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Nº 60 Primavera 2009 - 3,00 € Gaza Buitres Nimbys Chico Mendes Puerto de Granadilla Eficiencia tecnológica Mecanismo de Desarrollo Limpio NUCLEARES una solución falsa

El Ecologista nº 60

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Nucleares: una solución falsa. Gaza. Buitres. Nimbys. Chico Mendes. Puerto de Granadilla. Eficiencia tecnológica. Mecanismo de Desarrollo Limpio. Nº 60 Primavera 2009

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GazaBuitresNimbys

Chico MendesPuerto de GranadillaEficiencia tecnológica

Mecanismo de Desarrollo Limpio

NUCLEARESuna solución falsa

feria de productos ecológicosy consumo responsable

Barcelona 2009 del 7 al 10 de mayoPalau Sant Jordi. MontjuïcAlimentación ecológica • Cosmética certificada • Ropa y calzadoMedio ambiente • Bioconstrucción • Energías renovablesTerapias complementarias • Más de 200 actividadesMamaterra, festival ecológico de la infancia

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Organiza Asociación Vida Sana

nº 60 primavera 2009

ÍNDICE TEMÁTICO Puedes obtener un índice temático

de todos los números de la revista en: www.ecologistasenaccion.org/revista/indice/

SECCIONES FIJAS

5 Editorial 6 En Acción16 Internacional33 Consumo: Metáforas que matan63 Libros64 Tenderete

18

22 30

49 42

60 52

22 Eficiencia tecnológicaNo siempre una mayor eficiencia reduce el uso de los recursos naturales, por Francisco Heras

25 Mecanismo de Desarrollo LimpioDudas sobre su utilidad para frenar el cambio climático, por Comisión de Energía de Ecologistas en Acción de Madrid

28 Un planeta de metrópolisBoom metropolitano y explosión del transporte, gracias a la energía fósil, por Ramón Fernández Durán

30 Chico Mendes: memoria de la selvaVeinte años de su asesinato, por Carlos Corominas

34 Gaza: la verdad palestina sigue vivapor Amal Abu-Warda

36 Por la libertad del Sahara Occidentalpor José Vicente Barcia

38 El interés generalUn concepto que se usa contra el interés común, por Ángel Ayuso

40 El Fondo Estatal de Inversión LocalCrecimiento insostenible y sin apenas rentabilidad social, por Julio Alguacil

42 Sí, soy un NIMBY ¿Y qué pasa?La importancia de los movimientos locales de resistencia, por Josu Larrinaga e Iñaki Barcena

45 Los saltamontes jugarán al golfpor Pedro Oromí y José Mª Fernández

46 Praderas submarinas de Canarias en peligroHistoria del sebadal de Granadilla, por Toni Rodríguez.

49 Los buitres en Españapor Álvaro Camiña y Chantal López

52 La nutria en PalenciaSus poblaciones se recuperan, por Asier Sáiz y Alberto Fuentes

54 Ecofamiliaspor Charo Morán, Beatriz Errea y Julia Montero

56 Comercio de residuos tóxicosAumentan mucho los residuos electrónicos, por Leticia Baselga

58 Incineración de residuos y partículas ultrafinaspor Comisión de Residuos de Ecologistas en Acción de Madrid

60 Las Cruces, otra catástrofe minera anunciadapor Isidoro I. Albarreal y Juan Clavero

62 Galicia lucha contra el cambio climático aumentando las emisionespor Xosé Veiras

18 La solución no puede ser nuclearUna tecnología fracasada que es poco más que un espejismo, por Marcel Coderch

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Edita: Ecologistas En acción

Equipo dE rEdacción: Laura Andrés, José V. Barcia, Carlos Corominas, José Luis García, Igor

Gómez, Yayo Herrero, Elisa Iglesias, Theo Oberhuber, Mariola Olcina,

Paco Segura

producción, disEño y maquEtación: Ecologistas en Acción

colaboran En EstE númEro: Amal Abu-Warda, Isidoro I.

Albarreal, Julio Alguacil, Ángel Ayuso, Iñaki Barcena, Leticia

Baselga, José Vicente Barcia, Álvaro Camiña, Juan Clavero, Comisión de Energía y Comisión de Residuos de Ecologistas en Acción de Madrid, Carlos Corominas, Beatriz Errea,

Francisco Heras, Ramón Fernández Durán, José Mª Fernández,

Alberto Fuentes, Josu Larrinaga, Julia Montero, Charo Morán,

Chantal López, Pedro Oromí, Toni Rodríguez, Asier Sáiz, Enric Tello,

Xosé Veiras.

administración: Noelia Carreras, Alejandra Herrero,

Esperanza López de Uralde.

portada: Peligro, radiactivo.

Foto: Christopher Ferris

imprimE: Impresos y Revistas, S.A.

distribución En España: COEDIS - Avda. de Barcelona, 225,

08750-Molins de Rei Tel. 93 680 03 60

publicidad: Valentín Ladrero 91 531 23 89

607 238 267 Paco Segura 91 896 98 05

Esperanza López: 91 531 27 39 C/Marqués de Leganés 12

28004 Madrid [email protected]

suscripcionEs y rEdacción: Marqués de Leganés 12

28004 Madrid Tel. 915312739 Fax: 915312611 [email protected]

www.ecologistasenaccion.org

ISSN 1575-2712 Dep. Legal: Z-1169-1979

Ecologistas en Acción agradece la reproducción y divulgación

de los contenidos de esta revista siempre que se cite la fuente.

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Iberoamericana de Revistas Culturales)

Impresa en papel 100% reciclado, blanqueado sin cloro

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a Ecologistas en Acción, organización sin ánimo de lucro

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nº 60 - primavera 2009

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Navarra: C/ San Marcial 25, 31500 Tudela Tel: 626679191 [email protected]

País Valencià: C/ Tabarca 12 entresol, 03012 Alacant Tel: 965255270 [email protected]

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Foto: Ecologistas En acción

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La propuesta ecologista ante la crisis

Uno de los focos principales de “salida” de la crisis que nos proponen el Gobierno, los organismos internacionales y los medios de comunicación masivos es que el crédito vuelva a fluir. Que los bancos empiecen a dejar (y crear) dinero a mansalva de nuevo. Para ello el Gobierno está movilizando una ingente cantidad de recursos: 100.000 millones de euros en avales a la banca para que sea una

fuente creíble de crédito, hasta 50.000 en liquidez directa a los bancos, comprándoles activos, apertura de nuevas líneas de crédito a empresas a través del ICO... En la Unión Europea, la estrategia es la misma, con la bajada de los tipos de interés, amén de importantísimas “inyecciones de capital” por parte del Banco Central Europeo.

Y se busca que el crédito vuelva a fluir para reactivar el consumo y, en definitiva, el crecimiento. Pero todos y todas sabemos que el crecimiento está inevitablemente asociado a un incremento del consumo de materia y energía y, por lo tanto, a un agravamiento de la crisis social y ambiental en la que vivimos. El problema es que el crecimiento es una premisa básica del capitalismo: si la economía no crece continuamente, el sistema en su conjunto no puede devolver las deudas sobre las que se sostiene, y colapsa. Por eso en la pasada cumbre del G-20 se hacían continuas llamadas a la importancia de recuperar el crecimiento. Por eso Zapatero y Solbes nos impelen continuamente a ello.

Sabemos que es imposible mantener el crecimiento continuo en un planeta limitado y que, por lo tanto, tenemos que transitar hacia otros sistemas económicos que no se basen en esquilmar su base natural.

Para ello, es fundamental que el movimiento ecologista aporte elementos de reflexión al resto de la sociedad. Es fundamental que empuje un cambio de enfoque. Que muestre que el debate no es si se moviliza o no el crédito. Movilizar el crédito, reactivar la economía, no es un bien en sí mismo. Debemos lograr que el debate social se centre en las oportunidades que tenemos a pesar de la crisis que vivimos. En un momento de parón de la maquinaria económica, podemos dirigir mejor su nueva dirección. La movilización ingente de recursos que se está produciendo desde las instancias públicas, debe servir para reorientar la economía hacia otro paradigma que no necesite el crecimiento.

Se trata de centrar los recursos colectivos no en mantener la misma industria automovilística, sino en posibilitar un sistema de movilidad sostenible; no la creación de empleo en la construcción, sino en revitalizar un mundo rural agroecológico; no en apostar por las energías renovables para mantener el crecimiento del consumo, sino para cambiar radicalmente nuestra matriz energética, reduciendo el consumo.

En definitiva, el movimiento ecologista tiene el desafío de proponer al resto de la sociedad que se adentre en la senda del decrecimiento del consumo de materia y energía, restableciendo el equilibrio entre los seres humanos y el medio, y subrayando la equidad entre los pueblos, teniendo en cuenta una premisa esencial para salir del actual atolladero: “menos para vivir mejor”.

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Anna Bosch Pareras, ecologista y feministaEnric Tello

Nacida en 1950 en una familia humilde de Figaró, a los 14 años empezó a trabajar en la industria textil donde conectó con Comisiones Obreras. Compaginando su actividad clandestina con el trabajo en diversas industrias, se licenció en geogra-fía e historia en la Universitat Autònoma de Barcelona. En 1979, con sólo 28 años, se convirtió en la primera alcaldesa de Mollet, una ciudad industrial de Cataluña de unos 40.000 habitantes, presidiendo un gobierno de coalición del PSUC, PSC y CDC. Entre los logros de su mandato destacan el primer Plan de Ordenación Urbana de 1981, que recibiría exaequo el Premio Nacional de Urbanismo, y la nego-ciación con el Institut Català del Sòl para lograr el abandono del proyecto de una Ciudad Satélite en el entorno de Gallecs y su preservación como espacio agrícola singular. En 1983 rechazó encabezar de nuevo la candidatura del PSUC porque las luchas internas en este partido le im-pidieron mantener en la lista a personas de su confianza. Sintiéndose extraña a las formas de entender y practicar la política institucional que se consolidaron con la transición, abandonó el PSUC. A partir de entonces evolucionó hacia el ecologismo, el feminismo y el pacifismo donde su actividad y reflexión han dejado una profunda huella. En 1991 organizó la primera Iniciativa Legislativa Popular para el cierre de las centrales nucleares y participó en la creación de Acció Eco-logista, que posteriormente se integraría en la federación catalana de Ecologistas en Acción. En 1992 impulsó junto al mo-vimiento vecinal y ecologista la Audiencia Pública “Barcelona Estalvia Energia”, de la que saldrían importantes iniciativas como

la ordenanza solar de Barcelona premiada por la UE. En sus últimos años realizó una intensa labor de reflexión ecofeminista que dio lugar al libro Malabaristas de la vida (2003) y a diversas contribuciones al Anuario de Movimientos Sociales, en estrecho con-tacto con Cristina Carrasco, economista feminista, mujeres de Ca la Dona y del co-lectivo de la revista En Pie de Paz. También formó parte del grupo asesor del Institut Català de les Dones del primer gobierno tripartito de la Generalitat de Catalunya. Tras volver a su pueblo natal de Figaró, se integró en el grupo ecologista dedicado a la preservación de uno de los cursos de agua en mejor estado ecológico de la re-gión metropolitana, impulsó el proceso de la Agenda 21 local, y colaboró en la singu-lar experiencia de presupuestos participa-tivos que en el 2006 mereció el premio de la Generalitat de Catalunya a la innovación democrática. Su último acto público fue el solemne “Voto” del pueblo de Figaró por la sostenibilidad en el 2007. Tras vivir casi dos décadas con una enfermedad incurable, ha muerto en paz rodeada de sus familiares, amigos y veci-nos el 5 de enero de 2009.

Arne Naess: fundador de la

ecología profundaEl filósofo noruego y ecologista com-prometido Arne Naess, creador del concepto de “ecología profunda”, falle-ció el 12 de enero a los 96 años. Nacido en Oslo en 1912, Naess se diplomó en filosofía en 1933. Con 27 años, Naess se convirtió en el profesor más joven de la Universidad de Oslo, donde impartió clases entre 1939 y 1970. Militante pacifista, Arne Naess viró hacia la ecología a principios de los años 70, cuando se encadenó junto a otros activistas para evitar que la construcción de una presa en el norte de Noruega destruyera la cascada de Mardalsfossen; las protestas consiguie-ron detener el proyecto. En 1973, acuñó el concepto de “ecología profunda”, un pensamiento que consiste en el desarrollo de una igualdad biocéntrica entre todos los habitantes del planeta, lo cuál deri-va en una relación armónica del ser humano con las otras especies y un respecto ilimitado a la diversidad. Sus palabras fueron precisas y elo-cuentes: “La ecología profunda es un movimiento según el cual no se hace el bien por el planeta en interés del ser humano, sino por el planeta en sí mismo”; asimismo postulaba que todos los seres vivos tienen el mismo valor y estaba a favor de lucha por la preservación del planeta en manifes-taciones, pero si era necesario también infringiendo la ley. Naess fue galardonado con la Orden Noruega Real de San Olav y con el Premio del Consejo Nórdico por la Na-turaleza y el Medio Ambiente en 2002. Publicó cerca de 30 libros y numerosos artículos.

Juan Manuel CestinoJuan Manuel Cestino Juárez falleció el 7 de febrero a los 62 años. Juanma fue, hasta el mismo momento de su falleci-miento, una de las voces más autoriza-das en el mundo del ecologismo de la provincia malagueña y de Andalucía. Oceanógrafo y ecologista convencido, fundó Silvema (1980) después su grupo local Habalcuza (1996), posteriormente la Plataforma en Defensa de la Salud y la Sierra (1997) y en 1999 ingresó en Ecologistas en Acción, siendo fundador de la Federación Provincial de Málaga,

y su coordinador durante cuatro años. Diversos escritos sobre las canteras de Alhaurín de la Torre y otras repartidas por la geografía andaluza, lo convierten en unos de los mayores expertos legales en el tema de las canteras. En los últimos tiempos, su labor la compartió con las denuncias de la des-trucción de las fanerógamas marinas en el Mar de Alborán. Luchador, idealista y tenaz, Juanma será siempre un referente para la lucha por el medio ambiente. Deja recuerdos imborrables que nos fortalecen y acom-pañan en los senderos de esta vida.

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Sentencia definitiva contra los aterramientos en el Marjal de la Safor

Los propietarios de la sociedad mercantil MARMOL COMPAC, patrocinadora del Va-lencia CF y del programa de televisión que realiza el popular cocinero Karlos Arguiña-no, a principio de los años 90 compraron la parcela 60 polígono 18, del Término Municipal de Tavernes de la Valldigna in-cluida en el Catalogo de Zonas Húmedas, al formar parte del Marjal de la Safor. Desde el año1995, aproximadamente, los lodos que generaba dicha fábrica en la producción de piezas de mármol los depositaban en la citada finca, a pesar que se trataba de suelo especialmente protegi-do por el Plan General, en vez de llevarlos a un vertedero autorizado y controlado. La razón parece evidente, el vertedero autorizado estaba más lejos que la finca y los lodos servían para levantar la cota de los terrenos y trasformarlos en una planta-ción de cítricos que tiene más valor que el terreno de hortalizas propias de las zonas húmedas. En el año 1998, Ecologistes en Acció pre-sentó distintas denuncias ante el Ayunta-miento y la Conselleria de Medio Ambien-te instando a que tomaran los acuerdos necesarios para evitar que siguieran los aterramientos. Al final tuvimos que acudir a los Tribunales para que estos obligaran al Ayuntamiento de Tavernes de la Valldigna a tramitar el correspondiente expediente sancionador y de restauración. Resultado de todo ello, el 10 de mayo de 2005, se dictó sentencia ordenando la tramitación el expediente sancionador y de restaura-ción. A pesar de ello, el Ayuntamiento se resistió a iniciar la apertura del expediente sancionador y de restauración. Así que mientras la fiscalía no inició diligencias por el delito de desobediencia por incumpli-miento de sentencia por el Ayuntamiento de Tavernes de la Valldigna, éste no hizo nada para restaurar el suelo y cumplir la sentencia. Al final, el Ayuntamiento resolvió el expediente de restauración, ordenan-do, entre otras cosas, el inicio de las actuaciones necesarias para devolver los terrenos a su estado inicial. El propietario

de los terrenos, Francisco Sanchis Bel-lan, impugnó ante el Juzgado la Resolución ordenando la restauración, y al mismo tiempo solicitaba la suspensión de la orden de iniciar las restauración. Ambos asuntos fueron resueltos por el Juzgado de lo Contencioso Adminis-trativo nº 2 de Valencia. En primer lugar se desestimaba el recurso de suplica y en segundo, se ordenaba mediante sentencia la restauración. Contra ambas resoluciones, Francisco Sanchis Bel-lan presentó Recurso de Apela-ción, que fueron desestimadas en diciem-bre por el Tribunal Superior de Justicia. Cabe destacar que se trata de una sen-tencia firme. Es decir, tienen que empe-zar a sacar los vertidos que han aterrado, y dejar los terrenos como estaban an-tes de iniciar los vertidos, si no quieren incurrir en el delito de desobediencia. El espacio que hay que restaurar son unos 100.000 metros cuadrados de superficie. En la demanda el propieta-rio de la finca valora el coste de la restauración en 3.674.064,54 €. Canti-dad que fue estimada por el Juzgado.

Premio Solar 2008

Ecologistas en Acción ha sido galar-donada con el Premio Solar 2008, en la categoría de asociaciones lo-cales o regionales que promuevan proyectos de energías renovables, por su proyecto de promoción de la participación de sus socios/as en la huerta solar Villa II en el municipio de Villa de Don Fadrique, Toledo. Los premios se otorgan a nivel nacional y europeo a los municipios, empresas municipales, particulares, profesionales de la arquitectura y de la ingeniería, propietarios de ins-talaciones de energías renovables y organizaciones que hayan realizado actividades y servicios relevantes para promover el uso de la energía solar.

Mediante el otor-gamiento de los Premios Nacio-nales y Europeos Solar 2008, igual que en las ante-riores ediciones, Eurosolar desea promover más intensamente la energía solar y un

nuevo ímpetu para su introducción generalizada. El premio tiene el obje-tivo de divulgar ampliamente la ener-gía solar y movilizar intensamente al público a favor de un movimiento pro-energía solar. Los premios se otorgan a siete diferentes categorías de proyectos e iniciativas innovado-ras y relevantes en la utilización de energías renovables. La convocatoria de los Premios Solar, que en nuestro país se entregan desde 2002, está abierta simultánea-mente en distintos países europeos y los otorgan las diferentes secciones de Eurosolar existentes en cada país. Los ganadores de los Premios Solar 2008 nacionales optan a los galardo-nes europeos. La instalación solar fotovoltaica, en la que participa Ecologistas en Acción, y por cuya promoción ha sido premiada, fue inaugurada el 10 de septiembre de 2008, en la Villa de Don Fadrique (Toledo) tiene una potencia nominal de 250 kWp y para ella se estima una producción mínima de 415.000 kWh anuales. La huerta en su conjunto dispone de 600 kWp.

Las encimeras COMPAC patrocinan el programa de Karlos Arguiñano en Telecinco. En la Sexta, “Las tentaciones de Eva”, de Eva Arguiñano, y con “Cocina con Bruno”, de Bruno Oteiza. Y en Punto TV, con el programa “Cocina para dos”, de Ramón Roteta y Enrique Fleischmann.

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Jornadas sobre los delitos urbanísticos

en CádizEcologistas en Acción organizó los días 26 y 27 de noviembre del pasado año, unas Jornadas sobre Delitos Urbanísti-cos, en colaboración con la Diputación de Cádiz y la Asociación de la Prensa de Cádiz. La especulación y la corrupción ur-banística se han convertido en una lacra que está provocando graves impactos sociales, económicos, políticos y am-bientales. El poder legislativo, conscien-te de la gravedad de estas conductas y de los daños irreparables que conllevan para la sociedad, ha ido incorporando nuevos tipos penales que persiguen tanto a los responsables de urbaniza-ciones y construcciones ilegales, como a los técnicos y políticos que, por acción u omisión, las amparan. Ecologistas en Acción entiende que es imprescindible fomentar el debate ciudadano sobre las causas de la proli-feración de los delitos urbanísticos y los mecanismos más eficaces, para luchar contra ellos. Con estos objetivos se organizaron estas Jornadas, con el con-vencimiento de que han servido para concienciar sobre las graves consecuen-cias de la corrupción y la especulación urbanística y la necesidad de impulsar un urbanismo sostenible. En las mismas se alternaron inte-resantes ponencias, con las interven-ciones de Ángel Núñez, Fiscal Coordi-nador de la Red de Fiscales de Medio Ambiente de Andalucía, y María Acale, profesora titular de Derecho Penal de la Universidad de Cádiz, con mesas redondas que desataron debates de alta intensidad, en las que intervinieron alcaldes de distintos partidos políticos, representantes de entidades como el Colegio de Arquitectos y el Defensor del Pueblo, y representantes de orga-nizaciones sociales que vienen prota-gonizando campañas y movilizaciones. Un éxito rotundo de público.

El retroceso ambiental en NavarraEcologistas en Acción de Navarra

Se dispara el uso de veneno en los cotos de cazaEcologistas en Acción ha denunciado que en los últimos meses se han registrado casos muy graves de uso de veneno y de otros métodos no selectivos de caza, debido en buena medida a la pasividad de las administraciones competentes. Concretamente en la provincia de Tole-do (Castilla-La Mancha) se han registrado dos casos. En el primero de ellos, en la finca Castrejón Alto (Polán), se localiza-ron cebos, trozos de pollo y de sebo con insecticida, a la par que se encontraban numerosos lazos ilegales y los restos de dos águilas reales y de un gavilán. En el segundo, en el coto Cambrillos Norte (Albarreal de Tajo), se localizaron trozos de tortilla de patata impregnados de pesticida. Estos casos se añaden al registrado el verano pasado en el coto de la Junta de Propietarios San Humberto en Santa Olalla, en el que se localizaron 4 buitres negros envenenados. Las diligencias e investigaciones fueron llevadas a cabo por Agentes Medioambientales, a los que Ecologistas en Acción quiere reconocer su mérito. Sin embargo, esta labor se está

viendo truncada por la pasividad de la Delegación de Agricultura en tramitar las denuncias y en tomar medidas preventi-vas de cierre de los cotos de caza. En Castilla y León la situación es tam-bién preocupante, ya que con la sospecha de un posible repunte de la plaga de topillos la administración autonómica ya está repartiendo veneno. Además, el 19 de diciembre varios milanos reales muertos, presuntamente envenenados, se encontraron en Las Gar-gantitas (Villar del Buey, Zamora). Ecologistas en Acción exige que cese la pasividad de las administraciones ante es-tos envenenamientos. Es necesario que se actúe de forma contundente y se decrete la suspensión inme-diata de la activi-dad cinegética de los cotos donde se d e t e c t e el uso de veneno.

Lejos quedan aquellos años cuando la gestión medioambiental en Navarra era un ejemplo para otras comunidades del Estado y buscábamos compararnos con países europeos de larga tradición en el respeto por la naturaleza. Desgraciada-mente, el Medio Ambiente en Navarra está abandonado a su suerte, o mucho peor, gravemente amenazado por proyectos o actuaciones que el Gobierno Foral pro-mueve o respalda. Los últimos años, casi únicamente, han servido para desmante-lar todo lo conseguido anteriormente. Es preocupante la involución y el re-troceso legislativo y efectivo que se ha producido en Navarra y que se constata casi a diario. La derogación de leyes para dar “cobertura legal” al pantano de Itoiz fue el primer paso. A partir de ese momen-to los diferentes consejeros/as de Medio Ambiente y el propio Departamento se han dedicado a defender los proyectos más impactantes. La gestión actual del medio ambiente en Navarra brilla por su ausencia, y nunca los agresores de la naturaleza tuvieron más manga ancha. A pesar de presumir de una de las bio-diversidades mejores de Europa, nuestra imagen exterior está representada por nuestros deméritos ambientales. Somos

conocidos por nuestra obstinación por anegar uno de los valles más bellos y biodiversos del Pirineo con el embalse de Itoiz; por pisotear un ejemplo mundial de planificación energética basada en las energías renovables, con dos macropro-yectos de centrales térmicas en Castejón; o por mantener en el parque natural y reser-va de la biosfera de Bardenas un polígono de tiro, por poner algunos ejemplos. Tenemos una escasa población en un amplio y variado territorio y contamos con una autonomía fiscal que nos coloca en una disposición inmejorable para decidir sobre la orientación de las políticas hacia la sostenibilidad. El objetivo a partir de ahora debería ser recuperar el tiempo perdido. Para alcan-zarlo seguimos teniendo todavía excep-cionales recursos. Si no lo conseguimos será porqué quizá la preocupación por el Medio Ambiente sigue sin ser prioritaria en algunas agendas.

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Los sectores propuestos de Suelo

Urbanizable en Logroño

Ecologistas en Acción, ante el Docu-mento sobre Delimitación de Diver-sos Sectores de Suelo Urbanizable No Delimitado en el municipio de Logroño sometido a exposición pú-blica, plantea la paralización de estos nuevos sectores, en tanto en cuanto no se apruebe el nuevo Plan General Municipal. El Ayuntamiento de Logroño pro-pone la delimitación de diversos sectores de Suelo Urbanizable No Delimitado (Río Batán, Pedregales, Valdegastea, Zaballos) con el fin de poder construir más viviendas en la ciudad de Logroño. Actualmente en la ciudad, y como consecuencia de la fiebre construc-tora de los últimos años, existe una gran cantidad de viviendas vacías, edificios a medio construir y solares urbanos vacíos que podrían satisfa-cer el crecimiento urbano de Logro-ño durante varios años. Al mismo tiempo, el Ayunta-miento se encuentra redactando el nuevo Plan General de Ordena-ción Urbana en donde se deberán estudiar las necesidades reales de la ciudad en materia de vivienda y planificar las zonas de crecimiento necesarias, y al margen de los pro-cesos especulativos de los últimos años que han dado lugar a la situa-ción actual. Por este motivo no tiene sentido del delimitar nuevos sectores mien-tras se esta realizando la revisión del planeamiento urbanístico de Logroño. Ello impediría un verdadero debate sobre qué modelo de ciudad queremos y lo vaciaría, además, de una parte importante de su con-tenido, al encontrarse con hechos consumados. Por estos motivos se ha solicitado al Ayuntamiento la paralización de los nuevos sectores propuestos de Suelo Urbanizable No Delimitado en el municipio de Logroño en tanto en cuanto no se apruebe el nuevo Plan General Municipal. Es en este docu-mento en el que deben debatirse y resolverse las necesidades reales de vivienda de la ciudad y las zonas por donde debe extenderse su desarrollo urbanístico.

45.000 firmas de canarios a la basuraUn año más al movimiento ecologista de Canarias ha desarrollado una Iniciativa Le-gislativa Popular (ILP), con la presentación de más de 45.000 firmas ante el Parlamento canario. El sector servicios supone el 80% del producto interior bruto del archipiélago, destacando especialmente el turismo. Estos años había descendido la llegada de turistas por diversos factores, lo que unido al declive del sector genera la disminución de los precios y el impulso de fenómenos como el “todo incluido”. Ben Magec-Ecolo-gistas en Acción de Canarias considera que las islas precisan una política de fomento a la renovación de una planta alojativa obsoleta, y la defensa de un crecimiento cero que impida que la industria turística ocupe nuevos territorios costeros vírgenes. Los objetivos eran generar el mayor apoyo social posible para llevar esta Iniciativa ante el Parlamento e impulsar un proceso de participación social en el archipiélago. Esta campaña unitaria por un “Turismo sostenible” no tenía parangón anterior, ya que nunca se había presentado una ILP de un tema general y global, sino de asuntos más locales. Tras conseguir las 45.000 fir-mas, esta organización ecologista expuso sus razones en el Parlamento, y los grupos parlamentarios que mantienen al gobier-no de Canarias (CC-PP) no se dignaron ni a admitirla a trámite y tiraron a la basura las 45.000 firmas, con lo que generaron una gran polémica social. El Parlamento de Canarias votó en con-

tra de su toma en consideración. Y con ello, puso en entredicho los compromisos adquiridos por el Gobierno al inicio de esta legislatura, tanto en reuniones mantenidas con representantes de esta Federación, como en el discurso de investidura del Presidente, Paulino Rivero, cuando afirmó que “Éste será el Ejecutivo de todos. Porque todos cuentan y todos tienen algo que decir y aportar, éste será un gabinete de todos”. Con ésta, son ya dos las propuestas de Ley presentadas con el aval de miles de personas, y que el Parlamento de Canarias ha rechazado. Ya pasó en el año 2005 con la protec-ción del litoral de Granadilla, apoyado por más de 56.000 personas, y ahora vuelve a pasar con una Ley que pretende garan-tizar el mantenimiento de la moratoria turística y el respeto a la Ley de Directrices. En este caso, se rechaza para aprobar una Ley de Medidas Urgentes que ha sido rechazada por los sectores más impor-tantes implicados en la materia que esta Ley regularía (grupos sociales, patronales, sindicatos, colegios de arquitectos y un largo etcétera).

Baladre, CGT, Confederación Intersindical, Ecologistas en Acción, Ekologistak Mar-txan, Izquierda Anticapitalista, ¿Quién debe quién?, OMAL-Paz con Dignidad y Verdegaia se han unido en la cam-paña “UE ¿pa’ qué?” que focalizará su actividad en las próximas elecciones al Parlamento Europeo y en la presidencia española de la UE de 2010. La campaña sostiene que las políticas de la UE promueven la precarización laboral, dificultan el acceso a la vivien-da, privatizan la educación y la sanidad, fomentan la movilidad motorizada y agravan los problemas territoriales, am-bientales y energéticos. Es evidente una vez más la necesidad de unos pocos poderosos de imponer sea como sea su modelo y su concepción de Europa: una unión al servicio del mercado y de las multinacionales, que aumenta cada vez más la fuerza de su poder militar, con el objetivo de imponer relaciones injustas e intervenir en otros países, pa-

sando por encima de los derechos de la ciudadanía y de los pueblos. Y en tiempos de “crisis”, la UE vuelve a apostar por dar un impulso más a la liberalización comercial. La Comisión Europea intenta utilizar los mismos me-canismos que nos han llevado a esta crisis para, en teoría, salir de ella. La campaña se pregunta “¿crisis de qué y de quién?” ya que ”necesitamos menos para vivir mejor y en equidad”. Y considera que existen recursos suficien-tes para que todas las personas tenga-mos una vida buena, si los distribuimos sobre la base de los criterios de equidad y justicia. Lo demás es barbarie.

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10 el ecologista, nº 60, primavera 2009

Consulta popular sobre la térmica

de Barajas de Melo

En la ribera del río Tajo, en el límite de Madrid y Cuenca, están previstas tres centrales de gas de ciclo combinado: Estremera (Endesa, 1.200 MW) y Vi-llamanrique (Iberdrola, 800 MW) en Madrid y la de Barajas de Melo (Hidro-cantábrico, 800 MW) en Cuenca. La central térmica de Barajas emi-tiría cada hora casi 300 toneladas de dióxido de carbono y 250 kg de óxidos de nitrógeno. Esta contami-nación afectaría a otros municipios cercanos como Belinchón, Zarza de Tajo y Tarancón. Un factor crítico en este tramo de la cuenca del Tajo es la disponibilidad de agua con la que refrigerar la cen-tral. La planta de Barajas prevé tomar unos 350 litros por segundo de agua, de los que evaporaría cerca de la mi-tad, devolviendo al cauce el resto del agua sobrecalentada y con un mayor contenido en sales y otras sustancias. El agua evaporada sería aproxima-damente igual a la que consumirían 150.000 - 200.000 personas. Para hacer frente a estos proyectos de centrales térmicas se ha creado la Plataforma Térmicas No - Aire Limpio. La Plataforma lleva muchos meses movilizándose y promoviendo dife-rentes acciones e iniciativas. Entre ellas destacan: la presentación, entre julio y agosto del año pasado, de 1.799 alegaciones de otros tantos ciudadanos contra la instalación y una manifestación el 11 de octubre de 2008 en Barajas de Melo, con la presencia masiva de sus vecinos y de otros municipios afectados. Ahora inicia una recogida de firmas para instar al Ayuntamiento de Bara-jas a realizar una consulta popular que recoja el sentir de la población afectada por el proyecto. Tal y como se comprometió públicamente el Al-calde, Luis Ayllón, en varias ocasiones en el sentido de que el consistorio res-petaría la voluntad de sus vecinos. En las hojas de firmas, la Plataforma solicita también al Ayuntamiento que se posicione contra la instalación de la central térmica, denegando todo tipo de licencias que se soliciten para su instalación, así como cualquier mo-dificación de la calificación urbanísti-ca que permitiera su ubicación.

Oposición a nueva térmica en LedesmaENDESA pretende instalar una nueva central térmica de ciclo combinado de 920 MW en Ledesma. Ecologistas en Acción de Salamanca y de Castilla y León han presen-tado alegaciones, mostrando sus efectos perjudiciales para la salud, la economía lo-cal, el medio ambiente y el cambio climá-tico. Anualmente emitiría casi 3 millones de toneladas de CO2. Además, se verían afectados el Parque Natural de Arribes del Duero, la Zona de importancia de Cigüeña Negra y el LIC “Riberas del Tormes”. ENDESA ha obviado en su Estudio de Impacto Ambiental (EIA) el gasoducto

de 30 km desde Salamanca y la línea de 400 kV y 35 km hasta Piñuel (Zamora), a pesar de que el Ministerio de Medio Ambiente le exigió que incluyera estas nuevas infraestructuras en el EIA. Ecologistas en Acción también ha par-ticipado en la Plataforma Antitérmica del Tormes, que ha conseguido 3.000 firmas y que 20 ayuntamientos hayan presentado alegaciones. Y eso a pesar del silencio de la prensa local y de que el Ayuntamiento de Ledesma ha boicoteado todos los actos de la Plataforma en el pueblo. En las comarcas de Sayago, Ledesma y Arribes ya hay 6 centrales hidroeléctricas con una capacidad de 4.174 hm3, que contribuyen a que Castilla y León genere el triple de electricidad de la que consu-me. También está la fábrica de combusti-ble nuclear de Juzbado. Ninguna de estas infraestructuras energéticas ha impedido la despoblación de estas comarcas, con densidades de unos 10 hab/km2.

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El mundo se une contra el mercurioContrariamente a las previsiones, los ministros de medio ambiente de todo el mundo han acordado comenzar a negociar un tratado para el control de la contaminación mundial por mercurio. La decisión representa el consenso de los más de 140 países reunidos en el 25º Encuentro del Consejo de Gobierno del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente celebrado en Kenia. Para Ecologistas en Acción, miembro de la Oficina Europea de Medio Ambiente y del grupo de trabajo Mercurio Cero, “este consenso es un avance muy importante” y “el tratado garantizará que se alcance un compromiso serio para la reducción,

tanto de las emisiones, como de la oferta y la demanda mundiales de mercurio.” El tratado incluirá acciones para re-ducir las fuentes de mercurio, su uso en productos y procesos, y las emisiones atmosféricas, lo que disminuirá, en última instancia, la exposición de los seres huma-nos al mercurio. Las preparaciones para las negociaciones de un tratado mundial comenzarán a finales de este año, inicián-dose las discusiones a principios de 2010 con objeto de completarlo antes del año 2013. El acuerdo fue posible gracias al im-portante cambio de posición de Estados Unidos, que ahora apoya la creación de un acuerdo jurídicamente vinculante.

