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EL DIALECTO ESPAÑOL DE RÍO SABINAS VESTIGIOS DEL ESPAÑOL MEXICANO EN LUISIANA Y T E X A S Dentro del territorio norteamericano, existen varios dialectos del español, entre los que sobresalen las variantes de origen me- xicano, puertorriqueño, cubano y centroamericano, además de los núcleos pequeños pero importantes de colombianos y domini- canos en Nueva York, de hondurenos en Nueva Orleans, de ni- caragüenses en Miami, etc. Al margen de estos grupos de impacto mayor, existen otras agrupaciones hispanoparlantes cuyo compor- tamiento lingüístico se lleva a cabo en ámbitos aislados, y que no afectan en lo más mínimo a las principales variedades del español norteamericano. Podemos señalar las comunidades sefardíes de Nueva York, Seattle y otras ciudades, y el español vestigial de los isleños del estado de Luisiana, descendientes de pobladores ca- narios que arribaron a Nueva Orleans hacia fines del siglo VIII 1 . 1 El estudio principal sobre el dialecto isleño es de RAYMOND MACCURDY, The Spanish Dialect in St. Bernard Parish, Louisiana, University of New Mexico, Albuquerque, 1950; también "Los isleños de la Luisiana: supervivencia de la lengua y folklore canarios", AEAtl, 21 (1975), 474-591; " A Spanish word- list of the «brulis» dwellers of Louisiana", H, 42 (1959), 547-554. Véanse tam- bién SAMUEL ARMISTEAD, "Romances tradicionales entre los hispanohablantes del estado de Luisiana", NRFH, 27 (1978), 39-56; "Más romances de Luisia- na", ibid., 32 (1983), 41-54; BEATRIZ VÁRELA, "Isleño and Cuban Spanish", Perspectives on Ethnicity in New Orleans, 2 (1979), 42-47; JOSEPH GUILLOTTE, Mas- ters of the Marsh: an Introduction to the Ethnography of the Isleños of Lower St. Bernard Parish, Louisiana, University of New Orleans, New Orleans, 1982; JOHN LIPS- KI, "The isleño dialect of Louisiana and its importance for historical dialecto- logy", Southwest Journal of Linguistics, de próxima aparición; "Reducción de /s/ y Ini en el español isleño de Luisiana", Revista de Filología de La Laguna, de próxima aparición; "Language contact phenomena in Louisiana isleño Spa- nish", HiJ, de próxima aparición.

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E L D I A L E C T O ESPAÑOL DE RÍO SABINAS V E S T I G I O S D E L E S P A Ñ O L M E X I C A N O

E N L U I S I A N A Y T E X A S

D e n t r o del t e r r i t o r i o nor teamer i cano , existen varios dialectos del español, entre los que sobresalen las var iantes de or igen me­x i c a n o , puertorriqueño, cubano y centroamer i cano , además de los núcleos pequeños pero impor tantes de co lombianos y d o m i n i ­canos en N u e v a Y o r k , de hondurenos en N u e v a Or leans , de n i ­caragüenses en M i a m i , etc. A l margen de estos grupos de impacto m a y o r , existen otras agrupaciones hispanoparlantes cuyo compor­t a m i e n t o lingüístico se l leva a cabo en ámbitos aislados, y que no afectan en lo más mínimo a las pr inc ipales variedades del español n o r t e a m e r i c a n o . Podemos señalar las comunidades sefardíes de N u e v a Y o r k , Seattle y otras ciudades, y el español vestigial de los isleños del estado de L u i s i a n a , descendientes de pobladores ca­nar ios que a r r i b a r o n a N u e v a Or leans hacia fines del siglo V I I I 1 .

1 E l estudio principal sobre el dialecto isleño es de RAYMOND MACCURDY, The Spanish Dialect in St. Bernard Parish, Louisiana, Univers i ty of New Mexico , Albuquerque , 1950; también " L o s isleños de la Luis iana: supervivencia de la lengua y folklore canarios" , AEAtl, 2 1 ( 1 9 7 5 ) , 4 7 4 - 5 9 1 ; " A Spanish word-list of the «brulis» dwellers of Lou is iana" , H, 42 (1959 ) , 547-554 . Véanse tam­bién SAMUEL ARMISTEAD, "Romances tradicionales entre los hispanohablantes del estado de L u i s i a n a " , NRFH, 27 ( 1 9 7 8 ) , 3 9 - 5 6 ; " M á s romances de Luisia­n a " , ibid., 32 (1983 ) , 41 -54 ; BEATRIZ VÁRELA, "Isleño and Cuban Spanish" , Perspectives on Ethnicity in New Orleans, 2 (1979) , 42 -47 ; JOSEPH GUILLOTTE, Mas­ters of the Marsh: an Introduction to the Ethnography of the Isleños of Lower St. Bernard Parish, Louisiana, Univers i ty of New Orleans, New Orleans, 1982; J O H N LIPS-K I , " T h e isleño dialect of Louisiana and its importance for historical dialecto­l o g y " , Southwest Journal of Linguistics, de próxima aparición; "Reducción de /s/ y Ini en el español isleño de L u i s i a n a " , Revista de Filología de La Laguna, de próxima aparición; "Language contact phenomena i n Louisiana isleño Spa­n i s h " , HiJ, de próxima aparición.

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E l dialecto español de T a m p a , una mezcla de elementos cubanos y peninsulares del siglo x i x , ha sido arro l lado por la masiva i n ­migración cubana de las últimas décadas; ha sucedido lo m i s m o con el dialecto cubano decimonónico de Cayo Hueso 2 . Q u e d a otro grupo , completamente desconocido fuera del área de residen­cia, y cuyas características lingüísticas hasta hace m u y poco no figuraban en ningún estudio. Estos i n d i v i d u o s de habla hispana se encuentran sobre las dos riberas del R í o Sabinas (Sabine R i ­v e r ) , en la parte norocc idental de L u i s i a n a (parroquias de Sabine y Natchitoches) y en la zona n o r o r i e n t a l de Texas (condado de Nacogdoches) ; el español que hab lan se di ferencia tanto del d ia ­lecto isleño de L u i s i a n a como de las variedades contemporáneas del español texano, aunque comparte los antecedentes de esta úl­t i m a categoría 3 . E n lo que va a continuación, esbozaremos u n a descripción de este grupo insólito enclavado en t e r r i t o r i o anglo-par lante , e intentaremos ub icar el dialecto dentro de u n marco dialectológico de m a y o r a m p l i t u d .

Los principales lugares de residencia de los ind iv iduos ya m e n ­cionados son: en L u i s i a n a , cerca de las aldeas de Zwo l l e y Noble ( p a r r o q u i a de Sabine) y en la c o m u n i d a d de Spanish L a k e , cerca

2 D . LINCOLN CANFIELD, " T a m p a Spanish: three characters in search of a p r o n u n c i a t i o n " , MLJ, 35 (1951 ) , 42 -44 ; THEODORE BEARDSLEY, J R . , " I n ­fluencias angloamericanas en el español de Cayo H u e s o " , Exilio, 6 (1972) , núms. 4 1 / 7 , 87 -100 .

