones de la posibilidad no son suficientes para la existencia real.

Para el urbanismo, la nocin de espacio y tiempo, son las condiciones fundamentales que intervienen en la transformacin del suelo. Es decir, el suelo es el soporte fundamental del desarrollo urbano, constituye un punto de partida para conocer los procesos de produccin de los asentamientos humanos y las transformaciones de la tierra rural y urbana. Veamos un ejemplo, el proyecto[footnoteRef:8]: [8: En el que actualmente participo, con Colegas de diversas disciplinas. ]

VALORIZACIN Y DESVALORIZACIN CULTURAL DEL PATRIMONIO. Lo pblico y los espacios estructuradores del Centro Histrico de la Ciudad de Mxico 1970-2012.

Podemos reconocer dos posiciones actitudinales, basados en Francoise Choay[footnoteRef:9]: [9: Choay, Francoise (1976). El Urbanismo. Utopas y Realidades. Lumen, Barcelona. ]

1) Que condiciona las necesidades de cambio a la conservacin de los valores histrico culturales de las tradiciones idilicias urbanas en el Centro Histrico (CH)[footnoteRef:10]; [10: Centro Histrico, la definicin ms simple que encontramos: Es el Centro porque en una pequea isla se encontr el emblema y se fundaron el sitio ceremonial y la plaza ms importante de Mxico-Tenochtitln. Es histrico porque a partir de su smbolo nace una cultura, una forma de vida, da comienzo [por la caracterstica continuidad, no hay comienzo, ms bien, hay continuidad, simplemente preguntmosle a un gelogo o un gegrafo, fsico, matemtico o metafsico] la historia. (Ciudad de Mxico, 2007: 20). A partir de esta interpretacin decimos que, Centro Histrico es: el sitio y alrededores cincunscritos -por nosotros u otros investigadores- que simbolizan la cultura y forma de vida de mexicas-espaoles y actualmente de una gran diversidad de inmigrantes, que dan continuidad histrica y actualidad viva a la especie humana a travs de ilimitadas conexiones, interacciones y prcticas diversas. ]

2) Abierta y predispuesta a la ejecucin de rupturas necesarias con el pasado histrico, en nombre del advenimiento del progreso. Esta polarizacin de actitudes basadas epistemolgicamente en un dualismo estructural:

a) Un constructo de carcter ontolgico[footnoteRef:11]: el proceso de construccin de la ciudad. Esto es, el proceso de construccin fsica y social, en sentido amplio (societal), de la entidad urbana. Los Centros histricos no existiran si no hubiesen sido inventadas y construidas como realidad visible e invisible. [11: , por su misma entidad, ( ) dira Aristteles, el ser, el ser en s mismo o el ser en general es evidentemente lo primero: es lo nico que existe como tal; y fuera del ser no existira ms que la nada, el no ser, que ciertamente no existe.. (Brandenstein, 1983: 37). Esto significa que el principio superior, , el ms universal de todos, es el ser (ontos es el genitivo del participio presente del verbo griego que significa ) en tanto que dice (logos) y no en tanto que semejante a un ente que estara al modo de una cosa ya hecha. (Gilbert, 2008: 28). 1) Principio se llama al punto de partida de una cosa desde donde se puede iniciar el movimiento; 2) Al punto de partida a partir del cual cada cosa se engendra mejor; 3) Al elemento primero e inherente de una cosa a partir del cual sta se engendra; 4) [a] esa parte primera aunque no inherente a partir de la cual algo se engendra y el punto de partida natural donde comienzan el movimiento y el cambio; 5) [a] esa cosa por cuya eleccin se mueve lo que se mueve y cambia lo que cambia; 6) En fin, el punto de partida del conocimiento de una cosa se dice que tambin es el principio de la cosa. [Aristteles agreg a esta enumeracin]: Las causas tienen tantas acepciones como los principios, pues todas las causas son principios. El rasgo comn de todos los principios es el hecho de ser lo primero desde donde algo es, se engendra o se conoce.. (Aristteles, Met., V, 1 1012 b 32 1013 a 19).]

b) El desarrollo urbano: entendido como un vector social de intencionalidad poltica sobre el hacer ciudad, expresado en la actitud y el comportamiento colectivo, junto con su correlato de resultados: transformaciones fsicas societales resultantes, donde los actores sociales que construyen el espacio urbano, materializando obras en la ciudad, ponen genuina previsin y empeo en la consecucin de metas que apuntan al desarrollo del conjunto con miras al mejoramiento y optimizacin de futuros estados de cosas.

