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El Crimen y su clasificación
Definición de Crimen.
Desde el punto de vista del Derecho, el crimen es una conducta, una
acción o una omisión tipificada por la Ley que resulta antijurídica y punible. Un
crimen, por lo tanto, viola el Derecho Penal. El concepto está vinculado al de
Delito, aunque esta palabra (del latín delinquere) tiene un origen etimológico
que remite a “abandonar” el camino establecido por la Ley. Delito por lo tanto,
suele usarse en un sentido genérico y Crimen se reserva para hacer referencia
a un delito de gravedad o a un delito ofensivo contra las personas.
Otra distinción puede realizarse entre crimen y homicidio. Un homicidio
es, para todas las legislaciones del mundo, un delito. En cambio, el hecho de
matar a un persona solo es un homicidio (y, por lo tanto, un Crimen) en ciertos
casos. Aquel que mata en medio de una guerra, en legítima defensa o
ejerciendo una profesión (un médico o un juez que aplica la pena capital, por
ejemplo) no comete un crimen1.
Esta palabra la inventaron los romanos y la hemos conservado tal y cual:
Crimen. Pero no significaba para ellos lo mismo que para nosotros. Lo que
nosotros llamamos crimen, ellos lo llamaban scelus, scéleris, que los
diccionarios traducen como mala acción, maldad, crimen, asesinato, delito,
impiedad, hombre malvado, infelicidad, infortunio, desventura, objeto de horror,
víctima, pena, suplicio. Al no tener más campo léxico que sus propios
derivados, es difícil saber en qué consiste la maldad o el crimen (scelus)2.
El crimen organizado es un concepto de origen periodístico, que nunca
alcanzó una satisfactoria definición criminológica, pero que se trasladó a la
1 http://www.definicionde//.- crimen
2 http://Criminalistica.com.mx
legislación penal y procesal penal para aumentar el ejercicio del poder punitivo
respecto de un conjunto de delitos no bien delimitado, lo que pretende
configurar un derecho penal diferenciado y con menores garantías para un
ámbito delictivo sin delimitación.
Su idea más aproximada está dada por la criminalidad de mercado,
abarcando desde todos los tráficos prohibidos hasta el juego, la prostitución, las
diferentes formas de comercio sexual, la falsificación de moneda y los
secuestros extorsivos. No faltan leyes que incluyen al terrorismo en su concepto
legal. En lengua castellana puede verse la enorme heterogeneidad abarcada
por Bruccet Anaya3.
Delimitación del concepto de Crimen Organizado.
A la hora de delimitar la criminalidad organizada, la doctrina coincide en
la necesidad, como punto de partida, de diferenciar la organización criminal de
una simple asociación para delinquir. Esto es, estamos ante algo más que una
simple concertación de personas con el propósito de cometer delitos. El
concepto estricto de crimen organizado necesita del complemento de otros
indicadores, y vendría a ser así un plus respecto de la asociación criminal,
tradicionalmente tipificada en la mayoría de los ordenamientos penales.
Para determinar cuáles sean estos indicadores resultan de gran ayuda,
ante la falta de una definición legal satisfactoria en nuestro ordenamiento, las
elaboradas en el seno de diferentes organismos internacionales, como las
Naciones Unidas, el Consejo de Europa y la Unión Europea. Estas definiciones
se han construido sobre la base del consenso de las naciones y sirven de
fundamento para la aplicación de los instrumentos internacionales sobre la
cuestión de Crimen Organizado elaborados en la última década y que como 3 Bruccet Anaya Luis Alonso, El crimen organizado (Origen, evolución situación y configuración de la delincuencia organizada en México), Editorial Porrúa, México, 2001.Pág 101.
signatarios de los mismos nos vinculan directamente. También haremos
referencia a algunos de los escasos ordenamientos que han construido un tipo
penal específico para captar la organización criminal junto al ya clásico de la
asociación para delinquir4.
Enfoque Sociológico.