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Campo de golf sobre las Dunas de OyambreEl Presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, pretende conservar el campo de golf sobre las Dunas de Oyambre. Conviene recordar que el 19 enero de 1999, un vigilante de Costas realizó una primera denuncia contra Construcciones Rotella por realizar obras en las Dunas para acondicionarlo como campo de golf. En aquellos años los informes técnicos y periciales concluyeron que las Dunas eran una zona especialmente protegida por la Ley de Costas y por la Ley del Parque de Oyambre. Tanto la Consejería de Obras Pú-blicas como el Ayuntamiento de Valdáliga resolvieron sancionar a la empresa por las obras, así como cerrar el campo de golf y volver las dunas a su estado anterior. Este acuerdo no se ejecutó. Pasados unos años, en concreto el 25 de marzo de 2005, la empresa Silver Eagle adquirió los derechos sobre el campo de golf y presentó el proyecto de rehabilita-ción de la casa-club de Oyambre. El 10 octubre de 2006, Ecologistas en Acción de Cantabria solicitó al Ayunta-miento de Valdáliga que no se autoriza-ran las obras solicitadas por Silver Eagle porque incumplían la Ley de Costas y la

ley del Parque Natural, que se ordenara el cierre del campo de golf, que se abriera expediente sancionador y que la empre-sa elaborara un plan de restauración. Después de diversos informes técnicos, la Consejería de Urbanismo y el Ayunta-miento de Valdáliga deniegan la autoriza-ción para llevar a cabo el proyecto. El 5 de septiembre de 2006 la Dirección General de Costas presenta el proyecto de Restauración del Sistema Dunar de Oyam-bre que, entre otras actuaciones, prevé la retirada del campo de golf existente. La propuesta del presidente de Can-tabria pone de manifiesto su desconside-ración por la legalidad vigente y la falta de respeto hacia las resoluciones e informes aprobados en estos últimos 10 años. Ecologistas en Acción ha exigido al Ayuntamiento de Valdáliga y al propio Gobierno de Cantabria el cierre del cam-po de golf y la restauración de las Dunas de Oyambre. En el caso de que no se lleve a cabo recurrirá a los tribu-nales para hacer respetar la legalidad.

Ampliación de la estación de esquí de Cerler

El Gobierno de Aragón y la empresa Aramón (Ibercaja) continúan con su modelo destructor con el Pirineo. Una vez llevada a cabo la ampliación de la estación de esquí de Formigal por el valle de Espelunciecha, le toca el turno a la estación de Cerler, que se proyecta ampliar por cuatro frentes: Ardonés, Alto Isabena, Castanesa y Aneto, con lo que se pretende contar con un domi-nio esquiable de 2.200 hectáreas. Con los informes favorables del Departamento de Urbanismo del Go-bierno de Aragón para la aprobación del Plan General de Ordenación Urba-na de Montanuy (con 3.500 segundas residencias y 3.500 plazas hoteleras en un municipio que no llega a los 200 ha-bitantes repartidos por una docena de núcleos), y la declaración del proyecto de interés supramunicipal, se ha inicia-do un proceso que esperamos que sea reversible en los tribunales. Con esta actuación se insiste en un modelo de desarrollo agotado, basado en la especulación urbanística, en una zona de alto valor ecológico y destru-yendo la estructura social y cultural basada en la ganadería de montaña, que es lo que debería ser fomentado junto con un turismo respetuoso. ¿Se han planteado en el Gobierno de Ara-gón dedicar una décima parte de todo este esfuerzo a fomentar la economía local en vez de a eliminarla? La falta total de rentabilidad de las estaciones de esquí alpino agravará el enorme endeudamiento de ARAMON. Sobre todo teniendo en cuenta que los estudios científicos prevén que los efectos del cambio climático sean especialmente intensos en las zonas de montaña del sur de Europa, en particu-lar España. La desproporción e ilógica de este proyecto sólo puede ser entendida por la anteposición de intereses de benefi-cio rápido de unos pocos a los intereses de la sociedad en general, que tendrá que asumir los elevadísimos costes económicos y ambientales.

Golf y caza en el Parque Regional del SuresteEl Parque Regional del Sureste se declaró en 1994 para proteger los tramos bajos de los ríos Jarama y Manzanares. En este espacio se concentra una de las mayores extensiones de humedales de la Comuni-dad de Madrid. Pero al mismo tiempo, es una zona muy castigada por actividades mineras, infraestructuras e instalaciones industriales. Por ello resultaba esencial aprobar un Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) que regulase los usos y desterrase aquellos incompatibles con la conserva-ción del espacio protegido. Sin embargo, el Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid ha aprobado, en la más absoluta clandestinidad, un PRUG que sólo favorece a los sectores que más han contribuido a su degradación. Sin co-nocer el texto definitivo, sin contestar a las más de 400 alegaciones presentados por organizaciones ecologistas, se ha autori-zado un documento fraudulento e ilegal. El PRUG, autoriza la construcción de

campos de golf, a pesar de que ni la Ley de creación del Parque Regional ni el Plan de Ordenación de Recursos Naturales contem-pla este uso. Se da la circunstancia de que el texto que se sometió a información pública, en 2005, prohibía estas instalaciones. Es obvio que las presiones de algunos ayunta-mientos y sectores ajenos a la conservación del espacio protegido se han impuesto. Por lo que respecta a la caza no se hace mención alguna a la prohibición expresa por la Ley de creación del Parque Regional a que se cace en las zonas de mayor valor ambien-tal. Tampoco el nuevo PRUG parece que vaya a suponer una regulación sostenible para la actividad de la minería de áridos, uno de los usos que más han degradado la zona, ya que, entre otras cuestiones, no limita la concen-tración abusiva de explotaciones existentes. En cuanto a la agricultura, una de las ma-yores causas de contaminación de aguas y suelos, hay una nula voluntad por controlar el empleo masivo de fitosanitarios.

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Procedimientos oscuros, fraudulentos y antidemocráticosCon la justificación de la crisis, las cau-telas ambientales se rebajan. Todas las modificaciones suponen quitar la ne-cesidad de órganos de participación e informes sectoriales garantistas. La “Ley de medidas tributarias y financieras de impulso a la actividad económica de Andalucía y de agili-zación de procedimientos adminis-trativos” se presentó en la Comisión Parlamentaria de Economía. Contiene 14 disposiciones finales por las que se modifican 10 leyes que no son ni económicas ni tributarias pero si de gran relevancia en el ordenamiento ambiental de Andalucía. Las leyes modificadas son:

- Ley 4/1986, del Patrimonio de la Co-munidad Autónoma de Andalucía- Ley 1/1994, de Ordenación del Terri-torio de la Comunidad Autónoma de Andalucía.- Ley 7/2007, de Gestión Integrada de la Calidad Ambiental.- Ley 2/1992, Forestal de Andalucía.- Ley 8/2003, de la flora y la fauna silvestres.- Ley 2/1989, por la que se aprueba el Inventario de Espacios Naturales Protegidos de Andalucía.- Ley 12/1984, de declaración de las Marismas del Odiel como Paraje Natural y de la Isla de Enmedio y la Marisma del Burro como Reservas Integrales.- Ley 8/1999, del Espacio Natural de Doñana.- Ley 3/2003, de declaración del Paraje Natural de Alborán.- Ley 6/2006, del Gobierno de la Co-munidad Autónoma de Andalucía

Si estas leyes se hubiesen modifi-cado a propuesta de la Comisión de Medio Ambiente y no de la de Econo-mía, el debate podría haber sido otro y agentes y organizaciones sociales, como Ecologistas en Acción, habría-mos tenido oportunidad de aportar opiniones y enmiendas al articulado como está regulado en el procedi-miento parlamentario. En cambio el PSOE de Andalucía y la propia Junta de Andalucía han preferido actuar con subterfugios, oscurantismo y oculta-ción, y en contra del ordenamiento parlamentario.

Estrategia de Movilidad SostenibleEl Gobierno central acaba de hacer público un borrador de la Estrategia Española de Movilidad Sostenible. La principal crítica que merece esta Estrategia es su carácter de mera recomendación, sin fuerza legal para hacer cumplir sus planteamientos. Los graves problemas de carácter am-biental, social, económico y territorial que causa el transporte en España, deben ser abordados de forma decidida con una Ley de Movilidad Sostenible, no con recomen-daciones que con toda seguridad serán incumplidas. Aunque buena parte de las propuestas que realiza el Borrador de la Estrategia son acertadas, hay algunas que no son asumibles. Entre otras, que se presente al Plan Estratégico de Infraestructuras y Transporte, PEIT, como uno de los modos de alcanzar la sostenibilidad en el trans-porte, cuando en realidad se trata de un Plan desarrollista e insostenible, que

además se está ejecutando incumpliendo la legislación sobre evaluación ambiental estratégica. Por otro lado, también se echan en falta medidas más ambiciosas y claras para reducir la demanda de transporte. No se puede caminar hacia la sostenibilidad si no se disminuyen las tasas de movilidad –de personas y mercancías– en todos los medios de transporte, pero en especial en los más insostenibles, como la carretera y la aviación. En todo caso, las propuestas incluidas en la estrategia, ya sean positivas o nega-tivas, no son sino un brindis al sol. Unas meras recomendaciones que las distintas administraciones ignorarán en tanto no tengan la obligación legal de cumplirlas. Un cambio positivo sólo se conseguirá con una Ley de Movilidad Sostenible que, hoy por hoy, no parece estar en los planes del Gobierno.

A pesar de que en las riadas de este otoño se manifestó la mala planificación urbanística de la ciudad por el excesivo suelo artificial y la caótica situación de la zona sin urbanizar, y a pesar de la crisis económica, las dos administraciones públicas de Melilla siguen apostando por el hormigón puro y duro. En primer lugar el Ministerio de Fomento opta por desmantelar la carretera de circunvala-ción para volverla a montar. Sí, existe una carretera de circunva-lación... que no circunvala nada. Corre paralela a la valla fronteriza y apenas es utilizada por nadie. Esta carretera tan solo tiene 15 años y dado su poco uso sigue flamante como el primer día. Son mas de 9 millones de € en plena crisis económica para una carretera que se sabe ya que no tendrá utilidad.

Pero el Gobierno de la Ciudad sigue la misma línea. Ahora acaba de legalizar lo ilegalizable: permitirá las actividades de construcción en la zona rural. Dará por tanto la bendición a las em-presas que estaban utilizando suelo rural como suelo industrial, y que además han maltratado el terreno con actividades ilegales como excavaciones, venta de la tierra, rellenos con residuos y ocupación del dominio público hidráulico. La legalización se argumenta por el “interés social” de las empresas de cons-trucción, al tener empleados a su cargo. La situación es más grave de lo que parece puesto que cualquier empresa con empleados podrá utilizar suelo rural para sus actividades, lo que acabará con el estrecho margen sin urbanizar entre el casco urbano y la valla fronteriza.

Réquiem por la zona sin urbanizar de la Ciudad de Melilla

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13el ecologista, nº 60, primavera 2009

Foto ganadora del XVII Concurso de Fotografía de Denuncia Ecológica, organizado por Ecologistas en Acción de La Rioja, titulada “Jugando con fecales”, de Javier P. Fernández Ferreras Berango.

Proceso de planificación hidrológicaPara finales de 2009 ha de estar apro-bado el nuevo Plan Hidrológico de Cuenca elaborado según las directri-ces que marca la Directiva Marco del Agua (DMA). Esta norma introduce un cambio radical en la gestión del agua con respecto a los anteriores Planes. La visión anterior estaba basada en la gestión de la oferta. Ahora se trata de gestionar de otra forma, basada en la gestión de la demanda que pone el acento en reducir el volumen de agua necesaria para los seres humanos y su sistema económico actuando sobre todos los elementos que componen el circuito de abastecimiento. La DMA también obliga a desarro-llar, en el proceso de elaboración de los nuevos planes, un proceso parti-cipativo con todas las personas, ins-tituciones, asociaciones y empresas interesadas. Al final del proceso se debe llegar a un Documento que haya sido ampliamente consensuado por todos los actores interesados en los ecosis-temas hídricos y donde el buen estado químico y ecológico de esas aguas sea el objetivo principal a alcanzar para 2015, incluyendo las aguas superfi-ciales continentales, de transición y costeras así como las subterráneas. Este proceso, en la Demarcación Hi-drográfica, ha comenzado con la redac-ción y publicación de los documentos previos del proceso de planificación: “Programa, Calendario y Fórmulas de Consulta”, “Proyecto de Participación Pública” y “Estudio General de la De-marcación” y en enero terminó el plazo para alegar al denominado “Esquema de Temas Importantes”. Ecoloxistes n’Aición d’Asturies, está participando activamente en todo el proceso y ha presentado alegaciones que pueden ser consultadas en:

ecologistasenaccion.org/asturies

Los movimientos por el agua reunidos en el Forum Social Mundial de Belem consideran que este modelo económico ha declarado la guerra a la naturaleza: al agua, al aire, a la tierra y los bosques, y a todos los bienes comunes naturales. Esta crisis mundial –social, ambiental y econó-mica– se manifiesta también en el acceso a los servicios de agua y saneamiento que reflejan los principios económicos dentro de los cuales se desarrollan, dividiendo la humanidad en incluidos y excluidos. De la misma manera, esta crisis de civilización se manifiesta con el cambio climático. No debemos entonces aceptar que las res-puestas al caos climático en el sector ener-gético persigan las mismas lógicas que provocaron el desastre, con soluciones que comprometen la cantidad y calidad de agua y la vida en el planeta: represas, centrales nucleares, plantaciones de agro-combustibles. Además, el modelo de la agricultura industrial intensiva con fuerte input energético fósil contamina y destru-ye las reservas de agua y empobrece los suelos agrícolas, anulando la soberanía alimentaria de los pueblos. A partir de la declaración de ciudad de México reforzamos nuestros principios básicos:- El agua en todas sus formas es un bien común y su acceso es un derecho huma-no fundamental e inalienable de todos los seres vivos. El agua es un patrimonio de las comunidades, de los pueblos y de la humanidad y de la naturaleza: no es mercancía. Rechazamos las formas anti-guas y nuevas de privatización del agua, inclusive la asociación pública-privada, la privatización del servicio de saneamiento y el manejo con lógicas privadas de las empresas públicas.- Exigimos que cualquier ser humano tenga acceso y derecho al agua de buena calidad y en cantidad suficiente para la higiene y la alimentación. - La gestión del agua debe permanecer en el ámbito público y comunitario, con parti-

cipación, equidad, control social, sin fin de lucro y no debe generar violencia sobre los territorios, preservando el ciclo del agua.- Las cuencas hidrológicas son las unida-des básicas integrales de gestión del agua. Las cuencas transfronterizas deben ser administradas respetando a las comuni-dades, el medio ambiente y el derecho de acceso al agua de todos los pueblos. - Se debe garantizar la solidaridad entre las generaciones presentes y futuras. Los movimientos reunidos en Belem convocan una movilización global des-de el 14 hasta el 22 marzo de 2009 en Estambul y en todos los territorios para manifestar nuestra firme oposición al Foro Mundial del Agua de las grandes empre-sas transnacionales, que buscan nuevas formas de mercantilización del agua. Se-guiremos exigiendo la exclusión del agua de la OMC y de los demás acuerdos inter-nacionales de libre comercio e inversión, tanto bilaterales como multilaterales.

Foro Social Mundial de BelemDeclaración de la Asamblea del Agua

V Foro Mundial del Agua de EstambulDel 16 al 22 de marzo se celebra el V Foro Mundial del Agua (FMA), esta vez en Estam-bul. El Foro Alternativo, en el que partici-

pará Ecologistas en Acción, celebrará una gran victoria: los fondos internacionales necesarios para la construcción del gran embalse de Ilisu han sido negados. La presa iba a inundar un gran valle del río Tigris con poblaciones kurdas y restos arqueológicos de la cultura mesopotámica. Además, la presa reduciría las aportaciones del Tigris a Siria e Iraq a un 40%.

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14 el ecologista, nº 60, primavera 2009

Nulidad presupuestos de Medio Ambiente 2009

¿Existe libertad en Colmenarejo?

Entre noviembre de 2008 y enero de 2009, Carlos González-Amezúa y Tere-sa García, miembros de Ecologistas en Acción de Colmenarejo (Madrid), han sufrido tres atentados contra sus ve-hículos, en la puerta de su domicilio, como consecuencia de sus conviccio-nes en contra de la fiesta de los toros. En dos de ellas rompieron las lunas de sus coches y en la otra pintaron en uno de ellos las frases “Verdes”, “Hija de puta” y “Antitaurina de mierda”. Los hechos han sido denunciados a la Guardia Civil, aunque se tiene la sensación de que el interés por estas agresiones ha ido decreciendo a medida que iban aumentando, y se ignora si se ha practicado alguna diligencia al respecto. Carlos y Teresa, son miembros activos de Ecologistas en Acción y defienden sus convicciones haciendo uso de las herramientas que la Consti-tución y las leyes ponen a disposición de todos. Hace año y medio pusieron en marcha una recogida de firmas en Colmenarejo para promover una consulta para retirar la subvención municipal a los festejos taurinos. En aquellos días pudieron ya comprobar con tristeza la existencia de un peque-ño grupo de personas cuyos únicos argumentos en contra de la iniciativa eran el insulto y, como ha sucedido ahora, la violencia.

Detectores de humo radiactivos en AndillaEl problema de los residuos y de los ver-tederos ilegales en el País Valenciano es realmente preocupante. La denuncia de Ecologistas en Acción de La Serranía de un vertedero ilegal, en el término municipal de Andilla, donde se había producido el abandono de varios detectores de humo con componentes radiactivos, es sólo la punta del iceberg. Estos detectores de humo disponen de la identificación para ser reconocido el riesgo radiactivo y dis-ponen de un número de serie que facilita el seguimiento de la cadena comercial del producto. Además, se encontró entre los escombros documentación perteneciente a una empresa, lo que apunta a la posible autoría del vertido. Estos documentos están a disposición del Seprona y de la Fiscalía con el fin de facilitar la investigación y resolución de

este grave atentado medioambiental. La empresa, dedicada a la instalación y mantenimiento de instalaciones contra incendios, dispone de la certificación AE-NOR y lleva más de veinte años trabajan-do, por lo que debe contar con personal cualificado y experiencia en este tipo de instalaciones, lo que no se corresponde con el destino que supuestamente han dado a sus desechos peligrosos. Ecologistas en Acción considera que la existencia de este material en un vertede-ro ilegal se puede deber a trabajos realiza-dos por esta empresa, no descartando la posible implicación de subcontratas. Con la gravedad que supone para el medio y la salud estos hechos y estas actitudes con los “desperdicios industriales”, pide que se investigue a fondo y se depuren responsabilidades.

Ecologistas en Acción de la Región Mur-ciana ha pedido la anulación de los pre-supuestos para Medio Ambiente de 2009, pues su aprobación no ha contado con el preceptivo informe del Consejo Asesor Regional de Medio Ambiente. La organización advierte que el Pre-sidente del Consejo Asesor ha podido incurrir en una dejación de su obligación de convocarlo con la periodicidad que se establece por Decreto. Pero lo más grave de este proceder es que constituye una

práctica obstruccionista que dificulta el derecho de los ciudadanos a un medio ambiente adecuado. Ecologistas en Acción considera que estos hechos pueden resolverse con celeridad convocándose el Consejo Asesor para que se efectúen las ob-servaciones pertinentes que puedan ser tenidas en cuenta a la hora de su ejecución y para eventuales modifica-ciones presupuestarias, aunque sea a posteriori.

La reforma de la Ley de CostasEcologistas en Acción considera que uti-lizar una enmienda a la Ley de Navega-ción para evitar la ejecución de la Ley de Costas, es una muestra de la cobardía del Gobierno de Zapatero ante la presión de los propietarios de viviendas situadas en el dominio público marítimo terrestre. El mecanismo por el que se ha modificado la efectividad de la Ley de Costas (modifican-do de la Ley de Navegación sin pasar por el Consejo de Estado ni Pleno de Congreso) es un claro indicio de la falta de transpa-rencia en la actual gestión ambiental. La anterior Ministra de Medio Ambien-te, Cristina Narbona, se propuso reducir la artificialización de las costas españolas y limitar el espacio de dominio público marítimo terrestre ocupado por cons-trucciones. La Ley de Costas tiene más de dos décadas de vigencia pero ha sido durante el periodo de gestión de Narbona cuando comenzó a aplicarse con todas sus consecuencias, iniciando los deslindes del dominio público marítimo terrestre.

El primer kilómetro de la costa medi-terránea está artificializado en más de un 34%, mientras el segundo kilómetro alcanza un 26,5%. Con estos datos, toda medida para evitar que se construyan más viviendas en el litoral y eliminar aquellas que ocupan el dominio público es poca. Además, en un contexto de cambio cli-mático e incremento de nivel del mar, hay que empezar a retranquear las construc-ciones costeras, eliminando aquellas más cercanas al nivel del mar, para adaptarse a un nuevo escenario que en unas décadas será bastante patente. Por tanto, Ecologistas en Acción, exige que se aplique la Ley de Costas, eliminan-do las construcciones costeras y se evite la ocupación del litoral. El oscurantismo mostrado por la actual Ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, llevando la reforma de manera hermética y apresu-rada, es buena muestra de su intenciona-lidad política y de sus perniciosas conse-cuencias sobre las costas españolas.

www.ecologistasenaccion.org/tenerife

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Los ecologistas contra la refinería de Extremadura

Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF han declarado que el proyecto del grupo Gallardo es un disparate ambiental y han pedido a las admi-nistraciones implicadas que lo des-carten por sus emisiones de gases de efecto invernadero, así como por el riesgo de un oleoducto de 300 km atravesando las comarcas de Doñana y Sierra Morena. El proyecto cuenta hasta el mo-mento con el apoyo de la Junta de Extremadura y el visto bueno del Ministerio de Industria, pero se en-cuentra en el trámite de evaluación de impacto ambiental. Las organizaciones ecologistas exigen que el Ministerio rechace el proyecto mediante la correspondien-te Declaración de Impacto Ambiental negativa. En caso contrario anuncian movilizaciones ciudadanas y acciones legales por el incumplimiento de los compromisos internacionales en materia de conservación del medio ambiente y cambio climático. La refinería, dada su localización a 150 km de la costa, necesita la cons-trucción de una serie de oleoductos y poliductos desde Huelva a los Santos de Maimona, en el centro de la pro-vincia de Badajoz. Serían más de 300 km de infraes-tructuras que, junto a la propia refine-ría, afectarán a 14 espacios naturales protegidos por la Unión Europea, en parte por introducir un riesgo de vertido inasumible para al menos 65 cauces, y muy en especial para el Parque Nacional de Doñana al atrave-sar entre otros el río Guadiamar. Las organizaciones ecologistas represen-tadas en el Patronato de este espacio protegido han solicitado por ello una resolución de este órgano en contra de este oleoducto. Además, la toma de agua necesaria para la refinería se haría en un embalse que está declarado Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA). Por todo ello, y por la oposición que ha surgido en toda Extremadura contra este proyecto, ejemplificada por la Plataforma Cívica Refinería No, las organizaciones ecologistas piden al Gobierno y al Parlamento extreme-ño la retirada del mismo.

Contra los transgénicos“Los transgénicos no son la solución al hambre. El futuro de la alimentación no pasa por el control de las multinacionales, que actúan como dictadores de lo que comemos y cultivamos, sino porque las semillas permanezcan en manos de los pueblos”. Así de contundente se ha mos-trado la premio Nobel alternativo Vandana Shiva durante su visita a Madrid. Shiva ha participado, junto con Amigos de la Tierra, COAG, Ecologistas en Acción y Greenpeace, en la presentación de la Declaración de la Sociedad Civil contra el uso de transgénicos en la agricultura y la alimentación. Este documento cuenta con el apoyo de una gran representa-ción de la sociedad. Ya son más de 450 investigadores, docentes universitarios, organizaciones profesionales agrarias, aso-ciaciones ecologistas, de consumidores, de productores de agricultura ecológica, ONG de desarrollo y entidades privadas las que se han sumado a este manifiesto. A través de este documento, se denun-cian los graves peligros de los transgénicos para la biodiversidad y para la salud. El creciente rechazo social evidencia que los transgénicos son una cuestión que afecta al conjunto de la sociedad. Si bien el mundo tecno-científico es una parte importante del debate, es el conjunto de la sociedad quien debe tomar las decisiones que afec-tan a la agricultura, la alimentación, las apli-caciones de los transgénicos y el derecho a producir y consumir en libertad. Este documento debe servir para que el Gobierno de España, que dice tener políticas progresistas y a favor de la socie-dad, tome nota de la abrumadora oposi-ción social a los transgénicos y modifique sus políticas que solamente benefician a las corporaciones agro-biotecnológicas”, ha declarado Vandana Shiva, escritora y científica, premio Nobel alternativo por su labor en defensa del medio ambiente y los derechos de las mujeres en la India. “El

Ministerio de Medio Ambiente y Medio Ru-ral y Marino debe reconsiderar su apuesta transgénica y orientar la agricultura espa-ñola hacia soluciones realmente progresis-tas y modernas, ambiental y socialmente sostenibles, como la agricultura ecológica”, ha añadido. Mientras los mayores productores de maíz de la UE han prohibido el cultivo de transgénicos, basándose en numerosos es-tudios científicos sobre sus impactos am-bientales y sanitarios, España sigue siendo el principal productor de maíz transgénico de la UE. En 2008 se cultivaron en España 80.000 hectáreas en una condiciones de absoluta falta de transparencia e incum-pliendo muchas de las normas comunita-rias y nacionales. Además, el Gobierno de España se encuentra en el pequeño grupo de países que está ayudando a la Comisión Europea a obligar a los Estados miembros a levantar sus prohibiciones y a cultivar transgénicos.

ecologistasenaccion.org/transgenicos

Zaragoza, 18 abril: No quiero transgénicosCon el fin de informar y denunciar los peligros de los Organismos Modificados Genéticamente y la ofensiva de la indus-tria biotecnológica, se decidió realizar una campaña estatal en contra de los transgénicos. El lema de la campaña es “Por una alimentación y agricultura libre de transgénicos”. La iniciativa surgió durante el encuen-tro “Por un mundo rural vivo” de la Pla-taforma Rural, y cuenta con el apoyo de las organizaciones como COAG, Amigos de la Tierra, Greenpeace, Ecologistas en

Acción y Ekologistak Martxan, entre otras, así como de las plataformas locales como Transgenics Fora y Somos lo que Sembrem. Dentro de esta campaña se realizará una manifestación estatal el 18 de abril en Zaragoza. Las semanas previas a la ma-nifestación se prevén diferentes acciones locales en todo el Estado. Para asistir a la manifestación se or-ganizarán autobuses desde diferentes localidades. ¡Apúntate!

Información: [email protected]

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200 millones de búsquedas que genera dia-riamente el portal arrojan a nuestro planeta 1,4 toneladas de CO2 y emplean hasta 60.000 kWh día a día. Además estima que ver una página web genera 0,2 gramos de CO2 por segun-do y se dobla en caso de que el sitio incluya imágenes pesadas, animaciones o vídeos. Una reciente investigación llevada a cabo por la consulto-ra Gartner señaló que el sector de las tecnologías de la infor-mación genera un 2% de las emisiones globales de CO2.

El Polo Sur también se calientaCientíficos de la NASA y la Universidad de Washington acaban de demostrar, com-binando datos de satélite y estaciones en tierra, que, con-trariamente a lo pensado hasta ahora, durante los últimos 50 años la Antártida se ha estado calentando a un ritmo pareci-do al del resto del mundo. Según el estudio, se acep-taba el calentamiento de una zona relativamente menor del continente, la península Antár-tica, pero se creía que todo lo demás se estaba enfriando, y esto incluía la Antártida Occi-dental, que es la plataforma de hielo más susceptible a un fu-turo colapso. El calentamiento de la península Antártica, 3ºC desde 1950, era el más rápido registrado en el mundo, con

consecuen-cias tan especta-

culares como el desplome de las barreras Larsen.

Tapando el sol con un dedoEn el mundo los geoingenie-ros ya trabajan en propuestas aterradoras, como envolver los desiertos en plástico, capturar CO2 en el océano fertilizando su superficie, colocar pantallas por encima de las nubes para desviar la luz del sol... Estos experimentos de las empresas y respaldados por los gobiernos distraen la atención de la sociedad de los cambios vitales, políticos y en los estilos de vida, que se necesitan para reducir las emisiones. En vez de ello, promueven remedios técnicos sumamente dudosos, peligrosos, muy costosos y que para ellos significan grandes oportunidades de lucro. Ante ello, el Grupo ETC con-voca el concurso internacional “Tapando el sol con un dedo”, para identificar las propuestas más extravagantes para ma-nipular nuestro planeta, los océanos o la atmósfera. Las propuestas tienen que ser originales, grotescas y contener al menos una nano-partícula de lógica perversa. Los concursantes podrán pre-sentar ideas descabelladas, que incluso ya hayan sido pro-puestas por científicos, hasta el 1 de abril de 2009.

www.etcgroup.org

La nueva apropiación de la tierra

En el último año, con la con-fluencia de las crisis del precio de los alimentos y la financiera, se ha producido una carre-ra por parte de países ricos y corporaciones multinacionales por hacerse con tierra en Esta-dos latinoamericanos, asiáti-cos y africanos. Las naciones ricas, para asegurarse reservas de comida. Las corporaciones, para hacer negocio y especular ahora que la Bolsa no rinde. El director general de la FAO, Jacques Diouf, ha alerta-do de que estas operaciones pueden calificarse de neoco-loniales, y las ONG advierten de que los más perjudicados van a ser, como siempre, los más vulnerables –pequeños agricultores, pastores, tribus indígenas–, y cuestionan el impacto medioambiental de roturar nuevas tierras para cultivos intensivos con uso extensivo de pesticidas, her-bicidas y abonos.

Google y CO2

Un estudio de la Univer-sidad de Harvard ha calcula-do que realizar dos consultas en Google emite el mismo CO2 que poner a hervir agua en una tetera, 15 gramos. El sistema que minimiza los retrasos en las búsquedas se basa en la utilización de varios servidores muy alejados entre sí lo que aumenta el consumo de energía. El autor del estudio calcu-la que las aproximadamente

Comienza el vertido de hierro en el océanoA finales de enero el barco Po-larstern vertió sobre un área de 150 Km2 del Atlántico Sur 10 toneladas de sulfato de de hierro. El experimento de fertilización oceánica deno-midado “Lohafex” del Insti-tuto Alfred Wegener recibió la autorización del Gobierno alemán tras una fuerte po-lémica. Mediante la fertilización con partículas de hierro el experimento pretende au-mentar la cantidad de algas marinas que fijen CO2 de la atmósfera para contribuir a

mitigar el calentamiento glo-bal. Sin embargo el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) con-sidera que esta estrategia no es más que especulativa. Diversas organizaciones ecologistas, científicos y oceanógrafos independien-tes consideran muy peligro-sos los experimentos de este tipo pues se ignoran los po-sibles efectos perjudiciales en el ecosistema marino y se desprecia el más elemental principio de precaución.

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Aves y cambio climáticoLa mayoría de las especies de aves de EE UU y Canadá se está moviendo hacia el Norte en coincidencia con el cambio climático, según Audubon. Un informe de la institución señala que en 177 de las 305 especies de aves observadas se nota un traslado sustancial hacia el Norte. Más de 60 es-pecies se han trasladado más de 150 km hacia el Norte, en tanto que la distancia pro-medio de todas las especies estudiadas, incluidas las que no reflejan la tendencia, fue de 56 km. También ha habido un mo-vimiento tierra adentro desde los Estados costeros más tem-plados hacia áreas que hasta no hace mucho tenían tempe-raturas invernales que no eran adecuadas para la llegada de esas aves. El movimiento tierra adentro y hacia el norte del continente ha ocurrido en el 35% de todas las especies observadas.

Brasil: indígenas huyen de las excavadorasSurvival International ha lan-zado una campaña para pro-teger a los awá, uno de los últimos pueblos indígenas de cazadores-recolectores nóma-das de Brasil. Madereros, ganaderos y colonos están invadiendo su tierra, cazando los animales de los que dependen para so-brevivir, y exponiéndoles a la enfermedad y a la violencia. Un grupo de madereros se encuentra a tan sólo 3 km de una comunidad awá. En la década de los 70, la UE y el Banco Mundial finan-ciaron una enorme mina de hierro y un ferrocarril en la región, generando un gran flujo de colonos. Más de dos tercios de los awá que fueron contactados por trabajadores gubernamentales murieron. El Gobierno de Brasil ha re-conocido legalmente la tierra de los awá, pero no ha tomado las medidas necesarias para protegerla.

Dañada la agricultura en Gaza

La FAO ha informado de que la casi totalidad de las 13.000 fa-milias de Gaza que dependen de la agricultura, la ganadería y la pesca, han sufrido graves daños en sus activos durante el reciente conflicto, y muchas granjas han sido completa-mente destruidas. Esto agrava los problemas ya existentes de producción alimentaria pro-vocados por el bloqueo fron-terizo: los insumos agrícolas son demasiado costosos o no se encuentran, el acceso a las tierras y el mar se ha restringi-do, y la importación y exporta-ción de bienes se ha reducido drásticamente. Debido a su limitada producción agrícola, la población de Gaza se en-frenta a una grave escasez de alimentos de producción local y precio asequible.

Barrick Gold eliminada de los fondos de pensiones en NoruegaBasándose en una recomen-dación del Tribunal Ético de su Fondo de Pensiones, el Minis-terio de Finanzas de Noruega excluyó a la empresa minera Barrick Gold de dicho fondo, por estar contribuyendo con esas inversiones a daños seve-ros en el medioambiente.

Las razones aludidas son el “daño irreparable” provocado al medio ambiente en Papua Nueva Guinea, donde la mina Portera vierte directamente en un río sustancias tóxicas, incluyendo mercurio. La multi-nacional es el mayor productor de oro del mundo, con 27 mi-nas en explotación. El Fondo Soberano del país escandinavo también ha excluido de su cartera de in-versiones a Boeing, Wal-Mart, EADS, Safran, BAE Systems y Textron.

Peces con dos cabezasA mediados de enero en una piscifactoría en el río Noosa, al norte de Australia, fueron encontradas miles de larvas de peces con dos cabezas que sobrevivieron 48 horas. Se cree que las larvas fueron afectadas por el insecticida endosulfán o el fungicida carbendazim. Las malformaciones en la piscifactoría han ido aumen-tando en los dos últimos años a medida que se fue expan-diendo la plantación colindan-te de macadamia.

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El tesoro de los polosLos dos océanos polares, el Ártico y el Antártico, comparten al menos 235 especies animales marinas de aguas frías, a pesar de estar separados por 11.000 kilómetros, según detallan expediciones del Año Polar Internacional (2007-2008). Quedan muchas especies por descubrir y catalogar.

Mientras siguen los estudios del macroproyecto Censo de la Vida Marina, se están produciendo cambios en los océanos polares debidos al calentamiento del agua. En total, se conocen 7.500 especies animales en el An-tártico y 5.500 en el Ártico, de un total estimado en más de 230.000.

El Carbendazim tiene en su historial causar malformacio-nes en embriones y ha sido eliminado en Estados Unidos, en tanto que el endosulfán ha sido prohibido en Nueva Ze-landa.

Ecuador, paro contra la mineríaEl pasado 20 de enero la Con-federación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador, apo-yada por numerosas ONG, convocó un paro para exigir la prohibición de la minería a cielo abierto en Ecuador y en respuesta a la política cre-cientemente neoliberal del presidente ecuatoriano Rafael Correa. Algunas de sus propuestas económicas, ambientales y so-ciales que inicialmente se pre-sentaron como revolucionarias se tambalean ahora: como la de no explotar el petróleo del Yasuní, la de no pagar la deuda externa ilegítima y la reciente aprobación de la Ley Minera, que permite la devastadora explotación de los recursos minerales a cielo abierto.

