Upload
valeria-resendiz-flores
View
30
Download
0
Embed Size (px)
Citation preview
El cuidado de la salud y el aseo personal en el México Porfirista Citadino, La
industria del Bien Lucir a través de la etiquetas de productos y anuncios de
periódicos de la época.
Valeria Resendiz Flores
Historia de México Independiente
Berenise Bravo Rubio
Expediente: 120100288
En busca de un tema para el presente trabajo final en periódicos de finales del
siglo XIX, llamo mi atención un anuncio, en el cual se hacía publicidad de los
Sinapismos, palabra que por mi parte jamás había sido escuchada, pero que por
el contenido del mismo, pude suponer que era de uso médico, ya que en el mismo
se hacía notar al consumidor de que estos habían sido elaborados por parte de un
farmacéutico titulado de la Escuela Nacional de Medicina de México y se presumía
de su uso en hospitales tanto civiles como militares.
Para no quedarme con la duda indague acerca del uso del mismo, comencé mi
investigación con alguien que supiera un poco del tema, mi abuela, la cual me
informo que no eran otra cosa más que polvos, al parecer de mostaza, que
“limpiaban” el estomago y los cuales no eran muy agradables para su uso.
Este anuncio no fue el único de su clase con el que me tope entre las páginas de
los periódicos, saltando a mi vista otros como los que se ocupaban de
desparasitantes, elixires vegetales, o incluso tónicos que se ocupaban en el
cuidado y limpieza del cabello.
1
Es curioso, como anuncios que uno pasa por alto en un momento pueden ser tan
visibles al siguiente, con el simple hecho de enfocar la atención en ellos, esto
estos te proporcionan una gran información de la vida cotidiana de la época,
ayudándome a tomar en cuenta que el espacio que se le daba a la salud y la
belleza era amplio y que su comercialización era si bien, no accesible para todos,
ya que la mayoría de ellos los localice en secciones como las de sociales, podría
ser visible para todo el público.
Estos anuncios no solo estaban relacionados con el producto en sí, resaltando la
participación de ciertas figuras en ellos, normalmente acompañados de la
presencia femenina, estos anuncios mostraban lo que a mi parecer podría ser un
modo de vida, el cual no era otro más que el inicio de una sociedad envuelta en la
imitación de estándares, que como sabemos son en su mayoría europeos y
norteamericanos.
El papel de la presa en el siglo XIX es tan importante como lo es para nosotros la
televisión, ya que en ella es en donde se podía encontrar, como lo señala Florence
Toussaint, un registro de lo sucedido en la vida social del periodo1,
proporcionándonos una mirada del acontecer diario, mostrándonos no solo lo
sucedido políticamente, sino pedazos de la vida cotidiana.
Con revistas y periódicos de todo tipo, la población porfiriana podía tener a su
alcance noticias, tanto nacionales como del extranjero, tomando en cuenta su
debido retraso en la temporalidad de la información.
1 Toussaint Alcaraz, Florence, Escenario de la prensa en el Porfiriato, Universidad de Colima, México, 1989, pp. 7
2
En el periodo que abarca de 1876 a 1910, se tienen contabilizadas solo para la
Ciudad de México, alrededor de 567 publicaciones, las cuales podían estar
enfocadas a ciertos sectores de la población, como es el caso de las mujeres, las
cuales tenían su propio mercado de publicaciones, en las que se les brindaban
consejos para ser la mujer que la sociedad requería y en los cuales, no podía
hacer falta la comercialización de productos tanto para la limpieza del hogar como
para el cuidado personal.
En este ámbito sobresalen revistas como son El correo de las Señoras o El
álbum de la mujer, ambas con un sentido más conservador que el presentado por
Las violetas del Anáhuac en el que se trataban temas para el desarrollo intelectual
de la mujer y el cual rompía con la idea de la mujer en casa.2
En una sociedad donde se es por lo que se tiene o presume, más que por lo que
se realiza, el uso de publicidad, cumplía si bien su función inicial, la de comerciar y
dar a desear, servían también, y continúan haciéndolo, para poner estándares
tanto de belleza que el “pópulos” pueda imitar.
