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EL DESARROLLO DE LA ESCRITUA CAROLINE PAOLINO, VALÉRIE FAUVEL ET ÉTIENNE BERTHAU
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EL DESARROLLO DE LA ESCRITURA CAROLINE PAOLINO, VALÉRIE FAUVEL ET ÉTIENNE BERTHAUT
DEFINICIÓN, EXPERIENCIA Y TRAYECTORIA DENTRO DEL
CÍRCULO ALLAN KARDEC
Como ustedes han podido, o podrán, descubrir en esta revista, el
trabajo de desarrollo de la mediumnidad a través de sesiones
experimentales, para los miembros espíritas invitados por los
espíritus a desarrollar tal o cual facultad, es una de las actividades
internas importantes del Círculo Allan Kardec.
¿Qué es la escritura mediúmnica? Si bien todas las mediumnidades
se complementan y ofrecen una diversidad que permite la riqueza
de posibilidades en la manifestación del más allá, la escritura
mediúmnica es una disposición que permite a los espíritus entregar
mensajes de carácter explícito, igual que la incorporación, la oui-ja
o hasta el sueño magnético.
Así se construyen y firman textos sobre un tema preciso,
planteando una propuesta, una respuesta, una enseñanza, un
conocimiento, una revelación, etc. Y es gracias a estos mensajes que
alimentamos nuestra reflexión y nuestra difusión, por medio de
esta revista, por nuestros libros, por nuestras conferencias, o hasta
por nuestro foro en la Internet (www.le-forum-du-spiritisme.com).
Este enriquecimiento regular del conocimiento espírita nos impulsa
a hablar de un espiritismo reactualizado por estas enseñanzas
suministradas por los espíritus en la línea de los fundamentos
establecidos en su tiempo por Allan Kardec.
En el seno de la asociación, el desarrollo fija su atención
principalmente en dos tipos de escritura mediúmnica: la escritura
intuitiva y la escritura semiautomática. Si bien en ambos casos el
contacto se establece sobre la base de una relación de orden
telepático con el espíritu que se manifiesta, la escritura intuitiva
corresponde ante todo a la percepción de una idea inducida por el
espíritu, el médium utiliza luego sus propias palabras para escribir
sobre el papel lo que el espíritu quiere expresar.
En cuanto a la escritura semiautomática, se apoya en una situación
algo más avanzada, pues más allá de la idea, son palabras, e
incluso frases, lo que el espíritu inspira directamente y que el
médium entonces no hace más que transcribir. En los dos casos, el
médium está muy presente y el mensaje pasa por el filtro de su
cerebro, de su conciencia que es impresionada por la idea o las
palabras provenientes del autor desencarnado.
No obstante, en los hechos se comprueba que el límite entre las dos
mediumnidades sigue siendo difuso. Pues, según la persona en
cuestión, sus predisposiciones o su estado del momento, también
según el estado de su desarrollo y el progreso de su mediumnidad,
la escritura podrá ser puntualmente más de una que de otra y
viceversa. A veces las dos pueden estar más o menos mezcladas, y
finalmente la persona ya no sabe decir si son ideas o palabras lo
que percibe de parte del espíritu.
En forma general, diremos que un desarrollo en escritura puede
comenzar con escritura intuitiva, luego continuar naturalmente en
semiautomática, para llegar mucho más tarde, si todo va bien y si
existen las predisposiciones, al automatismo de la escritura
llamada automática o directa. En este último caso, la conciencia del
médium está como en cortocircuito, se encuentra un poco en estado
segundo, y las palabras y las frases no tienen tiempo de pasar por
su cerebro pues el espíritu expresa directamente sus palabras
tomando posesión de la mano.
Por lo demás, como toda mediumnidad, el desarrollo de la
escritura es con mucha frecuencia un recorrido largo, difícil e
incierto, y que exige obligatoriamente la presencia de un grupo
constituido, armonioso y consciente de las dificultades y los riesgos
que eso engendra.