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Una tecnología fracasada que es poco más que un espejismo

La solución no puede ser nuclearMarcel Coderch

Marcel Coderch, doctor ingeniero por el MIT, miembro del Consell Assessor per al

Desenvolupament Sostenible de la Generalitat de Catalunya y autor de [3]

Cincuenta años después de la co-nexión a la red eléctrica del primer reactor nuclear, a mediados de 2004, Tony Blair comunicó a un selecto grupo de parlamentarios

laboristas que, en respuesta a las presiones que recibía de la administración Bush, “había luchado largo y tendido, tanto en su partido como fuera de él para asegurarse de que no se cerrara la opción nuclear”. Desde entonces, cada vez son más las voces que se oyen en Europa pidiendo la reconsideración del marasmo en que se encuentra la industria nuclear. La subida continuada de los precios del petróleo y la previsible llegada al cenit de la producción mundial, junto a la necesidad de limitar las emisiones de gases de efecto invernadero y el deseo de reducir la dependencia ener-gética, han echado leña a un fuego que parecía condenado a extinguirse después del fracaso económico de la década de los 70 y de los accidentes de Three Mile Island y Chernóbil. Como puede observarse en la Figura 1, el número de reactores operativos dejó de crecer abruptamente a comienzos de la década de los 90 y desde entonces ha permanecido prácticamente constante, alrededor de 440 reactores en todo el mundo. A finales de 2007, estaban operativos 439 reactores (cinco menos que el máxi-mo histórico alcanzado en 2002), con una potencia total de 371,7 GWe y una media de 23 años de antigüedad. Si no se

reactivan pronto las nuevas construccio-nes, y a una escala significativa, la cuota de producción eléctrica nuclear, situada en los últimos años alrededor del 15%, irá descendiendo año tras año. En 2007, y debido a la acumulación de incidentes, la producción eléctrica nuclear mundial ha disminuido un 1,9% en términos ab-solutos –la española en un 8,3%–. En la actualidad, supone aproximadamente un 6% de la energía primaria comercial en el mundo, y entre un 2 y un 3% de la energía final consumida, una cuota menor que la cubierta por las centrales hidroeléctricas. La proyección a futuro de la evolución del parque nuclear mundial suponiendo una vida útil de 40 años para cada reactor muestra que antes de 2025 habría que clausurar y desmantelar bastante más de la mitad del parque nuclear actual. Es de-cir, que o se inicia pronto un importante programa de construcciones o bien la energía nuclear va a quedar reducida a algo marginal y con unos tremendos pasi-vos correspondientes al desmantelamiento de las centrales y la gestión de los residuos acumulados. De ahí que la industria nuclear y algunos gobiernos occidentales hayan iniciado una intensa campaña de relaciones públicas [1] para presentar la opción nuclear como una componente imprescindible de la solución al dilema energético-climático al que nos enfrentamos. Incremento de la demanda energética, aumento de los precios de los combustibles fósiles, reducción de emisio-nes e independencia energética son los cuatro argumentos básicos que se repiten una y otra vez como justificación de la reapertura del debate nuclear, y en favor de la reconsideración del parón nuclear.

Sin embargo, estas insistentes llamadas a retomar la senda nuclear pasan por alto dos cuestiones básicas. Olvidan las razones por las cuales abortó la primera era de construcciones nucleares. Y olvidan también que aún en el supuesto de que estas razones estuvieran ahora superadas –que no lo están– un análisis cuantitativo y dinámico de las posibilidades reales de un renacimiento nuclear muestra que poco podría aportar a la solución de los proble-mas que se apuntan. Unos problemas que, ciertamente, son graves y acuciantes, y que por ello requieren una óptima gestión de los recursos a nuestro alcance.

La primera era nuclear: del too cheap to meter al too expensive to matterEn la década posterior a la Segunda Gue-rra Mundial, y en el marco del programa estadounidense de Átomos para la Paz, se desencadenó una euforia mundial alrede-dor de la energía nuclear que en ocasiones se confundía con un fervor casi religioso. La energía nuclear iba a ser garantía de progreso continuado y liberaría para siempre a la humanidad de la maldición bíblica. Pero en realidad, siempre hubo dudas sobre la rentabilidad económica de esta “compleja forma de hervir agua”, como decía Einstein, y por tanto había que buscar otras motivaciones más allá de las estrictamente económicas. Lewis Strauss, el entonces presidente de la Comisión de la Energía Nuclear estado-unidense (AEC), no dudó en afirmar que “no es aventurado esperar que nuestros hijos disfruten en sus casas de electricidad que sea tan barata que no merezca la pena facturarla”. Una expresión, too cheap

La industria nuclear está realizando una intensa campaña de ‘lobby’ y presión para hacer creer que esta opción energética es una alternativa tanto al agotamiento de los combustibles fósiles como para reducir las emisiones que causan el cambio climático. Sin embargo, más allá de la falacia de estos argumentos, las verdaderas razones que se oponen al renacimiento nuclear son de índole económico. La coyuntura económico-financiera actual añade aún más incertidumbres.

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to meter, que se hizo famosa, sobre todo porque los hechos posteriores la desmin-tieron con rotundidad. Sin ninguna prueba que justificara afirmaciones como ésta, ni tampoco el optimismo generalizado reinante, hubo que acudir a otro tipo de consideraciones. Así, David E. Lilienthal, el primer presi-dente de la AEC, escribió en sus memorias que en aquella época “no podía creer que Dios creara al hombre y le infundiera la capacidad de extraer la energía contenida en el corazón mismo de la materia para que sólo utilizara este conocimiento en la destrucción de este maravilloso mundo, que no es obra del hombre sino de Dios”. En esta frase se condensa la principal motivación de todo el desarrollo civil de la energía nuclear en Occidente: de algu-na forma había que borrar el horror de Hiroshima y Nagasaki, máxime cuando la Guerra Fría iba a exigir un gran incremen-to de la producción de armas nucleares. La única forma de conseguir que la aplicación militar pudiera proseguir sin demasiada oposición popular era difun-diendo y promoviendo también las “enor-mes ventajas” de la energía nuclear para el mundo civil. Ése y no otro es el origen de todos los programas de desarrollo de la energía nuclear para aplicaciones civi-les, un origen que explica las dificultades económicas que le acompañaron desde su nacimiento ya que el desarrollo de la in-dustria nuclear civil nunca fue el resultado de decisiones económicas empresariales, sino consecuencia de una determinación política y militar. Es común explicar la evolución repre-sentada en la Figura 1 como el resultado del incremento de los precios del petróleo que tuvo lugar en 1973 y que habría em-pujado la construcción de centrales nuclea-res. Sin embargo, lo que realmente ocurrió se observa mejor en la Figura 2 donde se representa la evolución acumulada de los pedidos de centrales nucleares en EE UU, incluyendo las cancelaciones y los cierres de centrales entre 1953 y 2001. Entre 1965 y 1975 hubo en EE UU un rápido incremento en el número de pedidos de reactores, pero todo cambió abruptamente a mediados de los 1970. Si entre 1971 y 1974 se cursaron pedidos para 129 reactores, entre 1975 y 1978 ya sólo hubo 13 nuevos pedidos. Desde 1978 hasta el día de hoy no se ha cursado ningún otro pedido. Fijémonos en que el accidente de Three Mile Island tuvo lugar en 1979 y que por tanto no pudo ser la causa de este abrupto cambio de tendencia. Las razones de este gran fracaso fue-ron casi exclusivamente económicas, y

un factor muy importante fue la acusada caída del crecimiento de la demanda de electricidad. Si entre 1953 y 1973 la demanda había crecido un 7% anual, en 1974 este crecimiento se detuvo en seco y cayó un 0,4%, como consecuencia del shock económico que produjo el brusco aumento de precios del petróleo en 1973. A partir de 1974 se ralentizó el crecimien-to económico, hubo un mayor énfasis en el ahorro energético y, en consecuencia, el crecimiento anual medio del consumo eléctrico entre 1975 y 2000 se redujo al 2,7%, lo cual situó a las eléctricas frente a un gran exceso de capacidad planificada

y en construcción. A estas circunstancias económicas adversas se sumó, en 1979, el accidente de Three Mile Island y la política mone-taria que se adoptó para hacer frente a la recesión de 1973, que supuso un notable incremento de las tasas de interés. Esta subida de los tipos añadió un factor más a una situación ya de por sí difícil que acabó por arruinar las finanzas de las compañías eléctricas y el programa nuclear estadouni-dense y de otros países. Algo muy parecido ocurrió en España, como se muestra en la Figura 3, si tenemos en cuenta que el caso de Lemóniz estuvo

Figura 1. Evolución dE la capacidad dE gEnEración nuclEar opErativa mundial

Figura 2. Evolución dE los pEdidos dE cEntralEs nuclEarEs En EE uu

Figura 3. Evolución dE los pEdidos dE cEntralEs nuclEarEs En España

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muy condicionado por el terrorismo de ETA. En ausencia de éste, lo lógico hubiera sido que los dos reactores situados en la costa vasca –prácticamente terminados– hubieran entrado en operación en lugar de Vandellós II y Trillo I. Por tanto, en condiciones normales tampoco ninguno de los reactores españoles cuya construc-ción se decidió después de 1973 hubiera entrado en funcionamiento. La moratoria nuclear se decretó en

España en 1983, afectando a cinco grupos nucleares que estaban en distintos grados de finalización, por razones idénticas a las que hemos apuntado en el caso es-tadounidense. Su viabilidad se agravó, si cabe, por el hecho de que las eléctricas españolas se habían endeudado en dóla-res para financiar la construcción de las centrales y al incremento de los tipos de interés tuvieron que añadir una evolución muy desfavorable del tipo de cambio. Los créditos, sin embargo, estaban avalados por el Estado español y el primer gobierno de Felipe González optó por asumir estas inversiones y trasladar a la tarifa eléctrica futura el pago durante veinticinco años (1983-2008) de las inversiones nucleares fallidas. Estas inversiones estaban incluidas en los Planes Eléctricos Nacionales apro-bados por los sucesivos gobiernos de la Transición [4]. Globalmente, pues, la energía nuclear fracasó económicamente a mediados de los años 70 y además se vio adversamente afectada por los accidentes de Three Mile Island (1979) y Chernóbil (1986). Estos ac-cidentes vinieron a dar la razón a aquellos que ya la criticaban desde sus comienzos por su peligrosidad operativa y contribu-yeron a que en la opinión pública todavía hoy predominen aquellos que son contra-rios a su reactivación. En cierto sentido, la historia de la energía nuclear en las cuatro últimas décadas puede resumirse en que pasó de ser too cheap to meter a convertirse en too expensive to matter (demasiado cara para ser relevante), y en demasiado impo-pular para insistir en ella. Desde entonces han transcurrido mu-chos años y parece que esto se ha olvidado pero, ¿estamos ante un entorno econó-mico que permita pensar que se dan las condiciones para un renacimiento nuclear como el que lleva varios años anuncián-dose, o bien pudiera darse una repetición, quizás acelerada, de lo que aconteció en la década de 1970?

El panorama estadounidenseLa administración de George W. Bush lanzó en 2002 el programa Nuclear Power 2010 con objeto de reactivar las construc-ciones nucleares en EE UU. Más tarde, continuó con la Energy Policy Act de 2005, que incluye un conjunto de medidas destinadas a incentivar la construcción de los seis primeros reactores de una nueva generación, mediante una combinación de incentivos fiscales, subvenciones y avales estatales. A pesar de ello, y transcurridos ya más de tres años desde la entrada en vigor de la ley de 2005, ninguna empresa ha tomado todavía la decisión de construir una nueva central nuclear.

¿Por qué sigue sin existir ni un solo proyecto firme de construcción de una central nuclear en EE UU? Las razones son, de nuevo, económicas y la sensación es de un deja vu: nadie sabe cuánto costarán las nuevas centrales y cada nueva estimación supera con creces la anterior en una espiral que parece no tener fin. Así lo confirma el Wall Street Journal cuando afirma que “los elevados costes pueden incrementar notablemente la factura eléctrica e inevi-tablemente encenderán el debate acerca de la capacidad de la industria nuclear para satisfacer las crecientes necesidades energéticas” [5]. John Rowe, presidente de Exelon Corp. y del Nuclear Energy Institute, explica el estado de ánimo en que se encuentra la industria nuclear estadounidense: “No podemos dejarnos llevar por el entusiasmo de las notas de prensa, hemos de crear expectativas realistas […] el renacimiento nuclear se desarrollará lentamente […] quizás entre cuatro y ocho centrales a partir de 2016. Si estos primeros proyectos cumplen con sus calendarios y presupues-tos, y si no tienen problemas de licencias y gozan del apoyo del público, podríamos iniciar una segunda ola de construcciones una vez la primera ola entre en explota-ción comercial”. Pero, “es difícil confiar en las estimaciones de costes de las nuevas construcciones […] ningún vendedor está ofreciendo precios ciertos e incluso las estimaciones preliminares se incrementan sin cesar”. Y en cuanto a los plazos, continúa Rowe, “nada enfriaría más el renacimiento nuclear que encontrarnos, después de 18 meses de haber iniciado una construcción con 18 meses de retraso”, en clara alusión a lo que ha ocurrido en Finlandia [6]. “Los costes asustan […] especialmente cuando los comparamos con la capitalización y el valor de mercado de las empresas que han de construir […] ninguna empresa se jugará su futuro a un solo proyecto […] necesitamos formas de compartir el riesgo”. Además, “Yucca Mountain [un almacén geológico profundo de residuos nucleares] está encallado y no ha habido progreso alguno en las alternativas […] y el apoyo público para unas inversiones multimillonarias sigue suponiendo un riesgo que no podemos ni controlar ni predecir” [7]. Resulta difícil sintetizar mejor las dudas que existen acerca del programa nuclear estadounidense. Unas dudas que se re-fieren no ya a la posibilidad de un gran programa de construcciones para mitigar el cambio climático y el declive de los combustibles fósiles, ni siquiera a algo menos ambicioso como podría ser la susti-

1. La energía nuclear cuenta con un gran rechazo en la sociedad española. 2. Marcha contra Garoña. Fotos 1 y 2: alFonso ribotE

3. Lemóniz se paró casi terminada.4. Almacén geológico profundo en Yucca Mountain, EE UU.

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Razones ambientalesFrancisco Castejón

Además de los motivos de índole económica y política, existen razones ambien-tales que invalidan a la energía nuclear como alternativa:

Los residuos de alta actividad: no existe forma de gestión satisfactoria para estas fsustancias que son peligrosas durante cientos de miles años.

La seguridad: los indudables avances en seguridad son todavía insuficientes para fgarantizar que no se vaya a producir un accidente con gravísimas consecuencias. Además, los esfuerzos de la industria nuclear por abaratar costes tienden a degradar la seguridad y hacer más probable un accidente.

La escasez de uranio: este mineral no renovable se puede extraer a bajo precio fdurante 40 años al actual ritmo de consumo. Las reservas caras se agotarán en 150 años, lo cual convierte en inviable una extensión del parque nuclear.

La proliferación nuclear: muchas tecnologías nucleares son de uso militar y civil. fLa extensión nuclear aumentaría la inseguridad y el riesgo de guerra nuclear.

La contaminación radiactiva: el funcionamiento de las instalaciones nucleares fy la minería del uranio han contaminado el medio durante décadas, con efectos innegables sobre la salud de las personas, especialmente los mineros del uranio y los trabajadores de instalaciones nucleares.

tución de los 104 reactores actualmente en funcionamiento. Las dudas recaen sobre la simple posibilidad de construir los 25 o 30 reactores que John Rowe considera necesarios antes de 2030 para no entrar en un declive irreversible. Si eso es así, es decir, si ni siquiera parece realista sustituir el parque actual para cuando deje de ser operativo, ¿qué sentido y qué objeto tiene plantear la opción nuclear como ele-mento decisivo en la respuesta al cambio climático y al declive de los combustibles fósiles? Y si a estas dudas y dificultades añadi-mos que con el petróleo habiendo más que cuadriplicado su precio en los últimos cuatro años estamos entrando en un pe-ríodo que puede ser similar al que siguió al de la crisis de 1973 –con una posible repetición de la stagflation que dio al tras-te con la primera era nuclear, y con un sistema financiero instalado en una crisis de liquidez– cualquier intento serio de renacimiento nuclear parece condenado a abortar prematuramente.

La energía nuclear no puede contribuir a mitigar el cambio climáticoPero aún en el supuesto de que estas dificultades fueran transitorias y llegaran a solventarse, la energía nuclear ni tan siquiera puede aspirar a ser una de las quince “cuñas estabilizadoras” que Ste-phen Pacala y Robert Socolow, de la uni-versidad de Princenton, han identificado para reducir –con cada cuña, en 1 GtC/año– las emisiones dentro de 50 años [8], y estabilizar con siete de ellas la concentra-ción atmosférica de CO2 por debajo de las 450 ppm. El Keystone Center, en un estudio financiado por la propia industria nuclear,

ha calculado qué es lo que haría falta para aportar una de estas cuñas estabilizadoras con la energía nuclear [9]:

Construir una media de 14 centrales fnuevas al año durante los próximos 50 años y aproximadamente 7,4 centrales más para sustituir el parque actual. En total, casi dos centrales al mes.

Multiplicar por cinco la producción fminera de uranio.

Construir entre 11 y 22 plantas adicio- fnales de enriquecimiento de uranio para complementar las 17 plantas existentes actualmente en el mundo.

Construir 18 instalaciones adicionales fde fabricación de combustible nuclear, además de mantener las 17 existentes.

Construir 10 almacenes geológicos fprofundos del tamaño de Yucca Mountain para almacenar el combustible gastado. Quienquiera que defienda la energía nuclear como estrategia de mitigación del cambio climático tiene la obligación de presentar un plan medianamente creíble para alcanzar estos objetivos que incluya una estimación de su coste. En caso con-trario, se trataría sólo de plantear pequeños incrementos de capacidad nuclear justifi-cándolos por un ahorro de emisiones que en poco o nada contribuirían a resolver el problema global, mientras que se desvia-rían unos recursos que sí podrían destinar-se a otras soluciones más eficaces. Sin embargo, ninguno de los defensores de la opción nuclear ha aceptado, hoy por hoy, este reto. Y por tanto, mientras no lo hagan inducen a pensar que el cambio climático y el declive de los combustibles fósiles no son más que cortinas de humo que utilizan en un intento desesperado por salvar una industria que está condenada a desaparecer.

Notas y referencias1 LEAKE, Jonathan. “The nuclear charm

offensive”. New Statesman, 23-5-2005. http://www.newstatesman.com/200505230004

2 BODANSKY, David. Nuclear Energy: Principles, Practices and Prospects. Ed. Springer, 2004.

3 CODERCH, Marcel y ALMIRON, Núria. El Espejismo Nuclear: Por qué la energía nuclear no es la solución sino parte del problema. Los Libros del Lince, 2008.

4 Según el ex-ministro de Industria, Juan Manuel Eguiagaray: “Es conocido que en pleno proceso de transición democrática el sector público tuvo que rescatar financieramente a las empresas eléctricas del país, que se habían embarcado en un proceso de inversión faraónico, derivado de una planificación delirante, en absoluta contradicción con las necesidades constatadas de la demanda eléctrica en España. La preferencia por la energía nuclear contenida en aquellos planes puso en marcha la construcción de más grupos nucleares de los razonablemente necesarios, lo que llevó, por razones mucho más financieras que de cualquier otro tipo, a la llamada moratoria nuclear a partir de 1982 [sic]. Los costes de la paralización de proyectos de construcción en curso, así como el saneamiento financiero de las empresas, recayeron sobre los consumidores durante largos años, mediante recargos pagados en el recibo de la luz”, “Reflexiones sobre la incertidumbre energética”, Cuadernos de Energía, nº 21, junio 2008, Club Español de la Energía. http://www.enerclub.es/frontEnerclubAction.do?action=viewCategory&id=40&publicationID=56271

5 SMITH, Rebecca. “New Wave of Nuclear Plants Faces High Costs”. The Wall Street Journal, 12-5-2008. http://online.wsj.com/article/SB121055252677483933.html

6 El reactor que está en construcción en Olkiluoto (Finlandia) ha pasado de ser considerado el botón de muestra de la reactivación nuclear europea a ejemplificar todas las dificultades con que pueden encontrarse las construcciones futuras. Con más de dos años de retraso y con un sobrecoste que Areva (el conglomerado de multinacionales de capital público francés que la construye) no se atreve a desvelar pero que se estima en más de un 70% de los 3.000 millones de euros de presupuesto cerrado, el proyecto va camino de empujar a Areva a una fusión con Alsthom para absorber estas pérdidas. http://www.capital.fr/actualite/Default.asp?source=FI&Numero=68708

7 ROWE, John. Nuclear Energy 2008: State of the Industry, Nuclear Energy Institute, 2008. http://www.nei.org/newsandevents/speechesandtestimony/2008_speeches_and_testimony/rowespeech_050608/

8 PACALA, Stephen y SOCOLOW, Robert. “Stabilization Wedges: Solving the climate problem for the next 50 years with current technologies”. Science, 305(55686): 968-972 (2004). http://www.sciencemag.org/cgi/content/abstract/305/5686/968

9 Nuclear Power Joint Fact-Finding, The Keystone Center, 2007. http://www.keystone.org/spp/documents/FinalReport_NJFF6_12_2007(1).pdf

10 The World Nuclear Industry Status Report 2007

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A menudo una mayor eficiencia no reduce el uso de los recursos naturales

Eficiencia tecnológicaFrancisco Heras Hernández

Ser más eficientes en el uso de los recursos naturales es hoy en día la máxima aspiración, en materia ambiental, de numerosas organizaciones. La eficiencia tecnológica es crecientemente considerada como sinónima de ‘buen hacer’ y de compromiso con el medio ambiente. Pero ¿hasta qué punto contribuye, en la práctica, a evitar los impactos ambientales?

El concepto de eficiencia se utili-za para relacionar los resultados obtenidos con los recursos utili-zados para lograrlos. Se habla así de eficiencia con que se utiliza

el dinero, el tiempo de trabajo o los re-cursos naturales. Éste último aspecto, la eficiencia entendida como la obtención de productos y servicios con la menor cantidad de recursos naturales, como agua o energía, se ha abierto paso como una de las fórmulas clave para hacer frente a la crisis ambiental. La idea de “hacer con menos” para atenuar nuestro impacto ambiental, parece razonable. Estamos rodeados de artefactos que pregonan a gritos su ineficiencia: la bombilla incandescente pierde el 95% de la energía que consume en forma de calor,

cuando lo que deseamos obtener de ella es simplemente luz; las cisternas del WC utilizan hasta 9 litros de agua para arrastrar un insignificante tercio de litro de orina. Se observa un consenso social cada vez más amplio para desterrar este tipo de tecnologías obsoletas, máxime cuando ya contamos con soluciones tecnológicas más eficientes e incluso más baratas [1]. Sin embargo, a la hora de valorar el papel de la eficiencia tecnológica frente a la crisis ambiental podrían estar cometién-dose algunos errores de bulto. El primero: identificar el aumento de eficiencia con que se utiliza un recurso (por ejemplo del agua o la energía) con un ahorro neto proporcional del recurso en cuestión. El segundo: presentar la eficiencia tecnoló-gica como la salida que hace innecesario

plantear cambios en nuestros estilos de vida como respuesta a la crisis ambiental.

Aumentar la eficiencia no significa (necesariamente) reducir el uso de los recursos naturalesTomemos, como ejemplo, el caso del agua. Un plan que promueva la eficiencia en el uso del agua en una zona de regadío pue-de lograr una disminución del volumen total de agua utilizada en ese lugar. Pero, ¿significa eso que circulará más agua por los ríos? ¿O que disminuirá la presión so-bre los acuíferos? No necesariamente. El incremento de la eficiencia con que se utiliza un recurso no siempre se traduce en una disminución de la presión sobre los recursos naturales o en ahorros netos globales. Entre otras cosas, porque el ob-jetivo del aumento de la eficiencia puede ser liberar recursos para un nuevo uso. Pero, además, diversos autores defien-den que el propio aumento de la eficiencia en el uso de un recurso puede contribuir al aumento de su consumo global [2]. El fenómeno fue ya descrito en pleno siglo XIX por Stanley Jevons. Este autor británico publicó en 1865 el clásico The Coal Question. En aquel trabajo Jevons revelaba que, en Escocia, la reducción a menos de una tercera parte del carbón consumido para producir una tonelada de hierro, fue seguida por un aumento espectacular del consumo total, que se multiplicó por 10 entre 1830 y 1863. Esto sin considerar el efecto indirecto que tuvo un hierro más barato ace-lerando otras ramas de la industria consumidoras de carbón. Este hecho llevó a Jevons a afirmar: “es erróneo suponer que hacer un uso económico del combustible equivale a disminuir su consumo”. Posteriormente, los economistas han constatado cómo un incremento de efi-ciencia en el plano micro puede traducirse en aumentos de consumo netos, como resultado de diversos efectos económicos. Estos efectos se producen a dos escalas diferentes:

La escala f macro: un vistazo a la glo-balidad El caso descrito por Jevons revela la im-portancia de considerar los efectos macro: un aumento en la eficiencia en el uso de la energía suele producir abaratamientos que pueden desembocar en una amplia-ción del mercado. Esta ampliación, a su vez, se traduce en incrementos globales de consumo energético. Cuando se introdujeron aviones de pasajeros con mayor capacidad para re-emplazar a los aviones de menor tamaño,

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se predijo que se reduciría el número de vuelos. Sin embargo, la reducción de los costes por pasajero produjo, en realidad, un fuerte incremento de los viajes aéreos, que no compensó los ahorros derivados del uso de aviones mayores. El aumento de la eficiencia en el traslado de los pasajeros generó más aviones, y no menos [3].

La escala f micro: una lectura integrada del consumo individual El aumento en la eficiencia con que usamos un determinado recurso tiene una recompensa evidente: el precio que debemos pagar se reduce. Y como el precio baja es fácil que se produzca un re-lajamiento en nuestras pautas de consumo y, como consecuencia, un aumento del consumo propio del producto o servicio en cuestión. Este fenómeno ha sido deno-minado por los economistas como efecto rebote y explicaría por qué, en muchos casos, el aumento de eficiencia no da lugar a la reducción proporcional del consumo, ni siquiera en el nivel micro. Ciertamente, hay ocasiones en las que la disminución del precio no conlleva un mayor consumo personal de un producto o servicio. Pero, aún en este caso, hay que contemplar un efecto rebote indirecto: si el precio disminuye y no consumimos más, tendremos más dinero disponible para gastar en otras cosas. Y estas otras cosas también conllevarán, muy probablemente, nuevos consumos de recursos como agua o energía. La magnitud de los efectos rebote es objeto de encendidas controversias. Las investigaciones realizadas hasta la fecha son parciales y proporcionan datos bas-tante dispares. Los tipos de tecnologías y sectores productivos estudiados o el poder adquisitivo de las poblaciones considera-das pueden marcar diferencias significa-tivas. En todo caso, una amplia revisión elaborada recientemente por el Centro de Investigaciones Energéticas del Reino Unido [4] afirma que los efectos rebote son sustanciales y deben ser seriamente consi-derados a la hora de cuantificar el impacto potencial de las medidas de eficiencia energética. La cuestión se complica si considera-mos que las mejoras tecnológicas no sólo pueden traducirse en una reducción de costes; la oferta puede hacerse más desea-ble por otros factores como la mejora del confort, el aumento de la rapidez con que se presta el servicio, etc. Por ello, aunque el efecto rebote ha sido descrito como un efecto meramente económico (asociado a los costes del consumo), también podría reforzarse por otros aspectos de la innova-ción tecnológica, formando un cóctel en el que se entremezclan elementos diversos.

Si pensamos, por ejemplo, en las razo-nes por las cuáles tendemos a hacer más kilómetros al año en nuestros automóviles descubriremos que, debido a las mejoras tecnológicas:

Los vehículos consumen menos y eso fnos facilita hacer más kilómetros (efecto rebote clásico).

Cada vez resulta más cómodo y relaja- fdo hacer kilómetros (los coches son más confortables, hacen menos ruido, resulta menos cansado conducir...).

Además, los ciudadanos y ciudadanas fmás sensibles podemos adquirir vehículos “de bajo consumo”, que atenúan nuestra mala conciencia.

El que gasta de manera eficiente ¿ahorra?A pesar de las evidencias señaladas, la eficiencia es crecientemente presentada como algo bueno en sí mismo. En un objetivo y en un argumento de calidad. Y

el mito que equipara ahorro y eficiencia se alimenta intensamente a través de la publicidad y los medios de comunicación. Un ejemplo, lo tenemos en este texto extraído del suplemento Negocios de El País [5]: “Las casi 16.000 plazas que oferta cada día la línea Madrid-Barcelona [del AVE] equivalen a 105 aviones (de 150 plazas). Extrapolando los datos, y si se cumplen las previsiones de alcanzar cinco millones de pasajeros para el conjunto de 2008, el AVE evitará arrojar a la atmósfera 200.000 toneladas de CO2, la polución equiva-lente a 12.000 vuelos y dos millones de coches”. Resulta curioso observar que, cuando se hace referencia a nuevas tecnologías, ya no se nos informa de lo que se gasta, sino de lo que se ahorra. Sin embargo, a la hora de hacer los cálculos, la información periodís-tica ignora que el AVE no sólo se nutre de antiguos pasajeros de avión: también se los

El mito de la saturación

Algunos autores defienden que la demanda de productos y servicios tiene un punto de saturación. Una vez todos los hogares contaran con el nivel de con-

sumo óptimo, la eficiencia se traduciría, de forma clara, en un ahorro de recursos. Argumentan, por ejemplo, que nadie se ducharía tres veces al día o compraría una segunda lavadora si ya tiene una. La realidad demuestra, sin embargo, que los humanos tenemos una capacidad casi infinita para inventar nuevas actividades consumidoras de agua o energía. Actividades que hace unas pocas décadas habrían sido consideradas auténticas excentricidades –esquiar en verano en pleno sur madrileño; ir de compras un fin de semana a Londres; jugar al golf en un desierto– se han convertido en unos pocos años en algo perfectamente asumido. Y si pasamos de la escala micro a la macro, el mito de la saturación salta definiti-vamente por los aires: en el planeta hay millones de personas deseosas de ingresar en nuestra flamante sociedad de consumo. De hecho, lo están haciendo.

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roba al autobús (mucho más eficiente) y crea una nueva demanda que se nutre de gente atraída por la comodidad y rapidez del nuevo servicio. Dicho de otra manera: se inducen nuevos viajes que, de no existir este tren veloz, no se harían. Para valorar si la nueva línea ahorra habría que sumar las emisiones de CO2 producidas por el avión, el tren, el coche y el autobús para 2008. ¿Son mayores o menores que las de 2007? Y puestos a calcular con rigor, habría que considerar el ciclo de vida completo del transporte, incluyendo el coste energético de la cons-trucción y renovación de las propias infra-estructuras utilizadas (muy importante, por ejemplo, en el caso del AVE). El argumento, llevado a sus extremos, acaba planteándose así: el que gasta con eficiencia ahorra. Antes, la puesta en marcha de una nueva central térmica o la utilización de un vehículo eran considera-dos formas de incrementar el consumo. Ahora si la nueva actividad se desarrolla con una tecnología considerada eficiente ¡la actividad produce ahorros! [6] Esta lógica lleva a discursos disparata-dos, como el que se plantea en esta cuña publicitaria, emitida en las radios españolas en el año 2008:- Locutor: ¿Y usted qué hace para ahorrar carburante? - Voz 1 (mujer): Yo dejo el coche en el garaje- Locutor: Vamos a preguntar al muñeco Michelin: ¿Y tú Michelin?- Muñeco Michelin: Yo sigo conduciendo. Porque con los nuevos neumáticos Michelin Energy Saver ahorro carburante mientras conduzco.

Notas y referencias1 Ver Heras, F. (2003). El inodoro como

símbolo. Ambienta, 28: 68-70. 2 Ver una revisión de argumentos, para el

caso de la energía, en Herring, H. (1998). Does Energy Efficiency Save Energy: The Implications of accepting the Khazzoom-Brookes Postulate. The Open University. En internet: http://technology.open.ac.uk/eeru/staff/horace/kbpotl.htm

3 Spare, P. (1990). The fifth fuel - the debate continues' letter to Energy World, No 177, April 1990.

4 Sorrel, S. (2007). The rebound effect: an assessment of the evidence from economy-wide energy savings from improved energy efficiency. UK Energy Research Centre, October 2007

5 Ver “Casi todos odiamos el puente aéreo” en suplemento Negocios de El País 10-8-2008

6 En realidad, la eficiencia, ni siquiera garantiza un menor consumo a la hora de realizar una determinada actividad. Un cochazo eficiente (categoría A) puede consumir más que un utilitario normal (categoría de eficiencia energética C).

7 Ruiz, J.M. (2001). En torno a la eficiencia. Cuaderno Bakeaz nº 48

8 Considerando el deterioro ambiental, parece cada vez más injustificable, simplemente desde una perspectiva moral, elegir un frigorífico que consume 300 kWh/año si es posible optar por uno de prestaciones similares que consume 140. O comprar un cochazo que emite 250 g de CO2 por kilómetro cuando hay en el mercado vehículos, incluso de la misma gama, que emiten 120.

- Locutor: ¡Gran noticia para los conductores!- Muñeco Michelín: Y para el medio am-biente.- Voz en off: Michelin, la mejor forma de avanzar. Consulte las condiciones de las prue-bas en www.michelin.es La conclusión es sorprendente, pero obvia: ¡para ahorrar hay que gastar!

Fines y mediosEsto nos lleva a recapitular sobre el senti-do del término eficiencia: relacionar unos resultados con los recursos requeridos para alcanzarlos. Juan Manuel Ruiz [7] nos recuerda que, a la vista de su etimología, la eficiencia no es un valor, ni tampoco un principio: “la eficiencia no la usamos para elegir proyectos de vida, sino para seleccionar cómo deberíamos alcanzar nuestras metas vitales”. “La eficiencia, por ello, es un criterio de selección de opciones tecnológicas que cumplen unos principios básicos de racionalidad y que satisfacen objetivos valiosos para el indi-viduo o la sociedad” [7]. Por tanto, en contra de lo que algunos defienden, la eficiencia no nos ahorra repensar en la cuestión de los estilos de vida. De hecho, en el fondo, la cuestión es ésta: eficiencia, ¿para qué?

Para acabar¿Debemos renunciar a la promoción de la eficiencia ante la perspectiva de que su incremento acabe disparando el gasto? Por supuesto que no. Dejando de lado los argumentos morales [8], desde la perspec-tiva de las políticas públicas, existen razo-nes de peso para promover la eficiencia. Entre ellas, su elevada aceptación social,

que facilita la aplicación de nuevas polí-ticas orientadas a reducir el consumo de recursos o la producción de residuos. Sin embargo, debemos prestar la ade-cuada atención a los efectos globales de los cambios pretendidos (“el total es lo que cuenta”), arbitrando medidas que eviten que el aumento de la eficiencia se convierta en un incentivo al consumo. Para ello contamos con instrumentos colectivos (como las políticas fiscales o el reparto de cuotas), que pueden obstaculizar efectos secundarios indeseables. En todo caso, la promoción de la efi-ciencia debe plantearse en un contexto de intervención más amplio. Un contexto en el que se valoren y consideren, en primer lugar, nuestros objetivos y aspiraciones para el futuro. Y, después, los efectos de deseabilidad que produce la mejora tec-nológica. Recuperemos el sentido lógico del ahorro en tiempos de crisis ambiental y reconozcamos que podemos ahorrar haciendo (de otra manera) pero también no haciendo (o, incluso, deshaciendo). Sólo así evitaremos el sinsentido de tener que sacar de paseo a nuestro coche –con neumáticos nuevos– para luchar contra el cambio climático.