Las deficiencias que impiden la efectividad de los sistemas de justicia en
su lucha en contra delitos de alta complejidad (como el Crimen Organizado),
obedecen a causas interrelacionadas que afectan a todos los eslabones del
sistema (policías, fiscalías, juzgados y sistemas penitenciarios). En este
sentido, responsabilizar a un solo eslabón o a otro por los defectos sistémicos
en el procesamiento de causas nunca conduce a la identificación de medidas
correctoras que remedien los problemas latentes en el sistema en su conjunto.
Los estudios llevados a cabo en diferentes países demuestran que una
alta calidad de la Justicia compatible con un desarrollo socioeconómico
sostenible requiere de una transparente, consistente, coherente y predecible
interpretación de normas penales y civiles exentas de abusos de
discrecionalidad sustantiva y procesal5.
En total acuerdo con el pensamiento de Quetelet y el propio análisis de la
moderna sociología criminal, el fenómeno delictivo se adapta siempre a las
condiciones imperantes de cada época y lugar, de la cuales constituye un fiel
reflejo. Actualmente, las características distintivas que reviste la delincuencia en
su incesante proceso de transformación, puede describirse – a grandes rasgos -
con base en cuatro tendencias predominantes:
4 Sánchez García de Paz Isabel, la Criminalidad Organizada. Aspectos penales, procesales, administrativos y policiales, Sección: Parte 1: concepto de crimen organizado y
caracterización criminológica, España, 2006.
5 Buscaglia Edgardo; Roemer,Andrés. Terrorismo y Delincuencia Organizada,: un enfoque de Derecho y Economía, instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, México,
2006, 2006. Pág. 79.
La primera de ellas consiste en el surgimiento y la expansión de
organizaciones criminales, cuya estrategia operativa se apoya en una eficaz
distribución de actividades, que pueden llegar a ser tan profesional y
especializada como la puesta en práctica por la tristemente célebre mafia y
otras agrupaciones similares. Así la llamada “asociación delictuosa” alcanza ya
tales proporciones, que se hable incluso de un auténtico “sindicato del crimen” y
de la “delincuencia industrializada”.
La segunda tendencia corresponde al notable incremento de agresiones
graves por parte de los criminales, quienes sin al menor consideración a la vida
de personas inocentes, recurren a la violencia innecesaria con una actitud de
franco desafío ante las trágicas consecuencias de su proceder.
Aquí resulta muy oportuno hacer mención de los asaltos bancarios, delito
característico de la criminalidad moderna, dado que requiere de una compleja
organización, y desemboca, muchas veces, en actos sumamente violentos. Con
otras palabras, al uso de la fuerza se añaden al planeación y la a ejecución
meticulosa en la comisión del delito.
La tercera tendencia estriba en la proliferación de los delitos económicos
y financieros, que van desde la falsificación de cheques, las estafas y el tráfico
de divisas hasta, más recientemente, los fraudes realizados mediante el uso de
computadoras.
Y la cuarta tendencia es la relativa a un cada vez mayor tráfico
internacional, sobre todo en materia de estupefacientes, circunstancia que pone
de manifiesto un fenómeno paralelo: la organización criminal con redes
internacionales6.
6 Moreno Gonzales Rafael, Enfoque criminológico del Crimen Organizado, Editorial Porrúa, México, 1999, Pág. 127- 129.
Esto, a su vez, requiere que los jueces fundamenten y motiven sus
resoluciones adecuadamente. Sin embargo, cabe decir aquí que, con base en
estudios llevados a cabo en treinta y siete países, erradicar los abusos de
discrecionalidad sistémicos ha demostrado ser una política clave para el
mejoramiento de la efectividad del aparato de administración de Justicia según
el autor Edgardo Buscaglia en su texto Delincuencia Organizada un enfoque de
Derecho y Economía, afirma que este tipo de abusos también está ligado a los
altos niveles de corrupción judicial observados y percibidos por los ciudadanos
y las organizaciones. Diferentes estudios se han focalizado e identificar las
causas de la inoperancia y corrupción existente en determinados sistemas de
Justicia.
