El Desafio de Roma a Los Protestantes

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    Apndice K

    El Desafo de Roma a losProtestantes

    El Desafo de RomaPorque los Protestantes guardan elDomingo??

    La mayora de Cristianos asumen que el Domingo es el da bblico aprobado paraadorar. La Iglesia Catlica Romana reclama esto, que por cierto, no lo es. La IglesiaCatlica Romana por si misma y sin ninguna autoridad Escritural de parte de Dios,transfiri la adoracin Cristiana del da de reposo Bblico (Sbado) al Domingo y, tratar deargumentar que el cambio fue hecho en la Biblia, es no solo deshonesto sino una negacin dela autoridad Catlica. Si el Protestantismo quiere basar sus enseanzas nicamente en laBiblia,deberan adorar en Sbado.

    Hace ms de 100 aos el Espejo Catlico liber una serie de artculos discutiendo el

    derecho de las iglesias Protestantes para adorar en Domingoexponiendo su reclamacinque el Nuevo Testamento ense que el guardar el Domingo era falso. Los artculosexpresaron que, a menos que uno estuviera deseoso de aceptar la autoridad de la IglesiaCatlica para designar un da de adoracin, el Cristiano debera observar el Sbado, elverdadero da de reposo Cristiano, como el Antiguo y Nuevo testamento ensean. Estosartculos son presentados aqu en su totalidad.

    Para propsitos de referencia, aqu hay enlaces a los versculos citados en el artculoabajo.

    Versculos del Nuevo Testamento relacionados a lareunin de los apstoles el primer da de la

    semana

    Todas las referencias del Nuevo Testamento alda del Seor

    1. Lucas 24:33-40Juan 20:19

    2. Juan 20:26-293. Hechos 2:14. Hechos 20:6-7

    Hechos 2:465. 1era Corntios 16:1-2

    Hechos 18:4

    1. Hechos 2:202. 1era Corntios 1:83. 1era Corntios 5:54. 2 Corntios 1:13-145. Filipenses 1:66. Filipenses 1:107. 2da Pedro 3:108. 2da Pedro 3:129. Apocalipsis 1:10

    FEBRERO 24, 1893, La Conferencia General de los Adventistas del Sptimo daadoptaron ciertas resoluciones apelando al gobierno y a la gente de los Estados Unidos acerca

    de la decisin de la corte Suprema que declar que esta es una nacin Cristiana, y acerca de laaccin del Congreso que legisl sobre el asunto de religin, y protest contra el principio ytodas las consecuencias de la misma. En Marzo de 1893, la Asociacin Internacional para laLibertad Religiosa imprimi estas resoluciones en una hoja propagandstica llamada

    Apelacin y Amonestacin. Al recibir una de estas, el editor delEspejo Catlico de Baltimore,Maryland, public una serie de cuatro editoriales, las cuales aparecieron en ese peridico enSeptiembre 2, 9, 16 y 23 de 1893. El Espejo Catlico fue el rgano oficial del Cardenalicio yel Papado en los Estados Unidos.

    Estos artculos, por lo tanto, a pesar de no haber sido escritos por la propia mano del

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    Cardenal, aparecieron bajo su sancin oficial, como una expresin del Papado alProtestantismo, una demanda de que los Protestantes le rendirn cuentas al Papado de porqueellos guardan el Domingo y tambin como lo hacen.

    El siguiente articulo (excepto las notas en corchetes y encabezados de seccin parafcil lectura y los dos apndices [internos]) es una reimpresin de stas editoriales, incluyendoel titulo en la siguiente pagina [DelEspejo Catlico de Sept 2,1893] (Negrillas adicionas)

    EL DIA DE REPOSO CRISTIANO[Domingo Catlico]

    EL HIJO GENUINO DE LA UNION DEL ESPIRITU SANTO Y SU ESPOSA LA IGLESIA

    CATOLICA. LAS RECLAMACIONES DEL PROTESTANTISMO AL RESPECTOPROBADAS SER SIN FUNDAMENTO, AUTO CONTRADICTORIAS Y SUICIDAS.

    Nuestra atencin fue llamada la semana pasada al asunto mencionado arriba cuandorecibimos un panfleto de veinte pginas, publicado por la Asociacin Internacional para laLibertad Religiosa, llamado Apelacin y Amonestacin, conteniendo resoluciones adoptadas porla Conferencia General de los Adventistas del Sptimo Da (Feb 24, 1893). Las resolucionescritican y censuran, con mucha acerbidad, la accin del congreso de los Estados Unidos, y de laCorte Suprema, de invadir los derechos de la gente cerrando la Feria Mundial el Domingo.

    Los Adventistas son el nico cuerpo Cristiano con la Biblia como su maestra, quienes nopueden encontrar ninguna advertencia en sus pginas para el cambio de da del sptimo al primero.De aqu su apelativo, Adventistas del Sptimo Da. Su principio cardinal consiste en apartar elSbado para exclusiva adoracin a Dios, en conformidad con el mandamiento de Dios mismo,

    repetidamente reiterado en el Sagrado Libro del Antiguo y Nuevo Testamento, literalmenteobedecido por los hijos de Israel por cientos de aos hasta este da, y respaldado por lasenseanzas y practicas del Hijo de Dios mientras estuvo en la tierra.

    Por el contrario, los Protestantes del mundo excepto los Adventistas, con la misma Bibliacomo su nica e infalible maestra, por sus practicas desde que apareci en el siglo diecisis, con lapractica a lo largo del tiempo de la gente Juda delante de sus ojos, han rechazado el da sealadopara la adoracin a Dios y asumido, en aparente contradiccin a Su mandamiento, un da para Suadoracin nunca, ni una sola vez, referido para ese propsito en las paginas de ese SagradoVolumen.

    Que plpito Protestante no exclama casi cada Domingo ruidosas proclamaciones encontra de la violacin del da de Reposo [Domingo Catlico]? Quien puede olvidar el fanticoclamor de los ministros Protestantes a lo largo y ancho de la tierra en contra de abrir las puertas dela Feria Mundial el Domingo? Las cientos de peticiones firmadas por millones, para salvar el Da

    del Seor de profanacin? Seguramente, tal emocin general y extendida y tan ruidosaamonestacin no podra haber existido sin el fundamento mas fuerte para tan animada protesta.Y cuando fueron asignados espacios en la Feria Mundial a varias sectas Protestantes para

    la exhibicin de artculos, quien puede olvidar las expresiones enfticas de conciente indignacinvirtuosa exhibida por nuestros hermanos los Presbiterianos, tan pronto como ellos supieron de ladecisin de la Corte Suprema de no interferir en la apertura dominical? Los peridicos nosinformaron que ellos categricamente rehusaron utilizar el espacio acordado para ellos, o abrir susespacios, demandando el derecho a retirar los artculos, en rgida adherencia a sus principios, y asdeclinar todo contacto con la sacrlega Exhibicin quebrantadora del da de Reposo [lase

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    Domingo].Sin duda, nuestros hermanos Calvinistas merecieron y compartieron la simpata de todas

    las otras sectas, quienes, sin embargo, perdieron la oportunidad de posar como mrtires envindicacin de la observancia del da de Reposo.

    Ellos as llegaron a ser un espectculo para el mundo, los ngeles y los hombres, a pesarde que sus hermanos Protestantes, quienes fallaron en compartir el monopolio, fueron poco

    caritativos y envidiosos, dispuestos a atribuir su constante adherencia a los principios religiosos alorgullo Farisaico y tenaz obstinacin.

    Propsito del artculo

    Nuestro propsito con este artculo es dar una luz sobre este importantsimo tema(porque si la pregunta del da de Reposo fuera removida del plpito Protestante, las sectas sesentiran perdidas, y los predicadores seran privados de su Queso Cheshire) para quenuestros lectores sean capaces de comprender el asunto en todo sentido y as tener unaconviccin clara.

    El mundo Cristiano esta, moralmente hablando, unido en el asunto y prctica deadoracin a Dios en elprimer da de la semana.

    Los Israelitas, esparcidos sobre toda la tierra, guardan el ltimo da de la semana como

    santo para la adoracin de la Deidad. En este particular, los Adventistas del Sptimo Da (unasecta de Cristianos, numricamente pocos) han tambin seleccionado el mismo da.[Nota: Siempre han existido guardadores del Sbado en el mundo desde el siglo

    primero d.C. (diferentes a los adventistas del Sptimo da, ASD). Hoy en da, as como losASD quienes son millones en nmero, hay miles de iglesias, grupos y otros quienes secongregan en casas y guardan el Sbado como da de Reposo.]

    Ambos, Israelitas y Adventistas apelan a la Biblia por el mandamiento divino,persistentemente obligando a la observancia estricta del Sbado.