1. Los coches confortables, aunque sean eficientes, invitan a hacer más kilómetros.2. El mayor tamaño de los aviones no se tradujo en menos vuelos, sino al revés.3. Para comparar la eficiencia del AVE con otros medios de transporte, es necesario analizar el ciclo completo del transporte. Fotos 2 y 3: Ecologistas En acción

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Muchas dudas sobre su utilidad para frenar el cambio climático

Mecanismo de Desarrollo LimpioComisión de Energía de Ecologistas en Acción de Madrid

El Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) es un medio de comprar reducciones de emisiones a través del acuerdo entre un Estado o institución que deba reducir emi-

siones con un país que no tenga esa obli-gación. El primero invierte en algún tipo de instalación o proceso en el territorio del segundo, que dé lugar a que la producción de gases de invernadero por ese segundo país sea menor. Esto se traduce en un des-cuento de emisiones para el país inversor denominado Reducción Certificada de Emisiones (RCE). Un RCE vale una tCO2e (tonelada de CO2 equivalente). Para que funcione a gran escala se organiza un mercado internacional en el que el precio del certificado así obtenido lo determina la relación oferta-demanda. Pero el coste de generar la reducción de emisiones es muy variable dependiendo del tipo de proyecto y de dónde se realice. Esto determina que la mayor parte de las actuaciones sean aquellas que resultan más baratas que la reducción doméstica a corto plazo, y no precisamente las más útiles. Por ahora el MDL, como se denomina comúnmente ha generado un movimiento estimado en 2007 [1] de 46.000 millones de dólares (M$), cantidad que podría tri-plicarse hacia 2020. El funcionamiento del MDL está regido por una Junta Ejecutiva dependiente de la Convención de Cambio Climático de la ONU. La Junta autoriza los créditos para

cada proyecto pero delega la propuesta del número de certificados y la vigilancia de las reducciones en organizaciones denominadas Entidades Operacionales Designadas. Éstas son básicamente con-sultoras que cobran por estos servicios a los proponentes del proyecto (AENOR, Bureau Veritas, Lloyds, Deloitte, British Standards, etc. actualmente hay 19 acre-ditadas). Del valor de las transacciones de créditos autorizadas se recauda un 2% para el funcionamiento de la propia Junta y para un Fondo de Adaptación al Cambio Climático que financie proyectos dirigidos a evitar los impactos del clima en los países más empobrecidos. Hasta ahora se estima una recaudación de 91 M$ para ese fondo.

Excepción al cumplimiento de KiotoConviene señalar que Mecanismo de De-sarrollo Limpio es, cuando menos, un ex-traño nombre para denominar una excepción al cumplimiento del Protocolo de Kioto: permi-te a los países industrializados acatar su obligación de reducir emisiones de gases de efecto invernadero pero llevándolo a cabo fuera de sus fronteras. La justificación es que el beneficio ambiental será el mismo porque sólo hay una atmósfera y las resistencias a la reducción se

debilitarán porque será más barata. Son 37 los Estados comprometidos a disminuir sus emisiones, los más industrializados del planeta con la notable excepción de EE UU que rechazó el acuerdo, y son muchos más los países en principio dispuestos a recibir gustosamente el flujo de dinero que implican los proyectos para reducir emisiones. Un procedimiento como el MDL en teoría podría ayudar a satisfacer las justas necesidades del mundo empobrecido de una manera más limpia. Si los proyectos de inversión supusieran transferencia de tecnologías eficientes y de energías renovables, que permitan un aumento de consumo energético por habitante –muy necesario en los países más pobres– sin utilización de combustibles fósiles, se estarían sentando unas bases firmes para un futuro más justo y a la vez más descar-bonizado. Si los procesos de aceptación de los proyectos fuesen verdaderamente

participativos y la voz de las poblaciones directamente afec-tadas por los proyectos no fuera avasallada, serían una estimable contribución al desarrollo soste-nible. Pero no se está prestando a estas cuestiones ni siquiera el mismo nivel de control y exigencia que a la propia reduc-ción de emisiones. El conjunto de gobiernos de la UE recurrirá a compensar

El Mecanismo de Desarrollo Limpio, que permite a los países industrializados comprar certificados de reducción de emisiones fuera de sus fronteras, fue inicialmente concebido como un instrumento complementario a la reducción doméstica. En la práctica, el abuso de su utilización está retrasando la necesaria transformación de los sistemas energéticos y económicos de los países más contaminantes. Por otro lado, se están financiando proyectos con dudosas ventajas ambientales y sociales para los países desfavorecidos.

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emisiones fuera de su territorio por una cuantía de hasta 3 de los 8 puntos de su objetivo de Kioto. Aunque no todos los países actúan igual: ni Reino Unido, Sue-cia, Francia o Alemania invertirán dinero público en ello, dado que los tres primeros ya cumplen Kioto y Alemania está cerca de lograrlo. Sin embargo no se puede decir lo mismo del sector privado. Las empresas más emisoras de los 27 Estados miembros están bajo una ley comunitaria que limita la cantidad de CO2 que pueden emitir gratuitamente, aunque por encima del nivel asignado pueden hacerlo si adquieren bonos que justifiquen una reducción equivalente de emisiones en otro lugar. Incluso fuera de las fronteras UE. La ley les permite comprar reducciones foráneas hasta un valor de 278 millones de tCO2e por año. Esto es más del doble de la reducción de emisiones que se esperaba alcanzar en estas industrias e incluso más del doble de las adquisiciones que pretenden hacer los propios Estados. En definitiva, significa que las industrias de Europa más respon-sables del cambio climático no tienen por qué reducir sus emisiones si les sale más barato comprar certificados de reducción

fuera del territorio UE. De hecho legal-mente podrían aumentarlas en un nada despreciable 6,8% sobre las emisiones de 2005-2007 [2]. Aunque parece poco probable que necesiten apurar al máximo esta posibilidad en el contexto económico actual, sobre todo porque la asignación gratuita fue generosa y los créditos tienen un coste. La situación descrita muestra un claro abuso de los MDL y otros recursos para cumplir Kioto fuera del país causante de las emisiones. Estos métodos se contem-plaron en el acuerdo como complemen-tarios de la reducción doméstica. Pero en las negociaciones internacionales la actitud de gobiernos y grupos de presión empresariales impidió concretar ningún límite para su uso. Desconocemos cómo serán los acuer-dos internacionales sobre cambio climático después de 2012, año en que finaliza el actual Protocolo de Kioto. Pero podemos contar con que los MDL y otros sistemas de bonos de CO2 formarán parte de ellos. Se hace necesario un detallado examen de estos sistemas para señalar sus errores e incluso perversiones, y potenciar las venta-jas que pueden aportar como herramienta de cambio en la tendencia mundial de la emisión de gases de efecto invernadero. Un cambio cada vez más urgente y de alcance más exigente.

Retraso en la reducción permanente de emisionesPrecisamente porque se reconoce que las emisiones de los países industrializados deberán reducirse radicalmente en los próximos años –hasta un 40% menos que en 1990 para 2020 [3]– hay que plantearse en primer lugar si los MDL no serán un lastre para el cambio. En definiti-va las reducciones fuera del país emisor no afectan al sistema energético y económico de los países más contaminantes, el origen del problema. Así que se retrasa la trans-formación de las sociedades de los países industriales hacia la reducción permanente de emisiones mediante inversiones en cambios tecnológicos (generación con renovables y técnicas eficientes, p. ej.) y

concienciación social y política que con-duzca al ahorro de energía y contención del consumo. La opción de mecanismos de compensación no aporta reducciones en los países más emisores. Además, si los países con riqueza y capacidad de inversión no apuestan por tecnologías renovables y eficientes, no se abaratarán lo suficiente como para permi-tir al resto de países más desfavorecidos aumentar sus oportunidades para alcanzar una calidad de vida digna sin depender de los combustibles fósiles y acelerar el cambio climático. El problema básico del MDL es que el alcance del compromiso de Kioto es muy escaso y se entendía como un primer paso en la disociación de las economías de los países desarrollados y los combustibles fósiles. Este proceso se retarda porque compiten las reducciones baratas con la adopción de medidas domésticas, abso-lutamente necesarias para la reducción permanente de emisiones. Es una filoso-fía economicista que da viabilidad a los procesos industriales más contaminantes en el primer mundo (térmicas de carbón, cementeras, siderúrgica...) a costa de pro-cesos menos emisores en otros lugares. Y además sólo favorece los proyectos cuya reducción de emisiones resulte más barata, independientemente de las necesidades ambientales y sociales del país receptor.

Dudas sobre los proyectos financiados El MDL sólo proporciona certificados derivados de reducciones de emisiones causadas por proyectos, así que buena parte de su utilidad tiene que ver con las ventajas ambientales y sociales que pro-porcione cada proyecto en concreto. En principio cualquier proyecto que acepte la Junta Ejecutiva es válido. Sólo hay reglas explícitas en dos casos: no se aceptan proyectos de energía nuclear (aunque la industria no deja de intentarlo) y hay límites en los proyectos de forestación [4] y reforestación. El resto debe ajustarse a ciertas condi-ciones. Para empezar, la reducción ha de ser adicional a las que se producirían en

Estado español, el mayor comprador

España destaca como el mayor comprador mundial de créditos. El Gobierno tiene previsto cumplir la mitad de su compromiso de Kioto comprando bonos de re-

ducción de emisiones. Ha anunciado la intención de adquirir 289 millones de tCO2e para el periodo 2008-2012 [5]. El gasto a costa del erario público va a ser enorme, pues a un precio estimado en 10 € la tonelada habría que invertir 2.890 M€ en los próximos cinco años. Sólo para obtener 71 M tCO2e ya se han comprometido 384 M€. Entre los países europeos (de la UE-15) destacan, a buena distancia de España, Holanda e Italia como compradores.

1. Proyecto de almacenamiento de CO2 en Dakota del Norte, EE UU2. El carbono absorbido por los bosques se libera bruscamente si se queman. Foto: FEma

3. Los MDL finacian pantanos. La presa de Balbina, Brasil, inundó 2.400 km2 de selva.

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ausencia del proyecto MDL. Se tiene que estar “razonablemente seguro” de que sin el Protocolo de Kioto no hubiera existido tal proyecto porque a nadie le hubiera interesado, hecho que en la actualidad está siendo cuestionado seriamente en muchos casos. Es decir, se están generando derechos de compensación por proyectos que probablemente se llevarían a cabo de todos modos. La calidad ambiental del MDL se ve degradada en mayor medida porque se han aceptado proyectos que minan la reducción eficaz de emisiones. Por su cuantía destaca con mucho la incineración de HFC23, pues ha generado la mitad de los créditos concedidos hasta ahora. Es un potente gas de efecto invernadero (1 tonelada de HFC-23 en la atmósfera tiene el mismo efecto que 11.700 toneladas de CO2) que se genera como subproducto de la fabricación de R-22, un refrigerante para aire acondicionado. El proyecto consiste, básicamente, en instalar una incineradora al lado de la fábrica, separar el HFC23 y quemarlo. El coste no es alto y el beneficio es 11.700 veces superior al de eliminar la misma cantidad de CO2. Esto hace que el precio del certificado de reducción conse-guido con estos proyectos sea mucho más barato que el obtenido con proyectos de energías renovables, por ejemplo. Otra batalla perdida es que puedan conseguirse RCE por actividades con enormes impactos asociados –como los grandes pantanos para generar electri-cidad– y el crecimiento de bosques, un proceso reversible en pocas horas si la masa forestal se quema. Por eso es arries-gado contabilizar la absorción forestal de CO2 como equivalente a reducción permanente de emisiones. De hecho, los científicos han advertido que a partir de mediados de siglo es probable que la ve-getación deje de ser un sumidero de CO2. Es aún más arriesgado dejar al mercado de carbono intervenir en la configuración de las masas forestales en terceros países, pues en muchos casos tienen mayor necesidad de inversiones que capacidad de control sobre la situación real de los bosques o sobre la competencia de plantaciones con los bosques naturales y otros usos de la tierra. El cuidado y fomento de las masas forestales es básico para frenar el cambio climático, mantener la biodiversidad y otros muchos beneficios, pero no debe someterse a los dictados del dinero. La estrella más reciente de los proyec-tos para reducir emisiones es la captura y almacenamiento geológico de carbono. Todavía no ha sido admitido como MDL pero lo respaldan poderosos intereses. Consiste en la separación del CO2 emi-

tido por grandes fuentes puntuales de la industria, su transporte a un lugar de almacenamiento y su aislamiento de la atmósfera a largo plazo inyectándolo en cierto tipo de formaciones geológicas. Es una cuestión muy espinosa garantizar un enterramiento seguro a lo largo de generaciones, pero hoy por hoy actúa como garante de futuro para los grandes contaminadores, eléctricas y cementeras sobre todo, frente a futuras legislaciones sobre cambio climático. Probablemente la mayor utilidad de la captura y almacenamiento es su capacidad de desactivar la preocupación de la opi-nión pública ante la instalación de nuevas centrales de carbón. Su viabilidad econó-mica y como sumidero de CO2 todavía está investigándose y en buena medida con financiación pública. Si esta tecnología sólo es útil para grandes centros emisores puntuales y no para sectores difusos como las viviendas o el transporte ¿por qué ha de encargarse el Estado de liderar su desa-rrollo cuando el beneficio es para grandes empresas? Es muy dudoso que el alma-cenamiento de carbono sea eficaz para frenar el cambio climático, pero en cambio es seguro que absorberá financiación que debería dirigirse a renovables-eficiencia y que es un apoyo a la construcción de nuevas instalaciones muy contaminantes.

Perspectivas de futuroEn definitiva, la cuestión de si los MDL sirven para frenar el cambio climático no tiene una respuesta simple. Si fomentan una reducción de emisiones adicional a la que podría suceder sin MDL, están teniendo una eficacia objetiva. Pero si se considera que los países industrializados han de acelerar mucho la disminución de sus emisiones en el plazo de una década y además fomentar un frenazo en las

Notas y referencias1 Investment and financial flows to address climate

change: an update, FCCC/TP/2008/7 26 November 2008, pág. 63.

2 Greenhouse gas emission trends and projections in Europe 2008, www.eea.europa.eu

3 Cuarto Informe de Evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático, Grupo III, cap. 13, Apdo 3. O bien Resumen Técnico pág. 93 (tiene una errata: 1999 en lugar de 1990).

4 Se define forestación como la conversión, por actividad humana directa, de tierras que carecieron de bosque durante un período mínimo de 50 años en tierras forestales mediante plantación, siembra o fomento antropógeno de semilleros naturales. En cambio reforestación es la conversión de tierras no boscosas en tierras forestales mediante plantación, siembra o fomento antropógeno de semilleros naturales en terrenos donde antiguamente hubo bosques, pero que están actualmente deforestados. Se admiten con un límite diferente para cada país inversor (1% de las emisiones del año base del país, es decir España puede obtener por esta vía fuera de su territorio un máximo de 14 millones de toneladas de CO2).

5 Plan Nacional de Asignación 2008-2012

de países como China, India e incluso Brasil, países con consumos energéticos por habitante muy bajos, probablemente la conclusión es que los MDL alargan la transición. Sin embargo es también cierto que son una oportunidad de dirigir en los próximos años una importante capacidad financiera, pública y privada, hacia naciones que precisan de tecnologías limpias y acceso a procedimientos eficientes y poco conta-minantes para satisfacer sus necesidades básicas. Un doble objetivo, combatir el cambio climático y fomentar el desarrollo sostenible, para el que los Mecanismos de Desarrollo Limpio han de transformarse en profundidad.

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Boom metropolitano y explosión del transporte, gracias a la energía fósil

Un planeta de metrópolisRamón Fernández Durán

En el último siglo se ha producido un crecimiento inusitado de la población, de la urbanización y de la creación de grandes ciudades en todo el mundo. Esta dinámica ha sido factible por la disponibilidad de petróleo, pero el previsible declive de esta energía plantea serias dudas sobre la viabilidad de este modelo metropolitano.

Ramón Fernández Durán, Ecologistas en Acción. El artículo es un extracto de

Un planeta de metrópolis (en crisis), publicado en febrero 2009 por CGT, Baladre y Ecologistas

en Acción. También consultable en http://www.ecologistasenaccion.org/spip.php?article12729

En el siglo XX se ha dado un inten-so crecimiento demográfico, sin precedentes en la historia de la Humanidad. La población prácti-camente se cuadriplicó en este pe-

riodo, pasando de 1.600 a 6.200 millones de habitantes. Esto es, los seres humanos tardaron más de 150.000 años en ser mil millones (en torno a 1830), y poco menos de doscientos años en añadir cinco mil millones más, concentrándose el grueso de ese crecimiento demográfico en el pasado siglo, en especial en su segunda mitad. Este crecimiento no hubiera sido posi-ble sin la explotación de los combustibles fósiles, y muy en concreto sin la utilización del petróleo, que es la energía que en ma-yor medida ha contribuido a incrementar la capacidad de carga sobre el territorio, garantizando el abastecimiento y el funcio-namiento de un mundo en proceso acele-rado de urbanización, a través sobre todo de la agricultura industrializada y el transporte motorizado.

Urbanización disparadaLa urbanización del planeta se ha disparado en estos últimos 100 años, pasando la población urbana de un 15% en 1900, unos 250 millones de perso-

nas, a cerca del 50% en 2000, esto es, más de 3.000 millones de personas. Es decir, mientras que la población total se multiplicaba sólo por cuatro en cien años, la urbana aumentaba más de doce veces en el mismo periodo. Un ritmo tres veces superior. Y este ritmo se aceleró sensible-mente en los últimos cincuenta años del siglo, al tiempo que el oro negro se con-vertía en el régimen energético dominante a escala global. No en vano 3/4 partes del petróleo global se consume en las áreas urbanas, especialmente en las metrópolis de los espacios centrales (occidentales). Pero si consideramos la población de las principales ciudades del mundo, o mejor di-cho las metrópolis, el crecimiento fue aún mucho más intenso. En 1900 había unas diez metrópolis en el planeta que sobre-pasaban el millón de habitantes, casi todas en los países centrales. En 2000 eran ya unas 400 metrópolis las que superaban el

millón de habitantes, de las cuales cerca de 70 megaciudades, o regio-nes metropolitanas, por encima de los diez millones de habitantes. En la actualidad hay ya casi 500 metrópolis millonarias. De éstas, unas son ciudades globales centrales y otras megaciudades miseria peri-féricas, y otras más en los grandes Estados emergentes combinarían

una mezcla de ambas extremos, como luego veremos. Finalmente, 5 de estas grandes conurbaciones se situaban por

encima de los 20 millones de habitantes: México

DF, Sao Paulo,

Seúl, Tokio y Nueva York. Sólo México DF tiene un volumen de población (unos 24 millones) similar a toda la población urbana que existía en el mundo al inicio de la Revolución Industrial. Así pues, la expansión del crecimiento metropolitano en el pasado siglo ha sido impresionante, multiplicándose el número de metrópolis millonarias por cuarenta, casi cuatro veces más rápido que el ritmo de urbanización, y diez veces más rápido que el crecimiento demográfico. Sin lugar a dudas podemos afirmar que el siglo XX ha visto cómo la forma metrópoli prolifera-ba y se extendía sin control por el mundo entero. Sin embargo, si consideramos el espacio tocado por el proceso urbano-metropolitano la cifra aún se dispararía muchísimo más. Y es que las dinámicas urbanizadoras han ido adoptando un ca-rácter cada vez más disperso o en mancha de aceite, generando la llamada ciudad difusa, ciudad estallada, o urban sprawl, y provocando un impacto territorial sobre el planeta sin parangón en la historia. Y todo ello ha conllevado asimismo una expansión sin precedentes de la movilidad motorizada, por tierra, mar y aire, garanti-zada por los derivados del petróleo, lo que ha convertido al transporte en el núcleo duro de la crisis ecológica global. En su expansión y propagación a lo largo del siglo XX, la forma metrópoli se manifestó en la primera mitad del siglo es-pecialmente en los países centrales, y muy en concreto en Occidente. Las principales metrópolis en 1900 eran Londres y París, seguidas de cerca por Nueva York. La

Sao

Paul

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ciudad vertical por excelencia, que irrum-pía con fuerza por aquel entonces, y que luego se iría extendiendo en menor me-dida por los espacios centrales, implicaba un intenso consumo energético eléctrico para garantizar la movilidad vertical de sus habitantes. La demanda de energía eléctrica se dispararía activada, además, por la generalización de la iluminación ar-tificial urbana y la extensión de la segunda revolución industrial. En la segunda mitad del siglo, en cam-bio, la forma metrópoli va a proliferar principalmente en el Sur y especialmente en los Estados periféricos emergentes del nuevo capitalismo global, y en particular en China e India, como resultado de diversos factores: industrialización, fuerte desarticulación del mundo rural y explo-sión demográfica. Pero este proceso está marcado en general por una urbanización de carácter dependiente de las dinámicas centrales. De entre todos los crecimientos urbano-metropolitanos cabe destacar el caso de China, donde desde hace algo más de dos décadas se está dando el ma-yor proceso de migración de masas y de urbanización que el mundo haya conoci-do jamás, con centenares de millones de personas migrando en pocos años desde el interior del gigante asiático hacia las metrópolis de su fachada del Pacífico. Así, las principales megaciudades del mundo en términos demográficos se encuentran hoy en día, en general, fuera de los espacios occidentales. Las dos principales metrópolis de principios del s. XX, Londres y París, a pesar de su fuerte crecimiento durante el siglo, han sido desplazadas bruscamente al puesto 23 y 26 del ranking mundial, respectivamente. En la actualidad el grueso del crecimiento urbano-metropolitano desde el punto de vista demográfico tiene lugar en el Sur, y fundamentalmente en torno al Pacífico y al Índico, en el este y sureste de Asia. Sin em-bargo, aunque las principales metrópolis centrales no ocupen los primeros lugares del ranking en cuanto a población, sí se siguen manteniendo en cabeza (todavía)

en cuanto a importancia económica y sobre todo financiera. Además, no son en absoluto compara-bles las grandes metrópolis del Centro y las megaciudades periféricas, pues en estas últimas a menudo más de la mitad de su población vive hacinada en situaciones de absoluta miseria, en tejidos urbanos enormemente degradados y sin ningún tipo de servicios. Más de 1.000 millones de personas, de los más de 3.000 millones que habitan en áreas urbanas en el mundo, viven en esos gigantescos tejidos de infra-vivienda, habiendo sido expulsadas la gran mayoría de ellas hacia las megaciudades periféricas por la modernización forzada del mundo rural. En algunos casos, como en Colombia, manu militari. En definitiva, este mundo crecientemente urbanizado es a su vez, cada vez más, un planeta de ciudades miseria, como nos recuerda Mike Davis. Pero también se dan otras importantes diferencias entre los territorios del Centro y de la Periferia del nuevo capitalismo global. En los espacios centrales en torno a las 4/5 partes de su población habita en áreas urbanas, teniendo una muy baja po-blación empleada agraria (menos del 3% en EE UU, algo superior al 5% en la UE, y algo similar acontece en Japón). Además, la agricultura que se da en estos espacios centrales es casi en su totalidad una agri-cultura sin campesinos, muy industrializa-da y dependiente del petróleo, que utiliza una mano de obra inmigrante, en muchos casos clandestina o ilegal, en condiciones de hiperexplotación y semiesclavitud. En los espacios periféricos, sin embargo, la situación es muy diversa. Así, tenemos desde Estados agroexportadores como Argentina o Brasil con porcentajes de población urbana parecidos a los espacios centrales –en torno a un 80% del total, con gran presencia del agrobusiness–, a grandes Estados como India y China que a pesar de su fortísimo crecimiento urbano todavía más de la mitad de su población habita en el mundo rural tradicional –si bien este mundo está siendo fuer-

temente desarticulado y se ve cada vez más afectado por la agricultura industria-lizada–. Y finalmente, existen aún espacios periféricos en Asia, África y en menor medida América Latina, donde una amplia mayoría habita en los mundos campesinos e indígenas que sobreviven.

Un futuro inciertoEste es el mapeo a brocha gorda de los procesos de urbanización en el mundo. Pero es conveniente resaltar que los pro-cesos de urbanización no se producen de forma natural, sino que son impulsados desde las estructuras de poder, están acti-vados por la lógica del mercado (mundial, regional y estatal) que los promueve, están condicionados por las dinámicas territo-riales y poblacionales históricas previas sobre las que operan, y son tributarios de un enorme consumo de energía fósil, que los hace factibles. De cualquier forma, el inicio del fin de la era de los combustibles fósiles –en el que todo indica que estamos a punto de entrar, debido a la llegada del llamado pico del petróleo–, pondrá fin a la expan-sión urbana a escala mundial, que ha sido especialmente intensa a lo largo de todo el siglo XX, y en especial en los últimos 30 años. Igualmente, el declive energético planetario impactará con especial fuerza en las metrópolis y sobre el transporte motorizado y la agricultura industrializada. Todo ello se verá agravado por las crisis globales financiera, económica y alimenta-ria en marcha, con fuertes interrelaciones asimismo con la crisis energética mundial, y sus efectos se manifestarán también con especial intensidad en las metrópolis, que pasarán de ser los puntos fuertes del territorio a convertirse en sus enclaves más frágiles e ingobernables. En definitiva, es muy probable que vea-mos a medio y largo plazo una regresión hacia un mundo menos urbanizado, me-nos industrializado y menos globalizado, así como más ruralizado y más localizado, con una brusca contracción de la movili-dad motorizada mundial.

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Se cumplen veinte años del asesinato del defensor de la Amazonia

Chico Mendes: memoria de la selvaCarlos Corominas

22 de diciembre de 1988, Xapurí, Acre. Chico Mendes moría acribillado en la puerta de su casa. A sus 44 años, Chico era el líder más destacado de la lucha por la preservación de la Amazonia; sus reivindicaciones trascendieron de la defensa de los derechos de los caucheros a la de todas los habitantes de la selva en un encarecido esfuerzo por proponer otro modelo de desarrollo.

Hijo y nieto de seringueiros (tra-bajadores del caucho), había aprendido desde niño, no sólo a valorar la naturaleza, sino a sentirse agradecido de ella. Los

seringueiros aprecian a los heveas (árbo-les que suministran el látex) y a todas las especies de la selva como si fueran perso-nas, llegando incluso a ponerles nombre. Expertos conocedores de los misterios, las bondades y los peligros de la selva, los seringueiros comparten y respetan sus ciclos, están agradecidos de lo que les ofrece pues, tras generaciones de vida en la selva, comprenden que no necesitan mucho para ser felices.

La destrucción de la selvaEn el último siglo y medio Brasil ha ex-perimentado dos periodos de auge de la explotación de caucho. El primero tiene relación con los nuevos usos del caucho descubiertos en la Revolución Industrial y que provocó que miles de brasileños se desplazaran a la Amazonia para buscarse un futuro con la extracción del caucho. Durante la Segunda Guerra Mundial el

caucho se convirtió en un material geoes-tratégico vital para Estados Unidos que impulsó, con las autoridades brasileñas, un plan denominado “la Batalla del Caucho”. De los 50.000 “soldados del caucho” que emigraron a la Amazonia más de 23.000 murieron víctimas de enfermedades, ham-bre e impunidad de sus patronos. Tras la segunda guerra mundial y con la aparición de la goma sintética los terrate-nientes encontraron necesario darles otros usos económicos a las tierras: la explota-ción ganadera se situó como la solución perfecta. Para ello talaban los bosques para convertirlos en explotaciones ganaderas. Con estas talas se destruye un ecosistema que contiene el 50% de la biodiversidad mundial y que cuenta con el 80% de las plantas medicinales conocidas. En la selva amazónica la enorme cantidad de masa vegetal absorbe gran parte de la lluvia antes de que llegue al suelo con lo que favorece su evaporación. Al eliminar los bosques, se termina con una fase crucial del ciclo de lluvias lo que contribuye a los cambios en el clima y al corrimiento de tierras. A esto hay que sumarle las

grandes cantidades de CO2 que se vier-ten a la atmósfera como resultado de las quemas desproporcionadas. Los árboles de la Amazonia sólo adquieren el 8% de los nutrientes de la tierra mientras que el resto lo obtienen del ciclo de interacción entre todas las especies, que contribuyen a una supervivencia mutua. Por lo tanto, las tierras obtenidas tras las talas eran prácticamente ineficaces para el ganado debido a su escasez de nutrientes. En su afán destructor los terratenientes no dudaban en expulsar a los caucheros que vivían, legítimamente, en esas hacien-das; si hacía falta hacer desaparecer a una familia entera no tenían problemas en con-tratar a pistoleros para conseguirlo. Esto degeneraría en una situación de conflicto permanente y en la futura organización de los caucheros para defender sus derechos. Comenzaba así una lucha desigual que se convertiría e una de las reivindicaciones más significativas del siglo XX: la defensa de la selva amazónica.

El largo camino del seringueiroFrancisco Alves Mendes hijo, conocido como Chico Mendes, nació el 15 de di-ciembre de 1944 en el seringal Porto Rico en la pequeña localidad de Xapurí (Esta-do de Acre). Desde niño Chico Mendes mostró tres cualidades que serían impres-cindibles para su desarrollo como líder: responsabilidad, inteligencia e inquietud. A los 14 años conoció a Euclides Távora, un antiguo militar huido que participó en la Intentona Comunista y que encontró refugio en la selva, que le enseñó a leer y le instruyó sobre aspectos políticos como la lucha de clases. A los 15 años, Chico escribió una carta al Presidente de la Re-pública denunciando la situación de los seringueiros. Con la llegada de la dictadura militar en 1964, las condiciones en los seringales (terrenos trabajados por los caucheros pero bajo control de terratenientes) se endurecieron. Chico comenzó a enseñar a leer y a escribir a los niños del seringal, pues era consciente de que la lucha de los seringueiros sólo podía ser efectiva si tenían educación para discutir las cuentas del patrón y pensar el mundo por sí mis-mos. Más adelante colaboraría con Mary Allegretti en la creación de numerosas escuelas en la selva. Pero fue a través de la creación de sin-dicatos que Chico comenzó la lucha activa contra los terratenientes y la injusticia del sistema que imperaba en la selva. En 1973 conoció a João Maia, un empleado de la Confederación de los Trabajadores de la Agricultura que se desplazó a Acre con el objetivo de colaborar con los caucheros.

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En un principio, Maia se sirvió de las Co-munidades Eclesiales de Base (anteceden-tes de la Teología de la Liberación) desde las que exhortaba a los caucheros a no pagar la renta de los patronos amparándo-se en el derecho de posse (que garantizaba, en la teoría, la posesión de la tierra para los seringueiros que la explotaban). Chico se mudó a la pequeña ciudad de Brasileia para seguir los cursos de formación para sindicalistas que ofrecía Maía; fue entonces cuando conoció a Wilson Pinheiro. De este encuentro surgirá el Sindicato de los Trabajadores Rurales de Brasileia, fundado en abril de 1975, y los primeros movimientos organizados en defensa del derecho a posse de los caucheros. Chico Mendes diría años más tarde: “La fase ini-cial de esta lucha de los seringueiros para defender la selva era defender su posse. En ese momento nadie tenía ninguna visión de cómo nosotros íbamos a luchar para defender la selva” (extraído de una entrevista de 1987 en el programa Radio Floresta, dirigido por Sia Kaxinauwa, líder indígena). Es en 1976 cuando se define la forma de defender el derecho de posse: a través de lo que se denominó como empa-tes. Cuando un terrateniente se disponía a talar una parcela de tierra en la que vivían familias de seringueiros, compañeros de otros seringales se movilizaban e invadían pacíficamente el terreno. De este modo,

los pistoleros no se atrevían a disparar a la multitud. Aunque los empates no siempre tuvieron éxito y muchas personas fueron detenidas e incluso asesinadas, entre 1976 y 1988 evitaron la deforestación de 1,2 millones de hectáreas de selva. A partir de 1977 la dictadura militar realizó una pequeña liberalización política en la que permitía la creación de partidos moderados y se aseguraba mantener el orden social. Esto motivó la creación de partidos políticos como el Partido de los Trabajadores fundado por Luiz Inácio Lula da Silva, quien pronto recorrería todos los rincones de Brasil en busca de apoyos. En Acre recabó la confianza de Chico Men-des que veía en este partido la posibilidad de alcanzar una sociedad distinta. Chico participó en la creación del PT y también de la Central Única de los Trabajadores, pero mantuvo su honradez y principios por encima de aspiraciones partidarias lo que le valió no ser elegido nunca para un cargo institucional. Veinte años más tarde una de sus compañeras de lucha y estimada amiga, la también seringueira Marina Silva, dimitiría como ministra de Medio Ambiente de Brasil por considerar que Lula había abandonado la Amazonia en nombre del progreso. En 1980 es asesinado Wilson Pinheiro por unos pistoleros y Chico asume la dirección del sindicato. Son años de ame-

nazas en los que Chico intenta, sin éxito, conseguir el puesto de diputado estatal, mientras continúa con la lucha y define lo que en el futuro sería una verdadera opción en defensa de los intereses de los caucheros y también de la selva. Durante estos años Chico es acusado en varias ocasiones de incitar a la violencia pero nunca llegó a ser condenado por falta de pruebas.

Una alternativa al progreso desbocadoLas reservas extractivas surgen inspiradas en las reservas indígenas que ya se habían creado en Brasil. Es en este momento cuando Chico se da cuenta de que su mensaje debe ser transmitido más allá de lo local. En 1985 se celebra el Congreso Nacional de los Seringueiros en el cual el movimiento sale reforzado y se sientan las bases de la propuesta de la “Unión de los Pueblos de la Selva”. Motivado por algunos grupos ecologistas internaciona-les, decide viajar a Estados Unidos para denunciar que la financiación del Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo sirve para fomentar proyectos altamente destructivos como el de la ca-rretera BR-364. Los terratenientes de Acre le acusan de perjudicar el progreso. En 1987 el progreso significó que 80.000 km² ardieran en la Amazonia; los incendios se

1. Retrato de Chico Mendes.2. Chico Mendes.3. Un seringueiro recolectando látex.4. Marina Silva, ex Ministra de Medio Ambiente .5. Destrucción y deforestación de la Amazonia.6. Chico organizó varios sindicatos.7. Campamento de las Juventudes Chico Mendes.

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Los indígenas

Aproximadamente 350.000 indígenas viven en Brasil repartidos en más de 200 tribus. Entre los numerosos problemas a los que se enfrentan destaca el de la

minería. El mercurio utilizado en el tratamiento del oro contamina bosques y ríos, además de los daños que causan los buscadores sobre el ecosistema y todo aquel que entorpezca su labor. Según Miguel Ángel del Ser, portavoz de Survival España, otro grave perjuicio es el que se produce al ser contactados; aunque la intención sea protegerlos “el mero hecho de entrar en contacto con personas no indígenas puede acarrear consecuencias letales como transmisión de enfermedades y pérdida de identidad cultural” añade del Ser. En este sentido, una solución que ofrece Survival es delimitar y proteger las zonas donde habitan indígenas sin necesidad de contactarlos. “Los pueblos indígenas dependen mucho de la tierra” afirma del Ser y subraya: “necesitan de grandes exten-siones para moverse, cazar y recolectar”. En su opinión, los indígenas nos enseñan “lo que es un verdadero desarrollo sostenible”. “Nos muestran que son parte de la naturaleza, que no la viven como algo ajeno” sentencia. En relación a la lucha indi-genista considera que el mensaje de Chico Mendes sigue en vigor por la necesidad “de estar en concordancia con la naturaleza”. Sin embargo concluye que hoy las amenazas son mayores y están más extendidas.