Estos estudios normalmente proporcionan un análisis, raras veces
cuantitativo y muchas veces cualitativo, de la efectividad del impulso y
procesamiento de las causas llevadas principalmente por las procuradurías o
por los juzgados. Sin embargo, estos enfoques no son sistémicos, ya que no
realizan un análisis interactivo de todos los eslabones del sistema de Justicia,
en cuanto a, por ejemplo, los factores perniciosos dentro del ámbito policial y
del trabajo de los jueces, que impactan negativamente en la labor de que
realizan los fiscales.
Estos estudios sólo identifican las causas inmediatas de la lentitud y baja
calidad de las resoluciones emitidas por los fiscales y/o jueces en juicios
penales de diferentes tipos. Según los autores Buscaglia, González-Ruiz
Samuel y Prieto Palma César en sus análisis sobre las causas y consecuencias
del vínculo entre la delincuencia organizada y la corrupción a altos niveles del
Estado mencionan que las ligas entre corrupción y delincuencia organizada
son muy estrechas, se analizan que en la actualidad la corrupción como medio
para lograr sus fines recurren a la violencia como parte de sus actividades. Más
aún, el tráfico ilegal de material radioactivo, biológico-químico, y demás arsenal
convencional, es actualmente dirigido por organizaciones criminales
transnacionales que utilizan la corrupción en los altos niveles del sector público
en diferentes regiones, para así poder asegurar la obtención, tránsito y
provisión de estas armas letales a grupos terroristas que, muchas veces, tejen
alianzas estratégicas o de fusión parcial con estas mismas organizaciones
criminales7.
La naturaleza del crimen organizado.-Las explicaciones académicas del
crimen organizado no tiene una historia demasiado larga y ha estado, por lo
general, dividida conforme a las líneas que separan las distintas ciencias
sociales, que han tratado de extender sus paradigmas, con algunos retoques, al
estudio de los fenómeno.
En ocasiones el grado de refinamiento de estas aproximaciones no
supera en mucho las fuentes utilizadas, ya sean éstas procedentes de los
medios de comunicación o de las agencias de seguridad. La consecuencia es
que elementos fundamentales de las ciencias sociales o bien han estado
ausentes durante mucho tiempo de los enfoques académicos sobre el crimen
organizado o bien se han mantenido en los márgenes de la explicación como un
pilar al que se recurre para otorgarle un barniz de seriedad.
En conjunto estas aportaciones pueden situarse en un continuo que va
un extremo en el que se presenta a las organizaciones criminales como un ente
altamente jerarquizado con códigos de conducta internos desviados hasta el
límite contrario en el que se sitúa una exhibición en la cual el crimen organizado
sería un conjunto de relaciones laxas más o menos temporales dentro de un
mundo que tiende a traspasar con extrema facilidad los mundos de la legalidad
y de la ilegalidad.8
7 Buscaglia Edgardo; Roemer,Andrés. Terrorismo y Delincuencia Organizada,: un enfoque de Derecho y Economía, instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, México,
2006, 2006. Pág. 98.
8 Moreno Gonzales Rafael, Enfoque criminológico del Crimen Organizado, Editorial Porrúa, México, 1999, Pág., 130-134.
La imagen habitual, o el tipo ideal, de crimen organizado, incorpora
ciertas características definitorias. Estás son: Primero, que los grupos
criminales monopolizan o tratan de monopolizar ciertas actividades como la
prostitución, la extorsión o el tráfico de drogas.
Segundo, la violencia se utiliza de manera sistemática contra aquellos
que tratan de desafiar estos monopolios, contra quienes rompen la disciplina de
la organización o contra quienes dan pruebas a la policía o a los tribunales
sobre estos grupos.
Tercero, la organización de las familias criminales están tan
profundamente insertadas en un cierto orden social que la policía puede en
ocasiones atrapar a los individuos pero no puede eliminar la organización como
tal: puede limitar pero no detener sus actividades.
