El Cristiano y El Dinero

7/25/2019 El Cristiano y El Dinero

1/7

Estimado lector,

Hemos ledo su carta con profundo inters, y podemos compartir

plenamente lo que usted siente sobre este tema. Creemosciertamente que el cristiano tiene el deber de proveerdiariamente para las necesidades de su familia; el deber deeducar a sus hijos y de encaminarlos para que obtengan suspropios recursos y aprendan a ganar sus ingresos de manerahonesta. El Nuevo Testamento manda tan claramente hacertodas estas cosas, que no deja lugar a ninguna duda. Pero estossagrados deberes dejan completamente intacta la cuestin de

acumular y guardar, por un lado, y de especular, por el otro. Nocreemos para nada en ninguna de estas dos cosas. Creemos queacumular dinero o bienes materiales llena el alma de herrumbre,en tanto que la especulacin llena el corazn y la mente depreocupaciones y de ansiedad. Amamos y honramos la industria yel esfuerzo honesto; pero la Escritura nos dice que raz de

todos los males es el amor al dinero (2. Timoteo 6:10), y no

creemos que la bendicin de Dios repose sobre Sus hijos cuandostos se vuelven accionistas de empresas del mundo. Ustedmismo, querido amigo, pas por esta experiencia. Pensamos quehubiera sido mucho mejor si hubiese adquirido una casa, ya paravivir en ella, ya para alquilarla, que invertir su dinero en unacompaa como la que describi. Pero todas estas cosas debenarreglarse entre el Seor y la propia conciencia de cada uno.Solamente agregamos que existe una enorme diferencia entre

cometer un verdadero pecado, y faltar en devocin personal y no

El cristiano y el dineroAlgunas respuestas a cartas de lectores respecto al dinero y

temas relacionados

C. H. Mackintosh


2/7

estar a la altura que corresponde a un discpulo de Cristo. En loque respecta a nosotros, buscamos con ahnco esta devocinpersonal y esta marcha cristiana elevada como discpulos.

Creemos que hay una triste falta de esto en nuestros das. Lamarea de la mundanalidad crece rpidamente sobre nosotros, yno conocemos otra barrera ms eficaz contra ella que una enteradevocin de corazn y una consagracin a Cristo y a su causa.Cuando la verdadera inclinacin del almaes hacia Cristo, uno nose ve asaltado por angustiantes preguntas en cuanto a si esto oaquello es bueno o malo; pero cuando el alma no tiene estainclinacin, el corazn puede armarse de miles de plausibles

argumentos, y es una verdadera prdida de tiempo y un vanoesfuerzo tratar de responder a tales argumentos, puesto que nohay capacidad espiritual para apreciar la fuerza de la respuesta.Quiera Dios bendecirlo, querido amigo, y confortar su coraznante su pesada prdida. Que su inquebrantable confianza seasiempre en l, y l demostrar que es diez mil veces mejor quetodas las compaas de responsabilidad limitada.

No vemos nada de malo en que un cristiano solicite, de unamanera conveniente, un adelanto de salario, siempre y cuando ellono sea al fruto de la ambicin, sino simplemente para el sostn desu familia. Pero no podemos tratar de establecer reglas encuanto a esto. Mucho depender de las circunstancias del caso.

Respecto del pasaje de Lucas 16:9: Y yo os digo: Ganad amigos

por medio de las riquezas injustas, para que cuando stas falten,os reciban en las moradas eternas, siempre lo hemos explicadomediante 1. Timoteo 6:17-19: A los ricos de este siglo mandaque no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, lascuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas lascosas en abundancia para que las disfrutemos. Que hagan bien,que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos; atesorandopara s buen fundamento para lo por venir, que echen mano de la

vida eterna, lo cual constituye un excelente comentario del


3/7

pasaje de Lucas. Las riquezas de este mundo no son lo quepropiamente nos pertenecen a nosotros como cristianos.Nuestras riqueza son celestiales; nuestras bendiciones son

espirituales, en los lugares celestiales en y con Cristo (Efesios1:3). Las riquezas de este mundo pertenecen propiamente aljudo; pero para el cristiano ellas son el mamn o la injusticia

(Mateo 6:24; Lucas 16:9, 13), o las riquezas que no pertenecenjustamente a nosotros.

Pero si en nuestra conversin ocurre que poseemos talesriquezas, Lucas 16:9 nos ensea que hagamos amigos de ellas

gastndolas en el servicio del Seor, y para los pobres,atesorando para s buen fundamento para lo por venir. La

expresin para que ellas os reciban, es una expresin o giroidiomtico, y puede ser vertida as: para que ellas sean el mediode recibiros, etc. sta es la verdadera manera de emplear lasriquezas, la mejor forma de invertir el capital. Producir unrdito cien veces mayor; y qu banco de este mundo o qucompaa de responsabilidad limitada pueden rendir semejanteinters? Muchos creyentes ltimamente han sido llamados aprobar los amargos frutos de haber ido en pos de lo que ellosconsideraban inversiones provechosas. Hay que preguntarse siel desastroso quiebre de bancos o la cada de empresas deresponsabilidad limitada no ha sido el resultado de los caminos deDios con sus hijos que estuvieron asociados con ellos.

Lo mejor que podemos hacer con nuestro dinero es gastarlo parael Seor; y entonces, en vez de ser herrumbre en nuestras almas,ello acumular tesoros en el cielo (Mateo 6:19-20). Pero debemosrecordar que Lucas 16:9 y 1. Timoteo 6:17-19 se dirigen adiscpulos, y no a inconversos. Si esto se pierde de vista, sloarrojaremos polvo en los ojos de los hombres al llevarlos asuponer que el don de Dios se puede obtener con dinero. A unoque crea esto antiguamente, Pedro le dijo: Tu dinero perezca

contigo (Hechos 8:20).