    Los Israelitas respetan la autoridad del Antiguo Testamento solamente, pero elAdventista, quien es Cristiano, acepta el Nuevo Testamento con el mismo fundamento que elAntiguo: como un registro inspirado tambin. El encuentra que la Biblia, su maestra, esconsistente en ambas partes, que El Redentor, durante Su vida mortal, nunca guard ningnotro da sino el Sbado. Los Evangelios claramente evidencian este aspecto, mientras que en

    las pginas de los Hechos de los Apstoles, las Epstolas y Apocalipsis, no hay vestigioalguno que cancele la observancia del Sbado.Los Adventistas, as mismo, al igual que los Israelitas, derivan su creencia a partir del

    Antiguo Testamento, cuya posicin es confirmada por el Nuevo Testamento, endorsadototalmente por la vida y prctica del Redentor y Sus Apstoles y las enseanzas de lasSagradas Escrituras por casi un siglo de la era Cristiana.

    Considerado numricamente, los Adventistas del Sptimo Da forman una porcininsignificante de la poblacin Protestante de la tierra, pero como la cuestin no es de nmeros sinode verdad y rectitud, un sentido estricto de justicia prohbe la condenacin de esta pequea sectasin una calmada e imparcial investigacin; este no es el funeral de ninguno de nosotros.

    El mundo protestante ha estado desde su infancia, en el Siglo XVI, en total acuerdocon la Iglesia Catlica al guardar santo no el Sbado sino el Domingo. La discusin de losfundamentos que llevan a esta unanimidad de sentimiento y practica por mas de 300 aos,

    debe ayudar a ubicar al Protestantismo sobre bases slidas en este particular, si losargumentos a favor de esta posicin superan aquellos dados por los Israelitas y Adventistas;la Biblia, la nica reconocida como maestra de ambos litigantes, sea el arbitro y testigo. Noobstante, si por el contrario, con los argumentos proporcionados, incontrovertibles para lasgrandes masas de Protestantes, ambos litigantes apelan a su maestra comn, la Biblia; al grancuerpo de Protestantes que claman vigorosamente el estricto cumplimiento del Domingo noles queda de otra [recurso] que admitir que ellos han estado enseando y practicando por masde 300 aos lo que es Escrituralmente falso mediante la adopcin de la enseanza y prcticade lo que ellos han siempre pretendido creer una iglesia apstata, contraria a cada advertencia

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    y enseanza de la Sagrada Escritura. Para adicionar a la intensidad de este imperdonableerror Escritural, esto involucra uno de los mas seguros y enfticos mandamientos de Dios aSu siervo, el hombre: Recuerda el da de Reposo para santificarlo.

    Ningn Protestante viviendo hoy da a obedecido nunca este mandamiento,prefiriendo seguir a la iglesia apostata que a su maestra la Biblia, la cual, desde Gnesis hastaApocalipsis, no ensea ninguna otra doctrina, si los Israelitas y Adventistas del Sptimo da

    estn en lo correcto. Ambos lados apelan a la Biblia como su infalible maestra. Dejemos ala Biblia el decidir si es el Sbado o el Domingo el da ordenado por Dios. Una de las dospartes debe estar equivocada, y, si una posicin falsa sobre este importante asunto envuelveterribles castigos, amenazados por Dios mismo, contra el trasgresor de este pacto perpetuo,nosotros entraremos en la discusin de los argumentos manejados por ambas partes.

    La discusin de este monumental asunto no esta mas all de la capacidad de mentesordinarias, ni tampoco envuelve un estudio extraordinario. Esto se resuelve por si mismo alhacer unas pocas preguntas bsicas de fcil respuesta:

    1. Cual es el da de la semana que la Biblia ordena ser guardado como santo?2. Ha el Nuevo Testamento modificado por precepto o por practica el

    mandamiento original?3. Han los Protestantes, desde el Siglo XVI, obedecido el mandamiento de Dios

    guardando como santo el da ordenado por su infalible gua y maestra, la

    Biblia? Y si no, porque no?A las tres preguntas de arriba nosotros prometemos suministrar muchas respuestasinteligentes, las cuales no pueden fallar en vindicar la verdad y sostener ladeformidad del error.

    [DelEspejo Catlico de Sept 9,1893]

    Pero la fe, la fe fantica, aferrada rpidamente a algunas queridas falsedades, la abraza hastael final Moore.

    Conforme a nuestra promesa en nuestra ltima edicin, procedemos a desenmascarar unode los ms flagrantes errores y una de las ms imperdonables contradicciones de la regla Bblica de

    fe. Sin embargo, por temor a ser mal entendidos, consideramos necesario sentar precedente de queel Protestantismo reconoce no tener otra regla de fe, ni maestra, salvo la "infalible Biblia." Ascomo el Catlico cede su juicio en asuntos implcitamente espirituales, con una confianza ciega, ala voz de su iglesia, as tambin, el Protestante no reconoce a ningn otro maestro sino a la Biblia.Toda su espiritualidad se deriva de sus enseanzas. Es para el la voz de Dios dirigindolo a travsde su nica e inspirada maestra. Esta personifica su religin, su fe, y su prctica. En el lenguaje deChillingworth: "La Biblia, toda la Biblia, y nada ms que la Biblia, es la religin de losProtestantes," es slo una forma de la misma idea convertible en otras, tales como "el Libro deDios", el Convenio de Nuestra Salvacin", "el Orculo de Nuestra Fe Cristiana.", "El Libro delTexto de Dios para la humanidad," etc. Es entonces, un hecho incontrovertible que solamente la

    Biblia es la maestra de la Cristiandad Protestante. Asumiendo este hecho, procederemos ahora adiscutir el asunto envuelto en nuestra ltima edicin.

    Reconociendo lo que es innegable, el hecho de una directa contradiccin entre la

    enseanza y la prctica de la Cristiandad Protestante exceptuando a los Adventistas del Sptimoda por un lado, y a la gente Juda por otro lado, ambos observando diferentes das de la semanapara la adoracin a Dios, procederemos a tomar el testimonio de la nica maestra en comn paraambos reclamantes, la Biblia. La primera expresin con la que entramos en contacto en la SagradaPalabra, se encuentra en Gnesis 2:2: "Y en el sptimo da El [Dios] descans de todo su trabajoque haba hecho." La siguiente referencia a este asunto se encuentra en xodo 20, donde Diosorden que el sptimo da sea guardado, porque El mismo haba descansado del trabajo de lacreacin en ese da; y el sagrado texto nos informa quepor esa raznEl dese que se guardara, enlas siguientes palabras: "Por tanto, el Seor bendijo el sptimo da y lo santific." (1) Leemos otra

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    vez, en el captulo 31, versculo 15: "Seis das hars trabajo; ms el da sptimo es da de Reposo,el descanso santo para el Seor;" Versculo 16: " Es un pacto eterno, y una seal perpetua,""porque en seis das el Seor hizo el cielo y la tierra, y en el sptimo ces de trabajar" [Nota:Escrituras citadas a lo largo de esta editorial son de la versin Catlica Douay de la Biblia]

    El Sbado siempre ha sido el da de Reposo

    En el Antiguo Testamento, la referencia al da de Reposo es hecha ciento veintisis veces,y todos estos textos concuerdan armoniosamente en expresar la voluntad de Dios, ordenando queel sptimo da sea guardado, porque Dios mismo lo guard primero, hacindolo obligatorio paratodos como "un pacto perpetuo." No podemos imaginarnos a alguien suficientemente insensatoque cuestione la identidad del Sbado con el da de Reposo o el sptimo da, viendo que la gentede Israel ha estado guardando el Sbado desde la dacin de la ley, desde el 2,514 a.C. hasta 1893d.C., un perodo de 3383 aos. Con el ejemplo de los Israelitas ante nuestros ojos hoy, no haymejor hecho histrico establecido que el referido; a saber, que la gente escogida de Dios, losguardianes del Antiguo Testamento, los vivos representantes de la nica religin divina hastaahora, hayan por un perodo de 1490 aos previos a la Cristiandad, preservado la prctica semanal,la tradicin viva de la correcta interpretacin del especial da de la semana, el Sbado, para serguardado "santo al Seor," cuya tradicin la han extendido por su prctica a un perodo adicional

    de 1893 aos ms, cubriendo as la completa extensin de la Ley Cristiana. Consideramosnecesario ser perfectamente claros en este punto, por razones que aparecern mas claras msadelante. La Bibliael Antiguo Testamentoconfirmado por la viva tradicin de una prcticasemanal por 3383 aos por la gente escogida de Dios, ensea entonces, con absoluta certeza, queDios mismo haba sealado el da para ser "guardado santo para l, "que el da era el Sbado, yque cualquier infraccin de ese mandato era castigable con la muerte. "Guarda mi da de Reposo,porque santo es a ti; el que lo profanare, de cierto morir; cualquiera que hiciere trabajoalguno en l, su alma perecer en medio de su pueblo." xodo 31:14.

    [Nota: En otras palabras, la gente de Israel (conformada por 12 tribus una de lascuales es Jud, de donde viene el termino Judo) antiguamente guard el da correcto deReposo y los Judos (quienes no perdieron esa identidad) hasta hoy TODAVIA guardan elda correcto de Reposo de Dios dado a ellos a travs de Moiss! El tiempo no ha sidoperdido sabemos que el Sbado es el da de Reposo de Dios!]

