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El Cultivo:
El cultivo es la práctica de sembrar semillas en la tierra y realizar las
labores necesarias para obtener frutos de las mismas.
La agricultura es un arte milenario que tiene el propósito de cultivar la
tierra mediante diferentes tratamientos y alternativas con el fin de obtener
vegetales y frutos que puedan ser utilizados con propósitos alimenticios,
medicinales y estéticos.
Las actividades de cultivo que ocurren a menudo por la acción del
hombre pero que también responden a procesos naturales dan como
resultado cereales, frutas, vegetales, forraje y otros. Se entiende por cultivo a
todas las acciones humanas que tienen el fin de mejorar, tratar y transformar
las tierras para el crecimiento de siembras. Para muchos países del mundo
esta actividad es su principal sustento económico y, al mismo tiempo, es,
junto con la ganadería, la principal acción que da alimento para la población
mundial.
Labores culturales:
Labores culturales generales son las que se aplican a todas las
especies, cualquiera sea la forma en que se las cultive, salvo algunas
excepciones.
Ellas son:
Descortezado: es la operación que se realiza en suelos sueltos con
tendencia a formar cortezas duras (planchado), y cuya finalidad es romper la
costra superficial para facilitar la emergencia de las plántulas o bien destruir
la capilaridad evitando de ese modo la exagerada evaporación. La
maquinaria utilizada para esta labor es: rastra de dientes, tablón, rastrillo, etc.
Carpida: es aquella operación que se realiza a una profundidad
variable(depende del cultivo y del suelo) entre 8 y 12 cm, para eliminar
malezas y remover la tierra, mejorando de esta forma la granulosidad,
aumentando el contenido de aire y la meteorización necesaria para activar
las reacciones del suelo y con ello la descomposición de las sustancias
orgánicas. Se utilizan maquinas que remueven el suelo por medio de
elementos cortantes dispuestos más o menos verticalmente, ya sean:
Manuales: escardillo, zapines, zapas, etc.
De tracción mecánica o animal: carpidores, cultivadores, etc.
Escardillado: similar a la carpida, este se hace a menor profundidad
(de 4 a 8 cm). En suelos sueltos se realiza después de cada riego para
conservar la humedad, en los suelos pesados se hace después que la
superficie comienza a secarse y de formarse la costra. Se utilizan las mismas
herramientas que en la carpida.
Aporque: es cuando se arrima tierra al pie de la planta con la finalidad
de:
Dar a la planta mayores elementos de sostén. Por ejemplo en el maíz
para favorecer el anclaje de las raíces.
Favorecer el desarrollo de las raíces y bulbos. Por ejemplo cebolla,
ajo, remolacha, etc.
Favorece el blanqueado. Por ejemplo espárragos, apio, acelga, etc.
Proteger las raíces y bulbos de las heladas. Se utilizan asadas
(manual), aporcadores de doble vertederas, arado de mancera de una
vertedera(tracción).
Raleo: se realiza para eliminar plantas con el objetivo de dar al cultivo
una densidad apropiada, evitando de ese modo la competencia. Según la
superficie y la especie puede hacerse a mano o con escardillos, zapines y en
lotes más extensos se utilizan rastras de dientes.
Riego
En ciertas regiones de nuestro país la cantidad de agua caída en
forma de o lluvia es suficiente para abastecer las necesidades de los cultivos,
mientras que en otras regiones se complementa el agua de lluvia con la de
riego para los cultivos. En términos generales se consideran que se
necesitan por lo menos 500mm anuales de lluvia para poder realizar un
cultivo hortícola sin necesidad de regar.
El agua es necesaria en el suelo en condiciones de disponibilidad
para las plantas. Su exceso o defecto puede adquirir el carácter de limitativo
para las mismas.El agua del suelo es imprescindible para que ocurran las
condiciones física, químicas y biológicas que determinan su formación y
evolución.
Algunos conceptos básicos que deben manejarse en riego son:
Capacidad de campo (C.C.): es el contenido de humedad que
permanece en el suelo 2 o 3 días después de una lluvia o riego intenso,
cuando el drenaje vertical ha reducido la humedad del suelo.