3 L a única referencia a estos grupos hecha por u n lingüista es de ARMIS-TEAD, " M á s romances . . . " , pp. 41 -42 ; " U n corrido de la muerte de Madero cantado en L u i s i a n a " , ALM, 20 (1982 ) , 379-387 ; " T h r e e Spanish dialects in L o u s i a n a " , manuscrito inédito, Univers i ty of Cal i fornia Davis; " A d i v i n a n ­zas españolas de L o i s i a n a " , en DÁMASO ALONSO, DIEGO GARCÍA, RAFAEL LA-PESA (eds.), Homenaje a Alvaro Galmés de Fuentes, Gredos, M a d r i d , 1985, t . 2, pp. 251-262 ; véase también S. ARMISTEAD y H . GREGORY, "French loan words in the Spanish dialect of Sabine and Natchitoches Parishes", Louisiana Folklife, 1 0 ( 1986 ) , 21 -30 . H a n surgido otros comentarios en torno a la existencia de individuos de habla hispana en el área del Río Sabinas; por ejemplo DONALD SEPULVADO, " F o l k cur ing in a Spanish c o m m u n i t y " , Louisiana Folklife News­letter, 2 ( 1 9 7 7 ) , n u m . 1 ; JOSÉ MONTERO DE PEDRO, Españoles en Nueva Orleans y Luisiana, C u l t u r a Hispánica, M a d r i d , 1979, pp. 1 2 0 - 1 2 1 ; CARLOS FERNÁN­DEZ SHAW, Presencia española en los Estados Unidos, C u l t u r a Hispánica, M a d r i d , 1972, pp. 344-346; FRANCIS ABERNATHY, " T h e Spanish on the M o r a l " , en The Bicentennial Commemorative History of Nacogdoches, Nacogdoches Jaycees, Nacog­doches, 1976, pp. 21 -33 ; T . L Y N N SMITH y HOMER H I T T , The People of Loui­siana, Louisiana State University , Baton Rouge, 1952, p. 47 ; HIRAM GREGORY y JAMES M C C O R K L E , LOS Adaes: Historical and Archaeological Survey, Northwes­tern State Univers i ty , Natchitoches, 1 9 8 1 .

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del pueblo de Robe l ine ( p a r r o q u i a de Natchi toches) ; en Texas, en la c o m u n i d a d de M o r a l , unos kilómetros a l oeste de Nacogdo-ches; es posible que queden otras personas de hab la hispana más cerca de la f rontera estatal, en el condado de San Agustín. A u n más que en el caso de los isleños, ha desaparecido el i d i o m a espa­ñol en la zona del R í o Sabinas; no quedarán más de unos 50 i n d i ­v iduos en cada estado que hab lan el i d i o m a con so l tura , y ta l vez la m i t a d son verdaderos hablantes nativos con plenas capa­cidades 4 . Aparentemente existen otras personas que poseen unos conoc imientos pasivos del español, en que pueden reconocer pa­labras y frases sueltas, pero que no pueden sostener u n a conver­sación en castellano; por lo t a n t o , n i s iquiera l legan al n i v e l del 4 ' h a b l a n t e a m e d i a s " 5 . Los i n d i v i d u o s de hab la hispana figuran entre los residentes de más edad; los más jóvenes t ienen más de 60 años, y los más ancianos sobrepasan los 100 años de edad. Igua l que con los isleños, el i d i o m a español desapareció en la zona del R í o Sabinas en el transcurso de poco más de u n a generación, por razones s imi lares .

Los hispanoparlantes del noroccidente de L u i s i a n a se carac­ter i zan p o r u n a v i d a m u y sencilla, que consiste en la caza y la cr ianza de pequeños animales , la ta la de madera y en escala me­n o r , el c u l t i v o del algodón. A u n hoy en día, algunos de los h a b i ­tantes más viejos v i v e n en casas de " p a l o " que carecen de luz eléctrica y tubería de agua; u t i l i z a n la leña para la cocina y la ca­lefacción, y dependen de la crianza de puercos y gallinas y los huer­tos de cocina p a r a el sumin i s t ro de víveres. Es t a n bajo el n ive l de v i d a que muchos residentes pueden re c ib i r asistencia econó­m i c a del gobierno federal , y de grupos civiles y religiosos. A l g u -

4 M i s investigaciones sobre el español del Río Sabinas comenzaron en 1985. Quisiera agradecer de manera especial a las siguientes personas, sin cu­ya ayuda no habría sido posible la recolección de materiales lingüísticos y b i ­bliográficos: D r . H i r a m Gregory de Northwest State Univers i ty en Natchitoches, Luisiana; D r . James Corbin de Stephen F. Austin State University en Nacogdoches, Texas; D r . Samuel Armistead de la Univers idad de Califor­nia , Da vis; Sría. M a r y V a n Rheenen de Louisiana State Univers i ty , Baton Rouge; D . Sam Montes de M o r a l , Texas.

5 E l concepto del "hablante a medias" [semi-speaker] proviene de los t ra ­bajos de NANCY DORIAN, " T h e problem of the semi-speaker in language d e a t h " , I J S L , 12 (1977), 23-32, y "Language shift i n community and i n d i v i ­dual : the phenomenon of the laggard semi-speaker", ibid., 25 (1980), 85-94. Para un estudio del español vestigial en varias partes del mundo , véase J . LIPS-K i , "Creóle Spanish and vestigial Spanish: evolutionary paral le ls " , de próxi­ma aparición en Linguistics.

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nos de los residentes no ostentan orígenes hispánicos, pero todas las personas de edad recuerdan épocas anteriores cuando el espa­ñol se hablaba más que el inglés. E n la c o m u n i d a d de M o r a l , en Texas , la mayoría de las personas de habla hispana fueron cr ia ­das en pequeños " r a n c h o s " como medianeros o pequeños p r o ­pietarios . También mantenían u n a v i d a de g ran sencillez, pero el n ive l de v i d a era l igeramente superior al de L u i s i a n a , puesto que eran mayores las posibil idades agrícolas y ganaderas.

E n cuanto al aspecto rac ia l , los hispanoparlantes del R í o Sa­binas presentan u n p a n o r a m a m u y var iado , pero sobre todo en L u i s i a n a , u n a proporción s igni f icat iva es de ascendencia indíge­n a . E n años recientes, la c o m u n i d a d de E b a r b , cerca de Zwol le en L u i s i a n a ha logrado que el gobierno federal le otorgue los de­rechos de u n a nación indígena; en la actual idad ningún residente puede hab lar los id iomas indígenas regionales, pero hasta hace unas décadas existían grupos de habla a m e r i n d i a en esa zona de L u i s i a n a . Por razones de conveniencia , los residentes de E b a r b se h a n ident i f i cado con la nación de los Choc taw , pero los datos históricos y lingüísticos sugieren u n or igen mexicano para los p r i ­meros pobladores hispánicos de esta región. Por e jemplo , la ex­pedición del Marqués de A g u a y o , que en 1721 fundó la misión española de Los Adaes cerca de la c o m u n i d a d actual de Spanish L a k e , consistía de unos 117 conscriptos, de los cuales sólo 44 eran españoles, siendo los demás de raza mezclada 6 . E n la c o m u n i d a d texana de M o r a l no es t a n evidente el mestizaje, y aunque los p r o ­pios habitantes cal i f i can de " t r i g u e ñ o s " a muchos conciudada­nos, no se ident i f i can con la c u l t u r a indígena nor teamer i cana .