Cuarto, el crimen organizado suele tener una estructura jerárquica y
burocratizada, el menos hasta el punto de que existen un buen número de
funciones especializadas dentro de la organización, incluyendo las funciones de
recopilación y análisis de inteligencia y la violencia.
Quinto, las organizaciones criminales tienen acceso a los conocimientos
legales, financieros y contables que por lo general se asocian con las
actividades comerciales legítimas.
Sexto, las organizaciones pueden ejercer influencia sobre el proceso
político, administrativo y judicial.
Más que componerse de una organización estructurada formalmente con
reglas y regulaciones específicas, una organización criminal se describe de
mejor manera [...] como un sistema de relaciones clientelares en las que los
roles, las expectativas y los beneficios de los participantes se basan en el
acuerdo o la obligación y cuya función y tamaño se determina [ad hoc]
básicamente por la actividad en la que se involucran Gambetta concluye este
esfuerzo por insertar el crimen organizado en una perspectiva de acción
racional al ampliar su acción a los consumidores de bienes y servicios ilícitos.
No sólo los miembros del crimen organizado actuarían movidos por el
beneficio económico sino que pueden llegar a un nivel de eficiencia superior al
del estado en el suministro de la protección necesaria para la realización de
cualquier actividad económica. En este sentido, se considera que, por ejemplo,
aquellos a los que extorsiona el grupo criminal están comprando a un precio
inferior al del estado una mercancía específica e intangible pera imprescindible
para las transacciones económicas: la confianza.
La moderna tecnología y la supresión de barreras agilita el
desplazamiento de capitales en procura de más renta en menor tiempo,
manejados por tecnócratas que no son sus dueños. Esto reduce el poder de los
estados sobre los capitales e incluso su control. El objetivo de mayor renta en
menor tiempo va venciendo todos los obstáculos éticos y legales, o sea, que
produce una peligrosa desviación hacia lo ilícito.
Los estados debilitados son incapaces de controlar las actividades del
capital aligerado de obstáculos éticos, pero además éste corrompe sus
instituciones. La corrupción institucional en ocasiones descalabra economías
nacionales al descontrolar sus cuatro pilares básicos: la importación, el crédito,
la recaudación fiscal y los organismos reguladores de servicios monopolizados.
El gasto público se incrementa y dilapida.9
Estos fenómenos acentúan la estratificación social, promueven el
hundimiento de los sectores medios, polarizan la distribución de la renta,
9 Buscaglia Edgardo; Roemer,Andrés. Terrorismo y Delincuencia Organizada,: un enfoque de Derecho y Economía, instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, México,
2006, 2006. Pág. 65-68.
desbaratan la previsión social, reducen la delincuencia organizada
transnacional configuran una habilitación que prácticamente no dejan fuera
ninguna actividad ilícita no individual con ánimo de lucro. Inversión en
programas sociales, impiden que estos lleguen a sus destinatarios y fortalecen
la vigencia de ideologías políticas autoritarias y discriminadoras.
Este proceso se observa con mucha mayor claridad en los países
subdesarrollados o periféricos, pero son inocultables a estas alturas síntomas
análogos en los países centrales, aunque sus líderes políticos -imitando a sus
colegas periféricos- lo nieguen obstinadamente, siendo aún algo creíble dado la
menor obviedad del fenómeno.
La creciente pauperización de la periferia del poder mundial y los
conflictos violentos impulsan a grandes masas de población a la emigración
interna y externa. Esto genera otro tráfico ilícito y provoca un fenómeno de
acumulación de riqueza y miseria en los limitados espacios urbanos, análogo al
de la revolución industrial, con altos niveles de violencia criminal, sumada a la
discriminación de los nuevos habitantes con peligroso renacimiento de
ideologías racistas.
Las clases medias empobrecidas y las subordinadas que sufren la peor
victimización coinciden en el reclamo de mayor represión, alimentado por la
publicidad vindicativa del discurso único de medios, planeta rizado por efecto de
la propaganda del sistema penal de los Estados Unidos, convertido en empresa
demandante de servicios y en variable contra el desempleo desde los años
ochenta, en contra de toda su anterior tradición.
