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Quizá te diga un día, que dejé de quererte, Aunque siga queriéndote mas allá de la muerte; Y acaso no comprendas en esta despedida, Que, aunque el amor nos une, nos separa la vida. Quizá te diga un día que se me fue el amor, Y cerraré los ojos para amarte mejor, Porque el amor nos ciega, pero vivos o muertos, nuestros ojos cerrados, ven mejor estando abiertos. Quizá te diga un día, que dejé de quererte, aunque siga queriéndote mas allá de la muerte; Y acaso no comprendes en esa despedida, Que nos quedamos juntos para toda la vida. José Ángel Buesa

El de la despedida

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De cuando debes decir adiós.

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Quizá te diga un día, que dejé de quererte,Aunque siga queriéndote mas allá de la muerte;

Y acaso no comprendas en esta despedida,Que, aunque el amor nos une, nos separa la vida.

Quizá te diga un día que se me fue el amor,Y cerraré los ojos para amarte mejor,

Porque el amor nos ciega, pero vivos o muertos,nuestros ojos cerrados, ven mejor estando abiertos.

Quizá te diga un día, que dejé de quererte,aunque siga queriéndote mas allá de la muerte;

Y acaso no comprendes en esa despedida,Que nos quedamos juntos para toda la vida.

José Ángel Buesa

Han pasado ya varios meses y mi vida por completo te entregué, cada acción, cada esfuerzo, mis rutinas, mis sueños, todo.

Hace poco me escribiste (por la partida de Andrés) que debía llorar ahora para luego reír y hacer reír… volver a ser sorprendente, la cosa mi amado Gabriel es que me encantaría sorprenderte, una y otra vez, y es que cuando salgo a aventurar me digo siempre: “Y si estuviera él acá” y te imagino sonriendo, te imagino saliendo conmigo de la sala de cine, jugando conmigo, o mejor contra mí, ya sabes, en esas zonas de los centros comerciales donde están los juegos y encuentras simulado-res, carritos chocones, guitar hero, maquinas de pump it up y todo eso, y luego por supuesto, eligiendo qué cenar y corriendo luego por nues-tro helado como postre. Si, ese es mi plan de huida a los domingos, de ahí lo limitado de la aventura narrada.

Ya cuando la imaginación va más lejos, cuando mi onirismo vuela alto, me apropio de las palabras de Juan, y veo en ti a mi compañero de viaje, te imagino conmigo en un avión rumbo a diversos destinos, ha-ciendo del mundo nuestro escondite, esa fue siempre mi meta, viajar contigo, pero me equivoqué, a mi no me corresponden las palabras de Juan, no tengo tanta suerte, a mi me tocaron las palabras de Calamaro y éste viaje tendré que hacerlo sola.

De haber estado allá hubiese sido un poco más fácil llenarte de sorpre-sas, hacer de tus días un sinfín de detalles hermosos, pero lastimosa-mente, nací muy lejos, aún así te encontré, y me esmeré, puse todo mi corazón y esfuerzo en hacerte feliz, en colorear tu vida.Triste es que los detalles tengan un efecto fugaz, como luego del envío… cuando me escribiste, con cada línea que leía rodaban las lágrimas, hasta que me fue difícil dejar de llorar; estaba tan conmovida, y luego lo que ya no creía posible, te volví a ver, y fui tan feliz, no te alcanzaras a imaginar jamás el regocijo de mi corazón esa noche.

