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El Circuito Un tema en una historia es una idea general o visión de la vida. Es significado subyacente de la historia. A veces, este significado se indica directamente; en otras ocasiones se da a entender, o sugerido. Cuando se da a entender un tema, usted puede encontrar sentido a lo que sucede en la historia. En esta historia, los acontecimientos de la trama sugieren el tema, aunque la trama en sí no es el tema. Enfoque En "el circuito" un chico que rara vez vive en un lugar por más de unos pocos meses le dice acerca de cómo iniciar el sexto grado. Cuando usted oye la frase, "el primer día de clases," ¿Qué piensa usted de? Copie el diagrama de racimo abajo en su cuaderno. Luego de trabajar con un pequeño grupo de compañeros de clase para completar el diagrama con palabras e ideas que se asocian con el primer día de clases. Luego combine el clúster de grupo con otros grupos para hacer un grupo de clase. Al leer esta historia, tenga en cuenta las similitudes y las diferencias entre el primer día del sexto grado y primer día de Panchito. Vocabulario Conociendo las siguientes palabras le ayudará a leer "El Circuito". drone (Dron) n .: Un saboreo continua (s§ 'var ig) v .: Medita-tarareando sonido (p. 146) ing con deleite (Pág. 147) por instinto (en hedor' tiv la) adv .: Hecho por instinto, sin pensar (p. 146) El Circuito Francisco Jiménez Era esa época del año otra vez. Ito, el aparcero fresa, no sonrió. Era natural. El pico de la temporada de fresas había terminado, y los últimos días de los trabajadores, la mayoría de ellos braceros (trabajadores), no fueron recogiendo tantas cajas como lo habían hecho durante los meses de junio y julio.

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El CircuitoUn tema en una historia es una idea general o visin de la vida. Es significado subyacente de la historia. A veces, este significado se indica directamente; en otras ocasiones se da a entender, o sugerido. Cuando se da a entender un tema, usted puede encontrar sentido a lo que sucede en la historia. En esta historia, los acontecimientos de la trama sugieren el tema, aunque la trama en s no es el tema.EnfoqueEn "el circuito" un chico que rara vez vive en un lugar por ms de unos pocos meses le dice acerca de cmo iniciar el sexto grado. Cuando usted oye la frase, "el primer da de clases," Qu piensa usted de? Copie el diagrama de racimo abajo en su cuaderno. Luego de trabajar con un pequeo grupo de compaeros de clase para completar el diagrama con palabras e ideas que se asocian con el primer da de clases. Luego combine el clster de grupo con otros grupos para hacer un grupo de clase. Al leer esta historia, tenga en cuenta las similitudes y las diferencias entre el primer da del sexto grado y primer da de Panchito.VocabularioConociendo las siguientes palabras le ayudar a leer "El Circuito". drone (Dron) n .: Un saboreo continua (s 'var ig) v .: Medita-tarareando sonido (p. 146) ing con deleite (Pg. 147) por instinto (en hedor' tiv la) adv .: Hecho por instinto, sin pensar (p. 146)

El CircuitoFrancisco Jimnez

Era esa poca del ao otra vez. Ito, el aparcero fresa, no sonri. Era natural. El pico de la temporada de fresas haba terminado, y los ltimos das de los trabajadores, la mayora de ellos braceros (trabajadores), no fueron recogiendo tantas cajas como lo haban hecho durante los meses de junio y julio.Como los ltimos das de agosto desaparecieron, tambin lo hizo el nmero de braceros. Domingo, slo una el mejor recolector-vino a trabajar. Le gust. A veces hablamos durante nuestra hora de almuerzo de media hora. As es como me enter de que era de Jalisco, el mismo estado en Mxico mi familia era. Ese domingo fue la ltima vez que lo vi.Cuando el sol se haba cansado y hundido detrs de las montaas, Ito nos seal que era hora de volver a casa. "Ya esora" (Es hora "), grit en su mal espaol. Esas fueron las palabras que esper durante doce horas al da, cada da, los siete das de la semana, semana tras semana. Y la