Los políticos sin poder para proveer soluciones estructurales –a causa
del debilitamiento de los estados nacionales-, por temor, por incapacidad o por
oportunismo, optan por reducir su discurso a propuestas de mayor represión o
segurismo interno, apostando a la destrucción de toda racionalidad en la
legislación penal y vendiendo la ilusión de soluciones mediante tipos penales
nuevos, penas más largas, menores garantías frente al poder punitivo estatal y,
sobre todo, menores controles sobre las agencias policiales y de inmigración.
Esta manipulación publicitaria de la opinión pública -fomentada por
organizaciones emergentes con gran espacio publicitario- es el actual
segurismo interno o ideología de la seguridad urbana. El resultado no es otro
que una mayor selectividad discriminatoria en el ejercicio del poder punitivo y la
acelerada autonomización de las policías, con el consiguiente deterioro por
corrupción de la eficacia del servicio de seguridad, con riesgo para las
instituciones democráticas por participación en la corrupción del aparato penal y
con peligro de golpes de estado.
El control urbano de la exclusión social parece orientarse hacia una
profundización de contradicciones violentas entre los propios excluidos, que
proveen el ejército de criminalizados, victimizadas y politizados. La violencia
entre personas de los mismos sectores subalternos, al tiempo que por
eliminación disminuye su número, impide el diálogo, la toma de conciencia y la
coalición y, por ende, hace que se autoexcluyan de todo protagonismo político.
La neutralización y autodestrucción física y cultural de los excluidos como
consecuencia de la política del segurismo interno puede denominarse
endocidio.10
Antecedentes Históricos del Crimen Organizado en México.
Los orígenes del narcotráfico en México son antiguos, nada nuevo. Al
respecto consúltese: "El tráfico de drogas, considerado hoy en día un problema
10 Buscaglia Edgardo; Roemer,Andrés. Terrorismo y Delincuencia Organizada,: un enfoque de Derecho y Economía, instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, México,
2006. Pág. 87-89.
de seguridad hemisférica, encuentra sus primeros antecedentes mexicanos en
el comercio ilegal de sustancias prohibidas entre México y Estados Unidos de
finales del siglo XIX y principios del siglo XX, cuando diversos sectores de la
comunidad china establecida en nuestro país inauguraron una extensa red de
tráfico de opio”.
Esta sustancia era trasladada ilegalmente entre las ciudades del norte de
México y las del sur de los Estados Unidos, sobre todo entre aquellas
asentadas en la costa del pacífico. Años más tarde, hacia finales de la década
de los treinta, los servicios de inteligencia alemanes y japoneses utilizaron estas
mismas rutas para dar nuevos bríos al comercio ilegal de sustancias prohibidas.
El narcotráfico se convirtió en una de las armas secretas de los países
del Eje [este Eje o Potencias del Eje o Eje Roma-Berlín-Tokio estaba formado
principalmente por Alemania, Italia y Japón, pero aquí también entraron otros
países como Hungría, Rumania, Bulgaria, Eslovaquia, Finlandia, etc., y otros
“estados títeres y satélites”] 11
Este término “Eje” referido a este grupo de países en la Segunda Guerra
Mundial fue empleado por primera vez por el dictador italiano Benito Mussolini
contra el ejército norteamericano. Los oficiales de la Abwehr [organización de
inteligencia alemana] y de la gestapo [policía secreta del estado alemán] fueron
los encargados de llevar a cabo esta operación, que terminó por crear el primer
gran cártel del narcotráfico en nuestro país.
En la antesala de la Segunda Guerra Mundial fue inaugurado el
contrabando internacional de drogas a gran escala, con la participación de
militares y políticos mexicanos. Aunque impulsado y apoyado por los nazis y los
japoneses, nuestro primer gran cártel fue encabezado por destacados
mexicanos de la época. La organización era dirigida por el general Francisco
11 Cedillo Juan Alberto (2007). Los nazis en México. México, Random House Mondadori-DEBATE. Pág. 32.
Javier González, importante diplomático, y sus principales cómplices eran los
gobernadores y ex gobernadores de varios estados: Gonzalo N. Santos, de San
Luis Potosí; Donato Bravo Izquierdo, de Puebla; Miguel Alemán Valdés, de
Veracruz, y Maximino Ávila Camacho, ex mandatario de Puebla. Fue muy poco
el tiempo que el primer gran cártel mexicano necesito para apoderarse de casi
todo el tráfico de drogas a través de la frontera norte.
