El curso del Instituto de Estudios Políticos sobre 'Las relaciones … · 2015-03-11 · EN LA ERA DE LA GUERRA FRÍA ... y seminarios organizados por el Instituto de Estudios Políticos

EL CURSO DEL INSTITUTO DE ESTUDIOS POLÍTICOSSOBRE ((LAS RELACIONES INTERNACIONALES

EN LA ERA DE LA GUERRA FRÍA»

El Decreto fundacional del Instituto de Estudios Políticos de 9 de sep-tiembre de 1939 destaca la finalidad de estudiar, «con criterio político yrigor científico, los problemas y manifestaciones de la vida administrativa,«oonómica, social e internacional» de España. En la consecución de estosfines se enraiza una tradición docente que se remonta a 1941. Los cursosy seminarios organizados por el Instituto de Estudios Políticos han refleja-do múltiples aspectos de las Ciencias jurídicas, políticas y económicas, yuna de sus más importantes funciones ha sido consolidar equipos de iraba-jo e integrar en las tareas del Instituto a los jóvenes graduados de la Uni-versidad española.

Durante los meses de marzo a junio de 1962, el Instituto de EstudiosPolíticos ha organizado un Ciclo de Conferencias sobre un problema detan vivo interés y tanta actualidad como el que señala el título de estacrónica.

El mundo actual se encuentra en una de las situaciones internacionalesmás cargadas de tensión política que ha experimentado la Historia uni-evrsal; a una guerra de gigantescas proporciones, ha sucedido un difícilequilibrio y una precaria paz que no merece siquiera tal nombre. Seme-jante ambiente de prolongado y profundo dramatismo condiciona no sólola situación mundial, que más que pacífica se ha calificado de guerra fría,sino también toda la trama de las relaciones entre los países y los grandesbloques de naciones componentes del pluriverso internacional. Incluso lastécnicas, las estrategias, las estructuras sociales y políticas y los supuestosde la convivencia nacional e internacional se ven condicionados por laguerra fría. Este estado de permanente hostilidad entre los pueblos, sinruptura de las relaciones pacíficas convencionales, como en un intento desíntesis podría definirse a la guerra fría, tiene tal fuerza e intensidad enel mundo de hoy, que bien puede hablarse de una era determinada por tal

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situación internacional. El reciente ciclo de Conferencias del Instituto seha dedicado a describir las causas, características y repercusiones del actualmomento de tensión mundial, y a mostrar las transformaciones que enlos más diversos órdenes vienen operándose como consecuencia de dichaproblemática.

La altura intelectual y la competencia del grupo de conferenciantes, aligual que la organización sistemática del curso, han permitido que el con-junto de las lecciones desarrolladas y de los diversos temas enfocados ofrezcaun completo panorama de la situación actual del mundo.

GUERRA Y POLÍTICA EN EL SIGLO XX.

La inauguración del Ciclo «Las relaciones internacionales en la era dela guerra fría» se celebró el 16 de marzo, bajo la presidencia del conde deVallellano, presidente del Consejo de Estado; capitán general Muñoz Gran-des; rector de la Universidad de Madrid, señor Royo Villanova; presi-dente del Tribunal Supremo, señor Castán Tobeñas; embajador represen-tante de España en las Naciones Unidas, señor Lequerica: ex ministroseyor Fernández-Cuesta; teniente general duque de la Torre; teniente ge-neral Rodrigo; subsecretario de Hacienda, señor Sánchez Cortés, y otra*personalidades.

La Conferencia inaugural estuvo a cargo del director del Instituto, ex-celentísimo señor don Manuel Fraga Iribarne, que disertó sobre «Guerra ypolítica en el siglo xx». La guerra es siempre una forma de conflicto so-cial, interior o exterior; los países que mejor resuelvan los nuevos proble-mas de la convivencia en la sociedad de masas y de máquinas y creen unaunidad auténtica, serán los que podrán resistir mejor las pruebas de laguerra y de la paz en la segunda mitad del siglo xx, afirmó el profesorFraga. Nos encontramos en una nueva era de las relaciones internacionales,en la que grandes diplomáticos como Talleyrand o Bismark se quedaríanmuy sorprendidos. Hoy juegan muchos más factores políticos y muchosmás Estados independientes; han cambiado los centros de gravedad delconcierto internacional; fallan las viejas experiencias de las cancilleríasy las normas tradicionales del derecho internacional y del protocolo diplo-mático; la guerra ha superado en intensidad y alcance a todos los factoresde la vida social.

Recordó la famosa frase de Clausewitz: «La guerra es la continuaciónde la política por otros medios.» La «política» de hoy es la muy compleja de

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la sociedad de masas, no la minoritaria de los tiempos del Congreso de-Viena. Los «otros medios» son hoy día la bomba atómica, los cohetes inter-continentales y la «guerra revolucionaria». La «continuación» es un fenó-meno permanente, porque la guerra fría es un estado mixto entre la pazy la guerra. Puso seguidamente de relieve que, para mejor comprendeer lanuva situación y sus exigencias, se ha preparado precisamente el curso delInstituto de Estudios Políticos, con la colaboración de políticos, militares,diplomáticos, profesores, juristas y economistas de relevante personalidad.

Refiriéndose a la guerra en el siglo XX, dijo que, mientras de un ladola revolución industrial y tecnológica ha llevado a un tipo de guerra totale ilimitada, los pueblos subdesarrollados han sido objeto de tácticas sub-versivas, de las que ha nacido la guerra revolucionaria. En la una y en laotra, los problemas políticos, psicológicos y morales son mucho más com-plejos que en los conflictos limitados, y se hace necesaria una mejor coor-dinación de la política exterior y la política militar. Por otra parte, la dis-continuidad actual de los estados de guerra y de paz obliga a mantener unamovilización parcial permanente, y estructuras de cooperación internacionalmilitar del tipo de la O. T. A. N.

Esto, a su vez, altera en todas partes las relaciones interiores de poder,y las formas de la Administración civil y militar, en el sentido de unamayor integración de los servicios militares (Ministerio de Defensa, Esta-dos Mayores conjuntos), de éstos con los organismos diplomáticos, y conlos de otros Estados. La guerra—concluyó—ies siempre una forma de con-flicto social, interior o exterior. Los países que mejor resuelvan los nuevosproblemas estarán en una envidiable situación para el futuro de esta nuevaera de las relaciones internacionales.