    Es imposible imaginar una penalidad ms severa que esa tan solemnemente dicha por elmismo Dios en el texto anterior, sobre todos los que infringen un mandamiento mencionado nomenos de ciento veintisis veces en el Antiguo Testamento. Los diez mandamientos del AntiguoTestamento son inicialmente impresos en la memoria del hijo del Cristiano Bblico tan prontocomo es posible, pero no hay ningn otro entre los diez que sea ms enfticamente familiar, enambos, en la escuela dominical y en el plpito, que el de guardar "santo" el da de Reposo.

    Habindonos asegurado con absoluta certeza de la voluntad de Dios en lo que atae al daa ser guardado santo, de su Sagrada Palabra, porque l descans en ese da, cuyo da nos esconfirmado por la prctica de Su gente escogida por miles de aos, nosotros estamos naturalmenteinducidos a preguntar cuando y donde Dios cambi el da de su adoracin; porque es patente almundo que un cambio de da ha sucedido, y puesto que ninguna indicacin de tal cambio puedeser encontrado dentro de las pginas del Antiguo Testamento, ni en la prctica de la gente Judaque contina por cerca de diecinueve siglos de Cristiandad obedeciendo el mandato escrito,

    debemos mirar al exponente de la Ley Cristiana; a saber.., el Nuevo Testamento, en bsqueda deun mandato de Dios cancelando el antiguo da de Reposo, el Sbado.

    Investigando el da de Reposo en el Nuevo Testamento

    Nos acercamos ahora a un perodo que cubre un poco mas de diecinueve siglos, yprocedemos a investigar si el adicional divino maestro el Nuevo Testamentocontiene undecreto cancelando el mandato de la antigua ley, y, al mismo tiempo, sustituye el divinamenteinstituido da de Reposo de la antigua ley, a saber, el Sbado, por otro da; puesto que el Sbado

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    era el da guardado y ordenado a ser guardado por Dios, la nica autoridad divina, quien bajo laforma de un decreto cancelatorio poda abolir el pacto del Sbado, y otro mandato divino,designando por nombre otro da a ser guardado "santo," en lugar del Sbado, es igualmentenecesario para satisfacer la conciencia del Cristiano creyente. Siendo la Biblia la nica maestrareconocida por el Cristiano Bblico, el Antiguo Testamento falla en indicar un cambio de da, ymas an otro da en lugar del Sbado a ser guardado "santo" por el mundo Bblico, es sin duda

    pertinente para el Cristiano reformado encontrar en las pginas del Nuevo Testamento el nuevodecreto divino que revoca el Sbado y lo sustituye con el Domingo, guardado por los Bblicosdesde los inicios de la Reforma.

    Examinando crticamente el Nuevo Testamento de cubierta a cubierta, encontramos que elda de Reposo es mencionado sesenta y un veces. Encontramos tambin, que el Salvador escogiinvariablemente el da de Reposo (Sbado) para ensear en las sinagogas y hacer milagros. Loscuatro Evangelios se refieren al da de Reposo (Sbado) cincuenta y un veces.

    En una ocasin, el Redentor se refiere asimismo como "el Seor del da de Reposo," talcomo es mencionado por Mateo y Lucas(2) pero, durante todo el registro de su vida, mientrasinvariablemente guardaba y utilizaba el da (Sbado), nunca insinu ni una sola vez el deseo decambiarlo. Sus apstoles y amigos personales nos proporcionan un asombroso ejemplo de suescrupulosa observancia, despus de la muerte de Jess, y, mientras Su cuerpo estaba an en latumba, (Lucas 23:56) nos informa: "Y ellos volvieron y prepararon especias y ungentos, y

    descansaron el da de Reposo, conforme al mandamientopero en el primer da de lasemana, muy temprano en la maana, ellos vinieron, trayendo las especias que habanpreparado. Las "especias" y los "ungentos" haban sido preparados en la tarde del ViernesSanto, porque "el da de Reposo estaba por comenzar" (Versculo 54.) Esta accin por parte de losamigos personales del Salvador prueba ms all de toda contradiccin que despus de Su muerteellos guardaron "santo" el Sbado, y consideraron el Domingo como cualquier otro da de lasemana. Puede algo, por lo tanto, ser ms contundente que los apstoles y las santas mujeresnunca conocieron otro da de Reposo sino el Sbado, hasta el da de la muerte de Cristo?

    [Nota(2): Tambin esta referenciado en Marcos 2:28]Acerquemos ahora la investigacin de este interesante asunto a los siguientes treinta aos,

    tal como es narrado por el evangelista, San Lucas, en los Hechos de los Apstoles. Seguramentealgn vestigio del acto de cancelacin puede ser descubierto en la prctica de los apstoles duranteese prolongado perodo.

    Pero, ay! estamos una vez ms condenados a la desilusin. Nueve

    (3)

    veces encontramosque el da de Reposo es mencionado en Hechos, pero es el Sbado (el antiguo da de Reposo). Sinuestros lectores quieren la prueba, los remitimos al captulo y versculo en cada ocasin. Hechos13:14, 27, 42, 44. Una vez ms, Hechos 15:21; otra vez, Hechos 16:13; 17:2; 18:4. "Y l (Pablo)hablaba en la sinagoga cada da de Reposo, y persuada a los Judos y a los Griegos."Heaqu el da de Reposo (Sbado) desde Gnesis hasta Apocalipsis!!! Por lo tanto, es imposibleencontrar en el Nuevo Testamento la ms ligera intromisin por el Salvador o Sus apstoles con eloriginal da de Reposo, sino por el contrario, un total consentimiento en el acuerdo original; ni, unendorso plenario por l, mientras vivi, sino una invariable y activa participacin en laobservacin de ese da y no de [ningn] otro por los apstoles, por treinta aos despus de Sumuerte, como los Hechos de los Apstoles nos han testificado abundantemente.

    [Nota(3): Esto debera ser ocho]De aqu en adelante la conclusin es inevitable; a saber, que de aquellos que siguen la

    Biblia como su gua, los Israelitas y los Adventistas del Sptimo da, tienen el peso exclusivo de laevidencia de su lado, mientras que el Protestante Bblico no tiene una sola palabra de autodefensa para la sustitucin del Sbado por el Domingo.

    ____________________________________________________________________

    [DelEspejo Catlico de Sept. 16, 1893.]

    Cuando su majestad Satans, quien fue un asesino desde el principio y el padre dementiras, se propuso abrir los ojos de nuestra primera madre, Eva, estimulando su ambicin,

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    Ustedes sern como dioses, conociendo el bien y el mal, su accin fue slo el primero demuchos plausibles y exitosos esfuerzos empleados mas tarde en la seduccin de millones desus hijos. Como Eva, ellos se dan cuenta demasiado tarde, ay!, del valor de los incentivosusados para distraer a sus dbiles hijos de la obediencia a Dios. Tampoco el tema de estadiscusin constituye una excepcin de las usuales tcticas de su oscura majestad.

    Ms de tres siglos han pasado desde que l plausiblemente present a un gran nmero de

    descontentos y ambiciosos Cristianos, la brillante perspectiva de la exitosa inauguracin de una"nueva salida " para abandonar la Iglesia instituida por el Hijo de Dios como su maestro, y ellevantamiento de un nuevo maestro la Biblia nicamente como su nuevo y experimentadoorculo.

    La sagacidad del diablo previ el brillante xito de esta maniobra. El resultado no se quedcorto de sus ms sanguinarias expectativas.

    Un espritu bravo y aventurero era lo nico que se necesitaba para encabezar laexpedicin. Su satnica majestad pronto encontr en el apstata monje, Lutero, quien declararepetidamente la cercana familiaridad que existi entre su maestro y l mismo en su obra"Conversaciones de Mesa," y en otras obras publicadas en 1558 en Wittenberg, bajo la inspeccinde Melanchthon. Sus coloquios con Satans en varias ocasiones son testificadas por el mismoLutero un testigo digno de toda credibilidad. Lo que a travs de la serpiente se propuso tanefectivamente obtener en el jardn, lo logr a travs de Lutero en el mundo Cristiano

    (4)

    Dles un piloto a su flota erranteIntrpido en su arte, y preparado para engaar;

    Cuyas venturosas manos desviar su timnA costas hostiles, o los sumergir en la marea."

    Como el fin planeado por el diablo durante su trayectoria en la Iglesia de Cristo era ladestruccin de la Cristiandad, nosotros estamos ahora comprometidos a discernir los mediosadoptados por l para asegurar su xito all. Hasta el momento han sido encontrados, errados, auto-contradictorios, y falaces. Ahora procederemos con la profunda investigacin de esta impostura.