Fuentes consultadas:- Senderos de Libertad, Javier Moro.- Comité Chico Mendes. www.chicomendes.org - Instituto Chico Mendes. www.chicomenes.org.br- Las declaraciones de Ilzamar Mendes han

sido obtenidas del blog de Altino Machado http://altino.blogspot.com

concentraban en las lindes de la carretera BR-364. La labor de Chico Mendes es reco-nocida con el premio de la ONU Global 500 y con el de la Better World Society lo que provoca que los aspectos de su lucha adquieran valores más globales. “En un principio pensé que estaba luchando para salvar heveas, después pensé que estaba luchando para salvar el bosque amazóni-co. Ahora me doy cuenta de que estoy luchando por la humanidad” diría Chico más adelante. En abril de 1988, ante la in-minencia de la tala del seringal Cachoeira por parte del terrateniente Darli Alves, se realizó un empate masivo con hasta cuatrocientos seringueiros defendiéndolo. Este empate marcaría un hito histórico: el ministro de la Reforma Agraria firmó el decreto por el que se reconocía la primera reserva extractiva. El 22 de diciembre de 1988 dos pis-toleros asesinaban a Chico Mendes en

la puerta de su casa. Varios testigos iden-tificaron como los autores del crimen a Darci y Oloçi Alves (hijos de Darli Alves) y a un tercer cómplice, conocido como Mineirinho, que esperaba en el coche. El crimen fue ordenado por Darli Alves, el terrateniente que en numerosas ocasiones había amenazado de muerte a Chico, incluso públicamente. En 1990 se conde-naba a Darci y Darli a 19 años de prisión, tras el primer juicio a un terrateniente en Brasil. Darli se fugó pocos años más tarde pero volvió a ser detenido. Los otros dos implicados nunca fueron capturados. El mismo año que murió Chico Mendes 90 personas fueron asesinadas por defender la selva amazónica.

Chico Mendes viveChico Mendes tuvo la capacidad de aunar conciencias en torno a una causa común. Su mensaje no comulgaba con el de ningún partido concreto; se basaba en un

sentimiento de justicia canalizado a través de la sensibilidad del que aboga por otro tipo de desarrollo basado en parámetros sostenibles. Era esta determinación por la justicia social ligada a sus métodos no violentos los que le confirieron legitimidad a su lucha y continuidad a su mensaje. Su mensaje sigue vigente hoy pues aún queda mucho por hacer. “Los ideales verdaderos de Chico todavía existen en los corazones y las mentes de las perso-nas, de sus verdaderos compañeros, pero infelizmente, hoy ellos no tienen voz en la política estatal o federal” afirma Ilzamar Mendes, viuda de Chico. Tras el asesinato de Chico, múltiples organizaciones aunaron sus esfuerzos para constituir entidades que mantuvieran vivo el recuerdo de Chico Mendes y conser-varan la fuerza de su mensaje. En este sentido, la misma noche de su asesinato se creo el Comité Chico Mendes que jugó un importante papel en la lucha contra la impunidad de sus asesinos durante el juicio. En la actualidad, realiza una im-portante labor de archivo y difusión de noticias relacionadas con Chico Mendes y la Amazonia. Por otra parte, en 2006 su hija Elenira creo el Instituto Chico Mendes a raíz del descubrimiento de una nota manuscrita de Chico en el reverso de una foto que le instaba a continuar su lucha: “Eres la vanguardia de la esperanza. Elenira, darás continuidad un día a la lucha que tu padre no conseguirá vencer”. El Ins-tituto se centra en continuar con las líneas de acción que inició Chico: educación y cultura, conservación de naturaleza y me-jora de la calidad de vida de los pueblos de la selva. Sin duda, la aportación más significati-va fue el concepto de Reserva Extractiva que adquirió la denominación de espa-cio natural protegido mediante decreto presidencial en 1990. En 1992 se creo el Centro Nacional de Desarrollo Sustenta-ble para Poblaciones Tradicionales que gestiona estas reservas. Actualmente se han creado 25 reservas extractivas que comprenden 3,8 millones de hectáreas y a 154.000 personas. Una de ellas es la Reserva Extractiva Chico Mendes, situada cerca de Xapurí, la población donde nació el personaje que cambiaría para siempre la vida de los pueblos de la selva.

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Metáforas que matanConsume Hasta Morir

Dice un lingüista llamado Lakoff que siempre vemos el mundo a través de unas determinadas metáforas. Y éstas son expresiones de un marco de referencia que sirve para explicar lo que ocurre, aunque lo que ocurra contradiga ese marco. Gracias a eso, se llama trabajo a lo que en realidad es un saco lleno de las necesidades productivas de las empresas, mientras que los Expe-dientes de Regulación de Empleo aparentan ser una gestión eficiente de la demanda de mano de obra y no lo que verdaderamente son: un acuerdo para llevar a cabo despidos masivos. Pero, como las metáforas son interesadas, el trabajo se regula para que sea eficiente y las empresas que despiden, también para ser eficientes, se desregulan.

Hablando pues de metáforas, quizás las que más daño hacen, porque las palabras también tienen cuerpo, son las de la guerra. Sadam Hussein, por ejemplo, se convirtió en metonimia cuando EE UU le identificó con Iraq, y por eso todos los misiles estadounidenses –no norteamericanos o americanos, ahora sí llamemos a las cosas por su nombre– parecían ir dirigidos hacia su cabeza. Al final, eso sí, el pueblo iraquí cayó antes que Hussein, porque los misiles no se andan con rodeos semánticos.

Cualquier figura literaria es buena para hablar de las campañas militares de los ejércitos. Hay algunos que gustan de usar los oxímoron y hablan de “guerra huma-nitaria”. Otros prefieren, como el ejército español en su última campaña publicitaria, recurrir a la metáfora en su celebración de los veinte años de “misiones internacio-nales”. E incluso hay quienes se pasan tres pueblos con la retórica y recurren a las hipérboles: “justicia infinita”, “libertad duradera”.

Por su parte, Israel llama “Guerra de la Independencia” a lo que ha sido una ocupación de las tierras de Palestina, porque las metáforas también aumentan con los activos políticos: Israel ha crecido notablemente en cuanto a su aparato industrial-militar, su capacidad de lobby sobre los organismos internacionales, su peso dentro de la

política estadounidense y, fundamentalmente, su poder mediático. Al mismo tiempo, en los mermados territorios que hoy deberían llamarse Palestina se fue destruyendo su economía, su autonomía, sus infraestructuras, sus recursos, su libertad de movimiento y, con todo ello, se fue ganando la batalla lingüística.

En el último “enfrentamiento armado” –llamado así aun-que fue iniciado unilateralmente por Israel–, el lenguaje ha permitido crear un marco de lo tolerable, amorti-guando el impacto de la percepción pública del conflicto y haciendo de la verdad una mentira llevadera para la opinión pública internacional. Jugando con las palabras, se ha sustituido invasión por incursión y ataque indis-criminado por legítima defensa. Y si no, siempre queda el recurso a añadir adjetivos o cualquier otro comple-mento: asesinato selectivo en vez de asesinato a secas, daños colaterales en lugar de muerte de niños y niñas, destrucción de la infraestructura terrorista en vez de destrucción total.

Durante semanas hemos asistido al nacimiento de un nuevo concepto de guerra: una guerra entre el ejército más poderoso de Oriente Medio y un grupo de civiles y milicianos armados con sesenta años de aislamiento, injusticia, inexistencia de derechos y castigo sistemá-tico. Una estrategia de ocupación y dominación que, en la trinchera retórica, se transforma en una cuestión de defensa. La inexistente Palestina ya tiene muy poco más que perder: despojados de sus derechos, su liber-tad, sus recursos y su esperanza, los palestinos han perdido hasta las palabras. Y con cada palabra perdida, con cada nueva agresión israelí, se pierde la posibilidad de lograr la justicia.

En ocasiones, la realidad puede ser demasiado dura para percibirla tal cual es. Por eso, para tratar de hacer estas verdades más llevaderas para el gran público, los medios de comunicación manejan los marcos de referen-cia y los eufemismos para contar cómo se lleva a cabo un genocidio moderno. Hay metáforas que matan y, en Gaza, tienen forma de misil.

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Amal Abu-Warda Pérez, investigadora especializada en Oriente Próximo de la

Universidad Complutense de Madrid

La brutal agresión israelí sólo acarreará consecuencias negativas

Gaza: la verdad palestina sigue viva

Amal Abu-Warda Pérez

Muerte, devastación, terror y sufrimiento. Las recientes cifras e imágenes del genocidio perpetrado por Israel contra Gaza, pese a la censura informativa impuesta por el Gobierno israelí, son elocuentes y demostrativas. Pero hay que destacar que representan tan sólo un capítulo más del castigo colectivo al que Israel somete al pueblo palestino desde la creación del Estado sionista en 1948.

Matar a un hombre es un crimen, acabar con todo un pueblo

es un asunto a discutir…Ibrahim Tuqam, poeta palestino

La creación artificial del Estado israelí se sustentó en la política de exter-minio de los legítimos y originarios habitantes de Palestina, a través, primero, de grupos terroristas como

Haganah, Palmach, Irgun o Stern, y, desde 1948, mediante la represión institucionali-zada por medio de los aparatos políticos, policiales y militares del nuevo Estado. Existen registros sobre la existencia de más de 500 poblaciones que fueron literalmen-te borradas del mapa, y se calcula que el número de refugiados y desplazados pales-tinos asciende hoy a más de siete millones. En Gaza se encuentra uno de los mayores campos de refugiados, el campo de Jabal-ya, una de las zonas más castigadas por el

ejército israelí en este último ataque. A Israel, que recurre constantemente a la necesidad de mantener viva la memoria de la persecución judía en Europa, sin em-bargo le incomoda mucho el empeño por mantener viva la memoria colectiva de los pueblos palestino y árabe. Por ello, entre las amenazas a su seguridad se encuentran además de las mezquitas, hospitales y colegios, los cementerios o los campos de olivos centenarios. Israel se afanó por convencer al mundo de que Palestina era “una tierra sin pueblo para un pueblo sin tierra”. Qué tremendo contratiempo que ésa no fuese la realidad, y que los legítimos dueños de esa tierra hayan enseñado a sus hijos a luchar por retener la memoria de su pasado, pues en él se encierra su presente y sobre todo su futuro.

Ineficacia de la legalidad internacionalEl último ataque de Israel al pueblo pales-tino no sólo ha vuelto a poner de mani-fiesto el absoluto fracaso de la comunidad internacional en la resolución de este

conflicto, sino especialmente su complici-dad incondicional con el incumplimiento sistemático de la legalidad internacional por parte de Israel. El Derecho Internacional subraya la responsabilidad de todos los Estados de fomentar y proporcionar los derechos humanos, sin hacer distinción alguna, reconociendo la igualdad de derechos de las naciones grandes y pequeñas. Y, sin embargo, en pleno siglo veintiuno somos espectadores de la existencia de Estados a los que parece que sólo se les reconocen derechos y ninguna obligación, como es el caso de Israel; mientras que a un pue-blo como el palestino se le niega el más elemental derecho a la existencia, y sólo se le imputan obligaciones y responsabili-dades. La Carta de Naciones Unidas y la lega-lidad internacional reconocen de manera muy clara una serie de realidades que de-ben ser tenidas en cuenta a la hora de ana-lizar los acontecimientos. La propia ONU parece olvidar la obligación de abstenerse de la amenaza o del uso de la fuerza en las relaciones internacionales. Israel desde su creación, vulnera este principio esencial bajo el argumento de la legítima defensa. Argumento que queda deslegitimado a tra-vés de los propios límites intrínsecos que reconoce el derecho internacional consue-tudinario a este derecho: la necesidad y la proporcionalidad de dicha defensa. Pero sobre todo, y especialmente a través de la maquinaria de propaganda orquestada por el lobby sionista, la política de hechos consumados busca eliminar la cuestión elemental que subyace de fon-do: el derecho del pueblo palestino a la autodeterminación y a la independencia. Un derecho declarado y amparado por la Carta de Naciones Unidas y el or-denamiento jurídico internacional que reconoce no sólo la legitimidad de la lucha de los pueblos ocupados por su independencia, sino que establece la prohibición expresa del Estado ocu-pante, como es el caso de Israel, de recurrir a cualquier medida de fuerza que prive al pueblo de su derecho a la libre determinación, a la liber-tad y a la independencia. Este derecho, en primer lugar deslegitima la argumentación esgrimida por Israel, de acuerdo con la cual sus con-tinuas agresiones a la población palestina estarían amparadas por el derecho a la defensa de su territorio. En segundo lugar, reconoce el derecho de los movimientos de liberación nacional y de los pueblos bajo ocupación al empleo de la fuerza, así como a solicitar y recabar ayuda “moral y material” de terceros Estados, sin consti-

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tuir una injerencia en los asuntos internos del Estado

ocupante. Véanse al respecto las resoluciones de Naciones Unidas 1514 (XV), la 2131 (XX), 2160 (XXI) o 2625 (XXV). Sin embargo, pese a este reconoci-miento y respaldo jurídico claro de los derechos del pueblo palestino y de una lucha que, en los últimos tiempos, lo es por el más elemental derecho a la existencia, el derecho legítimo del pueblo palestino no es sólo impunemente violado y consenti-do, sino también –desde el más inmoral discurso político del mundo supuestamen-te democrático y civilizado– deslegitimado y vaciado políticamente de contenido bajo el pretexto de la lucha global contra el terrorismo.

Consecuencias políticas de la guerra contra GazaMuchas son las consecuencias y repercu-siones políticas que a nivel local, regional e internacional ha tenido y tendrá la brutal

agresión israelí a Gaza. Desde la perspectiva israelí, pese a la insostenible argumentación de que la ope-

ración Plomo Sólido tenía como obje-tivo la seguridad de sus ciudadanos

frente al lanzamiento de cohetes desde Gaza, una respuesta de estas características no sólo ha fracasado, sino que se tradu-cirá en una escalada bélica de consecuencias impredecibles. Israel tampoco ha alcanzado otros objetivos encubiertos,

como el refuerzo del partido en el Gobierno, Kadima ante las elecciones legislativas pos-teriores. Por el contrario, se ha

producido una mayor inclinación del voto a favor de los partidos

ultranacionalistas y ultraortodoxos. Otro de los objetivos buscados –res-

paldado por otros actores como EE UU, la UE y Estados árabes como Egipto– era el de la eliminación de Hamas del escenario político palestino. Pese a constituir la op-ción que el pueblo palestino votó en unas de las escasas elecciones democráticas que se han celebrado en Oriente Medio, supervisadas por observadores interna-cionales. Sus resultados se rechazaron desde el principio, lo que se tradujo en un castigo colectivo del pueblo palestino a través del bloqueo total de un territorio con la mayor densidad de población del mundo. En este punto se hace necesaria una reflexión: si no se acepta a Hamas como el interlocutor palestino, bajo el pretexto de ser una organización terrorista y por

su negativa a reconocer a Israel bajo las actuales condiciones de ocupa-ción (sin olvidar mencionar a este respecto que Israel no reconoce,

entre otros muchos derechos de los palestinos, ni la creación de un Estado palestino viable y soberano ni el regreso de los refugiados palestinos a sus hogares), ¿por qué se acepta por parte de EE UU y la

UE un Gobierno libanés con una participación

importante del parti-do Hizbullah al que también consideran terrorista, y con el

que, sin embargo, Is-rael negoció tanto el

alto el fuego en la guerra de Líbano en 2006 como múltiples inter-cambios de prisioneros? Para los palestinos, además de un mayor agravamiento de las difíciles con-diciones de vida de la población, una de

las consecuencias políticas más inmediatas es el debilitamiento del gobierno de Ma-hmud Abbas y una profundización en la distancia de las posiciones entre Al Fatah y Hamas. A escala regional, comenzando por el escenario árabe, podemos destacar una recuperación de la centralidad de la cues-tión palestina en la agenda política árabe y, por tanto, de la visión de Israel como la principal amenaza a la seguridad árabe. Y un convencimiento, especialmente exigido por la sociedad civil árabe, de la necesidad de redefinir las actuales bases del proceso de paz en Oriente Medio. Por otro lado, cabe destacar el fortalecimiento de la posición turca como actor mediador fundamental en la resolución del conflicto árabe-israelí, ante el retroceso y debilita-miento del papel de actores tradicionales como Egipto y Arabia Saudita. Respecto a la Unión Europea, su credi-bilidad como mediador queda nuevamen-te desacreditada por los acontecimientos: su incapacidad para frenar esta última agresión israelí; las declaraciones hechas por la presidencia checa en un primer momento señalando el carácter defensivo de los ataques israelíes –pese a la posterior rectificación–; la continua imputación de la responsabilidad a Hamas; o la vergon-zosa llamada a la contención de la partes como si de dos fuerzas iguales se tratase. Todo ello, ante una realidad que pocas dudas dejaba de la barbarie perpetrada por Israel, constituye en el fondo una manifestación más de las estrechas e in-condicionales relaciones que mantiene la UE con Israel. Unas relaciones que se ins-titucionalizaron a través de la conclusión de un Acuerdo de Asociación en 2000, re-forzado en 2004, pese al incumplimiento de Israel de los acuerdos y compromisos internacionales adoptados a lo largo del proceso de paz iniciado en 1991; y pese a que el propio acuerdo de asociación contempla su suspensión en caso de que alguna de las partes vulnere los derechos humanos. Por último, por lo que se refiere a EE UU, teniendo en cuenta lo anterior y la posición adoptada por algunos de los Es-tados árabes considerados por Occidente como moderados, como es el caso de Qatar –que decidió el cierre de la oficina comercial de Israel–, podemos aventurar una nueva reorientación de su política exterior si pretende no sólo obtener unos resultados mejores que los de la anterior Administración, sino salvaguardar sus inte-reses en la región. Entre las exigencias de una nueva política destaca la importancia y necesidad estratégica de un acercamiento a países como Irán y Siria.

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José Vicente Barcia, Responsable de Prensa y Comunicación de Ecologistas en Acción

Conversaciones con el Colectivo Voluntad y Determinación

Por la libertad del Sahara OccidentalJosé Vicente Barcia

Desde hace más de 32 años, el pueblo saharaui, encarnado en el Frente Polisario, viene resistiendo las consecuencias de un proceso irresuelto de colonización, respondiendo a la indiferencia internacional con una permanente actitud de dignidad. Este mensaje de dignidad, fue contestado por un pequeño grupo de estudiantes universitarios vinculado a Ecologistas en Acción y llamado Voluntad y Determinación, logrando poner en marcha, ante la sorpresa o la incredulidad de la solidaridad oficial, movilizaciones sociales tan contundentes como la Columna de los 1000.

El poder de la ignorancia

Voluntad y Determinación, es un pequeño grupo especializado en generar procesos comunicativos que favorezcan movilizacio-nes sociales transformadoras. “Estudiamos en la Facultad de Ciencias de la Informa-ción de la Universidad Complutense de Madrid y utilizamos en nuestros proyectos de movilización social, buena parte de lo que aprendemos en nuestros estudios: desde las técnicas básicas del periodismo, hasta aquellas que están más relacionadas con la creación de opinión pública o la publicidad”, sostiene Laura Lucas. Todo comenzó tras una visita del en-tonces Delegado del Frente Polisario en España, Brahim Gali, a una de las clases de Relaciones Internacionales impartidas por el profesor palestino Najib abu War-da. “En apenas dos horas, Brahim Gali desgranó los orígenes, consecuencias y responsabilidades de un conflicto que se extiende a lo largo de más de tres décadas, donde la complicidad criminal de España, Marruecos y Mauritania, arrojó a todo un pueblo a una de las esquinas más terribles de la historia”, recuerda Mariola Olcina. Lo realmente sorprendente, es cons-tatar que, a pesar de la responsabilidad

de España en el enquistamiento de este conflicto, la desmemoria y la ignorancia se han enseñoreado con el conflicto saharaui. “Saber sobre algo tiene consecuencias importantísimas, por eso la información es vital. Pero no se debe obviar el poder de la ignorancia inducida sistemáticamente por los Estados, a propósito de conflictos que quieren mantener alejados de la me-moria”, reflexiona Laura Lucas. Mariola Olcina sentencia: “el poder de la ignoran-cia crea inercias de olvido y destrucción”.

El análisisDespués de aquel encuentro con Brahim Gali, el colectivo universitario organizó con el Frente Polisario, una expedición de una semana a los campos de refugiados de Tindouf. David Peña recuerda que la pedagogía esencial del pueblo saharaui se sustanció a través de la hospitalidad y los interrogantes. “Según íbamos descubrien-do las condiciones de vida tan extremas a las que se enfrenta el pueblo saharaui, nos preguntábamos ¿cómo era posible que algo así se estuviera produciendo sin que los diferentes gobiernos españoles hubieran asumido la deuda con aquel pueblo? En aquel viaje no hubo grandes discursos, pero sí muchos silencios, muchas preguntas”. Tras el acuerdo secreto firmado por España con Marruecos y Mauritania, en

el que se repartía el Sahara Occidental entre ambos países a cambio de prebendas económicas que nunca se cumplieron, el pueblo saharaui fue desplazado de sus territorios, rechazando la invasión mau-ritana por el sur y conteniendo la muy militarizada Marcha Verde marroquí por el este. Tras aquella guerra vinieron los acuerdos de no agresión, la presencia de los cascos azules y la construcción, por parte de Marruecos, de uno de los muros más largos del planeta, con más de 2.700 kilómetros. Desde entonces, el pueblo saharaui vive dividido entre aquellos que se quedaron en los territorios ocupados por Marruecos, y cuyos derechos humanos vienen siendo pisoteados y denunciados por organismos como Amnistía Internacional, y aquellos otros que malviven en los campos de re-fugiados del sur de Argelia, en Tindouf. Es precisamente en Tindouf, donde el frente Polisario está desarrollando una de las lu-chas no-violentas más importantes e igno-radas de la nuestra historia reciente. “Cada día de resistencia es un día de victoria de la dignidad”, comenta Javier Santos. Carlos Corominas, también integrante de Voluntad y Determinación, es certero en su análisis sobre la situación actual: “Francia está volviendo a retomar posi-ciones estratégicas en África, y cuenta con la monarquía marroquí como fiel aliada;

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compañías petroleras estadounidenses no cejan en la búsqueda de nuevos yacimien-tos de crudo, lo que sitúa a EE UU del lado de los invasores; al mismo tiempo, Europa firma importantes acuerdos comerciales que abundan en el robo de los recursos naturales saharauis (acuerdos pesqueros, etc.). Finalmente, España está cada vez más escorada hacia los intereses marroquíes, toda vez que el Gobierno de ese país amenaza con no controlar los flujos mi-gratorios, con no firmar nuevos acuerdos comerciales, con relajar su colaboración antiterrorista y con reabrir el debate sobre Ceuta y Melilla”.

La experiencia vital como motor de compromisoPor su parte, Alejandro Erquicia, otro componente de este colectivo, subraya la importancia de “agitar el sonajero de la dignidad para que la sociedad española vuelva a vibrar a propósito de la respon-sabilidad que tiene nuestro país sobre la terrible situación del pueblo saharaui”. Voluntad y Determinación es un colec-tivo no institucionalizado, que de manera consciente ha optado por el discurso de acción: “No me hagas un gran análisis sobre algo que no puedo palpar o res-pirar, déjame que sea yo quien lo viva, quien llegue a mis propias conclusiones. Entonces me vincularé de manera racional y afectiva”, enfatiza Erquicia.

Queremos ser saharauisTras aquel primer viaje, pusieron en mar-cha una segunda iniciativa, que consistió en la petición simbólica de la nacionalidad saharaui bajo el epígrafe “Yo también quiero ser saharaui”. Corominas recuerda

que “inicialmente, pensamos hacer una declaración pública de nuestra petición de nacionalidad de unas 30 o 40 personas. Finalmente, las peticiones sobrepasaron las 4.000”. Se trataba de desarrollar una moviliza-ción social que tuviera impacto mediático y repercusión política. Finalmente, esta movilización fue registrada por diferentes medios y acogida con satisfacción en un multitudinario acto público por parte de las autoridades saharauis.

La Columna de los 1000A principios de 2008, comenzó la an-dadura de esta importante movilización no-violenta. “Se trataba de generar un canal masivo de participación para que la gente pudiera ver sin filtros la intensidad del conflicto saharaui”, sostiene Laura Lucas. Y Mariola Olcina añade: “Y tam-bién de dar visibilidad al muro marroquí, que refleja con la fuerza de una metáfora el talante criminal de la Monarquía y el Gobierno alauí”. En la Semana Santa del año pasado, convocadas por este grupo en coordi-nación con el Frente Polisario, alrededor de 2.000 personas hicieron una cadena humana frente al muro de Marruecos. “A la Columna de los 1000, llegaron participantes de todo el Estado español, pero también argelinos, alemanes, ita-lianos, suizos…”, describe David Peña. “Hubo tiempo para la convivencia con el pueblo saharaui, tiempo para el debate y la reflexión sobre su situación y, finalmente, hubo tiempo, ganas e ilusión por enfrentar un muro asesino contra otro humano y dialogante”. “Una cadena en la que todos y todas sabíamos que los verdaderamente

protagonistas eran los saharauis”, enfatiza Carlos Corominas. Tras aquella movilización, Voluntad y Determinación buscó denodadamente a personas que quisieran volver a crear otra columna. A esta invitación respondió un grupo de participantes de Madrid que bajo el nombre Conciencia Saharaui se está encargando de organizar la Columna-09.

La Marcha de las LuciérnagasCarlos Corominas cuenta que “estábamos en un montículo de arena rodeados de niños, viendo como la noche alcanzaba el desierto. Y nos preguntaron qué tipo de animales había en España. Hablamos de los linces, de los lobos, de los escasos osos y… finalmente de las luciérnagas. Se sor-prendieron aquellos niños de que hubiera un animal que tuviera luz propia. Luego el silencio. En la oscuridad, rodeados de ni-ños y desierto, pasaron algunos voluntarios de la Columna de los 1000 con linternas. Uno de aquellos niños dijo: ‘nosotros aquí también tenemos luciérnagas’”. La Marcha de las Luciérnagas es otra movilización organizada por este grupo, con el apoyo de otras muchas organiza-ciones, como Ecologistas en Acción, y consistirá en crear un espacio de convi-vencia entre participantes y saharauis, que culminará en mayo con una gran marcha nocturna llena de luces (luciérnagas) que intentarán romper el oscurantismo de la desmemoria sobre la dignidad de un pueblo que resiste bajo la iniquidad de la traición.

- Información Marcha de las Luciérnagas: http://voluntadydeterminacion.blog.com

- Información Columna-09: www.columna09.tk

Columna de los 1000, Semana Santa 2008. Foto: gEmma ladrEro

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Ángel Ayuso, Comisión Jurídica de Ecologistas en Acción

El interés generalÁngel Ayuso

El uso de conceptos jurídicos indeterminados, como el ‘interés general’, a menudo ha sido utilizado paradójicamente para defender intereses muy particulares, con frecuencia acarreando importantes daños ambientales. Por ello, resulta indispensable que estos conceptos se concreten de tal modo que no quepan estas interpretaciones torticeras.

Se dice con frecuencia que quien hace la ley hace la trampa. Per-sonalmente siempre he pensado que la ley es un instrumento de la Justicia, y que precisamente el

objeto de la ley es evitar la trampa y dar a cada uno lo que le corresponde, es decir, hacer justicia. Lamentablemente, en este mundo tan complejo que nos ha tocado vivir, parece que cada vez son más –y más poderosos– aquellos que usan la ley como trampa, con el fin de conseguir sus propósitos, de manera aparentemente limpia y segura. Cuando se hace una norma (una ley, un reglamento o una simple orden) lo que se busca es regular las conductas en un determinado sentido de todas aquellas personas a las que les afecta. El Código Penal describe unas determinadas actua-ciones y les asocia una pena, con objeto de que dichas conductas sean evitadas. El Estatuto de los Trabajadores describe los derechos y deberes que todos los asala-riados y sus patrones deben de tener en cuenta en el ámbito laboral. Y lo mismo sucede con las leyes ambientales, las cuales nos muestran los lugares o las especies que se han de proteger, las conductas que suponen agresiones al medio ambiente, los procedimientos necesarios para hacer valer esos derechos, etc.

Conceptos jurídicos indeterminados

Para ello, la técnica legislativa parte de unos determinados supuestos acaecidos o previsibles, extrae causas y consecuencias y formula reglas universales que puedan normar todos los supuestos que se dan en la realidad. Pero la realidad es mucho más rica en supuestos que lo que los le-gisladores puedan imaginar. ¿Qué hacer entonces para poder regular el mayor número posible de situaciones sin tener que elaborar voluminosos e interminables códigos? Pues utilizar fórmulas a modo de comodín que sirvan para muchos supues-tos, como son los conceptos o ideas de buena fe, justiprecio o interés general. Estas fórmulas se conocen como conceptos jurídicos indeterminados. Y es precisamente ahí, en esa falta de concreción, donde caben varios supuestos, en donde se oculta la trampa. Y no es que se haya pensado la ley con la intención de hacer la trampa, es su uso por quienes tienen un interés determinado el que hace que la ley se convierta en tramposa. Son muchos los casos en que desde las administraciones públicas se está usando del concepto de interés general –o también social, público o regional– para llevar a cabo actuaciones que atentan directamente contra el entorno natural, a favor de unos pocos pero siempre poderosos. Pongamos algunos ejemplos. El Go-

bierno de la Comunidad de Madrid, para poder llevar a cabo la duplicación de la carretera M-501, sobre la que pesaba una declaración de impacto ambiental negativa que impedía tal obra por atravesar una zona LIC, la declara como de interés público, pues esta declaración está prevista en la legislación de la Comunidad. El mismo Gobierno de la Comunidad de Madrid, para destinar los terrenos de un antiguo depósito de agua a fines distintos a los que ya habían sido proyectados, y con el ánimo de ir contra lo acordado por el anterior ejecutivo, amparado en el artículo 161 de la Ley 9/2001, del Suelo de la Comunidad de Madrid, lo declara como proyecto de interés general. Esto le permite modificar el diseño original e incluso ac-tuar de forma contraria al planeamiento municipal, resultando que un terreno que iba a ser destinado a parque público en su totalidad, ahora aparece mutilado en gran parte de su superficie por la construcción de un campo de golf, beneficio de unos pocos a causa del interés general. El año pasado se publicó el Real De-creto-Ley 3/2008, de 21 de abril, de medidas urgentes y excepcionales para paliar la sequía en la provincia de Barce-lona, el conocido como mini-trasvase del Ebro a Barcelona. Pues bien, su artículo 6 declara de interés general dichas obras. Ello supone que la Administración tiene todo el derecho a expropiar los terrenos por donde discurra el trazado, tramitar de urgencia el procedimiento sin sujeción a los requisitos de la Ley de Contratos de las Administraciones Públicas o –y esto es lo más grave– no estar obligada a elaborar un informe que justifique su viabilidad económica, técnica, social y ambiental. La Ley de Ordenación del Territorio de Castilla y León (Ley 14/2006) aprueba un proyecto urbanístico, la mal llamada Ciu-dad del Medio Ambiente de Soria, sobre la base de la “excepcional relevancia para el desarrollo social o económico” –perí-frasis de la idea de interés general– aunque para ello tenga que transformar todo un entorno de gran valor, como es el Soto de Garray. Y no son éstas las únicas ocasiones en las que puede usarse la Ley para hacer la trampa. Por ejemplo, tan solo en la legis-lación urbanística está previsto el uso del concepto sobre el interés general en más de veinte supuestos diferentes a lo largo de todas las leyes autonómicas urbanísticas. Así se permiten desde la modificación, suspensión o revisión de planeamientos hasta la cesión de suelo, pasando por la posibilidad de otorgar licencias de edifica-ción sin estar definitivamente aprobados los planes o proyectos, entre otros muchos

Un concepto jurídico que muchas veces se usa contra el interés común

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supuestos. ¿En que medida podemos evitar que esta instrumentalización de la norma atente contra el medio ambiente? La respuesta no es sencilla, porque estamos ante asuntos estrictamente jurídicos, de interpretación de las normas, que exigen demostrar al juez que el interés general por el que se desarrolla un determinado acto no es tal, sino otro bien distinto. Cuando en aplicación de las normas, es una Administración Pública la que rea-liza la acción, ese acto se puede recurrir ante los Juzgados del orden Contencioso-Administrativo, bien por los afectados o perjudicados, bien por asociaciones o cualquier ciudadano en los casos en que lo haya previsto la correspondiente ley. ¿Cómo se han pronunciado los tri-bunales cuando se plantean casos como éstos? Pues bien, dicen los estudiosos del Derecho administrativo que la solución ha de darse en cada caso concreto, no pudiéndose generalizar sobre estos con-ceptos, y que para su entendimiento han de tenerse en cuenta valores y principios generales admitidos así como la experien-cia acumulada. En el asunto de la duplicación de la carretera M-501 en la Comunidad de Madrid, el Tribunal Superior de Justicia ha anulado las resoluciones dictadas por el Gobierno de la Comunidad para llevar a cabo el proyecto, y aunque no se fun-damenta exclusivamente en ello, se pro-nuncia sobre la calificación del proyecto como de interés general a causa de la elevada siniestralidad (razones que da el Gobierno de la Comunidad) argumentando que tal causa no puede considerarse como de interés general. Tanto el trasvase del Ebro como la Ciudad del Medio Ambiente soriana su-ponen un uso más retorcido de la fórmula, porque al estar amparados en normas con rango de Ley escapa del control de los tribunales ordinarios y sólo cabe el recurso de inconstitucionalidad ante el Tribunal Constitucional. Pero este recurso sólo lo pueden interponer el Presidente del Gobierno, el Defensor del Pueblo, 50 Diputados o Senadores y los gobiernos o cámaras legislativas de las Comunidades Autónomas, o un órgano judicial.

Concretar el significadoDesde la Comisión Jurídica de Ecologistas en Acción, además de pelear legalmente contra muchas de estas agresiones, es-tamos llevando a cabo un intento por conseguir que cuando se usen fórmulas de este tipo, se concrete su significado lo más posible. Ésta es la única manera de evitar un uso no digo fraudulento, porque

no lo es, es perfectamente legal, pero sí un uso que para beneficiar a ciertos grupos o para impulsar medidas económicas, arrase determinados lugares, ecosistemas, parajes o especies de los que no cabe ninguna duda que estos sí son de interés general puesto que nos han sido legados para uso y disfrute de todos. Así lo reconoce la Constitución Española en su artículo 45, y nadie bajo ningún concepto (mu-cho menos si es indeterminado) debería estar habilitado para su destrucción o su transformación. Es por eso que proponemos al legis-lador comunitario, estatal, autonómico e incluso a los más modestos ayuntamientos que tengan en cuenta este problema que muchas veces pasa, queremos pensar, in-advertido a la hora de elaborar las normas. Y es que cuando se está regulando un aspecto concreto de la realidad, es posible concretar de tal manera que después los operadores jurídicos o cualquier ciudada-

no sepan claramente cuál es el sentido en el que hay que actuar. Algo así como lo que sucede en la Ley de Costas, que califica las “obras de interés general cuando sean necesarias para la protección, defensa y conservación del dominio público marítimo-terrestre así como su uso, cuando supongan la creación, regeneración y recuperación de playas, y las de acceso público al mar”. Aunque también cabe la posibilidad contraria, que se legisle de tal modo que no deje oportunidad de hacer valer una postura conservacionista, imponiendo claramente un criterio destruc-tivo como sucede en la Ley de Ordenación del Territorio y Urbanismo de La Rioja, que considera “obra pública de interés general aquélla que la Comunidad Autónoma realice, destinada a la construcción o acon-dicionamiento de infraestructuras básicas de uso y dominio público, tales como carreteras, obras hidráulicas, de energía o de transporte, etc.”.

1. Obras de desdoblamiento de la M-501, declarada de interés público para no someterla a Evaluación de Impacto.2. Protesta por la conversión de un prometido parque en campo de golf, tras declararlo de interés general. Foto: Ecologistas En acción

3. El campo de golf, una vez construido.

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Julio Alguacil, profesor de Sociología en la Universidad Carlos III de Madrid

Se insiste en un modelo de crecimiento insostenible y sin apenas rentabilidad social

El Fondo Estatal de Inversión LocalJulio Alguacil Gómez

Las inversiones públicas de este Fondo no han sido concebidas para fomentar un modelo de economía social, más democrático y que desarrolle las capacidades locales y fortalezca el tejido social y la participación ciudadana. Persisten, por el contrario, en la construcción de infraestructuras y obras públicas conforme a una estrategia de generación de empleo eventual, con escasa utilidad social y alto coste ambiental, sin favorecer el tránsito hacia un modelo de economía local sostenible.