La sociedad Porfirista, estratificada desde si misma por la capacidad de
adquisición que se tenga, la ropa que se use o el origen del que se provenga3, ya
que no es lo mismo un rico mexicano que un rico extranjero, se volcó a la
imitación de estos modelos, que si bien muchas veces no eran para nada
2 Ibíd. pp.35 - 383A través de lo descrito por González Navarro en Pirámide Humana es como hago esta inferencia.González Navarro Moisés, “Pirámide Humana” en Historia Moderna de México: El Porfiriato. La Vida Social. Coord., Daniel Cosio Villegas, México, Hermes, 1956. pp.383 - 399
3
cercanos a la realidad de la misma, ya que en la idealización de la perfección de la
tez blanca y la figura del cuerpo, se perdía la realidad a la que se pertenecía. Si
proporcionaban una idealización del cómo se debía lucir, vestir y actuar.
Pero ¿De donde provienen todos estos provocadores del deseo a consumir?, en la
actualidad, la mayoría de los anuncios que vemos son pensados, tal cual para
cada grupo de población y para crearnos un sentimiento de necesidad, en el que
todo está planeado para hacernos creer que lo anunciado nos es de suma
importancia, es así como los colores, sonidos y personas son seleccionados con
ese propósito.
Si bien en el siglo XIX, no se contaba con la tecnología y el conocimiento con el
que contamos actualmente acerca de la publicidad y el mercado, debieron tener
idea de que la imagen es fundamental a la hora de vender, ya que si contar con
colores, comerciales atractivos o sonidos en los anuncios, si provocaron que una
sociedad se viera envuelta en los inicios del consumismo.
Las imágenes de las marcas y anuncios de las que me auxilio para el desarrollo
de este trabajo, son rescatadas de la Gaceta Oficial de la Oficina de Patentes y
Marcas que el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial conserva en su
archivo, los cuales proporcionan no solo las imágenes de los mismos, si no que
dan una breve explicación de lo que consiste el artículo, su envoltura y la
presentación en la que el producto iba a ser presentada.4
4 Registro e inventario de marcas 1873 a 1900 de la Oficina de Patentes y Marcas, así como la Gaceta Oficial de la Oficina de Patentes y Marcas resguardadas en el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial.
4
Enviados a un público principalmente joven de la clase medio - alta, estos
anuncios, en compañía de los manuales de comportamiento y los textos
plasmados en periódicos, servían como bien menciona Valentina Torres Septien,
como difusores de los valores de la sociedad porfirista5.
Pero la imagen no era lo único que se ponía en el escaparate, acompañado los
primeros intentos por el cuidado de la población, así como el de dar una buena
imagen hacia el extranjero, el gobierno Porfirista pone en marcha acciones para el
mejoramiento de las condiciones de vida de su pueblo.
Con el inicio de la conformación de un Código Sanitario, en 18846, se quiso poner
manos a la obra en cuanto a materia de salud se refería, haciendo énfasis en la
prevención por medio de la higiene personal y de la casa - habitación. Si bien
estas iniciativas y programas no llegaron a todos los ámbitos de la sociedad, las
clases medio – altas si fueron participes de la prevención de enfermedades
altamente contagiosas.
En anuncios como el del Jabón Saposana, ya se toman en cuenta las cualidades
de contar con elementos antisépticos para el lavado tanto de cuerpo como de
manos. El cuidado de la higiene bucal también es tomado en cuenta con la
aparición de productos dentífricos como el de DENTIFRICE, marca de origen
5 Torres Septién, Valentina, “Manuales de Conducta, urbanidad y buenos modales durante el Porfiriato. Notas sobre el comportamiento Femenino” en Modernidad, Tradición y Alteridad. La ciudad de México en el cambio del siglo (XIX – XX), ed. Claudia Agostini y Elisa Speckman, México, UNAM, 2001. pp. 270 – 289.6 González Navarro Moisés, “Política Sanitaria” en Historia Moderna de México: El Porfiriato. La Vida Social. Coord., Daniel Cosio Villegas, México, Hermes, 1956. pp.383 – 399.