    [Nota (4): Por supuesto, uno esperara que un Catlico demonice a alguien como Lutero,una persona que luch por la reforma en la iglesia. Si Lutero hubiera continuado sus reformas

    aceptando el da de Reposo Bblico, los papistas no estaran ahora incitando a los Protestantes"con la inconsistencia de profesar que aceptan solamente la Biblia pero siguen las tradiciones de laIglesia Catlica en referencia al da de adoracin a Dios]

    Cambi Jess el da de Reposo?

    Habiendo probado que el Redentor, en ninguna ocasin durante el perodo de su vida, sehaba desviado de la fiel observancia del da de Reposo (Sbado), mencionado por los cuatroevangelistas cincuenta y un veces, aun cuando El se haba autoproclamado "Seor del da deReposo," nunca ni una vez, por mandato ni por prctica, insinu un deseo de su parte de cambiarese da para sustituirlo por otro; habiendo llamado especial atencin a la conducta de los apstolesy de las santas mujeres, que la misma noche de su muerte, aseguraron de antemano especias yungentos para ser usados en el embalsamamiento de su cuerpo la maana despus del da deReposo (Sbado), como tan claramente nos informa San Lucas (Lucas 24:1), poniendo con esoaun mas, la accin divina y la voluntad del Hijo de Dios durante su vida al guardar el da deReposo inquebrantablemente; y habiendo llamado la atencin a la accin de sus vivosrepresentantes despus de su muerte, como lo ha probado San Lucas; habiendo puesto tambinante nuestros lectores el indiscutible hecho de que los apstoles en los siguientes treinta aos(Hechos) nunca se desviaron de la prctica de su divino Maestro en este particular, como SanLucas (Hechos 18:4) nos asegura: "Y l [Pablo] hablaba en las sinagogas cada da de Reposo[Sbado], y persuada a los Judos y a los Griegos." Los Gentiles convertidos fueron, comovemos en el texto, igualmente instruidos con los Judos, a guardar el Sbado, habiendo sidoconvertidos a la Cristiandad en ese da, "los Judos y los Griegos" colectivamente.

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    Habiendo tambin llamado la atencin a los textos de Hechos, manteniendo el exclusivouso del da de Reposo por los Judos y los Cristianos por treinta aos despus de la muerte delSalvador como el nico da de la semana observado por Cristo y Sus apstoles, cuyo perodoagotaelregistro inspirado, procedemos ahora a suplementar nuestras pruebas de que el da deReposo (Sbado) goz de este exclusivo privilegio, llamando la atencin a cada ocasin donde elregistro sagrado se refiere al primer da de la semana.

    Referencias al Domingo despus de la Resurreccin de Cristo

    La primera referencia al domingo despus de la resurreccin de Cristo es encontrada en elEvangelio de San Lucas, captulo 24, versculo. 33-40, y San Juan 20:19.

    [Nota: Lucas 24:33-40 dice Y levantndose en la misma hora, volvieron a Jerusaln,y hallaron a los once reunidos, y a los que estaban con ellos, que decan: Ha resucitado elSeor verdaderamente, y ha aparecido a Simn. Entonces ellos contaban las cosas que leshaban acontecido en el camino, y como le haban reconocido al partir el pan. Mientras ellosaun hablaban de estas cosas, Jess se puso en medio de ellos, y les dijo: Paz a vosotros.Entonces, espantados y atemorizados, pensaban que vean espritu. Pero El les dijo: Porqueestis turbados, y vienen a vuestro corazn estos pensamientos? Mirad mis manos y mis pies,que yo mismo soy; palpad y ved; porque un espritu no tiene carne ni huesos, como veis queyo tengo. Y diciendo esto les mostr las manos y los pies (Versin Reina Valera 1960)]

    [Nota: Juan 20:19 dice Cuando llego la noche de aquel mismo da, el primero de lasemana, estando las puertas cerradas en el lugar donde los discpulos estaban reunidos pormiedo de los judos, vino Jess, y puesto en medio, les dijo: Paz a vosotros (VRV60]

    Los textos mencionados arriba se refieren al nico motivo de esta reunin de parte de losapstoles. Se realiz el da de la resurreccin (Domingo de Pascua) [de acuerdo a la tradicinCatlica], no con el propsito de inaugurar "la nueva partida" del antiguo da de Reposo (Sbado)guardando "santo" el nuevo da, porque no existe ninguna insinuacin dada de oracin, deexhortacin, ni de la lectura de las Escrituras, sino que esto indica la desmoralizacin total de losapstoles informando a la humanidad que ellos estuvieron juntos y apiados en esa habitacin enJerusaln "por temor a los Judos," como Juan, citado arriba, claramente nos informa.

    La segunda referencia al Domingo es encontrada en el Evangelio de San Juan, captulo 20,v. 26-29: "Y despus de ocho das, los discpulos estaban otra vez reunidos y Toms conellos." El resucitado Redentor se vali de esta reunin de todos los apstoles para confundir laincredulidad de Toms, quien haba estado ausente de la reunin la noche del domingo de Pascua.Esto le habra propiciado una valiosa oportunidad al Redentor para cambiar el da en presencia detodos Sus apstoles, pero expresamos el simple hecho que, en esta ocasin, como en el da dePascua, ninguna palabra es dicha de oracin, de alabanza, ni de la lectura de las Escrituras.

    La tercera ocasin en los registros, donde los apstoles estuvieron reunidos el Domingo, esencontrada en Hechos 2:1: "Los apstoles estaban todos en acuerdo unnime en un lugar." (LaFiesta de PentecostsDomingo). Ahora, proporcionar este texto a nuestros hermanos Bblico-Cristianos un vestigio de esperanza de que el Domingo finalmente sustituye al Sbado? Perocuando les informemos que los Judos haban estado guardando este Domingo por 1500 aos, y lohan estado observando por dieciocho siglos despus del establecimiento de la Cristiandad, almismo tiempo guardando el Sbado semanal, no van a encontrar ni consuelo ni conforte en estetexto. Pentecosts es el quintuagsimo da despus de la Pascua, la cual fue llamada el da deReposo de las semanas, consistiendo de siete semanas de siete das; y el da despus decompletarse el sptimo da de Reposo semanal, que fue el da principal de toda la fiesta,necesariamente es un Domingo. [La cuenta para Pentecosts no comienza con el da de la Pascua,este comienza con el primer da de la semana durante la Fiesta de Panes sin levadura, haciendo quePentecosts siempre caiga en da Domingo] Qu Israelita no desdeara la causa que lo llevara adescubrir el origen de la observacin del primer da de la semana en su fiesta de Pentecosts, queha sido observada por l anualmente por ms de 3,000 aos? Quin sino el Cristiano Bblico,llevado a la pared por un pretexto para justificar, su sacrlega profanacin del da de Reposo,

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    guardado siempre por Cristo y Sus apstoles, hubiera recurrido a la fiesta Juda de Pentecostscomo un acto de rebelin contra su Dios y su maestra, la Biblia?

    Una vez mas, los apologistas Bblicos por el cambio del da llaman nuestra atencinal libro de Hechos, captulo 20, versos 6 y 7: Y el primer da de la semana, cuando losdiscpulos se reunan a partir el pan, etc. Aparentemente, el texto anterior deberaproporcionar algn consuelo a nuestros contrariados amigos Bblicos, pero siendo un

    Marplot, nosotros no podemos permitirles a ellos aun ste poco de consuelo. Lesrespondemos con el axioma: Quod probat nimis, probat nihilEl que prueba demasiado,no prueba nada. Llamemos la atencin al mismo Hechos 2:46: Y ellos, continuandodiariamente en el templo, y partiendo el pan de casa en casa, etc. Quin no ve a simplevista que el texto producido para probar la exclusiva prerrogativa del Domingo, desapareceen el aireun ignis fatuuscuando es colocado en yuxtaposicin con el verso 46 del mismocapitulo? Lo que los Cristianos Bblicos reclaman por este texto para elDomingo solamente,la misma autoridad San Lucas, nos informa que era comn para cada da de la semana: Yellos continuando diariamente en el templo, y partiendo el pan de casa en casa.

    Un texto ms se presenta, aparentemente inclinndose a una sustitucin del Sbadopor el Domingo. Este es tomado de San Pablo, en primera de Corintios 16:1, 2: Ahorareferente a la colecta para los santos, En el primer da de la semana, cada uno deustedes ponga aparte algo, etc. Presumiendo que el requerimiento de San Pablo haba sido

    estrictamente atendido, pongamos atencin a lo que haba sido hecho cada Sbado durante lavida del Salvador y continuado por treinta aos despus, como el libro de Hechos nosinforma.

    Los seguidores del Maestro se reunan cada da de Reposo para escuchar laPalabra de Dios; las Escrituras eran ledas cada da de Reposo. Y Pablo, como era sucostumbre hablaba en la sinagoga cada da de Reposo, declarando el nombre del SeorJesucristo, etc. Hechos 18:4. Que conclusin mas absurda al inferir que leer lasEscrituras, orar, exhortar, y predicar los cuales eran los deberes rutinarios de cada Sbado,como ha sido abundantemente probado, fuera malinterpretado por un requerimiento de tomaruna colecta en algn otro da de la semana?