La experiencia del Círculo Allan Kardec en los últimos tres decenios
muestra que los principales escollos y dificultades encontrados
siguen estando asociados a lo humano, es decir a los propios
médiums principiantes. La transparencia obliga a decir que
realmente se han enfrentado numerosos fracasos —una buena
decena en total— con médiums que se iniciaban en escritura, que
desdichadamente nunca dieron resultado y que hoy no forman
parte de la asociación sino como miembros adherentes.
El retroceso ha permitido analizar algunas causas: falta de
seriedad, falta de regularidad, miedos excesivos, evasión ante los
obstáculos y las responsabilidades, impaciencia, pero también falta
de reflexión, de espíritu crítico, de cuestionamiento, es decir,
orgullo. Hoy en día, si bien nadie está al abrigo del fracaso y si el
retroceso siempre impone prudencia y pragmatismo, parece
establecerse una nueva dinámica pues recientemente y casi al
mismo tiempo, han sido revelados por los espíritus tres nuevos
desarrollos posibles en escritura. Son estos tres desarrollos en
curso los que les presentaremos, a través de nuestras respectivas
trayectorias.
Testimonio de Caroline (París) Miembro del Círculo Allan
Kardec desde 2003, recibí tres años más tarde, durante una sesión
espírita donde los espíritus y los humanos se encuentran para vivir
plenamente la comunicación, el siguiente mensaje, firmado por mi
guía: “(…) Para estar presente y para llegar a ser tú misma en el
recuerdo revelado a la memoria consciente, también estoy presente
y amoroso. Estoy para tomarte la mano pues esta mano puede
recibirnos. Estoy para invitarte a la escritura. (…) Vengo para
escribirte, mi protegida, cada semana rodeada de tus amigos,
ejerce la escritura semi-automática. (…) Desde esta sesión y desde
tu regreso, vamos, tú vas a emprender el profundo recorrido del
olvido progresivo de ti misma en provecho de nuestro mensaje. Veo
de antemano tu sorpresa, mi protegida, pero para mí y para el
mundo del más allá, es dichoso establecer esta revelación”. Como
esto fue dicho repetidas veces, dejamos a los espíritus la
oportunidad de revelar a uno u otro de nosotros nuestras
elecciones anteriores que corresponderán a misiones trabajadas,
desarrolladas y compartidas en esta vida. En efecto, ¡cuál no sería
mi sorpresa al verme invitada a trabajar una mediumnidad semi-
automática! Sorprendida y al mismo tiempo un poco angustiada…
Pues convertirse en médium es ante todo hacerse permeable al
mundo de los espíritus que nos rodean, en su totalidad, es decir
recibir los buenos espíritus así como los malos, los guías como el
bajo astral.
Es importante detenerse un instante en este aspecto de las cosas
para medir su gravedad, pues abrir paso a los espíritus es aceptar
también desnudarse y convertirse en su herramienta, su
mensajero. Pero no olvidemos que esta invitación puesta a mi
consideración en 2006, no era de hecho más que la llamada de mi
elección anterior, es decir, de las decisiones que había tomado en
conciencia mientras permanecía en el más allá antes de mi regreso
a la carne. Entonces, trabajar esta mediumnidad será también para
mí el camino de mi equilibrio, la vía de mi desarrollo, pues eso era
lo que yo había decidido.
Una vez pasadas la sorpresa y la aprensión, tomé un lápiz y una
hoja blanca y, acompañada por un grupo a cada lado, traté de
escribir lo que me pasaba por la cabeza. Las primeras sesiones
fueron difíciles, pues se trataba para mí de evacuar mi angustia
escribiendo palabras que me tranquilizaran. Me preguntaba si iba
a escuchar a alguien hablar dentro de mi cabeza, o en mi oído, si mi
mano sentiría algo. De hecho, no hubo nada de eso. En el transcurso
de las semanas, algunas frases habían sucedido a las palabras
aisladas y ya me pasaban ideas por la cabeza, ideas que no tenía en
mente antes de la sesión ni durante el día. De sesión en sesión
vinieron párrafos, alguna vez una firma.
Hoy, después de dos años y medio de trabajo, consigo escribir
textos coherentes. Estoy totalmente consciente de lo que escribo. A
veces tengo la impresión de recibir la idea general de un espíritu;
en otros casos se trata de expresiones precisas que me llegan muy
claramente. Siento hormigueos en mi mano y pienso a veces en un
espíritu en particular. Las ideas me llegan bastante rápido y mi
mano tiene deseos de escribir.