As, Construccin de la ciudad y Desarrollo urbano seran entonces, al menos hasta aqu, ingredientes ontolgicos esenciales de lo que hemos convenido en llamar Urbanismo. Es decir: una disciplina[footnoteRef:12] en la que convergen mltiples ciencias, artes y tcnicas, incorporando conceptos de todas ellas al estudio del espacio[footnoteRef:13] pretrito, presente y futuro de las ciudades, con pretensin imperialista de englobar y superar a las ciencias sociales y exactas desde una perspectiva transdisciplinar, actuando a diversas escalas, desde el diseo urbano (encargado de configurar el espacio pblico con sus respectivos elementos), considerando la dimensin jurdica (bienes comunales, propiedades pblicas y privadas, supeditados a marcos legislativos especficos sobre la propiedad del suelo y los derechos de uso asociados a los distintos regmenes de propiedad), la planeacin urbana (que define el modelo de desarrollo de la ciudad), pasando por la Gestin urbana (que define cmo se ejecuta lo planificado), incorporando los elementos tcnicos, polticos, econmicos, sociales y ambientales que procuren un desarrollo material y esttico, orgnico y satisfactorio para el ser humano y las especies que nos acompaan. [12: Los fenmenos urbanos y regionales, pese a no constituir una ciencia, son estudiados por las ciencias sociales y exactas aplicando para ellos metodologas propias, que les confieren tal especificidad y complejidad. (Garza, 1999: 13). ] [13: Toda actividad del hombre como homo sapiens est ligada a modelos clasificacionales del espacio, a la divisin de ste en propio y ajeno y a la traduccin de los variados vnculos sociales, religiosos, polticos, de parentesco, etc., al lenguaje de las relaciones espaciales. La divisin del espacio en culto e inculto (catico), espacio de los vivos y espacio de los muertos, sagrado y profano, espacio sin peligro y espacio que esconde una amenaza, y la idea de que a cada espacio le corresponden sus habitantes dioses, hombres, una fuerza maligna o sus sinnimos culturales, son una caracterstica inalienable de la cultura. Sin embargo, eso todava no basta. (Lotman, 1996: 57). Efectivamente, el espacio podemos denotarlo de cualquier coleccin y/o conjunto de puntos (los puntos no tienen ni tamao ni extensin), a los cuales se les puede imponer varios niveles de estructura descriptiva, progresivamente ms complejos y una estructura adicional para producir una descripcin que asocie a lo comn y lo general la contraposicin entre lo individual y lo particular, lo pblico en contraposicin a lo oculto y lo abierto en contraposicin a lo cerrado, incorporando las siguientes caractersticas: continuidad (supone la subdivisin ilimitada de cualquier intervalo de espacio, cuantas veces se quiera), dimensionalidad (el nmero de dimensiones que puede tener un espacio no tiene lmites), conectividad (un espacio nico puede estar interconectado de muchas maneras) y orientabilidad (aun cuando existen en el universo espacios no orientables, para nuestra investigacin, suponemos el espacio orientable). ]

Como puede advertirse, a la ontologa del Urbanismo no se la puede convocar sin que comparezca tambin la ontologa de la Arquitectura y la ontologa del Planeamiento. Esto no significa que ellas hayan compartido armoniosa y sincrnicamente el espacio histrico surcado por el Urbanismo. Segn el relato de Jos Luque, la gravitacin sobre el Urbanismo, estas ontologas se han desarrollado de modo distinto en el marco de tradiciones culturales diferentes[footnoteRef:14]. [14: Luque Valdivia, Jos. Un dilogo no interrumpido. El nacimiento de las dos primeras tradiciones urbanas Versin espaola de Archutecture and Town Planning Uninterrumpted Dialogue. The birth of Tow first Urban Traditions, en Planning History. Bolletin of the International Planning History Society, Vol 24 N 2-3, 2002.]