    Para apreciar completamente el valor del texto que estamos considerando, solo esnecesario recordar la accin de los apstoles y las santas mujeres el Viernes Santo antes de lapuesta del sol. Ellos trajeron especias y ungentos despus que El fue bajado de la cruz; ellos

    suspendieron toda accin hasta que el Da del Reposo Santo para el Seor hubiera pasado,y luego el Domingo en la maana continuaron con los pasos para completar el proceso deembalsamiento del cuerpo sagrado de Jess.

    Porqu, nos preguntamos, ellos no procedieron a completar el trabajo de embalsamientoel Sbado?Porque ellos saban bien que embalsamar el cuerpo sagrado de su Maestrointerferira con la observancia estricta del Da de Reposo, cuya observancia era suprema; yhasta que pudiera ser demostrado que el Da de Reposo inmediatamente precediendo el

    Domingo de nuestro texto no haba sido observado (lo cual sera falso, puesto que cada Da deReposo haba sido guardado), el requerimiento de San Pablo para hacer la colecta un Domingoseria clasificado con el trabajo de embalsamiento del cuerpo de Cristo, el cual no poda serefectuado en el Da de Reposo, y fue consecuentemente diferido para el siguiente daconveniente; a saber, Domingo, o el primer da de la semana.

    Habiendo revisado cada texto que se encuentra en el Nuevo Testamento referente al

    Da de Reposo (Sbado), y el primer da de la semana (Domingo); y habiendo demostrado demanera concluyente a partir de stos textos, que, hasta ahora, ninguna sombra de pretextopuede ser encontrada en el Volumen Sagrado para la sustitucin bblica del Sbado por elDomingo; solo nos queda por investigar el significado de las expresin Da del Seor quese encuentran en el Nuevo Testamento, lo cual nosotros nos proponemos hacer en nuestrosiguiente artculo, y concluir con observaciones de las incongruencias de un sistema dereligin del cual habremos demostrado ser insostenible, auto contradictorio y suicida.

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    [DelEspejo Catlico de Sept. 23, 1893]

    Parndose en muletas de tamaos desiguales,Una pierna en un soporte verdadero, una en uno mentiroso,

    As avanza furtivamente con paso difcil,Seguro de nada mas que de perder la carrera.

    En el presente artculo nos proponemos investigar cuidadosamente una nueva (yltima) clase de prueba asumida para convencer al Cristiano Bblico que Dios habasustituido el Sbado por Domingo para Su adoracin en la nueva ley, y que la voluntaddivina se encuentra registrada por el Espritu Santo en las escrituras apostlicas.

    Nosotros estamos informados que este cambio radical ha encontrado expresin,repetidamente, en una serie de textos en los cuales la expresin, el da del Seor esencontrada.

    La clase de textos en el Nuevo Testamento bajo el titulo Da de Reposo, llegan asesenta y uno en los Evangelios, Hechos de los Apstoles y las Epstolas; y la segunda clase,en la cual el primer da de la semana, o Domingo, habiendo sido examinado crticamente(la ltima clase llega a nueve); y habiendo sido encontrado que no proporcionan el msmnimo indicio para un cambio de voluntad de parte de Dios para Su da de adoracin por el

    hombre, nosotros ahora procedemos a examinar la tercera y ltima clase de textos confiablespara salvar el sistema Bblico de la acusacin de buscar encajar en el mundo, en el nombre deDios, un decreto por el cual no hay la mas mnima garanta o autoridad de su maestra, laBiblia.

    Referencias al Da del Seor

    El primer texto de esta clase es encontrado en Hechos de los Apstoles 2:20: El solse convertir en tinieblas, y la luna en sangre, antes de que el grande y notable da delSeor venga. Cuntos Domingos han pasado desde que sta profeca fue dicha? Muchoesfuerzo para pervertir el significado del sagrado texto del da del juicio a Domingo!

    El segundo texto de esta clase es encontrado en 1 Corintios 1:8: quien tambin osconfirmar hasta el fin, para que puedas estar sin culpa en el da de nuestro Seor

    Jesucristo.Qu simpln no ve que el apstol aqu claramente indica el da del juicio? Elsiguiente texto de sta clase que se presenta as mismo es encontrado en la misma Epstola,captulo 5:5: el tal sea entregado a Satans para destruccin de la carne, para que elespritu pueda ser salvo en el da del Seor Jess. El Corintio incestuoso era, porsupuesto, salvado en el siguiente Domingo!! Que lamentable tan grande improvisacin comosta! El cuarto texto, 2 Corintios. 1:13,14: y confo que las reconocers aun hasta el fin,aun como tu tambin eres el nuestro en el da del Seor Jess.

    Domingo o el da del juicio, cual? El quinto texto es de San Pablo a los Filipenses,captulo 1, versculo 6: estando confiado de esto, que el que ha comenzado una buenaobra en ustedes, la perfeccionar hasta el da de Jesucristo. Las buenas personas deFilipo, al alcanzar la perfeccin en el Domingo siguiente, podran darse el lujo de rerse denuestro moderno y rpido transito!

    Les rogamos nos permitan presentar nuestro sexto texto de la clase; a saber,

    Filipenses, captulo primero, versculo diez: que puedas ser sincero sin ofensa hasta el dade Cristo. Ese da era el Domingo siguiente, por cierto! No mucho tiempo que esperardespus de todo. El sptimo texto, 2 Pedro 3:10: Pero el da del Seorvendr como ladrnen la noche. La aplicacin de este texto al Domingo, pasa los lmites de lo absurdo.

    El octavo texto, 2 Pedro 3:12: Esperando y apresurndonos para la venida delda del Seor, en el cual los cielos estando en fuego, sern disueltos, etc. Este da delSeor es el mismo mencionado en el texto anterior, la aplicacin en ambos del prximo

    Domingo habra dejado al mundo Cristiano insomne durante la noche del siguiente Sbado.Hemos presentado a nuestros lectores ocho de los nueve textos usados para apoyar

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    por medio del texto de las Escrituras, el sacrlego esfuerzo de cambiar el Da del Seor porDomingo, y, con qu resultado?. Cada uno aporta evidencia prima facie del ltimo da,refirindose a ste directa, absoluta e inequvocamente.

    El noveno texto en donde encontramos la expresin el da del Seor, es el ltimoencontrado en los escritos apostlicos. Apocalipsis o Revelacin, captulo 1:10, loproporciona en las siguiente palabras de Juan: Yo estaba en el Espritu en el da del

    Seor; pero este texto no proporcionar ms consuelo a nuestros amigos Bblicos que suspredecesores de la misma serie. Ha San Juan usado la expresin previamente en suEvangelio o Epstolas?Enfticamente, NO. Ha l tenido ocasin de referirse al Domingohasta ahora?Si, dos veces. Cmo design al Domingo en stas ocasiones? El Domingo dePascua fue llamado por l (Juan 20:1) el primer da de la semana.

    Nuevamente, en el captulo veinte, versculo diecinueve: Ahora cuando era tardeese mismo da,siendoel primer da de la semana, Evidentemente, aunque inspirado, en suEvangelio y Epstolas, el llam al Domingo el primer da de la semana. Porqu motivo,entonces, puede asumirse que l suprimi esta designacin? Estaba l mas inspirado cuandoescribi el Apocalipsis, o adopt un nuevo ttulo para el Domingo, porque era ahora demoda?

    Una respuesta a stas preguntas estara mas all de lo requerido especialmente para laltima, viendo que la misma expresin haba ya sido usada ocho veces por San Lucas, San

    Pablo y San Pedro, todos bajo inspiracin divina, y seguramente el Espritu Santo noinspirara a San Juan para llamar el Domingo como el da del Seor, mientras que El inspir aSan Lucas, San Pablo y San Pedro, colectivamente, para llamar el da del juicio da delSeor. Los dialcticos cuentan entre los infalibles motivos de certeza, el motivo moral deanaloga o induccin por el cual nosotros estamos habilitados a concluir con certeza de loconocido a lo desconocido; siendo absolutamente cierto el significado de una expresin quepuede tener solo el mismo significado cuando se pronunci la novena vez, especialmentecuando nosotros sabemos que en las nueve ocasiones las expresiones fueron inspiradas por el

    Espritu Santo.Tampoco quieren probar los ms fuertes motivos intrnsecos, que este texto, como

    sus textos similares, contienen el mismo significado. San Juan (en Apocalipsis 1:10) diceYo estaba en el Espritu en el da del Seor; pero el nos da la clave para sta expresin,en el captulo cuatro, versculos primero y segundo: Despus de esto mir, y he aqu una

    puerta abierta en el cielo. Una voz le dijo a l: Ven ac arriba, y yo te mostrar lascosas que deben ser despus de estas. Ascendamos en espritu con Juan. A dnde?atravs de esta puerta en el cielo, al cielo. Y qu vemos?Las cosas que deben serdespus de estas, captulo cuatro, versculo uno. El ascendi en espritu al cielo. Se leorden escribir completamente su visin de lo que se llevar a cabo antecedente a, yconcomitantemente con, el da del Seor, o el da del juicio; la expresin da del Seor selimita en la Escritura para el da del juicio exclusivamente.