Es curioso notar que las comunidades hispanoparlantes del R ío Sabinas carecen de u n adjet ivo gent i l i c io que los describa (como el caso de los isleños); algunos investigadores 7 h a n propuesto la pa labra adaeseños para los habitantes de Spanish L a k e y su dialec­to pero el término no es de uso general . A l contestar a la i n t e r r o ­gat iva de cuáles serían las palabras que me jor describen a los

6 ABERNATHY, art . c i t . , p. 25; ALICIA TJARKS, "Comparat i ve demogra-phic analysis of Texas 1 7 7 7 - 1 7 9 3 " , Southwestern Historical Quarterly, 77 (1974 ) , núm. 3, 291-338.

7 Por ej. ARMISTEAD, " M á s romances. . . " y " A d i v i n a n z a s . . . " El térmi­no adaesaños fue empleado por HERBERT BOLTON, Texas in the Middle Eighteenth Century, Univers i ty of Cal i fornia , Berkeley, 1915, p. 394, pero no hay eviden­cia de que esta palabra haya sido empleada por los propios residentes del área en ningún momento, tal como admite ARMISTEAD, " A d i v i n a n z a s . . . " , p. 251, n . 2.

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residentes de habla hispana, los integrantes de las dos c o m u n i d a ­des solían hab lar de españoles, pero ind i caban que tampoco esta pa labra era usual . E n inglés, tampoco hay u n a designación gene­r a l ; algunos emplean la pa labra Spanish " e s p a ñ o l " pero la m a y o ­ría prefiere l imi tarse a la indicación de que u n a persona speaks Spanish " h a b l a españo l " . A pesar de la incontrover t ib l e ev iden­cia lingüística y etnográfica, los hispanoparlantes de L u i s i a n a re ­chazan enfáticamente la pa labra mexicano y sus equivalentes en inglés, y parecen i g n o r a r la t rayector ia que llevó a sus antepasa­dos de M é x i c o a las provinc ias orientales de Texas . Por o t r a par­te , los habitantes de M o r a l u t i l i z a n la palabra mexicano sin reparo , tanto para designarse a sí mismos como para caracterizar el d ia ­lecto local .

Es escasísima la documentación histórica que p e r m i t a trazar los orígenes de las comunidades hispanohablantes del R í o Sabi­nas, pero la información disponible ind i ca u n a inmigración d i v i ­d i d a en etapas, que duró más de medio siglo 8 .

España intentó en varias ocasiones la población de la parte o r i en ta l de Texas y el área adyacente de L u i s i a n a , pero no fue hasta 1716 que las pr imeras misiones permanentes fueron funda ­das, en Los Aes (San Agustín) , Nacogdoches y Los Adaes. Las misiones fueron abandonadas tres años después, debido a los i n -

8 El estudio más detallado es de HERBERT BOLTON, " T h e Spanish aban­donment and re-occupation of East Texas, 1 7 7 3 - 1 7 7 9 " , Quarterly of the Texas State Historical Association, 9 ( 1905 ) , n u m . 2, 67 -137 ; también Texas in the Middle Eighteenth Century, pp. 375-446 , y The Spanish Borderlands, Yale Univers i ty , New Haven , 1 9 2 1 , pp. 2 2 7 - 2 5 1 . Otros estudios de relevancia son: CARLOS E. CAS­TAÑEDA en la serie Our Catholic Heritage in Texas, V o n Boeckmann-Jones, Aus­t i n , 8 ts. : t . 2, The Winning of Texas 1693-1731, 1936, pp. 144-145; t . 3, The Mission Era: the Missions at Work 1731-1761, 1938, passim.; t . 4 , The Mission Era: the Passing of the Missions 1762-1782, 1939, caps. 7 y 8, especialmente pp. 298 -302 ; y t . 6, The Transition Period: the Fight for Freedom 1810-1836, 1950, cap. 8; GEORGE CROCKETT, TWO Centuries in East Texas: a History of San Agustine County and Surrounding Territory from 1685 to the Present Time, Southwest Press, Dallas, 1932, pp. 19-58; Louis NARDINI, My Historic Natchitoches, Louisiana and its Environment, N a r d i n i Publishing, Natchitoches, 1963, pp. 55-88 ; VIOLA CA-RRUTH, Caddo: 1,000, a History of the Shreveport Area from the Time of the Caddo Indians to the 1970}s, Shreveport Magazine, Shreveport, 1970, passim. En el to­mo conmemorativo The Bicentennial Commemorative History of Nacogdoches, JAMES MCREYNOLDS, " A n historical survey of Nacogdoches 1 6 9 0 - 1 7 7 9 " , pp. 2-5; " S u r v i v a l in East Texas: food, c lothing, shelter, 1 7 7 9 - 1 8 6 0 " , pp. 77-84 ; y B I L L STEWART, " T h e founding of Nacogdoches by Antonio G i l y B a r b o " , pp. 34-38 . E n Archie M c D o n a l d , ed. , Nacogdoches: Wilderness Outpost to Modern City 1779-1979, Eakin Press, Burnet , T X , 1980, A . M C D O N A L D , " E a r l y Spanish

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cesantes ataques p o r parte de los indios y los franceses, pero la expedición encabezada por el Marqués de A g u a y o las reestable-ció def init ivamente en 1721. Para la segunda m i t a d del siglo X V I I I estas misiones se habían convert ido en aldeas prósperas, y las h a ­ciendas de los pobladores españoles se extendían desde el extre ­m o or ienta l de Texas , en Los Adaes , hasta Nacogdoches. E l proyecto o r i g i n a l de l gobierno español había sido la creación de u n a zona poblada p o r españoles que protegiese el resto de Texas de los destacamentos franceses en L u i s i a n a , especialmente en N a t ­chitoches; al ser cedido este t e r r i t o r i o a España en 1762, desapa­recía la urgencia de ta l esfuerzo colonizador, y el gobierno español consideró que era más conveniente re t i ra r a todos los pobladores de la problemática región f ronter i za . E n 1773, los residentes de Los Aes, Nacogdoches y Los Adaes rec ib ieron la o rden real de abandonar las poblaciones en u n plazo máximo de cinco días, para reubicarse poster iormente en Béxar (San A n t o n i o ) . Las protestas fueron casi unánimes, puesto que la mayoría de los habitantes eran nativos de la zona, y tuv ieron que abandonar sus hogares, sus cam­pos sembrados y las memor ias de toda la v i d a para comenzar el penoso viaje a San A n t o n i o , que duró más de tres meses y p r o v o ­có la muer te de la cuar ta parte de los viajeros. U n a vez llegados a San A n t o n i o , los adaesanos fueron víctimas de discriminación p o r parte de los pobladores de aquel la c iudad , rec ib ieron t ierras inferiores a las que habían abandonado , y no p u d i e r o n apartarse