Por razones de tiempo y en honor a la brevedad pas a puntualizar algunas consideraciones a contemplar en el proyecto:

1) La praxis espacial como praxis social: el espacio posee mltiples propiedades en el plano estructural. Es, simultneamente, como suelo, medio de produccin y como espacio, parte de las fuerzas productivas. El espacio es un objeto de consumo, un instrumento poltico y un componente de la lucha de clases. El espacio es lugar de la accin y la posibilidad social de comprometerse en la accin: distinguiendo la espacialidad capitalista de la de otros modos de produccin, causante de una produccin y reproduccin peculiares de un desarrollo geogrficamente desigual, con tendencias simultneas hacia la homogeneizacin, la fractalizacin, la fragmentacin y la jerarquizacin. En consecuencia: criticar la planificacin del espacio puramente instrumental de un Estado que refuerza ese desarrollo de intervencin espacial es imprescindible. Cmo? Caracterizando el espacio segn[footnoteRef:15] los siguientes niveles: [15: Castells, Manuel. La cuestin urbana. Siglo XXI, Madrid, 1974.]

a) Nivel econmico: conjunto de realizaciones espaciales del proceso social. Produccin: Reproduccin de los medios de produccin y objeto de trabajo. Consumo: Reproduccin de la fuerza de trabajo. Intercambio: Transferencias originadas en el interior y entre produccin y circulacin, que no puede entenderse en s mismo sino en funcin de los elementos que vincula.

b) Nivel poltico: La organizacin institucional del espacio; el Estado ejerce dominio de clase y procura regular las crisis del sistema con el fin de preservarlo.

c) Nivel ideolgico: La organizacin simblica del espacio, como una red de signos cuyos significantes estn constituidos por formas espaciales de contenido ideolgico. Considerando lo urbano fundamentalmente, como unidad territorial de reproduccin de la fuerza de trabajo.

A partir de una particular mirada del espacio urbano contemporneo y sus transformaciones, desde el punto de vista de la trialctica entre espacio, historia y sociedad, postulando una compleja trama de lecturas sobre la ciudad, superpuestas y conectadas entre s, con el fin de aprehender las nuevas caractersticas de las grandes urbes de fin de siglo 20, distinguiendo:

El proceso que ha tenido la cosmopolitizacin en la transformacin del CH. El proceso ha concentrado en el CH, a una de las poblaciones ms heterogneas que ninguna ciudad del interior del pas haya conocido. Ello se expresa tanto en la diversidad de la poblacin migrante como en la multiplicidad cultural de los inversionistas. Esta influencia de la economa y la cultura global se manifiesta en el espacio urbano en dos sentidos complementarios, que se retroalimentan mutuamente. Por un lado se produce una globalizacin de lo local; por el otro una localizacin de lo global. (glocalizacin).

Desconozco a partir de que aos el CH, se convierte en un espacio paradigmtico del crecimiento inducido por los procesos de globalizacin. Lo que s, es la aparicin de dos factores que determinan esta transformacin, la llegada del capital global extranjero y la disponibilidad de una importante oferta de trabajadores precarios inmigrantes. Este fenmeno genero la aparicin de una ciudad dual: la de la riqueza de la ciudad financiera y la de la pobreza de la vida de los inmigrantes nacionales. Esta constelacin de culturas globales que estn conectadas con todo el orbe, se pueden leer bajo la ptica de la multiculturalidad. La urbe absorve esta dinmica de las identidades plurales de dos formas contrapuestas, aunque paralelas. Por un lado, se expresa desde las manifestaciones de segregacin territorial/tnica, bajo la forma de guetos o la proliferacin de lmites y fronteras simblicas y materiales. Y por otro, bajo la formacin de procesos de hibridacin y mestizaje que enriquecen la generacin de culturas multiformes y dinmicas, en el sentido que lo define Dorando J. Michelini[footnoteRef:16]. [16: Michelini, Dorando J. (2002). Globalizacin, interculturalidad y exclusin. Ediciones del ICALA, Ro Cuarto, Argentina.]

Conviene cuestionar la organizacin tradicional del CH en centro y periferia. Caracterizando la nueva forma urbana como resultado de un doble proceso de descentralizacin/recentralizacin. En primer lugar se produce un continuado proceso de descentralizacin/suburbanizacin de la poblacin residencial, las actividades comerciales, las productivas industriales y las oficinas corporativas hacia fuera del radio urbano de estudio (Santa Fe).