    Hemos estudiado y recolectado con la precisin del Nuevo Testamento toda pruebadisponible que podra ser aducida en favor de una ley que cancela el da de Reposo de la antigualey, o una substituyendo otro da para la aplicacin Cristiana. Hemos sido cuidadosos al hacer lasdistinciones arriba mencionadas, a menos que pueda ser expuesto que el tercer mandamiento(6) fueabrogado bajo la nueva ley. Cualquier peticin ha sido anulada por la accin de los obisposEpiscopales Metodistas en su pastoral de 1874, y mencionado por el New York Heraldde la

    misma fecha, con el siguiente tenor: "El da de Reposo instituido en el principio y confirmado unay otra vez por Moiss y los profetas, nunca ha sido abrogado. Ni una parte de la ley moral, ni unapizca de su santidad ha sido abolida." El pronunciamiento oficial anterior ha comprometido a ungran nmero de Cristianos Bblicos a la permanencia del tercer mandamiento bajo la nueva ley.

    [Note(6): En la enumeracin Catlica de xodo 20 en sus catecismos, el mandamientodel da de Reposo es el tercero de los diez mandamientos.]

    Una vez ms llamamos la atencin especial de nuestros lectores al vigsimo de "lostreinta y nueve artculos de religin" del Libro de Oracin Comn: "No es lcito para la iglesiaordenar algo que sea opuesto a la palabra de Dios escrita."

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    CONCLUSION

    Hemos, en esta serie de artculos, puesto mucho esmero para instruir a nuestros lectores yprepararlos al presentarles un nmero de hechos innegables encontrados en la palabra de Dios yllegar a una conclusin absolutamente irrefutable. Cuando el sistema Bblico puso una

    comparecencia en el siglo diecisis, no slo confisc las posesiones temporales de la Iglesia, sinoen su vandlica cruzada destituy a la Cristiandad, tan lejos como pudo, de todos los sacramentosinstituidos por su Fundador, del sacrificio santo. etc., reteniendo nada mas que la Biblia, cuyosexponentes la pronunciaron como su nica maestra de doctrina y morales Cristianas. El principalentre sus artculos de creencia fue, y es hoy da, la permanente necesidad de mantener santo el dade Reposo [Domingo Catlico]. En realidad, ha sido durante los ltimos 300 aos, el nicoartculo de la creencia Cristiana en que ha habido un consenso plenario de representantes Bblicos.La observacin del da de Reposo constituye el todo y la sustancia de la teora Bblica. Losplpitos resuenan semanalmente con incesantes diatribas contra la relajada manera de guardar elda de Reposo [Domingo Catlico] en los pases Catlicos, en contraste con el apropiado y auto-satisfactorio modo Cristiano de observar el da en los pases Bblicos. Quin puede olvidarse de lavirtuosa indignacin manifestada por los predicadores Bblicos a lo largo y ancho de nuestro pas,desde cada plpito Protestante, en tanto que an no estaba decidido; y quien no sabe hoy, que una

    secta, para marcar su santa indignacin en la decisin, nunca ha abierto las cajas que contenan susartculos en la Feria Mundial?Estos cristianos supremamente buenos y llenos de uncin, al estudiar detenidamente su

    Biblia, pueden encontrar su contraparte en cierta clase de gente no muy buena [los escribas yFariseos] que en los das del Redentor, lo persiguieron noche y da, lo afligieron ms de lo normal,y estaban escandalizados ms all de la tolerancia, porque l no observaba el da de Reposo[sptimo da] en la manera incorrecta como ellos lo hacan.

    Los Protestantes nunca han guardo el Da de Reposo de Dios

    Ellos lo odiaron por usar el sentido comn en referencia al da, y El no encontreptetos suficientemente expresivos de Su supremo desprecio por el orgullo Farisaico de ellos.Y es muy probable que la mente divina no haya modificado sus puntos de vista hoy da ante el

    clamor de sus seguidores y simpatizantes al final del siglo diecinueve. Pero cuando aadimosa todo esto el hecho de que mientras los Fariseos de tiempos antiguos guardaron el verdaderoda de reposo, nuestros modernos Fariseos, contando con la credulidad y sencillez de susvctimas, no han guardado ni una vez en sus vidas el verdadero da de reposo el cual sudivino Maestro guard hasta Su da de muerte, y el cual Sus apstoles guardaron, siguiendo Suejemplo, por treinta aos, de acuerdo al registro Sagrado. La mas evidente contradiccin,implicando un deliberado y sacrlego rechazo de un muy claro precepto, es presentada anosotros hoy da en la accin del mundo Cristiano Bblico. La Biblia y el da de Reposo[Domingo Catlico] constituyen el lema del Protestantismo; pero hemos demostrado que la

    Biblia est en contra de su da de reposo [Domingo Protestante]. Hemos demostrado que noha existido mayor contradiccin que su teora y prctica. Hemos probado que ni sus ancestrosBblicos ni ellos mismos han guardado por lo menos un da de reposo en sus vidas.

    Los Israelitas y los Adventistas del Sptimo da [y las iglesias de Dios que guardan el

    da de reposo] son testigos de la semanal profanacin por parte de los Protestantes del danombrado repetidas veces por Dios, y mientras ellos han ignorado y condenado su maestra, laBiblia, han adoptado un da guardado por la Iglesia Catlica. Qu Protestante puede,despus de leer stos artculos, con una clara conciencia, continuar desobedeciendo elmandato de Dios, que ordena que el Sbado sea guardado, como lo manda su maestra, laBiblia, desde Gnesis hasta Apocalipsis, como registro de la voluntad de Dios?

    La historia del mundo no puede presentar un espcimen negligente ms estpido yauto-ridiculizante de principios que ste. La maestra demanda enfticamente en cada pginaque la ley del da de reposo sea observada cada semana, por todos los que la reconocen como

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    la nica maestra infalible, mientras que los discpulos de la maestra no han observado eldivino precepto ni una sola vez en mas de trescientos [ahora cuatrocientos] aos! Aquellainmensa concurrencia de Cristianos Bblicos, los Metodistas, han declarado que el da dereposo nunca ha sido abrogado, mientras que los seguidores de la Iglesia de Inglaterra, juntocon su hija, la Iglesia Episcopal de los Estados Unidos, estn comprometidas por el vigsimoartculo de religin, ya citado, a la ordenanza que la Iglesia no puede lcitamente ordenar

    nada contrario a la palabra escrita de Dios. La palabra escrita de Dios impone Suadoracin para ser observado el Sbado, absoluta, repetida, y muy enfticamente, con unaclara amenaza de muerte para quien desobedezca. Todas las sectas Bblicas ocupan la mismaposicin auto-ridiculizante la cual ninguna explicacin puede modificar, mucho menos

    justificar.Cuan verdaderas se aplican las palabras del Espritu Santo a esta deplorable situacin!

    "Iniquitas mentita est sibi""La Iniquidad se ha mentido as misma." Proponiendo seguir slo laBiblia como maestra, as ante el mundo, la nica maestra es ignominiosamente dejada de lado, yla enseanza y prctica de la Iglesia Catlica "la madre de las abominaciones," cuando seacomoda a sus propsitos para designarla a ella[lo ha] adoptado, a pesar de las ms terriblesamenazas pronunciadas por el mismo Dios contra aquellos que desobedecen el mandato,"Recuerda mantener santo el da de Reposo."

    El Domingo como da de adoracin es una creacin Catlica

    Antes cerrar esta serie de artculos, queremos llamar una vez ms la atencin de nuestroslectores a nuestro ttulo introductorio a saber, 1. El da de Reposo Cristiano [Domingo Catlico],[es] el hijo genuino de la unin del Espritu Santo con su esposa la Iglesia Catlica. 2. Lasreclamaciones del Protestantismo probadas ser sin fundamento, auto-contradictorias, y suicidas.

    La primera proposicin necesita una pequea prueba. La Iglesia Catlica por ms de milaos antes de la existencia de un Protestante, por virtud de su divina misin, cambi el da Sbadoal Domingo. Decimos por virtud de su divina misin, porque quien se llam a si mismo "Seor delda de Reposo," la dot con Su propio poder para ensear, "l que te escucha, me escucha"; ordenoa todo aquel que cree en El al orla, bajo pena de ser colocado junto al "pagano y el publicano;" yprometi estar con ella hasta el fin del mundo. Ella sostiene su titulo como maestra dada por Elun titulo tan infalible como perpetuo [lo cual es una mentira]. El mundo Protestante en sus inicios

    encontr el da de Reposo Cristiano [Domingo Catlico] tan fuertemente atrincherado como parair contra su existencia; fue por lo tanto puesto bajo consentimiento del acuerdo, insinuando as elderecho de la Iglesia [Catlica] de cambiar el da, por ms de trescientos aos [ahoracuatrocientos]. El da de Reposo Cristiano [Domingo Catlico] es por lo tanto hasta hoy da, elhijo reconocido de la Iglesia Catlica como esposa del Espritu Santo, sin una palabra de protestadel mundo Protestante.