EL ORDEN DEL MUNDO DESPUÉS DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL.

El 21 de marzo se celebró un solemne acto, en que el Dr. Cari Schmitt,.antiguo Profesor de la Universidad de Berlín, fue investido Miembro deHonor del Instituto de Estudios Políticos por el Director del mismo. El Pro-fesor Fraga Iribarne pronunció un discurso en el que manifestó que, al entre-gar el diploma y la insignia de Miembro de Honor al Profesor Schmitt, serinde tributo a una de las figuras más relevantes de la Ciencia política ale-mana y europea, y también a una de las más vinculadas a España, tanto porla influencia que han tenido sus escritos en nuestro país, como por el Interésque Schmitt ha dedicado a los problemas y a las ideas de España.

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Habló después de la obra de Cari Schmitt como teórico del orden políticointerno y del Derecho internacional. Se enfrentó el Doctor Schmitt, como pro-Mema fundamental de la Ciencia Política de hoy, con la crisis del Estadoburgués de Derecho. En torno a él, como dice el Profesor Legaz, ha escrito((el más fino y exacto análisis que jamás se haya realizado sobre la situacióny la realidad constitucional en Europa en el siglo presente». La obra de CariSchmitt como teórico de las relaciones internacionales es también fundamen-tal; Schmitt sabe perfectamente que una ciencia de la Política y del Derechoa la altura de los tiempos, no puede reducirse al análisis de la realidad de unEstado; porque precisamente la crisis del Estado decimonónico es tan profundapor no ser más que una parte de la crisis más radical del Estado nacional mo-derno. Por ello, a la vez que los problemas del orden constitucional, CariSchmitt ha explorado los temas más difíciles del orden internacional.

El Profesor Cari Schmitt pronunció, en este acto de su investidura comoMiembro de Honor, una conferencia sobre «El orden del mundo después dela segunda guerra mundial». Nos encontramos en un momento crítico decambio brusco y radical, dijo. Desgraciadamente esto no significa que ahora,en la primavera de 1962, estemos cerca de 3a paz del mundo y de un defini-tivo orden universal; probablemente, ni siquiera supone el fin de la guerrairía, sino tan sólo una nueva fase de aquel desgraciado estado intermedioentre la guerra y la paz.

Como verdaderos problemas objetivos de la actual situación del mundo,se imponen al espectador tres fenómenos nuevos. Tal como se nos presentanhoy, eran desconocidos en el año 1945, al final de la segunda guerra mundial.Se trata del anticolonialismo, de la conquista del espacio y del desarrollo in-dustrial de las zonas subdesarrolladas por las desarrolladas. El anticolonialismose suele tratar en buena parte como asunto ideológico, afirmó el eminenteprofesor alemán, y realmente no lo es; es sobre todo propaganda y, con másprecisión, propaganda antieuropea discriminadora. La conquista del cosmosnos traslada a nuevos espacios inmensos e incluso nos sustrae a la gravitaciónde la tierra. El anticolonialismo no es otra cosa que la liquidación de un pa-sado histórico a costa de naciones europeas; la conquista del cosmos es purofuturo y convierte, aparentemente, toda la historia vivida hasta hoy en un pre-ludio insignificante. Sin embargo, sería superficialidad olvidar y despreciar larelevancia del aspecto espacial, porque la carrera actual por la gran toma delespacio cósmico y la rivalidad gigantesca de Este y Oeste, de Estados Unidosy Unión Soviética, es aún, en primer lugar y fundamentalmente, el problema<de la dominación de la tierra, del dominio político en nuestro planeta, por

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muy pequeño que nos parezca desde el punto de vista cósmico; solamentequien domine la tierra dominará los nuevos espacios cósmicos; y al revés,cada paso que se dé en la toma del espacio cósmico, significará un paso enla dominación de la tierra para el poder que lo efectúe.

Enlaza así con el problema de la moderna guerra fría, que considera comoparte de la guerra revolucionaria. Los dos fenómenos de anticolonialismo yconquista del cosmos están implicados en la guerra fría, dentro del conceptomás amplio de la guerra revolucionaria, la única que puede ser justa segúnlas famosas teorías de Lenin y Mao Tse Tung; es decir, una guerra que tienepor objeto la destrucción del orden social en el país adversario, exterminarsus capas dominantes y realizar un reparto nuevo de poder y propiedad, sintener en cuenta la distinción de guerra ofensiva y guerra defensiva. Los tresestadios de la guerra fría^-monista, dualista y pluralista-—se suceden uno aotro y actualmente presenciamos la tercera fase, cuando el sistema dualista•del mundo se releva por una atmósfera pluralista.

A continuación habló el profesor Cari Schmitt del actual pluralismo deespacios de desarrollo industrial; los nuevos grandes espacios que están for-mándose encontrarán su medida a tenor de las dimensiones de una planifi-cación y administración humanas y, con más precisión, según una planifi-cación y administración que se organiza por hombres de las regiones indus-trializadas a una seguridad racional de existencia, con pleno empleo, monedaestable y amplia libertad de consumo. Solamente cuando los nuevos espacioshayan encontrado la medida inmanente que corresponda a aquellas exigencias,el equilibrio de los nuevos grandes espacios podrá funcionar.

Concluyó con la afirmación de que el problema decisivo, que sobrepasaa todos los demás, es el siguiente: ¿En qué sentido se solucionará la contra-dicción entre el dualismo de la guerra fría y el pluralismo de los grandesespacios? ¿Se agudizará el dualismo de la guerra fría o se formarán unaserie de grandes espacios autónomos que produzcan un equilibrio en elmundo, y de esta manera, la condición previa para un orden estable de la paz?

LA LUCHA ECONÓMICA ENTRE LOS GRANDES BLOQUES.

La guerra económica entre los dos grandes bloques se ha elevado a la cate-goría de combate espiritual, dijo el Director de Asuntos Políticos de EuropaOriental, don Emilio Garrigues y Díaz-Cañabate, en su conferencia «La luchaeconómica entre los grandes bloques».