La nueva topografa multicultural en CH ha producido: un paisaje lleno de encuentros violentos, territorialidades en colisin, fronteras inestables, espacios vitales y enclaves de riqueza y desesperacin extraordinarias absolutamente contrapuestos. La forma en que estas contradicciones y diferencias no lleguen a explotar socialmente -hasta hoy- est conectada con la idea de ciudad carcelaria, una geografa de fortificacin y defensa cuasi-blicas, de continua vigilancia e innovadores sistemas de control espacial y social, un espacio en el que la polica est tomando el lugar de la polis.

Cmo afecta al conjunto del devenir cultural la transformacin de la esfera urbana? Se trata de un cambio radical en el imaginario urbano, en la forma en que relacionamos nuestras experiencias empricas de lo real con los signos que transmiten esa realidad. Se trata de una reestructuracin epistemolgica, que afecta la vida cotidiana y la interpretacin del mundo. Por qu? Porque se ha producido una transformacin cualitativa en la forma de relacin entre los sujetos y la realidad urbana simblica y material. Esta distinta percepcin del mundo, los nuevos discursos con los que nos explicamos nuestro habitar, a partir de los acelerados cambios tecnolgicos, econmicos y culturales de la posmodernidad. Nuevas realidades como el cyberespacio[footnoteRef:17] o la tematizacin de la ciudad transforman la percepcin de la ciudad. La hyperrealidad[footnoteRef:18] y los simulacros urbanos, son nuevos productos de la sociedad de la informacin, que, se producen, en gran parte en el CH. sugiero reconocer dos subgeografas de la simulacin para el CH. Una, que dice relacin con la tematizacin de la vida cotidiana y de la experiencia urbana, que est convirtiendo a la ciudad en un conjunto de variaciones en torno al concepto de parque temtico. La segunda, es lo que algunos autores denominan scamscape, que podramos traducir como el espacio-territorio del engao. Esta se relaciona con la imposicin de determinadas interpretaciones del mundo, articulada con la ayuda de los medios de comunicacin y las nuevas tecnologas. [17: El ciberespacio no debe confundirse con internet. El primero es ms amplio que el segundo, el trmino se refiere a una realidad simulada que se encuentra implementada dentro de los ordenadores y las redes digitales de todo el mundo.] [18: Hiperrealidad es un concepto que se usa para interpretar la realidad, creada por el individuo, considerndola como mejor llegando al extremo de sustituir la realidad en que se bas.]

Para abordar las anteriores lneas, nos apoyaremos en la obra de Derek Gregory[footnoteRef:19], quien destaca dos principios del mtodo hermenutico. [19: Gregory, D. (1984). Ideologa, ciencia y geografa humana. Oikos-Tau, Barcelona.]

1) Toda interpretacin se mueve dentro de un crculo hermenutico, y

2) Toda interpretacin cambia lo ya interpretado.

Y comenta que estas dos proposiciones deben ser tomadas conjuntamente, para confirmar la imposibilidad de cualquier norma absoluta de suficiencia. Y recuerda que, en su forma inicial, la hermenutica se defini como estudio de la comprensin o interpretacin y se convirti en el fundamento epistemolgico de las ciencias humanas, que se contrapona a las ciencias naturales. Una distincin algo ms que ontolgica, una distincin epistemolgica entre comprensin en las ciencias humanas y explicacin en las ciencias naturales. Y acota que, estos binomios contrastan con la unidad metodolgica positivista. Mientras que el modelo de Comte[footnoteRef:20] pone los fundamentos de todo conocimiento en un mtodo que traduce las ciencias naturales a las ciencias humanas, la hermenutica, pone el fundamento en un mtodo que traduce las ciencias humanas en ciencias naturales. [20: La filosofa positiva. ]

La hermenutica no sera un mtodo cientfico privilegiado, si no el modo en que debe realizarse la apropiacin del mundo por parte del hombre. De esta manera la hermenutica restaurara la unidad metodolgica en la exploracin por parte de la geografa de los mundos naturales y humanos. Segn Gregory, lo que la hermenutica pide y el positivismo excluye de modo especfico, es una interrogacin sobre la totalidad del significado, lo que presupone un examen continuo de nuestro modo de apropiacin del mundo. Concluye afirmando que tanto la teora positiva como la normativa, se articulan mediante un paradigma categrico, mientras que la ciencia crtica se articula mediante un paradigma dialctico, mejor dicho: trialctico.

