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Abogados 3Junio 2011 / Abogados 3

Cuando el X Congreso Nacional de laAbogacía se celebre en Cádiz, del 26 al28 de octubre –el plazo de inscripciónfinaliza el 15 de julio y todos los intere-sados pueden ver ya en la webwww.xcongresoabogaciacadiz2011.comtodo el programa- faltarán apenas unashoras para que entre en vigor la Ley deAcceso a la Abogacía y a la Procura, quedebe contribuir a mejorar la Justicia y aformar abogados mejor preparados parael ejercicio profesional. Se acabará asícon una de las carencias fundamentalesde los licenciados y graduados que salende las aulas universitarias: la falta deconocimientos prácticos que, además, seha estado aceptando como algo natural.

Las Escuelas de Práctica Jurídica, cre-adas en su mayor parte por los Colegiosde Abogados y homologadas por el Con-sejo General de la Abogacía Española hantratado de paliar esta carencia. Pero comobien dice el presidente del CGAE, CarlosCarnicer, el problema es que esa forma-ción no tenía carácter obligatorio y, portanto, no podía ser exigida formalmen-te. En este mismo número recogemos lainformación del XXX Encuentro de

Escuelas de Práctica Jurídica que se hadesarrollado en Barcelona con un títulosugerente y realista: 30 años proyectan-do abogados. Abogados formandoabogados. Ahora el reto es tener unas EPJrenovadas, competitivas, profundamen-te prácticas, pegadas a las necesidadesreales de un abogado, que es algo quequienes conocen mejor son, por razonesobvias, los propios abogados.

Es cierto que la Ley de Acceso susci-tó recelos en el mundo universitario.Entre los alumnos, porque razonable-mente quieren acelerar el paso del mundoacadémico al mundo profesional, aun-que tienen que ser conscientes de que sinuna adecuada preparación profesional,como la que les debe dar el curso de acce-so, la incorporación al trabajo será másdifícil, más lenta y con menos oportuni-dades de encontrar trabajo. Las empresasy los despachos no tienen interés en con-tratar a profesionales que no estánpreparados o a los que van a tener queformar. Y un dato objetivo: España es elúnico país de Europa donde no existe unsistema de acceso a la Abogacía diferen-te del título académico.

En cuanto al estamento académico,hasta hace poco un número no desdeña-ble de profesores seguía manteniendoque lo que estaba en juego era “el dere-cho de la Universidad a dar los títulos”,sin entender que la Universidad formalicenciados en Derecho, pero no formani abogados, ni jueces, ni fiscales… Ymientras éstos últimos tienen un proce-

so selectivo muy riguroso, quienes tienenque defender los derechos fundamenta-les de los ciudadanos pueden hacerlo–podían hacerlo hasta ahora- sin nece-sidad de una formación más exigente.Afortunadamente el diálogo entre Uni-versidad y Colegios Profesionales, y entrelos Ministerios de Justicia y de Educa-ción y Universidades ha ido limandodiferencias y buscando vías de acuerdo.Los Colegios hemos tendido la mano alas Universidades y la seguimos tenien-do dispuesta. Si entre todos logramos uncurso de acceso práctico, serio, con bue-nas prácticas en despachos de abogadoso en entidades en las que los licenciadospuedan aprender los valores de la profe-sión, los beneficiados van a ser –comoseñala el presidente del CGAE en su artí-culo- los ciudadanos en general, laAdministración de Justicia, los estu-diantes y los propios abogados. Si lohacemos bien, y ese es el reto, en pocosaños, todos sabrán que hemos dado unpaso hacia una Abogacía más competen-te y más competitiva, mejor preparadapara defender los derechos de los ciuda-danos, capaz de mejorar la Justicia y, enla medida de lo posible, evitar procesosinnecesarios. Una profesión en la quecabe todo el que esté preparado en el ini-cio y que se siga preparando cada día.Una Abogacía libre, independiente, deon-tológicamente exigente, al servicio de losciudadanos y de la Justicia. Hay que hacerque esta apuesta sea una realidad lo antesposible. ●

CARTA DEL EDITOR

Cádiz y la Ley de Acceso