Cada sesión experimental es para mí una aventura, en el sentido de
que los temas abordados y las sensaciones siempre me sorprenden.
Aclaro que, fuera de las sesiones, no vivo nada extraño en mi vida
cotidiana: nada de apariciones, sensación de presencias, de flash u
otro fenómeno.
En Octubre de 2007 tuve la oportunidad de recibir el estímulo de
un espíritu por mi desarrollo; éste se expresó en estos términos:
“Sigue tu trabajo sin miedo y con toda confianza, pues, en efecto,
progresivamente, el espíritu, los espíritus percuten e influencian tu
intelecto con sus palabras, sus ideas, sus mensajes. Así, y con la
progresiva supresión de tu ego, el más allá se manifiesta”. Es
igualmente evidente e indispensable que mi propio inconsciente
llegue a desahogarse, para no parasitar.
Es por esta razón que trabajamos primero en fase experimental, sin
presión, sin temor, para permitirle al ser evacuar lo que debe en un
clima de confianza. Por mi parte, la meta no es ir rápido sino sobre
todo trabajar bien.
El desarrollo de una mediumnidad necesita varios años de
entrenamiento y regularidad. Me empleo sin precipitación y con
confianza. También es muy importante detenerse en el papel de la
asociación, en el acompañamiento de este trabajo. En efecto, en el
Círculo contamos con médiums operativos y experimentados que,
por el número de años pasados bordeando el más allá en sus
múltiples facetas y manifestaciones, son fuente de compartir, de
consejos y de experiencia.
Tengo la suerte de efectuar mis sesiones experimentales escoltada
por personas competentes, que conservan la perspectiva necesaria
para analizar los textos producidos y que saben, por haber
acompañado a otros médiums, si las sensaciones de las que doy
testimonio indican que voy por buen camino. Estar escoltado es una
suerte que no conocen los médiums que trabajan en soledad, a
veces con miedo, o en forma oculta.
Testimonio de Valérie (Oslo – Noruega) En enero de 1990
me uní al Círculo Allan Kardec de Nancy, compartiendo así con un
grupo una filosofía que nunca he abandonado. En 2001, acepté una
invitación de los espíritus para mudarme con mi familia a Noruega
para constituir una filial y hacer descubrir el espiritismo a través
de su historia y de su realidad actual vivida en nuestra asociación
francesa. En el grupo noruego no hay ningún desarrollo
mediúmnico en curso. Espírita desde hace más de 16 años, pensaba
al principio que nunca desarrollaría un potencial mediúmnico pues
los espíritus me hubieran invitado antes. Por otra parte, ninguno
de los acontecimientos de mi pasado me hacía pensar en tal
perspectiva. Y sin embargo, en el mes de agosto de 2006, fui presa
de un fuerte deseo de escribir, de ponerme delante de una hoja
blanca y de esperar. Hubo un verdadero caos en mi cabeza, yo, que
como todos los espíritas consecuentes me esfuerzo por decir que el
espiritismo no es peligroso pero que una mala práctica puede serlo
y que es preciso no jugar al aprendiz de brujo, me sorprendí
tratando de recibir al espíritu. Yo, que no aspiraba convertirme en
médium, que conocía la belleza pero también la dificultad, trataba
de comunicarme con el más allá. Enseguida me negué a ceder a
aquel impulso que sentí orgulloso y oportunista y que hubiera
facilitado a nuestros simpatizantes noruegos la práctica de la
comunicación espírita. Varias veces este pensamiento me impidió
dormir (algo que no es habitual en mí) y me preguntaba si estaría
perdiendo la razón. Esperé mi reencuentro con los espíritus en el
octubre siguiente durante una sesión espírita para que me
iluminaran. De hecho, en octubre de 2006, una madre de una vida
anterior se manifestó en escritura automática en estos términos: “Y
tú, mi hija de antaño, descubrirás una nueva fuerza, esperada,
quien hará de ti la médium de Noruega”. Esta revelación me
trastornó por las razones invocadas más arriba. Ahora sé que estoy
completamente lúcida y que mi vida ciertamente va a cambiar. A
pesar de una angustia verdadera, deseo convertirme en una buena
intermediaria en estos extraordinarios encuentros entre el hombre
y el espíritu.