Una de las medidas más llamativas del Gobierno para afrontar el desplome del empleo derivado de la compleja y profunda crisis del modelo de crecimiento, ha

sido la implementación del denominado Fondo Estatal de Inversión Local (FEIL). Desde el campo del municipalismo se le da la bienvenida a una inversión pública a fondo perdido de 8.000 millones de euros que puede significar, según las estimacio-nes del Gobierno, la creación de unos 200.000 puestos de trabajo. Asimismo, hay quien lo interpreta como un cierto giro respecto del fundamentalismo de mercado neoliberal, que proclama la reducción del gasto público a su mínima expresión y la mercantilización de todas las relaciones humanas. Ahora bien, surgen varios inte-rrogantes, al menos tres: ¿Es suficiente?, ¿es eficiente?, ¿es sostenible, ambiental y socialmente?

El debate sobre la financiación municipal sigue pendienteEn primer lugar, como está suficientemen-te comprobado, las sociedades que han resistido mejor a las crisis capitalistas son aquellas que tienen mayor representación de población ocupada en el sector público, más proporción de empleos orientados

a la satisfacción de necesidades sociales y más capital social. Es decir, sociedades conformadas con una mayor densidad de redes sociales, de cooperación y sentimien-tos de confianza que permiten el cultivo de la responsabilidad social y la mejor in-corporación de los ciudadanos a la gestión política, social y económica. Esos Estados considerados del Bienestar son también los que han tenido una distri-bución del gasto público más equilibrado, estando en manos de las administraciones locales en torno al 25-30% del gasto público. Éste no es precisamente el caso español, uno de los países de la UE con menor representación del empleo público, un 9% de la población ocupada –la media de la UE se sitúa en el 15% y los países nórdicos se encuentran por encima del 20%–. Igualmente estamos en uno de los países de la UE con menos gasto públi-co y atención a las necesidades sociales (sanidad, educación, servicios sociales…) y menor gasto público en manos de los Ayuntamientos (entre el 12 y el 15%). El debate sobre la financiación muni-cipal, la segunda descentralización (de las Comunidades Autónomas a los munici-pios) y el pacto local todavía no han sido resueltos en nuestro país, lo que ha moti-vado que muchos municipios busquen fi-nanciaciones espurias, con la consiguiente propagación de prácticas insostenibles de urbanización, especulación y corrupción.

En consecuencia, el FEIL debería, no sólo ampliarse en su cuantía, sino insti-tucionalizarse como inversión ordinaria hasta que se desarrolle de una vez por todas un marco legal de competencias y financiación municipal que permita la implantación del principio de subsidiarie-dad por el que aboga la Carta Europea de Autonomía Municipal, un despliegue de las políticas de proximidad, una mejora de los cauces de participación ciudadana y una transparencia democrática del gasto público. Pero además de suficiente, tiene que ser eficiente desde la perspectiva de generar empleo, satisfacer necesidades sociales y ser sostenible ambientalmente.

40.000 € por empleo eventualPrecisamente, los tan traídos y llevados procesos de globalización están hurtan-do el desarrollo de las capacidades de los sujetos, de los ámbitos locales, de las singularidades culturales, etc. gene-rando subordinación, vulnerabilidad e insostenibilidad. Cuando menos, emerge la necesidad de alcanzar determinados niveles de desarrollo local que garanticen una mínima base productiva capaz de ganar autonomía económica y política por parte de los ámbitos locales respecto de las dinámicas globalizadoras. La estrategia productivista construida en función de una economía de mercado, como economía dominante (frente a otras economías:

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pública, popular, social), ha generado una gran indefensión del mundo local frente a la crisis estructural y la crisis climática. Ha evidenciado, también, la necesaria diversidad y equilibrio entre economías, en el que un modelo de economía social, basado en principios democráticos, en una sustitución de capital por trabajo, que sea además capaz de crear empleo de calidad satisfaciendo necesidades sociales y ambientales de carácter local, gane paulatinamente protagonismo. Se trata, en suma, de desarrollar la capacidad y oportunidad de las redes de pequeñas iniciativas económicas mejor preparadas para desarrollar las potencialidades locales, permitiendo que también la población lo-cal pueda asumir un papel de sujeto activo de su desarrollo. Sin olvidar que a la vez es necesaria una múltiple articulación entre los ámbitos locales y de éstos con otros niveles económicos y administrativos en una estrategia conjunta encaminada a un desarrollo sustentable. La relación entre la inversión y los pues-tos de trabajo estimados por el FEIL da como resultado una inversión de 40.000 € por puesto de trabajo, lo que parece ex-cesivo, sobre todo cuando nos situamos en una estrategia de generar empleo de forma preferente, y que éste sea de calidad y proximidad. En una crisis de empleo la inversión por puesto de trabajo durable debe ser relativamente pequeña, y esta relación se produce de preferencia en el campo de las necesidades sociales y la sostenibilidad. Las actividades de cuidados a las personas y a la naturaleza son intensivas en trabajo, requieren una menor inversión por unidad y procuran más rentabilidad social, más calidad de vida, más sostenibilidad, más inversión en educación, más en integración social, más en salud, más en los niños y en los mayores –los grandes olvidados del FEIL–, más en la gestión de los espacios naturales, en energías alternativas, en rehabilitación y mantenimiento, en definitiva: más empleo de utilidad social y ambiental. Trabajo intensivo, capaz de reducir el gasto derivado de las prestaciones por desempleo, ya que, también, se trata de apostar por políticas activas de empleo que alivien a las políticas pasivas, impres-cindibles para proteger a los trabajadores en una situación de desplome del empleo.

Abandonar la lógica del crecimiento indefinidoUn último interrogante versa acerca de la sostenibilidad social y ambiental de este Fondo.

Habría que considerar que el sistema, ba-sado en la propiedad y la competitividad, es autodestructivo, e inviable a largo plazo por su insostenibilidad social y ambiental. Pretender superar la crisis utilizando los mismos principios e instrumentos que, aunque sean más blandos, reproducen la ideología quimérica del crecimiento sostenido y la cultura del individualismo y del lucro, es poner parches a una crisis compleja, multidimensional y profunda. Así no se podrá evitar el aumento de la insostenibilidad y el ensanchamiento de la brecha social. Los proyectos financiados por el FEIL son estrictamente de competencia muni-cipal, orientándose a las infraestructuras básicas. En gran medida se pretende reac-tivar la economía a través de la inversión en obras, en subsectores del sector de la construcción, en materiales, lo que signifi-ca de facto una importante inversión por puesto de trabajo creado y, además, de carácter eventual. En todo caso, los pro-yectos no dejan de inscribirse dentro de las competencias municipales obligatorias, que deberían resolverse de forma ordina-ria. De hecho se puede comprobar, por ejemplo en el caso de Madrid, que buena parte de los proyectos se van a destinar a operaciones faraónicas inacabadas e insos-tenibles, o a proyectos ya comprometidos y presupuestados. Considerando que los municipios es-tán asumiendo competencias que no les eran propias, precisamente exigidas por la proximidad a los problemas de los ciudadanos, sobre todo de carácter social y ambiental, son éstos los que hubieran te-nido que ser considerados de manera más significativa. Y máxime considerando que es en estos ámbitos donde se producen sinergias que permiten simultáneamente crear más empleo con menos inversión en materiales y satisfacer mayores

necesidades sociales y ambientales. Pero la lógica del FEIL no va a dejar de suponer una transferencia financiera y finalista de la economía pública hacía la economía privada, por definición no democrática, basada en el lucro individual y descomprometida con los territorios y la gente. Sería necesario un mayor control, una orientación hacía el empleo público y la economía social, y el establecimiento de criterios más precisos y exigentes con la satisfacción de necesidades sociales, la in-novación y la sostenibilidad al tiempo que incorpora la participación ciudadana. Las medidas deberían orientarse a sus-tituir capital económico por capital social, facilitando así una transición a otro modelo capaz de reconstruir una economía local sostenible, permitiendo y promoviendo que sea la ciudadanía la protagonista de su propio desarrollo. En definitiva, no se trata sólo de esti-mular la economía, sino de dar un giro que permita encaminarse a un desarrollo sin crecimiento. Se trata de promover, de forma combinada, distintas políticas activas de empleo con criterios democráticos y de sostenibilidad: creación de empleo público y de proximidad, promoción de la econo-mía social y de la democratización de la economía, satisfacción de las necesidades sociales, atención a los colectivos más des-favorecidos, y todo ello en una perspectiva de reconversión ecológica de la economía. Son éstos los mimbres que hay que ir trenzando para transi-tar hacía otro modelo de desarrollo más humano, más solidario, equitativo y sostenible.

1. Parte de los proyectos se dedicarán a obras faraónicas

que se quedaron sin presupuesto, como el

soterramiento de la M-30 en Madrid.

2. Pocos de los trabajos que se creen serán de calidad,

y menos aún estables. Foto: Ecologistas En acción 2

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Josu Larrinaga e Iñaki Barcena, profesores de Ciencia Política y Antropología Social,

Universidad del País Vasco

La importancia de los movimientos locales de resistencia

Sí, soy un NIMBY ¿Y qué pasa?Josu Larrinaga e Iñaki Barcena

Los movimientos surgidos en las comunidades locales para la defensa de su entorno inmediato contribuyen a forjar una identidad de resistencia capaz de exigir cambios de alcance más amplio.

Not In My Back Yard, No en el Patio de Mi Casa (que es particular). Así se definen, sobre todo desde las potentes –y muy creativas a la hora de facilitar definiciones

de marcado carácter gráfico– sociología y ciencia política norteamericanas, los movi-mientos reactivos que, con una motivación egoísta, surgen cuando las personas de un determinado lugar ven peligrar su relativa-mente acomodado modo de vida. La definición ha calado también en nuestro entorno científico. Pero, sobre todo, ha sobrepasado las fronteras del ámbito de la investigación social y ha pasado a convertirse, con un marcado carácter peyorativo, en una descalificación de cualquier movimiento surgido en una comunidad local para defender su entor-no más inmediato de lo que es percibido como un riesgo. Cualquier nimby es un egoísta insolidario y cualquier ecologista es en el fondo un nimby, según esa visión. También para muchos ecologistas identita-rios un nimby es sólo un p… nimby. En estas coordenadas se sitúan clara-mente algunas de las movilizaciones que hemos estudiado en los últimos años, sobre todo en Euskal Herria. A partir

de ellas y de su conocimiento empírico, avanzamos algunas reflexiones sobre este fenómeno, conclusiones que nos parecen pertinentes como investigadores sociales y como activistas ecologistas. Aquí, simple-mente queremos situar la definición que los activistas hacen de sí mismos en un contexto teórico más amplio.

Nimby contra LuluBarry Commoner, proveniente del campo de las ciencias duras y uno de los funda-dores del Ecologismo Político, ya negó la mayor: “Los expertos en relaciones públi-cas de la industria de las incineradoras han creado un ingenioso término, NIMBY (no en mi patio trasero), para convencernos de que la oposición a los incineradores es simplemente una actitud innata, estrecha de miras ante cualquier intromisión des-agradable en el vecindario, un impulso genético para mantener cualquier cosa desagradable fuera de nuestro patio trase-ro […] Lo que motiva a la opinión pública en su oposición a los incineradores es su preocupación no tanto por la inviolabili-dad de su propio patio trasero como por la calidad del medio que comparten con el resto de la sociedad. Esta preocupación no es meramente personal, sino también social” [1]. NIMBY and Proud!, Nimby y orgulloso de serlo. En los movimientos sociales

norteamericanos han superado el estigma y muestran su orgullo cuando luchan contra un LULU (Locally Unwanted Land Use, Uso de la Tierra Localmente No Deseado). Ellos también saben inventarse nombres sonoros y su argumentación es simple y efectiva: “todos somos nimby y nadie quiere a Lulu cerca, pero algunos son ‘nimby clandestinos’ y tienen los suficientes resortes de poder como para mantener a Lulu lejos de su patio trasero. Así, Lulu aca-ba instalándose allí donde la comunidad no tiene suficientes recursos como para oponerse con éxito a su instalación” [2]. Además reivindican la trayectoria de Saul Alinsky. Éste, después de estudiar Sociología en la Universidad de Chicago, se hizo conocido en Estados Unidos en el periodo transcurrido entre los años 30 y 70 del pasado siglo por su trabajo, primero con el movimiento obrero y luego, y so-bre todo, con el movimiento vecinal. Fue un organizador que recorrió numerosas ciudades (muchas veces llamado por las iglesias locales) para ayudar a los vecinos en la organización de sus acciones de protesta por cuestiones relacionadas con el urbanismo y la situación de sus barrios. Los numerosos movimientos sociales surgidos al calor de sus iniciativas y otros que apa-recieron de forma autónoma incidieron en la existencia de fuertes confrontaciones ur-banas en la sociedad norteamericana sobre

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todo en la década de los 60. Daniel Bell y Virginia Held lo llamaron “la revolución de las comunidades urbanas” y más tarde Harry Boyte calificó estos movimientos como backyard revolution [3].

Identidades comunitarias de resistenciaTenemos ante nosotros una buena mezcla de elementos diversos. La defensa de las comunidades locales y sus modos de vida, pero también su dignidad y su identidad ante lo que se consideran ataques venidos del exterior. Todo esto tiene mucho que ver con lo que Manuel Castells en su pre-sentación del paradigma de la Sociedad de la Información considera como un elemento esencial de definición, el Poder de la Identidad [4]. Este investigador concede una importancia especial a las reivindicaciones del ecologismo a la hora de estructurar las nuevas identidades co-munitarias en el seno de la sociedad global. Como él apunta, en las últimas décadas las comunidades locales y sus organizaciones –las que antes se expresaban a través de lo que llamábamos movimiento vecinal– han estructurado un potente movimiento de defensa del medio ambiente. En las tipologías que hace Castells también aparecen los nimby, personas y grupos que trabajan en defensa de sus propios espacios de vida, que plantean como objetivos la salud y la calidad de vida y encuentran su marco identitario en las comunidades locales. También este autor advierte que “con cierta malicia” se ha calificado de nimby a estos movimientos que en realidad critican que las actividades de riesgo de nuestras sociedades modernas se sitúan con frecuencia en los ámbitos de vida de la gente más humilde y reivindican un debate público y democrático sobre los usos del territorio. Por ejemplo, las plataformas contrarias a la instalación de centrales térmicas de ciclo combinado plantean que debería facilitarse una dinámica para debatir la cuestión de la energía en las condiciones más democráticas y participativas posibles, y que no se pude dejar la resolución de ese problema en manos del mercado. Defienden las energías renovables, y se apoyan en quienes creen que no se están haciendo esfuerzos serios por cambiar hacia esa dirección. Mientras no se im-plemente esa nueva dinámica de debate social los activistas se encuentran cómodos en su postura de rechazo a lo que les ha tocado en su pueblo, y aún más cómodos se encuentran los vecinos del municipio que les apoyan y que seguramente no han profundizado tanto en el tema ener-gético.

Hay todavía más razones para superar la tentación de afrontar estas movilizaciones como un problema local de vecinos de cla-se media insatisfechos con un determinado proyecto. En el ámbito vasco, la empresa que impulsa la mayoría de estos proyectos es una potente multinacional con sede central en Bilbao, pero sus accionistas ma-yoritarios –no los de referencia, pero sí los

que tienen el grueso de la inversión– son diversos fondos de pensiones norteameri-canos. En general, las empresas capitalistas en la actualidad muestran una fuerte ten-dencia a expandirse transnacionalmente y absorber pequeñas firmas y por tanto concentrar la producción en pocas manos, a la vez que se integran en complejas redes financieras, donde se diluye la propiedad

1. “M-30 no por nuestras calles”. La actividad de los ecologistas puede canalizar protestas nimby hacia objetivos más globales. Foto Ecologistas En acción.

2. Saul Alinsky recorrió numerosas ciudades de EE UU ayudando a los vecinos en sus acciones de protesta.3. Para Manuel Castells muchos movimientos nimby en realidad reivindican un debate democrático sobre los usos del territorio.4. Protesta contra la instalación de una central térmica en el Sur de la Comunidad de Madrid, donde se concentran muchas instalaciones contaminantes. Foto: Ecologistas En acción

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Referencias1. commonEr, Barry (1992): En paz con el

planeta. Barcelona: Crítica. 2. Morris, Jane Anne (1994): Not In My

Back Yard. The Handbook. San Diego (CA): Silvercats Publications. La traducción, ciertamente precaria, es nuestra.

3. castElls, Manuel (1986): La ciudad y las masas. Madrid: Alianza.

4. castElls, Manuel (1998): La era de la información. El poder de la identidad. Madrid: Alianza.

5. EtxEzarrEta, Miren (2001): “Algunos rasgos de la globalización”, en FErnándEz duran, Ramón, EtxEzarrEta, Miren y sáEz, Manolo: Globalización capitalista. Luchas y resistencias. Barcelona: Virus.

6. larrinaga, J & BarcEna, I.(2006): “Beyond the NIMBY syndrome. Global dimensions of local environmental activism in the Basque Country”. Paper en ECPR Joint Sessions. Nicosia.

final de las acciones. En eso consiste fun-damentalmente el fenómeno conocido como globalización [5]. Los activistas, por tanto, se mueven en ese teatro global, en la percepción virtual de la sociedad global, pero impulsando ac-ciones a nivel local. Porque, por encima de las prioridades abstractas de los intereses técnicos y económicos globales, la gente tiende a fijarse en las experiencias reales y cercanas de utilización de los espacios próximos en los que se desarrolla su vida. Hacen, así, una reivindicación clara de una práctica política más cercana y directa para resolver sus problemas. Y así, de la mano de Castells, llegamos de nuevo a la cuestión central de la identi-dad. Como él dice, “en lo que sólo es una contradicción aparente, los ecologistas son, a la vez, localistas y globalistas: globalistas en la gestión del tiempo, localistas en la defensa del espacio” [4]. De esta forma paradójica el movimiento ecologista su-pera la dicotomía global/local. Se moviliza a escala local y los intereses locales –los particulares de las personas y las pequeñas comunidades– son el motor de esa movi-lización. Pero en sus objetivos defienden la casa global de todos y la defienden además a largo plazo, porque a su vez creen mantener así intocable la esencia de su comunidad local. El patio de mi casa es particular, pero nuestra casa es la de todos y todos están invitados a cuidarla para las siguientes generaciones.

Germen de reivindicaciones más ampliasLas identidades de resistencia serán impor-tantes en la sociedad global, porque con-

tribuirán a formar “identidades-proyecto”, es decir, las nuevas definiciones de las personas y la sociedad que contribuyan a cambios culturales de gran calado. Y los movimientos ambientalistas tendrán un rol central en esa dinámica porque crean y difunden nuevos códigos culturales. En nuestra sociedad occidental, en la Sociedad del Bienestar, veremos muy a menudo que se da de nuevo la paradoja que encontrábamos en muchas de estas movilizaciones nimby: una comunidad que sabe movilizarse, una gente que no acepta perder calidad de vida, un grupo humano que plantea que los proyectos que generan riesgo deben “ser más pequeños y estar más lejos”. Recogerán sus ideas-fuerza, los recursos ideacionales que deben impulsar la movilización del discurso del Ecologis-mo Político. Y la propia fuerza identitaria de ese discurso puede llevarles a acabar exigiendo profundos cambios civilizatorios, cambios radicales que obliguen a todos a caminar hacia nuevas definiciones de la vida y la sociedad. Y en la medida que los intereses eco-nómicos que combaten son globales –o se sitúan en una dinámica global, donde los beneficiarios son transnacionales o accio-nistas que se ubican en un espacio sólo ac-cesible de forma virtual–, la reivindicación de los activistas de sentirse inmersos en un marco de resistencia global es inmediata y total. Y combinarán esto con la definición de un tiempo más lento: las comunidades y su entorno se auto-definen de manera tranquila, por lo que las dinámicas econó-micas de alta velocidad chocan con ese proceso, haciendo saltar chispas. Las personas seguirán pidiendo que su

voz sea escuchada y eso traerá conflictos y puede poner de manifiesto también el “fracaso de la política”. Es dudoso que la governance y sus procedimientos de co-gobierno entre elites políticas y económicas vayan a resolver esa con-tradicción fundamental. Parece que se hará imprescindible profundizar en la democracia directa y en la búsqueda de fórmulas para garantizar la participación de los ciudadanos en la toma de las decisiones que les afectan –más allá de los procesos electorales que cada ciertos años se celebran con agendas y temas que no coinciden en muchos casos con los que movilizan a las personas en su cotidianidad–, asegurando la igualdad de oportunidades y la existencia de debates públicos transparentes [6]. Es probable que desde algunos sectores del movimiento ecologista se siga mirando por encima del hombro a esos movimien-tos. “No son tan perfectos como yo, cons-ciente de las agresiones ecológicas aquí y en China, siempre movilizado, siempre actuando y pensando local y globalmente”, vendrían a decir. Nada que objetar, pero si esa percepción se convierte en cierre identi-tario, en síndrome de Calimero (ese polluelo insoportable de los dibujos animados que repite su mantra: “nadie me comprende” mientras con su inconsciencia multiplica la entropía a su alrededor), nuestro orgullo ecologista puede convertirse en otro dis-curso más, válido para sentirse miembro de una comunidad, pero poco útil para transformar la realidad. Entre lo deseable y lo posible, los ecolo-gistas pueden sentirse en las movilizaciones nimby como pez en el agua, buscando siempre la pureza del torrente de mon-taña, pero conscientes del sucio charco donde chapoteamos.

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Pedro Oromí y José Mª Fernández Palacios, profesores titulares de la

Universidad de La Laguna

Urbanizaciones y campos de golf amenazan a especies protegidas de La Palma (Canarias)

Los saltamontes jugarán al golfPedro Oromí y José Mª Fernández Palacios

En el Paisaje protegido de Tamanca y el Paisaje protegido de El Remo se encuentra el saltamontes Acros-tira euphorbiae, un endemismo de la isla de La Palma catalogado “en

peligro de extinción”, tanto en la Lista de Especies Amenazadas de España como en la Lista de Especies Amenazadas de Canarias. Se trata de un saltamontes muy peculiar, que vive sobre las tabaibas de las que se alimenta, y que permanece camuflado sobre sus tallos siendo difícil observarlo. Tal es así, que a pesar su gran tamaño no fue descubierto y descrito hasta 1992. Esta especie ha sido objeto de particular atención tras su descubrimiento en una pequeña parcela de El Remo, debido a que su distribución y número de ejemplares parecían ser muy limitados. El biólogo Heriberto López ha desarrollado su tesis doctoral sobre estos saltamontes, y tanto la Consejería de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias como el Cabildo de La Palma han invertido abundantes medios económicos y humanos para el seguimiento de las poblaciones de este escaso insecto. En uno de nuestros estu-dios realizados por encargo de dichos or-ganismos, descubrimos que el saltamontes áptero palmero se encontraba también en parte del Paisaje protegido de Tamanca, y pudimos delimitar su abundancia y área de distribución, afortunadamente mayores aquí que en El Remo.

Talas y urbanizacionesSin embargo, últimamente ha estado sometido a ciertas presiones ambientales, pues en gran parte de Tamanca se hacen talas masivas de tabaibas, al parecer para potenciar que crezca la hierba para meter ganado. Esta práctica fue puesta en cono-

cimiento del Cabildo de La Palma y de la Consejería de Medio Ambiente, sin que se tomaran medidas para evitarla aún siendo claramente peligrosa para la subsistencia de Acrostira euphorbiae. Pero la puntilla a esta especie amena-zada puede ser ahora un hecho mucho más grave: la Comisión de Ordenación del Territorio y del Medio Ambiente de Canarias ha emitido un informe favorable a la construcción de un campo de golf y de urbanizaciones adyacentes en pleno espacio protegido de Tamanca, que no solamente afectará muy seriamente al saltamontes, sino que al parecer contra-viene diversas normas propias del espacio protegido. Probablemente mucha gente (en espe-cial quienes tengan intereses económicos en la zona) considere que una nimiedad como un saltamontes no debería suponer el más mínimo obstáculo para el desa-rrollo (¿o desarrollismo?) de una zona improductiva. Y nos tememos que parte de la administración también piense de este modo, y esté haciendo caso omiso a informes técnicos y recomendaciones bien fundamentados, para seguir otros informes e incluso el Plan Insular de Or-denación de La Palma que han ignorado la existencia de esta especie en Tamanca (¡y en la isla!). Ciertos regidores de nuestro pueblo deberían tener, cuando menos, un mínimo de congruencia con estos temas, y ser consecuentes con las leyes y normas que nuestra administración autonómica y estatal han promovido. En pocas palabras, por una parte se lanzan los platillos al aire decretando listas de especies protegidas, se amenaza con al-tísimas multas a quien capture o maltrate a un ejemplar de dichas especies, se invierte dinero público en hacer estudios de se-guimiento de las especies en peligro, pero se mira para otro lado cuando las fuerzas económicas presionan para convertir las normas en papel mojado. Afortunadamen-

te Política Territorial ha advertido del grave impacto paisajístico que puede provocar el golf, aunque también podría haberse acordado de esta especie en peligro ¡qué mejor herramienta legal para esgrimir! El desarrollismo y la ignorancia despre-cian a estas especies emblemáticas que no tienen solamente un valor patrimonial, científico y cultural, sino que además de-berían ser utilizadas como especies paraguas para proteger de la vorágine las pocas por-ciones de naturaleza que nos quedan. Ha-blamos mucho de los cambios necesarios para sustituir el turismo masivo por turismo de calidad, pero no tenemos en cuenta que, con el deterioro ambiental al que parecemos estar abocados, el turismo de calidad se lo llevará quien haya conservado una naturaleza en condiciones, y si no al tiempo ¿Jugarán entonces los saltamontes al golf? Ojalá todavía estén…

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Toni Rodríguez, Ben Magec-Ecologistas en Acción de Canarias

La larga y triste historia del sebadal de Granadilla

Praderas submarinas de Canarias en peligro

Las praderas submarinas formadas por fanerógamas –plantas con flor– destacan por su importancia dentro de los fondos poco pro-fundos. Esta relevancia se debe a

multitud de factores: su enorme produc-tividad en biomasa, la oxigenación que proporcionan a las aguas, el ser sumideros de CO2, la protección frente a la erosión que ejercen en la costa, su función como criaderos de multitud de especies y, sobre todo, la gran biodiversidad que albergan. A nivel mundial existe una gran alarma por la pérdida de estas praderas marinas, esti-mándose el ritmo de recesión en el 2-5% anual, muy superior al de los bosques tropicales o los arrecifes de coral. En Europa y norte de África estas pra-deras están constituidas principalmente por cinco especies: Posidonia oceanica, Zostera marina, Cymodocea nodosa, Zostera noltii y Halophila decipiens. En Canarias están presente las tres últimas menciona-das: Zostera noltii, en evidente peligro de extinción en el Archipiélago, pues sólo existe una pequeña población en Arrecife (Lanzarote); Halophila decipiens, especie de pequeña dimensión que forma praderas muy laxas y localizadas; y Cymodocea nodosa (comúnmente conocida como seba) que forma las praderas denominadas

sebadales y es la de mayor importancia en Canarias para el mantenimiento de la salud del medio marino. Los sebadales se localizan en la cos-ta africana nororiental (desde el sur de Portugal hasta Senegal) y en todo el Mediterráneo, aunque de forma bastante dispersa. Las poblaciones de Canarias son muy relevantes. Sin embargo, se encuen-tran tremendamente amenazadas debido fundamentalmente a la gran cantidad de impactos que vienen sufriendo en las úl-timas décadas. No obstante, lo peor está por llegar, debido a la enorme cantidad de intervenciones portuarias planificadas en las Islas.

El puerto y el sebadal de GranadillaUna de las más irracionales e injustificables actuaciones previstas es el tristemente famoso puerto industrial de Granadilla. Se pretende su construcción justo a mitad de un enorme sebadal de 10 km de largo paralelo a la costa de este municipio del sur de Tenerife, y que es sin duda el más importante de la Isla y uno de los tres más destacados del Archipiélago. Su protección se oficializa en el año 2001 con la aparición de dos marcos lega-les muy distintos: el Decreto Autonómico 151, de 23 julio, que crea el Catálogo de Especies Amenazadas de Canarias, que incluye la seba como “Sensible a la

alteración de su hábitat”; y la Decisión de la Comisión Europa por la que se crea la primera lista de los Lugares de Importancia Comunitaria (LIC) de la Macaronesia, que incluye a “Sebadales del Sur de Tenerife”. Alrededor de este proyecto se ha tejido una enorme red de mentiras y fal-sedades con el único objetivo de legalizar un puerto a todas luces ilegalizable. La primera gran farsa considera como razón principal para la construcción del puerto de Granadilla, el agotamiento, colapso e imposibilidad de crecimiento del actual Puerto de Santa Cruz (el 5º mayor de España): se ha demostrado que estos tres argumentos son rotundamente falsos. La segunda gran mentira concierne a los aspectos ambientales, y en concreto, a los sebadales existentes en la zona. La Auto-ridad Portuaria de Tenerife y el Gobierno de Canarias, impulsores del proyecto, han estado afirmando durante años que en la zona no existían sebadales y que, por tan-to, el impacto ambiental sería mínimo.

Falsedades sobre el LIC “Sebadales del Sur de Tenerife”A mediados de la década de los 90, mientras la Autoridad Portuaria retomaba una antigua idea de los años 70 (en pleno desarrollismo franquista) de un puerto industrial en Granadilla, se trabajaba si-multáneamente en el cartografiado de los posibles espacios para conformar la lista

El proyecto de un nuevo puerto industrial en la costa de Granadilla, Tenerife, amenaza con acabar con uno de los mejores sebadales de Canarias. El Gobierno autonómico ha utilizado todo tipo de argucias y tretas para justificar tanto la necesidad de un puerto superfluo, como para falsear las evidencias científicas con respecto a este ecosistema.

Toni Rodríguez

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de LIC de la Macaronesia (Canarias, Ma-deira y Azores) a proponer a la Comisión Europea. Ya desde ese momento, y en contra de los criterios científicos de los expertos en hábitat marinos de la Universidad de La Laguna, se incluyó sólo la mitad del sebadal de Granadilla en la propuesta del LIC “Sebadales del Sur de Tenerife”, por lo que los límites de este espacio a proteger no fueron fruto de la riqueza natural de la zona, sino que se dibujaron en función del futuro proyecto portuario. Una vez solventado el obstáculo de que el proyecto quedase fuera del LIC, el criterio de sus impulsores fue negar la existencia de sebadal debajo del puerto y afirmar que aún estando el proyecto limítrofe con el LIC, éste no afectaría a la integridad del mismo. De esta época son algunas de las frases más lamentables de la historia de este conflicto: “En el pasado ya ha sucedido que gru-pos de personas de corazón reseco, ama-rillo, han querido parar obras vitales para el desarrollo de Tenerife. Lo importante en este momento es facilitar a la gente información de primera mano. Que tengan la tranquilidad de saber, a ciencia cierta, que el puerto comercial de Granadilla no va a estar sobre ningún sebadal” (entrevista en el perió-dico El Día de 21-9-2003 al por entonces Presidente de la Autoridad Portuaria. La cursiva es nuestra); “El puerto de Granadilla se establece fuera del LIC ES7020116. El efecto de su instalación será similar al producido dentro del LIC por la presencia de Punta Roja, es decir el efecto beneficioso para los sebadales, por aumento de área debido a la disminución de la velocidad de las co-rrientes marinas” (informe de 24-1-2003 de la Viceconsejera de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias). Con estos precedentes y otros similares (a pesar de múltiples informes contrarios emitidos por técnicos del Gobierno de Ca-narias y central), no es raro que se emitiese una Declaración de Impacto Ambiental positiva, publicada en el BOE del 29 de febrero de 2003. Tuvo que ser la comunidad científica, con el apoyo de las organizaciones ecolo-gistas, quienes demostraran la importancia de los sebadales de la zona y el enorme impacto ambiental que causaría el pro-yecto, aún estando fuera del LIC. En ese sentido, se remitió a la Comisión Europea multitud de denuncias y se establecieron reuniones con técnicos de la Dirección General de Medio Ambiente en Bruselas. Finalmente la Comisión reconoció en un dictamen de noviembre de 2006 la graví-sima afección a dos LIC que estaban muy

próximos al proyecto (“Sebadales del Sur de Tenerife” y “Montaña. Roja”), así como a dos especies protegidas por la Directiva Hábitat (piña de mar y tortuga boba). Pero, por el contrario, creyó a las administracio-nes españolas en la otra gran mentira, la situación de colapso del puerto de Santa Cruz. Así que el proyecto siguió adelante por “imperiosos motivos de índole social y económica”.