La organización impulsada por los nazis no sólo utilizó las rutas
inauguradas por los chinos, sino que abrió nuevas vías para llevar los
estupefacientes enviados desde Alemania y Japón a ciudades como El Paso,
Douglas, Laredo y San Diego. La logística y las operaciones de campo del
cártel eran supervisadas por un teniente coronel desde la mismísima Oficina de
la Presidencia. Para lo referente al lavado de dinero, el cártel incluyó a un
banquero de origen sirio [...] fue a partir del impulso alemán y japonés que el
rentable negocio de la droga llamó la atención de militares, políticos y
gobernantes [mexicanos]12
Se hace una reseña histórica, a través de varias épocas del Estado
Mexicano, desde un punto de vista cronológico, entendemos que nuestro país
sufrió diversos periodos de dominación por lo cual se debe hacer una
observación muy importante con lo que respecta a estas ideas que nos
explicaran los fenómenos sociales, en los estudios que se emplean para
analizar el origen del Crimen Organizado.
El estudio más clásico sobre el crimen organizado en la época más
reciente, que se extiende hasta la actualidad, son los trabajos de Donald
Cressey, que constituyen asimismo el paradigma de la perspectiva tradicional o
gubernamental del crimen organizado. Su enfoque es de tipo sociológico y sus
fuentes se limitan casi en exclusiva a los testimonios de antiguos miembros de
la mafia italo-americana presentados ante una comisión parlamentaria.
12http://es.wikipedia.org/wiki/Potencias_del_Eje_en_la_Segunda_Guerra_Mundial
Cressey describió la estructura del crimen organizado como si se tratase
de una organización burocrática, al tipo de una empresa, con una jerarquía
rígida, un código de conducta que abarca a todos sus miembros y, sobre todo,
que funciona como una sociedad secreta. La organización mafiosa estaba
compuesta, según los testimonios que él recogió acríticamente, por veinticuatro
'familias' situadas en algunas grandes ciudades de los Estados Unidos, que
estaban dirigidas por un ente crípticamente denominado 'la Comisión', que se
encargaba de supervisar, planificar y coordinar las grandes estrategias
delictivas. Cada familia la integraban una serie de niveles jerárquicos de mando
que iban desde el jefe (Boss) que se encontraba en la cúspide de la pirámide
hasta la tropa denominada, como no podía ser de otro modo, los soldados,
entre las que se interponen un conjunto de grados de mando como el subjefe o
los lugartenientes. Los objetivos de la organización eran dispuestos por la
Comisión y se transmitirían a través de la cadena de mando hasta los
elementos operativos de cada célula del grupo.13
El triunfo del capitalismo y un peculiar sentido de democracia han
facilitado una implantación problemática de la libre empresa sin los mecanismos
paralelos de control. Esta transformación ha provocado desorden interno, el
ocaso de las estructuras existentes de autoridad y legitimidad, las reticencias de
la población a cualquier tipo de nuevo control estatal, el resurgimiento de
conflictos étnicos y el desmoronamiento del aparato judicial, policial y de
inteligencia y su subordinación o cooperación con el crimen organizado.
El vacío de poder político e ideológico y una historia previa de crimen
organizado que ha proporcionado el capital humano y las redes sociales
necesarias, junto con una creciente pauperización del bienestar de la población,
ha formado un excelente caldo de cultivo para la recreación, la implantación y la
expansión de grandes grupos de crimen organizado. En la actualidad, el
13 Guerrero Julio, La Génesis del Crimen En México, Editorial Porrúa, México 1977. Pág. 124-126.
solapamiento de las actividades ilegales y legales en la mayor parte de estas
recién estrenadas economías de mercado es intrínseco a la nueva situación. De
entre ellas, la mayor amenaza a la seguridad mundial procede del tráfico de
sustancias radioactivas que puedan caer en manos de grupos terroristas o
estados políticamente incontrolables, aunque las evidencias de este tráfico sean
aún muy débiles y en algunos casos manipuladas por los servicios de
inteligencia.