En el contexto actual de nuestra propuesta, existen algunos ejes valricos de habitabilidad en la ciudad y tareas de organizacin del espacio urbano, como espacio de lugares y articulaciones edilicias[footnoteRef:21]. Con las que se busca resolver las tensiones generadas por la superposicin, generalmente antagnica, de requerimientos originados por el accionar inmobiliario del desarrollo urbano tardo-capitalista, por los costos sociales manifiestos en la exclusin social urbana y por las colisiones con el antiguo artefacto urbano la postmetrpolis- generada en el marco del fordismo social[footnoteRef:22] y keynesianismo poltico[footnoteRef:23] del siglo pasado. [21: Ver anexos 1 y 2.] [22: El fordismo podemos considerarlo como una filosofa liberal, al concebir en el fenmeno productivo diversos factores interrelacionados: tcnica, organizacin del trabajo e ideologa, a partir del triunfo de la praxis sobre la abstraccin terica de las teoras econmicas al ofrecernos un modelo de observacin-prctica, orientado principalmente a la accin, que rebasa la subordinacin de la racionalidad tcnico-organizativa a los imperativos de la accin econmico-empresarial, con impacto material y social, que refuta el paradigma terico del equilibrio al no conformarse con la conquista de cuotas de un mercado existente, sino al crear en ese mismo mercado, el del consumo de bienes en masa.] [23: John Maynard Keynes, pretendi con su Teora General, evitar las pocas de recesin o crisis, postulando que, el equilibrio de libre mercado no slo depende de factores de produccin o medios de produccin, sino de condiciones de competencia que requieren la ausencia de todo tipo de organizaciones gremiales o sindicales (incluyendo: no slo de trabajadores, de asociaciones de capital social, llamadas sociedades annimas o limitadas o cualquier otra forma de monopolio u oligopolio), tambin informacin perfecta sobre el mercado y alta flexibilidad en los flujos de capital, trabajo y habilidades, stas ltimas, no son libre y universalmente transferibles de un tipo de rea de trabajo a otro; para dotar a las Instituciones nacionales e internacionales del control de la economa, mediante el gasto presupuestario del Estado, poltica que se llam: poltica fiscal.]

Entre estos ejes valricos actuales cabe sealar, aquellos que se expresan como:

a) Demandas de resemantizacin[footnoteRef:24] del cuerpo o partes de la ciudad y de sus articulaciones urbano-rurales, en cuanto entidades histrico-culturales en que se constituyen intereses y valoraciones patrimoniales. Estas surgen asociados a diversos procesos tales como: la transformacin de terrenos ejidales y comunales en usos urbanos en algunas Delegaciones del D.F. y municipios del Estado de Mxico, el desarrollo del turismo cultural urbano y rural, la economa de los desarrollos inmobiliarios, la economa de la rehabilitacin asociada a procesos de gentrificacin[footnoteRef:25], etc. [24: Semantizar viene del trmino griego y designa la significacin de las palabras. El uso de la palabra resemantizar indica un proceso inverso, que busca dar realce a un sentido ya existente, o a uno nuevo recuperado, ya sea en forma total o parcial. El prefijo re tiene el sentido de volver a poner algo, de aadir algo a una cosa anterior, o bien, alude a un efecto que trasciende una obra original. Empleamos el vocablo resemantizar para transformar el sentido de una realidad conocida o aceptada con diversas finalidades entre las que destacamos, la renovacin o para hacer una transposicin de modelo(s), creando una o varias entidades distintas, pero con algunas conexiones referenciales con aqullas, de modo que esta ltima asume un nuevo significado que la primera no tena al mezclar o integrar aspectos de la analoga, de la metfora y de la polisemia, ensamblndolos con el propsito de hacer algo novedoso.] [25: El trmino gentrification es un neologismo ingls que procede de gentry, una clase social histrica inglesa de composicin mixta entre la baja y media nobleza que descubrenun barrio que, a pesar de estar degradado y descapitalizado, ofrece una buena relacin entre la calidad y el precio y deciden instalarse en l, produciendo una transformacin urbana en el que la poblacin original de un sector o barrio deteriorado y con pauperismo es progresivamente desplazada por otra de un mayor nivel adquisitivo a la vez que se renueva. Estos barrios suelen estar situados cerca del centro de la ciudad o contar con determinadas ventajas, como el estar situados cerca de polos de empleo, de servicios, tiendas departamentales, restaurants, bares, centros culturales, parques de diversiones, universidades, etc.]