settlement i n Nacogdoches: miss ions" , pp. 11-18; y J . MCREYNOLDS, "Spa ­nish Nacogdoches 1779 -1821" , pp. 19-25; " M e x i c a n Nacogdoches 1812-1836" , pp. 26 -32 ; y Family life in a borderland community: Nacogdoches, Texas 1779-1860, tesis doctoral inédita, Texas Tech Univers i ty , 1978; RUPERT ROBINSON, Te­xas: the Lone Star State, Prent ice -Hal l , New Y o r k , 1943, pp . 41 -47 ; J O H N BE-LISLE, History of Sabine Parish Louisiana, Sabine Banner Press, M a n y , L A , 1912, pp. 39 -68 ; ELIZABETH JOHNS, Storms Brewed in Other Men's Worlds: the Confron­tation of Indians, Spanish and French in the Southwest, 1540-1795, Texas A & M Univers i ty , College Station, 1975; KATHERINE BRIDGES y W . DEVILLE, " N a t ­chitoches in 1 7 6 6 " , Louisiana History, 4 (1936) , 145-159; ANTONIO ACOSTA RO­DRÍGUEZ, La población de Luisiana española 1763-1803, Minis ter io de Asuntos Exteriores, M a d r i d , 1979, pp. 19-33; O D I E FAULK, A Successful Failure: the Sa­ga of Texas 1519-1810, Steck-Vaughn, A u s t i n , 1965, p. 127; The Last Years of Spanish Texas 1778-1821, M o u t o n , L a Haya , 1964, pp. 14-15; M A T T I E AUSTIN HATCHER, The Opening of Texas, to Foreign Settlement 1801-1821, Univers i ty of Texas, A u s t i n , 1917; Documentos para la historia eclesiástica y civil de la provincia de Texas o Nuevas Philipinas 1720-1779, J . Porrúa Turanzas, M a d r i d , 1 9 6 1 , es­pecialmente la " C a r t a del señor Barón de Ripperdá al Caballero de C r o i x " , pp. 335 -342 ; W I L L I A M D U N N , Spanish and French Rivalry in the Gulf Region of the United States, 1678-1702, Univers i ty of Texas, A u s t i n , 1917.

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de la gran nostalgia que sentían p o r su t i e r ra n a t a l . Después de var ias gestiones realizadas ante el gobierno español en San A n t o ­n i o , C o a h u i l a y la c iudad de M é x i c o , los adaesanos rec ib ieron la autorización de reubicarse en u n p u n t o i n t e r m e d i o , que l l egaron a n o m b r a r Bucane l l i , en h o n o r del o f ic ial m i l i t a r español que los ayudaba . E l jefe de la infe l iz expedición era A n t o n i o G i l Y b a r b o ( Y b a r b u r u ) , u n terrateniente o r i u n d o de Los Adaes, q u i e n acabó p o r fundar el pueblo de Nacogdoches en 1779, sobre el sitio de l a a n t i g u a misión de N u e s t r a Señora de Guada lupe . L a decisión de no reocupar la misión de N u e s t r a Señora de los Dolores (Los Aes) radicaba en el hecho de que todos los edificios de ésta h a ­bían sido destruidos ; es probable que la decisión de no reestable-cer la co lonia de Los Adaes resultase del deseo de no provocar a las autoridades españolas hacia u n a nueva orden de desaloja­m i e n t o . D e todas maneras , parece que muchos de los residentes or ig inales de Los Adaes y Los Aes, entre ellos la m a d r e , el her­m a n o la cuñada de Y b a r b o , n u n c a de jaron la región con la eva­cuación de 1773, sino que permanecían en las zonas silvestres y. en la hacienda de Y b a r b o , cerca de Los Aes; como resultado, es posible postular u n a ocupación española cont inua de la región del R í o Sabinas a p a r t i r del 1721 . Estas colonias se local izan a lo l a r ­go del camino rea l , que se extendía de Natchitoches a San A n t o ­n i o , hasta l legar a l a c iudad de M é x i c o ; por lo t a n t o , era act ivo y n u t r i d o el comercio con M é x i c o y el resto de Texas . E r a i g u a l ­mente abundante el tráfico de contrabando (siendo el prop io Y b a r ­bo u n o de sus adeptos), el que empleaba u n a r u t a que se desviaba u n poco del camino real a fin de ev i tar el puesto aduanero de N a ­cogdoches. A l r e a d q u i r i r Franc ia el t e r r i t o r i o de L u i s i a n a en 1800, los colonos españoles se q u e d a r o n , y cuando el gobierno de Esta­dos U n i d o s le compró todo el t e r r i t o r i o a Franc ia en 1808, la e m i ­gración de los angloamericanos empezó a ser u n factor de consideración.

Desde la fundación de Nacogdoches en 1779 hasta la indepen­dencia mexicana de 1821 , el pueblo apenas creció, y llegó al bor ­de de la extinción to ta l hacia fines del i m p e r i o español. E n t r e 1821 y 1836, a l c o n t r a r i o , se p r o d u j o u n crec imiento dramático, y la población alcanzó los 1.000 habi tantes . Esto signif ica que , a d i fe ­renc ia de las comunidades hispánicas de Z w o l l e / E b a r b y Spanish L a k e en L u i s i a n a , el área de Nacogdoches recibió d i rec tamente inf luencias mexicanas políticas y lingüísticas hasta b i e n entrado el siglo X I X . N o es posible saber a ciencia c ierta hasta qué p u n t o los antiguos residentes españoles de Nacogdoches se i d e n t i f i c a r o n

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con el gobierno mexicano , o fueron afectados por él d u r a n t e el período de 1821 a 1836. Se sabe, eso sí, que los españoles restan­tes respaldaban a los emigrantes angloamericanos en varias con­frontaciones con el gobierno mex i cano , entre ellas la Rebel ión de Fredon ia (1826) y la Batal la de Nacogdoches (1932). A l m i s m o t i e m p o , la emigración angloamer icana desde los estados centra­les y del sur representaba la m a y o r parte del inc remento pob lac iona l 9 , en u n período en que el gobierno mexicano ejercía poco contro l sobre el extremo o r i e n t a l de Texas. Por lo t a n t o , se p r o d u j o u n a creciente marginación social y lingüística de los a n ­tiguos residentes españoles a u n antes de la revolución texana. Pos­ter ior a ésta, aumentó aún más la inmigración de Luis iana a Texas, pero también hubo u n m o v i m i e n t o m i g r a t o r i o en sentido contra ­r i o 1 0 , sobre todo de hispanoparlantes disgustados por la invasión de los angloamericanos que se aprovechaban de las mejores opor­tunidades y tierras. Los residentes españoles de Nacogdoches m o n ­t a r o n u n a fracasada contraofensiva ( la rebelión de Córdova) a la revolución texana, y poster iormente resistieron la asimilación a l a c u l t u r a angloamericana. Puesto que la independencia mexica ­n a se había consumado pocos años antes, es probable que en la región fronteriza del R ío Sabinas no se hubiese formado u n a iden ­t i d a d colectiva de " m e x i c a n o s " , excepto en cuanto a las c on f ron ­taciones con los Estados U n i d o s . A l anexarse Texas a l a unión nor teamer i cana en 1845, la inmigración angloamericana l levaba varias décadas en Nacogdoches, y los residentes de habla inglesa y a constituían la mayoría; los residentes de habla hispana fueron marg inados progres ivamente , quedando enclavados en la c o m u ­n i d a d de M o r a l . E n L u i s i a n a , la inmigración angloamericana ha ­bía comenzado a u n antes, y poco después desapareció el carácter hispánico de Los Adaes.