El ilustre diplomático, profesor de la Escuela Diplomática, comenzó di-

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ciendo que el anticomunismo resulta más fácil en otros aspectos que en eleconómico; hay que resistir la tentación de que lo económico sea apolítico.Lo que en general dificulta la lucha contra el materialismo histórico es laidea que inspira al liberalismo, el cual, por esta razón, está en condiciones deinferioridad. Así, mientras por parte soviética existe una verdadera tácticade agresión económica, Occidente opone una mera actitud pasiva. Si se tratasede una simple competencia económica, Occidente sería superior, aunque su.economía, por más evolucionada, resulta también más frágil, tal como sedesprende de la comparación USA-URSS. Esta se beneficia paradójicamentede ser más retrasada. El centro de la lucha—aclaró—es la propia Europa,verdadero objetivo de Moscú, ya que su conquista más positiva ha sido lade Europa oriental. Organizado el bloque soviético en el C. 0. M. E. C. 0. N.,propende éste, pese a su tendencia autárquica, a una intensificación del co-mercio con el Oeste, que de hecho ha crecido considerablemente en los últimosaños. Aunque existe una base real para el intercambio, la táctica soviéticase encamina a aumentar la interdependencia económica, como condición pre-via para la política, como lo demuestra el ejemplo del petróleo.

Occidente se mantiene en una actitud meramente pasiva. Parte de ello esculpa de la división de Europa. Mientras ésta no se supere con el MercadoComún, los Estados Unidos serán el único líder, que tampoco se atreve a im-poner un criterio del cual este país está incierto. La única solución sería unadeterminación política del comercio internacional, para contrarrestar la tác-lica soviética, que la practica «a cualquier precio». La lucha no se reducea dos bloques en pugna. Hay que contar con el «tercer mundo», donde laexpansión soviética se ha frenado considerablemente el último año, debidoal defectuoso cumplimiento de los tratados, al abuso de los ciéditos «swing»y a los precios arbitrarios.

La red del comercio mundial, que se basaba en la complementaridadentre la economía europea occidental y la de los países subdesarrollados, estáen trance de disminuir. Esto, unido al reto soviético, obliga a un reajuste.Tal reestructuración del comercio mundial ha de fundarse en las siguientesbases: distribución de excedentes agrícolas, política comercial de los paísesindustrializados favorable a la importación de productos básicos y semielabo-rados de los países subdesarrollados, reforma del actual régimen monetario-internacional y revisión del desarrollo sin dejarse influir por la concepciónsoviética.

Terminó el señor Garrigues diciendo que, en conclusión, no se trata deuna mera competencia comercial, sino de una lucha total, en la que Occidente

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tiene en su mano las posibilidades de triunfar, con su espíritu esencialmentepolemizador, aunque tiene la obligación moral de empezar por corregirse•a sí mismo.

LOS PROBLEMAS DEL DESARROLLO ECONÓMICO.

La ayuda económica internacional a los países subdesarrollados constituyeun imperativo de nuestro tiempo, afirmó don Emilio de Figueroa, catedráticode Política Económica de la Universidad de Madrid, en su conferencia sobre«Los problemas del desarrollo económico y las relaciones internacionales».

El desarrollo económico—comenzó diciendo—se ha convertido en el te-ma fundamental del pensamiento económico y político después de la ¡segun-da guerra mundial. Más de las dos terceras partes de la renta mundialvan a parar a un 18 por 100 de la población del mundo, y esta desigual-dad, lejos de atenuarse, va adquiriendo cada vez mayor relieve. El proble-ma del desarrollo económico ha dado lugar a que las relaciones econó-micas internacionales y la cooperación entre los países adquieran en la actua-lidad una excepcional importancia. Por una parte, la guerra fría ha divididoal mundo en dos frentes económico-políticos. La coexistencia en la economíamundial de dos sistemas antagónicos (el capitalismo y el socialismo) planteaa los países subdesarrollados un grave dilema: ¿cuál de los dos sistemas será,a largo plazo, el más eficiente? Está demostrado que un comercio internacionallibre de trabas no favorece «per se» el desarrollo económico de los paísesatrasados. El 19 por 100 de la población mundial vive en países capitalistasdesarrollados; el 35 por 100 en países socialistas; y el 46 por 100 restantepertenece a países subdesarrollados situados fuera de la órbita comunista.Estos últimos son exportadores de materias primas y de alimentos, cuyosprecios han caído, en el período 1953-1958, un 7 por 100, mientras que losprecios industriales han subido un 4 por 100.

En los dos años que duró la última contracción cíclica en los principalespaíses capitalistas, los países exportadores de productos primarios perdieron,a consecuencia de la caída de sus precios, más de 2.000 millones de dólarescada año. Esta pérdida equivalió a los préstamos concedidos por el BancoMundial a dichos países en los últimos años. ¿Cómo es posible en estascircunstancias que el desarrollo económico de los países pobres pueda finan-ciarse a través de un comercio internacional libre?

Los objetivos de un programa de ayuda a los países pobres.—«concluyóel profesor Figueroa—han de acelerar su desarrollo económico hasta el punto

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en que sea posible mantener un crecimiento sostenido o acumulado. Lafunción del capital extranjero en un programa de desarrollo deberá consistirno en elevar directamente el nivel de vida del país beneficiario, sino en hacerposible la transición del estancamiento económico a un proceso continuo dedesarrollo. El criterio para la ayuda exterior debe ser la movilización delesfuerzo y de los recursos nacionales, y no los meros efectos directos sobrela renta. Esto obliga a un cambio radical de mentalidad por parte de lospaíses adelantados en sus relaciones económicas y políticas con los paísessubdesarrolladc-s de todo el mundo.

LA ESTRATEGIA REVOLUCIONARIA.

El capitán de fragata don Enrique Manera, subdirector de la Escuela deGuerra Nava', habló sobre "la estrategia revolucionaria». Explicó cómo laguerra ha tenido siempre como último fin anular la voluntad de lucha deladversario. Para conseguirlo, se han empleado tres acciones concurrentes:la de la guerra convencional, la acción estratégica y la guerra subversiva. Leque ha cambiado con el tiempo ha sido «u dosificación.

La guerra convencional tiene como primer objetivo la destrucción de lasFuerzas Armadas del enemigo. La acción estratégica trata de destruirle lasfuentes de energía en donde radica su poder. La guerra subversiva tienecomo fin la desorganización político-social del país.

Cuando la estructura de los pueblos rivales era sólida—-afirmó el capitánManera—, como en la época de las grandes monarquías, los conflictos seresolvían por medio de guerras de las denominadas convencionales, cuyo finera la destrucción del Ejército enemigo. En esta época, la acción estratégicacorría a cargo de la Marina, única que con sus bloqueos y con la conquistade colonias lejanas privaba a su rival de los medios económicos con que man-tenían las luchas. La guerra subversiva aparece cuando el poder centralpierde cohesión o prestigio, cuando nacien nuevas teorías político-sociales,o en las guerras secesionistas.

