El Corazón Sincero Del Adorador

Embed Size (px)

DESCRIPTION

estudio biblico

Citation preview

EL CORAZN SINCERO DEL ADORADOR

Lucas 7. 36 -38: Uno de los fariseos rog a Jess que comiese con l. Y habiendo entrado en casa del fariseo, se sent a la mesa. Entonces una mujer de la ciudad, que era pecadora, al saber que Jess estaba a la mesa en casa del fariseo, trajo un frasco de alabastro con perfume; y estando detrs de l a sus pies, llorando, comenz a regar con lgrimas sus pies, y los enjugaba con sus cabellos; y besaba sus pies, y los unga con el perfume.

La historia habla de un hombre llamado Simn el fariseo, este era un hombre reconocido por la sociedad de su poca, gozaba de ciertos privilegios en su comunidad dado su condicin de estudioso de la ley, pero a su vida lleg una enfermedad llamada lepra, que era una enfermedad terrible para ese tiempo, el leproso era marginado por sus coterrneos, al punto de ser desterrado a las afueras de la ciudad, a este hombre Jess ciertamente lo haba sanado, y con esto regreso su vida familiar y su status social; al sentirse agradecido por el favor recibido rog al Seor que entrar a comer en su casa. Imagino a Simn organizando de antemano todas las cosas en su casa, Cul va a ser la comida? Los manteles a utilizar? Cambiemos las cortinas! Cuando el Seor llega a su casa lo veo afanado por tratar de impresionar al Seor, buscando lo ms fino de sus platos quizs, regaando a sus siervos insistentemente para que todo salga bien, pero en medio de ese mar de ocupaciones y de olor a comida en toda la casa, una mujer pecadora irrumpi intempestivamente en la casa llorando y se postra a los pies del maestro, y con sus lgrimas comenz a regar sus pies y a enjugarlos con sus cabellos pero trajo tambin un frasco de alabastro con perfume de nardo puro de gran valor y ungi los pies del Seor. Quin la haba invitado? Cmo haba llegado all? Lo cierto es que esta mujer no haba llegado en busca de la comida ni interesada en lo bonita o arreglada que estaba la casa, ni mucho menos hacer interaccin social con la gente que se encontraba all, No seor! Ella tena su vista fija y su corazn dispuesto a adorar a aquel que significaba todo para ella, su concentracin obedeca a la necesidad de rendirse a sus pies, no exista en su corazn condicionamientos externos con respecto a lo que pensara el dueo de la casa o los que se encontraban invitados a la cena, solo le interesaba lo que pensara aquel que es digno de nuestra rendicin, nuestra voluntad, nuestra obediencia y nuestra adoracin en espritu y en verdad.Imagino a Simn percibiendo aquel olor diferente que lleno por completo ese lugar y haciendo las respectivas preguntas Qu pas? Qu es ese olor? De dnde ha salido? Cuando ve la escena de la mujer postrada a los pies de Jess este dijo para s: Vs. 39: Este si fuera profeta, conocera quin y qu clase de mujer es la que le toca, que es pecadora.

Parbola de los dos duedoresVs. 44 46: Y vuelto a la mujer, dijo a Simn: Ves esta mujer? Entre a tu casa, y no me diste agua para mis pies; ms sta ha regado mis pies con sus lgrimas, los ha enjugado con sus cabellos. No me diste beso; mas sta, desde que entr, no ha cesado de besar mis pies. No ungiste mi cabeza con aceite; ms esta sta ha ungido con perfume mis pies.Pero tambin en esa casa estaban quienes miraban la actitud de esta mujer como equivocada y censuraban el hecho de haber derramado un perfume tan costoso (equivalente a un ao de salario aprox.) en lugar de haberse vendido y dado a los pobres, pero es que Dios quiere que hasta nuestras coronas y lo gran valor sean rendidas en adoracin a l.

Dios no est interesado en cuan pecadores somos sino en qu grado podemos reconocerlo y humillarnos ante su presencia y adorarlo como solo l es digno.

A Dios no lo impresionan las cosas materiales, las buenas obras, un buen servicio, lo bien que hacemos las cosas, solo el corazn derramado, contrito y humillado, hace que se estremezca en lo ms profundo de su ser y derrame virtud, gracia, bendicin.

Dios est buscando a cristianos que ministren en el atrio exterior donde se sirve al pueblo y a lo necesario de su obra, pero mucho ms desea a quienes de manera especial saben entrar al lugar santsimo a ministrarlo a l. El atrio exterior cansa, fatiga, se vuelve pesado con el tiempo y la rutina pero el que entra al lugar santsimo recibe fuerzas, direccin, visin, renovacin constante.

Si te sientes cansado y deseas morirte: Levntate y come porque largo camino te resta.

Si te sientes afligido por algo que te pas o que te hicieron: En la presencia hay plenitud de gozo y delicias a su diestra para siempre.

Si sientes haberle fallado a Dios reconoce tu estado y quiebra tu alabastro de adoracin en esta hora, permtele a Dios obrar en tu corazn, y sea restaurada tu vida para su gloria porque: El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ninguna. Los muchachos se fatigan y se cansan, los jvenes flaquean y caen; pero los que esperan a Jehov tendrn nuevas fuerzas; levantarn alas como las guilas; corrern, y no se cansarn; caminarn, y no se fatigarn. Is. 40. 29 31.