Los datos que acabamos de exponer trazan los principales con­tornos históricos de las comunidades hispánicas del R í o Sabinas, pero no resuelven la cuestión de las fuentes lingüísticas del d i a -

9 Véanse ROBINSON, op. cit., pp . 90 -92 ; JOSÉ MARÍA SÁNCHEZ, " A t r i p to Texas in 1 8 2 8 " , t r . C. Castañeda, Southwestern Historical Quarterly, 29 ( 1 9 2 6 ) , núm. 4, 249-288 , especialmente pp. 282-283 .

1 0 BARNÉS LATHROP, Migration into East Texas 1835-1860, Texas State His ­torical Association, A u s t i n , 1949, cap. 3; E. BARKER, "Notes on the coloni-zation of Texas" , Southwestern Historical Quarterly, 27 (1923) , 108-119; E. BAGBY ATWOOD, The Regional Vocabulary of Texas, University of Texas, A u s t i n , 1962, cap. 1 ; FRED TARPLEY, " H i s t o r i c a l aspects of linguistic research i n East Te ­x a s " , East Texas Historical Journal, 2 ( 1 9 6 4 ) , núm. 1 , 18-25, especialmente p. 19; SMITH y H I T T , op. cit.} pp. 212 -213 .

N R F H , X X X V EL DIALECTO ESPAÑOL DE RÍO SABINAS 119

lecto español que todavía se hab la . E n Nacogdoches es corr iente la opinión 1 1 de que los residentes hispánicos provienen de los p r i ­meros isleños, algunos de los cuales habrían llegado al puerto de N u e v a Orleans y seguido el cauce de l R í o Miss iss ippi y después de l R í o Co lorado ( R e d R i v e r ) hasta l legar a Natchitoches , para radicarse de f in i t ivamente en Los Adaes. T a l t rayector ia querría dec i r que los hispanoparlantes del R í o Sabinas t ienen u n p a r e n ­tesco peninsular aún menos adulterado que el de los isleños de San B e r n a r d o , pero ta l suposición no concuerda con los datos históri­cos y lingüísticos. Y a se sabe, por e jemplo , de la población de Los Adaes a p a r t i r de C o a h u i l a , M é x i c o y de San A n t o n i o , Texas , a u n q u e es n a t u r a l que algunos de los pobladores h u b i e r a n de ca­sarse con mujeres francesas o indígenas del área de Natchitoches . Después del abandono of ic ia l de Los Adaes p o r el gobierno espa­ñol , los colonos que se quedaron atrás s in d u d a se mezclaban con los vecinos franceses e indígenas. E n términos lingüísticos, el d i a ­lecto español del R í o Sabinas nada t iene que ver con el español isleño de San B e r n a r d o , sino que se der iva c laramente del español mex i cano r u r a l . E r a mínima la emigración española después de l a fundación de Nacogdoches, y cualquier compenetración de d i a ­lectos se producía a p a r t i r de las variantes mexicanas de la época. Si este bosquejo histórico es correcto en sus detalles pr inc ipales , entonces el español vestigial de Zwo l l e y Spanish Lake es u n a con­tinuación directa del vernacular mexicano de fines del siglo X V I I I ,

m i e n t r a s que el dialecto de M o r a l puede reflejar unas caracterís­ticas mexicanas de las p r imeras décadas del X I X . Las dos c o m u ­nidades figurarán entre las más antiguas variedades del español que aún se hab lan en Estados U n i d o s . Los residentes hispánicos de l R í o Sabinas h a n retenido el i d i o m a español por razones de a is lamiento social y geográfico. E n M o r a l , la invasión angloame­r i c a n a creó u n sent imiento de so l idar idad de raza entre los a n t i ­guos pobladores españoles, quienes v i a j a b a n al " p u e b l o " de Nacogdoches sólo para conseguir los víveres de p r i m e r a necesi­d a d , a l t i e m p o que mantenían su religión y su lengua en la zona aislada de M o r a l . E n L u i s i a n a , parece que había menos so l idar i ­d a d étnica, pero era m a y o r el a is lamiento social puesto que los residentes hispánicos vivían lejos de cua lqu ier población grande , e ran pobres , ostentaban u n p e r f i l rac ia l d i ferente del de los vec i ­nos de hab la inglesa y francesa, y h a b l a b a n u n i d i o m a " e x t r a n j e ­r o " . E n L u i s i a n a , los niños de hab la española no tenían acceso

1 1 ABERNATHY, art . c i t . , p. 25.

120 JOHN M. LIPSKI N R F H , X X X V

a la educación pública hasta bien entrado el siglo X X 1 2 , y los po­cos alumnos que asistían a clases sentían las fuertes presiones pa­ra que aprendieran el idioma inglés y lo utilizaran exclusivamente. E n efecto, la transmutación lingüística se produjo casi sin excep­ción, aunque los residentes más viejos retienen u n ligero dejo al hablar inglés que los identifica como hispánicos. A medida que iban aumentando las oportunidades económicas, y con la llegada de la electricidad, los teléfonos y las carreteras pavimentadas, se incrementaba el uso del idioma inglés, hasta llegar a la situación actual. L o s hablantes actuales del español'del Río Sabinas mani ­fiestan cierta ambivalencia hacia el idioma. Aunque es de conoci­miento general que en décadas anteriores el español se empleaba como lengua de preferencia en ambas comunidades, el uso del es­pañol sigue conllevando cierto estigma social, debido a los ante­cedentes y a expuestos. E l idioma español está asociado a la gente " a n t i g u a " y hasta "retrógrada", y la mayoría de los residentes de habla hispana optaron por no enseñar el idioma a sus hijos y nietos. Entre los propios hispanoparlantes, muchos confiesan sentir vergüenza por la calidad de su lenguaje, tildándolo de " q u e b r a ­d o " , " p a s a d o de m o d a " , etc. E s posible que estos sentimientos hayan sufrido u n incremento al realizarse visitas a las comunida­des del Río Sabinas por parte de lingüistas, etnólogos, historia­dores y trabajadores sociales, muchos de los cuales hablan variedades cultas del español contemporáneo. E n la actualidad, el idioma español se emplea muy poco en las comunidades, y la mayoría de las personas que lo hablan aún hesitan antes de i n i ­ciar una conversación en castellano; casi todos pueden hablar con más facilidad al prolongarse la conversación por varias horas o días. L o s últimos hispanoparlantes suelen hallar las palabras con dificultad, a veces confunden el significado de las palabras, y aun cuando pretenden hablar " p u r o español", introducen muchos ele­mentos ingleses, no sólo calcos y préstamos léxicos sino intercala­ciones de oraciones enteras que no figuran en el repertorio de los hablantes bilingües más equilibrados.

A l parecer, los pobladores de L o s Aes , Nacogdoches y L o s Adaes , tanto en la época de la primera fundación de las misiones como durante el retorno de Y b a r b o y su expedición, provenían de las capas sociales más bajas del territorio mexicano, siendo en su gran mayoría conscriptos, prófugos y pequeños labradores. A u n los terratenientes como Ybarbo contaban con poca formación i n -

1 2 SMITH y H I T T , op. cit., pp. 103-108.

N R F H , X X X V E L D I A L E C T O ESPAÑOL D E RÍO S A B I N A S 121

telectual, y a juzgar por la documentación de la época, casi todos los pobladores eran analfabetos y sufrían de u n a gran ignorancia del mundo más allá de sus pequeñas comunidades. E s natural pen­sar que el carácter lingüístico del español del Río Sabinas haya de reflejar estos orígenes humildes, y en efecto es posible detectar huellas del origen rústico e inculto del dialecto local.