En la actualidad, son tres los factores que contribuyen a la extensión deeste tipo de guerras; el impacto nuclear que, al cubrir con su coberturaestratégica a determinadas zonas en donde se encuentran los elementos indis-pensables para la supervivencia, deja fuera de la bóveda a zonas marginalesen las que no sería lógico emplear armas nucleares, constituye el primero'el primero de estos factores. El segundo factor es el nacimiento y desarrollo de-la doctrina marxista-leninista, de la que Rusia hace su primer herramienta

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en su lucha por la hegemonía mundial. El tercer factor es la política anticolo-nialista, que provoca el ansia de libertad de las colonias, facilitando las accio-nes subversivas que después son encauzadas hacia las guerras de tipo revo-lucionario.

EL PODER EXTERIOR.

Aunque poder exterior y poder ejecutivo coinciden en un mismo titular,,son completamente distintos. El poder exterior es política pura, el ejecutivoes también administración, dijo el catedrático de Derecho Internacional pú-blico, don Antonio de Luna, en su conferencia sobre el poder exterior. Elprofesor Luna explicó cómo, en una era que podemos denominar de políticade supervivencia de naciones y clases sociales, resulta un anacronismo en-contrarse con disposiciones como el artículo 45 de la Constitución de Weimar,que exige al Jefe del Estado la previa aprobación parlamentaria para !a de-claración de guerra, que en caso de discrepancia llevaba a un retraso der-cuatro meses y a la organización de un referéndum antes de poder iniciarla.Obliga esto a repensar la naturaleza del poder exterior del Estado.

El poder, que es un fenómeno espiritual de influencia sobre las mentesy las acciones de unos hombres sobre otros, se convierte en político cuan-do se despliega de manera monopolista en un organismo especializadopara la consecución de un plan de bien común concreto. Hasta las revo-luciones inglesa y francesa, este poder político se ejercía unitaria e indi-ferencialmente, mediante un sólo órgano de gobierno investido de una plu-ralidad de funciones. Ya Locke distinguía un poder exterior, que él de-nominaba federativo, y un poder interno gubdividido en ejecutivo y legis-lativo. A ellos añade Montesquieu el poder judicial, subdividiendo el poderejecutivo en la esfera del derecho de gentes y en la esfera del derecho civil.Este poder se ejercía por el Jefe del Estado, y el mismo Rousseau declara queel ejercicio del poder exterior no conviene al pueblo.

A pesar de esto, en la Asamblea Constituyente en que se va a construir elEstado republicano francés, la tendencia predominante era arrebatar al mo-narca el poder exterior, porque se creía que la guerra no era un hecho social,sino un crimen de los monarcas, y siendo pacífico el pueblo, la paz pertua se-alcanzaría entregando en sus manos el poder exterior. A duras penas, la elo-cuencia de Mirabeau hace que triunfe la tesis de la colaboración entre el reyy la Asamblea para la dirección de la política exterior. Con el Decreto de 22de mayo de 1790 se inicia el control legislativo y político de ia política exte-

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:rior. Pero la realidad se impone; desde entonces, con formas más o menoshipócritas como los acuerdos ejecutivos (executive agreements) norteameri-canos, o los acuerdos en forma simplificada; con la sustitución de la ratifi-cación por la aceptación o la aprobación de los tratados, el poder exterior delEstado se libera de las trabas constitucionales que impiden su buen funciona-miento. En las Naciones Unidas, tan sólo el 5 por 100 de los instrumentosinternacionales registrados llevan el nombre de tratados.

En la actual situación internacional—concluyó—•, aun sin llegar a lasformas de confusión absoluta o relativa de poderes en uno solo que estéinvestido del monopolio de la decisión suprema, es evidente que si noqueremos luchar en condiciones de inferioridad frente al comunismo, nohabrá más remedio que adecuar las constituciones de los Estados librespara que el poder exterior adquiere la reserva, la agilidad y la rapidez ne-cesarias.

LOS PROBLEMAS DE LA GUERRA PSICOLÓGICA.

El Profesor de la Ecuela Superior del Ejéricto, don Francisco SintesObrador, pronunció una conferencia sobre el tema «Los problemas de la gue-rra psicológica». El señor Sintes empezó por fijar el ambiente necesario paraeste tipo de estudios, caracterizado por la multiplicidad de «formas» externascon que el hecho de la guerra se recubre en la actual contingencia histórica,así como la «emergencia de los civiles» en la preparación y conducción de laguerra moderna, originando posibles causas de fricción con los militares que-es preciso evitar por un hábito de colaboración.

Considera el estudio de la guerra, la distinción entre las causas que llamagenéricas o biológicas y las ambientales o históricas. En relación con lasprimeras, deduce del estudio de la obra de Max Scheller sobre la «fenome-nología» de la guerra, la esencia espiritual del deseo de poderío, inherentea aquélla, frente a la mera violencia física. En relación con las causas histó-rico-ambientales, realiza un estudio panorámico de la evolución moderna delas estructuras sociales, la crisis de ideales de la juventud, los métodos cientí-ficos y las obras de creación literaria o artísticas, todas afectadas por el signode desintegración, característico de la enfermedad cultural de nuestro tiempo,facilitando las técnicas de la discordia de la guerra psicológica. Indicó cómoel concepto moderno de la guerra psicológica nace de la interacción de tres.hechos del siglo: el nacimiento de la psicología, el desarrollo de las técnicas

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<de comunicación masiva (prensa, cine, radio y televisión) y el marxismo, con-siderado como concepción total del mundo.

Finalmente, el señor Sintes Obrador agrupó los diversos problemas de laguerra psicológica en varios grupos afines, según se la considere como unaJorma de sustituir, de multiplicar, de sistematizar o de perennizar la violencia.Hizo especial mención de los problemas éticos derivados de la? técnicas dellavado de cerebros, de perfección subliminal y del empleo de gases neuróticos,así como de la urgencia y necesidad de fijar objetivos generales de los Esta-dos y de las coaliciones supraestatales.

LOS EJÉRCITOS SUPRANACIONALES.