Punto de marchites permanente(P.M.P.): contenido de humedad que
tiene un suelo, retenido tan fuertemente que las raíces de la planta no
pueden extraerla con el grado que requiere para conseguir su crecimiento.
Otro punto a tener en cuenta es ver el estado del agua en el suelo,
esta puede ser:
Agua capilar: es el agua contenida en los microporos.
Agua pelicular: el agua puede agregarse en sucesivas capas, cada
una de ellas ligada mas débilmente que la anterior.
Agua libre: es la que se encuentra poco retenida.
Riego: se define como la aplicación artificial de agua al terreno con el
fin de suministrare a las especies vegetales la humedad necesaria para su
desarrollo además de:
Asegurar las cosechas contra de sequías de larga duración.
Refrigerar el suelo y la atmósfera para que de esta forma mejorar las
condiciones ambientales para el desarrollo vegetal.
Disolver sales contendidas en el suelo.
Reducir la probabilidad de formación de drenajes naturales.
Dar tempero (buen esta de humedad para la siembra y las labores) a
la tierra.
Calidad del agua: el conocimiento de la calidad del agua destinada a
riego es de fundamental importancia para evitar fracasos los patrones que
con carácter general califican las aguas, no deben interpretarse de manera
estricta y absoluta, puesto que en muchos casos sus cifras deben reajustarse
por razones de clima, suelo y/o cultivos a regar.
Salinidad: las sales disueltas en el agua determinan un aumento de la
succión osmótica en la solución del suelo, esta se incrementa
proporcionalmente al contenido salino, por lo tanto cuando mas salada sea el
agua, mayores serán los esfuerzos de succión que deben efectuar las
plantas hasta llegar a un punto que aquella llega para regar.
En el agua de riego la conductividad eléctrica especifica o
conductancia, es un reflejo en medida prácticamente aceptable, de su
contenido salino.
El procedimiento de juzgar la peligrosidad salina, solamente por la
conductividad especifica puede no ser suficientemente preciso cuando el
agua contiene sales pocos solubles, porque parte de estas puede precipitar
al concentrarse agua del suelo por evaporación. Cuando esto tienen lugar,
las sales precipitadas dejan de influir osmoticamente. Entre dichas sales
pueden encontrarse el sulfato de calcio y los bicarbonatos de calcio y
magnesio.
Sodificacion: un aumento de sodio intercambiable en el suelo
determina una dispersión de la arcilla y los componentes humicos, con
deterioro de las características físicas del mismo. El peligro de sodificacion
del suelo se acentúa por presencia de carbonato o bicarbonato de sodio.
El grado de peligrosidad sodica de un agua destinada a riego, es
función de la relación entre la concentración de sodio frente a los de calcio y
magnesio, y de la concentración salina total.
Cuando el porcentaje de sodio intercambiable aumenta se produce un
deterioro progresivo del suelo en lo que hace a su estructura, que tiene como
efectos mas notables una disminución de la velocidad de infiltración del
agua, disminución de la aireación y aumento del ph.
pH: la medición del pH nos sirve como indicador de acidez.
Sistemas de riego: la mayoría de las superficies irrigadas tienen
características propias, por lo tanto varios van a ser los factores para
determinar el mejor método de riego. Entre los factores se encuentran: la
pendiente del terreno, los cultivos que han de ser regados, el suministro del
agua, la permeabilidad del suelo y su capacidad de retención de agua. El
método de riego elegido debe permitir conservar el suelo y no malgastar el
agua.
El agua de riego puede aplicarse a la tierra en las siguientes formas:
Por inmersión o manta: mojando toda la superficie del terreno.
Por regueras o surcos: mojando solo parte de la superficie del terreno.
Por aspersión: con lo cual el suelo se humedece más o menos como
con la lluvia.
Por riego subterráneo: con lo cual la superficie se moja poco o nada,
pero el suelo se satura.
Para que cualquiera de estos métodos de resultados satisfactorios, es
esencial en todo momento regular rigurosamente el empleo del agua.