CARACTERÍSTICAS FONOLÓGICAS

Puesto que se deriva esencialmente del español mexicano (so­bre todo las variedades norteñas, y a que la mayoría de los pobla­dores llegaban de Coahuila y la parte central de Texas) , el español del Río Sabinas tiene un perfil bastante conservador en la dimen­sión fonológica1 3. Esto se manifiesta mediante la resistencia ge­neral de las articulaciones consonanticas, el lento ritmo, y la falta de extensas neutralizaciones fonológicas que se encuentran en m u ­chos otros dialectos, incluso el de los isleños. A l mismo tiempo, el dialecto del Río Sabinas contiene muchos arcaísmos, forma­ciones analógicas y transmutaciones fonológicas, debido tanto a sus orígenes rústicos como a su prolongado aislamiento de otras comunidades hispanoparlantes. Entre los pormenores fonéticos fi­guran los siguientes:

(1) L a / s / se realiza como [s] en posición implosiva y final de frase; son relativamente pocos los casos de aspiración [h] , aun­que en algunas ocasiones, se produce el cambio / s / > [h] igual que en otros dialectos populares: nosotros > nojotros (o lojotros), etc. E n posición final absoluta, la / s / se pierde a veces, pero esto puede resultar de la naturaleza marginada y vestigial de los últi­mos restos del dialecto local.

(2) E l fonema nasal Inl tiene articulación uniformemente a l ­veolar [n] en posición final absoluta y final de palabra ante vocal.

( 3 ) L a variante fricativa de Ihl se realiza como labiodental [v] en u n a alta proporción de los casos.

1 3 Pueden consultarse las siguientes: JOSEPH MATLUCK, La pronunciación del español en el Valle de México, U N A M , México, 1 9 5 1 ; PETER BOYD-BOWMAN, El habla de Guanajuato, U N A M , México, 1960; DANIEL CÁRDENAS, El español de Ja­lisco, C . S . I . C . , Madrid, 1967; CHARLES MARDEN, The Phonology oj the Spanish Dialect of México City, Johns Hopkins University, Baltimore, 1986; GIORGIOPE-RISSINOTTO, Fonología del español hablado en la ciudad de México, E l Colegio de Mé­xico, México, 1975; D . LINCOLN CANFIELD, Spanish Pronunciation in the Americas, University of Chicago, Chicago, 1 9 8 1 , pp. 6 0 - 6 4 .

122 JOHN M. LIPSKI N R F H , X X X V

(4) Se neutra l i za parc ia lmente la oposición entre los fonemas v ibrantes / r / y / r / en favor de la var iante s imple [ r ] . Esta neut ra ­lización también t iene lugar en otros dialectos vestigiales y acr io ­llados del español 1 4 , pero no es característica de los principales dialectos del español mexicano . L a neutralización de las v i b r a n ­tes en el dialecto del R í o Sabinas puede ser o t r a consecuencia de la erosión idiomática de las últimas generaciones h i spanopar lan-tes, pero la extensión de la reducción Ifl > [ r ] hace sospechar u n or igen algo más t e m p r a n o . E n posición i m p l o s i v a , Ixl se rea l i ­za como [ r ] , pero al final de la frase no es insólita su elisión, sobre todo en los verbos i n f i n i t i v o s , o tro proceso que no caracteriza al español mexicano .

(5) E l fonema lyl t iene realización débil , y se elide con fac i l i ­d a d en contacto con / i / {gallina > [gaína] , silla > [sía]) y después de / e l / (sello > [sen]) , i gua l que en las variedades norteñas del es­pañol mexicano y en los dialectos centroamericanos 1 5 . Esto m u y probablemente refleja la pronunciación de los pr imeros poblado­res españoles en el extremo oriente texano .

(6) E l fonema fr i cat ivo posterior / x / se real iza con poca f r i c ­c ión velar , siendo apenas u n a l igera aspiración [ h ] ; ésta es más parec ida a la pronunciación centroamericana y al español m e x i ­cano del norte , pero también puede provenir del origen andaluz/ca-n a r i o de algunos de los pr imeros pobladores.

(7) Se produce u n a neutralización parc ia l entre lál y Ixl en posición intervocálica, casi siempre en favor de [ r ] (por e j . cada > [kara ] ) , aunque la var iab i l idad idiolectal es considerable. Esta neu­tralización no es característica de ningún dialecto mexicano , y su presencia sólo entre la última generación de hispanoparlantes ves­tigiales (y también entre los últimos isleños y otros grupos m a r g i ­nados en Estados Unidos ) puede deberse a la inf luencia del inglés.

(8) E l fonema Itl a veces adquiere u n a realización alveolar, y puede art icularse como v i b r a n t e sorda [ r ] ; esto parece deberse d i rec tamente a la in f luenc ia del inglés.

(9) Los hispanohablantes del R í o Sabinas suelen reduc i r las vocales átonas dándoles u n a articulación central izada [e] o [a]. E n el español mexicano es frecuente el ensordecimiento y la e l i ­sión de vocales átonas 1 6 , pero en el dialecto del R í o Sabinas es

1 4 L I P S K I , "Creóle Spanish and vestigial Spanish}}; GERMÁN DE GRANDA, " L a desfonologización de Irl-íi/ en el dominio lingüístico hispano", BICC, 24 (1969) , 1-11.

1 5 CANFIELD, op. cit.y p. 15; J . RONALD Ross, " L a supresión de lyl en el español ch icano" , H, 63 ( 1 9 8 0 ) , 552 -554 .

1 6 JUAN LOPE BLANCH, " E n torno a las vocales caedizas del español mexi -

N R F H , X X X V EL DIALECTO ESPAÑOL DE RÍO SABINAS 123

más corr iente la centralización; esto puede resultar del pro longa­do a is lamiento del dialecto , así como de la in f luenc ia del inglés.

(10) I g u a l que en el dialecto isleño y otras manifestaciones ves­t igiales , el español del R í o Sabinas se caracteriza por la t r a n s m u ­tación fonológica, tanto en casos espontáneos como en u n proceso g r a d u a l de relexificación. E n t r e los ejemplos más frecuentes po­demos c i tar : bujero < agujero; jolote/jalóte <guajolote; murcégalo < murciélago; los/losotros/lojotros < nos/nosotros; etc.

C A R A C T E R Í S T I C A S M O R F O S I N T Á C T I C A S 1 7

C o m o ya hemos señalado, el dialecto español del R í o Sabinas contiene muchos arcaísmos y rust ic ismos, y en las últimas gene­raciones de hablantes vestigiales, existe evidencia de la transfe­renc ia sintáctica a p a r t i r del inglés. E n t r e los pr inc ipales rasgos morfosintáticos del dialecto están:

(1) Arcaísmos, tales como trujo/truje, vidolvide, mesmo, muncho, asina/ansina.

(2) Formas analógicas de algunos parad igmas verbales, gene­r a l m e n t e con el efecto de reduc i r el p o l i m o r f i s m o y crear u n a raíz i n v a r i a b l e ; derramos < cerramos, dijieron < dijeron, cocinear < coci­nar, unimos < tuvimos, etc.