El teniente coronel don Fernando de Salas desarrolló el tema «Los ejér-•citos supranacionales», y puso de manifiesto que la terminación de cada•conflicto internacional bélico importante ha hecho nacer una organización in-ternacional, cuyo fin último ha sido asegurar la paz, como señalan el Pactode la Sociedad de Naciones y la Carta de la O. N. U. A pesar de esta finali-dad, hoy la Comunidad Internacional se halla en verdadera guerra civil den-tro del seno de las Naciones Unidas y vive una coexistencia de mutuos rece-los, propia de esta etapa de la guerra fría en que nos encontramos.

Analizó el conferenciante las causas de la existencia de las organizacionesmilitares supranacionales, atribuyéndolos a la existencia de dos superestados,que se reparten el mundo en zonas de influencia, y a la estrategia soviética,•en la que distingue dos períodos: el primero, con Stalin, que empleó laacción directa y sovitizó los países europeos del Este que sufrieron la ocupa-•c'ón alemana. Con la muerte de Stalin, la estrategia rusa cambia y se iniciael segundo período: el de coexistencia pacífica. Consideró el teniente co-ronel Salas la tendencia evolucionadora de los organismos militares su-pranacionales, y señaló su característica de figura de transición entre las anti-guas uniones militares y los auténticos ejércitos supranacionales, que pueden for-marse bien por núcleos nacionales puestos a disposición de la Comunidad,como en el intento de Comunidad Europea de Defensa, o bien a consecuencia deuna integración política superior, como podría ocurrir en el caso de la futuraEuropa y de su ejército europeo. Estima que esta tendencia es firme y quese están cubriendo las etapas con bastante rapidez.

Realizó también un estudio comparativo de la O. T. A. N. v el Pactode Varsovia; resaltó sus analogías y diferencias en cuanto a su origen,iinalidades, aspectos políticos, diversidad de estructuras y organismos, efec-

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tivos, evolución y problemas planteados, entre los que destacó en el marco dela 0 . T. A. N. el control de las armas atómicas según la última reunión de los,ministros de Defensa en Atenas,

LOS PROBLEMAS DEL DESARME.

El tema del desarme fue desarrollado por el Catedrático de DerechoInternacional de la Universidad de Zaragoza, don Luis García Arias. Enla primera parte de su conferencia trazó un esquemático cuadro histórico delos intentos para procurar la supresión en el mundo de determinadas armaso la desmilitarización completa de las naciones. Se refirió a los pretendidosacuerdos de desarme entre los Estados, desde la propuesta del Zar Alejan-dro I de Rusia, en 1816. hasta las sesiones de la Conferencia de Ginebra, quesigue todavía reunida; mencionó en especial los esfuerzos de las NacionesUnidas y las negociaciones bilaterales entre los Estados Unidos y la UniónSoviética.

Expuso a continuación los más importantes problemas que la cuestióndel desarme plantea en esta gran era de la guerra fría. No sólo se trata decuestiones de armamento atómico, sino también del denominado convencio-nal. Por lo que se refiere ai primero, el número de países que actualmente loposeen hace que la supresión de las armas nucleares sea cuestión de un nú-mero reducidísimo de potencias, pero, sin embargo, no parece que este nú-mero se mantendrá reducido durante mucho tiempo. Actualmente el clubatómico pretende mantener sus puertas cerradas, a pesar de que las posibili-dades de producción de armas nucleares están en manos de muchos países,que sólo tendrían que hacer un esfuerzo presupuestario para obtenerlas. Encuanto al armamento convencional, no plantea cuestiones tan graves comoel atómico.

Llegó el profesor García Arias a las siguientes conclusiones: 1.a Que losplanes para alcanzar un desarme general y total son absolutamente utópicosy que su formulación se explica por razones de propaganda; se emplean—afirmó—como un arma más de la guerra fría. 2.a Que los Estados Unidosy la Unión Soviética tienden claramente al mantenimiento de un muy restrin-gido club nuclear, propósito comprensible dentro del actual sistema de seguri-dad mundial de Paz Atómica, basado en el equilibrio del terror. 3.a Que eldesarme nuclear de las superpotencias podría poner en peligro ¡a paz mundial,pues facilitaría el desencadenamiento de guerras convencionales que ineludible-mente llevarían al enfrentamiento nuclear. Y 4.a Que el desarme nuclear es

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posible y necesario y su realización no sólo podría contribuir a la pacificaciónmundial, sino que permitiría destinar al desarrollo de los países atrasadosel tercio preciso de los 120 millones de dólares anuales que suman los gastosmilitares de todos los Estados.

SEGURIDAD EXTERIOR Y SEGURIDAD INTERIOR.

En la guerra en su forma actual—afirmó don Eduardo Blanco Rodríguezen su conferencia sobre «Seguridad interior y seguridad exterior—-esta distin-ción tiene un valor de separación nulo y, por otra parte, en la época de las co-municaciones inalámbricas y de los cohetes de extraordinario alcance, la dis-tancia entre la base de partida de la agresión material o psicológica y el objeti-vo se recorren en cuestión de pocos momentos.

Información y contrainformación, espionaje y contraespionaje imponenen todo el mundo la llamada guerra de los servicios secretos; guerra que,con ser importante, no siempre da el signo de la victoria; esto se ve clara-mente en la actual guerra revolucionaria, en que batallas ganadas por servi-cios de seguridad, informativos y represivos, han sido perdidas después comoresultante de una maniobra de nivel más elevado, frente a la que no setomaron a tiempo las convenientes medidas de seguridad. La teoría de laguerra contrarrevolucionaria tiene que sacar todo el valor posible en el ordenestratégico y táctico de la enorme superioridad moral, supuesta por el hechode que los hombres del mundo libre—que saben que no son juguetes del vien-to de la historia-—sirven a Señor que no se puede morir.

LA NUEVA ARTILLERÍA INTERCONTINENTAL.

El teniente general don Carlos Martínez de Campos, duque de la Torre,se refirió a la cohetería terrestre y a los ingenios destinados a lanza-mientos intercontinentales, en su conferencia sobre «La nueva artilleríaintercontinental». Comenzó con unos comentarios sobre las mayores pie-zas utilizadas por la artillería clásica (desde el cañón imaginario de JulioVerne a los famosos alemanes «Berta» y «Doria»); señaló la gran laborcientífica realizada por Konstantin Tsiolkovsky y el equipo de sabios quetrabajaron en Peenemünde, precisamente el centro donde nacieron losproyectiles dirigidos «V-l» y «V-2», utilizados contra la capital inglesa en la?°e inda guerra mundial.