Riego por caballones o por corrimiento: se divide el terreno en un
cierto numero de fajas, de 5 a 15m de ancho y de 75 a 300m de largo,
separadas por caballones bajos. Las fajas pueden disponerse según las
curvas de nivel o en el sentido de la pendiente. El objeto es hacer descender
una capa de agua por la estrecha faja de tierra, y dejar que el agua penetre
en el suelo a medida que avanza la capa. Se debe tener cuidado de
suministrar a la capa a la faja la cantidad necesaria de agua para cuando
esta alcance el final de la faja y luego se desvía la corriente de riego hacia
otra faja. Este riego se adecua a una amplia gama de texturas, pero no es
recomendable a los de textura fina con baja velocidad de imbición. Por lo
común se lo utiliza para el heno, los pastos y los cultivos de cereales en
tierras que tengan una pendiente de hasta 3%. Los caballones pueden
construirse con disco o una cuchilla, o mediante maquinas apropiadas para
la nivelación del terreno. Los caballones deben construirse suficientemente
altos para que el agua no los desborde. En pendientes fuertes los caballones
deben estar bastante cerca unos de otros, mientras que para pendientes
suaves deben estar mas alejados. De esta manera la pendiente descenderá
uniformemente a lo largo de la faja para que el agua se aplique por igual al
terreno. Las propiedades físicas del suelo, el declive del terreno, el uso al
que se destine la tierra y el caudal de riego disponible determinan el largo y
el ancho de la faja. Las condiciones para el uso de este método son :
existencia de un caudal de riego bastante grande, terreno topográficamente
suave y tierra nivelada cuidadosamente.
Riego por compartimiento: consiste en llevar grandes corrientes de
agua a parcelas niveladas rodeadas por pequeñas diques o malecones. Se
adapta a terrenos casi horizontales y puede utilizarse en un amplia variedad
de texturas de suelos y cultivos. Es particularmente útil en suelos de textura
fina de poca velocidad de permeabilidad donde es necesario retener el agua
en la superficie para que penetre adecuadamente. Se lo utiliza a menudo
para lixiviar las sales mediante la infiltración profunda en suelos salinos, y en
pastos, huertas y cultivos de heno y de cereales, y muchos cultivos regados
en hileras pero su uso se restringe a los terrenos suaves.
Riego por regueras horizontales: la sumersión regulada del terreno
mediante regueras(canalillos o surcos que conducen el agua) que sigan las
curvas de nivel permite que el agua ascienda por la pendiente entre los
canales sin tener que recurrir al empleo de diques u otros medios para guiar
o restringir su movimiento. Las regueras deben estar bastante juntas para
que el agua se derrame uniformemente. Se necesitan frecuentes
compuertas, desaguaderos y surcos distribuidores o sifones en las regueras
para la distribución uniforme del agua sobre el terreno. Se utiliza parta
cultivos que crecen apretadamente en terrenos ondulados que no pueden
nivelarse fácilmente para emplear un método de riego.
Riego por regueras o surcos: el agua corre por los surcos que se
hacen entre las hileras de las plantas. Los surcos pueden estar orientados
perpendicularmente a la horizontal, paralelamente (impide la erosión debida
a las precipitaciones o al agua de riego) u oblicuamente (para conservar los
terrenos rectangulares, para que la longitud de las hileras sea uniforme). La
separación entre regueras la determina el espaciado de hileras del cultivo.
Este riego se adapta a una gran diversidad de pendientes y de texturas. Este
método se puede utilizar con corrientes caudalosas o pequeñas de agua de
riego, porque el agua puede dirigirse a un numero cualquiera de regueras. El
suelo en estas esta generalmente suelto por causa de las labores del cultivo,
por lo que debe tenerse cuidado de limitar la corriente para no causar
erosión. Se usa mucho en los cultivos donde las plantas están ubicados en
los bordos, como es el caso de los siguientes: papa, maíz, algodón,
hortalizas, etc.
Riego subterráneo: se regula rigurosamente la altura de la capa
freática de manera que la rizosfera se conserve relativamente libre de exceso
de agua, pero continuamente abastecida de humedad capilar durante la
época de desarrollo de las plantas. Los terrenos aptos son pocos y constan
de suelos turbosos o cenagosos. La superficie del terreno debe ser suave,
uniforme y aproximadamente paralelo a la capa freática. Son muchos los
cultivos que se adaptan a este tipo de riego, pero no se utiliza en huertas.