Falsedades sobre la seba como especie: el trasplanteDesde la publicación del Catálogo canario de especies protegidas, hubo un segundo nivel de protección de los sebadales de Granadilla: como especie. Esto supone que cada una de las sebas que existían en la zona, las incluidas dentro del LIC, así como las situadas debajo del futuro puerto, quedaron protegidas. Por este motivo, desde un principio, se denunció públicamente la ilegalidad del proyecto. Las argucias de la Autoridad Portuaria y el Gobierno de Canarias para ir sol-ventando los impedimentos legales que suponen la existencia de sebadal en la zona del puerto, han ido sucediéndose hasta límites insospechados. Tras el Dic-tamen de Bruselas, la Autoridad Portuaria solicitó el trasplante de todo el sebadal allí existente a otro LIC denominado “Seba-dales de San Andrés”, que casualmente había sido destruido años atrás por otras obras acometidas por la misma institución. Esta destrucción fue denunciada en su momento por nuestra organización tanto a la Comisión Europea (que sospecho-samente archivó la denuncia), como a la Fiscalía, que recientemente ha remitido a los juzgados una denuncia propia. Por otro lado, el Gobierno de Canarias autoriza el trasplante basándose en un ar-tículo del Decreto que regula el Catálogo canario de Especies Protegidas, referido a las excepciones para poder destruir algún ejemplar de una especie protegida, previa autorización administrativa: “Cuando sea necesario por razón de investigación, educación, repoblación o reintroducción, o cuando se precise para la cría en cautivi-dad”. Esta administración concede la auto-rización del trasplante para una supuesta repoblación. Hay una evidente prostitu-ción del espíritu de este artículo, ya que un trasplante nada tiene que ver con una repoblación. El trasplante tiene como objetivo mover una comunidad a otro sitio (en el caso de Granadilla, más de un kilómetro cuadrado, es decir, millones de individuos de seba), por lo que el hábitat primigenio se pierde. Además, en trasplan-tes experimentales efectuados de sebada-

1. Pradera de seba. Foto: VolkEr boEHlkE

2 y 3. La protesta social contra el puerto de Granadilla ha sido muy intensa. 4. El puerto de Santa Cruz se podría ampliar haciendo innecesaria la construcción del de Granadilla.5. Una marea negra humana contra el Puerto de Granadilla. Foto: Ecologistas En acción

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les, la viabilidad de la zona receptora se ha demostrado prácticamente nula. Por contra, la repoblación tiene como obje-tivo recoger unos pocos individuos para reproducirlos en las mejores condiciones y en el mayor número posible, de tal forma que no se pierda la comunidad de origen y por contra se cree una nueva. Es decir, en el trasplante, hay siempre una importante pérdida de individuos, mientras que en la repoblación hay una ganancia y se efectúa para mejorar la especie. Esta tergiversación de la norma única-mente pretende justificar la construcción del proyecto a toda costa. Nuestra organi-zación presentó recientemente una nueva denuncia penal en Fiscalía por este expe-diente administrativo. En cualquier caso, la lamentable resolución de trasplante del Gobierno de Canarias, de 7 de mayo de 2008, tiene una frase de extraordinario interés. En medio de casi una decena de páginas plagadas de irregularidades apa-rece un pequeño párrafo que dice: “en ningún caso se permite sepultar espécimen alguno de la especie Cymodocea nodosa con motivo de la ejecución de las obras de abrigo del Puerto de Granadilla” Después de casi una década de afirma-ciones de todo tipo por los promotores del puerto sobre el prácticamente nulo impac-to del proyecto, esto viene a consolidar las argumentaciones de nuestra organización en relación a la ilegalidad del proyecto por la presencia en la zona de sebadal. Hasta tal punto esta frase puso nerviosa a

1 Se puede descargar esta monografía en http://www.ecologistasenaccion.org/spip.php?article13499

la Autoridad Portuaria de Tenerife, que se remiten a la Abogacía del Estado para que informe sobre la misma, y pocas semanas después de la resolución, el 16 de junio de 2008, es ésta la que propone lo siguiente: “debe así mismo valorarse la posibilidad de una descatalogación, si no de la especie en su conjunto, sí de la población de la misma que pudiera verse afectada por las obras de abrigo del Puerto de Granadilla”

Falsedades sobre la seba como especie: la descatalogaciónTras la inviabilidad de la primera solución –el trasplante–, y siguiendo los consejos de la Abogacía del Estado, se opta por una segunda solución mucho más drástica: desproteger la parte del sebadal de Grana-dilla que quede sepultado por el puerto y, además, rebajar el nivel de protección de todos los sebadales del Archipiélago. Para este último fin, la Consejería de Medio Ambiente demuestra a través de informes técnicos que el sebadal en Canarias se encuentra mejor que nunca. Por arte de magia, a pesar de la inmensa cantidad de impactos que recibe, y en contra de la tendencia de regresión de estas praderas submarinas a nivel planetario, resulta ser que en Canarias ha habido tal mejoría en los últimos años (hablan de una población total de entre 300 y 400 km2), que se propone rebajar al sebadal del segundo nivel de protección (sensible a la altera-ción de su hábitat) del Catálogo canario de Especies Protegidas, al cuarto (interés especial). Frente a este argumento, ha tenido que ser una vez más el mundo científico de Ca-narias quien ha pue s to las cosas en su sitio, pre-sentado pú-b l i camente un informe desmintien-do de forma contundente el buen estado del sebadal. Por contra, hablan de una población en absoluta re-gresión que no llega a 60 km2, cantidad seis veces menor que la establecida por el Gobierno canario. Estos relevantes cientí-ficos (entre los que figuran catedráticos y profesores titulares universitarios) solicitan al Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino que se declare a los seba-dales de Canarias como “hábitat en peligro de desaparición”. Ben Magec-Ecologistas en Acción de Canarias ha apoyado esta declaración cien-tífica iniciando una importante campaña informativa, sumando más de diez mil

apoyos reclamando la protección de los sebadales. Esta declaración ha sido apoya-da por Ecologistas en Acción, Greenpeace, WWF-España y SEO/BirdLife. A este respecto, se está preparando una nueva denuncia penal, ya que si el rebaje de categoría de la seba en el catá-logo es discutible desde el punto de vista científico, lo que no admite ningún tipo de encaje legal es la descatalogación total del trozo de sebadal que estorba a los promotores del puerto de Granadilla. Este hecho, además, crea un grave precedente: la descatalogación a la carta de cualquier especie protegida que pueda obstaculizar la construcción de un proyecto.

ConclusiónComo resumen final, citamos un párrafo de la Consejera de Medio Ambiente del Cabildo de Fuerteventura, extraído de la presentación de una espléndida y reciente monografía [1] escrita por cuatro de los máximos expertos en Canarias sobre seba-dales: “Nuestros sebadales, por su situación estratégica a escasos metros de la orilla y a menos de 20 m de profundidad, sufren hoy un importante deterioro. Las infraes-tructuras costeras, así como los muelles, la sobrepesca con labores de arrastre o la contaminación por emisarios submarinos, entre otros factores, están haciendo que mueran poco a poco y que, con ello, desaparezcan una importante cantidad de especies que los utilizan como refugio o fuente de alimentación. Es por esto que el esfuerzo emprendido por estos científicos […] debe continuarse con una acción de-cidida de las administraciones para frenar

su deterioro y proteger la bio-diversidad”. Exactamen-te lo contrario que promue-ven los máxi-mos responsa-bles de medio ambiente del

Gobierno de Canarias o de la Autoridad Portuaria de Tenerife –del mismo partido que esta Consejera–, cuyas actuaciones en los últimos siete años en el caso del seba-dal de Granadilla han sido: situarlos fuera del LIC “Sebadales del Sur de Tenerife”, negar su existencia, afirmar que gracias a la construcción del puerto mejorarán sus poblaciones, proponer su trasplante masivo, rebajar su nivel de protección y, finalmente, descatalogar los sebadales allí existentes.

1. SOS, letras formadas por activistas en la playa de Granadilla. 2. La seba es una especie con gran interés ambiental. Foto: Juanmi alEmany

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49el ecologista, nº 60, primavera 2009

Álvaro Camiña Cardenal (biólogo) y Chantal López Hernández (naturalista),

son consultores medioambientales

Falta de reses muertas, venenos y aerogeneradores amenazan sus poblaciones

Los buitres en EspañaÁlvaro Camiña y Chantal López

Según se generalizaron en nuestro país las medidas de protección en las últimas décadas (muladares, espacios naturales protegidos, etc.) las poblaciones de aves carroñeras aumentaron notablemente. En la actualidad, hay varias amenazas sobre las cuatro especies de buitres ibéricas, aunque la principal es la falta de reses muertas en el campo por causa de la legislación que se aplicó tras la crisis de las ‘vacas locas’.

En España viven cuatro especies de buitres, el quebrantahuesos (Gypae-tus barbatus), alimoche (Neophron percnopterus) y los buitres negro (Aegypius monachus) y leonado

(Gyps fulvus). La evolución reciente de sus poblaciones debe considerarse con mati-zaciones, no fijándonos simplemente en los números totales, aunque en términos generales todas han aumentado. En los años 70, con los inicios de la conservación en nuestro país, se abrieron los primeros muladares como estrategia de conservación ante el supuesto descenso de todas las especies de buitres. Hasta poco tiempo antes, las aves de presa eran perseguidas, cazadas y su captura recom-pensada por la Junta de Extinción de Alimañas. En 1979 la Sociedad Española

de Ornitología llevó a cabo el primer censo nacional de buitre leonado con la ayuda de numerosos voluntarios. Tan sólo en dos lugares de la geografía, Navarra y el Refugio de Rapaces de Montejo de la Vega en Segovia, se ha-blaba de que los buitres aumentaban. Para el quebrantahuesos y el buitre negro los censos los hacían gente experta, mientras se desconocía prácticamente todo del ali-moche. Existía un acuerdo general en que el despoblamiento rural de finales de los 60, como consecuencia de la emigración a las ciudades en busca de mejores opor-tunidades profesionales y la mecanización del campo, había causado un declive de la cabaña ganadera poniendo a las aves carroñeras contra las cuerdas. Visto ahora desde la lejanía, posiblemen-te la persecución directa comentada junto al uso de venenos y las molestias de las co-lonias de cría, eran una amenaza más im-portante que la de la disponibilidad de ali-

m e n t o . Al tratar-se de aves d e g r a n tamaño, la percepción por el público de a pie de cualquier medida de conservación fue ampliamente considerada y, dada la biología de los buitres, la reacción de sus poblaciones fue inmediata y positiva. Poco a poco se consiguió la protección de las colonias y cortados de cría en el caso de quebrantahuesos, alimoche y buitre leona-do y de las dehesas en el buitre negro; se crearon las ZEPA, se declararon parques naturales… Con esta situación, los buitres prosiguie-ron su recuperación bajo una percepción muy positiva por parte del ganadero, pues le ayudaban a eliminar rápidamente los cadáveres del campo, reduciendo el riesgo de transmisión de enfermedades. Dos de los principales factores que regu-

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esos

50 el ecologista, nº 60, primavera 2009

lan las poblaciones de aves de presa, las disponibilidades de lugares

donde criar y de alimento, no suponían ningún límite a su crecimiento. Existían lugares

donde emplazar nuevos ni-dos y la cantidad de anima-les muertos que se generaba en todo el territorio excedía por mucho sus necesidades

alimenticias (en 1999 se esti-mó que los buitres leonados de toda Espa-ña precisaban para alimentarse apenas el 23% de los cadáveres que se generaban en todo el país). Pero la situación cambia en noviembre de 2000, la crisis de las vacas locas se traslada a la Europa continental, y se pasa en apenas dos años de todo a nada. A partir de ese instante surgen las nuevas amenazas del siglo XXI para las aves carroñeras. Estas nuevas amenazas pueden agruparse bajo cuatro conceptos: la falta de comida como consecuencia de la implantación de la retirada de cadáve-res, el uso indiscriminado de veneno, el impacto de nuevas infraestructuras, en especial los parques eólicos, y la falta de organización tanto de las administraciones públicas como de las propias organizacio-nes conservacionistas. Todas interactúan entre sí poniendo de manifiesto el desfase existente entre las medidas políticas y la biología de la conservación. Daremos un breve repaso a todas ellas.

Retirada de cadáveres y falta de alimentoCon la implantación del Reglamento 1774/2002 de la Comisión Europea, se obligó a la retirada de todos los cadáveres de animales procedentes de las explota-ciones ganaderas. Hasta entonces, la Ley de Epizootias de 1954 era incumplida de manera reiterada, abandonándose los animales muertos en los muladares tradi-cionales o en pleno campo. Entonces los

buitres daban cuenta de ellos rápidamente. De las cuatro especies de buitres la más afectada por esta medida ha sido el buitre leonado, dado que se alimenta de cadá-veres de ganado de tamaño mediano y grande, y al mismo tiempo cuenta con la población más numerosa en nuestro país. Además, la fauna salvaje (ciervo, corzo y jabalí) no es suficiente por sí sola para cubrir sus necesidades alimenticias. Desde 1999, y a pesar de que el IV censo nacional llevado a cabo por SEO-BirdLife mostró un aumento importante, lo cierto es que las poblaciones de La Rioja, País Vasco, parte de Soria o la Comunidad Valenciana muestran tendencias a la baja que deben ser objeto de análisis detallado. La falta de carroña se ha traducido en des-censos de la productividad y del número de parejas reproductoras. Este descenso no ha sido similar en el resto de especies ya que no se alimentan casi en exclusiva de ganado doméstico. El quebrantahuesos depende en ciertas zonas de las poblacio-nes de sarrio y, en el caso del buitre negro, del conejo. Y no hay que olvidar que no sólo los buitres son carroñeros; habría que incluir a los milanos y algunas águilas e incluso a grandes mamíferos como el oso y el lobo. El peligro de la falta de carroña ya fue advertido por diversas ONG al Gobierno central en 2001. Fruto de esta presión fue la publicación de un Real Decreto 1098/2002, que establecía los requisi-tos para abrir y gestionar muladares. Poco después, la Comisión Europea arbitró una serie de medidas (Decisión 322/2003) que permitieron a países como España, Francia o Portugal (y a todos aquellos de la Unión Europea que contaran con buitres) a utilizar determinados restos animales para alimentarlos en muladares establecidos al efecto. Sin embargo, las condiciones sanitarias impuestas hacían totalmente inviables estos muladares. Había que someter a los animales que se iban a depositar a una serie de análisis que demostraran que no poseían una encefalopatía transmi-sible. Dado que los resultados tardaban 24-48 horas era inviable mantener un cadáver durante tanto tiempo antes de echarlo en un muladar. Así surgió tres años después una modificación de esta Decisión (830/2005) que desembocó en un nuevo cambio del Real Decreto nacional de muladares (664/2007) y que no fue adoptado de manera unánime por las Comunidades Autónomas. Éstas por su parte, más tarde o más temprano, habían

comenzado también a legislar la cuestión mediante sus propios decretos u órdenes: La Rioja y Valencia en 2001, Andalucía y Aragón en 2005, Castilla-La Mancha en 2006, Valencia en 2008 de nuevo adap-tándolo a la nueva normativa nacional. Existe así una legislación europea, una nacional y una para cada comunidad autó-noma, demasiado papel para un asunto de fácil solución biológicamente hablando. Por otro lado, la obligatoriedad en la retirada de cadáveres de las reses impulsó el desarrollo de un nuevo negocio, el de la destrucción de los animales muertos. Las Comunidades Autónomas establecieron sistemas diferentes, siendo uno de los más comunes la creación de empresas públi-cas, dependientes de las Consejerías de Agricultura, que pueden llegar a facturar anualmente hasta 5 millones de euros sólo por ese concepto. Los animales muertos se trasladan a plantas de incineración donde son destruidos. Pero si la falta de alimento como con-secuencia de la retirada de cadáveres es un hecho a corto plazo y cuyo efecto se ha notado, no menos importantes son las tendencias a largo plazo. El sector ganadero se encuentra en una situación comprometida: el incremento de los costes de producción, el precio de los cereales o la falta de relevo generacional plantean

muchas incógnitas, no sólo para los buitres sino incluso para el

mantenimiento de los ecosistemas natura-les.

VenenosComo consecuencia de la falta de carroña se han multiplicado los supuestos ata-ques de buitres al ganado. Estos hechos, carentes de un análisis detallado pero convenientemente aireados por periodis-tas desinformados, han proliferado en los medios de comunicación. Han sido pocos casos pero han causado mucho revuelo mediático. Es cierto que los buitres co-mienzan a alimentarse a veces de animales debilitados en el parto o enfermos, pero existen muchas causas en estos casos que deben considerarse. El primer caso en España se describió en 1989, por lo que no es algo nuevo que surja ahora como consecuencia de la falta de carroñas, aun-que la retirada de cadáveres ha acentuado el problema. Debido a los supuestos ataques y al control de predadores en cotos de caza ha resurgido en los últimos años el tema del veneno. La muerte de 42 buitres leonados y 18 más recuperados junto a un alimoche el 15 de marzo de 2007 en Santa Cruz de la Salceda (Burgos), o más 1

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recientemente 10 buitres leonados en Teruel la Nochebuena de 2008, por no dejarnos los quebrantahuesos del proyecto de reintroducción de la Junta de Andalucía en la Sierra de Cazorla durante 2008, son buenos ejemplos. Es por tanto necesario el mantenimiento del programa Antídoto a escala nacional y que los jueces muestren una determinación clara en perseguir este tipo de delitos.

AerogeneradoresEn los últimos años España se ha situado a la cabeza en el desarrollo de las energías renovables, siendo un referente mundial (casi quinientos parques eólicos en fun-cionamiento en 2008). Sin embargo, la implantación de las denominadas energías limpias no se ha visto analizada conve-nientemente desde el punto de vista de sus impactos ambientales, especialmen-te sobre las aves. Los aerogeneradores provocan la muerte por colisión de diversas especies con las aspas en movimiento. El más afectado en España es sin duda el bui-tre leonado. Aproximadamente el 75% de las muertes de aves por colisión contra los molinos corresponden a esta especie. No existen datos totales para todo el territorio pero en un estudio llevado a cabo en La Rioja, Soria, Aragón, parte de Guadalajara y la Comunidad Valenciana se contabilizaron entre 2000 y 2008 un mínimo de 1.400 buitres muertos; sólo para Navarra existen indicios de que la mortalidad anual en toda la Comunidad Foral es de 800 buitres/año. Con esta experiencia previa, no menos peligroso puede ser la implantación de aerogene-radores en regiones como Extremadura para el buitre negro, donde aún no se ha instalado parque alguno. En general, es más que notable la falta de exigencia por las administraciones públicas de estudios serios y comprometidos con la conserva-ción.

Los responsables de la conservaciónPor último, debemos ser críticos con el entorno de quienes se dedican a la conser-vación o deben velar por ella. Las transfe-rencias del Estado central a las autonomías supusieron un gran avance para España; sin embargo tropiezan ahora con la falta de una estrategia de conservación nacional clara para estas especies, que se desplazan grandes distancias en apenas unas horas y que atraviesan muchas comunidades autó-nomas, e incluso países, en poco tiempo.

En muchas administraciones hay un senti-miento general de que existen demasiados buitres –en el caso del leonado– y que son un problema, que sus poblaciones deben regularse… mal concepto de partida para su preservación. Por si fuera poco, a la hora de diseñar y abrir muladares es muy difícil implicar a las administraciones de las que dependen los animales muertos (Agricultura y Ga-nadería) con las encargadas de conservar los buitres (Medio Ambiente). Además, en estas decisiones incide también la admi-nistración sanitaria. Ningún cargo político quiere asumir el riesgo, por mínimo o inexistente que sea, de que apareciera una animal infectado en un muladar o que una persona desarrollara alguna enfermedad por este motivo. Se crea así un triángulo de intereses difícil de resolver, pero en el cual el Medio Ambiente parece ser el último eslabón. Y lo peor de todo es que este mismo sentimiento de que “todo va bien”

para los buitres, es el que manifies-tan las ONG conservacio-

nistas, amparadas en catálogos de protección europeos,

nacionales o autonómicos. Entre ellas mismas hay desacuerdos y falta de tra-bajo común. No existe un liderazgo que marque una ruta de trabajo sino que cada una de ellas sigue estrategias por su lado sin el consenso previo de todas las demás, mirando más hacia el propio ombligo que hacia el interés general de las especies a conservar. España es el reducto europeo –y po-siblemente Paleártico– de los buitres. Ningún país cuenta con unas poblaciones tan numerosas y con un estado de conser-vación tan favorable. Los buitres están de moda, pero los peligros que los acechan son reales. No hace falta más que ver lo ocurrido con el colapso en el sur de Asia, donde el uso de un fármaco para el ga-nado ha acabado con la práctica totalidad de las poblaciones de buitres de la India y Pakistán. Protejamos a estas especies, conserve-mos su hábitat ahora, no vaya a ser que en unas décadas tengamos que destinar dine-ro a la cría en cautividad cuando el hábitat ya no permita reintroducir los ejemplares que obtengamos, cuando el dinero que haya que destinar a su conservación sea mucho mayor que el que actualmente nos permite poner remedios. Por su parte, a nivel europeo se prevén cambios a corto plazo. El elevado coste de los análisis de la encefalopatía espongiforme bovina (unos 300 millones de euros por animal positivo

detectado), junto a la mayor presión de otros países con poblaciones de buitre como Francia, puede desembo-car en cambios norma-tivos que repercutan en una flexibilización de las medidas actuales y abran a puerta a la posibilidad, por ejemplo, del abandono de cadáveres procedentes de la ganadería extensiva.

1. Res muerta comida por buitres, una escena cada vez menos frecuente.2. Un voluntario de Ecologistas en Acción de Huesca sube comida para los quebrantahuesos.3. Alimoches. Foto alVaro camiña

4. Buitre leonado tras chocar contra un aerogenerador. Foto: alVaro camiña

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52 el ecologista, nº 60, primavera 2009

Asier Sáiz Rojo es Ingeniero de Montes y Alberto Fuentes Fernández es miembro

de Ecologistas en Acción de Palencia

Un exhaustivo estudio detecta una importante recuperación de sus poblaciones

La nutria en PalenciaAsier Sáiz Rojo y Alberto Fuentes Fernández

Ecologistas en Acción de Palencia, junto con diversos organismos y la consultora PAYD Ingenieros S.L., ha editado un libro que recopila y ordena la información recogida durante numerosas jornadas de campo para conocer la situación de la nutria en la provincia. Esta actividad ha permitido, además, conocer el estado de conservación de los ríos y arroyos palentinos, descubrir su fauna y flora asociada, y determinar de primera mano los problemas más importantes de la red hidrográfica.

La nutria (Lutra lutra), es una especie autóctona de la Península Ibérica. En nuestro país, supera el metro de longitud, siendo los machos algo mayores (100-120 cm) que las

hembras (90-110 cm). Su peso oscila entre los 5,5-5,9 kg para los machos y 4,4-6,5 kg para las hembras. Es un animal de color pardo con una mancha más clara bajo su cuello. También es característica su larga cola, que va es-trechándose hacia el extremo. Se trata de una especie de marcados hábitos acuáticos, pudiéndose encontrar en ríos, arroyos, embalses, lagunas y litoral costero. Esta vinculación con el medio acuático se basa principalmente en la alimentación, ya que el resto de sus hábitos son de tierra firme. Se alimenta principalmente de peces y cangrejos, aunque con frecuencia in-cluye en su dieta ranas y otros anfibios, insectos, reptiles e incluso pequeñas aves y mamíferos. Su alimentación depende de la disponibilidad de las presas y de la dificultad de su captura, por lo que se centran en aquellas piezas que requieren menor esfuerzo. Las nutrias pasan la mayor parte del día escondidas y dormidas en sus madrigueras. Éstas suelen estar ubicadas al borde del agua, aprovechando cuevas naturales, madrigueras abandonadas, entre la maleza de las isletas de los ríos, etc. y disponen de una abertura para su ventilación.

Situación en España y en Castilla y León

A nivel nacional, durante los años 2004 y 2005 se realizó el III sondeo nacional de nutria, promovido por la SECEM (Socie-dad Española para la Conservación y el Es-tudio de los Mamíferos). Este trabajo, que saldrá publicado en los próximos meses, da continuidad a los estudios realizados durante las décadas anteriores, ya que en 1984 se realizó el primero de los sondeos [1] y en 1994 el segundo [2]. Toda esta información, permite analizar la evolución de la nutria a lo largo de tres décadas, mostrando, a falta de los datos definitivos del último sondeo, una tendencia de la especie a priori positiva. En Castilla y León, la evolución de las poblaciones de nutria está siendo favorable. Desde los datos que ofrecía el primero de los sondeos en la década de los ochenta hasta la actualidad, este animal se ha recuperado en numerosos cauces en los que había desaparecido por degradación del hábitat. Hoy en día, está presente en la mayor parte de los ríos de la región, con mayor abundancia en la zona norte

de la cuenca del Río Duero. Sus poblaciones han vuelto a colonizar tramos fluviales en los que habían desaparecido años atrás, existiendo citas de nutria in-cluso en tramos

urbanos de ciudades como Valladolid, Palencia o Burgos.

La nutria en PalenciaEn la provincia de Palencia las poblaciones de nutria también han sufrido una clara mejoría en las últimas décadas aunque con distinta intensidad en función de las comarcas. En el estudio se ha dividido la provincia de Palencia en cuatro comarcas, en función de la disponibilidad de recursos y la problemática que ofrece cada comarca a la especie: Montaña Palentina, Media montaña, Tierra de Campos y el Cerrato, analizando en capítulo aparte los grandes ríos, Carrión y Pisuerga, y los sistemas an-trópicos, canales y acequias de riego. En toda la provincia se han establecido un total de 251 tramos de muestreo, pros-pectados entre abril de 2004 y agosto de 2005 y distribuidos en más de 50 cauces diferentes. Los principales resultados, comparados con los sondeos de 1984 y 1994 se muestran en la tabla 1. La comarca de la Montaña Palentina abarca el tercio norte de la provincia, y limita con León, Cantabria y Burgos. Con-serva las características naturales menos alteradas y de mayor calidad de la pro-vincia y las mayores altitudes (Curavacas, 2.525 m). Constituye la cuna de los ríos más importantes de la región (Carrión y Pisuerga), y está formada por pequeños ríos de cabecera. La evolución de la nutria en esta co-marca ha sido positiva en estas dos úl-timas décadas, ya que en ningún caso se han identificado procesos regresivos

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tabla 1: Evolución dE la prEsEncia dE nutria EntrE 1984 y 2004/05

provincia dE palEncia

SondeoNúmero de Muestreos

PositivosNº %

Mon

taña

Pa

lentin

a 1984 [1] 9 6 66,71994 [2] 10 8 80,02004/05 30 29 96,7

Med

ia M

onta

ña 1984 [1] 11 4 36,41994 [2] 12 1 8,32004/05 71 67 94,4

Tierra

de

Cam

pos 1984 [1] 12 0 0,0

1994 [2] 17 1 5,62004/05 39 20 51,3

Cerra

to

1984 [1] 7 1 28,61994 [2] 17 8 47,12004/05 51 26 51,0

en sus cauces, con poblaciones estables que confirman la presencia de nutria en prácticamente todos sus ríos. Por su sin-gularidad destaca de estos resultados la cita positiva de presencia de nutria en el entorno del Pico Curavacas (José Placer, julio de 2004). Este resultado, basado en el hallazgo de un excremento de nutria en el pico de esta montaña, destaca por encontrarse a una altitud de unos 2.525 m y alejada de cauces fluviales de entidad. La Media Montaña supone una transi-ción entre la Montaña al norte y la Tierra de Campos al sur. Se caracteriza por sus ríos que conforman una alternancia de valles y páramos de 1.000 m de altitud. Predominan los cultivos cerealistas y de regadío, aunque a pesar de las actividades humanas en la zona se conserva alguna masa forestal autóctona, acompañadas con repoblaciones de coníferas. Los dos primeros sondeos mostraron una destacada recesión de las poblacio-nes de nutria entre los años ochenta y noventa. Los datos positivos del muestreo de 1994 apenas alcanzan un tercio de los registrados una década antes. Sin embargo, los últimos resultados muestran una clara tendencia favorable, con un 94,4 % de datos positivos en el último sondeo. La Tierra de Campos ocupa gran parte del centro y sur de la provincia y limita con Burgos, León y Valladolid. Es la comarca más homogénea de todas, ya que es una zona muy llana, con relieves muy suaves. Aparecen cauces fluviales muy interveni-dos y modificados. Por un lado, la presión agrícola ha eliminado la mayor parte de la vegetación de ribera. Por el otro, presentan caudales muy bajos durante la mayor parte del año, aunque disponen de cuencas receptoras muy extensas, lo que favorece el desbordamiento de su márgenes en episodios de grandes precipitaciones. Por

este motivo se ha intentado abusivamente controlar las crecidas con dragados y en-cauzamientos sistemáticos. Estos hechos han convertido a la mayor parte de los ríos y arroyos de Tierra de Campos en canales de sección constante, sin vegetación riparia arbórea y con predominio de macrófitas (carrizos, eneas, espadañas, etc.) que cu-bren el cauce. Los resultados muestran una clara tendencia positiva para la nutria, aunque resulta menos acusada que en el resto de la provincia. Los datos obtenidos no permi-ten confirmar la presencia de esta especie en la mitad de los cauces analizados. Esto se debe en gran parte a la fuerte interven-ción humana que han soportado estos ríos, lo que dificulta el establecimiento de poblaciones de nutria. El Cerrato ocupa la zona sureste de la provincia, limitando con Burgos y Vallado-lid. Presenta un relieve muy característico, donde los procesos erosivos de origen fluvial han tenido gran importancia, dando lugar al paisaje actual: páramos calcáreos y cuestas margo-yesíferas intercalados con valles estrechos. La evolución de las poblaciones en el Cerrato ha sido algo irregular. En la mayo-ría de los ríos los resultados muestran una tendencia estable o en todo caso positiva, difícil de valorar debido a la irregularidad de su distribución. En este caso, tanto el río Pisuerga como el Arlanza suponen impor-tantes ecosistemas perimetrales que favo-recen el refugio temporal de los individuos de nutria, que posteriormente ocupan los arroyos del Cerrato durante las épocas más favorables (invierno/primavera). En cuanto a los grandes ríos provin-ciales, Carrión y Pisuerga, la tendencia es positiva en ambos. En el caso del Pisuerga se confirma la presencia de nutria en todo su trazado, en continuidad con los datos

Referencias1. DEliBEs, M; (1990). La nutria (Lutra lutra) en

España. ICONA. Madrid, 198 pp.2. Ruiz-olmo, J.; DEliBEs, M.; (1998). La nutria

en España ante el horizonte del año 2000. Sociedad Española para la Conservación de los Mamíferos (SECEM). Barcelona-Sevilla-Málaga.

de décadas anteriores. En el río Carrión se aprecian datos más favorables que en los sondeos previos, con citas positivas inclu-so en el entorno de la capital palentina, tramos en los que no se documentaba la presencia de nutria anteriormente. Respecto a los canales de riego, convie-ne destacar los resultados positivos en los tres ramales del Canal de Castilla. También se han obtenido datos positivos en canales de riego como el Canal del Pisuerga y en el de Alfonso XIII, aunque en estos casos se desconoce si las poblaciones de nutria abarcan todo el trazado de éstos.

1. Foto: Jordi ruiz-olmo

2. Nutria atropellada. Foto: Joaquín rEina.

3. Río Boedo, comarca de la Media montaña. Foto: José placEr

4. Cangrejo señal comido parcialmente por una nutria. Foto: José placEr

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Charo Morán, Beatriz Errea y Julia Montero

Desde hace unos años, en Ecologistas en Acción de Madrid detectamos la falta de un espacio en la asociación para niños y niñas. De esa inquietud nació ‘Ecofamilias’, un proyecto de educación para la sostenibilidad dentro del ámbito familiar.

Savia joven para el ecologismo social

Charo Morán, Beatriz Errea y Julia Montero, Comisión de Educación

Ecológica y Participación de Ecologistas en Acción de Madrid

El proyecto Ecofamilias surgió hace casi cinco años. Desde nuestra primera salida, una excursión por la Dehesa de Moncalvillo en un lluvioso día de abril de 2004, han

participado unas 150 personas, y en la actualidad somos un grupo consolidado y estable de unas cincuenta personas. Los planteamientos de partida fueron los siguientes: ser un proyecto a largo plazo basado en la continuidad y no en expe-riencias puntuales; se pretendía ofrecer un aprendizaje no sólo de carácter conceptual sino vivencial y mediante la actuación; una educación centrada en el territorio, por, para y en el medio natural o urbano que se quiere conocer y que se pretende cambiar. Estas señas de identidad, ausentes en la educación formal hoy por hoy, considera-mos que son imprescindibles para avanzar hacia una sociedad sostenible, tanto desde el punto de vista ecológico como social. A lo largo de estos años el proyecto ha ido tomando forma de manera dinámica intentando llevar a cabo los planteamien-tos iniciales e incorporando ideas nuevas. En las primeras salidas, las madres y los padres eran meros espectadores de las actividades que planteábamos a los niños y niñas. Pero progresivamente Ecofamilias se ha consolidado como un espacio (y proyecto) familiar en el que todos y todas tenemos algo que aportar y algo que

aprender. Los padres y madres también disfrutan de las actividades, participan activamente, se forman y se divierten, e incluso preparan alguna de ellas.

Conocer y sentir para implicarseLas actividades que realizamos pretenden conocer e investigar cuál es la situación del planeta y la sociedad, los problemas a nivel local y global, sus causas y relaciones, las injusticias actuales y las que trasladaremos a las generaciones futuras, todo ello dentro del marco del ecologismo social en el que se inscribe nuestra asociación. Pero sobre todo se intenta que las actividades ade-más de ser imaginativas y participativas, transmitan valores en clave positiva, que movilicen hacia la actuación. Intentamos descubrir y plantear alternativas; especial-mente relacionadas con el consumo y la búsqueda de soluciones cooperativas fren-te a las individuales. Según valoraciones de las madres y los padres, después de las ac-tividades los chavales preguntan cosas que no se cuestionarían de otro modo, piensan cómo nuestro comportamiento rutinario nos afecta a nosotros/as y al planeta, y lo transmiten a sus amigos y familiares. Para sentirnos parte de la naturaleza, hacemos actividades en el medio. Pasamos el día (o incluso algún fin de semana) realizando actividades de reconocimiento e investigación en distintos tipos ecosiste-mas (la sierra, riberas, dehesas, lagunas…). Queremos mirar directamente al territorio a diferencia de la enseñanza formal, de-masiado encorsetada en el interior de las aulas. Así, para ser conscientes de nuestra

dependencia y pertenencia a la naturale-za, tenemos que conocerla, apreciarla y aprender de ella. Queremos ver la realidad in situ, no a través de las pantallas de or-denadores o televisiones. Analizando los distintos usos del territorio, sus efectos so-bre la problemática del agua o el consumo de energía, el cambio climático… Y para ello actuamos, ya sea recogiendo basuras, trabajando en un huerto, participando en una repoblación o instalando cajas nido para aves insectívoras. Para conocer nuestro entorno más próximo, hacemos actividades para inves-tigar los barrios. Queremos saber cómo se estructura la ciudad en la que vivimos, cómo influye en nuestra vida, en nuestro modelo de consumo, en nuestras relaciones comunitarias. Investigamos los planes de movilidad en la ciudad, la publicidad que nos acosa para promover nuestras compras compulsivas, los tipos de comercios… Es-tuvimos también en Zarzalejo, un pueblo de la sierra de Madrid, conociendo las diferencias entre el modo de vida rural y urbano, sus ventajas y sus inconvenientes. Para demostrar que se puede vivir bien con menos, trabajamos temas de consumo responsable. Educar en la necesidad de reducir nuestro consumo resulta una de las tareas más difíciles, según los propios padres y madres, dada la presión que ejer-ce el efecto de la publicidad y la cultura predominante. Por otro lado, el consumo crítico y responsable resulta ser una de las claves fundamentales de una educación para la sostenibilidad, y esto significa des-montar el modelo de consumo, repensar cómo satisfacer nuestras necesidades, ser conscientes de qué nos hace felices, y la búsqueda de alternativas. En esta línea hemos realizado mercadi-llos de trueque, intercambiando lo que ya no nos hace falta, y haciendo actividades que nos hacen darnos cuenta de las con-secuencias de nuestro excesivo consumo. Hemos realizado una fiesta ‘Nos regalamos lo que somos’, una alternativa de ocio no monetarizada, regalando a los demás algo que supiésemos hacer: actuaciones de cir-co, magia, poesía o canciones. En palabras del propio padre que diseñó la actividad: “todos y todas sabemos hacer cosas [...] qué mejor que regalar a los demás un trocito de nosotros, de lo que sabemos hacer”. Además, hemos aprendido bailes cooperativos, realizado teatrillos, asistido a cuentacuentos o actuaciones de guiñol organizados por personas del grupo. Para conocer distintas alternativas al modelo socioeconómico, realizamos acti-vidades con otros movimientos sociales. Queremos conocer cómo se mueven otros colectivos, que objetivos persiguen, las al-

Ecofamilias 1

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ternativas que plantean. Hemos estado en el vivero de ARBA (Asociación para la Re-cuperación del Bosque Autóctono), donde nos han enseñado a recoger semillas, sem-brarlas y hemos visto el fruto de nuestro tra-bajo al año siguiente. Conocimos el huerto y el proyecto de Bajo el Asfalto está la Huerta, una cooperativa autogestionada de agroecología, y visitamos la cooperativa de ganadería ovina autóctona Los Apisquillos, en La Puebla de la Sierra, el día de la Fiesta del Esquileo. Además, nos damos cuenta de que somos muchos los que tenemos ganas de cambiar y luchar contra las injusticias y que podemos unirnos a otros colectivos para tener más fuerza, sumando trabajan-do en red. Aprendemos alternativas, del pasado y actuales, que nuestro modelo económico invisibiliza y que pueden ser necesarias en ese futuro que van a vivir las próximas generaciones. Para sentirnos parte de un movimiento social más amplio, participamos en otras actividades de Ecologistas en Acción. Así aprendemos que existen muchas más personas preocupadas, como nosotros y nosotras, en el cuidado del planeta. Hemos participado en reforestaciones, hemos asistido a la jornada reivindicativa Salvemos las Montañas, la campaña contra el desdoblamiento de la M-501, la jornada del Día sin Compra o las manifestaciones del Día de la Tierra... Siempre con nuestro toque personal, ya sea una pancarta hecha por nosotros mismos, una carta que entre-gamos a la Ministra de Medio Ambiente o la organización de un cuentacuentos en la Fiesta de los 10 años de Ecologistas en Acción… Queremos trasmitir la fuerza de la participación para cambiar las cosas, hacer oír nuestras voces, reivindicando un futuro más sostenible, entender qué es eso del ecologismo, ya que son los niños y niñas los que heredarán este planeta.