Con las investigaciones de hombres como Newton y Galileo—afirmó el

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duque de la Torre—quedaron establecidos los tres principios de la artillería:la energía propia del cañón, la atracción terrestre y el aire. El cañón no seequivoca nunca. Los que yerran son los que lo manejan. La mejor calcula-dora es la naturaleza y en ella debe fijarse la balística para imitarla. Elcohete moderno resume la balística interior y la exterior. Pieza imaginariaen el cohete pero efectiva es el aire. La coordinación de las dos referidas ba-lísticas da lugar a la cohetería. El gran impedimento a que ésta se desarro-llara fue siempre el peso de los ingenios. Los sucesivos desprendimientos delos depósitos de combustible durante los trayectos salva esta dificultad yasegura el abastecimiento.

La actual pretensión es que los cohetes alcancen la máxima altura en susexcursiones, lo que puede lograrse cuanto mayor sea la velocidad de expul-sión de los combustibles. El plasma (el cuarto estado de la materia) es hoyel combustible tras el que andan los científicos y la velocidad-luz la meta queposiblemente lleguen a alcanzar los ingenios de la cohetería.

En el momento actual, las dos grandes potencias de la tierra se hantropezado frente a frente, como dos divisiones de choque en el campo debatalla. Ambas atisban y averiguan el desarrollo del contrario, lo mismo quelos combatientes estudian el campo enemigo. Dada la actual situación derivalidad y potencia, se ha recurrido a una nueva artillería: la interconti-nental. Lo que de ella sabemos es lo que nos llega de Norteamérica. Su carac-terística presente es la ocultación; grandes pozos-silos, a veces hasta de unaprofundidad de dieciséis pisos, guardan los cohetes. Los gastos de su cons-trucción son enormes y con los actuales planes de los Estados Unidos seguiránsubiendo y haciéndose cada vez más fabulosos, si tenemos en cuenta quelas baterías de cohetes necesitan el complemento costosísimo de los contra-cohetes y de los satélites avisadores. Es natural que en esta preparación bé-lica existan intereses creados y que los industriales productores de toda estamaquinaria se pregunten: ¿Qué vamos a hacer si no estalla la guerra nu-clear? La respuesta no puede ser más que una—dijo, en la conclusión de suconferencia—y es de que si hacemos desaparecer todo este parque destructornuestros enemigos serán más fuertes en número y en armas clásicas.

LA ENERGÍA ATÓMICA EN LA GUERRA y EN LA PAZ.

La energía nuclear, tanto en sus aplicaciones guerreras oomo pacíficas,tiene un papel de la máxima importancia en todo el desarrollo de la guerrafría y constituye uno de los puntos de contraste de las relaciones no tan sólo

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entre Oriente y Occidente, sino entre los mismos países occidentales, dijo elpresidente de la Junta de Energía Nuclear, don José María Otero Navascués,marqués de Hermosilla, en su conferencia «La energía atómica en la guerray en la paz».

Hizo primeramente el conferenciante unas someras referencias a las másespectaculares realizaciones actuales de la energía nuclear, tanto en el aspectobélico como en el pacífico. Trazó a continuación un breve bosquejo históricode la energía atómica. Primero, no era más que uno de los noventa y dossillares de la naturaleza; los rayos Roentgen se encargaron de echar abajoesta teoría, que progresó con el descubrimiento del átomo nuclear y la esci-sión del núcleo de uranio con eus reacciones en cadena. La segunda guerramundial fue la oportunidad para que esta última teoría pasara a ser realidad,para lo cual la dirección de la preparación de la bomba atómica fue encar-gada no a científicos, sino a militares. Destruye el señor Otero Navascuésla leyenda de que Alemania no construyó y lanzó su bomba atómica porcuestión de semanas. Afirma el conferenciante que los hombres del TercerReich no habían logrado unos progresos atómicos dignos de importancia.

La política internacional atómica tuvo esta evolución: primero, secretoabsoluto por parte de las grandes potencias nucleares; después, comienzanlas ayudas, condicionadas siempre a un control total y completo de las ma-terias fisionables vendidas o arrendadas y de los equipos nucleares que lasutilizan. El espionaje en torno a los progresos atómicos, dice, es una ver-dadera novela por entregas, llena de peripecias y sorpresas. Después de la'guerra, el interés sobre las investigaciones nucleares se repliega a las univer-sidades y cesa como tarea nacional. Pero la noticia de la explosión nuclearsoviética en 1949 produce un general despertar, una inquietud que culminóen la terrible bomba de hidrógeno. Los científicos aconsejaron que, dadas lascaracterísticas destructoras de esta nueva arma, había que desistir de inves-tigar sobre ella y utilizarla. Pero la amenaza soviética y el temor de quela URSS aprovechara esta baza, convencieron de lo contrario.

Siguieron después unos años de superoptimismo, en que se creyó en laposibilidad de organizar en grandes centros internacionales la colaboraciónmutua para el desarrollo de la energía nuclear en sentido pacífico. Hacenotar después el conferenciante que en el desarrollo de la energía nucleargravita todo el nerviosismo y sensacionalismo de sus aplicaciones guerreras.Reconoce que el factor multiplicativo de veinticinco millones sobre la poten-cia energética explosiva hasta ahora utilizada es algo cuyas proporcionesson para tener en cuenta, pero añade también que es mucho lo que se ha

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exagerado. Se refiere finalmente al equilibrio del terror y concluye afirmandoque, por lo que respecta a los desarrollos futuros de la energía nuclear confines pacíficos, mediante una colaboración adecuada podrán lograrse tiposde centrales que rompan los moldes antiguos y permitan obtener costes deenergía eléctrica mucho más bajos que con las actuales centrales, que quemancombustibles fósiles.

E L ULTRAMAR PORTUGUÉS EN LA PRESENTE CRISIS DE OCCIDENTE.

F.l día 11 de junio se celebró en el salón de sesiones del Instituto de Es-tudios Políticos el acto de investidura como Miembro de Honor del Ministroportugués de Ultramar, don Adriano Alves Moreira. La solemne sesiónestuvo presidida por el Ministro secretario general del Movimiento, don JoséSolís Ruiz, y asistieron los ministros españoles de Asuntos Exteriores, Sub-secretario de la Presidencia, del Ejército y del Aire, el Presidente del Consejode Estado, el capitán general de la Primera Región y el Director del Institutode Estudios Políticos.

