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El comunicador que narra
El ms popular de los periodistas dedicados a la cultura, tambin es caricaturista, poeta y
narrador. Acaba de publicar su primer libro de cuentos en el sello Seix Barral, La terrible
presin de la nada.
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Foto Archivo El Pas
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Jaime Clara -
Periodismo Cultural
Hugo Fontanavie sep 11 2015 04:02
DESDE HACE algunos aos Jaime Clara (San Jos, 1965) ha encarnado un rol poco comn:
el de un periodista dedicado a la cultura, en particular al mundo literario, con gran xito de
pblico. Autor de dos libros de poesa (Sin pecado un adorno, 1999; Es inmensa la noche,
2011) y del libro de ensayo En campaa, una mirada sobre propaganda y marketing
poltico (2009), la editorial Seix Barral acaba de publicar su primer libro de cuentos, La
terrible presin de la nada, que presentar en la prxima Feria Internacional del Libro de
Montevideo, donde a su vez participar de un panel sobre novela policial, presentar libros de
otros, har lecturas y espero que nada ms, porque me juntan con cucharita dice antes de pasar a responder la pregunta: cmo empezaste a escribir ficcin?
Yo escriba poesa. Un da, a raz de un hecho autobiogrfico, pens que eso era una experiencia interesante para contar, no para poesa. Entonces hace como veinte aos nace el
cuento El velorio, que integra este libro, y que fui masticado hasta el hartazgo. Despus de mucho tiempo se lo mostr a Luis Fernando Iglesias y a Claudia Amengual, y desde entonces
segu escribiendo cuentos, siempre de una forma muy cauta y muy privada, y sin ninguna
pretensin; solo por las ganas de escribir.
TUMBA SIN NOMBRE
Qu te dispara un cuento?
Frases, frases. En ese cuento es la frase crete que la luna es queso, dicho en boca de la protagonista. Despus, Hroe por dos minutos, apareci esa idea como ttulo; en Entre amigas, el cuento de las excompaeras que se renen despus de muchos aos sin verse. Yo haba ledo en una entrevista a una mujer que se quejaba de su memoria, que deca que no
quera tener ciertos recuerdos, algo as como no puedo con esta puta memoria, que es parte del relato.
Palabras que te llevan a imgenes, que a su vez te llevan a una construccin narrativa. No sents que es un tanto peligroso que tu propia tarea como comunicador invada el texto
narrativo?
No me incomoda. En definitiva todas son formas de comunicacin.
Con cdigos distintos
Pero siempre ests contando historias.
Pero el comunicador debe ir hasta el 100% de la historia, y en la narrativa, por lo general menos es ms.
El cuento La guitarra resulta tan verosmil, con tal cantidad de detalles, con eso muy periodstico, que capaz que estoy en un trmino medio Pero por ahora pienso que no hay colisin entre un lenguaje y otro.
Naciste en San Jos Cuando uno habla de San Jos, de inmediato piensa en Francisco Canaro, en Francisco Espnola.
-Pirincho le decan a Canaro, y Paco a Espnola A los trece aos yo era el operador de una audicin en radio San Jos, Me llamaban Pirincho, que solo pasaba tangos de Canaro. A los quince me mud a Montevideo pero segu trabajando tres aos ms en la radio. En unas
jornadas sobre Paco que organizaron hace mucho tiempo Ana Ins Larre Borges y Alicia
Torres me invitaron a hablar sobre mi relacin con la tumba de Paco. Yo lo vi una sola vez,
cuando tena seis aos, en el club San Jos. Me acuerdo como si fuera hoy, iba con mi ta y
ella me deca este es el autor de Saltoncito. Cuando fallece lo entierran en un nicho a media cuadra de donde estn enterrados mis abuelos. Cada vez que les llevbamos flores, yo
siendo un nio, mi ta Etna me llevaba a la tumba de Paco, aunque, como estbamos en
dictadura, no tena nombre.
Entonces tu entrada a la obra de Espnola fue Saltoncito.