Vínculos afectivosPero Ecofamilias no es sólo un conjunto de familias que realizan actividades jun-tas. Somos un colectivo en el que se ha consolidado un fuerte vínculo afectivo, que compartimos nuestro tiempo, nuestra comida, que nos cuidamos y valoramos, y que organizamos nuestras salidas mensua-les recogiendo las propuestas que surgen de las asambleas realizadas… Aprendemos del propio grupo, muy heterogéneo en edades, culturas, formas de vida y facetas de conocimiento, reflejo de la diversidad social, lo que lo hace muy enriquecedor y posibilita que todos podamos enseñar y aprender de los demás. Lo que sí tenemos en común es la ilusión, las ganas de apren-der y de crear, de mirar de otra forma a nuestro alrededor. Según las propias

valoraciones de las familias, es un espacio en el que se comparten valores y se viven formas de relacionarse muy difíciles de encontrar en otros ámbitos de nuestra sociedad, y siempre receptivos a acoger a gente nueva en el proyecto. Y por supuesto, queremos divertirnos. Queremos un modelo de ocio no enlatado y sin consumo, no monetarizado, colecti-vo, y lo más sostenible posible, siendo uno de nuestros criterios buscar sitios a los que se pueda ir en transporte público, y si no organizarnos para compartir coche. Crear ese hábito es construir el ocio que nuestra sociedad necesita, tomándonos nuestro

tiempo, tiempo para la vida y las relaciones sociales. Quedan muchas temas por trabajar, muchas ideas desarrollar… en la actuali-dad pretendemos que el proyecto tienda a la autoorganización total por parte de las madres y los padres, de forma que algunos de ellos y ellas van a participar en las reuniones de coordinación y diseño de las salidas a realizar. Aprovechar así los propios recursos endógenos que tiene el grupo, asegurando la permanencia del proyecto en el futuro. Gracias a todas y todos por la ilusión y la implicación en el proyecto Ecofamilias.

1. En la Sierra de Guadarrama, pidiendo la protección de las montañas.2. Participando en una manifestación contra el cambio climático.3. En el vivero de ARBA, plantando especies autóctonas.4. Las ecofamilias, en una repoblación forestal.

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Leticia Baselga, Área de Residuos de Ecologistas en Acción

Los residuos electrónicos son los que más aumentan

Comercio de residuos tóxicosLeticia Baselga

Los países desarrollados envían una gran cantidad de sus residuos tóxicos a aquellos países empobrecidos en los que la legislación ambiental y de protección de la salud es más laxa, si es que se aplica. Buena parte de los cargamentos enviados por países de la UE incumplen también la normativa europea.

Gran parte del tránsito marítimo mundial es transporte de pro-ductos tóxicos y el 15% de todo lo transportado en Europa son basuras. A medida que se ha

ido endureciendo la legislación que limita este tráfico en los países industrializados, sobre todo de la Unión Europea (UE), se ha incrementado el transporte de sus-tancias peligrosas desde los países ricos hacia países con escasa o nula protección ambiental. En agosto de 2006, el vertido de agen-tes radiactivos y productos químicos rea-lizado en Costa de Marfil por el buque Probo Koala mató a dieciséis personas y afectó la salud de otras cien mil. Otras veces, para evadir las leyes europeas, los envíos de basura se disfrazan como “ma-terial de segunda mano”, que los países desarrollados envían a los países más empobrecidos. “Las potencias ricas utilizan a las na-ciones en desarrollo como vertederos de sus desechos tóxicos, aprovechándose de la falta de recursos técnicos”, afirmó la secretaria ejecutiva de la ONU, Katharina

Peiry, ante la Conferencia de las Partes del Convenio de Basilea, en Bali, Indonesia, en julio de 2008.

Acuerdos bilaterales Otras veces, los países industrializados se aprovechan de la debilidad de países menos avanzados para firmar acuerdos por los que éstos se comprometen a reci-bir los residuos de aquéllos. Por ejemplo, Ecologistas en Acción participó en mayo de 2007 en una acción internacional contra los tratados bilaterales firmados por el gobierno japonés con varios países asiáticos. Estos acuerdos liberalizan el co-mercio de residuos tóxicos y permiten que Japón envíe sus residuos más peligrosos a vertederos situados lejos de sus fronteras, asociando este siniestro comercio a la ayuda a la inversión y al desarrollo. Un caso en particular indignó a los eco-logistas y movimientos sociales de todo el mundo: el Acuerdo de Cooperación Eco-nómica entre Japón y Filipinas, negociado sin consulta ni participación pública, que establece una reducción de aranceles para una amplia gama de residuos, como resi-duos hospitalarios, farmacéuticos, urbanos, nucleares, cenizas y residuos de incinera-ción de desechos urbanos, aceites usados,

aceites con PCB, PCT o PBB, chatarra con plomo, cadmio, antimonio o berilio, pilas usadas, residuos de industrias químicas y similares, fluidos hidráulicos, líquidos de frenos, anticongelantes y lodos de depu-radora [1]. El transporte de la mayoría de estos residuos está prohibido o restringido a escala mundial.

Cargas venenosas Los países exportadores [2] envían a los países receptores [3] todo tipo de resi-duos, ya sean minerales derivados del pe-tróleo, bases con sosa cáustica, disolventes orgánicos, residuos hospitalarios, neumá-ticos usados o chatarra. Pero últimamente predominan los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE), debido a las nuevas normativas comunitarias y a la disminución del promedio de vida útil de este tipo de aparatos, y también los barcos, dado que no hay instalaciones de desguace de barcos en la UE. Tanto unos como otros son desmontados prácticamente a mano. Los barcos viejos contienen aceites, amianto, pinturas y revestimientos con metales pesados y gases peligrosos, entre otros residuos peligrosos. Por su parte, los RAEE contienen una compleja mezcla de materiales y componentes tóxicos: así como tienen cantidades recuperables de cobre, oro, plata y plásticos, también incluyen componentes con sustancias tóxicas como plomo, berilio, indio, galio, arseniuros, estaño, compuestos bromina-dos, antimonio, compuestos organohalo-genados, cadmio, mercurio y selenio. El cromo hexavalente se utiliza como inhibidor de corrosión, algunos plásti-cos contienen retardantes de llama, los naftalenos policlorados se utilizan para impregnar los cables de los condensadores y se encuentran cloroparafinas en el PVC de los cables. En los cristales líquidos de las pantallas hay más de 200 sustancias, muchas de ellas ambientalmente proble-máticas. Los monitores de los ordenadores antiguos llevan tubos de rayos catódicos que contienen plomo. Todos estos materiales son potencial-mente cancerígenos, algunos atacan al sistema reproductivo, otros el sistema inmunológico o el sistema nervioso. Para extraer los metales, las piezas se calientan o son bañadas en ácido, los ca-bles de PVC se queman para obtener el cobre, y todas estas actividades se realizan al aire libre, liberando sustancias y humos altamente tóxicos cerca de zonas residen-ciales, contaminando la tierra y el agua y poniendo en peligro a los trabajadores y a los residentes de estas localidades. La Cámara de Comercio e Industria de la India calcula que, sólo en Delhi,

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unas 30.000 personas trabajan en los vertederos de basura electrónica y en los talleres de reciclaje ilegal. De ellos, 6.000 son niños de entre 10 y 15 años, cuyo desarrollo y salud se verán inevitablemente afectados por el contacto con sustancias contaminantes. Los muchachos recogen los desechos electrónicos con sus manos desnudas o utilizan palos y piedras para romperlos.

¿Negocio para todos? Las causas son fáciles de entender: reciclar un ordenador en EE UU o la UE cuesta 14 euros, mientras que en la India o en China cuesta diez veces menos. Para los pobres, el reciclaje supone una forma rápida de ganar dinero o de acceder a materias primas de las que carecen. En cuanto a la eliminación de los residuos clasificados como peligrosos, su gestión legal en la UE es sumamente cos-tosa y está estrictamente legislada. A esto se añaden unas políticas que no reducen ni reutilizan los residuos industriales en España [4], el desmesurado afán de lu-cro de la industria, la falta de controles adecuados, la deficiente aplicación de los convenios internacionales... Todo ello por no mencionar las frecuentes corruptelas de los políticos de los países en vías de desarrollo. El Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) estima

que cada año se generan en el mundo unos 50 millones de toneladas de unos residuos electrónicos que están creciendo a una tasa anual del 3% al 5%. Es el tipo de basura que aumenta más rápido en la actualidad. Los Convenios Internacionales de Basilea (1992, todavía no ratificado por EE UU) y de Rotterdam (1998) regulan la exportación de residuos peligrosos. A pesar de todo, en Europa el 15% del transporte de residuos no cumple todas las normas comunitarias, e incluso en un 6% de los casos los carga-mentos son del todo ilegales [5].

Perspectivas de futuroLa solución a los peligros del reciclaje ilegal pasa por varios factores: mejor legislación en los países receptores, mayor colabo-ración y responsabilidad por parte de los productores y más concienciación en lo que respecta a los consumidores. En la UE, la producción de residuos pe-ligrosos aumenta a pesar de los diferentes planes de reducción. Es imprescindible implantar en los países industrializados po-líticas eficaces de reducción, reutilización y reciclaje. Hace falta un mayor control de este tráfico injusto, sancionando con contundencia a los infractores. Sin ninguna duda, un elemento clave es la colaboración de la industria en la fase de diseño. Las compañías han de esforzarse en fabricar productos verdes

y diseñados para durar, utilizando menos sustancias difíciles de extraer y recuperar, y deben involucrarse en el reciclaje de sus propios artículos. Los países ricos seguirán envenenando a los países empobrecidos del mundo hasta que las empresas no eliminen las sustancias tóxicas de sus artí-culos y no asuman la responsabilidad de gestionar el ciclo completo de vida de los productos de consumo.

Notas y referencias1 http://www.ecologistasenaccion.es/spip.php?article79792 Entre los principales exportadores están:

Rusia, Ucrania, Finlandia, Suecia, Alemania, Benelux, Francia, Portugal, España, Reino Unido, Irlanda, Italia, Grecia, Austria, Polonia, Dinamarca, Hungría, Oriente Medio, EE UU, Canadá, Corea, Suiza.

3 Algunos de los más importantes receptores son: China, Ghana, Senegal, Guinea, Sierra Leona, Liberia, Malí, Benin, Togo, Costa de Marfil, Congo, Somalia, India, Pakistán, Bangla Desh, China, Vietnam, Hong Kong, Singapur, Uzbekistán, Tayikistán, Kazajstán, Kirguizistán, etc. Fuente: XLSemanal ABC, 13-1-2007

4 El 30% de los residuos industriales peligrosos en España no están controlados y se desconoce su origen y su destino, según la Directora General de Calidad y Evaluación Ambiental, María Jesús Rodríguez, 3-10-2008.

5 Informe del Ministerio de Medio Ambiente al Parlamento holandés después de una exhaustiva campaña en 25 países europeos.

1. El descontrol en el tratamiento de los residuos importados es la norma.2. Tratamiento con ácido sin ninguna protección contra los vapores tóxicos para extraer oro de los circuitos. Foto: basEl action nEtWork

3. Las condiciones de desguace de barcos en India son muy precarias.4, 5 y 6. Tratamiento de los residuos electrónicos en Giyu, China. Fotos: basEl action nEtWork2

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Una seria amenaza para la salud y para la gestión sostenible de los residuos

Incineración de residuos y partículas ultrafinasComisión de Residuos de Ecologistas en Acción de Madrid

La nueva normativa europea favorece la incineración frente a otras alternativas de gestión de residuos más eficaces y menos perjudiciales para la salud humana y el medio ambiente. Entre los riesgos más importantes de esta opción destaca el que suponen las partículas ultrafinas.

En junio de 2007, el Consejo Eu-ropeo decidió apoyar la propuesta de la Comisión Europea para con-siderar a las incineradoras de resi-duos con recuperación de energía

como plantas de recuperación. Ante la falta de medidas claras del Consejo para potenciar los procesos de reducción, reutilización y el verdadero reciclaje de residuos, lo más probable es que los desarrollos normativos fomenten la incineración de los residuos, con conse-cuencias muy negativas para la salud hu-mana y el medio ambiente. La sustitución del reciclaje por la incineración contradice la Estrategia Comunitaria para la Salud y el Medio Ambiente y el objetivo oficial

de convertir a la Unión Europea en una “sociedad del reciclaje”. Es preciso tener en cuenta que, aún en el supuesto de que la incineración pro-duzca energía, también quema recursos y pone en peligro la salud humana. De todos los riesgos para la salud, el que suponen las partículas ultrafinas apenas ha sido analizado.

Partículas pequeñas, problemas grandesLas incineradoras, además de generar cenizas tóxicas y otros residuos, emiten partículas muy pequeñas, capaces de des-plazarse largas distancias y penetrar pro-fundamente en el sistema respiratorio. Sus

emisiones son susceptibles de provocar un incremento de la mortalidad causado por enfermedades cardiovasculares y cáncer. Las partículas más grandes de las PM10 (de menos de 10 μm) pueden quedar atrapadas en la nariz y en la garganta antes de ser expulsadas, pocas penetran en los pulmones más allá del bronquiolo. Pero las partículas finas de tamaño PM2,5 a PM1 (entre 2,5 y 1 μm) son lo suficientemen-te pequeñas como para penetrar hasta las partes más sensibles del pulmón. El cuerpo humano tarda aproximadamente cinco años en expulsar la mitad de esas partículas. Los pulmones sanos retienen aproximadamente el 50% de las partículas finas a las que están expuestos. Las partículas aún más pequeñas, las ultrafinas, son capaces de penetrar todavía más profundamente, y resultan potencial-mente más dañinas. Ésas ultimas oscilan las 0,1-0,001 micras de diámetro. Todas las partículas pueden provocar problemas para la salud, especialmente si van rodeadas de metales tóxicos y com-puestos orgánicos. Las sustancias químicas que recubren la superficie de la partícula erosionan el pulmón y, posteriormente, son transportadas al torrente sanguíneo. Aunque las partículas ultrafinas no sean especialmente tóxicas, las evidencias indican que pueden iniciar un estrés oxi-dativo en el pulmón –proceso que altera la química celular de los pulmones causando inflamación y desencadenando problemas

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de salud–. Muchas atraviesan la membrana de los pulmones y son transportadas hacia el torrente sanguíneo, donde provocan res-puestas inmunes y aumentan la viscosidad de la sangre, con el consiguiente aumento del riesgo de ataque cardiaco e infarto. Las partículas finas y ultrafinas plan-tearían menos problemas de salud si pudiéramos confiar en las tecnologías de filtrado para retenerlas pero, por desgracia, son demasiado pequeñas como para ser captadas por la mayoría de los equipos de control más modernos en las incine-radoras. Los filtros usados normalmente atrapan sólo las partículas más gruesas, permitiendo escapar al 70-95% de las partículas PM2,5. Las partículas más finas no son la única amenaza creada por la incineración de re-siduos. Las reacciones químicas que tienen lugar dentro de las incineradoras originan cientos de químicos. la mayoría de estos productos, de composición desconocida, penetran en el medio ambiente por diver-sas vías. Algunos son liberados como gases, otros son atrapados en cenizas y filtros que se llevarán después a los vertederos. Su magnitud, peligrosidad y efectos sobre la salud humana por el momento han sido poco investigados. Sin embargo tres cuestiones resultan evidentes. Primera, las incineradoras no pueden limpiar los residuos con los que se alimentan. Si el mercurio y otros metales pesados entran en las incineradoras, éstas emitirán dichos metales. Segunda, la quema de residuos produce dioxinas y otros compuestos tóxicos, bioacumulativos y persistentes. Tercera, un creciente número de pruebas sugiere que en las poblaciones próximas a las incineradoras aumenta la incidencia del cáncer y problemas respiratorios. El único camino para prevenir los problemas de salud causados por la con-taminación de partículas pequeñas y otros químicos procedente de las incineradoras

NOTA: Este artículo es un resumen del folleto sobre los peligros de la incineración de residuos publicado por las organizaciones Salud sin Daño y GAIA durante la discusión de la Directiva Marco sobre Residuos. La versión traducida al castellano puede ser consultada en http://www.ecologistasenaccion.org/IMG/pdf_salud_incineracion_nanoparticulas.pdf

es no incinerar los residuos. Las propuestas legislativas que tengan como resultado un aumento de la incineración ponen en peligro la salud humana. De hecho, en el año 2006, 68 médicos y expertos en salud de ámbito internacio-nal, elaboraron el Memorando del Recurso de París, cuyo objetivo era destacar la rela-ción causa-efecto entre la contaminación química y las enfermedades, así como subrayar la necesidad de actuaciones públicas para erradicar el problema. El Memorando incluía una moratoria en la construcción de nuevas incineradoras y la prohibición de incineración de residuos peligrosos. Dicho Memorando ha sido firmado por la Permanente de Doctores Europeos (CPME) –integrada por todas las asociaciones médicas nacionales de Europa–, que representa a dos millones de médicos.

Mejores alternativasEl Consejo Europeo ha propuesto la utilización de una fórmula de eficiencia energética para clasificar las incineradoras de dos maneras posibles: operaciones de recuperación o de eliminación. El principal problema de esta propuesta es que no compara la eficiencia de las incineradoras con otras opciones. Si, por ejemplo, la ma-teria prima de la incineradora fuese papel y, aplicando la ecuación de la eficiencia energética, ésta pudiera ser considerada como planta de recuperación, ¿convierte eso a la incineración en una buena manera de tratar el papel? Ejemplos procedentes de todas partes el mundo, incluyendo San Francisco y Boulder, Colorado (EE UU), Canberra (Australia), Novara, Treviso y varios más (Italia), Molins de Rei, Tona y Blanes (Es-paña), han demostrado que los programas de separación, compostaje, reutilización y reciclaje pueden reducir los flujos de residuos a niveles que hacen innecesaria

la incineración. La ecuación de eficiencia necesita ir acompañada de una legislación que asegure que el papel es separado en el proceso de recogida y tratado en la planta de reciclaje, no quemado en una incineradora. Lo mismo es aplicable al resto de los flujos de residuos, que deben canalizarse utilizando métodos más segu-ros y eficientes.

Bronquios

Bronquiolos

Alveolos

Bronquiolos respiratorios

PM10

PM2,5

PM0,1

pEnEtración dE las partículas En El pulmón, sEgún su tamaño

1. Vertedero e incineradora de Valdemingómez, en Madrid.2. Una protesta contra una incineradora en Euskadi.3. La mejor alternativa es promover la reducción de los residuos.

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Isidoro I. Albarreal y Juan Clavero, Ecologistas en Acción de Andalucía

Enseñanzas para Chaves de cuando Boliden se hizo el sueco

Las Cruces, otra catástrofe minera anunciadaIsidoro I. Albarreal Núñez y Juan Clavero Sousa

El pasado mes de octubre, la Corte de Apelación de Suecia declaró ejecutable un embargo provisional de 141 millones contra Boliden para hacer frente al proceso de

quiebra de su filial española, Boliden-Apirsa. Ese dinero es reclamado por la Junta de Andalucía y el Gobierno español para cubrir parte de los gastos de retirada de los lodos tóxicos que inundaron el río Guadiamar el 25 de abril de 1998, cuando reventó la balsa de las minas de Aznalcóllar. Pero conviene recordar que Boliden-Apirsa no quebró en 1998, sino que el Gobierno andaluz de Chaves autorizó la reapertura de la mina en marzo de 1999, bajo el compromiso de Boliden de man-tener 500 puestos de trabajo directos. A cambio, la Junta de Andalucía se olvidó de sus reclamaciones de daños y además otor-gó a Boliden más subvenciones públicas por valor de 3.000 millones de pesetas. Pero Boliden no cumplió el trato. Cobró los 3.000 millones, descapitalizó Apirsa en las narices de la Junta de Andalucía, se hizo el sueco con los puestos de trabajo y cerró

la mina en diciembre de 2001. La Junta no recuperó un duro, tuvo que asumir los puestos de trabajo y tragarse un complejo minero que es una bomba de relojería ambiental, lleno de suelos y lodos tóxicos y con permanentes filtraciones contami-nantes.

No era la primera vez que Boliden incumplía sus compromisosA finales de 1995, mucho antes de la ca-tástrofe, un ingeniero de minas jubilado de Boliden, D. Manuel Aguilar, presentó un informe técnico a la Consejería de Medio Ambiente (CMA) denunciando el alto riesgo de rotura de la balsa y detallando los vertidos que ya se estaban produ-ciendo en el Guadiamar. Los ecologistas denunciamos esos vertidos ante la Junta, la Fiscalía, el Juzgado y la Unión Europea. Boliden lo negó todo y prometió a la Junta ejecutar las mejoras necesarias para evitar la rotura y los vertidos. La CMA archivó la denuncia. La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) y la ministra Tocino desinformaron a Europa que “las aguas del Guadiamar no entran en Doñana” y la Comisión Europea, sin investigar, archivó la denuncia el 2 de

abril de 1998, entendiendo que las admi-nistraciones españolas “han adoptado las medidas necesarias para dar solución a los problemas denunciados”. Sólo 23 días después reventó la balsa y Chaves declaró que “la Junta de Andalucía no tiene ninguna responsabilidad en este tema”.

Y tampoco ha sido la última vez que una empresa minera se ríe de los andalucesEn el año 2000 la minera de EE UU, MKGold, presenta a la Junta el proyec-to minero de Las Cruces, a tan sólo 15 kilómetros de la capital sevillana, bajo la filial española Cobre Las Cruces (CLC). El proyecto promete como gran novedad la inexistencia de balsas de lodos tóxicos como la que reventó en Aznalcóllar. Pero para explotar el cobre, la mina tiene que romper y atravesar el acuífero Niebla-Posadas, una de las mayores reservas de agua para consumo del área metropolitana de Sevilla. En octubre de 2001, el presidente de MKGold, Frank Joklik, se reúne personal-mente con el presidente Chaves y con el Ministro de Medio Ambiente, Jaume Ma-tas, para tratar de los reiterados informes

Tras la nefasta gestión y falta de control de las distintas Administraciones sobre la minera Boliden-Apirsa, que acabó provocando la catástrofe de Aznalcóllar, nos encontramos con una nueva catástrofe anunciada. Las numerosas irregularidades e ilegalidades del proyecto minero de Las Cruces están poniendo en grave riesgo tanto uno de los principales acuíferos de Sevilla como la calidad de las aguas del Guadalquivir.

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negativos realizados por la CHG y el Ins-tituto Geológico y Minero de España, que estaban impidiendo otorgar el permiso de explotación. Bajo las consabidas promesas de protección del medio ambiente y de puestos de trabajo, ambos mandatarios apoyaron el proyecto.

Pero ¿se podía confiar en Joklik? En 1992, siendo presidente de la minera Kennecott, ocultó el peligro de derrumbe de una balsa de lodos tóxicos sobre la población de Magna (Utah, EE UU). En 1999, Joklik dimitió como presidente del Comité organizador de los Juegos Olím-picos de Invierno de Salt Lake City tras una investigación del FBI que demostró la compra de votos para conseguir la no-minación. Entre los años 2002 y 2005, to-davía bajo la dirección de Joklik, MKGold maquilló sobre el papel el proyecto de Las Cruces para obtener todos los permisos… y 53 millones de euros de subvenciones públicas. Ecologistas en Acción recurrió judi-cialmente todos los permisos, cuando no había ningún puesto de trabajo en juego, sobre la base de criterios técnicos de falta de fiabilidad del proyecto. La multinacional canadiense Inmet Mining compró el 70% de CLC en agosto de 2005 y empezó la construcción de la mina en 2006. Joklik se quitó de en medio, con sustanciosos beneficios, antes de que empezaran los problemas. En abril de 2008, 10 años después del vertido de Boliden, se derrumbaron los taludes de Las Cruces, tal como predijo un informe del CEDEX del año 2002. En mayo, la CHG detecta contaminación metálica en el acuífero y en los arroyos que rodean al proyecto y la Junta se ve obligada a paralizar la mina. Ecologistas en Acción pone los hechos en conocimiento de la Fiscalía de Medio Ambiente. En julio, se produce un fuerte deslizamiento en la zona destinada a los residuos tóxicos y pe-ligrosos. En septiembre la Fiscalía presenta querella contra CLC por contaminación por arsénico del acuífero del que bebían los ciudadanos de Gerena. En octubre, la mina solicita permiso para verter al Guadalquivir balsas de aguas ácidas que no figuraban en el proyecto y que ya las tienen construidas y llenas. Y todavía no han llegado siquiera al filón de cobre. Cobre Las Cruces ha presentado aho-ra un nuevo Plan Global de Gestión de Aguas para solucionar los problemas. Desde la Agencia Andaluza del Agua de la Junta, que acaban de recibir las com-petencias del acuífero Niebla-Posadas y del Guadalquivir, han declarado que van a dar una “última oportunidad” a la mina

porque “confían” en que lo hagan bien y que no pase lo mismo que con Boliden. Es decir, parece que van a seguir ju-gando a la ruleta rusa con una de las principales reservas de agua para Sevilla, y con la calidad de las aguas del principal río de Andalucía. Es decir, estamos ante una nueva catástrofe anunciada.

Y cuando aparezcan miles de peces muertos flotando en el Guadalquivir y se envenenen con arsénico las aguas que riegan los arrozales y la reserva pesquera de la desembocadura de Sanlúcar de Ba-rrameda, el presidente también dirá que “la Junta de Andalucía no tiene ninguna responsabilidad en este tema”.

1. Mina Las Cruces. 2, 3 y 4. Protesta ecologista contra Mina Las Cruces, al cumplirse el 10º aniversario del vertido de Aznalcóllar.Fotos: José manuEl Franco.

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Las grandes térmicas de carbón continuarán funcionando

Galicia lucha contra el cambio climático aumentando las emisiones

Xosé Veiras García, asociación ecologista Verdegaia

La Xunta de Galicia ha sido el cuarto gobierno autonómico en presentar un plan de acción para luchar con-tra el cambio climático. La Xunta vende a la opinión pública que el

Plan Gallego de Acción frente al Cambio Climático (PGACC) reducirá las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) en 12,25 millones de toneladas entre 2008 y 2012. Lo que casi nunca explica es que se trata de una reducción en relación a un escenario tendencial. Lo destacable es que la Xunta, a diferencia de otros gobiernos autonómicos, no se propone disminuir las emisiones de la situación de partida. En 2012, las emisiones gallegas serían un 37% superiores a las de 1990, cuando en 2006 eran un 20,6% mayores. Sin el PGACC, las emisiones aumentarían un 47%. El presidente Emilio Pérez Touriño ha definido el PGACC como la “contribución solidaria” de Galicia a la lucha contra el cambio climático. Pura hipocresía. No es de recibo que un país desarrollado como Ga-licia, con elevadas emisiones por habitante –superiores incluso a las emisiones medias del Estado español y de la Unión Europea [1]– se permita incrementar todavía más sus emisiones en los próximos años.

Fábricas de cambio climáticoEn Galicia se sitúa el mayor foco emisor de dióxido de carbono (CO2) de España y uno de los mayores de Europa, la central térmica de carbón de As Pontes, propie-dad de Endesa. En 2006, emitió ella sola más CO2 que Extremadura o Navarra. Junto a la otra central térmica de carbón gallega, la de Meirama, perteneciente a Unión Fenosa, fue responsable ese año del 37% de las emisiones gallegas. La pro-ducción de electricidad a partir de carbón,

muy intensiva en emisiones de CO2, es la causa principal de que la participación de Galicia en las emisiones del Estado español sea considerablemente superior a la que le correspondería por población o por PIB. Tras el reciente agotamiento de las minas de lignito gallegas, todo el carbón usado en estas centrales es importado. El Gobierno gallego apoyado por el PSdG-PSOE y el BNG ha mostrado, como los anteriores del PP, una complacencia absoluta hacia estas fábricas de cambio climático, a las que recientemente se han sumado dos nuevas centrales térmicas de ciclo combinado a gas natural. Dado el peso que mantendrá la producción eléctrica sucia, ni siquiera el notable cre-cimiento de la energía eólica –se prevé pasar de 2.952 MW de potencia instalada a finales de 2007 a 6.500 MW autori-zados en 2012– será capaz de lograr en los próximos años una disminución de las emisiones asociadas a la producción energética gallega. Las emisiones de gases de invernadero han crecido menos en Galicia que en el Estado español: un 20,6% entre 1990 y 2006, frente a un 50,6%. Sin embargo, considerando sólo el sector del transpor-te, las emisiones se han duplicado. Es la consecuencia esperada de un desorden urbanístico que ha intensificado la tradi-cional dispersión territorial de la población gallega, del abandono del transporte co-lectivo y de la construcción desmesurada de nuevas carreteras. La respuesta de la Xunta para reducir emisiones consiste básicamente en una débil apuesta por la recuperación del transporte colectivo y en un fuerte incremento del uso de agrocom-bustibles insostenibles, que en 2012 repre-sentarían el 7% del consumo de gasolinas y gasóleos. Mientras tanto, promueve un Plan para aumentar la longitud de la red de carreteras de alta capacidad de 965 a 2.223 km.

¿Incinerar contra el cambio climático?Uno de los aspectos más criticables del PGACC es la consideración de la inci-neración de residuos urbanos como una

contribución a la mitigación del cambio climático. Un disparate si tenemos en cuenta que la incineradora de Cerceda, la mayor de España, propiedad de la empresa Sogama –participada por la Consellería de Medio Ambiente y por Unión Fenosa–, es otro de los principales focos de CO2 de Galicia. La electricidad que produce a partir de la basura de la inmensa mayoría de los ayuntamientos gallegos no es mucho menos intensiva en CO2 que la generada a partir de carbón, el combustible más sucio. Aunque la Xunta ha presentado un nuevo Plan de Residuos que supone un cierto impulso del reciclaje, no está previsto el cierre de la incineradora. Frente a un Plan que no está a la altura del desafío que supone la crisis climática, desde Verdegaia hemos presentado el documento Por unha economía galega baixa en carbono [2], con numerosas propuestas para reducir las emisiones, inspiradas por el ecologismo social y que inciden sobre todo en la producción y en el consumo de energía, la fuente del 83% de las emi-siones de Galicia. La Xunta, que elaboró la propuesta de PGACC sin participación social, ya ha dejado claro que sólo admitirá “algunos retoques”. La sostenibilidad y la democracia par-ticipativa siguen sin ser una prioridad para el Gobierno gallego. Tras 16 años de pesadilla fraguiana, las expectativas de regeneración democrática y de mejora ambiental despertadas por el bipartito se han visto frustradas en gran medida.

Notas y referencias1 En 2006, las emisiones por habitante de

GEI en Galicia ascendieron a 12,4 toneladas, frente a las 9,9 del conjunto de España y a las 10,4 de la UE-27. Descontando de las emisiones gallegas aquellas que, según el PACC, se asocian a la energía transformada en Galicia y exportada al resto de la Península (entre 1990 y 2006, como media, el 14,7% de las emisiones totales), las emisiones gallegas por habitante en 2006 habrían sido 10,6 toneladas.

2 http://www.verdegaia.org/images/stories/areas_tematicas/cambio_climatico_enerxia/por_unha_economia_baixa_en_carbono.pdf

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63el ecologista, nº 60, primavera 2009

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Tarifa social eléctrica

Ecologistas en Acción se ha dirigi-do a diversas organizaciones de vecinos y de consumidores para proponerles realizar conjunta-mente una campaña informativa

a fin de facilitar el acceso a la llamada Tarifa Social de aquellos ciudadanos que puedan acogerse a ella. La citada tarifa se ha creado recientemente a través de la disposición adicional tercera de la reciente orden ministerial que regula las tarifas eléctricas (orden ITC/1857/2008 de 26 de junio).

Menos de 3kWEn un contexto de subida generalizada de precios eléctricos esta Tarifa Social pretende proteger a los sectores sociales de baja renta de los mismos y es la única que va permitir bajar lo que se paga por la electricidad. La tarifa sólo se podrá aplicar a usuarios eléctricos que tengan una poten-cia contratada de menos de 3 kW, lo que significa un uso moderado de la electrici-dad. Esta tarifa es incompatible con usos irracionales de la electricidad –como son su conversión en calor a través de estufas, cocinas eléctricas (incluidas vitrocerámi-cas), hornos eléctricos o calentadores de agua–. Ecologistas en Acción siempre ha insistido en que usar la electricidad para producir calor es profundamente irracional ya que significa desperdiciar, por lo menos, el 60% de la energía. Aunque son casi 4 millones de contratos los que, por tener una potencia contrata-da menor de 3 kW, en principio podrían

acogerse a esta nueva tarifa, serán bastantes menos

los usuarios

que efectivamente lo hagan. Además, para beneficiarse de ella la vivienda debe ser la residencia habitual del usuario, lo que descarta un número indeterminado de viviendas, sobre todo rurales, que poseen dicha potencia. Los beneficiarios tipo de esta nueva tarifa serán personas mayores que residen en los cascos históricos de las ciudades o en el mundo rural y población inmigrante que reside en alquiler en viviendas pequeñas y antiguas. Para alguien que tenga una potencia contratada de 2,5 kW el ahorro con la nueva tarifa equivale a unos 5 euros al mes, en una facturación total de unos 25 euros/mes. En dicha cifra se incluye, no sólo el término de potencia, que pasará a valer 0 euros por kW, sino el IVA y el impuesto especial sobre la electricidad.

Un trámite sencilloPero aunque el trámite de acceso a esta tarifa no es muy complejo (presentar un certificado de empadronamiento y unos sencillos documen-tos que la compañía eléctrica debe suministrar con la primera factura que gire al consu-midor) puede ser excesivo para la población llamada a beneficiarse. Es por ello que Ecologistas en Acción pide a asociaciones vecinales y de consumidores que colaboren a difundir esta opción y contribuyan a que se materialicen

contratos que son posibles y beneficiosos para personas de bajas rentas. Las personas que tengan en la actua-lidad contratada una potencia mayor, para beneficiarse de esta tarifa deberán previamente cambiar a una potencia menor que la establecida y pagar por dicho cambio. Además, para conseguir ahorrar energía y que la nueva potencia eléctrica sea suficiente deberán actuar sobre los dispositivos eléctricos que más la consumen. La iluminación y el frigorífico son los dispositivos que más electricidad consumen en una vivienda media, con aproximadamente el 18% cada uno. Las al-ternativas son sencillas: sustituir bombillas incandescentes ordinarias por las llamadas fluorescentes compactas, sobre todo en los puntos de mayor uso, y reemplazar el frigorífico (nunca añadir uno nuevo) por otro más eficiente con etiqueta de tipo A o A+. Y desde luego, reemplazar los aparatos de producción de calor a partir de electrici-dad antes citados, por otro tipo de energía como el gas natural.

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• El derecho de acceso a la información ambiental Guía práctica (Castellano-Euskera)• Los delitos ecológicos La protección penal del medio ambiente Guía Práctica (Castellano-Euskera)• Plan de ahorro y eficiencia en el consumo eléctri-co. Horizonte 2015. 2005, 24 p, 3€• Propuesta de desarrollo de la energía eólica en España. Horizonte 2010-2012. 2005, 16 p, 3€• Manual de quejas ante la Comisión Europea. Recomendación para la elaboración de denuncias, 48 p. 3€• El currículum oculto antiecológico de los libros de texto, 20 p. 3€• 4x4=-planeta, 2007, 56 p. 4€• Zonas libres de transgénicos, 20 p, 3€• Tejer la vida en verde y violeta. Vínculos entre ecologismo y feminismo. 22 p, 3€• Política ambiental de la UE: insostenibilidad estructural. 56 p, 3€

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