idea de no escuchar de nuevo entristecidos m.Mientras nos dirigamos a casa, Pap no dijo una palabra. Con las dos manos en el volante, l se qued mirando el camino de tierra. Mi hermano mayor, Roberto, tambin se qued en silencio. l inclin la cabeza hacia atrs y cerr los ojos. De vez en cuando se aclar su garganta el polvo que soplaba desde el exterior.S, era la poca del ao. Cuando abr la puerta de entrada a la cabaa, me detuve. Todo lo que tenamos estaba lleno cuidadosamente en cajas de cartn. De repente me sent an ms el peso de horas, das, semanas y meses de trabajo. Me sent en una caja. La idea de tener que trasladarse a Fresno y sabiendo lo que haba en el almacn para m no trajo lgrimas a mis ojos.Esa noche no pude dormir. Me acost en la cama pensando en lo mucho que odiaba a este movimiento.Un poco antes de las cinco de la maana, Pap despert a todo el mundo. Unos minutos ms tarde, los gritos y gritos de mis pequeos hermanos y hermanas, para quien el movimiento fue una gran aventura, rompieron el silencio del amanecer. En breve, los ladridos de los perros les acompaaron.Mientras que nos llena los platos del desayuno, Pap sali para iniciar el "Carcachita." Ese era el nombre Pap dio su viejo '38 Plymouth negro. Lo compr en un lote de autos usados en Santa Rosa, en el invierno de 1949. Pap estaba muy orgulloso de su pequeo cacharro. Tena derecho a estar orgullosos de ello. l pas mucho tiempo mirando a otros coches antes de comprar este. Cuando finalmente se eligi el Carcachita, revis a fondo antes de conducir fuera del lote de autos. Examin cada pulgada del coche. Escuch el motor, inclinando la cabeza de lado a lado como un loro, tratando de detectar cualquier ruido que escriben problemas con el coche. Despus de estar satisfecho con el aspecto y los sonidos del coche, a continuacin, Pap insisti en saber quin era el propietario original. l nunca lo hizo saber desde el vendedor de coches, pero compr el coche de todos modos. Pap pens que el propietario original debe haber sido un hombre importante, porque detrs del asiento trasero del coche se encontr con una corbata azul.Pap estacion el coche en frente y dej el motor en marcha. "Listo," ("Listo"), grit. Sin decir una palabra, Roberto y yo comenzamos a llevar las cajas al coche. Roberto llev a las dos grandes cajas y me llev a los dos ms pequeos. Pap y luego tir el colchn en la parte superior del techo del vehculo y lo at con cuerdas a los parachoques delantero y trasero.Todo estaba lleno excepto olla de Mam. Era una vieja olla grande, galvanizada que haba recogido en una tienda de excedentes del ejrcito en Santa Mara el ao en que nac. El bote tena muchas abolladuras y rasguos, y los ms abolladuras y rasguos adquiri ms Mam le gustaba. "Mi olla" ("Mi olla") sola decir con orgullo.Sostuve la puerta abierta como Mam lleva cuidadosamente la olla por las dos asas, asegurndose de no derramar los frijoles cocidos. Cuando lleg al coche, Pap se acerc a ayudarla con l. Roberto abri la puerta del coche trasero y Pap coloc suavemente en el piso detrs del asiento delantero. Todos nosotros entonces subi en Pap suspir, se limpi el sudor de la frente con la manga, y dijo con cansancio: ".. Es todo"A medida que nos alejbamos, me hizo un nudo en la garganta. Me di la vuelta y mir a nuestra pequea choza por ltima vez.Al atardecer fuimos a un campo de trabajo cerca de Fresno. Desde Pap no hablaba Ingls, Mam le pregunt al capataz de campo si necesitaba alguna ms trabajadores. "No hay ms necesidad", dijo el capataz, rascndose la cabeza. "Consulte con Sullivan en el camino. No le puede faltar. Vive en una casa blanca con una valla alrededor de l ".Cuando llegamos all, Mam se acerc a la casa. Fue a travs de una puerta blanca, ms all de una hilera de rosales, por las escaleras hasta la puerta principal. Ella toc el timbre. La luz del porche se encendi y un hombre alto, fornido sali. Intercambiaron algunas palabras. Despus de que el hombre entr, Mam junt las manos y corri hacia el coche. "Tenemos trabajo! El Sr. Sullivan dijo