5
Francés, mostrándonos también que los productos de origen extranjeros eran
tomados en cuenta.
Con el surgimiento de epidemias como la tifoidea y el cólera, la conservación de
los alimentos y su limpieza se volvió esencial para la administración en curso, con
el cuidado y vigilancia de la forma de producir, manejar y empaquetar los
comestibles, la presencia de desinfectantes fue fundamental, Dioxigen u Oxidase
garantizaban al publico el cuidado contra enfermedades como las ya
mencionadas, incluyendo influenza y neumonía.
No solo se hicieron reformas en cuanto a la comida, sino también los espacios
públicos y privados se vieron afectados, con recomendación del cuidado de la
limpieza tanto en la casa, como en el área de trabajo y en la calle, resaltando que
era más propicio al contagio por enfermedad si se laboraba en espacios cerrados,
como fabricas y talleres7, o el contacto con personas de ciertas categorías, como
lo son los léperos o las mujeres de mala reputación, intentando con esto hacer
combate también a las enfermedades venéreas que si bien no estaban “en boca
de todos”, si representaban un problema a la sociedad de finales del siglo XIX y
principios del XX.
Para estos penosos casos, existían remedios como las Inyecciones Rust, las
cuales prometían al público usuario el saneamiento de la gonorrea en todas sus
clases con la aplicación de solo 3 inyecciones.
7 Agostini, Claudia, “Las delicias de la limpieza: la higiene en la Ciudad de México” en Historia de la Vida Cotidiana, Bienes y vivencias. El siglo XIX. Coord. Anne Staples, Colegio de México - FCE, México, 2005 pp. 565.
6
Volviendo a los espacios tanto privados como públicos, la comercialización con la
venta de herramientas para la limpieza de la casa eran importantes, un ejemplo de
esto es lo mostrado en el anuncio de la aspiradora ATOM, en el cual se hacía
referencia no solo al tiempo que se ahorraría la ama de casa empleándola, sino a
la libertad de microbios que garantizaba dicho aparato.
La necesidad de aparentar y ser vistos correctamente arreglados, proporcionaba
no solo a la sociedad la excusa de excluir aun mas a las clases más pobres,
alegando que el contacto con estas podría ponerlos en riego.
Conclusiones
La fuerte influencia de la prensa, sea está sujeta al poder político o no, marca los
estándares por los que una sociedad se guiara hacia el ideal del ciudadano
civilizado, el cual al mantenerse dentro de lo que dicta la norma se distinguirá de
aquel que no, el cual será tomado como el retrasado social y moralmente.
Construyendo una imagen ideal de lo que era estar sano, la sociedad porfirista
entra en los inicios de lo que se consideraría una sociedad consumista, la cual no
pondrá límites a su ansiedad por parecerse a la imagen que las revistas y
periódicos muestran.
7
Bibliografía
Registro e inventario de marcas 1873 a 1900 de la Oficina de Patentes y Marcas
Gaceta Oficial de la Oficina de Patentes y Marcas 1901 - 1907
Agostini, Claudia, “Las delicias de la limpieza: la higiene en la Ciudad de México” en Historia de la Vida Cotidiana, Bienes y vivencias. El siglo XIX. Coord.
Anne Staples, Colegio de Mexico - FCE, México, 2005 pp 563 – 597
González Navarro Moisés, “Política Sanitaria” en Historia Moderna de México: El Porfiriato. La Vida Social. Coord., Daniel Cosio Villegas, México, Hermes, 1956. pp.383 – 399.
Torres Septién, Valentina, “Manuales de Conducta, urbanidad y buenos modales durante el Porfiriato. Notas sobre el comportamiento Femenino” en Modernidad, Tradición y Alteridad. La ciudad de México en el cambio del siglo (XIX – XX), ed. Claudia Agostini y Elisa Speckman, México, UNAM, 2001. pp. 270 – 289.
Toussaint Alcaraz, Florence, Escenario de la prensa en el Porfiriato, Universidad de Colima, México, 1989, pp. 108
8