Pero como dije, todo es perecedero, y al no tener yo algo que equipa-rara o superara eso, la emoción fue solo la de esa noche y no te volví a ver, a veces estás en msn, algunas pocas me hablas, otras no, otras me quedo escribiendo sola y quisiera tener algo que dar que me hiciera re-vivir el regocijo de esa noche, pero no, no tengo por ahora mucho que dar, así que me quedo escribiendo sola, y me entristezco. (Ya paso el tiempo, ahora no hay msn, pero bueno).Son tantas las cosas que me hubiese gustado compartir contigo, tantos momentos, lugares, canciones, poemas, libros, me faltó tanto… como dice una de las canciones que te envié en el disco: me sobraron tantas cosas que no pude darte a tiempo, pero te juro por lo que vos queras, que te di mi corazón completo, que te regale cada uno de mis sueños y que mis pensamientos fueron (y aun son) tuyos.Sabes, la primera vez que fui a la casa de Diego a llevar las primeras cosas, había otro sujeto allá, era un amigo de él que se iba para Ecuador a vivir allá un par de años; empezó a hablarme y a preguntarme sobre el envío, para quién era, por qué, todo eso…Y a mí como siempre se me iluminaban los ojos mientras hablaba de ti, creo que hacían eco mis ilusiones, de ahí el gran brillo que en mi mirada resplandecía. Pero eso era algo que al parecer solo consideraba hermoso yo; creo (no asevero) que a él le parecí tonta, y quizás lo sea, creo que le causo mucha gracia mi espera y fidelidad. Y es que al fin y al cabo quién podría como yo, amar a alguien tan incondicionalmente, a alguien a quien no ha tocado, a quien no ha visto, amarlo al punto de guardarse para esa persona; supongo que a veces me paso de estúpida, debió reírse mucho éste sujeto.Me he preguntado mucho por qué jamás dijiste “ya no más”, “no me escribas” o “no me busques” o algo así, finalmente es claro que ya no tengo cabida; pero nunca lo dijiste, al contrario, a veces eras tan dulce y yo me ilusionaba de nuevo y soñaba con la posibilidad de volver a

verte u oírte, pero me equivocaba; creo que el día que más anhele verte fue cuando llegaron por fin las postales, esa noche hubiese dado lo que fuera por haberte visto, jamás lo anhele tanto, fue triste para mí eso, además porque sin yo pedirlo lo habías prometido, pero no cumpliste, y yo no lo cobré, creo que hubiese sido aun más doloroso obligarte a hacerlo; así que solo hice lo que podía hacer, lloré en silencio. Ya con un poco más de tiempo encima, llego el “No nos escribamos Dms” y al estar ya sin msn, se evidencia por fin, debo seguir mi camino, ahí ya no hay espacio para mí.Pero retomando, creo que jamás dijiste basta para evitar herirme en exceso (Mi humilde interpretación, o por lo menos es eso lo que quiero creer) el problema aquí fue que de haberlo hecho, hubiese sido un solo golpe, en cambio de eso, prolongaste todo y fue golpe tras golpe; mi su-frir fue agónico, cada desplante, cada esperar por una respuesta, cada ilusión destrozada, cada vez me era más difícil dibujar una sonrisa; en el fondo sabía lo triste que estaba, podía salir, estar con amigos, pero siempre pensaba en ti y lo triste que era estar ahí, siempre, sin ti, espe-rando. Como ves, finalmente la herida fue mayor, muy profunda.Recién con la noticia de aquel suicidio me dijiste: cuenta los días, cuenta las cosas malas y buenas y veras que son más las cosas que te hacen feliz. Y yo a eso te contesto, estos últimos 3 meses aprox, he hecho cientos de cosas, muchas de ellas (por no decir que casi todas) las he hecho por ti; conseguí un nuevo empleo, deje de beber, entré a clases de Kick Boxing, todo eso por ti. Fuiste mi fuerza y mi moti-vo. Lo del trabajo fue para llegar más rápido y con más dinero y poder hacer todo lo que planeamos alguna vez, lo de la bebida, quería que estuvieras orgulloso de mí por lograrlo, y las clases, quería poder dejar de pensar en ti por lo menos un par de horas a la semana, pero me en-gañaba a mí misma, aun en las clases pienso en ti, quizás incluso más, además hay factores que no me ayudan, como el hecho de que uno de