4/7

En cuanto a Romanos 13:8: No debis a nadie nada, lo tomamos

en su sentido llano y amplio. Creemos que nos ensea a no deber

nada a nadie. Quiera Dios que esto pueda ser una realidad en elms pleno sentido en la vida de todos! Es extremadamentepenoso ver la triste falta de conciencia en aquellos cristianosprofesantes en lo que respecta a las deudas. Exhortamossolemnemente a todos nuestros lectores, que tienen lacostumbre de meterse en deudas, a juzgarse a s mismosrespecto de este tema y a que abandonen enseguida una falsaposicin. Es mucho mejor sentarse a comer un mendrugo de pan y

vestirse con un vestido gastado, que vivir bien y vestir bien aexpensas de nuestro prjimo. Esto ltimo lo consideramos unapositiva injusticia. Ojal tengamos una mente recta!

La primera gran ocupacin de una persona que est endeudada, essalir de las deudas. Debemos ser justos antes que generosos.

C. H. M., Things New and Old, 1864

Una pregunta sobre el cristiano y las deudas

Usted pregunta: Es lcito que un cristiano que est con deudas,done dinero con fines benficos? Muy seguramente que no.

Debemos ser justos antes que generosos. Si estoy endeudado, notengo derecho a dar dinero en caridad. Si lo hiciera, habra almenos, como otro lo ha dicho, una medida de honestidad siaclarara por escrito en cada donacin que hiciese, estas palabras:Tomado a prstamo de mis acreedores sin su consentimiento.Pero, querido amigo, debemos ir mucho ms lejos que esto.Creemos que, como regla general, los cristianos no deberamoscontraer deudas. El precepto bblico es tan claro que nadie puede

escapar a su fuerza: No debis a nadie nada (Romanos 13:8). No


5/7

consideramos aqu el asunto de cun lejos pueden llevar a laprctica esta santa y bienaventurada regla aquellos que sededican a los negocios, sobre todo al comercio. Hay ciertos

trminos en que el fabricante o el industrial vende susproductos al proveedor y ste al comerciante minorista, comopor ejemplo con plazos para el pago (a crdito) o en otrascondiciones similares, y mientras estas condiciones se cumplan enlos plazos establecidos, es cuestionable si uno puede estarrealmente endeudado. No obstante, creemos que sera mejor yms seguro, de cualquier manera, que los creyentes dedicados alcomercio realicen sus pagos al contado y se beneficien del

descuento mediante esta forma de pago. E, incuestionablemente,un hombre est endeudado, si el capital de su negocio y lasdeudas debidas a l no son ampliamente suficientes para hacerfrente a todas sus obligaciones de pago. Es una pobre cosa, algoinsincero, indigno e inescrupuloso que un hombre realicetransacciones comerciales con un capital ficticio, para vivirmediante un sistema de cheques o papeles negociables de valordudoso o con fondos insuficientes, ostentando que tienerespaldo, a expensas de sus acreedores. Tememos que hayamucho de esta deplorable conducta aun entre aquellos que ocupanla ms elevada plataforma de la profesin cristiana.

En cuanto a las personas que viven en la vida privada, no existe lamenor excusa para meterse en deudas. Qu derecho tengo yo,delante de Dios o de los hombres, de usar un abrigo o un

sombrero que no he pagado? Qu derecho tengo a ordenar lacompra de una tonelada de carbn, de medio kilo de te o de diezkilos de carne, si no tengo el dinero para pagarlo? Puede que sediga: Qu debemos hacer? La respuesta es simple para unamente recta y una conciencia delicada: debemos hacer las cosasprocurando ante todo no meternos en deudas. Es infinitamentemejor, ms dichoso y ms santo sentarse a comer un mendrugode pan y a beber una copa de agua que hemos pagado, que comer

una buena carne asada por la cual nos hemos endeudado.


6/7

Lamentablemente, querido amigo, hay una triste falta deconciencia y de sanos principios respecto a este importanteasunto. Los creyentes siguen, semana tras semana, sentndose a

la Mesa del Seor, haciendo la ms elevada profesin, hablandode principios santos y elevados, a la vez que estn endeudadoshasta las cejas, viviendo ms all de sus ingresos, tomandocomida y vestido a crdito de todos aquellos que confiarn enellos, y sabiendo en sus corazones que carecen de unaperspectiva cierta de ser capaces de pagar lo que adquirieron.Seguramente esto es muy lamentable y deshonroso. Notitubeamos en calificar a esto de injusticia prctica, y

advertimos muy solemnemente a los lectores cristianos contratodas estas conductas relajadas e inconscientes. Hemos sidotestigos de estas cosas ltimamente, y slo podemos considerartodo ello como uno de los amargos frutos del espritu delantinomianismo tan comn en el tiempo presente. Que tengamosuna conciencia delicada y una mente recta!

C. H. M., Things New and Old, 1864

Sobre ahorrar dinero para el futuro

Usted pregunta: Es correcto atesorar dinero para el futuro?sta es una cuestin que est enteramente entre el corazn y el

Seor. Si uno no puede confiar plenamente en el Seor para elfuturo, tanto en lo que respecta a l como a su familia; si no tieneuna conciencia tal de lo que es Dios y de lo que es la vida de fe,como para elevar su corazn enteramente por encima de loslmites de la confianza en la criatura, de las esperanzas humanas

y de las expectativas terrenales, el tal, naturalmente, slo puedeacopiar dinero o asegurar su vida. En el caso de un mero hombredel mundo, es muy loable que se prive y se niegue a s mismo a fin

de acumular y guardar para su esposa y sus hijos; pero el hombre


7/7

Documents

El Cristiano y El Dinero