(3) E l empleo de mero con el va lor de ' m i s m o ' , i g u a l que en el español mexicano popular : aquí mero, éste mero, ya mero ' casi ' , etc.

(4) L a combinación de nosotros goza de exc lus iv idad , siendo prácticamente desconocidas las formas nuestro, nuestra, etc.

cano " , NRFH, 1 7 ( 1 9 6 6 ) , 1-19; JOSEPH M A T L U C K , 4 ' L a e trabada en la c iu­dad de M é x i c o " , ALM, 3 ( 1963 ) , 5-34; PETER BOYD-BOWMAN, " L a pérdida de vocales átonas en la planicie mexicana" , NRFH, 6 ( 1 9 5 2 ) , 138-40; MARÍA CANELLADAV ALONSO ZAMORA VICENTE, "Vocales caducas en el español me­x i c a n o " , ibid., 1 4 ( 1 9 6 0 ) , 221-224 .

1 7 Véanse las siguientes obras, además de las citadas en la nota 14: AURE­LIO ESPINOSA, Estudios sobre el español de Nuevo México, t r . A . Alonso y A . Ro-senblat, Universidad, Buenos Aires, 1930. (BDH. 1) ; The Spanish Language: New México and Southern Colorado, Historical Society of New México, Santa Fe, 1911 ; JACOB ORNSTEIN, " T h e archaic and the modern i n the Spanish of New Mé­x i c o " , H, 3 4 ( 1 9 5 1 ) , 137-142; AURELIO ESPINOSA, J R . , "Problemas lexiográ-ficos del español del sudoeste", ibid., 40 (1957 ) , 139-143; ANITA POST, "Some aspects of Ar i zona Spanish" , ibid., 1 6 ( 1 9 3 3 ) , 35 -42 ; JUAN RAEL, "Associati-ve interference i n New Mexican Spanish" , HR, 7 ( 1 9 3 9 ) , 324 -336 ; FRITZ HENSEY, " G r a m m a t i c a i variation in southwest American Spanish" , Ling, 108 ( 1 9 7 3 ) , 5-26.

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(5) L a s combinaciones con base en no más 'sólo, mismo' , igual que en el español mexicano popular: no más quería platicar contigo, aquí no más, etc. ; por otra parte, no se intercala no más como en el español andino (por ej . ¿qué no más quieres?).

(6) L o s hispanoparlantes del Río Sabinas emplean el verbo es­tar en varios casos en los que el español mundialmente, aun los dialectos populares de México, prefiere ser: Esto puede resultar del carácter vestigial del actual dialecto, pero casi todos los ha ­blantes de las dos comunidades del Río Sabinas emplean las mis­mas combinaciones, lo cual hace pensar que se producía una desviación sintáctica gradual a partir del habla mexicana popular de fines del siglo X V I I I . Entre los ejemplos de nuestro corpus figuran:

toa la gente que ' ta aquí ' ta blanco los Peñas están trigueños u n a coquena 4 ta medio amarillo el tacuache no ' ta malo el caldo blanco tenía hojas que 'taban medio blancos si ' taban novios por mucho tiempo

(7) Igual como el español mexicano, el habla del Río Sabinas prefiere las formas interrogativas ¿qué tanto?!¿qué tan? en vez de ¿cuánto?, siendo casi desconocida esta última forma: ¿qué tanto ga­nas?, ¿qué tan vieja es esta casa?

(8) L o s hispanoparlantes del Río Sabinas emplean la construc­ción para atrás {patrás) como aparente calco sintáctico de la partí­cula verbal back del inglés: venga patrás Vuelva, regrese', vamos patrás 'volvamos' , te pago patrás 'te devolveré el dinero ' , etc. Este mismo calco se produce en otras regiones de bilingüismo anglohispáni-co, entre las personas de origen mexicano, puertorriqueño y c u ­bano en los Estados Unidos, entre los isleños de Luis iana , en Puerto R i c o , en la isla caribeña de T r i n i d a d , y en la colonia británica de G i b r a l t a r 1 8 . E n t r e las varias comunidades bilingües dentro de Estados Unidos habría que postular un origen común para las com­binaciones a base de patrás, aunque en muchos casos los contac-

1 8 J O H N LIPSKI, "Constructions with pa(ra) atrás among Spanish-English bi~ Unguals; common structures and universal tendencies", de próxima aparición en Revista/Review Interamericana', ROSAURA SÁNCHEZ, "Nuestra circunstancia lin­güística", El Grito, 6 ( 1 9 7 2 ) , 4 5 - 7 4 ; PAULINO PÉREZ SALA, Interferencia linguisti-

N R F H , X X X V E L D I A L E C T O ESPAÑOL D E RÍO S A B I N A S 125

tos entre los grupos han sido escasísimos. Sin embargo, la existencia de la misma combinación fuera del ámbito norteamericano forta­lece la hipótesis de u n a generación paralela en distintos lugares, y la presencia de patrás en el dialecto español del Río Sabinas po­dría representar otro ejemplo de evolución paralela. E n Nacog-doches, se han producido algunos contactos entre los residentes hispanoparlantes de M o r a l y los mexicoamericanos que han emi­grado desde otras regiones de Texas, pero no ha habido otros prés­tamos verif icables del español mexicano o " c h i c a n o " contemporáneo en el dialecto del Río Sabinas; en el caso de las comunidades de L u i s i a n a , no ha habido contactos generalizados entre los residentes hispanoparlantes y personas de habla mexi-cana/mexicoamericana. E s probable que la formación de combi­naciones a base de patrás en las comunidades ya mencionadas haya sido respaldada por el empleo frecuente de para con sentido direc-cional en el español mexicano popular: me voypa 7pueblo. E n nuestro corpus encontramos ejemplos como:

venga patrás mañana habla patrás [responde] en español unos vinieron patrás con él

C A R A C T E R Í S T I C A S L É X I C A S 1 0

E l léxico del dialecto del Río Sabinas contiene u n a variedad de mexicanismos, arcaísmos y rusticismos generalizados, unos apa­rentes indigenismos de origen local, y en L u i s i a n a , unos présta­mos del francés acadiano. E n la actualidad, se están llevando a cabo varias encuestas lexicográficas en esta zona, cuyos resulta­

ba del inglés en el español hablado en Puerto Rico, ínter American University, Hato Rey, 1 9 7 1 ; M A R Y ELLEN GARCÍA, í(Pa(ra) usage in United States Spanish " , H, 62 ( 1 9 7 9 ) , 106-114 ; * 4Syntactic variation in verb phrases of motion in U n i ­ted States-Mexican S p a n i s h " , en J . AMASTAE, L . ELÍAS-OLIVARES, eds., Spa­nish in the United States: Sociolinguistic Aspects, Cambridge University, Cambridge, 1982, p. 8 2 - 9 2 ; BEATRIZ VÁRELA . " L a influencia del inglés en los cubanos de Miami y Nueva O r l e a n s " , EAC, 1974, núm. 2 6 , 16-25.