Cuatro días después de esta revelación, Gabriel Delanne se
manifestó, era 20 de octubre: “Hija mía, un guía de este círculo, un
guía que en su tiempo estuvo muy cerca del estudio de la
mediumnidad, viene a ti por una razón primordial. Esa razón es el
apaciguamiento. Mi espíritu viene a traerte mi certeza, viene
traerte la calma y la serenidad. (…) Hoy, en esta sesión, hay una
revelación, esta revelación es una posibilidad, yo añadiría que una
certeza que servirá, oh, cuánto, en la filial, dentro de la cual uno y
otro difunden una verdad espírita. Esta revelación no debe
comprometer ni engendrar dificultades. Estoy presente para darte
otra energía, la de mi certeza, la de la presencia de tu guía, la de la
presencia de Allan Kardec y te doy esta fuerza que te permitirá
rápidamente recibir al espíritu, recibir el mundo de los espíritus de
manera semi-automática. Yo calificaría de inspiración esta
mediumnidad, sí, mis caros amigos, en un primer tiempo
hablaremos de escritura inspirada que, con el tiempo, y
progresivamente, tomará el aspecto de escritura semiautomática.
Ya hay un trabajo que hacer, ya hay un camino que emprender y
sabrás hacerlo, y sabrás llamar a mi espíritu sin vacilar. ¡Que seas
feliz!” En efecto, soy muy feliz con este mensaje, pues responde a
mis interrogantes en cuanto a la naturaleza de la mediumnidad y a
su desarrollo. Me trae, además del apoyo y la experiencia de mis
amigos espíritas, la de los espíritus. Con deseo teñido de aprensión,
intenté entonces al día siguiente una primera sesión experimental,
rodeada por unos ocho espíritas. Llegó una primera palabra luego
de ideas sin relación con ella. Las expresé en frases. Ese primer
ensayo no fue mediúmnico, tuvimos la confirmación.
La mediumnidad responde a un desarrollo que debe llevar
progresivamente al abandono de los pensamientos parásitos, al
olvido de sí mismo, a la ausencia de pensamientos que emanan del
inconsciente: se necesita pues trabajo y tiempo. Un día después,
repetí la experiencia: nacieron algunas frases de ideas recibidas y
terminaron con una firma. Para mi gran alegría, Gabriel Delanne
vino ese mismo día a confirmar en sesión de oui-ja el origen
mediúmnico de ese mensaje. En esa visita siguieron otras sesiones
experimentales, luego de vuelta en casa, me ejercito todas las
semanas. La dificultad en la mediumnidad intuitiva consiste en
separar lo que procede de mí, de mis propios conocimientos o de mi
inconsciente, y lo que verdaderamente me es inspirado.
No tengo sensación particular ni manifestación física que me
indique la presencia de los espíritus. Siento apenas una mayor
soltura en la redacción y el encadenamiento de las ideas, cuando de
ordinario mi escritura es laboriosa, lenta, poco clara, y sujeta a
múltiples correcciones (¡este testimonio me tomó ocho horas!).
Algunos escritos han sido invalidados y otros confirmados gracias a
la intervención de un espíritu en otra sesión realizada por un
médium operativo o por la clarividencia de esos mismos médiums.
Ejemplo de mensajes mediúmnicos recibidos: —“Una araña teje su
tela lenta y progresivamente, y con tanta seguridad como corre el
tiempo. Esta metáfora, introducción a mis palabras para
expresarles mi desagrado por ver reaparecer los demonios de
antaño. (…)
Me sublevo también contra los acontecimientos tibetanos, israelíes,
palestinos, afganos e iraquíes, pruebas todavía de la voluntad
colonizadora o de la injerencia de ciertos Estados, notamos que a
menudo son los mismos, en los asuntos mundiales. El final es
soltado, asuntos petroleros, territoriales, geográficos, qué sé yo. Los
pueblos se doblan bajo el yugo insolente de las economías llamadas
de mercado. Mercado de bobos. Oigan el ruido de las armas, los
cuerpos que caen, las lágrimas de las madres, los gritos de los
mutilados, de los torturados, de los prisioneros. En esta sesión seré
camarada de nuestro combate por la Paz. Hasta la vista. Mis
pensamientos para Michel y Laetitia que aseguro de mi presencia”.