mis instructores es mexicano, entonces, cómo no imaginarme con una máscara luchando mientras tú como buen manager vas cuadrando las demás peleas, ves, aun tratando de olvidarte, sueño contigo, creo que si alguien lee esto alguna vez creerá que soy la niña más tonta y cursi que haya leído jamás, quizá hasta tú lo creas.Sabes, algún par de veces te mencione lo de unos rodajes, hay un par de ellos de los cuales no he pasado a recoger mi cheque, no quería apre-surar ese pago para no gastar el dinero; te pido por favor que si te falta algo, si las cosas van mal, me avises, yo no tendré reparo en ayudarte, independiente si me lees de nuevo alguna vez o no, el amor que te pro-fese siempre, es real y sincero, y yo por ti haría cualquier cosa, así que no tengo problema en colaborar con tus causas si así necesitas. Esté o no esté, puedes contar conmigo, siempre. Yo no mentí jamás y como dice la canción que tanto te envié “Te quiero más que a mi vida…”, por favor avísame, cualquier cosa en la que pueda servirte estoy a tu disposición, sabrás como encontrarme. Ningún sacrificio es grande si contribuye a que estés feliz, mi mayor deseo siempre fue verte sonreír. Y es que como dice 1280 almas: Yo vivo de tu sonrisa como del agua y del aire; que importa si yo me muero pudiendo sonreír tu boca.Recuerdas que te conté que en el fondo de mi celu aparece una foto tuya, pues ahí sigue, me gusta mucho, también te dije que aun cuando no supiera de ti de nuevo la mantendría ahí porque es estéticamente fascinante. Pero ahora no sé, verte siempre ahí cada día quizá me las-time, es como el reproductor, cada que salgo siempre tengo los audífo-nos puestos y dejo correr las canciones… la gran mayoría me saben a ti, muchas de ellas me las enviaste o te las envié yo a ti. La cosa es que siento que esas canciones ahora me mienten, me hieren, me dicen algo pero la realidad es otra, me entristecen y pierdo el valor de escucharlas completas.Tal vez sea bueno dejarlas un tiempo, cambiar de géneros, escuchar cosas nuevas y, pasado el tiempo, cuando sus melodías no representen

dolor, volver a ellas, por ahora, como dice Fito, será hora de volver a mí, a cantar las cosas que me hacían bien, de verdad.Recuerdo el sábado que te conectaste para cancelar lo del partido (Col – Méx) y me enviaste Master Plan, porque cruzando un puente la no-che anterior sonó la canción y pensaste en mí. Pero realmente la can-ción solo disfrazo momentáneamente la cancelación; o como Songbird, también la recibí de ti, y no pasaron sino un par de horas y publicas que te la dedicaron, que fuiste muy feliz y que hasta lloras cuando la escu-chas al rememorar todo.., entonces, ¿para qué enviar a otra persona una canción que tiene historia con alguien más?; eso dolió, mucho, no esperaba tal ficción musical. Y bueno, si nos vamos muy, muy atrás, cuando no había correos ni msn, solo Dms y blogs, la primer canción –en este caso— que yo te envié, fue Stop Crying your Heart, me res-pondiste que te gustaba la parte donde dice you’ll never change what’s been and gone. Ahora suena Oasis y me es difícil mantenerlo, soportar-lo, me mienten, hacen daño.Y Sabina, sus canciones las amo demasiado como para no poder so-portar el dolor al que hacen alusión algunas de ellas, aunque no puedo evitar que se escape una lagrima con Y sin embargo, peor aun si es la versión + Y sin embargo te quiero, Y de nuevo te pido, Cuida del libro, es un gran tesoro, y aprovecho también para decirte, en mí es y fue cierto: “y sin embargo, cuando duermo sin ti, contigo sueño”. Y la añadidura que trae consigo la canción y que te envié en el libro, no, no lo hice para causarte tristeza o para “patearte los huevos” como dijiste, la envié porque yo sentía (y para mi desgracia aun siento eso) Yo te quiero más que a mi vida, —por eso te la entregué, por comple-to— es triste por eso, saber que tu vida a veces no es suficiente, de nada vale a veces darse enteramente, pero no hay lío, eres un ser hermoso, sé que algún día encontrarás alguien lo suficientemente digno de ti, será cuestión de paciencia. Habrá quien cuide de ti, no siempre somos