El director del Instituto de Estudios Políticos pronunció un discurso euel que manifestó que, al investir como Miembro de Honor al señor Moreira,quiere honrar a una personalidad eminente en los estudios jurídicos, políticose internacionales; a la institución que bajo su dirección alcanzó un máximoprestigio, reconocido más allá de las fronteras, y a un gran país, hermanomás que amigo del nuestro, que una vez más asume la vanguardia del Occi-dente, a la que le vinculó el destino geográfico y una voluntad histórica dealtos vuelos. Después de señalar que la unidad del mundo la hicieron consus singladuras históricas portugueses y españoles, resaltó el admirable ejem-plo dado por Portugal en esta hora crítica, bajo la égida del doctor Salazar,«uno de los espíritus más preclaros del siglo XX».

Destacó finalmente la personalidad del ministro portugués señor Moreira,que tras una rápida y brillante carrera política llega al Ministerio de Ultra-mar en 1961. La actividad política del señor Moreira como hombre de Estado—dijo el profesor Fraga—comprende reformas de tipo parcial, como la defuncionarios; defensa repetida de la tesis portuguesa en las Naciones Unidas,mientras iniciaba la pacificación de Angola, y la reconstrucción de las zonasdevastadas; una amplia reforma que aún se mueve dentro de los límites dela Constitución de 1933, con su capítulo ultramarino de 1951, pero que pro-bablemente conduciría a nuevas realizaciones creadoras constitucionales.

Después de su solemne investidura, el señor Moreira pronunció una bri-

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liante conferencia sobre «El Ultramar portugués en la presente cricis de Occi-dente». Nos acusan—dijo el Ministro portugués—>de inmovilismo frente a unmundo cambiante, y tampoco faltan las acusaciones en el sentido de quenuestra persistencia se traduce en una política reaccionaria. Pero Portugal—afirmó el ilustre conferenciante—sustenta que es necesario que el espíritueuropeo continúe proyectándose universalmente, y no acepta que se consi-dere dinámica la política que redujo a Europa a las fronteras actualmentemantenidas con temor e incertidumbre.

Señaló el conferenciante que el conjunto de miserias que dentro de estalínea político general vino a caracterizar nuestra época, ha sido llamado«seguir los vientos de la historia». Respecto al esfuerzo realizado por losEstados Unidos para movilizar el continente africano contra el comunismo,«no falta'—-afirmó—quien vea en esa actitud una clara lucha contra los vientosde la historia, que ellos mismos parecen haber visto soplar con alguna indi-ferencia sobre toda Asia, después sobre gran parte de Europa...» «El denomi-nador común—lexplica'—-de los valores que están en juego es la propia digni-dad humana.» Por nuestra parte, hemos comprendido que los riesgos deOccidente y los que, como nación, proporcionalmente nos pertenecen, no sonmás graves resistiendo que transigiendo.

Con respecto a Goa, dijo el conferenciante que fue siempre evidente quepodía ser dominada militarmente por la India siempre que éeto le convi-niera. La violación de la soberanía portuguesa y la emprendida ahora contratodos los vestigios de la cristiandad demuestran la ilegitimidad de los intereseshindúes. Angola fue descrita como una de las páginas más siniestras de ladegradación humana, las torturas inimaginables, físicas y morales, y lasmatanzas pavorosas. En ellas concurrieron el terrorismo organizado y el di-nero y las incitaciones de muchas organizaciones occidentales, que actúan sindependencia conocida de los gobiernos respectivos.

Habló después el Ministro portugués de la asombrosa conjura contra unpaís pacífico, que ahora abarca ya a toda la península; dijo que la situaciónde emergencia sufrida por Portugal tuvo su primer anuncio en la O. N. U.Sucesivamente fue atacada la posición jurídica del Gobierno portugués ysiguiéronse toda clase de amenazas, sugerencias de arreglos y combinacionesposibles. Portugal, afirmó, siguió una política de promoción social y bien-estar económico. La situación de guerra no detuvo el desenvolvimiento econó-mico, cultural y social. Sin embargo, la campaña de embustes y difamacióncontra Portugal continúa incluso después del testimonio favorable de organi-zaciones internacionales. La falta de relación—-terminó diciendo el conferen-

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ciante—entre las palabras y los hechos se tornó tan común que hay ya lugarpara una nueva técnica de interpretación de los textos internacionales. Mien-tras esta duplicidad de conducta va transformando al Occidente en cementeriade ilusiones, los pueblos peninsulares se obstinan en prestar homenaje a laautenticidad.

LA NUEVA ESTRATEGIA DE LAS ARMAS NAVALES.

Con la conferencia pronunciada por el Minish. Subsecretario de la Pre-sidencia, don Luis Carrero Blanco sobre el tema «La nueva estrategia y lasnuevas armas navales» se clausuró el curso sobre «Las relaciones internacio-nales en la era de la guerra fría».

Presidió el acto el Ministro secretario general del Movimiento, don JoséSolis Ruíz; asistieron el Ministro de la Vivienda, señor Martínez y Sánchez-Arjona; el capitán general Muñoz Grandes; el Jefe del Alto Estado Mayory el presidente del Consejo de Estado, conde de Vallellano. Estuvieron pre-sentes igualmente el Ministro de Marina, almirante Abárzuza; el ex Minis-tro don Raimundo Fernández Cuesta; el Ministro de la Gobernación, señorAlonso Vega; el vicesecretario general del Movimiento, señor Herrero Tejedory el director del Instituto de Estudios Políticos, señor Fraga Iribame.

Habló en primer lugar el director del Instituto, señor Fraga Iribarne,.quien explicó el sentido del ciclo que se clausuraba. Hizo después uso de lapalabra el Ministro señor Carrero, quien afirmó que la aparición del explo-sivo nuclear, la autopropulsión de los proyectiles y los sistemas electrónicosde te!edirección y navegación son las características que más han de afectarla conducción de una guerra moderna. Dijo seguidamente que la ambición-de los contendientes en la guerra es romper el equilibrio que iguala lascapacidades de ofensiva y resistencia de los dos bandos, a través del desgastedel contrario. Y que para evitar ser víctimas del desgaste, es necesario alimen-tar la guerra. Para esto hay que afianzar las comunicaciones marítimas,,porque el bloqueo en el mar termina agotando a la potencia terrestre. Con-sidera el señor Ministro a la URSS como una potencia continental que tienedentro de su territorio medios suficientes para alimentar la guerra. Estapotencia está revalorizada por la acción de las quintas columnas comunistasen Occidente. De ahí su intento de expansión por Europa y África, que podría-darle un seguro éxito.