Louis Aragon —“Me place afirmar y revelar en estos lugares mi
supervivencia al diapasón de vuestras conciencias. Habéis sabido
sentirme y ofrecerme vuestro coro y os agradezco por eso. Todavía
y siempre deseo el canto de la emoción y regresaré para
transmitirlo. Adoro este posible adelantamiento de las fronteras
del alma (…)” Luciano Pavarotti “Recibid mis buenos días y
escuchad la felicidad de una liberación alcanzada.
Fueron numerosos los que vuestro acto amoroso supo impulsar
hacia la luz. En mi más allá, más allá de las fronteras de la muerte,
prosigo mi misión de ayuda a los más desposeídos (…)” Madre
Teresa
Testimonio de Etienne (Toulouse) Adherente en la
Asociación desde abril de 2001, fue casi dos años más tarde que los
espíritus me invitaron, primero, a desarrollar la clarividencia
simple y mediúmnica (ver artículo sobre las clarividencias en esta
revista). Durante varios años, a partir de fotos, me esforcé entonces
por trabajar el olvido de mí mismo, lo cual —más tarde lo
comprendería— me permitió poco a poco ejercitarme en la
telepatía con el más allá, recibiendo así imágenes, sensaciones,
ideas y más raramente palabras, relacionadas con la persona de la
foto. Este desarrollo se hizo con cierta dificultad debido al hecho de
la ausencia, en esa época, en Toulouse donde vivo solo, de una filial
de pleno derecho, y sobre todo de miembros que permitieran
organizar sesiones experimentales con un grupo constituido. Poco
tiempo después del comienzo de mi trabajo en clarividencia, se creó
la filial de Toulouse por invitación de los espíritus en contra mía, lo
cual permitió tener para el Círculo una representación en el
suroeste y difundir el espiritismo como nuestra primera misión.
Habiendo tenido la dicha de encontrar a mi compañera igualmente
espírita en la asociación, ésta se reunió conmigo más tarde en
Toulouse, luego poco a poco otras personas se adhirieron a nuestra
pequeña filial naciente. Formamos así un grupo armónico, lo cual
permite organizar sesiones regulares de trabajo rodeados por
espíritas atentos. Eso en cuanto al contexto. Fue en marzo de 2006,
con motivo de una sesión espírita en las alturas de Chamonix y a la
cual estaba invitado, cuando mi guía se dirigió a mí en un mensaje
recibido en escritura por un médium desarrollado, expresando su
presencia bondadosa, protectora, y amorosa: “(…) Tengo la
inmensa alegría que pocos guías conocen de poder llegar a tu
corazón, a tu espíritu, y en esta sesión que se añade a las
precedentes, vengo a escribirte la dicha de una realización, vengo
escribirte la apertura de tu espíritu a nuestro mundo vivo y
vibrante bajo tus dedos. Vengo a alentarte, y más que eso, vengo a
invitarte, en esta sesión, sobre las alturas del espíritu allí donde la
frontera entre nuestros dos mundos es tenue, vengo a invitarte a
escribir, es decir a recibir nuestro pensamiento de manera
telepática. Sé feliz, tú a quien protejo, tú que difundes la idea
espírita en otros lugares sobre el planeta de los hombres”. Como lo
había sido la clarividencia más de tres años antes, esta nueva
revelación fue toda una sorpresa para mí. Como Caroline y Valérie,
yo nunca había aspirado a convertirse en médium y la alegría de
esta revelación dio lugar a una suerte de pequeño pánico, pues me
di cuenta muy rápido de lo que eso podía significar. Conociendo las
dificultades de la mediumnidad, teniendo conciencia de los posibles
escollos, entreviendo también las esperanzas que eso podía
representar, tanto para los espíritus como para la filial tolosana,
comprendí súbitamente la responsabilidad y el compromiso que
eso implicaba para mí, pues no deseaba en absoluto decepcionar
tanto a los espíritus y los espíritas como a mí mismo. No siendo de
naturaleza confiada, todos esos pensamientos entrechocaban
rápidamente dentro de mi cabeza, generando una cierta angustia,
calmada rápidamente por los consejos y las palabras