Riego por goteo: tiene gran adaptación a regiones áridas donde
normalmente los suelos y el agua de que se dispone son salinos. El agua
penetra en el lugar que cae, y como consecuencia, no existe escorrentía y
pueden ajustarse las aplicaciones a dosis exactas. Simultáneamente pueden
aplicarse fertilizantes disueltos en el agua. No es preciso preparar
previamente el suelo para el riego. Acorta los periodos vegetativos,
produciendo cosechas mas tempranas. Se adapta a varios cultivos, entre
ellos hortalizas y plantas frutales. Es imposible de utilizarlo en cultivos
extensivos.
Control de malezas: compiten con el cultivo en el consumo de
nutrientes, luz y agua. Ocasionan inconvenientes en la cosecha.
Las malezas por estar mejor adaptadas, se difunden y multiplican con
facilidad, resisten más las adversidades climáticas.
Para el control de malezas hay distintos métodos, ellos son:
Físico:
Desmalezado manual: se realiza con escardillos, azadas, palas y
zapines.
Desmalezado mecánico: cultivadores y rastras se los emplea para
controlar malezas anuales y perennes en terrenos de cultivo o antes de la
implantación. La elección del implemento depende del cultivo, especie y
estado de la maleza y tipo de suelo.
Coberturas con paja, polietileno, impide el crecimiento de las malezas.
La quema de rastrojo no se recomienda por la materia orgánica que se
pierde.
Biológico: consiste en controlar malezas por otros organismos
(insectos, hongos, bacterias y plantas).
Químico: se realiza con el uso de herbicidas que matan o impiden el
crecimiento de la maleza. Hay que tener en cuenta que los herbicidas
selectivos controlan determinadas malezas, depende de cada producto y
dosis empleada.
La susceptibilidad tanto de malezas como de cultivo está relacionada
con la época que se realiza la aplicación. Es necesario efectuarlo en los
momentos de máxima resistencia del cultivo y la máxima susceptibilidad de
la maleza. Los tratamientos se hacen en épocas diferentes, características
por el estado del cultivo.
El control de plagas; debe estar basado en técnicas preventivas,
fomentando el desarrollo óptimo de las plantas, y por lo tanto su resistencia
natural a plagas y enfermedades. Es importante evitar el cultivo de una sola
especie, impulsar la rotación de cultivos y la asociación entre cultivos, dado
que la diversificación dificulta la aparición de plagas.
Las plagas son plantas, animales, insectos, microbios u otros
organismos no deseados que interfieren con la actividad humana. Estos
pueden morder, destruir cultivos de alimentos, dañar propiedad, o hacer
nuestras vidas más difíciles.
Un control de plagas eficaz requiere cierto conocimiento sobre la plaga
y sus hábitos. El primer paso es identificar correctamente la plaga, el
segundo paso es aprender acerca de su estilo de vida. Después de eso,
usted puede evaluar las estrategias para controlar la plaga.
Control de enfermedades:
Una enfermedad en la planta se puede definir como una alteración
fisiológica o morfológica negativa de las plantas que surge a causa de un
organismo patogénico o algún factor medio ambiental y de cómo resultado
cambios adversos en la planta.
En promedio, cada planta puede ser afectada por cien o más
enfermedades. Las enfermedades de las plantas pueden ser agrupadas por
el tipo de patógeno que causa la enfermedad. La ventaja de agruparlas en
esta forma es que al indicar la causa, se sugiere el desarrollo y diseminación
de la enfermedad, además se pueden establecer las medidas de control. Las
enfermedades de las plantas se clasifican en infecciosas o bióticas y en no
infecciosas o abióticas.
El control de las enfermedades es un aspecto clave en la producción,
por lo que se debe tener en cuenta desde la siembra hasta la cosecha de los
cultivos. Para que el control de las enfermedades sea apropiado, es
necesario conocer los posibles microorganismos y patologías asociadas a las
especies, además de los síntomas que estos producen en las plantas.