Y frente a ello, continuó diciendo el señor Carrero Blanco, es necesarioque, en caso de guerra, quede en Europa una zona que pueda resistir a 1*

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potencia inicial de la URSS y que sea base de partida para el contraataque-,,que indudablemente tendría que buscar la ruptura de las comunicacionesterrestres y las fuentes de energía del enemigo.

Caso de haber una tercera guerra mundial-—afirmó—ésta sería anti-submarina y antiaérea. De ahí que las fuerzas navales deban ser un conjunta—y cuanto más numeroso mejor^-de las llamadas «moléculas navales». A través-de la historia, la molécula naval se ha ido transformando. Hoy día no es sólo>un buque, sino un complejo integrado por portaaviones rodeados de buques;antiaéreos y antisubmarinos. La segunda guerra mundial demostró a los que no:se preocuparon de construir portaaviones el error de esta concepción. Gracias-a ellos se ganó la batalla del Mediterráneo y en las del Atlántico y el Pacíficorealizó su consagración. Después de la segunda guerra ha aumentado considera?-blemente el volumen de las características de los aviones, lo que también ha re-percutido en los portaaviones. Los cruceros y los acorazados ha perdido ehsentido clásico de su misión y se han convertido en unidades de protección.

Terminó el señor Carrero preguntándose la posibilidad de que llegue a pro-ducirse una tercera guerra mundial. La situación actual de los armamentos—dijo—representa realmente una acción disuasoria para los dos bandos, en or-den a desencadenar esta posible guerra, pero no produce ningún efecto en hacerque la URSS desista de marchar hacia su deseo de dominación mundial porcaminos distintos del de la guerra, en los que, por el momento, nc va encontran-do obstáculos insuperables. ¿Hasta dónde puede llegar por estos caminos, conel consiguiente peligro que supone?, se pregunta el conferenciante. Una terceraguerra mundial podría producir, según algunos dicen, la destrucción de la hu-manidad. Se comprenden, por tanto, los afanes disuasorios... pero, por otra par-te, a la humanidad le vaidría más verse destruida que ser transformada un.día en una masa de esclavos sin Dios.

IMPORTANCIA Y SIGNIFICADO DE LOS CURSOS.

La nutrida asistencia a los cursos del Instituto de Estudios Políticos sobre«Las relaciones internacionales en la era de la guerra fría» ha demostrado lagran importancia de los temas tratados. Un elevado número de profesores, mili-tares, graduados en Derecho y Ciencias Políticas y en general personas intere-sadas por el estudio de las relaciones internacionales, muchos de ellos con becasdel mismo Instituto de Estudios Políticos y del de Cultura Hispánica, hancontribuido con su constante presencia a la extraordinaria labor de los conferen-ciantes. Relevantes personalidades de cada especialidad han tratado con gran.

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pericia los correspondientes temas, ofreciendo así una visión de conjuntode las relaciones internacionales en el momento presente.

A los trabajos del curso hay que añadir los cuatro seminarios de Polí-tica, Economía, Organismos Internacionales y Estrategia. El Seminario dePolítica Internacional, dirigido por el director del Instituto, don Ma-nuel Fraga Iribarne, estuvo destinado a centrar el actual concepto de lasrelaciones internacionales, ciencia que en la presente situación mundial haexperimentado una evolución tan extraordinaria que se ha visto por com-pleto modificada en relación con sus presupuestos anteriores a las dos guerrasmundiales. En este momento de la historia del mundo en que se producennuevos fenómenos hasta ahora desconocidos, como el estado de guerra fría,la descolonización y la lucha por la conquista del espacio, es necesario ten-der, como afirmó el profesor Fraga, a la creación de una ciencia de extra-ordinaria amplitud que abarque no sólo cuestiones jurídico-internacionales,sino también aquellas otras de índole política, económica, militar, estratégica,etcétera, que contribuyen al complejo entramado de los lazos y los contactosentre los pueblos de nuestro mundo.

El profesor Cordero Torres dirigió el seminario de Organismos In-ternacionales donde, entre otras cuestiones importantes, se estudió la pos-tura de España en los Organismos Internacionales en que está representa-da, y su actitud hacia aquellos otros de que está ausente. Se realizó igual-mente un esquema de la evolución de las relaciones internacionales deEspaña en los últimos tiempos, de la postura de nuestro país ante la even-tual reforma de la Carta de las Naciones Unidas y con respecto a algunasagencias especializadas.

El seminario de Economía estuvo dirigido por el profesor don Román Per-piñá, de la Facultad de Ciencias Políticas y Económicas de la Universidad deMadrid. Se trataron en él los importantes problemas de las infraestructuraseconómicas, base para cualquier estudio de economía, haciéndose especialreferencia a nuestro país.

El subdirector de la Escuela de Guerra Naval, señor Manera, dirigió elseminario de cuestiones estratégicas. En esta era, las relaciones internacio-nales, como más de una vez puso de relieve el profesor Fraga, han de refe-rirse también a los problemas logísticos y militares. Tal fue la finalidad deeste seminario al enfocar cuestiones de fundamental transcendencia bélica.

De esta manera, el curso sobre «Las relaciones internacionales en la era dela guerra fría» ha pasado revista a los principales problemas de la presenterealidad, difícil y compleja. En la actualidad, manifestó el profesor Fraga

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<en la conclusión del curso, la estructura del mundo es tan inestable y las re-laciones internacionales tan difíciles como no se recuerda en ningún otromomento de la historia. Este curso ha contribuido de manera especial a crearuna nueva doctrina de las relaciones internacionales, dijo el Director delInstituto, aunque por ahora hay más nuevas ideas y deseos que una comunidadde doctrina. España ha mantenido una neutralidad de la que sólo salió parahacer frente al comunismo; actualmente, una verdadera política exterior hade matizar todos los grados de enemistad y condicionar todos los supuestos«de amistad y colaboración.

ANTONIO ORTIZ GARCÍA.

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El curso del Instituto de Estudios Políticos sobre 'Las relaciones … · 2015-03-11 · EN LA ERA DE LA GUERRA FRÍA ... y seminarios organizados por el Instituto de Estudios Políticos