tranquilizadoras de los médiums y los espíritas más antiguos…
Después de discutirlo con los médiums, se comprobó que se trataba
de escritura semi-automática. Me replantee entonces el trabajo en
clarividencia efectuada hasta ese momento, calculando que
probablemente éste era muy necesario para ejercitarme ya en la
perspectiva progresiva del trabajo a realizar en escritura. En
efecto, los espíritus nos conocen mejor que nosotros mismos y
saben revelarnos, en el momento más apropiado, las elecciones que
hemos efectuado antes de nuestra reencarnación. Algunos días
después de esta revelación, aprovechando el ambiente propicio de
la sesión espírita, me ejercité entonces con una cierta aprensión,
pero en esas tentativas no “capté” ninguna idea en particular y,
aparte de apenas una o dos palabras aisladas procedentes de mi
inconsciente, no escribí nada sobre el papel. De regreso en
Toulouse, las primeras sesiones fueron difíciles y muy rápido puse a
un lado la clarividencia para dedicarme exclusivamente a la
escritura. El descubrimiento de la escritura fue para mí el
aprendizaje de otra forma de trabajar, allí ya no hay soporte (como
la foto), sobre el que pudiera “pescar”, lo cual fue muy
desconcertante para mí. El objetivo principal es conseguir hacer el
vacío en uno mismo, no pensar más por sí mismo, olvidar lo más
posible, para dejar el lugar a las ideas y las palabras provenientes
directamente del espíritu. Poco a poco, traté de adquirir una forma
de proceder, tomando el tiempo, por ejemplo justo antes de la
sesión, para hacer algunos minutos de relajación con respiraciones
lentas para liberarme lo más posible de mis pensamientos del
momento. Y, como antes en clarividencia, pensaba en mi guía para
ayudarme y relajarme. Entonces, poco a poco, semana tras semana,
mes tras mes, las cosas llegaron gradualmente y de sesión en
sesión, algunas palabras, luego a veces algunas frases cortas que
venían a inscribirse bajo mi mano. De vez en cuando ocurría que no
era un “buen día” y ¡no pasaba nada! Pero escribir es ya algo
bueno, poco importa por ahora saber si realmente es mi
inconsciente o los espíritus, ya es importante que no haya bloqueo.
Con el transcurrir de las sesiones, y a lo largo de más de un año y
medio, los escritos se encadenan y proponen mensajes un poco más
completos y construidos, con temáticas diferentes. Algunas veces
hay una firma (o por lo menos la idea recurrente de una identidad
que se impone a mi espíritu), sin prejuzgar que el mensaje pueda
ser mediúmnico. Cada vez, hacemos con el grupo el análisis critico
de lo que está escrito, viendo enseguida lo que puede venir de mi
inconsciente, es decir de mí mismo a través de preocupaciones
diversas, de pensamientos influenciados por la actualidad por
ejemplo, etc. Cuando no sabemos, somos siempre muy prudentes en
la interpretación que damos y de vez en cuando los escritos se
entregan a los médiums más
antiguos del Círculo quienes, por clarividencia, sabrán indicar el
carácter mediúmnico o no del mensaje. Esta forma de actuar es
común a nosotros tres, lo cual ofrece una seguridad que garantiza
la autenticación o no del mensaje sin que los espíritus tengan
sistemáticamente que intervenir, y permite por supuesto,
compartir con ellos consejos, indicaciones y recomendaciones en
relación con su larga experiencia. A los tres, con Caroline y Valérie,
también nos encanta compartir regularmente nuestras vivencias y
experiencias, lo cual nos permite “apoyarnos moralmente” dentro
de las dificultades encontradas, ¡para estar finalmente un poco
todos juntos en la misma clase! Durante mis ejercicios, me ocurre
que en raras ocasiones siento presencias, sin que por ello sepa
identificarlas. En cuanto a las palabras o simplemente las ideas que
me vienen al espíritu y a las que vuelvo a dar forma con mis propias
palabras (la tenue frontera entre las escrituras intuitiva y semi-