1 9 Véanse FRANCISCO SANTAMARÍA, Diccionario de mejicanismos, Pedro Robre­do, México, 1959; Diccionario general de americanismos, Pedro Robredo, México, 1942; LEOVIGILDO ISLAS EscAC EGA, Vocabulario campesino nacional, Secretaría de

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dos pueden esclarecer muchos puntos inciertos sobre el dialecto del R í o Sabinas. E n el presente estudio , nos l i m i t a r e m o s a seña­l a r las principales características léxicas, a fin de demostrar los orígenes mexicanos del hab la hispánica del R í o Sabinas.

(1) Mex ican ismos . D e los regionalismos identif icables, son los más numerosos. Podemos c i tar atole, guajolote, tecolote, zopilote, ca­cahuate, zacate, camote, tamal, tortilla (estas dos comidas preparadas al estilo mexicano) , comal, nixtamal, metate, molcajete, petate, mecate, cuate, tapanco, coquena, tacuache, tejón, güero, elote, ejote, charola, labor 'división de t i e r r a ' , blanquillo, tuza, ándale, pinche, y las m a l d i c i o ­nes a base de chingar.

(2) Arcaísmos/rusticismos. E n t r e los más corrientes podemos citar : mercar/marcar ' c o m p r a r ' , calzón/calzones 'pantalón', túnico 'ves­t i d o de m u j e r ' , calesa, la provisión ' los víveres necesarios p a r a sos­tener la f a m i l i a ' , noria 'pozo de agua o de petróleo ' , truja/troja ' g r a n e r o ' , palo 'árbol , t ronco de árbol ' , peje, fierro, lumbre ' fuego ' , borrego, prieto.

(3) Ot ros elementos. E n t r e las palabras de posible o r igen l a t i ­noamer i cano , acadiano, inglés y a m e r i n d i o , son pocas las que se emplean entre todos los hispanoparlantes del R í o Sabinas: hua-guín (wagutn) ' carretera ' , payaso 'murciélago ' , que alterna con mur-cégalo; maní, que a l terna con cacahuate y , en L u i s i a n a , con el angl i c ismo reg ional goober; ojo negro 'especie de f r i j o l conocido en inglés como black-eyed pea\ pan de molino ' p a n hecho con h a r i n a de maíz ' , y las palabras cusca/cushca, que a l te rnan con el mexica -n i s m o zopilote para designar el b u i t r e . Es desconocida la e t imo lo ­gía de cusca, pero puede tener algo que ver con cusca/chusca usado en M é x i c o y otras regiones hispanoamericanas con el sentido de ' p r o s t i t u t a d i s i m u l a d a ' . E n vista de la referencia metafórica paya­so para el murciélago en el dialecto hispánico del R í o Sabinas, es posible que cusca/cushca también sea el producto de u n a extensión metafórica e irónica para designar al ave de rapiña que señala la presencia de la m u e r t e 2 0 . O t r a s etimologías posibles son 'perso-

Agr i cu l tura y Fomento, México , 1945; JORGE PRIETO METÍA, Así habla el mexi­cano, Panorama, México , 1 9 8 1 ; ROBERTO GALVÁN y RICHARD TESCHNER, El diccionario del español chicano, Institute of M o d e r n Languages, Silver Spring, M D , 1977; Léxico del habla culta de México, Centro de Lingüística Hispánica, U N A M , 1978; GILBERTO CERDA, BERTA C ABAZ A y JULIETA FARÍAS, Vocabulario español de Texas, Univers i ty of Texas, A u s t i n , 1953.

2 0 SANTAMARÍA, Diccionario general de americanismos, t . 1, pp. 445 , 552 ; M E -JÍA PRIETO, op. cit., p. 3 8 , quien postula una etimología a part ir de cuscuta, una planta chupadora. Véase también CIRO BAYO, Manual del lenguaje criollo de Cen-

N R F H , X X X V EL DIALECTO ESPAÑOL DE RÍO SABINAS 127

n a e n t r o m e t i d a ' 2 1 , ' j o r o b a d o ' 2 2 , ' p e r ro faldero o que l a d r a m u ­c h o ' 2 3 , ' g l o tón ' 2 4 , o ' carne en descompos ic ión ' 2 5 .

I gua lmente s igni f i cat iva es la ausencia, en el dialecto del R í o Sabinas, de otros mexicanismos de uso contemporáneo, tales co­m o chamaco, huerco, chavalo (sólo se emplea chicuelo), y el uso de ga­bacho para referirse a los norteamericanos . L a ausencia de esta última palabra, que anteriormente era usada por los españoles para designar a los franceses, puede deberse al período de formación de los dialectos del R í o Sabinas, que antecede a la invasión a n ­g loamericana de L u i s i a n a y Texas y las consecuentes tensiones nacionales y raciales. Es probable que el uso de gabacho con senti ­do de " n o r t e a m e r i c a n o " se haya produc ido en M é x i c o después de la guerra de 1848; de todas maneras , es curioso no tar la pre -valencia de bolillo con el m i s m o sentido, entre los h i spanopar lan -tes del R í o Sabinas, donde a veces se emplea para referirse a cua lqu ier forastero que no sea de la c o m u n i d a d local . También podemos c i tar la ausencia del epíteto gachupín en el dialecto del R í o Sabinas, apl icado a los descendientes de " e s p a ñ o l e s " .

C O N C L U S I O N E S

N o es posible u n a reconstrucción t o ta l de los dialectos o r i g i ­nales que habrían de dar l u g a r al español del R í o Sabinas, deb i ­do a la falta de documentación histórica adecuada y al número m u y reducido de hablantes contemporáneos. S in embargo , ha si ­do factible t razar los contornos generales de d icho dialecto , y sus conexiones con los dialectos mexicanos de antaño. Es evidente , p o r e jemplo , que para comienzos del siglo X V I I I , el español que se hablaba en Texas tenía más características mexicanas que pe-

troy Sudamérica, Rafael Scaro Raggio, M a d r i d , 1931, p. 107, donde figura la palabra chusco con el sentido de 'gallo o rd inar io ' .

2 1 JOSÉ VICENTE SOLA, Diccionario de regionalismos de Salta, Talleres Gráfi­cos de Sebastián de A m o r r o r t a e Hi jos , Buenos Aires, 1956, p. 102.

2 2 Americanismos, diccionario ilustrado Sopeña, Ramón Sopeña, Barcelona, 1982, p. 209.

2 3 CHARLES K A N Y , American Spanish Euphemisms, Univers i ty o f Cal i fornia , Berkeley, 1960, p. 188; ISAÍAS LERNER, Arcaísmos léxicos del español de América, ínsula, M a d r i d , 1974, p. 118.

2 4 RUBÉN COBOS, A Dictionary ojNew México and Southern Colorado Spanish, M u s e u m of New México Press, Santa Fe, 1983, p. 4 1 ; SANTAMARÍA, op. cit., t . 2, p. 86.

2 5 SOLA, op. cit., p. 131.

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ninsulares, y que los mexicanos habían penetrado el lenguaje de personas sin ascedencia indígena o mestiza. También podemos postular el ínfimo nivel sociocultural de los primeros pobladores de la frontera texana, tal como se ve reflejado en el alto índice de rusticismos en el dialecto actual del Río Sabinas. E s impres­cindible la realización de más estudios sobre este interesante dia­lecto, que se halla al borde de la extinción total, a fin de remediar algunas de las lagunas informáticas sobre el desarrollo y la difu­sión del español americano.

J O H N M . L I P S K I

Univers i ty of Houston