S, y tengo el libro, la primera edicin, que me regal mi ta, con las imgenes de Guillermo Fernndez que yo calcaba, y de quien 30 aos despus fui su alumno en su taller
de plstica.
Cmo llegs al otro Paco, al de Sombras sobre la tierra?
En el liceo, en la adolescencia. Me ayud a entender lo que eran los quilombos en el centro de San Jos. El quilombo estaba en Rincn y Vidal, a cuatro cuadras de la ciudad, una cuadra
llena de bares, casi cntrica, y pasar por ah era muy raro. Por las maanas todos los bares
estaban cerrados, y fui entendiendo todo.
Y despus de Paco?
Hay un disco, que menciono en mi libro, de Hugo Martnez Trobo leyendo cuatro cuentos de Horacio Quiroga. Era de mi ta y me lo haca escuchar de nio. Yo pona el disco a la hora
de la siesta para m solo. El hijo, A la deriva
CULTURA FRAGMENTADA
Cundo llegaste a Montevideo?
En 1979. Dos aos despus, en 1981, me levantan el programa en la radio de San Jos por pasar msica aberrante y tendenciosa: discos de Frank Pourcel, Paul Mauriat, Ray Coniff. Los compraba en Sapelli, en liquidacin. Y tambin otros discos de Rumbo, Larbanois-
Carrero, sin ningn tipo de intencin poltica. Pero bueno, fue una poca en la que haba un
jefe de Polica en San Jos que lleg a prohibir los cumpleaos porque se juntaba gente; ms
de ocho, no.
Y qu encontraste al llegar a Montevideo?
Una ciudad hostil, a la que no me acostumbro ni siquiera hoy, pero que me da mucho en el plano cultural. San Jos se haba quedado hasta sin cine. Montevideo era cine, teatro, yo era
fantico de Alberto Restuccia, la barra de Ayu, Leo Masliah, Ruben Olivera. Me hice muy
amigo de Alfredo Percovich. Germn Araujo me reciba en su despacho cuando yo tena
quince aos y me daba consejos sin una gota de ideologa, me regalaba el diario Clarn, me enseaba a recortar las notas para hacer un archivo. Lo que no me dejaron hacer ms en San
Jos, lo empec a hacer en CX 36, Radio Centenario.
Cundo empezs en el periodismo cultural?
En la poca de la dictadura. Qu era lo que poda llevar de Montevideo a San Jos? Cosas culturales, no polticas. Y adems, el periodismo que ms consum desde siempre fue el
cultural. En el plano de la caricatura, Arotxa, para desestimularme, me deca que yo era un
gran consumidor de caricaturas, no un caricaturista. Tiene razn. Siempre fui un gran
consumidor de periodismo cultural, y se dio todo naturalmente.
Cmo ves el ambiente cultural uruguayo?
Fragmentado. Polticamente. Estticamente. Artsticamente. Por estilos. Por grupos en torno a publicaciones. Corrientes. No importa el pretexto o el motivo o el origen o los das de
reunin segn el boliche. Siempre fragmentado.
Eso no tendra por qu ser una mala noticia
Si la fragmentacin permitiera la formacin de vnculos artsticos entre las distintas partes, s. Pero no ocurre as. Por ejemplo el grupo alrededor de la diaria es muy severo o ignora a
determinados escritores; Brecha es muy severo o ignora a otros; Bsqueda tiene poca
incidencia. Siento que esa fragmentacin, en lugar de ser fermental y positiva, es un
problema.
Cmo ves la literatura uruguaya?
No tengo una opinin precisa.
Qu lugar cres que ocupar tu libro en el panorama actual?
No tengo la menor idea.
No? Pero vos tambin hacs crtica cultural
No, no hago crtica cultural. Jams. Cuando me gusta algo, aliento a la gente para que lo lea, o para que vaya al teatro. Pero si no me gusta, hago la misma entrevista con el mismo
profesionalismo y con el mismo compromiso, pero no digo nada: que juzgue el lector.
Eso no te fatiga?
Claro. Pero bueno, es mi trabajo.