b) Requerimientos de espacio pblico mediante la generacin o renovacin de las centralidades citadinas y mayor visibilidad social del espacio cvico, asociados a la provisin o rehabilitacin de escenarios de espacio pblico para la formacin de capital social.

c) Exigencias de desarrollo o renovacin de centros mayores asociados a la especializacin y diversificacin de las actividades centrales y de los equipamientos colectivos;

d) Necesidades de fortalecimiento de las estructuras socio-territoriales barriales y vecinales y su rearticulacin con los nuevos centros emergentes de reas de servicio;

e) Demandas abiertas por la periurbanizacin inmobiliaria de megaproyectos habitacionales, corredores empresariales, exurbios de parcelarios de agrado, etc.

f) Requerimientos asociados al malestar general por la insensibilidad frente al medioambiente y el paisaje, por la degradacin del espacio pblico apropiado por una publicidad invasora y desconsiderada, por los comportamientos vandlicos y descomedidos, por la torpeza y bizarra de las intervenciones o por el descuido de los mantenimientos o el abierto abandono.

Todas estas demandas estn asociadas no slo al sello de competitividad econmica interurbana que impone la globalizacin tardo-capitalista, sino que son tambin afines a objetivos de produccin de vida social, nexos de identidad y de integracin socio-cultural, considerados necesarios para la seguridad ciudadana y formacin de capital social. Tales condiciones constituyen a su vez factores que inciden en el sostenimiento del orden pblico y la gobernabilidad interior, retro-influyendo as, en la direccin de los flujos de inversin y de capital humano con que se perfila la competividad entre las entidades del sistema urbano (CH). En este sentido, el anlisis de la diversidad se convierte en un paradigma, por tener en cuenta los diferentes modos de vida e incorporarlos en la construccin de ciudad. Se entiende el espacio pblico como espacio positivo y de relacin, donde tiene especial inters el tratamiento de la transicin entre lo pblico y lo privado como elemento determinante en la conformacin de espacios intermedios colectivos y de relacin. Otro elemento de referencia en este proyecto es sin duda la atencin a los valores de la vida cotidiana y la ciudad prxima. Lo construido ya no se plantea como un objeto acabado sino como un proceso vivo donde se incorporan dos parmetros nuevos al proyecto urbano y arquitectnico, como son el tiempo y el usuario. Adems por cuestiones de sostenibilidad, conviene considerar el reciclaje, la rehabilitacin, la reactivacin de espacios en desuso e incluso la redefinicin de algunas cuestiones tericas y del propio espacio urbano.

Distinguiendo una diferencia fundamental entre dos modos de hacer las cosas (de prctica y produccin), o ms bien, dos modalidades del pensamiento: una estratgica y otra tctica. El modelo estratgico se refiere exclusivamente al establecimiento de un lugar propio, aislado de la contingencia y heterogeneidad del mundo exterior: un espacio cientfico. Al contrario, la modalidad tctica no posee lugar propio y es inseparable de las circunstancias y situaciones que condicionan su accionar. Algunos han correspondido a la estrategia con la mirada macro y la tctica con lo micro, aludiendo a la diferencia de su naturaleza y no de escala. No basta con simplemente oponer las dos modalidades, no existe una prctica macroestratgica separada de una prctica microtctica.

Estas modalidades no representan a un grupo o sujeto especfico, transitan entre y a travs de ellos. Convendra destacar tambin otro tipo de diferencias entre estrategia y tctica. Por ejemplo, en lo que se refiere a sus procedimientos especficos, la estrategia estara caracterizada por la identificacin de lo exterior desde un mbito exclusivamente panormico, panptico, ptico y lejano; al establecer un lugar propio es capaz de reconocer lo exterior como su objeto de estudio, y su reduccin consiste precisamente en eso: trasladar y aislar el objeto en un laboratorio incontaminado de las contingencias y circunstancias de la realidad. Su operacin es estructural. En cambio, la tctica, al no poseer lugar propio, ocupa el lugar del otro, y por ende, no reconoce exterior alguno, est inmersa siempre en l; su visin es prxima y hptica, es decir, su relacin con el mundo exterior consiste en seguir, ms que reproducir.

ANEXO 1

Ski Dubai es la estacin de esqu ms grande del mundo http://www.dubaireprojects.com/es/ (accesado: 11/11/2014).