Estadísticas de Crímenes relacionados con la Delincuencia Organizada.
El análisis de las estadísticas sobre delincuencia en México indican que
aunque la tasa de criminalidad ha disminuido en los últimos 100 años, ha
habido una evolución muy favorable en los últimos dos decenios liderado por la
Ciudad de México. Desde muchos delitos no se denuncian, las tarifas son más
mucho más altas que el reportado por el gobierno.
is rarely reported or punished, owing to old , minor penalties for the
crime, and .La violación rara vez se denuncia o castigado, debido a las viejas
normas sociales, las sanciones por el delito menor, y las leyes penales. In some
rural areas, penalties for rape may consist of a few hours in jail, or minor fines.
En algunas zonas rurales, las sanciones por violación pueden consistir en unas
pocas horas en la cárcel o multas menores. Assault and theft make up the vast
majority of crimes. Asalto y robo componen la gran mayoría de los crímenes.
While urban areas tend to have higher crimes rates, as is typical in most
countries, the has also been a problem area. Mientras que las áreas urbanas
tienden a tener mayores tasas de delitos, como es típico en la mayoría de los
países, la frontera México-Estados Unidos también ha sido un área
problemática. However, with increased awareness and resources, the crime rate
along the border has declined faster than in the rest of the country. Sin
embargo, con un mayor conocimiento y recursos, la tasa de criminalidad en la
frontera ha disminuido más rápidamente que en el resto del país.
Índice de criminalidad en México por cada 100.000 habitantes
2000 2000
2001 2001
2002 2002
2003 2003
2004 2004
USA in 2004 EE.UU. en
2004
Total Crimes Total de delitos1433.81 1433,81
1439.41 1439,41
1391.54 1391,54
1521.93 1521,93
1503.71 1503,71
4118.76 4118,76
Murder Asesinato14.93 14,93
15.13 15,13
14.11 14,11
13.94 13,94
13.04 13,04
5.62 5,62
Murder with firearm El asesinato con arma de fuego
3.45 3,45
4.54 4,54
3.66 3,66
3.53 3,53
2.58 2,58
1.25 1,25
Assault Asalto254.35 254,35
257.39 257,39
260.39 260,39
260.41 260,41
251.91 251,91
NA NA
Aggravated assault Asalto agravado
171.06 171,06
172.02 172,02
185.01 185,01
187.33 187,33
186.68 186,68
310.14 310,14
Rape Violación11.89 11,89
11.9 11,9
13.33 13,33
13.05 13,05
14.26 14,26
32.99 32,99
Theft Robo148.27 148,27
108.11 108,11
100.22 100,22
116.74 116,74
112.47 112,47
2445.80 2445,80
Automobile theft Hurto de automóviles
161.15 161,15
161.52 161,52
162.10 162,10
150.66 150,66
139.86 139,86
432.12 432,12
Robbery Robo316.54 316,54
274.63 274,63
219.59 219,59
158.16 158,16
146.57 146,57
145.87 145,87
Burglary Robo con fractura145.72 145,72
153.58 153,58
142.58 142,58
NA NA NA NA 746.22 746,22
Fraud Fraude 54.63 50.48 50.96 54.64 61.47 NA NA
54,63 50,48 50,96 54,64 61,47
Drug offenses Drogas delitos20.62 20,62
23.97 23,97
24.65 24,65
23.38 23,38
23.40 23,40
NA NA
Source: 7th and 8th Survey, United Nations Fuente: Estudio de las Naciones Unidas 14
14 Fuente: 7 [1] y 8 [2] Estudio de las Naciones Unidas