automática), la gran dificultad está en saber separar lo que viene
de mí de lo que viene de los espíritus, pues si comparo dentro de lo
vivido un mensaje proveniente de mi inconsciente y otro
proveniente de los espíritus, la comprobación es que de momento
no siento realmente ninguna diferencia en la percepción del
pensamiento asociado que se me ha impuesto. Otra gran dificultad
—quizás la más grande hoy en día para mí— es saber hacer el
vacío, olvidar completamente, es decir que mi propia conciencia se
borre, pues todavía no he encontrado un “método” o forma de
hacerlo que me permita ser más transparente para que el espíritu
percuta mi conciencia. Quizás allí reside finalmente todo el
aprendizaje de la mediumnidad. De manera regular siento también
como adormecimiento o picor en mi antebrazo y mi mano, más o
menos intensos según las sesiones, yendo desde raras ocasiones
hasta una cierta molestia, incluso ligero dolor, que me obligan a
sacudir el brazo después de la sesión para aflojarlo. Si la mayoría
de mis escritos ha sido hasta ahora producto de mi inconsciente,
algunos han sido confirmados como procedentes de los espíritus.
Dos extractos: —“Soy llevada por el cielo hacia la luz. He seguido el
camino de la paz, ayudada por vuestras conciencias y vuestros
fluidos. Me he equivocado por ingenuidad o por ignorancia. No es
tan fácil hacer pasar un mensaje. Estoy cansada y sin aliento.
Necesito descanso. No sentí venir el peligro. Agradezco vuestra
acción y vuestros sentimientos”. Benazir Bhutto, poco tiempo
después de su asesinato. Se realizó una cadena de pensamiento por
su intención, para liberarla de la posible turbación de su muerte
brutal. —“Llevadas por el viento de la paz, vuestras almas se
reúnen en la comunión espírita. Desde el más allá sigo recibiendo
vuestros fluidos. No tengáis miedo de amar a vuestro prójimo. Los
lobos nacen y mueren, pero el amor permanece. De vuestra misión
depende la salvación de una humanidad que sufre. (…) No estoy allí
por nada. Soy el hombre que ha luchado por una misma idea, por
un mismo fin, a pesar del tiempo, el de Dios y del amor que reúne a
los pueblos”. Jean Jaurès
Conclusión A la vista de nuestros tres testimonios sobre una misma
mediumnidad desarrollada dentro del Círculo, la diversidad de los
individuos pone en evidencia recorridos diferentes o situaciones
diferentes, indicando que finalmente ninguna mediumnidad se
parece a otra. Las dificultades no son las mismas, las sensaciones,
los resultados, el progreso, la propensión a olvidarse de sí mismo,
la facilidad de la escritura, la personalidad y el entorno del médium
en desarrollo, etc., estos son otros tantos parámetros de
ponderación que pueden variar según criterios que es imposible
controlar. Cada desarrollo es pues específico e imprevisible,
pudiendo así tomar desde algunos meses hasta varios años,
característico de la misma riqueza humana, y lo que aplicable a
uno no lo será forzosamente para otro. De manera general y por
experiencia en la Asociación, cuando el desarrollo es llevado a su
término, los espíritus no hablan más de experimentación, sino que
indican el carácter operativo de la mediumnidad, expresando así la
capacidad del médium para recibir a los espíritus de manera fiable
y sistemática. Pero, en todos los casos, para poner de su lado todas
las oportunidades de éxito, es una constante mantener al espíritu
dentro de estas múltiples facetas de la experimentación espírita (y
por otra parte, como en todo desarrollo de facultad mediúmnica),
se trata de regularidad y paciencia, de conciencia y reflexión, tanto
de confianza como de humildad. Tratamos de hacer de estas
prerrogativas nuestra brújula y el guión de nuestro trabajo actual
de desarrollo, para que un día, por supuesto que lo deseamos, los
espíritus puedan manifestarse por nuestra mano con toda
autenticidad.
LE JOURNAL SPIRITE N° 75 ENERO 2009