Olas artificiales en Tenerife. http://www.travelnsurf.com/es/d-433/siam-park. (accesado 11/11/2014). Tanto en la cubierta de esqu, construida en el desierto de Dubai, como en las Olas artificiales del desierto de Tenerife, advertimos el rechazo frontal a la monumentalidad y la sublimidad del paisaje del romanticismo decimonnico para adentrarse en la cotidianidad, cuando no en lo descuidado, lo degradado o lo despreciable. En el fondo, algunos arquitectos y urbanistas, cansados de no creer en el ideal de una naturaleza virginal que no existe, se conforman melanclicamente con creer que esos nuevos contextos complejos, contaminados y heterogneos son igualmente susceptibles de constituir un nuevo paisaje, nuestro paisaje, que paradjicamente la fotografa contempornea se ha encargado de embellecer. Ms an, la hiperrealidad de tales intervenciones desembocan en la generacin de paisajes inventados: de la sublime virginidad de la naturaleza pasamos al paisaje del simulacro: tan creble es esquiar en medio del desierto de Dubai como hacer surf en un parque temtico del agua en Tenerife. En medio de este atrofiado panorama, entre la ruina apocalptica y la quimrica construccin de una nueva arcadia, debemos inventar y redefinir el paisaje. Podemos afirmar, quiz con excesiva confianza, que el paisaje se construye arquitectura del paisaje mediante la superposicin de lo artificial y lo natural, fruto de una intervencin humana forzosa, inconsciente o artstica para adecuar la imagen resultante a nuestras convenciones estticas. A finales de los aos sesenta, un grupo de artistas ingleses Richard Long y David Nash y americanos, Walter de Mara y Robert Smithson entendieron, a travs del land art y los earthworks, que el territorio poda convertirse de facto en escenografa, en un lienzo sobre el que plasmar los trazos abstractos de la intervencin artstica, dicho paisaje no era ya objeto y resultado de una condensacin y destilacin visual sino una manipulacin explcita de sus condiciones fsicas y topogrficas a travs de la intervencin y la actuacin a gran escala del artista mediante un proyecto creativo. El escenario para la intervencin de estos espacios dej de ser la naturaleza idealizada, pintoresca e impresionista para adentrarse en lo que Robert Smithson denominaba paisajes entrpicos: territorios marginales, contaminados por la incursin artificial de las infraestructuras, de los zoolgicos, de los parques temticos: recreativos y de diversiones, de la industria, la minera o el petrleo, etc. Muchas de estas obras adquieren su condicin real, ontolgica, en la medida que se encapsulan visualmente a travs, fundamentalmente, de su representacin fotogrfica ms o menos fragmentada. El paisaje es el dnde de la actuacin artstica, una escenografa entallada temporalmente cuyos resultados cristalizan estticamente en imgenes, palabras y grficos, que los arquitectos y despus algunos urbanistas, como zahores pasaron a ser los encargados de constatar la intervencin artstica en el territorio, empeados en dar valor a su actividad explcitamente artstica cuando sta persegua relatar lo que con mayor o menor pureza ya estaba all, cuando la naturaleza o el territorio, tambin el urbano, devino en objeto de contemplacin esttica, por su figuracin o su abstraccin. Las fotografas anteriores certifican la representacin de una copia de lo real, como una emanacin de lo real en el pasado: una magia, no un arte. Lo importante es que el usuario posea una fuerza constativa, y que lo constatativo de su uso -desde un punto de vista fenomenolgico-, ataa no al objeto sino al poder de autentificacin prima sobre el poder de representacin.

ANEXO 2 Las Vegas, Nevada.

http://www.hormiga.org/fondosescritorio/wallpapers/Sitios-Del-Mundo/Las-Vegas/Nevada-III-Las-Vegas-New-York-New-York-14.jpg. (accesado: 22/11/2014).

La vida cotidiana en esta ciudad se ha visto profundamente trastocada por el protagonismo de la arquitectura y su repercusin directa en el urbanismo. Cuestiones como la crisis de la vida asociativa y domstica, la estandarizacin de la cultura y los comportamientos, tienen consecuencias directas sobre la crisis ecolgica, que no es meramente una crisis de lo medioambiental, sino tambin, lo mental y lo social (alcoholismo, drogadiccin y evasin de la realidad a travs del juego y las apuestas compulsivas) participan activa y transversalmente de sta, no solo desaparecen las especies, sino tambin las palabras, las frases, los gestos de la solidaridad humana.. Guattari, Flix. B I B L I O G R A F I A

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