que podemos permanecer all toda la temporada ", dijo ella, jadeando y apuntando a un garaje de edad cerca de los establos.El garaje estaba gastado por los aos. No tena ventanas. Las paredes, comido por las termitas, tensas para sostener el techo, lleno de agujeros. El suelo de tierra, poblada por las lombrices de tierra, pareca una hoja de ruta gris.Esa noche, a la luz de una lmpara de queroseno, hemos desempaquetado y limpiar nuestro nuevo hogar. Roberto barri la tierra suelta, dejando el suelo duro. Pap enchufado los agujeros en las paredes, con peridicos viejos y las tapas de latas de hojalata. Mam alimenta mis pequeos hermanos y hermanas. Pap y Roberto entonces trajeron el colchn y la colocaron en la esquina del garaje. "Mam, t y los ms pequeos dormir en el colchn. Roberto, Panchito, y voy a dormir a la intemperie, bajo los rboles ", dijo Pap.Temprano en la maana siguiente, el seor Sullivan nos mostr dnde estaba su cosecha, y despus del desayuno, Pap, Roberto, y se dirigi a la via para recoger.Alrededor de nueve de la temperatura haba aumentado a casi un centenar de grados. Yo estaba completamente empapado en sudor y mi boca sent como si hubiera estado masticando un pauelo. Me acerqu a la final de la fila, cog el jarro de agua que habamos trado, y comenc potable. "No bebas demasiado; usted se enferma, "Roberto grit. Tan pronto como l haba dicho que lo que me senta mal del estmago. Ca de rodillas y dej que la jarra salir de mis manos. Permanec inmvil, con los ojos pegados en el suelo de arena caliente. Todo lo que poda or era el zumbido de los insectos. Poco a poco empec a recuperarse. Vert agua sobre mi cara y el cuello y vi el agua sucia corre por mis brazos al suelo.Todava me senta un poco mareado cuando tomamos un descanso para almorzar. Eran ms de las dos, y nos sentamos debajo de un rbol de nogal grande que estaba en el lado de la carretera. Mientras comamos, Pap anot el nmero de cajas que habamos elegido. Roberto diseos dibuj en el suelo con un palo. De repente me di cuenta de cara a su vez de Pap plido mientras miraba por la carretera. "Aqu viene el autobs escolar", susurr en voz alta en alarma. Instintivamente, Roberto y yo corrimos y se escondieron en los viedos. No queramos estar en problemas por no ir a la escuela. Los chicos bien vestidos de mi edad se bajaron. Llevaron libros bajo el brazo. Despus de cruzar la calle, el autobs se fue. Roberto y yo salieron de su escondite y se unieron a Pap. "Cuidado Tienen Que Tener" ("Usted tiene que tener cuidado") nos advirti.Despus del almuerzo nos fuimos a trabajar. El sol segua cayendo a plomo. Los insectos que zumban, el sudor hmedo, y el polvo caliente, seca hicieron la tarde parece durar para siempre. Finalmente las montaas que rodean el valle se acercaron y tragarse el sol. Al cabo de una hora estaba demasiado oscuro para seguir picking. Las vias cubrieron las uvas, por lo que es difcil ver los racimos. "Vmonos", dijo Pap, sealando a nosotros que ya era hora de dejar de trabajar. Pap y luego sac un lpiz y comenz a calcular cunto habamos ganado nuestro primer da. Anot los nmeros, atravesado algunos fuera, escribi un poco ms. "Quince" (quince), murmur.Cuando llegamos a casa, nos dimos una ducha fra por debajo de una manguera de agua. Entonces nos sentamos a comer la cena alrededor de algunas cajas de madera que servan como una tabla. Mam haba preparado una comida especial para nosotros. Tenamos arroz y tortillas con carne con Chile, mi plato favorito.A la maana siguiente apenas poda moverme. Mi cuerpo me dola todo el cuerpo. Sent poco control sobre mis brazos y piernas. Este sentimiento se encendi todas las maanas durante das hasta que mis msculos finalmente se acostumbraron a la obra.Era lunes, la primera semana de noviembre. La temporada de uva haba terminado y que ahora podra ir a la escuela. Me despert temprano esa maana y estaba en la cama, mirando a las estrellas y saboreando la idea de no ir a trabajar y de comenzar el sexto grado por primera vez ese ao. Como no poda dormir, decid