    Sin embargo, permtanos ahora dar una mirada a nuestra segunda proposicin, con laBiblia como la nica maestra y gua en la fe y la moral. Esta maestra prohbe enfticamentecualquier cambio en el da por razones primordiales. El mandamiento llama por un "pacto

    perpetuo." El da ordenado a ser guardado por la maestra nunca ha sido observado ni una sola vez,desarrollando por lo tanto una apostasa desde un principio rgido supuesto, auto-contradictoria,auto-ridiculizante, y consecuentemente tan suicida como est dentro del poder del idiomaexpresarlo. Tampoco los lmites de la desmoralizacin son an alcanzados. Lejos de ello. Su

    pretexto para dejar la proteccin de la Iglesia Catlica fue la apostasa de la verdad como esenseada en la palabra escrita. Ellos adoptaron la palabra escrita como su nica maestra, lo cualno hicieron mas rpido de lo que la abandonaron, como estos artculos han probadoabundantemente; y por una tergiversacin tan premeditada como errnea, ellos aceptan laenseanza de la Iglesia Catlica en directa oposicin a la pura, invariable y constante enseanza desu nica maestra en la ms esencial doctrina de su religin, con lo que enfatizan la situacin en loque puede ser acertadamente designada como "una burla, un engao y una trampa."

    [NOTA DEL EDITOR (Escrita por Michael Scheifler)] Fue sobre este mismo puntoque la Reforma fue condenada por el Concilio de Trento. Los Reformistas haban acusado

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    constantemente, como aqu lo hemos expresado, que la Iglesia Catlica haba apostatado de laverdad contenida en la palabra escrita. "La palabra escrita," "La Biblia y slo la Biblia," "As diceel Seor," fueron sus constantes consignas; y "La Escritura, como la palabra escrita, el nicoestndar de autoridad," fue la plataforma proclamada de la Reforma y del Protestantismo. LaEscritura y la tradicin, La Biblia como es interpretada por la Iglesia y de acuerdo al unnimeconsentimiento de los Padres," era la posicin y la proclamacin de la Iglesia Catlica. Este fue el

    tema principal en el Concilio de Trento, el cual fue llamado especialmente para considerar laspreguntas que haban surgido y haban forzado la atencin de Europa por los Reformistas.La primera pregunta con respecto a la fe que fue considerada por el concilio fue la

    pregunta implicada en este tema. Haba un poderoso grupo an de Catlicos dentro del concilio,quienes estaban a favor de abandonar la tradicin y adoptar slo las Escrituras, como el estndarde autoridad. Esta opinin fue tan decididamente mantenida en los debates del concilio, que losdelegados del Papa en realidad le escribieron que haba "una fuerte tendencia de dejar totalmentede lado la tradicin y adoptar la Escritura como el nico estndar de autoridad." Pero para haceresto haba que ir evidentemente por un camino muy largo hacia la justificacin de lasreclamaciones de los Protestantes. Por esta crisis se haba desarrollado sobre la porcin ultra-Catlica del concilio, la tarea de convencer a los otros que la "Escritura y la tradicin" era el nicoterreno seguro sobre el cual pararse. Si esto se lograba, el concilio poda ser obligado a emitir undecreto condenando la Reforma, de lo contrario no. El tema se debati da tras da hasta que el

    concilio fue llevado imparcialmente a un estancamiento. Finalmente, despus de un largo e intensoesfuerzo mental, el Arzobispo de Reggio vino al concilio con el siguiente argumento sustancialpara el grupo que se inclinaba por slo la Escritura:

    "Los protestantes proclaman basarse slo en la palabra escrita. Ellos profesan tener slo laEscritura como el estndar de fe. Ellos justifican su rebelin con la excusa de que la Iglesia haapostatado de la palabra escrita y sigue las tradiciones. Ahora, la proclamacin de los Protestantesde que ellos slo se basan en la palabra escrita, no es verdad. Su profesin de tener slo laEscritura como el estndar de fe, es falso. LA PRUEBA: La palabra escrita explcitamente imponela observancia del sptimo da como el da de Reposo. Ellos no observan el sptimo da, sino quelo rechazan. Si ellos verdaderamente tienen slo la Escritura como su estndar, ellos estaranobservando el sptimo da como es impuesto a travs de toda la Escritura. An ms, ellos no slorechazan la observancia del da de Reposo impuesto en la palabra escrita, sino que han adoptado ypractican la observancia del Domingo, por lo que ellos slo tienen la tradicin de la Iglesia.

    Consecuentemente la proclamacin de slo la Escritura como estndar falla y la doctrina deEscritura y tradicin como esencial, est completamente establecida, que los mismosProtestantes sean los jueces."

    [El Arzobispo de Reggio (Gaspar [Ricciulli] de Fosso) dio su discurso en la sesin deapertura de Trento, (la 17ava sesin) convocada de nuevo bajo un nuevo papa (Po IV), el 18de Enero, 1562, despus de haber sido suspendida en 1552, J.H.Holtzman, Canon yTradicin, publicada en Ludwigsburgo, Alemania, en 1859, pagina 263, y dirigida por elArzobispo de Reggio en la 17ava sesin del Concilio de Trento, Enero 18,1562, en Mansi SC,Vol. 33, cols. 529,530. Latn]

    No haba vuelta que darle a esto, porque la propia declaracin de fe de los Protestantesen la Confesin de Augsburgo, en 1530haba admitido claramente que "la observacin del dade Seor" haba sido designado por "la Iglesia" solamente [Esto es la Iglesia Catlica].

    El argumento fue aclamado en el concilio como de Inspiracin solamente; el grupo de

    "slo la Escritura," se rindi; y el concilio unnimemente conden el Protestantismo y toda laReforma como una nica e injustificable rebelin de la comunin y autoridad de la IglesiaCatlica; y procedi, el 8 de abril de 1546, "a la promulgacin de dos decretos, el primero de loscuales, decreta bajo anatema, que la Escritura y la tradicin debern ser recibidas y veneradasigualmente, y que los libros deutero-cannicos [los apcrifos] forman parte del canon de laEscritura. El segundo decreto declar que la Vulgata es la nica versin Latina autntica y estndary le da tal autoridad como para sustituir los textos originales; prohibiendo la interpretacin de laEscritura contraria al sentido recibido por la Iglesia, 'o an contrario al unnime consentimiento delos Padres.' " etc. (7)

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    [Nota (7): Ver el proceder del Concilio; La Confesin de Augsburgo y la EnciclopediaBritnica, articulo Trento, Concilio de]

    Fue la inconsistencia de la prctica Protestante con la profesin Protestante, la que le di ala Iglesia Catlica su largamente buscado y ansiosamente deseado fundamento sobre el cualcondenar al Protestantismo y a todo el movimiento de la Reforma como nicamente una egosta yambiciosa rebelin contra la autoridad de la Iglesia. Y en esta esencial controversia, la clave, la

    expresin principal y culminante de la inconsistencia Protestante, estuvo en el rechazo del da deReposo del Seor, el sptimo da, impuesto en las Escrituras, y en la adopcin y observancia delDomingo como es impuesto por la Iglesia Catlica.

    Y esta es hasta hoy la posicin de los respectivos grupos en esta controversia. Como estedocumento lo muestra, este es hoy el punto esencial sobre el cual la Iglesia Catlica acusa alProtestantismo, y sobre el cual ella condena el rumbo del Protestantismo popular de ser"indefensible, auto-contradictorio, y suicida. (fin de la nota del editor)]

    Si alguno de los reverendos prrocos, quienes estn acostumbrados a rugir tanvociferantemente sobre cada profanacin real o asumida de ese piadoso fraude , el da de Reposo

    Bblico, piensa presentar una protesta contra nuestro lgico y bblico examen de su mascotamestiza [que guardar el Domingo es enseado en la Biblia], podemos prometerles que cualquiertentativa razonable de su parte para reunir el disjecta membra del hbrido y restaurarlo a unaexistencia galvanizada, ser recibido con genuina cordialidad y respetuosa consideracin de

    nuestra parte.Pero podemos asegurarles a nuestros lectores que nosotros conocemos a estos reverendosalladores demasiado bien como para esperar un solitario ladrido de parte de ellos en este caso. Yellos nos conocen demasiado bien para sometersen a la mortificacin de un profundo examen queeste asunto antiescritural traera necesariamente consigo. Su poltica ahora es "postrarse" y ellosestn seguros de adoptarla.

    APENDICE I

    Estos artculos son reimpresos, y este folleto es enviado por los editores, porque proveedesde una innegable fuente y en un tono incierto, la ltima fase de la controversia de laobservancia del Domingo, lo que es ahora, y lo que verdaderamente por algn tiempo ha sido, noslo un asunto nacional con las naciones lderes, sino tambin un asunto internacional. No es que

    estemos contentos de tenerlo; lo estaramos si los Protestantes en todas partes fueran tanconsistentes en la profesin como en la prctica que no pudiera haber espacio posible para que lasrelaciones entre ellos y Roma hayan tomado la forma en la que se encuentran ahora.