dignos de alguien y yo no lo fui de ti, eso lo iré aceptando con el pasar del tiempo, aunque me embargue el dolor, esperaré sobrevivir, en todo caso ya sabes cómo es esto: el amor cuando no muere mata, y amores que matan nunca mueren.Y Calamaro, ni qué decirte de él, de las muchas canciones que me en-viaste, cuando las escucho creo que debió ser al revés, que debí en-viártelas yo, porque creo que en mi son certeros los sentimientos allí manifestados, y para resumir diré, en mí si aplica, Tuya siempre.

Cambiando el tema, alguna vez te conté que me habían invitado a Me-dellín, siempre aplazaba ese viaje porque sentía que de realizarlo apla-zaría mis metas, pues gastaría mucho dinero, y quizás bebería y demás. De alguna manera echaría por la borda mis luchas de los últimos me-ses; ahora Medellín no representa eso, y quizás sea bueno huir, olvidar, no pensar, estar lejos de todo, no computador, no internet, no twitter; no sé, vamos a ver si logro acomodar mis horarios prontamente, creo que retomar mi status de viajera es prioritario, no puedo aplazar lo que es esencial en mí, recorrer el mundo, hacerlo mío. De otra cosa que me alejaré, pero por tiempo limitado, es de Benedetti, también de Oliverio Girondo, entre otros tantos, en todo haces apari-ción, ves como si te entregué mi vida, ahora tendré que inventarme una nueva sin ti, y como dice Cortázar: “Y seguir con mi vida pensando en que no te había encontrado”.Y bien, destinos hay muchos, yo no sé qué me depare el futuro cercano, ahí iré viendo que pasa; por un lado me he escrito mucho con Diego, un día me dijo: “Consigue solo lo de los pasajes y ven” sería bueno vi-sitarlo, a raíz de tu envío le tengo gran aprecio, se forjo una gran amis-tad, por supuesto no me iría de ese País sin dejar la queja en tu Museo de la Cerveza por no tener Redds, y quizás de estar allá dejaría para ti con alguien, algún par de cosas que me gustaría mucho que tuvieses y que no pude enviarte antes y como tengo mal tus datos, pues no puedo

enviar. Siguen latentes Chile y Argentina, además que por su cercanía es factible visitarlos en un solo recorrido a ambos y además no requie-ro mayor papeleo, y también está en mente un lugar muy especial, me hubiese gustado llevarte, es algo así como un parque en Perú, es bas-tante peculiar y en su mayoría solo hay extranjeros, obvio, de estar allá el paseo incluiría Machu Picchu y demás. Pero estos son solo ideas, ni siquiera sé con tantos trabajos cuando logré tener vacaciones, y bueno, llegando por fin los días libres supongo que el paso a seguir será: vaciar mi cuenta, ver cuánto hay y a dónde puedo emigrar y ya, sin matarme pensando, solo vivir la aventura.Y haciendo mención a lugares, tu promesa más inconclusa, más rota y más reiterativa, entre otras cosas, hace mención a fotos, de lugares, de momentos, siempre decías: “Te prometo que te las voy a enviar” y en ocasiones añadías cosas como “Las estoy organizando” o “ya tengo varias” en fin, me quede con las ganas de ver tantas cosas; incluso el juego, era solo una excusa para que cumplieras tus muchas promesas, pero lo más gracioso es que incluso eso lo prometiste, prometiste que jugarías conmigo, obvio, también incumpliste eso.Pero lo peor y que me costará reponerme de eso, fue sin duda, que sin yo pedirte, sin siquiera sugerirlo me hayas escrito querer compartir conmigo la felicidad de tu aventura el día de los muertos, ¿y qué reci-bí?, ¿qué compartiste conmigo? —nada. Lo publicaste, lo compartiste con todo el mundo y no conmigo que supuestamente iba a ser tu cóm-plice a distancia, que triste, eso sí fue un golpe bajo, no merecía eso.Hace poco, no sé porqué me pareció lindo un portarretratos, yo por lo general no soy muy amiga de los adornos, mi espacio tiende al minima-lismo, pero ese objeto quizá por su simpleza me encantó y lo compré, aun está empacado, siempre pensé que si un día cumplías tu promesa podía usarlo exhibiendo alguna de tus fotos, ahora supongo que será buena idea salir de maratón fotográfica y registrar algo apropiado para éste objeto.