levantarme y unirse a Pap y Roberto en el desayuno. Me sent en la mesa frente a Roberto, pero mantuve mi cabeza hacia abajo. No quera mirar hacia arriba y enfrentarlo. Yo saba que l estaba triste. l no iba a la escuela hoy. No iba maana o la prxima semana, o el prximo mes. No quiso ir hasta la temporada de algodn haba terminado, y que fue en algn momento en febrero. Me frot las manos y observ la seca, cada de la piel con cido manchado el suelo en pequeos rollos.Cuando Pap y Roberto se fueron a trabajar, sent alivio. Me acerqu a la parte superior de un pequeo grado junto a la choza y vi el Carcachita desaparecer en la distancia en una nube de polvo.Dos horas ms tarde, alrededor de las ocho de la tarde, me puse de pie a un lado de la carretera esperando el autobs escolar veinte. Cuando lleg, sub. Todo el mundo estaba ocupado, ya sea hablando o gritando. Me sent en un asiento vaco en la parte trasera.Cuando el autobs se detuvo en frente de la escuela, me sent muy nervioso. Mir por la ventana del autobs y vi a los muchachos y muchachas que llevan los libros bajo el brazo. Puse mis manos en los bolsillos del pantaln y me dirig a la oficina del director. Cuando entr, o una voz de mujer dice: "Puedo ayudarle?" Me sorprendi. Yo no haba odo hablar ingls durante meses. Durante unos segundos me qued sin habla. Mir a la seora, que esperaba una respuesta. Mi primer instinto fue contestarle en espaol, pero se contuvo. Finalmente, despus de luchar durante palabras en ingls, me las arregl para decirle que quera inscribirse en el sexto grado. Despus de responder a muchas preguntas, me llevaron a la sala de clase.Sr. Lema, el maestro de sexto grado, me salud y me asign un escritorio. Luego me present a la clase. Estaba tan nervioso y asustado en ese momento cuando los ojos de todos estaban en m que me hubiera gustado que estuviera con Pap y Roberto recogiendo algodn. Despus de tomar rollo, el seor Lema dio la clase la asignacin de la primera hora. "Lo primero que tenemos que hacer esta maana es terminar de leer la historia que comenzamos ayer", dijo con entusiasmo. Se acerc a m, me entreg un libro de ingls, y me pidi que leyera. "Estamos en la pgina 125," dijo educadamente. Cuando me enter de esto, sent que mi fiebre de sangre a la cabeza; Me senta mareado. "Te gustara leer?", Pregunt vacilante. Abr el libro en la pgina 125. Tena la boca seca. Mis ojos comenzaron a agua. No poda comenzar. "Se puede leer ms tarde", dijo Lema comprensivamente.Para el resto del perodo de lectura segu recibiendo ms y ms furioso conmigo mismo. Debera haber ledo, me dije a m mismo.Durante el recreo me fui al bao y abr mi libro Ingls a la pgina 125. Empec a leer en voz baja, fingiendo que estaba en clase. Haba muchas palabras que no conoca. Cerr el libro y me dirig de nuevo a la sala de clase.Sr. Lema estaba sentado en sus papeles de escritorio corregir. Cuando entr en l me mir y sonri. Me sent mejor. Me acerqu a l y le pregunt si me poda ayudar con las palabras nuevas. "Con mucho gusto", dijo.El resto del mes que pas mis horas de almuerzo de trabajo en Ingls con el seor Lema, mi mejor amigo en la escuela.Un viernes, durante la hora del almuerzo, el Sr. Lema me pidi dar un paseo con l a la sala de msica. "Te gusta la msica?", Me pregunt cmo entramos en el edificio."S, me gustan los corridos", le contest. Luego cogi una trompeta, sopl sobre ella, y me la entreg. El sonido me puso la piel de gallina. Yo saba que el sonido. Yo haba odo que en muchos corridos. "Cmo le gustara aprender a jugar?", Pregunt. l debe haber ledo mi cara porque antes de que pudiera responder, aadi: "Te voy a ensear cmo jugar durante nuestras horas de almuerzo."Ese da casi no poda esperar a llegar a casa para decirle a pap y mam la gran noticia. Como me baj del autobs, mis pequeos hermanos y hermanas corrieron a mi encuentro. Ellos estaban gritando y gritando. Pens que estaban contentos de verme, pero cuando abr la puerta de nuestra cabaa, vi que todo lo que tenamos estaba lleno cuidadosamente en cajas de cartn.