    Pero la situacin en este asunto es ahora como esta expuesta aqu. No hay escapatoria aeste hecho. Por lo tanto es el deber de la Asociacin Internacional de Libertad Religiosa hacerconocer tan ampliamente como sea posible la verdadera fase de este gran asunto como ahora seencuentra. No porque estemos complacidos de tenerlo as, sino porque es as, ya sea nosotros ocualquier otro estara o no complacido de tenerlo.

    Es verdad que hemos estado buscando por aos este asunto para asumir precisamente laactitud que ahora hemos asumido, y que est tan simplemente expuesta en este folleto. Le hemosdicho a la gente repetidamente, y a los Protestantes especialmente, y an ms especialmente lehemos dicho a aquellos que abogaban por las leyes del Domingo y por el reconocimiento y elestablecimiento legal del Domingo en los Estados Unidos, que en el camino que estaban

    persiguiendo estaban jugando directamente en las manos de Roma, y que tan ciertamente comotriunfaron, seran inevitablemente llamados por Roma, y Roma en posesin del poder tambin,para darle a ella una explicacin de porqu el Domingo debera ser guardado. Le hemos dicho a lagente por aos, que esto seguramente vendra. Y ahora que ha venido, es slo nuestro deberhacerlo saber tan extensamente como est en nuestro poder hacerlo.

    Se puede preguntar, Porqu Roma no sali tan audazmente con esto antes? Por quesper tanto? -No fue su inters hacerlo antes. Cuando ella se moviera deseaba moverse con poder,y un poder como tal an no lo tena. Pero en sus arduos esfuerzos por el reconocimiento yestablecimiento nacional y gubernamental del Domingo, los Protestantes de los Estados Unidos

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    estuvieron haciendo ms por ella de lo que ella posiblemente pudiera hacer por ella misma en laforma de obtener el poder gubernamental en sus manos. Esto lo saba muy bien, y por lo tanto sloesper. Y ahora que los Protestantes en alianza con ella han logrado esta atrocidad, ella de una selevanta con toda su innata arrogancia y viejo espritu y llama a los Protestantes a darles unarespuesta de su observancia del Domingo. Esto tambin lo hace porque est segura en el poder quelos Protestantes tan ciegamente han puesto en sus manos. En otras palabras, el poder que los

    Protestantes han puesto en sus manos, ahora lo usar para su destruccin. Se necesita alguna otraevidencia para demostrar que elEspejo Catlico (lo cual es el Cardenal y la Iglesia Catlica enAmrica) ha estado esperando por esto, que est expresado en la pgina 21 de este folleto? Porfavor regrese y mire esa pgina, y vea esa cita mencionada por el New YorkHeralden 1874, yque es ahora trado a la luz No demuestra esto claramente que esa declaracin de los obisposMetodistas, el Espejo, todos estos diecinueve aos, han estado aguardando justo un momentocomo este? Y ms de esto, "los Protestantes" encontrarn an muchas ms cosas que han estadotan acumuladas, y que sern an usadas en una forma que los sorprender y confundir.

    Esta al presente, es una controversia entre la Iglesia Catlica y los Protestantes. Como tal,nosotros slo reproducimos estos editoriales del ESPEJO CATOLICO. Los puntos controvertidosson los puntos que son proclamados por "los Protestantes" como a su favor. El argumento es hechopor la Iglesia Catlica, la respuesta recae sobre aquellos Protestantes que guardan el Domingo, nosobre nosotros. Podemos decir sinceramente, "Este no es nuestro funeral." Si ellos no responden,

    ella usar su silencio como su confesin de que tiene razn, y actuar hacia ellos comocorresponde. Si ellos responden, ella usar sus propia palabras contra ellos, y como la ocasinpuede demandar, el poder que ellos han puesto en sus manos. As que, hasta donde a ella leconcierne, si los Protestantes le responden o no, todo le es igual. Y como ella ve sobre ellos deahora en adelante, est claramente manifestado en el desafo hecho en el ltimo prrafo de losartculos reimpresos.

    Slo queda un refugio para los Protestantes. Esto es, tomar su posicin directa ytotalmente de la palabra escrita solamente, la Biblia y solamente la Biblia, y as del dade reposo del Seor. No reconociendo ninguna autoridad sino la de Dios, no llevando sealsino la Suya (Ezequiel. 20:12, 20), obedeciendo Su mandato, y escudados por Su poder, ellostendrn la victoria sobre Roma y todos sus aliados, y se pararn sobre el mar de vidrio,teniendo las arpas de Dios, con las cuales su triunfo ser celebrado para siempre.(Apocalipsis 18, y 15:2-4.)

    No es an demasiado tarde para que los Protestantes se rediman. Lo harn? Semantendrn consistentemente en la profesin Protestante? O van a seguir ocupando laindefensible, auto contradictoria y suicida posicin de profesar ser Protestantes, anparndose en terreno Catlico, recibiendo el insulto Catlico, y soportando la condenacinCatlica? Tomaron ellos sinceramente la palabra escrita, solamente la escritura, como su nicaautoridad y nico standard? O mantendrn la indefensible, auto contradictoria, y suicidadoctrina y prctica de seguir la autoridad de la Iglesia Catlica y de llevar la seal de suautoridad? Guardarn ellos el Da de Reposo de Dios, el sptimo da, de acuerdo a laEscritura? O guardarn el Domingo de acuerdo a la tradicin de la Iglesia Catlica?

    Querido lector, que har Usted?

    APENDICE II

    Desde que fue impresa la primera edicin de esta publicacin, lo siguiente aparecien una editorial en elEspejo Catlico de Dic. 23, 1893:La avidez con que estas editoriales han sido buscadas, y la aparicin de una

    reimpresin de ellas por la Asociacin Internacional de Libertad Religiosa, publicada enChicago, titulada, El desafo de Roma: Porqu los Protestantes guardan el Domingo? yofrecida a la venta en Chicago, Nueva York, California, Tennessee, Londres, Australia, CapeTown, Africa, y Ontario, Canad, junto con la continua demanda, han llevado al Espejo adarles una forma permanente, y as cumplir con la demanda.

    Las pginas de este folleto despliegan al lector una de las ms deslumbrantes

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    contradicciones existentes entre la prctica y la teora del mundo Protestante, no susceptiblede solucin racional alguna, la teora clamando la Biblia como la nica maestra, la cualinequvoca y claramente ordena que el Sbado sea guardado santo, mientras que la prcticaprueba que ellos ignoran absolutamente los inequvocos requerimientos de su maestra, laBiblia, y ocupando terreno Catlico por tres siglos y medio, dado al abandono de su teora,presentndose ante el mundo de hoy como representantes de un sistema de lo ms indefenso,

    auto contradictorio y suicida que pueda ser imaginado.Nosotros creemos que no podemos interesar a nuestros lectores mas que producir elApndice(8) que la Asociacin Internacional de Libertad Religiosa, y una organizacinultra-Protestante, ha aadido a la reimpresin de nuestros artculos. La lectura del Apndiceconfirmar el hecho que nuestro argumento es irrefutable, y que el nico recurso que lesqueda a los Protestantes es ya sea retirarse del territorio Catlico en donde han estadoflexionndose por tres siglos y medio, y aceptar su propia maestra, la Biblia, en buena fe,como tan claramente es sugerido por el escritor del Apndice, y comenzar inmediatamentea guardar el Sbado, el da ordenado por la Biblia desde Gnesis hasta Apocalipsis; o,abandonar la Biblia como su nica maestra, cesar de ser ocupantes ilegales de una vidacontraria a sus propios principios, y sacar las cartas de adopcin como ciudadanos del reinode Cristo en la tierra Su Iglesiay no ser ms vctimas de una auto-engaosa y necesariaauto-contradiccin.

    [Nota:(8)

    Al cierre de esta editorial, el Apndice I de este folleto fue reimpreso en sutotalidad.]Los argumentos contenidos en este folleto estn firmemente basados en la palabra de

    Dios, y habiendo sido estudiados cuidadosamente con Biblia en mano, no dejan escape parala conciencia Protestante excepto el abandono de la adoracin Dominical y el regreso alSbado, ordenado por su maestra, la Biblia, o, sin deseo de abandonar la tradicin de laIglesia Catlica, la cual impone el guardar el Domingo, y lo cual ellos han aceptado enoposicin directa a su maestra, la Biblia, consistentemente aceptarla en todas sus enseanzas.Razn y sentido comn demandan la aceptacin de una u otra de estas alternativas; o elProtestantismo y el guardar el Sbado, o Catolicismo y el guardar el Domingo. Compromisoes imposible.

    Iglesia de Dios Cristiana y BblicaPost Office Box 1442

    Hollister, California 95024-1442

    (831)-637-1875