Este escrito lleva días siendo redactado, es posible que en algunos frag-mentos no encuentres hilaridad y me excuso por eso, siempre recalqué mi fascinación por escribir para ti, al no estar tú conmigo, creo que ex-trañaré esto, el plasmar en palabras mis aventuras, contarte de mí, en fin, los domingos los sentiré insulsos sin sacar el momento casi sacro que dedicaba a la escritura de mis correos.Y de la lectura y la escritura sale un tema que no sé si pueda manejar, y me refiero a tener el valor de seguir tus líneas, no sé si seré lo suficien-temente fuerte para poder leerte…. Ya veremos. Pero si no lo soy y no te leo, no te enojes, no será por maldad o “rabonería” como te gustaba decir, será por no poder soportar la carga de alguna de tus líneas, qui-zás sea muy doloroso y eso está latente. Yo procuraré estar a la altura y soportar, y de esto traigo a colación algo chistoso, ¿alguna vez viste en Disney Las locuras del emperador? bueno pues, con las adaptaciones del caso, tu personalidad tuitera me recuerda a Cuzco (el emperador), es gracioso. Pero siempre preferiré al Chico Calavera que yo conocí, al chico sencillo, que no le importaba gran cosa si había o no un sequito siguiéndolo, y eso hace remembranza a una foto de tu abdomen, ahí me fije en ti, porque diferente a lo que creíste alguna vez, no me burla-ba de ti, al contrario, me pareció fascinante aquel desprendimiento a lo que pudiesen pensar los demás, y así te conocí, primero vi tu pancita.Todos estos días que han pasado en el más absurdo silencio en letras, pensé en irme así, sin más, pero no me pareció correcto, porque sin importar que tan fácil sea o no para mí asumir ésta situación, debe hacer resonancia que para mi eres y fuiste muy importante, y eso es un precedente que quedará marcado, el hecho de que llegue un adiós no implica dejar a un lado que para mi hayas sido algo hermoso, que hubo dolor, si, pero también hubo sonrisas, sueños, ilusiones, momentos in-valuables y eso ya es mucho; así que antes que cualquier otra cosa, he de decir: Gracias Gabriel.

Y entonces ¿Qué voy a hacer ahora? —No sé. Evidentemente a mi todo esto me entristece, yo te adoro de eso no hay duda, y se termina de desplomar mi agobiado corazón con ésta inminente despedida, ¿y qué decirte?, quizás debas saber que “Yo te amare en silencio, como algo inaccesible, como un sueño que nunca lograré realizar; y el lejano perfume de mi amor imposible rozará tus cabellos... y jamás lo sa-brás”.

No me resta mucho, más que esperar que la vida te de la sonrisa que tanto quise dibujar en tu rostro, esperar que el tiempo la retrate y el viento le haga eco. Ten una linda vida Gabriel. Yo procuraré hacer de la mía una vida digna de ser contada, no puedo prometer más. Adiós.

Te quiere, hoy y siempre,

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